Lipogénesis
La lipogénesis es la principal ruta metabólica por la cual se sintetizan
ácidos grasos de cadena larga a partir de los carbohidratos consumidos
en exceso en la dieta. Estos ácidos grasos pueden ser incorporados a los
triglicéridos mediante su esterificación a moléculas de glicerol.
Imaginemos que nuestro cuerpo es una fábrica y los carbohidratos que
comemos son como un montón de ladrillos. Cuando consumimos más
ladrillos de los que necesitamos para construir nuestra casa (nuestro
cuerpo), la fábrica decide guardar algunos para más tarde. Esta reserva
se hace transformando los ladrillos sobrantes en un tipo especial de
ladrillo llamado ácido graso. Estos ácidos grasos son como ladrillos de
energía que podemos pegar juntos en grupos de tres para formar
triglicéridos, que son como baterías de energía para nuestro cuerpo.
Guardamos estas baterías de energía en un almacén especial llamado
tejido adiposo, que es como un depósito de energía. Cuando
necesitamos energía y no estamos comiendo, nuestro cuerpo va al
depósito, saca algunas baterías y las descompone para usar esa energía.
Esto se llama lipólisis, que es como si rompiéramos las baterías para
sacar la energía de adentro.
El proceso no termina ahí. Cuando rompemos las baterías, también
sacamos un líquido llamado glicerol, que nuestro cuerpo puede usar
para hacer más ladrillos (glucosa) si es necesario. Los ácidos grasos
liberados pueden viajar por todo el cuerpo, excepto al cerebro y a los
glóbulos rojos, porque ellos son como zonas VIP que no aceptan este tipo
de energía. En cambio, estos ácidos grasos pueden ser usados por otros
órganos o guardados de nuevo como baterías para cuando los
necesitemos.
Ahora, si comemos demasiados ladrillos grasosos todo el tiempo,
nuestro depósito de energía (tejido adiposo) tiene que crecer para
guardar todos esos ladrillos extra. Esto puede llevar a que tengamos un
depósito muy grande, lo que conocemos como obesidad. Por eso es
importante equilibrar los ladrillos que comemos con los que nuestro
cuerpo realmente necesita para mantener nuestra fábrica funcionando
bien y nuestro depósito de energía en un tamaño saludable.
Basados en el mismo ejemplo, podemos imaginar el cuerpo como una
fábrica y la lipogénesis como uno de sus departamentos más
importantes. Este departamento se especializa en convertir los excesos
de azúcares que consumimos, esos que no necesito de inmediato, en
una especie de reserva de energía, como una batería de respaldo que
guardo para cuando la necesite. Esta energía se almacena en forma de
grasa, es como si guardara dinero en una alcancía, pero en lugar de
monedas, guardo lípidos.
No todos los animales, incluyéndonos, pueden hacer todas las 'monedas'
o ácidos grasos que necesitan, por eso algunos tienen que obtenerlos a
través de la comida, como si fueran vitaminas esenciales. En nosotros,
esta fábrica de energía trabaja principalmente en dos áreas: el hígado y
los tejidos que acumulan grasa, que son como los almacenes donde se
guarda esta reserva.
Pero la lipogénesis no solo guarda energía, también produce unas
partículas muy especiales llamadas VLDL (del inglés Very Low Density
Lipoprotei), que son como camiones que transportan esta energía a
diferentes partes del cuerpo. Y cuando llegan a los músculos o a otros
depósitos de grasa, pueden 'descargar' esa energía para que se use o se
guarde.
Para que todo este proceso funcione bien, se necesitan directores que
den las órdenes correctas, y en este caso, las hormonas como la
insulina, la leptina y los glucocorticoides son los jefes. La insulina, por
ejemplo, es como el jefe que me dice: "¡Hey, hay mucho azúcar aquí,
comencemos a convertirlo en energía de reserva!"
Así que, en resumen, la lipogénesis es un proceso súper importante que
ayuda a nuestro cuerpo a manejar la energía de manera inteligente,
asegurándose de que siempre tenga una reserva para cuando se
necesite, y todo esto gracias a un equipo de trabajo muy bien
organizado y regulado.
Así también, se puede idealizar que el cuerpo es una fábrica y la
glucosa es un tipo de material que entra por la puerta principal. Esta
glucosa, que viene de los alimentos que consumimos, como el pan o la
pasta, necesita ser transformada para que la fábrica pueda usarla.
