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Homo Erectus 1

El Homo erectus, descubierto en 1891, es considerado un ancestro de los neandertales y Homo sapiens, con características morfológicas que incluyen un cráneo más grande y una mandíbula prominente. Se expandió desde África hacia Asia y Europa, utilizando el fuego y desarrollando herramientas líticas. Su evolución y coexistencia con el Homo habilis y otros homínidos reflejan un complejo proceso de adaptación y supervivencia en diferentes entornos.

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Homo Erectus 1

El Homo erectus, descubierto en 1891, es considerado un ancestro de los neandertales y Homo sapiens, con características morfológicas que incluyen un cráneo más grande y una mandíbula prominente. Se expandió desde África hacia Asia y Europa, utilizando el fuego y desarrollando herramientas líticas. Su evolución y coexistencia con el Homo habilis y otros homínidos reflejan un complejo proceso de adaptación y supervivencia en diferentes entornos.

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Manizales-caldas, 2024

Laura Valentina Tapia Rodríguez; Código: 35010

Árbol filogenético del Homo erectus

Antropología biológica, grupo 2

Universidad de caldas

El Homo erectus

El Homo erectus fue descubierto, en 1891, en Java por Eugène Dubois un anatomista

holandés que buscaba el llamado eslabón perdido. Lo llamó Pithecanthropus erectus por su

posición erguida. Desde entonces han aparecido otros Homo erectus, como el llamado Hombre de

Pekín. Algunos piensan que el Homo erectus de África corresponde al Homo ergaster, aunque no

hay acuerdo sobre ello. Algunos creen que el Homo erectus evolucionó a partir del Homo habilis,

que se separan por un tiempo y luego conviven por un período de tiempo prolongado. El Homo

habilis aparece en el este de Kenya hace aproximadamente 1,9 Ma. Casi al mismo tiempo aparece

el Homo erectus (1.8 Ma). Parece que se separaron y luego convivieron por un tiempo en

Turkana, Kenia. Es posible que tuvieran nichos diferentes, lo cual explicaría la prolongada

convivencia. Por los años treinta del siglo pasado, habían aparecido varios tipos de fósiles

semejantes pero con nombres diferentes. Esto fue examinado por E. Maye quien quiso zanjar la

discusión hablando de una especie, el Homo erectus (1944, 1950)99. Se consideró el Homo

erectus como el ancestro de los neandertales y de nosotros. Puede considerarse a los distintos

Homo erectus como subespecies así: Homo erectus erectus (para Pithecanthropus erectus), Homo
erectus pkinensis para los restos de esta zona, Homo erectus soloensis para los restos de

Ngandong (Java)/Sambung, y como Homo erectus ergaster para los restos africanos. El

crecimiento cerebral de los Homo erectus es notorio. Tuvieron que encontrar fuentes alternativas

de alimentación para ello. La carne, posiblemente obtenida de forma oportunista al comienzo,

reportó las energías y vitaminas necesarias para el crecimiento cerebral. Al mismo tiempo, la

pelvis de la hembra tuvo que ensancharse para facilitar el parto debido al aumento del tamaño de

la cabeza de los recién nacidos. Las hembras debieron complementar su dieta debido al estado de

pregnancia y luego a los requerimientos mayores en la lactancia de un infante con un mayor

cerebro. La estatura oscilaba entre los 148 y los 185 centímetros, siendo mayor en los Homo

erectus africanos. El dimorfismo era menor que entre los Homo habilis debido al crecimiento

femenino debido a los mencionados requerimientos de la pregnancia y lactancia. La dispersión

del Homo erectus desde África es cercana a la aparición de ellos. Coincide con la dispersión de

herbívoros. Es difícil considerar, sobre todo en Homo erectus, la habilidad para el correr como un

rasgo adaptativo: es mucho menor en intensidad y en duración que el correr de herbívoros. Es

posible que el correr haya sido un subproducto del caminar erecto. (Monroy, 2013. P. 59-60)

La paleoespecie H. erectus fue definida de acuerdo a rasgos morfológicos de los

descubrimientos iniciales hechos en Trinil, Java, y Zhoukoudian, China, Descubrimientos más

recientes incluyen restos fósiles hallados en el domo de Sangiran, Java, y en Latian, China.

