Hanif Kureishi
Hanif Kureishi
Hanif Kureishi
Guiones de películas:
Sí. Pensaba el otro día: “bien, pago para escucharlo hablar”. Cuando habla, es un
• Mi hermosa lavandería. 1984. Anagrama 1991 hombre muy interesante. Disfruto de hablar con él. Puedo hablarle de mis sueños,
• Sammy y Rosie se lo montan. Anagrama, 1991
• Londres me mata. 1992
• Mi hijo el fanático. 1997
* Entrevista realizada en Londres en octubre de 2016. Versión en español de la desgrabación realizada por Ana María Olagaray.
Es decir que, en tu opinión, hay vínculos estrechos entre el psicoanálisis y la literatura… ¿Verdaderamente el psicoanálisis te salvó la vida?
Bueno, como sabes si has leído el trabajo de Freud, está lleno de referencias a Sófo- Muchas veces, de muchas maneras, sí. De muchas maneras.
cles, Shakespeare, Ibsen, y sabes por supuesto que Lacan era amigo cercano de los su-
rrealistas; estaba muy interesado en Joyce, y el psicoanálisis para mí ha estado siempre ¿Puedes contarme sobre eso o es demasiado privado?
más próximo a la literatura y a la filosofía que a la ciencia. Y, como sabes también, si
estudias psicoanálisis y literatura, se iluminan mutuamente. Y podría decirse que si Bueno, puedo hablar de eso en términos generales. Quiero decir que una de las
quisieras buscar lo que a los hombres y a las mujeres realmente les gusta, mirarías la cosas que puede evitarte el psicoanálisis es ser tan autodestructivo. Y Freud creo
historia de la cultura: la poesía, la literatura, la pintura, la música… Verías cómo eran que dijo en algún momento que todo lo que el psicoanálisis está preparado para
los hombres y las mujeres. No lo encontrarías, por ejemplo, en la ciencia o en la psi- hacer es mitigar los efectos del superyó o del instinto de muerte, o la posibilidad de
cología. Así que hay una gran superposición para mí entre psicoanálisis y literatura. que nos hagamos daño. Me salvó de eso, que ya es mucho. Y también puedo decir
¿Y tú? Anacrónico en la manera en que amas el psicoanálisis y en que usas el psicoanálisis –y usas
mucho el psicoanálisis–, que no está de moda. Y prestarle tanta atención a esta disciplina, sin
Yo tuve que aprender a hablar. Además, cuando tienes unos antecedentes como ser psicoanalista… encuentro que es un poco anacrónico, en un buen sentido.
los míos… Yo crecí en los 50… una época anterior a los 60, anterior a la ruptu-
ra de los tabúes. Cuando hay mucho que no dijiste, que no se te permitía decir Es que el psicoanálisis no está de moda, como dijiste, pero está en todos lados.
(el habla era muy controlada en los suburbios; había muchas cosas que ellos no
deseaban oír), tienes que aprender. Si eres un neurótico común como yo, tienes En la cultura…
que aprender a hablar.
En la cultura. Si quieres hablar, no sé, de arquitectura, o de la sexualidad, puedes
¿El psicoanálisis te ayudó a aprender a hablar? ver que el lenguaje sigue estando lleno de ideas psicoanalíticas, a menudo estúpidas
o malentendidas, pero ahí está.
Bueno, te enseñas a ti mismo a escuchar…
Sabes que Susan Sontag ha dicho que la sesión psicoanalítica tiene una forma estética y po-
Escuchándote a ti mismo… dría ser una forma de instalación o performance. Nadie le ha prestado atención al carácter
estético de la sesión psicoanalítica. ¿Qué piensas al respecto?: pensar la sesión no sólo desde
Sí. el punto de vista del pensamiento o del tratamiento de alguien, sino desde el aspecto estético.
Escucharse a uno mismo hablar…
No estoy seguro sobre esto. Es ciertamente una performance, podría decirse.
