Garcia German-2012-Del Paradigma A La Estrategia
Garcia German-2012-Del Paradigma A La Estrategia
¿Qué podemos entender hoy día como una práctica resultado arquitectónico se incorpora a una sociedad,
estratégica en arquitectura? a un tiempo y a un lugar? ¿Cuántas arquitecturas han
hecho alarde de una cierta facilidad o frescura, ale-
El término “estratégico” prolifera en las agendas con- jada de disquisiciones teóricas y con la capacidad
temporáneas. Se ve repetido en diferentes foros, pu- de conectar con el usuario y la ciudad de forma in-
blicaciones y ensayos dedicados a la arquitectura de mediata, directa? Todas estas características serían
nuestros días. Su empleo intenta abarcar una amplia asimilables a “lo estratégico”, y no obstante resultan
gama de definiciones que van desde lo informal hasta demasiado habituales para poder sacar de ellas algo
lo político, pasando por las actuaciones pautada en más que un comentario de soslayo.
el tiempo, aquellas menos preocupadas por la forma
que por el uso o aquellas que hacen un valor de la ¿Qué quiere decir por tanto una práctica estratégica en
intervención mínima, entre otras muchas. Un atributo arquitectura, más allá de incluir como materia de proyec-
generalizado comúnmente aplicado por igual a aproxi- to determinadas variables como tiempo, cambio o inme-
maciones a veces muy alejadas entre sí pero con el diatez, y sus procedimientos de proyecto asociados?
deseo común de dirigir un proceso hacia un resultado
preestablecido; de administrar un conjunto de pasos Salirse del panorama de lo próximo podría ser una
sucesivos, muchas veces parciales, con el objetivo de vía esclarecedora para ampliar esta definición. Tam-
“activar un conjunto de acciones que se llevan a cabo bién lo sería el buscar la descripción aparentemente
para lograr un determinado fin” o “asegurar una decisión opuesta a “estratégico” de cara a comparar. Plantear
óptima en cada momento”, (según la RAE). como hipótesis una cierta evolución en el tiempo de la
disciplina arquitectónica hacia lo estratégico, en algu-
A la vista de estas definiciones podemos establecer una nos casos. Interpretar el concepto de funcionalismo
primera generalización en la que “lo estratégico” se des- como un absoluto de la arquitectura moderna al que
criba como la planificación de algo que debe tener lugar los distintos momentos históricos han dado muy va-
a lo largo de un proceso acotado de tiempo, generado riadas respuestas y soluciones. Verificar si un posible
con cierta agilidad proyectiva basada en dispositivos desplazamiento hacia lo estratégico encuentra eco
destinados a producir un efecto plausible en el uso, en la en otras disciplinas de producción y creación. Trazar
realidad más que en un plano conceptual o alusivo. Tra- vínculos con el mundo del pensamiento y la reflexión
bajar con una previsión de resultados, de forma acom- o justificar el término a partir de la realidad de las con-
pasada y con una visión global del proceso. diciones contemporáneas en las que se desarrolla el
trabajo del arquitecto. Estas podrían ser algunas de
Pero estas definiciones iniciales resultan excesiva- las líneas para seguir indagando en el concepto de lo
mente generales. ¿Qué arquitectura de cualquier estratégico en arquitectura hoy. 30
época no ha pretendido validarse a través del uso?
¿Qué argumentación no ha tenido como fin último el En 1962 se publica la primera edición del clásico The
organizar los sucesivos pasos mediante los cuales un Structure of Scientific Revolutions, del físico y filósofo de 31
1 Thomas Kuhn se tituló en Ciencias rentes universidades norteamericanas.
Físicas por la Universidad de Harvard en
2 KUHN, Thomas S., The Structure
1943 y se doctoró por esta misma uni-
of Scientific Revolutions. University of
versidad en 1949. Posteriormente experi-
Chicago Press, Londres 1962. p. 27.
mentó un cambio de intereses que le llevó
desde la física a la historia y la filosofía de
la ciencia, dedicando gran parte de su
vida a la docencia tanto en departamen-
tos de historia como de filosofía de dife-
la ciencia norteamericano Thomas S. Kuhn.1 En esta
obra, el autor describe un recorrido en la evolución
de la ciencia y en su producción de conocimiento
asociada no basado en una secuencia lineal de acu-
mulación progresiva de sabiduría y progreso sino en
1
otra más impredecible determinada por la sucesión
en el tiempo de diferentes “paradigmas” que estable-
cen protocolos específicos y diversas direcciones de
investigación. Un paradigma, término capturado por
Kuhn de su empleo original en el campo de la lingüís-
tica, significa un marco de referencia, un patrón o un
modelo que instituye una aproximación disciplinar
frente a una investigación, dota a ésta de determinas
herramientas y ofrece un conjunto de ejemplos sus-
ceptibles de imitación y sobre los que avanzar en la
consolidación de dicho patrón. Un paradigma, según
2
Kuhn, “determina cuales son los problemas que deben ser
resueltos” 2 (y cuales no) y cómo deben ser resueltos por
la ciencia en cada momento, de acuerdo con aquellos
principios de interés que ese mismo paradigma haya
establecido previamente como relevantes. El concep-
to de paradigma estará cercano a los de “discurso” y
“campo discursivo” desarrollados paralelamente en el
tiempo por Michel Foucault como parte de su intento de
entender la relación entre el lenguaje, las instituciones
sociales, la subjetividad y el poder. Un paradigma es
un mecanismo de funcionamiento, en el caso de Kuhn,
entre un conjunto de hipótesis y creencias científicas,
unos procedimientos de aplicación, una obtención de
resultados y unas aplicaciones de estos.
el número de problemas que cada una de ellas sea negación de las verdades establecidas y su redefinición
capaz de resolver. No obstante, y dado que estos cri- desde la raíz, a partir de síntomas como la experimen-
terios de efectividad vienen marcados por los propios tación, los préstamos extra-disciplinares y la negación.4
paradigmas de forma iconoclasta, esta competencia Culminado con éxito un desplazamiento de paradigma,
será relativa, ya que en última instancia se contará la profesión habrá cambiado su perspectiva acerca del
con una ausencia de elementos de medida comu- terreno compartido, sus métodos y sus objetivos. Kuhn
nes. Así, y según Kuhn, no habrá criterios absolutos hablará de una matriz disciplinar para describir aquellas
de verificación de las teorías científicas que emergen herramientas que comparten los practicantes de un de-
dentro de cada paradigma sino más bien una verifica- terminado paradigma, explicando cómo “un paradigma
ción relativa, interna, de acuerdo con su propia lógica es aquello que los miembros de una comunidad científica
auto-impuesta. The Structure of Scientific Revolutions comparten e, inversamente, una comunidad científica está
describe un panorama variable a cada momento en el formada por individuos que comparten un paradigma”. La
tiempo en el que diversos paradigmas coexisten, ge- existencia de un paradigma legitima los problemas
nerando conocimiento unas veces complementario, a resolver por éste, hasta el punto de que en muchas
otras contradictorio y otras que entra en competencia ocasiones la teoría asociada al paradigma se encuentra
con el proporcionado por otros paradigma. Algunos implicada directamente en el diseño del dispositivo ca-
de estos paradigmas desaparecen, otros van evolu- paz de resolver el problema, escenificando por tanto una
cionando, otros se bifurcan en otros sucesivos, etc. tautología muchas veces estéril en su resultado.
