[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
19 vistas6 páginas

Introducción Al Pensamiento Complejo (Morín)

Cargado por

nadiabms91
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
19 vistas6 páginas

Introducción Al Pensamiento Complejo (Morín)

Cargado por

nadiabms91
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 6

Introducción al pensamiento complejo.

(Edgar Morín)

Introducción: Legítimamente le pedimos al pensamiento que disipe las brumas y las oscuridades, que ponga
orden y claridad en lo real, que revele las leyes que lo gobiernan El termino complejidad no puede masque
expresar nuestra turbación, nuestra confusión, nuestra incapacidad para definir de manera simple, para nombrar
de manera clara, para poner orden en nuestras ideas. Al mismo tiempo, el conocimiento científico fue y es
concebido como teniendo por misión la de disipar la aparente complejidad de los fenómenos, a fin de develar el
orden simple al que obedecen.

La complejidad lleva en su seno confusión, incertidumbre, desorden… Existe varias definiciones: es complejo
aquello que no puede resumirse en una palabra maestra, aquello que no puede retrotraerse a una ley, aquello que
no puede reducirse a una idea simple. Lo complejo no puede resumirse en el término complejidad, retrotraerse
una ley de complejidad, reducirse a la idea de complejidad. La complejidad no sería algo definible de manera
simple para tomar el lugar de la simplicidad. La complejidad es una palabra y no una palabra solución. Ante
esto será necesario preguntarse si hay complejidades diferentes y si se puede ligar a esas complejidades un
complejo de complejidades. Será necesario ver si hay un modo de pensar o un método, capaz de estar a la altura
del desafío de la complejidad. No se trata de retomar la ambición del pensamiento simple de controlar y
dominar lo real, se trata de ejercitarse en un pensamiento capaz de tratar de dialogar, de negociar, con lo real.

Habrá que disipar (derrochar, tirar) dos ilusiones que alejan a los espíritus del problema del pensamiento
complejo:

 La primera es creer que la complejidad conduce a la eliminación de la simplicidad. La complejidad


aparece allí donde el pensamiento simplificador falla, pero integra en sí misma todo aquello que pone
orden, claridad, distinción, precisión en el conocimiento. Mientras que el pensamiento simplificador
desintegra la complejidad de lo real, el pensamiento complejo integra los modos simplificadores de
pensar, pero rechaza las consecuencias mutilantes, reduccionistas, simplificacionistas.
 La segunda ilusión es la de confundir la complejidad con completad. La ambición del pensamiento
complejo es rendir cuenta de las articulaciones entre dominios disciplinarios quebrados por el
pensamiento disgregado (principal aspecto del pensamiento simplificador, qué aísla, separa y oculta). El
pensamiento complejo aspira al conocimiento multidimensional, teniendo en cuenta que el conocimiento
completo es imposible (uno de los axiomas de la complejidad es la imposibilidad, incluso teórica, de una
omnisciencia). Éste está animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no
parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimiento de lo inacabado e incompleto de todo
conocimiento, teniendo en cuenta que no se han de aislar los objetos de sus contextos, de su devenir.

La complejidad es un desafío a afrontar, por lo que el pensamiento complejo no es aquel que evita o suprime el
desafío, sino aquel que ayuda a revelarlo e incluso, tal vez, a superarlo.

La inteligencia ciega: Hemos adquirido conocimientos sin precedentes sobre el mundo físico, biológico, etc. La
ciencia ha optado cada vez más, por métodos de verificación empírica y lógica. Sin embargo el error, la
ceguera, y la ignorancia progresan por todas partes al mismo tiempo que los conocimientos. Nos es necesaria
una toma de conciencia radical:

