Revista Argentina de Reumatología Vol. 33 Nº 1 Suplemento Consenso SAR-SADI Enero-marzo de 2022: 25-46 ISSN 0327-4411 (impresa) ISSN 2362-3675 (en línea)
Revista Argentina de
REUMATOLOGÍA
Sociedad Argentina de Reumatología
Consenso de inmunizaciones en adultos con enfermedades
reumáticas inflamatorias crónicas autoinmunes
Consensus on immunizations in adults with autoimmune chronic
inflammatory rheumatic diseases
Confección de preguntas PICO
Pablo Bonvehí, Vanesa Cosentino, Rosana Jordán, María Silvia Larroudé, Francisco Nacinovich,
Inés Roccia Rossi, Emilce Schneeberger, Daniel Stecher, Alejandra Valledor, Hebe Vázquez
Grupo de metodología
Coordinadora: Natalia Zamora
Leandro Carlevaris, María Laura Felquer, Santiago Scarafia, Facundo Vergara
Votación de expertos
Reumatólogos: Gustavo Citera, Vanesa Cosentino, María Celina de la Vega, Lucila García,
Rodrigo García Salinas, Jimena Gómez, María Silvia Larroudé, María Alicia Lázaro, Rosa Morales Serrano,
Emilce Schneeberger
Infectólogos: Rosana Jordán, Francisco Nacinovich, Inés Roccia Rossi, Daniel Stecher, Hebe Vázquez
Redacción
Natalia Zamora, Vanesa Cosentino
Revisores
Emilce Schneeberger, Francisco Nacinovich
Tabla de referencia para las
recomendaciones
Recomendación débil a favor
Recomendación fuerte a favor
Recomendación débil en contra
Recomendación fuerte en contra
Revista Argentina de Reumatología
2022; Vol. 33 (25-46)
CONSENSO DE RECOMENDACIONES DE VACUNAS EN
ADULTOS CON ENFERMEDADES REUMÁTICAS
INFLAMATORIAS CRÓNICAS AUTOINMUNES
RECOMENDACIÓN 1
Aumento del riesgo de infecciones prevenibles y sus
complicaciones en pacientes con enfermedades
reumáticas inflamatorias crónicas (ERICA), con y sin
tratamiento con inmunosupresores (IS), y beneficios
de la vacunación
25
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Los pacientes con diagnóstico de ERICA,
estén o no bajo tratamiento con IS, tienen
mayor riesgo de padecer enfermedades inmunoprevenibles en comparación a controles
sanos. Por tal motivo, se recomienda que, independientemente del tratamiento que estén
recibiendo, reciban su correspondiente esquema de vacunación con vacunas inactivadas.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Los pacientes con ERICA tienen mayor riesgo de contraer infecciones, sean o no prevenibles por vacunas. Esto se debe tanto a la mera
presencia de la enfermedad1,2 como al uso de
tratamientos con IS3-8. En un estudio, el riesgo
en estos pacientes se estimó en 1,7 veces más
elevado que en la población general9.
Existe evidencia disponible de mayor riesgo
para ciertas infecciones inmunoprevenibles como
las respiratorias: influenza10-12, neumonía13,14 y
herpes zóster (HZ)4,15,16. También se ha reportado
mayor riesgo en pacientes con artritis reumatoidea (AR) y lupus eritematoso sistémico (LES) para
infecciones por el virus del papiloma humano
(VPH)17-20. Diferentes estudios resaltan que, independientemente de la ERICA que se padece, el
riesgo de infecciones en general es mayor3,21,22.
No se halló evidencia que evalúe la incidencia
de este tipo de infecciones comparando pacientes tratados con IS vs placebo, pero se analizaron
nueve estudios observacionales3,4,8,11,13,16,21-23 que
evaluaron el riesgo de infecciones en pacientes
con distintos agentes IS; en este caso, pacientes
con agentes biológicos vs drogas modificadoras
de la enfermedad-convencionales (DME-c).
Se analizaron dos estudios: el primero observó que los pacientes con AR en tratamiento con
agentes anti-tumor necrosis factor alpha (antiTNFα), ya sea en monoterapia o en combinación
con DME-c, presentaron mayor riesgo de neumonía aguda de la comunidad (NAC)8. El segundo demostró que los pacientes en tratamiento
con agentes anti-TNFα tuvieron numéricamente más eventos de HZ que los tratados solo con
DME-c, aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa4 (Tabla 1, Suplemento 2).
Si bien no se incluyó en la síntesis cuantitativa, es de relevancia comentar un estudio obser-
26
vacional prospectivo que incluyó 2.526 pacientes
iniciando tofacitinib (TOFA) vs pacientes iniciando agentes biológicos: anti-TNFα (n=42.850), abatacept (ABA) (n=12.305), rituximab (RTX) (n=5.078)
y tocilizumab (TCZ) (n=6.967). La tasa de incidencia de HZ en pacientes tratados con TOFA fue de
aproximadamente el doble que la observada en
aquellos que usaban agentes biológicos24.
Los pacientes con ERICA vacunados tienen
menor riesgo de infecciones prevenibles que
aquellos no vacunados. Esta evidencia proviene de 10 artículos11,25-33, ocho de los cuales son
estudios observacionales y dos ensayos clínicos. Las patologías incluidas fueron: AR, LES,
esclerosis sistémica (SS) y vasculitis. Las vacunas evaluadas fueron: anti-influenza, antineumocócica polisacárida 23 valente (PPV23),
anti-haemophilus influenzae tipo b (Hib), vacuna
antimeningocócica, antivirus hepatitis B (VHB)
y anti-HZ. El tiempo de seguimiento en los diferentes estudios fue de entre 30 meses y 10 años.
En un estudio, 92 pacientes con vasculitis en
remisión recibieron las siguientes vacunas: antineumocócica 7 valente (PCV7), anti-Hib y las vacunas antimeningocócicas conjugada del grupo C
y polisacárida del grupo A, C, Y y W135. Estas vacunas fueron seguras, sin incrementar las recaídas o eventos adversos. También se estudiaron las
causas de muerte con un tiempo de seguimiento a
4,6 años; el tiempo mediano desde la vacunación
a la muerte fue de 2 años (rango intercuarticulo
-RIC- 0,6-3 años). Setenta pacientes presentaron
268 infecciones, siendo las más frecuentes las relacionadas a cuadros de vía respiratoria inferior y
superior, seguidas por infecciones urinarias, y de
piel y partes blandas. Las muertes por infecciones
en este grupo de pacientes duplicaron las de causas cardiovascular y oncológica33.
Otro estudio comparó 46.030 pacientes con AR
vs personas sanas, y reportó un aumento de la
incidencia de influenza en los pacientes con AR,
presentando hasta tres veces más complicaciones. Estas diferencias se mantuvieron aún en el
subgrupo de pacientes que no recibían DME-c11.
En un subanálisis de los ensayos clínicos de
TOFA en pacientes con AR, los principales factores asociados con el desarrollo de HZ fueron:
edad mayor a 60 años y uso de esteroides, con
o sin uso de metotrexato (MTX) concomitante31.
La vacunación anti-influenza demostró no
solo disminuir el riesgo de influenza, sino tam-
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bién de bronquitis bacterianas e infecciones virales respecto de los no vacunados en pacientes con AR, LES y artritis psoriásica (APs)30. Sin
embargo, en algunos estudios no se encontró
disminución del riesgo de hospitalizaciones,
hospitalizaciones por neumonía, por sepsis, ingreso a unidad de terapia intensiva (UTI), muerte, incidencia de neumonía, neumonía neumocócica, ni infecciones serias25,27,29,30. Cuando se
realizó el análisis por subgrupos según edad, se
observó que, en pacientes mayores de 65 años,
la vacunación disminuyó el número de hospitalizaciones, hospitalizaciones por neumonía
y sepsis, pero no así de hospitalizaciones por
causa cardíaca. Además, en este subgrupo de
pacientes se redujo en forma significativa el ingreso a UTI y de muerte, al comparar vacunados
vs no vacunados25,26,29 (Tabla 2, Suplemento 2).
Asimismo, otro estudio no incluido en la síntesis cuantitativa realizado en pacientes con ERICA,
comparó las tasas de mortalidad y morbilidad respiratoria en aquellos que recibieron la vacuna anti-influenza, con una cohorte aparejada de quienes no recibieron la vacuna, y concluyó que los
pacientes que recibieron la vacuna, tuvieron un
riesgo reducido de morbimortalidad respiratoria34.