Ningún momento en el tiempo ofrece una descripción
estable de las vías paralelas de investigación científi- The Structure of Scientific Revolutions describirá cómo los
ca en marcha y la proliferación de éstas solamente se avances y sobre todos los cambios de aproximación en
ve reducida cuando todas ellas se alinean con alguna la investigación se producen cuando ocurren los seña-
que alumbra un gran invento o descubrimiento. lados desplazamientos pero en cambio la consolidación
de estos y su conversión en material de trabajo colecti-
Los periodos en los cuales se trabaja dentro de un vo, accesible a amplias comunidades científicas, se da
determinado paradigma, ajustándose a sus límites y a solamente en las fases de normalidad. Un movimiento
sus objetivos son denominados por Kuhn periodos de alternante que el propio autor se encargó de poner en
“ciencia normal”, mientras que los momentos en los que perspectiva en relación con las interpretaciones más
un paradigma entra en crisis, se pone en cuestión y de usuales sobre la teoría del origen de las especies de
él emerge un nuevo paradigma que supera al anterior se Charles Darwin. Según Kuhn, “la selección natural, ope-
denominan momentos de “desplazamiento de paradig- rando en un entorno dado, es la responsable de la gradual
ma” (paradigm shift). La metodología de desarrollo de emergencia de organismos más elaborados, más articu-
cada ciencia dentro de las fases de ciencia normal tendrá lados y ampliamente más especializados, (…), productos 32
que ver con el trabajo con semejanzas y la producción de un proceso que avanza desde sus primitivos inicios ha-
de variaciones,3 mientras que en los periodos de des- cia ningún objetivo concreto”.5 De la misma manera, los
plazamiento de paradigma los saltos se producirán por desplazamientos de paradigma no siempre producen 33
3 KUHN, ibidem. p. 192.
desarrollándose y creciendo, con autonomía unas de Un árbol genealógico que avanza, se extiende, se bi-
otras. Todas ellas coexisten y se rozan, a veces mez- furca, descubre nuevas fallas de penetración, agota
clándose, dentro de la amalgama que es la evolución vías, etc. Un árbol que va nombrando y aislando los
de la arquitectura. Todas ellas se pueden considerar diferentes paradigmas que se van incorporando al
paradigmas en términos de Kuhn: poseen una genea- devenir de la historia de la arquitectura. Y en el que
logía propia, ofrecen ejemplos, en este caso edificios, el territorio común de medida se ha limitado tradicio-
que sintetizan los valores de cada paradigma, afinan nalmente a los aspectos visuales y formales.
herramientas de trabajo, generan una determinada
comunidad que comparte intereses, etc. En efecto, la evolución de la arquitectura se ha des-
crito e interpretado en términos eminentemente es-
La interpretación sobre paradigmas solapados es tilísticos, de acuerdo con las categorías canónicas
también válida para el momento actual. Así, las pre- establecidas por los críticos de los años 30 (Henry
ocupaciones de la llamada arquitectura digital son Russell Hitchcock, Sigfried Giedion, Nikolaus Pevs-
muy diferentes de las de la arquitectura vinculada a la ner,…), quienes instauraron mecanismos de evalua-
ecología. Asimismo, las de ésta estarían seguramen- ción crítica escorados invariablemente hacia aspec-
te reñidas con las de otra arquitectura cercana a los tos formales. Dentro de esta tradición seguramente
principios del minimalismo o con las que aún creen en sea el esfuerzo del crítico americano Charles Jenks
el valor de la tecnología como expresión formal. Éstas por cartografiar esta genealogía el que de forma más
a su vez no encontrarían un territorio común sobre el sintética resuma los movimientos y estilos que se su-
que buscar acuerdos con aquellas atentas a las preexis- ceden a lo largo del SXX y que han dado lugar du-
tencias y a la historia. Y así sucesivamente. Es decir, al rante los últimos cuarenta años a la ejecución de sus
igual que en la ciencia, en la arquitectura han cohabita- conocidos Evolutionary Trees. El trabajo sobre estos
do, cohabitan, paradigmas contrapuestos cuya distan- complejos árboles o más bien nubes genealógicas di-
cia relativa hace muchas veces imposible el estableci- bujados sucesivamente y publicados por primera vez
miento de un territorio común de medida entre ellos. en la revista Architectural Design a finales de los años
60, se podría entender como la voluntad de equiparar
Pese a aquella afirmación de Ignasi Solá-Morales ar- “paradigma” con “estilo”.
gumentando cómo “la crítica no es el reconocimiento o
la manifestación de ramas, tronco y raíces sino que ella Algunas de las consideraciones de Jenks al explicar
misma es también una construcción, producida delibe- estos árboles resultan paralelas a las reflexiones de
radamente para iluminar aquella situación, para llegar a Kuhn: “los arquitectos tienden a trabajar dentro de una
dibujar la topografía de aquel punto en el que se ha pro- tradición, adoptando solamente ciertos valores y exclu-
ducido alguna arquitectura”, lo cierto es que esa mis-
6
yendo otros, debido a que el aprendizaje de conocimiento 34
ma crítica tradicionalmente ha entendido el progreso y de determinadas habilidades está estrechamente relacio-
de la arquitectura moderna como el del crecimiento nado”;7 lo cual se podría reinterpretar cómo “los arqui-
de un árbol genealógico progresivamente ramificado. tectos tienden a trabajar dentro de un paradigma/esti- 35
6 de SOLÁ-MORALES, Ignasi, Dife- lutionary Trees” de Jenks en ZAERA,
rencias. Topografía de la arquitectura Alejandro, “Un mundo lleno de agujeros”
contemporánea. Gustavo Gili, Barcelo- en “Worlds One” El Croquis, Nº 88/89.
na 1995. p. 15. p. 308.
