J. Berges. El Cuerpo de La Neurofisiologia Al Psicoanalisis.
J. Berges. El Cuerpo de La Neurofisiologia Al Psicoanalisis.
TUTO
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CENTR
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ESCOLA
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DE
RECUP
ERACIO
N
PARA
NIÑOS
ATIPIC
OS
Incorporado a la Enseñanza
Oficial A-826
Directores: Lic. F. ADRIANO RUFFO Prof. MIGUEL SASSANO Asesor Psiquiátrico: Dr. JORGE O POLIAK
6600 m2 de parque con huerta y chacra, piletas de natación y campo deportivo.maginario del cuerpo, el
cuerpo como imagen, Jornada simple, Jomada Completa y Residencia Socio - Laboral
(Internación).
THAMES 1678/80 - 1414 CAPITAL.
TEL.: 72-5774.
卫
Talking about the body, is talking about space, on that special way
we think
about it.
Talking about the body is the talk about it par tially, to talk
about the
receptacle,
and the word
that links il
Body is looked at is talken in the look as an image.
Psycho-motricity is made by the look. Diagnosis
and avaluation
are exercises of
the look. The neu-
rology of the
body is the
structure that
mainstains
the function.
Original perspective
of Psyco-motricity
is not in relation to
structure and
function, or
functioning, is
located in its place
of realization.
Pssyco-motricity is not
interested in the
expres sion of the
body, but in the
reception of the
body. receptacle
body.
Receptacle of the look,
of the
voice
and
receipt of
the word.
NE. MAR. DE 1991
-
AÑO I- No 2
5
uisiera expresar mi placer por estar aquí en Buenos Aires y
ubicarlos con
respecto a la
pre- sentación
que haré esta
noche. Hablar
del cuerpo es
en efecto una
em-
presa difícil, porque todos estamos más o menos sometidos a la ideología,
según la cual el cuerpo habla
más verazmente que la palabra.
Por otra parte, cuando se trata
del cuerpo, es cuestión de espacio, se
trata de una discapacidad; es una
discapacidad de nuestro espíritu estar
obligados a pcn-" sar de manera
espacial y esta discapaci- dad la
ponemos a prueba cada vez que
vemos a niños que presentan sus
síntomas a
través del cuerpo. Esta
necesidad que tenemos de pensar en
cl cuerpo de manera espacial se debe en
primer lugar al poco acceso que tenemos
hablo del
de nuestro cuerpo. Cuando
cuerpo soy parcial y lo hago
parcialmente.
El lenguaje sobre el cuerpo
presupone, que nosotros suponemos
que el cuerpo habla, que el cuerpo es una
modalidad de expresión. Sin embargo, el cuerpo
es en primer lugar un receptáculo. Lo que arti-
cula el cuerpo es la palabra, es el
lenguaje el que hace funcionar el cuerpo.
Les dart un ejemplo: algunos de ustedes
al salir de su casa a la mañana y encontrarse con
un amigo han dicho: mis rodillas
caminan muy bien esta mañana; es
del dolor que sc habla dolorosamente, sólo
tengo accc- so al cuerpo porque se habla de él.
Es por eso, que es tan difícil pensar en él de
manera que no sea imaginaria. El cuerpo se mira y
el cuerpo lleva la mirada y miro junto a lo que
para mi
no vco, me sirve como sostén
mirada, es mi cuerpo que no vco,
que sirve como obstáculo a mi
mirada.
Lo imaginario del
cuerpo,
el
cuerp
o co-
mo
imagen, la
imagen del
cuerpo.
Es eso lo que nos
lleva
cuando
se trata
del
cuerp
o; y en
neuro
logía
y en
medici
na,
cs el
rasgo
patológi
co que
nos
ence
gucce.
El cuerpo es entonces en la medida que que los oftalmólogos llaman la neutrali-eje del cuerpo, en la medida que es en el tengo
tan poco acceso a él, que lo canalizozación. Lo puedo traducir de la siguiente
forma: vco porque no vco.
en mi mirada. La clínica está hecha por la mirada. El A csta negación de un hecho sensorial, diagnóstico, el Balance Psicomotriz,
cresta negación que tiene connotación de un ejercicio de la mirada. Lo que es esen percepción, ¿Qué función Ic
podemos dar cial en este ejercicio de la mirada cor cuando tratamos con pacientes hipocon-
respecto al cuerpo, es que ante el relam dríacos que se quejan sin cesar de lo que pagazo de la
evidencia, la mirada ence tienen en la punta de la nariz y que acuden guecida nos hace sordos,
¿Cómo ofr ea la cirugía estética para anular la ncutra- ización?. Es decir que contemplan una cuerpo?. El
cuerpo de la neurología es el cuerpcamputación para una doble negación. Es mirado. La posibilidad de ofr el cuerpo
decir, que el cuerpo neurológico, no cs presupone que conozco mi encegucci-fundamentalmente diferente de la noción
Esta necesidad de imagen con respect La perspectiva original de la
de represión. miento cuando lo miro.
