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La Singular Humanidad de Jesucristo

Este documento presenta un resumen de tres capítulos de un libro sobre cristología contemporánea. El primer capítulo analiza cómo la devoción a Jesús se ha debilitado en algunas comunidades cristianas debido a un enfoque excesivo en Jesús como un profeta histórico en lugar de reconocer su divinidad. El segundo capítulo discute la importancia de integrar plenamente la humanidad y divinidad de Jesucristo. El tercer capítulo examina los enfoques metodológicos ascendentes en cristología que parten de la

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La Singular Humanidad de Jesucristo

Este documento presenta un resumen de tres capítulos de un libro sobre cristología contemporánea. El primer capítulo analiza cómo la devoción a Jesús se ha debilitado en algunas comunidades cristianas debido a un enfoque excesivo en Jesús como un profeta histórico en lugar de reconocer su divinidad. El segundo capítulo discute la importancia de integrar plenamente la humanidad y divinidad de Jesucristo. El tercer capítulo examina los enfoques metodológicos ascendentes en cristología que parten de la

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La singular humanidad de

Jesucristo.
El tema mayor de la cristología contemporánea

Gabino Uríbarri
Introducción. El enfoque de la
Cristología. (Capítulo 1)
1. LA PREGUNTA
¿Cómo enfocar hoy la cristología? ¿Cómo recoger hoy de modo comprensible (conexión
antropológica) y teológicamente acertado (validez doctrinal) la figura de Jesús de Nazaret que
confiesa la Iglesia (eclesialidad) de tal forma que ilumine e impulse la vida de fe de los
creyentes en nuestro contexto?
2. ANTECEDENTES
A partir del concilio Vaticano II la cristología ha de tener una fuerte impostación bíblica. Esto
obliga a prestar una gran atención a la exégesis, para conocer a fondo la historia de Jesús de
Nazaret y la cristología neotestamentaria a un nivel científico y actual. Sin embargo: ¿qué
metodología exegética se ha de privilegiar?
Un segundo aspecto de gran importancia gira en torno a la valoración del dogma cristológico:
su significación, su relevancia, su obligatoriedad para la cristología actual.
Un tercer aspecto se refiere a una de las aportaciones más consistentes de la investigación
histórica y bíblica sobre Jesús de Nazaret. Que han puesto de relieve la importancia del reino
en la predicación de Jesús y resaltar el significado fundamental de su resurrección para los
primeros cristianos y la fe cristológica
3. ENFOQUE: LA SINGULAR HUMANIDAD DE JESUCRISTO
¿Cuál es el tema central de la cristología contemporánea? La hipótesis será que el
factor central en el debate contemporáneo es la singular humanidad de Jesucristo,
en el tema entran en juego el dogma y la encarnación de un modo decidido, pero
también existen implicaciones metodológicas con respecto a la exégesis bíblica; de
esta consideración se siguen implicaciones escatológicas.
4. PLAN Y ESTRUCTURA
Se presentan dos partes principales: la primera el impacto de la investigación
histórica sobre la cristología, la segunda el impacto de la conciencia del
pluralismo religioso. En cada parte se examina el horizonte temático y a
continuación los documentos eclesiales al respecto.
• El primer capítulo tiene una orientación más pastoral , trata de mirar la vida de fe de las
comunidades cristianas, el modo de entender la singularidad de la humanidad de Jesucristo por
parte del cristiano medio que no se hace reflexiones sofisticadas.
• El segundo capítulo es el enfoque ascendente de la cristología como resultado de la asunción del
giro antropológico y de la renovación de los estudios bíblicos, en particular sobre el Jesús histórico.
• El siguiente capítulo aborda monográficamente la lectura de Calcedonia por la cristología
contemporánea
5. OTRAS PROPUESTAS RELACIONADAS.