Primero, pasa por una serie de máquinas en el citosol, que es como el
piso de la fábrica, donde se corta y remodela hasta convertirse en una
pequeña pieza llamada piruvato. Este piruvato luego se transforma en
otra pieza más útil, el acetil-CoA, que es como una llave que puede abrir
la puerta a una sala especial llamada ciclo de Krebs, que está en la
mitocondria, el centro energético de la célula.
Una vez que el acetil-CoA entra en el ciclo de Krebs, se convierte en
citrato, que es como un boleto que le permite salir de la mitocondria y
comenzar un nuevo trabajo. Fuera de la mitocondria, una máquina
llamada ATP-citrato liasa toma el citrato y lo transforma de nuevo en
acetil-CoA. Luego, otra máquina, la acetil-CoA carboxilasa, pega un
pequeño grupo a este acetil-CoA para hacer malonil-CoA, que es como
agregar una etiqueta que dice "¡listo para la siguiente etapa!"
La parte más emocionante viene ahora: la transformación del malonil-
CoA en palmitato, que es como un bloque de construcción básico para
hacer cosas más grandes y complejas. Esta etapa es como una línea de
ensamblaje donde la enzima ácido graso sintasa trabaja lento pero con
precisión, asegurándose de que cada bloque de palmitato esté perfecto.
Y aunque el palmitato es el producto estrella, hay muchas otras
máquinas trabajando para pegarle cosas y transformarlo en diferentes
tipos de ácidos grasos, que son como versiones personalizadas del
producto básico.
Podemos decir entonces, que nuestro cuerpo tiene una cadena de
montaje increíblemente compleja y eficiente que toma la glucosa simple
y la convierte en una variedad de ácidos grasos que se utilizan para
todo, desde proporcionar energía hasta construir las membranas
celulares. ¡Es como una danza química perfectamente coreografiada que
sucede en cada célula de tu cuerpo!
Pues bien, para este ejemplo ahora nuestra fábrica se dedica a construir
cadenas, y cada eslabón de la cadena es un átomo de carbono. En la
fábrica de ácidos grasos, el complejo FAS es como una máquina que
toma pequeñas piezas de carbono del malonil-CoA y las añade a una
cadena creciente, utilizando la energía del NADPH. Cada vez que se
añaden dos carbonos, la cadena pasa por diferentes estaciones de
trabajo dentro de la máquina FAS, donde se moldea y se ajusta hasta
que finalmente se convierte en palmitato, una cadena de 16 eslabones
lista para salir de la fábrica.
Pero la construcción no termina ahí. Imaginemos ahora que esta cadena
puede ser aún más larga y diversa. Aquí es donde entran en juego las
proteínas Elovl, que son como trabajadores especializados que toman la
cadena básica de palmitato y le añaden más eslabones, alargándola aún
más. Y para darle un toque final, otras enzimas actúan como artistas que
esculpen la cadena, introduciendo curvas y dobleces (los dobles
enlaces), lo que hace que la cadena sea más flexible y adecuada para
diferentes funciones en el cuerpo.
Y para concluir con esta grandiosa ruta metabólica sigamos con la
imaginación, nuestro cuerpo es una fábrica y los carbohidratos son los
camiones que traen materiales. Cuando comemos alimentos ricos en
carbohidratos, es como si enviaran muchos camiones a esa fábrica
hepática. Ahora, no todos los camiones son iguales: algunos, como los
que llevan fructosa, son supercargados y hacen que la fábrica trabaje
mucho más rápido, produciendo grasas. La glucosa, otro tipo de
carbohidrato, es como un gerente que le dice a la fábrica qué hacer,
activando máquinas especiales (enzimas) para hacer más grasa. Pero,
¡espera! También hay sensores en la fábrica que revisan cuántos
camiones de glucosa hay afuera y ajustan la producción de grasa en
consecuencia. Si hay muchos, se produce más grasa; si hay pocos,
menos. Además, esta fábrica es parte de una red más grande, con
hormonas actuando como mensajes entre diferentes fábricas del cuerpo,
asegurándose de que todo funcione en armonía. Así es como el cuerpo
regula la producción de grasa, ¡es un sistema increíblemente complejo y
bien coordinado!
Referencias
Ameer, F., Scandiuzzi, L., Hasnain, S., Kalbacher, H., & Zaidi, N.
De
novo lipogenesis in health and disease. Metabolism.
Mathews, C., van Holde, K., & Ahern, K. Biochemistry (3th ed.). San
Francisco, California: Pearson.
Nelson, D. L., & Cox, M. M. Lehninger Principios de Bioquímica. Ediciones
Omega (5th ed.).