[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
13 vistas22 páginas

Síntesis Teología Fundamental

La teología es una disciplina que estudia la revelación de Dios a través de Jesucristo y su impacto en la humanidad, estableciendo un diálogo entre razón y fe. Se centra en la comprensión de la revelación divina, que se manifiesta en la historia y en la experiencia de fe, y busca responder a las inquietudes contemporáneas desde una perspectiva cristiana. La teología fundamental, surgida tras el Concilio Vaticano II, se encarga de reflexionar sobre los fundamentos de la fe y su relevancia en el contexto actual.

Cargado por

Sergio Leal
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
13 vistas22 páginas

Síntesis Teología Fundamental

La teología es una disciplina que estudia la revelación de Dios a través de Jesucristo y su impacto en la humanidad, estableciendo un diálogo entre razón y fe. Se centra en la comprensión de la revelación divina, que se manifiesta en la historia y en la experiencia de fe, y busca responder a las inquietudes contemporáneas desde una perspectiva cristiana. La teología fundamental, surgida tras el Concilio Vaticano II, se encarga de reflexionar sobre los fundamentos de la fe y su relevancia en el contexto actual.

Cargado por

Sergio Leal
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 22

Universidad Santo Tomás

Síntesis - Teología Fundamental


Cesar Alejo Parra Arenas

¿Qué es la teología?
En terminología medieval es una ciencia puesto que tiene un sujeto, un objeto y un método
de estudio. Necesita un diálogo constante con las demás disciplinas, la teología es ciencia,
disciplina y estudio. Religión - Trascendencia – Dios. La teología no puede confundirse con
la metafísica puesto que eso haría ver al Dios del Cristianismo como una deidad griega.
Dios que se abaja, se revela, se entrega por el hombre, caso contrario de la teología griega,
puesto que un dios que se hace hombre entra en una relación imposible para el griego y
para el hebreo. Dei Verbum sobre la Divina Revelación tomando la tradición Oriental y
semita. La Teología Apofática intenta definir en el medioevo lo que Dios no es para poder
decir lo que sí es Dios. Tomás de Aquino hace su aporte desde el cambio de la "celefera" a
la analogía, es decir, no definiendo sino comprendiendo.

Dar razón de nuestra fe y nuestra esperanza.

"Al contrario, dad culto al Señor, Cristo, en vuestros


corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo
el que os pida razón de vuestra esperanza" (1 Pe 3, 15)

Teología: Disciplina o ciencia que se encarga de estudiar y profundizar la manera en que


Dios ha revelado su mensaje y voluntad salvífica a los seres humanos a través de la persona
de Jesucristo, y sobre las implicaciones o efectos que dicha revelación divina tiene en la
vida e historia del mundo. La Teología establece y posibilita el diálogo ente la razón y la fe,
ella es un interlocutor válido frente a la búsqueda interdisciplinar de soluciones apropiadas
a la gran variedad de problemas mundiales y regionales. En el contexto latinoamericano y
caribeño, por ejemplo, urge repensar la realidad, ya que actualmente existen muchos retos y
muchas situaciones para las cuales es oportuno realizar reflexiones y acciones acertadas
desde el evangelio.

Estas reflexiones permitirán, además, una interpretación del cosmos, de Dios, la persona
humana y la sociedad, de una manera integral e interdisciplinaria, coherente con las
problemáticas reales y con las diferentes situaciones que enfrentan seres humanos del
continente.

La Revelación
Según el Concilio Vaticano II, dispuso Dios en su infinita sabiduría […] revelarse a sí
mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad mediante el cual los hombres, por medio
de Cristo, verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen partícipes
de la naturaleza divina. En consecuencia, por esta revelación Dios invisible habla a los
hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos, para invitarlos a su
comunicación y recibirlos en su compañía.
Este plan de la revelación se realiza con palabras y gestos intrínsecamente conexos entre sí,
de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y
confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte,
proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas. Pero la verdad profunda
acerca de Dios y de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación de Cristo, que
es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación. (Dei Verbum 2)

El centro y culmen de la revelación es Cristo. La venida de Cristo tiene implicaciones en la


historia, por lo que la revelación es inacabada.

Sagrada Escritura
Depositum fidei = +
Tradición
Revelación no es lo mismo que revelación, puesto que esta última habla de revelaciones
particulares, porque no es complementaria de la Revelación, no relacionan la tradición y el
depósito de la fe. La "teología fundamental" se dirige a la fuente misma del conocimiento
teológico que es la revelación, y a la vez, es tarea suya estudiar los signos de la
credibilidad, es decir, los denominados signos de los tiempos que acontecen en la historia
salvífica, en culturas y pueblos determinados.

Actualmente a cada teólogo se le invita a reflexionar sobre su experiencia de fe, y a dar


razón de la misma, (cf.1 Pe 3, 15) no solo por medio de un discurso abstraído y teórico,
sino especialmente a partir de la experiencia y encuentro con Jesús Resucitado. De tal
forma que este testimonio y mensaje de la fe cristiana se actualice y responda a las
necesidades, situaciones, alegrías, conflictos y sufrimientos de nuestro tiempo. Hasta el
Concilio Vaticano II no se conocía en la teología el concepto de ''Teología Fundamental",
pues, al tratado que se encargaba de abordar temas como la revelación de Dios en
Jesucristo, la fe y su defensa, la tradición y su pertinencia del magisterio eclesial, se le
denominaba "Apologética" o defensa de la fe. A partir de la reforma protestante (s. XVI), y
teniendo en cuenta las corrientes antes del s. XVII, la teología se enfocó en dar respuestas
inmediatas frente a los ataques que se expresaron en contra de la fe y de la Iglesia católica
como Institución.

