HEAL UNIDAD 6 CLASE 11
BONDER Y ROSENFELD 2004- EN EQUIDAD DE GÉNERO EN ARGENTINA…”
PNUD ARGENTINA
2.- MÁS TRABAJO, MENOS EMPLEO: LAS MUJERES EN LA DINÁMICA DEL
MERCADO DE TRABAJO
2.1. Los procesos en el mercado de trabajo: panorama general
El optimismo de los años 60´s respecto de las posibilidades del desarrollo económico,
industrialización y democratización en América Latina fue acompañado por una
creciente participación femenina en el mercado de trabajo, fenómeno que comenzó a
ser evaluado como un indicador de la modernización de las sociedades y sus culturas.
A mediados de los 70´s y, especialmente, en la década del 80, los profundos cambios
en la situación económica y política de la mayoría de los países de la Región y,
especialmente en Argentina, se perfilaron en un contexto crítico sin precedentes, punto
de partida de lo que se plantearía dramáticamente en la década del 90. P 19
En la década del 80, como resultado directo de la política económica implementada
durante los años de la dictadura militar, la estructura social y económica sufrió
cambios que revirtieron las tendencias industrialistas que le otorgaron su impronta a
las décadas
anteriores. Se inició un período de estancamiento económico y de fuerte caída del
ingreso real de los asalariados (Beccaria 1988), a la vez que se instala una fuerte
segmentación del mercado de trabajo. La oferta altamente calificada no parece ser
aprovechada lo suficiente por la estructura de la demanda del mercado p 19
Entre los cambios más significativos experimentados por el mercado de trabajo se
encuentran:
a) el descenso del empleo industrial a un ritmo del 2% anual entre 1970 y 1987,
b) el incremento del empleo no asalariado
c) aumento del empleo en establecimientos pequeños y
d) la precarización de las relaciones laborales, tendencias que continúan hasta el
presente p 19
En la mayoría de los países de la Región se observa un cambio sustancial en las
modalidades de empleo, marcadas definitivamente por el paso de la etapa industrial
manufacturera a una de servicios y tecnológicas. p 19-20
Durante toda la década, y principalmente a partir de 1995, se observa un sostenido
incremento de los niveles de desocupación y subocupación. El proceso resulta de dos
comportamientos distintos: por un lado, la menor creación de puestos de trabajo; por
otro, el aumento en las tasas de actividad. Frente a la caída en los niveles de ingreso,
un mayor número de personas busca trabajo con el objetivo de contribuir a la mejora
de los ingresos familiares. p 20
cita Luis Beccaria: Las problemáticas "del desempleo, la precariedad laboral, los
salarios insuficientes, condicionan la capacidad de consumo de los hogares pero
también producen una disrupción de la vida familiar, incidiendo de manera
diferente en varones y mujeres. Estas últimas asumen la responsabilidad primaria
de la esfera doméstica y de la manutención de las familias aunque no sean jefas de
hogar".p 20
2.2. Las mujeres en el mercado de trabajo
Esta tendencias ascendente de la participación económica femenina se debió a varios
procesos complementarios:
a) el incremento en el número de años de permanencia en el mercado laboral, por
causa de la postergación del retiro durante el inicio del ciclo vital reproductivo,
b) en la reentrada al mercado laboral en la edad madura temprana,
c) el crecimiento en el número de divorciadas y mujeres solas jefas de hogar que
permanecen o se re -incorporan a la vida activa
En Argentina, algunos autores pusieron en duda el carácter “moderno” o emancipador
de la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo atendiendo que, al menos
una proporción de ellas, ingresaban movilizadas por la caída del ingreso familiar más
que por aspiraciones de desarrollo personal. (Fanelli, 1991).
