La célula es la unidad básica, estructural y funcional de los seres vivos.
En su interior se
encuentran los componentes esenciales que hacen posible que los organismos se desarrollen
adecuadamente y cumplan con sus funciones esenciales: respiración, nutrición,
reproducción, etc.
El término de célula fue utilizado por primera vez por el naturalista Robert Hooke en el
siglo XVII. La teoría celular fue propuesta en 1839 por Matthias Jakob Shleiden y
Theodor Schwann; ambos afirmaron que todos los organismos están conformados por
células, las cuales derivan de otra célula precedente.
Las células tienen una estructura básica compuesta por una membrana celular y el
citoplasma, que contiene los componentes de la célula y el material genético. Este último
puede estar concentrado en el núcleo, como en las células eucariotas, o disperso en el
citoplasma, como en las células procariotas.
Las células, por lo tanto, se clasifican en dos grandes tipos:
Células eucariotas, que poseen núcleo celular. A su vez, las células eucariotas pueden ser
de tipo animal o vegetal, con algunas diferencias en el tipo de orgánulos que hay presentes.
¿Qué es una célula eucariota?
Se llama célula eucariota a toda célula que tiene un núcleo definido. Este núcleo contiene
la mayor parte de su ADN y está delimitado por una envoltura nuclear.
Esta es la principal diferencia con respecto a la célula procariota, mucho más primitiva, y
cuyo material genético está organizado en el citoplasma en una región llamada “nucleoide”.
El dominio eucariota incluye los reinos
Animalia (animales), Plantae (plantas), Fungi (hongos) y Protistas (organismos que no son
animales, ni plantas, ni hongos). Los seres vivos formados por células eucariotas se
denominan eucariontes.
La palabra eucariota proviene del vocablo griego eukaryota, unión de eu “verdadero”
y karyon “nuez, núcleo”.
Partes de una célula eucariota
El núcleo
celular es un orgánulo central, limitado por una doble membrana porosa.
Las principales partes de las células eucariotas son:
Membrana celular, plasmática o citoplasmática. Es una membrana que rodea la célula.
Está formada por fosfolípidos y proteínas intercaladas, entre otros compuestos. La
membrana plasmática sirve para dar forma a la célula, delimita el exterior y el interior de la
célula y regula las sustancias que entran y salen de ella.
Pared celular. Es una capa rígida que se encuentra por fuera de la membrana plasmática y
le otorga a la célula forma, sostén y protección. La pared celular está presente solo en
las células vegetales y en las de los hongos, aunque su composición varía entre ambos tipos
celulares: en las plantas se compone de celulosa y proteínas, mientras que en los hongos
está formada por quitina. Si bien esta estructura le brinda protección a la célula, le impide
su crecimiento y la limita a estructuras fijas.
Núcleo celular. Es un orgánulo central, limitado por una envoltura porosa que permite el
intercambio de material entre el citoplasma y su interior. El núcleo contiene el material
genético (ADN) de la célula, que se organiza en cromosomas. Además, dentro del núcleo
existe una región especializada llamada nucleolo, donde se transcribe el ARN ribosomal
que luego formará parte de los ribosomas. El núcleo está presente en todas las células
eucariotas.
Citoplasma. Es el medio acuoso en el que están inmersos los distintos orgánulos de la
célula. El citoplasma está formado por el citosol (que es la parte acuosa que contiene
sustancias disueltas) y los orgánulos (que son estructuras que tienen distintas funciones
especializadas).
Organelos de la célula eucariota
En el citoplasma, están inmersos los distintos orgánulos u organelos de la célula eucariota.
Algunos de los principales son:
Lisosomas. Son vesículas que contienen enzimas digestivas, presentes exclusivamente en
las células animales. En los lisosomas se llevan a cabo procesos de digestión celular,
catalizados por las enzimas que contienen en su interior. Los lisosomas pueden digerir otro
orgánulo para reutilizar sus componentes individuales por la célula, lo que se denomina
“autofagia”, o también pueden digerir una célula entera, lo que se denomina “autólisis”.
Estos orgánulos se forman en el aparato de Golgi.
