MONICIONES PARA LA SEMANA SANTA DEL 13 AL 20 DE ABRIL DE 2025
MISA DEL DOMINGO DE RAMOS 13/04/2025
PROCESIÓN DE LAS PALMAS
Monición en punto de Concentración:
Hermanos, nos hemos reunido esta mañana para iniciar la celebración de la Semana Santa
recordando aquella entrada de Jesús a Jerusalén. Hoy, nosotros aclamaremos a Cristo, nuestro
Rey y Redentor, igual que los hebreos, con palmas y ramos, símbolo de vida y de victoria; que
nuestra alabanza sea una profesión de fe y un compromiso para seguir al Señor en su camino hacia
la cruz a través de ella hacia el triunfo definitivo.
Evangelio: Lucas 19, 28-40
Con la entrada de Jesús en la ciudad santa de Jerusalén, su ministerio público llega a la plenitud, y
nos situamos a las puertas del misterio pascual, centro de nuestra fe: su pasión, muerte y
resurrección. Que la Palabra que va a ser proclamada nos disponga a celebrar santamente todos
estos acontecimientos.
Monición a la bendición de Ramos
Ha llegado el momento de la bendición de las palmas y ramos para conmemorar la Entrada
Triunfal de Jesús en Jerusalén. Levantemos nuestras palmas y escuchemos atentamente la oración
del sacerdote.
Monición a la procesión:
Iniciaremos nuestra procesión acompañando a Jesús en su caminar, Que esta procesión nos haga
comprender lo que debe ser nuestra vida de bautizados; aclamar al Señor nuestro Salvador, por
una vida dedicada a su servicio, siguiéndolo fielmente, paso a paso.
MONICIÓN DE ENTRADA (YA EN EL TEMPLO)
Bienvenidos a esta celebración con la que iniciamos la semana santa. El Domingo de Ramos,
recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén hoy todos le aclamamos, porque creemos en
él, porque queremos seguirle en su camino en estos días santos, porque estamos convencidos de
que su pasión, muerte y resurrección nos abre también a nosotros las puertas de la vida.
Monición a la primera lectura (Isaías 50, 4-7)
En la memoria de los momentos importantes de la historia de la salvación, llegamos en este
domingo a escuchar el tercer «cántico del Siervo del Señor», del «segundo Isaías». Un poema que
nosotros vemos cumplido en Jesús de Nazaret. Atentos escuchemos.
Monición al salmo responsorial (Salmo 21)
En una experiencia de desamparo, el salmista implora la misericordia de Dios. Cristo hará suyas las
palabras de este salmo en su abandono en la cruz. Unamos nuestras voces a la suya diciendo:
Monición a la segunda lectura (Filipenses 2, 6-11)
En la segunda lectura de hoy, escucharemos un precioso himno que las primeras comunidades
cristianas entonaban para profesar la universalidad del sacrificio de Cristo. Pero también para
exaltar al Señor, que mediante su pasión dolorosa, ha visto restablecida la gloria que le
correspondía desde siempre. Escuchemos.
Monición al Evangelio (Lucas 22, 14—23, 56)
Con el corazón atento a la Buena Nueva de la salvación, dispongámonos a escuchar la
proclamación de la Pasión de Cristo, según San Lucas. Acompañemos de corazón estos momentos
de Cristo, como verdaderos discípulos suyos.
PRESENTACION DE OFRENDAS
Ofrezcamos al Señor el pan y el vino junto un firme propósito de fidelidad, acompañándolo en
cada uno de nuestro prójimo.
MONICION COLECTA:
Hermanos y hermanas, compartamos con alegría el fruto de nuestro trabajo, ayudemos a quienes
más nos necesitan en la comunidad; asimismo colaboremos al sostenimiento de nuestra
Parroquia. Aportemos generosamente en la colecta
MONICIÓN A LA COMUNION
Jesús nos invita a la mesa. Celebremos su llegada triunfal unidos por el banquete que Él mismo nos
prepara . Acerquémonos a recibirlo con fe y agradecimiento.
MONICION DE DESPEDIDA
Hemos comenzado la Semana Santa Dispongámonos a vivir estos días con intensidad. Sintámonos
convocados a participar de las celebraciones, tengámoslo en cuenta y sepamos que hay que estar
con Cristo acompañándolo en su Pasión y vivamos plenamente su resurrección en la celebración
de la Vigilia Pascua. Estas palmas y estos ramos que llevamos serán para nosotros la señal del
combate victorioso de Cristo, nuestro Señor.
