Juan Alejandro Valente
uan Alejandro Valente was born on July 13, 1987 in San Isidro, Province of Buenos Aires. He currently resides in the city of San Fernando, Province of Buenos Aires.
He holds a degree in Political Science from the University of Buenos Aires, a higher diploma in Management and Control of Public Policies (FLACSO) and is a professor of secondary and higher education in Political Science at the Universidad del Este de La Plata. He has been teaching since 2012 in public high schools in the northern area and the San Fernando delta.
Since 2009 he has produced political radio programs that he has conducted in different FM in the northern area of Greater Buenos Aires, highlighting 'La mesa redonda' (2009/14) 'Cronopios sueltos' (2015) 'Usina cacofónica' (2016) 'Salvemos la República' (since 2021).
In 2018 he founds Hikari Dojo Victoria, a space where artistic activities are performed, mainly aikido and reikido.
In 2021 he begins his career as a political candidate and also publishes his first work 'Al César lo del César' an essay on the nature of political power, which achieves international recognition.
He holds a degree in Political Science from the University of Buenos Aires, a higher diploma in Management and Control of Public Policies (FLACSO) and is a professor of secondary and higher education in Political Science at the Universidad del Este de La Plata. He has been teaching since 2012 in public high schools in the northern area and the San Fernando delta.
Since 2009 he has produced political radio programs that he has conducted in different FM in the northern area of Greater Buenos Aires, highlighting 'La mesa redonda' (2009/14) 'Cronopios sueltos' (2015) 'Usina cacofónica' (2016) 'Salvemos la República' (since 2021).
In 2018 he founds Hikari Dojo Victoria, a space where artistic activities are performed, mainly aikido and reikido.
In 2021 he begins his career as a political candidate and also publishes his first work 'Al César lo del César' an essay on the nature of political power, which achieves international recognition.
less
Uploads
Papers by Juan Alejandro Valente
En primer lugar, se explora su crítica a las formas alienadas de conciencia, resaltando tres: la sensible, la moral y la del entendimiento, las cuales conducen a la alienación. Hegel propone la confrontación y el diálogo como medios para superar esta alienación y alcanzar una nueva forma de autoconciencia. En segundo lugar, se examina la dinámica dialéctica del reconocimiento mutuo entre individuos en una relación de poder desigual, donde se destaca la interdependencia entre el amo y el esclavo. Como corolario de este primer momento, se pretende profundizar en el desarrollo del pensamiento sobre la autoconciencia, resaltando dos procesos hacia la independencia y la libertad, y cómo la conciencia implica un reconocimiento mutuo entre individuos. Intentaremos describir cómo es que Hegel busca entender la realidad y la política a través de su argumento que la libertad se logra mediante la lucha por el reconocimiento mutuo y la superación de las formas alienadas de conciencia, con un enfoque triádico que abarca la metafísica, la lógica y la política.
Además, alcanza el objetivo de este trabajo arrojar claridad sobre los argumentos que dejan en evidencia el rol que cumple el Estado para garantizar la libertad y el bienestar de los individuos, percibiéndolo como una entidad orgánica en constante desarrollo a lo largo de la Historia. Se pretenderá problematizar sobre la inclinación de Hegel por la monarquía constitucional como la mejor forma de gobierno, donde la economía debe estar subordinada al Estado para garantizar la justicia y el bienestar general. Se tratará de puntualizar sobre la relación entre el Estado y la sociedad civil, así como la importancia que tiene el respeto irrestricto de la Constitución como máxima jurídica, estableciendo de este modo los límites del poder estatal y protegiendo los derechos de los ciudadanos. Por último, haremos apología su concepción del Estado en tanto entidad ética que representa la voluntad de la comunidad política, responsable de garantizar la libertad y la justicia para todos los ciudadanos.
