[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
27 vistas2 páginas

Recepción

La teoría de la recepción estudia el papel activo del lector en la creación de significado en la literatura, destacando que sin su participación no hay obra literaria. Esta teoría sugiere que la lectura es un proceso dinámico y complejo, donde el lector utiliza precomprensiones y estrategias para interpretar el texto, que a su vez lo transforma. Además, se centra en cómo los horizontes históricos y culturales influyen en la interpretación de las obras literarias, planteando un desafío epistemológico sobre la relación entre texto y lector.

Cargado por

Mónica Giménez
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOC, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
27 vistas2 páginas

Recepción

La teoría de la recepción estudia el papel activo del lector en la creación de significado en la literatura, destacando que sin su participación no hay obra literaria. Esta teoría sugiere que la lectura es un proceso dinámico y complejo, donde el lector utiliza precomprensiones y estrategias para interpretar el texto, que a su vez lo transforma. Además, se centra en cómo los horizontes históricos y culturales influyen en la interpretación de las obras literarias, planteando un desafío epistemológico sobre la relación entre texto y lector.

Cargado por

Mónica Giménez
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOC, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 2

Los paradigmas de lectura: la teoría de la recepción.

Considerada como la modalidad más reciente de la hermenéutica en Alemania, la


“estética de la recepción” o “teoría de la recepción” estudia el papel del lector en la
literatura, ya que para que la literatura suceda, la importancia del lector como tal es tan
vital como la del autor.

¿Qué factores intervienen en el acto de leer? Cuando leemos realizamos una


serie de esfuerzos (muchos de ellos inconscientes), constantemente estamos elaborando
hipótesis sobre el significado posible del texto. Como lectores hacemos conexiones
implícitas, cubrimos huecos y ponemos a prueba nuestros presentimientos. Todo ello
significa que recurrimos a un conocimiento tácito del mundo en general y, en particular,
de las prácticas aceptadas en literatura.. En realidad, el texto no pasa de ser una serie de
indicaciones dirigidas al lector, de invitaciones a dar significado a un trozo escrito. En la
teoría de la recepción, el lector “concretiza” la obra literaria, la cual, en sí misma, no pasa
de ser una cadena organizada de signos negros estampados en una página. Sin la
participación activa del lector, definitivamente no habría obra literaria. Para la teoría de la
recepción (en adelante TR), toda obra literaria está compuesta por huecos,
“indeterminaciones”, elementos cuyo efecto depende de la interpretación del lector, y que
pueden interpretarse en un sinnúmero de formas, quizá opuestas entre sí.
Paradójicamente, cuanta mayor información proporciona una obra literaria, mayor es su
grado de indeterminación.

Según la TR, el proceso de lectura es siempre dinámico, es un movimiento


complejo que se desarrolla en el tiempo. La obra literaria existe en forma de “esquemas”
(según Roman Ingarden) o direcciones generales que el lector debe actualizar. Para
hacerlo aportará a la lectura ciertas “precomprensiones”, un conjunto de creencias y
expectativas desde las cuales se evaluarán las diversas características de la obra. Al
proceder la lectura, estas creencias se ven modificadas por aquello de lo cual nos vamos
enterando, al esforzarse por extraer del texto un sentido coherente, el lector elige y
organiza sus elementos en todos consistentes para lo cual excluye unos y anticipa otros
más, y “concretiza” ciertos elementos en ciertas formas. La lectura no constituye un
movimiento rectilíneo, no es una serie meramente acumulativa: nuestras especulaciones
1
“Las investigaciones contemporáneas sobre recepción en literatura se inician, como se sabe, a fin de los sesenta,
cuando el apogeo del pensamiento saussureano, manifiesto a través del estructuralismo que impusiera el presupuesto
de que el significado era inmanente al texto, dejara paso a las dos orientaciones -la diacrónica y la sincrónica,
encabezadas por Hans Robert Jauss y por Wolfang Isser respectivamente- a través de las que empieza a perfilarse la
Escuela de Constanza.” S/d
iniciales generan un marco de referencia dentro del cual se interpreta lo que viene a
continuación, lo cual, retrospectivamente, puede rectificar lo que anticipamos al principio,
etc. Leemos hacia atrás y hacia delante, al mismo tiempo en muchos niveles, pues el
texto tiene fondos y primeros planos, diversos puntos de vista, etc.

Wolfgang Iser, perteneciente a la llamada escuela de recepción estética de


Constanza habla en The act of reading (1978) de las “estrategias” que los textos ponen
en práctica y de los “repertorios” de temas y alusiones familiares que contienen.
Desentrañarlos supone estar familiarizado con las técnicas y prácticas convencionales
que despliega la obra, supone un “dominio” de sus códigos y de los contextos sociales
para poder comprender. En su opinión, la obra literaria más efectiva es la que lleva al
lector a un nuevo conocimiento crítico de sus códigos y expectativas habituales. La obra
interroga y transforma los criterios implícitos con que la abordamos, “desconfirma” la
rutina de nuestros hábitos de percepción y nos obliga a reconocerlos como son. La obra
literaria valiosa trasgrede la forma convencional de ver las cosas con lo cual nos pone en
conocimiento de nuevos códigos de comprensión; y a medida que modificamos el texto
mediante nuestras estrategias de lectura éste a su vez nos modifica a nosotros. Es como
si lo que hemos estado leyendo al abrirnos paso a través del libro, se convirtiera en
nosotros mismos.

Hans Robert Jauss (escuela de Constanza) procura situar al texto dentro de su


“horizonte histórico”, dentro del contexto de significados culturales en el cual se produjo, y
luego estudia las relaciones cambiantes entre éste y los horizontes cambiantes de los
lectores. La meta de esta labor consiste en producir un nuevo tipo de historia literaria
centrada no en los autores, influencias y corrientes sino en la literatura tal como es
definida e interpretada por sus diversos momentos de “recepción” histórica. Tanto los
textos como las tradiciones literarias se alteran activamente de acuerdo con los
“horizontes “ históricos dentro de los cuales son recibidos. Cada obra contiene en clave lo
que Iser llama “lector implícito” y sugiere en cada rasgo qué tipo de lector tiene en mente.

Crítica: la teoría de la recepción de Iser y de Jauss plantea un urgente problema epistemológico. Para que
una interpretación sea la interpretación de ese texto y no de otro, en alguna forma debe exigirla lógicamente
el mismo texto. La obra ejerce cierto grado de determinación sobre las respuestas del lector, porque de no
ser así la crítica caería en una total anarquía.

Resumido de Una introducción a la teoría literaria, de Terry Eagleton. Cap. II: Fenomenología, hermenéutica,
teoría de la recepción. Bs. As., FCE de Argentina, 1998.

También podría gustarte