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Elementos de Prosodia. El Hexámetro

El documento detalla los elementos de prosodia en latín, enfatizando la importancia de las sílabas largas y breves en la métrica, a diferencia del ritmo basado en sílabas del castellano. Se presentan las principales reglas para determinar la cantidad de las vocales, así como los tipos de pies métricos relevantes para el hexámetro, como dáctilos y espondeos. Además, se incluyen excepciones y consideraciones sobre la cantidad de vocales en diversas posiciones y contextos gramaticales.
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Elementos de Prosodia. El Hexámetro

El documento detalla los elementos de prosodia en latín, enfatizando la importancia de las sílabas largas y breves en la métrica, a diferencia del ritmo basado en sílabas del castellano. Se presentan las principales reglas para determinar la cantidad de las vocales, así como los tipos de pies métricos relevantes para el hexámetro, como dáctilos y espondeos. Además, se incluyen excepciones y consideraciones sobre la cantidad de vocales en diversas posiciones y contextos gramaticales.
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Elementos de prosodia.

El hexámetro
Frente al castellano, en donde el ritmo se basa en el número de sílabas, la
distribución de acentos y las rimas, el latín utiliza la distinción de largas (se indican con
el signo — colocado encima de la vocal) y breves (se marcan con el signo U colocado
también encima de la vocal) como fundamento de su métrica. El ritmo en latín se basa,
pues, fundamentalmente en la cantidad (larga y breve). La cantidad es la duración o el
tiempo empleado en la pronunciación de cada sílaba; los gramáticos antiguos tomaron
como unidad mínima en métrica la duración de una breve (= una mora) y atribuyeron a
las largas una duración doble que a las breves (= dos moras). Pero además de la cantidad,
hay otros elementos que constituyen el ritmo latino, como el número de sílabas (en la
métrica coriámbica), el acento (en la métrica arcaica y tardía) y la aliteración. En la
métrica que nosotros vamos a estudiar el ritmo lo forman las cantidades.
Las secuencias de — y U están agrupadas en pies; los pies son, pues, agrupaciones
de secuencias cuantitativas. Muchos son los tipos de pies, pero los que nos interesan para
poder medir hexámetros son especialmente dos: los dáctilos y los espondeos. Un dáctilo
es un pie formado por tres sílabas, de las cuales la primera es larga y las otras dos son
breves (—UU), mientras que un espondeo es un pie de dos sílabas, largas las dos (— —
). También conviene conocer otros dos pies más, el yambo y el troqueo, ya que a ellos
también se hará referencia al estudiar el hexámetro. Tanto el yambo como el troqueo son
pies de dos sílabas, el primero con la estructura U— y el segundo — U.

I. PRINCIPALES REGLAS DE PROSODIA


Para poder medir correctamente un verso tenemos que conocer las cantidades;
tanto las sílabas largas como las breves pueden serlo por dos motivos:
- Por naturaleza, es decir, “per se”, como la a de facio que es ă o la a de orare que
es ā
- Por posición, es decir, por los sonidos de los que se encuentran rodeadas la
vocales, como la a de armorum, que es ā o la i de prudentia que es ĭ. En general, las más
fáciles de detectar son las largas y breves por posición. Veamos las principales reglas para
poder determinar las cantidades 1:

A) LARGAS:
1. Una vocal seguida de dos o más consonantes o de una consonante doble (x, z)
es larga2. Esta es la regla más importante, ya que es la que tiene prioridad sobre cualquier
otra regla. Ejemplos:
prudēntia, acērvus (en ambos casos la “e” va seguida de dos consonantes).
Cuando se habla de una vocal seguida de dos o más consonantes, no quiere decir
que las dos consonantes tengan que pertenecer a la misma palabra: hay que tener también

1
Cada regla tiene numerosas excepciones y contraexcepciones, y a veces tendremos que recurrir al
diccionario para determinar la cantidad (los diccionarios suelen señalar las largas por naturaleza).
2
Con relación a las consonantes hay que saber que la h es muda a todos los efectos, por lo que no cuenta
como una consonante, y que la i y la u, además de ser vocales, pueden ser también consonantes: cuando
van al principio de una sílaba y seguida de vocal, como la i de iam o la i primera de conieci (sus sílabas
son con-ie-ci), que no se miden por ser consonantes, o la u uerto, que también es consonante (suele
aparecer escrita como v). Tampoco se mide por ser también consonante la u que acompaña siempre a una
q, como la de qui.
en cuenta la cadena hablada; así tan larga es la –o- de important, que va seguida de dos
consonantes, como la de sol en la secuencia sol venit, puesto que la –o- también va seguida
de dos consonantes, la l y la v.
Excepción a esta regla: si de las dos consonantes, la primera es muda (p,t,c,b,d,g,
incluyéndose también la f) y la segunda es líquida (l,r), siempre en ese orden (muda la
primera, y líquida la segunda), entonces la vocal anterior puede tener cantidad breve o
larga, según se necesite; así
pātre y pătre puede ser medida la a con larga o con breve, según pida el verso.
2. Los diptongos (ae, au, oe y eu algunas veces) son siempre largos. Nosotros a la
hora de marcar la cantidad larga de un diptongo, ya que el ordenador nos impide poner el
signo— encima de las dos vocales del diptongo, hemos optado por ponerlo debajo del
diptongo, así ae, pero en realidad tenía que haber estado encima:
auri, rosae, poena
3. Las vocales resultantes de monoptongaciones (dūco < douco) o de
contracciones (cōgo < coago).
4. Las vocales que dentro del propio latín no cambian de timbre al cambiar de
posición; así legio legionis: la o de legio y de legionis es larga porque no ha cambiado
(sigue siendo o), aunque ha cambiado de posición (en legio ocupa la posición final,
mientras que en legionis la posición intermedia).
5. El castellano también puede ayudarnos a determinar la cantidad: las vocales
acentuadas latinas que al pasar al castellano no cambien son habitualmente largas:
amare o tenere han pasado a amar y tener: la a y la e acentuadas permanecen
como tales en castellano, por lo que son largas.