Gracias a las reflexiones teológicas acontecidas después del Vaticano ll, se hizo más
explícito que debía existir una disciplina encargada explicitar y reflexionar los fundamentos
de la fe y revelación cristiana, teniendo en cuenta, de manera especial, la complejidad y
magnitud de los problemas y situaciones que acontecen en el mundo de hoy. La teología
fundamental, como reflexión crítica del creyente sobre la de la fe y la revelación, es y ha
de ser una tarea sistemática responsable de parte del teólogo: responsable de cara a la
comunidad eclesial, de quién el teólogo ha recibido la fe (el traditium), y responsable
también, frente a la cultura en la cual él vive, frente a los seres humanos de su tiempo,
dando respuesta a sus inquietudes e interrogantes, buscando con la ayuda de otras
disciplinas sociales y humanas las soluciones a los problemas que en cada momento
histórico son planteados al ser humano.
La funcionalidad del tratado de teología fundamental integra una doble tarea: “la
fundacional- hermenéutica, como teología dogmática y la dialogal-contextual como
teología fundamental apologética” (Pie-Ninot, 2007, p. 80)

Revelación
En el contexto de la religión cristiana, al conjunto de acciones, señales, palabras signos y
acontecimientos mediante los cuales Dios comunica mensaje y voluntad redentora, salvífica
y liberadora al ser humano, motivándole a una vida buena y feliz, en armonía consigo
mismo, con el prójimo y el cosmos, se le denomina revelación. La categoría de
"revelación" hace referencia a la manifestación de una verdad secreta oculta y casi siempre,
aludiendo a una manifestación divina. En la tradición teológica cristiana la revelación ha
sido conceptualizada a partir de las nociones básicas: la revelación como aparición o
epifanía (Επιφάνεια), y la revelación como desvelamiento de lo oculto por venir
(Προφητεια) Esta categoría y su uso es común a otras religiones como el judaísmo y el
islam.

¿Qué es revelación según el Antiguo Testamento?


Según las Sagradas Escrituras en el Antiguo Testamento, la revelación se presenta como la
intervención gratuita y libre de Dios, a través de la cual Él se da a conocer a sí mismo y
revela su designio de salvación. Esta revelación se realiza a través de la palabra de Dios
dirigida a los profetas, en diferentes formas de comunicación. “Del mismo modo que en el
Antiguo Testamento la revelación del reino se propone frecuentemente en figuras, así ahora
la naturaleza íntima de la Iglesia se nos manifiesta también mediante diversas imágenes
tomadas de la vida pastoril, de la agricultura, de la edificación, como también de la familia
y de los esponsales, las cuales están ya insinuadas en los libros de los profetas” (LG, C1).
Dios se revela para aliarse con Israel y, a través de él, con todas las naciones, cumpliendo
así la promesa hecha a Abraham de bendecir a todas las naciones de la tierra “Haré de ti
una gran nación y te bendeciré; voy a engrandecer tu nombre, y tú serás una bendición”
(Gn 12, 1). La revelación en el Antiguo Testamento es concebida como una palabra
dinámica que invita al hombre a la fe y a la obediencia, realizando la salvación al mismo
tiempo que la anuncia y la promete.

¿Qué es revelación según el Nuevo Testamento?


Según el Nuevo Testamento, la revelación se refiere a la manifestación de Dios a través de
Jesucristo. Jesús es considerado la máxima revelación de Dios, ya que en él se revela el
plan de salvación y la voluntad divina para la humanidad. En el Evangelio de Juan, se
afirma que Jesús es la Palabra de Dios encarnada, que vino a revelar al Padre y a traer la
vida eterna a aquellos que creen en él (Jn 1:14, Jn 14:9). Además, en el Nuevo Testamento
se menciona que el Espíritu Santo también juega un papel importante en la revelación
divina, guiando a los creyentes hacia la verdad y revelando los misterios de Dios (Jn 16:13,
1 Cor 2:10-12). En resumen, la revelación en el Nuevo Testamento se centra en la persona
de Jesucristo y en la obra del Espíritu Santo para dar a conocer a Dios y su plan de
salvación a la humanidad.

¿Qué es Fe según el Antiguo y Nuevo Testamento?


salvadora. Se destaca la importancia de apoyarse en Dios y abandonarse a su voluntad. El
ejemplo de Abrahán se menciona como alguien que creyó en la promesa de Dios y fue
considerado justo por ello. Además, se resalta la experiencia de Israel como pueblo elegido
por Dios y la doctrina monoteísta que surge de esta experiencia. En el Nuevo Testamento,
la fe se define de manera más condensada y se enfatiza su importancia en el proceso de
salvación. La fe es la condición suficiente para la salvación según los Evangelios sinópticos
y los Hechos de los Apóstoles. En el Evangelio de Juan, la fe es un proceso que implica
conocimiento y compromiso dirigido a la persona de Jesucristo.
A pesar de las diferencias, la fe en el Antiguo y Nuevo Testamento comparten elementos
como la confianza y el abandono en Dios, la obediencia y la adhesión a Su palabra. Sin
embargo, en el Nuevo Testamento, la fe también implica asentimiento a un mensaje, ya sea
el anuncio del Reino de Dios, la muerte y resurrección de Jesús como el único salvador, o
la persona misma de Jesús como el Verbo hecho carne. “El Señor dejó a los suyos prenda
de tal esperanza y alimento para el camino en aquel sacramento de la fe en el que los
elementos de la naturaleza, cultivados por el hombre, se convierten en el cuerpo y sangre
gloriosos con la cena de la comunión fraterna y la degustación del banquete celestial” (GS,
C3). La fe tiene su origen en Dios, quien la suscita a través de Su poder salvífico, ya sea en
la palabra y actividad de Jesús, en la resurrección de Jesús y su predicación, o en la
atracción del Padre que invita a participar en la vida de la Trinidad.