RECOMENDACIÓN 2
Inmunogenicidad, eficacia/efectividad de
las vacunas en pacientes con ERICA bajo
tratamiento con IS
Se recomienda que los pacientes con ERICA que están bajo tratamiento con IS inicien
o completen su esquema de vacunación correspondiente, solo con las vacunas inactivadas, aunque la respuesta inmune esperada
sea menor que en los controles sanos.
Calidad de la evidencia: baja
/moderada
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
La mayoría de los estudios muestra que la
administración de vacunas inactivadas a pacientes con enfermedades ERICA bajo terapia
inmunosupresora es segura35,36. Su uso no se
asoció con mayor riesgo de reacciones adversas
a la vacuna ni con empeoramiento de la actividad de la enfermedad subyacente.
Con respecto a la inmunogenicidad, eficacia
y efectividad de las vacunas, se realizaron dos
comparaciones para su evaluación:
• Vacunas en pacientes con ERICA vs controles sanos.
• Vacunas en pacientes con ERICA con determinadas terapias inmunosupresoras vs pacientes con ERICA tratados con placebo u otras
terapias inmunosupresoras.
Cuando se compararon pacientes con AR
en tratamiento con DME-c vs controles sanos,
tanto los ensayos clínicos como los estudios observacionales demostraron menor inmunogenicidad a las vacunas para influenza y neumococo, conjugadas 7 y 13 valente (PCV7 y PCV13)
y PPV2337-44 (Tabla 3, Suplemento 2).
La información de eficacia/efectividad de las
vacunas en pacientes bajo tratamiento DME-c vs
placebo se extrajo de dos estudios. El primero, un
ensayo clínico en AR y otro, un estudio observacional en el cual se evaluaron eficacia/efectividad
de la vacuna anti-influenza trivalente en pacientes que usaban MTX. La dosis media de MTX en
ambos grupos fue de 15 mg/semana. En ambos,
se demostró similar perfil de inmunogenicidad
entre MTX y placebo43,45 (Tabla 4, Suplemento 2).
Otras publicaciones (no desarrolladas en las tablas) reflejan datos contradictorios. En algunas se
observó que el uso de MTX en AR no modifica la
inmunogenicidad de vacunas anti-influenza37,46,50,
a diferencia de otro estudio en cual sí se alteró la
respuesta inmune51. La respuesta a esta vacuna
en pacientes con espondiloartritis (EsP) en tratamiento con MTX no parece alterarse según otra
publicación48. Por otro lado, respecto de la vacuna
PPV23, hay estudios que demostraron buena inmunogenicidad41,52 y otros dos, menor efectividad
con el uso de MTX40,53. En contrapartida, dos publicaciones detectaron menor inmunogenicidad
para vacuna PCV13 y antitétanica54,55. Para la vacuna contra el virus de la hepatitis B (VHB) se detectaron niveles aceptables de inmunogenicidad56.
Cuando se compararon pacientes con ERICA en tratamiento combinado con agentes
anti-TNFα+DME-c vs controles sanos, la seroprotección (SP) de las vacunas anti-influenza
y anti-VHB fue menor en el primer grupo. Esta
evidencia proviene de seis estudios observacionales42,57-61 (Tabla 3, Suplemento 2).
Respecto de los agentes anti-TNFα + DME-c,
se incluyeron cinco ensayos clínicos y 10 estudios
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observacionales para vacunas anti-influenza,
PCV7, PPV23 y antivirus de la hepatitis A (VHA) en
AR y EsP axial (ax). En general, no hubo niveles
menores de inmunogenicidad en la terapia combinada, excepto por un estudio observacional de
174 pacientes en AR que concluyó que la SP para
vacuna PCV7 por más de 3 meses fue menor en el
grupo con tratamiento combinado41,42,47,52,54,57, 59,62-70
(Tabla 4, Suplemento 2).
Los estudios hallados con agentes anti-TNFα
como monoterapia en comparación con DME-c
demostraron buenos niveles tanto de seroconversión (SC) como de SP en los pacientes con
agentes biológicos. Además, debido a la evidencia disponible, se realizó un análisis de sensibilidad de etanercept (ETN) como monoterapia
con resultados similares. Las publicaciones provienen de un ensayo clínico y de ocho estudios
observacionales de pacientes con AR con vacunas anti-influenza, PPV23 y antivirus hepatitis
A (VHA)41,42,50,54,57,62,63,66,68 (Tabla 3, Suplemento 2).
Tres publicaciones de estudios observacionales evaluaron la respuesta de las vacunas anti-influenza, PCV13 y anti-VHB en pacientes con
agentes anti-TNFα en monoterapia comparada
con controles sanos y no se encontraron diferencias en la respuesta entre ambos grupos57,60,69
(Tabla 4, Suplemento 2).
Otra publicación en pacientes con EsPax reflejó que los agentes anti-TNFα en monoterapia disminuyeron la respuesta a la vacuna anti-VHB71.
La respuesta de vacuna anti-influenza fue
menor en pacientes tratados con ABA+DME-c
que en controles sanos en un estudio observacional72 (Tabla 3, Suplemento 2).
En relación a otros agentes biológicos en pacientes con AR, en la agrupación de estudios de
ABA en combinación con DME-c, o en monoterapia vs DME-c, se demostró menor respuesta a
las vacunas PPV23 y anti-influenza54,63,69,72,73. En
otra publicación de pacientes que previamente
habían fallado a agentes anti-TNFα y recibían
ABA, se observó una disminución de la respuesta a la vacuna PPV2374 (Tabla 4, Suplemento 2).
En un estudio observacional no se encontraron diferencias en efectividad a la vacuna
anti-influenza en pacientes que recibieron TCZ
respecto de los controles sanos75. (Tabla 3, Suplemento 2). En cambio, en la agrupación de
cinco estudios observacionales, las tasas de
respuesta a las vacunas anti-influenza y PPV23
28
fueron mejores en los niveles de SP de pacientes tratados con TCZ monoterapia en comparación con DME-c51,54,63,75,76 (Tabla 4, Suplemento 2).
Dos ensayos clínicos evaluaron la respuesta a
la vacunación en pacientes con AR en tratamiento con TOFA. El primer ensayo evaluó la respuesta
a las vacunas anti-influenza y PPV23. En el mismo se utilizaron dosis de TOFA de 10 mg dos veces al día + DME-c en comparación con DME-c. En
este caso se observó disminución de la respuesta
a la vacuna para el neumococo, pero sin afectar la
respuesta a la vacuna para la influenza. Esta misma publicación evaluó TOFA 5 mg dos veces por
día como monoterapia vs DME-c, sin detectar alteración de la SP para ambas vacunas77. El segundo ensayo fue para evaluar la eficacia de la vacuna anti-HZ a virus vivo. En este caso, se utilizó la
dosis recomendada de TOFA de 5 mg dos veces al
día + DME-c vs DME-c. La vacuna se aplicó de 2 a
4 semanas antes de comenzar el tratamiento con
TOFA y no se detectó alteración de la respuesta
inmune78 (Tabla 4, Suplemento 2).
Un ensayo clínico no incluido en las comparaciones previamente establecidas, evaluó la seguridad y eficacia de la vacuna anti-HZ a virus
vivos en pacientes con tres diferentes ramas de
tratamiento: TOFA 5 mg dos veces al día en monoterapia, TOFA 5 mg dos veces al día + DME-c y
adalimumab (ADA) + DME-c, y no se detectó diferencia en las tasas de incidencia de HZ entre
las tres ramas del estudio79.
La eficacia y efectividad de las vacunas anti-influenza y anti-VHB en pacientes en tratamiento con RTX comparadas con controles sanos fue considerablemente menor. Se evaluaron
seis estudios observacionales37,38,49,60,61,69 (Tabla 3,
Suplemento 2). Por otro lado, RTX también se
evaluó en monoterapia y en combinación con
DME-c, y se encontró alteración en la respuesta
a las vacunas PCV7 y PPV23. En cambio, no hubo
alteración en la respuesta para las vacunas anti-influenza y antitetánica. En este análisis se
incluyeron seis estudios observacionales para
su evaluación37,38,49,54,55,69 (Tabla 4, Suplemento 2).
