EL DERRAMAMIENTO DEL
ESPÍRITU SANTO
{ UN ESTUDIO EXEGÉTICO DE ISAÍAS 44:3
INTRODUCCIÓN
En Isaías se pueden hallar las diferentes categorías de
profecías predictivas: profecías mesiánicas, oráculos
contra las naciones extranjeras; y las promesas o profecías
del reino, centradas en el pacto.
Esta última categoría es de sumo interés para esta
investigación acerca de Isaías 44:3, cuyo propósito es
interpretar la referencia a la promesa del derramamiento
del Espíritu en este pasaje, teniendo en cuenta el contexto
histórico en que el profeta recibe la revelación así como el
flujo gramatical natural del pasaje -palabras, expresiones,
oraciones, frases- para entender qué se predice
específicamente.
Este estudio tiene el interés de confirmar
si esta promesa alcanzó su cumplimiento
o sigue formando parte del plan divino
para el futuro, si ha de cumplirse aún,
¿Cuál es la naturaleza de ese
cumplimiento? ¿Cuándo y bajo qué
circunstancias se escribió esta profecía?
¿Qué parte desempeña en la estructura
global del capítulo? y ¿Cuál es el uso de
este lenguaje en otras partes de la
Escritura?
Texto y traducción
ּ ּ כ ִּי אֶצ ָּק־מַיּ ִם עַל־צָּמֵא ו ְנֹזְלִּים עַל־יַב
ָשָה אֶצ ֹק
ֱצאֶיך ָ׃ ֶ חִי עַל־ז ַרְ עֶך ָ וּבִּרְ כ ּ ָּתִי עַל־
ָּ צא ּ ּ רו
Porque derramaré aguas sobre lo seco y
arroyos sobre la tierra seca; mi Espíritu
derramaré sobre tu simiente y mi bendición
sobre tus descendientes (Isaías 44:3).
Contexto y estructura
En la siguiente sección se analiza con
mayor claridad posible el contexto
histórico, el contexto bíblico y la
estructura literaria del pasaje
respectivamente, para tener un
conocimiento básico para la teología del
pasaje.
Contexto histórico
El profeta Isaías vivió en la segunda mitad del siglo
VIII a. de J.C, un período importante de la historia
de Israel y de Judá, donde se vio el nacimiento de la
profecía escrita en la obra de Amós, Oseas, Miqueas
y de él mismo, pero también la caída y desaparición
de la mayor parte de Israel (las diez tribus del reino
del norte). El Comentario Bíblico Adventista
argumenta que “Todo el ministerio de Isaías, desde
Uzías hasta Manasés, debe haber durado más de
medio siglo”.
Contexto bíblico
En la Biblia hebrea, el libro de Isaías ocupa el
primer lugar entre los profetas posteriores. El
Comentario Bíblico Siglo XXI arguye que “a los
acontecimientos implícitos en los caps. 40-55 se los
identifica, sin lugar a dudas, con el nombre de Ciro
(Isaías 44:28; 45:1), lo que nos introduce de golpe al
mundo del siglo VI”. Esto permite entender que la
porción bíblica de Isaías 44:3 hace alusión a la
situación de Judá después del exilio. Watts comenta
que Isa 44:1-5 continúa la dirección a Jacob/Israel y
es una unidad de reconocimiento general, que
antes se llamaba un oráculo de salvación.
Estructura literaria
Gerhard von Rad afirma que “por regla general
el discurso profético (dejando a un lado las
excepciones) es poético; es decir: marcado por
el ritmo y el paralelismo”. El autor David S.
Dockery añade que “El libro contiene los
mensajes proféticos, principalmente en forma
poética caracterizados por el paralelismo de
idea y una vivida imaginería, y material
biográfico sobre Isaías”.
La sección donde se ubica el pasaje de Isaías 44:3 es una
estructura quiástica:
A YHWH: Recordando su historia (43: 22-28).
B YHWH: Escucha, Israel; “Yo te ayudaré” (44: 1-5).
C YHWH: “¿Quién iba a ser como yo?” (44: 6-8c)
TRAPECIO Testigo: ¡No hay nadie como tú! (44: 8d).
C' Diálogo sobre la insensatez de la idolatría (44: 9-20).
B'YHWH: Recuerda, Israel. “¡Regresa a mí!” (44: 21-22).
A' Himno: “¡YHWH ha hecho!” (44:23).
Watts explica que “esta estructura contiene
un imperativo con dirección personal
directa, una cita de los hechos en el caso, la
fórmula del mensajero, y dirección divina
directa en primera persona con los verbos
que describen las acciones de Dios; termina
con los resultados esperados de la
decisión”.
Explorando el pasaje
En esta sección se presenta el estudio de
tres palabras importantes de Isaías 44:3
para una mejor comprensión del pasaje,
estas son: רּוחִי, ֶאּצָקy ז ְַרעֶָךlas cuales son
analizadas a continuación.