Realismo aristotélico-tomista.
La realidad existe (los objetos de la naturaleza, las ideas y pensamientos la humanidad, las
Imágenes, los demás seres humanos, las cosas que el ser humano ha fabricado y creado)
ella se percibe y conoce gracias a los sentidos, lo sensorial y cognitivo. La realidad es
externa e independiente al ser humano. En el ambiente medieval de un gran auge
intelectual, lleno de las más diversas contradictorias preguntas y respuestas Sto. Tomás de
Aquino supo preguntar y preguntarse, responder y responderse, discerniendo y escuchando
las grandes preguntas y las grandes respuestas de su tiempo. Las experiencias se basan en
las percepciones sensoriales. Percibimos lo real con los sentidos para analizarlo con la
razón con un ejercicio interpretativo ¿Como puede el ser humano conocer o hacer
experiencia de Dios? El ser humano es imagen de Dios, por esta razón está en capacidad
de conocerlo, experienciarlo, como experiencia de fe.

Dos modos de conocimiento:


 A través de la experiencia del mundo; lenguaje, entorno subjetividad, personas,
contexto, cultura. Por medio de la razón humana partiendo de las cosas creadas.
 A través de la dimensión trascendental humana. Dios es un misterio absoluto.
Experiencia de fe, la vida espiritual o mística. En este proceso el ser humano se
pregunta por el Dios que se revela.

Experiencia de Fe y de Dios
La experiencia fundante de la fe cristiana nace a partir de un encuentro de algunas personas
con Jesús de Nazareth, el Hijo del Dios vivo. Aquel quien en vida compartió y caminó con
sus apóstoles y discípulos, aquel que murió en una cruz, y a quien Dios resucitó al tercer
día,
les enseñó y compartió con palabras y con obras, cuál es la verdadera voluntad del Padre
Dios. Lo experimentado, la experiencia se fundamenta en la historia. La afirmación de la
existencia de Dios no es una mera aprehensión de Dios, por medio de la cual el ser humano
se apodera del misterio, sino que es un dejarse aprehender por el misterio.

Dios se revela en la experiencia intramundana, la experiencia de la salvación coincide con


la historia humana. Dios se revela en los hechos y acontecimientos de ser humano. Por
ejemplo la experiencia que Jesús tuvo de Dios, fue que precisamente el núcleo y
fundamento de su vida y predicación. Mostrar el rostro de Dios, contemplado en la
intimidad, en la oración y en el prójimo no fue fácil para Jesús, esto trajo como
consecuencia su muerte. Pero si él no hubiese hecho tal experiencia de Dios, tampoco su
misión en el mundo habría llegado a Feliz término.

Experiencia de la Revelación
 La experiencia cristiana de fe involucra al ser humano en su integridad.
 Experimentar a Dios: no es un conocimiento que afecte sólo a los sentimientos del
ser humano. No es simple emotividad.
 La experiencia de fe en el Dios de Jesucristo: Individual y comunitaria.
 Se da una interpretación primera (fundante) del Evangelio que dan origen a nuevas
interpretaciones, las cuales son plurales y tienen tendencia a ser tergiversadas.
 El sujeto contrasta su experiencia con la experiencia en la comunidad.
 Es importante comparar la experiencia de fe de la comunidad con la experiencia de
fe del creyente.
 Se le denomina traditum a lo recibido e interpretado por la primera comunidad
cristiana (los primeros cristianos cf. Hch 11, 26)
 La experiencia del Dios de Jesucristo implica el testimonio.

La vivencia de la fe tiene lugar con base a una experiencia de Dios que se ha hecho, la cual
es interpretada y transmitida por una comunidad, familia, etc. Esta experiencia de fe se
comparte en una comunidad que la avala, y que a su vez, por el testimonio que da tal
experiencia, transforma la vida de sus miembros. En este sentido, las Sagradas Escrituras
son el resultado de las comparaciones (contrastes) de la experiencia vivida, sin ella el
testimonio y el traditum no hubiesen tenido lugar (Ej. NT.)