Y escucharte no hablar. Bueno, escuchas dónde está el límite, la frontera, todo lo
que podrías pensar que no puedes decir. Una performance hecha por dos personas.
¿Y qué tal eso? ¿Cuánto podemos decir o aun escribir de lo que es imposible decir? Porque Es un show, una performance. Sí, podría decirse. No hay otra idea en el mundo
has citado a Wittgenstein en algunos ensayos… como la idea de la sesión psicoanalítica, ¿no?: la idea de dos personas que están
sentadas en una habitación; hombre o mujer, o dos hombres, pero sentados en
Yo estaba fascinado con Wittgenstein, y así es como me interesé por Lacan, por una habitación durante 25 años, sólo hablando, tal vez dos veces por semana,
la preocupación sobre el lenguaje. Él, como sabes, escribió sobre la idea de un o tres, o lo que sea, y sólo hablan de las cosas más estúpidas. De hecho, la es-
lenguaje privado, que me interesó mucho, porque es imposible un lenguaje pri- tupidez sería la esencia del trabajo, podría decirse. Es una idea extraordinaria.
vado, pero hay otro lenguaje privado que tiene que ver con la inhibición, con el ¡Puedes ver por qué no está de moda! Porque es una idea tan bizarra… Pero
límite del habla. es una idea bella. Y parece más bella mientras más viejo soy: que uno pague
para sentarse en una habitación y hablar macanas durante 22 años me parece
¿Y tú trabajas en los límites del habla? ¿O no? fantástico. Es algo absurdo.
No sé, no puedo responder eso. Me doy cuenta de eso cuando estoy escribiendo También puede ser interesante escuchar macanas durante muchas horas al día…
sobre lo que tienes miedo de decir y sobre lo que no se puede decir, y sobre aquellas
cosas que te sientes nervioso de decir y que a menudo son las más significativas; Bueno, no soy psicoanalista, pero soy profesor de escritura y muchos de mis alum-
más a menudo tienen la mayor fuerza, la mayor electricidad, sí. nos vienen a sentarse aquí, y cuando nos encontramos, hablamos y, más que nada,
los escucho hablar sobre la escritura, y hablan de sus madres, sus vidas, que esto y
¿Y qué lugar ocupa el psicoanálisis en tu trabajo y en tu vida, hoy en día? aquello. No estoy haciendo psicoanálisis…
Es muy central para mi trabajo el trabajo de Freud y el de Lacan, pero mayor- Pero los escuchas de una manera especial… Como si fueras psicoanalista…
mente Freud. Y debes saber que Freud tuvo una enorme influencia en el cine.
Todavía se ve cuando se piensa sobre la sexualidad, sobre la niñez, sobre los Una clase de psicoanalista, pero luego escucho algo y digo: “Lo que acabas de decir
líderes –como Trump–, lo que sea. Para mí se ha vuelto imposible pensar sobre es una idea realmente interesante. ¿Por qué pensaste en eso? A lo mejor lo podrías
el mundo sin pensar a través de Freud, usando las ideas de Freud. Es central poner en tu novela. ¿Por qué no empiezas a pensar más en eso?”. Así es que noto
para mí, sí. cosas de su parte que puedo devolverles y ellos pueden usar o no usar.
No. No creo que se pueda ser psicoanalista y novelista. Es imposible, porque siem- Espero. El psicoanálisis me permitió pensar más libremente porque el psicoaná-
pre sentirías que estás buscando material o escucharías material… No escucharías lisis te enseña a no estar a la defensiva; el psicoanálisis te enseña que tú tienes los
a los pacientes con el mismo desinterés. Estaría buscando material como escritor, pensamientos o los sentimientos que tienes, así que me permitió pensar más libre-
y no se puede hacer eso como analista. De todos modos, ya tengo un trabajo real- mente. Cuando era joven estaba muy inhibido, estaba muy nervioso: nervioso por
mente bueno, tengo un trabajo grandioso. Mi analista usualmente escucha gente la gente, nervioso por tener que hablar, nervioso por mis propios pensamientos.
