El Niño Interior: Clave de Plenitud
El Niño Interior: Clave de Plenitud
El Arquetipo del Nio Interior. El Nio divino. "En el fondo de todo adulto yace un nio eterno, en continua formacin, nunca terminado, que solicita cuidado, atencin y educacin constantes. sta es la parte de la personalidad humana que aspira a desarrollarse y a alcanzar la plenitud". C.G. Jung. "Es el Nio quien percibe el secreto primordial de la Naturaleza y es al Nio que hay en nosotros a quien regresamos. El Nio es lo bastante simple y osado como para vivir el Secreto" Chuang-Tz. Percibimos que una parte de nosotros mismos permanece ntegra, a salvo de los pesares de la vida, capaz de alegrarse profundamente y de maravillarse ante las cosas ms pequeas. Su mensaje es todos llevamos a un nio eterno en nuestro interior, un ser hecho de inocencia y asombro. Este nio simblico tambin nos conduce, y lleva consigo el registro de nuestras experiencias formativas, de nuestros placeres y de nuestros dolores. El nio interior se manifiesta en las fantasas, los sueos, el arte, y los mitos procedentes de todo el mundo, donde representa la renovacin, la divinidad, el entusiasmo vital, la capacidad de asombro, la esperanza, el futuro, la curiosidad, el valor, la espontaneidad y la inmortalidad. El nio interior es un smbolo de unin que conecta aquellas partes de la personalidad individual previamente separadas o disociadas. El nio interior es al mismo tiempo una realidad de nuestro desarrollo y una posibilidad simblica. Es el alma de la persona, creada en nuestro interior por medio de la experiencia vital, y es la imagen primordial del Self o S mismo, el ncleo mismo de nuestro ser individual. Como sugiri Jung, el nio representa una "plenitud que abarca lo ms profundo de la Naturaleza". Como dijo Wodworth:"El nio es el padre del Hombre". El nio es el padre de la persona entera, completa y redonda. Nuestro nio posee el espritu de la verdad, la espontaneidad y la autenticidad absoluta. Sus acciones manifiestan la naturalidad que hay en nosotros, la capacidad de actuar adecuadamente y la aptitud para resolver cualquier situacin. Cuando escuchamos la voz del nio que hay en nuestro interior nos sentimos autnticos y creativos. La voz del nio interior es fundamental en el proceso de llegar a ser nosotros mismos. La individuacin, el proceso de desarrollo de la propia personalidad a lo largo de la vida, est ligada y gira en torno a la identidad singular del yo infantil.
El nio es la parte autntica, y la parte autntica en nuestro interior es la que sufre... Muchos adultos escinden esta parte de s mismos y por ello no alcanzan la individuacin, ya que slo si se la acepta, y se acepta con ella el sufrimiento que conlleva, puede tener lugar el proceso de individuacin. Todos podemos reconocer la voz del nio interior, puesto que la conocemos bien. Todos hemos sido nios. Y el nio que hemos sido pervive en nosotros -para bien o para mal- como recipiente de nuestra historia personal y como smbolo omnipresente de nuestras esperanzas y nuestras posibilidades creativas. El nio es la clave que nos permite alcanzar la expresin cabal de nuestra individualidad. Esta entidad infantil, el ser que verdaderamente somos y hemos sido siempre, vive con nosotros aqu y ahora. El nio interior lleva consigo nuestra historia personal, y es el vehculo tanto de nuestros recuerdos del nio real como del nio idealizado del pasado. Es la cualidad verdaderamente viva de nuestro ser interior. Es el alma, aquello que experimenta en nosotros a travs de todos los ciclos vitales. Y es el portador de la renovacin a travs del renacimiento, apareciendo en nuestras vidas siempre que nos desidentificamos y que nos abrimos cambio. La experiencia de este proceso de renovacin equivale a experimentar las posibilidades creativas del nio simblico. Este nio eterno y verdaderamente vivo se encuentra en el corazn de nuestro ser esperando encarnarse en nuestros actos y nuestras actitudes. Y la luz del mundo brilla a travs de l. El nio es un smbolo de plenitud en la psique, como un puente entre el mbito personal y el colectivo. Nuestra poca anhela el segundo advenimiento del Nio Divino Interior. El Nio es el smbolo que expresa "la naturaleza global de la plenitud psquica". "Hacerse joven lleva mucho tiempo". Y cul puede ser el nio interior dentro de una sociedad tan compleja como la nuestra? Cul de ellos, dentro de las innumerables posibilidades de crecimiento, sera el que reclama? Pienso que entre la cita de Jung y la de Chuang-Tz, del que no conozco ms que lo que puedo imaginar por el nombre, hay una inmensa grieta de posibilidades por la propia evolucin humana occidental. En lo absoluto, tal vez las dos tengan que ver y hablen de lo "ltimamente" mismo, pero en la realidad, ningn camino va a ser igual para un individuo de hace cientos de aos de una cultura oriental, que para otro, del siglo XXI en una cultura Occidental, entres otras cosas por que las posibilidades de libertad y de complicar las cosas, entre uno y otro, son extremadamente distintas, as como sus aspiraciones. Personalmente me gusta ms esta poca que las anteriores, aunque slo sea porque desde otras cualquier varn me habra quitado la oportunidad de hablar, de investigar, de contrastar, de sacar mis propias conclusiones a no ser que hubiese sido una herona. Me gusta por que desde el montn de los seres humanos, sin discriminacin