La Fe en el Antiguo Testamento
La fe es relación viva entre Dios y el ser humano. Es actividad, actitud humanas que y
virtud transforma de raíz la vida de quienes creen. Por eso, el creyente por la fe se entrega a
Dios, y dona a él su inteligencia y voluntad. Aquello a lo cual los escritos
veterotestamentarios se refieren como fe, no responde a algún concepto claramente
definido. La fe es respuesta y obediencia al Dios de las promesas y de la alianza. Creer
significa apoyarse en Dios (cf. Gn 15,6; Ex 14,31; Nm 14,11), poner toda la confianza en
Yahvéh, lo cual implica encuentro y experiencia con él. Cuando el pueblo de Israel habla
de su fe en Yahvéh, no responde con enunciados o conceptos abstractos, sino que relata la
historia de salvación que Dios ha obrado a favor de ellos (cf. Dt 26, 5-10) Raíces batah -
esperar confiadamente en … y amán mantenerse fiel a…

La fe en el A.T, por tanto, es el acto de ver la acción de Dios por encima de todo, hasta de
lo
imposible (confianza y certeza cf. Sal 119, 66) "Si no os afirmáis en mí no seréis firmes"
(cf. Is 7, 96) La fe en los profetas más que la creencia abstracta de que Dios es único, es la
confianza en El, fundada en la elección. Dios ha elegido a Israel y por tanto, es su Dios (Cf.
Dt 7,6) y sólo Él puede salvarte. Personajes paradigmas de fe: Patriarcas (Abraham),
Moisés, jefes de las tribus, los reyes y los profetas

La Fe en el Nuevo Testamento
Las raíces del A.T, se corresponde en el N.T, con Πιστις (pistis-pisteou) "confianza en la
persona que revela" y "adhesión del intelecto a sus signos y palabras” La fe, en cuanto
experiencia, exigencia primera de Jesús, es en los sinópticos un preliminar indispensable
para la salvación (cf. Mc 1,15) Jesús exige la fe para los símbolos mesiánicos, y dona la
salvación cuando ve la fe de quienes necesitan ser curados (cf. Mt 9, 27-30a). En el
evangelio de Juan la fe lleva consigo la aceptación de la revelación total de Dios en su hijo
Jesucristo, y la adhesión personal a Él, la cual mueve al ser humano, a una confesión de
aquello que ha sucedido en su vida (conversión) y de aquel en quien ahora cree (Jesús y la
samaritana cf. Jn 4, 1-42).

La fe basada solo en los milagros es una fe imperfecta, inadecuada; la fe verdadera es la


que lleva a la adhesión del Señor (cf. Jn 6,25-27. 67-69). Por su parte, en el libro de los
Hechos de los Apóstoles no se requiere nada más para la purificación de los corazones y la
acogida de la salvación. (cf. Hch 2,36-39) En Pablo, el objeto de la fe es la muerte y la
resurrección de Cristo (cf. Rm 4,24-25; 10,9) La fe es gracia salvífica. Gracias a ella el
creyente es una nueva creatura, libre y purificada del pecado. Lo mueve a obrar bien y
actúa para el bien de los demás.
"Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y
nosotros: hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído en él" (cf. 1
jn. 4, 15-16a)
La fe es considerada en Hb 11, 1-13 como el presupuesto mínimo necesario para la
salvación,
acuerdo a la historia de salvación.

"El acto de fe, en respuesta a la Palabra de Dios, abre la inteligencia del creyente
hacia nuevos horizontes. San Pablo escribe: "Pues el Dios que dijo: Brille del seno
de las tinieblas ha brillado en nuestros corazones, para que resplandezca el
conocimiento de la gloria de Dios reflejada en el rostro de Cristo” (cf. 2 Cor 4,6) A
esta luz, la fe contempla el mundo entero de una nueva manera; lo ve más
verdadero porque, fortalecido por el Espíritu santo, participa de la perspectiva
propia de Dios" (Comisión Teológica Internacional, 2012 No 16)

La fe es también gracia, don gratuito del Dios Trino, del Dios que se revela y salva.

Breve historia de la teología


Época apostólica, pos apostólica
En diferentes etapas históricas la teología ha intentado dar respuesta a diferentes
interrogantes que se plantean, y esto ha permitido una constante actualización de ella, sin
perder sus bases y fundamentos. En cada época la teología ha entrado en diálogo con otras
Disciplinas y saberes, intentando dar respuesta a cuestionamientos que distintas situaciones,
problemas, investigaciones y nuevos descubrimientos le formulan.

La teología no es una disciplina acabada, sino que ella está en proceso de elaboraciones y
desarrollos, teniendo en cuenta que el ser humano, quien reflexiona su fe y la revelación de
Dios, está en continuo proceso de aprendizaje y cuestionamiento acerca de la realidad y los
problemas del mundo. La Teología es tan antigua como la fe cristiana, hundiendo sus raíces
en la misma generación apostólica y pos-apostólica que dio testimonio de Jesucristo, el hijo
de Dios y salvador de la humanidad.

De ahí que se hable con frecuencia, de "teología bíblica”, de “teología neotestamentaria"


de ''teología paulina", etc., indicando así que en los libros que componen la Sagrada
Escritura, sea en el conjunto de todos ellos, sea en algunos tomados singularmente, se
contiene una doctrina que puede ser sintetizada y expuesta de modo estructurado y
armónico. Los apóstoles y quienes con ellos vivieron, constituyen, sin embargo, una etapa
singular en la historia de la iglesia: la etapa fundacional y los libros Sagrados, escritos bajo
la Inspiración del Espíritu Santo, trascienden el ordinario sucederse de los empeños y
reflexiones humanas.
Época patrística

Se conocen con el nombre de Padres apostólicos a quienes estaban en cercanía cronológica


a los apóstoles. Ellos se expresaron mediante cartas u homilías, de tono familiar, muy
unidas a la vivencia concreta de la iglesia. Las críticas dirigidas a la fe cristiana por parte de
autores paganos provocaron la aparición de una literatura apologética (defensa de la fe),
que desembocó en un vibrante dialogo entre la fe y razón (entre fe cristiana y cultura
pagana) inició así un proceso de cristianización del mundo helenístico y romano que se
extendió a lo lardo de varios siglos, hasta culminar, en los siglos III a V, en una síntesis
lograda.