Mitocondrias. Son las organelas donde se lleva a cabo el proceso de respiración celular.
Están rodeadas por una doble membrana, que sirve como superficie para que ocurran las
reacciones de la respiración celular. Las mitocondrias están presentes en todos los tipos de
células eucariotas y su número varía en función de las necesidades que tengan: las células
con altos requerimientos energéticos suelen tener una mayor cantidad de mitocondrias.
Cloroplastos. Son los organelos en los cuales se lleva a cabo la fotosíntesis, y presentan un
sistema complejo de membranas. Se componen fundamentalmente de clorofila, un
pigmento verde que participa en el proceso fotosintético y permite captar la luz solar. Los
cloroplastos son exclusivos de las células fotosintéticas, por lo que están presentes en todas
las plantas y las algas, cuyo color verde característico viene dado por la presencia de la
clorofila.
Vacuola. Es un tipo de vesícula de gran tamaño que almacena agua, sales minerales y otras
sustancias, y que se encuentran solamente en las células vegetales. La vacuola mantiene la
forma celular y le proporciona sostén a la célula, además de participar en el movimiento
intracelular de las sustancias. Las células animales poseen vacuolas pero de menor tamaño
y en mayor cantidad.
Centríolos. Son estructuras tubulares que se encuentran exclusivamente en las células
animales. Participan en la separación de los cromosomas durante el proceso de división
celular.
Retículo endoplasmático (RE). Es un sistema de membranas que se extiende desde el
núcleo celular. Este orgánulo se divide en dos estructuras:
Retículo endoplasmático rugoso (RER). Se ubica a continuación de la membrana nuclear.
En la superficie del RER se encuentran los ribosomas, que son los orgánulos donde ocurre
la síntesis de proteínas que son utilizadas por otros orgánulos o exportadas hacia el exterior
de la célula.
Retículo endoplasmático liso (REL). En este orgánulo no se sintetizan proteínas porque
no contiene ribosomas, pero sí se sintetizan ácidos grasos y esteroides.
Aparato de Golgi. Es un orgánulo compuesto por un conjunto de discos y sacos aplanados
que se denominan “cisternas”. La función del aparato de Golgi se relaciona con la
modificación y empaquetamiento de las proteínas y otras biomoléculas (como hidratos de
carbono y lípidos) para su secreción o transporte.
Ribosomas. Están formados por dos unidades que se forman en el nucleolo y se ensamblan
en el citoplasma. Son los orgánulos donde ocurre la síntesis de proteínas.
Centrosoma. Está presente en células eucariotas de animales. Este orgánulo está formado
por centríolos y material pericentriolar y es muy importante en el proceso de división
celular.
Citoesqueleto. Está presente en células eucariotas. Se forma por microfilamentos
compuestos de actina y miosina, por filamentos intermedios compuestos por queratina y
por microtúbulos compuestos por tubulina. Su función es mantener la forma de la célula,
darle estabilidad mecánica, contribuir al movimiento de los orgánulos y de la célula como
un todo.
Leucoplastos. Están presentes en las células eucariotas de las plantas. Su principal función
es participar en la conversión de azúcares en polisacáridos, grasas y proteínas.
Tipos de célula eucariota
Existen diversos tipos de células eucariotas:
Células vegetales. Son aquellas células que tienen una pared celular (compuesta
de celulosa y proteínas) que recubre su membrana plasmática y les otorga rigidez,
protección y resistencia. Además, las células vegetales tienen cloroplastos, que son
organelas que contienen la clorofila (la biomolécula necesaria para llevar a cabo el proceso
de fotosíntesis); y una vacuola central grande, que mantiene la forma celular y controla el
almacenamiento y la degradación de sustancias.
Células animales. Son aquellas células que no tienen cloroplastos (ya que no realizan
fotosíntesis) ni pared celular. Pero, a diferencia de las células vegetales, tienen centríolos
(organelas que participan en la división celular) y presentan vacuolas de menor tamaño,
aunque más abundantes, llamadas vesículas. Debido a la carencia de pared celular, las
células animales pueden adoptar una gran cantidad de formas.
Células de los hongos. Son células que se asemejan a las de los animales, aunque difieren
de ellas por la presencia de una pared celular compuesta de quitina.
