Admin, Journal Manager, 1 Adriana Guzman B
Admin, Journal Manager, 1 Adriana Guzman B
11-20
https://doi.org/10.24275/SQEY3189
Abstract Resumen
The epistemological turn that began in the mid-twen- El giro epistemológico iniciado a mediados del siglo
tieth century has promoted studies on presence that xx ha impulsado estudios sobre la presencia, que ha
have been understood in various ways, one of which is sido entendida de diversas maneras, una de ellas es
the presence of the body in cognitive processes. Without la presencia del cuerpo en los procesos cognitivos. Sin
pretending to exhaust the subject or suppose that it pretender agotar el tema, ni suponer que es la única po-
is the only possibility to approach it, the objective of this sibilidad de abordarlo, el objetivo del presente texto es
text is to reflect on it from the work of Jean Chateau, reflexionar al respecto a partir de la obra de Jean Cha-
seen in the light of the contributions of Mark Johnson, to teau, vista a la luz de los aportes de Mark Johnson,
observe the depth of the appeal’s implication to the para observar la profundidad de lo que implica apelar
presence of the body, as well as notes that are directed a la presencia del cuerpo, así como apuntes que se
towards understanding the aesthetic from this per- encaminan a la comprensión de lo estético desde esta
spective, a topic that has not yet been fully addressed. perspectiva, tópico no trabajado del todo aún.
Key words: presence studies, Jean Chateau, Mark Palabras clave: estudios de la presencia, Jean Chateau,
Johnson, cognitive sciences, aesthetic Mark Johnson, ciencias cognitivas, estética
Jean Chateau
E n la actualidad, los estudios sobre presencia,1 siempre centrada en el cuerpo y sobre el cuerpo mismo,
han cobrado gran relevancia; sin embargo, la idea de presencia del cuerpo ha sido entendida de diversas
maneras, una de ellas alude a la presencia del cuerpo en los procesos cognitivos, por lo que resulta sumamente
valioso revisitar a algunos de aquellos pensadores que han concebido sugerentes trabajos al respecto, como es
el caso de Jean Chateau (1908-1990)2 cuya propues distinción de su procedencia– en los estudios cercanos
ta, en su momento enmarcada dentro de la psicología al presente tema de interés y su forma de abordarlo.
general y no del todo atendida, adquiere importancia a Cabe aclarar que percepción no es sinónimo de
la luz de elaboraciones procedentes de las ciencias tener sensaciones, ni tampoco se limita al cúmulo
cognitivas, entre ellas la de Mark Johnson (1949-).3 de adquisiciones que se pueden tener a través de ellas.
Es evidente que no se pretende aquí agotar el tema Las sensaciones no son datos percibidos observables
ni suponer que es la única posibilidad de abordarlo; objetivables; no son aprehendibles, ni intuibles, ni cog-
tan sólo se busca recuperar bases significativas que noscibles. “Tener una sensación no es estar en una
sirvan como apoyo a la reflexión, eminentemente an- relación cognoscitiva con un objeto sensible. No hay
tropológica, sobre la profundidad de lo que implica ape- tales objetos. Ni tampoco existe tal relación. Más aún,
lar a la presencia del cuerpo. no sólo es falso que las sensaciones puedan ser objetos
Para dar cuenta de la presencia del cuerpo en la cog- de observaciones: es también falso que las sensaciones
nición, es decir, de los mecanismos mediante los cua- sean ellas mismas observaciones de objetos” (Kogan,
les los distintos modos de ser del cuerpo son funda- 1982: 215). Las sensaciones no son, ni pueden ser,
mentales para la cognición –pues, como resulta obvio, objetos de conocimiento; ni siquiera la mayoría de las
no es suficiente señalar que todo proceso cognitivo sensaciones internas son conocidas por quien las vive;
sucede en un cuerpo–, se abordarán puntos centrales la sensación causada por un objeto no es reductible a
sobre la percepción, en particular la relacionada con otra sensación que percibiera la mente en un mundo
el espacio, así como la manera en la que involucra a interior, porque entonces haría falta una sensación de
ciertas estructuras corpóreas, las actitudes que gene- la sensación hasta el infinito; “a través de ellas sen-
ran y la forma en la que de ello se establecen procesos timos objetos externos, pero no observamos objetos
cognitivos a partir de los cuales se engendra lo que internos” (Kogan, 1982: 35). Entonces, las sensaciones
llegará a ser comprensión, significado y razonamiento. –así como los sentimientos y las imágenes– no exis-
Si bien no hay consenso total entre las cuatro ten en un mundo interior separadas del mundo ex-
grandes corrientes o escuelas que se han abocado al terior, ellas son los medios a través de los cuales son
estudio de la percepción, a saber: el fenomenismo,4 percibidas todas las cosas; pero la percepción no se
el realismo doxástico,5 el representacionismo6 y las limita a ellas.