LUNES SANTO 14/04/2025
Monición de Entrada:
Sean bienvenidos todos a esta celebración eucarística, reunidos para continuar el camino hacia la
Cruz y la Resurrección de nuestro señor Jesucristo, sigamos de cerca sus pasos para que
obtengamos la gracia de participar de manera sacramental, de los fruto de su Misterio pascual. Y
para que seamos salvados de todo mal. Nos ponemos de pie, mientras recibimos al celebrante.
Cantamos
PRIMERA LECTURA: Is. 42, 1-7
El primer canto, que escuchamos hoy del libro del profeta Isaías, presenta al Siervo como el
elegido de Dios, lleno de su Espíritu, enviado a llevar el derecho a las naciones y abrir los ojos de
los ciegos y liberar a los cautivos. Escuchemos con atención este mensaje.
SAL 26, 1-3. 13-14
Como la misión de ese Siervo, que nos presentaba la primera lectura, no se prevé que sea fácil, el
salmo 26 ya anticipa la clave para entender su éxito. Unámonos al salmista diciendo todos:
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
EVANGELIO Jn. 12, 1-11
La palabra evangélica de san Juan, que leemos hoy, refleja un momento de descanso de Jesús en
casa de una familia a la que él quería mucho, seis días antes de la pascua. Son sus amigos un alivio
para Jesús en medio del odio de sus enemigos, como veíamos lo días anteriores. Nos Ponemos de
pie, nos preparamos para la proclamación del Santo Evangelio.
MONICION DE OFERTORIO
Ofrezcamos al Señor el pan y el vino junto un firme propósito de fidelidad, acompañándolo en
cada uno de nuestro prójimo.
MONICION COLECTA:
Hermanos y hermanas, compartamos con alegría el fruto de nuestro trabajo, ayudemos a quienes
más nos necesitan en la comunidad; asimismo colaboremos al sostenimiento de nuestra
Parroquia. Aportemos generosamente en la colecta
MONICION A LA COMUNION
Jesús ahora en la comunión nos entrega su cuerpo y su sangre. No hubo nunca ni habrá otra
persona que haya hecho tanto por los hombres. Con fe y confianza acerquémonos a recibirlo.
MARTES SANTO 15/04/2025
MONICION DE ENTRADA:
Buenas tardes Hermanos: El Espíritu convoca a su Iglesia a experimentar el amor infinito del Padre,
que sacrifica a su Hijo por nuestra salvación. Pidamos a Dios en esta Eucaristía, cumplir como
Jesús, la voluntad del Padre. Las lecturas nos invitan a que seamos mensajeros de la palabra de
Dios, que él nos está llamando para que le sirvamos, proclamemos que él está vivo en cada uno de
nosotros y dándole siempre gracias. Nos ponemos de pie, mientras cantamos.
MONICIONES DE LA LECTURAS
PRIMERA LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS. IS 49, 1-6
La primera lectura de este martes santo se toma del segundo canto del siervo del Señor. En él se
expone la misión que el siervo ha recibido de Dios ya desde el seno materno. Escuchemos de qué
se trata esa misión
SAL 70, 1-6. 15. 17
El salmo 70 nos invita a que confiemos plenamente en Dios a pesar de los momentos fuertes que
estemos viviendo, que no estamos solo. En esos momentos secos, vacíos, debemos unirnos al
salmista y suplicar a Dios que se apresure a ayudarnos. Únicamente Él puede llenar nuestras vidas
con su gozo. Unámonos a esta oración diciendo todos:
R. Mi boca contará tu salvación, Señor.
Monición al Evangelio: San Juan 13, 21-33. 36-38
“Jesús, profundamente conmovido, dijo...”, Uno de ustedes me va a entregar… No cantara el gallo
antes que me hayas negado tres veces. Jesús se entrega libremente porque nos amaba, ya el sabia
por lo que pasaría pero lo hizo porque siempre quiso hacer la voluntad de su padre y porque
quería redimirnos. De Pie por favor y escuchemos atentos.