B) BREVES:
1. Una vocal seguida de otra vocal con la que no forme diptongo es breve:
patĭentĭae (ambas i son breves ya que van seguidas de otra vocal)
Excepciones:
- Si a su vez le precede otra vocal:
diēi (la primera i, como va seguida de otra vocal con la que no forma diptongo, es breve;
la e, al ir seguida de otra i con la que tampoco forma diptongo, tendría que haber sido
también breve, pero al estar a su vez precedida de otra vocal, es decir, la primera i,
entonces tenemos que medir esa e como larga).
- La i del verbo fio en las formas que no tienen r:
fīo tiene i larga porque es una forma que carece de r, en cambio fĭeri tiene i breve porque
esa forma posee una r.
- Los vocativos de los nombres terminados en –aius, -eius:
Pompēi (vocativo de Pompeius)
- Los genitivos terminados en –ius admiten la i larga y breve, según se necesite.
- Los nombres griegos no siguen esta regla de que una vocal seguida de otra vocal
con la que no forme diptongo tiene que ser breve:
herōas tiene o larga por ser nombre griego
2. Las vocales latinas que al cambiar de posición cambian también de timbre son
breves:
făcio y perficio (la a de facio se ha convertido en i en perficio, que está compuesto
de per + facio: por tanto, ha cambiado de timbre al cambiar de posición, por lo que es
breve)
miles militis (la e de miles ha pasado a i en militis, por lo que también es breve)
3. Las e, i, o y u acentuadas latinas que al pasar al castellano hayan cambiado son
también breves:
tenet ha dado en castellano tiene, cambiando la e inicial acentuada por ie, por lo
que es breve
focum ha pasado a fuego: la o acentuada de focus se ha convertido en ue, por lo
que es breve
fidem ha evolucionado a fe: la i acentuada ha pasado a e, siendo por tanto breve
lupam ha dado loba: la u acentuada ha cambiado a o, por lo que es breve.

C) CANTIDADES DE LOS MONOSÍLABOS:


- Los monosílabos significativos, es decir, los nombres, adjetivos, pronombres,
verbos y adverbios, suelen ser largos; hay, sin embargo, algunos breves, como cor, fel,
mel, vir, dat, it, quis, es, is, fac, fer, ter, etc.
- Los monosílabos que son meros instrumentos gramaticales, como las
preposiciones y las conjunciones, suelen ser breves:
et, ac, -que, nec, vel, at, ad, ab, in, per, sub, ut, etc.
Pero también los hay largos, como e, de, a, ne.

D) FINALES DE PALABRAS NO MONOSÍLABAS:


1. Sílaba final de una palabra terminada en vocal:
- La –a, -o, -i, -u suelen ser largas,
- La –e suele ser breve. Pero también hay excepciones:
· La –a final de palabra es breve en los nominativos y vocativos de la 1ª
declinación, en los nominativos, vocativos y acusativos plurales neutros de la 2ª, 3ª y 4ª
declinación, y también es breve en las palabras que tengan abreviación yámbica, como
ita. Nunca es obligatorio hacer la abreviación yámbica: solo se hará si se necesita para
que un verso quede bien medido; la abreviación yámbica consiste en medir una palabra
bisílaba que tenga estructura yámbica (U—) como UU; pero esto solo se hará si es
absolutamente necesario; así ita se mide habitualmente ĭtā, pero si se necesita se puede
abreviar la a larga final, midiéndose ĭtă (en este caso habría que comentar que ita ha sido
medido con abreviación yámbica).
· La –e final de palabra se mide como larga en los ablativos de la 5ª
declinación (rē), en la 2ª persona del singular del imperativo de presente de la 2ª
conjugación (vidē) o en los adverbios derivados de los adjetivos de la primera clase, como
altus-a-um o pulcher-chra-chrum (altē, pulchrē).
· La –i final de palabra es breve en aquellos vocablos que puedan tener
abreviación yámbica, como mihi (la primera es breve por ir seguida de vocal con la que
no forma diptongo, ya que la h no sirve de nada, y la –i final en principio es larga,
quedando la palabra mĭhī con estructura yámbica, por lo que la –i final puede abreviarse
si se necesita y así habríamos hecho la abreviación yámbica mĭhĭ).
· La –o final de palabra es breve en algunos nominativos singulares de la
3ª declinación (aquellos en que la –o final pasa a –i- fuera del nominativo y vocativo
singular, como ordŏ ordinis) y en las palabras que puedan tener abreviación yámbica (dŭō
puede también medirse con abreviación yámbica dŭŏ).
· Para la –u final de palabra no hay excepciones: todas las –u finales son
largas.

E) CANTIDAD DE LAS VOCALES EN SÍLABA FINAL DE UNA PALABRA


TERMINADA EN CONSONANTE DISTINTA DE –S:
Suelen ser breves. Así la –i de audit, que es larga por naturaleza, sin embargo por
ir en la sílaba final seguida de una consonante distinta de –s abrevia y tiene que medirse
audĭt.

F) CANTIDAD DE LAS VOCALES EN SÍLABA FINAL DE UNA PALABRA


TERMINADA EN LA CONSONANTE –S:
· La –as final suele ser larga salvo en algunos nominativos singulares de la 3ª
declinación (anăs anătis).
· La –es final suele ser larga salvo en algunos nominativos singulares de la 3ª
declinación (milĕs militis) y en la 2ª persona del singular del presente de indicativo de los
verbos compuestos de sum (abĕs, potĕs).
· La –os final suele se larga salvo en algunos nominativos singulares de la 3ª
declinación (compŏs compŏtis).
· La –is final suele ser breve salvo en los dativos y ablativos plurales de la 1ª y 2ª
declinación (puellīs, amicīs), en algunos nominativos singulares de la 3ª declinación
(Samnīs Samnītis), en los acusativos plurales en -īs de la 3ª declinación (navīs), en la 2ª
persona del singular del presente de indicativo de los verbos de la 4ª conjugación (audīs)
y en algunos presentes de subjuntivo (possīs, velīs).
· La –us final suele ser breve salvo en algunos nominativos singulares de la 3ª
declinación (palūs palūdis) y en los genitivos singulares y nominativos, vocativos y
acusativos plurales de la 4ª declinación (manūs).