crítica arquitectónica. Pero la conversión por parte de Por encima de episodios aislados provenientes prin-
Jenks de sistemas de trabajo singulares en estilos (lo cipalmente del entorno “bauhausiano” de Hannes Me-
cual hace que en los Evolutionary Trees determinados yer, Ernst May y Mart Stam,10 sería el propio Giedion en
personajes como Gropius o Aalto aparezcan varias 1948, siete años después de la publicación de Space,
veces, asociados con más de uno de estos estilos de Time and Architecture, quien propondrá una mirada ex-
acuerdo con los diferentes momentos de sus trayec- haustiva sobre la incorporación de los accesorios me-
torias), reduce la historia de la arquitectura precisa- cánicos y tecnificados a la vida cotidiana en su libro
mente a una amalgama amorfa en la que los estilos Mechanization Takes Command. Preguntándose sobre el
conviven desordenadamente, sin propósito específi- alcance y las modificaciones de hábitos que la meca-
co ni jerarquía crítica asociada. nización estaba produciendo en las sociedades occi-
dentales rastreando el origen y evolución de aquellos
Frente a los riesgos de la posible equivalencia pa- elementos domésticos crecientemente tecnificados
radigma-estilo, resulta relevante repasar una contra- en su elaboración y rendimiento (mobiliario, baños,
tradición, en cierta medida anti-genealógica y des- cocinas, instalaciones de climatización, calefacción,
tinada en cambio a contemplar la arquitectura en saneamiento), Giedion vinculaba la modernización del
términos de comportamiento o de rendimiento (del espacio doméstico y su grado de confort con una evo-
inglés “performance”). lución ancestral y progresiva, acelerada por la Revolu-
ción Industrial. Su investigación por tanto tenía poco
En algunos de los textos fundacionales del Movimien- del carácter rupturista que su anterior trabajo había
to Moderno sus autores se habían referido a éste en anunciado, y en cambio llevaba implícito el mensaje de
términos de incorporación de las artes aplicadas a la que “realizar una función de la mejor forma, eficientemen-
era industrial (Pevsner), ligereza, asimetría y des-orna- te, demandaba sabiduría”.11 Entre estos dos libros por
mentación (Hitchcock) y translación de los principios tanto, se produce un desplazamiento inicial desde el
plásticos de la pintura a la arquitectura (Giedion). Fue habitar como el uso de un entorno diseñado espacial y
éste último autor el que con más hincapié hizo énfasis plásticamente, hacia el habitar de acuerdo con las po-
en el paralelismo entre arte y arquitectura, y a pesar sibilidades técnicas del hombre en interacción con los
de reconocer el papel emprendedor de la ingeniería, objetos, y la comodidad como algo intrínseco a estos.
ideó categorías híbridas entre la arquitectura y las dis-
ciplinas plásticas para describir la nueva arquitectura En Mechanization Takes Command el guión del habi-
tales como “espacio-tiempo”, “disolución de la pers- tar moderno se veía prácticamente colmatado por
pectiva”, “planos-movimiento”, etc. 9
Técnica y arte las posibilidades técnicas que la mecanización, en su
se emplearon inicialmente para describir las virtudes inexorable avance, proporcionaba al ser humano. Esta
y dilucidar las características de la arquitectura mo- aproximación de Giedion hacia las virtudes técnicas 36
derna, y se puede considerar que solamente después y mecánicas de los objetos se convertiría posterior-
la crítica arquitectónica comenzaría a indagar en sus mente en un tema de trabajo para Reyner Banham,
aspectos de eficiencia asociados. y anticipaba muchos de los debates que iban a tener 37
9 GIEDION, Sigfried, “El espacio-tiempo modular diseñada según parámetros Press, Oxford, 1969. p. 24.
en el arte, la arquitectura y la construc- de optimización de movimiento por la
12 MARTIN, Reinhold, The Organiza-
ción” en Espacio, Tiempo y Arquitec- arquitecta Margarete Schütte-Lihotzky y
tional Complex. Architecture, Media
tura. Origen y desarrollo de una nue- ejecutada como parte de un proyecto de
and Corporate Space. The MIT Press,
va tradición. Reverté, Barcelona 2009. vivienda social de Ernst May en 1926.
Cambridge 2003. p. 20.
p. 427.
11 GIEDION, Sigfried, Mechanization
13 GIEDION, Sigfried, Op. Cit. p. 721.
10 Como ejemplo podemos citar la fa- Takes Command. A contribution to
mosa “Cocina de Frankfurt”, una unidad anonymous history. Oxford University
lugar quince años más tarde entre los partidarios del
“operativismo científico” de la HfG de Ulm y los plan-
teamientos Pop del entorno anglosajón.
paces de dotar de rendimiento a la arquitectura: el Tal y como ha explicado el crítico Anthony Vidler, “Frente
programa, las condiciones ambientales o la energía, a un Movimiento Moderno universalizado a través de las acti-
entre otros. vidades de los CIAM y fundado en la mitología de la Forma y
la Función”,15 Summerson evidenciaba una interpretación
En 1957 y con motivo de la recepción de la meda- circunstancial del concepto de funcionalismo y de sus
lla de oro anual del RIBA, el historiador John Sum- mecanismos de legitimación por parte de los diferentes
merson ofrecía la conferencia The Case for a Theory tratadistas que lo habían problematizado desde media-
of Modern Architecture. Tradicionalmente asociado al
14
dos del SXVIII. Así sucesivamente Perrault, Laugier, Du-
movimiento historicista como un experto en neoclasi- rand, Viollet-le-Duc, Pugin o Le Corbusier encontraban
cismo, especialmente tras la publicación de su libro en la antigüedad clásica, lo primitivo, la economía, el
The Classical Language of Architecture, la conferencia gótico, el neogótico, los elevadores de grano, etc., una
de Summerson en el RIBA supuso en cambio la pre- justificación aparentemente funcional (es decir racional,
sentación de una lúcida síntesis crítica sobre la arqui- lógica, necesaria) para una definición universalizada de
tectura moderna. Una síntesis en la que se manifesta- arquitectura, basada en realidad en una reinterpretación
ría la preeminencia del concepto de programa como del pasado y de sus formas. Summerson se preguntaba
fuente de unidad y como característica fundamental dónde residía en la arquitectura la “fuente de unidad”
de la arquitectura moderna frente a los movimientos (suorce of unity), es decir, una idea estable y autoritaria a
precedentes que habían empleado, según Summer- partir de la cual la arquitectura tomase forma de manera
son, la imitación formal como base. La vinculación de unitaria y culturalmente incuestionable. Un modelo de
Summerson con el Movimiento Moderno en la Ingla- certidumbre formal en el que apoyarse. En su opinión,
terra de aquellos años se había producido a través y a pesar de la manifiesta exclusión de la antigüedad
de sus contactos con arquitectos como Maxwell Fry, como autoridad última por parte de los escritores racio-
Berthold Lubetkin, Denys Lasdun o Leslie Martin, to- nalistas de los SXVIII y XIX, era allí donde se depositaba
dos ellos pertenecientes al grupo MARS (Modern esta seguridad, mientras que el surgimiento de una idea
Architectural Research), rama inglesa de los CIAM de la arquitectura menos figurativa y más social corres-
y activo durante el periodo 1933-1957. Dictada en pondía exclusivamente a la modernidad: “la fuente de uni-
un momento inmediatamente anterior al desman- dad en la arquitectura moderna reside en la esfera social, en
telamiento de los antiguos CIAM y su transforma- otras palabras, en el programa arquitectónico”.16
ción en el grupo Team X, cuya fundación está fe-
chada en la última conferencia oficial de CIAM en Es importante aclarar antes de seguir adelante la di-
Otterlo, Holanda, en 1959, The Case for a Theory of ferencia en las aceptaciones habituales del término
Modern Architecture se puede interpretar no tanto “programa” en español frente a las utilizadas común-
como una alegato de resistencia a favor del fun- mente en inglés. Mientras en español, y en el ámbito 38
cionalismo determinista de los años 20 sino como de la arquitectura, el término se relaciona más con la
otro sobre la necesidad de invención programática idea de programa de necesidades, y por tanto con
y proyección social asociada. un entendimiento cuantitativo relacionado con su- 39
