TRABAJO FINAL
El campo de la tecnología educativa desde una
perspectiva histórica y epistemológica
RODRIGUEZ SOLEDAD
“Lo primero es abrir los ojos y mirar la
realidad.
Asumir que nos movemos en arenas
didácticas movedizas.
Somos y trabajamos con sujetos vivos y
cambiantes”
Mariana Maggio
En los últimos años, hemos sido testigos de un rápido avance en el desarrollo de nuevas
tecnologías que han tenido un impacto significativo en diversos aspectos de nuestras vidas,
incluido el ámbito educativo. La integración de estas tecnologías en la educación ha abierto
nuevas puertas y oportunidades para profesores y estudiantes, transformando la forma en que se
enseña y se aprende, por lo tanto, Inicio este trabajo planteando interrogantes que surgen de mi
recorrido en el seminario y mi trayectoria en la docencia en el nivel primario que pueden permitir
un esbozo de índice planteando que la manera de entender los cambios es analizando la historia.
Ideas focos que atravesaron la historia
de la tecnología
La tecnología educativa fue a lo largo de la historia una disciplina polisémica, contradictoria y
significativa, entendiendo la importancia que han tenido las transformaciones en las que se ha
visto inmersa y las diversas formas de entenderla en el ámbito pedagógico. A comienzos del siglo
XX, el término tecnología abarcaba procesos e ideas, además de herramientas y máquinas. Hacia
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los años cincuenta, era definida como “medios o actividad mediante la que los seres humanos
tratan de manipular su entorno” y también como “conocimiento aplicado”.
La interacción del individuo con las tecnologías ha transformado al mundo. La prolongación de
los sentidos y las habilidades naturales del ser humano a través del desarrollo de instrumentos,
técnicas y medios de comunicación ha inquietado la naturaleza del ser humano.
En palabras de de Pablos Pons (2009) cualquier aproximación a la Tecnología oscila entre
conocimiento científico, saber en acción, artefactos, máquinas o utensilios. En los últimos tiempos,
la supremacía de una visión del mundo y la propagación de aparatos para resolver problemas ha
magnificado esta última concepción. De hecho, es la forma más visible de la tecnología.
La digitalización de la información y la utilización de tecnología informática es la revolución
cultural del presente. Los cambios tienen que ver con el encuentro de procesos sociológicos,
económicos, políticos y culturales como son la globalización; la mercantilización de la información;
la hegemonía de la ideología neoliberal y el aumento de las desigualdades. Teniendo en cuenta
todo lo antedicho es imprescindible entender a la Tecnología desde una perspectiva compleja
(Sancho Gil 2009) descartando toda visión instrumental, y maniquea (analógicas o digitales) que
nos haga caer en una visión reduccionista del tema. Reduccionismo que, a la luz de los aportes de
Sancho Gil (2009), impidió el análisis y la deconstrucción de aquellas concepciones sobre la
educación puestas en práctica a través de los años sobre las formas de hacer, los repertorios de
saberes y los espacios de poder, elementos que actúan de resistencia ante cualquier innovación.
Intentar no naturalizar la utilización de la tecnología en las aulas como algo innovador sin dejar
espacio a la reflexión situada.
Entonces nos preguntamos ¿Qué modelo de sociedad de la información construimos y qué
papel juegan las nuevas tecnologías en ese proceso, principalmente en el sistema educativo?
La tecnología educativa como campo
de estudio
Las tecnologías, hoy, configuran el mundo donde los individuos nacen y crecen. Es por ello
que las instituciones deben entender la lógica de estos medios, su impacto en la vida cotidiana y
su papel en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se trata de acercar dos naturalezas
simbólicas: la cultura escolar y la cultura de los medios, relacionar la escuela con el mundo real de
la vida cotidiana desde la dimensión política que le otorga significación y desde la dimensión
didáctica que le otorga la innovación.