alguna por origen, he tenido la oportunidad de hablar cara a cara con todo lo dems si poda aproximarme a un lenguaje comn. Me gusta por que me permite existir a pesar de ser mujer del montn. Pero fuera del ramalazo femenino (que no feminista), me gusta porque permite en ms que en ninguna otra ocasin a lo largo de la historia, "la cuna" no obliga tanto como en otros estilos de vida a morir en el mismo estado que naciste. Para leer a Chuang-Tz, y enterarse de sus mensajes, hara falta ser hombre y culto (salvo rarsimas excepciones), mientras para leer a Jung, los occidentales contemporneos, que somos los que podemos entenderle un poco, slo hay que saber leer y sentir curiosidad. Claro que, para llegar aqu, nuestra civilizacin ha tenido de crear numerosos fantasmas, muchos ms de aquellos con los que habran tenido que lidiar los lectores de Chuang-Tz. Pero a la vez permite que muchos ms annimos tengan acceso al conocimiento de otros y, sencillamente, tengan su oportunidad de pasar de la vida a la muerte con mayor posibilidad de resortes humanos. No es una defensa de nuestros errores, que los hay para retirarnos el saludo de por vida. Es un defensa de la individualidad (no del individualismo) imprescindible para entender el nombrecito de individuacin. Para entender lo que Jung entenda por individuacin primero hay que sentirse individuo, hacer un gran acopio del "yo" y luego bregar con l hasta donde lo que ya no es "yo" deje (dicho de mala manera y esperando que se entienda). Todo idealismo, si no tiende hacia un contraste profundo con uno mismo, termina por ser igual de vaco que cualquier cosa grandilocuente pero carente de contenido. El nio interior siempre pide ms, si se lo escucha, pero cada nio debe enfrentarse a ser adulto, a crecer. De lo contrario sera como pasar de la vida a la muerte sin ningn aprendizaje, y no creo que estemos por aqu para pasar de lo mismo a lo mismo. Creo que las palabras de Jung incitan a alimentar y educar a cada uno de los nios interiores que nos exigen desde lo ms profundo, que no tiene por qu ser slo uno, sino todos aquellos que exijan el derecho a crecer. Aunque, posiblemente, tambin tengamos derecho a ponerlos un lmite desde la madurez y no dejar que se nos hagan tantos, y tan complejos, como para no poder abastecer a tal regimiento en una sola vida. De escuchar a unos cuantos nios interiores, podemos transformarnos en sus esclavos. Pero bueno, no creo que lleguemos a tanto. Es interesante el paralelo que estableces entre Jung y Chuang Tz siguiendo la lnea de pensamiento de Pedro. No es sorprendente que tanto Jung como Chuang Tz llegaran a la misma conclusin: que para llegar a ser un individuo es necesario dejar que el nio interior se exprese. En estos das, una amiga me ha contado un sueo tan arquetpico que aprovecho para compartirlo en el foro, a ver que les parece. Un grupo de elegidos vive en una isla en forma de montaa, en la cima. viven en un barrio y todos se llevan bien, las seoras llevan faldas que parecen del siglo 19. pero en realidad, esta gente no vive en el mundo real, mas bien viven en otra dimensin. Y los que intentan acercarse al mundo real son barridos por una ola gigantesca. Unos cuantos intentan acercarse al mundo real pero los barre la ola. Otros lo intentan a su vez con el mismo resultado. La naturaleza se venga de ellos. Por ltimo, quedan solo tres sobrevivientes en la isla: dos hombres y una mujer. La mujer bebe una botella de vino blanco y decide entregarse a los hombres. Uno de ellos va a poseerla pero primero se lava, antes de tocarla. Y luego ella abre las piernas y en ese preciso
momento se dan cuenta que se encuentran en el mundo real. pero a los hombres les queda un sabor amargo porque ya no podrn volver a repetir la experiencia. o se cuanto tenga que ver este sueo con el nio interior pero bueno, es lo de menos. solo otro pretexto para discurrir. Me pregunto: Qu se le da de comer al nio interior?, Cmo se lo cuida? Cmo se hace para llevarlo a la madurez? Me pregunto tambin: para aquellos que viven desde siempre en la niez, se tratar tambin de escuchar al nio interior? Volver al nio interior. Pero todos tenemos un nio/a interior lastimado/a. Es cierto que ya no podemos ser lastimados de la misma manera en que fue lastimado el nio/a que fuimos. Sin embargo, si ese/a nio/a interior no es sanado/a es imposible crear una realidad distinta. Quienes hemos intentado sanar ese/a nio/a interior sabemos que es un camino arduo y lleno de dolor. Y siempre quedan astillas intactas que siguen lacerando. Dicen los que poco saben que la infancia es un tiempo de felicidad, sin problemas, sin contradicciones y de ingenuidad. Para empezar imaginemos que hoy nos subimos a un avin y cuando llegamos a destino nos ponen cabeza abajo, nos sostienen por los tobillos y nos pegan en la cola. Despus nos pasean de sala en sala metindonos objetos extraos en la boca y la nariz, nos restregan los ojos y dems maniobras...Cmo nos sentiramos? Tal vez humillados/as, horrorizados/as, avergonzados/as. Y as sigue el desarrollo humano...se llega a la vida con la sensacin de que no somos bien recibidos/as y que seguramente nos espera mucho dolor como el anunciado en el arribo despus del viaje. As si miramos muy profundamente en nuestro interior, veremos un nio/a horrorizado/a escondido/a en esa profundidad. Miremos con ojos inquisidores todos aquellos momentos de nuestra niez cuando recibimos un castigo, la llegada amenazante de un hermano que pareca que nos iba a despojar del amor de nuestros padres, el primer da de la escuela que se parece tanto a nuestro primer alumbramiento, aquel del cual an no nos hemos recuperado porque nos arrancaron del lugar seguro del tero, cuando se muri la primera persona y all empezamos a saber que las personas desaparecen y todava no sabemos de la existencia de la muerte, etc.etc. (y aqu cada cual puede incluir sus propias escenas infantiles, aquellas que an no pueden comprender o asumir y que en el fondo de cada uno/a an provocan una sensacin de desamparo y dolor) Y ese nio/a an tiene ganas de llorar, est perdido/a en un mundo inhspito. Es probable que ese/a nio/a necesite romper algo, expresar todo su enojo, su dolor y su terror. Si podemos conectarnos con l/lla, si lo/la rodeamos del amor que hasta ahora le falt porque no fue recibido/a por personas que comprendieran su desvalimiento, si lo amamos como es, si no lo seguimos cargando de culpas y resentimientos, ese/a nio/a volver para ser un emisario/a de esa luz que tena antes de llegar al mundo inhospitalario que lo recibi. Solamente quien es amado y cuidado puede devolver amor y cuidado, pues donde hay terror y dolor no puede haber amor y expansin. Lberemos a ese no/a de ideas erneas, de ideas negativas, de la idea del pecado y de la culpa. Sanemos su corazn y su alma. De lo contrario seguiremos viviendo en la oscuridad, el vaco, la soledad sin libertad para expresar lo que verdaderamente somos y sin poder cumplir con el recorrido del camino que estamos llamados a seguir. Ese/a nio/a interior herido/a seguir controlando nuestras vidas.
