[go: up one dir, main page]

Academia.eduAcademia.edu

Amenazas de origen Natural

AMENAZAS de origen natural Reducción de Riesgo de Desastre Universidad de las Fuerzas Armadas - ESPE AMENAZAS DE ORIGEN NATURAL Autores Bernabé Miguel Angel - Baile Simon Débora - Carreón Dora - Cerca Mariano - Culqui Javier González Maria Esther - González Marcos - Gutiérrez Carlos - Gutiérrez Raul - Herrera Giovanni - Padilla Oswaldo - Pauker Francisco - Rodriguez Fabián - Rodríguez Gonzalo - Salazar Rodolfo - Toulkeridis Theoilos - Vasco Carlos - Zacarías Said Editor Dr. Theoilos Toulkeridis (Ph.D.) Co-editor David Andrade Aguirre Dedicatoria Francisco Pauker 1945 - 2012 Francisco Fernando Pauker Gutiérrez, de nacionalidad Ecuatoriano-Alemán era un experto en las Ciencias y Filosofías de atención, prevención y respuesta en el caso de desastres de origen natural como antrópico. El Coronel E.M.C. (S.P.) Francisco era Licenciado. e Instructor de y en Educación Física, Administrador de Personal, Licenciado. en Administración y Ciencias Militares y Diplomado Superior en Gestión de Riesgos y Desastres. Detrás de una vida entera laboral en el área militar en el Ejército Ecuatoriano como en la Dirección Nacional de la Defensa Civil, nuestro amigo y compañero Francisco Pauker nos deja con el legado de impulso hacia este libro sobre la Gestión de Riesgos en el Ecuador. Francisco hasta su deceso, estuvo casado por 38 años con la Sra. Ximena García Lasso de cuyo matrimonio nacieron tres hijas Ivonne, Verónica y María Fernanda Pauker García. Se caracterizó como un esposo y caballero inigualable, padre ejemplar, amigo incondicional, amante de la verdad y la justicia y sobre todo con un grande e inmenso amor profundo hacia aquella energía ininita de la creación “Dios”. Se podría agregar mucho más sobre su vida y experiencias, pero su mayor deseo fue el poder plasmar en este libro su conocimiento y experiencia que aplicado con responsabilidad salvará muchas vidas. Título: Amenazas de Origen Natural ISBN: 978-9942-21-704-2 Editor: Theoilos Toulkeridis GEO1-ESPE Co-editor: David Andrade Aguirre Autores: Bernabé Miguel Angel - Baile Simon Débora - Carreón Dora - Cerca Mariano - Culqui Javier - González Maria Esther - González Marcos - Gutiérrez Carlos - Gutiérrez Raul - Herrera Giovanni - Padilla Oswaldo - Pauker Francisco - Rodriguez Fabián - Rodríguez Gonzalo Salazar Rodolfo - Toulkeridis Theoilos - Vasco Carlos - Zacarías Said Fotos: Autores Varios Gráicas: GEO1 - ESPE Foto portada: Alois Speck Edición Gráica, diseño, diagramación, infografías: Lic. David Cabrera R. Revisión por plagio: Dr. José Albuja - Universdidad de las Fuerzas Armadas, ESPE Sangolquí, Ecuador Revisión por pares: Guillermo E. Alvarado Induni, Área de Amenazas y Auscultación Sismológica y Volcánica - IC-Electricidad, Costa Rica Susana Hernández Peña, Universìdad Autònoma de Santo Domingo (UASD), Repùblica Dominicana Noris Martínez, Universidad Tecnológica de Panamá U.T.P., Panamá Gustavo Barrantes Castillo, Universidad Nacional de Costa Rica, Costa Rica Rodrigo Marquez Reyes, Universidad de Los Lagos, Chile Impreso en: Editorial ESPE © 2015. Todos los derechos reservados. Theoilos Toulkeridis. Centro de Geología, Volcanología y Geodinámica (CGVG) – GEO1 de la ESPE theousfq@yahoo.com y http://geo1.espe.edu.ec Prefacio Frente a las amenazas que enfrenta la humanidad, naturales y antrópicas, muchas de ellas de carácter colosal –terremotos, inundaciones, tsunamis-, la única herramienta comprobada para salvar el capital más importante de una sociedad, la vida de sus habitantes, es la prevención. Este pensamiento orienta y norma, a lo largo de sus páginas, a un libro monumental “Amenazas de origen natural y gestión de riesgo en el Ecuador”, cuyo editor es el destacado cientíico Dr. Theoilos Toulkeridis. El equipo de trabajo multidisciplinario que gestó este fundamental aporte, en cuya nómina constan cientíicos de renombre del país y el exterior, ha estructurado una obra que analiza, desde una óptica rigurosa y holística, la gestión de riesgos y desastres; desde los conceptos básicos de amenazas naturales y antropogénicas; las diferentes clases de riesgos; las políticas mundiales y ecuatorianas en materia de prevención de riesgos naturales, seguridad integral y gestión del riesgo; el papel que le cabe a la comunidad en materia de prevención; los mecanismos para enfrentar a los desastres y y los conceptos que deben manejar los gobiernos locales en materia de ordenamiento y planiicación territorial, tomando en cuenta los criterios de prevención de riesgos. Los especialistas analizan de manera exhaustiva cada uno de los acápites, realizando no solo un aporte teórico al conocimiento de la gestión de riesgos, sino que realizan un aporte inestimable en el marco de la construcción de políticas públicas de prevención, incluyendo los mecanismos de construcción de sistemas de alerta, la participación comunitaria en materia de prevención, los mecanismos para enfrentar desastres naturales, en procura de cumplir la misión fundamental de un Estado y una sociedad: garantizar la vida de sus habitantes. Esta magníica obra releja de manera estupenda la ilosofía y la misión de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, que concibe el conocimiento como la mejor herramienta para contribuir al desarrollo de la nación y de sus Fuerzas Armadas. Nuestros cientíicos, la planta de profesores, los alumnos y el personal administrativo, estamos absolutamente comprometidos con el futuro del Ecuador y procuramos contribuir todos los días a su engrandecimiento. Confío en que este interesante aporte de nuestros docentes, pueda ser utilizado por la autoridad nacional en materia de gestión de riesgos, por las autoridades de los Gobiernos Autónomos Descentralizados, por los estudiosos del tema y por la comunidad en general para mejorar la cultura de prevención con el in de atenuar las consecuencias de los desastres naturales y propiciar una rápida respuesta de la colectividad frente a estas contingencias. Como lo señala estupendamente la obra, el costo mayor en esta materia es no hacer nada. La Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, presenta con legítimo orgullo a la nación, en especial a la comunidad cientíica, este manual “Amenazas de origen natural y gestión de riesgo en el Ecuador”, como parte de sus proyectos de investigación, que consolidan su posición de líder en el campo de colocar a la ciencia como el mejor instrumento de desarrollo del Ecuador. Cierro este prefacio señalando el profundo agradecimiento de las autoridades de la universidad, sus académicos y estudiantes, a los doce cientíicos que suscriben su autoría y al editor de la misma. General Roque Moreira Rector Universidad de las Fuerzas Armadas - ESPE Prólogo Tengo el altísimo honor de participar en la publicación de este extraordinario libro sobre las AMENAZAS DE ORIGEN NATURAL y gestión de riesgos en el Ecuador; compendio con análisis y criterios de quince distinguidos académicos, abordando temas muy importantes para coadyuvar a lograr lo más loable y preciado que pueden realizar las instituciones encargadas de la seguridad interna de un estado; esto es la tarea de reducir los riesgos y por ende salvar vidas y su infraestructura, servicios básicos muchas veces críticos para la convivencia social. Esto se logrará estando preparados para afrontar riesgos de origen natural que en nuestro bello Ecuador por sus condiciones geográicas, al ser un país andino, amazónico, costero e insular; tiene características físicas y una actividad geodinámica que nos exponen a riesgos y amenazas; esto nos conduce a que nuestro país presenta características de riesgo elevado; en la mayoría de casos con consecuencias desastrosas en comunidades o ciudades enteras, si no se realiza una gestión prospectiva de los posibles eventos naturales con características de catástrofes. En sus primeras páginas del libro encontraremos a manera de introducción deiniciones y características de los riesgos y desastres que nos permiten fácilmente comprender que actividades deben cumplirse antes de la concurrencia del desastre o evento adverso; nos relata con lujo de detalles la prevención, preparación, mitigación y la alarma o alerta en la población. Para más tarde, una vez llegado el evento, se pueda dar atención y respuesta, la asistencia a las personas o comunidades afectadas; existirán ocasiones que amerite la búsqueda y rescate de víctimas, la rehabilitación y la reconstrucción. Estas actividades nos muestran como un círculo a cumplirse, sumado a ello debe existir políticas de estado y nos plantean un plan para fortalecer las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos. En un segundo capítulo nos presentan las Políticas mundiales y ecuatorianas referentes a los riesgos; claramente se establece la transición de la concepción tradicional de Seguridad Nacional a nuevas concepciones de multidimencionalidad de la Seguridad; tal es el caso de la Seguridad Humana que conlleva a pensar en la protección de los individuos y comunidades, donde el fundamento y razón de ser de la Seguridad es el ser humano, presentan visiones menos restrictivas que están motivando la restructuración de roles y competencias en órganos encargados de la Seguridad. También se hace referencia a la Seguridad Integral que es una visión del Estado Ecuatoriano que va desde la desmilitarización de la seguridad, hasta la protección de la naturaleza. Posteriormente se maniiesta al riesgo como presagio de la posibilidad de ocurrencia de un evento con daños o perdidas futuras, se recalca que los desastres son el resultado de riesgos no manejados. Posteriormente en el capítulo cuarto con detalle se establecen las amenazas de origen natural, destacando los terremotos y fallas geológicas, tsunamis, terrenos inestables, inundaciones; con una amplia explicación de cada una de estas amenazas, llegando a plantear planes de simulación y simulacro que a través ejercicios permita veriicar el grado de preparación o alistamiento de la población. Seguidamente en el capítulo cinco se reiere a la Subsidencia, con una amplia explicación del caso de México, la cual constituye la población con mayor densidad poblacional del mundo, la zona metropolitana da cabida a 20 millones de habitantes. Se presenta la metodología empleada por el Centro de Evaluación de Riesgos Geológicos (CERG), sobre un subsuelo muy heterogéneo con depósitos luvio- lacustres en la cuenca volcánica de la ciudad de México, misma representa una vulnerabilidad natural del terreno. En un quinto capítulo se pone a la comunidad el centro de gravedad para la planiicación de la gestión local del riesgo, misma debe establecer un Plan de Gestión de Riesgos que vaya articulado al Plan de Desarrollo Local; esto con el objetivo de reducir las vulnerabilidades de los individuos y sus bienes que están expuestos a los riesgos naturales. Este plan es el resultado de un proceso que incluye estudios, observaciones, evaluaciones planiicadas, redactadas en un documento que permita guiar las acciones antes durante y después de la emergencia. Adentrándose en el análisis, en los capítulos síes y siete se presentan detalles de herramientas tecnológicas que permiten el entendimiento del mundo y sus complejidades, se plasma un Sistema de Información Geográico (SIG), considerado como un mapa inteligente que representa los diferentes objetos espaciales en una forma geométrica y cartográica, se trabaja con datos georreferenciados, colocando cualquier dato o elemento de información puede ser colocado en un sistema de coordenadas sobre la supericie de la tierra. La utilización de la información geográica continúa aumentando y su importancia será cada vez mayor en los llamados “geoportales”, muy útil para la toma de decisiones. Más adelante en el capítulo ocho se analiza la función Logística, tan indispensable para el soporte de las operaciones; estas acciones involucra a los abastecimientos para humanos y animales, prendas de protección; la sanidad relacionada con la salud biológica, estructural, preventiva y curativa; el transporte de personal, abastecimientos, materiales, herramientas y equipo necesario para apoyar a los damniicados; el mantenimiento de instalaciones, servicios básicos, alojamiento, alcantarillado y otras; inalmente la construcción de obras suplementarias. En la función de Recursos Humanos hace referencia a evacuados a los alberges. En la función de Relación Social activando el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) para conducir y tomar las decisiones en beneicio de los damniicados. En los capítulos inales, en el noveno se establece el ordenamiento y planiicación territorial en caso de amenazas de origen natural, que pretende colocar cada cosa en su lugar y proporcionar el sustento legal de las acciones, todo aquello con un análisis prospectivo y conveniente, llegando incluso a un reordenamiento producto de la retroalimentación de la situación. Concluyendo tan atractiva obra en su capítulo diez cuando se reiere al costo o las implicaciones económicas que le representa al Estado el “no hacer nada” en la gestión de riesgos; daños que no solo se limitan a detrimentos económicas y de infraestructura; lo más costosos e irreparable son las pérdidas de vidas humanas, en esta aspecto con detalle se demuestra los eventos naturales que ha vivido la humanidad en periodos determinados de tiempo y sus efectos en daños causados y por ende en pérdidas humanas y económicas para los estados afectados. En este entretenido análisis que compendia varios aspectos relacionados con la gestión de riesgos es fundamental considerar que en los escenarios actuales se aprecia un aumento de los desastres naturales, tanto en la frecuencia como en la magnitud y sus graves consecuencias; esto está relacionado al cambio climático, sobrepoblación, degradación de medio ambiente. Nuestro país al estar en la cuenca del Pacíico al igual que el resto de países andinos, está expuesto a las amenazas bilógicas, geofísicas, hidrológicas, meteorológicas y climatológicas; por lo que es imprescindible la preparación para prevenir antes que lamentar catástrofes de incalculables consecuencias. Aquí radica la importancia de esta obra, que nos llama a la preparación y concientización de todos los componentes del Sistema de Gestión de Riesgos, empezando por las personas, la comunidad, las instituciones del Estado responsables de la seguridad, los académicos que basados en investigaciones propongan alternativas para que sean aprovechadas por la mayoría de la sociedad ecuatoriana y por qué no irradiar las fronteras patrias y constituya un aporte para nuestros conciudadanos en la región sudamericana y mundial. Finalizo haciendo extensivo mi felicitación, por tan brillante iniciativa que reúne y sintetiza criterios de varios expertos académicos de nuestra Universidad de las Fuerzas Armadas-ESPE y de la comunidad académica en general; mismos que desde diferentes ópticas complementan y exponen una obra completa sobre la Gestión de Riesgos en Ecuador, compendio de fácil comprensión y sobre todo muy útil para salvaguardar vidas humanas e infraestructura critica de la sociedad. Esperamos que se aprovechen sus contenidos y experiencias expuestas y pronto se reviertan en acciones en la población e instituciones gubernamentales que preparen a la población ecuatoriana a enfrenta los riesgos presentes en nuestro querido e incomparable Ecuador. Crnl. EMC Jorge Ortiz Cifuentes Director del Departamento. de Seguridad. y Defensa. Carta del Editor Soluciones para Ecuador, un País Mega-Vulnerable Ecuador parece a primera vista geológica solo un país mas al rededor del Paciico. Sin embargo debido a su situación geodinámica y su posición geográica en conjunto con su faltante o no inanciada política de prevención en diferentes sectores se hace uno de los pocos países que nunca va a superar el próximo desastre si llegara a las expectativas de los cientíicos. Nuestro país mega-vulnerable es amenazado por una serie de volcanes activos con potencialmente largas fases de erupciones y con alcances que cubrirán y envolverán todo el territorio nacional y mas allá, fallas geológicas enormes y dispuestas a reactivarse con fuertes terremotos en cualquier momento, un litoral dispuesto a tsunamis cuales pueden superar la catástrofe de Asia en 2004, de Chile en 2010 y de Japón en 2011 y áreas enormes hasta subacuaticas con inestabilidades que provocaran deslizamientos después de las pocas y bien conocidas alteraciones climáticas, temporadas lluviosas o secas y la presencia de los fenómenos de “La Niña” y “El Niño”. Ciudades como Quito, Riobamba, Guayaquil, Portoviejo y Esmeraldas para numerar pocas de las muchas ciudades dispuestas a una combinación de las amenazas mencionadas, perderán todo el progreso de las ultimas décadas, sus pocos ahorros y una gran cantidad de sus recursos mas importantes: sus habitantes. Es solo cuestión de tiempo hasta cuando una catástrofe de forma apocalíptica impactara algún sitio en el Ecuador. Pero si las amenazas y las vulnerabilidades son conocidas ¿porque no hay una cultura de prevención? ¿por qué no hay una política aplicada dirigida en la reducción de riesgos y vulnerabilidades? y ¿ porque no existe una eiciente planiicación territorial cual evita el acercamiento hacia las zonas de alta peligrosidad? La respuesta principal es que falta principalmente la educación y capacitación en todos los niveles socio-económicos sobre reducción de vulnerabilidades. Explicar a todo el país las causas de las amenazas a las cuales somos expuestas, sembrar la ilosofía de prevención y esperar que la población con su creatividad se puede ayudar a si misma mientras los cientíicos difunden su conocimiento en forma masiva y permanente. Esto seria mas probable la mejor solución. Es decir que “Un pueblo educado ni va a ignorar ni a exagerar delante de una amenaza potencial, porque siempre es mejor prevenir antes que lamentar”. Quito y otras ciudades de Ecuador, por sus activas geodinámicas y el creciente incremento en sus poblaciones y su territorios, se deben de tener dentro de las metas prioritarias, la de construir apropiadamente, teniendo en cuenta los tres elementos importantes: su fundación, los materiales adecuados para construir y su entorno, evaluando su vulnerabilidad ante las amenazas naturales e impacto ambiental. En pocas palabras hay de aplicar un desarrollo sustentable con base de una planiicación inteligente y un ordenamiento territorial cual respeta e impide la inluencia de amenazas de origen natural. El grupo de la investigación denominado Geodinámica Interna y Externa - GEO1, siguiendo la línea de Investigación llamada “Reducción de Riesgos de Desastres” con el apoyo del personal académico y técnico del Departamento de Ciencias de la Tierra y Construcción de la Universidad de las Fuerzas Armadas - ESPE y varios expertos internacionales de diferentes países del mundo, a través de su experiencia en estos temas esta explicando y preparando en las capacitaciones a la población e interesados en forma preventiva, las medidas potenciales de mitigación, construcción sismo-resistente hasta sismo-indiferente, reducción y transferencia de riesgos, técnicas de evacuación, formas de comunicación como manejo de alimentación (antes) durante y después de un desastre, planes de emergencia, planes de contingencia, logística adecuada, planes familiares y de autoprotección. Los mismos expertos en sus intervenciones explican también, como un ordenamiento territorial apropiado puede ayudar a disminuir signiicativamente los riesgos provenientes de las amenazas naturales (incluyendo el cambio climático). Así, la capacitación de un pueblo y sus administradores proactivos es importante para el desarrollo del ser humano como de las instituciones participantes. La instrucción ayuda a incrementar el rendimiento y desempeño y además aumenta la reducción de su vulnerabilidad delante las mencionadas amenazas de origen natural. Resumiendo y concluyendo este libro puede ayudar signiicadamente en el fomento la educación preventiva explicando varios pasos de la “Gestión de Riesgos” dentro de nuestro país y ojala mas allá. Prof. Dr. Theoilos Toulkeridis (Ph.D.) Docente Investigador de la Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE - Líder Grupo de Investigación GEO1 - Líder de la Red Ecuatoriana de Cambio Climático - Líder de la Línea de Investigación de Reducción de Riesgo de Desastres http://geo1.espe.edu.ec Indice Títulos y auspiciantes ...................................................................................................................................... III Dedicatoria ...................................................................................................................................................... V Prefacio ............................................................................................................................................................ IX Prólogo ............................................................................................................................................................ XI Carta al Editor ................................................................................................................................................ XV Capítulo I: Amenazas de Origen Natural 1 1. Amenazas Geológicas ................................................................................................................................. 1.1 Terremotos y Fallas Geológicas ................................................................................................................. 1.1.1 Efectos secundarios de actividad sísmica ............................................................................................... 1.1.2 Formas de reducción de riesgo sísmico para obras y la sociedad ................................................................ 1.1.3 Los 12 Pasos para la seguridad de un ciudadano y su familia por un terremoto ................................... 1.1.4 Casos de Terremotos históricos .............................................................................................................. 1.2 Tsunamis ................................................................................................................................................... 1.2.1 Casos de Tsunamis históricos ................................................................................................................. 1.3 Actividad Volcánica .................................................................................................................................. 1.3.1 La Magnitud, Tipo y el Índice de Erupciones Volcánicas ..................................................................... 1.3.2 Índice de Explosividad Volcánica .......................................................................................................... 1.3.3 Explosiones o erupciones volcánicas ...................................................................................................... 1.3.4 Casos de eventos destructivos volcánicos históricos ............................................................................... 1.3.5 Reducción de riesgo volcánico ............................................................................................................... 1.4 Terrenos Inestables .................................................................................................................................... 1.4.1 Mediciones preventivas y de mitigación ................................................................................................. 1.4.2 Trabajos a realizar para mitigar los impactos potenciales de deslizamientos ........................................ 1.4.3 Cuantiicación de daños por deslizamientos .......................................................................................... 1.5 Fenómeno El Niño - oscilación sur (ENOS) ............................................................................................. 1.5.1 Origen de un nombre: fenómeno El Niño, oscilación sur (ENOS) ....................................................... 1.5.2 Descifrando las múltiples caras del Niño: regiones y modos ENOS ..................................................... 1.5.3 Características climáticas y oceanográicas del Ecuador: condiciones normales versus ENOS ........... 1.5.4 Registro histórico de El Niño: un fenómeno recurrente de gran escala ................................................ 1.5.5 Impactos del fenómeno El Niño 1997-1998: de lo global a lo local ...................................................... 1.5.6 Instituciones de investigación, pronóstico y gestión de riesgo del fenómeno El Niño ........................... 1.5.7 CIIFEN: Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño .................................. 1.6 Inundaciones ............................................................................................................................................. 1.6.1 Origen de las Inundaciones .................................................................................................................... 1.6.2 Tipos de inundaciones ........................................................................................................................... 1.6.3 Metodologías para modelar crecientes o avenidas ................................................................................ 1.6.4 Prevención y mitigación de los daños por inundaciones ........................................................................ 1.7 Niveles de impacto y transferencia de riesgo ............................................................................................ 1.8 Simulación y simulacro ............................................................................................................................. 1.9 Planiicación frente a un riesgo ................................................................................................................. 1.10 Bibliografía .............................................................................................................................................. 3 3 9 11 12 14 15 17 20 21 22 22 25 28 30 33 36 37 40 40 40 43 47 49 53 54 56 56 60 61 62 65 68 71 76 Capítulo II: Riesgos y Desastres 77 2 Introducción al Ciclo de Gestión de Desastres ........................................................................................... 2.1 La Prevención ............................................................................................................................................ 2.2 La Preparación .......................................................................................................................................... 2.3 Mitigación ................................................................................................................................................. 2.4 Respuesta ................................................................................................................................................... 2.5 Rehabilitación ........................................................................................................................................... 78 79 80 81 83 83 2.6 La etapa de reconstrucción ....................................................................................................................... 84 2.7 Situación del Ecuador frente a amenazas de origen natural ..................................................................... 89 2.8 Clasiicación y deinición de amenazas y vulnerabilidades ....................................................................... 91 2.9 Propuesta de un sistema nacional de gestión de riesgos ............................................................................ 96 2.9.1 Objetivos generales ................................................................................................................................ 97 2.9.2 Objetivos especíicos ............................................................................................................................... 97 2.9.3 Gestión de riesgo y desarrollo de un sistema nacional de gestión de riesgos ......................................... 97 2.9.4 Construcción de los escenarios de riesgo ............................................................................................... 98 2.9.5. Los preparativos para las emergencias .................................................................................................. 99 2.9.6 Comunicación social y toma de decisiones ............................................................................................ 99 2.9.7. Esferas de gobierno en relación con desastres ...................................................................................... 99 2.10 La unidad militar de emergencias (UME) ............................................................................................... 100 2.11 Concepto de gestión de riesgos y su lugar en la sociedad ....................................................................... 103 2.11.1 Características ...................................................................................................................................... 103 2.11.2 Organización para la gestión de riesgos ............................................................................................... 104 2.11.3. Componentes de la gestión de riesgo .................................................................................................. 105 2.12 La gestión de riesgos y los aspectos a considerar en el desarrollo sostenible y los fenómenos naturales 106 2.12.1 “El desastre es la concreción del riesgo” .............................................................................................. 107 2.12.2. Enfrentar los eventos adversos ............................................................................................................ 107 2.13 Los desastres ............................................................................................................................................ 108 2.13.1 Introducción ......................................................................................................................................... 108 2.13.2. Capacidad humana y técnica de punta en gestión de riesgos ............................................................. 109 2.14 Principios básicos de la gestión de riesgos ............................................................................................... 110 2.15. Estudio probabilístico o análisis de riesgo .............................................................................................. 111 2.15.1 Análisis probabilístico ........................................................................................................................... 112 2.15.2. Análisis predictivo ............................................................................................................................... 113 2.16 La estimación del riesgo .......................................................................................................................... 113 2.17 Estimación de los efectos socio-económicos de los desastres ................................................................... 115 2.17.1. Daños directos ..................................................................................................................................... 115 2.17.2. Daños indirectos .................................................................................................................................. 115 2.18 Efectos generales y o comunes a todos los tipos de desastres de origen de fenómenos naturales .......... 116 2.18.1 Metodología de evaluación y su aplicación .......................................................................................... 118 2.18.2. Delimitación del área afectada ............................................................................................................ 119 2.18.3. Evaluación de la situación previa al desastre ...................................................................................... 119 2.19 Promoción de una cultura de buenas prácticas sobre una gestión integral de riesgos y desastres a nivel municipal .................................................................................................................. 119 2.20 Desarrollo de programas, planes y proyectos de prevención de desastres de origen de fenómenos naturales ................................................................................................................................ 120 2.20.1 Ejes estratégicos .................................................................................................................................. 120 2.21 Gestión integrada para la reducción de riesgo y desastre (GIRD) ............................................................... 120 2.22 El centro de operaciones de emergencia (COE) ..................................................................................... 122 2.22.1 Puesto de mando uniicado (PMU) ...................................................................................................... 123 2.22.2 Triage/ sorteo o clasiicación de los heridos ........................................................................................ 124 2.23 Bibliografía .............................................................................................................................................. 124 Capítulo III: Geoinformática y Geoportales 127 3. Introducción ................................................................................................................................................ 128 3.1 Calculo, análisis y representación de tiempos de evacuación en el Valle de los Chillos frente a una eventual erupción del volcán Cotopaxi ........................................................................................... 128 3.1.1 Antecedentes .......................................................................................................................................... 128 3.1.2 Ubicación geográica .............................................................................................................................. 130 3.1.3 Marco teórico y criterios metodológicos ................................................................................................ 130 3.1.4 Conclusiones y Recomendaciones ......................................................................................................... 136 3.2 Análisis y modelamiento de susceptibilidad a deslizamientos mediante SIG, modelamiento de variables espaciales y lógica Fuzzy en las parroquias de Papallacta y Cuyuja, cantón Quijos ................. 138 3.2.1 Antecedentes .......................................................................................................................................... 138 3.2.2 Información y datos ............................................................................................................................... 138 3.2.3 Determinación de Puntos de Muestra ................................................................................................... 139 3.2.4 Análisis de variables ............................................................................................................................... 139 3.2.5 Modelos de probabilidad ....................................................................................................................... 139 3.2.6 Conclusiones .......................................................................................................................................... 143 3.3 Geoportales ............................................................................................................................................... 143 3.3.1 Introducción ........................................................................................................................................... 143 3.4 El acceso a la Información Geográica (IG) .............................................................................................. 144 3.5 Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) ................................................................................................ 145 3.6 Geoportales IDE ....................................................................................................................................... 146 3.6.1 ¿Qué es un geoportal? ............................................................................................................................ 147 3.6.2 ¿Quiénes son los usuarios de un geoportal? ........................................................................................... 148 3.6.3 ¿Qué desean los usuarios de la IG respecto a los Geoportales? ................................................................ 149 3.6.4 Geoportales y usabilidad ........................................................................................................................ 150 3.7 Usabilidad en geoportales IDE ................................................................................................................. 150 3.7.1 Una consecuencia de la falta de usabilidad de un geoportal ................................................................. 152 3.7.2 Los objetivos del geoportal frente al usuario .......................................................................................... 154 3.8 Geoportales IDE para la gestión de emergencias ..................................................................................... 157 3.9 Conclusiones ............................................................................................................................................. 159 3.10 Bibliografía geoinformática ..................................................................................................................... 160 3.11 Bibliografía geoprtales ............................................................................................................................. 161 3.12 Referencias web ....................................................................................................................................... 163 Capítulo IV (Anexo) Subsidencia 165 4. Resumen ...................................................................................................................................................... 166 4.1 Introducción .............................................................................................................................................. 166 4.2 Antecedentes ............................................................................................................................................. 167 4.2.1 Desarrollo urbano y morfología en la Delegación Iztapalapa ............................................................... 168 4.2.2 Características de los depósitos lacustres de la Cuenca de México ........................................................169 4.2.3 Condiciones geológicas y geotécnicas en la Delegación Iztapalapa ...................................................... 170 4.3 Principales peligros geológicos en la DI .................................................................................................... 171 4.3.1 Hundimiento del terreno y fracturamiento del Subsuelo ...................................................................... 171 4.4 Taludes Inestables ..................................................................................................................................... 172 4.4.1 Características Generales ....................................................................................................................... 172 4.5 Cavernas volcánicas .................................................................................................................................. 174 4.6 Operación del centro de evaluación de riesgo geológico (CERG) ............................................................... 174 4.6.1 Innovación tecnológica en el CERG: implementación de un Sistema de Monitoreo ........................... 175 4.7 Perspectivas y conclusiones ....................................................................................................................... 176 4.8 Referencias ................................................................................................................................................ 176 Capítulo I Amenazas de Origen Natural Theoilos Toulkeridis1 - Débora Simon1 - Carlos Gutierrez2 - Francisco Pauker3 1 2 Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, Sangolquí, Ecuador; Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología, Quito, Ecuador; 3 Dirección Nacional de Defensa Civil, Quito, Ecuador Capítulo I 1. Amenazas Geológicas Cuando un proceso natural sea geológico o hidro-meteorológico afecta al bienestar de ser humano, sus actividades socio-económicas o su infraestructura se convierte en una amenaza natural. De las mismas existen varias empezando de sismos, hasta deslaves. En este capitulo se presentaran las principales amenazas geológicas y después las amenazas hidro-meteorológicas. Clasiicación de los desastres: Por su aparición Súbitos (terremotos) Mediatos (inundaciones) Por su duración De corto o mediano plazo Larga duración Por su origen Naturales (geológicos y hidro-metereológicos) Antrópicos (inducidos por la mano del hombre) 1.1 Terremotos y Fallas Geológicas Nuestro planeta Tierra se formó hace 4.550 millones de años atrás junto con los otros planetas (Mercurio, Marte, Venus, Saturno, Júpiter, Neptuno, Uranio (Plutón es planetoide, no es un planeta), una estrella (el sol) y aproximadamente 140 lunas de nuestro sistema solar. Desde el comienzo, el calor impulsado por el planeta azul tuvo alta energía. La separación de los elementos de diferente estabilidad y densidad crearon las diferentes capas, en las cuales la supericial, la corteza esta divida en una cantidad alta de placas, cuales se mueven desde entonces en diferentes direcciones separándose, chocándose o simplemente creándose pero moviéndose en direcciones opuestas a lo largo de los límites o fronteras en las margenes de las placas, provocando unos terremotos devastadores. A los tres tipos conocidos de límites entre placas, se los puede agrupar como sigue: (a) límites divergentes, cuando las placas se separan y se mueven en direcciones opuestas, permitiendo que se Fig. 1.1, Todas las placas constituyen la litósfera, constituida por la corteza oceánica o continental y el manto superior. A la parte plástica del manto superior, ubicada inmediatamente por debajo de la litósfera, se la denomina astenósfera, que tiene un espesor aproximado de 100 km. La fusión parcial (rocas parcialmente fundidas) posibilita que las rocas puedan fluir en esta zona. En esta forma, la astenosfera actúa como un lubricante que hace que se mueva fácilmente la litósfera, ubicada por encima. El movimiento en sí es un proceso de geodinámica localizado en el manto, bajo de la litósfera e impulsado por el calor interno de la Tierra, que se denomina convección (Toulkeridis 2011). Fig. 1.2, Los tres tipos de límites entre placas, que son (a) límites divergentes, (b) límites convergentes, y (c) limite de fallas transformantes o transcurrente. (Toulkeridis, 2011) 3 Amenazas de Origen Natural forme nueva litosfera (todas las placas constituyen la litósfera, constituida por la corteza oceánica o continental y el manto superior), a partir del magma ascendente desde las Dorsales Medio-Oceánicas, en un proceso también denominado expansión del fondo oceánico, o en los “rifts” continentales, (b) límites convergentes, cuando las placas chocan y una de ellas se hunde bajo la otra, a lo largo de la denominadas zonas de subducción (donde roca fundida, el magma se asciende para formar volcanes), o donde se forman cordilleras y cadenas debido a la colisión entre placas, y (c) limite de fallas transformantes, cuando las placas se desplazan horizontalmente entre sí. Con base en los tres tipos de límites de las placas, se ha reconocido 12 o más placas litosféricas de formas y tamaños irregulares, que forman la corteza terrestre. Cuando termina un determinado tipo de comportamiento cinemático, es decir, de divergencia, convergencia o transcurrencia (transformante), aparece un límite de diferente tipo. Los movimientos de las placas son para un ser humano lentos e imperceptibles, pero medibles a través de diferentes instrumentos. Debido a varios factores de morfología y geometría de las placas, los desplazamientos, por más lentos que sean, se diicultan en su camino de movimiento, y comienzan a acumular una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable, pero enorme de energía que origina terremotos. El origen del 90 % de los terremotos es por esta causa (sismos tectónicos), relacionada a zonas fracturadas o fallas geológicas, que dejan sentir sus efectos en zonas extensas, mientras 10% de los terremotos (o temblores en lenguaje popular) son de origen volcánico, y ocurren por el movimiento del magma en su afán de alcanzar la supericie. La intensidad y o la magnitud de los movimientos telúricos se miden a través de la escalas de Magnitud o de Richter-Gutenberg (mas conocida como escala de Richter), o la de la Intensidad de Mercalli Modiicada. La escala de Richter representa la energía cinética liberada en un terremoto basándose en un registro sismográico. La escala misma, que es abierta, crece en forma semi-logarítmica, de manera que cada punto encima del otro signiica que tiene un valor 10 veces mayor al anterior, y la energía liberada se multiplica por 32. La escala de Mercalli no se basa en la medición de datos sino en los efectos o daños producidos en la infraestructura y en la comparación de la sensación percibida por la población cerca o dentro del área afectada. La escala de Mercalli Modiicada (MM) tiene doce Fig. 1.3, Las placas de la Tierra se mueven por la acción de celdas de convección del manto subyacente. El mecanismo y proceso donde el magma asciende en los puntos calientes es todavía desconocido. (Toulkeridis, 2011) 4 Capítulo I Fig. 1.4, Dos ejemplos de fallas geológicas enormes en fronteras de las placas transformales. La de San Andres, Estados Unidos y Guayaquil-Caracas Mega Falla en el noroccidente de América del Sur. (Toulkeridis, 2011) Fig. 1.5, Ejemplo de las tres frontereas de las placas en la parte noroccidental de America Sur. 1A representa en la parte occidental de las islas de Galápagos una frontera de placas divergente llamada el “Levantamiento Oriental del Paciico” (East Paciic Rise), 1B representa en la parte norte de las islas de Galápagos también una forntera de placas divergente llamado el “Centro de Expansión de Galápagos” (Galapagos Spreading Center), 2 representa una frontera de placas convergente llamada la “Fosa Ecuatoriana” (Ecuadorian Trench) y inalmente 3 representa una frontera de placas transformal llamada Guyaquil Caracas Mega Falla, cruzando Ecuador, Colombia y Venezuela. (Toulkeridis, 2011) 5 Amenazas de Origen Natural 1A 1B Falla Normal 2A 2B Falla Inversa 3A 3B Falla Transcurrente Falla Oblicua Fig. 1.6, 1A, 1 B: Falla normal en Guayllabamba. 2A, 2B: Falla y generación de pliegues, Guayllabamba. 3A, 3B: Falla transcurrente (transformal) e inversa en Zambiza. (Toulkeridis, 2011) Fig. 1.7, Toulkeridis, 2011 Fig. 1.8, Ubicación de Falla, hipocentro, epicentro y la expansión de las Fig. 1.9, Ilustración de tipicas amplitudes de las diferentes ondas sismicas ondas sismicas. (Toulkeridis, 2011) tipo P, S, L y R. (GEO1-Toulkeridis) 6 Capítulo I grados diferentes, de cuales el primero (siglo romano de I) es imperceptible para seres humanos y el último (XII) representa destrucción total con pocos sobrevivientes. Los movimientos de la tierra quedan registrados en los estratos o depósitos de sedimentos que más tarde formarán las rocas sedimentarias, cuando las rocas se comportan de manera elástica, entonces se forman pliegues y cuando las rocas se fracturan, se desplazan y así se forman las fallas geológicas. Es decir, que la rotura de las placas se expresa y es visible en las denominadas fallas geológicas. Una falla representa un plano por el que se ha fracturado una gran masa de roca y sobre la cual se desplazan los bloques deinidos por la fractura, unos con respecto a otros. De las mismas fallas hay tres tipos diferentes según el tipo de movimiento que se produzca. Hay movimientos verticales cuales producen fallas inversas debido a fuerzas compresivas y fallas normales debido a fuerzas expansivas o divergentes y movimientos horizontales cuales producen fallas de desgarre o transcurrentes (transformales). La combinación de los dos últimos tipos de movimientos crean las fallas oblicuas. Los terremotos grandes liberan energía y desplazan la tierra a través de las fallas geológicas y este alto potencial destructivo puede ocurrir prácticamente sin ningún aviso previo. Es decir, la cercanía a una falla geológica activa es un buena indicación de altísima vulnerabilidad de este terreno donde le atraviese la falla. Si el terreno donde hay una falla geológica supericial es inestable, se aumentara la vulnerabilidad de la infraestructura como de la gente viviendo encima o cerca de la misma. Un terremoto puede durar pocos segundos hasta mas largo que un minuto. Sin embargo si el terreno es inestable, el movimiento puede durar mas tiempo y puede ser así aun mas destructivo. Escala Richter Escala de Mercalli 2,5 En general no sentido, pero registrado en sismógrafos. I II Casi nadie lo ha sentido. Muy pocas personas lo han sentido. 3,5 Sentido por mucha gente. III Temblor notado por mucha gente que, sin embargo, no suele darse cuenta de que es un terremoto. Temblor notado por mucha gente que, sin embargo, no suele darse cuenta de que es un terremoto. Sentido por casi todos, mucha gente se despierta. IV V Pueden producirse algunos daños locales pequeños. VI 6,0 Terremoto destructivo VIII Las construcciones correctamente diseñadas se dañan ligeramente. Las otras se derrumban. 7,0 Terremoto importante IX X Muchas construcciones destruidas. Suelo muy agrietado. Muchas construcciones destruidas. Suelo muy agrietado. 8,0 Grandes terremotos XI Derrumbe de casi todas las construcciones. Puentes destruidos. Grietas muy amplias en el suelo. 9.0 Terremotos excepcionales XII Destrucción Total. Se ven ondulaciones sobre la supericie del suelo 4,5 VII Sentido por todos, mucha gente corre fuera de los ediicios. Muebles se mueven y pueden producirse algunos daños. Todo el mundo corre fuera de la ediicaciones. Las estructuras mal construidas quedan muy dañadas. Tabla 1.1,Comparación de magnitudes y intensidades entre las escalas Richter-Guttenberg y Mercalli Modiicada. 7 Amenazas de Origen Natural Un movimiento sísmico se propaga mediante ondas elásticas a partir del punto de ruptura dentro de la tierra llamado hipocentro (o foco sísmico), mientras el epicentro representa el punto en la supericie vertical al hipocentro, donde el sismo afecta generalmente primero a personas o la infraestructura encima de origen del terremoto. Hay cuatro principales tipos de ondas, cuales se denominan ondas “P”, “S”, “R” y “L”. La onda “P” es la onda primaria cual se registra primera en los sismógrafos en la supericie de la tierra. Es una onda longitudinal cual esta atravesando líquidos como sólidos en una velocidad entre 8 y 13 km/s. La onda “S” es la onda secundaria cual es una onda transversal y así mas lenta que la onda “P”, cual con una velocidad entre 4 y 8 km/s atraviese solo sólidos. En forma general, con la diferencia del tiempo de llegada en los sismógrafos entre la onda “P” y “S” se calcula la ubicación del terremoto en misma forma por su epicentro y hipocentro. La ondas de tipo “R” (Rayleigh) y “L” (Love) son ondas supericiales cuales viajan como ondas de agua (R) o cuales provocan cortes horizontales de la tierra (L). Hay también una interacción de las ondas “P” y “S” cuales son supericiales ondas, bastante lentas (3.5 km/s) y las mas destructivas de todas. A AA B BB C CC D DD Fig. 1.10 A - DD, Las cuatro ondas sismicas diferentes ilustrando su movimiento. Onda P en ig. A y AA, Onda S en ig. B y BB, Onda L en ig. C y . CC y onda L en ig. D y DD. (GEO1-Toulkeridis). 8 Capítulo I 1.1.1 Efectos secundarios de actividad sísmica “Un terremoto jamás mata personas, pero ediicios cuales colapsan si” dice Richter y así se explica que realmente los efectos secundarios son responsables para la afectación hasta muerte de personas, de altísima destrucción de infraestructura y la interrupción de actividades socio-económicas. Entre los efectos segundarios se cuenta con el movimiento de terreno y peor cuando el terreno mismo es suave o inestable. La ruptura y o el desplazamiento del terreno es así pendiente de la composición del suelo y la propagación y transmisión de las ondas sísmicas. Terremotos pueden provocar inestabilidad de taludes cuales resultan en diferentes tipos de movimiento de masas, sea en forma de deslizamientos, derrumbes o caídas de rocas (grandes). Terremotos pueden incentivar incendios debi- Fig. 1.11 - 1.12, Diferentes efectos y daños secundarios del terremoto de Bahia de Cadaquez en la costa Ecuatoriana en 4 de Agosto de 1998. Se notan falsas columnas, liquefacion y issuras. (GEO1-Mario Cruz). Fig. 1.14, Efectos de derrumbe en Costa Rica del terremoto de 8 de Enero de 2001.Cortesia Associated Press Fig. 1.13, Deslizamiento debido de terremoto de El Salvador 13 de Enero de 2001. Cortesia Wordpress. Fig. 1.15, Colapso de ediicio por terremoto en China. AFP 9 Amenazas de Origen Natural do de interrupción de la transmisión de energía eléctrica con la destrucción o caída de torres eléctricos como en la destrucción o interrupción de cables o ductos de gases o de petróleo (o de gasolina). Licuefacción de suelo es otro efecto secundario provocado por terremotos. En este caso material granular como arena cual es saturada en agua pierde debido de sacudimiento temporalmente su fuerza sólida para transformarse en liquido. Debido de este circunstancia el suelo puede colapsar y hasta hundirse y así todo que esta construido encima del mismo. Hay de referir también al hecho que terremotos pueden provocar o generar actividad volcánica, cual tiene sus propias amenazas (volcánicas). Finalmente, terremotos cuales ocurren en el mar se llaman maremotos y los mismos cuando superan una cierta magnitud pueden generar tsunamis. Fig. 1.16 - 1.17, Daños en casas y murros debido de fallas geológicas activas. Piñas, Ecuador . (GEO1-Toulkeridis) Fig. 1.18, Deformaciones en via debido de falla geologica activa, Manila, Filipinas. (GEO1-Toulkeridis) 10 Fig. 1.19, incendio debido de terremoto de Concepción Chile del 27 de Febrero de 2010. Cortesia Associated Press. Capítulo I 1.1.2 Formas de reducción de riesgo sísmico para obras y la sociedad La mejor defensa frente a las amenazas naturales de cualquier tipo es la educación en todos los sentidos. Los residentes y las autoridades deben estar alertas y consientes ante los peligros sísmicos y sus efectos secundarios mencionados, a in de tomar decisiones adecuadas ten¬dentes a la protección ciudadana y a la mitigación de daños potenciales. Una población bien informada reaccionará apropiadamente ante una situación de peligro y no ignorará estos temas. Existen diferentes puntos de vista y criterios sobre lo que es un peligro sísmico en la población y sus autoridades y sus efectos sobre la población misma y el ambiente. Sin embargo, el conocimiento de los riesgos sísmicos, especialmente aquellos relacionados con fallas geológicas, terrenos inestables y ediicios no capaces de resistir un terremoto, deberán ser siempre bien discutidos y tomados en cuenta a in de tener una población educada y bien preparada para la eventualidad de un terremoto futuro. Así hay de tomar mediciones de corrección para urbanizaciones ya establecidas cuanto se averiguan las circunstancias geológicas y geodinámicas en donde se construyó una ciudad, un pueblo, una carretera, líneas de transmisión eléctricas o de oleo- y aguaductos y cualquier otro tipo de infraestructura estratégica e importante para el desarrollo de una región o de un país. Así, es primordial evaluar la vulnerabilidad física y social de urbanizaciones como de la infraestructura al riesgo sísmico, para garantizar la continuidad, cobertura, eiciencia y calidad de servicio básico de cualquier nivel socio-económico de la sociedad que vive o se desarrolla cerca de las amenazas sísmicas y sus efectos secundarios previamente mencionadas atraídas por un terremoto potencial. La Gestión del Riesgo requiere de la voluntad política al más alto nivel y de incentivos para todos los actores de la sociedad. La priorización de la inversión se debe reorientar a aquellos proyectos de desarrollo con efectos evidentes hacia la atención de amenazas potenciales en el tiempo y de largo plazo. La falta de políticas en la Gestión de Riesgos y de implementación de las recomendaciones respectivas, tendrán un costo social, político y económico muy elevado. Por lo tanto hay de establecer unos procedimientos en gestión de riesgo, para minimizar el riesgo sísmico para urbanizaciones e instalaciones de infraestructura planiicada y a punto de establecer o construirse para que sea esto un parte inteligente de reducción de vulnerabilidad en el desarrollo de una región o de un país. Concretamente en un área establecido una sociedad con sus autoridades y potenciales inversionistas tiene conjuntamente con los expertos, que identiicar las amenazas sísmicas para conocer el nivel máximo de sismicidad de un área con obras o infraestructura del todos sectores estratégicos y/o vitales como de establecimientos habitacionales, recurriendo a los registros históricos como catálogos sísmicos, artículos de periódicos o revistas de divulgación técnicas y cientíicas. Expertos en la materia tienen que averiguar y conocer el escenario geológico del área de interés, como ejemplo los sectores costeros que pueden ser susceptibles al fenómeno tsunamis, o asentamientos urbanos en laderas inestables de colinas que pueden ser vulnerables a deslizamientos de masas de tierras, o ediicaciones construidas sobre suelo blando que pueden ser afectadas por subsidencia o hundimiento de la capa de suelo. Muchos escenarios pueden ser afectados por dos o más fenómenos geológicos previamente mencionados generados por terremotos. Para medir la intensidad de daños y efectos en el terreno y medio ambiente, los expertos tienen que utilizar una nueva escala de intensidad macrosísmica llamada ESI-2007 (Environmental Seismic Intensity). Para saber en que intensidad se encuentra el área en cual se ubica un pueblo, una obra o infraestructura de un sector estratégico y/o vital, hay que elaborar un mapa de intensidad sísmica bajo características del ESI-2007. En este mapa se ponen los registros históricos, los registros instrumentales de las redes internacionales (especialmente del catalogo del United States Geological Service; USGS) y donde se puede medir el desplazamiento de fallas geológicas, también la intensidad del neotectonismo. Para que se produzcan daños severos en el medio físico y natural y subsecuente en las instalaciones bajo amenaza, una potencial intensidad de X no debe sobrepasarse. La intensidad con el grado X (Escala ESI-2007) describe los fenómenos geológicos que pueden activarse con un terremoto de magnitud 7.2 a 7.7 de las escalas conocidas. Debido a lo mencionado, ninguna obra del cualquier sector estratégico y/o vital debería instalarse dentro de un área en la cual la potencial intensidad sísmica sobrepasa la intensa del grado X sin reforzamiento sismo-resis11 Amenazas de Origen Natural tente (antisísmico) o obras de mitigación en las obras propuestas cuales estarían capaces de sostener estas intensidades sísmicas potenciales sin mayor daño. Para el caso de que los expertos realizaron estudios de peligrosidad sísmica, la primera etapa consiste en deinir zonas fuentes. Las zonas fuentes son volúmenes de litósfera que generan sismos asociados a determinado sistema de fallamiento local o a un determinado proceso de subducción. La segunda etapa consiste en determinar en cada zona fuente, la magnitud máxima esperada y la tasa anual de ocurrencia de sismos de diferentes magnitudes. En la tercera etapa se debe determinar la ley de atenuación de los movimientos del suelo, es decir que aceleraciones se esperan en función de la magnitud del sismo, de la distancia epicentral y de la profundidad focal. Finalmente se evalúa la Peligrosidad Sísmica para el sitio de interés teniendo como datos complementarios: la vida útil de la estructura y la probabilidad de excedencia de los movimientos del suelo. La evaluación de la vulnerabilidad sísmica de las estructuras bajo estudio tendrán que basarse en la Dinámica de Estructuras, Elementos Finitos, Hormigón Armado, Acero, Análisis Matricial, Cimentaciones, Teoría de Elasticidad, Aislación de Base y en Disipadores de Energía. 1.1.3 Los 12 Pasos para la seguridad de un ciudadano y su familia por un terremoto 1. Identiique los peligros potenciales en su hogar y a su al rededor y comience a corregirlos con sus familiares y/o vecinos . 2. Elabore un plan de evacuación de un desastre potencial (incendio, terremoto) y practique en diferentes escenarios posibles varios simulacros conjunto con toda la familia y vecinos. 3. Prepare equipos de provisiones los cuales sean accesibles en caso de un desastre (Equipos de provisiones personales / Equipo de provisiones doméstico). 4. Averigüar y recordar el tipo de sangre de toda la familia y seres queridos. Conocer alergias y enfermedades de los familiares y elaborar un botiquín de primeros auxilios inteligente con las medicinas y necesidades de la familia. 5. Elabore un plan familiar en el cual conste donde se reunirán todos los miembros de su familia después de un evento potencialmente catastróico. Recuerde que normalmente todo tipo de medios de comunicación (celulares etc.) se colapsará después de un terremoto. 