Psicomo- al cuerpo, nos lleva a contemplar su funtricidad, no se ubica en la relación de la cionamiento
como la articulación de diestructura y función, o la función y fun- versos planos, que podemos especificacionamiento, se
ubica en la puesta en su en un primer análisis como el instrumenJugar de la realización. tal, lo psicomotor, lo cognitivo y
par La perspectiva en Psicomotricidad es el conectar estos tres planos, les propong funcionamiento bajo la mirada del
exami- llevar a vuestros espíritus al lado de l'nador. Bajo la mirada, es decir, fuera de neurología. De
lo que se trata, es de loda expresión. A riesgo de sorprender estructura a medida que sostiene una fur quizá a algunos,
diría que el cuerpo de la ción, esta función está comprometida e Psicomotricidad no es el cuerpo de la un
funcionamiento, se encuentra puesto expresión, sino el cuerpo de la recepción, prueba por la mirada en la
realización. es el cuerpo receptáculo, receptáculo de La estructura que sostiene la función, la
mirada, receptáculo de la voz, cs dentro eso lo que interrogo en la neurología, de este campo tónico que
se ubica la cqui- ella el objeto de mi examen, lo que slibración. Las aferencias que llevan a la traduce
por la noción del sistema piram equilibración suponen una competencia dal; el sistema
cercboloso, el sistema cdel cuerpo a recibirlas. trapiramidal, etc..
a cacr.
Les daré un ejemplo: se trataba de una Pero esta función, es estrechamente demadre con un bebé de cuatro meses en
pendiente de este funcionamiento.
brazos y este niño se agarró a la manga Y les daré un ejemplo banal, el del esta madre le dijo: no
arriesgas nada, no vas del vestido, con una energía formidable y bismo; el ojo estrábico perfectamente c paz
de la función visual, se vuelve cic Esta reflexión, esta palabra sobre el mo- por no
funcionar, este retiro al no funciovimiento, sobre el agarrarse, estoy seguro namiento
plantea cuestiones. Porque que tiene mucho eco entre ustedes, los que compartir con
ustedes. Si yo tapo un librio, el cuerpo recibiendo el desequili- Micron a niños autistas, porque el
descqui- con mi mano voy a ver un lado de brio, si la madre no introduce palabras en nariz, si tapo
con mi mano el ojo del ob lado, veré la nariz del otro lado, si mi brio tónico, no puede
responder otra cosa Este receptáculo tónico, a este desequili- con ambos ojos, la nariz desaparece;
es que el tono. ¿Qué quiere decir esto?. El
ha
en cstc aspecto un punto que descar
6. Cuadernos de PSICOMOTRICIDAD Y EDUCACION ESPECIAL ENE. MAR. DE 1991
·
camp
o
tónic
o en
que
viene
na
inscri
birse
las afcrencias, no sólo vestibulares sino Lambién
sensoriales; esta
postura en cl sentido de Wallon, toma el lugar de la
representación. Pero no solamente eso, también
sustituye la imagen de un perso naje real,
imagen hacia la cual el sujeto está atraído y
tiende hacia el Ideal del Yo. Es en la medida en que está
dado a ver ese cuerpo que tiende a una imagen de él mismo,
imagen que existe únicamente por la medida de los otros.
Que el cuerpo es un escudo, que es únicamente imagen. por el
lado de lo imaginario y que aparece Este cuerpo, que está
completamente como un escudo, me parece que es nccc- sario
insistir con ustedes para decirles que el lema que se encuentra
abajo del escudo, cl blasón, no es algo simbólico, es tan
imaginario como el escudo, que cuando hacemos intervenir
la significación de lo imaginario del cuerpo, lo que
hacemos es ir de nuevo para el lado de lo imaginario.