Y ahora una especie de oracin para ese/a nio/a que me lleg hace un tiempo, cuando estaba muy mal conmigo misma, atravesada por dolores que crea irreparables: BIENVENIDA AL NIO Colcate la mano sobre el corazn y cierra los ojos. Ahora permtete no solamente ver sino ser tu nio interior. Por tu voz hablan tus padres que le dan la bienvenida a su llegada al mundo y a su vida. Escchales decir: Nos sentimos tan felices de que hayas venido. Te hemos estado esperando. Hemos deseado tanto que vinieras a formar parte de nuestra familia. Eres muy importante para nosotros. Nos sentimos felices de que seas un nio. Nos sentimos felices de que seas una nio. Amamos lo nico y especial que hay en ti. La familia no sera la misma sin ti. Te amamos, Queremos abrazarte. Deseamos ayudarte a crecer para que seas lo que eres capaz de ser. No tienes por qu ser como nosotros. Has de ser t mismo. Eres tan hermoso, tan inteligente, tan creativo. Es un placer tan grande para nosotros tenerte aqu. Te amamos ms que a nada en el mundo. Gracias por escoger a nuestra familia. Eres bienaventurado y nos bendices al venir. Te amamos. Realmente te amamos. Que tu nio pequeo asimile estas palabras como verdaderas. Procura disponer de un momento cada da para abrazarte y decirte estas palabras. Puedes decrtelas mirndote al espejo. Puedes decrtelas abrazando a un amigo. Dite a ti mismo todas las cosas que deseabas que tus padres te dijeran. Tu nio pequeo necesita sentirse amado y deseado. Dale lo que necesita. No importa la edad que tengas, ni si ests enfermo o asustado, tu nio pequeo necesita sentirse amado y deseado. Rectale a menudo: Te deseo y te amo. Esto es verdad tambin para ti. El Universo te desea aqu y se es el motivo de que ests aqu. Siempre has sido amado y siempre los sers, durante toda la eternidad. Puedes vivir feliz eternamente. Y as es. Haca mucho, mucho tiempo que senta que nada tena para escribir en este foro. Pero este tema de mi nia interior, esa que cada da me recuerda que la debo consolar, amar, ayudarla a restituirle la fe, la actitud de resistencia frente a las adversidades, abrazarla en su soledad, me trajo hoy hasta aqu "Hacerse joven lleva mucho tiempo". Y tal vez se deba a que cuando nos parieron ya ramos viejos/as, porque nos cargaron con todo el lastre de la humanidad, con sus mitos ms antiguos sobre lo que una persona "debe" ser y nunca nos permitieron sentir, pensar y ser lo que verdaderamente habamos venido a ser, sentir y pensar sin los viejos condicionamientos. Hacerse joven lleva mucho tiempo. Nos tejieron redes donde quedamos presos/as de los deseos de los/as otros/as y aprendimos que haba que "cumplir" con esos designios pues de lo contrario seramos separados/as de la "familia humana" como leprosos/as o sidosos/as. Sin embargo y paradojalmente, slo logramos, siguiendo esos designios, quedar aislados/as y separados/as de nosotros/as mismos/as como verdaderos/as extranjeros/as, sin poder reconocernos en nuestra unidad, entorpeciendo nuestro camino de identificacin y reconocimiento. Un territorio al que le tendieron murallas, lmites que cerraron el camino de la expansin. Hasta que un da...comenzamos a permitirnos otra posibilidad...
...a veces tiemblo cuando parece hablarse de lugares comunes mientras sin embargo es tan difcil salirse de la subjetividad, tanto para expresar nuestros pensamientos como para interpretar los pensamientos de otros. Desde lo que yo interpreto el pensamiento de Jung y Chuang-Tz difieren bastante. El de Chuang-Tz tiene un componente mstico que relaciona al Nio (maysculas) con el Secreto (tambin maysculas). La cita de Jung, si bien podramos deducir (lo que implicara cierto aporte personal) que por amplificacin podra referirse a lo mismo, en s habla del nio neutro (ms o menos) que nace y al que el coste de la culturizacin termina por ocultar. Pero no creo que Jung nunca se declarase en contra de la cultura ni de la convivencia en sociedad. Si bien Jung habla de un nio, yo opino, y es mi opinin, que pueden ser varios los que desde ese campo neutral tendran la posibilidad de expresarse, aunque todos ellos se unifiquen en el original. Quiero decir, que aunque Jung hable de que ese nio, una vez crecido, podra manifestarse como un artista, tal vez las condiciones no le fuesen favorables, pero si fuese un nio inteligente (maduro, bien nutrido, bien cuidado) sabra encontrar otros medios de expresividad, de manifestacin de s mismo, y de comunicacin con lo ajeno a l, con todo lo otro que sirve de estmulo y contraste en la vida. Esto es para m lo que le hara inagotable y constantemente regenerativo; tanto como para ser capaz de transformarse durante el proceso vital en ms de una ocasin, dependiendo de las circunstancias. Sera el que siempre deseara aprender algo ms, el inagotable curioso, y por tanto el que ejercera de motor en el transcurso de la vida por larga que esta fuese. Pero como vemos con frecuencia, pocas son las personas que se atreven a poner a andar nios nuevos una y otra vez. Por el contrario, lo ms habitual es estancarse en algn estado de la vida esperando que todo venga del exterior. A veces este nio puede confundirse con otros, con aquellos de los que habla Nocris, que reclaman otras cosas, pero que tambin estn ah esperando que los entendamos y asumamos (porque poco ms se puede hacer por ellos) para que sus necesidades no obstaculicen demasiado el crecimiento de los dems. Ese nio maravilloso por lo que tiene de lo ms autntico y genuino, habla cuando le dejamos hablar. Suele entrar en contradiccin con las normas morales y sociales de la poca cuando no encuentra verdad en ellas y sale por la tangente proponindose sus propias metas al margen de lo que opinen los dems. Como eso es bastante arriesgado, lo ms fcil es taparle la boca (no atenderle, no escucharle) y seguir la marcha colectiva. Pero claro, si encima los nios se mezclan y cuando crees que vas a parir un nio luminoso lo que te sale es un nio enrabietado que no fue atendido como le hubiese gustado por pap y mam, la cosa se pone fatal para uno y para los que le rodean. Hay un libro en el que he encontrado una explicacin bastante seria de las teoras de Jung. Me gust porque Murray Stein, su autor, siendo analista junguiano, mantiene el espritu critco sin convertirse en un fan. Se titula El mapa del alma segn Jung. En l se hace una muy buena distincin entre los contrastes con la sombra y los contrastes con nima-nimus, ya que cada una de estas facetas se expresa de distinta manera en nuestro interior. Adems, la forma de separar los captulos obliga a hacer un recorrido por las emergencias psquicas con las que podemos encontrarnos dejando claro que no es fcil salir airoso de un contraste con nima-nimus sin antes haber bregado con la sombra, y todava resulta ms difcil entender lo que significa individuacin (ms all de lo puramente conceptual) sin haber pasado por las enomes