Este argumento es discutible. En primer lugar, no es válido adjudicar a una sola
motivación la búsqueda de inserción laboral… no podemos obviar un clima de época
que progresivamente induce a las mujeres a ampliar la gama de satisfactores y los
emblemas identitarios al valorizar su desempeño en espacios extradomésticos.p 21
En “Mujeres Empresarias en América Latina: el difícil equilibrio entre dos mundos de
trabajo desafíos para el futuro”. Lieve Daeren, CEPAL, 2000: Son las mujeres pobres
las que encuentran mayores dificultades para insertarse en el trabajo remunerado y
ello, entre otros factores, está ligado a que enfrentan mayores obstáculos para delegar
las responsabilidades domésticas y, particularmente, el cuidado de sus hijos. No
obstante, en los años noventa, son justamente las mujeres pobres las que han
aumentado proporcionalmente su participación en el mercado laboral (OIT,1999)
Otro elemento insoslayable para explicar la entrada y, en especial, la permanencia de
las mujeres en el mercado laboral radica en la incidencia de esta opción en aspectos
como autonomía, autoestima, ampliación de redes sociales (CEPAL, 2000)p 21
Más allá de estas consideraciones, también es importante tener en cuenta las
implicancias que la entrada en el mercado de trabajo tuvieron en términos de la
organización familiar, dado el rol que tradicionalmente han tenido las mujeres en la
misma p 22
Si bien la esfera doméstica y el mundo laboral se rigen por sus propias leyes,
comparten una lógica que es común: la división sexual del trabajo (Wainerman , 2002).
Más concretamente, la pregunta es sobre quién recae la responsabilidad de lo
doméstico y cuáles son los significados genéricos otorgados al trabajo remunerado
(Aguirre R. 2003). Es interesante señalar en tal sentido que en las investigaciones
sobre mercado de trabajo son escasas las referencias a la distribución del tiempo de
las mujeres entre la jornada laboral y doméstica (Wainerman, 1999). Son las
organizaciones de mujeres e investigadoras sociales quienes con más fuerza vienen
colocando esta temática en la agenda de preocupaciones p22
2.3. Algunos indicadores específicos
2.3.1. Tasas de actividad y desempleo femeninos
En 1980, la tasa de actividad femenina rondaba el 31%, mientras que la de los
varones alcanzaba a casi el 80%. A lo largo de la década de 1980, las tasas
femeninas tienden a aumentar mientras que las masculinas decrecen. p 23
Es recién a partir de finales de los ochenta cuando las brechas comienzan a
incrementarse en perjuicio de las mujeres, particularmente las de menor nivel
educativo.
En 1991, y según datos del Censo Nacional de Población, el porcentaje de mujeres
activas ascendía al 40%. Una característica destacada de esa participación es la
mayor
permanencia de las mujeres en el mercado de trabajo tanto respecto de los varones p
23
Las brechas de género son altas en los niveles inferiores al secundario incompleto. En
los niveles más altos, las brechas en la tasa de desocupación disminuyen
notoriamente. Ello sugiere la presencia de mecanismos selectivos que operan en la
incorporación laboral de las mujeres en función de su educación p23
En la década de 1990, el crecimiento de las tasas de desocupación fueron
acompañadas de una importante suba en las tasas femeninas. En efecto, entre 1991 y
1997, las tasas de desocupación femeninas más que se duplican p24
Las brechas de género se incrementan en el primer período para luego disminuir hacia
2001. Sin embargo, existen diferencias regionales p 25
Con posterioridad a la crisis de 2001, en los 28 grandes aglomerados urbanos, las
tasas de actividad femeninas continúan en aumento, alcanzado en el segundo
trimestre de 2004 al 60.5%. Por el contrario, las tasas masculinas muestran un fuerte
descenso p25
la desocupación sigue teniendo mayor incidencia entre las mujeres: alcanza en 2004
al 15.3% de ellas y al 11.6%. Se observa así que en relación con 2001, la brecha de
género en la tasa de desempleo se profundiza. El mayor nivel educativo promedio de
las mujeres, ya señalado, no parece haber funcionado como un freno p25
2.3.2. Ramas de actividad y categorías ocupacionales: características del empleo
Femenino
la feminización de las ocupaciones administrativas y profesionales ya percibidas en los
años 60 continúa en las décadas siguientes en los sectores educación y salud y
avanzó en los bancos y entidades financieras y los puestos administrativos de un
número importante de industrias manufactureras. Una hipótesis bastante generalizada
que explicaría este fenómeno es la legitimidad de la presencia de las mujeres que
supone que las mujeres ya están en el mercado y además reciben salarios inferiores.