Hay que cuidarse tanto del lado de la Psicomotricidad como de
otra aprehen- sión del cuerpo, de pensar que el trabajo
del terapeuta sería encontrar un lema para
cstc cscudo, porque el lema no trac nada fuera del escudo.
Esta postura del cuerpo, esta actitud, csta tensión
hacia
la
image
n de sí
mismo
, es
realmente esencial. El hecho de tener cn cuenta
que la
mirada de la
madre lo pre-
ccdió, la mirada
de la madre
induce la
postura y le
da sentido,
porque el
niño en su
motricidad viene a
crear la falla, el
desplazamiento imperceptible
entre lo
que la madre
desca de este
niño y lo que cl
niño le
devuelve. La
postura no
tienc
solamente como
lugar cl ser
repre-
senta
ción
para
el
sujet
o.
madre aparece y
desapa
rece,
mira y
no mira
más,
toca y
ya no
toca
más,
que ya
no cs el
objeto
mismo.
Es
justam
ente
en la
medida
en que
la
y esta
presencia
sobre
fondo de
ausencia,
Esta ausencia,
sobre fondo de
presencia AÑO
I - N° 2
7
a partir
de ahí,
entonce
s,
compro
mete la
motricidad del niño y en particular su postura en la oralidad, es decir, que el cuerpo
se
transfor
ma en
devorant
e de las
funciones y en su funcionamiento. Pero el hecho de que la madre pueda aparecer o desaparecer, hace de
ella algo todopoderoso, y ella se
transforma en la madrereal que
dispensa los objetos, que los
distribuye. Y a partir de ese
momento los objetos se transforman
en simbólicos. Pero la mirada de la
madre y la presencia ola ausencia
del cuerpo de la madre frente al
cuerpo del niño, este acceso al objeto
simbólico, en mi opinión, no se
puede hablar completamente de esto si
no se dá una posición precisa de
aquello que se llaman objetos parciales,
porque es preci- samente en la medida
que tienen que ver con el cuerpo que nos
llevan a ilusiones Ópticas.
En efecto, los objetos parciales no son parciales porque
formarfan
panc de un
todo, sino que
son parciales
porque repre-
sentan
parcialmente
la función que
los producc.
Hablaba de devoración hace un rato. El perro de
día, estas imitaciones suponen que haya dos. ¿Es el niño el que imita o es el adulto el que
tiende a ser
imitado?. ¿Y
no sería
probable que
en la
imitación
muy precoz
estuviésemos
ante el mensaje
que vuelve dado
vuelta?.
Lo que es interesante, es que en estas imitaciones es el cuerpo el que está en jucgo,
es decir,
que constituye el campo
de algo que tiene que ver
con la esencia misma de
la imagen. Ustedes
conocen por supuesto, los
trabajos de Piaget y
Wallon del pasaje de la
imitación a la repre-
sentación y de la
representación a la ima-
gen mental. No voy a
extenderme mucho en
este tema pero quisiera
insistir en el hecho, que
después que esta imitación,
haya sido alienante.
habló antes. Las lesiones, las malforma- ciones, las perturbaciones de las funcio-
ea el discurso de los niños en la terapia Psicomotriz. Porque el cuerpo por el he- cho de
no haber sido hablado, de
no estar ubicado en la
scrie simbólica de la
línea familiar, no se
encontraba en su
lugar, o sea
que
era imposible
para el sujeto
hablar desde su
lugar.