To this end, I will briefly outline the limits of rationality, determine the boundaries of morality through John Rawls argument by analyzing a fragment of the Theory of Justice; define what we understand by the State and what are its purposes; I will argue in favor of voluntarism as the ultimate engine of belief in political institutions as opposed to Jeremy Bentham's classical utilitarianism, to conclude with a defense of the republican system and the democratic regime of government through the conceptualization made by Lucio Levi in his article on legitimacy in the Dictionary of Political Science compiled by Norberto Bobbio.
That opposite that I transform into a threatening external is nothing more than what we do not wish to be, but its symbolic capital can even mobilize us to war. All this is possible because of the imperfect constitution of human beings, as Machiavelli maintains, the human being must be considered as a latent threat rather than as a brother of religion if it is a matter of political affairs, the ruler has a good omen when fear prevails over love among his subjects, but never hatred.
To hate is to intensely desire pain or punishment on an object, hatred is a human emotion, therefore it is part of this humanity that we have been detailing. Certainly this emotion takes shape in the figure of otherness, of that which threatens me. At the political level, the emotion of hatred is as effective as it is risky, since only those who hate act with violence, therefore we will use conceptual categories that Sigmund Freud exposes in The Malaise In Culture, such as 'culture', 'consciousness of guilt' and 'otherness'. In a second moment we will try to perceive how symmetrical is the construction of enmity with the theorization of cultural inheritance and the consciousness of guilt experienced by the Human Being as exposed by Sigmund Freud.
The fundamental question of this paper is whether it is possible to endow the rival with ethicity, or whether he must necessarily embody evil. Therefore, in a third instance, we will try to theorize about jus belli, the right of a State to declare war. We will look to Carl Von Clausewitz's famous On War (1832) to argue in favor of the free will of nation-states.
Then, we will present Carl Schmitt's argument in The Theory of the Constitution in defense of popular unity as a substantial democratic principle and the eminent representation that arises from this founding act, to oppose it to the teleological relativism that Claude Lefort raises in his work The Democratic Invention.
Finally, we will open the debate on whether, as Hegel argues, all the proper ends of society and the State are the proper ends of private individuals or whether there is, in the end, a higher interest that can be represented by the materialization of the popular will that the totalitarian model pretends to represent.
En primera instancia trataré de dejar en claro cuáles son los límites de la razón humana, cuál es su destino particular y qué podemos esperar de ella. Luego indagaré sobre el concepto de Historia universal en sentido cosmopolita; sobre el ser humano como aquel que en tanto racional es moral, es decir autónomo, qué significa eso; sobre su insociable sociabilidad y el conflicto como motor del progreso; y sobre la necesidad de una esperanza de un sentido para la Historia. Por último, trataré de reconstruir los argumentos de Kant sobre cuál debe ser el rol del filósofo en la política.
La tesis fundamental del presente trabajo es demostrar que sin presencia no hay contacto, sin contacto no hay conocimiento, sin conocimiento no hay justicia. Este razonamiento es de secuencia armónica, dialéctica e imposible de comprender en su totalidad por la Razón humana en bruto. El refinamiento del aspecto filosófico del entendimiento posibilitan el pensar los límites de la experiencia cognoscible, es decir lo que Platón ha establecido en la idea de Bien. Entonces la justicia no es más que una de las formas que adopta esa idea, lo justo es lo bueno en sí en tanto finalidad última de la razón.
En primer término, indago sobre qué es lo que considero justo y sostengo que justo es defender el derecho a la vida. Sabiendo también que justo puede ser sólo quien renuncia voluntariamente al libre albedrío para el cumplimiento del propósito en tanto especie, es decir proteger la creación.
En 1971 publica John Rawls en EEUU Teoría De La Justicia donde la define como imparcialidad. Describiré los principales aspectos de su planteo e intentaré esbozar paralelismos con las hipótesis presentadas como propias.