teorías informacionales,7 existen ciertos puntos en co- La percepción pone a las sensaciones en relación
mún que han sido utilizados –sin por ahora hacer con ellas mismas –de tal suerte que invariablemen-
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Adriana Guzmán
te hay multisensorialidad– y con todo lo que el sujeto por el entorno –ambiental y cultural– generando o en-
es, de tal forma que se discriminan ciertas sensaciones, gendrando lo que posteriormente se reconocerá como
se privilegian otras, se articulan de diferentes modos significados. Este engendramiento es posible por la
y se inicia un proceso de vinculación con los saberes; vinculación de la percepción con las estructuras cor-
sin embargo, la percepción es una cualidad peculiar póreas, fuente y origen de la experiencia, gracias a la
que puede conducir a la elaboración sígnica, pero ella creación de esquemas de imágenes que, por medio de
misma no es signo, ni está en ella la construcción de proyecciones metafóricas, servirán de base para arri
los signos. Al momento de encuentro entre el sujeto bar incluso a la comprensión, el significado y la razón.
y el objeto, el instante perceptivo, se activan cualida- De manera relativamente reciente, Johnson (1991
des de los sujetos y se descubren propiedades en los [1987]) señala que las estructuras corpóreas y la ex
objetos, pero es necesario otro proceso, además del periencia obtenida a través del cuerpo crean esquemas
perceptivo, para llegar a un acto semiótico. Bien pue- de imágenes, es decir patrones periódicos y dinámicos
de sostenerse que la percepción es el umbral entre el de interacciones perceptivas y programas de motricidad
sujeto y el mundo, el portal de la semiosis. Así pues, que dan coherencia y estructuran la experiencia. Este
las sensaciones son medios, mientras lo percibido es proceso es posible gracias a proyecciones metafóri-
ya la percepción; en ese sentido, la percepción impli- cas,8 donde por metáfora debe entenderse un modo
ca ya la intelección y la consciencia puesta en marcha penetrante de comprensión mediante la cual se pro-
aun sin la intervención sígnica. yectan patrones de una esfera de la experiencia con
El hombre es un ser perceptivo total; su condición el propósito de estructurar otra esfera de otro tipo.
de estar en el mundo es ser cuerpo y estar a través de Planteada así, la metáfora no es simplemente un modo
la percepción; se percibe a sí mismo (propiopercepción), lingüístico de expresión, sino, más bien, una de las
percibe su lugar en el mundo (percepción) y percibe principales estructuras cognitivas mediante la cual se
su entorno (exteropercepción) en una compleja red pueden tener experiencias coherentes y ordenadas so-
de intercambios recíprocos en constante multisenso bre las que es posible razonar y dar sentido. A través
rialidad, de tal suerte que la percepción es una cons- de la metáfora se emplean patrones obtenidos en la
tante articulación de tensiones de fuerza entre todo lo experiencia física para organizar la comprensión más
que el sujeto es y es en el mundo. abstracta. La comprensión a través de la proyección me-
En todo acto perceptivo –pues percepción es acción tafórica de lo concreto a lo abstracto utiliza la expe-
y todo acto perceptivo es a la vez un acto motor, ya riencia en dos sentidos:
sea a nivel fásico o tónico– los nutrientes dados por los
sentidos constantemente recibidos son y se relacionan En primer lugar, nuestros movimientos corporales y
con los aprendizajes del sujeto, razón por la cual se sus interacciones en diversas esferas físicas de la expe-
sostiene que toda percepción está formada e informada riencia están estructurados […] y, mediante la metáfora,
8
Las proyecciones metafóricas incluyen a las metonímicas “la metonimia ejerce algunas de las funciones que desempe-
ña la metáfora y, de alguna forma, en una manera similar, pero nos permite centrarnos más específicamente en algunos
aspectos de aquello a lo que se refiere. Es también como la metáfora, en el sentido de que no se trata simplemente de un
procedimiento retórico o poético. Ni se trata simplemente de una cuestión de lenguaje. Los conceptos metonímicos (como
el de LA PARTE POR EL TODO) son parte de la forma ordinaria y cotidiana en que pensamos y actuamos, tanto como de
la forma en que hablamos [...] Así que la metonimia LA PARTE POR EL TODO no es solamente una cosa del lenguaje. En
nuestra cultura miramos a la cara de las personas –más que su postura o movimientos– para obtener la información bá-
sica sobre cómo son esas personas. Funcionamos en términos de metonimia cuando percibimos a la persona en términos
de su cara y actuamos sobre esas percepciones. Como las metáforas, las metonimias no son acontecimientos fortuitos o
arbitrarios que deban ser tratados como ejemplos aislados. Los conceptos metonímicos son también sistemáticos” (Lakoff
y Johnson, 2009 [1986]: 75). “La metáfora y la metonimia son tipos de procesos diferentes. La metáfora es principalmente
una manera de concebir una cosa en términos de otra, y su función primaria es la comprensión. La metonimia, por otra
parte, tiene primariamente una función referencial, es decir, nos permite utilizar una entidad por otra. Pero la metoni-
mia no es meramente un procedimiento referencial. También desempeña la función de proporcionarnos comprensión”
(Lakoff y Johnson, 2009: 74). “Los conceptos metonímicos nos permiten conceptualizar una cosa en virtud de su relación
con otra [...] Así pues, como las metáforas, los conceptos metonímicos estructuran no meramente nuestro lenguaje, sino
también nuestros pensamientos, actitudes y acciones. Y, como los conceptos metafóricos, los metonímicos se fundan en
nuestra experiencia. En realidad, la base de los conceptos metonímicos es en general más obvia que en el caso de los
conceptos metafóricos ya que suelen conllevar asociaciones directas físicas o causales. La metonimia LA PARTE POR EL
TODO, por ejemplo, surge de nuestra experiencia, de la manera en que las partes en general se relacionan con los todos.