Si bien no se incluyó en la síntesis cuantitativa, se destaca un ensayo doble ciego, aleatorizado y estratificado por tratamiento, para
comparar la inmunogenicidad y seguridad de
dos vacunas anti-influenza con diferente dosis:
la de dosis estándar cuadrivalente (standarddose quadrivalent- SDQIV: 15 μg de hemaglutini-
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na -HA- por cepa) vs la de altas dosis trivalente (high-dose trivalent -HD-TIV: 60 μg de HA por
cepa) en adultos con AR seropositiva. Se evaluaron 136 y 138 pacientes en cada rama. Concluyeron que aquellos que recibieron la vacuna de
mayor dosis tuvieron más probabilidades de SC
que los que recibieron la de menor dosis con un
odds ratio (OR) de 2.99 (IC95% 1,46-6,11) para
la SC a la cepa A/H3N2, OR de 1.95 (IC95% 1,193,22) para la SC a la cepa B, OR de 3.21 (IC95%
1,57-6,56) para la SC a la cepa A/H1N1 (20162017) y OR de 2.44 (IC95% 1,18-5,06) para la SC
a la cepa A/H1N1 (2017-2018). No se observaron
diferencias de respuesta en los pacientes que
recibían DME-c o agentes anti-TNFα, y no se
encontraron resultados concluyentes para los
pacientes que estaban en tratamiento con ABA,
RTX o TOFA. Los eventos adversos locales y sistémicos fueron similares en ambas vacunas80.
Al momento de la elaboración de este documento, esta vacuna de mayor dosis (HD) no se
encontraba disponible en nuestro país.
Respecto de pacientes con LES cuando se
compararon con controles sanos, aquellos con
hidroxicloroquina (HCQ) tuvieron menor efectividad que los controles, aunque este resultado
pudo afectarse porque los pacientes estaban recibiendo concomitantemente dosis variables de
esteroides39,40,81-83 (Tabla 3, Suplemento 2).
Luego se realizaron cuatro comparaciones que
surgieron de la agrupación de estudios: HCQ vs
placebo, belimumab (BEL) vs HCQ, BEL vs azatioprina (AZA) + HCQ, mofetil micofenolato (MMF)
vs otro IS. Las vacunas evaluadas fueron: anti-influenza, y PCV13 y PPV23. En todas las comparaciones no hubo alteración de la inmunogenicidad
en pacientes con LES para ninguna de las vacunas
evaluadas81,84,85 (Tabla 4, Suplemento 2).
Para los pacientes con EsPax, se analizaron
varios estudios (un ensayo clínico y tres estudios observacionales) que evaluaron eficacia/
efectividad de las vacunas anti-influenza y
PCV7 en pacientes utilizando agentes antiTNFα en combinación con DME-c o en monoterapia. La inmunogenicidad a las vacunas fue
considerablemente menor para los biológicos
en ambos casos, con la excepción de ETN, con
el cual fue comparable al grupo control51,54,67,69,86
(Tabla 3, Suplemento 2).
En otras publicaciones, la SP a la vacuna
anti-influenza en pacientes con EsPax en trata-
miento con agentes anti-TNFα vs controles sanos también resultó menor39,87.
La agrupación de estudios de pacientes con
ERICA (incluyendo aquellos con miopatías inflamatorias, MI) en tratamiento con IS vs controles
sanos reveló que tuvieron menor respuesta a la
vacuna anti-influenza69,88,89. En pacientes con ES
en tratamiento con IS vs controles sanos no se
encontraron diferencias en la inmunogenicidad
para las vacunas anti-influenza, y PCV7, PCV 13
y PPV2390-92 (Tabla 3, Suplemento 2).
En los estudios que incluyeron pacientes con
ES y otras ERICA, no se detectó alteración de las
respuestas en la efectividad de la vacuna antiinfluenza y PCV13. La evidencia para ES surge
de un solo estudio observacional90, mientras
que, para otras ERICA, de cuatro estudios53,69,93,94
(Tabla 4, Suplemento 2).
Una sola publicación evaluó la respuesta
de la vacuna anti-influenza en pacientes con
síndrome de Sjögren (SS) en tratamiento con
esteroides, HCQ, AZA, MTX o MMF en dosis variables vs controles sanos, y no se detectaron
diferencias en la inmunogenicidad de la vacuna
entre ambos grupos95 (Tabla 4, Suplemento 2).
Por último, los pacientes con vasculitis fueron abordados mediante un ensayo clínico cuyo
objetivo fue evaluar la eficacia de la vacuna
anti-influenza en pacientes con inmunosupresión. Los niveles de SC fueron significativamente menores en los pacientes que en los
controles96. Otros tres estudios observacionales,
también en vasculitis bajo tratamiento con IS,
detectaron que la respuesta inmune a las vacunas PCV13, anti-influenza y anti-VHB fue considerablemente menor en los pacientes respecto
de los controles97-99 (Tabla 4, Suplemento 2).
RECOMENDACIÓN 3
De acuerdo a la evidencia, las vacunas disminuyen la incidencia y las complicaciones de
las enfermedades inmunoprevenibles, por lo
cual se recomienda el siguiente esquema (para
mayor información sobre cada vacuna, consultar la página de la SADI: www.sadi.org):
• Vacunación anual contra la influenza.
• Vacuna PCV13 y PPV23 secuencial.
• Vacunación anti-VHB.
• Vacuna doble bacteriana para difteria y tétanos (dT).
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• Vacunación contra el virus del VPH en pacientes menores de 26 años. Para pacientes mayores de esta edad, se recomienda
consulta a un especialista para evaluación.
• En pacientes con hiposplenia o asplenia
funcional por LES, se aconseja consulta con
especialista para evaluar vacunas a recibir.
• Las vacunas a virus vivos atenuados merecen consideración especial según situación e
inmunosupresión de cada paciente. En estos
casos, se sugiere evaluación con infectólogo.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
RECOMENDACIÓN 4
Vacunación con ANTI-HZ
en menores de 50 años
En adultos menores de 50 años con una
ERICA, en plan de iniciar un tratamiento con
IS y que padecen mayor riesgo de desarrollo
de HZ, se recomienda vacunación para HZ
evaluando cada caso y consulta al infectólogo.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: débil a favor
RECOMENDACIÓN 5
Riesgo de reactivación de enfermedad
de base y seguridad de la vacunación en
pacientes con ERICA con y sin tratamiento
con IS
En los pacientes que se encuentran en remisión o baja actividad de su enfermedad de
base y deban iniciar o completar esquema con
vacunas inactivadas, se recomienda realizarlo
dado que no hay evidencia de mayor riesgo de
reactivación de la enfermedad de base.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
La mayoría de los estudios muestra que la
administración de vacunas inactivadas a pacientes con enfermedades ERICA bajo terapia
inmunosupresora es segura35,36. Su uso no se
30
asoció con mayor riesgo de reacciones adversas
a la vacuna, ni con empeoramiento de la actividad de la enfermedad subyacente.
Se extrajo evidencia de 13 artículos, de los cuales cuatro fueron incluidos en la síntesis de datos.
Los pacientes con ERICA no presentaron mayor
riesgo de reactivación de su enfermedad de base
asociado a la vacunación. Incluso, en algunos casos
se encontró un efecto protector de la vacunación.
Un ensayo abierto no randomizado en pacientes con AR no halló diferencias en parámetros de
actividad de la enfermedad (dolor, recuento articular y reactantes de fase aguda) entre pacientes
vacunados con tres dosis de vacuna anti-VHB vs
pacientes no vacunados. Además, se observó mejoría de la rigidez matinal en los pacientes que
recibieron la vacuna56. Del mismo modo, otro estudio no halló diferencias en la actividad de la enfermedad o en la tasa de recaídas entre pacientes
vacunados contra la gripe en comparación con
aquellos no vacunados100. Respecto de la nueva
vacuna recombinante y adyuvantada contra HZ,
un estudio realizado en 403 pacientes con AR y
pacientes con otras ERICA que recibieron la vacuna recombinante, concluyó que la incidencia de
brotes (definidos como documentación del mismo dentro de las 12 semanas de aplicada la vacuna o instauración o aumento de dosis de esteroides luego de la aplicación) fue del 7%, con una
tasa de eventos adversos del 13%. Cabe destacar
que ambas tasas fueron menores que la de los estudios pivotales en población no inmunosuprimida para esta vacuna. Además, en esta población,
los eventos adversos fueron edad dependiente101.
En pacientes con LES, se analizaron dos estudios que evaluaron los cambios en la actividad
de la enfermedad en aquellos que recibieron la
vacuna PPV23, sin encontrar diferencias significativas100,102. De manera similar, en otro estudio
no se detectaron cambios en la actividad de la
enfermedad en pacientes vacunados con tres
dosis de vacuna contra el VPH103.