14 SUMMERSON, John, “The Case for 16 SUMMERSON, Op. Cit. p. 232.
a Theory of Modern Architecture” en Oc-
17 SUMMERSON, Op. Cit. p. 233.
kman, Joan (ed.), Architecture Culture
1943-1968. Rizzoli, Nueva York, 1993. 18 SUMMERSON, Op. Cit. p. 233.
p. 226.
sino también por constituir un termómetro de efectivi- ¿Estaba Summerson, y posteriormente Banham, sen-
dad. La arquitectura moderna se evaluaba de acuerdo tando las bases de un nuevo paradigma?
con la puesta en práctica, en uso, de sus programas.
¿Se puede considerar un cambio de paradigma su lla-
A pesar de su afán redescriptivo, el texto de Sum- mamiento a la primacía de la organización por encima
merson contenía la suficiente modestia para dejar de la forma, o se trataba en cambio de documentar
sin resolver la incógnita de la forma en relación con un desplazamiento generalizado y evidente en el de-
los nuevos parámetros que, desde el programa y sus sarrollo del Movimiento Moderno?
consideraciones, debía abordar el arquitecto. Lejos de
desatender el problema de la forma, reconocía que de Por una parte, resulta tentador pensar que una apela-
sus especulaciones resultaba un “lenguaje ausente”, ción al programa y a un alejamiento de la forma, algo
o una ausencia de lenguaje, desdeñados los estilos que con otro nombre pero intenciones similares esta-
y la expresión, algo que en el texto se ponía en rela- ban haciendo en EEUU al mismo tiempo arquitectos
ción con planteamientos de László Moholy-Nagy o de como Richard Neutra y sus intereses ambientalistas,
Walter Gropius y su libro Scope of Total Architecture, suponía el relevo de un paradigma formalista o reti-
de 1956. Summerson simplemente mencionará dos niano (tal y como fue definido por Marcel Duchamp
posibles soluciones a esta incógnita: la dictada por al describir una evolución equivalente en el arte) por
los principios racionales desde la esfera de la inge- otro nuevo. La cultura del espacio y la forma se veía
niería y la reconsideración de las bases geométricas substituida por un nuevo objetivo, el de la “perfomati-
de la arquitectura y sus límites. La técnica y la cien- vidad”, o la capacidad de actuación de los programas
cia, como determinantes a considerar, aplicando sus generando acontecimientos a partir de su manipula-
posibilidades sobre una plataforma de razonamiento ción dimensional y su interacción.
estrictamente arquitectónico entorno a la definición
ampliada de programa. En términos de Thomas Kuhn este desplazamiento
de paradigma se verificaba mediante la puesta en cri-
Esta reflexión y esta alineación con algunos resqui- sis del anterior paradigma (Summerson acusaba de
cios del pensamiento “bauhausiano” actualizado “cripto-neoclasicismo” a aquellos aún preocupados
se producía al mismo tiempo que la arquitectura por la expresión y el estilo), el rechazo a sus herra-
europea comenzaba a preocuparse por cuestio- mientas (la imitación formal), el establecimiento de
nes como la identidad, la escala, los patrones de nuevas herramientas (el manejo del programa en tér-
asociación y en definitiva una tendencia hacia la minos cualitativos) y la presentación de casos prác-
humanización y la particularización de los plan- ticos susceptibles de análisis (algo que Banham se
teamientos del Movimiento Moderno. En cambio preocuparía de hacer en sus libros Theory and Design 40
la tesis, llamémosla hiper-funcionalista o progra- in the First Machine Age, especialmente en su reivindi-
mática de Summerson parecía querer marcar un cación de Buckminster Fuller, y The Architecture of the
camino alternativo. Well-Tempered Environment). 41
19 VIDLER, Op. Cit p. 70.
comprensible, y “cuya forma al captar la vista fuese con- El paso de programa a organización cristalizaba, se-
firmada por la experiencia del uso del edificio”; 21
y la de gún Banham, en la topología del proyecto, es decir,
“aformalismo” suponía un ataque a los “Palladianos cuando el proyecto se organizaba de forma topológica
rutinarios tanto como a los Funcionalistas rutinarios” y al y no solo geométricamente. Esto ocurre en el momen-
énfasis de estos últimos en las articulaciones volu- to en el que el programa, entendido “cualitativamente”,
métricas de origen cubista. Pero era el concepto de deja de ser un elemento abstracto (numérico, dimen-
topología, a partir de un uso del término algo inge- sional) y adquiere una interdependencia ineludible con
nuo e impreciso, el que ponía a Banham en la pista el conjunto de cualidades arquitectónicas que lo defi-
de la reconsideración del programa desde el punto nen: tamaños, relaciones entre partes, circulaciones,
de vista de la organización y el rendimiento y no des- condiciones espaciales y ambientales, etc. “En 1960, la
de el simbolismo moderno. cuestión fundamental residía en la naturaleza del “programa”,
concebido en el sentido más amplio del término, adoptado
Por topología Banham entendía un uso de la geometría para la arquitectura, un programa que aprehendiese e inclu-
generado por la presencia del usuario y por la tra- yese al mismo tiempo forma y función. No “la forma sigue a
ducción de ésta a la preeminencia de los elementos la función” sino literalmente la forma como programa y vice-
arquitectónicos de conectividad, circulación y rela- versa”.23 La conversión directa de forma en programa y
ción entre interior y exterior, determinados a par- viceversa generaba una organización cuya eficacia po-
tir de criterios anti-platónicos y ejemplificados por día ser evaluada en términos de rendimiento y cuyo anti-
las calles elevadas de los proyectos de Park Hill en clasicismo e indefinición de expresión se podía entender
Sheffield, de Jack Lynn e Ivor Smith, o el concurso como una “arquitectura otra”, en términos de Banham.
para el Golden Lane, de A+P Smithson. Estos pa- Estas aspiraciones se cumplen, de acuerdo con Vidler,
sillos determinaban organizaciones a-formales en en un momento como el actual en el que la arquitectura
las que belleza y geometría eran suplantadas por se ha dotado de nuevas herramientas como los diagra-
imagen y topología. 22
mas, los mapas, y el manejo complejo de la información.
