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El Arbitraje

El arbitraje es un proceso voluntario donde las partes en conflicto acuerdan someter su controversia a árbitros imparciales, resultando en un laudo arbitral vinculante. Existen dos tipos de arbitraje: institucional, que se realiza a través de centros de arbitraje, y independiente, donde las partes regulan el procedimiento sin intervención de dichos centros. La ley establece quiénes pueden someterse al arbitraje, los requisitos del acuerdo arbitral, y las funciones y obligaciones de los árbitros en el proceso.

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El Arbitraje

El arbitraje es un proceso voluntario donde las partes en conflicto acuerdan someter su controversia a árbitros imparciales, resultando en un laudo arbitral vinculante. Existen dos tipos de arbitraje: institucional, que se realiza a través de centros de arbitraje, y independiente, donde las partes regulan el procedimiento sin intervención de dichos centros. La ley establece quiénes pueden someterse al arbitraje, los requisitos del acuerdo arbitral, y las funciones y obligaciones de los árbitros en el proceso.

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ARBITRAJE

Es un proceso mediante el cual, dos o más personas en conflicto, acuerdan de manera


voluntaria, someter a una o más personas imparciales y expertas llamados Árbitros, la
solución de una controversia mediante una decisión definitiva e inapelable
denominada Laudo Arbitral, el cual tiene fuerza ejecutoria o valor de cosa juzgada y,
por tanto, es vinculante y de obligatorio cumplimiento para las partes.

TIPOS

La ley de arbitraje comercial dispone en su artículo 2 los tipos de arbitraje la cual son
2:

Artículo 2º. El arbitraje puede ser institucional o independiente. Es arbitraje


institucional el que se realiza a través de los centros de arbitraje a los cuales se refiere
esta Ley, o los que fueren creados por otras leyes. Es arbitraje independiente aquel
regulado por las partes sin intervención de los centros de arbitraje.

En ese sentido la ley de arbitraje comercial en su artículo 11 indica las instituciones


que pueden organizar sus propios centros de arbitraje, dentro de los cuales contempla
entre otras a las cámaras de comercio y cuáles quieras otras asociaciones de
comerciantes que establezcan el arbitraje como uno de los medios de la solución de la
controversias, por su parte el artículo 13 exige querido centro de arbitraje deberá
contar con reglamento propio que regule el funcionamiento del centro y sobre la
organización del procedimiento arbitrario que se conduzcan bajo su administración,
debe destacarse que los centros de arbitraje tienen amplia libertad y discrecionalidad
para ordenar tanto sus estatutos como el reglamento de arbitraje, limitándose la ley
arbitraje a sólo enunciar aspectos esenciales que deben ser regulados.

De manera que estaremos en presencia de un arbitraje institucional cuando en el


acuerdo arbitral, las partes han elegido el arbitraje como medio de solución de
controversias de acuerdo con el reglamento de arbitraje de un determinado centro de
arbitraje. Debe precisarse en cuanto a la naturaleza de la actividad desarrollada por
los centros de arbitraje, que estos no deciden los casos sometidos a su reglamento,
ello es tarea de los árbitros, su actuación se limita a la organización y administración
de los arbitrajes, por lo que se descarta cualquier otra consideración sobre el carácter
o naturaleza jurisdiccional de los centros de arbitraje, dentro de las ventajas del
arbitraje institucional podemos resaltar y contar con un reglamento propio que regula
en detalle los procedimientos administrados bajo la responsabilidad de un personal
capacitado a tal efecto, y aporta a los tribunales arbitrarios servicios auxiliares de
apoyo en el desarrollo de su funciones. Así mismo la economía que comporta el
desarrollo rápido del procedimiento y la ejecución del laudo y el conocer
anticipadamente el costo del arbitraje son ventajas del arbitraje institucional.