PRESENTACIÓN DE OFRENDAS
Con el pan y el vino presentamos al Señor nuestro deseo de una sincera conversión. Cantamos…
MONICION COLECTA:
Hermanos y hermanas, compartamos con alegría el fruto de nuestro trabajo, ayudemos a quienes
más nos necesitan en la comunidad; asimismo colaboremos al sostenimiento de nuestra
Parroquia. Aportemos generosamente en la colecta
MONICION DE COMUNIÓN
El Señor nos llama a alimentarnos con su Cuerpo. Vayamos a recibirlo cantando
MIERCOLES SANTO SE CONMEMORA A JESUS NAZARENO 16/04/2025
Monición de entrada:
Buenas tardes sean bienvenido a esta celebración eucarística que nos va adentrando
paulatinamente en el misterio del Triduo Pascual. Este Miércoles Santo para nosotros los
venezolanos, tiene una particularidad muy especial donde unimos historia, fe, esperanza y
devoción. Desde finales del siglo XVII la naciente Venezuela puso su fe y devoción en la imagen del
Nazareno. Es por eso que hoy La religiosidad popular llega al culmen con la devoción al Nazareno,
muchos de nosotros con profunda fe llevamos en este día vestiduras en homenaje a quien cargo
con la cruz por la vía dolorosa. Hoy como ayer Jesús nos enseña el llevar la cruz de cada uno, caer y
levantarse, detenerse y avanzar, servir y dejarse servir; ayudar y entregarse a la voluntad de Dios.
La traición de Judas, y las negaciones de Pedro, nos ponen en alerta para vigilar y estar firmes en la
fe que nos exige confesar a Jesucristo en nuestra vida con obras y palabras.
MONICIONES A LAS LECTURAS:
PRIMERA Lectura Is 50, 4-9
En esta lectura, Isaías nos invita a que confiemos en Dios porque él nos dará la fortaleza necesaria
para que seamos profetas donde quiera que estemos. Escuchemos con atención esta lectura.
SAL 68, 8-10. 21-22. 31. 33-34
Este salmo 68, está lleno de verdades preciosas para nuestra vida. Porque nos invita a bendecir al
Señor por los beneficios recibidos de Dios, quien vino a salvarnos, y a liberarnos de la muerte.
Alabemos a Dios diciendo todos:
Señor, que tu bondad me escuche en el día de tu favor
EVANGELIO Mt. 26, 14-25
No hubo presión, ni se necesitó extorsión o negociaciones. Judas fue solo a ver a las autoridades.
Para entregar a Jesús, puso en juego su propia libertad. No fue un títere de Dios ni de ningún
operador político de entonces. Es necesario que cada uno se haga responsable de sus actos; la
decisión de Judas o la nuestra, de traicionar es un acto de libertad. Nos ponemos de pie para
escuchar la proclamación del Santo Evangelio.
MONICION AL OFERTORIO
Ofrezcamos al Señor estos dones de pan y vino con el propósito firme de ser para el mundo un
motivo más para que otros se acerquen a Dios.
MONICION COLECTA:
Hermanos y hermanas, compartamos con alegría el fruto de nuestro trabajo, ayudemos a quienes
más nos necesitan en la comunidad; asimismo colaboremos al sostenimiento de nuestra
Parroquia. Aportemos generosamente en la colecta
MONICIÓN DE COMUNIÓN
Hermanos, Jesús nos ofrece el alimento de su cuerpo para caminar a su encuentro. Si deseamos
vivir según Él, acerquémonos y hagámonos uno con Él.
MONICIONES JUEVES SANTO MISA DE LA CENA DEL SEÑOR 17/04/2025 (CICLO C)
MONICIÓN DE ENTRADA
Buenas tardes, hermanos. Iniciamos, con esta solemne y festiva Eucaristía, tres días en los que
celebraremos y actualizaremos la PASIÓN, MUERTE Y RESURRECCIÓN DE CRISTO. Ha quedado
atrás ya la Santa Cuaresma y hoy, Jueves Santo, haremos presente lo que ocurrió en el Cenáculo la
última noche de la vida del Señor, el regalo de la Eucaristía, presencia amorosa de Jesús en medio
de nosotros; recordaremos el lavatorio de los pies de Jesús a los apóstoles, para que nosotros no
olvidemos que hemos de servir a los demás; y, finalmente, el don del sacerdocio a Iglesia y al
mundo, un don bajado del cielo. Empecemos el Triduo Pascual con el máximo deseo de celebrarlo
como Dios espera.
MONICION AL GLORIA
Durante la Cuaresma, tiempo de penitencia y de conversión, no hemos proclamado el Gloria. En
este Día Santo, llenos de gozo y alegría por la entrega de Jesús, que ha querido compartir con
nosotros su Palabra y la Eucaristía, para alimentarnos todos los días de nuestra vida, entonamos
este himno de alabanza.
LITURGIA DE LA PALABRA
Moniciones para cada lectura
Primera lectura (Éxodo 12, 1-8. 11-14)
El pueblo judío celebra la Pascua, recordando el paso del Señor que los libera de la esclavitud de
Egipto, signo del amor de predilección de Dios. Jesucristo también celebraba la Pascua y dará a
esta fiesta un nuevo significado. Escuchemos el relato pascual del libro del Éxodo.