Destacan:
La tesis doctoral de Vives Pérez. Perspectivas convergentes en la cristología
católica
la monografía de C.E. Gunton, que articula la relación entre método y
contenido.
el trabajo de G. Moioli, que subraya la importancia cristológica de la historia
de Jesús.
M.M. Thompson sobre la humanidad de Jesús en el cuarto evangelio.
Thomas Söding , que se plantea la humanidad de Jesucristo­en el NT. y su
relevancia como vocación del ser humano; y por último
J.I. González Faus con su ensayo: El rostro humano de Dios. De la revolución
de Jesús a la divinidad de Jesús, que pone en tela de juicio la singularidad
reveladora de la humanidad de Cristo, que por otra parte desvincula los
aspectos humanos de Jesucristo de su raíz en la divinidad La singularidad de
Cristo.
Primera Parte: el impacto de la investigación histórica.
La irrupción de la conciencia histórica en la cristología.
La devoción a Jesús y la singularidad de su humanidad.
(Capítulo 2)
1. Fenomenología
1.1 LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA.
La eucaristía es central en la vida cristiana, sin embargo, en algunas celebraciones uno se
pregunta cuál es lo central de la celebración; ¿qué añade la liturgia eucarística a este tipo de
celebraciones? Se mira a un Jesús admirable por su caminar histórico, pero no se alcanza a
estremecer ante el sacrificio redentor; no se sabe conectar la presencia del reino con su
muerte y resurrección, puesto que el estudio histórico de Jesús no alcanza a considerar la
resurrección, que en cuanto tal escapa al historiador que prescinda de la fe
1.2 MODOS DE HABLAR ACERCA DE JESUCRISTO.
Los primeros cristianos afirman que Jesús de Nazaret es el Cristo, el Mesías de Dios, el Hijo de
Dios, el Señor. En san Mateo se dice que se le pondrá el nombre de Jesús (1,21).
Con la recuperación de la historia de Jesús, en algunos ambientes parece haberse recortado
la confesión cristiana; nos reducimos al jesuisismo, un Jesús no divino. También los agnósticos
le llaman así pero no se adhieren a Él.
1.3 MODO DE ENTENDER Y VIVIR LA MISIÓN
Cuando se decide participar en el proyecto de Jesús podemos preguntarnos: ¿se
trata de la misión y el proyecto propio o de la misión del Señor Jesús? En los relatos
evangélicos Jesús toma siempre la iniciativa, se trata de continuar con Jesús su
misión. El seguimiento no radica en un proyecto sino en adherirse a una persona y,
con ella, compartir su misión. La devoción a Jesús cobra sentido cuando la relación
con Él se entiende como configuración realizadora de la propia persona e
identificación total hasta la adhesión incondicional a la persona.
1.4 PRESENCIA DE LA CRUZ Y LA RESURRECCIÓN EN LA RELACIÓN
PERSONAL CON CRISTO
Si lo que tiende a dar vigor y consistencia a la fe es el proyecto de Jesús, entonces se
tiende a que la cruz y la resurrección no ocupen un puesto prevalente ni
configurador. La cruz se ve como el fracaso del proyecto de Jesús, pero resulta difícil
considerar que en ella es donde se da la victoria. Por otra parte la resurrección es la
garantía de que Dios estaba con Jesús de Nazaret. Esto sana y regenera las energías
misioneras; las llamadas vocacionales en donde prima el proyecto sin que esté
guiado, sostenido y acompañado por el Señor del proyecto, tienen el peligro de caer
en el prometeísmo. La devoción a Jesús sabe que el amor no ha sido inútil, sino
vencedor; y que por eso, nos sostiene, aguarda y espera.
1.5 APARATO CONVERSACIONAL
Se entiende la forma normal de hablar, los temas que surgen
espontánea y recurrentemente. ¿Entra dentro de ellos la devoción
expresada al Señor Jesús o eso se deja para la liturgia, para los
momentos de intimidad orante? La devoción a Jesús necesita
concretarse en palabras, en gestos y en símbolos, necesita
exteriorizarse en modos y formas concretas, personales y
comunitarias.
1.6 GÉNEROS LITERARIOS
La devoción se manifiesta con mayor rotundidad en la vida de oración.
Surge un registro amplio de géneros literarios con los que el creyente
vive ante Él y con Él: la contemplación embobada, la alabanza
exultante, la acción de gracias rebosante de regocijo, la petición de
perdón, etc. Si la devoción a Jesús no está muy presente lo primero
que sucede es que el registro se recorta y se empobrece, es Jesús el
ejemplo, el profeta valiente, pero ya no es “el camino la verdad y la
vida” (Jn 14,6)
2. Posturas convergentes: el peligro del
“neonestorianismo”
Otros autores opinan lo mismo sobre el peligro de neonestorianismo:
Dice Schneider “Se deja a Cristo en manos de la Iglesia, mientras uno
mismo se refugia en Jesús, lo que sin embargo lleva a que se reduzca
la fe (con inclusión de la liturgia) nada más que a su dimensión de
vivencia”. No se estaría reconociendo la verdadera divinidad de
Jesucristo en el modo concreto de vivir la fe. En su formulación del
jesuisismo apela al arrianismo en el que no se reconoce la verdadera
divinidad de Jesucristo, y al nestorianismo en el que la humanidad y la
divinidad de Jesucristo no estarían bien integradas en la persona de
Jesucristo. Robert Taft piensa que tenemos una familiaridad excesiva.
El cardenal Ratzinger (1995) dice: “…la atención centrada en la
humanidad de Cristo va haciendo desaparecer la divinidad…”. En Jesús
de Nazaret el Papa ha prescindido de intentar una reconstrucción