Por su parte, el arbitraje independiente de conformidad con lo previsto en el artículo 2


de la ley de arbitraje comercial, es aquel regulado por las partes, sin intervención de
los centros de arbitraje y dispone una serie de lineamientos a tal efecto que las partes
pueden modificar, así pues en el arbitraje independiente son las partes quienes deben
diseñar el procedimiento, para desarrollar el arbitraje en adecuación a la normativa de
la ley, y los árbitros tienen a su cargo la administración del procedimiento y prestación
de los servicios, que la conducción del procedimiento exige, finalmente debe resaltarse
que el código de procedimiento civil establece un conjunto de normas para un arbitraje
que se desarrolla bajo un juez estatal y resultan aplicables si las partes así lo
acuerdan.

QUIENES ESTAN SOMETIDOS AL ARBITRAJE.

La ley de arbitraje comercial establece:

Artículo 3º. Podrán someterse a arbitraje las controversias susceptibles de


transacción que surjan entre personas capaces de transigir.

Quedan exceptuadas las controversias:

a) Que sean contrarias al orden público o versen sobre delitos o faltas, salvo
sobre la cuantía de la responsabilidad civil, en tanto ésta no hubiere sido fijada
por sentencia definitivamente firme;
b) Directamente concernientes a las atribuciones o funciones de imperio del
Estado o de personas o entes de Derecho público;
c) Que versan sobre el estado o la capacidad civil de las personas;
d) Relativas a bienes o derechos de incapaces, sin previa autorización judicial; y
e) Sobre las que haya recaído sentencia definitivamente firme, salvo las
consecuencias patrimoniales que surjan de su ejecución en cuanto conciernan
exclusivamente a las partes del proceso y no hayan sido determinadas por
sentencia definitivamente firme.

CLÁUSULA COMPROMISORIA

Un compromiso o una cláusula compromisoria es, en Derecho, una estipulación


contenida en un contrato, por las partes se somete al arbitraje las divergencias del
cumplimiento o la interpretación del contrato o un testamento, o cualquier otra cuestión
controvertida que exista entre ellas. El término compromiso también se utiliza para
referirse a cualquier tipo de acuerdo en el cual las partes asumen ciertas obligaciones,
en lo que podría interpretarse como un contrato no escrito. En ese sentido, el término
podría ser sinónimo de acuerdo, aunque se utiliza haciendo referencia más a la
asunción de una obligación jurídica concreta que al conjunto de derechos y deberes
como un todo.

El artículo Artículo 609° Código de Procedimiento Civil prevé que; si existiere cláusula
compromisoria, las partes formalizarán el compromiso siguiendo en un todo las
exigencias establecidas en el Artículo anterior; pero si alguna de las partes se negare
a formalizarlo, la otra podrá presentar el instrumento público o privado en el cual
conste la obligación de comprometer al Tribunal que deba conocer o esté conociendo
de la controversia, expresando las cuestiones que por su parte quiera someter al
arbitramento. Presentado dicho instrumento, el Tribunal ordenará la citación de la parte
renuente para que conteste acerca del compromiso en el quinto día siguiente, en
cualquier hora de las fijadas en la tablilla a que se refiere el Artículo 192. La citación se
practicará mediante boleta, a la cual se anexará copia de la respectiva solicitud y del
documento que contenga la cláusula compromisoria.

FORMALIDAD DEL ACUERDO ARBITRAL


De conformidad con el artículo 5 de la Ley de Arbitraje Comercial, el acuerdo de
arbitraje, acuerdo arbitral o compromiso arbitral, es un pacto por medio el cual las
partes deciden someter al mecanismo de arbitraje todas o algunas controversias que
se susciten o puedan suscitarse entre dichas partes, respecto de una relación jurídica
contractual o no contractual.

Lo anterior implica que las partes signatarias del acuerdo, se obligan a someter sus
conflictos o controversias a la decisión de árbitros y, al mismo tiempo, renuncian a
interponer sus pretensiones ante los jueces, por lo que este acuerdo de arbitraje se
caracteriza por ser exclusivo y excluyente de la jurisdicción ordinaria.

