El Dialogo
El Dialogo
comerciales –en fin, en todas partes– a personas utilizando el celular como medio de
comunicación, no obstante que estén sentadas una enfrente de la otra, en lugar de hacer
uso del medio natural que tenemos los seres humanos: la voz, con la que producimos las
palabras y establecemos el diálogo. Sin embargo, ¿es el diálogo realmente importante para
la sociedad y, por ende, para la humanidad?, ¿qué transformaciones ha sufrido el diálogo
en las últimas décadas?, ¿es necesario recuperarlo?
El requisito indispensable
El diálogo es la capacidad para aprender del otro, e implica tener una disposición y actitud
positiva para aprender del otro y viceversa. Se debe estar dispuesto a escuchar, guardar
silencio y prestar atención a lo que nos dicen los demás, evitar los prejuicios y suspender
los juicios de valor ante las diversas opiniones. Fracasaríamos en la comprensión de los
otros si los miramos según nuestra propia imagen y no según la suya.
El surgimiento de nuevas tecnologías ha facilitado la vida del ser humano. Uno de los
aportes más relevantes se da en la comunicación, sin que ello implique un beneficio para
el establecimiento del diálogo. Se han acortado las distancias, actualmente es muy sencillo
entablar una conversación en tiempo real entre personas que se encuentran en lugares
distintos. No obstante, el diálogo se deja de lado y sólo se ocupa este medio para
transmitir un mensaje, dejando de lado la posibilidad de interactuar para que el flujo de las
ideas sea bidireccional.
La imagen de dos jóvenes sentados en un café y con la mirada absorta en el objeto que
tienen entre sus manos, nos llevó a recordar un reportaje que salió publicado en La Jornada
el 17 de abril de 2015, a raíz de una conferencia celebrada por el Día Mundial de la Voz,
donde el autor entrevista a una conferencista y ésta señala que actualmente la voz se
utiliza en menor medida debido al abuso de la tecnología y también hacía referencia a los
beneficios en los procesos mentales que conlleva el habla. Pareciera que cada vez somos
más semejantes a las máquinas.
Si el uso de la voz es importante para estimular las conexiones neuronales, entonces el
diálogo es primordial para alentar y fortalecer las relaciones sociales. La ausencia de un
verdadero diálogo ha tenido como resultado la crisis civilizatoria, entre otros conflictos, que
vivimos actualmente. Cuando integramos el pensamiento de los demás, se convierte en
nuestro propio pensamiento y de ese modo lo tratamos.
La diversidad enriquece
El Dialogo. Con mayor frecuencia se puede observar en parques, restaurantes, plazas, centros
comerciales –en fin, en todas partes– a personas utilizando el celular como medio de comunicación,
no obstante que estén sentadas una enfrente de la otra, en lugar de hacer uso del
medio natural que tenemos los seres humanos: la voz, con la que producimos las palabras y
establecemos el diálogo. Sin embargo, ¿es el diálogo realmente importante para la sociedad y, por
ende, para la humanidad?, ¿qué transformaciones ha sufrido el diálogo en las últimas décadas?, ¿es
necesario recuperarlo? El diálogo ha acompañado al hombre casi desde el momento en el que éste
apareció en la Tierra, a pesar de ello encontramos que la historia de la humanidad está llena de
conflictos y guerras. Entonces, ¿qué ha pasado con él?, ¿será que lo hemos desaprendido y
olvidado?, ¿aún somos capaces de entender cómo un diálogo profundo nos puede llevar al
entendimiento del otro, de lo desconocido? El requisito indispensable
Para aprender a dialogar, primero debemos aprender a escuchar, escucharnos a nosotros mismos,
entender lo que sucede en nuestro cuerpo, qué toca en nuestro corazón, para después escuchar a
los demás. Debemos tomar conciencia de la importancia del diálogo, tratar de comprenderlo y
apropiarlo para llevarlo a nuestra práctica cotidiana, porque dialogar va más allá de la
comunicación, la trasciende. Para lograr establecer un verdadero encuentro es necesario partir del
reconocimiento y valoración de esas otras culturas como otros diversos y distintos, que tienen
aportes tan valiosos como los nuestros y que mediante el diálogo, o mejor el polílogo permanente,
será posible construir nuevas realidades.
El diálogo es la capacidad para aprender del otro, e implica tener una disposición y actitud
positiva para aprender del otro y viceversa. Se debe estar dispuesto a escuchar, guardar
silencio y prestar atención a lo que nos dicen los demás, evitar los prejuicios y suspender
los juicios de valor ante las diversas opiniones. Fracasaríamos en la comprensión de los
otros si los miramos según nuestra propia imagen y no según la suya. Las
relaciones sociales
El surgimiento de nuevas tecnologías ha facilitado la vida del ser humano. Uno de los
aportes más relevantes se da en la comunicación, sin que ello implique un beneficio para
el establecimiento del diálogo. Se han acortado las distancias, actualmente es muy sencillo
entablar una conversación en tiempo real entre personas que se encuentran en lugares
distintos. No obstante, el diálogo se deja de lado y sólo se ocupa este medio para
transmitir un mensaje, dejando de lado la posibilidad de interactuar para que el flujo de las
ideas sea bidireccional.
La imagen de dos jóvenes sentados en un café y con la mirada absorta en el objeto que tienen
entre sus manos, nos llevó a recordar un reportaje que salió publicado en La Jornada el 17 de abril
de 2015, a raíz de una conferencia celebrada por el Día Mundial de la Voz, donde el autor entrevista
a una conferencista y ésta señala que actualmente la voz se utiliza en menor medida debido al
abuso de la tecnología y también hacía referencia a los beneficios en los procesos mentales que
conlleva el habla. Pareciera que cada vez somos más semejantes a las máquinas