“2020–Año del General Manuel Belgrano”
CONGRESO NACIONAL
CÁMARA DE SENADORES
SESIONES ORDINARIAS DE 2020
ORDEN DEL DÍA Nº 51
16 de Junio de 2020
SUMARIO
COMISIÓN DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES
Dictamen en distintos proyectos de ley de varias señoras senadoras,
por los que se otorga jerarquía constitucional a la Convención
Interamericana sobre Protección de Derechos Humanos de las
Personas Mayores, adoptada por la Organización de los Estados
Americanos. Se aconseja aprobar otro proyecto de ley. (S.- 289,
3307/19 y 619/20).
DICTAMEN DE COMISIÓN
Honorable Senado:
Vuestra Comisión de Asuntos Constitucionales ha considerado
el proyecto de ley de la señora senadora Durango, registrado bajo
expediente S-289/19, que reproduce el proyecto de ley que otorga
jerarquía constitucional a la Convención Interamericana sobre
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores,
adoptada por la OEA el 15 de Junio de 2015 y aprobada por ley 27.360;
el proyecto de ley de la señora senadora Boyadjian, registrado bajo
expediente S-3307/19, que otorga jerarquía constitucional a la
"Convención Internacional sobre Protección de los Derechos Humanos
de las Personas Mayores", adoptada en la 45° Asamblea General de la
OEA, el 15 de Junio de 2015, ratificada por ley 27.360; y el proyecto de
ley de la señora senadora González G., registrado bajo expediente S-
619/20, que otorga jerarquía constitucional a la Convención
Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores; y por las razones que expondrá el miembro
informante, aconseja la aprobación del siguiente
PROYECTO DE LEY
El Senado y la Cámara de Diputados....
RESUELVEN:
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
Artículo 1°- Otórgase jerarquía constitucional en los términos del artículo
75 inciso 22 de la Constitución Nacional, a la Convención
Interamericana sobre Protección de Derechos Humanos de las
Personas Mayores, adoptada por la Organización de los Estados
Americanos durante la 45° Asamblea General de la OEA, el 15 de junio
de 2015 y aprobada por Ley N° 27.360.
Art. 2°- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
De acuerdo a lo establecido por el artículo 110 del Reglamento
del Honorable Senado, este dictamen pasa directamente al orden del
día.
María de los Ángeles Sacnun – Alberto E. Weretilneck – Claudio M.
Doñate – Carlos M. Espinola – Nancy S. Gonzalez – Daniel A. Lovera –
Dalmacio E. Mera – Gerardo A. Montenegro – José E. Neder – Adolfo
Rodriguez Saá – Silvia E. Sapag.-
ANTECEDENTES
(I)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
Artículo 1°: Otorgase jerarquía constitucional en los términos del artículo
75 inciso 22 de la Constitución Nacional, a la Convención
Interamericana sobre Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores, adoptada por la Organización de los Estados
Americanos durante la 45° Asamblea General de la OEA, el 15 de junio
de 2015 y aprobada por Ley Nacional 27360.
Artículo 2°: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Norma H. Durango.-.
FUNDAMENTOS
Señora Presidente:
El 15 de junio de 2015 la Organización de Estados Americanos (OEA)
aprobó la Convención Interamericana sobre la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores, una iniciativa impulsada
por la Argentina, y que fue firmada por Brasil, Chile, Costa Rica,
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
Argentina, Bolivia y Uruguay y, hasta la fecha, ha sido ratificada por
Uruguay, Costa Rica, Chile y Argentina.
Contiene más de 40 artículos específicos para asegurar el
reconocimiento y el ejercicio pleno de todos los derechos y libertades
fundamentales de las personas mayores, resultado de un proceso de
negociación iniciado años antes.
El 27 de octubre de 2010, mediante resolución de la Asamblea General
de la OEA y a instancias del Gobierno Argentino se llevó a cabo la
primera Sesión Extraordinaria sobre Derechos Humanos y Personas
Mayores con representantes nacionales, internacionales y expertos del
sector académico y la sociedad civil de la Región donde se planteó por
primera vez el tema de los Derechos Humanos de las Personas
Mayores.
La Convención presenta un carácter vinculante y por ende, indica que
los Estados firmantes y ratificantes tienen la obligación de disponer de
recursos para “promover, proteger y asegurar el reconocimiento y el
pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad, de todos los
derechos humanos y libertades fundamentales de la persona mayor, a
fin de contribuir a su plena inclusión, integración y participación en la
sociedad.”
La Convención define persona mayor como “aquella de 60 años o más”.