6. Identiique las debilidades potenciales de la estructura de su casa o vivienda y también de su sitio de trabajo y comience a repararlas o reforzarlos. 7. Elabore en el sitio de trabajo un plan de contingencia en cual consten varios escenarios en diferentes horarios y circunstancias por diferentes amenazas naturales y antrópicas (Ej. accidentes). 8. Protegerse (agacharse, cubrirse y agarrarse) durante un terremoto, permanecer calmado, no correr, ser un ejemplo para los demás a su alrededor, protege a niños y ancianos, aléjate de objetos que puedan caerte encima, no utilices el ascensor. Si te encuentras en la calle, protégete lejos de ediicios, objetos colgantes, postes, árboles, cables y tendidos eléctricos, depósitos de gas, substancias peligrosas y vehículos en marcha. Si estas conduciendo, detente y quédate adentro del vehículo. Si estas en la playa sal del agua (busca una parte alta, puede producirse un tsunami). 9. No uses fósforos, encendedores, cigarros, equipos o artefactos eléctricos hasta asegurarte de que no hay pérdida de gas, no uses el teléfono, excepto por una emergencia médica o incendio. 10. Después del terremoto, observe a su alrededor, revise las lesiones y daños. Ayude a los demás, pero no trates de mover a los heridos graves o con fracturas a menos que haya peligro, si quedaste atrapado y/o herido, mantente sereno y comunícate al exterior golpeando objetos, gritando o con teléfono celular 11. Desconecta los artefactos eléctricos y cierra la válvula del cilindro de gas, pero si huele a gas, no acciones interruptores de luz, abre las ventanas y notifícalo, no pises vidrios y cables eléctricos 12. Sal con calma y cuando esté a salvo al aire libre, siga su plan familiar o plan de emergencia (o plan de contingencia) dependiendo de la ubicación con el equipo de emergencia y olvídate de las pertenencias 12 Capítulo I 1.1.4 Casos de Terremotos históricos Hay muchos ejemplos de terremotos históricos de casi todo el mundo, sea en Europa, Asia o en America y alrededor del Paciico. Sin embargo, dos casos especiales del año 2010 se presentarán en continuación para observar la comparación entre diferentes intensidades de fuerza de la naturaleza y la subsecuente respuesta de las sociedades correspondientes. Fig. 1.20, 1.21, Imagenes de Puerto Principe en Haiti de Google Earth antes y despues del terremoto del 12 de Enero de 2010. A. Catedral. Fig. 1.22, 1.23, C. Alcaldia, Fig. 1.24, 1.25 , Ediicio de telecomunicacion de Haiti 13 Amenazas de Origen Natural Principales sismos en América Latina Año 2010/Aug. 2010/Feb. 2010/Ene. 2001/Ene. 1999/Ene. 1987/Mar. 1986/Oct. 1985/Sep. 1976/Feb. 1972/Dic. Lugar Magnitud Ecuador 7.1 Chile 8.8 Haiti 7.1 El Salvador 7.7 Colombia 6.1 Colombia/ Ecuador 7.0 El Salvador 5.5 México 8 Guatemala 7.5 Nicaragua 6.2 Muertes 0 452 230.000 844 1185 1.000 1.000 9.500 23.000 5.000 Tabla 1.2, Principales Sismos en América Latina. CRED (http://www.cred.be/) Fig. 1.26, Ubicación de la falla de tipo transcurrente/transformal llamada Enriquillo, responsable para el terremoto del 12 de Enero 2010. GEO1Theoilos Toulkeridis Mayores terremotos y maremotos País China China China Indonesia* Japón Fecha 27/07/1976 22/05/1927 16/12/1920 26/12/2004 01/09/1923 Muertos 242000 200000 180000 165708 143000 País China India India Pakistán China Chile Fecha 12/05/2008 21/08/1988 26/01/2001 08/10/2005 03/02/1996 27/02/2010 Afectados 45976596 20003766 6321812 5128000 5077795 2000000 País Japón Japón China USA Chile** Japón Italia Fecha 11/03/2011 17/01/1995 12/05/2008 17/01/1994 27/02/2010 23/10/2004 23/11/1980 (miles US$) 297000000 100000000 85000000 30000000 30000000 28000000 20000000 * Tsunami ** Maremoto y Tsunami Tabla 1.3, Mayores terremotos y maremotos. EM-DAT: The OFDA/CRED, International Disaster Database 14 Capítulo I En el 27 de Febrero de 2010 ocurrió un sismo en el mar con una magnitud de 8.8 en la escala de Richter cual generó un tsunami destructivo en las costas de Chile en las alturas de Concepción afectando a mas de dos millones de personas matando mas de 700 personas, la mayoría debido de las olas tsunámicas. En este caso hubo suiciente tiempo de evacuar personas viviendo cerca de origen del tsunami, sin embargo el mal manejo en la difusión de la alerta debido que la Armada descarto inicialmente la generación de un tsunami y así no alerto a los puertos amenazados por el tsunami cual resulto en la tragedia de los afectados. Sin embargo, la mayoría de los daños y perdidas (1.5 millones de casas afectadas) cuales superaron los 30,000 millones de dólares dejó el sismo. Dos meses antes ocurrió en el 12 de Enero de 2010 un terremoto de 7.0 en la escala de Richter en la capital de Haití, dejando un saldo de mas de 250,000 muertos en una población total que apenas llega a los 10 millones. Aunque la diferencia en la Escala de Richter entre los dos terremotos es de apenas 1.8 puntos, en realidad debido del hecho que se trata de una escala logarítmica signiica que el evento en Chile ha sido 500 veces más potente que lo de Haití. Pero si era así, como es posible que un terremoto de este potencia como lo del Chile dejo menos muertos que lo de que lo paso en Haití. O como es posible que un terremoto de apenas siete grados en la escala de Richter pudo cobrar en Haití tantas vidas? La gran catástrofe y la devastación de Puerto Príncipe se debe a que el movimiento telúrico se produjo cerca de la supericie, a unos aproximadamente 10 km de profundidad terremoto ocurro en medio de la ciudad, por lo tanto, forzosamente hubo enormes daños, mientras el terremoto de Chile tuvo su epicentro en el océano, a 115 km de la ciudad de Concepción, la segunda mas grande del país, y a 325 km de la capital, Santiago. La falla Enriquillo cual cruza la ciudad de Puerto Príncipe es una falla de tipo transformal (transcurrente), mientras el terremoto de Chile se debe a un sismo de subducción donde una placa oceánica se desliza por debajo del borde de una placa terrestre. Sin embargo, la mejor explicación de la diferencia en la devastación se encuentra en el desarrollo de los dos países y en las circunstancias del desarrollo de los eventos. Mientras en Chile se han perdido muchas vidas debido del mal manejo en la advertencia del tsunami y muy pocos por el colapso de ediicios, en Haití se perdieron las cientos de miles de vidas debido de las construcciones anti-técnicas en prevención por terremotos. Chile se permitió de desarrollar construir en una forma en cual se respetaron las normas de sismo-resistencia, destinando recursos en reforzamiento de ediicios, infraestructura estrategia y/o vital, hospitales, escuelas, fondos permanentes para atender en casos de emergencia, organizaciones de rescate y respuesta inmediata, constituyendo fondos comunes de seguros que permitan diversiicar el riesgo y reducir la incertidumbre, mientras Haití siendo un país pobre “no tuvo ninguna de estas opciones porque su objetivo es sobrevivir día a día a partir de unos muy exiguos recursos y no el de preocuparse por un hipotético mañana”. 1.2 Tsunamis Es muy común confundir un maremoto con un tsunami. Un tsunami se conoce vulgarmente como maremoto, pero en realidad no es así. El maremoto puede ser la causa de un tsunami, mientras un tsunami puede ser el producto de un maremoto. Cuando ocurre un terremoto en el fondo marino o en un lugar de la costa cercana al mar se lo denomina maremoto. Este movimiento puede generar bajo ciertas intensidades un conjunto de olas marinas muy grandes, llamadas en japonés “tsunami”, que justamente signiica “ola grande en puerto”. Cuando el tsunami supera un cierto volumen de agua se llama iminami “ola de puriicación” o simplemente Mega-Tsunami. Los sismos de magnitud superior a 7,5 en la escala de Richter que se producen de vez en cuando cerca de las costas, generan tsunamis. También puede formarse un tsunami por un deslizamiento submarino o un deslizamiento cual masa entra en el mar. Estos deslizamientos ocurren debido de un típico movimiento de masa masivo siguiendo la gravedad o como producto de un movimiento telúrico, hasta de bajas intensidades, es decir bastante por debajo de 7.5 en la escala de Richter generando tsunamis de “sorpresa”. Otra causa para generar tsunamis pueden ser una explosión volcánica submarina o a veces, un impacto extraterrestre o evento exógeno. Adicionalmente, un tsunami puede teóricamente formarse en forma artiicial, debido a explosiones nucleares. 15 Amenazas de Origen Natural Estos acontecimientos empujan o desplazan en forma violenta un gran trecho de fondo oceánico adyacente, y esta perturbación se transforma en una onda que viaja a través del océano a velocidades de hasta 800 kilómetros por hora. En el medio del océano, donde el agua es profunda, los tsunamis son poco evidentes, pero cuando se da un enfoque, una dirección supericial de las aguas costeras, las olas se elevan hasta que se convierten en olas destructivas por su gran altura, a veces más de 30 m. Cualquiera que sea la causa, el agua del mar es desplazada con un movimiento violento y se eleva sobre el litoral, con gran poder destructivo. Al retirarse la ola, se genera una intensa succión que arrastra consigo árboles, estructuras y escombros hacia el mar. La geometría y la sistemática de estas olas enseñan que se trata prácticamente de tres olas destructivas de las cuales la última es de mas alto poder. La Escala de Magnitud de Tsunamis se llama Inamura-Lida creada según la altura de las olas; la máxima altura Fig. 1.27, Generación de un tsunami debido de un deslizamiento submarino. Cortesia Instituto Oceangraico de la Armada de Ecuador. Modiicado GEO1Toulkeridis Fig. 1.28, Geometria de un tsunami. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.30, Sensor de tsunamis en el Océano Paciico, su funcionamiento y la área de responsabilidad del Sistema de Advertencia de Tsunamis en el Pacíico en Hawai. Fotos y gráicos cortesía de Paciic Tsunami Warning System (Sistema de Advertencia de Tsunamis en el Pacíico). Fig. 1.29 Ubicación del PTWC. De PTWC 16 Capítulo I Grado de Tsunami Altura de la ola (m) Máximo runup (m) Descripción de los daños 0 1–2 1 – 1.5 No produce daños 1 2–5 2–3 Casas inundadas y botes destruidos son arrastrados 2 5 – 10 4–6 Hombres, barcos y casas son barridos 3 10 – 20 8 – 12 Daños extendidos a lo largo de 400 km de la costa 4 > 30 16 – 24 Daños extendidos sobre más de 500 km a lo largo de la línea costera Tabla 1.4, Grados de un Tsunami. Mongue 1993 que alcanza en tierra la ola (run up), medida sobre el nivel medio del mar, y la energía de los tsunamis correspondientes a diferentes grados de intensidad como inalmente los daños que estas producen en las áreas costeras. Desastrosos tsunamis son una grave amenaza a 53 países que rodean el Océano Pacíico, entre ellos todo el litoral occidental de America Latina. También se han registrado daños en los países del Atlántico, aunque se producen con menos frecuencia en el Atlántico que en el Pacíico, especialmente el área Caribeña. Una de las últimas alertas por un tsunami en el Paciico se dio el 27 de Febrero del 2010, debido a un sismo, un maremoto con una magnitud 8.8 al frente de las costas chilenas. Al contrario de los terremotos, los tsunamis generados de un maremoto (otra vez, un sismo en el mar) si dan en la mayoría de los casos un cierto tiempo de reacción para la población costera. Debido a la cantidad de tsunamis que han golpeado la costa oeste de los Estados Unidos, Alaska o Hawai, una organización fue fundada, la cual ha logrado que un sistema de advertencia sea considerado necesario para salvaguardar la vida de la población. El 12 de agosto de 1948 la Seismic Sea Wave Warning System fue establecido, al igual que un plan de acción. Más tarde, el nombre de esta entidad cambiaría por el de Sistema de Advertencia de Tsunamis en el Pacíico (Paciic Tsunami Warning System). Hasta el momento prácticamente todos los países de América Latina son miembros de la organización. Este sistema es efectivo cuando el tsunami da más de 20 minutos hasta su impacto en áreas costeras y cuando puede darse una alerta inmediata para la población capacitada. 1.2.1 Casos de Tsunamis históricos Los Tsunami más destructivos de la historia reciente suelen ser aquellos que viajaron por el Pacíico, destruyeron vastas zonas o mataron personas muy lejos del origen del Tsunami, por ejemplo, la ola asesina del 22 de mayo de 1960 a las 15:11 hora local. Ese día, un evento sísmico en Chile, cuya magnitud no había sido registrada desde la instalación de sismógrafos a nivel mundial (9.5 en la escala abierta de Richter) sembró destrucción en el área de Valdivia y cambió radicalmente su geografía (cursos de los ríos cambiaron y formaron grandes lagunas, etc.). Este terremoto/maremoto inició un Tsunami, que causó destrucción y muerte a lo largo de todo el Pacíico, matando hasta 1000 personas en Chile, pero también en sitios mas alejados, como Hawai (61 muertos), Filipinas (32 muertos y muchos desaparecidos) y Japón (138 muertos), devastando las áreas antes mencionadas muchas horas después de ocurrido el evento sísmico primario. En Chile, dos millones de habitantes quedaron sin techo y en la costa oeste de Estados Unidos se registraron cuantiosos daños materiales. El 27 de agosto de 1883, erupciona el volcán Krakatau y colapsa completamente formando una caldera, e decir que la forma cónica anterior de la isla volcánica individual desaparece y deja unas pocas islas como parte residual de la forma original. El colapso provoca un tsunami, matando 17 Amenazas de Origen Natural instantáneamente a 36.000 personas en las costas cercanas a Java y Sumatra y posteriormente a más de 100.000 personas por la hambruna resultante del tsunami. El mismo comportamiento geológico se registró hace aproximadamente 3.500 años, cuando en 1.480 A.C. la isla volcánica de Santorini, en el mar griego Egeo, “voló en mil pedazos”. Una avanzada civilización, conocida como Minoica y que habitaba la isla, escapó a tiempo y antes que la erupción se iniciara debido de los evidentes señales volcánicos antes una gran erupción. Esta aseveración se puede hacer, ya que no se encontró víctimas en los sitios arqueológicos. Al parecer, la gente había sido advertida por movimientos sísmicos sobre un inminente evento catastróico. Sin embargo, durante la evacuación hacia las islas vecinas, buscando puertos más seguros, un enorme tsunami los eliminó de todas maneras. Principales eventos de Tsunamis en el Mundo Fecha Lugar Afectados Evento Detonador Muertos 22/3/1960 Valdivia Chile, Hawai, Filipinas, y Japón Maremoto de 9.5 frente a las costas Chilenas 1.231 27/8/1883 Costas cercanas de Java y Sumatra Erupción del Volcán Krakatoa 36.000 1.480 A.C. Civilización de Minoica Volcán de Santorini Exterminados 1/11/1755 Lisboa Portugal, España y Marruecos Terremoto de Lisboa 60.000 7/12/1993 Hokkaido Japón Sismo de 7.6 200 17/7/1998 Nueva Guinea Sismo de 7.0 y deslizamiento submarino 2.000 23/6/2001 Perú Maremoto de 8.3 118 15/8/2007 Perú Terremoto de Pisco de 8.1 600 26/12/2004 10 países asiáticos alrededor del Océano Indico Maremoto de 9.0 en el mar de Sumatra. 233.000 Tabla 1.5, Principales eventos de Tsunamis en el Mundo Fig. 1.31, izq. Rara pero existente forma de provocar tsunamis con impacto de materia extraterrestre. GEO1-Toulkeridis 18 Fig. 1.32, der. Deposito de paleotsunami en la área Sur de Alemania como resultado de un tsunami gigantesco. Cortesía Reuters/DPA. GEO1-Toulkeridis Capítulo I Gente en Lisboa, Portugal corría hacia el Puerto, evitando que ladrillos y demás material de construcción no cayera sobre sus cabezas, luego de que un fuerte terremoto en primer de noviembre de 1755 golpeara el área y la ciudad. Poco después que sucediera el terremoto, un tsunami golpea con una ola de 6 metros de altura el puerto de la ciudad, matando a 60.000 personas. El mismo tsunami mata también personas en países vecinos como España y Marruecos. En tiempos recientes, la ola más grande resultante de un tsunami ocurrió el 7 de Diciembre de 1993 en Hokkaido, Japón, en donde una ola de 30 metros de altura mató a 200 personas, luego de registrarse un terremoto de 7.6 en la escala abierta de Richter. El último evento con mayor cantidad de fallecidos (sin contar el ultimo tsunami en Asia en el 2004) ocurrió en Nueva Guinea, el 17 de Julio de 1998. El terremoto apenas alcanzó los 7.0 grados en la escala de Richter sin que se registraran daños mayores. Sin embargo, este terremoto causó un deslizamiento submarino provocando un tsunami, que inalmente mató a mas de 2000 personas en esta zona de islas. El lapso de tiempo entre el terremoto deslizamiento, generación del tsunami e impacto a la población fue de tan solo unos minutos. La altura máxima de la ola alcanzó los 15 metros. Un tsunami en Panamá y Costa Rica ocasionó en el 22 de Abril 1991 47 muertos y una fuerte licuefacción en la zona epicentral a pesar que la ola tuvo una amplitud máxima de aproximadamente solo 0.6 metros. En Perú murieron 118 personas el 23 de junio del 2001 por una ola, resultante de un maremoto de 8.3 grados en la escala de Richter y una ola de tsunami de no más de 5 metros, mientras en el mismo país murieron mas de 600 personas en el 15 de Agosto de 2007 de un maremoto llamado el terremoto de Pisco con 8.1 grados de la escala de Richter y una altura de la ola de mas de 10 metros generando deslizamientos e licuefacción del suelo. Olas de los tsunamis entraron hasta mas de tres kilómetros dentro tierra. En ambos casos de Perú los efectos secundarios provocaron una altísima destrucción sea debido de casas y ediicios derrumbados, destrucción de acueductos de irrigación, afectación en la transmisión de electricidad, inundaciones de miles de hectáreas de área usada en agricultura entre otras afectaciones. Fig. 1.35, Devastación del Tsunami del 27 de Febrero de 2010 en Chile. Cortesia Associated Press. 19 Amenazas de Origen Natural El tsunami mas devastador en la historia de la humanidad conocida ocurrió en 2004 en Asia. En la región del terremoto, en el mar del sur de Sumatra, la placa indo-australiana presiona constantemente en dirección noreste a la placa euroasiática con velocidades de 6 cm por año. El 26 de Diciembre del 2004, un movimiento súbito a lo largo de esta zona de colisión produce un terremoto de 9.0 grados en la escala abierta de Richter. El terremoto tuvo su epicentro a 250 km al sureste de Banda Aceh en Sumatra, Indonesia, 1260 km al suroeste de Bangkok, Tailandia y aproximadamente 1600 km de Sri Lanka. El movimiento de las 3 placas entre ellas no parece haber sido violento sino más bien suave. Sin embargo, la suma de todos los movimientos causó varios terremotos, de los cuáles algunos fueron de baja intensidad y otros de características catastróicas. El movimiento abrupto causó, a lo largo de 500 km, un desplazamiento de agua de alrededor de 10 metros. Debido a réplicas de los movimientos telúricos, el largo del evento se amplió a 1300 km. El tsunami resultante tuvo una velocidad de 700 km por hora alcanzando las costas de 10 países asiáticos alrededor del océano Índico en apenas en unas pocas horas. Según los datos estadísticos más recientes, este tsunami mató alrededor de 233.000 personas mientras que otras 30.000 permanecen desaparecidas y posiblemente tengan que ser integradas a la lista de víctimas mortales. Por este evento, más de un millón y medio de personas y básicamente niños perdieron sus viviendas. Un sistema de alerta de Tsunamis existía en el Pacíico, debido a la gran cantidad de grandes olas que hubo en esta zona en el pasado. A pesar que los sismólogos habían registrado a tiempo los terremotos al oeste de Indonesia, estos no pudieron advertir a las regiones costeras que fueron impactadas por el Tsunami, debido a la falla de sistemas de comunicación, pero también por la falta de participación de los países afectados en el sistema de alerta temprana existente. En Sri Lanka por ejemplo, habría habido suiciente tiempo para advertir a la población, ya que el impacto de la gran ola se dio casi 2.5 horas después de haberse producido el terremoto. Miles de familias, que habían vivido en regiones como la India y Sri Lanka y que no habían sido golpeados en las últimas 5 décadas por grandes desastres naturales, fueron azotados cruelmente por el tsunami mencionado. Áreas costeras y su mar, conocidos por su belleza original y tranquila y, que habían sido utilizados por los nativos como fuente de alimentación, esparcimiento, espiritualidad y lugar sagrado, eran compartidos con vacacionistas nacionales y extranjeros en tiempos navideños, con peregrinos realizando sus ceremonias al pie del mar y con inocentes bañistas. Todos ellos fueron sorprendidos y la mayoría pereció por la acción de la ola apocalíptica. Aquellos que lograron sobrevivir a la ola gigantesca sufrieron la catástrofe luego de la catástrofe. Muchos centenares de personas perdieron a sus parientes, niños y padres, amigos y vecinos, incluso sus casas y negocios. Las víctimas procedían de no menos de 36 diferentes países. Aquellos sobrevivientes, que encontraron solo muerte y destrucción quedarán posiblemente traumatizados de por vida. Muchas escenas de pánico se repitieron días después cuando, debido a diversas réplicas, se dio falsas alertas de tsunami. En la India, una gran cantidad de perros fueron sacriicados al constatar constantes ataques a seres humanos, generalmente niños o al sorprenderlos comiendo cadáveres humanos. Ahora, resta a la comunidad mundial y a los cientíicos analizar este fenómeno apocalíptico para encontrar soluciones y evitar que una catástrofe similar se repita en la misma zona o en cualquier otra parte del mundo. Se considera que el tsunami mas devastador en el sentido de daño económico como ambiental es lo que ocurrió en el 11 de Marzo 2011 en las costas de Japón. Este tsunami cobró la vida de 19850 personas y causó un daño económico de casi 248 mil millones de dólares de Estados Unidos. En el mismo evento se afectaron plantas nucleares cercanas a la orilla del mar, de cuales la planta de Fukushima liberó radioactividad en alta cantidad contaminando el ambiente terrestre como oceánico cercano. 1.3 Actividad Volcánica Todos los tipos de morfologías de los volcanes dependen fuertemente de sus química y de otros parámetros tales como viscosidad, tipo de erupción y el escenario geodinámico. Hay dos docenas de diferentes morfologías y tamaños o volúmenes de volcanes. Las amenazas volcánicas son un directo 20 Capítulo I o indirecto producto de la geoquímica de los volcanes y su interacción con agua y a veces su interacción con la atmosfera. La amenaza principal de un volcán son las explosiones o las erupciones. Las explosiones o erupciones producidas de los diferentes tipos de volcanes se caracterizan por ser de no violentas, hasta extremadamente violentas. 1.3.1 La Magnitud, Tipo y el Índice de Erupciones Volcánicas Las erupciones explosivas son el resultado de uno de dos procesos. En erupciones magmáticas los volátiles que empujan la explosión se derivan principalmente desde dentro del magma. Esto se da porque en el magma de ambiente de supericie cercano se descompone y este resulta en la exsolución explosiva de volátiles (gases disueltos) los cuales suben y expulsan material piroclástico. El gas disuelto no está activando ninguna erupción con tal de que su presión sea mucho más baja que la de la presión coninada de la roca circundante. En caso de que este balance no está dado, entonces el gas pueda expandirse para formar vesículas (burbujas pequeñas de gas), las cuales alcancen la supericie y dando como resultado inal erupciones. La naturaleza de cualquier erupción depende del contenido de gas y de la viscosidad del magma. La viscosidad se determina con la composición química de los magmas. Lo más alto de sea el contenido de SiO2 en un magma félsico, la más alta es la viscosidad, resulta en un movimiento más lento de su lava (como miel seca), mientras que los magmas máicos tienden a presentar bajas viscosidades las cuales dan como resultado lavas luidas relativamente rápidas. Si el magma es muy viscoso se resiste a luir y subsecuentemente las burbujas de gas difícilmente son capaces de escapar, así pueden causar una gran erupción. El magma que se caracteriza por tener baja viscosidad permite que las burbujas de gas escapen fácilmente y gracias a esto la erupción puede ser mucho menos violenta. Un segundo tipo de comportamiento de explosión es conocida como hidrovolcánica. Esta ocurre cuando magma caliente interactúa explosivamente con un suministro externo de agua tal como un lago cratérico, agua subterránea o el mar. Fig. 1.37, Tamaño de altura de explosiones volcanicas diferentes. GEO1-Toulkeridis 21 Amenazas de Origen Natural 1.3.2 Índice de Explosividad Volcánica Un problema fundamental en la vulcanología es encontrar criterios objetivos para comparar y medir la magnitud de la erupción volcánica explosiva. El llamado Índice de Explosividad Volcánica (IEV; VEI en Inglés) es una escala logarítmica ampliamente aceptada; va de 0 a 10, la cual se basa en el volumen, la altura del material expulsado durante la fase eruptiva y la duración de la misma. Un número alto de IEV indica un potencial destructivo más fuerte en una erupción volcánica, por lo contrario, una erupción con un índice bajo. En general se asume que volcanes con erupciones con un índice superior a 3 podrían producir víctimas fatales. 1.3.3 Explosiones o erupciones volcánicas Existen diferentes tipos principales de erupciones volcánicas basados en parámetros como presión de volátiles, la viscosidad, entre otros. Los lujos de lava y las fuentes que son erupciones efusivas suaves con el Índice de Explosividad Volcánica (IEV) más bajo son conocidos como erupciones de tipo Hawaiano. Las erupciones de tipo estromboliano son frecuentes, pequeñas hasta moderadas descargas de escoria y bombas incandescentes los cuales el VEI está en el rango desde uno hasta dos. Una erupción de tipo vulcaniano expulsa moderadamente volúmenes grandes de material piroclástico, y la altura que alcanza su columna de erupción está entre 3 y 15 km con un valor de IEV de dos a cuatro. Erupciones plinianas alcanzan en sus columnas de erupción alturas entre 10 y sobre los 25 km debido a que son excepcionalmente poderosos. Voladuras de gas continuas son capaces de expulsan entre 0.1 a 10 km cúbicos de material piroclástico y esto incluye usualmente enormes cantidades de piedra pó- Tabla 1.6, El Índice de Explosividad Volcánico con ejemplos de volcanes latinoamericanos. GEO1-Toulkeridis 22 Capítulo I Fig. 1.38, Explosion estromboliana nocturna del volcán Tungurahua Ecuador 1999. Alois Speck Fig. 1.39, Explosion preatomagmatica del volcán Tungurahua Ecuador 1999. Alois Speck 23 Amenazas de Origen Natural mez con un IEV de cuatro a seis. La erupción más catastróica que produce efectos globales es conocida como erupción de tipo Ultrapliniana, la cual puede expulsar a la estratosfera más de 10 km cúbicos de materiales piroclásticas. Erupciones, las cuales, alcanzan esta explosividad se asocian generalmente con depresiones volcano-tectónicas tales como la formación de calderas enormes. Muchos volcanes amenazantes de este tipo experimentan períodos largos de inactividad y letargo en la forma de lagos tranquilos. Algunas erupciones menores incluyen erupciones de tipo freática, límnica, hidrovolcánica, surtseyana y de isuras. En la tabla 1.6 se nota que el mismo volcán puede dar un diferente IEV, pendiente de su proceso interno de cámara de magma, su comportamiento en el ascenso entre el conducto del volcán, en el cráter y otras circunstancias acompañantes en el proceso eruptivo. Al lado de las explosiones o erupciones volcánicas existen una docena más de amenazas volcánicas, cuales no son de menor peligrosidad comparadas con las explosiones mismas. Las mas importantes amenazas volcánicas incluyen la caída de tetra (ceniza) y proyectiles balísticos, fenómenos piroclásticos (lujos, avalanchas y explosiones dirigidas lateralmente), lahares (o lujos de lodo volcánico), lujos de lava, temblores, peligros asociados con domos de lava y emisiones de gases venenosos o corrosivos. También existen post-eruptivas (segundarias) amenazas volcánicas, como tsunamis volcanogénicos, lujos piroclásticos secundarios, epidemias y hambruna. Fig. 1.40, Explosion sub-volcaniana del volcán Sierra Negra, Galápagos Ecuador 2005. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.41, Explosion volcaniana del volcán Reventador, Ecuador 2002. TECHINT Fig. 1.42, Distribucion esquematica de las amenazas volcánicas. GEO1-Toulkeridis 24 Capítulo I 1.3.4 Casos de eventos destructivos volcánicos históricos Eventos volcánicos de catástrofe o de simple espectáculo ocurren en varios partes del mundo, sea en el alrededor de las fronteras de las placas como en el famoso cinturón del fuego (alrededor del Paciico) o sea debido circunstancias especiales geodinámicas dentro de las placas como en Hawaii o en Galápagos. Catástrofes volcánicas históricas existen muchas. Dos de ellas ya se mencionaron previamente con el caso del volcán Santorini en Grecia y el volcán Krakatau en Indonesia, cuales ambos cobraron miles de vidas debido de la generación de un tsunami después de un colapso total del volcán mismo. En el 10 hasta 11 de Abril 1815, después de siete meses de fuerte actividad del volcán Tambora en Indonesia colapso el volcán dejando solo casi la mitad de su altura, expulsando una nube de piróclastos de entre 150 a 175km3 cual tapó el sol por dos días completos y cubrió un área de 500.000 km2 con tres metros de cenizas. Según diferentes fuentes se estima que las nubes de ceniza mataron aproximadamente 12,000 personas y algunas 49,000 personas murieron de hambre debido de la destrucción de las cosechas con las precipitaciones fuertes mencionadas de las cenizas. Aun más, la expulsión de la ceniza inluyó severamente el clima en todo el mundo. La temperatura mundial se descargó (mas de tres grados Celsius) y el año siguiente a la erupción se conoció como el año sin verano con consecuencias desastrosas para las cosechas en Europa y América de Norte. El Monte Pelée en la isla (francesa) Caribeña Martinique erupcionó en el 8 de Mayo 1902 produciendo unos lujos piroclásticos después de varios y muy claros señales de su actividad, matando así prácticamente toda la población (30,000 personas) de St. Pierre y el puerto aledaño. La extensión de daños de destrucción absoluta cubrió un total de casi 60 km2. Casi un siglo mas tarde en la misma región, en la isla Montserrat empezó en Julio de 1995 una erupción el volcán Sufriere Hills cubriendo con lujos piroclásticos la ciudad capital Plymouth, destruyendo su puerto, aeropuerto y dejando la ciudad inhabitable, pero matando muy pocas personas. Sin embargo toda la infraestructura estratégica como vital y la mayoría de las habitaciones se destruyeron y así se decidió abandonar para siempre este sitio trasladando población e infraestructura al norte de la isla lejano del volcán activo. Principales eventos volcánicos letales en el mundo Fecha Volcán Lugar Amenaza Volcánica Muertes 1783 Laki, Islandia Epidemias y hambruna 10.521 1792 Unzen, Japón Flujos piroclasticos y de lava, avalancha de escombros, caída de ceniza, tsunami 14.524 1815 Tambora Indonesia Flujos piroclasticos, caída de ceniza, epidemias y hambruna 60.000 1877 Cotopaxi Ecuador Lahares 1.000 1883 Krakatau Indonesia Flujos piroclásticos, tsunami 36.600 1902 Montagne Pelée Martinique Flujos piroclásticos y de lava 29.000 1902 Santa María Guatemala Caída de ceniza, epidemias 10.000 1929 Santiaguito Guatemala Flujos piroclásticos 5.000 1985 Nevado del Ruiz Colombia Lahares 23.000 Tabla 1.7, Principales eventos volcánicos letales en el mundo. Tanguy et al, 1998 25 Amenazas de Origen Natural El volcán Santiaguito /Santa Maria en Guatemala resulto de una actividad continua desde 30,000 años formando un cono volcánico con una altura de 3772 m encima de nivel del mar. En 1902, algunos fuertes terremotos (8,3 en la escala de Richter en el 19 de Abril y uno mas en el 23 de Septiembre) precedieron la erupción volcánica del 24 de Octubre del mismo año cual se acompaño con severas actividades sísmicas. La erupción duró por mas de 20 horas cubriendo con ceniza con un espesor de un milímetro un área de 270, 000km2 y un espesor de 1 metro a 30 km de distancia de volcán en dirección del viento. El volumen de material piroclático de esta erupción se estima por 8,3 km3 matando en forma directa algunos 5,000 personas y varias miles de vidas mas se cobraron en los siguientes meses debido de la epidemia de malaria. Este fenómeno se debe a la muerte de la mayoría de aves de la región debido de la explosión y la subsecuente expansión de los mosquitos en los drenajes y la lagunas con agua parado producidas de los productos de la erupción volcánica como lahares generados por las intensas lluvias de la región. Dos décadas mas tarde se formaron domos volcánicos cuales tienen hasta en día ocho diferentes largas fases o ciclos de crecimiento y colapso de los mismos expulsando así material volcánico por varios años. En el año 1929 miles de personas murieron con la generación de lujos piroclásticos, algo que se repitió con menor número de victimas en generaciones por delante. En el 21 de Agosto 1986 debido de un temblor y un deslizamiento entrando en la laguna de Nyos en Camerún, el gas estancado en el piso de la misma se escapó en una burbuja grande de CO2 cual tenía menor densidad de su ambiente acuático. La burbuja de gas a medida de avance se transformó en una nube densa de gas tóxico y letal debido de su alta concentración en CO2 movimiendose con aproximadamente 50 km/h a cercanía de la supericie asixiando a 1,800 personas y mas de 6,000 animales en el alrededor de la laguna volcánica. En el 13 de Noviembre de 1985, después de un año de actividad volcánica del volcán Nevado del Ruiz en Colombia, murieron aproximadamente 23,000 personas y se lastimaron miles de personas mas en lahares producidas debido al deshielo parcial del glaciar con la presencia de lujos piroclásticos. Este caso es conocido como la tragedia de Armero. Informes imprecisos sobre una eventual erupción y la advertencia de la misma y los lahares y también la falta de medidas preventivas son los responsables hechos de esta catástrofe. Aun mas, mapas en cual se señalaron los alcances de los lahares se publicaron un mes después de la erupción. El gobierno responsabilizó a los cientíicos y a la defensa civil por su alarmismo. Autoridades locales tranquilizaron la población a pesar del conocimiento de la erupción y la lluvia de ceniza antes la llegada de los lahares. Un factor agravante mas era una tormenta en el día de la catástrofe cual produjo cortes de energía dejando la comunicación limitada. En la noche entre 16 y 17 de Agosto de 2006, después de siete años de actividad del volcán Tungurahua en el Ecuador, se produjeron la segunda vez dentro de un mes lujos piroclásticos al lanco occidental de este volcán donde habitan y trabajan entre tres y cinco mil personas durante el día. Estos lujos piroclásticos destruyeron completamente cinco pueblos y mataron seis personas en una zona previamente declarada segura. Varias vías cuales conectan ciudades principales se destruyeron y productos del agro no podrían llegar a los mercados por varias semanas. La ciudad cercana al volcán no se evacuó debido que las sirenas del sistema de alerta temprana se quedaron mudos, debido de la destrucción de torres de transmisión eléctrica y el subsecuente corte de electricidad conectando el sistema con la ciudad. Los lujos piroclásticos conjunto con lahares represaron poco mas tarde también un río importante cual alimenta una gran planta hidroeléctrica cercana. A pesar de la alta actividad del volcán en el mes previo y especialmente en el día de la catástrofe no se evacuaron los sitios en peligro por la falta de orden de la autoridades y los técnicos responsables en monitoreo volcánico. La nube de ceniza se movió mayormente al occidente cubriendo Guayaquil, la mas grande ciudad del país, cerrando el aeropuerto por un día. Sin embargo, vuelos despegaron desde Quito a Guayaquil a pesar de la permanencia de ceniza en el aire por varias horas y así llegando a Guayaquil, los aviones tenían de aterrizar en aeropuertos alternativos o regresar a su aeropuerto de origen. Este hecho se responsabilizo a la faltante comunicación entre los técnicos de monitoreo y los organismos y empresas potencialmente afectadas. Algo similar ocurrió con la erupción principal del volcán ecuatoriano Reventador cual esta ubicado a 90 km oriental de Quito en el 3 de Noviembre del 2002 cuando la ceniza llego a la capital de los Ecuatorianos, sin que hubo advertencia de su llegada hasta el último momento cuando ya estaba precipitandose después de varias horas de transporte en el cielo. 26 Capítulo I Fig. 1.43, Ejemplos de daños de ceniza volcánica en inutilización de aviones donde cayo ceniza (Quito, 2002, Cortesia El Comercio), Fig. 1.44, Limpiadores encima de techos, que eventualmente cayeron de los mismos (Ecuador, 1999, Cortesia El Comercio) Fig. 1.45, Colpaso de un coliseo cerca de Quito (Quito, 2002, Cortesia El Comercio), D Fig. 1.46, Techos colapsados (Cerca de Baños de Agua Santa, Ecuador, 2002, Cortesia Mario Cruz) Fig. 1.47, Daños en agricultura (Ecuador, 2002, Cortesia El Hoy) Fig. 1.48, Daños en la salud de gente (Ecuador, 2002, Cortesia El Hoy) Fig. 1.53, Ejemplo de alcanze de un lahar en un area poblado debido de una reconstrucción de lahares pasados para la misma regiom del Valle de los Chillos, Ecuador. GEO1-Toulkeridis 27 Amenazas de Origen Natural Fig. 1.54, Ejemplo de un deshiello parcial por actividad volcánica, volcán Sangay, Ecuador. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.55, Un colapso de una columna eruptiva, la cual genera un lujo piroclastico penetrando un glaciar, dehiellandolo parcialmente y asi generando un lahar. GEO1-Toulkeridis 1.3.5 Reducción de riesgo volcánico Conocedores de la temática conjunto con las autoridades o tomadores de decisiones, deberán determinar la ubicación de la infraestructura estratégica y/o vital, como ubicaciones de sitios habitacionales, dentro de las zonas de amenazas por uno o varios peligros volcánicos del o de los volcanes en la cercanía de los sitios bajo peligro potencial. Hay que determinar si una parte del área de planeamiento queda dentro de los aproximadamente 30km de un o más volcanes caracterizados como potencialmente activos. La distancia de 30km es arbitraria, basada en la distancia desde un volcán dentro de la cual los lahares, cenizas, lujos piroclásticos, etc. pueden ser peligrosos. El radio puede ser más corto o más largo, según factores tales como diferencias en elevación entre el volcán y las áreas amenazadas, las pendientes, la morfología de los canales, y los vientos predominantes. En el caso de un proyecto de sitio habitacional u obra en planiicación o en ejecución, se requiere un diagnóstico potencial de desarrollo de la región. Los resultados de una evaluación inicial de los peligros volcánicos conducirán a las diferentes necesidades de información si un volcán en el área de estudio es identiicado como una amenaza inminente, a corto o a largo plazo. Debido a esto, expertos en la temática tienen de contar con mapas de zonación de peligros volcánicos del área de estudio en escala de 1:10.000 a 1:100.000 por lahares, lujos piroclásticos y lujos de lavas y de 1:100.000 a 1:500.000 para caída de tefra (e.g. ceniza, pomez, bombas, con varios espesores debido de diferentes formas de erupciones) y distribución o movimiento de gases volcánicos. En el caso de falta de este tipo de cartografía de peligros volcánicos, sería prudente crear mapas de zoniicación de peligros volcánicos como parte del estudio de planiicación del desarrollo y debe ser parte integral del inventario integrado de recursos naturales. Estas servirían para la planiicación a largo plazo de usos de la tierra alrededor de volcanes que se supone, son compatibles con el peligro de futuras erupciones, y para determinar qué áreas deben ser evacuadas y evitadas o mitigadas durante erupciones. Los conocedores en la temática y/o expertos deben de considerar y clasiicar la periodicidad de una fase eruptiva de los volcanes que podrán dar una afectación potencial de la infraestructura estratégica y/o vital en el área de estudio como de corto o largo plazo. Un peligro a corto plazo se deine como un volcán que erupciona más de una vez cada siglo. Los peligros a plazo largo tienen una periodicidad de más de 100 años. Una categoría adicional también ha sido propuesta: un peligro inminente que son aquellos volcanes de los cuales la evidencia geológica coniable, señala que se puede esperar una erupción en muy poco tiempo (menos de una década). Los expertos determinarán y evaluarán la probabilidad de una futura reactivación de una fase eruptiva del o de los volcanes en la área de los sitios habitacionales y de la obra o infraestructura estratégica y/o vital bajo estudio en la determinación de explosiones y fases eruptivas pasadas debido de la información histórica y prehistórica y en el comportamiento de volcanes semejantes en otras partes del mundo. 28 Capítulo I Si los datos de los registros históricos y prehistóricos son adecuados, la frecuencia de anteriores erupciones puede ser determinada y la posible frecuencia de futuras erupciones puede ser estimada. Esto supone que el comportamiento futuro de un volcán relejará su historia de los últimos miles de años. El comportamiento de volcanes similares en otras partes puede proporcionar un indicio de los eventos de poca probabilidad pero gran magnitud que podrían ocurrir. La evaluación del peligro volcánico involucra establecer un registro estratigráico de los productos de anteriores erupciones y determinar la extensión aérea de sus depósitos, su origen en la secuencia estratigráica y la fecha de las erupciones. Para lograr esto, usualmente la información que existe en el registro histórico debe ser complementada con el análisis de campo. Así, hay que estudiar el alcance de los peligros volcánicos potenciales en diferentes escenarios de posibles erupciones, porque gracias a esta información, el peligro volcánico puede ser graduado en términos de severidad sobre un mapa de zoniicación de peligro volcánico. Expertos y autoridades conjuntos determinarán el costo-beneicio de una instalación potencial de obras de mitigación para proteger en su totalidad o reducir al máximo posible, el daño potencial en sitios habitacionales y obras ya construidas y potencialmente ubicadas dentro de zonas de moderado hasta alto riesgo volcánico. Los aspectos relacionados con desarrollo de la mitigación de peligros volcánicos, involucran principalmente evaluaciones de peligro y planiicación del uso de tierras. Los volcanes que presentan un peligro a corto plazo y que claramente amenazan la vida y la propiedad, deben de ser mantenidos bajo supervisión y establecer las restricciones pertinentes de la ocupación permanente en las áreas de mayor peligro. Para los volcanes que tienen una periodicidad de largo plazo y que por lo tanto no pueden ser un peligro durante la vida de un proyecto, las restricciones en uso de tierras no pueden ser justiicadas solamente por razones económicas, pero el desarrollo debe de ser planiicado con conocimiento de las consecuencias potenciales de futuras erupciones. En áreas de desarrollo con peligros volcánicos a corto plazo, deben seleccionarse medidas de mitigación, si es que son, parte de la información de identiicación del proyecto. Las restricciones sobre uso de tierras deben de ser instituidas para aquellas áreas que tienen amenaza potencial de fenómenos piroclásticos. En las áreas donde la ceniza volcánica puede resultar un peligro, los códigos de construcción deben estipular una adecuada construcción para los techos. En muchos casos sólo los lahares ameritarían las medidas de mitigación. Las áreas en los valles en el curso de lahares potenciales pueden ser demarcadas y se pueden instituir restricciones para uso de las tierras, o medidas protectivas en concordancia con una racionalidad económica. Las medidas de mitigación que se pueden justiicar económicamente para peligros a corto plazo son limitadas, ya que “corto plazo” sigue siendo un período largo de tiempo. La percepción del peligro potencial puede permitir que se adopte un plan de desarrollo más razonado. Las normas se basan en reglamentos internacionales (Ej. International Association of Volcanology and Chemistry of the Earth´s Interior, IAVCEI). Medidas preventivas en caso de una erupción volcánica a) Tenga agua y comida almacenada por varios (mínimo tres) días. b) Protege nariz y ojos con mascaras de iltro. c) Cerrar ventanas, puertas, ventilaciones y cualquier otra abertura donde podría entrar ceniza volcánica. d) Cubrir computadores, televisiones, carros y cualquier otro aparato electrónico o instrumento sensible a polvo / ceniza volcánica. También no hay de utilizar artefactos electrónicos previamente expuestos en el aire sin limpiarse previamente para evitar cortocircuitos potenciales. e) Evite conducir durante la precipitación de ceniza volcánica y después de uso de vehículo cambia los iltros del aire, potencialmente tapado. f) Trata de evitar el uso de agua en limpieza o en el retiro de ceniza volcánica de cualquier objeto. Tabla 1.8, Medidas preventivas en caso de una erupción volcánica 29 Amenazas de Origen Natural 1.4 Terrenos Inestables Uno de los fenómenos naturales que más daño causa durante todos los años en la infraestructura habitacional, especialmente a las personas de bajos recursos económicos, son los clasiicados dentro de los movimientos de terrenos supericiales que se dan en países montañosos como tales de America Central y parte occidental de America Sur, en los cuales, el elemento motor principal es la gravedad terrestre. Los movimientos en masa son procesos de la geodinámica externa, los cuales modiican las diferentes formas del terreno y se clasiican en varias formas o tipos conocidas como deslizamientos, derrumbes, desprendimientos, deslaves, hundimientos, lujos etc. Los movimientos de masa de terrenos supericiales más conocidos y estudiados se llaman deslizamientos. Los deslizamientos son masas de rocas o de suelos (también de vegetación o de rellenos artiiciales) que se desplazan en la supericie de la tierra con poca profundidad (en su mayoría encima de la roca irme) en sentido de la pendiente por acción de la gravedad en forma súbita o lenta con medio de transporte agravante que es el agua o en forma seca, es decir que se presentan sobre todo en la época lluviosa o seca y además durante períodos de actividad sísmica. También suceden deslizamientos debido de la actividad humana (cortes en ladera, falta de canalización de aguas, etc.) y por simple erosión (por actividad humana y de la naturaleza). Para evitar o mitigar los deslizamientos (reducir el riesgo) es indispensable saber las causas, los movimientos y la forma cómo se originan. Mientras las potenciales causas de iniciación de movimientos de masa se mencionaron mas arriba (exceso de agua, sismicidad etc.), los deslizamientos tienen diferentes tipos de origen y forma de movimientos y pueden ocurrir como: caídas (masas desprendidas de pendientes muy fuertes o escarpes, que se mueven en caída libre, dando tumbos (saltos) o ruedan ladera abajo), basculamientos (rotación de uno o más elementos alrededor de un punto pivote), separaciones laterales (movimiento de extensión lateral acompañado por fracturamiento cortante o tensional), lujos (masas que se mueven como unidades deformadas, viscosas, sin un plano discreto de ruptura) o deslizamientos rotacionales o translacionales (desplazan masas a lo largo de uno o más planos discretos. El movimiento rotacional se da donde la supericie de ruptura es curva, la masa rota hacia atrás alrededor de un eje paralelo a la ladera, mientras el movimiento translacional se da cuando la supericie de ruptura es más o menos plana o suavemente ondulante y la masa se mueve paralela a la supericie del terreno. Algunos deslizamientos pueden presentar más de un tipo de movimiento, en este caso se describen como complejos. Hay diferentes partes de un deslizamiento que se conoce como la nomenclatura de mismo, cual incluye la corona (sector de la ladera que no ha fallado y localizada arriba del deslizamiento, cual puede presentar grietas, llamadas grietas de la corona), el escarpe principal (supericie de pendiente muy fuerte, localizada en el límite del deslizamiento y originada por el material desplazado de la ladera. Si este escarpe se proyecta bajo el material desplazado, se obtiene la supericie de ruptura), el escarpe secundario o menor (la supericie de pendiente muy fuerte en el material desplazado y producida por el movimiento diferencial dentro de este material), punta de la supericie de ruptura (la intersección Fig 1.68, Deslizamientos interrupiendo la actividad socio-economica devastando parte de una autopista en Ecuador. Cortesia Rafael Guardado. 30 Fig. 1.69, Construcción de un puente encima de un deslizamiento activo en Colombia. Cortesia Rafael Guardado. Capítulo I Fig. 1.70, Desplome. CGEO1-Toulkeridis Fig. 1.71, Deslizamiento de rocas. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.72, Flujo de derrubios. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.73, Flujo de tierra. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.74, Separación lateral. Adaptado de Varnes, 1978. GEO1Toulkeridis Fig. 1.75, Movimiento simple. Adaptado de Hutchinson, 1968. GEO1Toulkeridis DIRECCIÓN DEL FLUJO Partículas gruesas en Suspención Frente de bloques Oleada precursora Inicio de la turbulencia COLA CABEZA Concentración Acumulación variable de bloques en seco Flujo de fragmentos sólidos perfectamente desarrollados Transición Flujo hiper concentrado Fig. 1.56, Geometria y composicion de un lahar. T. Pierson 31 Amenazas de Origen Natural que se queda algunas veces cubierta de la parte baja de la supericie de ruptura y la supericie original del terreno), cabeza (la parte superior del material desplazado a lo largo de su contacto con el escarpe principal), tope (el punto más alto de contacto entre el material desplazado y el escarpe principal), cuerpo principal (la parte del material desplazado que sobreyace la supericie de ruptura localizada entre el escarpe principal y la punta de la supericie de ruptura), lanco (lado del deslizamiento), base o pie (la porción de material desplazado que descansa ladera abajo desde la punta de la supericie de ruptura), dedo (el margen del material desplazado más distante del escarpe principal) y punta (el punto en el pie más distante del tope del deslizamiento). Fig. 1.88, Nomenclatura de Deslizamientos. Explicacion en el texto. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.89, Velocidad de Deslizamientos. Explicacion en el texto. GEO1-Toulkeridis Tipo Velocidades Extremadamente rapido Muy rapido Rapido Moderado Lento Muy lento Extremademente lento Mayor 3 m/s 0,3 m/min – 3 m/s 1,5 m/dia – 0,3 m/min 1,5 m/mes – 1,5 m/dia 1,5 m/año – 1,5 m/mes 0,06 m/año – 1,5 m/año Menor a 0,06 m/año Tipo Profundidad maxima Supericiales Poco profundos Profundos Muy profundos Menor 1,5 m 1,5 – 5,0 m 5,0 – 20 m Mayor a 20 m Tabla 1.9, Velocidad de Deslizamientos. GEO1-Toulkeridis 32 Capítulo I Fig. 1.76, Movimiento Sucesivo. Adaptado de Hutchinson, 1968. GEO1Toulkeridis Fig. 1.77, Movimiento múltiple. Adaptado de Hutchinson, 1968. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.78, Deslizamiento tranlacional a lo largo de planos de estratiicación. Adaptado de Skinner & Porter, 1992. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.79, Basculamiento de columnas de roca. Adaptado de Cruden & Varnes, 1996. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.80, Basculamiento de detritos. Adaptado de Varnes, 1978. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.81, Flujo de lodo. Adaptado de Skinner y Porter, 1992. GEO1-Toulkeridis 1.4.1 Mediciones preventivas y de mitigación Para reducir el potencial riesgo de una amenaza de deslizamientos en sus diferentes formas de su presentación hay de evaluar si un complejo habitacional o una obra de infraestructura construida o en proyecto de construcción está ubicada en un área de geomorfología irregular para ver si se deben realizar trabajos de prevención ante fenómenos de inestabilidad de terrenos. Así se debería determinar el peligro por inestabilidad de terrenos de las obras de infraestructura o complejos habitacionales ya construidas, en las que se deberá realizar una observación detallada de campo para recopilar datos que permitan elaborar una matriz con los factores que generan estos fenómenos como: tipo de material en donde esta ubicada la obra, factor muy importante como condición para que se generen fenómenos de inestabilidad de terrenos, pendiente del terreno en el sector, fenómenos de inestabilidad observados 33 Amenazas de Origen Natural dentro o cerca de la obra o complejo (observación de grietas, árboles inclinados, pisos agrietados), uso del suelo, presencia de agua, drenajes etc. Conocedores de la temática o expertos deben considerar la información existente sobre geología estructural y tectónica y también de hidrología y hidrogeología del área. A estos factores de acuerdo a su importancia en la activación y reactivación de fenómenos de inestabilidad de terrenos, se asigna un atributo o peso sobre el factor para tener un valor de cuantiicación del peligro. La ventaja de la observación de campo, es que dependiendo de la experiencia y experticia del evaluador, se puede caracterizar de forma subjetiva los terrenos y determinar el peligro al que están expuestas las obras de infraestructura o de complejos habitacionales involucradas y estos resultados pueden ser correlacionados con los datos tomados en el campo e introducidos en la matriz; correlación que permite ratiicar o rectiicar los resultados. Si se ha identiicado una zona de alto riesgo por deslizamientos potenciales, entonces antes que ocurre una desgracia: a) hay de evitar hacer rellenos o cortes en terrenos de pendiente fuerte, no construir en pendientes de terrenos inestables, ni en zonas inundables, ni con materiales pesados en terrenos débiles, sin antes contar con estudios técnicos del suelo b) no excavar la base de laderas empinadas, c) hay de avisar para evitar compras, alquilamiento o construcción en las zonas propensas a deslizamientos, d) empezar de organizarse y emprender acciones de prevención de deslizamientos del lugar que se ocupa, así tener un comportamiento ejemplar para otros vecinos cuales seguirán este ejemplo, e) no haga cortes en las montañas si no está totalmente seguro de la resistencia de la ladera, pero si ya vive uno en una pendiente, hay de asegúrarse de que la casa y construcciones superiores están irmemente construidas, f) no dejar que el agua se iltre en el interior de la montaña: abra zanjas, drenajes, alcantarillas que permitan el desagüe ordenado del agua, g) en caso de habitar en una zona de alta pendiente cerciórese de que la casa y la de los vecinos estén irmemente construidas para evitar que caigan unas encima de otras, h) detener la erosión que causa deslizamientos evitando quemas y talas, surcos en el sentido de la pendiente, conservar la vegetación de las montañas y laderas de ríos i) proteger las zonas cercanas a los nacimientos de agua, arroyos y quebradas sembrando especies arbóreas, j) no amontonar basura o desechos en suelos de pendiente porque terminan tapando desagües y hacen que el agua se iltre lo que desestabiliza los terrenos y k) no permitir canteras ni excavaciones que desestabilicen las laderas ya que son un peligro para el vecindario y la infraestructura existente, l) conocer las zonas que pueden deslizarse en la localidad y la ruta de evacuación o escape para llegar a las áreas seguras, m) preparar un botiquín de primeros auxilios con artículos de higiene y, documentos de identiicación, n) ante una alarma de deslizamiento de parte de las autoridades, sigue las instrucciones y ve con tu familia a una zona segura. Mientras durante un deslizamiento: a) infunde serenidad y ayuda a los demás, b) Conserva la calma en todo momento, c) corre al lugar cercano más seguro, evacuar lo más rápidamente posible a las zonas de seguridad, d) tratar de evadir lo que cae, corriendo en forma lateral hacia abajo, e) aléjate de estructuras que puedan derrumbarse, de zonas afectadas o sospechosas, f) inspira serenidad y ayuda a los demás, niños y niñas, ancianos y ancianas, discapacitados y personas en estado de pánico, g) para rescatar a alguien, utiliza cuerdas, extensiones, palos y lo que sea seguro para todos, trabaja en equipo con otras personas, h) si estás en un vehículo, movilízate rápidamente a un lugar seguro o, sal del mismo. 34 Capítulo I Fig. 1.57, 1.67, Obras de mitigación por lahares. Ilustraciones GEO1-Toulkeridis, Fotos Hubert Canson 35 Amenazas de Origen Natural Después que se ha manifestado un deslizmiento: a) mantente alejado del área hasta que la autoridad pertinente, autorice el retorno, sigue sus instrucciones, b) no pises escombros de forma indiscriminada, c) no enciendas fósforos, velas etc. porque puedes ocasionar un incendio, d) revisa si existe peligro o no, en los sistemas de electricidad, gas o agua, e) antes de retornar a tu casa, veriica que no tenga cuarteaduras o fallas graves, f) limpia y desinfecta tu casa, revisa si está inestable o en lugar inseguro, vete con tu familia a casa de familiares o amigos, g) no toques cables de alta tensión y luz, cierra llaves de agua y gas, h) mantente alerta por si se producen nuevos deslizamientos. 1.4.2 Trabajos a realizar para mitigar los impactos potenciales de deslizamientos Fig. 1.86 - 3.87, Deslizamiento activo, Piñas Ecuador 2010. Terrenos invadidos en laderas inestables propensos a deslizamientos, Piñas Ecuador 2010. Theoilos Toulkeridis.. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.82-3.95, Caida massiva (arriba izquierda, China 2008, Associated Press), parcial (arriba derecha, Ecuador 2005, El Hoy) o de gran tamaño (izquierda abajo, China 2008, Associated Pressde rocas. Derrumbe massivo (Japon, 2003, Associated Press) 36 Capítulo I Fig. 1.90, Deslizamiento devastador a una casa en Zaruma, Ecuador 2010. GEO1-Toulkeridis a) Análisis de muestras de agua de las vertientes que se encuentran en las zonas o barrios en potencial riesgo, especialmente en la parte baja de las vías (si es que hubiere). b) Levantamiento de información de las viviendas afectadas, durante el invierno, (o temporadas anteriores, referente histórico) con el in de determinar el estado de habitabilidad de las mismas y establecer aquellas familias que deberían ser reubicadas (reasentamientos). c) Limpieza de cunetas y zanjas de agua en el área de incidencia. d) Revisión de sistemas de alcantarillado. e) Limpieza de quebradas, arreglo de vías potencialmente afectadas. f) Programas de forestación y reforestación de áreas potencialmente afectadas (con plantas nativas y de raíces profundas). 1.4.3 Cuantiicación de daños por deslizamientos Cada estabilización de un talud potencialmente amenazado por deslizamientos en sus diferentes formas depende del factor beneicio costo. Las siguientes formulas guiaran y ayudaran para entender donde y como la intervención humana se justiica para mitigar el fenómeno de movimientos en masa. El caso se trata de un deslizamiento cual amenaza un ediicio y puede o no involucrar seres humanos. 