Células de protistas. Los protistas son organismos muy variados: no son animales, plantas
ni hongos pero, a su vez, tienen características similares a las de todos estos organismos.
Entonces, las células de los protistas son también muy variadas. Una característica de estas
células es que presentan una vacuola que se contrae, lo que les permitecontrolar la cantidad
de agua en la célula. Además, las células protistas pueden contener cloroplastos y celulosa.
Funciones vitales de la célula eucariota
Las células eucariotas tienen dos funciones primordiales: alimentarse y reproducirse.
Las funciones vitales de la célula eucariota son:
Nutrición. Es el proceso mediante el cual ocurre la incorporación de los nutrientes al
interior de la célula. La célula transforma estos nutrientes en otras sustancias, que son
utilizadas para formar y reponer las estructuras celulares y también para obtener
la energía necesaria para llevar a cabo todas sus funciones. Los organismos pueden
clasificarse según su tipo de nutrición en:
Autótrofos. Producen las sustancias orgánicas que necesitan para su desarrollo a
partir de sustancias inorgánicas. Por ejemplo: las plantas.
Heterótrofos. Consumen las sustancias orgánicas de otros organismos. Por
ejemplo: los animales.
Crecimiento. Implica un aumento en el tamaño de las células individuales de un
organismo, en el número de células o en ambos. El crecimiento puede ser uniforme en las
diversas partes de un organismo o puede ser mayor en algunas partes que en otras, lo que
hace que las proporciones del cuerpo cambien a medida que se produce el crecimiento.
Respuesta a estímulos. Las células se relacionan con el medio que las rodea. Esta relación
ocurre mediante estímulos que generan una respuesta. Estos estímulos (como cambios
de temperatura, cambios de acidez, humedad) generan respuestas en las células que
producen distintos efectos en un organismo (por ejemplo, sudoración, temblores o
contracciones).
Reproducción. Es el proceso de formación de nuevas células (o células hijas) a partir de
una célula inicial (o célula madre). Existen dos tipos de procesos de reproducción
celular: mitosis y meiosis.
Mediante la mitosis, una célula madre da lugar a dos células hijas idénticas, es
decir, con la misma cantidad de material genético e idéntica información
hereditaria. La mitosis interviene en los procesos de crecimiento y reparación de
tejido, y en la reproducción de los seres vivos que se reproducen asexualmente.
Mediante la meiosis, una célula madre da lugar a cuatro células hijas
genéticamente distintas entre sí y que además tienen la mitad del material genético
que la célula inicial. La meiosis se produce para originar los gametos (células
reproductoras, óvulos y espermatozoides).
Metabolismo. En las células ocurren reacciones químicas que son necesarias para obtener
la energía que permite la realización de las distintas funciones celulares. En las
mitocondrias, por ejemplo, ocurre la respiración celular, que es el conjunto de reacciones
químicas que degradan compuestos químicos (como la glucosa) para generar energía.
Las funciones de metabolismo, crecimiento, respuesta a estímulos y reproducción
son realizadas por todas las células pertenecientes tanto a organismos procariotas como
eucariotas. Sin embargo, estas no son las únicas funciones celulares: existen otras funciones
según la especialización de cada tipo de célula y el tejido u organismo que forman. Por
ejemplo, las neuronas (que forman parte del tejido nervioso) son capaces de comunicarse a
través de impulsos eléctricos, mientras que muchas células del tracto respiratorio de los
animales barren las partículas extrañas en los mocos.
Células procariotas: que no poseen núcleo celular, por lo que el ADN se encuentra libre.
Además, presentan menos estructuras celulares que las eucariotas.
Qué es una célula procariota?
Las células procariotas son las células que no tienen núcleo celular. Su material
genético (ADN) está suelto en el citoplasma celular, al igual que los ribosomas y
todas las enzimas que llevan a cabo las reacciones metabólicas de la célula. Las
células procariotas no tienen organelas (compartimentos internos delimitados por
membranas), como las células eucariotas.