desde las 7:00 de la mañana hasta las 5:00, 6:00 de la tarde… Es un montón de puta Mis pensamientos me parecían peligrosos. Otra cosa que aprendes con el psicoa-
escucha. No sé cómo lo hacen, realmente no lo sé… nálisis es a decir todo, y, cuando lo dijiste, te das cuenta de que no hace daño. En
realidad es más bien interesante. Así que es –dijo Freud– una reeducación, y me
Te encanta estar contigo mismo, trabajando… permitió pensar y decir y escribir cosas que yo pensaba que me avergonzaban,
de hecho, pero eran realmente interesantes. Y no sólo eran sobre la sexualidad,
Me encanta, me hace muy feliz sentarme en una habitación y escribir una hora y otra sino sobre las relaciones, sobre la amistad, sobre cualquier cosa. Sólo pensar más
hora. Me hace muy feliz hacerlo. No necesariamente necesito mucha compañía. libremente, pensar, tener más ideas, de modo que tu psiquis se vuelve más una
democracia. Hay más cosas en la república democrática de tu psiquis.
Pero sabes que, en mi opinión, cuando una persona se compromete en un análisis durante
tantos años de manera tan importante, está más cerca de ser un analista. Lacan pensaba que, “La república democrática de tu psiquis”. Me gusta eso.
más allá del estudio de seminarios y textos freudianos, la posición de quien se ha analizado
no está tan lejos de la del psicoanalista, sin importar si decide trabajar como psicoanalista o Tener más pensamientos y tener conciencia de lo que estás reprimiendo o cerran-
no. Creo que la manera en la que escuchas a tus alumnos probablemente podría ser un tipo do, en la medida en que puedas. Es decir: siempre estuve interesado en los sue-
de manera psicoanalítica, más allá de una manera de enseñar… ños, fascinado por los sueños, y trabajé por años con mi analista sobre sueños. No
demasiado ahora, pero durante un largo tiempo los sueños fueron realmente de
Bueno, tienes razón. Porque con los alumnos de escritura, la verdad está en ellos, interés para mí.
no en mí. Si son escritores, entonces la verdad está en ellos y yo tengo que… Podría
ayudarlos a que saquen la verdad, pero la verdad no está en mis conocimientos Es el título de uno de tus ensayos…
sino en sus historias, podríamos decir, así que en ese sentido es similar. Pero lo que
has dicho también es interesante porque el psicoanálisis no es una cura a través del Soñar y contar (2002/2004). Durante años lo hicimos y lo encontré profundamente
habla, es en realidad una cura a través de la escucha, es una cura al ser escuchado, iluminador: pensar y hablar de sueños, y usar y conocer el lenguaje de los sueños,
podría decirse. Sentir que eres escuchado es muy sanador o aliviador. el lenguaje que usas para hablar de los sueños. Así que lo encontré muy liberador.
Quiero decir, no soy psicótico.
Has dicho que hoy en día nadie escucha a los demás.
Sí, lo sé.
No, todos están distraídos, nadie quiere escuchar, y es interesante. Lo veo con los estu- Que es una pena para un artista.
diantes: vienen a verme, se sientan ahí, a veces sólo hablan, hablan, hablan, y después se
van al carajo y te dejan, y tú piensas: “esta gente no tiene capacidad de escucha”. No tie- ¿No ser psicótico es una pena?
nen deseo de escuchar, no hay lugar, no hay sueño, no pueden estar sentados. A veces
les digo: “¿por qué no te sientas ahí y miramos por la ventana?”. Podemos estar sentados Sí.
media hora y no se lo aguantan, es muy difícil hacerlo. La habilidad para permanecer
callado es muy importante; eso me gusta. Entro en la habitación de mi psicoanalista y ¿Porque piensas que sólo los psicóticos pueden ser buenos artistas?
es totalmente silenciosa. No hay ruidos, ni radio; nada. Nos sentamos ahí en silencio y
el silencio es bello, y es un medio. Realmente funciona. Mayormente, sí. ¿No estás de acuerdo?