37 Amenazas de Origen Natural Fig. 1.92 - 93, C a e s v a n W e s t e r n Riesgo especíico de un ediicio de donde: P(SPV/TM) = Probabilidad espacial. Probabilidad condicional del inicio de un deslizamiento de tipo y volumen especíico y en un lugar especíico y considerando un evento disparador (ej. Sismo, lluvia) de cierta magnitud e intensidad. P(STV/TM) = Probabilidad temporal. Probabilidad condicional de inicio de un deslizamiento de tipo y volumen especíico considerando un evento disparador con cierta magnitud e intensidad dentro de un cierto período de tiempo. P(Rx/SVT) = Probabilidad condicional que la masa deslizada recorra y cubra una zona con distancia X hasta el ediicio, considerando un deslizamiento de tipo y volumen particular. P(DB/SVT) = Probabilidad condicional de daño en el ediicio de construcción particular tipo, considerando la concurrencia de un deslizamiento con un volumen y tipo particular. CB = costos de la reconstrucción del ediicio 38 Capítulo I R = A * V * MD RIESGO = AMENAZA * VULNERABILIDAD * MONTO DEL DAÑO AMENAZA = - Probabilidad de evento con cierta magnitud - Mecanismo de generación - Tipo de evento - Magnitud: Volumen, efecto de domino, distancia, duración, velocidad etc. VULNERABILIDAD = - Grado de daño. En función de: - Magnitud del evento y - tipo de elementos en riesgo MONTO DE DAÑO = - Cuantiicación de los elementos en riesgo e.j: - Costo de remplazo de ediicios, infraestructura etc. - Perdida en función de actividades socio-económicas - Numero de personas Tabla 1.10, Cuantiicación de riesgo y sus componentes. GEO1-Toulkeridis Fig. 1.94, C a e s v a n W e s t e r n Riesgo especiico de personas en un ediicio en la cual: CB = costo de reemplazo de la ediicación P(IP/DB) = Probabilidad condicional de heridas o muerte para personas presentes en las viviendas considerando el grado de daño al ediicio o casa producido por un deslizamiento de tipo y volumen dado. P(PH/SVT) = Probabilidad condicional de personas que están presentes en el ediicio el tiempo y el día que podría ocurrir. NP = número de personas en el ediicio. dibuja oe2-40 car rental 39 Amenazas de Origen Natural 1.5 Fenómeno El Niño - oscilación sur (ENOS) 1.5.1 Origen de un nombre: fenómeno El Niño, oscilación sur (ENOS) Hace ya varios siglos, los pescadores de la costa norte del Perú y sur del Ecuador reportaron la aparición de corrientes de agua supericiales con temperaturas más altas de lo acostumbrado que suponía un incremento exponencial de las lluvias y la desaparición de los cardúmenes de peces como la sardina y la anchoveta. Puesto que ese fenómeno aparecía a inales de diciembre, en fechas cercanas a Navidad, convinieron en bautizarlo como “Corriente del Niño”, por su coincidencia con el nacimiento del niño Jesús. Allá por 1920, el meteorólogo y estadístico británico, Sir Gilbert Walker, identiicó empíricamente oscilaciones periódicas en la presión atmosférica sobre el Pacíico ecuatorial, de modo que cuando la presión era baja en el Pacíico Oriental (Tahití) los valores eran altos sobre el Pacíico occidental (Darwin, Australia) , y viceversa. Walker acuñó el término de “Oscilación del Sur “para referirse a esta alternancia en la presión y circulación atmosférica. A lo largo del siglo XX, a medida que se mejoraba la compresión cientíica sobre la circulación atmosférica y oceanográica, se observó la coincidencia entre las anomalías de presión vinculadas con la Oscilación del Sur y la ocurrencia de la corriente “del Niño” cálida que periódicamente circulaba en dirección norte a sur bañando las costas de Ecuador y Perú, y es por ello que hoy día se sabe que el El Niño es parte de una oscilación climática interanual atmosférica-oceanográica que se denomina conjuntamente como El Niño, Oscilación Sur (ENOS), de modo que El Niño es la fase cálida de ENOS mientras que la fase fría corresponde a La Niña. ENOS es considerada así la fuente más destacable de oscilación climática interanual dando lugar a costosas consecuencias a nivel global (Changnon, 1999; Lehodey et al., 1997; Liu y Alexander, 2007; McPhaden et al., 2006; Santoso et al., 2013; Wallace et al., 1998) 1.5.2 Descifrando las múltiples caras del Niño: regiones y modos ENOS Con el propósito de comprender el proceso de la evolución de las temperaturas supericiales del océano y de los regímenes de vientos, los investigadores han sectorizado el Océano Pacíico ecuatorial en cuatro cuadrantes (ig.1.95). Las cuatro regiones fueron creadas a principios de los 80 con las siguientes coordenadas: • • • • Niño 1 (80°-90°O and 5°-10°S) Niño 2 (80°-90°O and 0°-5°S) Niño 3 (90°-150°O and 5°N-5°S) Niño 4 (150°-160°E and 5°N-5°S) Desde entonces el desarrollo de las investigaciones ha llevado a varias modiicaciones, de modo que hoy en día, las regiones 1 y 2 se han combinado dando lugar a la región Niño 1+2. Además se ha creado la nueva región denominada Niño 3.4 (120°-170°O and 5°N-5°S) que es la preferida para monitorear la temperatura del nivel del mar y presenta mejor correlación con el Índice Oceánico El Niño. La mayor parte de los estudios se enfocan en los cuadrantes Niño 3 y Niño 3.4 para así intentar descifrar la formación de estos eventos. En concreto, The Climate Prediction Center (USA) dispone de datos semanales desde 1990 y mensuales desde 1950, mientras que el Climate Diagnostics Center tiene datos mensuales de la región Niño 3.4 desde 1948, y en el National Center for Atmospheric Research se pueden consultar datos de Niño 3.4 desde 1871 recopilados por Trenberth (1997) La NOAA, Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos utiliza el Índice Oceánico El Niño (Oceanic Niño Index, ONI) para la deinición de los episodios El Niño y La Niña. Este índice se calcula promediando 3 meses consecutivos la serie mensual de las anomalías de la temperatura supericial del mar medidas en el Pacíico tropical en la Región El Niño 3.4 (120°40 Capítulo I Fig. 1.95, Mapa de ubicación de las cuatro regiones El Niño. Niño 1, 2, 3, 4 y 3.4. Cortesía de M. H. Glantz (Pielke y Landsea, 1999) 170°O and 5°N-5°S) basándose en periodos base de 30 años que se actualizan cada 5 años. Se deinen como episodios cálidos y fríos cuando el índice Oceánico el Niño (ONI) supera el umbral de +/- 0,5 ºC. Cuando dicho umbral es superado durante un mínimo de 5 meses consecutivos, se consideran eventos El Niño (+) o de La Niña (-) (NOAA) Fig. 1,95 Los eventos ENSO se maniiestan en diversos tipos y con características e impactos distintivos, las diferencias se basan fundamentalmente en la ubicación de las mayores anomalías de la temperatura supericial del mar (TSM) en el Pacíico tropical. Investigaciones recientes (Amaya and Foltz, 2014; Ashok et al., 2007; Karnauskas, K. B., 2013; Takahashi et al., 2011) han deinido y caracterizado dos tipos principales que serían: • El Niño del Pacíico Oriental, también conocido como Canónico, clásico o “cold tongue”, el calentamiento y las mayores anomalías en la TSM se concentran en el Pacíico oriental frente a las costas sudamericanas. Hasta antes de 1982/83, se habían documentado varios eventos el Niño canónicos (Rasmusson y Carpenter, 1982), y el Niño 1997-98 es un ejemplo clásico de este tipo (Fig. 1.96 A). • El Niño del Pacíico central, o tipo Modoki o “warm pool”, es un segundo modo característico de variabilidad interanual en el Pacíico tropical con anomalías de TSM focalizadas en el Pacíico central pero que no suelen acoplarse con el Pacíico oriental. Se caracteriza por una afectación mucho más débil en las temperaturas del mar, el aire y en el volumen de precipitaciones de las costas sudamericanas, aunque pueden causar igualmente impactos remotos en otras áreas del planeta, El Niño 2004-2005 puede tomarse como de este patrón (Fig. 1.96 B). Sin embargo, existen eventos El Niño que no son fácilmente clasiicables en ninguna de las dos categorías anteriores, por ejemplo, El Niño del 2009-2010, en este caso, los incrementos en la TSM fueron más fuertes en el Pacíico central pero aun así el calentamiento se extendió por todo el Pacífico Oriental hasta alcanzar la costa sudamericana, al presentar características de ambos patrones simultáneamente, resultaba muy complicado categorizar este evento del 2009-2010. Diversos investigadores (Capotondi et al., 2015; Giese and Ray, 2011; Johnson, 2013) corroboran esta hipótesis airmando que los eventos ENSO pueden manifestarse en diferentes modos, más allá de los dos patrones (Canónico y Modoki) principales. Asimismo, durante el desarrollo de un mismo evento, la ubicación de las anomalías de la TSM puede variar y mostrar diferentes patrones durante el pico del evento y durante los meses anteriores y posteriores. De igual manera, los diversos modos de ENSO pueden generar diferentes impactos a lo largo del planeta en cuanto a la temperatura y precipitación, por ejemplo en la intensidad del monzón en el Índico (Kumar et al., 2006) o en las costas de Ecuador y Perú, donde un El Niño Modoki no provocaría las intensas lluvias e inundaciones que suele ocasionar un evento El Niño Canónico (Hu et al., 2012). Lo anterior se vincula además con las evidencias (Wittenberg et al., 2014) respecto a la correlación entre la intensidad de los eventos ENSO y la localización de las mayores anomalías de temperatura, de modo que Los Niños más débiles suelen asociarse al tipo Modoki o 41 Amenazas de Origen Natural Pacíico Central mientras que Los Niños más intensos tienden a relacionarse con el patrón Canónico o del Pacíico Oriental. En síntesis, es muy activo el campo de las investigaciones para tratar de comprender las múltiples caras del ENSO en cuanto a su intensidad y frecuencia, así como sus repercusiones en otras regiones A B Fig. 1.96, Mapa mostrando la diferencia con la temperatura promedio (ºC) de El Niño Canónico (A) del 1998 versus El Niño Modoki (B) del 2005. 42 Capítulo I del mundo a través de las teleconexiones (Bjerknes, 1969) o sus interrelaciones con otras luctuaciones climáticas de variabilidad interanual en el Pacíico como la Oscilación Decadal del Pacíico, con una frecuencia de cerca de 25 años cálidos (‘El Viejo’) seguidos de 25 años frios (‘La Vieja’) (Chao et al. 2000; Chavez et al., 2003; Chavez, 2005), y con el añadido del actual escenario de cambio climático. 1.5.3 Características climáticas y oceanográicas del Ecuador: condiciones normales versus ENOS Pese a ubicarse en la línea ecuatorial, el clima en condiciones normales en gran parte del Ecuador suele ser más frío de lo esperado para su latitud debido a la combinación del efecto de las corrientes marinas frías y la altitud de los Andes. Los tres factores principales que determinan el clima en el Ecuador son: Factores de altitud y orografía, La Cordillera de Los Andes atraviesa al Ecuador de norte a sur y actúa como una barrera longitudinal que impide el paso de los vientos provenientes del Océano Paciico y bloquea el paso de las nubes. Las precipitaciones se concentran por tanto en la ladera occidental haciendo que los vientos que ascienden por la cordillera hacia la ladera oriental sean predominantemente secos. Esta distribución da lugar a diferentes pisos climáticos ya que por cada 200m que aumenta la altitud, la temperatura desciende 1° C. En las áreas más cercanas a la cordillera central y noroeste (Santo Domingo, norte de Esmeraldas), las precipitaciones superan los 2.000 mm mientras que en la región costa son inferiores aunque siguen superando los 1.000 mm (Rossel y Cadier, 2009; Rossel et al., 1999) Factores atmosféricos, Las condiciones climáticas del Ecuador están directamente condicionadas por la circulación atmosférica general, en concreto por la presencia de un sistema de baja presión denominado zona de convergencia intertropical ZCIT, que muestra desplazamientos estacionales en su posición latitudinal y marca así la alternancia de estaciones secas y húmedas (Amador et al., 2006) Entre diciembre y mayo (verano austral), la ZCIT alcanza su posición más al sur, los vientos alisios se debilitan y penetran masas de aire (húmedas y cálidas) provenientes del noroeste que dan lugar a precipitaciones en la costa ecuatoriana unidas a un incremento de la temperatura. Por el contrario, de junio a diciembre (invierno austral) la ZCIT se desplaza al norte hasta latitudes entre 8 y 10 ºN, los alisios se intensiican y penetran masas de aire del sureste, lo cual se traduce en un descenso tanto de las precipitaciones como de la temperatura. Factores oceanográicos, Son varias las corrientes supericiales marinas que determinan la climatología del Ecuador y que a su vez están condicionadas por el sistema de vientos. ig. 1.97 Por una parte, las dos Corrientes Ecuatoriales Sur y Norte que cruzan el Pacíico en dirección este-oeste mientras la Contra-Corriente Ecuatorial circula entre ambas y luye en dirección contraria, desde Indonesia a América, a aproximadamente cinco grados norte. Al aproximarse a la costa americana, la contra-corriente ecuatorial se ramiica en dos, una que se dirige al norte hasta conluir con la corriente nor-ecuatorial y una segunda que circula hacia el sur hasta encontrarse con la corriente sur-ecuatorial (Kessler, 2002, 2006). Esta segunda corriente cálida que luye desde Panamá entre Enero y Abril y baña la costa centro-oeste de Suramérica en dirección sur es la que conocemos como Corriente el Niño, y su prevalencia coincide con la estación cálida y lluviosa en Ecuador al transportar vientos cálidos y húmedos. Por otra parte, la Corriente supericial de Humboldt (o Perú-Chile) está alimentada por aguas sub-antárticas y baña la costa de América del Sur en dirección sur a norte asociándose con una de las más importantes surgencias (upwelling) costeras del planeta (Kessler, 2002, 2006). Este upwelling ocurre porque los alisios del sureste desplazan las aguas supericiales mar adentro dejando espacio 43 Amenazas de Origen Natural para la surgencia de aguas subsupericiales (100-200 m), las cuales, además de ser más frías (15-19°C) contienen también una mayor concentración de nutrientes y dan lugar tanto a un aumento de la productividad marina como a un enfriamiento del clima costero. La corriente fría de Humboldt luye cercana a las costas ecuatorianas entre los meses de mayo a diciembre y origina la presencia de “garúas”, una combinación de neblinas y lloviznas características de la estación seca en la costa ecuatoriana. Además, se deine el Frente Ecuatorial, una zona de transición en el encuentro de dos masas de agua de características muy diferentes, las aguas frías (15-19°C) de la Corriente costera de Humboldt y las aguas cálidas (≥24ºC) de la Corriente Ecuatorial Sur, que se extiende normalmente entre las Islas Galápagos y la costa norte de Perú. Los desplazamientos estacionales del Frente Ecuatorial coinciden con los de la ZCIT, al sur entre enero y marzo y al norte de julio a septiembre. Los fenómenos el Niño se relacionan con un marcado desplazamiento hacia el sur del Frente Ecuatorial (Okuda et al., 1983) Condiciones normales versus ENSO, La Corriente cálida del Niño y la fría de Humboldt son dos corrientes marinas opuestas cuya prevalencia en el litoral ecuatoriano se alterna estacionalmente. Cuando alguna de estas dos corrientes se intensiica y permanece por más tiempo desplazando a la otra, cambian las condiciones climatológicas descritas en los párrafos anteriores y denominadas como “normales” y se producen alteraciones climáticas en el litoral que se correlacionan con eventos La Niña o el Niño. Si es la Corriente de Humboldt la que se presenta más fuerte, prevalecerán condi- Fig. 1.97, Las principales corrientes supericiales marinas con inluencia para el Ecuador son las corrientes cálidas Ecuatorial Sur (South Equatorial) y Norte (North Equatorial), la contra-corriente ecuatorial (Eq. Countercurrent) y la Corriente fría de Humboldt, o Perú-Chile. 44 Capítulo I Fig. 1.98, Características atmosféricas y oceanográicas de las condiciones normales versus condiciones El Niño y La Niña. ciones más frías y secas típicas de un evento La Niña mientras que, si es la de El Niño la que se intensiica, se producirá un incremento de la temperatura supericial del mar y una sucesión de fuertes precipitaciones acompañada de una extensión de la temporada lluviosa que resulta en las inundaciones que caracterizan al Fenómeno el Niño. La localización del Ecuador en la costa ecuatorial del Pacíico oriental, lo sitúa directamente en el centro del área donde el Fenómeno El Niño se maniiesta con mayor intensidad (Chavez et al., 1999; Fiedler et al., 2002b; Glynn et al., 2001). Diversas investigaciones (Lehodey et al., 1997; Rodbell et al., 1999; 2002, Vuille et al. 2000, Hansen et al., 2003; Harrison y Chiodi, 2013) concluyen que ENSO es el responsable de la mayor variabilidad climática en el Ecuador. En cuanto a las causas que dan lugar a un evento El Niño, parece estar aceptado que el detonante inicial es el debilitamiento de los vientos alisios del Noreste que en condiciones normales empujan las aguas cálidas del Pacíico tropical de Este a Oeste. Al debilitarse el sistema de alisios por un periodo de varios meses, se generan ondas Kelvin (ondas de gravedad modiicadas por la rotación de la tierra) en la “piscina caliente” cerca de Indonesia que hacen que las aguas cálidas acumuladas en el Pacíico Occidental retornen hacia el margen Pacíico oriental (Chavez et al., 1999; McPhaden and Yu, 1999, Fiedler, 2002b; Wang and Fiedler, 2006). Las ondas Kelvin se desplazan rápidamente con velocidades de propagación promedio de 2,8 mt/seg o 250 Km/día por lo que podrían cruzar el Pacíico en aproximadamente dos meses. Esto provoca una intensiicación de la contracorriente cálida ecuatorial que al luir hacia el sur impide que la corriente fría de Humboldt pueda remontar hasta 45 Amenazas de Origen Natural latitudes ecuatoriales e interrumpe así el fenómeno de surgencia o upwelling costero. A su vez, esto desemboca en un cambio en la estructura vertical del océano con una profundización de la termoclina en las costas de Ecuador y Perú (Ver ig. 1.96), lo cual resulta en un descenso substancial del aporte de nutrientes a la zona eufótica y consecuentemente de la cloroila y la productividad primaria marina (Guille´n and Calienes, 1981c; Feldman et al., 1984; Barber and Chavez, 1983, 1986; Fiedler et al., 1991, 1992; Barber et al., 1996; Chavez, 2005). En Ecuador, durante un evento Niño, tanto la ZCIT como el frente Ecuatorial ocupan posiciones anormalmente meridionales que permiten la entrada de masas de aire húmedo y cálido del noreste. Esto, unido al calentamiento de las aguas supericiales del Pacíico ecuatorial propicia un incremento de la evaporación y por tanto, de la formación de nubes. A su vez, la mayor intensidad de los vientos del oeste acelera el movimiento tierra adentro de la nubosidad que al toparse con la cordillera de Los Andes, asciende provocando abundantes precipitaciones sobre la costa ecuatoriana. Las áreas que presentan una afectación más fuerte son toda la costa sur y central incluyendo la planicie del Guayas, mientras que la zona norte de la provincia de Esmeraldas en frontera con Colombia y las áreas situadas por encima de los 1.000-1.500 m de altitud en la vertiente occidental de la Cordillera de Los Andes muestran una inluencia moderada (Rossel et al., 1999). El registro de un evento ENSO se basa fundamentalmente en la medición de dos parámetros clave: anomalías de la temperatura supericial del mar (TSM) y del nivel medio del mar (NMM), que de ser positivas corresponden a un evento El Niño y de ser negativas se asocian con La Niña. -80˚ Año 1997 San Lorenzo -80˚ Año 1998 100 50 San Lorenzo 0 Esmelardas Esmelardas 0˚ 0˚ 150 Quito Quito Santo Domingo 100 Santo Domingo 0 Chone Chone 50 Manta Manta Portoviejo 200 100 Portoviejo Guayaquil Guayaquil Salinas Salinas Machala Machala N 10 0 10 0 20 Km O 50 100 150 200 E S Fig. 1.99, Anomalías de precipitación en la zona costera de Ecuador durante 1997-98. Modiicada de Rosell et al. (1999) 46 250 300 Capítulo I 1.5.4 Registro histórico de El Niño: un fenómeno recurrente de gran escala Existen evidencias paleoclimáticas de que los ciclos ENSO han sido una característica del clima terrestre durante al menos los últimos 130.000 años (Tudhope et al 2001; Hughen et al, 1999). En los Fig. 1.100 Los 10 eventos El Niño destacados durante el siglo XX. Tomado de Livezey (1997) y NOAA (1998) Fig 1.101, Índice de Oscilación del Sur (SOI) versus Índice de Temperatura Supericial del Mar en la región Niño 3.4 desde 1950 a 2006. Tomado de McPhaden et al. (2006). 47 Amenazas de Origen Natural últimos 450 años han ocurrido al menos 120 eventos El Niño, según los estudios históricos compilados por Quinn et al. (1987). Se tienen registros climatológicos en corales de eventos el Niño que datan del siglo XV al XVII (Hereid et al., 2013) e incluso se han documentado evidencias de sus efectos en territorio ecuatoriano que se remontan a miles de años (Zhang et al., 2014). Durante el siglo XX, los 10 eventos El Niño más fuertes tuvieron lugar en la segunda mitad del mismo (Livezey, 1997) los mismos que aumentaron en intensidad y frecuencia a medida que avanzaba el siglo (Li et al., 2013). Las series temporales demuestran que los eventos no ocurren con una periodicidad ija, y tampoco se da una simple alternancia entre eventos El Niño y La Niña sino que el mismo tipo de evento puede ocurrir de manera consecutiva o sostenerse durante varios años. Fases cálidas con ocurrencia entre 1900 y 1980 se presentaron en ciclos de 3-2-3 años, esto se modiicó entre 1991 y 1998 con la sucesión de cuatro eventos el Niño lo cual demuestra una mayor recurrencia a inales del siglo XX (Li et al., 2013). La alternancia de eventos cálidos seguidos de fases frías ocurrió en once ocasiones mientras que en seis oportunidades la fase fría apareció 1 a 2 años después, y durante el particular evento El Niño 1932-33, la fase fría tuvo lugar a los 4 años (CAF, 2000). Entre 1952 y 2006, se presentaron 17 eventos El Niño y 12 eventos la Niña (McPhaden et al., 2006), esto puede observarse en la igura 6 donde se comparan el Índice de Oscilación del Sur (SOI) con el Índice de Temperatura Supericial del Mar (TSM) en la región Niño 3.4 En Ecuador, la intensidad de los eventos El Niño durante el siglo XX presentó gran variabilidad, de modo que podemos clasiicarlos en cuatro categorías que serían: (1) Débiles: cuatro episodios que corresponden a los años 1931, 1932, 1973 y 1976 debido a anomalías de temperatura entre 3° y 5°C y excesos pluviométricos entre 100 y 390 mm; (2) Moderados: los 6 eventos de 1926, 1932, 1951, 1953, 1958 y 1972, con anomalías de temperatura entre 5 y 12°C y de precipitación entre 400 y 790 mm; (3) Fuertes: Los eventos correspondientes a los años 1957 y 1965, con entre 12 y 20°C de anomalía de temperatura y entre 1.100 y 1.500 mm de excesos pluviométricos; (4) Extremadamente fuertes o extraordinarios: los dos Niños de 1982-83 y 1997-98 cuyas temperaturas continentales fueron superiores a los 35°C y los excesos pluviométricos rebasaron los 2.630 mm. Durante estos dos eventos, la temperatura supericial del mar (TSM) en las islas Galápagos y a lo largo de la costa de Ecuador aumentó de su valor normal que era de 22 °C hasta rondar los 30 °C. El mes de marzo de 1998 se registraron 29,9ºC de temperatura Año 2000 DEF -1.7 EFM FMA -1.5 -1.2 MAM -0.9 AMJ -0.8 MJJ JJA -0.7 -0.6 JAS -0.5 ASO -0.6 SON -0.6 OND -0.8 NDE -0.8 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 -0.7 -0.2 1.1 0.3 0.6 -0.9 0.7 -1.5 -0.8 1.6 -1.4 -0.9 -0.6 -0.6 0.6 -0.6 0.0 0.8 0.2 0.4 -0.7 0.3 -1.5 -0.7 1.3 -1.2 -0.6 -0.6 -0.6 0.5 -0.4 0.3 0.0 0.1 0.3 -0.3 -0.2 -0.9 -0.2 0.6 -0.6 -0.3 -0.2 -0.1 -0.2 0.5 -0.2 0.2 0.3 0.0 -0.3 -0.7 0.2 0.1 -0.3 -0.2 -0.2 0.1 -0.1 0.7 -0.1 0.3 0.3 0.1 -0.3 -0.5 0.4 -0.4 -0.2 0.0 -0.3 0.1 0.0 0.8 0.4 0.7 0.1 0.3 -0.6 -0.2 0.6 -1.2 -0.4 0.4 -0.3 0.0 -0.1 0.9 0.4 0.8 0.0 0.5 -0.8 -0.1 0.8 -1.4 -0.6 0.5 -0.3 0.2 -0.2 1.2 0.4 0.7 -0.2 0.8 -1.1. -0.2 1.1 -1.5 -0.8 0.6 -0.2 0.5 -0.3 1.3 0.4 0.7 -0.5 1.0 -1.2 -0.5 1.4 -1.5 -1.0 0.2 -0.3 0.7 -0.3 1.3 0.3 0.7 -0.8 1.0 -1.4 -0.7 1.6 -1.5 -1.0 -0.3 -0.4 0.7 -0.5 0.1 0.4 0.1 0.3 -0.5 -0.1 -1.2 -0.5 1.0 -0.9 -0.5 -0.4 -0.5 0.0 0.8 0.2 0.5 0.2 0.2 -0.4 -0.3 0.5 -0.9 -0.2 0.1 -0.3 0.0 Tabla 1.11, Eventos ENSO durante el siglo XXI, cálidos (rojo) y fríos (azul) en el Pacíico basados en el umbral de +/-0.5 ºC para el Índice Oceánico El Niño (ONI) calculado como promedio de 3 meses consecutivos de la serie mensual de las anomalías de la TSM (ERSST.v3b) registradas en la Región El Niño 3.4 (5ºN – 5ºS, 120º – 170ºW). La tabla completa con datos desde DEF 1950 puede ser consultada en: www.cpc.ncep.noaa.gov 48 Capítulo I supericial del mar (TSM), el evento 1982-83 presentó valores de TSM aún más altos que el de 1997-98 pero fue superado por el evento del 1997-98 en cuanto a anomalías positivas del nivel medio del mar, con los mayores valores registrados en diciembre de 1997 (+42 cm) (CAF, 2000; INAMHI, 1998). En lo que llevamos de siglo XXI, según el índice ONI (Oceanic Niño Index) se han registrado en el Pacíico central cuatro fases cálidas El Niño: dos de intensidad moderada durante los años 2002-03 y 2009-10 y los otros dos de intensidad débil correspondientes a los periodos 2004-05 y 2006-07 (CPC/ NWS/NOAA, 2015) Ver tabla 1.11 En concreto, la intensidad y persistencia de condiciones anómalas tanto oceánicas como atmosféricas registradas durante el episodio El Niño 1997-98 fueron las más excepcionales de todo el siglo XX y lo que va de siglo XXI según el índice ONI de la NOAA. Por una parte, el evento se extendió por un periodo superior a un año, fueron 14 trimestres superpuestos, que corresponden a 13 meses (Abril 1997-Mayo 1998). Por otra parte, en cuanto a intensidad, 5 de los 14 trimestres, entre agosto 1997 y febrero 1998, presentaron valores superiores a 2 en el índice ONI, de estos 5 trimestres, tres de ellos marcaron máximos en los registros (1950-2015) de manera sucesiva, con valores de 2.3, 2.4 y 2.3 (CPC/NWS/NOAA, 2015) algo que no ha ocurrido en ningún otro evento desde 1950. 1.5.5 Impactos del fenómeno El Niño 1997-1998: de lo global a lo local si bien es cierto que el evento extremo de 1997-98 comprometió de manera especial al Pacíico Ecuatorial, este episodio dio notoriedad mundial al Fenómeno El Niño debido a sus múltiples impactos globales a través de teleconexiones, desde catastróicas inundaciones en las costas de Perú y Ecuador, y la costa del golfo de México hasta marcadas sequías en el Altiplano de Perú y Bolivia, el Nordeste de Brasil, sudeste de África, Nueva Guinea y Australia. Además el monzón de verano se debilitó especialmente en el Noroeste de la India donde los cultivos resultaron afectados. Por otra parte el Oeste de Canadá y Alaska recibieron de manera anormal vientos cálidos del océano (Ver ig. 1.99). Terribles incendios forestales derivados de la sequía en Indonesia provocaron una tupida nube de humo que se extendió sobre el sudeste asiático y colapsó el tráico aéreo con el cierre de aeropuertos hasta en Malasia y Singapur, siendo uno de los peores desastres ambientales del siglo en el Sudeste Asiático (Glover, 2001) con costes estimados de entre 2.3 y 3.2 billones de dólares (Tacconi, 2003). Estos incendios devastaron un total de 5.2 0.3 millones de hectáreas incluyendo 2.6 millones de hectáreas de bosque Fig. 1.102, Los diferentes impactos del Niño 1997-98 en diversas áreas del planeta 49 Amenazas de Origen Natural tropical húmedo, de los cuales, los más afectados fueron los bosques que habían sido recientemente talados o deforestados, mientras que los bosques primarios o aquellos deforestados hace más tiempo fueron menos afectados, lo que demuestra una correlación positiva entre deforestación y ocurrencia de incendios (Siegert et al., 2001) Los impactos socio-económicos a nivel global fueron múltiples. Más de 24000 personas fallecieron debido a inundaciones e intensas tormentas. Más de 110 millones de damniicados y 6 millones de personas fueron desplazadas debido a los daños o pérdida de sus casas, infraestructuras de transporte y comunicación, escasez de comida por pérdida de cosechas, etc. 25 millones de hectáreas fueron afectadas por incendios globalmente (FAO, 2001; Rowell y Moore, 2001). Las pérdidas económicas directas superaron los 34 billones de dólares. Además se aumentó considerablemente la incidencia de enfermedades derivadas de la contaminación de reservorios de agua o bien transmitidas por insectos vectores como el dengue, malaria, etc que proliferaron ante unas condiciones ambientales favorables para ello (UNEP, 2001). Por regiones del mundo, podemos observar los impactos globales de ENOS 1997-98 en la igura 8 cuyos gráicos muestran claramente la enorme diferencia en la distribución de los impactos, mientras que América Central y del Sur fue la región con mayor pérdidas económicas (54.4 % del total) también fue la que acusó menor número de muertos (4.1 % del total). Por el contrario, en Asia y África, las pérdidas económicas fueron mucho menos cuantiosas pero la mortalidad y los afectados y desplazados alcanzaron altísimos porcentajes (Sponberg, 1999). El trabajo de Changnon (1999) detalla un análisis económico comparativo de los impactos positivos y negativos en Estados Unidos derivados de los eventos meteorológicos asociados a El Niño 1997–98. Por una parte los estados del Sur y California sufrieron múltiples tormentas lo cual resultó en pérdidas económicas en las cosechas y la propiedad y en el sector de turismo y de recreación que se sumaron a Fig. 1.103, Impactos socio-económicos (pérdidas directas, afectados, mortalidad y desplazados) de ENSO 1997-98 por regiones del mundo: África, Asia, Asia-Pacíico, Centro y Sudamérica. Modiicada de Sponberg (1999) 50 Capítulo I los costos del gobierno en asistencia y ayuda para catástrofes. Además se contabilizaron 189 muertos, la mayoría debido a tornados. Por otra parte, el Norte de Estados Unidos experimentó un invierno mucho más suave de lo normal, con un descenso de las precipitaciones y las nevadas, que se tradujo en beneicios económicos por la reducción del gasto en gas natural y combustible para calefacción, así como ahorro para el transporte aéreo y por carretera, adicionalmente en ese año el país no sufrió las usuales inundaciones primaverales ni los desastrosos huracanes del Atlántico, lo que en total supuso un estimado de 850 vidas humanas salvadas. A nivel nacional, las pérdidas directas estimadas supusieron 4-4.5 billones de dólares mientras que los beneicios o ganancias estimadas ascendieron a 19 billones de dólares (ver tabla 1.12), por lo que el balance económico neto fue sorprendentemente positivo ya que el gobierno invirtió menos que otros inviernos en asistencia a desastres. Gran parte de estos beneicios se debieron a las precisas predicciones suministradas por el Centro de Predicción Climática en el verano de 1997 que permitieron adoptar medidas de mitigación y reducir así las pérdidas notablemente. A nivel de la Comunidad Andina de Naciones (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), la población de estos países en desarrollo, sobre todo la más vulnerable y de menores ingresos soportó la peor parte en cuanto a pérdidas económicas directas con retrocesos signiicativos en sus condiciones y calidad de vida. Como consecuencia de las inundaciones y avalanchas de lodo registradas en Ecuador, Perú y Bolivia, resultaron dañadas o destruidas 135000 viviendas, cerca de 5200 centros educativos, 12 hospitales y 570 centros de salud. Los sistemas de agua potable y alcantarillado sanitario fueron impactados interrumpiéndose o racionándose el servicio y siendo necesario el suministro de agua por Aspectos económicos (Billones de USD) Vidas humanas Pérdidas Beneicios o ganancias 4.2-4.5 19.6-19.9 189 850 Tabla 1.12, Impactos positivos y negativos del Niño 1997-98 en Estados Unidos. Modiicada de Changnon (1999) Impactos negativos Migración y profundización de cardúmenes de peces, especialmente anchoveta Pérdida de tierras agrícolas Salinización de suelos Descenso en la producción de algunos cultivos por alta temperatura y humedad (papa), por acortarse su ciclo vegetativo o por falta de inducción loral Aumentan probabilidades de incendios forestales por a tas temperaturas Muerte o migración de lora y fauna Impactos positivos Aparición de especies pelágicas Aumento de recolección de camarones Incremento de producción de arroz en la costa por aumento de temperatura y humedad Descenso en la intensidad de las heladas en la sierra central y norte Regeneración natural de bosques secos en la costa norte Afectación a la producción pecuaria (volumen de carne y Desarrollo de praderas temporales en la costa leche) por altas temperaturas norte que favorecen a la ganadería Daños a la infraestructura productiva (canales de riego, bocatomas, etc.) y colmatación de reservorios Daños a la infraestructura vial y de comunicación (carreteras y puentes) Daños a la infraestructura de saneamiento básico (alcantarillado, etc) Aumento de afectados por enfermedades como malaria, cólera, gastrointestinales, conjuntivitis, etc Aceleración del retroceso de glaciares Recarga de acuíferos por precipitaciones intensas Tabla 1.13, Impactos negativos y positivos del evento El Niño 1997-98 en Ecuador. Modiicada de CAF (2000). 51 Amenazas de Origen Natural un largo periodo a través de camiones cisternas. Esas mismas inundaciones y deslaves causaron daños en más de 17500 kilómetros de vías de todos los órdenes ocasionando interrupciones y aumentos en el coste del transporte de personas y mercancías. En Ecuador y Perú, dos centrales hidroeléctricas sufrieron destrozos y su producción energética debió suplirse con plantas térmicas (CAF, 2000) Los sectores productivos, incluyendo el agropecuario, pesca y guano (fertilizantes con alta concentración de nitratos derivados de la acumulación de excrementos de aves marinas en las costas sudamericanas del Pacíico), industria y comercio, minería y turismo, acusaron cuantiosos daños en sus infraestructuras y reducción signiicativa de su producción e ingresos. Cientos de personas perdieron la vida en diferentes países, en Ecuador se reportaron 286 muertes (Gasparri et al., 1999) aunque la dirección de Defensa Civil reportó 292 muertes en 1998, y además se exacerbaron las enfermedades transmitidas por vectores, las dermatológicas y broncopulmonares con casi un cuarto de la población expuesta a ellas en el Ecuador (Gasparri et al., 1999) El medio ambiente y los ecosistemas también padecieron los efectos del Niño 1997-98 agravados por los procesos antropogénicos de deforestación y erosión que incrementaron el arrastre de sedimentos y volumen de agua en las áreas de inundación. Las alteraciones en la salinidad afectaron a los manglares y los sedimentos y el aumento de temperatura en el mar impactaron negativamente sobre los arrecifes. En Ecuador, las áreas más impactadas correspondieron a las provincias de la costa, El Oro, Esmeraldas, y especialmente Manabí y Guayas. Aproximadamente 35000 personas resultaron afectadas y unas 6000 perdieron sus casas, muchas de ellas siendo evacuadas a centros temporales (CAF, 2000). Las pérdidas económicas como resultado del fenómeno El Niño de 1997-1998 en el Ecuador se estiman en más de 2800 millones de USD mientras que, los daños estimados para el ENOS 1982-1983 ascendieron a alrededor de 640 millones de USD. Las cifras de pérdidas derivadas del ENSO 97-98 se tornan más graves al compararlas con el anterior gran El Niño del 82-83, ya que los daños se cuadriplicaron, lo cual se debe a que el área impactada fue mayor pero también a que la población y capital en dicha área había aumentado en esos 15 años (CEPAL, 1998) Por otra parte, los avances tecnológicos permitieron por primera vez en la historia predecir el evento y emprender acciones de prevención y mitigación que redujeron en parte los impactos. Agricultores y pescadores supieron adaptarse al evento ofreciéndonos valiosos ejemplos de buenas prácticas en medidas de reducción de desastres (ver tabla 1.13). La cuantiicación de las pérdidas económicas derivadas del evento El Niño de 1997-1998 en los países que conforman la región andina (igura 1.101) ascendió a 7543 millones de USD, de los cuales, Bolivia y Colombia contabilizaron daños por 527 y 564 millones respectivamente, mientras que los Fig. 1.104, Pérdidas Económicas (en millones de USD) en los países de la CAF durante El Niño 1997-98 52 Fig. 1.105, Sectores más impactados en los países de la CAF (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia) durante El Niño 1997-98 Capítulo I más afectados fueron Ecuador con 2882 y Perú, en primer lugar con 3498 millones de USD (CAF, 2000; EIRD). Los sectores que sufrieron mayor impacto (igura 10) fueron los productivos, que con 3593 millones de USD supuso el 53.6% de pérdidas, la infraestructura que perdió 1752 millones (26.14%), el sector social, con casi el 11% (736 millones) y el sector servicios, con 621 millones que signiicaron el 9.26 % (CAF, 2000; EIRD). La magnitud de la afectación se visualiza más claramente cuando calculamos el % de producto interior bruto (PIB) anual que fue comprometido por las pérdidas económicas (ver ig. 1.103), este cálculo muestra que el país de la CAF más impactado fue sin duda Ecuador, ya que el monto de los daños representó un 14.6 % de su PIB anual. En orden decreciente le seguirían, Bolivia y Perú, con un 7 y 4.5 % respectivamente de su PIB anual comprometido por los efectos del Niño 1997-98 (CAF, 2000; EIRD). Los impactos macroeconómicos derivados del Niño 1997-98 incluyeron reducción de exportaciones, necesidad de importar productos e incremento de la inlación y tuvieron efectos prolongados durante los varios años que demoró la etapa de rehabilitación y reconstrucción post-Niño lo cual redujo el crecimiento económico de varios países, para el caso de Ecuador en un 1.3 % y para el Perú hasta un 2.8 % (CAF, 2000; EIRD). Todo esto dejó una secuela de alteraciones socio- económicas en dichos países que rebasaron la capacidad de respuesta de sus gobiernos. 1.5.6 Instituciones de investigación, pronóstico y gestión de riesgo del fenómeno El Niño CPPS y ERFEN: Comisión Permanente del Pacíico Sur y Comité Nacional para Estudio Regional del Fenómeno de “El Niño Los Estados Miembros de la Comisión Permanente del Pacíico Sur (CPPS), Chile, Perú, Ecuador y Colombia, al suscribir el Protocolo sobre el Programa para el Estudio Regional del Fenómeno de “El Niño” para el pacíico sudeste, irmado en el puerto de Callao-Perú, el 6 de noviembre de 1992, se comprometieron a conformar los correspondientes comités nacionales. En el caso del Ecuador, en Marzo de 2001, se crea por decreto el Comité Nacional para Estudio Regional del Fenómeno de “El Niño”, ERFEN, con sede en Guayaquil, al que le corresponde proponer la deinición y el establecimiento de las políticas y estrategias para la investigación cientíica, seguimiento Fig. 1.106, Porcentaje del producto interior bruto (PIB) anual comprometido por pérdidas económicas en los países de la CAF durante El Niño 1997-98 53 Amenazas de Origen Natural y monitoreo, alerta temprana y orientación en la toma de decisiones en materia de prevención, mitigación y rehabilitación de desastres ante la presencia del evento “El Niño/La Niña”. Este organismo cientíico-técnico funciona con el apoyo de organizaciones internacionales y está integrado por las principales instituciones nacionales dedicadas al estudio del fenómeno “El Niño”, entre ellas: • Instituto Oceanográico de la Armada -INOCAR • Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología -INAMHI • Instituto Nacional de Pesca -INP • Instituto Espacial Ecuatoriano –IEE-(antiguo CLIRSEN) • Fuerza Aérea Ecuatoriana -FAE• Escuela Superior Politécnica del Litoral -ESPOL • Secretaría de Gestión de Riesgo –SGR• Secretaría Técnica del Mar –SETEMAR• Este Comité se reúne y publica un boletín mensualmente con el que informa de manera permanente a las autoridades y a la población sobre las condiciones océano-atmosféricas, su relación con la ocurrencia eventos asociados a El Niño y su evolución. Los boletines pueden ser consultados en el siguiente link: 1.5.7 CIIFEN: Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño El Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (CIIFEN) fue inaugurado en Enero de 2003, y tiene sede en la ciudad de Guayaquil. Cuenta con cuatro auspiciantes principales que son: la OMM (Organización Meteorológica Mundial), la UN-EIRD (Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas) , el Gobierno del Ecuador y la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología de España). El CIIFEN tiene como misión “promover y desarrollar acciones para consolidar la interacción ciencia-política y el fortalecimiento de los servicios hidroclimáticos y oceánicos a in de contribuir en la gestión de los riesgos y la adaptación frente al cambio y la variabilidad climática” y ha trabajado extensamente en vulnerabilidad, y en los sectores de agricultura y recursos hídricos. En 2012 el CIIFEN fue designado por pedido de los Servicios Meteorológicos del Oeste de Sudamérica como Centro Re- Fig. 1.107, Reunión del ERFEN con representantes de INOCAR, INAMHI, SNGR, etc 54 Capítulo I Fig. 1.108, Anomalías de la temperatura supericial del mar (ºC) del 24/1/1998, se observa el calentamiento anómalo del océano en el Pacíico central y oriental (NOAA/NESDIS) gional del Clima (CRC) de la Organización Meteorológica Mundial. Con tal designación la institución expande su ámbito de acción hacia la provisión de datos e información climática para los Servicios Meteorológicos Nacionales de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Bolivia. Más información puede ser consultada en su página web: http://www.ciifen.org/ NOOA: Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos La Administración Nacional para el Océano y la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA) es una agencia cientíica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos creada en octubre de 1970. Entre sus metas se encuentra la de “entender la variabilidad climática, incluyendo el cambio climático y el fenómeno oscilatorio de El Niño, para asegurar que se pueda predecir y responder apropiadamente”. NOAA tiene un liderazgo internacional en la investigación, monitoreo y predicción del Niño a través de sus programas de Clima y Cambio Global y más especíicamente del Laboratorio Marino Ambiental del Pacíico que actualmente es el responsable de un sistema de observación de ENSO que se conoce como Red-TAO (Tropical Atmospheric Ocean), y que hoy en día se denomina TAO/TRITON. La Red-TAO comenzó a raíz de los fuertes impactos negativos resultantes del Fenómeno del Niño en 1982-1983, con colaboración de países como Estados Unidos, Japón, Francia, Taiwan y Korea, y consiste en un conjunto de alrededor de 70 boyas dispuestas a lo largo del Pacíico ecuatorial, con mantenimiento desde el buque Ka’imimoana de la NOAA con base en Honolulu (Hawai). Su función consiste en supervisar la temperatura del agua hasta una profundidad de 500 metros, así como los vientos, temperatura atmosférica, y la humedad relativa (datos a tiempo real en http:// www.pmel.noaa.gov/tao/elnino/). En cuanto al monitoreo, el Servicio Nacional de Datos e Información de Satélites Ambientales (National Environmental Satellite Data and Information Service, NESDIS), opera desde 1982 dos satélites de órbita polar que proporcionan información, entre otros, sobre la altura de la supericie del océano o los vientos supericiales, destacando los gráicos de alta resolución sobre temperatura supericial del mar (TSM) y sus anomalías, que la NESDIS publica dos veces por semana (Fig. 1.105). Estas tecnologías, sumadas a los modelos numéricos del océano que publica semanalmente el Servicio Meteorológico Nacional (National Weather Service, NWS) y los modelos de propagación de ondas Kelvin, permiten su rastreo y la estimación de su llegada a las costas de Sudamérica. Adicionalmente, el Servicio Nacional de Pesca Marina (National Marine Fisheries Service, NMFS) lleva a cabo un continuo monitoreo de los stocks marinos, desde el zooplancton hasta el camarón, la anchoa o el salmón, incluyendo la ecología y detonantes de las loraciones de algas nocivas (harmful algal bloom) 55 Amenazas de Origen Natural 1.6 Inundaciones El agua es el elemento fundamental para la vida de los seres en el planeta, pero el agua así como es vida también puede ser muerte, y debemos saber manejarla y aprovechar en forma racional y controlar sus extremos (inundaciones y sequías). Las inundaciones en América Latina y el Caribe, donde se encuentra el Ecuador, entre los años 1970 -2001 los desastres dejaron un saldo aproximado de pérdidas de vidas humanas de 246.569 y 144.9 millones de personas afectadas con daños económicos superiores a los 69.600 millones de dólares. (PNUMA, 2003). Se estima que en la década de los noventa fallecieron 75.289 personas por desastres relacionados a eventos naturales. En las últimas tres décadas del siglo XX las muertes ocurrieron principalmente debido a los terremotos (47.2% del total), inundaciones (18.5 %), tormentas y huracanes (14.0%), erupciones volcánicas (9.3%), epidemias (6.2 %) y los deslizamientos (4.1 %). (PNUMA). Entre los eventos más devastadores de la región se encuentran los efectos del Niño 1982-1983 y 1997-1998. Estas cifras pueden ir incrementando debido en gran medida al acelerado desarrollo de la población que ha modiicado los ecosistemas locales, incrementando el riesgo de inundación, especialmente en las partes bajas de las cuencas hidrográicas. En el Ecuador de acuerdo al Informe de Asociación Regional III de América del Sur, de septiembre de 2004, los daños causados por el fenómeno de El Niño 1997-1998 como lo muestra la tabla 3.11. 1.6.1 Origen de las Inundaciones ¿Qué es una inundación? De acuerdo a la OMM/UNESCO, 1974, la inundación es el “aumento del agua por arriba del nivel normal del cauce”. En este caso el nivel normal se entiende como aquella elevación de la supericie del agua que no causa daños, por lo que se puede entender que la inundación es una elevación mayor a la habitual del cauce, que puede generar pérdidas. En cambio una avenida de acuerdo OMM/UNESCO, 1974, es “una elevación rápida y habitualmente breve de las aguas en un río o arroyo hasta un máximo desde el cual dicho nivel desciende a menor velocidad” Este incremento o disminución de niveles está representado en los limnigramas (variación del nivel del agua en función del tiempo) que deine la variabilidad de las cotas o niveles del río (Fig. 1.107). De acuerdo a (Leopold et al., 1984), las inundaciones son eventos naturales y recurrentes para un río, estadísticamente; los ríos igualarán o excederán la inundación media anual, cada 2,33 años. En general las inundaciones son el resultado de lluvias fuertes o continuas que sobrepasan la capacidad de absorción del suelo y la capacidad de carga de los ríos, esteros y áreas costeras. Esto hace que un determinado curso de aguas rebalse su cauce e inunde tierras adyacentes o llanuras de inundación. Conceptos básicos Es importante señalar los conceptos básicos utilizados en los estudios de inundaciones para que el lector esté familiarizado con los mismos. Precipitación, Es el agua que procede de la atmósfera y cae sobre la supericie, bien en forma líquida (llovizna, lluvias o chubascos) o en forma sólida (nieve o granizo). La precipitación se mide por la altura en mm que alcanzaría su equivalente en agua en una supericie plana y horizontal donde no existan pérdidas ni por evaporación ni por iniltración. Un mm de precipitación equivale a 1litro por cada metro cuadrado (1 mm = 1 lit/m2). La precipitación no es constante en una cuenca, varía espacial y temporalmente, y el escurrimiento depende en gran medida de este comportamiento y de las condiciones de humedad (seca, normal, húmeda) y características de la cuenca (tamaño, pendiente, tipo de suelo, cobertura vegetal, etc.). 56 Capítulo I Se mide en aparatos denominados el pluviómetro y/o pluviógrafo (ig. 1.110), el primero entrega información diaria y el segundo registra (graica) la precipitación en función del tiempo (pluviogramasFig. 1.107), lo que nos ayuda a levantar las intensidades máximas de precipitación que se miden en mm/h, que son muy útiles para el análisis de crecidas e inundaciones. Intensidad de precipitación, Es la cantidad de lluvia caída en un determinado tiempo y sitio, se mide en mm/h. Ej. 5 mm/h. El pluviógrafo (ig. 3.105) o un medidor electrónico de lluvia, es el instrumento ideal en el cual se registra la lluvia (faja pluviográica de la ig. 1.108), ya que al medir la intensidad de ésta, será posible saber cuándo y cuánto llovió en cada instante en un sitio determinado, durante un evento de lluvia. Para tener un concepto más claro de intensidad, se puede decir que no es lo mismo que llueva 20 mm en 23 horas, que llueva los mismos 20 mm durante 10 minutos, de allí la importancia de contar con estos instrumentos que de medir la simple precipitación. Hietogramas, Es un gráico de barras en el cual se indica la variación de la precipitación o intensidad en intervalos de tiempo, usualmente de una hora. Caudal o Gasto, es la cantidad de agua (escurrimiento) que circula por un sitio determinado de un cauce en un cierto tiempo. Para el diseño de obras hidráulicas se usa más como el volumen de agua Fig. 1.109 Limnigrama del río Calera AJ Amarillo (Puyango). Carlos Gutierrez Fig. 1.110, Faja pluviográica diaria. Carlos Gutierrez 57 Amenazas de Origen Natural que circula en un río en un determinado tiempo dado en m3/s o en litros/s utilizado para diseños de sistemas de agua potable para pequeñas comunidades. Hidrograma, Es la representación gráica de la variación continua del caudal en el tiempo. Para cada punto del hidrograma se conoce el caudal que está pasando por el sitio de medición (estación hidrológica). El área bajo la curva es el volumen de agua que ha escurrido durante ese tiempo. Periodo de retorno (Tr), Es el periodo de tiempo promedio, en años, en que un determinado evento (en este caso caudal o también puede ser precipitación), es igualado o superado por lo menos una vez. (Monsalve, 1995). El periodo de retorno no es cíclico, es un término probabilístico. Esto quiere decir que el evento analizado no ocurre exactamente en el número de años que indica el periodo de retorno, ya que éste puede ocurrir el próximo año o dentro de muchos años. Para el diseño de obras hidráulicas se han propuesto periodos de retorno especíicos de acuerdo a la importancia de las obras, así por ejemplo para diseño obras de drenaje (alcantarillas) comúnmente 10 años y para presas (vertederos) 5000 a 10000 años. Cuenca hidrográica, Es un área deinida topográicamente, drenada por un curso de agua o un sistema conectado de cursos de agua, tal que todo el caudal eluente es descargado a través de una salida simple (Germán Monsalve Sáenz) Laminación, Es la atenuación y/o regulación de los caudales máximos que se presentan en un cauce natural, se realiza generalmente mediante la construcción de presas. Esto permite disminuir los picos de las crecidas y evacuar los caudales que en el río puedan circular sin desbordarse; con el in de no causar daños a las áreas adyacentes del mismo (poblaciones, agricultura, infraestructura, etc.). Tabla 1.14 Daños causados por las inundaciones durante el fenómeno de El Niño 1997-1998 en el Ecuador (millones de dólares). Estimaciones CEPAL con base en cifras oiciales 58 Capítulo I Fig. 1.111, Hietograma. Carlos Gutierrez Fig. 1.112, Hidrograma de un río. Carlos Gutierrez Fig 1.113, Pluviógrafos. Carlos Gutierrez Fig. 1.114, Cuenca hidrográica o Hidrológica. Carlos Gutierrez 59 Amenazas de Origen Natural Llanura de inundación, e deine como “una franja de tierra relativamente plana, junto a un río y que sufre desborde de las aguas durante las crecidas” (Leopold et al., 1964). Las llanuras de inundación son, en general, aquellos terrenos sujetos a inundaciones recurrentes con mayor frecuencia, y ubicados en zonas adyacentes a los ríos y cursos de agua. Origen de las inundaciones, Una de las principales causas por las que se producen las inundaciones luviales suelen ser las lluvias intensas dependiendo de la zona o región en donde se produce y está en función de diversos factores meteorológicos. Otro de las causas por las que se producen las inundaciones son los antrópicos, debido a la falla o rompimiento de obras hidrotécnicas (presas, diques luviales, etc.), mala ubicación de las obras hidráulicas (puentes, alcantarillas, etc.), cambios del uso del suelo, cambios de cursos de ríos, erosión de los suelos y la extracción de minerales del subsuelo. 1.6.2 Tipos de Inundaciones Las inundaciones pueden clasiicarse de acuerdo al tiempo de duración y según el origen que las genere. Por el tiempo de duración Inundaciones muy rápidas producidas por lluvias de intensidad muy fuerte (superior a 180 mm/h) pero de corta duración (menor a 1 hora).- Usualmente producen inundaciones locales en las ciudades y pueblos (plazas, garajes, sótanos, etc., debido a problemas de drenaje) o en pequeñas cuencas con mucha pendiente, produciéndose las llamadas “lash-loods” o inundaciones súbitas (ig. 1.112). Inundaciones producidas por lluvia de intensidad fuerte o moderada (superior a 60 mm/h) y duración inferior a 72 horas. Pueden producir inundaciones catastróicas, con transporte de gran Fig. 1.115, Inundación producida por el río Zarumilla - Huaquillas (12/2006). Carlos Gutierrez Fig. 1.116, Inundaciones y lujo de lodos en la ciudad de Esmeraldas (laderas) Carlos Gutierrez Fig. 1.117, Cauce del río Mosquito azolvado en la parte baja, cuenca río Chone-2006) Carlos Gutierrez Fig. 1.118, Empozamiento o anegamiento por saturación de suelos (zonas bajas de cuenca rio Chone-2006) Carlos Gutierrez 60 Capítulo I cantidad de sedimentos, materiales, troncos, etc., incluso pueden producir muertes, ya que la incertidumbre sobre la cantidad, intensidad, duración y las zonas que pueden ser por las lluvias es todavía grande (ig. 1.112) Por su origen a. Pluviales (exceso de lluvia) Ocurren cuando el agua de lluvia satura la capacidad del terreno y no puede ser drenada, acumulándose por horas o días sobre el terreno (ig. 1.113). b. Naturales: Empozamiento o anegamiento por lluvia: en zonas bajas y planas impermeables, desbordamiento: de lagos, de ríos y corrientes (ig. 1.114, 1.115), represamiento: conluencia de cauces, coincidencia de crecientes, taponamientos por materiales, sedimentos y palizadas, mareas: inluencia del mar. c. Antrópicas: Empozamiento o anegamiento por lluvia debido a: deiciencia de drenaje, obstáculos, desbordamiento: de embalses, de canales, diques, represamiento: por obstrucción del cauce, descargas de caudal, azolve de cauces y mal manejo de recurso hídrico. Los efectos de las inundaciones en general, pueden ser graves que pueden causar: peligro para la vida de las personas, para la vida animal, daños y pérdidas agrícolas y ganaderas, daños en vías de comunicación, ediicaciones, presas y otras obras hidráulicas, y cambios en el curso de los ríos. 1.6.3 Metodologías para modelar crecientes o avenidas Para la modelación de las crecientes se recomienda tomar en cuenta los siguientes pasos: Análisis geomorfológico, Identiicación de antiguas inundaciones a partir de la interpretación de geomorfas, procesos morfodinámicos, evidencias de crecidas, imágenes, etc. La unidad de análisis utilizada es la cuenca hidrográica, las escalas utilizadas son: 1:10.000 y 1: 50.000 por lo general, en esta unidad se mapean los datos históricos (cotas y extensiones), características del sistema luvial (cauce, terrazas, antiguos cauces, diques naturales, depresiones, etc.), dinámica del curso (rápidos, zonas de erosión, sedimentación, inestabilidad de talud del cauce), elementos expuestos (viviendas, zonas agrícolas, etc.). Información inundaciones históricas, encuestas a la población que se asienta en el área afectada por las inundaciones (personas que vivan en el sector mínimo 30 años en adelante). Igualmente la unidad de análisis es la cuenca hidrográica, dentro de la cual se encuentra el área y/o población que se requiere mapiicar las zonas de amenazas por inundaciones. Dentro de esta área identiicada se realizan encuestas sobre los diferentes eventos de inundaciones producidos en la zona, Fig. 1.119, Concepción del sistema (cuenca hidrográica) Carlos Gutierrez Fig. 1.120,.Modelo hidrológico (hidrograma de salida). Carlos Gutierrez 61 Amenazas de Origen Natural tiempos de llegada de las inundaciones, áreas afectadas, niveles de inundaciones alcanzados, fechas de ocurrencia, etc. Información que ayudará a mejorar el análisis geomorfológico y la modelación hidráulica para la obtención inal del mapa de amenazas por inundaciones. Modelación hidrológica, Determinación de caudales en cada una de las corrientes y tramos estudiados a partir del registro histórico de lluvias y caudales (cálculo de la probabilidad de ocurrencia o periodo de retorno), concepción de funcionamiento del sistema o cuenca hidrográica (ig. 1.116). Sistema 1. Precipitación: Cuánto?.- Diseño de lluvias (hietogramas típicos), reconstrucción de eventos pasados a partir de eventos históricos. Análisis de frecuencias a partir de registros históricos máximos (caudales, precipitaciones máximas en 24 horas) para diferentes periodos de retorno. Sistema 2. Cuánto y Cuándo).- Aplicación de modelos matemáticos ID (ig. 1.117) para obtener el hidrograma de salida y chequeo de la capacidad hidráulica del cauce. Modelación hidráulica, caracterización física de la inundación: profundidad, velocidad del lujo, propagación de la crecida, duración. Sistema 3. Modelación Hidráulica: Cuánto?, Cuando? Y Dónde?.- Información de entrada como: Modelos digitales de terreno, MDT (estructuras de detalle, ediicaciones, etc., escala 1: 5000 o menor), batimetrías, caracterización de sólidos, Mapa de rugosidad, condiciones de borde y condiciones iniciales. Con la información indicada se utilizarán modelos hidráulicos en 2D como: HEC-RAS, LISFLOOD-2D, MIKE21, etc. Los resultados a ser obtenidos son: Distribución espacial, profundidad de la inundación, velocidad del lujo, tiempo de llegada, impulso y gradiente entre otros parámetros hidráulicos. Con todos los parámetros analizados y calculados, siguiendo el procedimiento indicado se inicia la elaboración del Mapa de Amenazas por Inundaciones (ig 1.109), que servirá para la toma de decisiones. 1.6.4 Prevención y mitigación de los daños por inundaciones (estructurales, no estructurales, Actuaciones antes y durante el evento) La protección contra las inundaciones incluye, tanto los medios estructurales, como los no estructurales, que dan protección o reducen los riesgos por inundación. Las medidas estructurales incluyen las represas y reservorios, modiicaciones a los canales de los ríos, diques y riberos, depresiones para desbordamiento, cauces de alivio y obras de drenaje. Las medidas no estructurales consisten en el control del uso de los terrenos aluviales mediante zoniicación, los reglamentos para su uso, las ordenanzas sanitarias y de construcción, y la reglamentación del uso de la tierra de las cuencas hidrográicas. Fig. 1.121, Terraplenes de escollera, río Zarumilla Carlos Gutierrez 62 Fig. 1.122, Muros directores de gaviones, río Zarumilla. Carlos Gutierrez Capítulo I Medidas estructurales • Terraplenes de escollera (ig. 1.118) • Presas de escollera para laminación de crecidas • Canales de desviación (baypass) • Muros directores de gaviones (ig. 1.119) • Muros marginales de protección • Obras de drenaje Medidas no estructurales • Identiicación de zonas de riesgo por inundaciones (ig. 1.120) • Conocer el grado de peligro al que están expuestas algunas ciudades del país. • Reasentamientos de la población que se encuentra en zonas de alto riesgo. • Expedición de ordenanzas municipales • Planiicación urbana tomando en cuenta el factor riesgo por inundaciones • Prevención y gestión del riesgo en general • Implementación de medidas de prevención (concienciación a la gente frente al riesgo) • Implementación de un sistema de alerta temprana – SAT Sugerencias para la gestión de las inundaciones Para una gestión integrada, conformar comités de cuencas con representación de las entidades comprometidas en la oferta, demanda y administración de los recursos naturales renovables y recursos hídricos, con carácter multisectorial. Estimular y apoyar el desarrollo y ampliación de redes de información ambiental para el intercambio de datos, metodologías y procedimientos entre los países del área, en especial entre los países con cuencas compartidas. Fig. 1.123, Mapa de Amenazas por inundaciones del cantón Vinces (Fuente. Coopi). Carlos Gutierrez 63 Amenazas de Origen Natural Obtener información lo más detallada y apropiada posible de nuevas estaciones hidrometeorológicas, incorporadas a sistemas computarizados, para establecer modelos de previsión. Desarrollar programas nacionales y regionales de información y sensibilización de los diferentes grupos comprometidos: autoridades, profesionales, líderes sociales y sociedad civil, para una toma de decisiones mejor y más eicientes. Al planiicar y ejecutar actividades en las cuencas hidrográicas, dedicar una mayor atención a la operación, mantenimiento y monitoreo de las obras construidas por medio de la evaluación de dichas actividades y la divulgación de sus resultados. Evaluar el nivel de vulnerabilidad a las inundaciones con el objeto de tomar decisiones al respecto, a un nivel aceptable, así como ejecutar las acciones de mitigación necesarias para alcanzar dicho nivel Investigar métodos más efectivos para involucrar la participación del público, particularmente de los sectores de la población más afectados, en la toma de decisiones relativas a medidas de reducción de la vulnerabilidad de las inundaciones, incluyendo la participación del costo con la gente afectada. • • • • • • Entre las medidas no estructurales, considerar: La zoniicación ambiental y el ordenamiento del uso de suelo; El perfeccionamiento de los sistemas de alerta temprana; La formación y capacitación de dirigentes de comunidades locales, apoyándolos para enfrentar adecuadamente, entre otros, los peligros de inundaciones; Diseños alternativos de construcción de infraestructura y vivienda para soportar determinadas amenazas naturales y el uso del seguro contra inundaciones. Las inundaciones son peligrosas porque suelen ser muy rápidas, a veces sin previo aviso, y arrastran todo lo que encuentran a su paso: personas, construcciones, sembríos, vehículos y carreteras, etc. Con una fuerza muy poderosa. Por tanto se recomendan las siguientes mediciones preventivas antes una inundación: No construir en la ribera de los ríos, quebradas, canales o valles que tienen antecedentes de inundaciones, Fig. 1.124, Mapa de evacuación nuclear por radiación en Japón debido del tsunami en 2011. De JapanFocus.org 64 Capítulo I • Conservar limpio el cauce de los ríos, quebradas, cunetas, canales de desagüe y drenaje, • Conservar la vegetación en las montañas y en las orillas de los ríos, • Conocer las zonas altas y seguras, que no se inunden y sirvan de refugio, y las rutas para llegar a ellas, • Si hay una alarma de inundación, coloca sacos de arena alrededor de tu casa y apila los objetos y bienes, poniendo en alto los de valor que se puedan dañar. Cumple con las instrucciones de las autoridades y luego sal del área, con tu familia, hacia una zona segura. • Tener siempre a mano: a) Botiquín de primeros auxilios; b) Cobijas, velas, fósforos; c) Radio portátil, linterna; d) Recipiente con agua limpia (galón); e) Comida no perecible (enlatados). • Mientras durante una inundación: • Conservar la calma, • Corre con tu familia al lugar cercano más seguro (zona alta – elevaciones) o súbete encima del lugar más alto (techo de la casa), • No cruces puentes inestables o con alto nivel de agua. No atravieses ninguna zona inundada, • No cruces ríos o zonas inundadas sin apoyo de embarcaciones, • No te acerques a postes eléctricos caídos o cables sospechosos, • No entres a zonas afectadas, aléjate de lugares inestables, • Si te encuentras en un vehículo, trasládate rápidamente a un lugar alto y seguro, sal del mismo, • Para rescatar a alguna persona, usa de forma segura y con ayuda de otras personas, cuerdas, extensiones, botes y/o lotadores. • Mientras después de una inundación: • Espera a que los organismos de protección civil o la autoridad pertinente, autorice el retorno y sigue sus instrucciones. • Limpia, desinfecta y avalúa tu vivienda. Si se encuentra inestable o en lugar inseguro, márchate y no regreses a tu vivienda hasta que pase el peligro. Comprueba que no esté afectada en su estructura. • Alójate en casa de familiares o amigos, hasta que pase el peligro y repares la casa. No derrumbes columnas o paredes que hayan quedado débiles, porque pueden desplomarse o abatir otras estructuras. • Ayuda a despejar el barro, los objetos y desechos en las calles. Entierra o quema los animales muertos. • Recupera la comunidad con tus vecinos. • Ya en casa, no toques cables de electricidad, ni uses aparatos eléctricos, antes de revisar las instalaciones. 