Los organismos procariotas (pro- significa “antes de” y karyo que se refiere a
“núcleo”) son evolutivamente anteriores a los eucariotas, es decir, aquellos que sí
poseen un núcleo celular. Si bien las células procariotas surgieron en un pasado muy
remoto, actualmente son la forma de vida más abundante del planeta.
La simpleza que caracteriza a los organismos procariotas ha permitido su gran
diversificación, lo que se traduce en metabolismos sumamente diversos. Presentan
una enorme diversidad en cuestión de adaptación a diferentes ambientes, formas de
obtener energía y morfología celular.
Características de la célula procariota
Las células procariotas presentan un aspecto sencillo. Sus principales características
son:
No tienen núcleo. Su material genético está suelto en el citoplasma. Tienen un
solo cromosoma en forma de círculo, que no está contenido dentro ninguna
envoltura.
No tienen organelas. No tienen compartimentos dentro del citoplasma, porque
carecen de membranas internas. Todas las reacciones químicas del metabolismo
procariota ocurren en el citoplasma celular y en la única membrana que poseen,
la membrana plasmática.
Son evolutivamente muy antiguas. Fueron las primeras formas de vida que
aparecieron en la Tierra, hace 3500 millones de años.
Son muy pequeñas. Pueden medir hasta 10 veces menos que las células
eucariotas. Su tamaño varía entre los 5 y los 0,5 micrones de longitud (las células
eucariotas oscilan entre 10 y 100 micrones).
Forman organismos unicelulares. Son siempre organismos unicelulares que, a
veces, se agrupan para formar colonias. Sin embargo, no forman organizaciones
funcionales como sucede en los tejidos de los organismos pluricelulares.
Se reproducen asexualmente. Se dividen mediante un mecanismo exclusivo de
organismos unicelulares, llamado bipartición o fisión binaria.
Partes de una célula procariota y sus funciones
Las partes de la célula procariota son:
Membrana plasmática. Es la frontera que divide el interior y el exterior de la célula
y selecciona el ingreso y la salida de sustancias (por ejemplo, la incorporación de
los nutrientes y la salida de los residuos).
Citoplasma. Es una sustancia coloidal (de consistencia semi líquida, similar a un gel)
que compone el “cuerpo” celular y se encuentra en el interior de la célula. En las
células procariotas no tiene organelas (compartimentos interiores separados por
membranas).
Pared celular. Es en una capa resistente y rígida que está por fuera de la membrana
celular, lo que le confiere forma definida a la célula y una capa adicional de
protección. La presencia de pared celular es un rasgo compartido
entre bacterias, plantas, algas y hongos, aunque la composición de esta estructura
celular es distinta en cada uno de estos grupos de organismos.
Nucleoide. Es una región muy dispersa que forma parte del citoplasma y no llega a
ser un núcleo, pero es donde suele hallarse una sola molécula circular de ADN.
Ribosomas. Son complejos de proteínas y piezas de ARN que permiten la expresión
y traducción de la información genética. Se encargan de fabricar las proteínas
requeridas por la célula en sus diversos procesos biológicos.
Además, algunas especies de células procariotas pueden presentar otras estructuras
como:
Flagelo. Es un filamento en forma de látigo empleado para movilizar la célula, a
modo de cola propulsora.
Membrana externa. Es una barrera celular adicional que caracteriza a las bacterias
gramnegativas.
Cápsula. Es una capa formada por polímeros orgánicos que se deposita por fuera
de la pared celular. Tiene una función protectora y también se utiliza como
depósito de alimento y lugar de eliminación de desechos.
Periplasma. Es un espacio que rodea al citoplasma y lo separa de las membranas
externas, lo que permite una mayor efectividad en distintos tipos de intercambio
energético.
Plásmidos. Son formas de ADN no cromosómico. En ciertas bacterias acompañan al
ADN bacteriano y se replican de modo independiente, lo que les confiere
características esenciales para una mayor adaptabilidad al ambiente.
Tipos de células procariotas
Las bacterias coco presentan forma más o menos esférica y uniforme.
Las células procariotas integran el reino monera, una clasificación que agrupa un
gran número de organismos unicelulares. Incluye las arqueas y las bacterias, dos
grupos de procariotas evolutivamente muy distintos.