nes
visuales
y
auditiva
s, todo
esto
viene
Para ir un poco más allá de lo que estoy proponiendo,
quisiera insistir en dos o tres puntos referidos a los
recién nacidos El primero es el siguiente, cuando dejo en su cuna a un niño que acaba de nacer
que se llama el apellido, porque me Ua- En relación con esto quería hablar de lo que tiene sólo unas horas, y emito
ur
maron la atención dos órdenes de cosas. sonido repetido, el niño gira la cabeza
El primero es un efecto de la terapéutica hacia el lado del sonido, y si interrumpe
de la relajación. En este abordaje del niño esta repetición del sonido, es la mirada
nombramos las partes del cuerpo tocán- que es llevada hacia la dirección. Esti
dolas y me había llamado mucho la aten- anticipación viso-auditiva plantca la re
ción un niño de seis años y medio en la alidad de la anticipación, de la espera Después de esas imitaciones muy preco-
Salpetriere, que no hablaba todavía a csa como dar cuenta de la expectativa. A los ces de las que hablaba hace un
rato, se edad y que era psicótico, que la primera tres meses esta anticipación ya no se pro trata, como dice Piaget, de una
imitación- palabra que dijo fue Dr. Bergés, porque duce más, de algún modo fue borrada representación en acto, lo que Wallon
podemos decir que el niño tiene tres me llamó imitación con puesta en reserva, es palabras que no
quieren decir nada: espal- en realidad al tocar su cuerpo había dicho ses para que se le conteste. Porque ¿que lo que hablaba
Piaget con su nieto de 20 da, codo, antebrazo, muñecas. El acceso es el grito sino es un llamado en la medida meses. Lo
había llevado al circo, tres días a la palabra que no quiere decir nada. en que corta el silencio, y que sólo puede después,
cl abuelo ve estupefacto, cuando había hecho posible el acceso al lenguaje. volver al silencio si no contesta a él?. cl nieto se
encontraba solo, con su abuelo El otro punto señalado por Saúl Cripe en Lo que supone la anticipación viso-au como
observador, que hacía lo mismo que su artículo La lógica de los apellidos es ditiva es una forma de representación qui el
payaso. ¿Qué está puesto en reserva en el siguiente: puedo definir un nombre pro- tiene algo que ver con la audición, o
sc este acto?. ¿Cuál es entonces la articula-pio dando todas las características posi- una especie de condensación de la repre
ción entre la representación y la acción?. bles de la persona que lleva ese nombre, sentación de cosas y de la
representación Y lo que de todos modos es esencial es y por exclusión progresiva, definir el de palabras, uno por el
lado de la mirad que esta puesta en reserva, está reservada nombre sin error posible, pero dice él, hay y otro, por el
lado de las palabras. Eal abuclo.
un segundo medio. Si ustedes se encuen- Pero por supuesto, esta espera, esta ex
tran en una sala donde hay un cóctel o una pectativa, esta competencia a anticipar no es sólo las palabras, son también e
Hemández, esta designación del nombre recepción y se le pregunta quién es el Sr. gesto, las movilizaciones, la ayuda, la res
propio se hace mostrando, por ostenta- puesta que le da la madre a esta espera
ción; exactamente como en la Edad Mc- ¿Pero se puede poner esta anticipació
dia y en el siglo XVIII, cuando el lector viso-auditiva en el mismo nivel que la
accedía a la lectura con el dedo que delec- necesidades o se trata de una demanda?
ta la letra, que permite encontrar el senti- Y para hacer un principio de respuestas
do. propondría que hablemos muy brevemen te de las imitaciones muy precoces en lo niños, imitaciones que se hacen al nive de la
cara, de la postura a partir del terce
8. Cuadernos de PSICOMOTRICIDAD Y EDUCACION ESPECIAL
Nos basamos en la valoración de estos u otros testimonios. Por ejemplo, hasta los
años setenta se valorizaba todo lo que ro- deaba
estaba
al nacimiento, la Neurología Infantil
implicada con todo lo que tenía que ver
con la patología pre y perinatal.
Después de los años setenta tiene impor- tancia aquello que sucede
durante el pe- ríodo de embarazo y una
débil intrusión del padre.
Los esfuerzos históricos de la anamnesis nos sirven para representamos
el atentado del SNC, a representar esta
agresión que explica esta perturbación, la
anátomo-clf- nica, la radiografía, la
electroencéfalogra- ffa, la resonancia
electromagnética, desembocan en lo que
es evidencial y lo que tiene que ver con la
imagen, permiten tratar los accidentes y medir
las consc- cuencias.
El movimiento de búsqueda de las cau- sas es complementario con el
que el cucr- po sea el centro y criterio
del espacio, el criterio y el centro de la
acción y repre- sentación, es el cuerpo
gestual.
Esta especialización en Neurologfa tien- de a inducimos en error y
como ejemplo les doy un concepto de
disfunciones.
Pienso que el desembocamiento extrc-
mo de la represión espacial, la perturba-
ción supone una lesión que no puede
ponerse en evidencia, lo que muestra
que es mínima, es una nada y esta nada
des- miente todo lo que nos obliga a
presupo- nerlo; es esa la contradicción del daño
cercbral mínimo.
Pero en Neurología, hay una gran impor- tancia en la valoración de la
historia, va-
lorización que permite ponemos del
lado de la lesión real o fantasmática.