( אֶ ּצָקyāṣaq)
Este verbo puede adquirir varios significados en
el texto bíblico: verter, derramar, fundir, fluir. Su
uso exacto se determina por su contexto. Entre
los diversos usos que se le da en el texto hebreo
se destacan los siguientes: Se utiliza de servir la
comida (2 Sam 13:9; 2 R 4:40, 41); de derramar
líquidos (Gn 28:18; 1 R 18:33, 34). Se usa en
sentido figurado de verter varias cosas: algo
engañoso, mal (Sal 41: 8,9); gracia (Sal 45: 2,3); el
Espíritu del Señor (Is 44: 3). Se utiliza de verter el
metal fundido para lanzarlo (1 R 7:24); por lo
tanto, se puede traducir como echar o derramar.
En el pasaje de Is 44:3 este verbo se halla en qal
prefijado y en imperfecto con un pronombre
personal en primera persona, Kelley señala que
“Uno de los usos más comunes del imperfecto
es para describir una acción sencilla en tiempo
futuro” lo que indica que en el contexto del
pasaje Dios aún no ha realizado la acción de
“derramar” su Espíritu, aparece dos veces en el
pasaje de Isaías 44:3, en la primera ocasión hace
referencia metafóricamente al derramamiento
del agua y la segunda aparición es la explicación
de esa metáfora al mencionar el derramamiento
del Espíritu.
( רּוחִיrûah)
Es un sustantivo femenino que posee una
gama de significados debido a que es
usado de distintas formas en las
Escrituras, aparece 378 veces en el A.T. y
está relacionado con la raíz vocal , ֻרחque
básicamente significa “respirar”. El
significado básico de rûaḥ es “viento” y
“aliento”, aunque en muchas ocasiones
es traducido como “espíritu”.
Block señala que: “Así, רּו ַחes un término
que representa algo oculto a fin de que
pueda ser aprehendido adecuadamente
el efecto visible de esta fuerza invisible”.
El uso en el A.T. se divide en 6
categorías, a veces relacionadas: (1)
viento, (2) señala dirección, (3) aliento,
(4) disposición, (5) asiento del
conocimiento y la voluntad y (6)
espíritu.
De estos usos, teológicamente en el Antiguo Testamento el
uso más importante deַ רּוחes “espíritu” que en la mayoría
de las ocasiones es utilizado para referirse al “espíritu de
Dios/del Señor”. Aparece por primera vez en Génesis 1:2
aludiendo al Espíritu de Dios que se movía sobre la faz de
las aguas. En Isaías aparece 51 veces, en el pasaje de Isaías
44:3 el sustantivo rûaj es utilizado especialmente para
nombrar al Espíritu de Dios, con respecto al sentido de la
palabra, Block expresa que:
En las visiones escatológicas de los profetas ellos prevén un
momento en que Dios derramará su Espíritu Santo sobre su pueblo
en forma sin precedentes. Esta clara imagen se produce cuatro veces,
siempre en el contexto de la restauración y la renovación del pacto
de Israel (Isaías 32:15; 44: 3-4; Ezequiel 39:29; Joel 2:28 [3: 1]). Si bien
los efectos de este evento se comparan con un desierto de convertirse
en un campo fértil (Isa 32:15) y la tierra seca una corriente floreciente
(44:3-4), en cada caso, el derramamiento del Espíritu de Dios
representa el acto definitivo por el cual el Señor afirma y sella el
Israel restaurado como su propio pueblo del pacto.
( צֶאֱ ּצָאֶ יָךṣeʾeṣāʾ)
Esta palabra es un sustantivo que tiene la
particularidad que es usado once veces (todo
plural) solo en Isaías y Job. Según Hamilton las
posibles traducciones para esta palabra son:
línea de descendientes, emisión, descendencia.
Baker añade que es un sustantivo masculino que
hace referencia a un niño o descendiente.
Comenta que “se refiere a los que vienen de la
matriz o de los lomos de su padre. Indica
descendencia, descendientes (Job 5:25; 21: 8;
27:14; Isaías 22:24; 34:1; 44: 3).
Con relación a los cielos nuevos y tierra
nueva, el término se refiere a la descendencia
del pueblo bendecido del Señor (Is 65:23)”.
Además dos veces en el libro de Isaías hace
referencia al producto de la tierra. En el
pasaje de Isaías 44:3 es usada para referirse a
la descendencia o generación de israelitas que
ha de recibir la bendición del Espíritu, en este
contexto esa descendencia puede referirse
tanto a los que han de regresar del exilio
como también a una generación posterior.
Teología del pasaje
En el pasaje de Isaías 44:3 fluyen enseñanzas
de gran importancia con relación a doctrinas o
verdades relevantes de las Escrituras.
Algunos como Vernon, consideran que este
pasaje “es una referencia al derramamiento
del Espíritu que corresponde a Joel 2:28-32”.
En el contexto en el que está insertado el
pasaje de Isaías 44:3, se resalta la idea de un
“nuevo éxodo”. La antigua memoria del
éxodo es importante para entender la visión
expuesta en el libro profético de Isaías.