EL PRODUCTOR POR EL PRODUCTO se basa en la relación causal (y característicamente física) entre un productor y su
producto. EL LUGAR POR EL ACONTECIMIENTO se basa en nuestra experiencia con la localización física de aconteci-
mientos. Y así sucesivamente” (Lakoff y Johnson, 2009: 78).
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Presencia del cuerpo
dicha estructura puede proyectarse a esferas abstractas. La posición erguida, además de la verticalidad,
En segundo lugar, la comprensión metafórica no sólo implica también la diferenciación de la horizontalidad
es una cuestión de proyección arbitraria y fantasiosa de y la sagitalidad de sí y de las cosas. A partir de allí se
cualquier cosa a cualquier otra y sin limitaciones. La tienen unas primeras impresiones perceptivas, líneas
experiencia corporal concreta no sólo limita la “entrada” de fuerzas en tensión, que son las de arriba, abajo,
de las proyecciones metafóricas, sino la naturaleza de las dos lados, frente y atrás, que crearán esquemas de
proyecciones propiamente dichas, es decir, los tipos de imágenes entendidas como estructuras no proposicio-
trazados que se producen entre diversas esferas [John- nales de la imaginación; es decir, estructuras maleables
son, 1991: 17-18]. de la percepción y programas motores: programas de y
para la acción. Así planteado, este tipo de percepción
Piénsese, por ejemplo, la estructura corpórea de la no se limita nada más a una orientación espacial, sino
posición erguida, que es posible por fuerzas en tensión que debe incluir las líneas de fuerza que conllevan un
–musculares, óseas, contra la gravedad, etcétera– punto de partida y uno de llegada y que son un pro-
que creará el esquema de imagen de la verticalidad, que grama de acción.
es la estructura abstracta de experiencias, imágenes Otros esquemas de imágenes surgidos de la expe
y percepciones de la verticalidad que dan la posibili riencia de las tensiones de fuerza son: de fuerza coac-
dad de diferenciar entre arriba y abajo y que, por tiva, de contención, equilibrio, recorridos, vínculos,
medio de proyecciones metafóricas, se vincula con un ciclos, balanza, escalas, centro-periferia y sus distin-
razonamiento según el cual se establece que “más es tos modos de darse pues, por ejemplo, en el caso del
arriba”. Esta expresión proposicional equilibrio se da como: sistémico, psicológico, de la
argumentación racional, legal/moral y como igualdad
es un modo abreviado pero equívoco de mencionar una matemática. El caso del esquema de fuerza coactiva
compleja red empírica de relaciones que, en sí misma, no se entiende debido a que la
es básicamente proposicional. No es casual que compren
damos cantidad en función del esquema de verticalidad coacción presenta una estructura interna compuesta por
[pues] tiene que ver con nuestras experiencias corpora- un vector de fuerza (con determinada magnitud y direc-
les cotidianas más corrientes y con los esquemas de las ción), por una entidad sobre la cual concurre la fuerza
imágenes que suponen. Si se añade más líquido a un y por una trayectoria potencial que la entidad recorrerá.
recipiente, el nivel sube […] Por consiguiente, en nues- Esta estructura constriñe el modo en que el esquema
tra experiencia más y arriba están correlacionados en el organiza el significado e influye en el proceso deductivo
sentido de que proporcionan la base física de nuestra en esferas de la comprensión que se ocupan de cierto tipo
comprensión abstracta de cantidad [Johnson, 1991: 18]. de fuerzas [Johnson, 1991: 52].
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Adriana Guzmán
ir hacia delante, adelantar la solución, progresar, pro- cindible en las distintas formas en las que se logra
vienen de la marcha (Leroi-Gourhan, 1971; Johnson, obtener comprensión, significado y vinculación con lo
1991; Chateau, 1976 [1972]).9 y los otros; pues la experiencia para el sapiens moldea
De igual modo, parte fundamental del conocimiento los patrones que rigen el movimiento corporal debido
metafórico está vinculado, desde Aristóteles,10 con la a la orientación espacial y temporal y a las formas de
mimesis, cualidad en la que lo igual se conoce por interacción con los objetos y los seres del mundo.
lo igual, lo que implica reconocer diferencias; gracias a Lo anterior ya era un señalamiento en Chateau
ello es posible imitar la realidad externa tanto en térmi- (1976), quien además comenta que la verticalidad con-
nos de cómo funciona la naturaleza, como en términos tiene una bipolaridad en la que a la parte inferior del
de la copia de la apariencia de las cosas –lo que puede cuerpo se deja principalmente la tarea de apoyo y tras-
incluir a la representación–, así como la imitación lación, mientras que la parte superior es un refinado
de comportamientos, modelos, conocimientos y va - campo técnico que cuenta con instrumentos de pren-
lores que logran generar trasposición de marcos y com- sión, como la boca, e instrumentos de localización,
plejas redes emocionales, lo cual modifica el carácter, como los ojos, donde la especialización de cada uno
pues la mimesis hace posible la conexión o creación de de los polos no se realiza sin la especialización del otro.