p26
En la década de 1980, el crecimiento de las tasas de desempleo abierto y del sub -
empleo visible e invisible tuvo influencia en la ocupación femenina, particularmente, en
el sector manufacturero (rama textil donde predominaban las mujeres). Muchas de
estas mujeres re -ingresaron al mercado a través de trabajos precarios o servicio p26
Mientras tanto, las mujeres de sectores medios (cada vez mejor calificadas)
ingresaban, al igual que en las dos décadas anteriores, al sector de servicios
(destacándose los financieros), siendo sustantiva su presencia en el empleo
público.p26
Comenzada esta década, el 35% de las mujeres que trabajaban lo hacían en tres
ocupaciones mayoritariamente femeninas: enfermeras y paramédicas, profesoras y
maestras y empleadas domésticas. Como lo muestran los estudios en este tema son
ocupaciones que demandan capacidades, habilidades y procesos de trabajo que
guardan relación con responsabilidades y roles domésticos y de cuidado asignados a
ellas. Otros dos grupos ocupacionales con alta presencia de mujeres son las
“empleadas administrativas y vendedoras” (estos últimos en constante crecimiento).
Aunque también aumentó la proporción de mujeres profesionales en el sector público y
en puestos de bajo status y nivel de remuneración, lo cual, según Fanelli (1991), pone
en duda el avance logrado en términos ocupacionales (el 64% de las mujeres
profesionales trabajaban en el Sector público contra el 33% de los varones
profesionales). P 26
Estudios específicos sobre el trabajo de las mujeres en el sector público muestran que
los logros en términos de las carreras de mujeres y varones son desventajosos para
las ellas, quienes se concentran en ocupaciones sin futuro (dead -end jobs) con pocas
posibilidades de ascenso (Alacino 1996, Geldstein 1989)17. Este patrón guarda
relación, por supuesto, con los cambios en la estructura productiva y ocupacional
característicos del ciclo por el cual atraviesa el país. Sin embargo, no puede obviarse
el peso de los factores culturales y la distribución de las oportunidades y el poder
dentro de las organizaciones (Alacino 1996) p27
La expansión de la educación femenina y la equidad alcanzada en esta esfera
entre los sexos ha constituido un factor determinante en el incremento de la
oferta laboral de las mujeres. Ya para los años 80, las mujeres habían superado
ampliamente a los varones en cuanto a logros educacionales. En 1980 el 31% de
las mujeres de los grupos de edad de 25-30 años habían concluido o superado el
nivel secundario comparado con el 26% de los varones en las mismas edades.
Como señala Ruth Sautu (1991), la mayor cantidad de años de educación de las
mujeres las retiene en forma más estable en el mercado de trabajo p27
aunque la brecha entre la estructura de oportunidades ocupacionales de mujeres y
varones en el 80 había tendido a disminuir, persistían algunas diferencias e inclusive
se habían acentuado. Posiblemente ello obedece a que la mano de obra femenina era
menos versátil que la masculina y que ésta tendía a incorporarse en ocupaciones, que
en el período 1970 – 1980, se encontraban en procesos de feminización. Entre otros
motivos, este fenómeno tiene relación con el tipo de carreras terciarias y universitarias
que las mujeres elegían.p27
La década de 1990 fue testigo, nuevamente, del abrumador vuelco de las mujeres al
mercado laboral. Los logros educativos femeninos fueron también un factor importante
para elevar el nivel educativo general de la fuerza de trabajo p27-28
Al igual que en las décadas anteriores, las mujeres permanecen en el mercado de
trabajo durante toda su vida activa, independientemente del ciclo vital reproductivo.p28
La inserción laboral fe menina de los años noventa atiende a un proceso polarizado,
característica que comparte con la Región: por un lado, concentración en puestos altos
y por el otro, en puestos de bajo nivel de calificación y responsabilidad, con mayor
preponderancia de estos últimos…bajo condiciones de alta precarización y
vulnerabilidad laboral. p28
Cabe señalar que aún para las más favorecidas con alta calificación y performance
personal y a igual tarea que los varones, sus salarios son más bajos … a igualdad de
nivel educativo la proporción de mujeres en puestos no calificados supera a la de los