Esto es particularmente nítido en las per- turbaciones instrumentales de los
disca- pacitados con perturbaciones
motrices de origen cerebral.
El segundo punto tiene que ver con el cuerpo y la historia evolutiva, el desarro llo, la maduración, aquí tenemos
que ver con las estructuras y su relación con la
evolución de las funciones.
Del lado de la neurología, esto ha per-
vertido radicalmente el concepto anáto- mo-
clínico, ha llevado años para que la
neurología ponga en cuestión la concep-
ción rígida de las localizaciones cerebra- les
y esta puesta en cuestión fue hecha por
neurólogos infantiles. Ellos demostraron que
el niño no es un pequeño adulto, y que no
podíamos confiar en una causalidad
especializada excluyendo la temporali- dad.
Es alrededor de la noción de esque- ma
corporal que se hizo este viraje.
Progresivamente el cuerpo del niño sc hizo
al campo de la neurología funcional y se
afirmó el vínculo dialéctico por una parte
entre la maduración de las estructu- ras y por
otra parte la evolución de la función. La primera, la
maduración, fuc representada como
gobemada por la bio- logía, especialmente la
enzimática. Una cierta maduración de la
estructura es rc- querida para la maduración
de la función y evolución de la función. Su
funciona- miento, hace posible las
condiciones de la etapa madurativa
siguiente. Acá el cuerpo sc toma como un
instrumento que está en un cierta armonía
cvolutiva, instrumento efectuante, integrador de
los datos sensoria- les y estéticos, efector en
el vector de la acción, en que los
determinantes motrices de las integraciones
espaciales aparecen co- mo las premisas de
lo que Piaget ubica en la sensomotricidad
y acá conocemos las divergencias entre
Piaget y Wallon.
miento, se hace historia en la
Este cuerpo cvolutivo a la vez del lado de las estructuras y de nivel del funciona-
integración de las funciones propiamente
dichas, enj fases sucesivas en que
encontramos ccsos dinámicos
pro-,
iguales a sí mismos, por ejemplo la
asimilación en Piaget o la re- acción circular
en Wallon. Estos estadios
AÑO I - N° 2
11
-i
El psicomotricista mismo, si no está en su lugar, ¿Cómo puede esperar permitirle al niño acceder al suyo, a
su lugar, y si su
mirada es la del desco,
del desco de él, del
terapeuta?. ¿Cómo
puede permitirle al
ni- no salir de las vías
de la mirada de su
madrc?.
Es el cuerpo mismo
del terapeuta el que
menudo está constituye un
obstáculo, escondido
por la racionalización
del pro- yecto
terapéutico, porque un
proyecto, un
proyecto motor, es
en el cuerpo
recepiá- culo;
compromete para recibir.
Que pue- de inscribirse
y no en el cuerpo
expresivo que podría
establecerse.
Lo que podemos llamar resistencia en Terapia Psicomotriz, se encuentra toda
por el lado del
cuerpo del terapeuta
y en primer lugar se
ubica en la noción que
él Lendría algo que
cxpresar, es en la
medida en que es
competente para
recibir, que el
cuerpo del terapeuta
es terapéutico.
Si esta habilidad para ser un recepláculo que planica la cuestión
central, en mi
opi- nión, es la
Terapia
Psicomotriz, cn
esta terapia, se
puede hacer
economía de la
palabra.
El cuerpo de la neurología, el
cuerpo herido, cl cuerpo que es
el lugar de una lesión real.
Quisiera decir dos palabras
acerca de esto e intentar
avanzar por el lado de la
comprensión de los efectos de
una lesión real. Esta reflexión me vino
porque durante dos años ví con sus
pa- drcs, una cantidad considerable
de niños hemi, para y
monopljicos en el marco de una
investigación refcrida a los
fracasos, del hecho de que
hayan sido tomados cn el
hospital para ser atendidos ahí.
En efecto, cuando el
déficit es patente y
forma parte de la
experiencia de la
reali- dad, vamos a
asistir a la
consecuencia de una
doble identificación por
el lado de la madrey
por el lado del niño
y con sus azares de
esta doble identificación
que va aconstituirse el
síntoma; por el lado
de la madre vamos a
asistir a una
identificación
al déficit mismo y es éste, qué en el cuerpo del niño constituye el trazo alrededor del cual se jucga la
identificación
histórica, es en
este sentido que
la infancia del
sínto- ma, es la
infancia de la
madre.