Arqueas
Las arqueas son los procariotas más primitivos. Son microorganismos unicelulares
distintos del de las bacterias y los eucariotas. Son capaces de sobrevivir en zonas de
temperatura, acidez o salinidad extremas.
Se clasifican en grupos como Crenarchaeota y Euryarchaeota. Tienen una gran
importancia ecológica por su papel en los ciclos del carbono, nitrógeno y azufre.
Además, pueden establecer relaciones simbióticas con animales y plantas.
Asimismo, las arqueas pueden emplear en biotecnología.
Bacterias
Las bacterias son procariotas más recientes. Son los seres vivos más abundantes del
planeta. Se los encuentra en todo tipo de hábitats, por lo que tienen una
gran biodiversidad.
La clasificación de las bacterias ha sido ampliamente estudiada por la bacteriología,
rama de la biología que investiga estos microorganismos. Como se trata de un grupo
muy diverso, existen diferentes criterios útiles para clasificar a las bacterias.
Clasificación de las bacterias
Podemos clasificar las bacterias fundamentalmente de dos maneras: según la
composición de la pared celular, y según su aspecto.
1) Según la composición de la pared celular. La composición de la pared celular
de las bacterias es importante porque define su modo de vida, funcionamiento y
resistencia a antibióticos.
La forma de determinar la composición de la pared celular es observar si reaccionan
ante una sustancia de color rojo, conocida como tinción de Gram. Si la tinción de
Gram cambia de color en contacto con la pared celular bacteriana, se dice que se
trata de una bacteria “grampositiva”. Si no cambia, es “gramnegativa”.
Bacterias grampositivas. Son bacterias con pared celular muy gruesa, hecha de un
compuesto llamado peptidoglicano. En contacto con la tinción de Gram (roja), las
bacterias reaccionan y se tiñen de color azul o violáceo.
Bacterias gramnegativas. Son bacterias con pared celular delgada, en la cual el
peptidoglicano está intercalado por dos capas de membrana lipídica. En contacto
con la tinción de Gram (roja), las bacterias no reaccionan y por lo tanto se observan
al microscopio de color rojo. La mayoría de las bacterias son gramnegativas.
Al tomar contacto con la tinción de Gram, las bacterias grampositivas se ven azules
y las gramnegativas se ven rojas. [Imagen: S.Toey].
2) Según su aspecto. Cuando se observan bacterias al microscopio, es posible
identificar su morfología, es decir, su aspecto. Se distinguen tres formas básicas:
esferas, bastones y hélices, que a su vez se conocen de la siguiente manera:
Cocos. Son bacterias con forma esférica. A veces, se presentan en pequeños
grupos. Cuando van de a dos, se llaman diplococos. También pueden formar una
fila o cadena (estreptococos) o agruparse en forma de racimos (estafilococos). Por
ejemplo: Streptococcus pneumoniae, uno de los agentes causantes de la neumonía
bacteriana.
Bacilos. Son bacterias con forma de bastón y extremos redondeados. A veces se
encuentran en grupos de a dos o formando filamentos. Por ejemplo: Escherichia
coli, una de las bacterias que habita el intestino grueso.
Espirilos. Son bacterias con forma de hélice, y suelen ser muy pequeñas. Por
ejemplo: las especies del género Campylobacter, como Campylobacter jejuni,
agente causal de infecciones intestinales.
Además de las tres formas básicas, las bacterias pueden presentar otro tipo de
formas, menos definidas. Por ejemplo, los Cocobacilos son bacterias con una forma
ovalada, intermedia entre esferas y bastones.
Las espiroquetas y los vibriones son variantes de los espirilos. Los vibriones tienen
forma parecida a una coma, mientras que las espiroquetas se caracterizan por ser
muy flexibles y móviles.
Los espirilos son bacterias con forma de hélice, y suelen ser muy pequeñas.
Partes de la célula
La célula contiene diferentes elementos que varían según si se trata de una célula eucariota
o procariota, y si hablamos de una célula animal o vegetal.