Es por ello que el paralelismo entre la arquitectura de los
Banham compartirá con Summerson la creencia de años 60, germen de estas preocupaciones, y la contem-
que la reconsideración del elemento programa era poránea resulta productivo.
necesaria para liberarse de los formalismos moder-
nos, pero donde Summerson dejará la cuestión de El paso de organización a efecto fue estudiado por
la forma sin resolver, sugiriendo la condición infraes- Banham en su análisis pionero sobre la relación en-
tructural de la arquitectura como una posible solu- tre energía y arquitectura, The Architecture of the Well-
ción, Banham fue capaz de describir los pasos sub- Tempered Environment. En este libro la arquitectura se
siguientes, aquellos que se podría interpretar contie- interpreta como algo que no representa unos valores 42
nen la transformación desde lo paradigmático hacia ni paradigmas preestablecidos sino que es exclusiva-
lo estratégico: el paso de programa a organización y mente un mecanismo destinado a producir un efecto
posteriormente el de organización a efecto. ambiental y medioambiental mediante su diseño pasivo 43
21 BANHAM, Reyner, “The New Bruta- 23 VIDLER, Anthony, “Towards a Theory
lism” en A Critic Writes: Selected Es- of the Architectural Program” en October
says by Reyner Banham. University of Nº 106. p 73.
California Press, 1996. p. 12.
24 BANHAM, Reyner, The Architectu-
22 VIDLER, Anthony, Histories of the re of the Well-tempered Environment.
Immediate Present. The MIT Press, University of Chicago Press, Londres
Cambridge 2002. p. 136. 1969. p. 310.
frente al clima, su organización formal y distributiva y sus
sistemas técnicos de climatización. Este efecto se hace
extensivo a las situaciones de confort en el interior de
esta arquitectura, de forma que desde un rendimiento
estrictamente técnico como punto de partida se anali-
1
zaba el efecto que éste podía llegar a tener en el uso.
Banham hablaba de una disociación o liberación entre el
rendimiento y la forma o, en realidad, “era el rendimiento
previsto el que se veía liberado de la forma convencional”.24
2
La tecnología podía ser directamente arquitectura,
sin mediación de los códigos tectónicos y visuales
convencionales, pero el efecto de esta arquitectura-
tecnología (o viceversa) no se evaluaba en un plano
técnico sino en uno social, en la capacidad que te-
nia de producir “beneficios hasta el momento impen-
sables”, en palabras del propio Price y enlazando
con la filosofía utilitarista de Jeremy Bentham. Mu-
chas de las soluciones de Price, particularmente en
sus últimos proyectos, no eran sofisticadas ni espe-
cialmente avanzadas, aunque siempre ingeniosas
en su astuta sutileza por detectar una necesidad
no evidente o una oportunidad habitualmente de-
sapercibida.
tras la Segunda Guerra Mundial y miembro del colec- la tecnología disponible y las posibilidades de invertir
tivo MARS, que durante los años 20 en Berlín había el proceso convencional por el cual la arquitectura se
pertenecido al grupo expresionista Der Ring y traba- incorporaba a la sociedad: si desde el punto de vista
jado para Eric Mendelsohn. De acuerdo con algunos típicamente paradigmático el objeto arquitectónico se
testimonios, la influencia de Korn en Price y en otros sumaba a un discurso existente, aportando unos val-
alumnos de la época en la AA como Richard Rogers ores reglados, desde el entendimiento con el que Price
fue importante y de su enseñanza derivó el temprano ejerció su trabajo el objeto arquitectónico debía des-
interés de Price por la indeterminación. Es interesante montar el andamiaje de las convenciones para abord-
constatar cómo en un periodo de influencia corbuse- ar el problema tangencialmente, raramente ofreciendo
riana tan significativa en la Inglaterra de los años 50, una respuesta literal al mismo sino inventando opor-
marcada por la emergencia del Team X de la mano de tunidades. Podemos llamar estratégico a este pro-
A+P Smithson, el recorrido biográfico de Price se alejó cedimiento, ya que partiendo de unos presupuestos
de estas filiaciones trabajando para Erno Goldfinger y sin prefijar (ni siquiera la tecnología era un apriorismo
para Fry, Drew & Partners, arquitectos más vinculados para Price, en contra de lo comúnmente aceptado) se
a la línea Bauhaus (Maxwell Fry había sido socio de establecía un plan destinado a conseguir un máximo
Gropius en 1934-36). Con Goldfinger, a quien debía de efectos con un mínimo de contenido arquitectóni-
su aprendizaje inicial en prefabricación y seriación co (contenido material, de esfuerzo, económico, etc.).
de componentes, Price formó equipo para el diseño Un plan que no se ejecutaba en el seno de ningún
y ejecución del pabellón Nº7 de la exposición This is paradigma establecido sino que se justifica debido al
Tomorrow en 1956, lo que le permitió entrar en con- resultado producido por la ejecución de ese plan. Un
tacto con Banham y con el ingeniero Frank Newby, 25
plan, o estrategia, que precisamente por carecer de
con quien posteriormente colaboraría en el diseño de los peajes conceptuales y metodológicos marcados
Aviario del Zoológico de Londres. por algún paradigma, era libre de planear un resultado
y un procedimiento de ocasión para alcanzar ese re-
Price se mantuvo alejado de los círculos de influen- sultado. El trabajo de Cedric Price resulta ejemplar en
cia de Le Corbusier y es notoria su difícil relación con tanto a su vocación de impermanencia y el alcance
Peter Smithson, evidenciada en algunas anécdotas limitado de sus ambiciones permitían describir la ar-
representativas en diferentes momentos de sus vi- quitectura como la aplicación de recetas instantáneas,
das. 26
Quizás sea demasiado evidente contraponer directas. Que se planeaban y realizaban con agilidad
la trayectoria de Smithson, dedicada obsesivamente y economía de pensamiento y de proceso.