Salmo responsorial (Salmo 115)
Con el salmo 115 damos gracias a Dios por los beneficios que recibimos de su generosidad.
Respondamos: El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo.
Segunda lectura (Corintios 11, 23-26)
De acuerdo con la tradición que Pablo recibió, Jesucristo, durante su Última Cena, realizó el
máximo acto de amor por la humanidad, al instituir la Eucaristía. Esto nos ayuda a comprender lo
sagrado de nuestra Eucaristía. Escuchemos a continuación el más antiguo de los relatos
eucarísticos del Nuevo Testamento.
Evangelio (Juan 13, 1-15)
También Jesús celebró, como los otros judíos, la comida del cordero en la noche de Pascua. Pero él
le dio un nuevo sentido a aquella celebración. Quiso dar a sus discípulos una muestra del amor
inmenso que les tenía y de servicio, al lavarles los pies. Abramos el corazón al mensaje del
Evangelio de San Juan: amar hasta el extremo.
MONICION AL LAVATORIO
Jesús, antes de subir a la cruz, quiso dejar clara una cosa a sus discípulos: creer en Él significa
servirle a los demás, verle en los demás, encontrarle con los demás. Con este gesto del lavado de
los pies, Jesús, nos dice que no hay cosa que agrade más a Dios que la entrega generosa por el
prójimo. Contemplemos este gesto: Ahora, el sacerdote que preside nuestra celebración repetirá
el gesto de Jesús. También nosotros estamos llamados a ser servidores de nuestros hermanos,
servidores de nuestra comunidad. El sacerdote representa a Jesús, y estos niños, cuyo pie va a ser
lavado, a los apóstoles.
LITURGIA EUCARÍSTICA
MONICIÓN COLECTA
Hermanas y hermanos seamos generosos con los pobres y enfermos de la comunidad. Asimismo
solidaricémonos con nuestra Parroquia, apoyándola en su labor social y pastoral. Aportemos con
desprendimiento en la colecta
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Con esta AGUA que presentamos, queremos ofrecerte la limpieza de nuestro corazón y
nuestro compromiso de servir a nuestros hermanos con humildad.
Con esta ESTOLA, queremos dar gracias a Dios por los sacerdotes. Que haya abundancia
de sacerdotes y que nunca les falte nuestra oración y nuestro apoyo espiritual y moral.
Hoy, ante el altar, acercamos las ofrendas que más agradan a Dios: EL PAN Y EL VINO. Que
se convertirán por su fuerza y su poder en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo.
MONICION DE COMUNIÓN
El Señor Jesús se ha quedado con nosotros en el alimento eucarístico. Con fe y alegría,
acerquémonos a recibirlo. Hagamos nuestros sus sentimientos y su entrega hasta la muerte de
cruz, que nos conduzcan a la gloria de la resurrección, anticipada en esta Cena que hoy
celebramos y compartimos.
TRASLADO DEL SANTISIMO SACRAMENTO AL MONUMENTO
Ahora vamos a proceder a la reserva solemne del Cuerpo de Cristo para la comunión de mañana.
Adoraremos al Señor, contemplaremos el gran don de la eucaristía, agradeciendo su presencia
amorosa entre nosotros.
Son momentos para un encuentro personal con el Señor que permanece fiel en el Sagrario
esperando a que nosotros acudamos a estar con él.
Son momentos de encuentro, de dejar que Dios entre en nuestra vida, por eso guardemos el
mayor silencio posible mientras estemos en el Monumento.
MONICION PARA EL TRASLADO AL MONUMENTO
El Señor, en la consagración, se ha quedado con nosotros. Ahora, y hasta la celebración, mañana,
de su Pasión y muerte, lo dejamos en un lugar especialmente adornado y preparado, el
Monumento. Lo vamos a dejar para que se siga ofreciendo y entregando por nosotros. Sigamos
con nuestros ojos al sacerdote: recogerá al Señor presente en las Formas consagradas y lo llevará
hasta el sagrario del Monumento que, en este día, está rodeado de luces, flores y velas. Que
sepamos sacar un rato largo para estar con Él, acompañándole y amándole. No tendría sentido
que se quede por amor en el Monumento, y que nosotros no fuéramos capaces de corresponder a
tanto amor haciéndole un buen rato de compañía.