1.7 Niveles de impacto y transferencia de riesgos Tomando en consideración los recursos y las capacidades en los niveles: Nacional, Regional y Local, se pueden clasiicar a los impactos de los eventos potencialmente catastróicos de la siguiente manera: Nivel I: Evento de magnitud menor y efecto localizado, que puede ser atendido con los recursos y capacidades locales disponibles. Nivel II: Evento de afectación extendida a varios sectores de un nivel local, pero sin consecuencias lo suicientemente graves como para ser declarado como un desastre; para su atención se requiere la disposición de los recursos locales y el apoyo especíico de entidades de orden superior para garantizar la atención a la población afectada. Atiende con recursos locales, adicionales a los dispuestos para emergencias sin exceder su capacidad. Nivel III: Evento de afectación a un nivel regional (Costa – Interandina – Amazónica – Galápagos); requiere la movilización de recursos de varias localidades y el apoyo de entidades externas de orden nacional; Las capacidades de los niveles locales y regionales, son suicientes para llevar a cabo el manejo d la situación, pero a pesar de ello, se requiere la asistencia especíica del nivel nacional. Nivel IV: Evento de afectación generalizada en el nivel político – administrativo regional cuyo manejo requiere la intervención directa del nivel nacional. Se superan completamente las capacidades locales y regionales e inmediatas de grado superior en la división político – administrativa. 65 Amenazas de Origen Natural Fig. 1.125, Refugiados en la Sahara, África. De AmbientalesSaawinternatinal. org.jpg Fig. 1.126, En el poblado de Chacauco los vecinos del lugar ayudan a trasladar a las personas de la tercera edad. Blog de WordPress.com. Fig. 1.127, Mapa de evacuación nuclear por radiación en Japón debido del tsunami en 2011. De JapanFocus.org 66 Capítulo I Para poder enfrentar los impactos de los niveles mencionados hay diferentes metodologías de la planiicación. La visión de un plan es “Satisfacer las necesidades de la comunidad ante riesgos de desastres en lo que respecta a su seguridad y desarrollo.” La planiicación de Defensa Civil (o Protección Civil), abarca seis etapas: • • • • • • Diagnóstico Determinación de los objetivos. Formulación de Políticas y/o estrategias Formulación del Plan Evaluación Reformulación del Plan Las primeras tres etapas son una serie de estudios preliminares realizados por las instituciones técnicas y cientíicas existentes. Sirven para establecer ciertos elementos indispensables que facilitarán el delineamiento o “Desarrollo del Plan. La cuarta etapa consiste en la “Redacción del Plan” con los datos obtenidos en las tres primeras etapas iniciales. Una vez redactado el plan vendrán las dos últimas etapas adicionales e indispensables que hacen que el plan tenga un seguimiento a in de irlo analizando en Forma Permanente. Las características de un Plan son: a. Integrado: El Plan debe ser Integrado – Integrador: Esto signiica que se constituya en una respuesta completa, en donde todos los elementos necesarios estén bien organizados e integrados y en el que se involucren, inteligentemente el mayor número de recursos disponibles. b. Permanente: Toda institución debe tener un Plan, una respuesta preconcebida, en la misma medida en que existan riesgos y peligros permanentes. c. Lógico: El Plan debe ser producto del empleo de una secuencia lógica en su elaboración y ejecución, de un lógico ordenamiento y aprovechamiento de los recursos existentes, y además, por una serie de posibles respuestas para diversas circunstancias, cientíicamente preparadas. d. Flexible: Es lexible, en la medida en que permita su revisión y ajuste oportunos y a las posibilidades de adecuarse (adaptarse – adoptarse) a las circunstancias reales que se puedan presentar. e. Claro: Esto signiica que puede ser comprendido, interpretado y ejecutado, con toda facilidad. f. Concreto: Que trate especíicamente, sobre lo fundamental y que responda a situaciones concretas. g. Completo. h. Ejecutable. i. Factible. j. Efectivo. k. Viable. Además, que cumpla objetivos institucionales, que es acertadamente concebido, que haya la determinación de cumplirlo y inalmente garantiza la libertad de acción de los subordinados. La planiicación requiere de un estudio detenido y detallado y debe ser: • Retrospectivo: Para determinar los principales factores que han producido las condiciones actuales. • Actual: Para examinar las fuerzas con que el Plan tiene que enfrentarse. • Orientado al futuro: A in de ijar una serie de objetivos (Generales y Especíicos). Concretando estos elementos podemos alistar los elementos básicos que se consideran fundamentales y deben constar en un Plan o los diferentes Planes de Emergencia como: • Identiicación y delimitación en un mapa de los escenarios y zonas de riesgo. • Registro d los bienes móviles y su valor (excluyendo los efectos personales que se transportan fácilmente). 67 Amenazas de Origen Natural • Identiicación de las zonas de seguridad y albergues a los cuales se dirigirá la población que será evacuada en caso de un evento adverso. • Identiicación de las rutas de evacuación, mantenimiento y limpieza de las mismas. • Identiicación de los puntos de embarque o concentración para las personas que requieren de transporte para la evacuación. • Medios de transporte y control de tráico. • Albergues y facilidades en las zonas de seguridad. • Inventario de personal y equipo con se cuenta para búsqueda y rescate. • Hospitalización y servicios médicos para personas heridas y enfermas. • Seguridad en las áreas evacuadas. • Procedimientos de alerta. • Formulación y difusión de alertas al público. • Procedimientos para comunicaciones en las emergencias. • Protocolos para reformular y actualizar el Plan. • • • • • • • • • • • • • • • • • • Los requisitos básicos para que un plan tenga éxito debe ser: Escrito Aprobado por todos los participantes (en su elaboración y ejecución). Conocido por todos involucrados partidos. Puesto en práctica (Ejercicios de simulación y simulacros de evacuación). Tener planteamientos claros que permitan determinar las áreas de inluencia de los fenómenos adversos. Ser conocida la percepción de la población sobre la situación de riesgo. La planeación debe responder a las necesidades de la población. El diagnóstico de la situación se va acondicionando pero en ciertos escenarios entra en letargo, generando olvido y descuido en la comunidad sobre el riesgo latente (como por ejemplo el proceso eruptivo de los volcanes). Determinar cuál es la población más vulnerable (el tipo de evento adverso, determina el nivel del riesgo). Determinar y establecer el peril de la población (educación, cultura de riesgo, estatus económico, condición social. etc.), esto nos dará la capacidad de respuesta de la comunidad frente a escenarios de riesgo. Prever el antes de una situación de eventos adversos y/o desastres. Se debe comprometer a los actores en la planiicación (romper paradigmas). Los planes tienen que ser lexibles (no rigidos). Los planes deben ser bien presupuestados. Esbozar, en base a la Historia o antecedentes históricos sobre los desastres, un “Presupuesto” y una “Identiicación” de los sectores o jurisdicciones que siempre van a ser afectadas, de conformidad con los escenarios establecidos y las experiencias históricas en la región o localidad en estudio y motivo de la planiicación. Considerar todos los apoyos internos y externos dentro de la planiicación. El plan tiene que ser integrado – integrador. Analizar, determinar y considerar la población más vulnerable para establecer prioridades de atención – respuesta y evacuación. 1.8 Simulación y simulacro Cada plan o los planes de emergencia(s) necesitan un ejercicio para averiguar el grado de preparación y para evaluar el alcance de las metas de un plan. Por lo tanto se ejercen simulaciones numéricas teóricas o simulacros prácticos. Hay diferentes formas de simular riesgos, amenazas o desastres en forma numérica, igual hay diferentes tipos de simulacros. Los mas comunes simulacros involucran la evacuación de un sitio inseguro hacia un sitio seguro. 68 Capítulo I Un simulacro de evacuación es por deinición un ejercicio de emergencia que lo realizan las personas, familias, barrios, instituciones y comunidades, en un escenario preestablecido o en un área especíica, en base a datos coniables de probabilidades, respecto a la vulnerabilidad de ediicios, viviendas, instalaciones de trabajo, u otros riesgos que puedan causar pérdida de vidas humanas y bienes, a in de proceder al retiro obligatorio de estas personas y/o bienes, desde un sitio peligroso o área de riesgo de desastres hacia una zona preestablecida, llamada Zona de Seguridad. Hay diferentes recomendaciones para realizar un simulacro de evacuación desde un lugar de vivienda o trabajo hacia una zona de seguridad: • El ediicio o instalaciones, deberán tener un sistema de alarma sonora, de características tales que pueda ser activado de forma manual. • Al activarse y sonar la alarma, ésta anunciará el peligro y debe ser activada al menos por un lapso de un minuto. • Al sonar la alarma, las personas deberán buscar protección junto es decir a lado de mobiliarios fuertes y alejarse de vidrios (como ventanas) u otras partes inseguras o peligrosas. • Producido el fenómeno, las personas observarán el estado del lugar. De no haber obstáculos o peligros, procederán a abandonar las instalaciones con calma, en forma ordenada y rápida, utilizando las rutas de evacuación preestablecidas, caso contrario (y dependiendo del evento), permanecerán en el lugar hasta ser rescatados. • En la zona de seguridad, señalada con la debida antelación, las personas permanecerán en el lugar durante un período de tiempo pertinente, según las circunstancias o hasta que los líderes del ejercicio den por terminado el mismo. • Cada líder o jefe de familia veriicará que todas las personas que participan en el ejercicio, estén en la zona de seguridad, de no ser así, comunicará las novedades a la Unidad de Búsqueda, Rescate y Evacuación para que ésta tome las acciones pertinentes. Fig. 1.129, Anuncio de un simulacro de evacuación nocturno en Perú. De diasparamejorar.blogspot.com Fig. 1.128, Simulación Sísmica en Mendoza, Argentina. De sismicaweblog. mendoza.edu.ar Fig. 1.130, Simulacro de evacuación por desastres en Colombia (SENA). De brigadacentroconstruccion.blogspot.com 69 Amenazas de Origen Natural • Una vez que se veriique o considere que el peligro ha pasado, la autoridad máxima decidirá y dispondrá el retorno de las personas y familias a las instalaciones o viviendas. Hay principalmente tres tipos de simulacros: a. Por su alcance: Parciales Totales b. Por la información dada a las personas: Avisado Parcialmente avisado Sorpresivo c. Por el grado de complejidad: Simple Complejo Muy complejo Las caracteristicas de un simulacro permite e incluye: Se ejecuta en el lugar donde podría ocurrir una emergencia o un desastre. Es práctico y operativo. Demanda movilización de personal y equipo. Demanda una cuidadosa preparación. Tiene un costo relativamente alto. Evalúa coordinación y técnicas de operación entre otros aspectos. Facilita la adaptación del personal al ambiente y a condiciones similares a una posible emergencia real. Es la situación icticia más cercana a un caso real. Generalmente participa personal de diversas disciplinas, instituciones y la población eventualmente afectada. Tabla 1.15, Diferencias y semejanzas entre simulación y simulacro Fig. 1.131, Anuncio de un simulacro de evacuación nocturno en Perú. De diasparamejorar.blogspot.com 70 Fig. 1.132, Simulacro de evacuación por desastres en Colombia (SENA). De brigadacentroconstruccion.blogspot.com Capítulo I Al otro lado la simulación es un ejercicio de manejo de información, para la toma de decisiones, adiestramiento en desastres, la capacitación y evaluación; basada en un supuesto evento adverso dentro de una comunidad amenazada, ocurrido en un lugar y un tiempo especíico, con el in de representar situaciones de desastres para promover una coordinación más efectiva de respuesta, por parte de las autoridades pertinentes y de la población es la actividad que imita una representación real. El término simulación, se utiliza para deinir la presentación de un suceso que podría ser real en un momento dado y que representa los aspectos fundamentales; en realidad se trata de identiicar (por parte de autoridades y miembros que integran un Centro de Operaciones de Emergencias COE) los problemas y plantear las posibles soluciones en la toma de decisiones. Este ejercicio de ejecución de acciones, previamente planeadas, para enfrentar las consecuencias de un supuesto evento adverso o desastre permite en forma simple: • Presentar los elementos esenciales de la situación elegida. • Determinar relaciones e interacciones entre áreas de trabajo. • Acelerar el tiempo, aprovecharlo y manejarlo según las necesidades del ejercicio. • Experimentar el impacto de la toma de decisiones en un momento de tensión e incertidumbre, y Desarrollar un proceso de enseñanza aprendizaje dinámico y participativo. • Las caracteristicas de una simulación permite e incluye: • Estimulación de la búsqueda de soluciones a problemas frecuentes derivados de un evento adverso. • Se sustenta en la información, generalmente dada por escrito. • Se emplea en actividades de capacitación (adiestramiento a autoridades). • Estimula la búsqueda de soluciones en equipo. • Permite la observación de actitudes individuales y grupales de los participantes. • Brinda conocimientos y otras experiencias. • Es de bajo costo. • Se lo realiza en instalaciones generalmente bajo techo (aulas, salones, etc.). • Las respuestas se dan en forma oral o escrita. • Es relativamente fácil de dirigir y controlar. 1.9 Planiicación frente a un riesgo El riesgo es analizado desde los siguientes componentes: • Los elementos expuestos. • Las amenazas. • Las vulnerabilidades frente a los desastres. • Al hablar de vulnerabilidades, se consideran las debilidades: • Debilidad estructural de las construcciones frente a los sismos. • Debilidad de un grupo humano para anticiparse o afrontar una situación de crisis. • Debilidad de un sistema para adaptarse a los cambios después de una catástrofe, etc. Que constituyen un Componente Esencial del Riesgo. Normas aplicables, instrucciones y recomendaciones en caso de producirse un evento adverso. A. Fase de Antes (etapa de preparación) • Asista a los ejercicios de adiestramiento • Conozca las rutas de evacuación • Mantenga siempre su derecha en la ruta de evacuación, o, descenso por las escaleras • Conozca desde donde, a donde y por donde evacuar • Conozca la zona o área de seguridad B. Fase de durante (etapa de atención respuesta) • Las personas cuando viven un evento adverso, por ejemplo, sienten un temblor, la primera reacción es correr y abandonar el lugar en el que se encuentran. Lo fundamental es conservar la serenidad y no contribuir al pánico • Apartarse de lámparas colgantes, cuadros, armarios y todo tipo de muebles que puedan virarse, así como de ventanales que puedan romperse 71 Amenazas de Origen Natural • Recuerde que en la calles hay riesgos similares a los que se suma el tráico con conductores descontrolados. • No utilizar el ascensor ya que puede quedar atrapado por posibles daños a lo largo del ducto, en sus mecanismos o por cortes de luz. • En la calle, aléjese de los ediicios, cables de energía eléctrica torres y postes. • No precipitarse y aglomerarse en puertas, pasadizos y escaleras, mantenga la calma , la disciplina y un ordenamiento de evacuación, a in de no sufrir accidentes al caer al piso y ser pisoteado y aplastado por los compañeros, • Salga ordenadamente y mantenga la luidez de la evacuación. • Mantener la serenidad, la prudencia y una actitud mental positiva, así como, brindarse el apoyo mutuo entre compañeros. • No se ubique o busque protección, debajo de aleros, balcones o cornisas. C. Fase de después (etapa de rehabilitación de emergencia) • Luego de las tareas de rescate y suministro de Primeros Auxilios, las personas con heridas graves no deberán ser movidas de su sitio hasta que lo disponga el médico. • No entorpezca las actividades de auxilio y rescate. • No acoja rumores, no ayude a su propagación. • No retorne a las oicinas, vivienda o, a las instalaciones de los ediicios en general, mientras las autoridades superiores no lo dispongan previo a la inspección técnica del ediicio. • Al retornar, cuídese de pisar cables de energía eléctrica (alta tensión) o vidrios. • • • • • • • • • • • • • • • • • La etapa de atención respuesta es para: Salvar vidas. Atender heridos. Atender enfermos. Alimentar. Abrigar. Vestir. Albergar. Calmar psicológicamente. La etapa de rehabilitación es para: Consolidar la atención médica. Restablecer la estabilidad psicológica. Restablecer los servicios vitales. Albergues (viviendas) provinciales de emergencia. Reparación de vías y medios de comunicación y transporte (restablecer la circulación económica). Reparar locales escolares, centros de salud, casas comunales, ediicios públicos indispensables. Restablecer el funcionamiento de las actividades sociales, económicas administrativas, etc. Consolidar la normalidad plena para que la zona continúe su propio desarrollo. “Una tragedia ocurrirá casi al mismo tiempo en que se olvida el terror de la anterior catástrofe” (Proverbio Japonés). 1.10 Bibliografía Aguiar Falconí, R., 2011: El Mega Sismo de Chile 2010 y Lecciones para el Ecuador. Quito, Ecuador: 184 pp. Aguiar Falconí, R., 2013: Microzoniicación Sísmica de Quito. Valle de los Chillos, Ecuador: 212 pp. Aguiar R., Toulkeridis T., Castro C., 2009:, “Nuevo mapa de peligrosidad sísmica. Informe Corto”, SIGMA, Revista técnica e informativa del Colegio de Ingenieros Civiles de Pichincha, 16: 14-19. Aguiar R., Toulkeridis T. and Castro C., 2009: “Peligrosidad sísmica del Ecuador”, Construcción, Revista de la Camara de Construcción de Quito, 206: 30-33. Blong, R.J., 1984: Volcanic Hazards: A Sourcebook on the Efects of Eruptions. Academic Press: 424pp 72 Capítulo I Carreón-Freyre, D., Cerca, M., Galloway, D.L. (ed.), 2010: Land Subsidence, Associated Hazards and the Role of Natural Resources Development. IAHS Publication 339. Oxfordshire, UK.: 521 pp. Clague, J.J., Stead, D., 2012: Landslides. Types, Mechanisms and Modeling. Cambridge University, New York. United States: 420 pp. COOPI, 1996: Zoniicación de Peligros por Inundaciones del cantón VincesDe Alcalá, U. and Carlos, R. J. RESTAURACIÓN DE RÍOS Y RIBERAS. Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Monte, Alacalá, Spain: 9pp Decker, R. and Decker, B., 1980: Volcanoes. W. H. Freeman, USA: 244pp Emanuel, K., 2012: What we know about climate change. London, UK: 96 pp. Ferrer Polo, F.J., 1993: Recomendaciones para el cálculo Hidrometeorológico de Avenidas. MOPTMA: 76pp GEO, 2005: GEO EPOCHE. Tsunami, der Tod aus dem Meer. 26.Dezember 2004 – Protokoll einer Jahrhundertkatastrophe. Hamburg, Deutschland: 163 pp. GEO, 2009: GEOkompakt Nr. 19. Naturgewalten. Vulkane, Erdbeben, Wirbelstürme. Wie die Urkräfte unseren Planeten prägen. Hamburg, Deutschland: 155 pp. Guevara Díaz, J. M., 1995: Meteorología. Universidad Central de Venezuela - Consejo de Desarrollo Cientiico y Humanistico: 376pp Guevara Pérez, T., 2009: Arquitectura moderna en zonas sísmicas. Barcelona, Spain: 207 pp. Guevara, T., 2009: Arquitectura moderna en zonas sísmicas. LTC: 208pp Heiken, G., 2013: Dangerous neighbours volcanoes and cities. Cambridge University Press, USA: 186pp Henson, R., 2011: The Rough Guide to Climate Change. The Symptoms, the Science, the Solution. London, UK: 416 pp. Hubp, J. L., Inbar, M., 2002: Desastres naturales en América Latina. México D.F., México: 501 pp. Hulme, M., 2012: Why We Disagree About Climate Change. Understanding Controversy, Inaction and Opportunity. Cambridge, UK: 392 pp. Joseph, A., 2011: Tsunamis: Detection, Monitoring, and Early-Warning Technologies. Academic Press: 448pp Macias Vázquez, J.L. and Capra Pedol, L., 2011: Los volcanes y sua amenazas. México, D.F., México: 160pp McGuire, B., 2002: Global Catastrophes. A Very Short Introduction. Oxford University, New York, United States: 132 pp. McGuire, B., 2012: Walking the Giant. How a changing climate triggers earthquakes, tsunamis, and volcanoes. New York, United States: 303 pp. Monsalve, G.,1995: Hidrología en la Ingeniería.. Dirección editorial: Departamento de Publicaciones, Escuela Colombiana de Ingeniería, Colombia: 91pp Museo Andrés Del Castillo, 2011:La Sismología en Sudamérica y los Mecanismos de Prevención y Mitigación del peligro y riesgo Sísmico. Lima, Perú: 263 pp. Pozo Rodríguez, M., Gonzalez Yélamos, J. and Giner Robles, J., 2004: Geología práctica : introducción al reconocimiento de materiales y análisis de mapas. Pearson Alhambra: 316pp Schmidt, G., Wolfe, J., 2009: Climate Change. Picturing the Science. New York, United States: 305 pp. Schmincke, H.U., 2004:Volcanism. Springer, Germany: 324pp Siebert, L., Simkin, T. and Kimberly, P., 2011: Volcanoes of the World. University of California Press, USA: 568pp Sigurdsson, H., Houghton, B.F., McNutt, S.R., Rymer, H. And Stix, J., 2000: Encyclopedia of Volcanoes. Academic Press, Elsevier, Netherlands: 1418pp Tarbuck, E.J. and Lutgens, F.K., 2006: Ciencias de la Tierra: Una Introduccion a la Geologia Fisica. Pearson Educacion: 686pp Te Chow, V., Maidment, D. R., and Mays, L. W., 1996:. Hidrología aplicada. McGraw Hill: 571pp Toulkeridis, T., 2011: Volcanic Galápagos Volcánico. (bilingual Spanish-English). Ediecuatorial, Quito, Ecuador: 364 pp Toulkeridis, T., 2013: Volcanes Activos Ecuador. Santa Rita, Quito, Ecuador: 152 pp Toulkeridis, T., Aguiar, R., Rivera, M, Gutiérrez, C., Balseca, W. and Andrade, A., 2009: Manual de procedimientos para la evaluación de la vulnerabilidad física de las infraestructuras eléctricas para cada uno de los casos tipo establecidos. Reporte técnico para el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable. 506pp. Twiss, R.J. and Moores, E.M., 2007: Structural Geology. Freeman, W. H. & Company, USA: 736pp Veitch, N. and Jafray, G., 2010: Tsunamis: Causes, Characteristics, Warnings and Protection (Natural Disaster Research, Prediction and Mitigation). Nova Science Pub Inc.: 276pp 73 Amenazas de Origen Natural 1.11 Referencias El Niño Amador, J.A., Alfaro, E.J., Lizano, O.G., Magan˜ a, V.O. (2006). Atmospheric forcing of the eastern tropical Paciic: a review. Progress in Oceanography 69 (2–4), 101–142. Amaya, D., and G. Foltz (2014) Impact of canonical and Modoki El Niño on tropical Atlantic SST, Journal of Geophysical Research - Oceans, v119(2):777-789, doi:10.1002/2013JC009476. Andrew T. Wittenberg, Anthony Rosati, Thomas L. Delworth, Gabriel A. Vecchi, and Fanrong Zeng (2014). ENSO Modulation: Is It Decadally Predictable?. J. Climate, 27, 2667–2681. doi: Ashok, K., S. K. Behera, S. A. Rao, H. Weng, and T. Yamagata (2007), El Niño Modoki and its possible teleconnection, J. Geophys. Res., 112, C11007 Barber, R.T., Chavez, F.P. (1983). Biological consequences of El Niño. Science 222, 1203–1210. Barber, R.T., Sanderson, M.P., Lindley, S.T., Chai, F., Newton, J., Trees, C.C., Foley, D.G., Chavez, F.P.(1996). Primary productivity and its regulation in the equatorial Paciic during and following the 1991–92 El Niño. Deep-Sea Research II 43, 933–970. Bjerknes, JH (1969). Atmospheric teleconnections from the equatorial Paciic. Monthly Weather Review, 97, 163–172. Capotondi, A., A. Wittenberg, et al. (2015): Understanding ENSO diversity Bull. Amer. Meteor. Soc., in press. CEPAL: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (1998). Evaluación de los efectos socioeconómicos del Fenómeno El niño 1997-1998 Changnon, S. A. (1999). Impacts of 1997—98 El Niño generated weather in the United States. Bull. Am. Meteorol. Soc. 80, 1819–1827 Changnon, S.A. (1999). Impacts of 1997—98 El Niño Generated Weather in the United States. Bull. Amer. Meteor. Soc., 80, 1819–1827. Chao, Y., Ghil, M., McWilliams, J.C. (2000). Paciic interdecadal variability in this century’s sea surface temperatures. Geophysical Research Letters 27, 2261–2264. Chavez, F.P. (2005). Biological consequences of interannual to multidecadal variability. In: Robinson, A., Brink, K. (Eds.), The Sea, vol.13. Harvard University Press, Cambridge, pp. 643–679. Chavez, F.P., Strutton, P.G., Friederich, G.E., Feely, R.A., Feldman, G.C., Foley, D.G., McPhaden, M.J. (1999). Biological and chemical response of the equatorial Paciic Ocean to the 1997-98 El Niño. Science 286, 2126–2131. Climate and Global Dynamics Laboratory (http://www.cgd.ucar.edu/cas/catalog/climind/Nino_3_3.4_indices.html) Corporación Andina de Fomento (2000). El Fenómeno El Niño 1997-1998: Memorias, retos y soluciones. Caracas, Venezuela CPC/NWS/NOAA (2015). Oceanic Niño Index. http://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuf/ensoyears.shtml FAO (2001). State of the World`s Forests: Food and Agriculture Organisation of the United Nations, Rome Feldman, G., Clark, D., Halpen, D. (1984). Satellite color observations of the phytoplankton distribution in the eastern equatorial Paciic during the 1982–1983 El Nin˜o. Science 226, 1069–1071. Fiedler, P.C., (2002b). Environmental change in the eastern tropical Paciic Ocean: review of ENSO and decadal variability. Marine Ecological Progress Series 244, 265–283 Fiedler, P.C., Chavez, F.P., Behringer, D.W., Reilly, S.B. (1992). Physical and biological efects of Los Niños in the eastern tropical Paciic, 1986-1989. Deep-Sea Research 39, 199–219. Fiedler, P.C., Philbrick, V., Chavez, F.P. (1991). Oceanic upwelling and productivity in the eastern tropical Paciic. Limnology and Oceanography 36, 1834–1850. Gasparri E., Tassara C. y Velasco M (1999). El Fenómeno del Niño en el Ecuador 1997-1999. Del desastre a la prevención. Ediciones Abya-Yala Giese, B. S., and S. Ray (2011), El Niño variability in simple ocean data assimilation (SODA), 1871–2008, J. Geophys. Res., 116, C02024 Gill, A. E. and E. M. Rasmusson. (1983). The 1982–83 climate anomaly in the equatorial Paciic. Nature 306: 229–234 74 Capítulo I Glover, D. and Jessup, T.eds. (1999). Indonesia´s Fires and Haze: The cost of Catastrophe. Institute of Southeast Asian Studies; International Development Research Centre, Singapore. Glynn P.W., J. L. Maté, A. C. Baker and M. O. Calderón.(2001). Coral bleaching and mortality in Panama and Ecuador during the 1997–98 El Niño-Southern Oscillation event: spatial/temporal patterns and comparisons with the 1982–1983 event. Bull. Mar. Sci. 69(1): 79–109 Guille´n, O., Calienes, R. (1981c). Biological productivity and El Nin˜o. In: Glantz, M., Thompson, D. (Eds.), Resource Management and Environmental Uncertainty, Lessons from Coastal Upwelling Fisheries. Wiley, New York, pp. 255–282 Hansen, B. C. S.et al.(2003). Late-glacial and Holocene vegetation history from two sites in the western cordillera of southern Ecuador. Paleogeogr. Paleoclimatol. Paleoecol. Harrison D.E. and Chiodi A.M. (2013). Multi-decadal variability and trends in the El Niño-Southern Oscillation and tropical Paciic isheries implications. Deep Sea Research Part II: Topical Studies in Oceanography. Hereid,K.A. T. M. Quinn, F. W. Taylor, C.-C. Shen, R. Lawrence Edwards, H. Cheng. (2013) Coral record of reduced El Nino activity in the early 15th to middle 17th centuries. Geology 41, 51 -54. Hu, Zeng-Zhen, A. Kumar, B. Jha, W. Wang, B. Huang, and B. Huang (2012). An analysis of warm pool and cold tongue El Niños: air-sea coupling processes, global inluences, and recent trends. Clim. Dynam., 38, 2017-2035. Hughen, K.A., D.P. Schrag, S.B. Jacobsen, and W. Hantoro (1999): El Niño During the Last Interglacial Period Recorded by a Fossil Coral from Indonesia, Geophys. Res. Lett.26, 3129-3132 INAMHI (1998). Fenómeno El Niño 1997-98. Evaluación meteorológica. Informe inal. Johnson, Nathaniel C. (2013). How Many ENSO Flavors Can We Distinguish? J. Climate, 26, 4816–4827. Jovel, Roberto. El Impacto del Fenómeno de El Niño de 1997-1998 en la Comunidad Andina de Naciones. Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres (http:// www.eird.org/esp/revista/No1_2001/pagina22.htm) Karnauskas, K. B. (2013), Can we distinguish canonical El Niño from Modoki?, Geophys. Res. Lett.,40, 5246– 5251 Kessler, W.S. (2002). Mean three-dimensional circulation in the northeast tropical Paciic. Journal of Physical Oceanography 32, 2457–2471. Kessler, W.S. (2006). The circulation of the eastern tropical Paciic: a review. Progress in Oceanography 69 (2–4), 181–217. Kumar, K. Krishna, B. Rajagopalan, M. Hoerling, G. Bates, M. Cane (2006) Unraveling the Mystery of Indian Monsoon Failure During El Niño. Science, 314, 115-119. Lehodey, P., Bertignac, M., Hampton, J., Lewis, A. & Picaut, J. (1997). El Niño/Southern Oscillation and tuna in the western Paciic. Nature 389, 715–718 Li, J., S.-P. Xie, E. R. Cook, M. Morales, D. Christie, N. Johnson, F. Chen, R. D’Arrigo, A. Fowler, X. Gou, and K. Fang (2013): El Niño modulations over the past seven centuries. Nature Climate Change. Liu, Z. & Alexander, M. (2007). Atmospheric bridge, oceanic tunnel, and global climatic teleconnections. Rev. Geophys. 45, RG2005 Livezey et al. (1997): Teleconnective response of the Paciic-North American region atmosphere to large central equatorial Paciic SST anomalies, J. Climate, 10, 1787-1819. McPhaden, M. J., Zebiak, S. E. & Glantz, M. H. (2006). ENSO as an integrating concept in Earth science. Science 314, 1740–1745 McPhaden, M.J., Yu, X. (1999). Equatorial waves and the 1997–1998 El Niño. Geophysical Research Letters 26, 2961–2964 Okuda, T., Trejos de Suescum, R., Valencia M y Rodriguez A. (1983), Variación estacional de la posición del frente ecuatorial y su efecto sobre la fertilidad de las aguas supericiales ecuatorianas. Acta Oceanográica del Pacíico, INOCAR. Ecuador, 2 (1). Quinn, W., Neal, V. and Antunez de Mayolo, S. (1987). El Niño occurrences over the past four and a half centuries. Journal of Geophysical Research C 92:14449-14461 Rasmusson E. and Thomas H. Carpenter (1982): Variations in Tropical Sea Surface Temperature and Surface Wind Fields Associated with the Southern Oscillation/El Niño. Mon. Wea. Rev., 110, 354–384. Rodbell, D. T., Bagnato, S., Nebolini, J. C., Seltzer, G. O. & Abbott, M. B. (2002).A late glacial-Holocene tephrochronology for glacial lakes in southern Ecuador. Quat. Res.57,343–354 Rodbell, D. T.et al. (1999).An, 15,000-year record of El Nino-driven alluviation in southwestern Ecuador. Science 283,516–520 75 Amenazas de Origen Natural Roger A. Pielke Jr. and Christopher N. Landsea (1999). La Niña, El Niño, and Atlantic Hurricane Damages in the United States. Bulletin of the American Meteorological Society Rossel F., Cadier E. (2009). El Niño and prediction of anomalous monthly rainfall in Ecuador. Hydrological Processes. Volume 23, Issue 22, pages 3253–3260. Rossel F., Le Goulven P., Cadier E. (1999). Répartition spatiale de l’inluence de l’ENSO sur les précipitations annuelles de l’Équateur. Rev. Sci.Eau, 12, 1, 183-200. Rowell, A. and Moore, P.F. (2001). Global Review of Forest Fires. WWF; IUCN, Gland Santoso A., McGregor S., Jin F.F., Cai W., England M.H., An S., McPhaden M.J., Guilyardi E. (2013). Late-twentieth-century emergence of the El Niño propagation asymmetry and future projections. Nature 504, 126-130. Siegert F., G. Ruecker, A. Hinrichs & A. A. Hofmann (2001) Increased damage from ires in logged forests during droughts caused by El Niño. Nature 414, 437-440 Sponberg, K (1999). Compendium of Climate Variability. Draft Report to the NOAA Oice of Global Programs. Tacconi, L (2003). Fires in Indonesia: Causes, Costs and Policy Implications. CIFOR. Occasional Paper, No.38 Takahashi K., A.Montecinos., K. Goubanova, B. Dewitte (2011). ENSO regimes: Reinterpreting the canonical and Modoki El Nino. Geophysical Research Letters, American Geophysical Union (AGU), 38, pp.5. Trenberth, K. E. (1997) The Deinition of El Niño. Bulletin of the American Meteorological Society, 78, 27712777. Tudhope, A.W., C.P. Cilcott, M.T. McCulloch, E.R. Cook, J. Chappell, R.M. Ellam, D.W. Lea, J.M. Lough and G.B. Shimmield (2001). Variability in the El Niño-Southern Oscillation Through a Glacial-Interglacial Cycle. Science, 291, 1511–1517. UNEP –GRID- Arendal (2001). GEO: Global Environment Outlook 3: Past, present and future perspectives. Natural Disasters Vuille, M., Bradley, R. S. & Keimig, F. (2000).Climate variability in the Andes of Ecuador and its relation to tropical Paciic and Atlantic sea surface temperature anomalies. J.Climate. 13, 2520–2535 Wallace, J. M. et al. (1998). On the structure and evolution of ENSO-related climate variability in the tropical Paciic: lessons from TOGA. J. Geophys. Res. 103, 14241–14259 Wang, C., Fiedler, P.C. (2006). ENSO variability in the eastern tropical Paciic: a review. Progress in Oceanography 69 (2–4), 239–266. Zhaohui Zhang, Guillaume Leduc, Julian P. Sachs (2014) El Niño evolution during the Holocene revealed by a biomarker rain gauge in the Galápagos Islands. Earth and Planetary Science Letters 404, 420-434. 76 Capítulo II Riesgos y Desastres 1 2 Francisco Pauker1 - Theoilos Toulkeridis2 Dirección Nacional de Defensa Civil, Quito, Ecuador Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, Sangolquí, Ecuador; Riesgos y Desastres 2. Introducción al Ciclo de Gestión de Desastres El Ecuador es un país con un rango amplio de amenazas de origen natural, vulnerabilidades humanas y de su infraestructura, a tal grado que el riesgo enfrentado es de dimensiones importantes. Se maniiesta un nivel de riesgo muy elevado, en plazos de tiempo prolongados, particularmente hoy en día, cuando un incremento en la ocupación de terrenos y en la densidad poblacional, expone a más personas e infraestructura al peligro, más que nunca en la historia. La propuesta de un “Sistema Nacional de Reducción de Riesgos de Desastres”, debe constituir una estructura y procesos que permitan a nuestro país, reducir, frenar y controlar el desarrollo de los riesgos de un desastre y debe construirse sobre la base de la coordinación interinstitucional, sectorial y territorial, la descentralización, la participación ciudadana y el sector público, el conocimiento científico y popular, y la transversalización del problema de riesgo en las políticas públicas y la planiicación. Además, se debe ofrecer una opción para enfrentar de forma articulada y coordinada los aspectos o componentes de la Prevención, la Preparación, Mitigación y Respuesta a desastres, la Rehabilitación y Reconstrucción asi como la Alerta Temprana el conocido “Círculo o Ciclo de Gestión de Desastres”. El círculo o ciclo de gestión de desastres concibe a los desastres como un proceso, que diferencia tres momentos o estados a los que se denomina “fases del desastre”, que se presentan como una secuencia cíclica relacionada y agrupada en: antes, durante y despues de un evento adverso. Cada una de las fases se divide en “etapas” y, en cada una de ellas, se debe desarrollar actividades de acuerdo a las necesidades y acciones especíicas de cada curso de acción. Es a este tipo o sistema de organización al que se lo conoce como el “ciclo de los desastres”: Antes, de la ocurrencia de un evento adverso, es la fase previa e involucra y aglutina a las etapas de: prevención, preparación, mitigación y, alerta – alarma. Fig. 2.1, Una visión de “Ciclo de Desastres”. De Norberto Castrogiovanni Fig. 2.2, Círculo de Desastres. Rafael Guardado - GEO1 Fig. 2.3, La realidad del Circulo de Desastres. Rafael Guardado - GEO1 Fig. 2.4, Cómo romper el circulo vicioso de gestión de desastre. Modiicado de Rafael Guardado – GEO1 78 Capítulo II Durante, Puede comprender, períodos muy cortos o muy prolongados de duración, en función de las características del impacto y del tipo de fenómeno. En esta fase se ejecutan las actividades de la etapa de atención – respuesta e incluye la evacuación de la comunidad afectada; la asistencia; la búsqueda y rescate. Después, Esta fase se divide en las etapas de rehabilitación de emergencia y de reconstrucción. También se la conoce como de recuperación. Aquí se inician acciones con el in de restaurar los servicios básicos y de reparar cierta infraestructura vital en la comunidad afectada por el evento adverso. Las actividades que se llevan a cabo en cada una de las etapas, se caracterizan por mantener una interacción e interrelación, de forma tal que los resultados que se obtengan en cada una de ellas, estén íntimamente ligadas, concatenadas y determinadas por el trabajo que se haya realizado en las etapas anteriores. El círculo teórico de la gestión de desastres comprende todos aquellos procesos de carácter social e institucional orientados a enfrentar situaciones de emergencia o eventos adversos que deriven en desastres y que puedan manifestarse en un escenario y período de tiempo determinados. En consecuencia, la “Gestión de Desastres” se puede entender como un proceso encaminado a la organización, planiicación y generación de capacidades de operación y logística, para enfrentar las situaciones de emergencia y recuperarse de los impactos provocados por los elementos afectados. Al comprender a la gestión de desastres como un proceso, es factible entender la secuencia de las fases de antes, durante y después de un evento adverso y en ese mismo orden, las etapas diferentes como componentes integralesdel Ciclo de los Desastres. 2.1 La Prevención El componente de la prevención constituye un conjunto de acciones cuyo objeto es impedir, reducir o evitar que sucesos naturales o generados por la actividad humana, provoquen o generen desastres. Puede considerase también, retirar los elementos vulnerables expuestos a una amenaza, evitando los daños, tal como por ejemplo la reubicación de asentamientos humanos. La prevención, permite determinar la naturaleza cientíica y técnica del probable fenómeno causante del futuro desastre y los medios para proteger adecuadamente de su impacto a la población y sus bienes. La prevención es la única medida que permite a un pueblo o comunidad, mitigar los efectos de la naturaleza: sus costos son considerablemente inferiores a los de la atención y rehabilitación, y no paraliza o retrasa el desarrollo del País. Así, la prevención es responsabilidad de todos. Los gobernantes deben considerar el factor prevención en todos los programas de planiicación nacional, regional y local. Por tanto, las obras de ingeniería, como puentes, carreteras, entre otras obras deberán estar diseñados y construidos con capacidad para tolerar los embates de la naturaleza. Las zonas susceptibles a las inundaciones, deben contar con las obras de drenaje necesarias y en buen estado. La incorporación de medidas preventivas, puede llevarse a cabo a través de: 1. Planes integrales de desarrollo sobre espacios geográicos urbanos, regionales y nacionales, incluyendo programas de inversión y asignación de presupuestos sectoriales por ciudades y regiones. 2. Planiicación física, para la localización de industrias e infraestructura. 3. Programas de investigación de fenómenos especíicos tales como inundaciones, sequías y deslizamientos. Toda medida cuyo propósito es eliminar o evitar un riesgo, está estrechamente ligada con los programas a largo plazo establecidos para el desarrollo de una localidad, región o país, razón por la cual tienden a ser incorporadas dentro de los planes sectoriales, de ordenamiento territorial y de desarrollo socio económico. Es fundamental incorporar en los ‘‘Planes de Inversión’’, elementos que 79 Riesgos y Desastres favorezcan el desarrollo, mejorando y acrecentando la seguridad de la población, de sus bienes y servicios. La prevención puede orientarse y enfocarse a intervenir la amenaza para impedir o evitar su ocurrencia o evitar sus consecuencias eliminando la exposición de los elementos vulnerables. Para ello existen ciertos instrumentos o actividades de prevención, entre otros: 1. Sistemas de irrigación y canalización de aguas para evitar sequías. Reforestación y mantenimiento de las cuencas altas de los ríos. 2. Sistemas de cierre automático de válvulas para impedir escapes y derrames de substancias químicas y de extinción rápida para evitar incendios. 3. Barreras y piscinas de captura para contener derrames de hidrocarburos. 4. Sistemas de seguridad para la interrupción de secuencias de fallas encadenadas que pueden presentarse en plantas nucleares e industriales, (Circuitos reverberantes). 5. En la reubicación permanente de viviendas, de infraestructura o de centros de producción localizados en zonas de alta amenaza o riesgo. 2.2 Preparación La preparación constituye todas aquellas acciones previas a la ocurrencia de un evento, destinadas a generar capacidades de respuesta y recuperación en los diferentes actores sociales e institucionales, frente a un evento adverso y en área de inluencia. La preparación sirve fundamentalmente para determinar cómo la gente puede ser evacuada hacia sitios seguros y atendidos adecuadamente cuando un desastre es inminente o ha ocurrido ya. La secuencia lógica es empezar con la prevención y proceder con las actividades de preparación, esto es, basar los planes logísticos de movilización y atención en el estudio y comprensión de escenarios probables de futuros desastres. Por ejemplo, una mejor ubicación y refuerzo de las estructuras. Una medida peculiar, característica de prevención, simpliicará los requerimientos necesarios para la planiicación del manejo de emergencias. En virtud de la intrínseca Fig. 2.5, Cruel Destino: “A ver hijo… ¿qué te gustaría para mañana?” Caricatura de Quoro. Fig. 2.7, Preparación en cinco pasos según Cruz Roja Mexicana 80 Fig. 2.6, Capacitación para reducir riesgos. Programa PREVOLCO. Foto Toulkeridis Capítulo II Fig. 2.8, Simulacro de evacuación: ejercicio y realidad. De Camilo Perez Zuleta Fig. 2.9, Nerd en simulacro. Cabrera – Toulkeridis relación entre ‘‘prevención y preparación’’, estas actividades son generalmente presentadas conjuntamente bajo el ‘‘componente de mitigación de desastres’’ (2.3). La preparación cuenta con cuatro componentes: 1. Organización: Corresponde a la deinición de roles, identiicación de funciones y formulación de unidades de coordinación para el desarrollo de actividades propias de la respuesta a emergencias. 2. Planiicación: Corresponde a la formulación de planes generales (de emergencia) o especíicos (de contingencia), con sus respectivos componentes, para orientar al desarrollo de las acciones y la optimización de los recursos disponibles para la respuesta. 3. Capacitación: En la capacitación se involucran todas las acciones encaminadas a generar conocimientos y destrezas para asumir tareas relacionadas con la respuesta. Incluye todas las formas de entrenamiento dentro del contexto administrativo u operativo, en función de las diferentes acciones que deinen la atención de la emergencia. La capacitación no solo se centra en los organismos de atención sino también en las comunidades (simulacros de evacuación), a quienes corresponde en la mayoría de los casos, dar la primera respuesta. 4. Dotación (equipamiento): Involucra a todos los elementos físicos, logísticos y inancieros que es necesario considerar y asignar para la implementación de las actividades de respuesta. No solo se entiende como el equipamiento institucional, sino que involucra también todos los insumos tecnológicos y de infraestructura que hacen parte de las capacidades en el ámbito institucional, que en forma directa o indirecta, puedan ser utilizadas y se requieran para enfrentar la emergencia. Aspectos comunmente considerados en la etapa de preparación: a. Identiicación de competencias y responsabilidades institucionales. b. Deinición del modelo operativo de respuesta a la emergencia. c. Elaboración de inventarios físicos y del recurso humano. d. Capacitación y entrenamiento al personal de las diferentes áreas de la respuesta. e. Información pública y capacitación comunitaria. f. Fortalecimiento de las redes sociales para la atención de emergencias y desastres. g. Elaboración de planes institucionales internos y externos de respuesta. h. Formulación de planes de emergencia y de contingencia. i. Elaboración de mapas operativos. j. Implementación de redes de comunicación. k. Realización de ejercicios de simulación y simulacros de evacuación. 2.3 Mitigación La mitigación se reiere a las actividades que buscan reducir el impacto de un evento adverso que puede generar un desastre, actuando sobre los elementos vulnerables al fenómeno, considerando 81 Riesgos y Desastres aspectos físicos y sociales. En resumen, es el resultado de una intervención dirigida a reducir riesgos. Entendiéndose por ‘‘intervención’’, toda medida o acción destinada a modiicar las características de una amenaza o las características intrínsecas de un sistema biológico, físico o social, con el in de reducir su vulnerabilidad. Es prácticamente imposible evitar totalmente la ocurrencia de un evento adverso, sin embargo, siempre debe buscarse la posibilidad de reducir las consecuencias de dichos eventos sobre los elementos expuestos a su acción. El propósito de la mitigación es la reducción de los riesgos, es decir la atenuación de los daños potenciales sobre la vida y los bienes, a través del ordenamiento de los asentamientos humanos y de la planiicación de proyectos de inversión de carácter industrial, agrícola o de infraestructura. Los Códigos como el de la Construcción, son medidas cuyo objetivo es mitigar por sismo resistencia o disminuir los efectos de eventos tales como la erosión y la deforestación; los deslizamientos y los terremotos. Las poblaciones, asentamientos humanos e infraestructura, muchas veces se encuentran expuestas a fenómenos que pueden causarles severos daños. Por esta razón es necesaria la evaluación del riesgo, que consiste en evaluar a qué tipo de amenazas se encuentran sometidas y cuál es el grado de vulnerabilidad que tienen los elementos que los componen. Los métodos de mitigación pueden ser Activos o Pasivos: Los Métodos Activos implican el fortalecimiento institucional; la organización, la capacitación, la información pública y la participación comunitaria. Estos métodos requieren de recursos económicos abundantes. Los Métodos Pasivos están relacionados con la Legislación y la Planiicación tales como los códigos de la construcción, la reglamentación de usos del suelo, los estímulos iscales y inancieros, la intervención de la vulnerabilidad física y la reubicación de asentamientos en alto riesgo. • • • • • • • Actividades de mitigación, mediante las cuales se puede llevar a cabo la reducción de riesgos: Adquisición de quipos y procedimientos para el conocimiento y la mitigación de los fenómenos potencialmente peligrosos. Identiicación de amenazas y elaboración de mapas con su ubicación en centros urbanos y localidades o regiones. Información pública y capacitación acerca del riesgo, para disminuir la vulnerabilidad social de la población expuesta. Capacitación profesional de los funcionarios de las instituciones relacionadas con la gestión del riesgo. Planiicación del ordenamiento territorial con el in de eliminar las áreas vedadas por amenaza natural o antrópica. Exposición de normas sobre el manejo de los recursos naturales y vigilancia de su cumplimiento. Reglamentación de usos de suelo, establecimiento de incentivos iscales y inancieros para la adecuada ocupación y utilización de la tierra. Fig. 2.10, Obra de mitigación exitosa: La cárcava en La Campanera. De skyscrapercity.com 82 Fig. 2.11, Formas de mitigación para costas propensas o amenazadas por tsunamis. GEO1-Toulkeridis Capítulo II • Expedición de códigos de la construcción de ediicaciones y de servicios básicos, para reducir la vulnerabilidad física, y vigilancia de su cumplimiento. • Reglamentación y vigilancia de todas las modalidades de transporte de substancias químicas peligrosas y de las rutas utilizadas. • Dictado de normas de salud pública, seguridad industrial, manejo de desperdicios contaminantes y vigilancia de su cumplimiento. • Control de presas reguladoras, canales y bordes o diques para evitar inundaciones. • Construcción de obras de disipación de energía, para el amortiguamiento y control de avalanchas e inundaciones en cuencas altas y pendientes. En un programa de mitigación debe considerarse las siguientes actividades: a. La evaluación de los posibles peligros. b. La vigilancia permanente de los escenarios de riesgo (por ejemplo, los volcanes). c. Cuantiicación del riesgo. d. Medidas de prevención de desastres. e. El asesoramiento de los organismos técnicos a las autoridades pertinentes. f. Planiicación para la emergencia. g. Información pública y entrenamiento (Capacitación – Simulacros). 2.4 Respuesta La respuesta es un conjunto de actividades desarrolladas de forma inmediata y simultánea, después de la ocurrencia de un evento adverso, orientadas a controlar los efectos y reducir el impacto sobre las comunidades (población urbana y rural) e infraestructuras en las áreas de inluencia del fenómeno. La respuesta cuenta a su vez con sus propios ‘‘componentes’’: Organización Planiicación Capacidad operativa Capacidad logística 2.5 Rehabilitación Es el conjunto de actividades orientadas a restablecer la normalidad en la zona o áreas afectadas por el evento adverso. La rehabilitación se estructura con los siguientes componentes: ‘‘Organización, Planiicación, Capacidad funcional’’ Fig. 2.12, Fortalecer las capacidades en gestión de riesgos de desastres en el ámbito escolar. De ugelchulucanas.gob.pe Fig. 2.13, El poder de resiliencia es superar la adversidad. De szabadonebredok.hu 83 Riesgos y Desastres Al concebir la ¨Gestión de Desastres¨ como un ¨proceso¨, se hace fácil entender la secuencia (Ciclo de los desastres) de las Fases de antes, durante y después de un evento adverso y en ese mismo orden, las etapas de Prevención, Preparación, Mitigación, Respuesta y Rehabilitación, como parte integral de dicho Proceso. Bajo esta proyección, la ‘‘preparación’’, toma mayor énfasis ya que se constituye en el eje fundamental de la Gestión de Desastres o el proceso determinante, sobre el cual se sustentan las actividades o etapas de Atención Respuesta y de Rehabilitación; esto signiica que la ausencia de preparación (capacitación) condiciona la respuesta y la rehabilitación; representando, la generación de mayores impactos y el incremento de los efectos sobre los escenarios en los cuales una adecuada preparación (cultura de riesgos) hubiera permitido reducir los efectos del evento adverso. La etapa de preparación, comprende e involucra un conjunto de actividades que se desarrollan antes de la ocurrencia de la emergencia, o antes de producirse un evento adverso, con el in de alcanzar y obtener mejores capacidades y mejorar la respuesta efectiva en caso de emergencia o desastre. El país y la sociedad requieren urgentemente de un compromiso de las Instituciones frente a la Gestión de Riesgos y Prevención de Desastres para incidir efectivamente en una adecuada calidad de vida de los pueblos ubicados en zonas de alto riesgo, en términos de un desarrollo socialmente sostenible con programas, planes y proyectos que sean ejecutados bajo la premisa de un desarrollo social y tecnológico sustentable, fundamentado en la ‘‘Variable Riesgo’’, con líderes capaces de gestar una administración de desastres acorde a la realidad de su escenario, que paralelo con el desarrollo humano, económico y tecnológico, aporten con las garantías de Seguridad. Todo ello tiene como objetivo, establecer un Plan de Fortalecimiento Institucional del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos. Particularmente de la Secretaría de Gestión de Riesgos como ente líder, eje y rector del Sistema para fortalecer su capacidad de coordinación, pronóstico y planiicación en las etapas y acciones de prevención, vigilancia y alerta temprana. Una atención con respuesta efectiva, mitigación o reducción de riesgos; reconstrucción ante riesgos naturales y/o antrópicos (tecnológicos) con énfasis en los fenómenos recurrentes, especialmente en los relacionados con la temporada lluviosa (invierno), la ocurrencia de el fenómeno “El Niño” y el agotamiento de la infraestructura socio – económica que limita el desarrollo. 2.6 La etapa de reconstrucción Se entiende la restauración y/o la recuperación a través del retorno a la etapa de ¨prevención, bajo la premisa de las experiencias vividas y por la que poco se pronuncian las instituciones luego de la ocurrencia de un desastre; plantea la necesidad de fortalecer las infraestructuras asociadas con: El control de los ríos. • Control de movimientos de masa, puentes, sistemas de agua y alcantarillado. • Fortalecimiento del sistema de alarmas y prevención comunitaria (Esto signiica construir una sociedad resistente a los Fenómenos Naturales). Fig. 2.14, Señal de alerta. De taringa.net 84 Fig. 2.15, Señal de alerta por falla geológica, Pastaza. Toulkeridis Capítulo II • • • • • • • • • • • • • • Fortalecimiento del sistema de prevención de desastres. Evaluación de la capacidad de resistencia contra los fenómenos naturales (Resiliencia). Elaboración de planes de prevención de sismos. Formulación de un plan común de prevención contra desastres. Abogacía y sensibilización pública. Investigación y difusión Construcción de capacidades y transferencia de tecnologías. Fomento del enfoque de gestión de riesgos en todos los niveles del ámbito nacional mediante la difusión de una cultura de reducción de riesgos . Creación del interés de la opinión pública. Pequeñas obras demostrativas de mitigación y mejoramiento. Generación de capacidades de iniciativa y multiplicación de conocimientos en gestión de riesgos. Realización de obras con enfoque de riesgo y preparación. Investigación de nuevas metodologías para la gestión de riesgos (personal capacitado y permanente) a través de la creación de unidades técnicas de gestión de riesgos. Consideración de las perspectivas de cada una de las experiencias en gestión de riesgos. Alertas, Una alerta puede dividirse en las siguientes partes: • Detección y medición o estimación de los cambios que pueden traducirse en peligro de una u otra clase. • Equiparación y evaluación de la información, recibida sobre cambios ambientales. • Decisiones sobre quién debe ser alertado contra peligros y, de qué forma (tipo de alerta). • Transmisión del mensaje de alerta a aquellos a quienes se ha decidido a alertar. • Interpretación del mensaje de alerta por los destinatarios y adopción de medidas por parte de estos. • Información de retorno a quienes emiten los comunicados de alerta, sobre su interpretación y las medidas adoptadas por los destinatarios. • Nuevas alertas, si son posibles y convenientes, corregirlas, tomando en cuenta las respuestas a los primeros mensajes. Así, siguiendo los componentes esenciales de las alertas, una declaratoria de alerta debe ser: a. Clara: Redacción simple y correcta. b. Asequible: Debe difundirse por todos los medios disponibles y ser comprendida por la población y que todas las personas tengan acceso a ella. c. Inmediata: Sin demoras que puedan sugerir que el evento catastróico no es real ni inminente. Toda demora puede interpretarse en el sentido de que el peligro no es real o inminente. d. Coherente: No debe haber contradicciones. No debe existir ambigüedad en un mismo mensaje y no debe contradecir otros mensajes. e. Oicial: Proceder de fuentes autorizadas o coniables. Las personas creerán con mayor facilidad y acatarán los mensajes de alerta, si proceden de fuentes que son normalmente aceptadas o iables. Por lo tanto, los mensajes de una alerta deben cumplir las siguientes características por su contenido: a. Deben ser concretos: Dar una información local clara y concreta sobre la amenaza. b. Deben ser apremiantes: Generar de una acción inmediata en las personas expuestas al riesgo, haciendo que se pongan en movimiento sin rechazar la alerta. c. Deben ser expresas: incluir las consecuencias de no atender las alarmas. d. Deben prestar atención al modo de formular la “probabilidad” del acontecimiento. e. Deben ser “continuas”. Las alarmas se materializan (evidencian) a través de: 85 Riesgos y Desastres » » » » Sistemas de sirenas, altavoces y luces. Medios de comunicación con mensajes pregrabados. Redes de comunicación inalámbrica. Sistemas de Télex, Fax, E-mail, Twitter, SMS, teléfono, internet. Todos los elementos previamente mencionados para que la alerta sea realmente efectiva requieren: a. Conocimiento previo de los riesgos en las comunidades. b. Monitoreo técnico. c. Diseminación y difusión de los mensajes; que sean comprensibles y preparados para planes de contingencia (Líneas vitales). d. Determinación de los sitios de agregación masiva de la población. Los instrumentos básicos para una alerta son variados y dependientes del tipo de amenaza. Aquí se alistan solamente algunos de los múltiples existentes: • Redes de vigilancia y monitoreo. • Sistemas de alarma y medios de comunicación; estos pueden ser de cobertura, internacional, nacional regional o local. • A nivel nacional, vía satélite. • Centro de Alerta de Tsunamis del Pacíico (Honolulu). • Centro de Huracanes, Ciclones y Tifones (Miami). • Pluviómetros y sensores de nivel y caudal para inundaciones. • Redes de vigilancia y monitoreo de volcanes. • Detectores de lujos de lodo y avalanchas. • Redes sismológicas para terremotos y Tsunamis. • Extensómetros, piezómetros e inclinómetros para deslizamientos. • Sistemas de detección de incendios y escapes de substancias. • Redes Hidrometeorológicas para observación y registro del comportamiento del clima. • Imágenes satelitales, sensores remotos y teledetección. Sistemas de alerta temprana, La estructura global de un sistema de alerta temprana tendrá los siguientes cuatro componentes: 1. Análisis y monitoreo permanente de las amenazas • Incorporar el estudio cientíico de las amenazas, con el objeto de entender e interpretar su comportamiento, realizar el seguimiento continúo de los procesos y actividades con miras a prever la evolución y transformación de las amenazas en eventos peligrosos. Esto signiica la capacidad de proyectar las amenazas de forma catastróica en escalas relativamente gruesas de resolución Fig. 2.16, Sistema de alerta temprana. De www.sire.gov.co 86 Fig. 2.17, Flujo de una alerta temprana de terremotos. De jma.go.jp Capítulo II (1:100.000 - 1:50.000) que sirven para tomar decisiones sobre planiicación territorial y en escalas grandes (de 1:25.000 a 1:10.000) adecuadas para la toma de decisiones. • El fortalecimiento de la capacidad de la población misma, y sus representantes, organizados para monitorear e interpretar su propio medio ambiente y prever la materialización de amenazas en eventos peligrosos. Requiere de la sistematización de la experiencia y conocimiento histórico de la población y procesos de capacitación. • El diseño de los mecanismos y procedimientos, para la transmisión de información cientíica sobre las amenazas y su evolución hacia los tomadores de decisiones políticas con miras a iniciar un proceso de alerta, constituye el tercer aspecto crítico. 2. La construcción de escenarios de riesgo La construcción de escenarios de riesgo, comprende el proceso a través del cual se diseñan y construyen proyecciones de probables impactos, daños, pérdidas humanas y materiales, asociadas con la materialización de amenazas especíicas de determinadas intensidades y magnitudes, ya anticipadas por el análisis cientíico. Los escenarios, que implican un análisis de amenazas, exposición y vulnerabilidades, deben expresarse de forma cartográica, cuantitativa y cualitativa, y elaborarse con escalas de resolución grande que permiten la toma de decisiones eicaces (Función de la gestión local de riesgos). 3. Los preparativos para emergencias y desastres Los preparativos para emergencias y desastres, comprende un conjunto diverso de actividades y acciones que facilitan y garantizan la seguridad y bienestar de la población durante momentos de crisis; esta suma de acciones y actividades, que se inician con la emisión de una alerta de potencial peligro, se condensan en un Plan de Contingencias o Emergencias en el que se especiican las acciones a tomar, los mecanismos para lograrlos, los actores responsables con los niveles, tipo de coordinación y mando. Las tareas están facilitadas por evaluaciones de daños y pérdidas, evaluaciones de vulnerabilidades y capacidades de recursos disponibles, etc. Requiere la capacitación permanente de las autoridades y técnicos de base, además de la población bajo riesgo. 4. Las alertas, comunicación social y toma de decisiones Las alertas, comunicación social y toma de decisiones comprende; la decisión y operacionalización de la instrumentación de las formas físicas o materiales (sirenas, radios, campanas, megáfonos, etc.) así como los mensajes utilizados para comunicar a la población, los distintos grados de alerta, el proceso de toma de decisiones la jerarquía establecida para la difusión de información la llamada a la evacuación u otros mecanismos que busquen la seguridad de la población bajo amenaza. La suma de estos cuatro componentes principales se concibe como un “Sistema de alerta temprana” (SAT). El sistema no puede prescindir de ninguno de los componentes y las debilidades en uno de ellos, signiicarán, tener consecuencias negativas en todo el sistema. Condiciones necesarias para la implementación exitosa de los sistemas de alerta temprana: Un SAT tiene que ser reconocido como un mecanismo de urgencia que permite salvar vidas y bienes en determinadas condiciones de riesgo, que puede existir por sí solo sin la promoción de otros mecanismos de reducción permanente de riesgos impulsados por parte de la gestión integral de riesgos. Los sistemas de alerta requieren el empoderamiento por parte de los sujetos del riesgo, de las autoridades locales para desarrollarse con su plena participación. Los sistemas comprenden distintas facetas que van desde el análisis y vigilancia como el monitoreo de amenazas, hasta la construcción de escenarios de riesgo, considerando los niveles de vulnerabilidad existentes, los preparativos para las emergencias y el sistema particular de alarma o aviso (alertamiento) a la población. Los sistemas de alerta deben ser sensibles a diferencias en las características de distintos grupos de población, en el medio ambiente en que se desarrollan y a las matrices organizacionales e institucionales existentes. La implementación y selección de métodos y estrategias deben ser el resultado de una exhaustiva investigación de campo. 