En efecto, la parte faltante es la que está golpeada por el defecto, viene a ubicarse como objeto fóbico y
es un lugar
prelimi- nar de
lucha contra la
angustia.
Es en la medida que la herida real man- tiene su papel como función fóbica, que cl niño dá
micdo por su
handicap
mismo, es el
mismo un
representante
repre- sentativo
de lo reprimido.
Por el lado de la madre, la represión viene a recacr sobre esta falta en el niño. Por cl lado
del niño, la
problemática de las
identificaciones primarias
vienen tam- bién a ubicarse
de un modo particular. El
juego alcatorio de la
incorporación- expulsión
que caracteriza esta
identifica- ción, tendrá que
ver con un objeto, que cs cl
objeto fóbico de la
madre.
Tenemos que acotar que en este caso así constituído, está opuesto de
aquel que sc encuentra
frecuentemente, por no decir
constantemente, o en
donde la madre pre-
scnta fobias de impulsión
en relación a sus hijos.
En este caso es la
represión de la noción
de temura para
retomar la cx- presión
de Freud, de temura de
la madre que está en
juego.
Lo que especifica la impulsión es
que se cncuentra toda por el lado
matemo, con- trariamente a esto en el caso
de la lesión real, es una duplicación de la
identifica- ción primaria de la madre, de
la madre misma a la que asistimos en el
niño. Es realmente la relación del sujeto
al signifi- cante lo que está en juego,
este significan- tc provisto por la madre
que está achatado por el handicap que
falta. Se puede con- cebir que de
este achatamiento, de este
aplastamiento, pueda provenir
toda una zona de no dichos en lenguaje, de
sobre entendidos, de no entendidos,
de no vis- tos, de no representados.
12. Cuadernos de PSICOMOTRICIDAD Y EDUCACION ESPECIAL
La cuestión de la no distinción del signi- ficante amo, y de los otros significanics. Sc opone dc cstc modo y parecería
enton- ccs que se puede plantear en
relación a lo real y a su función, la
cuestión de un lugar de paso entre la
defectología y los fenó- menos llamados
psicosomáticos, y de cs- tos interesarfan
solamente los no localizables, incapaces de
soportar el ras- go de identificación con la
madre, ya sca porque están escondidos y
en especial porque están en el carácter
de sobre que jamás cstá percibido en
su conjunto o también por el orden de una
función to- mada a través del objeto parcial
como resultado, como producto de una
parte de esta función.
Pero por cl contrario, cuando el déficit es evidente, motor, sensorial, malforma- do, cs
a partir de ahí que es
sobre su
representación que se
planica la represión y
se transforma en
simbolizable; y cs so- bre
la función misma y no
sobre su instru- mento
que se apoya la inhibición
o cl síntoma.
En relación entonces con la defectología del trastomo real en
el cuerpo,
tenemos
todavía que
ver la noción
de duclo.
Es una gran herida para aquellos que sc ocupan de
niños que tienen lesión real,
cl hacer el duelo de la
reparación pero por cl
lado del niño. Mientras el
duclo del déficit no está
hecho, el fracaso es patente.
Lo que es difícil para
aprender a escribir con la
mano izquierda para un
niño que acaba de perder
la derecha, no es el hecho
de ejercitar la mano
izquierda, es el hecho
de oficializar la pérdida de la
mano dere-
cha.
El duclo de la función, no es el duclo del objcto como decía Freud en el duclo yo sé a quien he perdido, o en la melancolía no sé aquello
que he perdido. En cstc trabajo que es absolutamente fundamen- tal en el caso de la lesión real y no hay que esperar a que sea
hecho mientras la madre por su cuenta no haya hecho un trabajo del mismo lipo. Es la ilusión de su condi-
ENE. MAR. DE 1991
-
ción de niño que la mujer viene para cada niño a poner a prueba de la realidad. Es cl duclo de su relación al padre
imaginario que será
necesario someter, a lo que
Freud llama un trabajo
detallado y en la práctica
esto lo podemos ver
cada día, que la ubi-
cación en la fratría es
esencial, porque cl
desconocimiento de esta cifra
ordinal (re- ferida al orden)
es principio de varios
problemas en las cuentas.