En cuanto a pacientes con vasculitis y el impacto de la vacunación en la actividad de la enfermedad de base, se hallaron tres artículos. El
primero, incluido en la tabla, es un estudio de
pacientes con granulomatosis con poliangeítis
(GPA) que comparó la actividad de la enfermedad en pacientes que fueron vacunados contra
influenza vs quienes no recibieron la vacuna. Al
mes de la vacunación, no hubo diferencias en
SAR-SADI. Consenso de inmunizaciones en adultos con enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas autoinmunes/ Consenso
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el número de recaídas ni cambios en los títulos de anticuerpos anticitoplasma de neutrófilos (ANCA)104. En los dos restantes, se registró
menor frecuencia de recaídas en los pacientes
vacunados contra influenza al año siguiente a
la vacunación en comparación con aquellos no
vacunados96,105 (Tabla 5, Suplemento 2).
Existe, además, bibliografía de otras enfermedades del tejido conectivo que demostraron que
la administración de las vacunas anti-influenza,
antineumocócica, antitetánica, anti-Hib, antiVHA, anti-VHB y anti-VPH fueron seguras y no
aumentaron la actividad de la enfermedad103,106,107.
RECOMENDACIÓN 6
Vacunas adyuvantadas: eficacia y riesgo
de activación o respuesta autoinmune
En pacientes con ERICA que requieran
vacunas inactivadas adyuvantadas, se recomienda realizar o completar esquema con
dicha vacuna porque su utilización demostró ser segura, sin ocasionar reactivación o
exacerbaciones de la enfermedad subyacente en comparación con el placebo.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Para el análisis de la eficacia y riesgo de las
vacunas adyuvantadas en pacientes con ERICA,
se incluyeron cuatro artículos de vacunas antiinfluenza con adyuvantes en LES, AR, EsPax y
vasculitis con ANCA106-109. Todos son estudios
observacionales. El tiempo de seguimiento medio fue de 3 a 6 meses. También se describe un
estudio que evaluó la vacuna cuádruple para
VPH adyuvantada en pacientes con LES110.
La inmunización contra influenza con adyuvantes en pacientes con enfermedades autoinmunes no demostró aumentar la producción de anticuerpos o reactantes de fase aguda, ni producir
algún efecto sobre la actividad de la enfermedad
en pacientes con LES, EsPax, AR o vasculitis ANCA.
Existen cuatro estudios descriptos de vacuna anti-influenza (Tabla 6, Suplemento 2). En el
primero, se compararon 51 pacientes con LES
que recibieron la vacuna anti-influenza con adyuvante, con 51 pacientes con LES que recibie-
ron esta vacuna sin adyuvantes. Se analizaron
cambios en la actividad de la enfermedad (Systemic Lupus Erythematosus Disease Activity Index
2000, SLEDAI-2k) y se midió la producción de
nueve anticuerpos (anticuerpos antinucleares
-ANAs-, antiácido desoxirribonucleico -ADN-,
anti-Ro, anti-La, anti-Sm, anti- ribonucleoproteína -RNP-, anti-Jo1 y factor reumatoideo -FR-)
antes de la vacunación y 3 meses posteriores a
la misma. En ningún caso se detectaron diferencias significativas respecto de la producción
de anticuerpos o aumento en la actividad de la
enfermedad106.
Por otro lado, en 25 pacientes con APs que recibieron la vacuna anti-influenza adyuvantada,
se observó aumento en la actividad de la enfermedad, aunque de corta duración, en comparación con 25 pacientes con APs no vacunados108.
En otro estudio, se evaluó la actividad de la
enfermedad y el efecto de la vacuna anti-influenza adyuvantada en la producción de anticuerpos en 173 pacientes con distintas ERICA
(AR, espondilitis anquilosante -EA-, APs, LES y
vasculitis ANCA) comparados con 138 controles
sanos apareados por edad y sexo. Los casos recibieron dos dosis de vacunas y el seguimiento
fue de 3 a 4 semanas. En el grupo de pacientes, los niveles de anticuerpos y SP esperados
fueron alcanzados luego de la segunda dosis de
vacuna. Cuando se analizó el efecto del tratamiento en la respuesta a la primera dosis de vacuna, los DME-c se asociaron a menor generación de anticuerpos protectores, a diferencia de
los agentes anti-TNFα y la prednisona a dosis
de 10 mg/día, pero esta diferencia no fue significativa luego de la segunda dosis de la vacuna
y la enfermedad de base no determinó diferencias en la respuesta a la vacuna109.
En relación a los eventos adversos de las vacunas con adyuvantes, no se reportaron eventos
adversos severos en ninguna de las series, pero
sí se observó un aumento de eventos adversos
leves (reacción en sitio de inyección, artralgias/
mialgias, astenia y fiebre) en pacientes con AR
y APs comparados con los controles sanos durante el primer mes de seguimiento. A pesar de
ello, no hubo reactivación de la enfermedad, ni
aumento de anticuerpos, y la producción de anticuerpos protectores fue similar en pacientes
con AR tratados con biológicos como en controles sanos107,108 (Tabla 6, Suplemento 2). No se
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encontraron publicaciones que remarquen diferencias entre los distintos adyuvantes.
Respecto de LES y la vacuna adyuvantada
cuádruple para VPH, un estudio no incluido en
la síntesis cuantitativa que comprendió 34 mujeres con actividad moderada, leve o remisión
de la enfermedad, demostró que la utilización
de la vacuna fue segura, bien tolerada, inmunogénica y sin ocasionar rebrotes de LES110.
RECOMENDACIÓN 7
Glucocorticoides: afectación de la
inmunogenicidad dosis dependiente
En todos los pacientes con ERICA se recomienda completar el esquema de vacunación con vacunas inactivadas, independientemente de la dosis de esteroides.
Calidad de la evidencia: moderada
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
RECOMENDACIÓN 8
No se recomienda la aplicación de vacunas a virus vivos atenuados en pacientes
con ERICA inmunosuprimidos, ya sea por
su enfermedad o por tratamiento. La aplicación de este tipo de vacunas se debe estudiar caso por caso y con el apoyo de los
especialistas.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Para la extracción de la evidencia, se realizaron dos comparaciones: pacientes con ERICA
tratados con esteroides vs controles sanos, y
pacientes con ERICA tratados con esteroides vs
pacientes con ERICA sin esteroides. Seguimiento: 21 días a 24 semanas.
En la comparación de pacientes con ERICA
tratados con esteroides vs controles sanos, se
analizaron por separado aquellos que tenían esteroides solos, o aquellos en quienes los esteroides se asociaban a algún agente inmunosupresor. En el caso de la comparación de pacientes
tratados solo con esteroides vs controles sanos,
se incluyeron dos estudios que evaluaron la in-
32
fluencia a la respuesta a la vacuna de distintas
dosis de esteroides en pacientes con LES. En ambos estudios se descubrió un efecto dosis dependiente. La efectividad a la vacunación anti-influenza disminuyó cuando la dosis de esteroides
fue mayor o igual al equivalente de prednisona
20 mg diarios. Este efecto no se encontró en dosis menores o iguales a 5 mg/día81,83.
Con respecto a la comparación de pacientes
tratados con esteroides + IS vs controles sanos,
también en pacientes con LES, se hallaron siete estudios adicionales. Las vacunas analizadas
fueron anti-influenza y anti-VPH. El efecto de
esta comparación fue de igual manera dosis dependiente, aunque se agruparon estudios con
diferentes dosis y tipos de inmunosupresores.
Se concluyó que la efectividad de la vacunación
anti-VPH disminuyó con dosis de esteroides de
entre 510 mg/día. En cambio, para la vacuna
anti-influenza, dicho efecto se observó en dosis
mayores a 20 mg/día81-83,103,111,112.
Tres estudios brindaron información sobre la
comparación de pacientes con ERICA con esteroides vs pacientes con ERICA sin esteroides. Uno de
ellos, en pacientes con LES que evaluó la efectividad de la vacuna anti-influenza, y dos estudios en
pacientes con AR que analizaron la eficacia de las
vacunas anti-influenza y PPV23. En pacientes con
LES, una dosis mayor a 20 mg/día de prednisona
vs placebo demostró tener menor efectividad a
la vacuna. Manteniendo la misma dosis, pero en
pacientes que recibían concomitantemente HCQ,
MMF, MTX o AZA, se observó igual efectividad.
Interesantemente, se propuso una hipótesis que
podría sugerir un efecto restaurador de la inmunogenicidad de los antipalúdicos81. En los estudios de pacientes con AR la dosis evaluada fue de
5-10 mg/día. Estos corresponden a un ensayo clínico en pacientes con AR tratados con certolizumab pegol (CZP), un agente anti-TNFα, en el cual
se determinó eficacia de las vacunas anti-influenza, PPV23, y a un estudio observacional en la misma población de pacientes que también mostró
efectividad de la vacuna anti-influenza en quienes recibían DME-c, agentes biológicos, o combinación de ambos. Es importante destacar que en
ningún caso se observó pérdida de eficacia/efectividad de la vacuna59,62.