Si el Gran Tiempo nos determina qué debemos esperar de la política, entonces un estudio de la cultura política debe focalizar en los aspectos polémicos del debate público. Sosteniendo que no hay elemento viviente sin finalidad trascendente intentaré dar una definición satisfactoria de sistema político en tanto dirección ideológica del cuerpo social; y, sabiendo que las desigualdades son intrínsecas a cualquier competencia permanente como la que plantea el mercado de bienes y servicios en materia económica; el que es planteado en materia política en las democracias en el plano público; y, en tercer lugar, el que percibimos en la circulación de mensajes en lo que respecta a lo ideológico; diremos que una concepción de justicia como fomento del cumplimiento del propósito social entendido como autoafirmación de una especie cuyo fin es la preservación y desarrollo de la vida es difícilmente pensable en un contexto capitalista.
En última instancia, intentaré aproximarme a la posibilidad de establecer un propósito último de la praxis humana basado en el concepto de justicia como armonía, en tanto fomento del equilibrio de las pasiones sociales, utilizando la transpolación directa de las individuales. Utilizaré dicho atajo conceptual que lo uno y lo múltiple se rigen bajo un mismo patrón de comportamiento, por ello son simétricas las variables experimentables.
Ciclo político-Cronos/Aión-Corrupción
ABSTRACT
Toda acción política se hace con miras a trascender la inmediatez y a direccionar la Historia hacia un cierto rumbo. Corroe cualquier sistema teórico saber efectivamente " ¿cuál es el factor más poderoso y, en última instancia, decisivo, en la incesante lucha vital por la existencia y por el éxito: el valor personal o el simple y fatal curso del tiempo? " (Zimmer [HZ] ,2011: 116). Esta será la incógnita central del presente trabajo. En la Historia hay diversos tiempos y mareas. Hay periodos de ascenso, en los que todo apoya al héroe conquistador, a punto tal que " éste parece cabalgar sobre la gran ola. Hasta sus faltas y defectos lo favorecen. Ningún revés puede quebrar su carrera. Y sus enemigos, aunque muy valientes y apoyados por recursos superiores, luchan en vano por detener su marcha triunfal. El tiempo (khala), poder supremo, lo favorece, eso es todo. Pero el tiempo marcha en ciclos, ora expandiéndose, ora contrayéndose. La carrera del héroe coincide con un periodo de crecimiento ".(HZ: 117) El presente artículo gira alrededor de si es posible pensar al tiempo como algo unívoco o bien debe ser entendido como una tensión de dos, para ello me valdré de la paradoja planteada por Deleuze en Lógica del Sentido. También deseo profundizar en el concepto de ciclo en la experiencia política utilizando como referente a Maquiavelo en Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio. Colateralmente a ello, y utilizando la línea argumental del libro publicado por primera vez en 1531 (luego de la muerte de su autor), es mi objetivo dejar planteada qué características ontológicas presenta el sujeto político, un debate tan simple como cuál es la naturaleza de la acción humana; cuáles son las características en la actualidad del ciclo político; y sobre si en el pueblo o una vanguardia iluminada reposa más segura la libertad; para concluir intentando dar una definición a la pregunta central.
En primer lugar, se explora su crítica a las formas alienadas de conciencia, resaltando tres: la sensible, la moral y la del entendimiento, las cuales conducen a la alienación. Hegel propone la confrontación y el diálogo como medios para superar esta alienación y alcanzar una nueva forma de autoconciencia. En segundo lugar, se examina la dinámica dialéctica del reconocimiento mutuo entre individuos en una relación de poder desigual, donde se destaca la interdependencia entre el amo y el esclavo. Como corolario de este primer momento, se pretende profundizar en el desarrollo del pensamiento sobre la autoconciencia, resaltando dos procesos hacia la independencia y la libertad, y cómo la conciencia implica un reconocimiento mutuo entre individuos. Intentaremos describir cómo es que Hegel busca entender la realidad y la política a través de su argumento que la libertad se logra mediante la lucha por el reconocimiento mutuo y la superación de las formas alienadas de conciencia, con un enfoque triádico que abarca la metafísica, la lógica y la política.