intrincadas redes emotivas generando placer, deseo, La constitución de ese campo técnico abre dos vías:
rivalidad, compasión, comunión, empatía, rechazo. A una corresponde a la integración en el mismo campo de
partir de la mimesis es posible que, además, las cosas, las funciones sensitiva y motriz –polo anterior–; la otra
objetos, eventos o situaciones del mundo establezcan a una separación de ambas funciones, pues la mano
relaciones miméticas entre sí. Toda imitación produce supone una división del campo técnico anterior en dos
un aprendizaje sumamente complejo pues implica cap- polos, uno facial y otro manual, cuyas actividades de-
tación, adecuación y potenciación, lo que conlleva ben coordinarse, pues no basta con un órgano de pren-
conocimiento, reconocimiento, aprendizaje y compren- sión, sino que debe estar bajo el control de la mirada.
sión y que apela de igual forma a semejanzas, analo- En el refinamiento del campo técnico está implica-
gías o ciclos repetitivos. La mimesis es una compleja da la percepción de y en el espacio, como en la dis-
experiencia cognitiva que aparece en función del obje- tinción entre fondo y figura, la cual no tiene fronteras
to (objetos, personas o situaciones), del medio (proce absolutamente netas, dado que un campo percepti-
sos de aprendizaje, adquisición o reproducción) y del vo está constituido por líneas de fuerza que le dan una
modo, que involucra tecnologías, actitudes, desarro- orientación. La figura nace, de hecho, de la convergen-
llo de capacidades y situaciones anímicas individuales cia de las líneas de fuerza, es el punto al que se es
o colectivas, lo que incluye comportamientos, modelos, atraído o del que se es repelido; en otras palabras,
conocimientos y valores. es un devenir figura para el percibiente. En la percep-
También con la mimesis se revela o expresa la ción de fondo y figura se está de lleno en una cuestión
realidad interna y, en este juego de aprehensión de rea- de espacio, pero el cuerpo percibiente mismo es espacio,
lidades, la frontera entre el interior y el exterior se hace ocupa un espacio y ello determina toda su posibilidad
difusa, lo cual permite que cada vez, cada contacto, de percepción. Es por esto que se dice que la con-
sea novedoso. La mimesis o capacidad imitativa es una dición de estar en el mundo del sujeto es su carna-
forma vital de la experiencia y de la adquisición de lidad que es volumen, pues ocupa y tiene espacio y
conocimientos, pues con la mimesis –esa compulsión a por lo tanto es espacio. Siendo espacio percibe, y la per-
ser otro, dirá Benjamin– se da un contacto perceptivo, cepción es acción, lo que establece un modo de ser li-
carnal, que abre al ser a los otros seres del mundo gado a fuerzas, fuerzas en tensión y tensiones de fuerzas
construyéndose intercorporalmente.11 permanentes, lo que estará en la base de todo acto,
Así, se establece entonces que la racionalidad está acción y conducta, como caminar o pensar.
corporeizada y que la imaginación, “la loca de la casa”, Hay, pues, la percepción de una figura, pero que
y el aprendizaje metafórico juegan un papel impres- implica también un segundo nivel de percepción
9
Esta capacidad de conocimiento metafórico es posible por las formas en las que se procesa la experiencia corpórea y que
está en la base del significado, la comprensión y la razón; lo es también del aprendizaje a través de metáforas, mismas que
deben ser entendidas como no proposicionales, tales como “el cuerpo es una máquina”, lo que determina cierto tipo de
experiencia del cuerpo y de tratamientos del mismo. Esto es lo que hace posible sostener que el cuerpo es una construc-
ción cultural en la que también entra en juego lo que de él se piense y se diga, ya que será un conocimiento asimilado por
el cuerpo mismo, introyectado en la carne, encarnado.
10
La metáfora es tratada por Aristóteles sobre todo en la Poética y la Retórica, pues le atribuye, precisamente, dos funciones:
una poética y una retórica. Dentro de la función poética de la metáfora desarrolla sus planteamientos sobre la mimesis.
11
Un desarrollo detallado sobre la mimesis se encuentra en Guzmán, 2017.
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Presencia del cuerpo
que es el fondo, es decir, lo que da la posibilidad de que entre el suelo y el cuerpo; e incluso la mano, entre el
algo devenga figura. Al fondo se le considera un se- cuerpo y el objeto” (Chateau, 1976: 104). Aparece así,
gundo nivel perceptivo, pues llama menos la atención en el interior del organismo, un espacio abierto, por
que la propia figura, de hecho, es por eso que es el mínimo que sea, entre el punto de apoyo y el punto
fondo y es, entonces, un horizonte. Así establecido, la de aplicación; espacio que resulta mediador entre los
percepción entre fondo y figura es de grado, pues de dos anclajes existenciales que separa y aparta. Entre
serlo de naturaleza no sería posible el hecho de devenir el punto de apoyo y el punto de aplicación aparecerá,
figura y que esto pudiera cambiarse, es decir, el que entonces, una posibilidad de vacío
un elemento del fondo pasara a ser figura y viceversa,
lo que sucede todo el tiempo. una especie de separación de dos resistencias, como un
Las líneas de fuerza que están presentes en este acto agujero que surgiera en el mundo. Entre dos realidades
perceptivo implican, necesariamente, una motricidad existenciales parece que se hubiera excavado un vacío.