 La causa profunda del error no está en el error de hecho (falsa percepción), ni en el error lógico
(incoherencia), sino en el modo de organización de nuestro saber en sistemas de ideas (teorías,
ideologías).
 Hay una nueva ignorancia ligada al desarrollo mismo de la ciencia.
 Hay una nueva ceguera ligada al uso degradado de la razón.
 Las amenazas más graves que enfrenta la humanidad están ligadas al progreso ciego e incontrolado del
conocimiento (armas termonucleares, desarreglos ecológicos, etc.).
Estos errores, ignorancias, cegueras tienen un carácter común que resultan de la organización del conocimiento,
incapaz de reconocer y aprehender la complejidad de lo real.
Hasta mediados del siglo XX la ciencia obedecía al principio de reducción que disminuye el conocimiento de
un todo al conocimiento de sus partes. El principio de reducción conduce restringir lo complejo a lo simple. La
inteligencia parcelada, rompe lo complejo del mundo en fragmentos separados, fraccionando el problema. La
difusión cartesiana llevo a la división fragmentaria y mecanicista del mundo.

El problema de la organización del conocimiento: Todo conocimiento se genera mediante la selección de datos
significativos y el rechazo de datos no significativos. Vivimos bajo el principio de la disyunción, reducción y
abstracción, cuyo conjunto constituye el “paradigma de la simplificación”. Tal disyunción priva a la ciencia de
la posibilidad de conocerse a sí misma, de reflexionar. Estre principio ha aislado tres grandes campos del
conocimiento científico: la física, la biología y la ciencia del hombre. La única manera de remedir esta
disyunción, fue a través de otra simplificación: la reducción de lo complejo a lo simple. El pensamiento
simplificante es incapaz de concebir la conjunción de lo uno y lo múltiple. O unifica anulando la diversidad, o
por el contrario yuxtapone la diversidad sin concebir la unidad.
Así llegamos a la inteligencia ciega que destruye los conjuntos y las totalidades, aísla todos sus objetivos de sus
ambientes, en dónde las realidades son desintegradas. Nos aproximamos a una mutación sin precedentes en el
que el conocimiento está, cada vez menos, hecho para reflexionar sobre él mismo y para ser discutido por los
espíritus humanos, sino cada vez más hecho para ser engranado y manipulado por potencias anónimas. Esta
nueva ignorancia es ignorada por los sabios. Estos no controlan las consecuencias de sus descubrimientos, ni
siquiera el sentido y la naturaleza de su investigación.

La necesidad del pensamiento complejo: La complejidad es un tejido de constituyentes heterogéneos asociados,


es el tejido de eventos, acciones, interacciones, de limitaciones, azares que constituyen nuestro mundo
fenoménico. Se presenta con los rasgos inquietantes de lo enredado, el desorden, la ambigüedad, la
incertidumbre…de allí la necesidad para el conocimiento, de poner orden en los fenómenos rechazando el
desorden, de descartar lo incierto, es decir de seleccionar los elementos de orden y de certidumbre, de clasificar,
distinguir, jerarquizar…pero tales operaciones necesarias para la inteligilidad, corren el riesgo de producir
cegueras si eliminan a los otros caracteres de lo complejo. La dificultad del pensamiento complejo es que debe
afrontar lo entramado (el juego de Inter-retroacciones), la solidaridad de los fenómenos entre sí, la bruma, la
incertidumbre, la contradicción.
Habría que sustituir el paradigma de disyunción/reducción por un paradigma de distinción/conjunción que
permita distinguir sin desarticular ese paradigma, asociar sin reducir. Este paradigma comportaría un principio
dialógico y translogico que integraría la lógica clásica teniendo en cuenta sus límites de facto (problemas de
contradicciones) y de jure (limites del formalismo). Aún somos ciegos al problema de la complejidad.

El diseño y el designio complejos: La ciencia del hombre no tiene fundamento alguno que enraíce al fenómeno
humano en el universo natural, ni método apto para aprehender la extrema complejidad que lo distingue de todo
otro fenómeno natural conocido. Se trata de reintegrar al hombre entre los otros seres naturales para
distinguirlo, pero no reducirlo. Se trata de desarrollar al mismo tiempo una teoría, una lógica, una epistemología
de la complejidad que pueda resultarle conveniente al conocimiento del hombre. Lo que se busca es la unidad
del hombre y, la teoría de las más alta complejidad humana (no se ha de borrar la diferencia reduciéndola a la
unidad simple, ni ocultar la unidad porque no ve más que la diferencia).