Monición para la renovación de las promesas sacerdotales de nuestro sacerdote:
El sacerdote renovará las promesas sacerdotales que hizo el día de su ordenación. Hoy por la
mañana todos los sacerdotes de la diócesis renovaron esta promesa ante el Sr. Obispo, que es el
centro de unidad y el representante
VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR 18/04/2025
MONICIÓN DE ENTRADA:
Queridos hermanos y hermanas, hoy nos reunimos para conmemorar el Viernes Santo. Antes de
iniciar la celebración nos congregamos esta tarde, para celebrar la conmemoración de la muerte
del Seño, un día de profunda reflexión y recogimiento. En este día, recordamos la Pasión y Muerte
de nuestro Señor Jesucristo, quien, por amor a nosotros, entregó su vida en la cruz. Este es un
momento para meditar sobre el sacrificio que Él hizo y el significado de su entrega. Abramos
nuestros corazones a la gracia de Dios y permitamos que su amor nos transforme. Jesús, nuestro
Maestro y Señor, ha sido detenido, torturado y condenado a muerte. Su amor sin reservas, su
anuncio de un Dios que es Padre y que ama de un modo especial a los pecadores, su invitación a
transformar el corazón y la vida, su lucha contra todo lo que oprime a las personas, lo han
conducido hasta aquí. Los poderes civiles y religiosos de su tiempo no han soportado su forma de
hablar y vivir. Sus amigos le han dejado solo. Nosotros, hoy, hemos acompañado a Jesús en su
camino hacia la cruz. No somos mejores que los que lo condenaron. Ni somos mejores que los que
lo abandonaron. Como los apóstoles y los discípulos, somos débiles y pecadores. Pero como ellos
también, y gracias a su testimonio, nosotros hemos creído que de aquella cruz nace la vida. La
única verdadera vida. Por eso nos reunimos en silencio para contemplar y rezar con toda nuestra
fe y con todo agradecimiento.
1A PARTE: LITURGIA DE LA PALABRA
Monición a la primera lectura (Isaías 52, 13—53, 12)
La primera lectura de hoy es una narración apasionada de los sufrimientos del siervo de Yahvé,
pero también, de su exaltación. El testimonio de los Evangelios nos demuestra que esta profecía
encuentra su cumplimiento en Jesucristo y en su pasión dolorosa. Escuchemos la palabra de Dios,
con un corazón dispuesto y dócil a sus inspiraciones.
Monición al salmo responsorial (Salmo 30)
El su abandono en la cruz, el Señor Jesucristo clamó a Dios con las palabras del salmo 30. Hoy
hacemos nuestra esa plegaria, para dirigirnos al Señor. Respondamos:
Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu.
Monición a la segunda lectura (Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9)
La fe de la Iglesia nos enseña que el Señor Jesús, es verdadero Dios y verdadero hombre, pues se
ha identificado del todo con nosotros, llegando al extremo de ofrecer su vida en obediencia al
Padre, para concedernos la auténtica liberación.
Monición al Evangelio (Juan 18, 1—19, 42)
Con el corazón atento a la Buena Nueva de la salvación, dispongámonos a escuchar la
proclamación de la Pasión del Señor según San Juan. Pero antes aclamémosle.
MONICIÓN A LA ORACIÓN UNIVERSAL
La Cruz de Cristo, como proclama la liturgia de hoy, ha traído la alegría y la salvación al mundo
entero. Los cristianos, que hemos conocido esa alegría, no podemos guardar para nosotros ese
tesoro de la salvación de Dios. Por eso, como respuesta a esta Palabra que hoy hemos
escuchado, vamos a hacer la oración de los fieles, que es siempre oración universal, pidiendo
por todos, para que a todos alcance la luz de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Lo
haremos de forma solemne: un lector proclamará la intención, por la que todos oramos en un
momento de silencio, y luego el sacerdote recoge la oración de todos en una oración que todos
elevamos al Padre diciendo “Amén.
2A PARTE: ADORACIÓN DE LA CRUZ
Monición
La cruz de Jesucristo es hoy el centro de nuestra asamblea. Por eso ahora la recibimos
solemnemente y manifestamos nuestra fe y agradecimiento a nuestro salvador. Es a Jesucristo
crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, a quien adoraremos; por eso, con
profunda devoción, dispongámonos a participar de la segunda parte de la liturgia de hoy.
3A PARTE: SAGRADA COMUNIÓN
Monición
Hemos adorado a Jesucristo crucificado, ahora vamos a iniciar la tercera parte de la liturgia de hoy,
en la cual nos disponemos a compartir su Cuerpo y Sangre entregados por nosotros. Pero antes,
vamos a dirigirnos en oración al Señor y también expresamos el signo de la paz. Preparemos
nuestro corazón para ello.