Y en el silencio también tienes ideas. Quiero decir, esto es meditar. En la medi-
tación el ideal es deshacerte de tus pensamientos. En el psicoanálisis, en el silencio No, no estoy de acuerdo. Los psicóticos sufren mucho…
de dos personas juntas como tú y yo, tienes buenos pensamientos, pensamientos
interesantes, pensamientos creativos. Lo sé, no me importa [ríe]. Pero me imagino, en mi fantasía, que hay una libertad
en la psicosis que no está en alguien que tiene inhibiciones…
¿De qué modo piensas que tu propio análisis ha determinado tu manera de contar historias?
¿Lo crees?
Esa es una muy buena pregunta. Espero que haya hecho que mi escritura sea me- Me imagino, no lo sé.
nos lógica. Espero que haya hecho mi escritura más extraña.
Sí, eso creo. Sí, claro. El lenguaje en el que hacen las interpretaciones es el lenguaje común. Pero has leído
a muchos autores psicoanalíticos…
Pero los psicóticos tienen muchas teorías, ¿no? Y encuentro sus teorías bastante
creativas. Tengo muchos amigos, de muchos años, que son psicoanalistas, sí.
Sí, es cierto. En algún modo tal vez Joyce estaba muy cerca de la psicosis. Padres e hijos
¿Cuántos años tienen tus hijos?
Lacan pensaba eso de Joyce, sí.
Tengo mellizos, de 22, y luego tuve otro, ahora de 18. Tengo tres varones, así que
Y cuando hablas en un diván, ¿piensas que eres como un personaje de Kureishi, o no? podría escribir sobre jóvenes…
Cuando hablo en el diván no tengo self [‘sí mismo’]. Uno abandona la seguridad del self. ¿Y a alguno de ellos le gusta escribir, o no?
Pero imagina por un momento que puedes verte y escucharte hablando en el diván… Uno de ellos es escritor, pero escribe para la televisión. Todos quieren trabajar en
películas y en televisión, que es el futuro, o el presente y el futuro. No quieren es-
Cuando hablo en el diván, como sabes, no es una conversación normal, obvia- cribir novelas, no leen novelas.
mente, así que no intento decirle al analista “¿cómo estás?”, “¿cómo te sientes?”,
“¿qué haces?”… Esa es otra cosa de la que quería hablar: la manera en que tratas a tu padre. Disfruté mucho
del libro que escribiste sobre él (Mi oído en su corazón, 2004) y encontré deliciosa la manera
Es una suerte de conversación loca… en que tratas este tema. Freud pensaba que el tema del padre era el más importante para un
hombre; lidiar con eso. Y la manera en que tratas ese tema, con Kafka mirándolo… [Kafka,
Sí. Así, en este sentido, él no es una persona, porque no pensé, no seguimos las en una fotografía, nos mira desde su cocina].
reglas de una conversación normal: “¿cómo se siente usted hoy?”, “¿cómo está su
resfriado?”, bla, bla, bla. Y yo no soy yo mismo tampoco, así que no diría que soy Sí, es hermoso.
personaje. Soy sólo una máquina que hace palabras.
Y Philip Roth (1991/2007) también escribió –y me gustó mucho– Patrimonio, sobre su padre…
“Una máquina que hace palabras”. Sí, pero te explicaré un poco más lo que quería preguntar-
te, porque te has mostrado mucho en tus novelas y en tus ensayos, pero lo que muestras de Sí, un libro maravilloso.
este modo es también una ficción, aunque hables de ti mismo de un modo muy íntimo y de
una manera que le permite al lector sentir lo que estás diciéndote a ti mismo, tu verdadera Terminé de leer Patrimonio y me llegó mucho, y a tu libro lo encuentro maravilloso, pero me
intimidad. Pero imagino que es también una ficción… pregunto: tu padre, tu padre tal como lo has retratado en el libro, ¿es una suerte de invento,
es una invención tuya? ¿Inventas allí a tu padre?