historicista sobre Jesús de Nazaret, escribiendo de modo deliberado
otro tipo de libro sobre Jesús.
3.Primeras reflexiones a modo de conclusión
Todos los factores apuntados tienen en común un adelgazamiento de
la devoción a Jesús y de su expresión. Sí se da un adelgazamiento en
algo tan central como la devoción a Jesús, nos hemos de preguntar
por su razón de fondo. Gracias a los estudios sobre Jesús histórico, hoy
somos conscientes de su humanidad. Esta recuperación, sin embargo,
no ha ido pareja de una comprensión simultánea de la peculiaridad o
singularidad de dicha humanidad; no es uno cualquiera, uno más
entre nosotros.
A vueltas con la cristología ascendente
(Capítulo3)
1. Opciones metodológicas fundamentales de la Cristología posconciliar
La cristología posconciliar está presidida por dos opciones metodológicas
fundamentales, de las que se derivan una serie de cuestiones cristológicas: la
asunción del giro antropológico y el punto de partida “desde abajo”, desde la historia
de Jesús. El tono predominante está determinado por estas dos opciones
1.1La asunción del giro antropológico.
La asunción del giro antropológico ha implicado la aceptación por parte de la
cristología y la fe cristiana, de la necesidad de acreditarse desde su valencia
antropológica. La cristología valdrá en cuanto sea capaz de responder a los
problemas, a los anhelos, a los deseos de salvación, angustias y gozos de las
personas de hoy.
1.2 Desde abajo: el camino de la fe de los discípulos
Desde finales del S. XVIII la ciencia histórica ha querido someter al cristianismo
y a su fundador a la investigación histórica dejando de lado la confesión de fe.
Muchas cristologías postconciliares se organizan estructuralmente, como
cristologías desde abajo. Lo curioso es que en los documentos del Nuevo
Testamento encontramos los dos enfoques, sin que se puedan hacer
diferencias tan netas como acostumbra hacerse desde el despacho
cristológico.
1.3 Conclusión
Las líneas posconciliares están conformadas por la necesidad de una validación
de la cristología ante la ciencia histórica y por la necesidad de mostrar a
Jesucristo como el camino de la verdadera humanidad. El camino de las
cristologías posconciliares radica en demostrar primero la historicidad de
Jesucristo, y posteriormente la validez de la lectura creyente de la historia de
Jesús, es decir, la legítima relación entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe.
2. Cuestiones cristológicas derivadas.
2.1La conexión suave entre la cristología ascendente y la descendente: el
engarce entre cristología y teología trinitaria.
Hay tres factores de dificultad para articular la cristología ascendente con la
descendente:
a). De Jesús de Nazaret a la preexistencia
Se siente cierto sobresalto al pasar de la historia de Jesús de Nazaret, críticamente
considerada, a la encarnación del Logos eterno. La presentación crítica de la historia
tiende a desprestigiar las elaboraciones sobre la preexistencia como concepciones
posteriores; sin embargo, preexistencia se debe situar como afirmaciones muy
tempranas atestiguadas ya por el himno a los filipenses.
Uno de los sobreentendidos que ha puesto en circulación el método histórico crítico
es la preeminencia de lo más primitivo sobre lo posterior y más elaborado; este
modo de cribar y leer no deja de ser problemático. LA FUENTE Q
b). Cristo y la Trinidad
En las cristologías posconciliares la interrelación entre el misterio trinitario y el
misterio de Cristo resulta menos fluida de lo deseable. Desde la cristología
ascendente no resulta fácil ver a Jesucristo como la segunda persona de la
santísima Trinidad; por lo tanto desde la clave ascendente el esquema más
elemental y espontáneo parece que sería el adopcionismo. Una vez eliminado el
dualismo, el esquema queda lastrado hacia la humanidad, sin apoyo posible para
dar un salto de mero hombre a auténtico Dios.
c). Mariología
La consideración histórico-critica de Jesús tiende a impactar de manera
devastadora sobre la mariología, los textos de la infancia no gozan de credibilidad
histórica. Al relegar la mariología queda eliminado uno de los puntos centrales para
articular la cristología y la teología trinitaria. Este modo de proceder no tiene en
cuenta, como es típico en la historia de las formas, que las narraciones
evangélicas están organizadas teológicamente con una intención. Las narraciones
de la infancia de Lucas y Mateo son el lente inicial desde el cual entender todo el
evangelio. La consideración de María como madre de Dios encaja en una
cristología de cuño descendiente.
2.2 Divinidad o ejemplaridad de Cristo.
a) ¿Cómo entender y manejar los estratos de la tradición?
Los evangelios se descomponen como en una excavación arqueológica perforando
los estratos de la tradición evangélica hasta alcanzar los orígenes mismos. Entre los
estratos se encuentran los siguientes cuando menos como posibles:
a) Jesús: El Jesús terreno mismo, sus dichos y sus acciones originales.
b) Los discípulos antes de la pascua: Una lectura de Jesús en el marco natural
judío.
c) Los discípulos tras la pascua: La elaboración teológica que la comunidad hace
del acontecimiento Cristo-Jesús, todavía dentro del marco judío.
d) La ruptura de los apóstoles con el judaísmo.
e) El dogma eclesial.