Etapas principales en el periodo patrístico


1. De iniciación o formación de la teología patrística.

Se extiende desde fines del siglo I hasta comienzos del siglo IV: la época de los Padres
apostólicos (Didaché o enseñanza de los apóstoles; siglo I; Clemente de Roma- finalizando
el siglo I, Ignacio de Antioquía, Policarpo de Esmirna - s. II), de los Padres apologistas o
apologetas griegos (Melitón de sardes, Justino, Atenagoras - cercanos a la filosofía griega-).
De los primeros escritos antiheréticos y de los primeros intentos de tratados o exposiciones
teológicas ya relativamente consolidadas.

2. Edad de oro de la patrística siglos IV y V.


Dos factores influyeron en este periodo:
 la paz de que se disfruta desde principios del s. IV, al cesar las persecuciones.
 la maduración ya alcanzada del pensamiento cristiano de aquella época. Eustasio de
Antioquía, Inocencio de Roma, Ireneo de Lyon, Inocencio de Sevilla

3. Edad siglos VI hasta el VII


Periodo de transición entre la Antigüedad tardía y la Edad Media: San Atanasio, san
Basilio, san Camilo de Jerusalén, San Juan Crisóstomo, san Ambrosio, San Jerónimo, San
Agustin, San Juan Damasceno (675-749). El tono o estilo de teologizar fue profundamente
bíblico, con un frecuente recurso al símbolo y a la alegoría para que en el texto bíblico
comentado reverberase la totalidad del designio salvífico divino. La teología patrística
sobresalió, especialmente, por sentido de la síntesis, por la conciencia de la unidad de la
revelación y por la por la fuerza con que esa conciencia de unidad alcanzó a expresarse

4. Época o período escolástico.


Durante los primeros siglos de la edad media, es decir, en la primera parte del periodo
altomedieval, entre los años 750 a 1100, se destaca la teología monástica: nace en el seno
de las escuelas monásticas existentes en los monasterios benedictinos, que consistió sobre
todo en comentarios a la Sagrada Escritura; desarrollados al modo de una lectio o lectura
meditada de los textos bíblicos, apoyada en los autores patrísticos. Las escuelas monásticas
surgieron en la época carolingia, como fruto de la reforma de la Orden benedictina (Odón
de Cluny s. X) constituyeron un foco cultural de extraordinaria importancia; Alcuino de
York, Rábano Mauro, San Anselmo de Canterbury pueden ser considerados, con plena
justicia, iniciadores de la teología medieval, porque pusieron las bases metodológicas de la
teología escolástica propiamente dicha.

Hacia el 1100 aparecieron en las ciudades de occidente escuelas catedralicias (nacidas y


desarrolladas en torno a las catedrales) La teología que se comenzó a elaborar en tales
escuela significó la introducción de un nuevo estilo teológico que dio origen a la
denominada teología escolástica. Representantes: Anselmo de Laon (Magister divinitatis) y
Pedro Abelardo.

Factores que influyen y confluyen: Desarrollo de la sociedad medieval; aumento del nivel
cultural del clero secular; la aparición de Ordenes mendicantes dotadas de mayor movilidad
apostólica que la benedictina; la llegada al occidente europeo de la filosofía aristotélica a
través de los pensadores árabes, la cual uniéndose a la tradición patrística y platónica, hizo
posible una nueva y original síntesis. La teología escolástica adoptó un método analítico,
discursivo y dialógico que dio un amplio campo a la especulación racional iluminada por la
fe. Nacido y desarrollado en el interior de las instituciones académicas - las escuelas
catedralicias y posteriormente las universidades y, en ellas las facultades de teología -
método escolástico Lectio, questio, y disputatio.

Alta escolástica. que va del 1100 al 1300 . En este periodo se sitúan figuras
importantes y representativas como: Pedro Lombardo, Alejandro de Hales, San
Buenaventura, San Alberto Y Magno, santo Tomás de Aquino y el Beato Juan Duns
Escoto.
Baja escolástica. del 1300 al 1500, época en parte creadora y en parte de decadencia
en el que la reflexión se escinde en disputas entre escuelas y en ocasiones, se pierde en
disquisiciones alejadas de los núcleos centrales de la fe.
Escolástica renacentista. De comienzos a mediados del siglo XVI, caracterizada
por la incorporación al método escolástico de las preocupaciones literarias e históricas
provenientes del humanismo renacentista tal y como lo testimonian la obra, entre otros, de
los dominicos Tomás de Vio y Melchor Cano.
Escolástica barroca. Que se extiende desde mediados del siglo XVI hasta el siglo
XVII, en el que, después de algunas figuras relevantes como Domingo Báñez y Francisco
Suarez, se inicia un periodo de fuerte decadencia.

La Teología periodo Moderno


En el siglo XVII la escena intelectual, ocupada por la tradición escolástica, empieza a ser
dominada por otras líneas de pensamiento, particularmente el racionalismo de origen
frances y el empirismo de origen anglosajón. Las tendencias escépticas o naturalistas,
aparecidas en épocas pasadas hasta ese momento muy minoritarias, se hacen más fuertes,
favorecidas por
la crisis de conciencia nacida de la dura experiencia representada por las guerras de religión
que agitaron la Europa de esos años.