varones p28
pesar de tener mayores niveles educativos, las mujeres registran peores indicadores
laborales: ganan menos, ocupan puestos de menor calificación y/o de mayor
precariedad, a la vez que sufren más la desocupación y durante tiempos más
prolongados que los varones.p 28
En síntesis, a lo largo del período analizado la inserción de las mujeres en el
mercado de trabajo presenta rasgos persistentes que muestran la medida en que
la misma está signada por situaciones de inequidad: a) Se enfrentan a
condiciones laborales más adversas; b) Se concentran en un grupo reducido de
ocupaciones definidas como típicamente femeninas; c) Se encuentran sobre
representadas en las ocupaciones de baja calificación, de menor jerarquía, peor
remuneradas y más inestables. p 28
5. EDUCACIÓN, AVANCES EN UN CONTEXTO CRÍTICO
5.1.Los procesos en el sector: panorama general
Entre 1983 y 1989 se desarrolló un proceso de transformaciones institucionales del
sistema educativo argentino impulsado, al menos formalmente, por el propósito de
adecuarlo al nuevo contexto político, actualizar sus contenidos en función de las
innovaciones científico -tecnológicas y las transformaciones culturales, mejorar su
funcionamiento administrativo y optimizar la calidad
los indicadores educativos muestran un progreso significativo en términos del acceso y
la cobertura del sistema educativo. No obstante, persisten fuertes diferencias entre
sectores sociales en cuanto a la permanencia en el sistema, así como en los
rendimientos y, especialmente, en la calidad de la educación recibida por los distintos
grupos. La condición de pobreza y la ubicación geográfica tiene fuerte incidencia en
estos fenómenos.p 58
Es importante destacar así que si bien la cobertura se extiende, en especial para los
adolescentes el problema de la deserción es preocupante p 58
En el nivel secundario es importante tener en cuenta el papel que cumplieron las
políticas compensatorias, en especial los programas de becas de ayuda económica,
en la retención.p59
Pese a sus resultados cuantitativos, la importancia de estas políticas es motivo de
discusión entre los especialistas en educación. El centro de deba te gira en torno al
valor y la significación de retener a la juventud dentro de un sistema educativo que no
asegura niveles básicos de calidad y desarrollo de competencias que faciliten la
integración social y la inserción laboral de jóvenes de sectores populares que
concluyen la escuela media.p 59
el gran interrogante o preocupación de este momento radica en revisar si en el marco
del incremento de la desigualdad social y de los niveles de pobreza, la ampliación de
la cobertura educativa por sí sola puede contribuir al logro de una mayor equidad
social…. Tedesco (citado por IIPE, 2003) señala que por debajo de la línea de
indigencia, los cambios institucionales tienen bajo impacto sobre los resultados
educativos. Los mismos guardan, por el contrario, fuerte relación con el nivel socio -
económico de las familias, incidiendo de manera importante factores como el nivel
educativo de la madre y las expectativas sobre el futuro de los niños. Ello no debiera
ignorar la influencia que, aún en estos sectores, tienen los factores endógenos de un
sistema educativo poco preparado para integrar niños/as con diversos capitales
sociales y simbólicos.p59
Un informe de Save the Children (Novacovsky, 2003)p 59:
El promedio de escolarización entre niños pobres está 4 años por debajo del de
los
niños de sectores en mejor situación económica.
La repitencia en el nivel primario es 4 veces mayor entre los chicos de hogares
pobres
que entre los provenientes de niveles socio -económicos más altos.
El abandono en el nivel secundario se quintuplica: uno de cada tres jóvenes
más pobres no concluye ese ciclo. En otras palabras, los jóvenes pobres
entran al secundario pero no lo finalizan
la existencia de circuitos escolares diferenciados, de mayor o menor calidad, según el
origen socio -económico de la población que concurre a las escuelas p 59
Tras la aparente homogeneidad que implica la culminación de un mismo nivel
educativo y la posesión de un certificado de validez legal similar, se esconden
trayectorias educativas sumamente diferenciadas” (Filmus, 2001:128).