Se resalta que el acuerdo puede estipularse en una cláusula incluida en el contrato, o


en un acuerdo aparte e independiente. En este orden, Araque señala que: …cuando
el acuerdo de arbitraje se incorpora al texto de otro contrato se llama cláusula
compromisoria y el efecto obligatorio del sometimiento a arbitraje se extiende a
cualquier controversia que pueda plantearse con motivo de ese contrato. Cuando el
acuerdo de arbitraje no está físicamente incorporado a otro contrato, las partes tienen
la carga de demostrar, llegado el caso, cuáles fueron los derechos y obligaciones
contractuales o extracontractuales cuyas eventuales controversias deben resolverse
por arbitraje.

Por su parte, el artículo 6 de la Ley de Arbitraje Comercial establece los requisitos


formales que debe contener el acuerdo arbitral, a saber: debe constar por escrito en
cualquier documento o conjunto de documentos, con expresa mención de la voluntad
de las partes de someterse a arbitraje; y en el caso que se haga referencia expresa en
el contrato a un documento que contenga una cláusula arbitral, el mismo constituirá un
acuerdo arbitral siempre que conste por escrito e implique una cláusula que forma
parte del contrato. En el caso concreto de los contratos de adhesión y los contratos
normalizados, la manifestación de voluntad debe hacerse de forma expresa e
independiente.

En este acápite resulta prudente destacar el denominado principio Kompetenz –


Kompetenz, regulado en el artículo 7 de la comentada norma. Dicho principio configura
la garantía de que el acuerdo de arbitraje será respetado, pues implica que el “…
tribunal arbitral está facultado para decidir acerca de su propia competencia, incluso
sobre las excepciones relativas a la existencia o a la validez del acuerdo de arbitraje”,
en tal sentido, para que un tribunal ordinario pueda conocer un caso sometido
inicialmente a arbitraje, es necesario que el propio tribunal arbitral se declare
incompetente.

TIPOS DE ARBITROS

Los árbitros derivan sus potestades del acuerdo entre las partes, y desempeñan sus
funciones como jueces con independencia, autonomía e imparcialidad, siempre
enmarcados dentro de las normas respectivas. Estos árbitros pueden ser de derecho o
de equidad. Conforme al artículo 8 de la Ley de Arbitraje Comercial, los árbitros de
derecho “…deberán observar las disposiciones de derecho en la fundamentación de
los laudos”, mientras que los árbitros de equidad “…procederán con entera libertad,
según sea más conveniente al interés de las partes, atendiendo principalmente a la
equidad”, en todo caso si no hubiere disposición específica sobre el carácter de los
árbitros se entenderán que fungirán como árbitros de derecho.
La participación de los árbitros es contractual, y contractualmente responde frente a
las partes en cuanto a su actuación, la cual debe ser como la de “…un buen padre de
familia en el cumplimiento de la labor que ambas partes le encomendaron” .Es por ello
que los mismos tienen una serie de obligaciones, entre las cuales destacan el deber
de asistir a las audiencias, en caso de ausencia injustificada a dos audiencias será
relevado de su cargo y debe reintegrar el porcentaje de honorarios que el presidente
del tribunal arbitral determine. Igual inhabilitación ocurre ante la ausencia de cuatro
audiencias, aun cuando dichas ausencias estén justificadas. La confidencialidad es
otra de las obligaciones de los árbitros, pues debe guardarla en relación de las
actuaciones de las partes, de las evidencias y de todo contenido relacionado con el
proceso arbitral (Ley de Arbitraje Comercial, 1998: artículos 41 y 41).

Los árbitros son recusables y podrán inhibirse de conformidad con lo establecido al


efecto en las causales de recusación e inhibición en el Código de Procedimiento Civil,
ello de acuerdo a lo previsto en el artículo 35 de la Ley de Arbitraje Comercial.