En este sentido, entiende la vejez “como construcción social de la última
etapa del curso de vida” y al envejecimiento como un “proceso gradual”.
Asimismo, sostiene que son principios generales:
a) La promoción y defensa de los derechos humanos y libertades
fundamentales de la persona mayor.
b) La valorización de la persona mayor, su papel en la sociedad y
contribución al desarrollo.
c) La dignidad, independencia, protagonismo y autonomía de la persona
mayor.
d) La igualdad y no discriminación.
e) La participación, integración e inclusión plena y efectiva en la
sociedad.
f) El bienestar y cuidado.
g) La seguridad física, económica y social.
h) La autorrealización.
i) La equidad e igualdad de género y enfoque de curso de vida.
j) La solidaridad y fortalecimiento de la protección familiar y comunitaria.
k) El buen trato y la atención preferencial.
l) El enfoque diferencial para el goce efectivo de los derechos de la
persona mayor.
m) El respeto y valorización de la diversidad cultural.
n) La protección judicial efectiva. Los Estados firmantes, se
comprometieron a adoptar, con arreglo a sus procedimientos
constitucionales y a las disposiciones de esta Convención, las medidas
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer
efectivos tales derechos y libertades.
Nuestro país incorporó sus postulados en el año 2017 mediante la Ley
27360, comprometiéndose a adoptar la medidas necesarias para
prevenir, sancionar y erradicar prácticas tales como aislamiento,
abandono, sujeciones físicas prolongadas, hacinamiento, expulsiones
de la comunidad, la negación de nutrición, infantilización, tratamientos
médicos inadecuados o desproporcionados, entre otras, y todas
aquellas que constituyan malos tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes que atenten contra la seguridad e integridad de la persona
mayor.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en las
Américas residen alrededor de 106 millones de personas mayores de
60 años, y se calcula que en 2050 esta cifra alcanzará
aproximadamente los 310 millones, de los cuales 190 millones residirán
en América Latina y el Caribe.
La CEPAL afirma que alrededor del año 2040 en América Latina y el
Caribe habrá más personas mayores que niños.
En este sentido, el presente proyecto de Ley propone otorgar jerarquía
constitucional a la mencionada Convención, entendiendo que, por sus
postulados, merece asignarle el máximo rango de nuestro
ordenamiento jurídico.
Es necesario aquí, recordar que la reforma constitucional de 1994
otorgó, en las condiciones de su vigencia, jerarquía constitucional a los
principales tratados internacionales sobre derechos humanos: La
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la
Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención
sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la
Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y la
Convención sobre los Derechos del Niño.
Asimismo, el artículo 75, inciso 22 prevé en su última parte que "Los
demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser
aprobados por el Congreso, requerirán del voto de las dos terceras
partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de
la jerarquía constitucional."
A efectos de ilustrar sobre su relevancia, cabe resaltar como
antecedentes de la aplicación de la cláusula constitucional transcripta,
la asignación de jerarquía constitucional a la Convención
Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas (Ley 24.820),
la Convención sobre Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de
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los Crímenes de Lesa Humanidad (Ley 25.778), y la Convención sobre
los Derechos de las Personas con Discapacidad (Ley 27.044).
Con el celo que impone atribuir primacía a un tratado sobre el resto del
sistema normativo nacional, considero que la importancia de cada
postulado de la Convención Interamericana sobre Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores, resultan compatibles con
el resto de las disposiciones que integran nuestra Ley Suprema y solicito
a mis pares la aprobación del presente proyecto de Ley.
Norma H. Durango.-
(II)
(S-3307/19)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,..
ARTICULO 1º: Otorgase jerarquía constitucional en los términos del
Artículo 75, Inciso 22 de la Constitución Nacional, a la “Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores”, adoptada en el marco de la Organización de
Estados Americanos (OEA), durante su 45° Asamblea General, el día
15 de junio de 2015 y ratificada por nuestro país, por ley nacional
27.360.
ARTICULO 2º: Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Mirian R. Boyadjian
FUNDAMENTOS
Señora Presidente:
El 9 de mayo de 2017, finalmente se ratificó mediante la ley 27.360 la
Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores.
Este es el primer instrumento jurídico específico, en materia de
derechos humanos de las personas mayores, el cual protege, asegura
y promueve el reconocimiento y pleno goce y ejercicio, en condiciones
de igualdad, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales
de las personas adultas mayores, a fin de contribuir a su plena inclusión,
integración y participación en la sociedad.