a hilvanar continuidades y variaciones sobre los
grandes temas y preocupaciones que habían obse- Las técnicas de trabajo de Price, que contó siempre
sionado a los maestros modernos, con la de Price, con un equipo reducido en su estudio, limitando el 44
quien se obstinó en moverse en el vacío aparente cre- proceso de diseño a lo indispensable y basando éste
ado por las condiciones técnicas, urbanas y sociales en pequeños diagramas sintéticos de la acción (es-
de su época, manejando exclusivamente su intuición, trategia) a ejecutar, facilitan esta lectura; trasladan el 45
25 MATHEWS, Stanley, From Agit- Peter Smithson actuó como crítico invi- de diseñar”. (MATHEWS, ibidem. p. 261). Hadspen Garden, Somerset, invitación a
Prop to Free Space: The Architecture tado en la AA en una presentación en la la cual Smithson respondió construyendo
Curiosamente, Smithson y Price com-
of Cedric Price. Black Dog Publishing, que despreció públicamente un proyecto un obelisco de madera de 15m. de altura,
partieron el que para ambos sería su
Londres 2007. p. 24-31. de Price, por entonces alumno de 5º cur- mientras que Price diseñó un masterplan
último cliente antes de morir en la figura
so, abandonando el jurado abruptamente para la finca, ejecutando finalmente una
26 MATHEWS, ibidem. p. 29. Existen del coleccionista de arte y galerista Niall
después de considerar el proyecto una biblioteca en el interior de un contenedor
al menos dos ocasiones documentadas Hobhouse. Éste dejó libertad a los dos
provocación. (MATHEWS, ibidem. p. 26). de transporte marítimo cerca de la casa
en las que se produjeron descréditos mu- arquitectos para que definiesen sus pro-
En 1999, Smithson declaró en una entre- principal del SXVII. Durante todo el proce-
tuos entre ambos arquitectos. En 1955 pios encargos dentro de su propiedad de
vista que Price era “un caballero incapaz so, Price deliberadamente olvidó dibujar
paso que se produce del trabajo paradigmático al tra-
bajo estratégico al interior del estudio del arquitecto y
a su proceso de diseño e implementación.
imiento Moderno a favor de la operatividad de estos de este concepto desde el puro alojamiento de fun-
mismos valores y en detrimento de su supuesta con- ciones hasta el que mide la acción de estas funciones,
dición ejemplarizante. Recientemente se ha producido su rendimiento y su efecto.
una reevaluación de algunas de estas arquitecturas bajo
un prisma crítico, haciendo hincapié en los principios ar- El paso hacia la posmodernidad como circunstancia
gumentales encaminados al alejamiento de las pautas cultural definida por multitud de pensadores encuen-
dictadas por la modernidad clásica. Un desplazamiento tra en algunos de ellos legitimaciones parecidas a las
en las metodologías de proyecto de los primeros años aquí utilizadas para describir una cambio equivalente
60 que podemos considerar hacia lo estratégico y que en arquitectura y en la cultura en general. Un cambio
incluye el desarrollo de intereses complementarios a que acontece acompasadamente entre arquitectura y
aquellos canónicamente modernos. Así por ejemplo, re- sociedad y sobre el que ahora es posible trazar con-
cientemente se ha escrito con una mirada renovada so- exiones y coincidencias.
bre la condición medioambiental y terapéutica de la obra
de Richard Neutra,29 la tecnología en la obra de Buck- En su clásico La Condición Postmoderna (1979), Jean-
minster Fuller,30 las redes invisibles de David Greene31 François Lyotard hablará de “la incredulidad con respec-
o el “operativismo científico” de Tomás Maldonado de- to a los metarrelatos”33 como uno de los síntomas de
sarrollado en el contexto de la Escuela de Ulm.32 Todas esta condición. No sería difícil, de nuevo, establecer
ellas posiciones estratégicas, anti-utopistas, pegadas a equivalencias entre metarrelatos, tal y como parece
la realidad, y que ensayaban una ampliación del rango querer ser usado el término, y los paradigmas de
de acción de la arquitectura mediante una indagación Kuhn. Al descreimiento en los metarrelatos y/o par-
selectiva en aspectos como ambiente, energía, progra- adigmas lo relacionará Lyotard con un progresivo
ma, información, comunicación, etc. desuso de la función narrativa como legitimadora
de discursos. Esto da lugar a un panorama cultural
Desde este punto de vista, la justificación de la emer- estallado, por capas, y en el que las coherencias
gencia de lo estratégico como metodología podría tener se buscan de forma local, puntual. “¿Dónde puede
diferentes protagonistas en distinto lugar y sin embargo residir la legitimación después de los metarrelatos?”,
repetir palabras, ideas y descripciones, pero segura- se pregunta Lyotard. Y posteriormente habla de un
mente coincidiría en un momento en el tiempo. Esta “criterio de operatividad”, no enfocado a juzgar lo
redescripción pasará en todos estos casos por un des- verdadero y lo justo sino a “optimizar las actuaciones
tilado del concepto de funcionalismo en arquitectura, del sistema, la eficacia”.34 Lyotard citará un compen-
dando la razón a Summerson quien, como se ha visto, dio de escritos acerca de la posmodernidad titulado
centraba el progreso de la disciplina en un orbitado con- precisamente Performance in Postmodern Culture,35
tinuo en torno a una reconsideración de este concepto. y relacionará el desmoronamiento de la condición 46
narrativa con una alteración del concepto de tiem-
Lo estratégico así entendido ofrecería una visión am- po y con una transformación general del saber en la
pliada de lo funcional, transformándose el significado cultura occidental. 47
29 Ver LAVIN, Sylvia, Form Follows Li- 31 Ver GREEN, David y HARDINGHAM, 33 LYOTARD, Jean-François, La Con- re, V.1). Coda Press, Wisconsin, 1977.
bido: Architecture and Richard Neutra Samantha (Ed.), L.A.W.U.N. Project dición Postmoderna. Ediciones Cáte-
in a Psychoanalytic Culture. The MIT #19. Architectural Association, Londres dra, Madrid 1984. p. 10. 36 BANHAM, Reyner, “The Price is
Press, Cambridge 2005. 2007. right”, en PRICE, Cedric, The Square
34 Ibidem. p. 11.
Book. Architectural Association, Londres
30 Ver YUN-CHU, Hsiao y TRUJILLO, 32 Ver LINDINGER, Herbert, Ulm De-
35 BENAMOU, Michel, CARAMELLO, 1984.
Roberto, (Ed.) New Views on Buck- sign: The Morality of Objects. MIT
Charles (Ed.) Performance in Postmodern
minster Fuller. Stanford University Press, Press, Cambridge 1991. 37 Ibidem. p. 98.
Culture (Theories of Contemporary Cultu-
Palo Alto 2009.