G) CUADRO RESUMEN DE LAS TERMINACIONES DE LAS


DECLINACONES CON SUS CANTIDADES:
Los conocimientos de morfología, por tanto, te ayudarán a conocer la cantidad de
algunas vocales. Tienes que tener en cuenta que, pese a la cantidad que se indique en el
cuadro siguiente, si la vocal dentro de la cadena hablada va seguida de dos consonantes
será larga, ya que esta era la regla que prevalecía sobre cualquier otra, como dijimos en
el apartado I A) 1; la cantidad de los diptongos ha sido escrita debajo de ellos:

CASOS PRIMERA SEGUNDA TERCERA CUARTA QUINTA


Nom. ă / ae ŭs, ĕr, ŭm / ī, -, ĭs, ēs, ăl, ŭs, ū / ūs, ŭă ēs / ēs
ă ăr, ĕ, ĕn / ēs,
ă
Voc. ă / ae ĕ, ĕr, ŭm / ī, -, ĭs, ēs, ăl, ŭs, ū / ūs, ŭă ēs / ēs
ă ăr, ĕ, ĕn / ēs,
ă
Ac. ăm / ās ŭm / ōs, ă ĕm / ēs, īs, ă ŭm, ū / ūs, ĕm / ēs
ŭă
Gen. ae / ārŭm ī / ōrŭm ĭs / ŭm ūs / ŭŭm ĕī / ērŭm

Dat. ae / īs ō /īs ī / ĭbŭs ŭī / ĭbŭs ĕī / ēbŭs

Abl. ā / īs ō /īs ĕ / ĭbŭs ū / ĭbŭs ē / ēbŭs

H) RESUMEN DE LA CANTIDADES DE LAS VOCALES DE LOS TEMAS,


SUFIJOS Y DESINENCIAS VERBALES:
- Tema de presente: ā, ē, ĕ, ī, ĭ
- Sufijos: -bā-, -ĕrā-, -ĕr-, -ā-, -ē-, -ĕrĭ-, -rē-, -īssē-
- Desinencias: -ō, -mŭs, -tĭs, -rĭs, -rĕ, -tŭr, -mĭnī, ntŭr, -ī, -īstī, -ĭt, -ĭmŭs, -īstĭs,
-ērūnt, -ērĕ, -tĕ, -tō, -tōtĕ, -ntō, -tŏr, -ntŏr.

II. PRINCIPALES FENÓMENOS PROSÓDICOS:


· Elisión: cuando una palabra termina en vocal o en vocal más m y la siguiente
empieza por vocal o h-, entonces se suprime desde el punto de vista métrico la vocal o
vocal más –m en que termina la primera palabra; esta supresión se indica poniendo entre
paréntesis lo suprimido y por tanto no se debe medir:
amicum habeo (como amicum termina en vocal más –m y la siguiente palabra
empieza por h-, tenemos que elidir la –um final de amicum, poniéndola entre paréntesis
amic(um) habeo, y se pronunciará amichabeo, con lo que solo mediremos la sílabas a-
mi-cha-be-o)
legio una (se elide la-o final de legio, poniendo un paréntesis con lo elidido legi(o)
una y pronunciándose legiuna, con lo que solo se medirán las sílabas le-gi-u-na).
Cuando la segunda palabra es la forma es o est del verbo sum, entonces lo que se
elide es la –e inicial de es o de est:
meum est (tiene que elidirse la e- de est, poniéndose entre paréntesis meum (e)st,
con lo que se pronuncia meumst y solo se miden las sílabas me-umst).
· Hiato: es lo contrario a la elisión, es decir, no hacer elisión cuando se encuentran
dos palabras que tendrían que llevarla:
qui amant (aquí aunque qui termina en vocal y amant comienza por vocal,
hacemos hiato, con lo que se pronuncia qui amant y se miden todas las sílabas qui-a-
mant). Sabemos que en casos como este tenemos que hacer hiato porque si hacemos
elisión al final nos va a faltar en el verso una sílaba.
Diéresis: consiste en medir como dos sílabas un diptongo o en medir como vocal
una i o una u consonánticas:
rosae (si hay diéresis tenemos que medir rosae con tres sílabas, o sea, ro-sa-e,
deshaciendo el diptongo)
silua (si hay diéresis tenemos que medir la u consonántica como una vocal, o sea,
si-lu-a, con tres sílabas en vez de las dos que habitualmente tiene). En un verso sabremos
que tenemos que hacer una diéresis si al final nos falta una sílaba y no hay ninguna elisión
que se pueda convertir en hiato.
· Sinícesis, sinecesis o sinéresis: consiste en medir como un diptongo (como una
sola sílaba larga) dos vocales que no forman diptongo:
huic (son dos sílabas, ya que ui no es diptongo, pero se puede medir con sinícisis,
como una sola sílaba si se necesita para que el verso quede correcto: huic). Sabremos que
tenemos que hacer una sinícesis si al final nos sobra una sílaba y ya no se pueden hacer
más elisiones.
· Abreviación yámbica: solo la pueden tener las palabras bisílabas con la estructura
yámbica, es decir, U—, convirtiéndose en UU (midiendo la larga como breve) si se
necesita para el verso:
tibi (en principio se mediría tĭbī, pero también puede medirse tĭbĭ si el verso lo
requiere).