o, con más exactitud, “horizontes motoros correspon- Pero de ninguna manera se trata de un agujero de la nada
dientes a la vigilancia motora. Se activan únicamente que se instalara en el corazón de la existencia: eso no es
los gestos referentes a la figura central, y los demás cierto más que en la perspectiva de las cosas inhuma-
permanecen despiertos pero en estado de latencia. nas, de las cosas inertes que pesan únicamente por su
Por este juego de concentración y vigilancia variada, existencia. Es en el interior de esas cosas donde se crea
se establece una especie de jerarquía de conductas un vacío [lo que provoca que] Por un lado se produzca un
motrices” (Chateau, 1976: 39) que ya han requerido reacomodo del orden de las cosas, una transformación de
de cierto aprendizaje. Esta capacidad corpórea de per- su estructura, y esa transformación testimonia una marca
cepción de fondo y figura ya es un proceso intelectivo; dejada sobre esas cosas, una toma de posesión. Por otra
además, un fondo es un horizonte y todo pensamiento parte, el vacío aparente es en realidad un lleno de fuer-
za, un lleno de acto. De ese agujero en la existencia va a
comporta un centro explícito que se recorta o apoya sobre aparecer el instrumento de rodeo, después el instrumento
horizontes más o menos explícitos. Esta noción de hori- mental de las operaciones; allí es donde tendrá lugar, por
zonte puede tomarse en varios sentidos. Puede tratarse de una actividad de otra clase [una proyección metafóri-
horizontes que se abren sobre la marcha […] Puede tam ca], una actividad funcional que ya no estará sostenida
bién tratarse simplemente de horizontes sobre los cuales por el peso del punto de aplicación y del punto de apoyo.
se recorta la Gestalt perceptiva. Puede tratarse incluso de Es ahí donde se desarrolla el germen del pensamiento
relaciones significativas implícitas: a esto se debe que toda futuro [Chateau, 1976: 48].
palabra [pueda evocar] confusamente afectos y conceptos
mediante los cuales la palabra misma adquiere espesor y Este juego así creado entre los anclajes del acto,
resonancia. Está claro que todo pensamiento vivo supone puede verse también como un horizonte y, al considerar
horizontes en el primero y tercer sentido. Pero nos parece el horizonte entre los componentes de la percepción
que esos dos sentidos provienen, de hecho, del segundo espacial, el humano, que tiene una gran capacidad
[Chateau, 1976: 42-43]. para el rodeo, muestra con claridad que el fondo no
se encuentra completamente separado de la figura. Se
Es decir, de horizontes sobre los cuales se recorta puede, pues, considerar que la intervención de la in-
la Gestalt perceptiva. teligencia “consiste en hacer entrar en el problema los
Así, la verticalidad, la traslación y la percepción datos del horizonte” (Chateau, 1976: 81).
de fondo y figura colocan al sujeto entre juegos de Los primeros brotes de la inteligencia técnica se
tensiones de fuerza que implican un punto de apoyo, dan con la conducta de rodeo, cuyo carácter esencial
un punto de aplicación y un horizonte. El desarro- es que exige que la atención abandone el objeto para
llo de la tonicidad –un juego entre huesos, músculos fijarse en un intermediario, en un medio. Esto ya
e impulsos nerviosos– hace posible que el cuerpo se conlleva cierta emotividad, pues sería difícil pensar
convierta, él mismo, en punto de apoyo y en punto en el rodeo sin cierta serenidad; cuando se está ante
de aplicación, por ejemplo, las piernas serán punto de una situación apremiante en extremo suele haber una
apoyo para el funcionamiento del campo técnico y así aproximación directa al objeto o un quedarse parali-
sucesivamente: el torso será del brazo, que a su vez lo zado; así, el rodeo, es decir la aparición de un medio
será de la mano, que lo será de los dedos. “Toda parte o intermediario, siempre implica cierta serenidad y un
del cuerpo participa, en grado variable, de los dos po- horizonte. “Para que aparezca el rodeo, es necesario
los, en una transición continua que va de los pies a la que la atención esté ya algo difundida, que se lleve al
mano. Todo órgano es un intermediario; incluso el pie, lado del objeto al mismo tiempo que sobre el objeto:
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Adriana Guzmán
por eso es que una conducta tal supone el ensancha- desarrollo de la mano y el rostro en estrecha vincu
miento del campo de consciencia, unido a una disminu lación. El rostro, el gesto entero, se torna fundamental
ción de la tensión afectiva” (Chateau, 1976: 80). para la comunicación. La estructura de la mano: que
Ahora bien, para entender a cabalidad la actitud es puño y golpea; que es palma y contenedor, lo que se
de intermediación o de rodeo debe tomarse en cuenta extiende al análisis; que es pinza y sostiene, lo que
la postura sedente –a la que suele dedicársele poca abre la posibilidad de la transformación y la síntesis
atención– pues tal postura abre el campo al análisis que, junto con la conducta de rodeo –que también se
y a la manipulación de un objeto bajo la vigilancia de da en la marcha– lleva a la utilización de herramientas.