La teología y la Iglesia Católica se ven confrontadas con la nueva situación el contexto


cultural no es ya ni el de una sociedad sustancialmente cristiana, como la existente en el
período final de la Edad Antigua en la Edad Media y en los inicios de la edad Moderna; ni
tampoco un paganismo que no había oído hablar del Dios de Jesucristo, como en los Inicios
de la era cristiana. Se trata de una época en la que cambia la concepción que tiene del
mundo y que mira al cristianismo como a una realidad superada o, al menos, en curso de
superación.
El proceso de decadencia de la reflexión teológica desde el ámbito católico se extendió a de
todo el siglo XVIII.
Periodo contemporáneo
Inicio de un proceso de renovación en el siglo XIX, no sin polémicas y tensiones, a través
de tres líneas fundamentales.

 Vuelta a las fuentes bíblicas y patrísticas.


 Recuperación de la tradición escolástica tal ycomo se había manifestado en su
momento de esplendor.
 dialogo con algunas corrientes del pensamiento moderno, particularmente en su
versión idealista y romántica

En 1900 se publica el libro del historiador teólogo luterano Adolf Von Hamack, "la esencia
del cristianismo – “Das wesen des Christentums”, obra representativa del
neoprotestantismo liberal. Harnack, al analizar el mensaje de Jesús desde el punto de vista
histórico-critico, afirma que el dogma no pertenece al mensaje originario del cristianismo.
El desarrollo del dogma es un proceso de helenización del cristianismo. Por tanto, hay que
recuperar el Evangelio, depurar el cristianismo eclesiástico hasta llegar a su esencia, liberar
el dogma a la iglesia, puesto que la iglesia del dogma no está en continuidad con el
Evangelio.

En respuesta a esta postura apareció en escena el sacerdote francés. Alfred Loisy, quien
publica en 1902 "El evangelio y la Iglesia". Loisy afirma la continuidad entre el evangelio y
la Iglesia del que ella es su desarrollo histórico. En su búsqueda de la autenticidad espiritual
de la Iglesia, el pretendió introducir el historicismo en la doctrina de la Iglesia. La Iglesia
adoptó el evangelio a los diversos pueblos en las cambiantes condiciones de la historia. No
obstante, rechazó algunos dogmas como el de la resurrección de Cristo y la inmaculada
Concepción. El 06 de diciembre de 1903 el Santo Oficio condena sus tesis y obras.

Desde mediados del siglo XX (1930) la Teología católica experimentó una fase de
renovación, promovida por dos importantes centros de reflexión: la escuela dominicana de
Le Sauchoir (Marie- Dominique Chenu; Yves- Marie Congar, Edward Schillebeeckx) y la
Jesuita, la nouvelle theologie – ressourcement (jesuitas Henri de Lubac, Pierre Teilhard de
Chardin, Jean Danielou)

Le Sauchor dio una respuesta a la Iglesia y a la cultura de la época. Además, desde esa
década se intensificaron los esfuerzos de renovación de la Teología, muchos de los cuales
desembocaron en el Concilio Vaticano II. A esa renovación se sumarán posteriormente los
aportes decisivos de Karl Rahner y de Edward Schillebeekx. La plenitud de tal renovación
será el concilio Vaticano II (1965) evento decisivo de referencia para la valoración del
precedente desarrollo de la teología y para el juicio sobre la situación actual y su historia
futura.
Sin olvidar, la consolidación y desarrollo de las comunidades cristianas, nacidas por la
expansión misionera de los siglos anteriores, y la facilidad de comunicaciones
internacionales. En los siglos anteriores la teología era una realidad casi exclusivamente
europea; en la actualidad las aportaciones teológicas provenientes de América, Asia, y
Africa
Son cada vez más reconocidas y significativas para el desarrollo de la teología y de la
Iglesia.

El Papa San Juan XXIII (1958-63), en un pontificado de apenas cinco años introduce una
nueva época en la historia de la Iglesia. El Concilio Vaticano II, por una parte realizó la
debida apertura a la cultura moderna, y por otra parte, asumió críticamente aspectos del
paradigma evangélico - protestante de la Reforma: sobre todo la necesidad de la Iglesia de
renovación permanente, el reconocimiento de las otras comunidades cristianas como
iglesias, su propia exigencia de actitud ecuménica.

Asimismo la valoración de las Sagradas Escrituras, la de la liturgia comunitaria, la


valoración del laicado y de la Iglesia local. Además, la apertura del Concilio a la cultura
moderna se constata en el reconocimiento de aspectos centrales como la libertad de culto y
de conciencia, el giro hacia el judaísmo. La actitud constructiva ante las religiones y al
mismo tiempo positiva hacia el progreso, el mundo secular, la ciencia y la democracia.
Síntesis
En cada época de la historia en la cual han surgido diferentes reflexiones y elaboraciones
teológicas, se halla un común denominador y algunos fundamentos básicos que se
mantienen en dichos procesos: sagradas Escrituras, Tradición, a fe en el Dios uno y trino, la
existencia del Magisterio. Estos son entre otros, fundamentos estables que le permiten al
quehacer teológico volver sobre ellos, retomarlos, compararlos, reflexionarlos, e incluso
reinterpretarlos de acuerdo al contexto, tiempo, cultura y situaciones que tengan lugar.