Hallazgos hechos en el norte de África, hace tres décadas o más, incluyen dc Ternifine y Sidi

Abderrahman, y más recientemente los de Thomas Quarry y Salé. Fósiles del sur y el este de

África incluyen los de Swartkrans, Olduvai, Koobi Fora y Turkana oriental. Los pocos restos

hallados en Ubeidiyah, Israel, han sido citados en la literatura como también correspondientes a

H. erectus. (Vásquez, 1992, P. 92)


En África los fisiles tempranas de H. erectus aparecen en estratos del Plioceno Tardío y el

Pleistoceno Temprano. Los especímenes identificados por restos craneales casi completos fueron

encontrados en Olduvai (OH 9) y Koobi Fora (KNM-ER 3733, 3883), con una antigüedad igual o

un poco mayor a 1,5 millones de años (Howells 1980:11; Strjngcr 198462). (Leakey y Walker

1985; vasquez 1992)

A partir de hace 1.5 millones de años, el Homo habilis evolucionó hacia el Homo erectus,

una especie con un cráneo más grande (con capacidad craneal entre 775 y 1.300 cc) y una

mandíbula prominente. Esta especie, se expandió por África y más tarde por Asia y Europa. El

Homo sapiens, con un cerebro aún más desarrollado, surgió hace aproximadamente 100.000 años

y colonizó todos los continentes. (Gomez, 1983)

Las características primitivas de su dentición son similares a la del homo ergaster del

Pleistoceno inferior. La mandíbula muestra algunos caracteres similares a los de poblaciones del

Pleistoceno medio en Europa, y los dientes anteriores se encuentran expandidos. Lo más

sorprendente es la arquitectura de su rostro muy similar a la del homo sapiens. (Urrego, 2009, P.

107)

Este Homo erectus, más o menos distanciado del Homo ergaster, conoció el uso del fuego

y practicó, por lo que sabemos, el canibalismo al igual que sus descendientes, depredadores y

carroñeros, gustando como ellos de consumir particularmente las partes blandas —médula,

vísceras, cerebros, etc. —, de sus víctimas.

Por otra parte, el Homo erectus, que pudo prolongar su existencia durante gran parte del

llamado Paleolítico Inferior en África y Eurasia, asentándose incluso en la Península Ibérica,

quizá paralelamente al Homo ergaster, pudo ser a la vez inventor de unos primeros útiles líticos,
hoy bien caracterizados por los estudiosos, como primeros modos de talla, que incluyen guijarros,

bifaces y estereotipos líticos varios. Pero esto ya constituye una cuestión que no puedo tratar

aquí, como tampoco la adquisición del dominio del fuego que llegó a Eurasia con el Homo

erectus, de acuerdo con indicios que se apreciaron en los yacimientos franceses de Menez-

Drangan y Terra Amata (Niza). Precisamente en Niza, se identificaron vestigios de un hogar, en

la depresión natural de una roca, con restos de carbones y de moluscos calcinados. Técnica

prometeica, la del dominio del fuego, que pasaría a las estirpes sucesivas de homínidos,

permitiéndoles no sólo calentarse y protegerse, sino también asar y preparar la caza, carroña y

restos proteínicos cárnicos que constituían su sustento. (Gomez, 2007, P. 77-78).

Árbol filogenético del Homo erectus (este árbol filogenético se realizó con base

mayormente a lo que se expuso en el documento y la imagen del árbol filogenético de Daniel

Tomas, publicada en el año 2016 en su blog)


Referencias

García, P. G. (1983). 'Homo SP'. El problema del origen del hombre en Europa. Gazeta de

Antropología, 2.

GÓMEZ-TABANERA, J. M. (2007). Los fósiles de Sidrón (Piloña, Asturias) y la cuestión de la

extinción del" homo neanderthalensis. Cæsaraugusta, 78, 73-90.

Monroy, L. Á. C. (2013). De los primeros homínidos al Homo sapiens. Revista Colombiana de

Bioética, 8(2), 49-63.

Tomás, D. (2016, febrero 28). ÁRBOL FILOGENÉTICO DE LOS HOMÍNIDOS. mclibre.org.

https://www.mclibre.org/otros/daniel_tomas/4eso/evolucion-humana/arbol_hominidos.html

Urrego, G. C. (2009). Comentario: A la Presentación del Hombre de las Cavernas. De los

Primeros Homínidos al Neanderthal. Medicina, 31(2), 106-111.

Vázquez, R. (1992). Homo erectus: Origen y migración a Asia. Cuadernos de Antropología, 8, 91-

103.

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