La indoamérica: Estamos en ese sentido, mucho más avanzados y, a la vez, mucho más atrás de lo que
pudiéramos creer. Así es que había, desde el comienzo, dos brechas en el cuadro epistemológico de la ciencia
clásica. La brecha microfísica (revelo la interdependencia de sujeto y objeto, la inserción del azar en el
conocimiento) y la brecha microfísica (unía en una misma entidad los conceptos heterogéneos). Estas dos
brechas están lejos de nuestro mundo, una en lo muy pequeño la otra en lo muy grande. No hay más, no
solamente una base empírica simple, sino tampoco una base lógica simple. De allí una consecuencia capital: lo
simple no es más el fundamento de todas las cosas, sino un pasaje, un momento entre dos complejidades, la
complejidad micro-física y la complejidad macro-cosmos-física

La teoría sistemática: LaTeoría de Sistemas y la Cibernética se recortan en una zona incierta común. El campo
de la Teoría de Sistemas es mucho más amplio, casi universal, porque en un sentido toda la realidad conocida,
pasando por la molécula, la célula, etc., puede ser concebida como sistema, es decir, como asociación
combinatoria de elementos diferentes. La Teoría de Sistemas, se expandió frondosamente, a partir de los
años1950, en las más variadas direcciones. La Teoría de Sistemas revela al menos tres facetas, tres direcciones
contradictorias. Hay un sistema fecundo que lleva en sí un principio de complejidad, hay un sistema vago y
plano (fundado sobre la repetición) y el sistema de análisis (transforma el sistemismo en su contrario, en
operaciones reduccionistas).

El sistemismo tiene los mismos aspectos fecundos que la Cibernética (ésta refiriéndose al concepto de máquina,
conserva en la abstracción algo de su origen concreto y empírico). La virtud sistemática es:

 Haber puesto en el centro de la teoría, una unidad compleja, un todo que no se reduce a la suma de sus
partes constitutivas.
 Haber concebido la noción de sistema no como una noción real sino como una noción ambigua.
 Situarse en un nivel transdisciplinario que permite concebir tanto la unidad como la diferenciación de las
ciencias.

El sistema abierto: la idea de sistema abierto, es una noción termodinámica, cuyo carácter primario era el de
permitir circunscribir, de manera negativa, el campo de aplicación del segundo principio, que requiere la noción
de sistema cerrado (no dispone de una fuente energética material exterior a sí mismo). En el primero se
producen desequilibrios y desordenes organizacionales que pueden conllevar a una decadencia. En cambio, en
un sistema cerrado, como una piedra, una mesa, está en estado de equilibrio, los intercambios de materia y
energía con el exterior son nulos (versión reduccionista del mundo).

Dos consecuencias capitales se desprenden de la idea de sistema abierto: la primera es que las leyes de
organización de lo viviente no son de equilibrio, sino de desequilibrio. La segunda consecuencia, es que la
transparencia del sistema debe encontrarse no solamente en el sistema mismo, sino también en su relación con
el ambiente, y esta relación no es una simple dependencia sino que es constitutiva del sistema (ese vínculo es
absolutamente crucial desde el punto de vista epistemológico, metodológico, teórico empírico). El concepto de
sistema abierto tiene valor paradigmático.

La Teoría de Sistemas hace a menudo su entrada en las ciencias humanas por dos lados equivocados, uno
tecnocrático y el otro totalizador: mucha abstracción general despegada de lo concreto, y no llega a formar un
modelo. Pero no nos olvidemos, el germen de la unidad de la ciencia esta allí. El sistemismo, si ha de ser
superado debe, ser integrado.
Información / organización: es necesario que consideremos a la información como una teoría que llama a un
análisis preliminar autónomo. La información es una noción problemática, de ahí su ambigüedad: no podemos
decir casi nada acerca de ella, pero tampoco podemos prescindir de ella. Su primer campo de aplicación fue su
campo de emergencia: la Telecomunicación. La transmisión de información tomó, con la Cibernética, un
sentido organizacional: de hecho, un “programa” portador de información no hace más que comunicar un
mensaje a un ordenador que computa cierto número de operaciones. La reproducción podría concebirse com
copia de un mensaje, uno podría asimilar cada elemento en unidades discretas desprovistas de sentido (letras) o
combinando unidades más complejas dotadas de sentido (palabras). En ocasiones está presente el “ruido”
perturbador de la emisión del mensaje, el cuál es provocador de un error.
El concepto de informaciones es indispensable, porque los aspectos surgidos de la Teoría de la Información, el
aspecto comunicacional y el aspecto estadístico, son como la pequeña superficie de un inmenso bloque.