MISA DE LA VIGILIA PASCUAL
MONICION DE ENTRADA:
HERMANOS EN CRISTO sean todos Bienvenidos a la Celebración de la Vigilia Pascual. Esta es
noche de celebración que para nosotros se ha convertido en la más brillante y hermosa, en la
que el Señor Jesús ha pasado de la muerte a la Vida, la Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados
por el mundo, a que se reúnan para orar y celebrar este acontecimiento. Juntos hemos vivido días
de oración, de penitencia, de privaciones, de reflexión, de vía crucis. Esta es la noche de las
noches. La noche por excelencia. Hoy, las tinieblas se desvanecen, la oscuridad queda derrotada,
la muerte es vencida de modo definitivo y Cristo se alza victorioso ante su pueblo. Por ello nos
reunimos en vigilia de oración a la espera de Cristo Resucitado, para escuchar la Palabra de Dios,
para participar en los Sacramentos de la Iglesia, para celebrar con Cristo el banquete pascual. La
fiesta que estamos a punto de comenzar no es una celebración cualquiera. Nos encontramos ante
la más importante y solemne de todas las fiestas.
PRIMERA PARTE. LUCERNARIO O LITURGIA DE LA LUZ
BENDICION DEL FUEGO:
El fuego representa a Dios su fuerza y grandeza, este fuego nuevo encendido hoy en nuestra
celebración llena de luz, este cirio que representa a Cristo Vivo y Resucitado cuya luz inextinguible
brilla en las tinieblas e iluminas nuestras vidas.
Con el fuego nuevo se enciende el cirio Pascual, el sacerdote procede a remarcar una Cruz en el
Cirio, después traza sobre el la letra Griega Alfa y debajo la letra Omega que serían para nosotros
A y Z de nuestro ABECEDARIO, luego entre los brazos de la Cruz traza los cuatro números del año
en curso 2015.
Monición a la Procesión:
Comenzamos la solemne procesión, para recordar que el Señor aleja con su luz las tinieblas de
nuestras vidas y del mundo entero. Iluminados por la luz de Cirio Pascual, seguiremos a Cristo que
sale resplandeciente del sepulcro y, a la luz de su triunfo, nos disponemos a inaugurar las fiestas
pascuales.
Pregón pascual. El Sacerdote inicia la procesión del Cirio Pascual.
II.- LITURGIA DE PALABRA
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (GÉNESIS 1, 1—2, 2)
Empezamos la escucha de la Palabra con el relato de la creación del mundo y del género humano
según el primer libro de la Biblia, el Génesis. En esta noche nos disponemos a celebrar el
«nacimiento» a la vida resucitada del segundo Adán, Cristo, el primogénito de la nueva creación.
Escuchemos atentos esta primera lectura.
MONICIÓN AL SALMO RESPONSORIAL: SALMO 103
El salmo 103 nos ayuda a manifestar nuestra admiración por la obra creadora de Dios. Por eso
aclamamos a con las palabras del salmo diciendo:
R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (GÉNESIS 22, 1-18)
Escucharemos a continuación un relato que nos muestra la confianza absoluta puesta en Dios por
parte de Abraham. El sacrificio de Isaac es figura de la pasión de Cristo. Aunque Abraham evitó el
sacrificio de Isaac, Dios sí entregó hasta las últimas consecuencias a su Hijo en solidaridad con la
salvación del mundo.
MONICIÓN al Salmo Responsorial: Salmo 15
Como Abraham, Jesucristo confió plenamente en las promesas de Dios Padre. Incluso en el
momento más difícil, hizo del Señor su refugio. El salmo 15 se aplica fácilmente a Cristo en su
sepultura y en su resurrección, dando a su sacrificio un tono de esperanza confiada. Manifestemos
nuestra confianza en el Señor con las palabras del salmo diciendo:
R. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
TERCERA LECTURA (ÉXODO 14, 15—15, 1)
El Libro de Éxodo nos narra la salida de Egipto y el paso del Mar Rojo, camino de la libertad. Este es
el acontecimiento fundamental en la historia del pueblo israelita y el mejor símbolo para todos los
procesos de liberación de un pueblo.
MONICIÓN A LA CUARTA LECTURA (ISAÍAS 54, 5-14)
El mensaje de los profetas es fundamental para comprender la historia de la salvación. Terminadas
las tres lecturas «históricas», el primer pasaje de Isaías nos habla de la fidelidad con que Dios nos
quiere. A pesar del pecado humano, continúa firme el amor de Dios, con símbolos muy expresivos
la hace saber el profeta en esta noche santa.