Nuestra Constitución Nacional, luego de la reforma realizada en el año
1994, asentó un mecanismo especial para dotar con jerarquía
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Constitucional a los Instrumentos Internacionales que versen sobre
Derechos Humanos con el objeto de promover y asegurar la protección
de las personas. Justamente, la ley suprema establece en el tercer
párrafo del artículo 75 inc.22, que los tratados y convenciones sobre
derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán
del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de
cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.
Actualmente, nuestra legislación integra un grupo selecto de
Instrumentos Internacionales los cuales versan sobre Derechos
Humanos. Estos son:
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
Declaración Universal de Derechos Humanos
Convención Americana sobre Derechos Humanos
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
Facultativo
Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer
Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes
Convención sobre los Derechos del Niño
Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas
Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra
y de los crímenes de lesa humanidad
Convención internacional amplia e integral para promover y
proteger los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad.
Que los mismos tengan una ponderación por encima de los demás
Instrumentos Internacionales que tratan sobre Derechos Humanos
responde a una necesidad de garantizar potestades que bajo ningún
motivo pueden ser menoscabadas. Es por esta razón que considero
firmemente que proteger a este segmento de la población es necesario.
Esta jerarquización, es la que con buen criterio se ha tomado con el
objeto de proteger tanto los Derechos del Niño, de las mujeres y de las
Personas con Discapacidad. En igual sentido considero que se
encuentran las personas mayores las cuales, al igual que los recién
mencionados son grupos de personas que sistemáticamente fueron
postergados y esta vía es una herramienta para resguardar sus
derechos y hacerlos respetar.
Esta Convención, es un compromiso que asimila el Estado que la
suscribe. Por esta razón es que Argentina se encuentra más que nunca
obligada a crear, impulsar y monitorear medidas tendientes a garantizar
el derecho a la vida, a la dignidad en la vejez, a la igualdad, a la no
discriminación, a la participación e integración comunitaria, a la libertad
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
de todo tipo, al trabajo, a la salud, a la vivienda, a la educación a la vida
sin ningún tipo de violencia entre otros.
El aumento de la esperanza de vida ha crecido, no solo en la Argentina,
sino también en numerosos países de forma significativa. Esto produce,
por primera vez en la historia, una abundancia de población madura y
longeva, consecuencia del éxito de las políticas de salud pública y del
desarrollo socioeconómico.
Considero que no es de menor importancia que la Argentina es hoy el
tercer país más envejecido de América latina, detrás de Uruguay y
Cuba. Los mayores de 60 años constituyen el 13,3 por ciento de la
población, siendo esta una cifra cada vez más significativa.
Esta tendencia también se ve reflejada en la relación que existe entre
los diversos grupos de edad: por cada persona que supera los 59 años
en el país, viven poco más de 2 niños y niñas, contra las 4,3 registradas
en 1950.
Tanto este, como cualquier fenómeno sociológico, posee aspectos
positivos como adversos.
Es claro que el avance de la ciencia, salud y las políticas preventivas
relativas a las posibles enfermedades son beneficiosas. Pero esto debe
ser acompañado de una decisión política integral, en la cual se permita
lograr una alta calidad de vida en esa etapa que cada vez se extiende
más.
Nuestro país, históricamente fue avanzado en las políticas que se
atañen a la inclusión de los derechos de las personas que por algún
motivo necesitan una protección. Esto se evidencia en esta Convención,
la cual fue propuesta e impulsada de manera protagónica por la
Argentina y con muy buen criterio materializado en el texto al que hago
referencia.
Como Presidenta de la Comisión de Población y Desarrollo Humano, la
cual tiene entre sus competencias toda la problemática relacionada a
las personas mayores, considero vital para este segmento que
sistemáticamente ha sido postergado, que la Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores adquiera jerarquía Constitucional de modo que su
implementación y respeto sea una prioridad no solo para el Estado sino
para toda la Sociedad.
Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares me acompañen con su
voto en la aprobación de este proyecto de Ley.
Miriam R. Boyadjian.
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
(III)
(S-0619/2020)
PROYECTO DE LEY
El Senado y Cámara de Diputados,…
Artículo 1° - Otórguese jerarquía constitucional a la Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las
Personas Mayores, aprobada mediante la Ley 27.360 y ratificada por
nuestro país el 23 de octubre de 2017.
Artículo 2°- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
Gladys E. González.-
FUNDAMENTOS
Señora presidenta:
Esta iniciativa parte un proyecto de mi autoría, presentado en 2010
durante el ejercicio de mis funciones como Diputada Nacional, el cual
buscaba garantizar la promoción, protección y ejercicio de los derechos
de las personas adultas mayores, así como establecer las bases y
disposiciones para su cumplimiento, mediante la regulación de los
principios y objetivos que deberán observarse en el diseño y aplicación
de la política pública para la promoción y protección integral de los
derechos de los adultos mayores.