El concepto de información presenta grandes lagunas y grandes incertidumbres. Hay en él una riqueza enorme
que quisiera tomar cuerpo y forma. La información es un concepto punto de partida, no nos revela más que un
aspecto limitado y superficial de un fenómeno a la vez radical y poliscópico, inseparable de la organización.

La organización: La Cibernética, la Teoría de Sistemas, la Teoría de la Información, cada una a su manera,


piden por una Teoría de la Organización. La organización no es aun un concepto organizado. Esta noción puede
elaborarse a partir de una complejización y de una concretización del sistemismo, y aparecer todavía como un
desarrollo, aún no logrado, de la Teoría de Sistemas, a condición de que haya una limpieza y una modelización
que hagan aparecer a la organización en el organismo.

Importa señalar la diferencia de nivel entre el organizacionismo, al que creemos necesario, y el organicismo
tradicional (concepto sincrético, histórico, confuso, romántico). El organizacionismo no se esfuerza por revelar
las analogías fenoménicas, sino por encontrar los principios de organización. Por más opuestos que sean, el
organizacionismo y organicismo tienen algún fundamento común. La nueva conciencia cibernética no reniega la
analogía, que el organicismo se funde sobre la analogía no implica que esta debe generar rechazo.

La auto-organización: la organización viviente, es decir la auto-organización, está más allá de las posibilidades
actuales de aprehensión de la Cibernética, la Teoría de Sistemas, la Teoría de la Información, y aun el concepto
mismo de organización. La teoría de la auto-organización necesitaba una revolución epistemológica más
profunda aun que aquella de la Cibernética.

La complejidad: en ciencia, la complejidad había surgido sin decir aun su nombre en el siglo XX. A primera
vista, es un fenómeno cuantitativo, una cantidad extrema de interacciones e interferencias entre un número muy
grande de unidades. De hecho, todo sistema auto-organizador (viviente), hasta el más simple, combina un
número muy grande de unidades, del orden del billón, ya sean moléculas en una célula, células en un
organismo. La complejidad no comprende solamente cantidades de unidades e interacciones que desafían
nuestras posibilidades de cálculos, comprende también incertidumbres, indeterminaciones, fenómenos
aleatorios. En un sentido, la complejidad siempre está relacionada con el azar. A pesar de que coincide con un
aspecto de la incertidumbre, no se reduce a ésta. Está ligada a una cierta mezcla de orden y de desorden. No se
ha de ir de lo complejo a lo simple, sino de la complejidad a la complejidad.

El sujeto y el objeto: el sujeto emerge al mismo tiempo que el mundo, emerge desde el punto de partida
sistemático y cibernético, allí donde un cierto número de rasgos propios de los seres humanos son incluidos en
el objeto-maquina. Emerge a partir de la auto-organización, cuando autonomía individualidad, complejidad,
incertidumbre, se vuelven los caracteres propios del objeto. Pero el sujeto emerge también en sus características
existenciales que han sido subrayadas. Lleva en sí su individualidad irreductible, su suficiencia e insuficiencia.
Lleva en sí la brecha, la fragmentación, la pérdida, la muerte, el más allá.

