Papers by ALBERTO MONTERO CABEZAS
R ARA ES LA PERSONA QUE A LO LARGO DE SU VIDA no ha poseído una colección de algo, ya se trate de... more R ARA ES LA PERSONA QUE A LO LARGO DE SU VIDA no ha poseído una colección de algo, ya se trate de objetos, imágenes, músicas. Nacidas a veces de forma casual, por la repentina llegada de un objeto curioso o valioso, las colecciones se convierten en uno de esos fenómenos humanos y culturales en los que el todo no coincide con la suma de las partes. Del mismo modo que la memoria de los individuos y de los pueblos no es la mera suma de los instantes vividos. Es el valor, el objetivo, el orden de ese conjunto, de esa acumulación de objetos, lo que le confiere determinados sentidos y signifi-cados. Si la selección y el orden de los recuerdos de cada uno de nosotros nos dan la imagen de lo que somos, la selección y el orden de los objetos naturales y artificiales de un individuo o de una institución nos dan la medi-da de su personalidad científica, artística o cultural. Hubo precisamente un momento en la historia de la ciencia en el que la "his-toria" dejó de ser una mera acumulación de hechos y de informaciones, dependiente de la capacidad de la memoria pero ajena al orden de la razón, para convertirse en una acumulación ordenada, seleccionada, purgada y sometida a duros interrogatorios. Fue el momento en el que la historia natural pasó de ser un conjunto de saberes necesario pero previo a la ciencia (tal como durante siglos había afirmado la tradición aristotélica) para entrar con pleno derecho en el campo de la ciencia, es más, para constituirse como pieza clave de la investigación científica de la naturaleza. La "historia", en su sentido clásico, correspondía a la experiencia, y la experiencia a la memo-ria; la razón llegaría después a interpretar los datos de la experiencia. 1 La obra de Francis Bacon no supuso-como tantas veces se dice-una defensa del conocimiento empírico en la ciencia en contra de una tradición que negaba el valor de la experiencia, pues si a alguien se le podía atribuir el calificativo de empirista era a Aristóteles, que incluso llegó a negar que algo que no era sensible pudiese llegar a ser inteligible. Lo que supuso la obra de Bacon fue la defensa de una historia natural en la que-a diferencia de los aristotélicos-la observación, la memoria y la razón caminaban paralelas en la construcción del conocimiento científico. En pos de una historia ordenada, clasificada, seleccionada y orientada hacia unos objetivos previamente establecidos. Así, mientras que en la pirámide aristotélica del conocimiento la historia-la
Bookmarks Related papers MentionsView impact
Uploads
Papers by ALBERTO MONTERO CABEZAS