Sí, es artificial. Lo he creado y lo estoy haciendo… Es como una ficción, es una per-
formance, un libro. Es lo que dijo Philip Roth: que somos un sit-down [‘sentado’]. Por supuesto, sí, lo inventé, igual que Kafka inventó a su padre. Kafka se los inventó
Como los comediantes que hacen stand-up [‘de pie’], nos sentamos como come- a todos, a toda la familia. Es una idea hermosa. Es el instrumento; domina a su
diantes que brindan historias, digamos, sobre nosotros mismos, sobre un yo ficcio- propio padre, podría decirse. Lo domina por siempre al crear a su propio padre. Lo
nal, para entretener al lector. En el psicoanálisis no estoy tratando de entretener a he notado, sí, así que el padre de Kafka se vuelve más bien una caricatura grotesca
mi analista para nada, ni siquiera estoy tratando de entretenerme a mí mismo: sólo en la literatura de Kafka… Sí, inventé a mi padre. Pero también era una persona.
estoy hablando. Así que diría que no hay, para nada, un personaje; no hay un yo si
te abres al análisis. Es mucho más aleatorio si tienes suerte. Sí, me imagino.
Utilizas muchos conceptos técnicos, usualmente lees (no sólo a Freud, Winnicott, Lacan, Además de ser una invención mía, era una persona, pero mi padre… Tengo los
Bion…), haces un uso muy preciso de algunos conceptos psicoanalíticos… diarios de mi padre aquí [se levanta y busca unas carpetas que me muestra como
quien ofrece una prueba]. Estos son los diarios de mi padre, que leo y releo, y sobre
Leo todo eso, pero siempre trato de no usar lenguaje técnico. No escribo para psi- los que pienso. Bien, estoy leyendo los diarios de mi padre, así que también era una
coanalistas, escribo para gente común que ha oído sobre Freud o leído a Freud, persona real sobre quien también puedo pensar. Era una persona real también.
Pero se mata al padre de un modo simbólico. Bien, podrías decir, si eres freudiano, que el fracaso es algo que uno hace o que es
algo que es muy importante para uno, y que mi padre fracasó, de niño, en la rela-
Bueno, lo mantuve vivo y lo maté al ponerlo en un libro, igual que hizo, podría ción con sus padres, lo cual era muy malo. Y que fracasó toda su vida como escri-
decirse, Kafka en La metamorfosis (1915/2009): lo mantienes vivo y lo matas, pero tor, fue humillado por los editores porque no les gustaron sus libros. Y pasó su vida
lo dejas en su lugar. [Interrumpe la entrevista para hablar por teléfono con su hijo]. como un hombre humillado, fue humillado. Yo pasé parte de mi vida humillado,
pero he tenido un largo análisis, así que me deshice de eso, y ahora podría decirse
¿Estás cansado? que tengo lo que llamas éxito y fracaso: ya ninguno es un problema para mí. Ni
pienso en ellos tampoco.
No, no, no. Puedo hablar un poco más.
No crees en el éxito…
Podemos hablar sobre este tema un poco más, sí. Lo encuentro muy importante. ¿Alguna vez
has leído un libro de un dibujante americano, Art Spiegelman? Escribió Maus (1977/2003)… No. Pensaría en la felicidad o en la capacidad para amar a alguien o de ser amado, o
en mi capacidad para criar a mis hijos, o en mi capacidad para tener amigos.
Sé quién es pero no lo he leído.
Sabes que esa es una manera en la que Freud definía la salud mental: la capacidad para amar
Habla de su padre, un sobreviviente de Auschwitz, de una manera muy interesante. Los escritores y la capacidad para trabajar… Se puede hacer las dos cosas.
tratan el tema del padre de distinto modo… Paul Auster en La invención de la soledad (1982/2012),
Art Spiegelman en Maus, Kafka… ¿Qué piensas de la manera en que hablas tú mismo de tu padre? Sí, casi, casi [toca madera, golpeando sobre la mesa].