III. EL HEXÁMETRO:
Es un verso que consta de seis pies; los cinco primeros pies pueden ser dáctilos
(— UU) o espondeos (— —), por lo que los pies pueden tener 3 ó 2 sílabas; el último pie
siempre va a tener dos sílabas, pudiendo ser — — o bien —U: la última sílaba del último
pie del hexámetro suele denominarse anceps y significa que puede ser U o bien —, lo
que habitualmente se indica con el signo U. El número máximo de sílabas que puede tener
un hexámetro es de 17 (si los cinco primeros pies son dáctilos, tendrá cada uno tres
sílabas, más las dos del último pie suman 17) y el número mínimo será de 12 (si los cinco
primeros pies son espondeos, tendrá cada uno de ellos dos sílabas, más las dos del último
pie suman 12).
Aunque lo habitual es que haya una mezcla de dáctilos y espondeos en cada verso,
sin embargo si tenemos un verso en el que los cinco primeros pies sean todos dáctilos,
ese verso recibe el nombre de holodáctilo, si los cinco primeros pies son espondeos, el
verso se llama holoespondaico. Y si solo atendemos solo al 5º pie, el verso se llama
dactílico si ese 5º pie es un dáctilo, y espondaico si ese 5º pie es un espondeo: lo habitual
es que en el hexámetro el 5º pie sea un dáctilo, de ahí que el hexámetro que nosotros
estudiamos se llame hexámetro dactílico; no obstante, si alguna vez encontramos un
espondeo en el 5º pie, debemos comentarlo como una rareza.
Los pies se separan con barras verticales. Cada pie consta de dos semipiés o
medios pies: si el pie es un espondeo (— —), cada semipié estará formado por una —,
mientras que si el pie es un dáctilo (—UU), el primer semipié será la —, mientras que el
segundo semipié lo formarán las dos UU); por tanto, siempre el primer semipié de cada
pie, ya sea un dáctilo o un espondeo, siempre será —, mientras que el segundo semipié
será — o bien UU.
El esquema del hexámetro es el siguiente:
—UU / —UU / —UU / —UU / —UU/ —U
Cesuras: son finales de palabra en determinados lugares del verso y las marcamos
con doble barra vertical (||), aunque otros prefieren señalarlas con un aspa (X). Las más
importantes son las siguientes:
- Trihemímera: es una palabra griega compuesta de tri (tres), hemi (medio), y mera
(parte, pie); tendremos esta cesura cuando exista final de palabra tras el tercer medio pie.
- Trocaica o femenina en el segundo pie: se marcará esta cesura cuando tengamos
final de palabra entre las dos breves del segundo pie, para lo que este segundo pie tiene
que ser un dáctilo; esta cesura es en principio incompatible con la trihemímera.
- Pent(h)emímera: está compuesta de pente (cinco), hemi (medio) y mera (parte,
pie); la tendremos cuando exista final de palabra tras el quinto medio pie.
- Trocaica o femenina en el tercer pie: tendremos esta cesura si hay final de palabra
entre las dos breves del tercer pie; para ello ese tercer pie tiene que ser un dáctilo; esta
cesura es en principio incompatible con la pent(h)mímera.
- Hept(h)emímera: está compuesta de hepte (siete), hemi (medio) y mera (parte,
pie); tendremos esta cesura si hay final de palabra tras el séptimo medio pie.
- Diéresis bucólica: existirá esta diéresis si tenemos final de palabra entre el cuarto
y el quinto pie; la diéresis bucólica es en principio incompatible con la cesura
hept(h)emímera, y hay quien solo la señala si coincide con pausa. Nosotros marcamos la
diéresis bucólica con un aspa (X), aunque quienes ponen esta señal para las cesuras
utilizan la doble barra vertical (||) para indicarla.
Como máximo en un hexámetro podremos poner tres cesuras: la trihemímera o
trocaica en el segundo pie, la pent(h)emímera o la trocaica en el tercer pie, y la
hept(h)emímera o la diéresis bucólica. Si solo hay una cesura, esta será una de las dos que
ocupan el lugar central del verso, es decir, la pent(h)emímera o la trocaica en el tercer pie.
Nunca pondremos cesura ni diéresis bucólica si en el lugar requerido hay una elisión.
Veamos las cesuras y diéresis bucólica en un esquema del hexámetro con el
número máximo de sílabas:
—UU / —||U||U / —||U||U / —||UU X —UU/ —U
Tri Tro2 P Tro3 H DB
|| = cesura trihemímera (Tri)
|| = cesura trocaica o femenina en el segundo pie (Tro2)
|| = cesura pent(h)emímera (P)
|| = cesura trocaica o femenina en el tercer pie (Tro3); (recuerda que es incompatible con
la anterior).
|| = cesura hept(h)emímera (H)
X = diéresis bucólica (DB); (recuerda que es incompatible con la anterior). Algunos solo
la marcan si en ese lugar hay puntuación.

Las cesuras/ diéresis dividen el verso en partes: cada fragmento del verso entre
dos cesuras o entre el comienzo y una cesura, o una cesura y el final, o una cesura y la
diéresis, se llama colon (cuyo plural es cola).

NOTA IMPORTANTE.- Para el examen de Selectividad (actual PAEG) en Castilla-


La Mancha se ha acordado lo siguiente:
● Indicar las cesuras con la doble barra vertical (//) y la diéresis bucólica con el aspa
(X).
● Marcar todas las cesuras posibles (y no un máximo de tres), siempre que haya final
de palabra en la posición requerida, sin tener en cuenta las incompatibilidades
entre ellas; podremos poner, por tanto, hasta un máximo de seis cesuras (contando
también la diéresis bucólica).
● No se pondrá cesura ni diéresis si el final de la palabra coincide con una elisión.

IV. PRÁCTICA DE HEXÁMETROS


Midamos algunos versos (sigue estos pasos cuando tengas que hacerlo tú solo):
1. arma amens capio; nec sat rationis in arma (Verg. Aen. II 314)
1º) Señalamos primero las posibles elisiones (solo hay una en este verso):
arm(a) amens capio; nec sat rationis in arma
2º) A continuación marcamos todas las largas (las vocales seguidas de dos o más
consonantes):
ārm(a) amēns capio; nēc sāt rationis in ārma
3º) Ahora señalamos las breves (vocal ante vocal):
ārm(a) amēns capĭo; nēc sāt ratĭonis in ārma
4º) Empezamos ya a separar los pies, comenzando por el final (sabemos que el 6º pie tiene
dos sílabas, siendo la última sílaba indiferente a la cantidad, y que el 5º suele ser un
dáctilo):
ārm(a) amēns capĭo; nēc sāt ratĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
5º) Y continuamos hacia atrás completando pies (el cuarto pie, al ser la i de rati breve,
tiene que tener breve también la a de rati, y así completamos un dáctilo:
ārm(a) amēns capĭo; nēc / sāt rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
El tercer pie, al tener nec con larga, tiene que ser un espondeo:
ārm(a) amēns capĭ/ō; nēc / sāt rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
El segundo pie, como la i de capio es breve, tiene que ser otro dáctilo:
ārm(a) a/mēns căpĭ/ō; nēc / sāt rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
Y ya solo nos queda el primer pie, que al tener dos sílabas, debe ser un espondeo:
ārm(a) ā/mēns căpĭ/ō; nēc / sāt rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
6º) Pasamos ahora a señalar la cesuras:
Tenemos la trihemímera, ya que hay final de palabra tras el tercer medio pie (ār es el
primer medio pie, m(a) ā el segundo medio pie y mēns el tercer medio pie):
ārm(a) ā/mēns || căpĭ/ō; nēc / sāt rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
Tri
También tenemos la pent(h)emímera, pues hay final de palabra tras el 5º medio pie (căpĭ
es el 4º medio pie y ō el quinto):

ārm(a) ā/mēns || căpĭ/ō; || nēc / sāt rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă


Tri P
Y por último también aparece la hept(h)emímera, ya que hay final de palabra tras el 7º
medio pie:
ārm(a) ā/mēns || căpĭ/ō; || nēc / sāt || rătĭ/ōnĭs ĭn / ārmă
Tri P H