dificultades que supone ser individuo en una sociedad tendente a la unificacin de criterios, sin haber perdido la capacidad de socializacin y convivencia. Me quedaba con la idea de que mis pensamientos personales eran demasiado pobres comparados con la riqueza y amplitud de lo que el smbolo intenta transmitir, y de pronto ca en la cuenta de que esta idea, con enorme sencillez, dentro de la enorme complejidad de smbolos que remueve, est magnficamente descrita en La Historia interminable, aqul magnfico cuento para nios y adultos. En ese cuento, Atreyu representa a ese nio primitivo (salvaje) que se relaciona magnficamente con los smbolos y la naturaleza, y que a la vez es el alter ego de Bastian (en el paralelismo consciente-inconsciente). Quera recordarlo porque aunque todos lo hayamos ledo, como todas las ideas bien expuestas, sigue me parece que sigue siendo interminable. Deca Barrie, el creador de Peter Pan, que nada merece la pena vivirse ms all de los doce aos. Ah es nada eh? Yo lo que digo es que Ana Beln tiene un blues en un disco ochentn que dice que los nios comen luz y que yo estoy completamente de acuerdo con eso. Lo de Barrie me lo pensar cuando llegue a ms viejo. Para m cuando hablamos de nio interior, estamos extrayendo del elemento "nio" biogrfico una de sus cualidades ms seeras, y devolvindola a su seno arquetpico: la Imaginacin, con maysculas. Es decir, el punto de partida de toda creacin artstica, de toda concepcin religiosa, de toda filosofa. Es esa la luz en la que se baa y que se come el nio real, y es ese el acervo al que el sabio ostiga cuando dice: si no os volvis como nios no entraris al reino de los cielos. Es decir, si no recuperis el nio interior, el Gran Imaginador. El mundo imaginal es el reservorio de las imgenes arquetpicas, reitero, y es la imagen arquetpica la que con posterioridad crea todo lo que es digno de llamarse creacin, y por ende es del JUEGO, desde donde nace todo lo que los adultos luego tratamos con seriedad. El psicoanlisis le ha dado a la infancia un tinte mrbido, conflictivo, oscuro, la ha convertido en una especie de mundo esclavo, dbil, asustado. Miren, algo de eso hay, seguramente. Siempre hay sombras, en todo y en todos y en todas las pocas. Si nos vamos a los extremos, vemos que es obvio que no pocos nios tercermundistas, por ejemplo, comen ms basura que luz. Sus paps tambin. Pero el psicoanlisis se dedica a la psicologa de nios "ricos" y trata de la morbidez en un ambiente cultural burgus. En esos mbitos yo me opongo a esa visin pesimista de base de la infancia. El nio, en la mayora de casos normales, es arrastrado quiera o no a la felicidad, muchas veces en contra de su ambiente. Ojo que digo en la mayora. Es arrastrado a la felicidad porque no puede ser de otro modo siendo arrastrado por la imaginacin y el juego. Ah todo es expresin, todo es catarsis, todo es individuacin en sus primeros balbuceos. Cuando digo felicidad incluyo tambin el miedo, pues la imaginacin trae la realidad trascendental a la conciencia y ah hay muchos monstruos. Mejor que felicidad deba pues decir plenitud, que para mi gusto es algo ms feliz que la misma felicidad. Yo me recuerdo de criaturita, indignado cuando mami llamaba imperativamente a comer, pensando "por qu no me dejar seguir jugando? no sabe que lo mejor de m y que ella ms aprecia luego, nace aqu, de lo que ella menos valora, mis juegos?" Eso lo pensaba exactamente as, porque no lo pensaba yo, claro. En aquel tiempo pensaba que un da seria mayor y ya sera libre para seguir jugando an en la hora de comer. Hoy, bastante avejentado y cansado, he comprobado que no existe esa libertad. Quizs la mxima libertad estaba ya all, y se trataba precisamente de la
libertad de imaginar, de pensar eso. Por un lado puedo decir entonces que no ha habido ninguna cultura que haya sido capaz de coartar esa suprema libertad, ni por ende ninguna cultura es capaz de donar o favorecer esa capacidad. Por otro lado, y valga mi propia contradiccin, toda cultura es slo un modo u otro, no importa, de poner limitacin, de enrejar la imaginacin y el jugar, porque ser adulto es la ms de las veces eso, un enjaularse en la actividad prctica prosaica, y ah simpatizo con Barrie: la eterna lucha entre Pan y Hook. Toda cultura crea un malestar, estoy de acuerdo con el psicoanlisis, y tanto ms malestar cuanto menos hueco deja para soar, ms bien que para fornicar. Por otra parte, ya en mi primer autoanlisis descubr que mis ms profundos conflictos, mis traumas ms complejos, haban venido a este mundo conmigo sin necesidad de ninguna noxa externa ni de ningn problema exterior. Lo que signific crecer para m fue explicitar ese desgarro, un desgarro que forma parte del Mundo Imaginal, o mejor digamos Mundo Arquetipal. El tema es que de nio el yo es fluido y lbil, discurre entre los temas y los opuestos, sin desgarros. El yo del adulto se resquebraja porque se ve obligado a tomar posicin. En fin, un tema gigantesco, en el que habra que dedicar un apartado especial a dilucidar sobre el problema del Puer Eterno, por ejemplo. Pero no quiero tampoco dejar de exponer un hilo que est siendo uno de los ncleos de parte de mis ltimas investigaciones: la relacin entre el Nio Interior y el Sabio Anciano, famosa dupla smbolo de S mismo y por lo tanto de Dioses por todos lados, incluido el cristianismo. Como adelanto, dir ahora, para incitar a la meditacin, que si buscamos un comn denominador entre ambos extremos, nos viene rpidamente a la mente (o no?) algo que se comparte en los dos estados vitales: la ausencia o el poco peso del mundo procreativo. El nio representa el prlogo en el cielo, y el anciano el retorno a l. Los sentidos terrenales en el nio estn sobrepasados por el sexto sentido, el sentido de la imaginacin. En el anciano estn abotargados por la edad, y a ellos se sobrepone la construccin creativa mental. El mundo medio, el mundo prctico, el mundo real, concreto, carnal, parece ser que para la cultura humana, en general, no es digno de divinizacin Uno de los cuentos que ms cerca de mi corazn viven, desde que lo conoc, es aquella fbula que en cierto momento Don Juan le cuenta a Castaneda, cuando estn almorzando en un restaurante de carretera. Castaneda ve a los pobres nios mejicanos robando las sobras de las mesas y suelta un discurso de esos tan polticamente correctos sobre la igualdad de clases, sobre la ayuda social al necesitado, etc. etc. Entonces Don Juan, ms listo que el hambre de los nios, le pregunta que para l, a qu mxima meta, a que mximo logro puede aspirarse como ser humano. Castaneda le contesta sin dilaciones: "ser un hombre de conocimiento, como es usted" Y entonces Don Juan le dice algo as como: "Pues yo cuando era pequeo, viva exactamente igual que esos nios". Mira, yo nunca pas hambre, la verdad, pero me cri un un barrio obrero aledao a los suburbios. A menudo organizbamos safaris de ratas con fusiles de plomo y trampas de pjaro, en las abundantes esterqueras que nos colindaban. Todos ramos profundamente, radiantemente felices en esas majestuosas posiciones. As que jams me oirs hablando mal de la pobreza, sino ms bien al contrario. Para conseguir lo que importa, creme que me creo que corre ms a favor que en contra.
El nio abandonado.
El nio empieza su vida en un estado anlogo al paraso. Puro y colmado de posibilidades con todas sus necesidades cubiertas al amparo de un mundo lquido,
maternal, atemporal e ilimitado- el nio inocente llega al mundo portando consigo todo el potencial de la humanidad.