Además, alcanza el objetivo de este trabajo arrojar claridad sobre los argumentos que dejan en evidencia el rol que cumple el Estado para garantizar la libertad y el bienestar de los individuos, percibiéndolo como una entidad orgánica en constante desarrollo a lo largo de la Historia. Se pretenderá problematizar sobre la inclinación de Hegel por la monarquía constitucional como la mejor forma de gobierno, donde la economía debe estar subordinada al Estado para garantizar la justicia y el bienestar general. Se tratará de puntualizar sobre la relación entre el Estado y la sociedad civil, así como la importancia que tiene el respeto irrestricto de la Constitución como máxima jurídica, estableciendo de este modo los límites del poder estatal y protegiendo los derechos de los ciudadanos. Por último, haremos apología su concepción del Estado en tanto entidad ética que representa la voluntad de la comunidad política, responsable de garantizar la libertad y la justicia para todos los ciudadanos.
To this end, I will briefly outline the limits of rationality, determine the boundaries of morality through John Rawls argument by analyzing a fragment of the Theory of Justice; define what we understand by the State and what are its purposes; I will argue in favor of voluntarism as the ultimate engine of belief in political institutions as opposed to Jeremy Bentham's classical utilitarianism, to conclude with a defense of the republican system and the democratic regime of government through the conceptualization made by Lucio Levi in his article on legitimacy in the Dictionary of Political Science compiled by Norberto Bobbio.
That opposite that I transform into a threatening external is nothing more than what we do not wish to be, but its symbolic capital can even mobilize us to war. All this is possible because of the imperfect constitution of human beings, as Machiavelli maintains, the human being must be considered as a latent threat rather than as a brother of religion if it is a matter of political affairs, the ruler has a good omen when fear prevails over love among his subjects, but never hatred.
To hate is to intensely desire pain or punishment on an object, hatred is a human emotion, therefore it is part of this humanity that we have been detailing. Certainly this emotion takes shape in the figure of otherness, of that which threatens me. At the political level, the emotion of hatred is as effective as it is risky, since only those who hate act with violence, therefore we will use conceptual categories that Sigmund Freud exposes in The Malaise In Culture, such as 'culture', 'consciousness of guilt' and 'otherness'. In a second moment we will try to perceive how symmetrical is the construction of enmity with the theorization of cultural inheritance and the consciousness of guilt experienced by the Human Being as exposed by Sigmund Freud.
The fundamental question of this paper is whether it is possible to endow the rival with ethicity, or whether he must necessarily embody evil. Therefore, in a third instance, we will try to theorize about jus belli, the right of a State to declare war. We will look to Carl Von Clausewitz's famous On War (1832) to argue in favor of the free will of nation-states.
Then, we will present Carl Schmitt's argument in The Theory of the Constitution in defense of popular unity as a substantial democratic principle and the eminent representation that arises from this founding act, to oppose it to the teleological relativism that Claude Lefort raises in his work The Democratic Invention.
Finally, we will open the debate on whether, as Hegel argues, all the proper ends of society and the State are the proper ends of private individuals or whether there is, in the end, a higher interest that can be represented by the materialization of the popular will that the totalitarian model pretends to represent.
En primera instancia trataré de dejar en claro cuáles son los límites de la razón humana, cuál es su destino particular y qué podemos esperar de ella. Luego indagaré sobre el concepto de Historia universal en sentido cosmopolita; sobre el ser humano como aquel que en tanto racional es moral, es decir autónomo, qué significa eso; sobre su insociable sociabilidad y el conflicto como motor del progreso; y sobre la necesidad de una esperanza de un sentido para la Historia. Por último, trataré de reconstruir los argumentos de Kant sobre cuál debe ser el rol del filósofo en la política.
La tesis fundamental del presente trabajo es demostrar que sin presencia no hay contacto, sin contacto no hay conocimiento, sin conocimiento no hay justicia. Este razonamiento es de secuencia armónica, dialéctica e imposible de comprender en su totalidad por la Razón humana en bruto. El refinamiento del aspecto filosófico del entendimiento posibilitan el pensar los límites de la experiencia cognoscible, es decir lo que Platón ha establecido en la idea de Bien. Entonces la justicia no es más que una de las formas que adopta esa idea, lo justo es lo bueno en sí en tanto finalidad última de la razón.