2. exposcunt, mittique viros qui certa reportent (Verg. Aen. IX 192)


1º) No se puede hacer ninguna elisión.
2º) Ponemos todas las cantidades que sepamos:
ēxpōscūnt, mīttique virōs qui cērta repōrtēnt
Todas las cantidades que hemos puesto son largas porque van seguidas de dos
consonantes.
3º) Ahora ya podemos ir separando los pies, para lo que comenzamos por el final (el sexto
pie tiene dos sílabas y el quinto será un dáctilo):
ēxpōscūnt, mīttique virōs qui /cērtă rĕ/pōrtēnt
4º) A continuación podemos separar los pies primero y segundo:
ēxpōs/cūnt, mīt/tique virōs qui /cērtă rĕ/pōrtēnt
5º) Ya solo nos quedan dos pies por separar, el tercero y el cuarto, y nos quedan cinco
sílabas: tique virōs qui; la cantidad de la sílaba ti también la conocemos: es larga por ser
el comienzo del tercer pie; del cuarto pie ignoramos la cantidad de qui, pero como rōs
tiene cantidad larga, obligatoriamente tiene que ser qui otra larga y formar así un
espondeo (si el cuarto pie fuera dáctilo, debería tener la estructura _UU, cosa que no
encaja). Y, por tanto, el tercer pie será tique vi, con tres sílabas formando un dáctilo:
ēxpōs/cūnt, mīt/tīquĕ vĭ/rōs quī /cērtă rĕ/pōrtēnt
6º) Marcamos las cesuras: tenemos que señalar la trihemímera, porque hay final de
palabra tras el tercer medio pie (ēx pōs /cūnt,):
ēxpōs/cūnt, || mīt/tīquĕ vĭ/rōs quī /cērtă rĕ/pōrtēnt
Tri
No hay pent(h)emímera porque no tenemos final de palabra tras el quinto medio pie
(debeía estar detrás de ti); pero podemos poner la trocaica entre las dos breves del tercer
pie:
ēxpōs/cūnt, || mīt/tīquĕ || vĭ/rōs quī /cērtă rĕ/pōrtēnt
Tri Tro
Y por último también tenemos la hept(h)emímera, pues hay final de palabra tras el
séptimo medio pie:
ēxpōs/cūnt, || mīt/tīquĕ || vĭ/rōs || quī /cērtă rĕ/pōrtēnt
Tri Tro H
Y, además, como tenemos final de palabra entre el cuarto y quinto pie, marcamos la
diéresis bucólica con el signo X:
ēxpōs/cūnt, || mīt/tīquĕ || vĭ/rōs || quī X cērtă rĕ/pōrtēnt
Tri Tro H DB

3. sacra manu victosque deos parvumque nepotem (Verg. Aen. II 318)


1º) No se puede hacer ninguna elisión.
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
sācra manu vīctōsque deōs pārvūmque nepotem
3º) Señalamos todas las breves (las que van delante de otra vocal con la que no forman
diptongos…):
sācra manu vīctōsque dĕōs pārvūmque nepotem
4º) Separamos los dos últimos pies (el sexto con dos sílabas, potem, y el quinto con tres,
vūmque ne, ya que el quinto pie es casi siempre un dáctilo) y les ponemos sus
correspondientes cantidades:
sācra manu vīctōsque dĕōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
5º) Ya podemos ir hacia atrás separando los demás pies:
sācra manu vīctōsque dĕ/ōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
Como la dĕ es breve, que también ha de serlo para formar junto con tōs el dáctilo del
tercer pie:
sācra manu vīc/tōsquĕ dĕ/ōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
El segundo pie, al tener vīc cantidad larga, debe ser un espondeo:
sācra ma/nū vīc/tōsquĕ dĕ/ōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
Y como ya solo nos quedan tres sílabas para el primer pie, este ha de ser un dáctilo:
sācră mă/nū vīc/tōsquĕ dĕ/ōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como hay final de palabra tras el tercer medio pie, tenemos la cesura trihemímera:
sācră mă/nū || vīc/tōsquĕ dĕ/ōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
Tri
No podemos poner la pent(h)emímera, pues no hay final de palabra tras el quinto medio
pie (detrás de tōs), pero sí que lo tenemos detrás de quĕ, es decir, entre las dos breves del
tercer pie, y, por tanto, tenemos que marcar la trocaica:
sācră mă/nū || vīc/tōsquĕ || dĕ/ōs pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
Tri Tro
Por último tenemos que señalar la hept(h)emímera, pues aparece final de palabra tras el
séptimo medio pie:
sācră mă/nū || vīc/tōsquĕ || dĕ/ōs || pār/vūmquĕ nĕ/pōtĕm
Tri Tro H

4. ut primum alatis tetigit magalia plantis (Verg. Aen. IV 259)


1º) Señalamos primero las elisiones. Tenemos una en primum, por acabar en vocal + m y
comenzar la siguiente palabra por vocal:
ut prim(um) alatis tetigit magalia plantis
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
ūt prim(um) alatīs tetigīt magalia plāntis
3º) Señalamos todas las breves (las que van delante de otra vocal con la que no forman
diptongos…):
ūt prim(um) alatīs tetĭgīt magalĭa plāntis
Hemos puesto el signo de breve sobre la primera i de tetĭgīt por la regla I B) 2, pues es
pretérito perfecto de tango (la a de la primera sílaba tan pasa a i en ti, cambiando de
posición y de timbre).
4º) Separamos los dos últimos pies (el sexto con dos sílabas, plantis, y el quinto con tres,
galia: como la i es breve, la primera a tiene que ser larga y la segunda breve para formar
el dáctilo del quinto pie) y les ponemos sus correspondientes cantidades:
ūt prim(um) alatīs tetĭgīt ma/gālĭă/ plāntīs
5º) Ya podemos ir hacia atrás separando los demás pies: como la gīt es larga, ma también
ha de serlo, y así tenemos un espondeo en el cuarto pie:
ūt prim(um) alatīs tetĭ/gīt mā/gālĭă/ plāntīs
El tercer pie, al tener tĭ cantidad breve y tīs cantidad larga, debe ser un dáctilo, por lo que
tenemos que poner a tĕ la cantidad breve:
ūt prim(um) ala/tīs tĕtĭ/gīt mā/gālĭă/ plāntīs
Ya solo nos quedan dos pies y tenemos cuatro sílabas (ūt- pri-m(um) a-la), por lo que
esos dos pies tienen que ser dos espondeos (2 + 2 = 4):
ūt prī/m(um) ālā/tīs tĕtĭ/gīt mā/gālĭă/ plāntīs
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como no hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de m(um) ā), no podemos
poner la cesura trihemímera. Pero sí la pentemímera, ya que hay final de palabra tras el
quinto medio pie:
ūt prī/m(um) ālā/tīs || tĕtĭ/gīt mā/gālĭă/ plāntīs
P
Y también podemos poner la heptemímera, ya que tenemos final de palabra tras el séptimo
medio pie (detrás de gīt):
ūt prī/m(um) ālā/tīs || tĕtĭ/gīt || mā/gālĭă/ plāntīs
P H
En este verso con dos cesuras habría, pues, tres cola (para los cola ver más arriba el
apartado de cesuras):
1º) ūt prī/m(um) ālā/tīs
2º) tĕtĭ/gīt
3º) mā/gālĭă/ plāntīs