Pero, por desgracia, la inocencia no puede perdurar. Lo que empieza como posibilidad infinita debe finalmente realizarse en un mundo finito e impredecible. Por consiguiente, una de las primeras experiencias transitorias de todo ser humano es el abandono y la separacin, un pasaje por el cual el nio se va internalizando a medida que la personalidad individual se adapta a las exigencias de su circunstancia exterior. El abandono es de hecho, lo que inicialmente define al nio interior: "Nio" quiere decir algo que evoluciona hacia la independencia, cosa que no puede hacer sin desprenderse de sus orgenes. El abandono es por tanto, una condicin necesaria. La experiencia del abandono efectivo, emocional y psicolgico- es pues una iniciacin a la vida, una segunda representacin de la expulsin del Paraso, una prdida de la inocencia y, al mismo tiempo, una traicin y una decepcin. Se trata no obstante, de un acontecimiento positivo por cuanto pone en marcha nuestro viaje en busca de experiencia e identidad. El abandono nos obliga a adaptarnos y a admitir nuestra condicin. nicamente cuando estamos realmente solos puede salir a la luz del da la fuerza creativa ("el nio") que llevamos en lo ms hondo de nosotros. Debemos aceptar el desafo de nuestro aislamiento. El dolor de nuestra soledad nos obliga a hacernos conscientes, a abrirnos a la experiencia de la fisura que existe entre nuestro yo y los dems. Para algunas personas el abandono constituye una herida al yo infantil que resulta en una adaptacin restrictiva, por la cual el nio queda profundamente enterrado bajo capas de resentimiento y cinismo. En el fondo de cada cnico, sin embargo, se halla un romntico dolido, un nio interior inocente que fue lastimado en su temprana existencia por una decepcin paterna o al descubrir que el mundo no es lo que pareca. La experiencia del abandono nos enfrenta a todos con el reto de asumir nuestra orfandad y de reconocer que en ltima instancia estamos solos, lo que trae consigo la responsabilidad de cuidar y proteger a nuestro nio interior. Aquel que intenta huir de la experiencia del abandono y trata de preservar la inocencia idealista en su madurez se expone a un grave peligro. Si el individuo no siente a su nio interior como algo real, si no lo reconoce como una entidad existente, lo abandona. El despertamiento del nio interior requiere una renovacin peridica a travs del ritual, si quiere ser actualizado y realizado. Siempre digo, cuando alguien me habla con inquietud sobre "el ms all" para despus de la muerte, que al fin y al cabo no ha de ser peor que all de donde vinimos, y que como nadie recuerda nada anterior a "ser" alguien que puede recordar algo, con lo peor que podramos encontrarnos es con lo mismo, que no parece ser aterrador, si no en todo caso nada. Dir que salvo quedar algo perplejos, esto no suele tranquilizar a mis interlocutores, aunque a mi me parezca tranquilizador. Pues lo mismo debe pasar con cualquier otra referencia, que depender de con qu se la compare. La (aparente) placidez del tero materno, como vehculo de lo que nos ha trado hasta aqu puede servir como smil de un pasado total. Lo mismo podra suceder con el bebe (referente) cuyas necesidades (improbablemente) hubiesen sido completamente satisfechas. O con el infantante anterior a lo que el cristianismo llam
"uso de razn", ese que iba y vena en plena libertad anteriormente a tener que hacer uso de "su" conciencia Menudo trago! Ese que poda delegar en los adultos toda su responsabilidad, hasta que los adultos, a travs de un rito de iniciacin (la comunin en el caso cristiano) le ponan de cara a su conciencia con siete u ocho aos! Traumtico? Y que no es un trauma en la vida desde que tenemos que respirar por nosotros mismos, desde que si es necesario, nos obligan con un azote a respirar por nosotros mismos? Pero Qu sera de nosotros si no? Seramos nosotros? Pienso que si pudisemos volver atrs la pelcula nos miraran cientos de nios con cientos de miradas, con cientos de rasgos, con cientos de preguntas sin respuesta, con cientos de ilusiones truncadas, con cientos de caminos iniciados, aunque fuese levemente, que quedaron truncados en ocasiones antes incluso de comenzar a recorrerlos. No es nuevo, ha sido el pasado de todos los hombres y mujeres que dejaron de ser nios, que se hicieron a su vez padres y madres, abuelos, ancianos, muchas veces otra vez nios... Las funciones biolgicas y psicolgicas no tienen por qu ir, no van a la par casi nunca. Uno puede ser padre mientras en lo ms profundo de s mismo puede seguir deseando que le den aquello que nunca obtuvo, uno puede ser abuelo volviendo a divertirse con el juego del parchs sin haber entendido nada sobre su vida. Su propia vida, la nica vida. Uno pude llegar a viejo sin haber estrenado la vida humana, como empujado por el tropel de la vida que lleva a ejercer distintas funciones dependiendo de muchas cosas: independencia, trabajo para ganar el pan, procreacin, educacin de la prole para que a su vez se haga independiente y sepa cmo ganarse la vida para poder procrear... Lindo, lindo por lo fcil, por lo sencillo que puede resultar triunfar, dar el paso en la vida, cuando se van persiguiendo esas metas tan paralelas a cualquier vida animal. Tambin terrible, por que en el mundo animal la competitividad es tremendamente importante para sobrevivir. Pero la vida, a grades rasgos, podra definirse as. Y el nio? El nio, para m, adems de innumerables chichones y traumas sigue siendo el mismo: un nio. Un nio que aparece ante la vida y se pregunta, siendo capaz de preguntarse hasta por qu l esta ah, en medio de la vida. Retrocedamos a travs de todos los traumas, de todas las canalladas y felicidades que nos ha regalado la vida. Retrocedamos hasta el nio al que le dieron los cachetes para respirar por s mismo. Retrocedamos a todas las normas sociales, a toda la moral, a todo lo aprendido. Seamos capaces de retroceder hasta ese instante primero sin pensar en nada ms que en en nuestra pequea vida ante el mundo, como si fusemos el nico habitante del Universo, como si no hubiese culpables, como si no hubiese benefactores. Como si todo tuviese que volver a ser creado desde nuestra consciencia de ello. Ah est el nio: puro, nuevo, genuino y perfecto. Antes de comer de la fruta del Bien y del Mal, antes de salir de la inocencia. Todava se puede ir ms lejos, se puede tratar de ir hasta la posibilidad que hizo posible la vida que se est sintiendo, que indudablemente se siente latir en un latido csmico. Y se puede preguntar yo? qu soy yo? Qu ha hecho posible que yo me pregunte por esto? Que est aqu?. A m seguramente me diese un ataque de risa, por que irse tan lejos y hacerse ese tipo de preguntas debe ser como para soltarse por carcajadas, o para ponerse llorar sin pena. Todo sera lo mismo, pero sin ser ya lo mismo. El nio, renacido, abrira los ojos nuevamente ante otra realidad, su realidad: un mundo, un tiempo, una moral, una historia... compartidos, a veces demasiado dolorosos comparado con aquel otro lugar del que sospecha haber venido.