Bueno, el tema de mi padre fue difícil para mí porque era un patriarca, era fuerte, En mi país, la madera no debe tener patas…
tenía opiniones muy fuertes. Era un hombre grande para mí en mi vida infan-
til, obviamente. Pero en otro sentido era también un hombre muy débil, lo que ¿De verdad? ¡No lo sabía! Funciona igual.
Bueno, Lacan dijo, ¿no?, que el pecado original de Freud fue analizarse a sí mismo, Sí. La tuvo.
y se analizó, podría decirse, a través de su correspondencia, más que nada con
Fliess. Y cualquier otro diría que es imposible analizarse a uno mismo. Es como ver Sí, claro, es algo asumido en el psicoanálisis y en la literatura. La manera en que contamos
la parte de atrás de tu cabeza: es imposible, no puedes ver tu propio inconsciente. nuestra historia, de manera singular… De algún modo, todos tuvimos diferentes familias y
Así que no creo que un libro sea un análisis, no. No lo creo. No puedes analizarte padres, ¿no?
sin que haya alguien más ahí, ese es el punto. Es una fantasía.
Sí, pero ella pensó que todos tuvimos la misma familia y que yo no podía ver
No sé si has leído las cartas que Freud le escribió a Oskar Pfister, el sacerdote… correctamente.
Pfister era un buen hombre. Era un pastor y, a la vez, un analista. Y Freud dijo, en una de No lo sé, se lo voy a preguntar. No lo sé. No he hablado con ella en 20 años así que
esas cartas, que para ser buen analista no puedes ser buena persona: un analista debe com- le podría preguntar. Tal vez no la enojó mi versión, tal vez la enojó que yo hablara,
portarse como un mal tipo, como un artista –dijo– que se gasta todo el dinero de la familia mi libertad para hablar. Pero esto pasa muy seguido entre hermanos. Un hermano
para comprar los materiales para pintar; debe portarse como un malhechor. Y cuando leo tiene una mirada del pasado, otro tiene otra; todos tienen miradas diferentes. Los
algunos de tus trabajos, encuentro agallas: la forma en la que hablas de tu vida tan abierta- padres tienen una mirada diferente.
mente, con una suerte de descaro… Lo sé porque he leído que has pagado un costo por esa
manera, ¿es cierto? Hoy en día eres mayor que tu padre cuando murió, ¿no es cierto?
No estoy seguro de qué quieres decir… Sí, él murió más o menos a mi edad, así que me voy a morir pronto. Sí, él murió
más o menos a los 61, 62; creo que se murió a los 63, pienso, 64…
Que no es gratis hablar de la familia.
¿Qué se siente tener la misma edad que tu padre en ese momento?
Oh, veo…
Bueno, yo sé que soy más feliz de lo que era mi padre, pero también sé que estoy
Philip Roth pagó un alto precio por escribir sobre su familia. ¿Qué piensas de eso? muy satisfecho porque soy escritor y la gente lee mis libros y me gano la vida con
mis libros, que es importante para mí.
Es un precio que vale la pena pagar. Y además, en la generación de mi padre –estoy seguro de que con su familia
pasa lo mismo–, tener 60 era ser realmente viejo. Bastante viejo. Uno generalmente
Sí, siempre pagamos un precio. se moría a los 65-70. Ahora la gente vive. Tengo un amigo que tiene 75 y tiene una
nueva novia, acaba de empezar con una novia. Se compró un departamento, tiene
Siempre hay un precio. ¿Qué piensas del precio del silencio? El precio del silencio expectativas y se coge a su novia. Trabaja como director de cine, sabes, y es como
es alto, es más caro que hablar. Siempre hay un costo, como dices. El psicoanálisis de 35. Así que tenemos distintas concepciones de la edad. Pero también tengo tres
podría explicar que no hay ningún lugar seguro. No hay ningún lugar seguro. Si hijos y todavía tengo que cuidarlos, aunque ya tienen más de veinte. Todavía tengo
estás en silencio, es peligroso; si hablas, es peligroso. Siempre es peligroso. que seguir empujándolos y ayudándolos financieramente… Viven con su madre,
todos en el barrio.