Desde Haranack está sembrada la duda sobre si la divinización de Jesús no fue la


parte esencial del paquete de la inculturación del cristianismo en el medio helenista.
No toda la exégesis comparte estos postulados, pero la divinidad de Jesús tiende a
palidecer

b) Jesús un caso excelso de humanidad.


Este nuevo Jesús se tiende a convertir en personaje ético, en él se encontraría
una gran capacidad para experimentar a Dios sin llegar a confesar su divinidad.
2.3 Valor salvífico y mediador de la humanidad de Cristo.
a) ¿Singularidad de la humanidad?
En la comprensión preconciliar, la humanidad de Jesús era la humanidad del Verbo,
idéntica a la nuestra (DH 301), en la que el Verbo estaba hipostáticamente presente;
esta singularidad permitía comprender que fuera salvadora y mediadora en nuestra
relación con Dios. En las cristologías posconciliares la humanidad de Jesús tiende a
aparecer como mera humanidad, perdiendo su capacidad de mediación salvífica y
poniendo en crisis también la soteriología. Lo que sí muestran estas cristologías es
que la humanidad es camino a Dios; como señal de esta tendencia se ha dicho que
basta ser humano para ser cristiano, pero la humanidad, herida por el pecado, está
llena de anhelos que requieren conversión. El cristianismo es una religión revelada,
una buena noticia para la humanidad de parte del Dios verdadero.

b) ¿Una humanidad salvadora?


Esta línea se muestra pobre a la hora de aportar una interpretación teológica del
sacrificio redentor. En el plano histórico más fidedigno, Jesús ni habría tenido la
intención de fundar una nueva alianza en su sangre mediante el sacrificio de la cruz.
La misma dinámica resulta renuente a hablar de la muerte del Hijo de Dios, pues
este momento de comprensión sería pospascual.
3. El tema de fondo: La humanidad de Cristo
• A partir de Jesús, sin preexistencia ni nacimiento virginal, Jesús
es muy humano, pero sin ningún aspecto determinante de su
propia humanidad.
• La conexión entre cristología y Trinidad se vuelve problemática.
• El peso de María, como garante de humanidad y de
especificidad de esta humanidad, ha quedado fuera de juego.
• La preponderancia de los estratos más primitivos de la tradición
no lleva a una confesión de fe en Jesús.
• Jesús se convierte en un gran ejemplo sin razón de su
excelsitud.
• Desde aquí, no hay modo de dar cuenta de la obra redentora.

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