Cosas miles. Siempre fue ese mi discurso sobre la muerte. Comparar ese despus desconocido con ese antes que ya ocurri, y tranquilizarme pensando que no puede ser mejor, y lo mejor, no puede ser peor. Tampoco encontr eco en mis interlocutores. Debe ser que hay temas imposibles de compartir si no es con gente metida en tu misma "secta". No importa: tampoco es preciso compartir ni todos los temas, ni la mitad siquiera. Todo cambi un da, un da que tena previsto mi propio redentor suicidio. En este caso mi razonamiento era paralelo a aquel de Hermann Hesse (cosa que descubr despus): por muy grande que sea el tormento, en el momento en que uno decide escapar de l volviendo a la placidez de la nada por autoaniquilacin, ya puede darse por muerto, y, como tal, ya est salvo. Slo entonces, puede uno sobreponerse al tormento y seguir avanzando en la vida, con ese as en la manga, por...curiosidad. A veces, teraputicamente, he intentando regalar este pequeo truco a otros desesperados y, como dije arriba, poco eco obtuve. Menos mal que la naturaleza otorga a cada cual, cuando otorga, su propia tabla de salvacin. Pero un da, algo ocurri, algo me traicion desde muy adentro. Escuch una agorera voz que me susurr, aplastando una tabla salvavidas de un pisotn: "Y si te mueres y sigues sufriendo en el Ms All? Ests seguro que si no resuelves tus problemas ahora, ellos se quedarn aqu si t, huyendo, te vas? Un sudor fro me empa el alma, el tutano. S, era una posibilidad. La posibilidad de no escapar jams de uno mismo. Frente a eso, comenz una movilizacin interior todo lo desesperada que cualquiera puede ser capaz de imaginar. Tengo la impresin de haber arrastrado la luna con una correa entre los dientes hasta que de nuevo...sali el Sol. No pude por razones obvias, vanagloriarme de salir vivo de aquella. La muerte era el mal menor. Siempre es el mal menor. Slo puedo agradecer la inmensa suerte de haber encontrado, para este mundo y para el otro, una transitoria solucin. De todos modos, hoy da, cuando vuelve a oscurecerse el Sol, sigo recurriendo a aquel truco, a aquel pacto tcito con la vida y la muerte, a aquella tabla de salvacin, de un modo automtico. Pero ya no puede tranquilizarme tanto. En estos das precisamente he estado repasando las conferencias que tengo grabadas sobre la vida despus de la muerte, y un buen montn de documentales sobre toda esta cuestin. En realidad, no es verdad que no recordemos nada de lo que ocurri antes de nacer. Tampoco es verdad que no sepamos nada de lo que ocurre despus. Experimentos mdicos a lo largo del planeta y el tiempo han aportado infinidad de datos a los dos respectos. Sin polemizar sobre lo que estos recuerdos y experiencias son en realidad, parece claro que la psique no viene al mundo tbula rasa, pero no slo de manera potencial, sino concretamente contactada con vidas de otros lugares y pocas, as como al morir parece que empieza a regresar a un mundo perdurable de cosas y hechos a saber en qu dimensin extrasensorial. No quiero decir con esto que exista la reencarnacin y la vida del ms all, as como as. Quiero decir que parece demasiado probable que, al menos, existe una psique que sigue imaginando la vida antes y despus de nacer el cuerpo, el yo. Una imaginacin que, si existe, nos contiene, y merma toda posibilidad de escapar hacia la paz de la nada eterna. Esa psique que nace con el nio, o sea, el nio en s, llega al mundo sabiendo cosas por dems, y habiendo vivido cosas por dems. El hombre del milln de aos vuelve a recrearse en cada beb. Qu fcil es ver en el desamparado cuerpo del nio un desamparo igual y una ternura igual en su psique. Pero no es as. Tampoco es un manojo de deseos objetales, que sern difcilmente satisfechos porque los objetos son reacios siempre a usarse para satisfacer. El nio pas ya mucha hambre, se enfrent a miles de batallas, soport decenas de regmenes polticos distintos. Sabe del poder y
la esclavitud. Nada de lo humano le asusta como ser humano. Se nace abierto a toda posibilidad. No se angustiar si nace ciego ni su nimo decaer si nace sin las manos o los pies. Ni su sonrisa ni su llanto dependern, per se, de nacer en el primer o el ultimo mundo. Esas cosas empiezan a joder no cuando se es, sino cuando empiezan las comparativas y se empieza a desear. Todo esto que digo puede parecer una barbaridad. Quizs sea mejor hacer un giro narrativo y traspasar el mana del Nio interior, desde la figura obvia del nio concreto, a la figura del primitivo interior, el brbaro interior, sobre el que choca menos decir barbaridades. Por individuacin se entiende indistantemente la recuperacin del Nio interior o la llegada a la montaa del Sabio anciano. Nio Jess, diestra del Dios Padre, qu ms da. Pero tambin hay otro sinnimo. Los alquimistas decan: hay que reconstruir el mono interior. El salvaje, el indio, el primitivo, el pitecantropo interior. Yo he pasado mucho tiempo meditando en esta contradiccin aparente entre evolucin e involucin psicolgica, y an sigo hoy...como con todo lo dems. La aparente involucin de regreso al nio, no cuesta mucho entender, pero al pitecantropo? al salvaje? A Rousseau, seguramente no le hubiera sorprendido tanto. Teilhard de Chardin, el gran olvidado, es uno de esos elementos bisagras que, por su mera existencia, parece que contuviera una llave del secreto de esta aparente contradiccin. El pas toda su vida explorando el mundo como antroplogo, descubri ni ms ni menos que al Hombre de Pekin, y qued tan impregnado de orgenes, del Alfa, que acab desarrollando su fastuosa visin del fin ltimo de la humanidad en aquello del punto Omega. Tambin se intuye algo parecido en aquella obra magna, la Odisea en el 2001, que aunque parezca lo contrario, sigue sin caducar. Metafsicamente, se podra decir que la reconstruccin del gibn es el viaje hacia la cola de la serpiente que acaba colocndote a la altura de su cabeza. Es el misterio ms profundo y ms sabio quizs de toda la "psicologa" junguiana: aquello que se cuenta en la segunda mitad de Aion. Pero yo haba llegado aqu hablando de ser, de de desear, de adaptacin al medio y de malestar y evolucin en las culturas, o de malestar y evolucin en el hacerse mayor. Muchas veces he paseado por los campos de Andaluca occidental buscando dlmenes. Ya saben, esas moles enormes de piedra del neoltico, del bronce y hasta un poco ms ac. Siempre hubo algo que me llam poderosamente la atencin. A qu tanto amargo esfuerzo gratuito? A qu complicarse ms una vida, que ya suponemos muy duramente complicada? De dnde este entusiasmo extra trabajador? No era suficiente con las guerras tribales, con la bsqueda de alimento, con la dureza de las condiciones? Por qu no aprovechar cada minuto libre para la familia, para fornicar, para descansar? Cuando uno contempla las pirmides en Egipto, la misma pregunta por fuerza se tiene que redoblar. Con ese calor, en ese desierto, comiendo pan y cerveza...Millones de bloques de ms de 20 toneladas? Maldita sea por qu? Dnde queda en la infancia de la Humanidad el concepto "sociedad del bienestar"? Pues est claro. Ni en las cmodas condiciones ambientales, ni en la satisfaccin de los deseos, ni en ningn contrato sobre seguridad vital o laboral. He llegado a comprender pues que parte del secreto de la reconstruccin de la gibn, consiste en eso que los primitivos y los nios hacen bastante bien: ms all de las condiciones ambientales y culturales, llueva, nieve o haga demasiado sol, el alma se siente en un paraso si siente que construye con su vida, un puente al S Mismo, a Dios. Cualquier rudeza, cualquier hercleo esfuerzo, cualquier rudimentaria condicin de vida se convierten en bagatelas, en naderas. Un dolmen, una pirmide, son monumentos al viagra, al prozac. Son el estandarte de la antidepresin. Que la fe mueve montaas? J...incluso las hace Narcisismo y Eterna Juventud.