5. si te nulla movet tantarum gloria rerum (Verg. Aen. IV 272)


1º) En este verso no hay ninguna elisión.
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
sī te nūlla movēt tāntarūm gloria rerum
3º) Señalamos todas las breves (las que van delante de otra vocal con la que no forman
diptongos…):
sī te nūlla movēt tāntarūm glorĭa rerum
4º) Separamos los dos últimos pies (el sexto con dos sílabas, rerum, con lo que la e tiene
que ser larga y la u de la última sílaba indiferente U; y el quinto con tres, glorĭa: como la
i es breve, la o tiene que ser larga y la a breve para formar el dáctilo de ese quinto pie) y
les ponemos sus correspondientes cantidades:
sī te nūlla movēt tāntarūm/ glōrĭă/ rērum
5º) Ya podemos ir hacia atrás separando los demás pies: como la rūm es larga, ta
también ha de serlo, y así tenemos un espondeo en el cuarto pie:
sī te nūlla movēt tān/tārūm/ glōrĭă/ rērum
El tercer pie está formado por otro espondeo vēt tān:
sī te nūlla mo/vēt tān/tārūm/ glōrĭă/ rērum
Ya solo nos quedan dos pies: si volvemos al principio del verso, vemos que sī es larga y
nūl también lo es, por lo que si tenemos una sola sílaba entre dos largas, esta ha de ser
obligatoriamente otra larga para formar en el primer pie un espondeo:
sī tē/ nūlla mo/vēt tān/tārūm/ glōrĭă/ rērum
Y por último nos queda un solo pie formado por tres sílabas nūlla mo, con lo que tiene
que ser un dáctilo:
sī tē/ nūllă mŏ/vēt tān/tārūm/ glōrĭă/ rērum
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
No hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de nūl), por lo que no podemos
poner la cesura trihemímera; pero tenemos ese final entre las dos breves del segundo pie,
es decir, podemos señalar la trocaica o femenina del segundo pie:
sī tē/ nūllă || mŏ/vēt tān/tārūm/ glōrĭă/ rērum
Tro2
También tenemos la pentemímera, ya que hay final de palabra tras el quinto medio pie
(detrás de vēt):
sī tē/ nūllă mŏ/vēt || tān/tārūm/ glōrĭă/ rērum
P
No podemos poner la heptemímera, ya que no tenemos final de palabra tras el séptimo
medio pie (detrás de tā). Señalamos también la Diéresis Bucólica que separa el 4º del 5º
pie (entre rūm y glō), aunque no hay puntuación:
sī tē/ nūllă || mŏ/vēt || tān/tārūm X glōrĭă/ rērum
Tro2 P DB
En este verso con dos cesuras y una diéresis habría, pues, cuatro cola (para los cola ver
más arriba el apartado de cesuras):
1º) sī tē/ nūllă
2º) mŏ/vēt
3º) tān/tārūm
4º) glōrĭă/ rērum

6. ipse deum tibi me claro demittit Olympo (Verg. Aen. IV 268)


1º) No tenemos ninguna elisión.
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
īpse deūm tibi mē claro demīttit Olŷmpo
3º) Señalamos todas las breves (las que van delante de otra vocal con la que no forman
diptongos…):
īpse dĕūm tibi mē claro demīttit Olŷmpo
Hemos puesto el signo de breve sobre la e de deum porque aquí eu no es diptongo, como
se ve por otros casos de la palabra deus que tienen claramente dos sílabas (deos, deo, etc.).
4º) Separamos los dos últimos pies (el sexto con dos sílabas, lŷmpo, cuya o es larga por
ser ablativo de la 2ª declinación, y el quinto con tres, mīttit O: sabemos que el 5º pie es
un dáctilo porque casi siempre el 5º pie del hexámetro es dáctilo; pero además podríamos
haberlo sacado si le hubiéramos aplicado a la i final de mittit la regla I E, que nos daría
una ĭ, por lo que la O también tiene que ser breve) y les ponemos sus correspondientes
cantidades:
īpse dĕūm tibi mē claro de/ mīttĭt Ŏ/ lŷmpō
5º) Tenemos que intentar poner alguna cantidad más para que podamos seguir separando
pies; por ejemplo, podemos saber la cantidad de la o de claro: es larga por ser ablativo de
la 2ª declinación. Por tanto, si la o de claro s larga, también ha de serlo la e de demittit,
para así formar un espondeo en el 4º pie:
īpse dĕūm tibi mē cla/ rō dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
El tercer pie, al tener mē cantidad larga, debe ser un espondeo, por lo que tenemos que
poner a clā la cantidad larga también:
īpse dĕūm tibi/ mē clā/rō dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
Y ahora podemos empezar por el principio: como dĕ tiene cantidad breve, la e de ipse
también ha de ser breve para formar un dáctilo:
īpsĕ dĕ/ūm tibi/ mē clā/rō dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
Y por último solo nos queda un pie con tres sílabas (ūm tibi) que debe ser otro dáctilo:
īpsĕ dĕ/ūm tĭbĭ/ mē clā/rō dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
En este 2º pie hemos medido tĭbĭ con abreviación yámbica (ver apartado II), ya que su
estructura habitual es tĭbī, con ī final.
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de ūm), ponemos la cesura
trihemímera:
īpsĕ dĕ/ūm || tĭbĭ/ mē clā/rō dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
Tri
También tenemos la pentemímera, ya que hay final de palabra tras el quinto medio pie
detrás de mē):
īpsĕ dĕ/ūm || tĭbĭ/ mē || clā/rō dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
Tri P
Por último, también señalamos la heptemímera, ya que tenemos final de palabra tras el
séptimo medio pie (detrás de rō):
īpsĕ dĕ/ūm || tĭbĭ/ mē || clā/rō || dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō
Tri P H
En este verso con tres cesuras habría, pues, cuatro cola (para los cola ver más arriba el
apartado de cesuras):
1º) īpsĕ dĕ/ūm
2º) tĭbĭ/ mē
3º) clā/rō
4º) dē/mīttĭt Ŏ/lŷmpō

