PRUEBA DE LA EXISTENCIA DE DIOS
Es esencial comprobar primero la existencia de Dios en el primer sentido, y
posteriormente se nos recordará que así se ha hecho. Pero Anselmo se aseguró así
sólo del problema mismo, de lo que está en cuestión (dubium); De ningún modo se
pone así en marcha el problema, de un modo u otro. Aún es necesario mostrar,
resaltando el segundo significado de estos dos conceptos, que la cosa en cuestión
(dubium) sea una verdad (verum) o un error (falsum) rei in intellectu) depende del
reconocimiento de la existencia de verdad misma de la existencia de la cosa en la
inteligencia (esse chose (intelligere rem esse), que todavía está por demostrar.
Esta situación inicial, la situación que precede inmediatamente
La prueba misma (en su forma general) está ilustrada por la imagen de la relación
entre la idea del pintor y su obra. El significado de la comparación reside en esto
(y nada más que esto): hay una existencia intramental y una existencia extramental
de las cosas: por lo tanto, también tiene, en relación con esta doble existencia,
una doble forma de conocimiento de la existencia. . El segundo es el verdadero
conocimiento auténtico de la existencia; el primero está con él en la misma
relación que la concepción artística -quizá fecunda, quizá eternamente estéril- con
la obra de arte que puede resultar de ella y que constituye su realización, su
legitimación y su justificación. Sin embargo, la decisión final no puede
pronunciarse aquí sin la decisión previa cuya sombra se proyecta ante ella.
Precisamente porque la teoría de la existencia debe venir después de su realidad,
porque el pensamiento debe venir después de la existencia del objeto, esta teoría
choca primero con esta decisión previa, con esta ambigüedad "existencia de la cosa
en la inteligencia" (esse rei in intellectu). y tiene el derecho y el deber de
partir de que esta decisión precede
La etiqueta, en cada caso considerado, es un evento. Cómo no debemos entender la
comparación del pintor utilizada por Anselmo es lo que muestra Gaunilo, a modo de
advertencia.
ment, en dos puntos de su obra. 1. Gaunilo se detuvo en que, según esta
comparación, el hecho de tener la cosa en la inteligencia "debe necesariamente
significar una anterioridad, el hecho de “reconocer la existencia de la cosa”
una posterioridad; mientras que, cuando asumimos el segundo, el primero
sin duda deben ocurrir simultáneamente¹. Esta objeción
está tan desprovisto de espíritu que Anselmo tenía razón al limitarse a
Non bic erit jam aliud idemque tempore praecedens, babere rem in intellectu, et
aliud idque tempore sequens, intelligere rem esse; ut fit de pictura, quae prius
est in animo pictoris, deinde in opere (Pro insip. 2, Dan. 7, 24),