El verso 3 habla de la bendición que recibirá el pueblo
por el derramamiento del Espíritu, con lo que parece
aludir a Dt 28:2-6 en cuanto a las bendiciones que
recibiría el pueblo mientras obedeciera el pacto. Este
pasaje alude al derramamiento del Espíritu. Otro
detalle importante es la imagen del agua en el pasaje,
Oswald señala que la imagen del agua en una tierra
seca es prominente en el libro de Isaías y Bosqued
Ortiz añade que “el símbolo del agua es aplicado al
Espíritu Santo también en Isaías 44:3”. En el pasaje se
prometen dos cosas: la transformación de la naturaleza
que es el ámbito del hombre; y la transformación de la
naturaleza humana que es el ser del hombre. Primero
el símbolo, después la realidad.
Otra de las verdades fundamentales de las Escrituras que
se resalta en este pasaje es el pacto y el lugar del Espíritu
en ese pacto.
De igual modo en el pasaje de Isaías 44:3 existe implicación
para la doctrina de la trinidad.
En cuanto al cumplimiento de la promesa del
derramamiento del Espíritu contenida en el pasaje de
Isaías 44:3, Schultz propone que: “El alcance del
cumplimiento cubre un largo período de tiempo. El
cumplimiento inicial llega en parte con el retorno de la
cautividad bajo Zorobabel, Esdras y Nehemías”, sin
embargo junto con las otras promesas sobre el
derramamiento del Espíritu como las de Joel 2:28-32 y
Ezequiel 37:14 su pleno cumplimiento discurre aún más
allá de Pentecostés
Otros como Smith no ven en este pasaje
una restauración con relación al exilio sino
más bien a una era venidera, propone que:
“Este será un nuevo día radical de
restauración, una nueva vida, y una
bendición divina (no tiene nada que ver
con el retorno del exilio)”.39 Sin embargo
en contraposición el autor Van Winkle
quien no cree en la autoría única de Isaías,
opina que este pasaje solo hace referencia a
los Israelitas y no a prosélitos gentiles en
algún otro momento de la historia.
Aplicación
Las imágenes del agua y la tierra, así como la mención
del Espíritu y de la bendición traen al pensamiento el
ambiente agrícola, donde se esperaba con ansias la
bendición del agua para regar la tierra y que así
surgiera la semilla, Isaías toma estas imágenes para
aplicarlas a la vida humana, así como el pueblo de
Israel necesitaba la bendición del Espíritu, cada
generación ha necesitado el cumplimiento de la
promesa del Espíritu. Como lo expresa McKenna, “con
la promesa del derramamiento del espíritu, el agua de
la salvación todavía puede convertir la tierra seca del
pecado en un campo de hierba verde con sauces junto a
las veloces corrientes”
Así como Dios le prometió al pueblo judío después
de la salida de Babilonia una renovación espiritual,
un nuevo comienzo a través del derramamiento del
Espíritu, de igual modo el pueblo del tiempo del
fin se le promete un derramamiento sin medidas
para el cumplimiento de su misión. El pasaje de Is
44:3 ilustra que como un desierto no puede florecer
por sí mismo, pero reverdece y florece cuando
venga la lluvia. De igual manera, el pueblo de Dios
no tiene vida espiritual sin el poder de su Espíritu.
Está muerto hasta que la gracia divina lo despierte
a la vida espiritual.
CONCLUSIÓN
Con el estudio exegético del pasaje de Isaías 44:3 las
preguntas planteadas en la introducción han sido
contestadas, a través de esta investigación se pudo entender
claramente que este pasaje fue escrito en forma poética
como una promesa profética acerca del derramamiento del
Espíritu dirigida en primer lugar al pueblo de Israel, el CBA
añade que “la primera parte del versículo es simbólica, y se
explica en la segunda parte”. En el contexto de los capítulos
40 al 55 se hace referencia especialmente al remanente que
ha de regresar del exilio babilónico en el tiempo de Ciro,
esta promesa estaba ligada al pacto que Dios había hecho
con los patriarcas de bendecir a la nación, sin embargo al
rastrear el cumplimiento de esta promesa en otras partes de
las Escrituras no existe una evidencia clara de que haya
alcanzado su total cumplimiento en esa “generación”.
En otras partes del libro de Isaías y en otros
libros de las Escrituras (Isaías 43:19; Jeremías
3:31-34; Ezequiel 36:26 y Joel 2:28, 29) hay un
lenguaje semejante donde se hace referencia a la
bendición del Espíritu Santo, pero con un
sentido aplicado hacia un futuro indefinido, la
venida del Espíritu en el Nuevo Testamento es
vista como cumplimiento de las promesas del
Antiguo Testamento, por tanto la promesa de
Isaías 44:3 al igual que las otras promesas o
profecías del reino centradas en el pacto,
transciende al Israel literal y alcanza su clímax
en el Israel espiritual.