ARBITRAJE COMERCIAL

El arbitraje comercial puede entenderse como un instrumento o mecanismo de


resolución de conflictos o controversias devenidas de actos de comercio, previo
convenio celebrado por las parte. Surge entonces el arbitraje comercial, como el
mecanismo alterno o sustituto adecuado del procedimiento tradicional llevado a cabo
en los tribunales ordinarios, donde las partes involucradas evitan retrasos, inseguridad
jurídica y pérdidas innecesarias de dinero. El referido convenio “…le concede a una
tercera persona, el árbitro, la facultad de emitir una decisión vinculante a las partes
que proveyeron por la celebración del procedimiento arbitral”.

Esa decisión vinculante debe ser resultado de una forma atípica de administración de
justicia, pero que igualmente debe caracterizarse por ser rápida, eficaz e idónea. La
solución expresada en la decisión o laudo tiene carácter vinculante, y se entiende que
si las partes acuden a este medio extraordinario de resolución de conflictos implica,
precisamente, su voluntad de aceptación y cumplimiento, sin coacción alguna, de la
decisión emanada que goza de plena eficacia.

ARBITRAJE INDEPENDIENTE

El Arbitraje independiente es una figura prevista en la Ley de Arbitraje Comercial


venezolana sobre la que recae la incertidumbre de su efectividad de resultado,
principalmente, debido a la falta de regulación específica sobre el mismo; es aquel en
el que las partes no se someten ante un centro de arbitraje especifico, sino que todo el
procedimiento se encuentra regulado en la misma clausula arbitral.

El arbitraje independiente, se caracteriza porque las partes no pactan que el arbitraje


se rija por el reglamento de arbitraje de un centro de arbitraje. En tal caso, la única
normativa aplicable al procedimiento arbitral serán las que las partes pacten, o las que
estén previstas en la ley, o las que los árbitros vayan decidiendo.

Este tipo de arbitraje se encuentra regulado entre los artículos 15 y 18, ambos
inclusive, de la Ley de Arbitraje Comercial. A tal efecto, se estipula que cuando las
partes no establezcan sus propias reglas para aplicar este arbitraje independiente, se
deberán atender a las disposiciones de la mencionada ley. Algunas de esas
disposiciones se resumen así: el número de árbitros nombrados debe ser impar, a falta
de acuerdo serán tres árbitros; el nombramiento de los árbitros debe ser conjunto o
delegar su nombramiento a un tercero; los árbitros deberán informar por escrito a
quien los designó, dentro de los diez días hábiles siguientes a su notificación, si
aceptan o no el cargo, si guardan silencio se entenderá que no aceptan.

PROCEDIMIENTO PARA SU CONFORMACIÓN.

Como ya se ha venido mencionando, la finalidad del proceso arbitral es obtener


soluciones a las controversias de forma rápida, confidencial y efectiva, mediante el
trato igualitario a las partes otorgando la posibilidad de hacer valer sus derechos,
regido por las garantías procesales constitucionales del derecho a la defensa y debido
proceso. Para cumplir con esta finalidad, la Ley de Arbitraje Comercial regula en el
Capítulo IV, el denominado proceso arbitral.

Después que se haya nombrado y aceptado el cargo por los árbitros, se instalará el
tribunal y se notificará a las partes. En ese acto de instalación se debe definir todo en
cuanto a honorarios y gastos de funcionamiento, y diez días después debe hacerse el
correspondiente depósito a nombre del presidente del tribunal arbitral. En caso de no
consignación del pago, “…el tribunal arbitral podrá declarar concluidas sus funciones,
quedando las partes en libertad de acudir a los jueces de la República o de reiniciar el
procedimiento arbitral” (Ley de Arbitraje Comercial artículos 19 y 20).

En el supuesto de no señalamiento expreso del término de duración del proceso, el


mismo será de seis meses contados a partir de la constitución del tribunal arbitral,
dicho término podrá ser prorrogada uno o varias veces por los árbitros, de oficio o a
solicitud de partes (Ley de Arbitraje Comercial artículo 22).