7. regnator, caelum ac terras qui numine torquet, (IV 269)


1º) Empezamos señalando las elisiones: en este verso tenemos una por terminar caelum
en vocal + -m y empezar la siguiente palabra por vocal:
regnator, cael(um) ac terras qui numine torquet
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
rēgnatōr, cael(um) āc tērrās qui numine tōrquet
3º) Como no hay ninguna vocal delante de otra vocal con la que no forme diptongo, no
podemos poner en principio ninguna breve.
4º) Empezamos a separar pies por el final: el último tiene siempre dos sílabas (tōrquet) y
podemos ponerle a la sílaba quet la cantidad indiferente; el 5º pie es habitualmente un
dáctilo, por lo que tiene que tener tres sílabas (numine), midiéndose la primera como larga
y las otras dos como breves (podríamos haber sabido la cantidad de la i de mi aplicándole
la regla I B 2, y también la de la ne final, ya que es ablativo singular de la 3º declinación
y sabemos que los ablativos en e de la 3º declinación son los únicos breves); por tanto
medimos numine como un dáctilo:
rēgnatōr, cael(um) āc tērrās qui/ nūmĭnĕ/ tōrquet
Como rrās es larga, qui también ha de serlo para formar un espondeo:
rēgnatōr, cael(um) āc tē/rrās quī/ nūmĭnĕ/ tōrquet
El tercer y segundo pie están muy claros (l(um) āc tē y tōr, cae):
rēgna/tōr, cae/l(um) āc tē/rrās quī/ nūmĭnĕ/ tōrquet
El primer pie con dos sílabas tiene que ser un espondeo:
rēgnā/tōr, cae/l(um) āc tē/rrās quī/ nūmĭnĕ/ tōrquet
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de tōr), ponemos la cesura
trihemímera:
rēgnā/tōr, || cae/l(um) āc tē/rrās quī/ nūmĭnĕ/ tōrquet
Tri
También tenemos la pentemímera, ya que hay final de palabra tras el quinto medio pie
detrás de āc):
rēgnā/tōr, || cae/l(um) āc || tē/rrās quī/ nūmĭnĕ/ tōrquet
Tri P
También señalamos la heptemímera, ya que tenemos final de palabra tras el séptimo
medio pie (detrás de rrās):
rēgnā/tōr, || cae/l(um) āc || tē/rrās || quī/ nūmĭnĕ/ tōrquet
Tri P H
Y ya por último marcamos la Diéresis Bucólica ya que tenemos final de palabra entre el
cuarto y el quinto pie:
rēgnā/tōr, || cae/l(um) āc || tē/rrās || quī X nūmĭnĕ/ tōrquet
Tri P H DB

En este verso con tres cesuras y una diéresis habría, pues, cinco cola (para los cola ver
más arriba el apartado de cesuras):
1º) rēgnā/tōr,
2º) cae/l(um) āc
3º) tē/rrās
4º) quī
5º) nūmĭnĕ/ tōrquet

8. ipse haec ferre iubet celeris mandata per auras: (Verg. Aen. IV 270)
1º) Empezamos señalando las elisiones: en este verso tenemos una por terminar ipse en
vocal y empezar la siguiente palabra por h:
ips(e) haec ferre iubet celeris mandata per auras
No podemos elidir la e final de ferre porque la siguiente palabra (iubet) no comienza por
vocal: la i de iubet al ir al comienzo de sílaba y seguida de vocal es una consonante (ver
la nota 2 de la página 1).
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
īps(e) haec fērre iubēt celerīs māndata per aurās
Hemos puesto la cantidad larga de los diptongos ae y au debajo de ellos porque el
ordenador no nos permite poner ese signo encima de dos vocales, como debería haber
estado; hemos medido la a de auras como una larga porque es acusativo del plural.
3º) Como no hay ninguna vocal delante de otra vocal con la que no forme diptongo, no
podemos poner en principio ninguna breve.
4º) Empezamos a separar pies por el final: el último tiene siempre dos sílabas (aurās) y
el 5º pie es habitualmente un dáctilo, por lo que tiene que tener tres sílabas (data per),
midiéndose la primera como larga y las otras dos como breves (podríamos haber sabido
la cantidad breve de la a de ta por ser acusativo plural neutro):
īps(e) haec fērre iubēt celerīs mān/dātă pĕr/ aurās
Podemos separar también el 4º pie, que es un espondeo, y el 1º, que es otro espondeo:
īps(e) haec/ fērre iubēt cele/rīs mān/dātă pĕr/ aurās
Ya solo nos quedan por separar dos pies, el 2º y el 3º, y tenemos seis sílabas(fe-rre-iu-
bet-ce-le), con lo que tienen que ser dos dáctilos:
īps(e) haec/ fērrĕ iŭ/bēt cĕlĕ/rīs mān/dātă pĕr/ aurās
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como no hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de fē), no podemos poner la
cesura trihemímera; pero sí que tenemos final de palabra entre las dos breves del segundo
pie, por lo que señalamos la cesura trocaica del segundo pie:
īps(e) haec/ fērrĕ || iŭ/bēt cĕlĕ/rīs mān/dātă pĕr/ aurās
Tro2
Tenemos también final de palabra detrás del 5º medio pie (bēt), por lo que marcamos la
cesura pentemímera:
īps(e) haec/ fērrĕ || iŭ/bēt || cĕlĕ/rīs mān/dātă pĕr/ aurās
Tro2 P
Y al haber final de palabra tras el séptimo medio pie (detrás de rīs) señalamos la
heptemímera:
īps(e) haec/ fērrĕ || iŭ/bēt || cĕlĕ/rīs || mān/dātă pĕr/ aurās
Tro2 P H
En este verso con tres cesuras habría, pues, cuatro cola (para los cola ver más arriba el
apartado de cesuras):
1º) īps(e) haec/ fērrĕ
2º) iŭ/bēt
3º) cĕlĕ/rīs
4º) mān/dātă pĕr/ aurās