La dualidad del objeto y del sujeto se plantea en términos de disyunción, de repulsión, de anulación reciproca.
El encuentro entre sujeto y objeto anula siempre a uno de los dos términos: o bien el sujeto se vuelve ruido,
falto de sentido, o bien es el objeto el que se vuelve ruido: que importa el mundo objetivo para quien entiende al
imperativo categórico de la ley moral, para quien vive el temblor existencial de la angustia y de la búsqueda. El
objeto y el sujeto, librados cada uno a sí mismo, son conceptos insuficientes. Así aparece la gran paradoja:
sujeto y objeto son indisociables, pero nuestro modo de pensar excluye a uno u otro.

Coherencia y apertura epistemológica: la epistemología tiene necesidad de encontrar un punto de vista que
pueda considerar nuestro propio conocimiento como objeto de conocimiento, es decir, una meta-punto de vista.
Podemos esbozar el punto de vista epistemológico que permite controlar, es decir, criticar, trascender y
reflexionar sobre nuestra teoría. Es también el punto de vista que nos sitúa eco-sistemáticamente al tomar
conciencia de las determinantes/ condicionamientos del ambiente. Es necesario considerar:

 El punto de vista que nos incita a examinar los caracteres biológicos.


 El punto de vista que nos sitúa en nuestro eco-sistema social.

Sciencinuova: La idea de la scienzanuova quiere indicar que nuestro esfuerzo se sitúa en una modificación, una
transformación, un enriquecimiento del concepto actual de ciencia que no es ni absoluto, ni eterno. Se trata de
una transformación multidimensional de aquello que entendemos por ciencia, que concierne a aquello que
parece constituir a algunos de su intangible imperativos, comenzando por la inevitabilidad de la parcelación
disciplinaria y el fraccionamiento teórico.

Por la unidad de la ciencia: postulamos la posibilidad y la necesidad de una unidad de la ciencia, aunque una
unidad tal es evidentemente imposible e incomprensible dentro del marco actual, en donde las grandes
disciplinas parecen corresponder a esencias y a materias heterogéneas: lo físico, lo bilógico, lo antropológico.

Hay una incertidumbre en el concepto de ciencia, una brecha, una apertura, y toda pretensión de definir las
fronteras de la ciencia de manera segura. La ciencia se ha vuelto ciega por su incapacidad de controlar, prever,
incluso concebir su rol social, por su incapacidad de integrar, articular, reflexionar sus propios conocimientos

La integración de las realidades expulsadas por la ciencia clásica: No se trata solo de reconocer la presencia de
las ciencias clásicas, sino de integrar, a lo aleatorio, tanto en su carácter de imprevisibilidad, como en su
carácter de evento. De integrar siempre al ambiente, incluido hasta en la concepción de mundo, de integrar al
ser auto-eco-organizado, hasta en el concepto de sujeto. Se trata al menos de reconocer aquello que ha quedado
siempre silenciado en las teorías de la evolución.

La ciencia clásica había rechazado al accidente, al evento, a lo aleatorio, a lo individual. Toda tentativa de
reintegrarlos no podía más que parecer anti-científica dentro de marco del viejo paradigma. El mismo había
rechazado al cosmos y al sujeto. La ciencia se volvía cada vez mas difunta, pero su fracaso en tanto sistema de
comprensión estaba enmascarado por su éxito en tanto sistema de manipulación. Lo que propone ahora la
scienzanouva, es simplemente algo cuyas consecuencias serán incalculables: no solamente en el objeto debe ser
adecuado a la ciencia, la ciencia debe también ser adecuada a su objeto.

El cambio paradigmático: Sentimos ahora que nos acercamos a una revolución considerable que concierne al
gran paradigma de la ciencia occidental, donde las fallas, las fisuras, se multiplican en ese paradigma pero
siempre se mantiene. La clave de todo un sistema de pensamiento, afecta a la vez a la ontología, a la
metodología, a la epistemología, a la lógica, y en consecuencia a la práctica, a la sociedad y a la política. La
reforma paradigmática, se trata en un sentido, de aquello que sería lo más simple, lo más elemental, lo más
“pueril”: cambiar las bases de partida del razonamiento, las relaciones asociativas y repulsivas entre algunos
conceptos iniciales, pero de los cuales depende toda la estructura del razonamiento, todos los desarrollos
discursivos posibles.

También podría gustarte