Cuando el yo infantil empieza a separarse de la madre o de ambos padres, surge el problema del narcisismo, expresado por el smbolo del "puer aeternus", el arquetipo de la eterna juventud. Se trata de una dificultad que puede dividir al nio entre el afn de satisfacer a sus padres y el de desarrollar su propia sensacin de identidad. Se ha dicho que el narcisismo es el trastorno psicolgico de nuestro tiempo. En general este problema puede atribuirse a un amor defectuoso por parte de los padres, los cuales, cautivos de su pobre sensacin de identidad e incapaces de desligar al nio del ego parental, crean una serie de ataduras que dificultan el desarrollo de la identidad de su hijo. La dificultad de los padres para percibir y satisfacer las necesidades del nio refuerza la dependencia de ste, quien desarrolla entonces un "yo postizo" que busca ante todo agradar a los padres. El incipiente yo real del nio queda as escindido u oculto y se convierte, de hecho, en el nio interior perdido. Estas heridas derivadas de una separacin defectuosa generan con el tiempo una compleja serie de trastornos en la personalidad adulta, trastornos que designamos con el trmino general de narcisistas, en referencia al mito griego de "Narciso". El tema fundamental de este mito consiste en la fijacin del sujeto, encantado por su propia imagen reflejada en la superficie de un estanque o en el rostro de su madre- e incapaz de separarse y de relacionarse con los dems. La fijacin de Narciso a su reflejo le impide moverse de sitio y muere de desnutricin. El mito sugiere de modo simblico que un individuo, cuando nio, corre el riesgo de quedar fijado en una etapa de su desarrollo al tratar de consolidar una imagen concreta de s mismo, pero incapacitndose para llevar a trmino la tarea de independizarse o separarse, por miedo al rechazo de sus padres. Esta circunstancia puede condenar al individuo ms adelante, divorciado de su yo real (el nio interior) e incapacitado para enfrentarse a los aspectos perturbadores de la existencia, a una vida seriamente limitada. Este "dilema infantil" es una perpetuacin de la "maldicin familiar". Los padres, a consecuencia de las heridas narcisistas que sufrieron cuando nios, son incapaces de valorar su propio yo autntico infantil. De este modo, imponen inconscientemente sobre sus hijos el mismo destino exigindoles perfeccin e infundiendo una sensacin de insuficiencia que conduce a los hijos a creer que slo sern amados si logran ajustarse a la imagen que los padres tienen de lo que es perfecto. El dolor de no verse reconocidos, cuidados y amados por lo que verdaderamente son, obliga a los hijos a desarrollar un conjunto de conductas defensivas, con el objeto de mantener bajo control la ansiedad causada por semejante situacin. ste es pues el dilema del nio interior: "Cmo puedo identificarme con mi verdadero yo infantil y eludir el dolor del rechazo primordial?". El ego infantil en proceso de formacin escoger frecuentemente identificarse con un yo falso a fin de obtener cierta afectuosa atencin. Ah precisamente se asientan las races de los trastornos narcisistas, en el miedo que el nio siente a que no se le ame por lo que es. El verdadero yo, o nio interior, se rechaza como algo inferior y desagradable y, para protegerse de esta sensacin, el narcisista edifica una fachada de grandiosidad, convirtiendo al nio interior en un prisionero del dilema.
Este problema dificulta las relaciones del adulto con otras personas y con la realidad espiritual del yo. El nio interior, meticulosamente oculto, queda fuera del alcance del adulto. La personalidad narcisista es vulnerable al menor fracaso y solicita la admiracin y adulacin ajenas para afirmar su falsa identidad, sostenida a expensas del sacrificio del nio interior. El nio que hay en el adulto se ve entonces atormentado por sentimientos de envidia, rabia, desesperacin, aislamiento y depresin. El adulto narcisista anhelar tal vez el paraso de la infancia y adoptar un estilo de vida provisional, como si sta no fuera del todo real, como si siempre faltara algo. Al identificarse con el puer aeternus , la persona con lesiones narcisistas puede perder la capacidad vital del nio interior y malgastar sus facultades. Identificarse con el puer aeternus equivale a anclarse en el dilema infantil y entregarse a una perpetua fantasa de juventud. No encuentra los medios para incorporar lo que podramos llamar la vida autntica el nio interior- a la vida del adulto. El "sndrome de Peter Pan", la negativa a crecer y a confiar en los adultos, puede llevar a un individuo a vivir a la deriva, dispuesto a preservar las fantasas infantiles y a negar la realidad el resto de su vida. Jung observ que el puer aeternus se refiere al arquetipo infantil y sugiri que su recurrente fascinacin se deriva de nuestra proyeccin de nuestra incapacidad de renovarnos. Los trastornos narcisistas, ese campo minado que la mayora de los nios deben atravesar, constituyen uno de los dilemas centrales de nuestro tiempo Ahora bien, esto que expones aqu es algo polmico por dems, uno de los nudos gordianos en que la psicologa junguiana lleva dcadas atorada, y precisamente lo que has recogido y resumido aqu es una de las opciones de explicacin y resolucin del asunto para m mas desafortunada, por ms extendida que est. Dicho sea tanto con todo el respeto del mundo, como con toda la sinceridad. Ser quizs porque con los aos y el esfuerzo la mente se va cansando, discutir teoras en vaco y a pelo, en el plano meramente intelectual, ya no me subyuga como antes, o quizs no en todos los lugares y en cualquier manera, prefiero la viveza del fenmeno, volver al renacer de la experiencia, vivir y observar el vivir mientras se vive, mientras sucede. Por eso empezar la apologa de mi punto de vista con un caso real. Con permiso de mi querida amiga Rosa: Rosa es una mujer de casi cuarenta aos, de aspecto juvenil. Suele decir que la sensacin que ms le excita del mundo es colocarse frente a una hoja en blanco, o cualquier cosa que se le parezca a la situacin de tener delante un lienzo en blanco, pinceles, y todo por delante abierto para expresar la creatividad. Valgan estas metforas para aplicarlas a cualquier rango de situaciones vitales. Si escuchan decir esto a alguien, pregntenle si cree en hadas, duendes, y si de pequeo tena amigos imaginarios. Pregntenle si creen en el ms all, si hacen rituales sobre alguna cosa, si le gustan las obras de ciencia ficcin o la literatura fantstica. Probablemente, a muchas de estas cosas, contesten que s. Tambin observen su modo de vestir, su modo de cocinar, su modo de hacer cualquier cosa, que siempre es, para peor o para mejor de la normalidad, sui generis. Rosa es incapaz de comprometerse con un contrato de trabajo estable. Una vez le ofrecieron uno, de por vida, y precisamente por ser de por vida, dijo que no. La nica estabilidad que atrae a una persona as, es el cambio. Por eso su vida es una biografa que da tumbos, volteretas, un ir y venir