9. si mihi non animo fixum immotumque sederet (Verg. Aen. IV 15)


1º) Buscamos las elisiones: entre fixum e immotum tenemos que poner la elisión (fixum
acaba en vocal más m e immotumque empieza por vocal); marcamos con un paréntesis la
parte elidida:
si mihi non animo fix(um) immotūmque sederet
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
sī mihi non animo fīx(um) īmmotūmque sederet
(la i de fixum es larga, aunque el signo no se ve bien, porque la x es equivalente a una gs
o cs)
3º) Señalamos todas las breves (las que van delante de otra vocal con la que no forman
diptongos…):
sī mĭhi non animo fīx(um) īmmotūmque sederet
4º) Separamos los dos últimos pies (el sexto con dos sílabas, deret, con lo que la e de la
sílaba de tiene que ser larga y la e de la última sílaba indiferente U; y el quinto con tres,
tūmque se: la u es larga, la e de que es breve -la conjunción copulativa que es siempre
breve, mientras que la u de la qu es consonántica, por lo que no se mide-, y, por tanto, la
se de sederet tiene que ser también breve para completar el dáctilo habitual del quinto
pie) y les ponemos sus correspondientes cantidades:
sī mĭhi non animo fīx(um) īmmo/tūmquĕ sĕ/dēret
5º) Ya podemos ir hacia atrás separando los demás pies: como īm es larga, mo también
ha de serlo, y así tenemos un espondeo en el cuarto pie:
sī mĭhi non animo fī/x(um) īmmō/tūmquĕ sĕ/dēret
En el tercer pie, como la fi tiene ī, la o de mo también tiene que ser larga para poder
formar un espondeo:
sī mĭhi non ani/mō fī/x(um) īmmō/tūmquĕ sĕ/dēret
Ya solo nos quedan dos pies y seis sílabas, con lo que cada pie ha de tener tres sílabas, es
decir, ha de ser un dáctilo:
sī mĭhĭ / nōn ănĭ/mō fī/x(um) īmmō/tūmquĕ sĕ/dēret
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de non), marcamos la cesura
trihemímera:
sī mĭhĭ / nōn || ănĭ/mō fī/x(um) īmmō/tūmquĕ sĕ/dēret
Tri
También tenemos la pentemímera, ya que hay final de palabra tras el quinto medio pie
(detrás de mō):
sī mĭhĭ / nōn || ănĭ/mō || fī/x(um) īmmō/tūmquĕ sĕ/dēret
Tri P
No podemos poner la heptemímera, ya que no tenemos final de palabra tras el séptimo
medio pie (detrás de īm), ni la Diéresis Bucólica, puesto que tampoco tenemos final de
palabra tras mō.
En este verso con dos cesuras habría, pues, tres cola (para los cola ver más arriba el
apartado de cesuras):
1º) sī mĭhĭ / nōn
2º) ănĭ/mō
3º) fī/x(um) īmmō/tūmquĕ sĕ/dēret

10. vel pater omnipotens adigat me fulmine ad umbras (Verg. Aen. IV 25)
1º) Buscamos las elisiones: entre fulmine y ad tenemos que poner la elisión (fulmine acaba
en vocal y ad empieza por vocal); marcamos con un paréntesis la parte elidida:
vel pater omnipotens adigat me fulmin(e) ad umbras
2º) Ponemos todas las cantidades largas que sepamos (las que vayan seguidas de dos o
más consonantes o una consonante doble y aquellas que comiencen pie):
vēl pater ōmnipotēns adigāt me fūlmin (e) ad ūmbras
3º) Señalamos todas las breves (las que van delante de otra vocal con la que no forman
diptongos…):
vēl patĕr ōmnipotēns adigāt me fūlmin (e) ăd ūmbras
Para la cantidad de tĕr y de ăd ver el apartado 1.E.
4º) Separamos los dos últimos pies (el sexto con dos sílabas, ūmbras, y el quinto con tres,
fūlmin (e) ad: para completar el dáctilo habitual del quinto pie, la i de mi tiene que ser
breve) y les ponemos sus correspondientes cantidades:
vēl patĕr ōmnipotēns adigāt me / fūlmĭn (e) ăd / ūmbras
5º) Ya podemos ir hacia atrás separando los demás pies: como gāt es larga, me también
ha de serlo, y así tenemos un espondeo en el cuarto pie:
vēl patĕr ōmnipotēns adi/gāt mē / fūlmĭn (e) ăd / ūmbras
Ya solo nos quedan tres pies y nueve sílabas, con lo que cada pie ha de tener tres sílabas,
es decir, ha de ser un dáctilo:
vēl pătĕr / ōmnĭpŏ/tēns ădĭ/gāt mē / fūlmĭn (e) ăd / ūmbras
6º) Para terminar indicamos las cesuras:
Como no hay final de palabra tras el tercer medio pie (detrás de ōm), ni detrás del troqueo
del segundo pie (ōmnĭ) no podemos marcamos ni la cesura trihemímera ni la trocaica del
segundo pie; pero sí tenemos final de palabra tras el tercer medio pie, es decir, en la
posición de la pentemímera:
vēl pătĕr / ōmnĭpŏ/tēns || ădĭ/gāt mē / fūlmĭn (e) ăd / ūmbras
P
También tenemos la heptemímera, ya que hay final de palabra tras el sétimo medio pie
(detrás de gāt):
vēl pătĕr / ōmnĭpŏ/tēns || ădĭ/gāt || mē / fūlmĭn (e) ăd / ūmbras
P H
Por último, como también tenemos final de palabra entre el cuarto y quinto pie, señalamos
la Diéresis Bucólica, aunque no haya puntuación en esa posición:
vēl pătĕr / ōmnĭpŏ/tēns || ădĭ/gāt || mē X fūlmĭn (e) ăd / ūmbras
P H DB
En este verso con dos cesuras y la Diéresis Bucólica habría, pues, cuatro cola (para los
cola ver más arriba el apartado de cesuras):
1º) vēl pătĕr / ōmnĭpŏ/tēns
2º) ădĭ/gāt
3º) mē
4º) fūlmĭn (e) ăd / ūmbras

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