la mirada, análisis que será mucho más minucioso Como resulta claro, todo este desarrollo no ha sido
mientras más diestra sea la mano. Por la manipula- únicamente cuestión de biología,
ción aparece –al mismo tiempo que un instrumento
técnico especializado– una especie de nuevo mundo, el No puede negarse, en efecto, que el utensilio es fabricado
contenido en las palmas de las manos: es una especie según una técnica […]; ahora bien, esa fabricación no im-
de ámbito privilegiado, a la vez recipiente y nido de la plica solamente un gesto técnico, del cual el animal tal vez
realidad “Este ámbito no está ya ligado a la situación fuera capaz, incluso no implica solamente una tradición
ambiente; hay en él un nido que vale por sí mismo, de la que podríamos preguntarnos si el animal superior
que llama la atención sobre un punto particular, que no sería capaz […] sino que supone además y sobre todo,
determina el psiquismo todo, ofreciéndole una reali una cierta previsión en el tiempo. Si el útil fabricado se
dad no impuesta, sino cogida y escogida […] En ese conserva, es porque a ese útil se le ha adjudicado un cierto
nido de realidades se esbozan ya elementos esenciales número de significaciones: ya no es un sílex cualquiera,
del desarrollo técnico y psíquico (Chateau, 1976: 63). es un sílex hecho para [Chateau, 1976: 91].
Entonces, también es de consideración la estructu
ra de la mano que es dual, a la vez sierva y señora, Al útil fabricado le corresponde un verdadero con-
heterónoma o autónoma según la ocasión. Prolonga cepto de utilización por el cual su eficacia es signifi-
el brazo y, por el brazo, el cuerpo entero. A veces se
endurece como puño o se extiende en palma aplicada
ampliamente sobre el objeto, o se contrae como pinza.
La mano golpea, empuja o prensa, lo cual la vincula
con otros desarrollos que ya han sido planteados, por
ejemplo con respecto a la conducta de rodeo, la mano
en sí puede ser un rodeo, pues resulta intermediaria
para el consumo de alimentos. De igual modo se ob-
serva que el hueco de la mano abre toda una posibi-
lidad a la inteligencia, pues ella puede contener un
objeto y es así el modelo privilegiado para todo contene-
dor; pero no sólo puede sostenerlo, sino que gracias al
dedo pulgar puede manipularlo, lo que posibilita el
análisis, o bien transformarlo, lo que abre el campo a
la síntesis “La mano esboza el poder de limitar o disgre
gar una estructura; y en ello se expresa también una
implícita afirmación de sí” (Chateau, 1976: 88). Por
consiguiente, se considera entonces que es la conducta
del hueco de la mano, que implica análisis y síntesis
donde “La forma de síntesis más importante es la que
consiste en prolongar la mano por un útil […] Por es-
tas aptitudes, la mano representa el instrumento pri-
vilegiado de la inteligencia sensorio-motriz o concreta”
(Chateau, 1976: 89).
Se tiene, por tanto, que a partir de la postura erguida
–que conlleva la marcha bípeda– se da un desarrollo
de la bipolarización que supone una especialización,
por un lado de la parte inferior para la marcha y de
la superior para el campo técnico, gracias al doble
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Presencia del cuerpo
cada; la utilización requiere un instructivo de empleo, una ligereza que se presta a estructuraciones, a combi-
el cual es, precisamente, el concepto, el cual no puede naciones mentales, que constituyen una función fluida
ser único y homogéneo, sino de una estructura que se […] y por otra parte su carácter social. Menos urgido de
refiere a la vez a la fabricación y la utilización en oca- un anclaje existencial que el gesto práctico, el lenguaje
siones diversas; es decir, en este caso hay que apelar asegura por ello una comunicación fácil entre los hombres,
a una verdadera sintaxis. Con el concepto técnico gracias a estructuras psíquicas articuladas [Chateau,
que genera este tipo particular de sintaxis se tiene la 1976: 94].
capacidad de separarse de la situación –prever algo
para, guardarlo para uso posterior– y con ello dar La aparición del lenguaje, entonces, no está pren-
cabida al surgimiento de lo que se ha llamado re- dada de la situación inmediata, del gesto práctico,
presentación. Punto nodal de la cualidad sígnica del sino que es mucho más probable que esté relacionada
sapiens es, entonces, la representación –algo que está con la transmisión de los saberes obtenidos por esos
en lugar de otra cosa– que tiene la capacidad de se- gestos, asegurando la transmisión diferida de los sím-
pararse de la situación. El concepto técnico posibilita bolos de la acción, con lo que adquiere un carácter
el surgimiento de, eminentemente social, por lo que se requiere primero
de la aparición del gesto representativo,
por una parte un significado material o gesticular; por
otra, un significante, una imitación gesticular [que] es la un lenguaje gesticular elemental, el que dibuja los con-
primera forma de concepto mental. ceptos en conductas motrices, esbozos de actividades
[…] reales. Y tal lenguaje gesticular es difícilmente concebi-
La materia de la inteligencia […] sobrepasa lo biológico ble sin emisiones sonoras que constituyan un boceto
[…] en el sentido en que ya no se encuentra ligada a la sonoro y un ritmo. No hay pues por qué apelar a dos
situación, sino que implica un concepto transferible y clases de lenguaje, sino a un lenguaje gesticular y sono-
la intención de utilizar de nuevo el utensilio en el por- ro en el cual el polo significativo estará al principio más
venir, conforme a ese concepto. El problema planteado bien del lado del gesto que del lado del sonido. La transi-
aquí es, en el fondo, el del nacimiento de la inteligencia ción del lenguaje principalmente gesticular al lengua-
representativa humana [Chateau, 1976: 92]. je principalmente vocal es insensible: siempre la voz ha
acompañado al gesto representativo, y la tentación del
Inteligencia que se desprende, y cada vez más, del gesto permanece detrás de los razonamientos más sutiles.