extrao y catico para cualquier observador, digamos, burgus. Por supuesto, Rosa no se ha casado nunca, ni tiene hijos. Cuanto ms sencillas son las gentes que la conocen, ms opinan de ella que es una fantasiosa empedernida. Una figura quijotesca, que pas incomprendida la mayor parte de la vida. En la paradoja en la que vive la gente as, el deseo radical de independencia se ve truncado una y otra vez por la inestabilidad econmica de su vida, y Rosa ha pasado la mayor parte de ella dependiendo econmicamente de otros, hasta el punto en que con su no corta edad, ha tenido que pasar varios aos sostenida por sus tutores, exactamente igual que una nia, o una adolescente. Es obvio que esta personalidad tiene todos los rasgos seeros que hicieron a los junguianos hablar del Puer Eterno, y tomarlo como un arquetipo particular. Yo estoy de acuerdo con esa valoracin. Apruebo que el Puer Eterno existe, como arquetipo, y que conforma tambin la personalidad del yo a quien posee, siendo esta personalidad que pobremente describo aqu de pasada la que sin dudas creo que es obvio debe recibir, antes que ninguna otra, el famoso apelativo. Pero el problema viene a la hora de explicar los por qu? para qu? cmo? de estas personalidades complejas. La salida que ms le gusta a la psicologa llanera de encontrar los fundamentos de las psicologas complejas es buscar el complejo vivencial biogrfico en el que se asientan, establecer el hilo causa consecuencia, la etiologa, y listo de papeles. A otra cosa. Sin embargo, una vez que se define un arquetipo, y que se predefine su posible influencia en una personalidad, como es el caso del Puer Eterno, volver a apartarse de esto para volver a explicar las cosas desde un plano puramente vivencial, conductista diremos, es como hacer una doble psicologa, y volver a colocar el mundo arquetipal, recin redescubierto, al nivel de meras definiciones poticas, como es lo del complejo de Edipo para Freud. Ya esto, tira para atrs a un investigador que se tome el tema de los arquetipos realmente en serio, pero pasa demasiado a menudo. Rosa tiene rasgos narcisistas. Ha sufrido en la vida con las carencias emocionales de la gente de su entorno y ha hecho sufrir a los dems con las suyas. Por momentos es muy egosta, y quizs ms que otros por el simple hecho de que una persona incomprendida tiene que desarrollar mecanismos de defensa extra, ante la escasa estima de los dems y por ende de autoestima propia. Pero quin no es as? quin no padece todos estos sntomas? Qu estamos diciendo verdaderamente vlido con esta sarta de perogrulladas generales? A veces la psicologa, tantsimas veces, usa el truco de las (malas) echadoras de cartas..: decir cosas tan generales a una persona en particular, que seguro aciertan, sin decir realmente nada especial. Hace muchos aos que intento tomarme en serio el arquetipo del Puer Eterno, como tenemos asumido tomarnos en serio el arquetipo del Sabio Anciano, el de las dos Animas, el de Barba Azul, el de la Conniunctio, el del Uroboros, el de la Mquina del Tiempo, el del Gibn, todo el universo arquetipal realmente vivo, existente. Los fundamentos del Puer Eterno no son fciles de atisbar al primer vistazo. Quizs podemos decir de entrada que es el Dios que eternamente es joven, es nio, que por ende eternamente nace y vuelve a nacer: renace. Es el Sol al alba, el incipiente comienzo de la luz, una luz prstina recin salida del seno materno, de la oscuridad inconsciente, del caos primordial, y que por tanto porta su mensaje original con toda pureza, que a veces es ingenua, siempre es inocente sin embargo y ese es su mayor valor. Es el instante de la revelacin, el eureka primordial, la visin an sin elaborar. No me extiendo ms en amplificaciones. El siguiente trabajo consiste en descubrir qu aspectos de la psique personal son ms susceptibles de ser afectados por este arquetipo, as como la astrologa se ocupa de adscribir a cada planeta un rasgo caracterial determinado y una parte del cuerpo a regir. Qu rige pues el Puer Eterno? Yo creo que la respuesta es un oro parece, plata no es. La intuicin, seores, la intuicin. Claro, hombre, la intuicin. La funcin intuitiva. A que era en verdad muy
sencillo? Qu momento del da prefiere el intuitivo? Recin levantado, al alba, cuando su inconsciente bulle y l se ve lleno de ideas creativasy todo el da por delante, como una hoja en blanco, para ponerse a escribirlas y pintarlas. All donde impera la intuicin, el inconsciente campa a sus anchas, como en el carcter de un nioLa voluntad, el esfuerzo del yo, son relegados a segunda posicin, por eso la intuicin habla antes del destino, que de lo que el yo desea o no desea hacer. Provoca en el prjimo diligente y hacendoso la crtica de desidia y bajeza, instantneamente, sea o no sea (tambin) verdad. Por eso el intuitivo est sometido al destino, un poco ms que los que no lo son, y por eso sus biografas son tan caticas y grotescas comoun sueo. Cul es el colmo del intuitivo? no tener amor? no tener dinero? no tener salud? No, es perder la inspiracin. La madre es el inconsciente, de quien depende completamente. No slo el que se expresa en sus sueos, sino tambin ah afuera, en forma de amigo imaginario, de sincronicidades, de sucesos anmalos, de visiones, de macetas que caen y macetas que vuelven a subir. Si desaparece ese cordn umbilical, entonces empieza la verdadera orfandad. Sin el paradigma de la funcin intuitiva, estas personalidades no pueden entenderse y todo lo que se diga a respecto es eso, una sesin mala de tarot. Infinidad de veces olvidamos la radical importancia de la tipologa a la hora de entender lo que le ocurre a una persona, lo que es, su por qu y su para qu. Volvemos a intentar imaginarnos un mundo hecho de seres homogneos, que slo se distinguen unos de otros en la variabilidad biogrfica particular. Volvemos a buscar causas-consecuencias del carcter en rasgos que son claramente producto de la composicin caracterolgica fundamental, que muy seguramente, ya estaba predispuesta en el vientre materno, antes de que las cosas comenzaran a suceder. La infinita sabidura de la astrologa, recoge entre sus fundamentos esto mismo, y lo hace gracias a que su infinita sabiduratiene mucho que ver con la intuicin. No se puede hacer psicologa sin tipologa, la tipologa es un paradigma del entendimiento psquico que se impone una y otra vez, como clave ordenadora, a regaadientes, malformada, preformada, como una intuicin a medio cocer, o madurada, como el sol de medioda. De ah el fulgurante xito de la gestalt y su compromiso con el eneagrama. Yo propongo a cualquiera de ustedes que quiera en verdad conocerse, conocer sus traumas, sus idiosincrasias, que trabaje el eneagrama, si no le apetece trabajar con la tipologa junguiana, bastante ms desconocida e inusual. Pero ah est.