TRABAJO PRÁCTICO
INTELIGENCIA
ARTIFICIAL
Profesor: Leonov Carlos
Alumno:
Año:
División:
INDICE
Qué es la Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial (IA), al igual que la humana, es un concepto
complejo de definir. Aún no existe una definición formal y
universalmente aceptada.
La Comisión Europea la define como sistemas de software (y
posiblemente también de hardware) diseñados por humanos que,
ante un objetivo complejo, actúan en la dimensión física o digital:
Percibiendo su entorno, a través de la adquisición e interpretación
de datos estructurados o no estructurados.
Razonando sobre el conocimiento, procesando la información
derivada de estos datos y decidiendo las mejores acciones para
lograr el objetivo dado.
Los sistemas de IA pueden usar reglas simbólicas o aprender un
modelo numérico. También pueden adaptar su comportamiento al
analizar cómo el medio ambiente se ve afectado por sus acciones
previas.
La inteligencia artificial (IA) es un campo de la informática que se
enfoca en crear sistemas que puedan realizar tareas que
normalmente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, el
razonamiento y la percepción.
Estos sistemas pueden percibir su entorno, razonar sobre el
conocimiento, procesar la información derivada de los datos y tomar
decisiones para lograr un objetivo dado.
Orígenes e historia de la
inteligencia artificial
El término "inteligencia artificial" fue acuñado por John McCarthy en
1956 durante la Conferencia de Dartmouth, un evento histórico que
reunió a algunos de los mejores científicos de la época para discutir la
posibilidad de crear una máquina que pudiera pensar como un ser
humano. Sin embargo, los conceptos e ideas que estaban detrás de la
inteligencia artificial se remontan a mucho antes.
Ya en la década de 1940, los matemáticos Norbert Wiener y John von
Neumann, estaban trabajando en la teoría de los sistemas y la
computación que sentaron las bases para la I.A. que posteriormente
McCarthy definiría como "la ciencia y la ingeniería de hacer máquinas
inteligentes, especialmente programas de computadora inteligentes".
Otra influencia y fuente de inspiración para esta tecnología se
encuentra en la ciencia ficción. Los robots y las máquinas inteligentes
aparecieron por primera vez en la literatura y el cine en la década de
1920, y estos conceptos se han convertido en elementos básicos de
la cultura popular.
Algunas tecnologías con inteligencia existen desde hace más de 50
años, pero los avances en la potencia informática, la disponibilidad de
enormes cantidades de datos y los nuevos algoritmos han permitido
que se den grandes avances en este campo en los últimos años.
En la actualidad, la inteligencia artificial se ha convertido en una de
las tecnologías más disruptivas y que más atención despierta. El
ritmo al que se suceden los modelos, cada vez más potentes, se está
acelerando y tanto las posibilidades como los potenciales peligros de
su uso están generando debate tanto entre la comunidad científica
como en las instancias políticas.
¿Cómo funciona la IA?
Las Inteligencias artificiales utilizan algoritmos y modelos
matemáticos para procesar grandes cantidades de datos y tomar
decisiones basadas en patrones y reglas establecidas a través
del aprendizaje automático, que es la capacidad de una máquina para
aprender de forma autónoma a partir de datos sin ser programada
específicamente para hacerlo. De esta manera la IA puede mejorar su
precisión y eficiencia con el tiempo.
Tipos de Inteligencia Artificial
Según la definición de Inteligencia Artificial de la Comisión
Europea existen dos tipo de IA:
Software: asistentes virtuales, software de análisis de imágenes,
motores de búsqueda o sistemas de reconocimiento de voz y
rostro.
Inteligencia artificial integrada: robots, drones, vehículos
autónomos o el Internet de las Cosas.
