1.
Por la Iglesia, que en María Santísima contempla reflejada su propia
   imagen, para que a través de su obra apostólica eduque a sus hijos en la
   virginidad del corazón.Oremos
2. Por los sacerdotes, los misioneros, los consagrados y todos los
   responsables de anunciar el Evangelio de la vida en tierras difíciles y
   pobres, para que nunca les falte el consuelo y la oración de toda la
   Iglesia, y encuentren corazones sedientos de Dios y del mensaje del
   Evangelio. Oremos.
3. Por los responsables de las naciones, para que, a imitación de María
   Santísima, sean atentos y solícitos en la búsqueda del bien común y en
   la custodia de la dignidad humana. Oremos.
4. Por los que han perdido la alegría de vivir a causa de los acontecimientos
   de su historia y de las contradicciones de su propia vida, para que
   encuentren de nuevo el deseo del camino y la esperanza de una vida
   mejor. Oremos.
5. Por los aquí reunidos, para que, reconociendo en María el modelo
   auténtico e ideal de la humanidad redimida, seamos atraídos por su
   ejemplo y sostenidos en el peregrinaje de la fe hacia nuestra madurez
   cristiana. Oremos.