gesto útil o práctico, con lo que vuelve a aparecer la Al principio, es el gesto representativo el que manda a la
importancia de la actitud de rodeo. Aquí se introdu- voz […] A medida que la materia cerebral tomará el cerrojo
ce el problema del lenguaje, pues es la separación de frontal en regresión, tenderá a tomar la primacía sobre
la situación o bien la aparición del signo como algo los signos gesticulares, pero la conexión se conservará
que está en lugar de otra cosa, es decir, otra forma estrecha [Chateau, 1976: 96].
de intermediación o de rodeo.
Gesto representativo, sonoridad y ritmo empu -
Lo característico del lenguaje es, por una parte, que jan hacia el lenguaje vocal, la palabra, que no parece
desprende al significante de la situación y por ello le da haber surgido en actividades prácticas, sino lúdicas:
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Adriana Guzmán
Al relacionar las propuestas de Chateau y Johnson profundos y viscerales, lo que, recuperando ahora
se observa que es la estructura corpórea, la habilidad los últimos planteamientos de Johnson (2008), se re
perceptiva y de la mano y la capacidad de represen- fiere, en el fondo, a la estética:
tación, procedente de la actitud de rodeo, lo que hace
posible que los procesos cognitivos se desarrollen en Mi trabajo durante las últimas tres décadas se ha centrado
estrecha vinculación con el desenvolvimiento técnico, principalmente en las fuentes corporales de significa-
pues la experiencia vivida en el cuerpo y el proceso de do, imaginación y razonamiento. Me basé en la fenomenolo-
representación de las cosas y las actividades permite no gía, la lingüística y las ciencias cognitivas emergentes para
sólo la adaptación al medio, sino la creación de técni- explicar cómo aspectos de nuestra experiencia corporal
cas para pensarlo y modificarlo y la forma de transmitir dan lugar a nuestra conceptualización y razonamiento.
dichas técnicas que, entonces, siempre son técnicas Sin embargo, me he dado cuenta de que, aunque enton-
corporales que determinan los caminos en los que se ces consideré que estos esfuerzos anteriores revelaban el
arriba al conocimiento, la comprensión y la razón. corazón mismo de la creación de significado humano, no
Así, se han llegado a establecer distintas conduc- había captado las fuentes corporales más profundas del
tas que dependen de las estructuras corpóreas y su significado. En retrospectiva, ahora veo que los aspectos
motricidad: conductas ligadas al punto de apoyo, estructurales de nuestras interacciones corporales con
al punto de aplicación y al horizonte, el cual conlle- nuestro entorno en el que me estaba enfocando depen-
va la conducta de rodeo y que está relacionada con dían ellos mismos de dimensiones aún más sumergidas
la estructura de la mano que es puño y golpea; que es de comprensión corporal. Fue un paso importante inves-
palma y contenedor y con ello análisis que colabora tigar a continuación conceptos, proposiciones y oracio-
en la conducta del rodeo y del hueco; que es pinza y nes sobre los procesos sensomotores mediante los cuales
síntesis, lo que también involucra la conducta de ro- entendemos nuestro mundo, pero lo que ahora se necesi-
deo. Como es evidente, el pie y la mano son parte fun ta es una exploración mucho más profunda de las cualida-
damental del meollo del sapiens, y tienen una oposi- des, sentimientos, emociones y procesos corporales que
ción clara “El paso arraiga en lo real, en lo difícil; la hacen posible el significado.
mano desarraiga y no modela más que la materia, no Una vez que di el salto a estos orígenes profundos y
las cosas. El paso es siempre conquistador; la mano, viscerales del significado, pronto me di cuenta de que
en cambio, elabora cuidadosamente lo que ha sido estaba tratando con aspectos de la experiencia tradicio-
conquistado, da forma, crea obras, opera” (Chateau, nalmente considerados dentro del ámbito de la estética.
