EL FUNDAMENTO DE
LA VIDA MORAL
¿Por qué somos seres morales?
                Una de las cuestiones más importantes que tiene que
                 responder la ética es explicar las razones que justifican
                 la moralidad, es decir, el hecho de que en todo grupo
Introducción     humano exista siempre una dimensión moral.
                A lo largo de la historia, se han propuesto diferentes
                 formas de fundamentar la dimensión moral que
                 poseemos todos los seres humanos:
                  En el siglo IV a. C., Aristóteles propuso que nuestro ser
                   moral se basaba en el logos, término griego con el que
La                 se refirió a la palabra y la razón. Según este
fundamentación     planteamiento, los seres humanos somos seres
                   morales porque tenemos razón y lenguaje, y por ello
en el logos.       podemos diferenciar entre las cosas buenas y las
                   malas.
                En tiempos modernos, David Hume planteó que los
                 hechos no son ni buenos ni malos, sino simplemente
Los              hechos. Por lo tanto, son los seres humanos los que
sentimientos     valoran los hechos que perciben a su alrededor. Esa
                 valoración depende del sentimiento de agrado o
como             desagrado que surge espontáneamente en ellos
fundamento.      cuando los perciben. Para Hume, esos sentimientos
                 son iguales para todos los seres humanos, capacidad a
                 la que denomina simpatía.
                   Según Immanuel Kant, la libertad es la principal
                    característica de la voluntad de los seres racionales. Por
El fundamento       ello, considera que la dimensión moral de los seres
                    humanos no se puede comprender sin la libertad,
es la libertad.     porque no tiene sentido indicarle a alguien qué
                    conductas debe tener y cuáles debe evitar si no tiene
                    libertad para poder hacer lo contrario en cada caso.
                 La ética se ocupa de la dimensión de lo moral. Por lo
                  tanto, trata de explicar por qué tenemos que ser
                  morales y qué consecuencias podemos esperar de
                  nuestras decisiones y acciones en lo cotidiano.
                 Para explicar cuándo una elección es moralmente
¿Qué es una       razonable, se han formulado distintas teorías éticas,
                  cada una de las cuales ha ofrecido un criterio de
teoría ética?     racionalidad. Conocer estos criterios resulta valioso
                  cuando nos enfrentamos a problemas morales que
                  exigen de nosotros asumir una postura determinada,
                  para lo cual es importante aprender a tomar decisiones
                  humanizadoras que cuenten con el sentimiento y la
                  razón.
Todas las teorías se ocupan de los mismos conceptos: valores,
bienes, deberes o normas, fines, virtudes y felicidad. Pero cada
una los organiza de modo distinto porque utilizan métodos
diversos y porque cada una considera alguno de ellos como
central y los restantes como dependientes de él. Las teorías se
pueden dividir en dos grupos:
 • Las dos primeras, la aristotélica y la hedonista, nacen en
  Grecia, en el siglo IV a. C., con la convicción de que la moral
  consiste en la búsqueda de la felicidad.
 • Las del segundo grupo, la kantiana y la dialógica, surgen,
  respectivamente, a fines del siglo XVII y en el último cuarto
  del siglo XX. Ambas consideran que el verdadero problema
  moral es la noción y el fundamento de la dignidad humana,
  así como los criterios para respetarla.
                Todas las personas deseamos ser felices o, al menos,
                 acercarnos a ese ideal. Por lo general, también nos
                 preocupa que los demás lo sean. Y aunque cada persona
                 entiende la felicidad de una manera particular, se podría
                 decir que la felicidad es aquella situación en la que se
                 siente que todo va conforme con lo que uno quiere.
                Algunos identifican felicidad con placer. No obstante, hay
Éticas de la     casos en los que una persona se siente feliz sin disfrutar de
                 ninguna de las sensaciones que la mayoría considera
felicidad        placenteras. El placer consiste en obtener una satisfacción
                 sensible, mientras que la felicidad, en autorrealizarse, en
                 llevar a cabo los propios proyectos de vida, proceso que no
                 siempre produce placer.
                Otros consideran que felicidad y bienestar son sinónimos.
                 Aunque es cierto que un mínimo de bienestar espiritual y
                 material es necesario para ser feliz, también hay gente que
                 lo tiene todo: salud, dinero, fama, etc., pero no es feliz.
              • La felicidad como autorrealización. Considera
               que una persona es feliz cuando llega a
               realizarse como tal en el más pleno sentido de
               la palabra. Esto se logra a través de la reflexión
Modelos de     intelectual, o cuando uno consigue dominar sus
felicidad      pasiones por el intelecto.
              • La felicidad como autosuficiencia. Sostiene
               que la felicidad consiste en la libertad radical
               del individuo frente a todas las normas y las
               instituciones sociales.