El tratamiento con esteroides en dosis menores a 5 mg/día no alteró la respuesta de alguna de las vacunas evaluadas; con esteroides en
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dosis entre 5-10 mg/día solo se detectó pérdida
de la efectividad para la vacuna anti-VPH en LES
y con esteroides en dosis mayores a 20 mg/día,
se documentó alteración de las respuestas a todas las vacunas (Tabla 7, Suplemento 2).
Con respecto a la utilización de corticoides,
vía parenteral, no se encontró evidencia de que
aumenten el riesgo de infecciones en pacientes con ERICA, en comparación a otras vías de
administración.
RECOMENDACIÓN 9
Inmunogenicidad y seguridad de las
vacunas en pacientes con ERICA que se
encuentran activos de su enfermedad
Se recomienda que el esquema de vacunación a los pacientes con ERICA se administre preferentemente en períodos estables
de enfermedad. Sin embargo, hay que considerar que en ciertos pacientes no se debe
perder la oportunidad de aplicación al momento de la consulta.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
No se halló evidencia clínica suficiente para
evaluar si la actividad de la enfermedad reumática de base puede afectar la respuesta a la
vacunación en adultos, a pesar de que varios
de los trabajos presentados en la presente guía
incluyeron pacientes con diferentes grados de
actividad de sus condiciones reumáticas.
Un subanálisis, en 118 pacientes pediátricos
con LES vacunados contra la gripe, demostró tasas de SC menores en aquellos pacientes con
mayores índices de actividad de la enfermedad
al momento de ser vacunados. Estos resultados
podrían indicar, al menos en esta población,
que la enfermedad activa podría disminuir la
inmunogenicidad a esta vacuna113.
RECOMENDACIÓN 10
Efectividad de las vacunas al ser recibidas
previo a la inmunosupresión en pacientes
con ERICA
En pacientes con ERICA, que aún no comenzaron terapia inmunosupresora, se recomienda realizar inmunización, preferentemente antes del inicio de la misma.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Se extrajeron datos de dos artículos que evaluaron la efectividad de la vacuna PPV23 antes
y después del inicio del tratamiento con IS en
pacientes con AR y LES.
En uno de los estudios, realizado en 1996, se
midieron los niveles de anticuerpos en 40 pacientes con AR vacunados con PPV23, y para el
análisis fueron divididos en cuatro grupos según edad (≤50 o ≥60 años) y de acuerdo con el
tratamiento basal con MTX. Se concluyó que la
edad no afectó la respuesta a la vacuna, pero la
respuesta humoral a la misma fue afectada por
el MTX. Igualmente, a pesar del tratamiento con
MTX previo a la inmunización, hubo un porcentaje similar de pacientes que alcanzó niveles
adecuados de anticuerpos protectores114.
El otro estudio, abierto y randomizado, evaluó la efectividad de la vacuna antineumocócica
en pacientes con LES antes y después del tratamiento con BEL. El objetivo primario fue evaluar
la proporción de pacientes que alcanzó la SC a
≥1/23 cepas. Incluyeron 79 pacientes con LES que
se dividieron en dos grupos: grupo pre-BEL, que
recibió la vacuna 4 semanas previas a la primera infusión, y grupo pos BEL, vacunado 24 semanas posteriores al inicio del mismo. Los niveles
de anticuerpos se midieron en ambos grupos, 4
semanas luego de la inmunización, alcanzando
el objetivo primario 97% y 97,6%, respectivamente. Alrededor del 80% de ambos grupos lograron
niveles de SP adecuados (aumento de dos veces
los niveles de anticuerpos pre y posvacunación)
a ≥10/23 serotipos115 (Tabla 9, Suplemento 2).
Con respecto a los tratamientos contra las células B, la respuesta inmune a las vacunas inactivadas puede ser insuficiente cuando la inmunización se realiza dentro de los 6 meses posteriores
al uso de RTX. Existe evidencia de menor inmunogenicidad a las vacunas inactivadas de acuerdo a
la vida media prolongada de RTX y al recuento de
células CD19+. Por tal motivo, pasados los 6 meses
desde la última aplicación de RTX se considera
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segura la administración de vacunas inactivadas,
aunque la inmunogenicidad y la duración de la
protección pueden ser menores37 (Tablas 1 y 2,
Suplemento 2).
Para ABA, puede ser aconsejable realizar la
vacunación previo a la aplicación del mismo, ya
que se ha demostrado que la respuesta inmune
se reduce cuando las vacunas se administran 2
semanas después de su aplicación116 (Tablas 1 y
2, Suplemento 2).
RECOMENDACIÓN 11
Control serológico previo a la vacunación
o re-vacunación (específicamente para
vacunas anti-VHB, PPV23, antivaricela,
antirubeólica y antisarampionosa)
Se recomienda constatar el estado inmunitario en pacientes con ERICA para varicela, sarampión y rubéola según el siguiente
esquema: para varicela se considerará inmunizado a quien tenga antecedentes de
enfermedad, y para sarampión y rubéola
constancia de esquema completo (carnet de
vacunas con dos dosis de triple viral* o doble viral**, separadas por más de 1 mes, habiendo recibido la primera luego de cumplir
12 meses de vida). Aquellos pacientes que
no cumplan con estos antecedentes y en
quienes se requiera, se solicitará serología.
*TV (triple viral): sarampión, rubéola, parotiditis; **DV
(doble viral): sarampión, rubéola.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Existen escasos estudios que analizan la
realización de un control serológico previo a
la vacunación/re-vacunación. Los hallados en
esta revisión no pudieron extraerse para su evaluación de calidad. Ciertos trabajos analizan la
inmunización previa en vacunas antineumocócica, anti-VHA, antidiftérica y antitetánica, y no
existen publicaciones sobre esta evaluación en
las vacunas anti-VHB, antivaricela, antirubeólica y antisarampionosa en adultos.
En la re-vacunación de pacientes bajo tratamiento con IS, debido a la memoria de las células
34
B y T inducidas por la primera dosis de la vacuna, generalmente se observa mayor inmunogenicidad117,118. Por lo tanto, la re-vacunación en una
persona bajo terapia inmunosupresora generará
niveles protectores de anticuerpos, aunque pueden ser más bajos y la protección más corta que
en personas sin IS. Se ha demostrado que, para
una dosis de vacuna de refuerzo anti-diftérica y/o
antitetánica, las respuestas inmunes se conservan a pesar del tratamiento con IS55,119, excepto
en caso de tratamiento concomitante con MTX y
RTX, en los cuales se observó menor respuesta120.
En un estudio observacional de pacientes con
AR en tratamiento con agentes anti-TNFα y/o
DME-c vs controles sanos que recibieron una dosis de refuerzo de vacuna anti-VHA, se demostró
que tanto los pacientes con AR como los controles
tuvieron similar perfil de inmunogenicidad. Esto
ofrece una protección aceptable en individuos
susceptibles previamente a realizar un viaje121.
Un estudio fase 3, randomizado, abierto, evaluó
la respuesta a diferentes dosis de vacuna PCV13
seguidas de la PPV23 en 96 pacientes con AR, 63 en
DME-biológicas (-b) y 33 con DME-c. Los pacientes
con DME-b fueron divididos en dos grupos para
recibir una o dos dosis de PCV 13 seguida de PPV23
a las 16 semanas. El grupo con DME-c recibió una
dosis PCV13 seguida de PPV23 a las 16 semanas. Si
bien concluyeron que no hubo diferencias entre
los diferentes grupos respecto de la inmunogenicidad de ambas vacunas, encontraron diferencias
en cuanto a los distintos tratamientos de AR. La
respuesta humoral a las vacunas en los pacientes
tratados con RTX fue 25% menor que en aquellos
tratados con otros DME-b o DME-c, en quienes la
respuesta fue cercana al 89%122.
Un estudio descriptivo tuvo como objetivo
evaluar la respuesta sostenida a la re-vacunación con PCV13 seguida por PPV23 en 24 pacientes con AR en tratamiento con MTX+anti-TNFα
que habían sido vacunados previamente con
PPV23 (más de 3 años previo al ingreso al estudio). Las muestras fueron tomadas a los 4, 12 y
24 meses, y reportaron una respuesta sostenida
a los antígenos más comunes123.