Monición al salmo Responsorial: Salmo 29
Ante el infinito amor de Dios, la respuesta del hombre se traduce en alabanza. Por eso unimos
nuestras voces al salmista y respondemos:
R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado.
MONICIÓN A LA QUINTA LECTURA (ISAÍAS 55, 1-11)
Haciendo uso de la metáfora del agua que sacia la sed nunca satisfecha de la humanidad, el
segundo pasaje de Isaías nos hace ver cómo Dios nos promete una alianza renovada, que nos
llevará a la vida. Después del castigo merecido a causa de la infidelidad, promete a su pueblo el
advenimiento de una era de abundancia y de paz.
Monición al Interleccional: Isaías 12
El siguiente salmo, que aquí es un cántico del mismo Isaías, nos centra en Dios, nuestro salvador,
también con la imagen del agua viva. Respondemos todos:
R. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.
MONICIÓN A LA SEXTA LECTURA (BARUC 3, 9-15. 32—4,4)
El siguiente relato plasma el sentimiento del pueblo judío en el destierro y el desempeño de la
misión del profeta, que llama al pueblo a la conversión y hace una invitación constante a buscar en
la sabiduría la respuesta al sufrimiento y a la desesperanza.
Monición al Salmo Responsorial: Salmo 18
El que sigue los mandatos del Señor, encuentra su deleite en el cumplimiento de la voluntad de
Dios. Por eso respondemos con el salmo 18:
R. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
MONICIÓN A LA SÉPTIMA LECTURA (EZEQUIEL 36, 16-28)
La última lectura del AT es del profeta Ezequiel, testigo, en el siglo VI antes de Cristo, del destierro
del pueblo a Babilonia. De parte de Dios él anuncia el perdón a su pueblo, y le promete un agua
pura y un corazón nuevo, una nueva creación y un nuevo espíritu
Monición al salmo Responsorial: Salmo 41
Solo el Espíritu Santo que Dios nos ofrece, puede calmar la sed que de Dios tiene nuestro ser. Por
eso, hacemos nuestras las palabras del salmista para aclamar al Señor. Respondemos:
R. Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío.
MONICIÓN AL GLORIA
Hemos escuchado a través de estas lecturas la larga historia que nos preparaba para la vida nueva
de Jesucristo. Ahora, antes de escuchar el anuncio de esta vida nueva, cantemos y alabemos a
nuestro Dios, y a Jesucristo, el único camino, la única verdad, el único Señor. Puestos en pie,
cantamos el Gloria.
MONICIÓN A LA EPÍSTOLA (ROMANOS 6, 3-11)
En el Nuevo Testamento encontramos el cumplimiento de las promesas de la Antigua Alianza. De
la carta a los Romanos leemos hoy el pasaje en que Pablo compara la experiencia del bautizo en
agua con la Pascua del Señor.
Monición al salmo Responsorial: Salmo 117
En esta noche santa, agradecemos a Dios porque es bueno y su misericordia es infinita,
respondiendo con el salmista:
R. ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.
MONICIÓN AL EVANGELIO (LUCAS 24, 1-12)
Después de escuchar dos veces la Pasión, el domingo de Ramos y el Viernes Santo, se completa
ahora el segundo acto de la Pascua con esta Buena Noticia de la Resurrección. Lucas subraya que
sucedió «el primer día de la semana». El núcleo de la fe cristiana se encuentra en la manifestación
del Dios hombre que vence la muerte. Abramos nuestro corazón al sorprendente anuncio de la
Resurrección de Jesús.
III LITURGIA BAUTISMAL
MONICIÓN A LA LITURGIA BAUTISMAL:
La Palabra de Dios nos ha anunciado la vida nueva en Jesucristo. Esta vida, se nos comunica en el
Bautismo, por el agua fecunda que nos hace hijos de Dios. La Iglesia, ha vinculado la noche pascual
con la celebración del Bautismo; se basa en el pensamiento de Pablo: que el bautismo es una
inmersión en Cristo, en su muerte, y el resurgimiento con Cristo en su Resurrección. La solemne
bendición del agua recuerda y hace memoria de todas las maravillas obradas por Dios, mediante el
agua; se introduce el cirio en el agua, pidiendo a Cristo que infunda en ella la fuerza del Espíritu
Santo, para que quien sea bautizado, sea sepultado en la muerte con Cristo y resucite con Él para
la vida eterna. Puestos en pie, nos disponemos a vivir este momento de significado tan especial en
nuestro caminar como creyentes.