El estudio de la Escritura como alma de la teología


Las sagradas Escrituras son el alma de la teología. Cuando la teología no es esencialmente
interpretación de la escritura en la Iglesia, esta teología ya no tiene fundamento.
Vías metodológicas que utiliza la exegesis.
 La unidad de las escrituras: la Biblia testimonia la completa verdad de la salvación
solamente en su totalidad pluriforme
 El testimonio de la tradición: la reflexión de los padres de la Iglesia y el magisterio.
 La analogía de la fe: lo que pretendían los escritores en su contexto
 Cercanía de las Escrituras a los fieles cristianos. "que toda predicación eclesial, al
igual que la misma religión cristiana, se nutra y se rija por la Sagrada Escritura

La fidelidad a la Tradición apostólica.

Tradición apostólica.
Magisterio de la Iglesia Sagradas Escrituras

Esta fidelidad implica una recepción activa y re-flexionada, así mismo, implica un estudio
de las Sagradas Escrituras, de la liturgia y de los escritos de los padres y doctores de la
Iglesia y la atención a la enseñanza del magisterio.

La atención a la sensus fidelium


En la primera carta a los Tesalonicenses, el Vaticano llama Un "el sentido sobrenatural de
la fe de todo un pueblo” y una “la íntima inteligencia que experimentan de las cosas
espirituales”, un sentido de fe.

Sagrada Escritura y Tradición.

Escritura, tradición y Magisterio de la Iglesia, están unidos y ligados de modo que ninguno
puede subsistir sin los otros; los tres, cada uno según su carácter, y bajo la acción del único
Espíritu Santo, contribuyen eficazmente a la salvación de los seres humanos (Dei Verbum)

Depositum Fidei "Doctrina de la fe" (cf. 1 Tm 6,20; 2 Tm ve4 ) Significa propiamente el


patrimonio de fe que, confiado a la Iglesia, exige ser transmitido por ella fielmente y
explicado sin errores.

las Sagradas Escrituras


Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la Sagrada Escritura, se
consignaron por inspiración del Espíritu Santo. la santa Madre Iglesia, según la fe
apostólica, tiene por santos y canónicos los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento
con todas sus partes, porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios
como autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia. Pero en la redacción de los
libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y
medios, de forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores,
todo y sólo lo que Él quería.
Pues, como todo lo que los autores inspirados o hagiógrafos afirman, debe tenerse como
afirmado por el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura enseñan
firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso consignar en las sagradas
letras para nuestra salvación. Así, pues, "toda la Escritura es divinamente inspirada y útil
para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de
Dios sea perfecto y equipado para toda obra buena" (2 Tim., 3,16-17). (Dei Verbum #11)
Ellas son en verdad Palabra de Dios. El estudio de la Sagrada Escritura ha de ser como el
alma de la Sagrada Teología. Ministerio de la palabra: la predicación pastoral, la catequesis
y toda instrucción cristiana, en que es preciso que se ocupe un lugar importante la homilía
litúrgica, se nutre saludablemente y se vigoriza santamente con la Escritura.

La Tradición
La palabra tradición, derivada etimológicamente del verbo latino tradere, entregar. El ser
humano es un ser de tradición y tradiciones: las recibe, transmite, crea o termina. La
religión cristiana comprende la tradición como un acontecimiento cuyos autores son los
seres humanos y Dios. Se establece una distinción entre el traditum, lo transmitido, la
denominada Tradición fundante, la tradición dependiente (tradiciones) y los receptores de
dicha transmisión.

1. Traditum, Tradición fundante: Jesús y sus apóstoles. El anuncia la ley y los


profetas (cf. Mt 5,17 - 48; 15, 1-20; Ma 5, 7 – 13) El testimonio de los apóstoles
sobre fundamento de la tradición cristiana, transmitido primero oralmente y luego
consignado por escrito (cf. Gal 1, 1.5-17 ; 1 Cor 11,23-25; 15,1-7)
2. Kerigma y anuncio Kerigmático: La autoridad de los primeros testigos
apostólicos (cf. Lc 1, 1-41) y la transmisión doctrinal en las cartas pastorales (cf. 1
Tm 1,18;4,11; 2 Tm 1, 13-14; 2,2; 2 Pe 3,2)
3. La tradición en la etapa pos-apostólica surge la cuestión de los criterios de la
verdadera tradición.
4. Ireneo y Agustín de Hipona: demostración de la coincidencia del contenido con la
tradición apostólica o el consenso de los padres y la regula fidei o regula vertatis.
5. Martín Lutero quiso rechazar aquellas tradiciones que no contaban con la
autoridad de la Sagrada Escritura, a fin de hacer valer de nuevo el puro Evangelio,
sin embargo, termina sustituyendo el principio de tradición por el principio de la
Escritura (sola Scriptura)
6. Concilio de Trento Año 1546: nadre puede interpretar la Escritura, en cuanto se
refiere a la fe moral, en oposición al consenso unánime de los Padres o a aquel
sentido que sostiene la Iglesia. Ella es la única que puede juzgar sobre el verdadero
sentido y la interpretación de la Escritura (DS 1507) Después de Trento vuelve a
imponerse la distinción material entre Escritura y tradición, debido a controvertidos
intereses teológicos. Se enseña que el Evangelio está contenido en partim en la
Escritura y partim en la tradición oral. Así se llega a hablar de las dos fuentes de la
revelación o “teoría de las dos fuentes": la Escritura necesita completarse con la
tradición sólo para su recta inteligencia. El monopolio de la interpretación de la
Sagrada Escritura queda en el Magisterio eclesiástico, de forma que éste aparece
cada vez más como el único representante de la tradición.
7. El Magisterio Es la categoría con que la la Iglesia Católica hace referencia a la
función y autoridad de enseñar que tienen el papa (magisterio pontificio) y los
obispos. Tarea primordial, el servicio a la verdad cristiana.
8. Formas del Magisterio Ordinario y Extraordinario El significado del Magisterio
sólo se entiende en relación con la verdad de la palabra revelación. En este sentido,
tiene también el oficio de discernir, por medio de juicios normativos para la
conciencia de los fieles.