¿Encuentras que el análisis es una actividad peligrosa, de algún modo?
¿En cuál de tus libros eres más claramente tú?
Soy, como dije, una persona bastante nerviosa y bastante inhibida. Así que cuando
me tiendo en el diván y empiezo a hablar, encuentro peligroso lo que digo, y lo que Bueno, probablemente en los primeros. Particularmente en El buda de los subur-
no he dicho antes. Aun ayer cuando fui a ver a mi analista, cuando me subí a la bici- bios, porque cuando leo sobre mis padres… Si abro El buda de los suburbios y lo
cleta y fui a verlo, estaba muy nervioso. Le dije: “hace 22 putos años que me acuesto miro, es como mirar una película. Ves a tus padres, ves a tu madre, “hola, mamá”,
acá y todavía estoy nervioso”. Dijo: “eso es bueno, quiere decir que funciona”. ahí está tu padre. Y porque… cuando escribí ese libro yo tenía 30 años, así que
mis padres estaban todavía con vida, y ahora, 30 años después, puedo verlos. Oh,
La división entre ficción y no ficción: ¿estás de acuerdo con esa división en tu trabajo?
Referencias
No realmente. Para mí todo es escritura, es sólo escritura. Hacer una película, o
Auster, P. (2012). La invención de la soledad. Barcelona: Anagrama. (Trabajo original publicado en 1982)
hasta el periodismo, es todo escritura para mí. No pienso verdaderamente sobre la
Kafka, F. (2009). La metamorfosis. Madrid: Espasa Calpe. (Trabajo original publicado en 1915)
diferencia; no, no es ningún problema.
Kureishi, H. (1990). El buda de los suburbios. Barcelona: Anagrama.
Kureishi, H. (1991). Mi hermosa lavandería. Barcelona: Anagrama. (Trabajo original publicado en 1984)
¿Y de qué tradición literaria te sientes parte? ¿Qué tradición inventas?
Kureishi, H. (2004). Mi oído en su corazón. Barcelona: Anagrama.
Kureishi, H. (2004). Soñar y contar. Barcelona: Anagrama. (Trabajo original publicado en 2002)
¿Ser parte? ¿Ser parte de ella? ¿De qué pienso que soy parte? No puedo responder.
Roth, P. (2007). Patrimonio. Barcelona: Debolsillo. (Trabajo original publicado en 1991)
Puedo decirte qué escritores me gustan, puedo decirte qué escritores admiro, pero
Spiegelman, A. (2003). Maus. Londres: Penguin. (Trabajo original publicado en 1977)
no podría decir que soy como ellos… Sabes que yo diría que amo a Nietzsche, o
que amo a Freud, o que amo a Kafka, o que amo a Dostoievski, a Chéjov, quien sea,
pero no diría que estoy en esa tradición; ni siquiera diría que son iguales. Pero me
gusta escribir cerca de la vida.
Bueno, que no creo que mis libros sean puro entretenimiento. Son sobre la falta de
significado, son sobre la felicidad, son sobre el fracaso sexual, son sobre desastres,
así como son sobre el deseo y la felicidad y las familias. Quiero escribir sobre cosas
oscuras, negras, de manera interesante, para una gran audiencia.
Pero un escritor (también un analista) nunca está demasiado integrado a su sociedad, como
puede estarlo un sargento o un profesor, ¿no te parece?
Me gusta no estar integrado. Cuando era chico quería estar integrado, por supues-
to, pero ahora soy un adulto. Me parece que no estar integrado es una idea bella.