La nueva naturaleza del saber, según La Condición
Postmoderna, exige una traducción de “conocimiento”
a “información” en aras de convertirse en útil. La in-
formación y sus métodos contemporáneos de trans-
misión, comunicabilidad, forma de crear vínculos y de
1
contener conocimiento, modifica los mecanismos de
pensamiento y producción. Lyotard describirá diver-
sas forma de “legitimación por performatividad” re-
lacionándola con técnicas tales como el trabajo en
equipo, las vías paralelas de investigación y el em-
pirismo frente a la especulación. Algunas de estas
definiciones se acercan a los postulados clásicos de
las filosofías utilitarista y pragmatista y no por cas-
ualidad sería precisamente la suma de dos de las
definiciones habituales de ésta última, tales como el
cuestionamiento de la verdad como idea prefijada y
2
la indagación a través de la acción o la práctica, otra
de las posibles aceptaciones que para describir lo
estratégico podríamos buscar.
oportunidades”. Seguramente sea la distinción entre paradoja de los anti-arquitectos era que, al intentar super-
solucionar problemas e inventar oportunidades la afir- ar las ataduras con el pasado y las limitaciones de la ex-
mación sumaria que justifique el posible interés de la presión formal, recurrían a la tradición y empleaban formas
investigación que aquí da comienzo. para enviar sus mensajes. Es más, en los años 1970 sus
imágenes anti-arquitectónicas llegaron a ser absorbidas
Si bien el momento actual puede parecer favorable por los arquitectos: el Centro Pompidou de Renzo Piano
para reivindicar la línea de evolución de la moderni- y Richard Rogers en París (1974), por ejemplo, habría sido
dad centrada en la preeminencia de la organización inconcebible sin el legado de Archigram”.39
sobre la forma, es preciso recordar la postura aún hoy
periférica que algunas de las figuras representativas Más allá de una aparente confusión en las filiaciones
de esta tendencia conservan. Así, Price solamente re- reales del Pompidou y de equiparar, como tantas veces
cibe una mención de pasada (6 líneas) en la Historia ha ocurrido, a Archigram con Price, cuando su trabajo
Crítica de la Arquitectura Moderna de Kenneth Frampton, difiere en importantes aspectos, (algo reconocido por
publicada por primera vez en 1980, y ésta se produce ellos mismos),40 se puede afirmar que Curtis, Frampton
exclusivamente para citarle como “destacado discípulo y tantos otros como Jenks o Alan Colquhoun, ignoraron
de Fuller” y establecer una cierta comparación favo- las verdaderas virtudes y aspectos valiosos del trabajo
rable a Price frente al trabajo de Archigram, quienes de Price y de su filosofía compartida con Banham.
reciben severas críticas en esta historia cuasi-oficial
de la arquitectura del SXX.38 Algo parecido ocurrirá en La insistencia en evaluar a Price desde un punto de
otra de las historias de la arquitectura moderna más vista estético (“pese a toda esta postura anti-estilística,
manejadas habitualmente, la de William Curtis, La Ar- su actitud cristalizó en un estilo de aspecto sereno y co-
quitectura Moderna desde 1900, publicada por primera rriente”41), algo que años antes ya había ocurrido con
vez en 1982. En esta ocasión, Price obtiene una at- la crítica al Potteries Thinkbelt que realizó el crítico
ención igual de limitada y segregada del que fue su canadiense George Baird,42 se ha prolongado hasta
entorno de referencia real. hace relativamente poco. En el otro extremo del equí-
voco, Peter Eisenman, frente a la retórica auto-refe-
En ambos casos la figura de Banham quedará sospe- rencial de gran parte de la arquitectura de los años 70,
chosamente apartada de los argumentos estelares de describiría a estas figuras como meros continuadores
la narración en cada uno de los dos libros, y solamente de la tradición funcionalista: “(…) incluso hacia finales
se citará a éste puntualmente para legitimar intelec- de los años 60 se creía aún que las polémicas y teorías
tualmente el origen del movimiento brutalista, sin hacer del temprano Movimiento Moderno podían sustentar la ar-
alusión a sus reflexiones posteriores sobre el pop o la quitectura. El principal ejemplo de esta actitud se articuló
tecnología. Curtis incluirá a Price en el capítulo “Arqui- en lo que ha venido a llamarse el Funcionalismo Revisio- 48
tectura y anti-arquitectura en Inglaterra” y se le calificará nista Inglés de Reyner Banham, Cedric Price y Archigram.
en este libro de “anti-arquitecto” junto con Archigram Esta actitud neo-funcionalista y su idealización de la tec-
y otros, sobre los cuales el crítico inglés concluirá: “la nología estaba cargada del mismo positivismo ético y la 49
38 FRAMPTON, Kenneth, Historia críti- “On one ocasion the white collar was tura (Barrie and Rockliff, 1969 - edición 44 Ver “Program versus Paradigm:
ca de la arquitectura moderna. Gustavo loosened” en PRICE, Cedric, The Square consultada: Hermann Blume, Madrid, Otherwise Casual Notes on the Prag-
Gili, Barcelona 1993. p. 285. Book. Architectural Association, Londres 1975. matic, the Typical, and the Possible” en
1984. p. 106. rowe, Colin. As I was Saying. Reco-
39 CURTIS, William, La Arquitectura 43 Eisenman, Peter, “Post-Functio-
llections and Miscellaneus Essays.
Moderna desde 1900. Hermann Blume, 41 CURTIS, Op. Cit. p. 326. nalism”, en HAYS, K. Michael (ed.) Ar-
The MIT Press, Cambridge 1996.
Madrid 1986. p. 326. chitecture Theory since 1968.The MIT
42 Ver JENKS, Charles– BAIRD, Geor-
Press, Cambridge, 2000. p. 236.
40 Ver el comentario de COOK, Peter, ge. (Ed.), El Significado en Arquitec-
misma neutralidad estética que las polémicas de antes
de la guerra”.43
4
Según esta hipótesis, la secuencia programa-organi-
zación–efecto protagonizaría diferentes interpretacio-
2.2. Del paradigma a la estrategia
nes presentes en la arquitectura actual y deudoras de lo estratégico no parte de un terreno tan seguro y goza
aquellas herramientas de trabajo que en su penúlti- de la libertad de replantearse las herramientas en cada
ma oscilación este péndulo había descrito hace aho- ocasión. Su fin no será el de alinearse con formulacio-
ra cuarenta años. Como la otra cara de una misma nes preexistentes sino que encontrará su legitimación
moneda, la des-programación, las des-organización en la realidad, en el uso y en su acoplamiento a unas
(grados de libertad, espacio líquido, flexibilidad, va- condiciones, las contemporáneas, lejos de los ideales y
cío) y la anulación de los efectos serán mecanismos abstracciones modernas. Es por esto que los conceptos
presentes en esta actualización como valores ex- de programa y organización resultan privilegiados para
tremos de una misma preocupación. Esto se puede verificar este desplazamiento, ya que sus efectos son
comprobar en la forma en la que con estas mismas verificables en el uso real de la arquitectura, sin tener
herramientas se han abordado recientemente temas que certificar su adecuación de acuerdo con reglas de
tangenciales a la arquitectura como el paisaje, el ur- actuación anteriores. Es por esto también que una mi-
banismo o la rehabilitación. rada estratégica sobre la arquitectura resulta pertinente
hoy día cuando la creciente demanda de respuestas a
La reflexión sobre el concepto de funcionalismo que corto plazo, constreñidas por factores externos y suje-
supone lo expuesto podría dar lugar al equívoco de inter- tas a infinitas adaptaciones y transformaciones de cara
pretar la hipótesis de una arquitectura de la organización a su supervivencia exigen un cambio de perspectiva y el
y el rendimiento en el uso efectivo como una prolonga- destilado de instrumentos de trabajo complementarios a
ción de un paradigma mecanicista o técnico. No sería así, los que la modernidad clásica puso en circulación.