Por último, otro estudio descriptivo en 21
pacientes con LES también tuvo como objetivo
evaluar la respuesta sostenida a la vacunación
con PCV13 seguida de PPV23 a las 8 semanas. Los
resultados demostraron que 12 pacientes continuaron con títulos protectores a los 12 meses de
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seguimiento, cinco tuvieron buena respuesta a
los 4 meses, pero la perdieron a los 12 meses, y
cuatro pacientes nunca lograron títulos de SP124.
RECOMENDACIÓN 12
Riesgo de infección con vacunas
a virus vivos atenuados
Se recomienda evitar el uso de las vacunas vivas (fiebre amarilla, vacuna oral contra la fiebre tifoidea, sarampión, rubéola,
parotiditis, antivaricela, anti-HZ y fiebre hemorrágica argentina) en pacientes con ERICA en tratamiento con IS sistémicos.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
RECOMENDACIÓN 13
En el caso particular de la vacuna antiHZ atenuada, puede utilizarse si el paciente se encuentra en tratamiento con MTX en
dosis de 0,4 mg/kg/semana o menor, sin esteroides en dosis inmunosupresoras* u otra
causa de inmunosupresión asociada, evaluando con precaución cada caso.
*Véase capítulo 1
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
RECOMENDACIÓN 14
De considerar la indicación de una vacuna viva atenuada, su administración debe
ser al menos 4 semanas antes del inicio del
tratamiento inmunosupresor.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Ningún estudio brindó información pasible
de extracción y análisis.
Dos trabajos de una revisión sistemática reportaron la incidencia de HZ en pacientes con ERICA
al comparar vacunados y no vacunados en dos
aseguradoras de salud de Estados Unidos, mostrando una disminución en el desarrollo de nue-
vos casos de HZ en pacientes vacunados respecto
de los no vacunados. La tasa de incidencia para
HZ en vacunados fue de 6,7 c (IC95% 5,7 a 7,9 cada
1.000 personas año) y en no vacunados de 11,7
(IC 95% 11,4-11,9 cada 1.000 personas año)125,126.
La vacuna anti-HZ a virus vivos atenuados está
incluida en el sistema de salud de Estados Unidos para personas de ≥60 años desde 2006, la
inactivada y adyuvantada desde octubre de 2017.
La vacuna a virus vivos atenuados está recomendada por el Advisory Committee on Immunization
Practices (ACIP) para este grupo etario con algunas
restricciones. Las vacunas a virus vivos no deben
administrarse en pacientes en tratamiento con
IS, según opinión de expertos. Cabe aclarar que
prednisona (o equivalentes) en dosis <20 mg/día
por un tiempo <2 semanas, MTX en bajas dosis
(<0,4 mg/kg/semana) y AZA (<3,0 mg/kg/día) no se
consideran dosis inmunosupresoras (Capítulo 1).
La seguridad de la vacunación y re-vacunación contra la fiebre amarilla se demostró en dos
series de casos y un estudio de cohorte prospectivo. En el primero, 19 pacientes con ERICA, todos bajo tratamiento con infliximab (IFX), MTX
y sin esteroides. El segundo, incluyó también
pacientes con diferentes ERICA en tratamiento
con DME-c + esteroides. El estudio prospectivo
incluyó nueve pacientes en tratamiento con
esteroides a dosis bajas a largo plazo o a dosis
altas a corto plazo, quienes fueron vacunados
por primera vez, y 15 que fueron re-vacunados.
La vacunación fue segura e inmunogénica, pero
con tendencia a disminuir la respuesta de anticuerpos a través del tiempo en comparación
con personas sanas127-129. Estos estudios no mostraron un aumento del riesgo de infección en
los pacientes inmunosuprimidos que recibieron
vacunas a virus vivos. Por otro lado, un estudio
retrospectivo de 70 pacientes con diversas enfermedades reumáticas como AR, LES, EsPax y
ES, recibiendo terapia inmunosupresora, que
fueron vacunados inadvertidamente con vacuna contra la fiebre amarilla, demostró un 22,8%
de eventos adversos leves como erupción cutánea, dolor de cabeza y mialgia. No hubo eventos
adversos graves, hospitalizaciones o muertes
debido a la inmunización127.
Otro estudio retrospectivo de pacientes con
AR que habían sido vacunados para fiebre amarilla y tiempo después iniciaron tratamiento
con una DME-c o un DME-b y fueron seguidos
SAR-SADI. Consenso de inmunizaciones en adultos con enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas autoinmunes/ Consenso
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hasta 10 años, reportó que la exposición a la
DME-c no disminuyó la inmunogenicidad de la
vacuna; en cambio, aquellos expuestos a DME-b,
presentaron una disminución de la respuesta a
la vacuna. En función de estos resultados, los
autores sugieren que en ciertos pacientes tratados con DME-b y con riesgo de infección, se
podría establecer la indicación de una dosis de
refuerzo tras la suspensión del DME-b130. De todas formas, se deberá tener en cuenta que los
estudios analizados fueron realizados en una
población de pacientes residentes en Brasil.
Dada la distinta situación epidemiológica con
respecto a la fiebre amarilla en Brasil vs Argentina, un alto porcentaje de la población incluida
en estos estudios pudo haber recibido la vacuna
para la fiebre amarrilla durante la infancia (y la
presencia de anticuerpos previos puede mitigar
los eventos adversos de la vacuna administrada
en la adultez). Por lo tanto, estos resultados deberían tomarse con cautela y no extrapolarlos a
otras poblaciones, sin un análisis detallado.
Con relación a la vacuna contra el virus de varicela zóster (VVZ), en un estudio prospectivo controlado de 26 pacientes pediátricos con LES, la vacuna anti-VVZ fue bien tolerada y la producción de
anticuerpos fue apropiada. No hubo casos de HZ
en el grupo vacunado, y se reportaron cuatro casos
en el grupo que no había recibido la vacuna131.
A pesar que la evidencia es de muy baja calidad, se sugiere que, en pacientes clínicamente
estables, las vacunas a virus vivos se podrían administrar con ciertas terapias y ante determinadas circunstancias132, siempre mediando la consulta con el infectólogo especialista en vacunas.
RECOMENDACIÓN 15
Vacunación para varicela en
pacientes con IgG negativa
Se recomienda vacunar contra la varicela a aquellos pacientes con IgG contra varicela negativa, 4 semanas antes del inicio del
tratamiento inmunosupresor.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
No se halló evidencia suficiente para formular
una recomendación sobre la vacuna anti-VVZ en
36
pacientes adultos con enfermedades reumáticas,
como tampoco sobre la conducta a tomar ante la
ausencia de IgG contra la varicela.
Sin embargo, 40 de 52 pacientes (70%) con
insuficiencia renal crónica en plan de trasplante sin exposición a drogas inmunosupresoras,
con IgG negativa para varicela, recibieron dos
dosis de la vacuna con buena respuesta inmunológica y sin eventos adversos severos133. Cabe
destacar que la vacuna anti-VVZ, a pesar de ser
una vacuna a virus vivos, posee una carga viral
aproximadamente 14 veces inferior a la de la
vacuna anti-HZ, por ende se deduce que tendría
menor riesgo de complicaciones.
Dado que la vacuna anti-VVZ es menos inmunogénica, surge de recomendación de expertos
que los pacientes que no recuerdan si tuvieron
exposición a este virus, deben realizarse dosaje
de anticuerpos IgG contra la varicela. En caso que
el resultado de la IgG para varicela sea positivo o
el paciente recuerde la exposición previa, se procede directamente a la vacunación para el HZ. En
cambio, si la IgG para varicela es negativa, se debería aplicar la vacuna contra la varicela.
RECOMENDACIÓN 16
Vacunación contra HZ en pacientes
que ya tuvieron la infección
En aquellos pacientes con antecedentes
de HZ y sin inmunosupresión se recomienda indicar la vacuna anti-HZ luego de, por lo
menos, 6-12 meses posteriores a la infección.
Calidad de la evidencia: moderada
Fuerza de recomendación: débil a favor
Justificación
Un estudio prospectivo observacional llevado a cabo en 59 pacientes con historia médica
previa de HZ entre 6 meses y 5 años, fueron
divididos en dos grupos y asignados a recibir la
vacuna: un grupo con antecedente de HZ entre
6 y 12 meses previos y otro con antecedente
de HZ entre 1 y 5 años previos. La respuesta
inmunológica (tanto humoral como celular) 6
semanas luego de la vacunación fue comparable en ambos grupos. No se observaron casos
de erupción herpetiforme durante el período
de estudio.