Según el estudio citado:
a) Los niveles de sobre -edad más altos se concentran en las escuelas cuyos alumnos
pertenecen a los niveles socio -económicos bajos.
b) La repitencia en la escuela media alcanza cerca del 24% de los estudiantes de
sectores bajos.
c) El abandono, muchas veces ligado a la sobre -edad, se registra de manera
significativa en las escuelas de menor nivel socio -económico.
d) Por último, en las escuelas de nivel b ajo y medio es significativamente mayor el
porcentaje de alumnos que se llevaron materias a examen o tuvieron materias
previas.p 60
Un informe del Banco Mundial 53, basado en los resultados de las pruebas de calidad
del año 2000 muestra que los factores que más inciden en el logro educativo son:
· el tipo de establecimiento al que pertenecen
· el sexo del alumno (en promedio, las mujeres muestran mejor desempeño)
· el nivel educativo de la madre
· la trayectoria escolar del/la estudiante (los que repitieron un grado muestran menores
resultados)
Este informe agrega otras variables más ligadas a la influencia de la crisis. Entre ellas:
los días de clase, la disponibilidad de materiales escolares, y el número de chicos/as
que trabajan además de asistir a la escuela 54. Se podría incluir, además, el número
de estudiantes por aula y las limitaciones profesionales de los/as docentes debidas a
falta de estímulos y sobre -carga de trabajo. P60
Nota al pie: 51 Esta segmentación se manifiesta en el nivel de los recursos humanos
existentes en cada establecimiento escolar. Sus docentes provienen circuitos de
formación de distinta calidad y jerarquía, y también difiere su antigüedad, capacitación
y estabilidad en los cargos.
5.2. La situación de las mujeres
La expansión de la educación primaria permitió reducir las tasas de analfabetismo,
más entre la población femenina que entre la masculina p61
Esta situación general no da cuenta de importantes contrastes según la edad y áreas
de residencia de la población femenina. Aún hoy hay diferencias en la tasa de
analfabetismo entre sectores de mujeres jóvenes urbanas y rurales p 61
Los datos expuestos estarían indicando una mayor retención de las mujeres respecto
de los varones en el sistema educativo a partir de los últimos años de la enseñanza
media; fenómeno de interés sobre el que más tarde haremos referencia. La
información que brinda el Censo 2001 corrobora la permanencia de estos patrones
p62
Ello puede indicarnos que en los hogares encabezados por mujeres, especialmente
cuando son pobres, se requiere en mayor medida que los hijos – en particular, los
varones -, entren al mercado de trabajo para la obtención de ingresos
complementarios. Cabe remarcar que la escolarización es mayor entre las mujeres
que entre los varones, sean estos adolescentes provenientes hogares pobres
como no pobres p 62
Las diferencias en la escolaridad según grupo de edad se mantiene n hacia fines de
los años noventa. Según datos del Censo 2001, la escolaridad entre las niñas alcanza
al 98%, entre las de 12 a 14 años al 95%, mientras que entre las adolescentes es de
81%. Sin embargo, se observa que las brechas por región disminuyen p63
5.3.- Algunos indicadores específicos
5.3.1. Logro educativo
Como ya señalamos, el avance en los logros educativos de la población femenina
superan los obtenidos por los varones. Esta tendencia surge claramente al analizar la
cantidad de años de instrucción completados por ellas y ellos en distintos grupos de
edades entre 1980 y 1999.p 63
los varones predominan entre quienes cursan con dos o más años de retraso.