87 Riesgos y Desastres Es menester la construcción de escenarios de riesgo en todo el territorio nacional. Un sistema de alerta protocolizado y los subcomponentes del Sistema de Alerta Temprana (SAT); comprende: • Monitoreo de amenazas. • Construcción participativa de escenarios de riesgo para las zonas identiicadas. • Preparativos para las emergencias. • Estrategias y mecanismos de aviso para la población, integrado con los objetivos de la planiicación de desarrollo, aplicable a la reducción estructural y coyuntural del riesgo de desastres y las vulnerabilidades humanas y sociales. De conformidad con la sistematización existente, de experiencias sobre la implementación de Sistemas de Alerta Temprana (SAT) a nivel mundial, existe una serie de condiciones generales identiicadas que facilitan su funcionamiento y eicacia y que no pueden ser ignoradas so pena de invitar al fracaso de las iniciativas. De entre estas, asumen una importancia destacada: Condiciones generales • El diseño de los proyectos: muchas veces se expresan de una manera que confunden a los gestores de programas y a los que los diseñan. Esto ocurre a pesar de los esfuerzos para realizar las tareas en forma ampliamente participativa. Tal participación es, sin embargo, bajo cualquier criterio, imprescindible para el éxito. • Ningún sistema de alerta debe intentarse si no existe una demanda real y un entendimiento de su necesidad, por parte de la población beneiciaria. • Sin la participación de la comunidad en la decisión del diseño del sistema, éste está condenado a fracasar. • Mientras no exista un compromiso gubernamental para el establecimiento de estructuras o sistemas para la gestión de riesgos, con una real movilización de recursos interministeriales y capacidades de toma de decisiones en los niveles nacionales y subnacionales, la dependencia de la sociedad civil, en las organizaciones de base y la comunidad misma será absoluta. • La visión técnica del riesgo que manejan los expertos, no siempre corresponde a las visiones de la comunidad, lo cual requiere siempre que la participación y la apropiación (empoderamiento) del sistema de alerta sea real y que el sistema se ajuste a los imaginarios de la población. • Cohesión a nivel de la comunidad y fomento del capital social organizado con prerrequisitos indispensables para la implementación y mantenimiento de los sistemas. • La introducción de un Sistema de Alerta Temprana (SAT), comprende una acción de emergencia que por sí sola no reduce el riesgo estructural y, hasta puede servir para que aumente en el tiempo, debido al falso sentido de seguridad que podría crear en la población. Los sistemas de alerta no son sustitutos para la gestión integral del riesgo y deben, claramente, ser acompañados por medidas más amplias de reducción de riesgo a nivel local y comunitario, por ejemplo, análisis permanente de amenazas y vulnerabilidades; ampliación de las capacidades locales de enfrentar la crisis; planiicación del uso del suelo; recuperación ambiental en zonas de laderas; códigos y reglamentos de construcción, etc. • Existe el problema de la relación y mutuo entendimiento entre una fuerza de trabajo ligada al aspecto de analfabetismo y una población beneiciaria que maneja lenguajes diferentes a los técnicos. El problema de lenguajes y comunicación debe ser explícitamente reconocido y superado. Condiciones Especíicas • Análisis y monitoreo: La generación de información y conocimiento cientíico sobre procesos físicos y amenazas es fundamental. Sin embargo, en el contexto de los Sistemas de Alerta, en particular, se potencian enormemente en la medida en que exista comunicación y entendimiento entre cientíicos y población, y, estos últimos, participen en la construcción de mapas y análisis de amenazas y, el monitoreo de su propio medio ambiente natural y construido. 88 Capítulo II El riesgo se expresa de la forma más precisa en los niveles micro o locales. En consecuencia, la utilidad de la información sobre amenazas aumenta si los resultados de su empleo, se potencian en la medida en que los análisis y mapas disponibles sean expresados a niveles altos de resolución social y territorial. La transmisión de la información sobre la dinámica de las amenazas, hacia las autoridades políticas y los tomadores de decisiones debe ser lo más consistente, inequívoca y consensuada posible. • Escenarios de Riesgo: El riesgo puede expresarse cartográicamente, solamente en sus dimensiones de exposición de población e infraestructura; se requieren también estimaciones cuantitativas y cualitativas de riesgo expresadas de forma escrita. Los escenarios de riesgo expresados en los niveles micro y locales, son una potente arma de comunicación sobre el riesgo, especialmente si su construcción se lleva a cabo con la participación de la población afectable. La concienciación es imprescindible para la gestión de riesgo y para la eicacia de los sistemas de alerta. La vulnerabilidad como característica de la población es muy diversa en sus expresiones y formas de concreción. El análisis de vulnerabilidad y capacidades, debe elaborarse en forma precisa y detallada en entornos micro, que sirven para dimensionar con precisión los niveles diferenciados y los grupos particulares. Análisis globales y generales no satisfacen las necesidades, asociadas con sistemas de alerta. • Los preparativos: Los preparativos sin participación de la población y sin una constante actualización y prácticas de simulación, corren el riesgo de ser inoperantes en el momento de la emergencia. Por esta razón, en virtud de que existen eventos adversos que son en general de “Largo Período de Retorno” (erupciones volcánicas) es recomendable o necesario que existan preparativos para amenazas en general de Corto Período) que transmitan un interés y atención más constante en las medidas necesarias de preparación. • Las Alertas: La alerta es el estado anterior a la ocurrencia de un desastre. Son los medios de comunicación, radio, televisión, los encargados de comunicarla y es declarada para que las autoridades y población tomen las medidas y acciones de protección necesarias. De menor a mayor peligro, existen cuatro grados o tipos de alertamiento: Blanca, Amarilla, Naranja y Roja. La comunicación social y la toma de decisiones. La alarma es el último eslabón en el sistema de alerta, entre conocimiento y acción, no se puede prescindir de un proceso amplio y previo de capacitación, concienciación, conocimiento, participación y contextualización, que se ejerce de forma permanente; y, la existencia de planes actualizados con regularidad par la emergencia y la evacuación. Los mecanismos de alarma no surtirán el efecto deseado sin el proceso social implícito en las condiciones antes mencionadas. El empleo de alta tecnología, ha resultado un lujo y un fracaso en muchos lugares donde las condiciones no existen para su utilización y mantenimiento correcto a lo largo del tiempo. El éxito de los sistemas de alerta, descansa en la participación y organización local y comunitaria y, depende del grado de adaptación a la situación particular existente, las condiciones culturales y educativas de la población. 2.7 Situación del Ecuador frente a amenazas de origen natural Hay que conocer las diferencias del riesgo, las amenazas y las vulnerabilidades, el concepto de gestión de riesgo y su lugar en la sociedad. El Ecuador como país andino, amazónico y costero y sus 89 Riesgos y Desastres Islas de Galápagos, tiene un conjunto de características físicas y una muy activa geodinámica que condicionan el advenimiento de las amenazas, entre ellas: • Desnivel importante (más de 5000 metros) y en algunos casos en cortas distancias • Vertientes empinadas y de gran extensión • Planicies luviales con pendiente débil (Cuenca del Guayas) • Ubicación ecuatorial a la orilla del Océano Pacíico (Eje de ENOS o EL Niño) • Precipitaciones pluviométricas abundantes y/o con intensidad elevada • Sucesión de estaciones secas y lluviosas • Formaciones geológicas sensibles a la erosión, así se generan suelos o terrenos inestables • Zona de subducción de la placa oceánica de Nazca con la placas continentales de Sudamérica y de Caribbe, cuyo choque y toque genera: • Volcanismo activo y de gran alcance • Tsunamis de muy corto plazo de advertencia • Terremotos de alta intensidad o magnitud a través de fallas geológicas activas Por tanto la comunidad internacional ha sentido una creciente alarma ante los desastres que afectan a concentraciones cada vez mayores de población Ecuatoriana, han tendido a ser cada vez más destructivos. Las consecuencias reales y potenciales de los desastres, están adquiriendo tal magnitud, gravedad, y alcance, que en lo sucesivo habrá que prestar mayor atención a las actividades de planiicación y de prevención. Los efectos de los fenómenos naturales deben enfocarse, no solo desde el punto de vista humanitario y social, sino también, y primordialmente, desde el punto de vista económico. Así, los desastres de origen natural constituyen un formidable obstáculo para el desarrollo económico y social del país. De allí nace la importancia de concienciar al gobierno estatal como a los gobiernos locales acerca de la necesidad de prestar una mayor atención tanto a las actividades y acciones de preparación y prevención de los desastres así como de hecho fundamental de que la prevención de los desastres y su planiicación anterior, deben formar parte integrante de la política general de desarrollo. La educación a la sociedad es de vital importancia para despertar y alertar a la comunidad, respecto de los peligros de desastres a corto, mediano y largo plazo, y sirve para lograr una mayor cultura de prevención, la reducción de riesgos y conciencia pública, así como fomentar una acción de la sociedad, orientada a prevenir o mitigar los efectos perjudiciales de los fenómenos naturales. Tomar en consideración: la aplicación de conocimientos y técnicas especializadas que puedan aplicarse directamente sobre la prevención y mitigación de desastres, considerando además la investigación sociológica de la naturaleza del comportamiento humano, individual, colectivo, de las instituciones y organizaciones en caso de desastre; la creciente y cambiante estructura social, consecuencia de la rápida urbanización, el aumento del grado de instrucción y las nuevas tecnologías de comunicación; la responsabilidad de los diversos niveles de gobierno en la aplicación de medidas de prevención y preparación que se ponen de maniiesto en los distintos sectores de prevención de desastres. Fomentar y orientar políticas de adaptación de medidas de prevención frente a los fenómenos naturales que afectan a la región, tomando en cuenta la naturaleza de los desastres y la reacción ciudadana. Los desastres de origen natural y los de otra índole (antrópicos y tecnológicos), están a menudo unidos entre sí, de forma tal que los unos conducen a los otros en una sucesión de acontecimientos. El desastre mismo se deine como un acontecimiento, centrado en el tiempo y en el espacio, en el que una sociedad o comunidad, corren un grave peligro y experimentan pérdidas en sus miembros o pertenencias materiales, la estructura social queda desorganizada y se impide el cumplimiento de todo o parte de las funciones esenciales de esa sociedad o comunidad. Por lo tanto los planes de desarrollo se ven seriamente afectados, aplazados y casi destruidos por los desastres naturales, a pesar de que no existe una adecuada integración entre éstos y los planes de prevención de riesgos o amenazas de desastres. 90 Capítulo II Toda actividad de prevención y mitigación de desastres, como proporcionar a la comunidad, oportunamente, información anticipada, sobre procedimientos de evacuación, es muy diferente según sea que la comunidad se enfrente a un evento que se repite periódicamente (todos los años o cada temporada especiica), o una catástrofe que se produce una sola vez en la historia de un ser humano por su generación o por ciclos (50 a 100 o mas años). La ciencia juega un rol fundamental en la prevención como en la reducción de los desastres potenciales. Los estudios y análisis de desastres pasados y actuales son imprescindibles antes de elaborar un plan para casos de diferentes escenarios de desastres potenciales, y para formular políticas ajustadas a la realidad. Pero mayormente los resultados académicos no logran ser adaptados o implementados en la educación preventiva de la población. Por lo tanto, en algunas localidades, la población está en gran parte inadecuada o falsamente informada, de las medidas básicas necesarias para una preparación efectiva y eiciente, y a menudo conoce poco o nada sobre las medidas de prevención más rudimentarias. Esto lleva a la relección de que los tomadores de decisiones y los medios de comunicación tienen la responsabilidad de iniciar y ejecutar medidas educativas apropiadas, y, de fomentar una conciencia nacional de la prevención (en todo su sentido) de desastres potenciales y un interés activo en la reducción de riesgo de amenazas de todo tipo. 2.8 Clasiicación y deinición de amenazas y vulnerabilidades El riesgo se deine como la probabilidad de que ocurra un fenómeno peligroso (natural o humano), en un lugar especíico y durante un período de tiempo determinado. La amenaza consiste en la probabilidad de que ocurra un evento (que ya aconteció) y cause efectos sobre su área de inluencia. La consideración de peligro surge de la interpretación que se ha hecho de los fenómenos con relación a una posible afectación a los asentamientos y actividades humanas en cualquiera de 1.0 0.8 72% 65% 0.4 Año 2015 Año 1994 0.6 0.2 0.0 0 100 200 300 Fig. 2.18, Curva de probabilidad de reocurrencia de actividad eruptiva del volcán Cotopaxi. La reucurrencia es de cada 117 años (probabilidad XX%), mientras la probabilidad de la reactivación en el año 2015 es de 72%. GEO1 - Toulkeridis Fig. 2.19, Inundaciones por causa del Fenómeno de el Niño en Chone, 2012. De radiocro.orenses.com 91 Riesgos y Desastres sus expresiones. La amenaza natural per se no existe. La amenaza natural es un proceso o fenómeno natural recurrente que se convierte en una amenaza (de origen natural) cuando el pueblo, sus actividades o su infraestructura está comprometida en un grado predeterminado, es decir cuando se vuelva vulnerable. Así, la vulnerabilidad es la condición en la que se encuentra una población, que le permite ser afectada por un fenómeno; es decir, la presencia de determinados factores (materiales, físicos, económicos, sociales, políticos, etc.) que le impiden a la población absorber el impacto de fenómenos naturales o humanos y le diiculta su recuperación posterior. Por lo expuesto, la vulnerabilidad no está determinada por la posible ocurrencia de fenómenos peligrosos, sino por la forma como las zonas, regiones o países, se han desarrollado y la forma en la que la sociedad se organiza y se prepara para enfrentarlos. Fig. 2.20, Mapa de peligrosidad para Tenerife. Izquierda: probabilidad de riesgos producidos por coladas de lava. Derecha: probabilidad recubrimiento de más de 10 cm de ceniza tras erupción. Ministerio de Fomento, España. Fig. 2.21, Erupción volcánica del volcán Tungurahua, 2013. Toulkeridis Fig. 2.22, Deslizamiento en Colombia. De revistaespiritusanto.blogspot.com Fig. 2.23, Vista aérea del derrame de diesel del buque Jessica en la Isla San Cristobal. De Parque Nacional Galápagos Fig.. 2.24, Vulnerabilidad ambiental: minería en Colombia. De yuliethramirez123.blogspot.com 92 Capítulo II La vulnerabilidad es también un término deinido en forma comparativa. Esta se aprecia por una parte, bajo una condición de exposición al peligro; y por otra, como la capacidad de resistencia o de adaptabilidad de un elemento con relación a las condiciones, que, representa ese peligro. Fórmula: Riesgo = Amenaza x Vulnerabilidad x Probabilidad Las amenazas son de tres tipos: a. Amenazas naturales, Según su origen se clasiican en amenazas geológicas (terremotos, tsunamis, volcanismo, deslizamientos etc.) e hidrometeorológicas (hurracanes, inundaciones, sequías etc.). b. Amenazas o peligros socio – naturales, Son igual amenazas aparentemente naturales como: inundaciones, déicit hídrico o deslizamientos, que en algunos casos son provocados por la deforestación; el manejo inapropiado de los suelos; la desecación de zonas inundables y pantanosas o la construcción de obras de infraestructura sin precauciones ambientales, explotación de minas pétreas, etc. Este tipo de amenazas podrían deinirse como la reacción de la naturaleza a la acción humana inadecuada sobre los ecosistemas. c. Amenazas antrópicas, Son producto de la acción humana sobre el medio ambiente y sobre el entorno físico y social de una comunidad. Ponen en grave peligro a la integridad física y la calidad de vida de las personas, por ejemplo: contaminación; manejo inadecuado de materiales peligrosos; derrame de substancias químicas; uso de materiales nocivos para el medio ambiente, terrorismo, conlictos armados etc. Las vulnerabilidades se centran en diez diferentes tipos 1.- Vulnerabilidad ecológica o ambiental, Relacionado con el uso del suelo y el aprovechamiento de los recursos naturales. Fig. 2.25, Vulnerabilidad económica: pobreza en Peru. De www.diariolaprimeraperu.com Fig. 2.26, Vulnerabilidad física: Puente Reque colapsado en Perú. De www.caretas.com.pe Fig. 2.27, Vulnerabilidad social: migrantes menores en México. De www.eladuanal.com Fig. 2.31, Vulnerabilidad educativa: Conlictos armados y educación en Guatemala. De www.prensalibre.com 93 Riesgos y Desastres 2.- Vulnerabilidad económica, La pobreza es quizás la principal causa de este tipo de vulnerabilidad, pero también la utilización inadecuada de los recursos económicos disponibles. 3.- Vulnerabilidad física, Es la más “visible”, relacionada con la ubicación de las poblaciones y sus infraestructuras, el nivel de exposición a los fenómenos potencialmente peligrosos y la calidad de las estructuras y su capacidad de resistencia frente al impacto del evento peligroso. 4.- Vulnerabilidad social, Se reiere a la capacidad que tiene o no una comunidad para organizarse y la forma en que se estructura para enfrentar el riesgo. 5.- Vulnerabilidad política, Se reiere al nivel de autonomía que posee una comunidad para tomar decisiones sobre los problemas que la afectan, así como la capacidad de negociación de la comunidad frente a los actores políticos o tomadores de decisiones externos. 6.- Vulnerabilidad ideológica, Tiene que ver con la forma en que los seres humanos conciben el mundo y el medio ambiente en el que habitan y con el cual interactúan; se trata diferente(s) forma(s) de creencia(s). 7.- Vulnerabilidad cultural, Se expresa en la forma en que los individuos se ven a si mismos dentro del contexto social. 8.- Vulnerabilidad educativa, Correspondencia existente entre contenidos, métodos de educación, herramientas conceptuales y prácticas que se requieren para participar activamente en la vida de la sociedad y contribuir a una relación armónica entre población y entorno natural. Fig. 2.30, Vulnerabilidad cultural: Señal en España. De madredemarte. wordpress.com Fig. 2.32, Vulnerabilidad institucional: inadecuado manejo de crisis de tsunami en el Ecuador. De lahora.com.ec Fig. 2.28, Vulnerabilidad politica: percepción de un politico clasico. De panoramaliberal.blogspot.com Fig. 2.29, Vulnerabilidad ideológica: creer en caso de emergencias. De facebook/yocreoenjesucristo 94 Capítulo II 9.- Vulnerabilidad institucional, Obstáculos potenciales derivados de la estructura del Estado y de las instituciones, que impiden una adecuada adaptación a la realidad (natural) y la participación de las instituciones en los procesos de desarrollo. 10.- Vulnerabilidad organizativa, Es la capacidad de la sociedad para organizarse, establecer lazos de solidaridad y cooperación. La vulnerabilidad no es exclusivamente un problema de carencias, bajos ingresos o pobreza, sino de cómo se utilizan y apropian los recursos disponibles. Por lo tanto hay diferentes factores que inluyen en la intensidad de las diferentes vulnerabilidades; entre otros, tenemos: a. Grado de exposición,Tiene que ver con las decisiones y prácticas que ubican a una unidad social y su estructura o actividad económica cerca de zonas de inluencia de un “Fenómeno Natural Peligroso”. b. Fragilidad, Se reiere al nivel de resistencia y protección frente al impacto de un peligro – amenaza, es decir, las condiciones de desventaja o debilidad relativa de una unidad social por las “Condiciones socioeconómicas”. c. Resiliencia, Este término se reiere al nivel de asimilación o la capacidad de recuperación que pueda tener la unidad social frente al impacto de un peligro o amenaza. Se expresa en limitaciones de acceso o adaptabilidad de la unidad social y su incapacidad o deiciencia en absorber el impacto de un fenómeno peligroso. La capacitación a la población para elaborar sus propios mapas de peligro, contribuyen a reducir la vulnerabilidad y aumentar su capacidad de “resiliencia”. La gestión del riesgo, permite establecer sistemas de prevención y control mediante la mitigación de los riesgos derivados de probables eventos naturales, generados por el hombre (antrópicos) y/o tecnológicos. Así se pueden aplicar acciones de seguridad y prevención como de mitigación protegiendo en cierta forma la comunidad y su ambiente. El riesgo es una variable permanente en todas las actividades de la sociedad, que inluyen en sus oportunidades de desarrollo y afectan a sus resultados. Bajo la premisa de que no es posible reducir, evitar o eliminar totalmente los riesgos en una jurisdicción o territorio, se hace prioritario implantar programas o procesos de gestión de riesgo para que puedan ser manejados de una manera adecuada, coherente y consistente. En la planiicación y proceso de una propuesta de gestión de riesgo de un sistema nacional, por su compromiso con toda la comunidad, el ambiente, calidad de vida segura, y salud que se relejan en “Políticas de Gestión de Riesgo Integral,” y, la seguridad del ambiente, constituyen partes integrantes para la comunidad nacional, en la búsqueda de la paz, el desarrollo y las continuidad de la convivencia social. Por lo tanto, el concepto de seguridad individual y colectiva de la sociedad, asociada a la idea de que las emergencias y los efectos de los eventos adversos se pueden prevenir y mitigar, son principios que deben ser asumidos por cada una de las sociedades, las comunidades y las instituciones como una guía de trabajo cuotidiano y de responsabilidad compartida. Por ello, la reducción de la vulnerabilidad ante desastres potenciales, no es un tema de interés exclusivo de especialistas y organismos de respuesta ante emergencias, sino que exige la necesaria incorporación y participación activa de la ciudadanía. La participación ciudadana en el tema de la reducción de la vulnerabilidad ante desastres, implica promover y facilitar el acceso al conocimiento del tema por parte de las comunidades (cultura de educación en prevención ) que les permita la identiicación de los riesgos de su entorno y su autoprotección para lograr la participación proactiva de la comunidad en todas las etapas del “ciclo de los desastres”. Fórmula: Riesgo = Amenaza x Vulnerabilidad x Probabilidad Prevención x Mitigación x Autoprotección 95 Riesgos y Desastres Para poder cumplir con la fórmula presentada se deben establecer varias alianzas estratégicas fundamentales como: • Las comunidades organizadas. • Los diferentes niveles gubernamentales y el sector privado, con ines de fortalecer la participación proactiva de las comunidades como actores fundamentales. • Los organismos para el control de la planiicación, diseño, construcción y mantenimiento de los programas de desarrollo, para implementar planes en todas las instituciones y organismos del Estado. • Las diversas instituciones de todos los sectores incluyendo especíicamente el sector académico, para intercambiar ideas o proyectos de seguridad, prevención y mitigación de desastres y / o riesgos, experiencias e investigaciones, con el in de fortalecer la cultura en prevención y gestión. Se debe ejecutar en forma oportuna y eicaz las acciones de respuesta y recuperación (rehabilitación y reconstrucción). Hay que elaborar inventarios de recursos disponibles y requeridos de acuerdo con los niveles de alerta para la atención de cada evento especíico. Por lo mencionado, la reducción de la vulnerabilidad ante desastres tiene que ser “integrada en estrategias de desarrollo sostenible” y métodos de contabilidad de recursos naturales nacionales disponibles. 2.9 Propuesta de un sistema nacional de gestión de riesgos Dentro de un estado debe existir una organización o unidad que adopte la responsabilidad en que se emplean los medios y los recursos disponibles para prevenir y/o superar una situación que genere efectos desastrosos sobre la población y su entorno. Este entidad debe ser capaz de: 1. Estar informada sobre el status quo de la ciencia de amenazas de todo tipo, 2. Educar sobre la prevención de desastres potenciales antes que ocurran, 3. Mitigar las amenazas con diseños y las obras de protección correspondientes, 4. Vigilar las amenazas potenciales con la última tecnología, 5. Ser sabia en cuanto a disponer un nivel de alerta adecuado a la situación del estado real de una amenaza eminente, 6. Enfrentar los desastres cuando ocurren, recuperando vida y salud de los afectados en tiempo mínimo, recuperando la infraestructura estratégica, 7. Tener la lexibilidad, movilidad y los recursos adecuados para reducir vulnerabilidades potenciales después de la ocurrencia de un desastre, 8. Ser la única voz oicial para el público general y los medios de comunicación sobre el desarrollo de un desastre o amenaza potencial y los escenarios de riesgos correspondientes. Fig. 2.36, El presidente constitucional de Ecuador el Econ. Rafel Correa decreta emergencia por posible tsunami en Ecuador tras terremoto en Japón. AFP 96 Fig. 2.34, El Comité de Operaciones Emergentes Provincial (COE), realizada en la Sala de Crisis del ECU 911, la alcaldesa Kharla Chávez solicitó se declare en emergencia el sector “Nueva Esperanza” de la parroquia urbana El Salto. De www.babahoyo.gob.ec Capítulo II La misma organización o unidad que se establece impone objetivos generales y especíicos para el cumplimiento de su misión. 2.9.1 Objetivos generales 1. Preservar la vida de las personas y sus bienes 2. Coordinar y controlar los medios disponibles ante las situaciones y variables de desastres que les podría afectar eventualmente 3. Elaborar planes de emergencia (y de contingencia) realistas, objetivos y coordinados 4. Desarrollar programas y proyectos técnico - cientíicos, tendentes a reducir o mitigar los efectos de los eventos adversos sobre las personas y sus bienes 5. Proporcionar una rápida y oportuna respuesta a las necesidades de la población damniicada. 6. Estructurar toda la información histórica, relativa a la identiicación de catástrofes naturales o provocadas por el hombre (antrópicas) y determinar aquellas áreas de alto riesgo probable. 7. Elaborar y difundir medidas y formas de comportamiento preventivo que deben desarrollar las comunidades antes, durante y después de la eventual ocurrencia de un Evento Adverso. 2.9.2 Objetivos especiicos 1. Formular la Estrategia Nacional de vigilancia de amenazas existentes y potenciales y la reducción de riesgos 2. Implementar y fortalecer un Sistema Nacional de Gestión de Riesgos, que se aplique en toda la sociedad o niveles culturales del país 3. Entender la gestión de riesgos como un mecanismo de funcionamiento de la Estrategia Nacional, que permitirá la intervención en el ámbito de todo el territorio nacional, el fortalecimiento institucional y la creación de capacidades Para que se pueda implementar este propuesta de un Sistema Nacional para la Gestión de Riesgos, se requiere: 1. Diseñar y acordar un Marco Institucional de funcionamiento y de coordinación sustentado, soportado y aianzado en redes temáticas y técnicas, entre las instituciones y provincias, así como, políticas y mecanismos inancieros. Considerar a los Ejes temáticos como “Programas de Ejecución”. 2. La proyección nacional hacia un desarrollo sostenible, determina un fuerte énfasis en la administración y manejo de riesgos, como una estrategia efectiva de prevención, con un claro enfoque participativo, integrado a todas las instancias, tanto gubernamentales como sectoriales, técnico – cientíicas, regionales, provinciales, locales y de la Comunidad Organizada, buscando potenciar las capacidades preventivas que orienten a constituirse en un “Instrumento indicativo para la Gestión Descentralizada”, de conformidad con las realidades especíicas de riesgo y de recursos de las respectivas zonas geográicas del territorio nacional. 2.9.3 Gestión del riesgo y desarrollo de un sistema nacional de gestión de riesgos Abordar la relación entre gestión de riesgos y desarrollo de instrumentos organizativos, implica un amplio y detallado análisis de las condiciones existentes de muy diversa índole, cuyos aspectos más relevantes se sintetizan en cuatro temas: • El desarrollo del conocimiento sobre el riesgo y su socialización. • La identiicación de capacidades y limitaciones para la Gestión de Riesgos. • El Marco Institucional existente y, el conjunto de propuestas presentadas sobre el Sistema Nacional. • El apoyo y/o presencia de organizaciones internacionales al respecto. 97 Riesgos y Desastres El conocimiento del riesgo y los mecanismos para su desarrollo y socialización; se reieren a toda la política y estrategia de Gestión de Riesgos que debe contemplar necesariamente el desarrollo del conocimiento del riesgo al que se está expuesto. Sin embargo, existen muchas formas de concebir, desarrollar y socializar el conocimiento sobre el riesgo existente, y de esas diversas formas resultan productos y actividades de intervención. En términos generales, el desarrollo del conocimiento sobre el riesgo, debe llevar a la comprensión de los factores que generan, mantienen o incrementan el riesgo existente, a la identiicación de los daños y pérdidas potenciales que puedan producirse en caso de materialización del riesgo (desastre) y a la formulación de las medidas de intervención necesarias para modiicar, en términos de reducción de riesgos, aquellos factores identiicados. En términos particulares, este conocimiento obedece a las necesidades de casos especíicos. No existe el riesgo en general, sino riesgos particulares que se maniiestan, expresan y se reproducen en determinados ámbitos territoriales y sociales susceptibles de ser delimitados, analizados e intervenidos. En términos prácticos, el conocimiento del riesgo (análisis de riesgo) debe producir escenarios de riesgo y escenarios de intervención, sobre los cuales, con la mayor claridad posible, puedan tomarse las medidas adecuadas para su reducción. Aunque el riesgo es una unidad de factores, para efectos de comprensión de su dinámica y para facilitar el análisis, estos factores han sido agrupados tradicionalmente en dos grandes grupos: Amenazas y Vulnerabilidades, asignando en general un referente natural a las amenazas y un referente social a las vulnerabilidades. En este contexto, la tendencia que en común ha primado, es a considerar el desarrollo del conocimiento sobre en riesgo como el desarrollo del conocimiento sobre uno de los grupos de factores que lo constituyen (la amenaza), pudiéndose destacar una gran ausencia en los desarrollos reales del conocimiento en lo que tiene que ver con los factores de vulnerabilidad. Para lograr un adecuado y eiciente sistema de respuesta y alerta temprana es menester disponer de un modelo de respuesta; un plan articulado y protocolizado, consensuado y jerarquizado, y la necesaria experiencia en capacitación técnica y popular. Se requiere de un espacio equipado (sala del COE) que permita la reunión de actores fundamentales en la organización de la alerta y la respuesta. Las salas de situación, son un componente esencial de un Sistema Nacional de Gestión de Riesgos. Es necesario un trabajo a fondo con los actores locales, tanto con autoridades como con la población objetivo, en los aspectos básicos del riesgo y su gestión y, en la percepción e imaginarios que se manejan. La mayor vulnerabilidad que puede existir es el de la “Incredulida’’, la negación, la sustitución de la razón ambiental por la razón económica y política. Es difícil una visión equilibrada sobre el problema y el riesgo entre autoridades y población. Los escenarios de riesgo permiten la formulación de planes de reducción de riesgos y planes de respuesta y contingencia, articularlos en un conjunto global, con otros instrumentos como los Sistemas de Alerta Temprana (SAT); e identiicación de los actores principales y las relaciones horizontales y verticales con otros niveles necesarios para implementar dichos planes. 2.9.4 Construcción de los escenarios de riesgo La construcción de los escenarios de riesgo comprende el proceso a través del cual se hacen proyecciones de probables impactos, daños, pérdidas humanas y materiales, asociadas con la materialización de amenazas de determinadas intensidades y magnitudes, ya anticipadas por el análisis de cientíico. El análisis de riesgo debe captar diferencias signiicativas en los niveles de vulnerabilidad y servir para identiicar los grupos sociales e individuos más vulnerables para quienes se requieren medidas extraordinarias de protección o asistencia en momentos de crisis (ancianos, niños, lisiados, ciegos etc.). Los escenarios de riesgo son un insumo fundamental e imprescindible para el diseño de mecanismos de protección, incluyendo un Sistema de Alerta temprana (SAT) y, para la elaboración de los planes de emergencia o contingencia. 98 Capítulo II 2.9.5. Los preparativos para las emergencias Los preparativos de o para las emergencias comprenden un conjunto diverso de actividades y acciones que facilitan y garantizan la seguridad y bienestar de la población durante momentos de crisis. La instrumentación y coordinación de los preparativos, normalmente se dirigen desde Centros Operativos de Emergencia o Salas de Situaciones, que permiten la reunión de autoridades competentes, la toma de decisiones y la dirección de las acciones y actividades requeridas. Entre los aspectos a cubrir, se incluye la evacuación y albergues temporales y de más largo plazo para la población. Es un objetivo prioritario que en los planes de emergencia provinciales, se incluya especiicaciones de roles, niveles de mando, coordinación y decisiones; incluir además, protocolos por zona o sector, etc. 2.9.6 Comunicación social y toma de decisiones Este punto fundamental signiica el prediseño de las categorías de estado de alerta y los mensajes particulares as transmitirse a la población, garantizando su adecuación a sus condiciones económicas, sociales y físicas. Aunque los eventos adversos (desastres) son inevitables, y la eliminación de todos los riesgos es imposible, muchas medidas técnicas, prácticas tradicionales y experiencias públicas pueden ayudar a reducir la escala o la gravedad de los desastres económicos y sociales. Los peligros y preparativos de emergencia son parte de la convivencia con la naturaleza, pero el comportamiento humano es susceptible de modiicación. Debemos ante todo, pasar de una ilosofía de reacción a una ilosofía de prevención; la prevención es más humanitaria que la curación. Ante todo, no debemos olvidar que la prevención del evento adverso (desastre) es un imperativo moral. Se requiere de la creación de una plataforma permanente de trabajo interinstitucional (Sistema Nacional) cuyo fundamento sea una Política Integral y eiciente para la reducción de desastres (prevención de riesgos) en la comunidad de nuestro país. Entre los principios de comunicación para transmitir sobre la prevención de desastres se incluyen: 1. Credibilidad, El destinatario debe tener fe en la fuente y existir un ambiente de conianza entre emisor y receptor. 2. Contexto, Debe formar parte del medio ambiente normal en que se desenvuelve el público – debe conirmar, no contradecir el mensaje. 3. Claridad, Debe ser simple y expresarse en términos sencillos. 4. Continuidad y coherencia, Debe repetirse y ser coherentes. 5. Contenido, El mensaje debe ser sentido para quien lo recibe. 6. Utilizar los “cauces” establecidos de comunicación, que usa y respeta el público (Radio, TV. Prensa). 7. Capacidad, Tomar en cuenta factores como: • Disponibilidad • Costumbres • Grado de instrucción • Conocimiento del mundo en que se desenvuelve el público. 2.9.7. Esferas de gobierno en relación con desastres Se establecen cuatro esferas: 1. Aviso: Difusión de alertas, basados en la vigilancia – detección y predicción (Meteorológica, Hidrológica, Geológica). 2. Difusión: Mediante los medios de comunicación de masas, estatales. 99 Riesgos y Desastres 3. Reglamentación: Para hacer cumplir la Ley y el Orden (Policía, Fuerzas Armadas, Fuerzas de Seguridad). 4. Coordinación: La información pública sobre los desastres, emana normalmente de los organismos de Defensa Civil – Protección civil – Gestión de Riesgos. • • • • • • • • • • • • Entre las maniobras estratégicas para la Gestión Integral del Riesgo se debe encuentran: Mantener y dar continuidad a los Programas, Planes y Proyectos de Desarrollo incluyendo la Variable Riesgo en todas sus ejecutorias y participando en todos los sectores, fomentando y promoviendo un desarrollo sostenible y sustentable. Aprovechar las experiencias de varias individualidades, instituciones y empresas del país para un comprometimiento nacional en un Plan de Desarrollo sostenible, basado en la premisa de un Plan de Prevención de Riesgos en el ámbito de todo el territorio nacional. Realizar un acercamiento y concertación con todas las instituciones y Organizaciones no Gubernamentales (ONG´s) del País. Prever lineamientos institucionales y nacionales para la reducción y/o mitigación del riesgo. Evitar, en coordinación con la Secretaría Nacional de Planiicación para el Desarrollo (SENPLADES), que en el territorio nacional se lleven a cabo Proyectos de Desarrollo en los GAD sin considerar la Variable Riesgos. Estudiar y analizar el Marco Jurídico par la sustentación de la Gestión de Riesgos en el País. Prever mecanismos institucionales ante el latente problema de la falta de un Ordenamiento Territorial Nacional y el desarrollo indiscriminado de las poblaciones. Prever mecanismos institucionales ante el constante problema que existe en el país frente a los múltiples eventos adversos que se presentan en el territorio nacional y una atención oportuna y adecuada a nivel local. Implementar la educación y cultura de riesgo dentro de todo el ámbito de la comunidad ecuatoriana. Establecer mecanismos inter institucionales para la atención oportuna e inmediata ante los desastres que se presenten en el país. Incursionar en el ámbito internacional mediante el intercambio de experiencias, coordinación y apoyo mutuo en caso de desastres. Mejorar permanentemente la estructura del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos y aprovechar del desarrollo tecnológico en la “Prevención y Reducción del Riesgo”. 2.10 La unidad militar de emergencias (UME) En situaciones de desastres o catástrofes extraordinarias (descomunales o insólitas) en que la seguridad, la integridad y la vida de las personas pueden peligrar masivamente, entra en juego un concepto que a pesar de ser muy utilizado y cuya vigencia data de hace muchas décadas en nuestro país, todavía no es muy conocido, porque no se le da la debida importancia o por ser relativamente nuevo. La Gestión de Riesgos, que engloba a las diferentes etapas mencionadas como la Prevención, la Preparación, la Reducción de Riesgos (Mitigación), Atención y Respuesta, Rehabilitación y Reconstrucción, en nuestro territorio, cuya doctrina no en muy difundida, o se carece de una verdadera doctrina de Gestión de Riesgos, es el concepto de Protección Civil o en el pasado comúnmente referido como Defensa Civil, que actualmente todavía prevalece en la comunidad. Las emergencias pueden presentarse en diferentes niveles, según su magnitud y las jurisdicciones que abarque, como a nivel local (Litoral o Costa, Región interandina o Sierra y Región Amazónica u Oriente, como Galápagos) o en el ámbito nacional, que abarca todo el territorio de nuestro País. En el ámbito local, bien podría ser suiciente una actuación municipal, con el Centro de Operaciones de Emergencia Cantonal (COEC), liderado por el Alcalde y controlado fundamentalmente con los recursos propios de la organización o instancia local correspondiente. Se está hablando entonces de protección civil o defensa civil local, en la que el alcalde sería la máxima autoridad responsable. En 100 Capítulo II Fig. 2.38, Unidad Militar de Emergencias en Haití. De www. revistadelacarolina.com Fig. 2.37, La UNIDAD MILITAR DE EMERGENCIAS es un organismo dedicado a cualquier catastrofe natural que pueda pasar en el pais. De elmejorraperodelahistoria.blogspot.com Fig. 2.39, Miembros de la Unidad Militar de Emergencias en la búsqueda del cuerpo de una mujer desaparecida. De www.defensa.gob.es Fig. 2.40, La Unidad Militar de Emergencias son un cuerpo especial del Ejército español. Hombres y mujeres preparados para trabajar en situaciones extremas sin margen de error. Como máquinas. No existe el miedo, ni el cansancio cuando se les pregunta en alto y se niegan a evidenciar gesto alguno que los convierta en humanos. Pero lo son. De www.elcorreogallego.es Fig. 2.41, El Gobierno de España constituyó en 2007 la Unidad Militar de Emergencias con el in de que esta pudiera intervenir en cualquier lugar del territorio nacional en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas. De www.legaltoday.com los eventos adversos (desastres) de mayor envergadura, ya se debe hablar de escalones superiores y en que la jurisdicción, la magnitud y las áreas amenazadas, abarcan un ámbito de mayor territorialidad como el de las provincias, regionales y hasta nacional, es decir que nos enfrentamos a emergencias en las que hay que tomar decisiones, y ejecutar actuaciones encaminadas a coordinar recursos para hacer frente al evento, buscando conseguir que todas funcionen sincronizada y eicazmente, con el in de eliminar, reducir o mitigar los efectos adversos (desastre). El tipo de emergencia que se trate e involucre masivamente a la comunidad, está dentro de las tareas y actividades operativas de Protección Civil o 101 Riesgos y Desastres Defensa Civil, pero que jamás serán capaces de cumplir su rol sin el apoyo particular y el poder de las Fuerzas Armadas. A la Protección Civil se incorporan todos los organismos de socorro e instituciones que prestan sus servicios básicos a la comunidad como la Cruz Roja, Cuerpo de Bomberos, Organismos de Defensa Civil, Policía Nacional entre otros. Por lo tanto, existe la necesidad de una labor de coordinación de todos estos distintos organismos, tanto en medios humanos como técnicos, para que funcionen y operen en forma óptima con una óptica de integración de Protección Civil, ante los eventos adversos que generen en desastres. Así, el concepto de Protección Civil o Defensa Civil, debe contemplar, una concepción operativa a diferentes niveles local, provincial, regional y nacional. En resumen, en cada nivel: la comunidad debería tener sus Planes de Emergencia; las autoridades deberían contemplar y aplicar la variable riesgo en sus Programas, Planes y Proyectos de Desarrollo y deberían tener preparada una respuesta coordinada, ajustada a sus propias realidades y a los escenarios más probables, es decir, deben Protección o Defensa Civil. En cada organización jurisdiccional (COE Cantonal, Provincial, etc.) debería existir una respuesta coordinada con los recursos y medios humanos y técnicos disponibles en cada territorio. Especial atención al área local, tomando en consideración que, es el área municipal en donde debe aparecer la primera respuesta a las emergencias. El alcalde como presidente del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), es quien debe impulsar y liderar todas las acciones encaminadas a conseguir estos ines como la elaboración, ejecución de los Planes de Emergencia, el conocimiento, la participación y la colaboración de la Comunidad. Por lo tanto, debería homogenizarse la planiicación territorial y plantear el carácter obligatorio de contar con Planes de Emergencia de Protección Civil. El cumplimiento con las leyes de Ordenamiento Territorial y Ordenanzas Municipales, y, el objetivo de que en cualquier situación de emergencias, se cuente con el adecuado nivel de respuesta, tanto a nivel de núcleos urbanos como rurales. A pesar de la creación de la Secretaría Técnica de Gestión de Riesgos (STGR; 2007) y mas tarde la creación de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR; 2009) y recientemente la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR; 2013) supuestamente asumiría las funciones de la Dirección Fig. 2.42, Efecto del fenómeno El Niño 1997 - 1998. Precipitación en los países andinos. Pavón, 1998 102 Capítulo II Nacional de Defensa Civil, en realidad se trata de un ente sumamente administrativo que está siempre pendiente del involucramiento de las Fuerzas Armadas en casos de emergencias, catástrofes o desastres. Por lo tanto se propone crear una unidad de militares igual como en España y en otros países desarrollados, que estará capacitada, eicaz, lexible, completamente disponible y equipada para atender cualquier desgracia generada por un evento adverso. Por tanto la creación de una ‘‘Unidad Militar de Emergencias (UME)’’ es un reto indispensable para nuestro país. 2.11 Concepto de gestión de riesgos y su lugar en la sociedad 2.11.1. Características El concepto de la gestión de riesgos es un proceso social de formulación de políticas, toma de decisiones, intervención y aplicación, cuyo in último es la reducción y el control permanente del riesgo en la sociedad, en concordancia con el logro de pautas de desarrollo humano, económico, ambiental y territorial sostenible. Considerada bajo esta óptica, la gestión de riesgos, hace parte y está articulada al desarrollo de una política social que busca mejorar las condiciones de vida de la población, salvaguardar la vida y su patrimonio, individual y colectivo. El término Sistema Nacional para la Gestión de Riesgos, surge de alguna manera, caracterizado por estar centrado en la respuesta, especialmente en lo que hoy se identiica como “ayuda humanitaria” y estar encuadrado en una institucionalidad nacional centralizada y exclusiva. En la actualidad se considera que la Gestión de Riesgos no solo debe estar encuadrada en la respuesta sino también y básicamente en la Prevención y Reducción de Riesgos. Por lo mencionado, las características de la gestión de riesgos son: 1.- Tiene un carácter permanente y puntual, Se conigura como un proceso permanente de toma de decisiones e implementación de acciones cuyo objetivo es reducir y controlar el riesgo existente y prever la coniguración de nuevos riesgos, a través de un conjunto de acciones, planes, programas y proyectos. 2.- Tiene un carácter participativo, Es un proceso de toma de decisiones que con base en el conocimiento sobre el riesgo, deine prioridades, instrumentos y mecanismos de intervención. Involucra a un conjunto importante de actores sociales e institucionales, muchos de los cuales participan en la generación del riesgo y por lo tanto deben participar en su Gestión. 3.- Tiene un carácter descentralizado, El carácter territorial y localizado del riesgo, hace que el ámbito local sea el escenario por excelencia de su gestión y, por lo tanto que ésta pueda desarrollarse con niveles importantes de descentralización, a través de los cuales, incluyendo administraciones y ciudadanos, asuman su “rol” en el tema. Al mismo tiempo, implica esfuerzos importantes de coordinación, apoyo y asesoría por parte de los niveles centrales y sectoriales que permitan a mediano y largo plazo una gestión local eicaz e integrada en las diversas jurisdicciones del territorio nacional. 4.- Debe formar parte de los procesos de planiicación del desarrollo, Así, sus principales elementos deben ser incorporados en dichos procesos, a nivel Nacional, Regional y Local. 5.- Tiene un carácter coordinador, La territorialidad del riesgo, también se maniiesta desde el punto de vista de que en diversas jurisdicciones o territorios comparten riesgos comunes (Por ejemplo, en las provincias de la Costa, con la presencia de El Fenómeno “El Niño). Y en que, en ocasiones, las jurisdicciones en donde se generan los riesgos, son diferentes a las jurisdicciones donde se maniiestan (Por ejemplo, caída de ceniza en la provincia de Pichincha por erupción del volcán Reventador, ubicado en el límite inter provincial de Napo y Sucumbíos; y, en la provincia de Bolívar, por caída de ceniza del volcán Tungurahua de la provincia del mismo nombre). Esto hace importante y prioritario, desde el punto de vista de la intervención, el reforzamiento de los principios de coordinación, complementariedad y subsidiariedad de la acción entre los diversos niveles jurisdiccionales o territoriales. 103 Riesgos y Desastres 6.- Tiene un carácter intersectorial e interinstitucional, Considerado desde el punto de vista del Sector Público, la Gestión de Riesgos, más que un objeto o herramienta de trabajo de un sector especíico (Educación, Salud u Obras Públicas), se constituye en un “Eje Transversal e Integrados de Trabajo”, que toca y afecta a todos los sectores. De allí se desprende la necesidad de una coordinación, intersectorial e interinstitucional, para la Gestión del Riesgo. Lo cual puede revestir diversas formas organizativas adecuadas a las institucionalidades existentes (Por ejemplo: Zonas Especiales de Defensa). 7.- Requiere de una organización especíica para la coordinación de acciones, Diversos niveles jurisdiccionales o territoriales, con organizaciones, procesos legales y sociales propios, participan y tienen responsabilidades en dicha gestión. Desde este punto de vista, la organización para la Gestión de Riesgo, debe recoger dichas intervenciones y basar su organización en los diferentes roles y presencia que estos niveles tienen (Por ejemplo: el Distrito Metropolitano de Quito). 8.- Se apoya en procesos sociales y políticos en curso, Existen procesos políticos (descentralización y relativa autonomía municipal, promoción de la participación comunitaria en la planiicación y toma de decisiones) que facilitan el desarrollo de la gestión. Al mismo tiempo, el desarrollo de la Gestión de Riesgos, debe facilitar y fortalecer los Procesos Políticos. Esto quiere decir, en resumen, que la participación comunitaria en la planiicación y toma de decisiones, facilita el desarrollo de dicha gestión. 2.11.2. Organización para la gestión de riesgos Las característica de la Gestión de Riesgos implica la existencia de una articulación de acciones y de una coordinación clara de actividades que constituyen lo que podemos denominar: “La organización para la gestión de riesgos”. En la medida en que esta articulación no se limita simplemente a una “Institución” o a una jerarquía estatal o gubernamental encargada del tema, sino que incluye: ”El conjunto de instrumentos y de recursos” que dispone una sociedad para hacer frente al reto de reducir los riesgos existentes, de manera permanente y sostenida, lo que se ha venido manifestando como “sistemas” para la gestión de riesgos. La Gestión de Riesgos está constituida fundamentalmente por un proceso de intervención sobre los factores generadores del riesgo, tendiente a modiicarlos de manera permanente o a evitar que estos surjan, con el in de evitar los daños y pérdidas provenientes de los desequilibrios existentes entre medio ambiente y sociedad. Su base de materialización y desarrollo es el territorio expuesto al riesgo, donde puede manifestarse. En este sentido, cobra particular importancia la intervención local y regional y, por lo tanto, las políticas, tendencias y normas existentes en materia de descentralización y participación ciudadana. El problema de un Sistema Nacional de Gestión de Riesgos no es en sí mismo, un problema de jerarquías institucionales, es un problema de políticas de intervención social para enfrentar una Fig. 2.43, Gigantescos roedores han estado muriendo de sed, sus restos marchitos el más evidente testimonio de la dureza del verano. De leerapido. jesusfrancisco.com 104 Fig. 2.44, Puente San Vicente hacía Bahia, Manabí – símbolo de desarrollo. De solnacientenews.blogspot.com Capítulo II situación especíica relacionada con los riesgos existentes y de instrumentos necesarios para llevar a cabo dichas políticas. Bajo esta consideración, un sistema se deriva de las políticas, estrategias e instrumentos y no al contrario. No debe confundirse el Sistema Nacional con el componente “nacional” del Sistema. En algunos análisis parecería que la base del sistema es la organización de las instituciones del orden nacional para el tema. Las referencias a los niveles locales y provinciales son limitadas a la instauración de comités a dichos niveles o consideraciones generales sobre incluir el tema en todos los niveles de la planiicación, mientras que lo correspondiente a las entidades del nivel nacional se desarrolla de una manera mucho más amplia en funciones, roles y jerarquía. Todo esto, se relaciona con el reconocimiento o no de procesos de “Descentralización y Participación Ciudadana”, ya sea como tendencia de la vida social moderna, o encuadrados en normas legales vigentes. No debe confundirse la Gestión de Riesgos como proceso organizado de toma de decisiones sociales a diferentes niveles, con los múltiples instrumentos necesarios, a dicha toma de decisiones. Así, un Sistema de Información Geográica (SIG) en sí mismo, en el que se geo-referencian los principales riesgos (amenazas con sus alcances) del país, no constituye “La Gestión de Riesgos”, aunque puede ser un instrumento necesario para ello. No debe confundirse, la inclusión del tema en los instrumentos de la Planiicación del Desarrollo con la Gestión del Riesgo. Esta inclusión es solo un aspecto importante de la Gestión de Riesgos, pero no la cobija que cubre totalmente. Como es el caso del Manejo Ambiental y Protección del Medio Ambiente, no basta contar con un Código de Recursos Naturales o su equivalente; es necesario contar con las Políticas e instrumentos institucionales y sociales para aplicarlos en diversos niveles de la actividad social. 2.11.3. Componentes de la gestión de riesgo Los ejes estratégicos de la gestión de riesgo para promover y difundir una cultura de prevención de riesgos constituyen: 1. Componente Social: Como factor desencadenante de las pérdidas y el nivel de exposición de los habitantes, repercute en la calidad de vida de la población. 2. Planiicación y Ordenamiento Territorial: Papel que desempeña una planiicación en el urbanismo hacia la reducción potencial de riesgos a través de una multitud de amenazas. 3. Capacidad de Respuesta: La competencia en dar respuestas de la sociedad y la voluntad política reinante sobre el tema de los desastres. Los Organismos de Gestión de Riesgos del País deben tener como “horizonte” promover y difundir una ‘‘cultura de prevención’’ mediante el fortalecimiento de los actores nacionales, regionales y locales, para reducir y prevenir los riesgos en las tres regiones: Costa o Litoral; Sierra o Interandina y Amazónica u Oriente. Con nuevas capacidades e instrumentos para el análisis de amenazas naturales regionales y locales (Cantones). Los Alcaldes podrán planiicar su desarrollo con un enfoque y visión de gestión de riesgo prospectiva. El territorio nacional en todo su contexto, en toda su extensión, se encuentra regular y periódicamente afectado por ‘‘eventos naturales’’ que causan grandes pérdidas de vidas humanas, la destrucción de infraestructura, el deterioro de los medios de subsistencia y del medio ambiente. Este hecho pone en serio riesgo el desarrollo e incremento de la pobreza. Entre 1992 y el in de 2013, grandes zonas del país, han sido afectadas, sucesivamente por los fenómeno “El Niño”; “La Niña”; inundaciones por efecto de las temporadas lluviosas (inviernos); sequías, principalmente en la Provincia de Manabí; sismos, erupciones volcánicas, etc. Por lo que los organismos e Instituciones Nacionales deben priorizar, programas, planes y proyectos para la prevención de riesgos naturales que deriven en desastres, que incluyen entre sus líneas de acción estratégica, la promoción y difusión de una ‘‘cultura de prevención’’ y fortalecimiento de capacidades técnicas y cientíicas para el ‘‘análisis de riesgo’’. 105 Riesgos y Desastres Los ejes estratégicos se contemplarán: 1.- Formación de capacidades locales para el análisis de amenazas y riesgos con la producción y adopción de instrumentos (Mapas, estudios de campo, croquis, planes). 2.- Sensibilización para la inserción del enfoque de gestión de riesgos en los procesos de planiicación a nivel ‘‘municipal’’ y dotación de herramientas técnicas y legales (Ordenanzas Municipales; Ordenamiento Territorial; Planiicación de Ciudades Seguras; Mapas de Riesgos; etc.) como base de los procesos de desarrollo municipal. 3.- Formación de especialistas nacionales y locales en análisis de amenazas naturales y gestión de riesgos. 4.- Estandarización e institucionalización de conceptos, criterios, leyendas y mitologías, para la elaboración de mapas de amenazas y riesgos. 5.- Promoción de alianzas estratégicas con actores locales en el rol Cantonal, Provincial y regional; coordinaciones y sinergias. 2.12 La gestión de riesgos y los aspectos a considerar en el desarrollo sostenible y los fenómenos naturales En el contexto de una notable fragilidad ambiental y con una clara tendencia a la urbanización acelerada, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Protección Civil – Defensa Civil) se enfrenta al reto de administrar en forma sostenible y eiciente el uso y ocupación de su territorio, así como el registro de los desastres asociados a fenómenos naturales (hechos y antecedentes históricos). La ocurrencia y severidad de los desastres asociados a fenómenos naturales pone de maniiesto la necesidad de avanzar en la construcción de instrumentos jurídicos, técnicos y inancieros que permitan reducir su ocurrencia y limitar su impacto social, económico y ambiental. La implementación de proyectos en diferentes fases y modalidades de intervención, otorgando especial énfasis en la prevención y privilegio de proyectos que busquen reducir los niveles de riesgo existentes como una estrategia para limitar o minimizar el impacto de los desastres (eventos adversos) y promover el desarrollo sostenible; así como, contribuir a la reducción de la vulnerabilidad de las personas y sus bienes expuestos al peligro y riesgos naturales; fomentar e impulsar un crecimiento y desarrollo sostenible y sustentable. Mejorar los servicios del área de Gestión de Riesgos, mediante el fortalecimiento de políticas nacionales, de instituciones y la coordinación de actividades en este campo. Fortalecimiento en aspectos organizativos, políticas, planeación estratégica, marco legal y obtención de recursos inancieros. Sistematización de la información a ser aplicada en la planiicación del desarrollo, en la prevención, atención de desastres y en la toma de decisiones. La elaboración de instrumentos metodológicos y normas para la consideración del riesgo como determinante en la toma de decisiones, en el ordenamiento del territorio, en la planiicación del desarrollo, en la promoción de reglamentación de usos de suelo, en la formulación por parte de las entidades sectoriales, de programas y proyectos para que la estimación y mitigación de riesgos, sea considerada en todos los “Planes de Inversión”. La socialización y educación para garantizar que los distintos actores y sectores sociales tengan acceso oportuno a la información necesaria para participar en las distintas decisiones y actividades en que se materializa la gestión del riesgo. La formulación de una Estrategia Integral de Educación, Capacitación y Sensibilización; implementación de actividades prioritarias de divulgación; la elaboración de material didáctico y capacitación a nivel de las provincias, regiones (Costa o Litoral, Sierra o Interandina y Amazónica u Oriente), y nacionales. Todo proyecto de desarrollo, debe contener una irme “gestión de riesgos ambiental” (La variable riesgo en planes y proyectos de desarrollo). En las zonas de alto riesgo, el Desarrollo Sostenible, “es posible”, únicamente si las decisiones de planiicación del desarrollo en los sectores públicos y privados 106 Capítulo II toman muy en consideración el potencial destructivo de los peligros naturales. Para ello es prioritario incluir en los diferentes niveles de los planes de desarrollo los siguientes parámetros: 1.- Evaluación de la presencia y de los efectos que los fenómenos naturales producen sobre los bienes y servicios en el área de planiicación. 2.- Valoración del potencial destructivo de esos fenómenos naturales sobre las actividades de desarrollo. 3.- Adopción de medidas y acciones para reducir la vulnerabilidad y/ o mitigar el riesgo en las actividades de desarrollo propuesto. 4.