Partes de la célula
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La célula es una unidad anatómica mínima a partir de la cual se forman
todos los organismos vivos. Sus funciones son la nutrición, la relación
con el medio y la reproducción. Se dividen en dos tipos: las células
eucariotas y las células procariotas.
La mayoría de las células tienen tres partes básicas: el núcleo (a
excepción de las células procariotas), el citoplasma y la membrana
plasmática. Junto a estos elementos, se encuentran el citoesqueleto, los
organelos y la pared celular (esta última presente solo en ciertos tipos
de células).
Estructura
básica de una célula eucariota animal.
Ver también Célula Animal
Núcleo
El núcleo es una estructura interna exclusiva de las células eucariotas.
Allí se encuentra el material genético de los seres vivos eucariontes.
Está limitado por una membrana, y está rodeado por el citoplasma.
Función del núcleo
Coordinar el trabajo de todos los organelos del citoplasma.
Coordinar la reproducción de la célula.
Almacenar la información genética del individuo.
Estructura del núcleo
Membrana nuclear: recubrimiento del núcleo.
Nucleoplasma: sustancia interna y fluida del núcleo, que contiene diversas
estructuras. Su función es almacenar al nucléolo y la cromatina.
Nucléolo: su función es programar la formación de ribosomas que luego son
transportados al exterior del núcleo y ensamblados en el citoplasma.
Cromatina: son estructuras constituidas de proteínas y ácido
desoxirribonucleico (ADN). Dan forma a los cromosomas.
Vea también Núcleo celular.
Citoplasma
Citoplasma y
algunos de sus organelos (célula animal).
El citoplasma es el medio acuoso o gelatinoso en el interior de la célula.
Está conformado por dos elementos fundamentales: el citoesqueleto y
los organelos. Las células contienen citoplasma, la sustancia viva que solo existe
en ellas. El prefijo cito- denota relación con una célula. El sufijo plasma
significa «sustancia». Por tanto, citoplasma es la sustancia de una célula.
En el caso particular de las células procariotas, desprovistas de núcleo,
el citoplasma es el responsable de portar el material genético,
constituido por una única molécula de ADN.
Citoesqueleto
El citoesqueleto es una estructura de filamentos dinámica presente en el
citoplasma de todo tipo de células. El citoesqueleto está en constante
transformación, de modo que no es una estructura fija. Su función es
darle forma, consistencia y dinamismo al citoplasma y, en consecuencia,
a la membrana.
Organelos del citoplasma
Los organelos, llamados también orgánulos u organelas, son órganos
pequeños contenidos en el citoplasma que cumplen funciones
específicas. El número y variedad de organelos depende del tipo de
célula y su función. Algunos de los organelos mejor conocidos son:
Ribosomas: únicos organelos presentes en todo tipo de células. Poseen
dos subunidades de ácido ribonucleico ribosómico (ARNr). Su función es
sintetizar enzimas y otras sustancias proteicas.
Retículo endoplasmático (RE): sistema de membranas que
transporta las proteínas. Se divide en RE rugoso, cuya función es recibir
las proteínas, y RE liso, cuya función es crear membrana nueva.
Aparato de Golgi: formado por sacos cercanos al núcleo. Su función es
procesar las moléculas transportadas por el RE y acumularlas en
pequeñas vesículas que liberan su contenido al exterior de la célula.
Lisosomas: constituidos por paredes membranosas que forman “bolsas
digestivas” al ponerse en funcionamiento. Su papel es digerir el material
que la célula ingiere.
Mitocondrias: son dos sacos membranosos cuya función es producir
energía para el trabajo celular mediante reacciones químicas. Cada
mitocondria tiene un cromosoma mitocondrial, es decir, su propio ADN.
Vacuola: compartimentos de las células eucariotas vegetales que
almacenan fluidos como agua y pueden contener enzimas y nutrientes.
Plástidos: organelos solo presentes en células vegetales. Se encargan
de funciones como la fotosíntesis, el almacenamiento de almidones y la
síntesis de diversos materiales. Entre ellos están los cloroplastos, los
amiloplastos y los leucoplastos.
Peroxisoma: organelos en forma de vesícula, encargados de la
oxidación y eliminación de peróxido de hidrógeno.