*LETANIAS DE LOS SANTOS:
La liturgia bautismal tiene como preludio el canto de las letanías de los santos. Imploremos la
intercesión de los santos, para que un día merezcamos compartir, en su compañía, la vida eterna y
cantar las alabanzas del Señor
En ocasiones solemnes como ésta, la Iglesia peregrina aquí, en la tierra, implora la intercesión de
los santos que reinan con Cristo en el cielo. Recemos con fervor.
*BENDICION DE AGUA:
El Agua, creación maravillosa de Dios, nos hace en el signo del bautismo creaturas nuevas
renacidas del costado de Cristo, ahora participamos con el plenamente de su muerte y de su
resurrección.
*BAUTISMO A LOS NUEVOS NEOFITOS:
El sacerdote invita a los nuevos bautizados a su lugar entre los fieles, como símbolo de
pertenencia a la comunidad cristiana y ser hijo de Dios y miembro de su Iglesia donde por vez
primera participaran de la eucaristía como tal.
*RENOVACION DE LAS PROMESAS BAUTISMALES:
ASPERSIÓN
Seguidamente el sacerdote procede a bendecir el agua común, la cual será asperjada sobre
nosotros en recuerdo de nuestro Bautizo.
MONICIÓN
Hermanos: recibimos esta agua, teniendo muy presente su sentido: ya que somos personas
nuevas, renacidas en el Bautismo, deseamos renovar nuestro testimonio y nuestra presencia allí
donde sea necesario para que toda persona pueda vivir en dignidad.
*Oración de los Fieles
IV *LITURGIA DE LA EUCARISTIA
OFRENDAS
PADRE NUESTRO
COMUNION
DESPEDIDA
DOMINGO DE PASCUA DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
MONICIÓN DE ENTRADA
Queridos hermanos, este es un día de fiesta. Cristo ha resucitado y esta es la victoria que
solemnemente celebramos con toda la Iglesia. Cristo está vivo! Este es el Domingo de Pascua de la
Resurrección del Señor, una celebración revestida de una alegría inmensa, provocada por nuestra
esperanza en la vida eterna: si por medio del bautismo hemos muerto con Cristo al pecado,
sabemos que también resucitaremos con Él. Dispongámonos entonces, con un corazón nuevo y
lleno de luz, a celebrar estos sagrados misterios. Pongámonos de pie y celebremos con gozo de
Pascua esta Eucaristía.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (HECHOS 10,34A.37-4)
En el libro de los Hechos de los Apóstoles nos encontramos hoy con aquellos primeros cristianos
que fueron la «comunidad de Jesús Resucitado». El pasaje que leemos hoy es el testimonio de
Pedro, en casa del pagano Cornelio, sobre la resurrección de Cristo. Escuchemos.
MONICIÓN AL SALMO RESPONSORIAL (SALMO 117)
El salmo para este domingo no podía ser otro que el 117, el más «pascual» del Salterio.
Manifestemos nuestra alegría y nuestro gozo diciendo:
R. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Monición a la segunda lectura (Colosenses 3, 1-4)
De las cartas de San Pablo a los de Colosenses escuchemos un pasaje breve pero denso y
estimulante para buscar las cosas de arriba, después de haber experimentado la resurrección con
Cristo Jesús.
SECUENCIA:
Vamos a escucha la secuencia de la Misa de Pascua es un bellísimo himno muy antiguo en el que
se narra con pocas palabras todo el misterio de la Resurrección y de la salvación del género
humano.
MONICIÓN AL EVANGELIO (JUAN 20, 1-9)
El Evangelio de san Juan nos presenta hoy a los primeros testigos de la Resurrección de Cristo,
quienes encontraron el sepulcro vacío el primer día de la semana.
Atendamos ahora el mensaje salvador que constituye la base de nuestra fe y de nuestra vida
cristiana: la Resurrección del Señor.
MONICION PARA LAS OFRENDAS
Hemos resucitado con Cristo y aspiramos a los bienes de arriba; ésta debe ser la mejor ofrenda
que en esta solemnidad le hacemos al Padre del cielo.
MONICION COLECTA:
Hermanos y hermanas, compartamos con alegría el fruto de nuestro trabajo, ayudemos a quienes
más nos necesitan en la comunidad; asimismo colaboremos al sostenimiento de nuestra
Parroquia. Aportemos generosamente en la colecta
MONICION DE COMUNIÓN
Nuestro gozo cristiano es mayor si comulgamos ahora con el Cuerpo de Cristo, que murió y
resucitó, y nos da vida nueva.
MONICION DE SALIDA
Los testigos de la Resurrección de Jesús, en este nuevo siglo, somos nosotros sus discípulos y
misioneros. ¡Felices Pascuas de Resurrección!