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A partir de los 6 meses de haber presentado un
episodio de HZ, los pacientes podrían ser vacunados con adecuada respuesta a la vacuna y sin
mayor riesgo de eventos adversos134. Se sugiere la
evaluación por un especialista en infectología.
RECOMENDACIÓN 17
Vacunación de los convivientes
del paciente inmunosuprimido
Para los convivientes de pacientes con
ERICA se recomienda constatar que presenten el esquema de vacunación completo, de
acuerdo con la edad. Los convivientes deben
presentar el siguiente esquema:
• Atenuadas: sarampión, rubéola, parotiditis, varicela.
• Inactivadas: vacuna de polio inactivada
(IPV), influenza.
Pueden administrarse, además, si estuvieran indicadas, las siguientes vacunas: fiebre
amarilla, rotavirus, herpes zóster. Para el caso
de la vacuna rotavirus debe haber precaución
para los contactos de pacientes con ERICA.
Rubin LG, et al. 2013 IDSA clinical practice guideline for
vaccination of the immunocompromised host. Clin Infect
Dis 2014;58 (3):309-18.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
En una revisión de la literatura sobre el
riesgo de trasmisión secundaria en los casos
de vacunación de los convivientes de pacientes inmunosuprimidos, se recomienda que las
únicas vacunas que no deberían usarse en los
convivientes de pacientes inmunosuprimidos
son: Sabin oral contra la poliomielitis, pudiendo
utilizar en este caso la antipoliomielítica inactivada (Salk) y la vacuna antiinfluenza a virus
vivo atenuado (LAIV; no disponible en la Argentina al momento de la elaboración de este documento) debiendo usar en este otro caso, la antiinfluenza inactivada. El resto de las vacunas a
virus vivos atenuados podría indicarse135.
Existe un reporte de casos de poliomielitis
como transmisión secundaria luego de la aplicación a convivientes de la vacuna antipolio-
mielítica oral (Sabin)136. Por otro lado, en otro
estudio también se reportó transmisión secundaria luego de la aplicación de la LAIV en convivientes, por lo que no se recomienda su uso en
familiares de pacientes inmunosuprimidos137.
Por último, en otros dos estudios la vacuna antivaricela fue segura en familiares de pacientes
inmunosuprimidos138,139.
RECOMENDACIÓN 18
Solicitud de genotipos de VPH en mujeres
en edad fértil que presentan lesiones en
cuello uterino de VPH
No se recomienda la solicitud de genotipos de VPH previo a la vacunación.
Calidad de la evidencia: baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
Debido al riesgo aumentado en pacientes con
LES de presentar lesiones asociadas al VPH140, varios estudios se enfocaron en evaluar la seguridad
y eficacia de la vacuna anti-VPH en estos pacientes. Tanto en un estudio prospectivo abierto de
27 mujeres con LES de 12 a 26 años como en un
ensayo en pacientes de 19 a 50 años, la vacuna
tetravalente anti-VPH mostró ser segura y bien
tolerada, sin provocar aumento de la actividad de
la enfermedad, evaluada por SLEDAI. Además, en
ambos trabajos, la inmunogenicidad a la vacuna
fue excelente, con una alta tasa de seropositividad para los cuatro genotipos de VPH110,141.
Por su parte, otros autores reportaron la efectividad de la vacuna cuádruple contra VPH para
prevenir las lesiones intraepiteliales escamosas
(LIE) de alto grado del cuello uterino en un ensayo clínico denominado PATRICIA, que incluyó
18.644 mujeres jóvenes entre 9-26 años. La efectividad de la vacuna en jóvenes vacunados antes
de los 18 años fue del 79% mientras que, para los
pacientes vacunados luego de los 20 años, alcanzó solo 26,4%. La capacidad de la vacuna para
prevenir verrugas genitales disminuye con la
edad, tornándose ineficaz si se administra luego
de los 26 años. Por lo tanto, la eficacia de la vacuna anti-VPH depende del momento de la vida
en que se la indica; el mejor es previo al inicio
del debut sexual y antes de la exposición al VPH.
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La eficacia disminuye drásticamente si la exposición al VPH fue previa a la vacunación142.
Dada la evidencia mencionada, en la última
actualización de las recomendaciones de vacunación en pacientes con enfermedades reumáticas
inflamatorias autoinmunes de la European Alliance
of Associations for Rheumatology (EULAR 2019), se incluye la recomendación de vacunación contra el
VPH. En la misma se sugiere que pacientes, particularmente con LES, deben recibir la vacuna antiVPH acorde a la indicación para la población general143. No sugieren solicitar genotipos de este virus.
El mismo grupo de autores recientemente
publicó una revisión sistemática de la literatura
donde detallan los genotipos de VPH considerados de “alto riesgo” para el desarrollo de displasia
cervical, lesiones pre-malignas y cáncer cervical;
el genotipo del VPH 16 es el más oncogénico, seguido por los genotipos 18, 52, 31 y 58144.
No se encontraron estudios que demuestren
la necesidad de solicitar genotipos.
RECOMENDACIÓN 19
Vacunación en mujeres con ERICA
cursando un embarazo
En mujeres embarazadas con ERICA se
recomienda el siguiente esquema:
• Constatar el carnet de vacunación, preferentemente preconcepcional.
• Aplicación de la vacuna triple bacteriana acelular (dTpa) a partir de la semana 20
de gestación.
• Anti-influenza en cualquier trimestre del
embarazo en época de circulación de influenza.
Pueden recibir si estuviera indicado:
• Vacuna contra hepatitis B.
• Vacuna contra hepatitis A.
• Vacuna antipoliomielítica inactivada.
• Vacuna antimeningocócica.
• Vacuna antineumocócica.
Es necesario conocer y advertir a las madres que recibieron biológicos durante el
embarazo, que los neonatos no deben recibir vacuna BCG hasta los 6 meses de vida.
Fuente: Recomendaciones de vacunas en el embarazo de
la Comisión de Vacunas.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
38
Justificación
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que no existe evidencia en cuanto al riesgo
de vacunar mujeres embarazadas (sin especificar
si tienen además ERICA) con vacunas virales o
bacterianas inactivas o toxoides. Las vacunas recomendadas son: anti-influenza y la bacteriana
triple acelular (tétanos, difteria y coqueluche), y
las formalmente contraindicadas son las vacunas
a virus vivos atenuados contra la fiebre amarilla,
triple viral y antipoliomielítica oral145.
RECOMENDACIÓN 20
Riesgo de infecciones más severas
durante viajes en pacientes con ERICA
No se recomienda viajar a zonas de circulación de virus de fiebre amarilla dado
que la vacunación está desaconsejada en
pacientes con ERICA. Se sugiere consultar
a un especialista o centro de medicina del
viajero para solicitar mayor información.
Calidad de la evidencia: muy baja
Fuerza de recomendación: fuerte a favor
Justificación
No existe evidencia para realizar un análisis cuantitativo sobre este punto en particular,
pero a continuación se describen los reportes
en la literatura.
Al tratarse de pacientes inmunosuprimidos,
si viajaran a una zona endémica para una determinada enfermedad inmunoprevenible que
no existe o presenta una menor prevalencia en
su país, el riesgo y severidad para estas enfermedades podrían ser mayores.
Si bien no se hallaron estudios para responder
esta pregunta, las recomendaciones de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI)146 y del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) para
viajeros inmunosuprimidos147 consideran oportuna una consulta pre-viaje con un especialista en
medicina del viajero quienes evaluarán:
• Vacunas requeridas u obligatorias: son necesarias para ingresar a un país, obtener visa o
para estudiar en una universidad de ese lugar.
En esta categoría se incluye exclusivamente la
vacuna contra la fiebre amarilla.
• Vacunas recomendadas: se indican de acuer-
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do con el riesgo que existe, teniendo en cuenta el
lugar de viaje, tipo de viaje, duración, etc. En esta
categoría se incluyen las siguientes vacunas: antiVHA, anti-VHB, antifiebre tifoidea, antimeningocócica, antiencefalitis japonesa y centroeuropea,
anticolérica, anti-influenza y antirábica.
Vacuna antifiebre amarilla
Las recomendaciones de seguridad y efectividad de la vacuna antifiebre amarilla en pacientes
con ERICA de la Sociedad Brasilera de Reumatología consideran tanto el riesgo de infección en estos pacientes, como los posibles eventos adversos
luego de la exposición a la vacuna. No contraindican formalmente su uso y no recomiendan esta
vacuna para pacientes que viajan a áreas endémicas con tratamiento inmunosupresor (dosis altas de esteroides) o en aquellos con alta actividad
de su enfermedad de base148.