Asimismo, entre los adolescentes son más las mujeres que concluyen el ciclo a la
edad prevista vis a vis los varones p 64
también al interior de la población femenina, los logros educativos muestran
diferencias según condición socio -económica. En 1999, del total de la población
femenina urbana pobre de 14 -15 años el 89.9% lograba completar 6 años de estudio,
mientras que entre las no pobres lo hacía el 98%.p 62
Otro cambio muy significativo lo informa la evaluación realizada en el año 2001 por el
Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA, sigla en inglés) sobre las
aptitudes del alumnado de 15 años en lectura, matemática y ciencias. Allí se muestra
que en
el caso de Argentina las mujeres han superado los logros masculinos en las tres áreas
consideradas. Si bien, en muchos de los países analizados las mujeres alcanzan
mejores puntuaciones en el área de lectura, lo notable es que Argentina es de los
pocos países que revierte el tradicional mejor desempeño masculino en el área de
matemática p 64
5.3.2.- Acceso a la educación superior
Para 2002, las mujeres argentinas aventajaban a los varones como estudiantes y
graduadas en las universidades del país p64
De disponerse de información sustantiva sobre estos puntos, se podrían superar
algunos “nuevos estereotipos” y creencias que tienden a alertar sobre las
consecuencias negativas para los varones del estar fuera de la universidad. Ello se ve
como una reversión de la posición tradicional de los varones que podría afectar su
capital cultural y sus oportunidades profesionales p 65
5.4. Acciones gubernamentales
La convocatoria al Congreso Pedagógico Nacional – a partir de la Ley Nº 23.114 de
septiembre de 1984 -. El Congreso se desarrolló entre 1985 y 1988 y tuvo como
objetivo realizar un diagnóstico del sistema educacional, analizar la expresión de
expectativas y la proyección de políticas educacionales.
La puesta en marcha del Plan Nacional de Alfabetización y de Educación de Adultos,
entre 1983 y 1989. Dicho plan fue desarrollado en la órbita del Ministerio de Educación
de la Nación, con jurisdicción sobre todo el territorio nacional. Sin embargo, por
problemas de consensos no se aplicó en todas las provincias. Este Plan se desactivó
en la década de 1990 y se desarrolló un Proyecto de Educación Básica de Adultos. p
66
Ya en los años noventa, el Estado llevó a cabo un conjunto de acciones orientadas por
el objetivo de ampliar la cobertura educativa, que convergen en un hito fundamental: la
sanción, en 1993, de la Ley Federal de Educación Nº 24.195, que reglamenta una
transformación de todo el sistema. Consecuentemente, en 1994, se firma el Pacto
Federal Educativo, en el que se establecen compromisos y metas sobre el
mejoramiento de la educación para todas las provincias.p 66
Durante la discusión de la Ley, integrantes del Consejo Nacional de la Mujer y del
Programa de Igualdad de Oportunidades para la Mujer en la Educación, del Ministerio
Nacional, aportaron sugerencias para integrar en dicho instrumento referencias
específicas que garantizaran la igualdad entre los géneros 61. Es la primera ley en la
historia de nuestro país que adopta un lenguaje no sexista y que incorpora la
necesidad de garantizar en la educación la igualdad de oportunidades y la erradicación
de los estereotipos de los materiales didácticos. p 67
También, desde 1993, se implementó el Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad
de la Educación y se sancionó la Ley de Educación Superior -que por primera vez
articula la educación universitaria con la no universitaria -. Asimismo, se puso en
ejecución el Plan Social Educativo p 67
Éstas y otras políticas recientes tienen lugar en un marco económico -social crítico y
en medio de un creciente malestar del sector docente … todo lo cual crea una tensión
respecto de sus objetivos pedagógicos y un decaimiento de la calidad,
particularmente, en la escuela media y en ciertos circuitos socio -educativos. p 67
¿En qué se invirtieron los recursos? P 68
a) Educación pre- primaria.
- El incremento del personal docente fue de un 156.4% entre 1981 y 1994, superior al
aumento de la matrícula en el mismo período (108.0% entre 1980 y 1994),
b) Educación primaria .
- La cantidad total de maestros/as pasó de 200.4 mil en 1981 a 277.1 en 1994, lo que
significó un incremento de 38.3% en el período.
- La matrícula en este nivel aumentó en un 26.7% en la misma etapa.
c) Educación media:
- Se registra un aumento del número de profesores desde 1985 a 1994 (de 220.0 mil a
228.3 mil.)