No es la única clasificación posible de los tipos de Inteligencia
Artificial que existe. En su libro "Inteligencia Artificial: Un Enfoque
Moderno", Stuart J. Russell y Peter Norvig establecen cuatro tipos de
inteligencia artificial:
Sistemas que piensan como humanos: se enfocan en la
emulación de la inteligencia humana, tanto en términos de
comportamiento como de pensamiento. Buscan imitar la forma en
que los humanos piensan y resuelven problemas.
Sistemas que actúan como humanos: se enfocan en la
emulación de la inteligencia humana, pero en términos de
comportamiento. Buscan imitar la forma en que los humanos se
comportan y actúan en el mundo.
Sistemas que piensan racionalmente: se enfocan en la
resolución de problemas de manera lógica y racional. Buscan
maximizar la eficiencia y la precisión de sus decisiones, sin
considerar necesariamente el comportamiento humano.
Sistemas que actúan racionalmente: se enfocan en la toma de
decisiones y la acción en el mundo, buscando siempre tomar la
mejor decisión posible basada en la información disponible.
Otra forma posible de diferenciar a las inteligencias artificiales, según
su potencia, es la siguiente:
IA Débil: también conocida como IA estrecha. Son sistemas
diseñados para realizar tareas específicas y limitadas, como el
reconocimiento de voz, la identificación de imágenes o la
traducción de idiomas. No tienen capacidad de aprendizaje o
adaptación por sí mismos, y requieren ser programados para
realizar una tarea determinada. Su alcance es limitado y no
pueden realizar tareas fuera de su campo de especialización.
IA Fuerte: está diseñada para tener una amplia gama de
habilidades cognitivas y capacidad de aprendizaje autónomo.
Estos sistemas pueden realizar múltiples tareas y aprenden de
forma autónoma a medida que interactúan con el entorno. La IA
fuerte tiene que tener la capacidad de razonar, planificar y tomar
decisiones complejas en un amplio espectro de situaciones.
IA Superinteligente: es un tipo de IA que superaría la
inteligencia humana en todos los aspectos. Este nivel de IA sería
capaz de comprender el mundo de una manera que está más allá
de la capacidad humana, y sería capaz de resolver problemas
complejos a una velocidad y eficiencia que los seres humanos no
pueden alcanzar. Es una forma teórica de IA que aún no ha sido
desarrollada en la práctica.
Ejemplos de uso de la
Inteligencia Artificial
En nuestro día a día usamos la Inteligencia Artificial en multitud de
aplicaciones y servicios. Algunas veces sin siquiera ser conscientes de
ello.
Algunos ejemplos:
Compras por internet y publicidad: para crear recomendaciones
personalizadas, para optimizar los productos, planear el inventario,
procesos logísticos, etc.
Los motores de búsqueda aprenden de los datos que proporcionan
sus usuarios para ofrecer resultados de búsqueda relevantes.
Los asistentes personales digitales de los teléfonos móviles
smartphones.
Los programas de traducción de idiomas, basados tanto en texto
escrito como oral, recurren a la inteligencia artificial para
proporcionar y mejorar las traducciones. La IA también se aplica a
otras funciones, como el subtitulado automático.
Casas, ciudades e infraestructuras inteligentes: la IA también está
presente en el campo de la domótica con aplicaciones como los
termostatos inteligentes que aprenden de nuestro comportamiento
para ahorrar energía. Los urbanistas también estudian fórmulas
para aplicar la inteligencia artificial a problemas como la
regulación de tráfico, para hacer más eficiente la circulación en las
ciudades y reducir los atascos.
Vehículos: aunque los coches autónomos aún no son una realidad
generalizada, los vehículos ya usan funciones de seguridad
impulsadas por IA. Por ejemplo, la UE ayudó en la financiación del
sistema de asistencia a la conducción basado en visión VI-DAS,
que detecta posibles situaciones peligrosas y accidentes.
Ciberseguridad: Los sistemas de inteligencia artificial también
pueden ayudar a reconocer y luchar contra los ciberataques y
otras amenazas en línea basándose en los datos que reciben
continuamente, reconociendo patrones e impidiendo los ataques.