Un estudio observacional, prospectivo, multicéntrico controlado evaluó pacientes con diagnóstico de enfermedades reumáticas (AR, APs,
artritis idiopática juvenil) que estaban siendo tratados con dosis bajas de MTX (<20 mg/semana)
y solicitaron consejo de viaje en seis centros de
turismo de Suiza. Requerían la vacuna para viajar
a zonas de riesgo. Se comparó con controles apa-
reados. Concluyeron que la primera vacunación
contra la fiebre amarilla en pacientes expuestos
a MTX en bajas dosis fue segura e inmunogénica
luego de un seguimiento de 30 días149.
Deberá evaluarse cada caso en particular, y
analizar el tiempo de exposición y el lugar del
viaje con un experto en medicina del viajero.
Vacuna anti-VHA
La vacuna anti-VHA es la vacuna del viajero
más utilizada. Se puede considerar que dos dosis,
administradas con 6 meses de diferencia, proporcionan inmunidad protectora en la mayoría de los
viajeros que tienen AR tratados con agentes antiTNFα y/o DME-c. En contraste con las recomendaciones para viajeros sanos, una sola dosis de la
vacuna anti-VHA no es suficiente como profilaxis
previa a la exposición para estos pacientes66.
Al momento en que se redactó este Consenso,
no estaban en consideración las vacunas contra
COVID-19 (para mayor información, la SADI tiene
una recomendación propia disponible en: https://
www.sadi.org.ar/comisiones-de-trabajo/comisiondevacunas/itemlist/tag/VACUNAS%20COVID%20
DOCUMENTOS, y la SAR refiere a las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación en:
https://www.reumatologia.org.ar/covid_19.php).
Tabla 1: Recomendaciones SAR-SADI sobre inmunizaciones en adultos, calidad de evidencia y fuerza de recomendación.
Recomendación
1. Los pacientes con ERICA, estén o no bajo tratamiento IS, tienen mayor riesgo de
enfermedades inmunoprevenibles. Se recomienda que independientemente del
tratamiento que estén recibiendo, reciban su correspondiente esquema de vacunación
con vacunas inactivadas
2. Los pacientes con ERICA que están bajo tratamiento con IS deben iniciar o
completar su esquema de vacunación, solo con las vacunas inactivadas
Calidad de evidencia
Fuerza de
recomendación
Baja
Fuerte a favor
Baja
Moderada
/
Fuerte a favor
3. Esquema de vacunación recomendado:
3Vacunación anual contra la influenza
3 Vacuna PCV 13 y PPV23 secuencial
3 Vacunación anti-VHB
3 Vacuna doble bacteriana (dT)
3 Vacunación contra el virus del VPH en pacientes menores de 26 años
3 En pacientes con hiposplenia o asplenia funcional por LES, se recomienda consulta
a un especialista para evaluar vacunas a recibir
Las vacunas a virus vivos atenuados merecen consideración especial según situación
e inmunosupresión de cada paciente. En estos casos se recomienda evaluación con
infectólogo
Baja
Fuerte a favor
4. En adultos menores de 50 años con una ERICA, en plan de iniciar un tratamiento
con IS y que padecen mayor riesgo de desarrollo de HZ, se recomienda vacunación
para HZ evaluando cada caso y consulta al infectólogo
Muy baja
Débil a favor
5. En los pacientes que se encuentran en remisión o baja actividad y deban iniciar o
completar esquema con vacunas inactivadas, se recomienda realizarlo sin presentar
mayor riesgo de reactivación de enfermedad de base
Baja
Fuerte a favor
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Calidad de evidencia
Fuerza de
recomendación
6. En pacientes con ERICA que requieran vacunas inactivadas adyuvantadas, se
recomienda realizar o completar esquema con dicha vacuna ya que su utilización
demostró ser segura
Baja
Fuerte a favor
7. En todos los pacientes con ERICA se recomienda completar el esquema de vacunación
con vacunas inactivadas independientemente de la dosis de esteroides
Baja
Fuerte a favor
8. No se recomienda la aplicación de vacunas a virus vivos atenuados en pacientes
con ERICA inmunosuprimidos, ya sea por su enfermedad o por tratamiento. La
aplicación de este tipo de vacunas se debe estudiar caso por caso y con el apoyo de los
especialistas
Baja
Fuerte a favor
9. Se recomienda que el esquema de vacunación a los pacientes con ERICA se
administre preferentemente en períodos estables de enfermedad. Sin embargo,
hay que considerar que en ciertos pacientes no se debe perder la oportunidad de
aplicación al momento de la consulta
Muy baja
Fuerte a favor
10. En pacientes con ERICA que aún no comenzaron terapia inmunosupresora, se
recomienda realizar inmunización, preferentemente antes del inicio de la misma
Baja
Fuerte a favor
11. Se recomienda constatar estado inmunitario en pacientes con ERICA para varicela,
sarampión y rubéola según el siguiente esquema: para varicela se considerará
inmunizado a quien tenga antecedentes de enfermedad, y para sarampión y rubéola
constancia de esquema completo (carnet de vacunas con dos dosis de triple viral* o
doble viral**, separadas por más de 1 mes). Aquellos pacientes que no cumplan con estos
antecedentes y en quienes se requiera, se solicitará serología
Muy baja
Fuerte a favor
12. Se recomienda evitar el uso de las vacunas vivas (fiebre amarilla, vacuna
oral contra la fiebre tifoidea, sarampión, rubéola, parotiditis, antivaricela, antiHZ y fiebre hemorrágica argentina) en pacientes con ERICA en tratamiento con
inmunosupresores sistémicos
Muy baja
Fuerte a favor
13. En el caso particular de la vacuna anti-HZ atenuada, puede utilizarse si el paciente
se encuentra en tratamiento con metotrexato en dosis de 0,4 mg/kg/semana o menores,
sin esteroides en dosis inmunosupresoras u otra causa de inmunosupresión asociada,
evaluando con precaución cada caso
Muy baja
Débil a favor
14. De considerar la indicación de una vacuna viva atenuada, la administración de la
misma debe ser al menos 4 semanas antes del inicio del tratamiento inmunosupresor
Muy baja
Fuerte a favor
15. Se recomienda vacunar contra varicela a aquellos pacientes con IgG negativas, 4
semanas antes del inicio del inmunosupresor
Muy baja
Fuerte a favor
16. En aquellos pacientes con antecedente de HZ y sin inmunosupresión se recomienda
indicar la vacuna anti-HZ, luego de por lo menos 6-12 meses después de la infección
Moderada
Débil a favor
17. Los convivientes deben presentar el siguiente esquema:
Atenuadas: sarampión, rubéola, parotiditis, varicela. Inactivadas: IPV, influenza. Pueden
administrarse, además si estuvieran indicadas, las siguientes vacunas: fiebre amarilla,
rotavirus, HZ. Para el caso de la vacuna rotavirus debe haber precaución para los
contactos con ERICA
Baja
Fuerte a favor
18. No se recomienda la solicitud de genotipos de VPH previa a la vacunación
Baja
Fuerte a favor
19. En embarazadas con ERICA se recomienda el siguiente esquema:
3Constatar el carnet de vacunación, preferentemente preconcepcional.
3Aplicación de la vacuna dTpa a partir de la semana 20 de gestación.
3Anti-influenza en cualquier trimestre del embarazo en época de circulación de influenza.
3Pueden recibir si estuviera indicado:
3Vacuna contra hepatitis B
3Vacuna contra hepatitis A
3Vacuna antipoliomielítica inactivada
3Vacuna antimeningocócica
3Vacuna antineumocócica
• Es necesario conocer y advertir a las madres que recibieron biológicos durante el
embarazo, que los neonatos no deben recibir vacuna BCG hasta los 6 meses de vida
Muy baja
Fuerte a favor
20. No se recomienda viajar a zonas de circulación de virus de fiebre amarilla dado
que la vacunación está desaconsejada en pacientes con ERICA.
Se sugiere consulta a medicina del viajero para solicitar mayor información
Muy baja
Fuerte a favor
Recomendación
ERICA: enfermedades reumáticas inflamatorias crónicas autoinmunes; IS: inmunosupresor; PCV13: vacuna antineumocócica
conjugada 13; PPV23: vacuna antineumocócica polisacárida 23 valente; VHB: virus de hepatitis B; dT: difteria-tétanos; VPH:
virus de papiloma humano; LES: lupus eritematoso sistémico; HZ: herpes zóster; IgG: inmunoglobulina G; IPV: polio inactivada;
dTpa: triple bacteriana acelular.
*sarampión, rubéola, parotiditis; **sarampión, rubéola.
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