 • La felicidad como placer. Se plantea que el ideal de una
  vida sabia es el goce bien calculado: es sabio quien sabe
  calcular cuáles son las actividades que le proporcionan
  mayor placer y menor dolor.
 • La felicidad como solidaridad. Surge del cristianismo y
  considera a la felicidad como el libre sometimiento del
  hombre a la voluntad de Dios. Eso se manifiesta en la
  obediencia a sus preceptos, el principal de los cuales es el
  de la solidaridad.
 • La felicidad como realización social. Considera a la
  felicidad como un medio útil para la satisfacción de las
  necesidades sociales. Así, la meta de la moral consiste en
  alcanzar la felicidad para el mayor número posible de seres
  vivos. John Stuart Mill, pensador utilitarista, asegura que se
  puede exigir a un hombre sacrificar su propia felicidad por
  la felicidad común.
              Además de la felicidad, hay un elemento ético
               importante: el deber. El deber se entiende
               como el sentimiento que nos impulsa a optar
               por una determinada acción –y no por otra–
Éticas del     debido a que la consideramos moralmente
deber          válida.
              En la filosofía moderna, el deber ha sido objeto
               de análisis, en especial por dos importantes
               filósofos: Immanuel Kant y Jürgen Habermas
 Según Kant, las personas tenemos una
  conciencia moral que está en la razón, la que
  nos indica cómo debemos actuar. Las leyes
  morales dictadas por la razón son un
  imperativo categórico porque no podemos
  escapar de ellas y porque son válidas en todas
  las situaciones. Una norma moral tiene el rango
  de imperativo categórico cuando:
• Considera que todos los seres humanos deben
cumplirla.
• Considera a las personas como fines en sí
mismas y no como medios para obtener algo.
 Habermas, por su parte, considera que falta un
  elemento en la ética kantiana: nuestra razón no
  elabora imperativos categóricos aisladamente,
  sino a través del diálogo o intercambio de ideas
  con otros seres humanos. Por ello, su propuesta
  es conocida como ética dialógica. Según esta
  perspectiva, una ley es moral cuando todos los
  afectados por ella están de acuerdo y le dan su
  consentimiento porque favorece a los intereses
  de los seres humanos.
  El deber, una         • Legal o jurídico. Incluye las leyes que dicta el Estado.
                         Por ejemplo, cuidar a los hijos, no matar, no robar,
   experiencia           etcétera. Su incumplimiento trae consigo una sanción.
    cotidiana           • Religioso. Comprende las normas de conducta
En la vida moral del     delimitadas y exigidas por una determinada religión.
  ser humano, hay        Para los adventistas, por ejemplo, la abstinencia del
 un elemento que         alcohol.
aparece con fuerza:     • Social. Contempla las normas de conducta o
 el sentimiento del      costumbres sociales que se espera que las personas
   deber. Existen        cumplan. Por ejemplo, las reglas de cortesía.
   cuatro tipos de      • Moral. Abarca las acciones que son motivadas por lo
      deberes:           que nuestra conciencia moral nos indica. Tienen una
                         restricción o censura interna.
                 Cuando hablamos de tomar decisiones, de elegir y de
                  comprometerse, damos por sentado que las personas
                  somos libres y, por ello, podemos organizar nuestra
                  vida de acuerdo con los criterios que vayamos
                  considerando más adecuados. Pero ¿no es cierto
                  también que desde que nacemos estamos sometidos a
                  las normas que la sociedad y el Estado nos imponen?
 ¿De verdad       ¿No es cierto que nacemos ya con unas características
                  físicas y psicológicas determinadas?
somos libres?
                 La idea de que apenas elegimos nuestras circunstancias
                  ha llevado a algunos filósofos, los llamados
                  deterministas, a creer que carecemos por completo de
                  libertad. El determinismo sostiene que nuestra vida
                  está regida por circunstancias que escapan a nuestro
                  control, por lo cual el ser humano no es libre, sino que
                  está determinado en sus elecciones.
                   Aunque es cierto que la mayor parte de las
                    circunstancias que nos afectan no las elegimos
                    y que ejercen una presión muy fuerte sobre
                    nuestras vidas, también es verdad que nos
                    permiten un margen de libertad más o menos
                    amplio. Estamos condicionados por las
                    circunstancias,      pero       generalmente
Condicionamient     mantenemos cierto grado de control sobre lo
os y libertad       que hacemos o dejamos de hacer. Por eso,
                    tenemos responsabilidad sobre nuestros actos.
                   Cuanto mayores condicionamientos hayamos
                    tenido para hacer algo, menor responsabilidad
                    tenemos en ello. Y cuanto más libertad
                    hayamos tenido para actuar, más responsables
                    somos del resultado