Lucha contra la Covid-19: la IA se ha usado en las cámaras
termográficas instaladas en los aeropuertos y en otros lugares. En
medicina, puede ayudar a reconocer una infección de los
pulmones a partir de una prueba llamada tomografía
computarizada. También se ha utilizado para proporcionar datos
para rastrear la propagación de la enfermedad.
Lucha contra la desinformación: algunas aplicaciones de la
inteligencia artificial pueden detectar noticias falsas y
desinformación al extraer información de las redes sociales, buscar
palabras sensacionales o alarmantes e identificar qué fuentes en
línea se consideran autorizadas.
El potencial de la IA para transformar casi todos los aspectos de
nuestras vidas y de la economía aún está por descubrir, pero algunos
ejemplos de tecnologías que ya están en marcha o que pronto
podrían estar a nuestro alcance son los siguientes.
En el campo de la salud:
Los investigadores estudian cómo usar la IA para analizar grandes
cantidades de datos para encontrar patrones que podrían llevar
a nuevos descubrimientos médicos y a otras formas de mejorar los
diagnósticos individuales.
Sistemas como KConnect, cofinanciado por la UE, está desarrollando
servicios de búsqueda y texto en varios idiomas que ayudan a las
personas a encontrar la información médica más relevante disponible
En el sector del transporte:
La inteligencia artificial podría mejorar la seguridad, velocidad y
eficiencia del tráfico ferroviario al minimizar la fricción de las ruedas,
maximizar la velocidad y permitir la conducción autónoma.
En la Industria:
La IA puede ayudar a mejorar la eficiencia y el uso de robots en las
fábricas. Para optimizar los recorridos de ventas o con predicciones
puntuales del mantenimiento necesario o de averías en ‘fábricas
inteligentes’.
Un ejemplo de esto es el proyecto de investigación cofinanciado por
la UE SatisFactory, que usa sistemas colaborativos de realidad
aumentada para incrementar la satisfacción en el trabajo.
Comida y agricultura:
La IA puede usarse para construir un sistema alimentario sostenible:
podría garantizar comida más sana al minimizar el uso de
fertilizantes, pesticidas y el riego; mejorar la productividad y reducir
el impacto medioambiental. Además, los robots podrían quitar las
malas hierbas y reducir el uso de herbicidas.
En la UE, ya hay muchos granjeros que usan la IA para controlar el
movimiento, la temperatura y el consumo de alimentos de sus
ganados.
Administración pública y servicios:
La IA podría prever desastres naturales, permitir una preparación
adecuada y reducir sus consecuencias gracias al uso de enormes
cantidades de datos y su capacidad para reconocer patrones.
Retos y peligros de la inteligencia artificial
Aunque la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la
forma en que interactuamos con el mundo, también presenta una
serie de retos y preocupaciones:
Los algoritmos de la IA pueden ser sesgados si se basan en datos
incompletos o no representativos.
Existe la preocupación de que la IA pueda ser utilizada para fines
malintencionados, como la guerra cibernética o la manipulación de
la opinión pública.
Tiene el potencial de reemplazar a los trabajadores humanos en
muchos campos, lo que podría tener un impacto negativo en la
economía.
La IA plantea una serie de preocupaciones éticas, como la
privacidad, la seguridad y la responsabilidad.
¿Cómo mitigar los impactos negativos?
Para mitigar el impacto negativo de la inteligencia artificial, es
importante tomar medidas para garantizar que la tecnología se utilice
de manera responsable y ética. Entre otras:
Fomentar la transparencia y la responsabilidad en el diseño y el
uso de la IA.
Desarrollar políticas y regulaciones que protejan los derechos y la
privacidad de los usuarios.
Invertir en la formación de profesionales altamente cualificados
que puedan diseñar, implementar y gestionar sistemas de IA.