Para la primera audiencia, el tribunal arbitral citará a las partes, con diez días de
anticipación, en dicha citación se debe expresar con precisión fecha, hora y lugar de la
audiencia. En esta primera audiencia se leerá el documento que contenga el acuerdo
de arbitraje y las cuestiones sometidas a decisión arbitral. Igualmente, se expresarán
las pretensiones de las partes con una estimación de la cuantía. Las partes podrán
formular alegatos y aportar todos los documentos que consideren pertinentes. En esta
oportunidad el tribunal arbitral podrá decidir sobre su competencia, así como también
sobre las excepciones referidas a la existencia o validez del acuerdo de arbitraje (Ley
de Arbitraje Comercial Artículos 23, 24 y 25). Esta acta inicial se denomina acta de
misión.

Conforme al artículo 26 de la Ley de Arbitraje Comercial, el tribunal arbitral también


está habilitado para emitir las medidas cautelares que considere necesarias, e incluso
exigir garantía suficiente de la parte solicitante.

El número de audiencias será el que considere necesarias el tribunal arbitral, con o sin
la participación de las partes, también es libre de determinar si se celebrarán
audiencias para la presentación de pruebas o alegatos orales o si las actuaciones se
sustanciarán sobre la base de documentos y demás pruebas presentadas. En este
proceso no hay lugar a incidencias (Ley de Arbitraje Comercial, artículo 27). Se
destaca que no hay lapsos preclusivos para promover, admitir o evacuar pruebas, ello
debido a que los árbitros tienen facultades para determinar los lapsos, las pruebas y la
manera de evacuarlas.
En cuanto a la evacuación de pruebas, el tribunal arbitral o cualquiera de las partes,
podrá solicitar asistencia al Tribunal de Primera Instancia competente para dicha
evacuación, y la para la ejecución de las medidas cautelares que se soliciten. (Ley de
Arbitraje Comercial artículo 28).

Como se señaló supra, el proceso arbitral finaliza con un laudo. Este laudo será
notificado “…a cada una de las partes mediante entrega de una copia firmada por los
árbitros, y el mismo será de obligatorio cumplimiento”. Este laudo puede ser objeto de
aclaratoria, corrección y complementación por el tribunal arbitral, de oficio o a solicitud
de parte, dentro de los quince días siguientes a su expedición (Ley de Arbitraje
Comercial, artículo 31 y 32).

Finalizado el proceso, el presidente del tribunal hará la liquidación final de los gastos,
entregará el resto de los honorarios, y pagará los gastos pendientes, y, previa cuenta
razonada, devolverá el saldo a las partes (Ley de Arbitraje Comercial, artículo 34).

Como se aprecia, se trata de un procedimiento eficaz y rápido que pretende garantizar


la justicia mediante la aplicación de las normas arbitrales previstas por los centros o
directamente por las partes- para la resolución de un conflicto que no es conocido por
las instancias jurisdiccionales ordinaria, de allí que se verifique el rol de apoyo del
arbitraje, como mecanismo de resolución de controversias, al sistema de justicia
venezolano.

BASES LEGALES.

- La Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela de 1999 fue el primer


texto constitucional Venezolano que aludió de forma expresa al arbitraje como
un mecanismo para la resolución de conflictos intersubjetivos de intereses al
prever, en el único aparte de su artículo 258, que “la ley promoverá el arbitraje,
la conciliación, la mediación y cualesquiera otros medios alternativos para la
solución de conflictos”. La así llamada constitucionalización del arbitraje
vendría apoyada, además, con la consagración del mismo como un medio
alternativo que forma parte del sistema de justicia venezolano, a tenor de lo
estipulado en el último aparte del artículo 253.
- Código De Procedimiento Civil Venezolano

Libro cuarto. De los procedimientos especiales, parte primera. De los


procedimientos especiales contenciosos titulo I. Del arbitramento artículo 608 y
siguientes (hasta el artículo 629).

- Ley de Arbitraje Comercial regula todo lo relacionado al arbitraje, establece sus


y el procedimiento.

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