- Técnicas de valoración de la vulnerabilidad de los respectivos sectores y el empleo de la información de los peligros naturales en el análisis de “Costo Beneicio” de los Proyectos de Inversión y Desarrollo. Además se debe considerar y caliicar a La Gestión del Riesgo como política del Estado (objetivo nacional permanente) en forma de que exista el comprometimiento de las Instituciones y Organismos del País en una planiicación y aplicación de la prevención del riesgo en todos los ámbitos del Desarrollo Nacional, mediante la concertación de acciones a nivel nacional, tanto en los campos del desarrollo como de la gestión del riesgo. La variable riesgo consta en todos los planes, programas y proyectos de desarrollo. Es imperiosa la elaboración y puesta en práctica de Programas de Ordenamiento Territorial a nivel nacional. Estudio de micro zoniicación; elaboración de Mapas de Riesgo; Guías especíicas del crecimiento urbano, en función de los aportes de “La Ciencia de la Tierra”. La magnitud de los efectos de muchos tipos de peligros(o amenazas) puede ser minimizada o reducida si se toman acciones preventivas adecuadas y oportunas que permitan reducir la vulnerabilidad. Encarar los fenómenos adversos en el país, es una verdadera constante dadas sus características orográicas, tectónicas y océano atmosféricas. Se debe tomar en consideración una concienciación y germinación de una sólida cultura de prevención que debe ser vigorizada, tanto en el sector público y privado como en la ciudadanía. Los Gobiernos Sectoriales y Seccionales no introducen, en la mayoría de los casos, en sus presupuestos: programas, actividades y proyectos de prevención, educación y capacitación para la gestión del riesgo. No se promueve ni se diseñan mecanismos para impulsar la Transferencia del Riesgo. 2.12.1. “El desastre es la concreción del riesgo” Es imprescindible realizar obras con enfoque de riesgo y preparación; lograr el manejo sustentable de los recursos naturales de las cuencas abastecedoras de agua y la protección de la cubierta vegetal de las micro cuencas para así prevenir las inundaciones y mitigar o reducir las sequías. Los Proyectos de Desarrollo deben ser: 1. Factibles 3. Relevantes (prevalecientes) con la Gestión del Riesgo 2. Viables 4. Sostenibles 2.12.2. Enfrentar los eventos adversos Frente a los eventos adversos se debe: • Coordinar las acciones gubernamentales tendientes a enfrentar la emergencia. • Deinir las responsabilidades de cada institución. • Elaborar una estimación del costo de los daños ocasionados por el evento adverso (prospectivo – análisis de áreas sensibles, o de riesgo potencial). • Disponer de lineamientos oportunos que permitan orientar la acción de las autoridades nacionales y la eventual ayuda de la Comunidad Internacional. • Ejecutar acciones de prevención y mitigación. 107 Riesgos y Desastres • • • • Y considerar que: La educación comunitaria y las oportunas acciones de emergencia permiten que las víctimas ocasionadas por el evento natural sean substancialmente menores que las habituales en fenómenos de esta magnitud e intensidad. La población que habita en zonas de bajo relieve y zonas marginales o periféricas urbanas, son las más afectadas por persistentes eventos adversos. La ejecución de proyectos para las etapas de prevención y mitigación, asignados a obras de infraestructura humanitaria, son vitales. Es menester realizar la evaluación de planes de emergencia locales (Provinciales - Cantonales Parroquiales). 2.13 Los desastres 2.13.1 Introducción Los desastres son causa frecuente de problemas socio – económicos de gran magnitud que afectan a extensos sectores de la población, que dañan y menoscaban el desarrollo socio-económico de las regiones y comunidades, al emplear y agotar sus escasos recursos económicos en reparar los daños que se provocan, y que en muchos casos, ni con el apoyo internacional, es suiciente para alcanzar una completa rehabilitación y reconstrucción. Muchos países se ven sujetos a continuos embates de los desastres, tanto naturales, antrópicos como tecnológicos, que provocan un gran número de pérdidas de vidas humanas, así como daños en la infraestructura de servicios, en la agricultura, ganadería y alteraciones ecológicas que ocasionan incalculables pérdidas económicas. A pesar de los avances cientíicos, aún no existe la tecnología adecuada que permita predecir con precisión o exactitud su ocurrencia o una detección temprana que nos facilite la adopción a nticipada de medidas de protección. En la gran mayoría de los casos, los desastres se presentan en forma súbita e inesperada, alterando los sistemas normales de desarrollo socio – económico. De allí, la importancia de la planiicación preventiva en cuanto a los desastres y la tecnología adecuada que permita predecir con precisión su ocurrencia. Formulación de estrategias, El Ecuador como espacio territorial, con condiciones físico – geográicas, geodinámicas y sociales heterogéneas, presenta características de alto riesgo, en la mayoría de los casos con consecuencias de desastres. Considerando que los organismos del Estado existentes interactúan con los recursos disponibles frente a las vulnerabilidades para la prevención y atención de desastres y lo mejor de la capacidad nacional en la protección a la población, sus bienes y su patrimonio, la infraestructura, el medio ambiente y el desarrollo sostenible; existe la necesidad urgente de formular estrategias, un Plan Nacional de Prevención de Riesgos y, desarrollar la gestión del riesgo como Política del Estado, para contribuir a la reducción del peligro y el impacto de los desastres de origen natural y/o inducidos por el hombre (antrópicos), que puedan producirse en el territorio nacional. Todo ello como parte integral de un proceso de desarrollo sostenible, a través de la coordinación, promoción, diseño, ejecución y evaluación de políticas, estrategias, planes y actividades en la prevención, preparación, reducción, mitigación, atención de desastres, así como en la rehabilitación y reconstrucción; incorporando el concepto de Prevención de Desastres en la Planiicación para el Desarrollo Sostenible (incorporación de la variable riesgo en el proceso y planes de desarrollo sostenible aceptables). Establecer y promover la coordinación y cooperación entre los diferentes organismos del Estado, públicos y privados, con el propósito de coadyuvar en la solución de problemas en el ámbito de su competencia. Promover e incentivar la investigación, intercambio de conocimientos y apoyo inter institucional, vinculando a los organismos técnico – cientíicos y tecnologías, públicas y privadas en proyectos conjuntos e integrados en el tema 108 Capítulo II de la prevención y atención de desastres. Fomentar y difundir la formación de una Cultura de Riesgos (Prevención) en todo el territorio nacional. Promover la ampliación y modernización de los sistemas de monitoreo y evaluación de las acciones en materia de prevención y atención de desastres, así como de los resultados e impactos y la participación activa de la población, difundiendo Programas de Información y Capacitación, inquiriendo además, a los medios de comunicación masiva, la concienciación y difusión del concepto de ‘‘resiliencia’’ en cultura de riesgos. Visión estratégica, Los eventos adversos implican un deterioro en la calidad de vida de las comunidades afectadas, lo que precisa que los Gobiernos Nacionales y locales, impulsen procesos de planiicación estratégica, con una metodología prospectiva aplicada a la participación y consenso de todos los representantes de los Sectores y actores sociales, en un esfuerzo compartido con los gobiernos locales, con una visión de futuro a corto mediano y largo plazo, que trascienda la administración de los gobiernos de turno, con el imprescindible compromiso para trabajar mancomunadamente en la búsqueda de un desarrollo sustentable y sostenible que asegure y proteja la calidad de vida de los ecuatorianos. Una Visión Estratégica que represente la toma de decisiones deinidas frente al entorno existente con un Plan Estratégico Participativo, competitivo de desarrollo, solidaridad e instrumentos de planiicación concertada y participativa en todas sus fases. Así, es fundamental insertar en la currícula de materias de escuelas y colegios, la Doctrina de Gestión de Riesgos (Defensa Civil – Protección Civil), resaltando el sentido de solidaridad y servicio a la comunidad. Igualmente hay de capacitar a las personas en los temas de prevención frente a los eventos adversos. Se intuye como amenaza a la falta de difusión de las Políticas frente a la Gestión de Riesgos. Se vislumbra como ‘‘debilidades’’.- a la poca coordinación entre instituciones y poca cooperación (muchas veces, lamentablemente, por celo institucional). Falta de sensibilidad y solidaridad a las comunidades afectadas frente a los eventos adversos. 2.13.2. Capacidad humana y técnica de punta en gestion de riesgos La adecuada capacidad humana y la oportuna explotación de recursos y técnicas de punta en gestión de riesgos, demanda encausar, consolidar e integrar políticas institucionales de gestión de riesgos bajo un esquema de Organización Integral, planeadas, articuladas y ejecutadas en concertación Fig. 2.48, Sin embargo, las temperaturas en promedio mundial se han bajado mas allá de lo proyectado para la última década. De wattsupwiththat.com 109 Riesgos y Desastres con una Política de Desarrollo sostenible y sustentable mediante exigencias e impulso de una adecuada planiicación estratégica, para poder encarar con solvencia el riesgo de desastres en los diferentes escenarios del Territorio Nacional y la concienciación de la responsabilidad social de las comunidades asentadas en áreas sensibles y zonas de alto riesgo de nuestro país. La ejecución de adecuadas prácticas ambientales para reducir los riesgos potenciales y reales frente a los cambios climáticos provocados por el calentamiento de la tierra y el diseño de obras de infraestructura que reduzcan la amenaza y la vulnerabilidad ante los eventos naturales. El manejo y administración de los desastres, desde el punto de vista de una gestión de riesgos idónea y eicaz adquiriendo conocimiento y experiencia mediante la validación del manejo del riesgo, en atención al permanente mantenimiento de una planiicación y desarrollo de prevención de riesgos, así como la difusión de una cultura de riesgo a nivel nacional, a través de campañas de concienciación y prevención. La Prevención debe ser la primera prioridad; el cumplimiento de Ordenanzas Municipales, código de la Construcción y Leyes de Ordenamiento Territorial, hacen que se consolide una Cultura de Riesgos; prevención y seguridad que va desde lo simple a lo complejo, en materia de riesgos, para responder rápida y eicazmente ante las emergencias inevitables en la realidad geográica y con capacidad para apoyar una acción de respuesta a lo largo y ancho del territorio nacional, adecuadamente monitoreado y equipado. 2.14 Principios básicos de la gestión de riesgos Los principios básicos de la gestión de riesgos consideran que: 1. No puede divorciarse como práctica de los Planes de Desarrollo. 2. Debe contener suicientes elementos conceptuales y prácticos que conlleven a un proceso de consenso de “Prácticas de Desarrollo”. 3. La relación que existe entre los procesos que generan riesgos y los procesos de desarrollo deben ser intrínsecamente consensuados y especiicados. 4. Tiene que ser un proceso participativo, en el que tomen parte todos los actores que están involucrados. 5. Debe ser sostenible, debe ser entendida como una práctica institucional permanente, explícitamente reconocida. 6. Debe ser integral, no se focaliza en el tema de los desastres, en la ocurrencia o no de desastres. La diferencia que existe entre el riesgo, que es la manifestación de desastres y el desastre es, que se está actuando sobre las consecuencias. Así surgen dos preguntas fundamentales: 1. ¿Qué es la manifestación de desastres? 2. ¿Estoy actuando sobre las consecuencias? La Gestión de Riesgos es una referencia implícita de los procesos que generan riesgos. Existe falta de acceso de las comunidades en los ambientes urbanos. La Gestión de Riesgos debe ser “integral”. Un proceso de construcción social. La construcción de la amenaza que se da a un fenómeno físico, es cuando el fenómeno genera riesgo. La Gestión de Riesgo debe ser una práctica impulsada y monitoreada particularmente desde lo local, pero que no puede existir sin el establecimiento de relaciones de niveles de concertación y coordinación. Así, debe concretarse una negociación y acoplamiento con actores, de territorios de mayor jerarquía, sean estos, locales, provinciales, regionales, nacionales y hasta internacionales. Por lo tanto se observa que: El Sistema de Gestión de Riesgos es equivalente a Organismo, Organización o Institución. Cuando se habla de organización, coordinación y subsidiariedad, se está entendiendo el tema desde un punto de vista de Gestión de Riesgos. 110 Capítulo II En términos de visión sobre la relación entre los diferentes niveles territoriales, se tiende a presentar el Nivel Nacional, como el único que formula la política y toma de decisiones principales y, los otros niveles territoriales solo obedecerán y ejecutarán. Cuando se habla de actores, muchos grupos dicen que “todo el mundo” debe participar. En la enumeración de “quienes”.......se reduce, sin embargo a los actores estatales, gubernamentales, especialmente, dependientes del ejecutivo. Esto genera algunos argumentos para la relección: • La necesaria participación de un conjunto de actores, que va más allá de una Institución, de un grupo limitado de Instituciones o del Estado en su conjunto. • Los procesos de descentralización en cada país, por más “recortados” que puedan estar, donde, desde un punto de vista Político General deben dar la oportunidad de trabajar de abajo hacia arriba, de lo local a lo nacional y viceversa. • Es necesario distinguir entre “institución”, entendida como una entidad con organización, recursos y funciones determinadas, que se encargan de un tema o de un sector especíico de la actividad del Estado y organización o Sistema. • Deinir asuntos de acción para la validación política de la Agenda Estratégica. • Deinir los Planes de acción por Ejes de la Agenda (Tareas concretas). • Deinir la ruta para el fortalecimiento de los grupos de trabajo en torno al tema y sobre la base de la institucionalidad existente. • La capacitación e integración de los órganos responsables las actividades de prevención, preparación, atención respuesta, reconstrucción y recuperación de los escenarios vulnerables y/o afectados por los Eventos Adversos (Desastres). Es el desafío que se presenta a las diferentes instituciones, relacionadas con las actividades de protección comunitaria. • La integración de los esfuerzos d los Órganos de Gestión de Riesgos (Protección Civil – Defensa Civil) y las comunidades eventualmente afectadas por escenarios de riesgo es la meta a ser alcanzada por una adecuada percepción del riesgo. 2.15 Estudio probabilístico o análisis de riesgo La Gestión del Riesgo, en la administración de los peligros que amenazan a la humanidad como consecuencia o efecto de los eventos adversos que terminan en desastres deben pasar, en la actualidad por el desarrollo de importantes conceptos: 1. El Análisis de Riesgos como una estimación objetiva del riesgo, ya sea de naturaleza cualitativa como cuantitativa (estimación de la naturaleza y probabilidades de ocurrencia de los peligros y sus consecuencias). 2. La Gestión del Riesgo propiamente dicha como la manera concreta en que la comunidad y los gobiernos locales se desenvuelven para la administración del riesgo (Parámetros íntimamente ligados Fig. 2.49, La relación beneicio / costo y las categorías del riesgo. De Rafael Guardado. Fig. 2.50, Correlación entre los fenómenos de “El Niño”, “La Niña” y aumen 111 Riesgos y Desastres o relacionados con el manejo del riesgo; Riesgo = Amenaza * Vulnerabilidad) entendiéndose por manejo del riesgo, el “Nivel Aceptable de Riesgo”. Actualmente, los requisitos de manejo del riesgo no se ciñen solo al cumplimiento de normas y regulaciones especíicas o de reglas estandarizadas (homogenizadas), para entender el desastre, basada en la experiencia a través de los años, sino que se adoptan nuevas metodologías y técnicas de análisis, basados en la evaluación predictiva, es decir, en el “Análisis Sistémico” de los escenarios para identiicar las amenazas y vulnerabilidades y por ende los peligros capaces de provocar eventos adversos que deriven en desastres, con sus respectivas consecuencias y la altas probabilidades de ocurrencia o no. Es evidente que mientras más pronto se aplican las acciones de prevención, más reducido será el costo y pérdida de vidas humanas y de infraestructura. 2.15.1 Análisis probabilístico El “Análisis Probabilístico “ del riesgo, las medidas y acciones a tomar en los Planes de Emergencia y los criterios de evaluación de los escenarios, son los que en función de factores sociales, económicos y técnicos han de regir en cuanto a la toma de decisiones que permitan la implantación de leyes, normas y reglas de “Control del Riesgo”. Los riesgos ante desastres naturales, antrópicos y/o tecnológicos se ha incrementado por el desarrollo tecnológico, así como por la concentración demográica del campo hacia los principales centros urbanos (éxodo del campo hacia las ciudades) y polos de desarrollo; de allí que los indicadores de los daños con los que se puede presentar o evaluar los resultados de un “Análisis de Riesgo”, son preponderantemente en términos del número de muertes, de familias afectadas, familias damniicadas (que lo han perdido todo), indicadores económicos, daños a la salud, al ecosistema y a la producción, cuyos resultados nos permiten mostrar el “Peril del Riesgo.” Algunos aspectos técnicos que se deben destacar del Análisis Probabilístico de Riesgo son: • Veriicación de la conformidad de la infraestructura con el conjunto de normas que estipulan las Ordenanzas Municipales, los Códigos de la Construcción, así como las Leyes de Ordenamiento Territorial y del Suelo. • Estimación de las áreas sensibles, de bajo, medio y alto riesgo en el uso del suelo. • Elaboración de planes de emergencia y si están en conocimiento de la comunidad. Su aplicabilidad, mediante la ejecución de ejercicios de simulación por parte de las autoridades y simulacros de evacuación por parte de la población potencialmente afectada. • La formulación de restricciones del uso del suelo a través de Ordenamiento Territorial, Ordenanzas Municipales y del Código de la Construcción. Fig. 2.151, Señal de ruta de evacuación por sismos y terremotos en el norte de Quito. Theoilos Toulkeridis. 112 Fig. 2.152, Señal de ruta de evacuación por lahares volcánicos en Salcedo. Theoilos Toulkeridis. Fig. 2.153, Señal de “ruta de evacuación“ en el centro de Quito. Ubicación en un ediicio conocido por el autor. Theoilos Toulkeridis Capítulo II Fig. 2.54, Gráico sobre la fase inicial de la “Ventana de tiempo de decisiones” para autoridades en caso de la reactivación de un volcán. Elaboración inal Theoilos Toulkeridis Fig. 2.55, Gráico sobre la fase continua hasta inalFig. 2.56, Gráico sobre la fase continua de la “Ventana de tiempo de decisiones” parahasta inal de la “Ventana de tiempo de autoridades en caso de la actividad volcánica.decisiones” para autoridades en caso de la actividad volcánica con ejemplos de volcanes Elaboración inal Theoilos Toulkeridis Ecuatorianos. Theoilos Toulkeridis • Selección, a través de la “Planiicación de Rutas de Evacuación”, albergues de emergencia en zonas seguras, instalación de hospitales seguros y rutas de abastecimiento logístico. • Identiicación y materialización de las zonas y áreas sensibles, de alto, mediano y bajo riesgo, mediante mapas de peligro. • Determinación de normas y principios básicos para la recuperación futura luego de sufrir un desastre, de acuerdo con los escenarios establecidos. • Determinación de sistemas de alarma y de control del riesgo. • Ejecutación de ejercicios con autoridades y la comunidad para conocimiento y ejecución de los Planes. Los Análisis Probabilísticos de riesgos, básicamente deben contemplar dos componentes fundamentales: • Planes de Emergencia, porque deinen los escenarios de riesgo más probables y/o de mayores consecuencias. • Reducción del Riesgo, porque deine los escenarios y las opciones técnicas hacia donde se deben orientar y dirigir los esfuerzos de prevención, reducción (MITIGACION) del riesgo, atención respuesta y recuperación futura. 2.15.2. Análisis predictivo Como producto del estudio e investigación técnico – cientíica, es posible llegar a la predicción de los Fenómenos Naturales. Predecir signiica poder anticipar, sobre la base de las investigaciones logradas, acerca del comportamiento de los fenómenos naturales, la ocurrencia y modo (Magnitud o intensidad) de manifestarse si se dan determinadas condiciones que se conocen previamente. Los comportamientos futuros del fenómeno, objeto de conocimiento, pueden anticiparse por la predicción (Fenómenos “EL NIÑO”, “LA NIÑA”, etc.). Así, el investigador puede deinir acciones prácticas que orienten a establecer o determinar la probabilidad de que tales eventos sucedan o no. De esta forma, tener la capacidad de tomar acciones preventivas, reducir o mitigar el riesgo o de solucionar los problemas que se producirían o generarían en su objeto de conocimiento. Esta predicción permitiría expresar una solución al problema a partir de acciones o soluciones que permitan controlar y/o reducir los efectos del fenómeno adverso. 2.16 La estimación del riesgo La estimación del o de los riesgos es el conjunto de acciones y procedimientos que se realizan en determinado centro poblado o área geográica, para recoger e incorporar información sobre la identiicación de los peligros naturales y/o tecnológicos así como el análisis de las condiciones de vulnerabilidad, con la inalidad de determinar y/o calcular el riesgo esperado. Como producto de este 113 Riesgos y Desastres proceso, recomendar las medidas de prevención (de carácter estructural y no estructural) adecuadas, a in de reducir o mitigar los efectos de los desastres que puedan ocasionar un peligro o peligros previamente identiicados. Bajo esta consideración, solo se puede hablar de Estimación del Riesgo cuando se ha calculado el Riesgo (R) en función del Peligro (P) o peligros identiicados y del análisis de la vulnerabilidad (V) ejecutados en una determinada área geográica. Se estima el riesgo antes de la ocurrencia de un desastre, no solo para estimar medidas de prevención, sino para contribuir en la formulación de Planes de Desarrollo Estratégico y proporcionar el factor seguridad en la ejecución de Proyectos de Inversión. Para la estimación del riesgo, si en alguna comunidad, se conoce que se han producido eventos destructivos anteriores, se los estima y toma en consideración para el desarrollo de planes, logrando rescatar información valiosa como: ¿Qué fue lo que aconteció? ¿Qué causó víctimas y daños? ¿Cuáles fueron los principales problemas para las acciones de atención, respuesta y socorro? ¿Cuáles fueron las principales diicultades de la comunidad en las horas posteriores al impacto (Post Evento)? ¿Se habría podido prever el evento adverso (destructivo) y/o reducir, mitigar, impedir que se transforme en desastre? ¿Qué formas de mitigación deberían haberse ejecutado? ¿Qué errores deben evitarse o no deben cometerse otra vez? ¿Qué aciertos tuvo la comunidad en el manejo del evento o emergencia? La “Estimación del Riesgo” adquiere una especial importancia en el territorio nacional por las siguientes razones: Permite adoptar medidas de prevención y de mitigación/reducción de desastres, parámetros fundamentales en la gestión de los desastres, a partir de la identiicación de peligros naturales o tecnológicos y del análisis de la vulnerabilidad. Contribuye en la cuantiicación del nivel de los daños y de los costos sociales y económicos de un centro poblado frente a un peligro potencial. Proporciona un soporte y apoyo especíicos para la planiicación de las medidas de prevención, reduciendo la vulnerabilidad sobre una base racional y permanente. Constituye un elemento de juicio fundamental para el diseño y adopción de medidas de prevención especíica, como la preparación y educación de la población para obtener una respuesta adecuada durante una emergencia y crear una cultura de prevención de riesgos. Permite racionalizar los potenciales humanos y los recursos inancieros en la prevención y la atención de los desastres. Fig. 2.54, Gráico sobre la fase inicial de la “Ventana de tiempo de decisiones” para autoridades en caso de la reactivación de un volcán. Elaboración 114 Fig. 2.54, Gráico sobre la fase inicial de la “Ventana de tiempo de decisiones” para autoridades en caso de la reactivación de un volcán. Elaboración inal Theoilos Toulkeridis Capítulo II Constituye una garantía a la inversión en los casos de proyectos especíicos de desarrollo. Luego de ocurrido un desastre, toma en cuenta las experiencias y lecciones que siempre dejan estos eventos adversos en la comunidad, sobre todo en los centros poblados, permitiendo observar y analizar los diferentes tipos de vulnerabilidad y su estrecha relación con el riesgo. 2.17 Estimación de los efectos socio-económicos de los desastres Los desastres naturales son fenómenos que repercuten ampliamente en la realidad social, económica y política de los países. Estos sucesos signiican la pérdida de muchas vidas; afectan de manera directa e indirecta a segmentos importantes de la población y causan perjuicios económicos de magnitud a lo largo del tiempo. Los países desarrollados han ido protegiéndose en diversas formas de las consecuencias o efectos de los desastres, anticipándose a sus peligros con medidas de prevención y planiicación. Por importante que sea la cooperación externa, este apoyo solo representa una parte de los costos totales que implica el necesario proceso de recuperación posterior al desastre. Dentro de esta perspectiva, una de las tareas más apremiantes que deben emprender los países, es la de realizar una evaluación preliminar oportuna y coniable de los daños. Surge, pues, la necesidad perentoria de realizar una identiicación y cuantiicación, lo más aproximada posible a la realidad de tales efectos, que permita establecer una base mínima para el sustento de los programas de rehabilitación y de reconstrucción, así como para la identiicación de la cooperación internacional en la fase siguiente de evaluación de los efectos directos e indirectos del desastre y de sus secuelas sobre las principales variables macro económicas. Esta evaluación, varía, naturalmente, en función del tipo de fenómeno de que se trate y de su alcance geográico. Una estimación del efecto del fenómeno en el comportamiento de los principales indicadores económicos, durante un lapso de hasta cinco años posteriores a la ocurrencia del evento, es lo más recomendable, en virtud de que las secuelas, según el tipo de desastre, perduran por varios años. 2.17.1. Daños directos Los daños directos son todos aquellos sufridos por los activos inmovilizados y en las existencias tanto de bienes inales como bienes en proceso, materias primas, materiales y repuestos). Se trata en esencia, de perjuicios en los acervos que acaecieron prácticamente durante el lapso mismo en que ocurrió el siniestro. Entre los principales rubros que iguran en esta categoría, concurren la destrucción total o parcial de infraestructura física, ediicios, instalaciones, maquinaria, equipos, medios de transporte y almacenaje, mobiliario, perjuicios en las tierras de cultivo, en obras de riego, embalses, etc. En el caso particular de la agricultura, la destrucción en la producción lista para ser cosechada, debe valorarse e incluirse también como daño directo. Convencionalmente se ha adoptado también por incluir como un “Daño Directo” al costo estimativo que se pagará por la demolición y limpieza de áreas destruidas, ya que forman parte del presupuesto necesario para reparar o reconstruir lo dañado o destruido. 2.17.2. Daños indirectos Los daños indirectos se reieren básicamente a los lujos de bienes que se dejan de producir, o de servicios que se dejan de prestar durante un lapso de tiempo que se inicia apenas acaecido el desastre y puede prolongarse durante el proceso de rehabilitación y reconstrucción que convencionalmente se ha establecido, con un horizonte máximo de cinco años. Ejemplo de daños indirectos son las pérdidas de cosechas futuras, debido al anegamiento de tierras agrícolas; pérdidas de producción industrial por daños en las plantas o por falta de materia prima. Este tema de la estimación de los efectos socio – económicos en desastres, genera las siguientes premisas: 115 Riesgos y Desastres 1. Los desastres son vistos como un problema no resuelto del desarrollo. 2. Existen Tipologías sobre eventos en los que la pobreza implica un factor predominante de la vulnerabilidad. 3. La situación de pobreza, contribuye a profundizar los elementos sociales que participan en la construcción del riesgo. 4. Estudio de la vulnerabilidad social y el tratamiento del riesgo. 5. Los fenómenos naturales peligrosos no son eventos anormales imprescindibles, sino que son características físicas normales en la áreas donde ocurren (cerros muy inclinados o una alta deforestación; planicies bajas con altas posibilidades de inundación, etc.). 6. Para prevenir desastres, la recuperación de la memoria colectiva histórica de cada lugar sería una excelente herramienta. 7. Existe falta de conocimiento sobre la naturaleza o falta de recursos para llevar a cabo planes de prevención. 8. “La población forma parte de un entorno físico con una historia común”. 2.18. Efectos generales y o comunes a todos los tipos de desastres de origen de fenómenos naturales Los efectos de un fenómeno natural se han clasiicado en los que se ocasionan sobre los acervos (daños directos); los que provocan sobre los lujos de producción de bienes y servicios (daños indirectos) y los que se relejan en el comportamiento de los grandes agregados macro – económicos (efectos secundarios). Los primeros ocurren prácticamente en el momento del desastre o pocas horas después. Los dos siguientes conllevan la idea de temporalidad que de acuerdo con la práctica (la experiencia) y, dependiendo de la magnitud del fenómeno adverso, debe entenderse como un lapso (período de tiempo), u horizonte de hasta cinco años. Se debe estimar la población y área geográica afectada para poder determinar el número de víctimas y la situación de los damniicados. Población o sujeto al que conluyen todos los efectos del desastre, tanto cuantiicables como intangibles. El proceso de evaluación conducirá a la elaboración de indicadores que se pueden resumir en una matriz. Lo que puede ocurrir y ser parte de los daños mas fundamentales incluye: Fig. 2.59, Abstracto de un evento volcánico (2011). Diario El Universo 116 Fig. 2.60, Abstracto de un desastre volcánico con daños indirectos en el 2013. Diario El Universo Capítulo II Fig. 2.61, Reporte de fatalidades volcánicas en 2006. El mundo.es Internacional Fig. 2.62, Efectos económicos como resultado de un desastre volcánico en el 2014. El Hoy versión digital. Fig. 2.63, Nube cargada de ceniza cruzando varias provincias en el 2010. Diario El Universo. • Número variable de víctimas. • Disminución importante de la disponibilidad de viviendas e instalaciones de salud y enseñanza, con lo que se incrementan los déicit anteriores al desastre. • Disminución temporal de los ingresos de los estratos sociales menos favorecidos y un incremento correspondiente de los ya elevados de subempleo y desempleo. • Interrupción temporal de los servicios básicos: de suministro de agua y saneamiento, electricidad, comunicaciones y transporte. • Escasez temporal de alimentos y de materia prima para la producción agrícola e industrial. Independientemente de los daños recibidos, debe esperarse que las actividades que más rápido se recuperen, sean las de pequeños comercios y los servicios personales. En cuanto a la pérdida de empleos a consecuencia de los desastres, en países con estructuras predominantemente duales, la gravedad y duración de este problema en el sector moderno, es mayor que en los sectores tradicionales, y en el sector industrial, mayor que en la agricultura, comercio y servicios. En las etapas de rehabilitación y reconstrucción, la estructura de empleo se modiica aumentando las actividades relacionadas con la construcción habitacional y obras públicas. Normalmente debe esperarse una reducción en el volumen de exportaciones y un aumento de las importaciones. 117 Riesgos y Desastres Así mismo, las inanzas públicas evolucionarán hacia una situación deicitaria ya que los incrementos en toda clase de gastos sociales, reasignaciones del gasto en el tiempo y mayores inversiones irán acompañadas por lo general, de menores recaudaciones de impuestos y de otros ingresos iscales. En materia de costos y precios para la valuación de los daños, es recomendable que las infraestructuras totalmente destruidas o aquellas construcciones cuya demolición haya sido decidida, sean valoradas al costo de reposición nuevo equivalente, tomando en cuenta la equivalencia funcional del inmueble destruido. Es decir la dotación de características similares de operación de los bienes afectados. La metodología concreta de evaluación, debe relejar valores que contrasten una situación de post – desastre con una de pre – desastre; los antecedentes de pre – desastre, serán el punto de partida para evaluar los efectos del desastre. 2.18.1. Metodología de evaluación y su aplicación La metodología de evaluación y su aplicación puede cumplirse con los siguientes pasos: Delimitación del área afectada por el desastre. Evaluación de la situación previa al desastre. Identiicación de los daños/ efectos directos Medición de los daños/efectos directos. Valoración/costos de los daños/efectos directos. Identiicación de los daños/ efectos indirectos. Medición/evaluación de los daños/efectos indirectos. Valoración/caliicación de los daños/efectos indirectos. Identiicación de los efectos secundarios. Evaluación de los efectos secundarios. Formulación de comentarios sobre los principales daños a la vivienda y su relación con la tipología de la misma y el contexto físico y socio –económico del área afectada. • Obtención de información sobre las labores/proyectos de reconstrucción, su duración y los posibles presupuestos. • Identiicación de aquellas áreas del sector que necesitan apoyo para efectuar las labores de reconstrucción. Identiicación de albergues masivos y más deinitivos; en estos albergues institucionalizados, si su existencia se prolonga más allá de la fase de emergencia, se deberá registrar como daños los costos que demanda la manutención de estos albergues, se recomienda dividir los costos de manutención de albergados y los costos de infraestructura. Por ejemplo: si los albergues institucionalizados ocupan escuelas, debería incluirse como daños indirectos del sector educativo (si su monto es considerable, es correcto registrarlo como costos indirectos del sector afectado). • • • • • • • • • • • Fig. 2.65, Gestión integrada para la reducción de riesgo y desastre. DNDC 118 Fig. 2.66, Daño colateral debido a un deslizamiento. La Hora. Capítulo II 2.18.2. Delimitación del área afectada Una de las tareas iniciales es la delimitación del área afectada en la que se concentrarán las actividades de evaluación, para lo cual se debe recabar la siguiente información: • Ubicación y forma de acceso al área afectada. • Identiicación de los organismos políticos y administrativos encargados de las actividades de emergencia y reconstrucción en cada región. • Detección de los organismos y fuentes de información que manejan los indicadores económicos y sociales en la zona afectada. Programación de las visitas de inspección en profundidad, considerando las fuentes de información estadística disponible, las competencias administrativas de los organismos públicos y las características ambientales del País. Será necesario identiicar el área total afectada por el desastre nacional, las divisiones políticas o administrativas del territorio correspondiente (Provincias, Cantones, Parroquias, recintos comunidades o jurisdicciones afectadas), regiones o áreas comprometidas (selvas, llanos, costa, altiplano, etc.). 2.18.3. Evaluación de la situación previa al desastre • • • • • • • Se debe contar con la siguiente información: Número de viviendas existentes en la zona, eventualmente afectadas: Urbano – Rural; particular – colectiva de propiedad pública o privada. Calidad de las viviendas existentes en la zona afectada Permanentes y semi permanentes o en base a tipo de construcción, (materiales de construcción de la vivienda/ ladrillo, adobe, madera, etc.), al estado de construcción de la vivienda (muy buena, buena, mala, etc.) Tipo de vivienda (casa, choza, vivienda móvil), (tamaño promedio de la vivienda, número promedio de habitaciones por vivienda). Valor promedio de la vivienda afectada dividido por el costo del metro cuadrado construido. Descripción de las principales técnicas y materiales de construcción utilizados en las zonas afectadas. Daños en los elementos estructurales: vigas, columnas, lozas, muros soportantes, etc. Daños estructurales: tabiquería, instalaciones, techos – no estructurales, mobiliario, equipamiento, etc. 2.19 Promoción de una cultura de buenas prácticas sobre una gestión integral de riesgos y desastres a nivel municipal Este capítulo tiene por objeto concienciar tanto a la comunidad como a las autoridades cantonales y provinciales, bajo una óptica y ilosofía de acciones de lo local y nacional (Nivel cantonal – provincial regional – nacional), orientadas principalmente a las buenas prácticas en la gestión integrada de riesgos y desastres a nivel municipal. Promover el intercambio de experiencias, que permitirán aplicar las lecciones aprendidas en el tema de la Gestión Integral de Riesgos y Desastres a nivel Municipal, adoptar insumos para la deinición de acciones futuras, la coordinación y la réplica de mejores prácticas con una proyección prospectiva a largo plazo (veinte y cinco años), y el fortalecimiento del rol de las instituciones nacionales de respuesta. Proyectar medidas concretas para dar seguimiento a aquellos eventos adversos que son recurrentes a lo largo de todo el territorio nacional, mediante grupos de trabajo permanentes, formación de redes, instrumentos para la Gestión Integrada de Riesgos de Desastres (GIRD), de adecuada planiicación de prevención y una atención respuesta oportuna; así como el empoderamiento de los ciudadanos y las autoridades frente a la gestión de riesgo a través del intercambio de experiencias y aprendizaje para una apropiada ejecución de Planes de Emergencias y de Contingencia. Así como el establecimiento de aquellos instrumentos, acciones y prioridades que tengan potencial de réplica inmediata a nivel 119 Riesgos y Desastres municipal, en el contexto cantonal, provincial y nacional con efectos durables y permanentes en el tiempo, la apropiación por parte de los beneiciarios en cuanto a la variable riesgo y el desarrollo local, mediante la reducción del riesgo y el efecto de los desastres, considerando tres premisas fundamentales: • La gobernabilidad; políticas para la toma de decisiones; la prevención. • El desarrollo de conocimientos; educación; sensibilización. • Preparación para la respuesta; alerta temprana. 2.20 Desarrollo de programas, planes y proyectos de prevención de desastres originados de los fenómenos naturales Mediante este contexto, promover una cultura de prevención concatenada, integrada íntimamente interrelacionada y fusionada con los programas, planes y proyectos de desarrollo, la variable riesgo. Mediante el fortalecimiento de los actores nacionales para reducir y prevenir los riesgos en los cantones más vulnerables del país, con nuevos instrumentos y capacidades para el análisis de las amenazas naturales locales, mediante los cuales los Municipios (COEC) podrán planiicar su desarrollo con una visión y enfoque de Gestión de Riesgos. La variable riesgo en todos los programas, planes Y proyectos de desarrollo. Nuestro territorio nacional en todo su contexto y extensión está regularmente afectado por desastres naturales recurrentes (ejemplo, la temporada lluviosa o invierno), o cíclicos (erupciones volcánicas), que provocan grandes pérdidas de vidas humanas, la destrucción de infraestructura y el deterioro de los medios de subsistencia. Este hecho pone en peligro el desarrollo e incrementa la pobreza. En las últimas tres décadas grandes zonas fueron debastadas sucesivamente ya sea por el fenómeno “El Niño” (1982-1983; 1997-1998). Erupciones volcánicas de los volcanes Tungurahua (1999-2014 con interrupciones menores); Reventador (2002 - 2014 con interrupciones grandes); Guagua Pichincha (1999-2000); y, sismos de diferente magnitud, como el terremoto de 1987 que ocasionó millonarias pérdidas a la industria petrolera y productiva. Sugiriendo el requerimiento de un programa nacional para la prevención y alerta temprana de desastres naturales que tenga entre sus líneas de acción estratégicas la promoción y ijación de una cultura de prevención y el fortalecimiento de capacidades técnicas y cientíicas para el análisis de riesgo y la aplicación de una gestión integral. 2.20.1 Ejes estratégicos • Formación de capacidades locales para el análisis de amenazas y riesgo con la producción y adopción de instrumentos (mapas de riesgo, mapas de amenazas, estudios; planes; ordenamiento territorial). • Sensibilización para la inserción del enfoque de gestión de riesgos en los procesos de planiicación municipal y dotación de herramientas técnicas (guías, pulsores de Chequeo), como base de los procesos de desarrollo municipal. • Formación de especialistas locales y nacionales en análisis de amenazas naturales y gestión integral de riesgos. • Estandarización e institucionalización de conceptos, criterios, leyendas y metodologías, para la elaboración de mapas de riesgo y amenazas. • Promoción de alianzas, coordinaciones y sinergias. • Promoción de una cultura de gestión integral de riesgos y desastres y fortalecimiento de actores. 2.21 Gestión integrada para la reducción de riesgo y desastre Es competencia exclusiva de los gobiernos locales el promover y ejecutar el desarrollo e inversiones públicas en el ámbito cantonal y provincial con estrategias de sostenibilidad, competitividad, 120 Capítulo II oportunidades de inversión privada, dinamizar mercados y rentabilizar actividades que contribuyan al desarrollo antes mencionado. Siendo el Ecuador un país tipiicado con un elevado nivel de exposición de fenómenos naturales con potencial destructivo que al presentarse cada vez con mayor frecuencia, coniguran escenarios de desastres con importantes daños y pérdidas cuantiosas que frenan, retrasan y hacen insostenibles los procesos de desarrollo económico y social. Situación que es recurrentemente impactada por inundaciones, sequías, movimiento de masas de tierra y la presencia periódica del Fenómeno “El Niño”. La gestión de riesgos tiene que ser asumida como un lineamiento de “Política de Estado” orientada a lograr la sostenibilidad de los procesos de desarrollo en el país y asumirla como estrategia primordial en la planiicación para el desarrollo (La variable riesgo en programas, planes y proyectos de desarrollo), la reducción de los factores que generan vulnerabilidad frente a los peligros de diferente naturaleza, en los asentamientos poblacionales, su infraestructura productiva, actividades económicas y servicios de todo orden. De conformidad con el Marco de Acción de HYOGO 2005 – 2015, es menester que el país asuma el compromiso y el comprometimiento de todas las instituciones de realizar y desarrollar esfuerzos para impulsar y difundir un Plan Nacional de Prevención de Riesgos e integrar sistemáticamente la reducción del riesgo de desastres en las políticas, planes programas y proyectos de desarrollo sostenible y reducción de la pobreza bajo un marco jurídico de Ordenamiento Territorial, así como fortalecer las redes de protección civil para lograr que las personas y todas las poblaciones civiles que sufren de manera desproporcionada las consecuencias de los fenómenos naturales y otras situaciones de emergencia humanitaria sean oportunamente atendidas. La puesta en ejecución de una Estrategia Nacional que conciba en sus componentes una red de Protección Social, como un mecanismo para hacer frente a situaciones de desastres, considerando que provocan serios daños a la infraestructura pública y privada, afectan negativamente a la producción agropecuaria y colocan en gran situación de riesgo a los grupos más vulnerables de la población. Que enfoque lineamientos estratégicos de políticas y ejes que planteen la reducción del riesgo desde el establecimiento de una red de protección social que opere frente a peligros de diferente origen, el fortalecimiento de capacidades para la Gestión de Riesgos, hasta la implementación de un sistema integral de reducción de vulnerabilidades ante riesgos asociados a fenómenos naturales extremos. El establecimiento de una visión nacional y los objetivos de desarrollo, que implica orientar, generar y desarrollar estudios estratégicos para ejecutar planes de prevención, de emergencia, rehabilitación y reconstrucción; identiicar peligros; analizar las vulnerabilidades y estimar los riesgos. Fomentar la incorporación de la gestión de riesgos en la planiicación del desarrollo y proyectos de inversión, exigiendo la incorporación del análisis de riesgo en todos los procesos de planeamiento y de proyectos de inversión pública. Formulando documentos orientadores tales como pautas metodológicas para incorporar el Análisis de Riesgo de Desastres en los Proyectos de Inversión Pública. El desarrollo de las ciudades en el ámbito nacional, en las últimas dos y medio décadas (1988 – 2013), han alcanzado niveles que han generado grandes cambios tanto tecnológicos como geográicos, exponiéndolos a riesgos de toda índole, por lo que es prioritario se elaboren planes de prevención y mitigación, mediante la formulación de programas, y proyectos de intervención en zonas vulnerables, por medio de la aplicación de acciones y medidas de prevención y mitigación (reducción del riesgo) con criterio técnico y cientíico. Para la identiicación, evaluación, medición y control de los riesgos probables frente a las amenazas naturales y/o antrópicas, así como el establecimiento de lineamientos de intervención a través de planes de emergencia y contingencia, con la participación de todos los actores directos e indirectos de la gestión de riesgos. La preparación de la comunidad es la única solución práctica para países pobres, localizados en zonas de alto riesgo. 121 Riesgos y Desastres 2.22 El centro de operaciones de emergencia (COE) El Centro de Operaciones de Emergencia (COE), es el organismo de coordinación, planiicación, dirección, control y supervisión de las actividades que se realizan en los diferentes niveles: Nacional, Regional, Provincial, Cantonal y Parroquial, durante una emergencia, evento adverso o desastre. La Sala de Operaciones del COE constituye el área física donde las instancias de las áreas de trabajo, se encargan de garantizar la funcionalidad de los diferentes frentes de trabajo, tanto en la planiicación como en el proceso de respuesta y del manejo (administración) de todos los aspectos administrativos relacionados con la intervención (el accionar frente a los eventos adversos). Características del COE: • Estar ubicado en una ediicación (infraestructura) que cumpla con la normas de construcción de sismo resistencia y seguridad. • Tener disponibilidad inmediata de espacio cerrado o que se pueda cerrar fácilmente. • Posibilidad de acondicionar un helipuerto en su entorno inmediato. • Contar con instalaciones adecuadas para dar funcionalidad a los servicios de comunicación y telemática. • Contar con servicios públicos básicos. • Tener espacio suiciente para el parqueo, carga y descarga de vehículos. • Tener a disposición un área de alimentación y una zona de descanso. El COE como instancia interinstitucional de coordinación de la emergencia, debe desarrollar actividades de diferentes tipos; de entre ellas, podemos mencionar las siguientes: • Activar el Plan de Emergencia y los respectivos protocolos de respuesta, dependiendo del tipo de emergencia. • Veriicar las instituciones que participan en la operación. • Identiicar, de acuerdo a los reportes operativos, el área de afectación y las acciones que se han adelantado. • Activar las áreas funcionales requeridas para el manejo de la emergencia. • Determinar los escenarios de operación, de conformidad con la cartografía existente. • Recibir periódicamente los reportes de los Puestos de Mando Uniicados (PMU) y realizar el seguimiento de las acciones de respuesta en toda la zona de impacto. • Determinar las posibilidades de intervención en la zona de impacto, de acuerdo al inventario de recursos disponibles. • Tomar decisiones respecto al avance de las acciones en cada uno de los frentes de operación, de acuerdo a los reportes suministrados por los PMU. • Identiicar y priorizar la intervención en las zonas más afectadas o en las zonas que no tiene restricción para la operación. • Coordinar los aspectos relacionados con el manejo de la información y determinar los mecanismos para su divulgación , • Identiicar las posibilidades de gestión y adelantar las acciones necesarias para garantizar el normal desarrollo de las operaciones. • Adelantar el seguimiento de las actividades desarrolladas por cada una de las áreas funcionales. • En caso de emergencia regional, establecer las líneas de coordinación con las unidades jerárquicas superiores. • Enviar los reportes correspondientes al nivel superior y acatar las directrices impartidas desde dicho nivel. • Deinir el mecanismo para lograr comunicación y retroalimentación permanente entre el Centro de Comando y la Sala de Operaciones. La Sala de Operaciones del COE, entrega informes periódicos al Centro de Comando, con el propósito de adelantar la gestión de recursos y elementos para la atención de la emergencia. 122 Capítulo II Fig. 2.67, La Clasiicación de Víctimas (triage) considerada como el procedimiento para identiicar las personas afectadas que requieren una atención priotaria y cuentan con mayor probabilidad de supervivencia, es aplicable en condiciones de emergencia o desastre dada la magnitud de heridos que supera los recursos disponibles, buscando hacer una evaluación rápida de muchos afectados. Uno de los sistemas de clasiicación más utilizados es el sistema START que se presenta en el gráico. De blog.utp.edu.co 2.22.1 Puesto de mando uniicado (PMU) El Puesto de Mando Uniicado (PMU), es un organismo temporal ubicado cerca de la zona de impacto de un evento adverso, encargado de la coordinación, organización y control del mando urgente durante la “Fase de Impacto”. Su creación facilita las labores de salvamento, la administración y atención médica de los afectados, la evacuación de las víctimas de acuerdo a su urgencia y la racionalización del recurso humano y técnico. También responde al principio administrativo de la unidad de mando (Comando Uniicado). Es una función prevista para que todas las instituciones competentes en la atención de incidentes, desarrollen conjuntamente objetivos y tácticas comunes que contemplen adecuadamente las políticas y necesidades de todos los integrantes. Ninguna institución pierde su autoridad, sus responsabilidades ni su obligación de rendir cuentas. El concepto de mando uniicado, signiica que las instituciones involucradas, de común acuerdo, contribuyen al proceso de comando a través de: • Determinar los objetivos generales. • Planiicar en forma conjunta las actividades y conducir operaciones integradas. • Maximizar el uso de todos los recursos asignados. • Asignar las funciones del personal bajo un solo “Plan de acción del incidente”. 123 Riesgos y Desastres Debe ser conformado por autoridades operativas de las diferentes instituciones presentes en la zona de impacto. Se dispondrá de un Puesto de Mando Uniicado en la zona de impacto, que coordina sus acciones con el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y se encargue de enlazar las labores con Centros de Atención y Clasiicación de heridos (TRIAGE), Puestos de Avanzada e instituciones hospitalarias encargadas en atender el desastre. Las funciones incluirán: • Evaluar la magnitud del desastre, para notiicar al Centro de Operaciones de Emergencia (COE) las necesidades de asistencia inmediata. • Cumplir en forma inmediata el Plan de Actividades o Plan de Acción y la distribución del trabajo según el tipo de desastre y las responsabilidades institucionales. • Evaluar diariamente las necesidades de las Brigadas de primer contacto así como de los grupos de rescate y salvamento, presentando un informe sobre las actividades desarrolladas. • Adoptar y transmitir las órdenes necesarias para coordinar su acción dentro de la “Cadena de socorro”. • Coordinar las actividades administrativas y racionalizar los recursos disponibles. • Canalizar la información inicial para la comunidad y los medios de comunicación a través de una central de radiocomunicación y en coordinación con el Centro de Operaciones de Emergencia (COE). • Elaborar y dejar un informe escrito sobre las acciones ejecutadas en la fase de impacto. • Levantar el Puesto de Mando (PMU), cuando se considere que las acciones en la zona de impacto han terminado. 2.22.2 Triage/ sorteo o clasiicación de los heridos La palabra francesa “Triage” no tiene traducción adecuada en español o en ingles. Comprende una priorización de los heridos en caso de emergencia masiva. La clasiicación se hace en base del pronóstico esperado con o sin tratamiento a in de seleccionar los casos que más pueden beneiciarse de los recursos médicos existentes. Un ejemplo de clasiicación consiste en: Atención inmediata: en caso de hemorragia (¿Quienes necesitan atención inmediata?) Atención diferible: prioridad para evacuación (¿Quienes pueden esperar para ser evacuado?) Atención postergada: sin complicación (¿Quienes pueden trasladarse solos o recibir atención deinitiva en el sitio?) Atención mínima: requiere poco o ningún tratamiento o el tratamiento/traslado, no cambiará el pronóstico fatal (¿Quienes no tienen probabilidades de sobrevivencia?) 2.23 Bibliografía Blanco Torrens, R., Carrión Mero, P. (ed.), 2005: Jornada Iberoamericana sobre Riesgos Geodinámicos en la Actividad Minera, Ordenamiento y Cierre de Minas. Santa Cruz de la Sierre, Bolivia, Tomo 1: Riesgos geodinámicas en la Actividad Minera. Guayaquil, Ecuador: 405 pp. Bradley, A., T., 2012: Handbook to Practical Disaster Preparedness for the Family. 3rd edition, Lexington, KY, United States: 432 pp. Cooperación Andina de Fomento, 2006: Resumen Preandino. Initiativa orientada a la reducción de riesgos de desastres en los procesos de desarrollo. Caracas, Venezuela: 54 pp. Cuerpo de Bomberos Distrito Metropolitano de Quito, 2007: Manual de Prevención contra Incendios. Alcaldía Metropolitana de Quito, Ecuador: 62pp D’Ercole, R., Metzger, P., 2004: La vulnerabilidad del Distrito Metropolitano de Quito. Quito, Ecuador: 496 pp. D’Ercole, R., Trujillo, M., 2003: Amenazas, Vulnerabilidad, Capacidades y Riesgos en el Ecuador. Los desastres, un reto para el desarrollo. Quito, Ecuador. 204 pp. 124 Capítulo II Dirección Nacional de Defensa Civil Ecuador, 2004: Autoprotección Ciudadana – Gestión del Riesgo. Quito, Ecuador: 234pp Dirección Nacional de Defensa Civil Ecuador, 2005-08: Revista Gestión del Riesgo – Revista Informativa de la Dirección Nacional de Defensa Civil. Dirección Nacional de Defensa Civil Ecuador, 2005: Manual de Autoprotección, E.P. Centro de Impresión, Quito, Ecuador: 184pp Distrito Metropolitano Quito, 2012: Manual de protección ciudadana. Quito, Ecuador: 40pp Distrito Metropolitano Quito, 2012: Protección cudadana ante amenazas naturales y antrópicas. Quito, Ecuador: 42pp EIRD, 2002: Diario de Volcanes. San José, Costa Rica: 20pp FEMA, 2011: Emergency Planning. Create Space Independent Publishing Platform, Lexington, KY, USA: 158pp FEMA, 2011: Fundamentals of Emergency Management. Create Space Independent Publishing Platform, Lexington, KY, USA: 210pp Forgey, W. W., 2002: Primeros Auxilios en el Campo. Spain: 80 pp. Grupo Internacional Recursos del Sur, IRG, 2007: Tiempo para entregar el revelo: reducción del riesgo de desastres desde la perspectiva de la gestión ambiental, ordenamiento territorial, inanzas e inversión pública. San José, Costa Rica. 276 pp. Haddow, G. D., Bullock, J. A., Coppola, D. P., 2011: Introduction to Emergency Management. Burlington, United States: 402 pp. Kuroiwa, J., 2002: Reducción de desastres. Viviendo en armonía con la naturaleza. Lima, Peru: 429 pp. M.I. Municipalidad de Guayaquil, 2011: Curso Cómo actuar frente a los desastres. Aprendemos: una oportunidad para superarnos. Quito, Ecuador: 200 pp. Martínez, R., Mascarenhas, A., Alvaro, A. (ed.), 2009: Guía Técnica para la Implementación de un Sistema Regional de Información Climática Aplicada a la Gestión de Riesgo Agrícola en los Países Andinos, Centro Internacional para la Investigación del fenómeno de El Niño – CIIFEN. Guayaquil, Ecuador: 113pp. McGuire, B., 1999: Apocalypse. A natural history of global disasters. London, UK: 256 pp. Ministerio de Defensa Nacional Dirección General Marítima Centro Control Contaminación del Pacíico, 2009: Ola Tsunami. Editorial DIMAR, Bogotá, Colombia: 28pp Nemec, J. 1993. “Inundaciones en Ecuador”. Stop Disasters. No. 15:12-13. Organización Panamericana de la Salud, 1994: Hacia un mundo más seguro frente a los desastres naturales – La trayectoria de América Latina y el Caribe. Washington, DC 20037, USA: 120pp Organización Panamericana de la Salud, 2000: Fenómeno El Niño, 1997-1998. Washington, D.C. : 294 pp. Organización Panamericana de la Salud, 2000: Los desastres naturales y la protección de la salud. Washington, D.C.: 130 pp Organización Panamericana de la Salud, 2004: Manejo de cadáveres en situaciones de desastre. Washington, D.C: 204pp Organización Panamericana de la Salud, 2004: Manual de la evaluación de daños y necesidades en la salud para situaciones de desastre. Serie Manuales y Guías sobre Desastres NO4. Washington D.C., United States. 193 pp. Organización Panamericana de la Salud, 2006: Guía práctica de salud mental en situaciones de desastre. Serie Manuales y Guías sobre Desastres NO7. Washington D.C., United States. 189 pp. Organización Panamericana de la Salud, 2009: “Gestión de la información y comunicación en emergencias y desastres: Guía para equipos de respuesta” Washington, D.C.: Organización Panamericana de la Salud, 2009: Guía de Campo. Equipo Regional de Respuesta a Desastres Panamá OPS: 68 pp Organización Panamericana de la Salud, 2010: “El terremoto y tsunami del 27 de febrero en Chile. Crónica y lecciones aprendidas en el sector salud” Santiago de Chile: 110pp Organización Panamericana de la Salud, 2010: “Guía para el desarrollo de simulaciones y simulacros de emergencias y desastres” Washington, D.C.: 106pp Organización Panamericana de la Salud, 2010: “Health Sector Self-Assessment Tool for Disaster Risk Reduction” Washington, D.C.: PAHO: 82pp Organización Panamericana de la Salud, 2012: Essential Medicines List for Emergencies and Disasters in the Caribbean. Washington, D.C.: PAHO,: 70pp Organización Panamericana de la Salud, 2012: Guidelines for Mainstreaming the Needs of Older Persons in Disaster Situations. Washington, D.C.: PAHO: 86pp 125 Riesgos y Desastres Organización Panamericana de la Salud, 2012: Mental Health and Psychosocial Support in Disaster Situations in the Caribbean. Washington, D.C.: PAHO: 146pp Organización Panamericana de la Salud, 2013: Guía rápida para la vigilancia sanitaria del agua. Acciones para garantizar agua segura a la población.Santo Domingo, D.N.: 130pp Organización Panamericana de la Salud, 2014: HOSPITALS DON’T BURN! Hospital Fire Prevention and Evacuation Washington, D.C.: PAHO: 38 p. Ostrom, L. T., Wilhelmsen, C. A., 2012: Risk Assessment, Tools, Techniques, and Their Applications. Hobocken, New Jersey, United States: 392 pp. Pillajo Gavidia, E., 1997: Utilizacón de los Recursos minerales. Quito, Ecuador: 62 pp. Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), 2005: Gestión Local del Riesgo y Preparativos de Desastre en la Región Andina. Sistematización de buenas prácticas y lecciones aprendidas. Quito, Ecuador: 158 pp. Salsbury, B., 2006: Preparedness Principles: The Complete Personal Preparedness Resource Guide, Springville, Utah, United States: 364 pp. Secretaría de Gestión de Riesgo, ECHO, UNISDR, 2012: Ecuador: Referencias Básicas para la Gestión de Riesgos 2013-2014. Quito, Ecuador: 174 pp. Secretaría Gestión de Riesgos, 2014: Ecuador: Avances en la gestión de riesgos 2008-2013. Samborondón, Ecuador: 141 pp. Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo, 2010: Plan Familiar de Emergencias. Quito, Ecuador: 22pp Secretaría Técnica de Gestión de Riesgo (STGR), Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo (PNUD), 2011: Guía para la Incorporación de la Variable Riesgo en la Gestión Integral de Nuevos Proyectos de Infraestructura. Quito, Ecuador: 146 pp. Secretaría Técnica de Gestión de Riesgo y Defensa Civil de Ecuador, 2008: Propuesta de estrategia nacional para la reducción de riesgos y desastres. Quito, Ecuador: 46pp Smith, K., 2013: Enviromental Hazards: Assessing risk and reducing disaster. Abingdon, UK: 478 pp. U.S. Agency for International Development, 2011: Educación y gestión del riesgo: Una experiencia para compartir. San José, Costa Rica: 484 pp. USAID, 2008: Evaluación de daños y análisis de necesidades – Manual de Campo. San José, Costa Rica: 130pp Vernimmen, R., Aguayo, P. y Gilbert de Bara, M., 2011: Aprendamos – Cómo actuar frente a desastres. Centro Tutorial, Fundación Ecuador, Guyaquil, Ecuador: 202pp Wilches-Chaux, G., 1998: Guía de La Red para la gestión local de riesgo: Auge, Caida y Leventada de Felipe Pinillo, Mecánico y Soldador o voy a correr del riesgo. Quito, Ecuador: 155 pp. Wilches-Chaux, G., 2007: ¿Qu-ENOS pasa? Guía de la Red para la Gestión Radical de Riesgos asociados con el Fenómeno ENOS. Bogotá, Columbia: 144 pp. 126 Capítulo III Geoinformática y Geoportales Oswaldo Padilla1 - Miguel Ángel Bernabé2 - Maria Ester Gonzalez3 123 Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE, Sangolquí, Ecuador; Geoinformática y Geoportales 3. Introducción Los Sistemas de Información Geográico (SIG) son herramientas que permiten el entendimiento del mundo y las complejas relaciones que existen entre sus elementos. Tiene que entenderse que esta representación es una abstracción del entorno geográico, pudiendo airmarse que un SIG en “un mapa inteligente”. Mapa, por que se representa los diferentes objetos espaciales en una forma adecuada geométrica, temática y cartográicamente, pero con inteligencia, ya que permite responder diferentes preguntas muy complejas de los usuarios sobre el entorno geográico en que se desenvuelve. Una clave de los SIG es que trabajan con datos georeferenciados, es decir cualquier elemento, dato o información puede ser colocado en un sistema de coordenadas sobre la supericie terrestre. Es así que prácticamente el 80% de la información existente puede ser georeferenciada (Bernabé, 2008). Al trabajar con datos georeferenciados, es claro que todo aspecto sobre la supericie puede ser ubicado espacialmente en un SIG. Del grupo de datos espaciales están los relacionados con los eventos naturales que ponen en riesgo las infraestructuras o a la población, conocidos como riesgos naturales. Es así que nuestro SIG debería responder preguntas como ¿dónde ocurren? ¿a quiénes afectan? ¿cómo valorar los daños producidos? o ¿cómo predecirlos? , además de plantear ¿cómo usar al SIG para prevenir daños en la población? Es importante detallar algunas características de los SIG: • La capacidad de las SIG para integrar y homogeneizar información geográica procedente de diversas fuentes. • La utilización de la capacidad de modelamiento para tratar de predecir eventos o calcular la probabilidad de ocurrencia. En el Ecuador algunos fenómenos son los más recurrentes ocasionando la mayor cantidad de pérdidas humanas, siendo los deslizamientos, el que mayor impacto causa, siendo tsunamis y erupciones volcánicas los de mayor impacto o que más llaman la atención de la población (Toulkeridis, 2012). Por lo que se han planteado diferentes técnicas para tratar de estudiar estos fenómenos, como las siguientes técnicas que serán tratadas en este capítulo: • Lógica fuzzy y modelamiento de variables espaciales para cálculo de probabilidad. • Modelos de accesibilidad y de evacuación. Con estas técnicas se van a tomar dos estudios caso: • Calculo, análisis y representación de tiempos de evacuación en el Valle de los Chillos frente a una eventual erupción del volcán Cotopaxi, 2008 • Análisis y modelamiento de susceptibilidad a deslizamientos mediante SIG y geoestadística en las parroquias de Papallacta y Cuyuja, cantón Quijos, 2010 3.1 Calculo, análisis y representación de tiempos de evacuación en el Valle de los Chillos frente a una eventual erupción del volcán Cotopaxi 3.1.1 Antecedentes El Ecuador se encuentra en una zona de gran actividad volcánica, es así que se le conoce como la avenida de los volcanes, por lo que a lo largo de la historia se han producido eventos de diversa magnitud, resultado del fenómeno de subducción entre las placas de Nazca y la de América del Sur. Se puede decir que el Ecuador es el paraíso de los estudiosos de los volcanes, ya que posee 255 de los cuales 26 son potencialmente activos (Hall Minard, 1977). En el Ecuador, el Cotopaxi, el volcán activo más alto del mundo, con una altura de 5997 msnm y con un volumen estimado de glaciar de 698606380 metros cúbicos (≈0.6 Km3) (Jordan Ekkehard et al., 2004); es uno de los más peligrosos debido a la presencia precisamente del casquete glaciar que en caso de producirse una erupción, como ha ocurrido antes, generará una serie de lujos de lodo o lahares alrededor del cráter siguiendo el cur128 Capítulo III Fig. 3.1, Ubicación Geográica. Oswaldo Padilla Fig. 3.2, Elementos de una Red. Oswaldo Padilla 129 Geoinformática y Geoportales so de los drenajes de los ríos Pita, San Pedro, Guayllabamba, Esmeraldas, Cutuchi, Patate, Pastaza, Tambo, Verdeyacu, Jatunyacu y Napo, abarcando importantes zonas agrícolas, industriales y ciudades como Latacunga, Sangolquí y San Rafael. 3.1.2 Ubicación geográica El zona de estudio está localizada en el Valle de los Chillos, en la Provincia de Pichincha, Distrito Metropolitano de Quito (parroquias Píntag y Alangasí), y Cantón Rumiñahui (parroquia Sangolquí), población Sangolquí y San Rafael. (Fig. 6.3). 3.1.3 Marco teórico y criterios metodológicos a. Redes, Una red es un sistema de elementos interconectados por segmentos lineales continuos. (Fig. 4.2), básicamente estos son elementos comunes a todas las redes. Además cada arco tiene características adicionales como es la dirección o sentido de circulación , el valor de impedancia (resistencia al movimiento o circulación, conocida también como fricción), éste valor puede ser calculado como distancia, tiempo de circulación, número de individuos que pueden circular en un tiempo determinado, costos (económicos, ambientales, etc.) entre otras. b. Análisis de Accesibilidad y Localización, En función del problema de distancia mínima se pueden plantear indicadores que relejen la accesibilidad de una red. Estos indicadores pueden dar una idea global del estado de una red y de cuales son sus condiciones enmarcadas en el entorno geográico. Es así que puede dar como ejemplo cuales son las condiciones de accesibilidad de toda España y relejar qué zonas son las mejor servidas en cuestión de vialidad y cuales son las más aisladas. Fig. 3.3, Zona de Estudio, lujo del lahar, Sangolquí, Selva Alegre y San Rafael en el Valle de los Chillos. Oswaldo Padilla 130 Capítulo III Cuando se habla de accesibilidad y localización se persigue dar una descripción de cómo una determinada actividad humana luye sobre un entorno espacial hacia cada uno de los sitios de interés (Bosque y Moreno, 2004). En este sentido se han planteado muchos problemas de este tipo relacionados con actividades cotidianas y comunes en cualquier situación, en donde se ha estudiado el desplazamiento de la población a instalaciones de uso público. Estos tópicos se explican más extensamente en el libro publicado por los Doctores Bosque Sendra y Moreno Jiménez (2004). En este estudio se plantea una problemática diferente, que puede ser afrontada con los principios fundamentales de localización. Básicamente se trata de un grupo poblacional, que se desplazara a determinados puntos en caso de producirse un lahar, obligando a una evacuación de la zona a través de una red vial. Se ve que estos elementos coinciden con los componentes de problemas de localización más comúnmente tratados. Para la formulación del análisis se partió de la cartografía desarrollada en el SIG, de documentos técnicos y de información del estado de actividad del volcán que permiten redactar todos los aspectos explicativos de las operaciones del sistema. El área del proyecto se indica en el Mapa 4.1. La cobertura de MANZANAS se trata del área urbana de la ciudad de Sangolquí y San Rafael, que corresponden a zonas de densidad poblacional alta de 57.4 residencias por hectárea con una media de 4 personas por familia (Murria Sharon, 1998) Para el análisis inicial se tomó el área que corresponde al lujo de lodo sobre la zona de Sangolquí-San Rafael (Fig. 4.3), dicho mapa fue obtenido del estudio realizado por la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE), a través del Vicerrectorado de Investigaciones y recopilado en diferentes proyectos de in de carrera en la Facultad de Ingeniería Geográica y del Medio Ambiente (FIGMA). La población involucrada en esta zona debe ser evacuada en caso de producirse el fenómeno; con este criterio se tomó una distancia de seguridad para los habitantes de 50m en la periferia del lujo, lo que signiica en un margen necesario en el que la población debe movilizarse fuera de este sector. Es Fig. 3.4, Modelo Cartográico. Oswaldo Padilla 131 Geoinformática y Geoportales decir se tomó las áreas de inundación y lujo de lodo uniicándolas en un solo polígono con un bufer de 50m alrededor llamándole Zona de Seguridad (ZDS). Los 50 metros se decidió tomando como elemento que da un margen de seguridad que permitiría a cualquier persona alejarse de esta área. Se decidió en función de criterios de seguridad adoptados de experiencias previas. (ig. 4.3). Para el análisis es importante deinir tres elementos para el cálculo de tiempos de evacuación: puntos de seguridad, puntos de evacuación y ejes viales. Tomando la red vial se hizo intersección de los ejes viales con la ZDS. Cada uno de los puntos que están al extremo de los ejes viales y en el borde de la ZDS son los Puntos de Seguridad (PDS). Con estos tres elementos PDS, PDE y Ejes Viales se calculó las distancias entre cada uno de los puntos de origen (PDE) a cada punto de llegada (PDS). Este problema puede tener algunas posibilidades de solución, la más simple tomando en cuenta las distancias de cada uno de los arcos entre los dos puntos. Es este estudio se tomó en cuenta como impedancia el valor multiplicado por la distancia de cada uno de esos segmentos. Los valores de impedancia en cada una de las vías fueron asignados fundamentalmente con los tiempos de circulación vehicular en horas pico. Las posibilidades pueden variar sólo dependiendo del tipo de problema que se plantea resolver. La solución se podría expresar en la siguiente ecuación: Dc = DistMin ij (Σdijk*Iijk) Donde: Dc DistMin ij dijk Iijk Solución o camino más corto Función de selección del valor distancia de cada uno de los arcos valor de impedancia de cada arco mínimo entre los puntos i y j de la red k de la red Fig. 3.5, Tiempos de Arribo de Primera Onda del Lahar (Variable continua de tiempo). Oswaldo Padilla 132 Capítulo III Fig. 3.6, Flujo de Lodo en caso de producirse una Erupción del Volcán Cotopaxi. Oswaldo Padilla Esta base de datos de puntos sirvió para generar el Mapa de Tiempos evacuación, el cual se cálculo mediante el modelo de interpolación del inverso de la distancia (IDW), que en este caso da mejores resultados debido a que la variable que se necesita calcular debe tener una continuidad espacial o en esta caso temporal, obteniéndose el Mapa de Tiempos de evacuación (ig. 4.3, 4.5, 4.6). Con los mapas de Tiempos de evacuación y el de Tiempos de Llegada de la Primera Onda se obtuvo un mapa de diferencias de tiempos entre ambos. Todos los valores positivos indican zonas en la que los tiempos de evacuación son mayores a los tiempos de llegada de la primera onda (aún no se toma en cuenta el tiempo de aviso de la primera onda, sistema de alerta temprana). En el Mapa 6.6 se muestran las diferencias de tiempos, en el que están indicados sólo las zonas en la que los valores son positivos (áreas en conlicto) aunque debería tomarse un margen mayor considerando las áreas donde los valores se acercan a 0 (cero). Te – Tpo ≥ 0 Zona en conlicto Te –Tpo ≈ 0 Zonas con tiempos aprox.iguales Te – Tpo ≤ 0 Zonas con tiempos de evacuación menores Donde: Te corresponde a Tiempo de Evacuación Tpo corresponde a Tiempo de llegada de la primera onda Para poder representar diferentes variables en un mismo espacio vectorial es necesario que se encuentren sobre el mismo plano (variables temáticas) o las mismas unidades (alturas). En este caso se buscaba representar en un espacio tridimensional básicamente dos tipos de variables diferentes: tiempo y alturas. Es claro que ambas se encuentran en escalas y unidades diferentes. Una solución simple de representación resultó en normalizar las variables (Gómez y Barredo, 2005). Esto permitió representar en una misma vista las variables de tiempo (minutos) y elevación (msnm). c. Resultados, Dentro del área que cubre el lujo, se puede ver claramente la zona comprometida en la que principalmente se encuentra áreas urbanas y sitios de conglomerado poblacional como escuelas, colegios, fábricas, iglesias, el campus Politécnico de la ESPE, entre otros. Estos puntos se obtuvieron seleccionando mediante intersección de la cobertura de puntos de instalaciones públicas y la zona de evacuación. Además se debe tener en cuenta que en el área viven aproximadamente 65.000 habitantes (según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, VI Censo de Población y V de Vivienda) por lo que se debe tomar como un parámetro más importante en el momento de modelar una posible evacuación. 133 Geoinformática y Geoportales Una primera prueba del modelo, en la que se toma en cuenta sólo la distancia sin ningún tipo de valor de impedancia se muestra en el Mapa 4.4. Al hacer uso de las utilidades de visualización en 3D, se trató de contrastar los datos obtenidos, tiempos de evacuación, con los tiempos de llegada de la primera del lujo de lodo. En la Vista 3D 1 se aprecia el modelo digital del terreno con el lujo de lodo superpuesto sobre éste. En la Tabla 4.2 se muestra el DTM con el lujo de lodo desplegado como una variable tridimensional en el que las alturas corresponden a los tiempos de evacuación y los resultados obtenidos. Posteriormente se modiicaron los valores de impedancia de la capa de ejes viales tomando en cuenta los valores de circulación en horas picos, tratando de simular una condición de movilización ordenada pero con las condiciones de evacuación de toda la población comprometida. Es interesante observar que los rangos de tiempos se incrementan llegando en algunas zonas a obtenerse valores superiores a 42 minutos (ig. 4.6, 4.7) Se realizó la diferencia entre las variables de tiempo de llegada de la primera onda y la de tiempos de evacuación. El resultado se puede ver en el Mapa 6.6. Se calculó el área de los polígonos obtenidos, previa vectorización de las áreas, utilizando los datos de Sharon Murria (1998) se calculó un estimado de la población que se vería afectada en cada uno de estos polígonos identiicados mediante el término ID en la Tabla 4.5: De la tabla indicada y del análisis del Mapa obtenido se pueden encontrar un área extremadamente crítica, que se muestra en la Mapa 4.6. Se pueden hacer algunas observaciones de la zona comprometida: • Esta área corresponde a zonas urbanas altamente pobladas, y como se puede ver en los datos de la anterior tabla 4.2, afecta aproximadamente a más de 29000 personas. Además de las zonas residenciales, se encuentran zonas comerciales importantes, tres centros comerciales: el Mall del Río, Plaza del Valle y el más grande del Ecuador, el Hacienda San Luis. Fig. 3.7, Tiempos de Evacuación. Oswaldo Padilla 134 Capítulo III Tabla 3.1, Cálculo aproximado del número de habitantes afectados. Oswaldo Padilla Tabla 3.2, Prueba del modelo. Nota: Para la representación de datos como tiempo y altura fue necesario normalizar los datos para poder ser desplegados en la misma vista 3D. Oswaldo Padilla Fig. 3.8, Diferencias de Tiempos de Evacuación y de Primera Onda. Oswaldo Padilla 135 Geoinformática y Geoportales • En el de tiempos de arribo de la primera onda, se obtiene un tiempo de 15 minutos para la primera oleada, si se agregan los tiempos de aviso del Sistema de Alerta Temprana, que pueden estar entre 3 y 5 minutos, el tiempo de desplazamiento y evacuación de la población se ve reducida entre 10 y 12 minutos, lo que ampliaría la zona crítica de evacuación. • El tiempo obtenido de evacuación se vería incrementado debido a que en la zona está comprometido una serie de instalaciones como colegios, centros comerciales y una de las universidades más grandes del país, la ESPE, si al evacuar en estos puntos se lo hace en forma desordenada. • La zona dispone de una buena red vial pero que presenta algunos puntos con serios problemas de circulación como los siguientes: Puentes de dos carriles estrechos: Sangolquí, vía a Ushimana, vía al Tingo, vía a Conocoto, Capelo. En la ig. 4.9 se muestran algunos de los puntos de evacuación y su correspondiente punto de seguridad, estos últimos ubicados en la periferia del lujo de lodo que se ve en tonalidad marrón. En líneas rojas se muestran los caminos más cortos calculados para cada punto de evacuación. 3.1.4 Conclusiones y Recomendaciones • El estudio de análisis de redes para cuestiones de prevención de riesgo en caso de producirse cualquier tipo de desastre natural es nuevo pero representa un potencial que debe tomarse en cuenta. Aunado a otras técnicas de procesamiento geoinformático, tiene un gran futuro. • En cartografía se han creado diversas formas de representar la supericie terrestre y los diversos fenómenos que ocurren sobre ella de diversas e ingeniosas formas. Estas formas de representación son usadas primero para desplegar diversas variables temáticas así como para su interpretación y entender como se interrelacionan en el desarrollo de un fenómeno en función de esas variables. La representación de datos no es simplemente para desplegarlos en un papel o en la pantalla de un Fig. 3.9, Puntos georeferenciales del peligro de como es la seguridad alrededor del Campus ESPPE. Oswaldo Padilla 136 Capítulo III • • • • computador, principalmente es visualizar y dar una solución a un problema espacial, para tomar una decisión. El uso de herramientas de simulación es una alternativa a simulaciones de evacuación reales con población, que permite crear diferentes situaciones, identiicar problemas y dar soluciones, siendo inalmente una alternativa mucho más viable y económica, que no provoca situaciones de estrés en la población asociados a simulaciones reales. Lo fundamental para crear un modelo lo más real de una red consiste en entender la relación entre las características de los sistemas físicos de la red y la representación espacial de esas características al lado de los elementos del modelo de la red. La eicacia y la validez del modelo dependerán de cómo la red se puede acoplar en la forma más exacta posible para emparejar la red verdadera al modelo que representa. El presente trabajo pretende ser un apoyo a la gestión de los planes de evacuación que se den en la zona en cuestión. Los SIG son una gran herramienta de apoyo; por ejemplo, en el caso particular del proyecto se ha podido localizar graves problemas al producirse un evento como una erupción volcánica. Pero esto es lo que prácticamente enriquece el uso de herramientas geoinformáticas, el de tomar una decisión clara y concisa con el apoyo técnico y fundamentado de los SIG, pero más que todo está orientado a preservar los bienes de los habitantes y lo más importante su vida. Posteriormente seria recomendable, en una segunda fase del proyecto, determinar los valores de población movilizada a cada punto y de éstos a los sitios de albergue para así determinar la capacidad de acogida y los recursos necesarios para mantener a la población en lo que se estima sería un periodo de no más de 48 horas, hasta su evacuación. Fig. 3.10, Malla de 5000 m. sobre el área de estudio. Oswaldo Padilla 137 Geoinformática y Geoportales 3.2 Análisis y modelamiento de susceptibilidad a deslizamientos mediante SIG, modelamiento de variables espaciales y lógica Fuzzy en las parroquias de Papallacta y Cuyuja, cantón Quijos 3.2.1 Antecedentes Durante los últimos años el estudio de los deslizamientos han cobrado mayor importancia, puesto que son considerados como uno de los peligros geológicos que generan grandes pérdidas, tanto humanas como de bienes, (Toulkeridis, 2008) realizándose modelos probabilísticos de deslizamientos en varias zonas de estudio, sin embargo en muchos casos, sobre el modelamiento de deslizamientos existen nuevos modelos que han sido realizados sin una adecuada validación, y su comportamiento con nuevos datos. 3.2.2 Información y datos Al realizar el estudio de la susceptibilidad del terreno a deslizamientos es necesario recopilar información existente, generar aquella que falta y analizarla; facilitando de esta forma la organización y actualización de datos en la zona de estudio. La información recopilada en diferentes instituciones fue: • Cartas topográicas escala 1:50000 en el sistema de referencia PSAD56 coordenadas de referencia UTM 17S, que corresponden a: Oyacachi (ÑIII-B4), Papallacta (ÑIII-D2), Laguna de Mica (ÑIII-D4), y Baeza (OIII-C1). En formato digital (escaneadas en formato TIFF), y en físico. • Fotografías aéreas correspondientes a la línea de vuelo A-30C R-43 y A-31C R-54, que pertenecen al laboratorio de Fotointerpretación de las CIGMA. Tabla 3.3, Variables Utilizadas. Oswaldo Padilla 138 Capítulo III Fig. 3.11, Modelo de deslizamientos utilizando regression multiple. Oswaldo Padilla • Imagen satelital landsat7 (ETM+), correspondiente a la zona P10-R60, de 1999 y 2001. Adquiridas de forma gratuita de la página de ESDI (Earth Science Data Interface) at the Global Land Cover Facility 3.2.3 Determinación de Puntos de Muestra. Se dividió al terreno mediante una grilla de 5000x5000 metros (Fig. 4.10); con la ayuda de las fotografías aéreas fueron localizadas zonas visibles, susceptibles a deslizamientos en cada zona marcada por la grilla; abarcando sitios propensos donde pueda producirse eventos de movimientos de masa. Con estos antecedentes, se estableció puntos en el terreno susceptibles a deslizamientos, para luego ser comprobados mediante salidas de campo. 3.2.4 Análisis de variables Para determinar las variables que intervienen en el análisis, se tomó en cuenta eventos históricos, criterios técnicos, zona de estudio, y la disponibilidad de información; obteniendo datos que permitan analizar de la mejor forma la susceptibilidad del terreno a deslizamientos. Analizando únicamente la intervención de cada variable, en el análisis de susceptibilidad, se obtuvo las siguientes variables, permitiendo conocer cómo afecta cada una de ellas al análisis. 3.2.5 Modelos de probabilidad Utilizando las variables anteriormente mencionadas se realizó diferentes modelos de probabilidad del terreno a deslizamientos, como: 139 Geoinformática y Geoportales Fig. 3.7, Modelo de deslizamientos utilizando MARS. Oswaldo Padilla Fig. 3.8, Primer análisis utilizando metodología fuzzy. Oswaldo Padilla Fig. 3.10, Segundo análsis tomando el 95% de los datos. Oswaldo Padilla 140 Capítulo III Fig. 3.9, Modelo Fuzzy con el 60 percentil y 80 percentil. Oswaldo Padilla Fig. 3.11, Modelo Fuzzy con el 60 percentil y 80 percentil. Analizando el 95 % de los datos. Oswaldo Padilla Tabla 3.4, Análisis estadístico de modelos. Oswaldo Padilla 141 Geoinformática y Geoportales • Regresión, Se utilizó la regresión múltiple que es una extensión de la regresión lineal basándose en la ecuación: Y = a + b1x1 + b2x2 + .... + bnxn+ e. Dando como resultado la ecuación: MD = 0.685 + 0.002 (Pend_grd) - 0.055 (Ind_prot) - 0.350 (Ind_rest) • MARS, Utilizando la técnica Multivariate Adaptive Regression Splines, se obtuvo la ecuación: BF3 BF6 BF8 BF10 BF14 = max(0, dst_fallas - 683.520); = max(0, dst_hidr - 230.490); = max(0, dst_hidr - 176.780); = max(0, dst_hidr - 291.550); = max(0, ind_rest - 0.300); Y = 0.577 - .263154E-03 * BF3 - 0.019 * BF6 + 0.012 * BF8 + 0.007 * BF10 - 0.590 * BF14; • Análisis Fuzzy, La lógica difusa puede usarse para explicar el mundo real, puesto que sigue el comportamiento humano de razonar, sacando conclusiones a partir de hechos observados; esto incluye sistemas lógicos que admiten varios valores de verdad posibles, permitiendo representar de forma matemática conceptos o conjuntos imprecisos. Basándose en la curva seno cuadrado como función de pertenencia; se tiene varios casos posibles, con sus correspondientes funciones de pertenencia, a las cuales las variables pueden ajustarse. Esta metodología se basa en el análisis y selección del caso particular de cada variable que interactúa con el fenómeno o evento (“Fundamento Teórico para Modelización de Variables Mediante Operadores Difusos”, Padilla, Oswaldo - 2008). Para esto se analiza dos posibles casos, que dependerá según el comportamiento de la variable en el fenómeno a estudiar. Primer análisis Se lo realiza tomando los puntos de inlexión de la curva seno2, utilizando en estos puntos un 60 y 80 percentil de los datos de la variable, dividiendo a la curva seno2 en dos secciones (Fig. 4.11): A à valor mínimo de los datos obtenidos de cada variable. B à valor del percentil de cada variable. C à valor máximo de los datos obtenidos de cada variable. Segundo análisis Se toma como base el primer análisis, pero aumentando un punto en la curva seno2 que representa tomar el 95% de los datos de la variable a ser estudiada, para esto se obtiene el valor de α de la ecuación seno2(α) = 0.05 A à valor mínimo de los datos obtenidos de cada variable. B à valor del percentil de cada variable. C à valor máximo de los datos obtenidos de cada variable. D à valor correspondiente al 95% de los datos a ser modelados. • Análisis de modelos, De acuerdo al análisis estadístico se puede observar que los modelos 3 y 4, se adaptan mejor a la realidad del terreno representando los modelos fuzzy una mejor alternativa para analizar fenómenos naturales. 142 Capítulo III Al realizar la prueba de hipótesis (isher) se puede observar que todos los modelos de acuerdo a las variables utilizadas representan el fenómeno de deslizamientos, pero cada uno a su manera, se puede evidenciar que la hipótesis nula es aceptada, es decir que la variabilidad de los modelos se asemeja a la probabilidad de ocurrencia del fenómeno de deslizamientos. 3.2.6 Conclusiones • Los modelos Fuzzy se asemejan de mejor forma a la realidad del terreno, mostrando zonas susceptibles a movimientos de masa en los sectores de las vías, esto se debe a la intervención antrópica, que causa inestabilidad de taludes y pérdida de la cobertura vegetal. Como se puede observar en la fotografía, en la vía Papallacta-Baeza cerca al sector sur-este de la laguna Papallacta, la inestabilidad del talud es evidente, poniendo en peligro la torre eléctrica que se puede observar en la esquina superior derecha, lo que afectaría la línea eléctrica del sector, poniendo en riesgo el transito y personas que circulan por el lugar. • El modelo realizado en MARS, muestra de mejor forma la geología de la zona, en estudios posteriores se puede comprobar si utilizando la misma metodología, y el mismo número de puntos, en otro sector de la cordillera, da los mismos resultados, obteniendo así un mapa geológico preliminar, como ayuda de campo • Los modelos Fuzzy, muestran el comportamiento de todas las variables con relación a la ocurrencia del fenómeno de deslizamientos, mostrando resultados más coniables, tanto matemáticamente (mediante las pruebas estadísticas), como ciertos sectores que fueron veriicados en campo • La metodología Fuzzy se presenta como una técnica alternativa y más eiciente en el modelamiento de deslizamientos de la zona estudiada 3.3 Geoportales La utilización de la Información Geográica (IG) continúa aumentando y cada vez se reconoce más su importancia para la toma de decisiones tanto en la parte pública como en la privada. En este contexto, las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE), que son un conjunto de datos, metadatos, tecnologías, estándares, normas y políticas sustentadas en una estructura organizativa, ofrecen una acceso a la IG más actualizada a través de portales especializados llamados genéricamente “geoportales”. Éstos están disponible en Internet y son la puerta de entrada a las IDE. La disponibilidad de estos geoportales no resulta suiciente para la toma de decisiones si no respetan los estándares de usabilidad para que distintos tipos de usuarios (geoexpertos y no-geoxpertos) puedan utilizar la IG disponible en los mismos. Palabras clave: Información Geográica (IG), Geoportales, Infraestructura de Datos Espaciales (IDE), usabilidad, geoportales de emergencias 2.3.1 Introducción “Todo ocurre en algún sitio”. Con esta tautología comienza el informe de las Naciones Unidas (UN-GGIM, 2013) que trata de predecir las tendencias de la información geoespacial en los próximos 5-10 años. Y no es vacua esa evidencia. También hace veinte años las cosas ocurrían en algún lugar; lo nuevo es que hoy “todo ocurre en algún sitio y es susceptible de ser registrado”. La importancia de la airmación estriba en la capacidad actual para almacenar los fenómenos añadiéndoles su ubicación. Hoy se habla del “Internet de las cosas” (1) en el que los objetos generan datos que informan de su estado al usuario. Incluso a veces, como en el caso de los portadores de teléfonos celulares, los datos se proporcionan de manera involuntaria. No hace falta mucha imaginación para darse cuenta de la magnitud de datos susceptibles de ser almacenados. 143 Geoinformática y Geoportales Ese crecimiento exponencial de datos geolocalizados tendrá inluencia en la toma de decisiones en la mayoría de los campos de la actividad humana, ya sea por los datos tomados de forma activa, por medio de microsensores con funciones de los sistemas de navegación por satélite que ya comienzan a aparecer (teléfonos, sensores de movimiento, de sonido, de alarma, de consumo) (López, 2012), como de forma pasiva, por ejemplo, mediante la generación de información por medio de las redes sociales. Toda esta información, podrá ser visualizada en forma de capas de mapas en sistemas cartográicos (Pascual, 2012), de manera que podrán superponerse a la información básica topográica y visualizarse ambas, pudiendo tomarse decisiones sobre aspectos que antes no eran fáciles de representar ni de visualizar. La multiplicidad de datos disponibles obligará a desarrollar sistemas “entendibles” por los humanos, de manera que los de datos transformados en gráicos, sean fáciles de entender. Y no sólo eso, sino que el uso de esa información obligará a tener en cuenta las limitaciones del entendimiento humano para comprender la información y gestionarla, por lo que deberán desarrollarse sistemas fácilmente usables (Brown, 2010, 2012). En el caso de las situaciones de riesgos naturales, este panorama de (a) objetos sensorizados enviando información instantánea sobre fenómenos naturales (fuegos, temblores, terremotos, volcanes, inundaciones, tsunamis, etc.), (b) de almacenes de información acumulando esa información y organizándola y (c) de sistemas gráicos que en base a esa información almacenada generen soluciones cartográicas como respuesta a una alarma, hace sospechar que será necesario una formación multidisciplinar que desarrolle sistemas e interfaces adecuados para el uso ubicuo de esa información que hasta el momento están poco desarrollados (Harding, 2013) . El objetivo de este capítulo es divulgar, a grandes rasgos, la importancia que tendrá en este futuro próximo, la implantación de herramientas denominadas Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE), que permiten obtener, de manera ubicua, la información geográica generada por las diferentes organizaciones (estatales o no estatales) y la necesidad de que esas herramientas sean usables para el gran público y en especial en sistemas de emergencias. Tras esta introducción que ha tratado de explicar la importancia de los datos geográicos, y con objeto de dar una panorámica sobre el acceso a datos en situaciones de emergencias, se deinirá lo que son las IDE y posteriormente se tratarán los geoportales, como puerta de acceso a ellas. Puesto que es crítico que el usuario comprenda la estructura de esos geoportales y pueda llegar a utilizar la información que está disponible y accesible, se hará hincapié en la necesidad de aplicar los principios de la usabilidad a los geoportales. Finalmente se pondrá el ejemplo de cómo actúan hoy los geportales de las instituciones relacionadas con la protección ciudadana frente a riesgos naturales y un pequeño ejemplo de cómo deberían actuar para que fueran más útiles al público en general. 3.4 El acceso a la Información Geográica (IG) La IG es la información relacionada con objetos o fenómenos que están asociados con una localización referida a la supericie de la Tierra (2) . Hasta los inicios del siglo XX, la IG se conseguía por métodos descriptivos (historias, relatos, anotaciones) y por métodos topo-geodésicos basados en medidas directas (cintas, cuerdas, cadenas) o métodos indirectos basados en instrumentos ópticos (teodolitos, brújulas, niveles, sextantes). Con esos instrumentos se realizaron los mapas nacionales, orgullo de los países. La fotografía métrica terrestre y fundamentalmente su posterior perfeccionamiento en la fotografía aérea con capacidades métricas (fotogrametría) ampliaron tanto la velocidad de captura de datos como la precisión. La llegada de los primeros satélites artiiciales en la década de los 60 del siglo XX, no solo con sus instrumentos fotográicos y captura de imágenes, tanto en la banda del espectro visible como en otras bandas no visibles (infrarroja, ultravioleta, térmica), con la tecnología que se conoció como Detección Remota o Teledetección, la información sobre la Tierra y el acúmulo de información disponible se multiplicó vertiginosamente potenciando el estudio de la variable tiempo aplicada a la geoinformación. El siguiente paso cuantitativo en cuanto a la captura de IG se da con la implantación de los sistemas de posicionamiento basados en satélites. También en mitad de los años 60 del siglo pasado, se inicia la puesta en órbita de una constelación de satélites que proporcionaban con una gran precisión la ubicación de objetos que dispusieran de un sistema de comunicación compatible 144 Capítulo III con esa constelación. Hoy todos los smartphones y muchos objetos que nos rodean (vehículos, sensores de alarma, medidores de energía, etc.) pueden disponer de esa característica que han pasado a ser colaboradores en la captura de IG. Muchas otras tecnologías actuales de captura como los escáner tipo LIDAR y las tecnologías relacionadas con la gestión de esa información, nos permiten disponer de una inimaginable cantidad de IG (Plata, 2011). Hasta hace menos de veinte años, esa información se quedaba almacenada en las instituciones que la recogían y cuando eran compartidas con otras instituciones (si es que lo eran) era mediante pagos o convenios. No existía una ilosofía de “compartir” la información ni con los de dentro de las fronteras ni menos con los de fuera. Se daba el caso de instituciones del mismo Estado que “no se hablaban” y cada cual generaba su propia información con la consiguiente duplicación y a veces triplicación de gastos y datos (Rodríguez, 2011). La aparición de Internet y su expansión a partir de la década de 1990, el convencimiento de que había que compartir con los vecinos la información disponible para solucionar problemas comunes (migraciones de aves que pueden ser vectores de enfermedades, aguas comunes, lluvias ácidas que no saben de fronteras), y la posibilidad de compartir mediante las redes de comunicación los datos, impulsaron la idea de compartir la información y de homogeneizar globalmente procesos y geotecnologías. Comenzó un proceso de establecimiento de estándares de la IG, de creación de herramientas tecnológicas y de irmas de acuerdos políticos con objeto de hacer que la IG fuese interoperable y fuese fácilmente compartida globalmente. La creación de estándares, gracias a la Organización ISO por medio de la norma ISO TC211, los trabajos del Open Geospatial Consortium (OGC) en pos de dotar de interoperabilidad a la IG para que fuese entendida por cualquier sistema cartográico, y los esfuerzos de Organizaciones Internacionales como GSDI a nivel global, INSPIRE en Europa, IPGH en las Américas, pusieron los cimientos para la creación y establecimiento de lo que se conoce como Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE o SDI en su acrónimo sajón). En el mundo de la IG, este concepto de información distribuida y compartida ha sido un punto de inlexión para la globalización en la toma de decisiones (Longley, 2005). 3.5 Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) Las Infraestructuras de Datos Espaciales (IDE) son un conjunto de tecnologías, estándares y acuerdos políticos que facilitan el acceso e intercambio de la IG (Nebert, 2004). Son una respuesta concreta a la demanda y necesidades expuestas desde distintos ámbitos (público y privado), de acceso ubicuo a IG generada en organismos oiciales del estado (catastro, medio ambiente, educación, etc.) que debe ser de la mayor calidad y actualidad posible, de fácil acceso y que se pueda integrar con otra información proveniente de otro lugar. El Recetario IDE, una traducción del documento SDI CookBook, V.2 (Nebert, 2004), intenta dar una explicación más concisa del concepto de IDE y airma que es una “plataforma” en Internet que: a. Incluye datos y atributos geográicos, b. Aporta documentación suiciente sobre esos datos (metadatos), c. Dispone de un medio para localizar, visualizar y valorar los datos (catálogos) d. Dispone de algún método para acceder a los datos geográicos localizados. e. Proporciona servicios para utilizar aplicaciones con los datos. f. Exige la existencia de acuerdos organizativos necesarios para coordinarla y administrarla a escala regional, nacional y transnacional En la Directiva Europea INSPIRE, por la que se establece una IDE en la Comunidad Europea (2007), se expresa en el Artículo 3 del Capítulo I (Disposiciones Generales) que se entenderá por IDE “al conjunto de (a) metadatos, conjuntos de datos espaciales y los servicios de datos espaciales; (b) los servicios y tecnologías de red; (c) los acuerdos sobre puesta en común, acceso y utilización; y (d) los mecanismos, procesos y procedimientos de coordinación y seguimiento …” 145 Geoinformática y Geoportales Así mismo se detallan los componentes que constituirán la misma, delimitando su alcance, así como la correspondiente deinición de cada uno de ellos: a. Conjunto de datos espaciales: recopilación identiicable de datos espaciales. b. Metadatos: comprenden la información que describe los conjuntos y servicios de datos espaciales, permitiendo localizarlos, inventariarlos y utilizarlos. c. Servicios de datos espaciales: las operaciones que pueden realizarse a través de aplicaciones informáticas sobre los datos espaciales. d. Servicios y tecnologías de red: servicios y aplicaciones tecnológicas que permiten acceder a los datos espaciales. e. Acuerdos institucionales para la puesta en común, acceso y utilización de los datos espaciales. f. Mecanismos y procedimientos de coordinación y seguimiento. La diversidad de deiniciones que se encuentran de IDE se caracterizan por orientarse, de forma homogénea, hacia un espíritu colaborativo, para fomentar la interoperabilidad de datos y sistemas y construirse en base a los mismos componentes, aunque se airma (Groot, 2000) que el concepto de IDE va más allá que el conjunto de sus componentes. La interoperabilidad trata también sobre la forma en la que éstos deben combinarse, integrarse y coordinarse, lo cual resulta fundamental para proporcionar IG consistente a los usuarios. Creemos que la deinición de que una IDE es “una iniciativa que trata de responder a la necesidad de cooperación entre diferentes usuarios y productores de datos espaciales para proporcionar los medios y el entorno que permitan su compartición y desarrollo, teniendo como objetivo último promover el desarrollo económico, estimular una mejor administración y fomentar la sostenibilidad ambiental“ (Williamson, 2003), es una deinición sencilla y adecuada. 3.6 Geoportales IDE Para poder acceder de forma ubicua a la información geográica que está almacenada en las bases de datos gubernamentales y compartirla, debe existir un sistema de comunicación que lo permita e Internet, por su lexibilidad, resulta ser el soporte más adecuado (Capdevilla, 2004). Por su naturaleza, Internet proporciona a las IDE una arquitectura organizada de forma distribuida (CCE, 2009), que garantiza el acceso del público a la IG a través de los servicios que pueden ofrecerse a través de la red. Estos servicios (Servidores de Mapas, Servidores de Objetos, Catálogos de información Geográica, etc.) se desarrollaron por una comunidad internacional denominada Open Geospatial Consortium Fig. 3.12, A la izquierda la página web de entrada a un Geoportal que es como la puerta de entrada a una geoinstitución. A la derecha el escaparate o vidriera de una tienda de cartografía. Ambas cumplen la misión de invitar a entrar para curiosear… y para comprar. 146 Capítulo III (OGC) (3) que buscaba la incorporación del concepto “interoperabilidad” en la información geográica pues el intercambio de esa información tenía serias diicultades debido a la ausencia de estándares. A este respecto, se deine la interoperabilidad como la habilidad de dos o más sistemas o componentes para intercambiar información y utilizar la información intercambiada (IEEE, 2009) La arquitectura informática que permite acceder a través de Internet a los distintos servicios OGC, se concreta en un portal web, que al dar acceso a datos y servicios geográicos, recibe el nombre de ‘‘Geoportal’’. 3.6.1 ¿Qué es un geoportal? Un geoportal es el “escaparate o vidriera” y la puerta de entrada, que tienen en Internet las instituciones relacionadas con la IG, a través del cual se pone a disposición de los ciudadanos los datos e información generada por las mismas (Fig. 3.12). En ese espacio virtual el usuario puede localizar datos y servicios a partir de catálogos; visualizar mapas e interactuar con ellos; descargar conjuntos de datos e incluso procesar la información. Sus orígenes podemos encontrarlos en los desarrollos de MapQuest (4) comprado en 1999 por AOL o el de MapBlast (5) hoy en manos de Bing (Tait, 2005). Diferentes deiniciones intentan concretar lo que es un ‘‘geoportal’’ sin que conozcamos que alguna de las organizaciones más relevantes en el entorno de la IG hayan dado una deinición que sea aceptada de forma global, aunque algunos trabajos (Ash, 2009) hayan intentado establecerla. La Directiva INSPIRE dispone de una deinición de geoportal diciendo que “Inspire geo-portal means an Internet site or equivalent, providing access to the services referred to in Article 11”(6). Este Artículo 11, obliga a los miembros europeos a establecer y operar una red [en Internet] con servicios técnicos operando sobre los conjuntos de datos espaciales (con sus metadatos), de manera que exista una serie de servicios que se detallan a continuación, con (i) los que a nuestro juicio son útiles a los consumidores de IG inexpertos en Sistemas de Información Geográica (SIG) y con (e) a los que son propios para expertos: a. Servicios de localización de datos espaciales (i) y geoservicios mostrando además los metadatos tanto de los datos como de los geoservicios (e). b. Servicios de visualización que permita mostrar, navegar, zoom in/out, desplazarse (i) y superponer conjuntos de datos espaciales (i) así como sus metadatos (e). c. Servicio de acceso directo o descarga de conjuntos de datos espaciales o parte de ellos (e). d. Servicios de transformación, que permita operar sobre los conjuntos de datos para lograr su interoperabilidad (e) e. Servicios de llamada a otros servicios de datos espaciales (e). La página del Global Earth Observation System of Systems (GEOSS), no proporciona una deinición lexicológica de geoportal ni una especiicación de los servicios mínimos que se deberían ofrecer. Éstos quedan deinidos por la deinición ostensiva, suministrando ejemplos de lo que el geoportal se propone, lo cual siempre es incompleto:”The ‘GEOPortal’ ofers a single Internet access point for users seeking data, imagery and analytical software packages relevant to all parts of the globe. It connects users to existing data bases and portals and provides reliable, up-to-date and user friendly information – vital for the work of decision makers, planners and emergency managers” (7) Este tipo de deiniciones ostensivas del concepto “geoportal”, como la anterior, son comunes al no existir una deinición canónica del término. Eso es lo que hace el geoportal Terrasit de la Comunidad Valenciana “Diez cosas que puedes hacer en un Geoportal” (8) o como lo hace la Red Iberoamericana de infraestructuras de Información Geográica (Red 3IGEO) (9) El comentario (a modo de deinición) que sobre el término geoportal proporciona la IDE de España es que “La puesta en práctica de un proyecto IDE se materializa a través de un Geoportal que ofrezca como mínimo los siguientes tres clientes: visualización (que permita la visualización de los datos a través de servicios web y, opcionalmente, su consulta), localización (que posibilite la búsqueda de 147 Geoinformática y Geoportales conjuntos de datos y servicios a través del contenido de sus metadatos) y nomenclátor (que permita la localización en un mapa a través de un nombre geográico)” (10) Hay que hacer notar que en estas deiniciones se habla de “información fácilmente usable” y se airma que es “vital para algunas profesiones como los gestores de emergencias”. Sin embargo, los profesionales de las emergencias, que no tienen por qué ser expertos en geoinformación (bomberos, servicios de emergencias de ayuntamientos, ambulancias y emergencias médicas, policía local), tienen que tomar decisiones con rapidez, lo cual implica que el acceso y comprensión de los contenidos del geoportal deben ser posibles de manera sencilla, fácil y usable. Se hace hincapié en que esta deseada usabilidad no está presente en la mayoría de los geoportales, como más adelante se mostrará. 3.6.2 ¿Quiénes son los usuarios de un geoportal? Aunque para (Komarkova, 2007) los usuarios de un geoportal pueden clasiicarse, en función de su nivel de destreza, en: 1. Usuarios de peril alto, que corresponde a los especialistas en la IG que gestionan datos, analizan y proporcionan los resultados de su trabajo a otros usuarios. 2. Usuarios de peril medio que tienen unas necesidades de uso de la IG determinadas y alcanzables con relativa facilidad. 3. Usuarios ocasionales, como los turistas, estudiantes etc., que utilizan ocasionalmente la IG utilizando funcionalidades básicas como seleccionar y visualizar una capa de datos, cambiar de escala, ejecutar consultas simples, imprimir o guardar el mapa resultante. La mayoría de los usuarios pertenecen a este peril. Esta última airmación tiene mucho interés. Para facilitar la exposición en nuestro caso lo simpliicaremos y asumiremos que son dos los tipos de posibles consumidores; esto además es conforme con la clasiicación de usuarios de la IG de un geoportal que se hace en One Geology Europe (OGE) (Téllez, 2009): 1. Los “usuarios SIG” (geo-expertos, geo-cientíicos). 2. El resto (profesionales y cientíicos no geo-expertos, ciudadanos curiosos, turistas, niños, estudiantes, etc.) Los del primer grupo conocen lo que son las capas de información, el tipo y extensión de los archivos, el uso recomendado, la calidad de los datos y en general los metadatos de la información; su acción más habitual será la de buscar y localizar los datos o la información que necesita, comprobar sus características, contactar con el propietario y adquirirlos o bajarlos a su sistema si tuvieran permiso para ello. Otros también estarán interesados en aprovechar la ingente cantidad de datos provenientes de distintos servidores disponible en las IDE para procesarlos, obtener nueva información, analizarlos, etc. A los del segundo grupo no les suele importar lo que son las capas de información, ni el tipo de archivos, ni su extensión; quiere ver un mapa, quizás ya predeinido, sobre un tema concreto y les gustaría poder imprimirlo. Estos consumidores están acostumbrado a navegar en Google Maps u otros globos virtuales, por lo que también quieren hacer zoom para ver una zona con más claridad o centrarse en una zona más concreta. Tampoco saben lo que son, o no les importan en principio, los metadatos. Suelen familiarizarse pronto con el manejo de los visores de mapas pero pocos visores les permiten añadir capas y modiicar su visualización de una manera sencilla. En el entorno de esta publicación hablaremos de geoexpertos y no-geoexpertos. Aunque más arriba hemos descartado la clasiicación de (Komarkova, 2007), nos interesa abundar en la última airmación de su clasiicación, donde airma que “la mayoría de los usuarios pertenecen a este peril”. Es airmación es interesante pues, en la mayoría de los geoportales analizados, ésta es la población más olvidada. Eso no parece ser una opinión que importe demasiado. Incluso en (Aditya, 2007) se airma que los geoportales deben estar orientados a conjugar el interés de los proveedores por promocionar y diseminar sus productos de IG con la demanda de los usuarios para alcanzar esa información, lo cual parece señalar de manera tácita a los usuarios más experimentados. 148 Capítulo III Fig 3.13, La realidad y la (no deseada) icción Fig. 3.14, La sencillez minimalista y el abigarramiento en el diseño de espacios Sin embargo, la recomendación de facilitar el uso a todos los usuarios de los geoportales está presente tanto en la Directiva europea INSPIRE (2007) como en las legislaciones de algunos de los países, como es el caso de España que, en su ley LISIGE (2010), apuesta para que los servicios de los geoportales sean fáciles de utilizar por todos los usuarios. Algunos autores ya se han planteado cómo lograr un geoportal útil y atractivo para los usuarios a los que está destinado (Manrique, 2012). 3.6.3 ¿Qué desean los usuarios de la IG respecto a los Geoportales? Por nuestra experiencia intuimos que sería deseable que el usuario que busca geoinformación pudiera acceder a ésta desde un lugar único; algo así como entrar a un gran almacén en vez de ir entrando en pequeñas tiendas de barrio inconexas buscando lo que se quiere. La IDE nacionales como ocurre con la IDE de España <www.idee.es>, deberían ser los “nodos” donde se reunieran y convergieran las puertas de entrada a las IDE regionales, locales y temáticas. De esta manera: a. Se evitaría deambular por diversos servidores que ofrezcan distinto tipo de información: global, continental, regional, nacional, provincial o local. 149 Geoinformática y Geoportales b. Se evitaría ir en busca de las IDE de las instituciones temáticas o con información especializada (climatología, usos del suelo, edafología, población, etc.). Se supone que los usuarios, una vez localizado en la IDE del país el entorno geográico en el que hacer las búsquedas (por ejemplo la provincia de Pichincha) y la escala que preieren (por ejemplo a escala “de municipio”), querrían, desde esa misma IDE nacional activar las capas temáticas con la información municipal que buscan y que ésta se superpongan a la cartografía básica de referencia. El geoportal de Magic (11) es un buen ejemplo de facilidad de uso y ayuda paso a paso c. Se preiere entrar a un geoportal único (ya sea global o nacional) y que éste, de manera transparente a los usuarios, conecte con los distintos servidores que le van acercando a la información que él solicita. También en este caso Google ha acostumbrado a los usuarios a llegar en pocos pasos a lo que buscan desde una página única. Para simpliicar lo anterior, podemos airmar que el usuario medio espera que el geoportal se comporte como lo haría el dependiente de una librería cartográica: “[Buenas tardes], quiero un mapa edafológico, lo más actual posible del municipio de Sangolquí, en la provincia de Pichincha en Ecuador”. El dependiente le sacaría el mapa que estuviera disponible (o le diría de qué dispone que sea similar a lo que él desea) y el cliente, tras analizarlo y si se ajusta a sus necesidades, lo compraría. De manera similar, si el dependiente no fuera un humano sino que fuera un sistema informático, se sentiría satisfecho si en la pantalla, como respuesta a su solicitud de mapa edafológico, el sistema le mostrara una imagen de la cartografía edafológica disponible de Sangolquí (si esta cartografía existiera) o la edafológica de escala más cercana existente y una nota sobre esa carencia. El usuario querría también hacer zoom + o zoom – hasta donde la escala del mapa o la resolución visual le permitieran, para analizar sus características y ver si es adecuado para sus necesidades. Y lo que el usuario no quiere es que como respuesta a su búsqueda le aparezcan en pantalla cientos de referencias que parcialmente se ajusten a lo solicitado (mapa del municipio de Sangolquí; mapa edafológico de Ecuador; mapa del volcán Pichincha; mapa de la Provincia de Pichincha, etc.) 3.6.4 Geoportales y usabilidad Para que se cumplan los objetivos de ser accesibles a todo tipo de usuarios, el interface de entrada al geoportal y las operaciones necesarias para acceder a la información, deberían cumplir, como en todo servicio de información, con los requisitos de usabilidad que se citan en la norma ISO/IEC 9241-11 Def 3.3 que deine la usabilidad como el “grado en el que un producto puede ser usado por determinados usuarios para conseguir objetivos especíicos con efectividad, eiciencia y satisfacción en un contexto de uso especíico” La Fig. 4.14 muestra, a la izquierda, el considerado portal más sencillo y visitado del mundo que a pesar de su popularidad ha preferido la sencillez de su uso a la presunción de mostrar sus enormes contenidos. A la derecha una recreación (absolutamente icticia) del Portal de Google si se aplicaran los abigarrados estándares que usan algunos geoportales IDE. ¿Gana algo el portal de Google por el hecho de tener un escaparate como el de una tienda china de “Todo a dólar” (Fig. 4.3) en vez de esa estética minimalista que actualmente le caracteriza? No existe mucha literatura cientíica referida a la usabilidad de los geoportales. El documento “Best practice report on geoportals” (Tellez, 2009), uno de los trabajos más completos que conocemos sobre geoportales. En él se airma que “la usabilidad es crucial para los usuarios no profesionales” y dedica un epígrafe completo a la mejora de la usabilidad para los ciudadanos, analizando los problemas que tanto usuarios profesionales como no profesionales tienen a la hora de entender la información. 3.7 Usabilidad en geoportales IDE Para que un geoportal cumpla las normas de usabilidad, según la norma ISO que regula esa característica, el geoportal debería ser eicaz, eiciente y dar satisfacción al usuario. El geoportal sería eicaz si el usuario, sea del tipo que sea, logra realizar con exactitud y exhaustividad los objetivos 150 Capítulo III planiicados (ISO 9241-11 Def. 3.2). Sería eiciente si logra los objetivos utilizando pocos recursos en relación con la exactitud y exhaustividad (ISO/IEC 9241-11 Def 3.3) y satisfaría al usuario si éste obtiene lo que buscaba sin molestias y con actitudes positivas (ISO/IEC 9241-11 Def 3.4). En algunos trabajos (12) y (Téllez, 2009), se detallan aspectos de la medida de la usabilidad de un geoportal en lo que se reiere a las búsquedas. Ciertamente la comunidad geográica está realizando un enorme esfuerzo para disponer de herramientas IDE. Estas herramientas ponen el acento en su capacidad de ser un SIG distribuido (Rodríguez, 2007; Tait, 2007; Bernard, 2005; Sikder, 2013), y por lo tanto, mientras no haya un interfaz capaz de hacer que el gran público pueda actuar con ellas, (de la misma manera que hoy la mayoría de usuarios pueden trabajar con procesadores de texto, y otros programas multimedia que no hace mucho tiempo eran propios de profesionales muy especializados), sólo serán utilizadas por usuarios geoexpertos. Pero no hay que olvidar que las IDE tienen vocación universal, de manera que deben servir a todo tipo de usuarios. Progresivamente van aumentando las necesidades de IG en muchas comunidades de usuarios que no son estrictamente geoexpertas (médicos, economistas, arquitectos, planiicadores, expertos en marketing, responsables de protección civil y otras). Para garantizar que estos profesionales tomen decisiones adecuadas sobre el territorio, las IDE deben desarrollar interfaces con altos grados de usabilidad, amables y fáciles de usar por ellos. Puesto que generalmente las IDE son instaladas por informáticos con conocimientos de información geográica, es habitual que las IDE que se inician, no pongan su énfasis en la usabilidad sino en garantizar el funcionamiento de los servicios y garantizando que los datos llegan a los usuarios geoexpertos. Esto hace que generalmente los datos sean proporcionados en un formato que no es entendible para los no-expertos. La tecnología en sí misma no va a garantizar el éxito de los geoportales como plataformas universales hasta que no se desarrollen sistemas expertos que proporcionen a todos los tipos de usuarios exactamente lo que necesiten. Con el tiempo, sería deseable ver que esos Geoportales que empiezan su andadura, lleguen a buscar, localizar y presentar la información al usuario en forma de mapas temáticos. (Rautenbach, 2013) mediante la orquestación de los geoservicios disponibles como Servidores Web de Mapas (WMS), Servidores Web de Objetos geográicos (WFS) y Descriptores de Capas con estilos (SLD). En párrafos anteriores sugeríamos la necesidad de que existiera un geoportal nacional que se encargara de ser el “nodo” de todos los geoportales del país. La ausencia de este “geoportal de geoportales” hace que la proliferación de portales IDE puestos en funcionamiento por las diferentes geoinstituciones, se conviertan en auténticas “islas” de información geográica sin apenas conectividad ni comunicación entre ellas. Este aislamiento fomenta el que no haya interfaces estándares para facilitar a diferentes usuarios de diferentes plataforma “llegar a terreno conocido” sino que deben andar descubriendo las propias características de cada geoportal. El usuario se ve obligado a viajar (a veces desesperadamente) de una IDE a otra en busca de la información deseada y a luchar contra los distintos interface de la variedad de geoportales que visita. Sería deseable que el usuario acceda a la IG por Fig. 3.15 Análisis del geoportal IDEE 151 Geoinformática y Geoportales la puerta o geoportal que quiera pero que llegue a una gran plaza central, un sistema de geoportales (como hemos airmado más arriba, promocionado por la IDE nacional de cada país) desde donde acceder a toda la información nacional casi inmediatamente. Algo similar a lo deseado en los llamados “OneStep portal” (Bernard, 2005b), (Koerten, 2011). En caso contrario, los usuarios de geoportales, dada la ausencia de conexiones directas y transparentes al usuario entre unos geoportales y otros, deben salir de uno y moverse al otro en busca de datos. Estos tránsitos para los usuarios expertos pueden ser triviales pero para los usuarios ocasionales esa falta de homogeneidad y de usabilidad puede ser crítica. Incluso esa misma diicultad pueden sufrir los usuarios no tan ocasionales pero que se encuentran en situaciones de urgencia para tomar las decisiones necesarias por el disparo de una alarma de riesgo. 3.7.1 Una consecuencia de la falta de usabilidad de un geoportal Para evidenciar cómo los diseños de geoportales no son tan usables ni tan fáciles de usar como los diseñadores creen, se expone a continuación el estudio, con resultados casi dramáticos acerca de la facilidad de uso de los geoportales, que se realizó sobre el Geoportal de Suecia. El trabajo consistía en realizar siete búsquedas con diferentes criterios y tres ejercicios para mostrar y añadir capas a un servicio WMS. La prueba fue realizada por 14 profesionales SIG con varios años de experiencia (cinco pertenecían a las Fuerzas Armadas y nueve eran funcionarios de distintos servicios públicos). Se Fig. 3.16, Distribución de espacios (%) en IDEE Fig. 3.17, Distribución de espacios (%) en IDEE resultado del análisis de 6 alumnos 152 Fig. 3.18, Distribución de espacios (%). IDE de Comunidades Autónomas españolas (2011 Capítulo III Fig. 3.19, Geoportales de diferentes países de Latinoamérica utilizó el software SUMI (Software Usability Measurement Inventory) para medir las características de: eiciencia, reacción emocional, facilidad de uso, control y facilidad de aprendizaje. Las tareas encomendadas fueron: a. Abrir el Geoportal b. Buscar un data set mediante texto libre c. Buscar un data set especiicando categoría d. Buscar especiicando extensión geográica e. Buscar por texto libre + categoría f. Buscar por texto libre + extensión geográica g. Buscar por categoría + extensión geográica h. Buscar por categoría + extensión + texto libre i. Mostrar y quitar un WMS j. Añadir un WMS mediante su URL k. Ejercicios en el mapa y capas 153 Geoinformática y Geoportales El resultado fue que sólo 2 de los 14 participantes completaron las 11 tareas. Esa conclusión nos parece que debería dar pie a serias consideraciones. Si ni siquiera los expertos en SIG son capaces de hacer las tareas que se supone que son para un público en general, ¿qué ocurrirá con ese público general al que teóricamente está dirigido un geoportal? Creemos que algo está fallando en la usabilidad del diseño de los geoportales. 