Las IAs más mediáticas
Durante la segunda mitad de 2022 y 2023 se ha producido una
explosión en el campo de las inteligencias artificiales.
Estos rápidos avances están haciendo posible nuevas aplicaciones,
mejorando la capacidad de la IA para resolver problemas complejos y
para transformar nuestras vidas y nuestro mundo de formas que aún
no somos capaces de vislumbrar.
¿Cómo hablar con las Inteligencias artificiales?: los prompts
Un prompt es una instrucción o una solicitud dada a la IA para que
realice una tarea o proporcione información.
Los prompts pueden ser simples o complejos, y pueden ser utilizados
en una variedad de aplicaciones de la IA, desde chatbots hasta
sistemas de recomendación. Pero, ¿Cómo se les puede sacar el mejor
partido?:
Sé específico y claro: proporcionar detalles precisos y específicos
ayudará a la IA a comprender mejor la tarea y realizarla de manera
más eficiente. Si la IA no entiende lo que se le está pidiendo,
puede proporcionar resultados inexactos o irrelevantes.
Proporciona información relevante. Por ejemplo, si se está
solicitando a un sistema de recomendación que sugiera una
película, es importante proporcionar información sobre el género
de la película que se desea, el tipo de trama que se prefiere y la
clasificación de edad adecuada. Cuanta más información relevante
se proporcione, más precisa será la respuesta de la IA.
Aporta retroalimentación: si la IA proporciona una respuesta
inexacta o no relevante, proporcionar retroalimentación sobre lo
que se esperaba o lo que se necesitaba puede ayudar a la IA a
comprender mejor la tarea y mejorar su rendimiento en el futuro.
La IA en España
El pasado mes de marzo de 2023 el Observatorio Nacional de
Tecnología y Sociedad (ONTSI), órgano consultivo adscrito
al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a través
de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y
perteneciente a la entidad Red.es, publicaba la última versión de su
informe "Uso de inteligencia artificial y big data en empresas
españolas".
Según el informe, el 11,8% de las empresas españolas con más de
diez trabajadores ya ha adoptado el uso de la IA, cuatro puntos más
que en 2021. Pero, ¿Para qué la usan?:
El 46,2% la emplean para automatizar flujos de trabajo y ayudar
en la toma de decisiones.
El 39,7% la aplica para la identificación de personas u objetos en
función de imágenes.
En el caso de las microempresas, el 48% encuentra su mayor
utilidad en aplicaciones para convertir el lenguaje hablado en
formato legible.
Por sectores de actividad, las empresas cuya actividad se centra en la
información y las comunicaciones (41,9%) y las dedicadas al sector
TIC (41,3%) son las que aglutinan la mayor parte del uso de la IA en el
sector empresarial.
Con datos correspondientes al año 2021, el informe sitúa a España en
la decimocuarta posición europea en la integración de IA.
Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial
El enorme potencial de la IA para transformar nuestras vidas desde el
punto de vista tecnológico, económico, ambiental y social es
indiscutible.
Por este motivo, el impulso a la Inteligencia Artificial constituye uno
de los elementos principales de la Agenda España Digital 2026, como
un elemento clave de carácter transversal para transformar el modelo
productivo e impulsar el crecimiento de la economía española en los
próximos años.
Esta Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial responde a un
compromiso compartido entre todos los socios europeos para que la
UE se sitúe como líder en esta nueva tecnología.
El objetivo es orientar los planes sectoriales, estatales y estrategias
regionales en esta materia, en línea con las políticas desarrolladas
por la UE, e impulsar la transformación de los diferentes sectores
económicos mediante la cooperación público-privada.
Se espera que dicha cooperación logre llegar a movilizar una
inversión aproximada de 3.300 millones de euros en el periodo 2021-
2023 entre los fondos europeos procedentes del Plan de
Recuperación, Transformación y Resiliencia y la iniciativa privada.