1976: 76), con lo que Chateau observa al arte, al canto Si esto fuera cierto, entonces la estética no debe inter
y a la danza más elemental, como el nacimiento del pretarse estrictamente como el estudio del arte y la llamada
pensamiento representativo. experiencia estética. En cambio, la estética se convierte en
el estudio de todo lo que entra en la capacidad humana
El pensamiento de la muerte, la palabra de vida, el lenguaje de crear y experimentar significado. Esto implica que una
de afecto, en tanto que lenguajes, son supraindividuales, estética de la comprensión humana debería convertirse
mediadores, pero su mediación, su voluta alejada y en- en la base de toda la filosofía, incluida la metafísica, la
volvente, se encastra y enraiza en el magma inmediato, teoría del conocimiento, la lógica, la filosofía de la mente
no articulado, oscuro, de la experiencia muda y ciega […] y el lenguaje y la teoría de los valores
El vuelo y el rodeo […] se entrevé en su centro, cuando […]
aún no ha concluido la melodía pensante, la irradiación la estética debe convertirse en la base de cualquier
enhiesta, siempre huidiza, fugitiva, de la caliente, sorda comprensión profunda del significado y el pensamiento.
inmediatez La estética es propiamente una investigación de todo lo
[…] que se relaciona con la creación de significado humano,
Esa presencia ineludible, y el fulgor peligroso, tentador y su enfoque tradicional en las artes se deriva principal-
e inquietante, de la cosa inmediata, fruta prohibida y en- mente del hecho de que las artes son casos ejemplares de
trevista por las cancelas de la mediación, empujan a las significado consumado. Sin embargo, cualquier estética
luces deslumbrantes del arte [Ballestero, 1985: 25-26]. adecuada de la cognición debe ir mucho más allá de las
artes para explorar cómo el significado es posible para
Pero cuando Chateau dice el arte más elemental criaturas con nuestros tipos de cuerpos, entornos e insti
en realidad está hablando de acciones y sentimientos tuciones y prácticas culturales [Johnson, 2008: 6-7]. 12
12
Traducción libre propia de: “My work over the past three decades has focused primarily on the bodily sources of mean-
ing, imagination, and reasoning. I drew from phenomenology, linguistics, and the newly emerging cognitive sciences to
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Presencia del cuerpo
Con esta propuesta se abre todo un expediente de Anne Johnson, Dilemas de la representación:
presencias, performance, poder, Universidad
investigaciones, por un lado de denuncia por el “robo” Autónoma Metropolitana/Instituto Nacional
por parte del arte del universo de la estética y, por de Antropología e Historia/Juan Pablos Edi-
otro, de lo que bien puede pensarse como el cuerpo en tor, Ciudad de México, pp. 125-167.
Johnson, Mark
cuanto engendramiento de lo estético, ambos tópicos 1991 El cuerpo en la mente, Debate, Madrid, 314
dignos de detallada revisión, que habrá de realizarse pp. [1987].
en otro momento, pero que ya enuncian enriquecedo- Johnson, Mark
2008 The Meaning of the Body. Aesthetics of Hu-
ras maneras para seguir reflexionando en torno a la
man Understanding, Universityof Chicago
inagotable y profunda presencia del cuerpo. Press, Chicago, 222 pp.
Kogan, Jacobo
1982 Filosofía de la imaginación. Función de la ima-
ginación en el arte, la religión y la filosofía,
Fuentes Paidós, Buenos Aires, 270 pp.
Lakoff, George
Ballestero, Manuel y Mark Johnson
1985 El devenir y la apariencia, Anthropos, Barce- 2009 Metáforas de la vida cotidiana, Cátedra, Ma-
lona, 133 pp. drid, 286 pp. [1986].
Chateau, Jean Leroi-Gourhan, André
1976 Las fuentes de lo imaginario, Fondo de Cultu- 1971 El gesto y la palabra, Universidad Central de
ra Económica, Madrid, 348 pp. [1972]. Venezuela, Caracas, 398 pp.
Guzmán, Adriana Sanfélix Vidarte, Vicente
2017 “El don. Reconsideraciones sobre la mime- 2007 “Percepción”, en Fernando Broncano (ed.), La
sis”, en Adriana Guzmán, Rodrigo Díaz Cruz y mente humana, Trotta, Madrid, pp. 333-351.
explain how aspects of our bodily experience give rise to our conceptualization and reasoning. However, I have come to
realize that even though I then regarded these earlier efforts as revealing the very heart of human meaning-making, nev-
ertheless, I had not grasped the deepest and most profound bodily sources of meaning. In retrospect, I now see that the
structural aspects of our bodily interactions with our environment upon which I was focusing were themselves dependent
on even more submerged dimensions of bodily understanding. It was an important step to probe below concepts, propo-
sitions, and sentences into the sensorimotor processes by which we understand our world, but what is now needed is a
far deeper exploration into the qualities, feelings, emotions, and bodily processes that make meaning possible.
Once I took the leap into these deep, visceral origins of meaning, I soon realized that I was dealing with aspects of expe-
rience traditionally regarded as the purview of aesthetics. If this was true, then aesthetics must not be narrowly construed
as the study of art and so-called aesthetic experience. Instead, aesthetics becomes the study of everything that goes into
the human capacity to make and experience meaning. This entailed that an aesthetics of human understanding should
become the basis for all philosophy, including metaphysics, theory of knowledge, logic, philosophy of mind and language,
and value theory
[…]
esthetics must become the basis of any profound understanding of meaning and thought. Aesthetics is properly an in-
vestigation of everything that goes into human meaning-making, and its traditional focus on the arts stems primarily from
the fact that arts are exemplary cases of consummated meaning. However, any adequate aesthetics of cognition must
range far beyond the arts proper to explore how meaning is possible for creatures with our types of bodies, environments,
and cultural institutions and practices”.
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