3.7.2 Los objetivos del geoportal frente al usuario A veces el usuario que entra a un geoportal en busca de información no sabe muy bien dónde ha entrado. ¿Habrá allí lo que busca? Los objetivos de cada IDE deberían quedar claramente evidenciados por medio de las características que el propio geoportal muestra a los usuarios. Los objetivos de los propietarios o de los responsables de los geoportales institucionales deben estar alineados, expresa o tácitamente, con los objetivos de las IDE, esto es, fundamentalmente compartir información geográica (datos y servicios). Una evaluación de la página de acceso a los geoportales institucionales podría poner de maniiesto si Fig. 3.20, IDE de Bolivia. Fuente: http://geo.gob.bo/ (Recuperado el 20 de enero de 2014) Fig. 3.21, IDE de Chile. Fuente: http://www.geoportal.cl/Visor/ (Recuperado el 20 de enero de 2014) 154 Capítulo III Fig. 3.22, CHJ: acceso a cartografía. Archivo pdf para el no-experto y shape para el experto. Fuente: http://goo.gl/nHuIhS (Recuperado el 20 de enero de 2014) Fig. 3.23, CHJ. Varios mapas a partir de un documento interactivo en formato pdf. Fuente: http://goo.gl/eHWI4i (Recuperado el 20 de enero de 2014) Fig. 3.24, Visor de la IDE de Chile con capas con los servicios de emergencia activas. Fuente: http://www.geoportal.cl/Visor/ (Recuperado el 20 de enero de 2014) esos objetivos son alcanzados. Y, ¿concuerdan los objetivos de las IDE con lo que se alcanza a través del geoportal? Para comprobar eso se realizó un ejercicio académico con alumnos del Programa de Doctorado en Ingeniería Geográica de la Universidad Politécnica de Madrid. El ejercicio consistía en aplicar el análisis apriorístico de Nielsen (Byun, 2010) a distintas páginas de entrada de geoportales y comprobar el resultado. Como ejemplo mostraremos el análisis realizado sobre el geoportal del año 2011 de la IDE de España (IDEE) La Fig. 3.15 muestra, a la izquierda, la página principal del portal IDEE en el 2011. En el centro los colores que se aplicaron sobre la web anterior en función del interés de cada espacio. A la derecha el resultado de aplicar los colores. El resultado es una impronta cromática de la importancia que la IDEE ha puesto en cada campo de interés. Para facilitar la lectura cuantitativa de las supericies utilizadas se ha transformado esta aplicación cromática en gráico de tarta (Fig. 3.16) La Fig 3.16 muestra el porcentaje correspondiente a los espacios dedicados a diferentes temas en la página principal de la IDEE. La pregunta que aparece es: ¿Corresponden esos porcentajes con los intereses de los responsables del geoportal? Nuestra opinión es que dudamos que su interés principal fuera la auto-promoción, pero los resultados no dejan lugar a dudas. Aunque es cierto que esta respuesta cromática es subjetiva y puede variar considerablemente dependiendo del analista, en la serie de gráicos que se muestran en la Fig. 4.6 y que corresponden al análisis de seis personas distintas sobre 155 Geoinformática y Geoportales la misma página web de la IDEE, se observa que, dentro de la discrepancia, hay una cierta homogeneidad con el resultado de la Fig. 3.16. La Fig. 3.18 muestra los porcentajes usados en las páginas principales de los geoportales de algunas comunidades de España (año 2011). El código de colores y lo que representa cada sector se corresponden con los que se muestran en las iguras anteriores. Como se aprecia, parece que no solo en los responsables de la IDE Nacional de España existe un gran interés por la autopromoción, sino que este interés es generalizado en las IDE de la Comunidades Autónomas españolas que fueron objeto de análisis, siendo en algunos casos el color verde de los datos y los servicios, mucho menos importantes que la autopromoción. Sería también interesante analizar si la página principal de los geoportales de las IDE de los países de Latinoamerica (Fig. 3.19) orientan a sus usuario en el uso de la IG. El geoportal de Bolivia (Fig. 3.20) es un ejemplo de portal sencillo que facilita el uso. Respecto a la facilidad de uso de los contenidos de los geoportales quisiéramos incidir en el hecho de no perder de vista las necesidades de los usuarios. En algunos casos, da la sensación de que al responsable de los geoservicios del geoportal sólo le ha importado tener en cuenta al geoexperto o al habilidoso en geoinformática pues le contesta “en lenguaje XML”. Por ejemplo, veamos qué ocurre en el geoportal de la IDE de Chile que es muy completo y ofrece una importante cantidad y variedad de IG. Vamos a ver como el hecho de que no haya páginas diferenciadas para geoexpertos y para usuarios ocasionales, hace que éstos no encuentren lo que buscan o no sepan utilizar lo que encuentran. Un ejemplo de lo que espera el usuario lo podemos observar en los archivos que muestra la Confederación Hidrográica del Júcar (CHJ). En la página de acceso a la cartografía, el usuario experto tiene a su disposición un archivo shp para utilizarlo en su SIG (Fig. 3.22) y el usuario no geoexperto Fig. 3.25, Ubicación del caserío La Peña (Chile). Fuente: http://www.wikilosrios.cl/index.php/Paillaco (Recuperado el 20 de enero de 2014) Fig. 3.26 (a) y (b), Carteles con dirección de evacuación (Ecuador y México) 156 Capítulo III Fig. 3.27, Símbolos de alarma o emergencia en barra de herramienta de Navegador. encuentra asimismo un documento pdf que le permite visualizar la cartografía en un formato común. Como ejemplo de un paso más allá en la usabilidad de la IG, también el usuario ocasional puede acceder en ese mismo servidor a una cartografía interactiva (Fig. 3.27) que le permite disponer de un mapa en su propio ordenador en el que se pueden activar y desactivar capas. No es esto tan útil como un SIG, pero le ayuda a entender la realidad del territorio más que un simple mapa estático. 3.8 Geoportales IDE para la gestión de emergencias Los usuarios ocasionales no sólo deben poder utilizar los datos de las IDE nacionales (como la capa de información topográica, la capa de vías de comunicación, la capa de hidrografía, etc.) sino 157 Geoinformática y Geoportales que deben acceder a los datos de otras IDE temáticas como por ejemplo, la IDE o el geoportal de las instituciones de Protección Civil por lo que éstas deben desarrollar herramientas intuitivas que faciliten esta importación de datos. Esta necesidad se convierte en crítica en situaciones de emergencias. Si observamos lo que dispone la web de la Protección Civil de España en búsqueda de cartografía, apoyamos la airmación (De Longueville, 2010) que dice que la incorporación de la usabilidad en los geoportales continua siendo un reto que podría ser superado con iniciativas como la de “geoportales basados en la comunidad”. Y por el contrario, la web del Sistema Nacional de Información para la Gestión de Riesgos de Ecuador, aunque no opera para la prevención de riesgos, al menos muestra qué ha pasado recientemente <http://snigr.snriesgos.gob.ec/snigr_sig/>. No hay que esperar a que el usuario no-geoexperto aprenda a utilizar las herramientas SIG o que aprenda a transformar los datos que le llegan en formatos para él desconocidos (XML, GML, shp, KML,). Como ocurre en el caso de la creación de páginas web, donde el usuario apenas debe saber nada del lenguaje HTML, se deben desarrollar herramientas sencillas para que los usuarios generen sus propios mapas a su medida y no pierdan la conianza en los geoportales IDE. Los geoportales deben ser herramientas de ayuda a la toma de decisión y esta característica conduce a que se desarrollen interfaces de usuario que no le obliguen a invertir tiempo en el aprendizaje del sistema (Karabegovic, 2012) La búsqueda y la localización de IG en casos de tomas de decisión en situaciones de emergencia deberían ser fácil e inmediata. Esa información existe en las instituciones oiciales de los países. Agencias cartográicas como los Institutos Geográicos Nacionales, los Catastros, las Fuerzas Armadas, los Ministerios (Agricultura, Medioambiente, Obras Públicas, de Urbanismo, etc.), y otros Organismos públicos, son depositarios y usuarios de IG. Si la toma de decisiones en casos de emergencias no se toma adecuadamente no es porque no existe IG sino porque no existen herramientas adecuadas. Vamos a describir una situación icticia en Chile. Elegimos Chile por ser uno de los países mejor preparados para emergencias naturales en todo Latinoamérica (13) por lo que la situación que se describe podría darse en cualquier otro país. Imaginemos (y esto es absolutamente icticio) que al responsable de la Comuna de Paillacó (20.000 habitantes) situada en una región bien comunicada de Chile, le llega el aviso por parte de los vecinos, de fuego en los bosques del caserío La Peña (Fig. 4.13), un núcleo mínimo con pocos accesos y poco visibles en las imágenes disponibles de internet. El país tiene una potente infraestructura para casos de emergencia: Red Nacional de Emergencias (14), Oicina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (15), Bomberos de Chile (16), etc. Tienes además una completísima cartografía Nacional, tanto básica como temática. El responsable de la comuna de Paillacó, tras avisar de la contingencia a Protección Civil tiene que tomar alguna decisión para evitar males mayores mientras llegan las ayudas. Al menos debería tener prevista una cartografía, que facilite las decisiones urgentes hay que tomar (personas aisladas, animales encerrados, material peligroso almacenado) y muestre los caminos que hay disponibles como alternativas de escape. Los servicios de emergencias más cercanos se encuentran a menos de media hora pero el acceso a la zona con establos y granjas aislados, es difícil. El responsable de la comuna sabe que existen las páginas de emergencias de Chile y que disponen de mucha información. Lo primero que necesita, para ubicar el lugar, acotarlo y preparar los accesos, son mapas, fotos o imágenes de satélite con precisión suiciente. Tras acceder a las páginas de la protección civil, no encuentra la cartografía que necesita o lo que encuentra no es útil para un no-experto en información geográica. Necesita que haya un sitio con información sencilla de acceso rápido. Creemos que no será fácil que lo encuentre. En nuestra opinión, los riesgos naturales en los países andinos son tantos, tan variados y tan peligrosos (17) que debería implementarse en las barras de herramientas de los navegadores algún tipo de botón de alarma (Fig. 4.15) que diera acceso inmediato a un sistema de comunicación y consulta de información personalizada para el tipo de evento en particular. Al pulsar sobre esos iconos de peligro se debería abrir un sencillo geoportal de emergencias dirigido a las personas que sin geo-formación tengan que tomar decisiones de manera inmediata. Esas personas obtendrían la información más relevante en el mismo instante en el que la solicitaran, usando 158 Capítulo III para eso un interface simple, que en el caso de la información cartográica podría ser de la forma que se muestra en las Fig. 3.27 (a, b, c, d). El requerimiento del responsable de Paillacó cyber-viajaría por diferentes organizaciones y proporcionaría los datos necesarios para atacar el tipo de emergencia solicitada. El Proyecto SIAPAD (Sistema de Información Andino para la Prevención y Atención de Desastres) perseguía este objetivo (Molina, 2011) La conianza en los servicios IDE se basa también en una alta disponibilidad de los geoportales. Esta disponibilidad del tipo 24-7 implica altos costes de personas y dinero para garantizarla difusión generalizada que las IDE deben disponer (Tait, 2005). Si se pretende que las infraestructuras tecnológicas gubernamentales de seguridad ciudadana (redes de sensores, laboratorios, observatorios), lleguen hasta el ciudadano y no sean meros éxitos tecnológicos, la ciudadanía debe gozar de las ventajas que los costes de esas instalaciones han generado en la población. En el caso de las emergencias, las redes de alertas tempranas, las redes de sensores auscultando las vibraciones de la Tierra, los laboratorios sismológicos y vulcanológicos, y otros, deben desembocar en la creación de herramientas de alerta pública que lleguen directamente a los usuarios. Disponer de una IDE de la protección civil sería una buena solución. Nos preguntamos, por ejemplo, si es útil, que ante el riesgo cierto de una erupción volcánica del Cotopaxi que arrase la población, los responsables de la protección civil coloquen letreros en las carreteras principales indicando hacia dónde huir. ¿Van a recordar los ciudadanos en el momento de la crisis dónde hay letreros? ¿Los planos de salidas de emergencia situados en los ediicios públicos, valen para algo más que para cumplir con la legislación? ¿Quién se para a leerlos en situaciones de emergencia? ¿No sería mejor una línea roja lechada continua pintada a lo largo de todas las paredes con la palabra “Salida”? Nos parece que es necesario el desarrollo y puesta en marcha de geoservicios basados en localización conformes con OGC (Fasihi, 2010), (Tramutoli, 2012), (Cannata, 2013) que ofrezcan al ciudadano información personalizada en función del lugar en que él se encuentre en ese momento. El sistema de alertas en colaboración con un geoportal, podría enviar SMS proporcionado información sobre lo que debe hacer cada persona en una situación de riesgo, en función del lugar en que se encuentre. Esta solución nos parece mejor que sembrar las carreteras de carteles que quedarán saturadas y serán trampas mortales con reducidas posibilidades de escape. 3.9 Conclusiones Como se menciona en la introducción “Todo ocurre en algún sitio”, es decir todo es georreferenciable, por lo tanto podemos airmar que la IG está presente en la toma de decisiones en distintos ámbitos y en la vida cotidiana. La IG comenzó a tener mayor importancia en la medida que el acceso a ella resultaba cada vez más fácil, a través de un medio que, poco a poco, se encuentra al alcance de la población: Internet. En este contexto, las IDE representa el nuevo paradigma de acceso a la IG a través de los denominados geoportales. Sin embargo, no resulta suiciente porque los geoportales no suelen estar diseñados para los distintos tipos de usuarios. En general, el diseño de los geoportal no conduce de forma amable a la búsqueda, visualización y acceso a la IG que más se ajuste a las necesidades del usuario. Eso es hoy todavía un desafío en el diseño de geoportales. A pesar de los años transcurridos, las palabras de (Tait, 2005) siguen siendo actuales en el diseño de geoportales “la usabilidad permanece como un reto” Un buen número de los geoportales IDE existentes, no disponen de esa facilidad de uso. Varías preguntas aparecen aquí: ¿Qué quiere ofrecer el responsable de un Geoportal IDE a los consumidores de IG? ¿Son fáciles de utilizar los geoportales para los usuarios? ¿Cómo satisfacer a los dos tipos de consumidores de IG (geoexpertos y no-geoexpertos) en un portal único? De las dos preguntas planteadas anteriormente, la primera debía tener una respuesta ajustada a lo que requieren o recomiendan las organizaciones internacionales (GSDI, INSPIRE, GEOSS, 159 Geoinformática y Geoportales IPGH, etc.) que fomentan la puesta en marcha de IDE a todos los niveles. Ese deseo puede concretarse en “proporcionar a los interesados la información geográica que necesiten”, y lo que quieren los usuarios es que esa información que necesitan esté accesible de una manera fácil. 3.10 Bibliografía Geoinformática Aguilera Eduardo, Escuela Politécnica Del Ejército, (1996), Informe De Proyecto: Modelización Numérica De Los Flujos De Lodo Del Volcán Cotopaxi. Barberi F., Caruso P., Macedonio G., Pareschi M.t., Rosi M., (1992) Reconstruction And Numerical Simulation Of The Lahar Of The 1877 Eruption Of Cotopaxi Volcano (Ecuador), Acta Vulcanológica, Volume 2. 1992. Bosque Sendra Joaquin Y Moreno Jimenez Antonio, (2004) Sistemas De Información Geográica Y Localización De Instalaciones Y Equipamientos, Rama C. Campos, X. Reyes Y X. Rodríguez, “Desarrollo De Una Aplicación Sig Orientada A La Administración De Riesgos Volcánicos Y Sísmicos En El Tramo De La Carretera Papallacta-Lago Agrio Y Por Movimientos En Masa En El Tramo Papallacta – Baeza”, 2003 Campos, Armando. (1998): Educación Y Prevención De Desastres, Red De Estudios Sociales En Prevención De Desastres En América Latina. Cardona, Omar., (1996), El Manejo De Riesgos Y Los Preparativos Para Desastres: (Compromiso Institucional Para Mejorar La Calidad De Vida). Cees Van Westen, “Introducción A Los Deslizamientos: Uso De Los Sig En El Mapeo De Deslizamientos“, 2001. Cereceda, Irma Cristina, ”Uso De Los Sig En El Análisis De Susceptibilidad Y Predicción De Deslizamientos”, 2005. David Knoke, James H. Kuklinski, (1986), Network Analysis, Beverly Hills Sage, Tercera Edición. Escada, Maria Isable, “Aplicação De Técnica Fuzzy Em Sig Como Alternativa Para O Zoneamento Ecológico Econômico”, 1998. Gómez, M. Y Barredo, (2005) Sistemas De Información Geográica Y Evaluación Multicriterio En La Ordenación Del Territorio, 2ª Edición Gutiérrez Puebla, J. Y Urbano, P. (1996): Accessibility In The European Union: The Impact Of The TransEuropean Road Network, Journal Of Transport Geography (Pergamon Press), Vol.4, Nº1, Pp.15-26. Gutiérrez Puebla, J., González Aguayo, R. Y Gómez Cerdá, G. (1996): The European High-Speed Train Network: Predicted Efects On Accessibility Patterns. Journal Of Transport Geography (Pergamon Press), Vol.4, Nº4, Pp.227-238. Gutiérrez Puebla, J., Monzón, A. Y Piñero, J.m. (1998): Accessibility, Network Eiciency, And Transport Infrastructure Planning. Environment And Planning A, 30, Pp.1337-1350. Hall Minard, (1977), El Volcanismo En El Ecuador, Instituto Panamericano De Geografía E Historia Ipgh, Quito-Ecuador Instituto Nacional De Estadísticas Y Censos, (2002), Folleto De Resultados Del Censo Nacional De Población Y Vivienda 2001 Para La Provincia De Pichincha. Jarrín, J.1, Cando, M.1, Ibadango E.1, Gordón, “Estudio De Deslizamientos En La Carretera Quito Tena, Tramo La Virgen De Papallacta – Sardinas”, 2001. Jordan Ekkehard Y Otros, (2004), Determinación Del Volumen Del Casquete Del Volcán Cotopaxi; Inanhi, Ird Ig-Epn, Ingeominas. Kosko B, “Neural Networks And Fuzzy Systems”, Eds. Prentice Hall, 1992. Murria Sharon, (1998), Silvicultura Urbana Y Periurbana En Quito, Ecuador: Estudio De Caso, Departamento De Montes, Organización De Las Naciones Unidas Para La Agricultura Y La Alimentación Roma. Padilla, Oswaldo - “Fundamento Teórico Para Modelización De Variables Mediante Operadores Difusos”, Revista Geoespacial N°4, 2007. Plaza Nieto Galo, Zevallos Moreno Othón, Escuela Politécnica Nacional Quito, (1994), La Joseina: Lecciones Aprendidas En Ecuador, Desastres Y Sociedad, Agosto-Diciembre, No.3, Especial: Desbordes, Inundaciones Y Diluvios Quintas, Nuria - “Análisis De La Susceptibilidad Del Terreno A La Formación De Deslizamientos Mediante El Uso De Sistemas De Información Geográica”, 2003. Reyna, Angélica - “El Uso De Los Sistemas De Información Geográica (Sig) En El Análisis Demográico De 160 Capítulo III Situaciones De Desastre”, 2006. Sandoval, Victor; Real, Pedro - “Modelamiento Y Prognosis Estadística Y Cartográica Del Cambio En El Uso De La Tierra“, 2005. Sarria, Francisco Alonso - “Sig Aplicados Al Análisis Y Cartografía De Riesgos”, 2002 Simposio Latinoamericano De Control De Erosión 2002 - “Modelo Para El Pronostico De La Amenaza Por Deslizamientos En Tiempo Real”, 2001. Sodiro Luis, (1987), Relación Sobre La Erupción Del Cotopaxi Acaecido El Día 26 De Junio De 1877 Verges, Giovanni - “Uso De Modelos Espaciales Para El Análisis Estadístico”, 2001 Westen, C.j. Van - “Herramientas Para El Análisis De Mapas”, 2005. (Footnotes) 1 Datos obtenidos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC) del Ecuador del V Censo de población. 3.11 Bibliografía geoportales Ash, E. (2009). Geoportal as the efective tool for natural resources management. 9th International Multidicsciplinary Scientiic Geoconference and EXPO - Modern Management of Mine Producing, Geology and Environmental Protection, SGEM 2009, v 2, p 17-23. International Multidisciplinary Scientiic Geoconference ISBN-13: 9789549181814 Aditya, T., Kraak, M-J. (2007). The national atlas as a metaphor for improved use of a national geospatial data infrastructure. Tesis Doctoral. The national atlas as a metaphor for improved use of a national geospatial data infrastructure. Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://www.itc.nl/library/papers_2007/phd/ aditya.pdf Bernard, L., Craglia, M., Gould, M, Kuhn, W. (2005). Towards an SDI Research. Agenda. 11th EC-GI&GIS Workshop. Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://www.territorisardi.it/ documenti/6_83_20060201090548.pdf#page=155 Bernard, L., Kanellopoulos, J., Annoni, A., Smits, P. (2005b). The European geoportal one step towards the establishment of a European Spatial Data Infrastructure. Computers, Environment and Urban Systems 29 (2005) 15–31 Brown, M., Harding, J., & Sharples, S. (2010). Exploring the usability of geographic information: a grounded theory analysis. In Proceedings of the GIS Research UK 18th Annual Conference. University College London (pp. 417-422). Brown, M., Sharples, S., Harding, J., Parker, C. J., Bearman, N., Maguire, M., … & Jackson, M. (2012). Usability of Geographic Information: Current challenges and future directions. Applied ergonomics. Byun, D. H., & Finnie, G. (2011). Evaluating usability, user satisfaction and intention to revisit for successful e-government websites. Electronic government, an international journal, 8(1), 1-19. Capdevila, J. (2004). Infraestructura de Datos Espaciales (IDE). Deinición y desarrollo actual en España. Scripta Nova. Vol. VIII, núm. 170 (61). Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://www.ub.edu/geocrit/ sn/sn-170-61.htm De Longueville Bertrand, B. (2010). Community-based geoportals: The next generation? Concepts and methods for geospatial Web 2.0. Computers, Environment and Urban Systems, v34, nº4. Pp 299-308. Julio 2010 Fasihi, A. (2010). ‘KhorasanSDI’ an organizational initiative for the spatially enabled government development in Iran. ICETC 2010 - 2010 2nd International Conference on Education Technology and Computer, v 5, p 5110-5114, 2010. ISBN-13: 9781424463688. IEEE Computer Society. Grus, L.; Crompvoets, J.; Bregt, A. K. (2007). Multi-view SDI assessment framework. International Journal, 2, 33-53. Groot, R.; McLaughlin, J. D. (2000). Geospatial data infrastructure: Concepts, cases, and good practice Oxford University Press. Harding, J. (2013). Usability of geographic information–Factors identiied from qualitative analysis of taskfocused user interviews. Applied ergonomics. IEEE (1990). Institute of Electrical and Electronics Engineers. IEEE Standard Computer Dictionary: A compilation of IEEE Standard Computers Glossaries. New York, NY. INSPIRE (2007). Directiva INSPIRE 2007/2/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 14 de marzo de 2007. Diario Oicial de la Unión Europea (L108/1). Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://www. idee.es/resources/leyes/DIRECTIVA_2007_2_CE_ES.pdf Karabegovic, A., Ponjavic, M. (2012). Geoportal as decisión support system with spatial data warehouse. 2012 161 Geoinformática y Geoportales Federated Conference on Computer Science and Information Systems, FedCSIS 2012, p 915-918, 2012. ISBN-13: 9781467307086. IEEE Computer Society Koerten, H., Veenswijk, M. (2001). Thinking in circles: how national geo-information infrastructures cannot escape from the temptation of technology. En “Spatial Data Infrastructures in Context: North and South”. ISBN: 978-1-4398-2802-1. CRC Press/Taylor & Francis Komarkova, J., Novak, M., Bilkova, R., Visek, O. y Valenta, Z. (2007). Usability of GeoWeb sites: case study of Czech regional authorities web sites. Berlin Heidelberg: LNCS, Springer, 411-423 Ley LISIGE 14/2010, de 5 de julio, sobre las infraestructuras y los servicios de información geográica en España. BOE (núm.163). Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://www.idee.es/resources/leyes/20100706_ LISIGE_es.pdf Longley, P.A., Maguire, D.J. (2005). The emergence of geoportals and their role in the sapatial data infrastructure. Computers, Environments and Urban Systems. 2005, vol.29, nº1, pp 3-14 López Álvarez, M. (2012). Implementación de un protocolo de encaminamiento geográico en una red de sensores inalámbricos. Proyecto Fin de Carrera. Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://hdl.handle. net/10016/14732 Manrique, M.T., Manso, M.A., 2012. Los Geoportales desde el punto de vista de la usabilidad. En: BernabéPoveda, M.A. y López-Vázquez, C.M., Fundamentos de las Infraestructuras de Datos Espaciales. Madrid, UPM-Press, Serie Cientíica. ISBN: 978-84-939196-6-5, pp. 31-40 Molina, M; Bayarri, S. (2011). A multinational SDI-based system to facilitate risk management in the Andenan Community. Elsevier. Computers and Geosciences, v 37, nº 9, pp 1501-1510. Septiembre 2011 Nebert, D. (ed). (2004). Developing Spatial Data Infrastructures: The SDI Cookbook. Global Spatial Data Infrastructures Association (GSDI). www.gsdi.org/docs2004/Cookbook/cookbookV2.0.pdf. Versión 2001 en español: http://www.gsdi.org/pubs/cookbook/recetario_es0515.pdf OGE: OneGeology-Europe (2008-2010). Proyecto inanciado por la Comisión Europea. Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://onegeology-europe.brgm.fr/workshop/conclusions.html Pascual, V.; Guimet, J.; Szczerban, W.; Corcoll, S. (2007). Adaptaciones de Geonetwork para la construcción de IDE sectoriales. Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://dugi-doc.udg.edu//handle/10256/1371 Orden Ejecutiva 12906: Coordinating geographic data acquisition and access: The national spatial data infrastructure. (1994). Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://govinfo.library.unt.edu/npr/library/ direct/orders/20fa.html Plata Rocha, W., Aguilar Villegas, J.M., Guzmán Galindo, T.D., Tierra Criollo, R.A. (2011). La toma de datos geográicos. En: Bernabé-Poveda, M.A. y López Vázquez, C.M., Fundamentos de las Infraestructuras de Datos Espaciales. Madrid, UPM-Press, Serie Cientíica. ISBN: 978-84-939196-6-5, pp 83-93 Rautenbach, V., Coetzee, S., Iwaniak, A. (2013). Orchestrating OGC services to produce maps in a spatial information infrastructure. Elsevier. Computers, Envirnment and Urban Systems. V 37, nº 1, pp 107-120. Enero 2013. Rodríguez, A.F., Mas, S., Abad, P., Alonso, J.A., Ayuso, J.E., Sánchez, A., Vilches, L.M. (2007). Una nueva etapa: hacia la IDE 2.0. Jornadas de la IDE de España (JIDEE, 2007). Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://www.idee.es/resources/presentaciones/JIDEE07/ARTICULOS_JIDEE2007/articulo14.pdf Rodríguez-Pascual, A.F., Bernabé-Poveda, M.A., (2011). Compartir datos geográicos. En: Bernabé-Poveda, M.A. y López Vázquez, C.M., Fundamentos de las Infraestructuras de Datos Espaciales. Madrid, UPMPress, Serie Cientíica. ISBN: 978-84-939196-6-5, pp 31-40 Sikder, I.U. (2013). Web-Based Geospatial Services: Implementing Interoperability Speciications. En Geographic Information Systems: Concepts, Methodologies, Tools, and Applications. Capítulo 6. IGIGlobal. DOI: 10.4018/978-1-4666-2038-4.ch006 Tait, M.G. (2005). Implementing geoportals: applications of distributed GIS. Computers, Environments, and Urban Systems. Nº 29, pp. 33–47 Tellez-Arenas, A. (2009). Best Practice Report on Geoportals. Proyecto eContentplus “OneGeology-Europe”. Tramutoli, V., Inan, S., Jakowski, N. et al. (2012). PRE-EARTHQUAKES, an FP7 project for integrating observations and knowledges on earthquake precursors: Preliminary results and strategy. International Geoscience and Remote Sensing Symposium (IGARSS), p 3536-3539, 2012. Geoscience and Remote Sensing Society (GRS). Institute of Electrical and Electronics Engineers Inc. (IEEE). DOI: 10.1109/ IGARSS.2012.6350656 UN-GGIM Secretariado del Comité de Expertos de las Naciones Unidas sobre la Gestión Global de la Información Geoespacial (2013) Tendencias a futuro en la gestión de información geoespacial: La visión de cinco a diez años. Recuperado el 20 de enero de 2014, de http://ggim.un.org/docs/UN-GGIM%20 162 Capítulo III tendencias%20a%20futuro-%20DEF.pdf Williamson, I.; Rajabifard, A.; Feeney, M. F. (2003). National SDI initiatives. In I. Williamson, A. Rajabifard & M. F. Feeney (Eds.), Developing spatial data infrastructures: From concept to reality (pp. 95-109) Taylor & Francis. 3.12 Referencias Web http://es.wikipedia.org/wiki/Internet_de_las_Cosas http://www.agi.org.uk/what-is-geographic-information/ http://www.opengeospatial.org/ogc/programs/ip http://www.mapquest.com http://www.mapblast.com http://inspire.jrc.ec.europa.eu/index.cfm/pageid/241/referenceid/3955 http://www.gsdi.org/publications http://terrasit.wordpress.com/2013/07/23/10-cosas-que-puedes-hacer-con-un-geoportal/ http://www.r3igeo.org/faq http://www.idee.es/web/guest/introduccion-a-las-ide http://www.magic.gov.uk/ http://onegeology-europe.brgm.fr/workshop/geoss.pdf h t t p : / / w w w. a n p c m e x i c o . o r g / b l o g s / r e d e s - s o c i a l e s - e n - p r o t e c c i n - c i v i l / c2bliderazgodemc3a9xicoenproteccic3b3ncivil3f http://www.rednacionaldeemergencia.cl/ http://www.onemi.cl/ http://www.bomberos.cl/ http://preview.grid.unep.ch/ 163 Capítulo (Anexo) IV Subsidencia Carreón Freyre Dora C.1, Gutiérrez Calderón R.2, González Hernández M.2 Cerca Martínez M.1, Zacarías Ramírez S.2 2 1 Centro de Geociencias de la UNAM, Campus Juriquilla, Querétaro, México; Centro de Evaluación de Riesgos Geológicos, Delegación Iztapalapa, México D.F., México Subsidencia 4. Resumen En este cápitulo se presenta la metodología implementada y la operación del Centro de Evaluación de Riesgos Geológicos (CERG) en la zona urbana más densamente poblada del Distrito Federal, en México, denominada Delegación Iztapalapa (DI). El subsuelo que conforma el territorio de la DI es muy heterogéneo, los depósitos luvio-lacustres se encuentran intercalados con materiales volcánicos de distintos tipos, como en gran parte de la cuenca volcánica de la Ciudad de México. Como consecuencia de la combinación de una fuerte presión antropogénica (crecimiento urbano) y una vulnerabilidad física natural del terreno, se presentan en la DI diversos tipos de peligros geológicos: (1) la subsidencia del terreno y el asociado fracturamiento del subsuelo; (2) taludes y laderas inestables, y (3) la presencia de cavernas en estructuras volcánicas. Estos fenómenos afectan de manera importante la infraestructura y equipamiento urbano en la mayor parte del territorio de la DI. Durante 7 años de colaboración entre el Centro de Geociencias de la UNAM y la DI, se ha implementado una metodología de análisis para la caracterización de las zonas cuyo equipamiento urbano ya ha sido o es susceptible de ser afectado por un proceso geológico. Se ha establecido un equipo de trabajo inter-disciplinario con el in de identiicar los factores geológicos y antropogénicos asociados. La información generada a partir del trabajo de campo y laboratorio ha sido se presentada como reportes técnicos, presentaciones en eventos académicos y de gobierno. La continúa alimentación y estructuración de la base de datos permite el desarrollo del Atlas de Riesgos mediante un Sistema de Información Geográica (SIG). Los resultados obtenidos han permitido a las autoridades locales fundamentar el diseño de estrategias y políticas públicas dirigidas a la ejecución de medidas de prevención y mitigación del riesgo. 4.1 Introducción El territorio de la Delegación Iztapalapa (DI) del Distrito Federal en México se encuentra afectado por diferentes fenómenos geológicos como la subsidencia del terreno, el fracturamiento del subsuelo, Fig. 4.1, Diagrama de la metodología implementada en el CERG 166 Capítulo (Anexo) IV taludes inestables y de cavidades volcánicas, que afectan gran parte de la infraestructura y equipamiento urbano. En algunas zonas de la DI, donde los daños son continuos y extensos, se destina un monto importante de recursos económicos en reparaciones y obras de mitigación. En la DI predomina la población con un alto nivel de marginación económica, lo que contribuye al incremento de su vulnerabilidad social y como consecuencia del riesgo geológico. Con el in de realizar estudios que aporten elementos para el diseño de políticas públicas enfocadas a la mitigación del riesgo geológico, en el año 2007 se inicio la colaboración entre el Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Delegación Iztapalapa. Como resultado de esta cooperación surge el Centro de Evaluación de Riesgos Geológicos (CERG) de la Delegación Iztapalapa, que funciona con una metodología diseñada para atender los problemas de la delegación en materia de riesgo geológico (Carreón-Freyre et al., 2008 y 2010; Gutiérrez-Calderón et al., 2011). El análisis de los factores que condicionan dichos fenómenos se realiza mediante la caracterización sistemática de los materiales geológicos en cada sitio (en supericie y en el subsuelo mediante sondeos geotécnicos y prospección geofísica), además de la variación de sus propiedades en el tiempo y en el espacio (Fig. 4.1). Se ha implementado una combinación de diversas técnicas de estudio en campo, laboratorio, gabinete y así como la integración de una base de datos mediante un Sistema de Información Geográica de fácil actualización y visualización. La Misión del CERG es "utilizar el conocimiento del medio geológico y su relación con el entorno urbano para identiicar con certidumbre los fenómenos geológicos que pueden afectar la seguridad y la calidad de vida de la población en el territorio de la DI, así como para apoyar el diseño de medidas adecuadas para su mitigación actual y futura". El objetivo inal es establecer un diagnósticos coniables que permitan proponer políticas de prevención efectivas (Carreón-Freyre et al., 2010). 4.2 Antecedentes La Ciudad de México y su zona metropolitana se asientan sobre la planicie que ocuparon los antiguos lagos de Texcoco, México, Chalco y Xochimilco (Vázquez-Sánchez y Jaimes-Palomera, 1989). Fig. 4.2, Mapa de elevaciones (MDE) que muestra localización de la Delegación Iztapalapa en la Ciudad de México. 167 Subsidencia Este sistema lacustre fue desecado artiicialmente para dar paso al proceso de urbanización que inició al inal del siglo XV, mediante la construcción de obras hidráulicas que fueron hechas por los aztecas para regular los niveles de los lagos. Posteriormente, en la época colonial, se realizaron obras de drenaje que redujeron el tamaño de los cuerpos de agua, con el objeto de ganar tierra que sería utilizada para la ganadería, y cultivo. El siglo XIX se caracterizó por la expansión de la Ciudad de México, que fue integrando los pueblos fundados desde la época prehispánica. Actualmente, la zona metropolitana cuenta con más de 20 millones de habitantes, de los cuales, 8 millones se ubican en la Ciudad de México, lo que hace de esta zona una de las más densamente pobladas del mundo. El área cubierta por la DI se encuentra dentro de la Cuenca de México (CM). La CM es una fosa con una historia geológica compleja formada por la interacción de fallas y actividad volcánica dentro del Cinturón Volcánico Transmexicano (CVTM) (Ferrari et al, 2005), la estratigrafía regional de la CM ha sido estudiada con relativo detalle por numerosos autores entre los que destacan los trabajos de Zeeavert (1953), Marsal y Mazari (1959), Mooser (1975), De Cserna et al. (1987). 4.2.1 Desarrollo urbano y morfología en la Delegación Iztapalapa La (DI) se localiza al oriente de la Ciudad de México, cuenta con 2 millones de habitantes y abarca una extensión de 116 km2. (Fig. 4.2). La población en Iztapalapa se incremento de manera importante entre las décadas de los 60's y 70's debido principalmente a las migraciones de los estados del sureste de la Republica Mexicana. Los límites de la zona urbana se fueron extendiendo hasta lugares poco aptos para la urbanización, factor que aunado a la composición socio-económica de la región, condujo a la producción de viviendas de autoconstrucción con materiales precarios y numerosas deiciencias estructurales. En estas décadas, también se construyeron numerosos conjuntos habitacionales destinados a dar vivienda a sectores marginales de la población, convirtiéndose años después en zonas densamente pobladas con insuiciencia de servicios básicos. Fig. 4.3, Ejemplo de afectación por problemas de subsidencia y fracturamiento del Subsuelo. Calle Pedro Aceves Colonia San Sebastián Tecoloxtitlan. 168 Capítulo (Anexo) IV Fig. 4.4, Mapa de los ediicios volcánicos principales en la DI. Se muestra la cartografía detallada del fracturamiento realizada por el equipo de trabajo del CERG. Las elevaciones mayores en la zona, corresponden a ediicios volcánicos compuestos por andesitas, basaltos y rocas piroclásticas de edad Plioceno-Pleistoceno de la Sierra de Santa Catarina, Cerro de la Estrella y Peñón del Marques. El valle formado entre estructuras volcánica se encuentra relleno de una secuencia compuesta por coladas de lava, depósitos piroclásticos (tobas y cenizas), depósitos aluviales y lacustres con sedimentos de diferentes tipos (arenas, limos y arcillas). Actualmente, una de las principales problemáticas en la DI es la insuiciencia en el abastecimiento de agua potable. Desde inicios del siglo XX, la extracción de agua por bombeo del subsuelo ha sido la principal alternativa para dotar del recurso a la población que ha ido en ascenso. El continuo bombeo ha provocado un desequilibrio de las condiciones hidráulicas y mecánicas del subsuelo, lo que da origen a los procesos de subsidencia y fracturamiento, que afectan principalmente a las zonas lacustres y a la franja conocida geotécnicamente como “Zona de Transición” (lomas y lacustre) afectando seriamente a las construcciones y gran parte de la infraestructura y equipamiento urbano (Fig. 4.3). Por otro lado, los frentes volcánicos y antiguas minas a cielo abierto de materiales de construcción actualmente han sido urbanizadas y desarrollan problemas de inestabilidad de taludes que se maniiestan como una gran variedad de mecanismos potenciales de falla. De igual manera, en las formaciones volcánicas existen cavidades que pueden alcanzar diversas geometrías y tamaños, sobre las que se han construido ediicaciones y que representan un nivel de riesgo elevado debido a sus características. 4.2.2 Características de los depósitos lacustres de la Cuenca de México. Las arcillas lacustres de la Cuenca de México han sido estudiadas con detalle desde mediados del siglo pasado, debido principalmente a su heterogeneidad y a la complejidad de su com169 Subsidencia portamiento mecánico (ruptura frágil en materiales plásticos, compresibles y con altos contenidos de agua). Los primeros trabajos reportaron composiciones contrastantes para los sedimentos de la Cuenca de México (Zeevaert, 1953; Marsal y Mazari, 1959; Mesri et al., 1976). A partir de sus propios análisis Peralta y Fabi (1989), concluyen que la divergencia en los resultados reportados se debe a las variaciones de la mineralogía con la profundidad y describe una compleja estratiicación micro-estructural de estos materiales y una composición microscópica semejante a un gel, similar a un material amorfo. Desde entonces se han llevado a cabo estudios sobre la variación mineralógica de estos materiales con la profundidad (Díaz-Rodríguez et al., 1998, Mazari-Hiriart et al., 2000). Una revisión de los resultados de la composición mineralógica de la fracción arcillosa reportados por diferentes autores es presentada por Carreón-Freyre et al. (2006). Se ha documentado que en secuencias sedimentarias como la de la (CM), en donde la actividad volcánica es reciente y contemporánea a la deposición del relleno sedimentario, la rápida alteración de ceniza volcánica y pumicita genera suelos ricos en alofano e imogolita, minerales arcillosos de bajo orden similares a geles (Carreón-Freyre et al., 1998). Existe una intima relación entre la mineralogía de los materiales arcillosos y sus propiedades mecánicas, las cuales dependen principalmente del contenido de agua y están directamente relacionadas con su baja permeabilidad. Se ha estudiado la inluencia de la mineralogía en la plasticidad, compresibilidad y resistencia de los materiales arcillosos (Mesri et al., 1976; Díaz-Rodríguez y Santamarina, 2001). Actualmente se reconoce que, así como la mineralogía obedece a variaciones en las condiciones climáticas y de depósito, la variación del comportamiento mecánico en una secuencia arcillosa obedece además a la búsqueda de equilibrio del sistema ante la inluencia antropogénica. Sin embargo, existen pocos estudios que relacionen las condiciones geológicas con las variaciones mineralógicas, hidráulicas y mecánicas de secuencias arcillosas lacustres (Carreón-Freyre, 2005), y por lo tanto se conoce poco sobre la respuesta de estos sistemas y los mecanismos de propagación de la deformación y generación de fracturas. Es por esto que la colaboración con la DI es también de gran interés académico. 4.2.3 Condiciones geológicas y geotécnicas en la Delegación Iztapalapa Las elevaciones mayores en la zona de Iztapalapa corresponden a ediicios volcánicos compuestos por andesitas, basaltos y rocas piroclásticas de edad Plioceno y Pleistoceno (los últimos 5 millones de años) que aloran en la Sierra de Santa Catarina, Cerro de la Estrella y Peñón del Marques. El valle que se encuentra entre las ediicaciones volcánicas esta relleno de una alternancia de secuencias luvio-lascustres y rocas volcánicas, piroclásticas. En la parte superior de esta secuencia predominan los sedimentos de ambiente lacustre y en las zonas cercanas a los ediicios volcánicos hay depósitos aluviales y de pendiente (Fig. 4.4). A partir del sismo ocurrido en 1985 que afecto gran parte de la Ciudad de México fue necesario contar una cartografía geológica detallada de fallas y fracturas desde el punto de vista geológico, además de conocer con detalle los espesores en el relleno de la Cuenca de México (De Cserna et al., 1987). Estos autores propusieron la presencia de dos fallas geológicas mayores con orientación N50E que cruzan la DI bajo los cerros de La Estrella y El Peñón, las cuales fueron inferidas a partir de los datos gravimétricos y con evidencias de actividad sísmica reciente. Sin embargo, actualmente estas fallas no tienen una manifestación clara en supericie y gracias al trabajo de cartografía que se realiza en el CERG la presencia de afectación derivado de un fallamiento regional en esta zona ha sido descartada. Actualmente se cuenta con un mapa detallado del fracturamiento en la DI que muestra un patrón de distribución determinado por la zona de contacto entre materiales volcánicos sedimentarios por debajo de la mancha urbana (Fig. 4.4). Este mapa se actualiza frecuentemente y forma parte del Atlas de Riesgos que utiliza la Dirección de Protección Civil de la DI. Por medio del análisis de las secuencias supericiales (sondeos geotécnicos < 100 m de profundidad) de la Cuenca de México, Marsal y Masari (1959) propusieron una zoniicación geotécnica dif170 Capítulo (Anexo) IV erenciando las estratigrafía en la zona del lago, la zona de transición, y la zona de lomas. De acuerdo a esta propuesta y a la geología que puede observarse en supericie en la DI, su territorio comprende estas tres zonas. La zona del lago se encuentra representada por secuencias arcillosas, limos y arenas con diferentes grados de cementación y consolidación, además de depósitos piroclásticos y lavas intercaladas. La zona de Lomas que incluye el Cerro de la Estrella, la Sierra de Santa Catarina y el Peñón del Marques. Finalmente, las zonas de transición se localizan en los lancos de Peñón del Marques y del Cerro de la Estrella, así como en la zona de piedemonte al Norte de la Sierra de Santa Catarina. 4.3 Principales peligros geológicos en la DI 4.3.1 Hundimiento del terreno y fracturamiento del Subsuelo El avance en la cartografía en el DI hasta febrero del 2014 muestra que existen zonas donde se concentra el hundimiento y las fracturas. Casi todas las fracturas muestran trazas lineales alrededor del borde de la Sierra de Santa Catarina y del Peñón del Marques. Las fracturas presentan direcciones preferenciales NE-SW y NW-SE. La similitud entre los rasgos de la Sierra de Santa Catarina y las variaciones en la dirección que presentan las fracturas sugieren que el fenómeno en la escala regional se encuentra asociado a la línea de costa del antiguo lago y los contactos entre lavas sepultadas y/o depósitos piroclásticos (Flujos piroclásticos de escoria, deposito de caída y oleadas piroclásticas) con los sedimentos lacustres (arcillas y limos). Estos contactos son planos de debilidad que determinan la propagación del fracturamiento en supericie desplazamientos verticales (Fig. 4.5). De manera general se pueden deinir cuatro condiciones de generación y propagación de fracturas que requieren medidas de mitigación especiicas. (I) Presencia de materiales altamente heterogéneos, La deformación se localiza en supericie en las zonas de contacto, provocando en determinados sitios se origine hundimientos puntuales con distintos radios de inluencia, además de fracturamiento en supericie de manera aleatoria y la propagación del fracturamiento se encuentra entre 1 y 4 metros aproximadamente, los valores de subsidencia registrados en esta zona oscilan entre los 2 y 20 cm/año (López-Quiroz, 2009). El origen de este se debe a la alta heterogeneidad de los materiales en el subsuelo en los primeros metros (suelos orgánicos, depósitos lacustres, depósitos luviales y volcánicos) (Fig. 4.6), esta particularidad origina propiedades físicas y mecánicas contrastantes. Este mecanismo se desarrolla con mayor peculiaridad en la zona conocida como transición entre la antigua zona de lago y el pie de monte volcánico. (II) En zonas de deslizamiento en forma de bloques irregulares, Sobre una supericie de despeje, originando fracturas concéntricas, paralelas y continúas superando los 200 metros en supericie (Fig. 4.8). A lo largo de estas trazas se pueden presentar desplazamientos verticales superiores a 1 metro formando una geometría en escalones, y su propagación en el subsuelo oscila entre los 2 y 6 metros en promedio, los valores de subsidencia registrados en esta zona oscilan entre los 20 y 20 cm/ año (López-Quiroz, 2009). El tipo de material que conforma el subsuelo corresponde a secuencias volcánicas de lujos de escoria y depósitos de caída intercalados con secuencias lacustres. (III) Colapso de materiales piroclásticos, La particularidad de estas secuencias volcánicas es el bajo grado de consolidación, debido a que se encuentran en contacto grano a grano, además de una variación granulométrica en cada una de las secuencias (ceniza-lapilli-bloques) (Fig. 4.7). Esta característica genera socavamientos en supericiales debido a la perdida de la estructura o colapso del material piroclástico, debido a la iniltración de agua; estos socavamientos se propagan a lo largo de fracturas pre-existentes, formando geometrías lineales y/o curveadas con desplazamientos verticales entre 0.5 y 1 metro en promedio, además de alcanzar una propagación en el subsuelo entre 2 y 15 metros, además que los valores de subsidencia registrados en esta zona oscilan entre los 2 y 20 cm/ año (López-Quiroz, 2009). (IV) Deformación diferencial en la planicie lacustre, Donde se tienen registros de espesores arcillosos y limosos superiores a los 30 metros (Fig. 4.9). En estas secuencias se puede observar con- 171 Subsidencia trastes mecánicos muy particulares como: alta compresibilidad de los materiales arcillosos con contenidos de agua entre los 100 y 400% además de una baja resistencia al corte. Estas características originan áreas altamente susceptibles a desarrollar subsidencia del terreno y fracturamiento del subsuelo, cuando se tienen factores como la extracción de agua, cargas estáticas y dinámicas, actualmente se tienen registros de valores de subsidencia superiores a los 40 cms/año (López-Quiroz, 2009). 4.4 Taludes Inestables 4.4.1 Características Generales La DI se caracteriza por presentar dos principales morfologías: la primera una planicie lacustre compuesta por secuencias limosas y arcillosas principalmente, la segunda corresponde a una serie de elevaciones asociados a domos y conos de escoria conocidos como el Cerro de la Estrella, Peñón del Marques y la Sierra de Santa Catarina donde predominan los depósitos volcánicos (Lavas de composición andesitica-basaltica, secuencias de lujos piroclásticos de escoria, depósitos de caída y secuencias de oleadas piroclásticas) y vulcano-sedimentarios (lahares) donde a partir de factores detonadores se desarrollan y/o desencadenan los procesos de inestabilidad de taludes. a b Fig. 4.5, Generación de una zona de fracturamiento (a, Vista de Planta y b, Peril). Ejemplo: noroeste del Volcán Yuhualixqui en la Sierra de Santa Catarina. Fig. 4.6, Fracturamiento en zonas de alta heterogeneidad de materiales geológicos. Fig. 4.7, Fracturamiento por materiales colapsables (piroclastos) Fig. 4.8, Fracturamiento asociado al deslizamiento de bloques. DA: Depósitos Aluviales, DL: Depósitos Lacustres y DV: Depósitos Volcánicos. Fig. 4.9, Fracturamiento por deformación diferencial 172 Capítulo (Anexo) IV Fig. 4.10, Zona de Taludes Inestables en el Peñón del Marques. Fig. 4.11, Interior de la Cueva “La Colmena” en el sector sur del Cerro de la Estrella. Fig. 4.12, Afectación de una vivienda producida por el colapso de material al interior de la Cueva la Colmena ocurrido en Septiembre del 2011. Actualmente dentro del territorio delegacional se tienen cartograiados y georeferenciados 54 sitios correspondientes a frentes inestables (Fig. 2.10), donde a partir del análisis de elementos morfológicos, descripción detallada de las características geológicas y aspectos estructurales de cada sitio, se elaboro una zoniicación donde además se describen a detalle el o los mecanismos potenciales de falla (MPF) basados en la clasiicación propuesta por Alcántara-Ayala (2003), además de particularizar los agentes detonadores identiicados en cada uno de los frentes inestables. Actualmente se tiene identiicado que la zona con mayores problemas de inestabilidad es la Sierra de Santa Catarina con 38 frentes inestables donde los MPF que predominan son Flujo de detritos secos, Caída, Volteo y Deslizamiento en Cuña, seguido del Peñón del Marques donde tienen 13 zonas donde el mecanismo que predomina es caída, volteo y deslizamiento en cuña, por último el Cerro de la estrella con 3 sitios donde el MPF predominante es caída y volteo. 173 Subsidencia 4.5 Cavernas volcánicas En la DI actualmente se tienen problemas relacionados a colapsos puntuales localizados principalmente en el Cerro de la Estrella (Fig. 4.11), donde este problema está relacionado a la presencia de cavernas las cuales se originaron al momento del emplazamiento de las lavas de composición basáltica-andesitica y la emisión efusiva de gases se combinaron formando burbujas, originando cavidades de diversos tamaños. También se pueden desarrollar estas estructuras al momento del emplazamiento de la lava en la supericie, debido a que la parte superior de la lava hace contacto con la temperatura exterior generando una costra supericial debido enfriamiento rápido por el cambio brusco en la temperatura, esta condición mantiene altas temperaturas en la parte central facilitando la movilidad de la lava y generando zonas vacías. Estas condiciones son las que prevalecieron en el Cerro de la Estrella donde en algunos casos las cavernas sufren colapsos puntuales y repentinos debido a la acción de los procesos erosivos y gravitacionales. En este caso el CERG determina el área de inluencia de estas estructuras a partir de estudios geofísicos, empleando la técnica de MASW 2D el cual es un método geofísico no destructivo, que evalúa los módulos elásticos de los materiales que se encuentran en el subsuelo. Esta técnica se complementa con la realización de estudios de cartografía geomorfológica dentro de las cavernas. La peligrosidad de estas estructuras radica en que se localizan en zonas donde actualmente se asientan conjuntos habitacionales y viviendas unifamiliares (Fig. 2.12). 4.6 Operación del centro de evaluacion de riesgo geologico (CERG) El CERG está conformado principalmente por 4 áreas de trabajo (consultar Fig. 4.1): • Cartografía y topografía • Geología y Geofísica • Laboratorio de Caracterización de Suelos • Sistemas de Información Digital (SID) • Innovación tecnológica: sistema de monitoreo in situ La primera etapa en el sistema de trabajo, comprende el levantamiento cartográico de la traza de las fracturas en supericie en esta se analizan sus trayectorias, orientación, geometría y su densidad Fig. 4.13, Integración de Información geológica, geofísica y de laboratorio para la interpretación de las condiciones del subsuelo. 174 Capítulo (Anexo) IV como primer paso para la deinición de los mecanismos de fracturamiento. Se delimitan supericies de frentes de taludes inestables los cuales son geo-referenciados para el análisis espacial tomando los datos sus datos respecto a su geometría y características particulares. En el caso de las cavernas el trabajo realizado esta enfocado en delimitar la geometría de las bóvedas principales como sus ramales a in de establecer su área de inluencia en supericie. En el caso de la prospección geofísica se realiza mediante técnicas no destructivas: Radar de Penetración Terrestre (RPT) y Sísmica de Prospección de Ondas Supericiales (POS), la integración de estos dos métodos permite evaluar la estructura del subsuelo y las propiedades físicas de los materiales. La profundidad de investigación depende de las condiciones geológicas del sitio y del método empleado. Esta información es correlacionada con registros litológicos de extracción, aloramientos, o en algunos casos se analizan muestras de suelo que han sido obtenidas en excavaciones hechas para la reparación de redes hidráulicas afectadas por los desplazamientos del suelo de profundidad variable o bien a partir de sondeos geotécnicos realizados en sitios puntuales. Las muestras son sometidas a una serie de pruebas de Mecánica de Suelos y edafología, en el Laboratorio de Caracterización de Suelos (LACAS) y en el Laboratorio de Mecánica de Geosistemas (LAMG) del CGEO UNAM Campus Juriquilla. Se determinan sus propiedades físicas y mecánicas para elaborar una interpretación adecuada de las condiciones de deformación de cada zona caracterizar su propagación en cada sitio (Fig. 4.13). La información generada, es administrada mediante una base de datos estructurada por medio del SID y vertida aun Sistema de Información Geográica (SIG) mediante el cual se realizan diversos procesos de análisis espacial y correlación de múltiples variables. La cartografía es integrada a los reportes técnicos y Atlas Delegacional de peligros, en el apartado de Riesgos Geológicos. El CERG trabaja en dos vertientes, la primera, enfocada a la investigación, generación y procesado de datos, que son aplicados para la determinación de mecanismos de fracturamiento que afectan a las diversas zonas de la demarcación, localización de frentes inestables y delimitación de áreas de cavernas. La segunda vertiente, corresponde a la atención de solicitudes que realizan los ciudadanos ante las autoridades municipales, con el in de que la administración local realice evaluación de riesgo geológico en sus barrios, pueblos o colonias y de esta manera, tomar las medidas necesarias para la mitigación de peligros. 4.6.1 Innovación tecnológica en el CERG: implementación de un Sistema de Monitoreo El CERG ha desarrollado con el CGEO de la UNAM y el Centro de Investigaciones en Óptica, CIO, A.C., un prototipo de estación de monitoreo de la deformación sobre la traza de las fracturas. El objetivo de estas estaciones, es la de generar datos precisos y de forma continua sobre las magnitudes de las deformaciones generadas por la subsidencia del terreno. Con los datos obtenidos en estas estaciones de monitoreo, se pretenden generar modelos con el in de establecer relaciones entre los movimientos del suelo y otros factores como pueden ser fuertes precipitaciones, temperaturas extremas e incluso sismos. Para el implemento de estas estaciones se tiene que cumplir determinados parámetros como: alta densidad de fracturamiento, contraste mecánico del suelo y desplazamiento vertical y/o horizontal de las fracturas. La instalación se desarrolla mediante las siguientes actividades: • Cartografía a detalle de las fracturas del sitio. • Colección de muestras del subsuelo en la zanja donde se coloca el prototipo de instrumentación en supericie, dicha zanja es perpendicular a la fractura, las muestras obtenidas se someten a una caracterización física y mecánica del suelo en el laboratorio. • Levantamiento de periles multipfrecuencia de Radar Penetración Terrestre (RPT): • Levantamiento topográico a detalle con nivel electrónico y estación total. • Actualmente se tiene en funcionamiento una red de 6 Estaciones de Monitoreo, que serán de gran utilidad para generar datos sobre el comportamiento del suelo a lo largo del tiempo, fundamen175 Subsidencia tales para el establecimiento de medidas preventivas y de mitigación, en el marco de la Gestión Integral de Riesgos que se desarrolla en la Delegación Iztapalapa. 4.7 Perspectivas y conclusiones El CERG busca incidir en el cambio de las políticas del uso de suelo y del manejo de los recursos hídricos que se aplican en la Ciudad de México debido a la falta de otras fuentes de abastecimiento se continua con la extracción de agua mediante bombeo de pozos profundos. Si se continúa con la explotación intensa de los acuíferos, la problemática de subsidencia de la Ciudad de México irá en aumento y ocasionara pérdidas económicas y una degradación en la infraestructura urbana. Se establecen también sistemas de prevención y de mitigación en zonas con problemas de inestabilidad de taludes como por la presencia de cavernas. El CERG ha sido diseñado con la capacidad de ser consultivo, lo que implica que el conocimiento generado debe ser aplicado en el diseño de medidas de mitigación y prevención de daños futuros. Uno de los valores agregados más importantes del CERG es la creación de una cultura de coexistencia con los fenómenos geológicos presentes en la DI los cuales son persistentes e irreversibles en el territorio delegacional. 4.8 Bibliografía Alcántara-Ayala I., Landslides: ¿deslizamientos o movimientos del terreno? Deinición, clasiicaciones y terminología., 2000. Boletin del Instituto de Geografía, UNAM, número 41, 11-13. Carreón-Freyre, D.C., Gama-Castro, J., Palacios-Mayorga,S., Garnica-Anguas, P., 1998. Propiedades y clasiicación de los suelos residuales de México. Memorias de la XIX Reunión Nacional de Mecánica de Suelos, 75-80. Carreón-Freyre., D.C., Cerca M., Hernández-Marín, M., 2003. Correlation of near-surface stratigraphy and physical properties of clayey sediments from Chalco Basin, Mexico, using Ground Penetrating Radar. Journal of Applied Geophysics 53: 121-136. Carreón-Freyre, D., Cerca, M. 2006. Delineating the nearsurface geometry of the fracture system afecting the valley of Queretaro, Mexico: Correlation of GPR signatures and physical properties of sediments. Near Surface Geophysics, EAGE (European Assoc. of Geoscientists and Engineers). 4(1): 49-55. Carreón-Freyre, D. C., 2005. Importancia de la caracterización de arcillas en laboratorio para la adecuada evaluación de sus propiedades mecánicas, pp.273-282. En Bucio, L., Cristalografía: Fundamentos Técnicas y Aplicaciones, Sociedad Mexicana de Cristalograia. A. C., ISBN 970-9888-07-2, 528 p. Carreón-Freyre., D., Cerca Martínez, M. y Hernández Marín, M., 2005a. Propagation of fracturing related to land subsidence in the Valley of Queretaro, Mexico. Proceedings of the 7th International Symposium on Land Subsidence SISOLS 2005, Shanghai, P.R. China. ISBN 7-5323-8209-5. Vol. I: 155-164. Carreón-Freyre., D., Cerca M., Luna-González, L., Gámez-González, F. J., 2005b. Inluencia de la estratigrafía y estructura geológica en el lujo de agua subterránea del Valle de Querétaro. Revista Mexicana de Ciencias Geológicas 22(1): 1-18. Carreón Freyre, D., Cerca, M., Gutiérrez Calderón, R., Díaz Castellón, R., Ocaranza Maldonado, J., Santana Quintana, M., Ochoa González, G., Álvarez Manilla, A, 2008. Diseño de un sistema de monitoreo del fracturamiento del subsuelo: caso de aplicación en la Delegación Iztapalapa del Distrito Federal. Sesión de Agrietamiento de Suelos. Memorias de la XXIV Reunión Nacional de Mecánica de Suelos. ISBN 978-9685350-23-5, Tomo 2: 475-486. Carreón Freyre, D., Cerca, M., Gutiérrez Calderón, R., Huerta Ladrón de Guevara, M., 2010. Monitoring of land subsidence and fracturing in Iztapalapa, Mexico City. En Carreón Freyre, D., Cerca, M. and Galloway, D.L. (eds.), Land Subsidence, Associated Hazards and the Role of Natural Resources Development (Proceedings of EISOLS 2010, Querétaro, México). Red Book Series Publication 339, IAHS Press, CEH Wallingford. UK. ISBN 978-1-907161-12-4. ISSN 0144-7815. pp. 44-50. Cabral-Cano, E., Dixon, T. H., Miralles-Wilhelm, F., Díaz-Molina, O., Sánchez-Zamora, O. & Carande, R. E. 2008. Space geodetic imaging of rapid ground subsidence in Mexico City. GSA Bulletin 120(11-12), 1556–1566, doi: 10.1130/B26001.1 Díaz-Rodríguez, A., and Santamarina, J.C., 1998. Mexico City soil behavior at diferent strains: Observations 176 Capítulo (Anexo) IV and physical interpretation. J. of Geotechnical and Geoenvironmental Engineering 127 (9), 783-789. Figueroa Vega, G. E., 1989. Mecanismos de producción de grietas inducidos por la explotación del agua subterránea. Academia Mexicana de Ingeniería. Alternativas Tecnológicas 29, 371-378. Gutiérrez-Calderón, R.I. Carreón-Freyre, D., Cerca M., Blancas D., Morales G., Jiménez A, González M., Espinoza F., 2011. Centro de Evaluación de Riesgo Geológico de la Delegación Iztapalapa, Ciudad de México. Proceedings of the 14th Pan-American Conference on Soil Mechanics and Geotechnical Engineering. Toronto, Canadá. Gutiérrez Castorena, M. del C., Stoops, G., Ortiz Solorio, C. A., López Avila, G. L., 2005. Amorphous silica materials in soils and sediments of the Ex-Lago de Texcoco, México: An explanation for its subsidence. Catena 60: 205-226. Juárez Badillo., E. y Figueroa Vega, G. E., 1984. Stresses and displacements in an aquifer due to seepage forces (one dimensional case). Journal of Hydrology 73: 259-288. Lopez-Quiroz P., et al., 2009. Time series analysis of Mexico City subsidence constrained by radar interferometry. Journal of Applied Geophysics. ELSEVIER. Lugo Hubp J., Pérez Vega A., Rojas Salas M., 1991. Formación de grietas en la margen del antiguo lago al oriente de la cuenca de México. Geofísica Internacional, 30 (2): 87-95. Marsal, R. J. y Mazari, M. 1959. El subsuelo de la Ciudad de México. Instituto de Ingeniería. U.N.A.M. Mazari-Hiriart, M, Hernández-Eugenio, C., Rojo-Callejas, F., Lozano-Santacruz, R., 2000. Vertical variability of PCE sorption in the lacustrine clays of Mexico City. Environmental Geology 39(6), 595-602. Mesri G., Rokhse A. y Bonor B. F., 1976. Compositive and compressibility of typical samples of Mexico City, Geotechnique 25(3), 527-554. Mooser, F. 1975. Historia geológica de la Cuenca de México. En “Memorias de las Obras del Sistema de Drenaje Profundo del Distrito Federal”. DDF. Tomo I: 7-38. Orozco, J. M. y Figueroa V., G., 1991. Descripción cronológica del desarrollo de los conocimientos sobre el agrietamiento de terrenos. Agrietamiento de suelos, Sociedad Mexicana de Mecánica de Suelos, 1-12. Peralta y Fabi, R., 1989, Sobre el origen de algunas propiedades mecánicas de la formación arcillosa superior del Valle de México. Simposio sobre Tópicos Geológicos de la Cuenca del Valle de México. Vázquez-Sánchez, E., y Jaimes-Palomera, R. 1989. Geología de la Cuenca de México. Geofísica Internacional, 28(2), 133-190. Zeevaert, L., 1953. Estratigrafía y problemas de ingeniería en los depósitos de arcilla lacustre de la Ciudad de México. Memoria del Congreso Cientíico Mexicano Vol. 5: 58-70. 177 Reducción de Riesgo de Desastre Universidad de las Fuerzas Armadas - ESPE