Es
frecuente
en
ocasión
del
nacimient
o
de un niño que tenga el mismo ordinal que la madre en su nacimiento, que este duelo toma
un giro patológico
y ha quedado
hasta entonces, o
bien de ninguna
manera como
representante o
bien en límites que
responden a la
normalidad.
déficit del niño, puede manifestarse en Es decir que la
confrontación con el dos niveles. Primero el del objeto que falta y
como tal es el del orden simbólico que la madre lo espera y
esto es sobre todo cn la medida en que no está en el lugar en
visible en el caso de las malformacioncs. Pero también al
nivel del objeto perdido, el defecto viene a barrer de alguna
manera la calidad del reencuentro del orden de lo imaginario, como el
padre de la niña, que de haber sido madre no puede más que
llorar su ilusión por la respuesta en causa de su identificación. Se
entiende que estc proceso
prolongado por la calidad oblati-
va y reparadora de la reeducación o de las instituciones,
se
opone al trabajo de duclo del sujeto mismo y es el
suspenso de este trabajo, acerca del cual se habla en
las dificultades que existen para llegar con respecto a la
rehabilitación del cuerpo ncurológico, porque cs en el suspenso
de su trabajo que se detecta el origen de numerosas inhibiciones
y síntomas en cl niño.
•Pregu
ntas y
Respu
estas
... Podríamos
pensar que así
como la voz
separa de la
postura; mi
pregunta es: ¿de
se sepura de la boca,
la motricidad sc la
postura o del tono?
AÑO IN 2
13
Dr. Bergés
Se podría contestar en dos niveles. La motricidad emerge de la postura,
hace una figura sobre el fondo. Pero la
clínica nos demuestra, especialmente en
los estados tensionales, en los tics, que el
movimiento no agota el tono, que el
principio del placer sc haya
cuestionado en la relación entre el tono y la
motricidad y el movimiento.
La relación entre tono y movimientopuede ser una manera de tomar
cuenta de repetición en el sentido que el
movimien- to tiene algo que ver con la
pulsión de muerte con respecto al tono..
motricidad se instale la idcología que es que
el cuerpo habla de un modo más cierto,
que en definitiva no sería necesario hablar,
que uno podría expresarse con su cuerpo
porque todo lo que se pone por el lado de la
expresión en lo que se refiere al cuerpo,
uno lo saca en el momento de la
recepción.
Se puede pensar también en otra res- pucsta a esta pregunta, es decir
que la motricidad podría ser un objeto
separable a esta pregunta, es decir que la
motricidad podría ser un objeto separable
mirándolo como función, por ejemplo
lo que hace Freud cuando habla de la huída ante
un agresor. Esta función de
paracxitación de la motricidad también
se puede ver como teniendo relación con
una pulsión, cs dc- cir, la función motriz
scría cl apoyo de una pulsión y el cuerpo
aparecería en suma, como el objeto
alrededor del cual la pul- sión giraría en su
función de motricidad, lo que plantearía la
Dr. Bergés
Podría dar una respuesta ideal, lo que habría que hacer cs evitar que en
la Psico-
una modalidad.
La motricidad por su inmadurez, vinien totalidad, es la diferencia, es menos al- do a decirle hola a la respuesta posturalso. Y
mientras no es menos algo, no hay viéndose privada de la función
especular sujeto referido al niño discapacitado.
cn csc momento, no es la motricidad del niño
que
es cspccular, es su postura. O sci
14. Cuadernos de PSICOMOTRICIDAD Y EDUCACION ESPECIAL
ENE. MAR. DE 1991
"Un Lugar..." Centro
de Capacitación
Laboral Incorporado a
la Enseñanza
Especial D.E.N.O.
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Brindamos capacitación a jóvenes y adultos con debilidad mental (leve-mo- derada) con trastornos importantes de aprendizaje y'o conducta-compromisos neurológicos-perturbaciones
emociona- les-sindrome de Down en los
siguientes talleres: Horticultura Granja
Mante- nimiento.
·
Además de: Apoyo escolar - Psicope- dagogia Psicomotricidad - ABC - Edu- cación Física Recreación y Tiempo Libre Natación Campamentos y Pa-
seos.
Una propuesta ocupacional para quie- nes no pueden acceder al trabajo com. petitivo.
...Y una nueva pos.b.dad: La Funda- ción Comunidades Un Lugar ofrece una RESIDENCIA PERMANENTE/TEMPO- RARIA para los concurrentes al Cervo de Formación Laboral.
AÑO I - N° 2
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