En menos de medio siglo -y por primera vez en la historia de la
humanidad- el mundo tendrá más personas mayores de 60 años que
niños menores de 15 años, de acuerdo a la Organización de las
Naciones Unidas. En las últimas décadas la expectativa de vida de las
poblaciones ha aumentado, mientras que la tasa de fecundidad ha
seguido una continuada tendencia decreciente. Esta dinámica social y
demográfica se ha materializado también en la República Argentina. La
Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores, del
INDEC, demostró que en 2012 los adultos mayores de 65 años
representaban el 14,3 %, y, el último informe de salud global de la
Organización Mundial de la Salud, de 2016, indica que en Argentina
vivimos 77 años promedio: son cinco años más que el promedio mundial
de 72. Según los datos publicados por el Centro Latinoamericano y
Caribeño de Demografía, para el año 2050 en nuestro país una de cada
cinco personas tendrá 65 años y más.
El envejecimiento es un proceso natural. Sin embargo, es el entorno en
el que se da ese proceso natural el que condiciona la calidad de vida de
las y los adultos mayores. En otras palabras, envejecer no sólo es un
proceso biológico, sino que también es un proceso social.
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
Al encontrarnos con personas que por su condición física y social entran
en un estado de vulnerabilidad, el Estado debe hacer frente a ésta
situación, a través de la acción coordinada de sus instituciones, para
que este sector cuente con nuevas oportunidades que les brinden una
mejor calidad y expectativa de vida.
Debemos abordar como Estado a este sector vulnerable de nuestra
población, estableciendo un marco de política pública integral y
garantizando el goce pleno de sus derechos. La integración plena a la
sociedad de las y los adultos mayores debe ser nuestro objetivo y la
autonomía, la autorrealización, la participación, la equidad y la
valoración social deben ser los ejes fundamentales del diseño de las
estrategias que permitan alcanzarlo.
En este sentido, en mayo de 2017, se aprobó en nuestro país mediante
la Ley 27.360 la Convención Interamericana sobre la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores, adoptada por la
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos
(OEA) el 15 de junio del año 2015. Asimismo, y en octubre de 2017,
durante el Gobierno de Mauricio Macri se depositó el instrumento de
ratificación de la Convención en la sede de la OEA en Washington.
El objeto de la Convención es “promover, proteger y asegurar el
reconocimiento y el pleno goce y ejercicio, en condiciones de igualdad,
de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de la
persona mayor, a fin de contribuir a su plena inclusión, integración y
participación en la sociedad”. La misma establece principios generales
y derechos protegidos de las personas mayores, como la igualdad y no
discriminación por razones de edad, la vida digna y vejez digna,
independencia y autonomía, participación e integración comunitaria,
seguridad y vida sin violencia, trabajo, salud, educación, vivienda, medio
ambiente sano, acceso a agua potable y saneamiento y participación en
la vida política, entre otros. No solo se limita a una enumeración de
derechos, sino que compromete a los Estados parte a adoptar todas las
medidas que sean necesarias para hacer efectivos tales derechos,
otorgando herramientas que permitirán lograrlo.
En estos momentos, en donde la enfermedad infecciosa causada por el
coronavirus (COVID-19) los pone en el grupo de mayor riesgo y toda la
comunidad internacional se ha organizado para protegerlos, es cuando
más se pone de manifiesto el valor real de esta Convención
Interamericana para la protección de sus derechos.
La presente iniciativa tiene por objeto otorgar jerarquía constitucional,
en los términos del Art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional, a la
Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos
Humanos de las Personas Mayores, que desde su entrada en vigencia,
sus disposiciones resultan plenamente aplicables para nuestro país,
que a la fecha sigue siendo el único instrumento jurídico internacional
vinculante que brinda un marco de protección a los derechos humanos
de las personas mayores.
Otorgarle jerarquía constitucional a la mencionada Convención implica
revalorizar y elevar al mismo nivel que nuestra carta magna, los
“2020–Año del General Manuel Belgrano”
derechos de las personas mayores, al mismo tiempo que revitaliza el
compromiso del Estado argentino en dicha materia y refuerza el cuerpo
normativo para lograr el goce pleno de dichos derechos y el ejercercicio
de su rol como ciudadanos, de manera tal que contribuya a su bienestar
y al desarrollo de nuestras sociedades.
Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en la
aprobación del presente proyecto de ley.
Gladys E. González.-