Teología, Ciencia y Tecnología


Expresión de la preocupación del ser humano por su propio bienestar, así como por superar
la carencia de bienes y servicios principales, que limita su desarrollo y dignidad. Expresión
también de los anhelos de liberación y autonomía frente a circunstancias de la naturaleza
que la impiden, por ejemplo, el desplazamiento de un lugar a otro, las comunicaciones y la
conectividad entre pueblos y países. El ser humano está inmerso en una nueva revolución
de la información, la cual sucede continuamente, sin que exista, un periodo exacto que
determine los cambios que en ella ocurren. Asimismo, los cambios y nuevos
descubrimientos científicos han permitido que exista un mejor conocimiento del mundo y
del universo.

Ciencia y tecnología han desarrollado en los últimos años avances significativos y muchos
de ellos son respuesta a varios interrogantes y problemáticas que el ser humano se
planteaba en el pasado; proponiendo y formulando, además, nuevos interrogantes a partir
de lo investigado, estudiado o descubierto. Sin embargo, anhelos y expectativas como la
felicidad humana, o la búsqueda de sociedades que procuren el bien común y el bienestar
de sus habitantes, no han sido resueltos, y continúan siendo una tarea del presente y del
futuro

La Teología, como saber racional que permite al creyente dar cuenta de su fe, es un
interlocutor válido frente a la búsqueda interdisciplinar de soluciones apropiadas a la gran
variedad de problemas como los antes mencionados (ámbito socioambiental,
socioeconómico, tecnológico, científico). La Teología se ve confrontada ante las exigencias
de los nuevos paradigmas que se están imponiendo a las personas y a las comunidades.

La ciencia y el mundo requieren de nuevas formas de relación; lo cual implica nuevas y


creativas maneras de interacción entre el ser humano y el universo teniendo en cuenta:

 El cuidado y protección de la vida amenazada


 La introducción de nuevos sistemas socioeconómicos (economía sostenible,
equilibrada y equitativa), que integren una praxis social y socioambiental buscando
la solución a los problemas del planeta y del ser humano.
 La promoción y producción de energías alternativas compatibles con la
biodiversidad.
 Procesos de formación aprendizaje de maneras alternativas en investigación
científica.

Lugares como el ciberespacio (redes sociales, plataformas virtuales, chats, podcasts, entre
otros) son nuevos medios que se deben conocer, aprender a manipular, valorar sus ventajas
y desventajas, y desde los cuales se pueden proyectar maneras creativas para comunicar el
mensaje del Evangelio.
El ciberespacio: un “nuevo lugar de evangelización” y al mismo tiempo una nueva frontera
para la teología y la Iglesia.
Esta nueva cultura se está formando y creciendo con o sin los creyentes. Urge preguntarse:
¿qué es este nuevo fenómeno? ¿qué está ocurriendo en él? ¿qué mensajes religiosos y
espirituales ofrece? ¿cómo cambiar nuestros paradigmas tradicionales para anunciar a
Jesucristo y su evangelio?

Religiosidad popular y piedad popular


Misma diferencia entre religión e iglesia. Entonces, la religiosidad popular habla de las
manifestaciones de fe que se tienen en las religiones. La piedad popular son las
manifestaciones de fe cristianas que el pueblo o los fieles cristianos tienen como
devociones, momentos o creencias. Por ejemplo, las benditas almas o las procesiones,
puesto que son maneras en las que el pueblo manifiesta su devoción. No podemos condenar
la piedad popular, puesto que es vista como una riqueza desde la iglesia, sin embargo, si es
cierto que hay que ir orientando poco a poco, pues también nosotros le ponemos un valor
monetario agregado a la piedad popular, lo que lo estimula y la gente asume estos criterios
como positivos. No podemos ser indolentes ni mercaderes de la fe.

Bibliografía:
 Fray Hernán Yesid (2023) Teología fundamental. Universidad Santo Tomás.
 Latourelle, R. Fisichella, R, (1992) Diccionario de Teología Fundamental, Paulinas,
Madrid, Tomado de file:///C:/Users/PC/Downloads/kupdf.net_nuevo-diccionario-
de-teologiacutea-fundamental.pdf.

 Pablo VI Constitución Dogmática Dei Verbum, Sobre La Divina Revelación. Roma,


en San Pedro, 18 de noviembre de 1965.
 Schickendantz, Carlos. (2012). Entiendes de exégesis menos de lo deseable: La
Escritura en la obra de Karl Rahner. Teología y vida, 53(1-2), 109-
145. https://dx.doi.org/10.4067/S0049-34492012000100006.
 Pablo VI (1964) Lumen Gentium, Constitución Dogmática Sobre La Iglesia. Roma,
en San Pedro, día 21 de noviembre de 1964.
 Biblia de Jerusalén (1998) Editorial Desclee de Brouwer.
 Pablo VI (1965) Gaudium Et Spes. Sobre la iglesia en el mundo actual. Roma, en
San Pedro, día 21 de noviembre de 1964.

También podría gustarte