En primer término, indago sobre qué es lo que considero justo y sostengo que justo es defender el derecho a la vida. Sabiendo también que justo puede ser sólo quien renuncia voluntariamente al libre albedrío para el cumplimiento del propósito en tanto especie, es decir proteger la creación.
En 1971 publica John Rawls en EEUU Teoría De La Justicia donde la define como imparcialidad. Describiré los principales aspectos de su planteo e intentaré esbozar paralelismos con las hipótesis presentadas como propias.
Si el Gran Tiempo nos determina qué debemos esperar de la política, entonces un estudio de la cultura política debe focalizar en los aspectos polémicos del debate público. Sosteniendo que no hay elemento viviente sin finalidad trascendente intentaré dar una definición satisfactoria de sistema político en tanto dirección ideológica del cuerpo social; y, sabiendo que las desigualdades son intrínsecas a cualquier competencia permanente como la que plantea el mercado de bienes y servicios en materia económica; el que es planteado en materia política en las democracias en el plano público; y, en tercer lugar, el que percibimos en la circulación de mensajes en lo que respecta a lo ideológico; diremos que una concepción de justicia como fomento del cumplimiento del propósito social entendido como autoafirmación de una especie cuyo fin es la preservación y desarrollo de la vida es difícilmente pensable en un contexto capitalista.
En última instancia, intentaré aproximarme a la posibilidad de establecer un propósito último de la praxis humana basado en el concepto de justicia como armonía, en tanto fomento del equilibrio de las pasiones sociales, utilizando la transpolación directa de las individuales. Utilizaré dicho atajo conceptual que lo uno y lo múltiple se rigen bajo un mismo patrón de comportamiento, por ello son simétricas las variables experimentables.
Ciclo político-Cronos/Aión-Corrupción
ABSTRACT
Toda acción política se hace con miras a trascender la inmediatez y a direccionar la Historia hacia un cierto rumbo. Corroe cualquier sistema teórico saber efectivamente " ¿cuál es el factor más poderoso y, en última instancia, decisivo, en la incesante lucha vital por la existencia y por el éxito: el valor personal o el simple y fatal curso del tiempo? " (Zimmer [HZ] ,2011: 116). Esta será la incógnita central del presente trabajo. En la Historia hay diversos tiempos y mareas. Hay periodos de ascenso, en los que todo apoya al héroe conquistador, a punto tal que " éste parece cabalgar sobre la gran ola. Hasta sus faltas y defectos lo favorecen. Ningún revés puede quebrar su carrera. Y sus enemigos, aunque muy valientes y apoyados por recursos superiores, luchan en vano por detener su marcha triunfal. El tiempo (khala), poder supremo, lo favorece, eso es todo. Pero el tiempo marcha en ciclos, ora expandiéndose, ora contrayéndose. La carrera del héroe coincide con un periodo de crecimiento ".(HZ: 117) El presente artículo gira alrededor de si es posible pensar al tiempo como algo unívoco o bien debe ser entendido como una tensión de dos, para ello me valdré de la paradoja planteada por Deleuze en Lógica del Sentido. También deseo profundizar en el concepto de ciclo en la experiencia política utilizando como referente a Maquiavelo en Discursos sobre la Primera Década de Tito Livio. Colateralmente a ello, y utilizando la línea argumental del libro publicado por primera vez en 1531 (luego de la muerte de su autor), es mi objetivo dejar planteada qué características ontológicas presenta el sujeto político, un debate tan simple como cuál es la naturaleza de la acción humana; cuáles son las características en la actualidad del ciclo político; y sobre si en el pueblo o una vanguardia iluminada reposa más segura la libertad; para concluir intentando dar una definición a la pregunta central.