Centríolos: pareja de organelos en forma de bastón y cruzados entre sí
cuya función es participar en la división celular.
Flagelo: prolongación única de la célula cuya función es facilitar su
propulsión.
Cilios: prolongaciones finas y múltiples sobre la superficie celular cuya
función es facilitar el desplazamiento de las células y los fluidos.
Ver también
Citoplasma.
Citoesqueleto.
Membrana plasmática
Todas las células tienen membrana plasmática, conocida también como
membrana celular o plasmalema. La membrana es el límite de la célula.
Función de la membrana plasmática
Mantener estable a la célula.
Elegir las moléculas que entran o salen de ella.
Establecer la comunicación con otras células.
Estructura de la membrana plasmática
Fosfolípidos: tipos de moléculas de grasa que constituyen el entramado de la
membrana.
Colesterol: un tipo de grasa responsable de estabilizar los fosfolípidos de la
membrana.
Proteínas: moléculas que actúan como receptoras de otras y, además, son
capaces de identificar células de un mismo individuo.
Vea también Membrana celular.
Pared celular
La pared celular es específica de los procariontes, las células eucariotas
vegetales y los hongos. Se trata de una estructura rígida que recubre el
exterior de la membrana plasmática.
Función de la pared celular
Proteger a la membrana plasmática de cambios osmóticos.
Mantener la forma de la célula.
Prevenir la deshidratación.
Funciones de la célula
La célula cumple tres funciones vitales: interactúa con su medio
ambiente, se reproduce y se nutre para obtener energía. Veamos cada
una de estas funciones.
Función de relación: las células relacionan a los seres vivos con el
medio ambiente que los rodea. Lo hacen a través del reconocimiento y
reacción a los estímulos externos (medio ambiente) o internos (otras
células o componentes del organismo).
A raíz de estos estímulos, la célula sintetiza unos compuestos u otros,
por ejemplo proteínas para degradar o transportar moléculas.
Función de reproducción: para generar nuevas células, estas deben
reproducirse. Lo hacen mediante la mitosis, que es cuando la célula
genera dos nuevas células idénticas, o por meiosis, cuando la célula
genera cuatro nuevas células diferentes.
Las células se reproducen tanto para crear nuevos individuos como para
mantener saludable el organismo. En el cuerpo humano, cada día
mueren billones de células, por lo que el sistema de reproducción es
clave para reemplazar estas células muertas.
Función de nutrición: la célula necesita nutrirse de materia orgánica e
inorgánica para obtener energía.
Cuando el organismo produce su propia materia orgánica a partir de
materia inorgánica (dióxido de carbono, agua, sales minerales) se llama
célula autótrofa. Es el caso de algunos tipos de bacterias, algas y
plantas.
Cuando el organismo obtiene la materia orgánica de otros organismos,
entonces es una célula heterótrofa. Es el caso de las células de los
animales, el ser humano, los hongos y algunos tipos de bacterias.
Características de las células
Contienen ADN y ARN: el ADN o ácido desoxirribonucleico contiene información sobre
el funcionamiento de las células y la transmisión hereditaria de ciertas características de los
organismos. En su lugar, el ARN o ácido ribonucleico es el componente que ayuda a que
las instrucciones del ADN sean comprendidas por las células.
Su interior contiene fluidos: el interior de las células está formado en gran parte por
citosol, un fluido compuesto por agua, proteínas y ADN. Este líquido rodea a todas las
estructuras intracelulares.
Tienen una membrana externa: su función es proteger las estructuras internas y al mismo
tiempo permitir la comunicación con el medio exterior.
Responden a estímulos: las células son capaces de reaccionar a estímulos generados por
hormonas, neurotransmisores o de otras células cercanas, gracias a los receptores que
contienen en su membrana celular.
Se adaptan: las células pueden modificarse para favorecer la adaptación de los organismos
a nuevos entornos. Por ejemplo, las células de una especie de alga de agua dulce pueden
evolucionar para adaptarse a un aumento de la salinidad en el agua.
Pueden cambiar: las células pueden sufrir cambios en su composición o estructura según
la función que vayan a ejecutar en el organismo. Este proceso se conoce como
diferenciación celular. Por ejemplo, una célula ósea (encargada de la formación de huesos)
tendrá una estructura distinta a una célula muscular.