ya que como ha quedado expuesto, los planteamientos
discutidos, desde Giedion a Price pasando por Summer- Todo ello se puede calificar como “operativo”, siguien-
son y Banham, contemplan la tecnología como un medio do las indicaciones del matemático Anatol Rapoport,
de liberación, una plataforma para repensar el papel de la quien en su obra Operational Philosophy de 1953, ex-
arquitectura en la sociedad y lo que ésta puede ofrecer. plicaba cómo “la ética operativa descansa en una única
Pocas veces, salvo en el caso de Banham, la tecnología premisa; que las reglas de conducta y los objetivos no de-
se convertirá en un tema en sí mismo, y en cambio sí fa- berán ser establecidos a priori sino que emergerán como
cilitará un pensamiento a corto plazo, de efectividad y de resultado del mejor método de averiguación disponible”45,
descreimiento de los grandes asuntos que habían sido es decir, una forma de entender el trabajo arquitectóni-
trascendentales para la primera modernidad tales como co, la estratégica, basada en la producción de realidad,
el espacio, la forma, la luz, las metáforas maquinistas o la la efectividad y la incorporación. En la que “la definición
interrelación entre las disciplinas artísticas. de verdad como aquello “que funciona””,46 se instala en el
interior de los procesos y amplia el campo disciplinar.
Es este descreimiento lo que permite pensar en el 50
paso de lo paradigmático a lo estratégico. Lo paradig- Consideremos brevemente la alineación de lo hasta
mático busca legitimación en verdades o discursos ya ahora expuesto con los discursos e intereses de la
establecidos con protocolos codificados, mientras que crítica arquitectónica actual: 51
45 Rapoport, Anatol. Operational Imagination. Thinking about “things
Philosophy. Nueva York, Harper and in the making”. Nueva York: Princeton
Brothers Publishers, 1953. p. 116. Architectural Press, 2000. p. 16.
53 Ver BAIRD, George, ”Criticality” and ture D’Aujourd’hui 238, Abril 1985.
Its Discontents” en SAUNDERS, William
54 Ver SPEAKS, Michael, “Design inte-
S. The New Architectural Pragmatism:
lligence and the new economy”, en Archi-
A Harvard Design Magazine Reader.
tectural Record vol.190 nº1, enero 2002.
University of Minessota Press, Minne-
apolis 2007. p. 140. En relación con la
reacción explícita del trabajo de Koolhaas
frente a la “intimidación” (sic.) de Tafuri, ver
la entrevista a Rem Koolhaas en Architec-
2.2. Del paradigma a la estrategia
a Robert Somol y Sarah Whiting, cuyo escrito “Notes to de la “criticalidad”59 tras la preeminencia de los dis-
around the Doppler Effect and other Moods of Moder- cursos de Rowe, Tafuri, Eisenman o Hays, dedicados
nism”, originalmente publicado en la revista Perspecta a asociar la idea de lo disciplinar en arquitectura con
33 en 2002, se considera clave para la comprensión el régimen de la “textualidad” y la necesidad de em-
de este conjunto de interpretaciones. 55
plazarse dialécticamente entre discursos enfrentados.
Frente a una idea de lo disciplinar como autonomía,
Asimismo, el panorama de lo “post-crítico” en arqui- representación y significado (crítico), se propone una
tectura ha sido relacionado por Reinhold Martin con la interpretación de lo disciplinar como diagramático,
postura de Bruno Latour expuesta en “Why has critique instrumental y performativo (proyectivo). Este plan-
run out of steam? From Matters of Fact to Matters of Con- teamiento explora, de nuevo, una posición que ignora
cern”, y el esfuerzo por “sustituir una epistemología infun- la polaridad entre vanguardia y conservadurismo, ya
dada por el espíritu de las políticas radicales por un nuevo que se plantea una redescripción de lo disciplinar y
realismo fundado en la contingencia de las “matterns of no su crítica o bien su reivindicación. Para Eisenman,
concern” (cuestiones de inquietud o preocupación) frente la interpretación disciplinar de, por ejemplo, la Maison
a lo incuestionable de los “facts” (hechos)”.56 Dom-ino de Le Corbusier, pasará por una lectura del
proyecto como signo, y de su resultado como traza
Para Stan Allen una “práctica material” será aquella de su proceso de diseño, algo que luego haría ex-
capaz de obviar la polaridad entre las prácticas con- tensivo a sus interpretaciones de Terragni. Como al-
servadoras frente a las vanguardistas, manteniendo ternativa a este entendimiento de lo disciplinar como
una “indiferencia frente a los límites aceptados de la ar- índice, Somol y Whiting presentan lo disciplinar como
quitectura, sin sentir obligación ni de afirmarlos ni de el resultado de fuerza y efecto, y a la descripción
transgredirlos desde dentro, sino proponiendo trabajar de de la sección del Downtown Athletic Club que realiza
forma oportunista, operando desde el catálogo de solu- Koolhaas partiendo de su organización puramente
ciones conocidas siempre que se puedan encontrar en espacial y organizativa, un ejemplo de “práctica pro-
ellas técnicas productivas y acudiendo al exterior si es yectiva”, mencionando por el camino a Foucault y
necesario; afrontando el dilema de los límites arquitectó- Bentham como parte de un discurso sobre el énfasis
nicos eligiendo no elegir”.57 El planteamiento de partida “en los efectos e intercambios entre las multiplicidades
de esta tesis doctoral, la capacidad de la arquitec- inherentes a la arquitectura, (…) desplazando el entendi-
tura de “hacer” más que de “representar”, de poner miento de lo disciplinar como autonomía a lo disciplinar
en marcha efectos plausibles, ha sido explícitamente como performatividad”.60
defendido por Allen en diferentes lugares. 58