Tipos de célula
Existen dos grandes tipos de células según la presencia o no de un núcleo celular:
eucariotas y procariotas.
Células eucariotas
Las células eucariotas son aquellas que tienen un núcleo celular definido. Este núcleo
celular está formado por una envoltura nuclear donde se mantiene la integridad del material
genético (ADN). Los organismos formados por estas células reciben el nombre de
"eucariontes", como por ejemplo, los animales o las plantas.
Las células eucariotas pueden ser de dos tipos: célula animal o célula vegetal.
Célula animal: es un tipo de célula eucariota que forma los diferentes tejidos de los
animales (músculos, huesos, neuronas, etc.). La célula animal está compuesta por
membrana celular, el citoplasma en donde se encuentran los orgánulos y el núcleo celular.
Algunos orgánulos exclusivos en la célula animal son los centriolos, los lisosomas y los
melanosomas.
Célula vegetal: es un tipo de célula eucariota que forma las diferentes estructuras de las
plantas. Se diferencia de la célula animal en que además de la membrana, tiene otra
estructura protectora exterior llamada pared celular.
Además, tiene cloroplastos, que son las estructuras donde se encuentra la clorofila, el
componente indispensable para la fotosíntesis. Otros orgánulos exclusivos en la célula
vegetal son la vacuola y los glioxisomas.
Diferencia entre célula eucariota y célula procariota
Las principales diferencias entre las células eucariotas y las células procariotas son:
Célula eucariota Célula procariota
Presencia de El material genético está dentro El material genético está disperso en el citoplasma,
núcleo del núcleo. en una región llamada “nucleoide”.
El ADN tiene forma lineal y se
encuentra asociado a proteínas, Tiene una única molécula de ADN de forma
Tipo de ADN formando la cromatina (o circular. No se asocia a proteínas, por lo que se lo
cromosomas, cuando la célula no suele denominar “ADN circular y desnudo”.
está en división celular).
Tamaño Son células grandes (10-100 µm) Son células pequeñas (0,2-2,0 µm)
Presentan tanto reproducción
sexual (por meiosis, dando lugar a
Reproducción Se reproducen asexualmente (por fisión binaria)
los gametos o células sexuales)
como asexual (por mitosis).
Presentan orgánulos con
membranas y funciones
Presentan menos orgánulos y no están delimitados
Orgánulos específicas, como las
por membranas.
mitocondrias, los lisosomas o los
cloroplastos.
Está compuesto por proteínas
Composición del Está compuesto por la proteína FtsZ, que es similar
como actina, miosina, queratina y
citoesqueleto a la tubulina presente en las células eucariotas.
tubulina.
Las principales células del aparato reproductor masculino son
los espermatozoides, que son los gametos masculinos producidos en los
testículos. Además, existen otras células importantes como las células de
Leydig, que producen testosterona, y las células de Sertoli, que nutren y
apoyan el desarrollo de los espermatozoides.
A continuación, se detallan las células mencionadas:
Espermatozoides:
Son las células reproductoras masculinas, responsables de la fecundación del
óvulo. Se producen en los túbulos seminíferos de los testículos a través de un
proceso llamado espermatogénesis.
Células de Leydig:
Se encuentran en los testículos y son las encargadas de producir la testosterona,
la principal hormona sexual masculina. La testosterona es crucial para el
desarrollo de los caracteres sexuales masculinos y para la espermatogénesis.
Células de Sertoli:
También ubicadas en los testículos, dentro de los túbulos seminíferos, estas
células cumplen funciones de soporte y nutrición para los espermatozoides en
desarrollo. Proporcionan un entorno adecuado para la maduración de los
espermatozoides y secretan sustancias que regulan su producción.
Otras células:
Además de las anteriores, existen otras células presentes en el aparato
reproductor masculino, como las espermatogonias (células precursoras de los
espermatozoides), espermatocitos (etapas intermedias en la formación de
espermatozoides) y espermátidas (fase final de la espermatogénesis antes de
convertirse en espermatozoides).