Tal como expresa Baricco 2021 desde una perspectiva política los docentes consideran que
pueden utilizar las herramientas tecnológicas para ayudar a los estudiantes a escuchar mejor “el
grito de la historia”. Comprendiendo la cita, los docentes utilizan las tecnologías digitales como
parte de un proceso cultural, en el cual “la innovación es un compromiso de carácter colectivo,
institucional, que sólo se produce cuando las personas interactúan” (de Pablos Pons, 2009, p.114).
En definitiva, la tecnología es parte de ese grito.
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Es importante comprender y reconocer una concepción particular de los medios y de las
tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) como “objetos o herramientas culturales
que los individuos y grupos sociales reinterpretan y utilizan en función de sus propios esquemas o
parámetros culturales” (Área, 2004, citado por de Pablos Pons, 2009).
Como expresa Scolari (2021) las viejas y nuevas tecnologías conviven y se retroalimentan
durante un período de transición en donde se van configurando nuevas formas de pensamiento.
Lo digital y el pizarrón, la computadora y el libro no se anulan mutuamente. Cada cambio
tecnológico debe ser comprendido en el contexto social donde ocurre (Castells, 1995, citado por
de Pablos Pons, 2009, p. 36); de esta manera es posible entender que, la elección de las
herramientas tecnológicas a utilizar debe pensarse en función de los procesos de enseñanza y de
aprendizaje, así como el contexto en el que se lleva adelante la práctica.
Recreación de lo memorable versus
cambio profundo.
Una de las principales ventajas de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo es el
acceso a una cantidad casi ilimitada de información y recursos en línea. Los estudiantes ya no
están limitados a los libros de texto y las fuentes tradicionales de información, sino que pueden
acceder a una amplia gama de recursos en línea, como videos educativos, simulaciones
interactivas, bibliotecas digitales y plataformas de aprendizaje en línea. Esto les brinda la
posibilidad de explorar y profundizar en los temas que les interesan, ampliando su conocimiento
más allá de lo que se enseña en el aula.
Maggio (2018) expone que es imprescindible liberarnos de los sesgos de la didáctica
clásica que no nos permitan favorecer modos contemporáneos de construcción de conocimiento.
Es preciso entender que no alcanza con acceder a un dispositivo electrónico, sino que es necesario
comprender las nuevas formas narrativas. Elaborar propuestas donde cobren importancia la
autonomía de los estudiantes, ofreciendo caminos diversos, repensando las formas y el lugar de la
evaluación, transformando a la enseñanza en un proyecto colectivo, que impacte y transforme a
las sociedades dónde se desarrolla (Maggio, 2018).
Desde este punto cuestionamos el pensamiento de la TE como pócima mágica para la
felicidad, donde se evidencia la existencia de un “ilusionismo tecnológico” (Sancho Gil, 2009) en la
idea de pensar que la tecnología representa en sí misma una mejora, una innovación o una
diversión. Siendo que en estos casos la tecnología pareciera cobrar vida para asegurar el éxito de
su aprendizaje (Litwin, 2008, p. 143).
Sancho Gil (2009) expresa que la organización y la cultura tradicional de la escuela es uno
de los principales obstáculos para desarrollar el potencial educativo de las TIC, además de la falta
de confianza del profesorado en sus aportes para la mejora de su práctica docente y el aprendizaje
del alumnado.
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No se trata de enseñar sobre TIC, sino de dar un paso más y entender que utilizar las TIC
en el aula significa seleccionar algunas de las herramientas que ofrecen las mismas y usarlas desde
una perspectiva pedagógica, pero no como un complemento a la enseñanza tradicional sino como
una vía innovadora que, integrando la tecnología en el currículo, consigue mejorar los procesos de
enseñanza-aprendizaje y las trayectorias de los alumnos. Se trata de enseñar con TIC y a través de
las TIC.
¿Cómo reinventar la clase en el
sistema educativo?
Las nuevas tecnologías ofrecen la oportunidad de personalizar el proceso de aprendizaje. Cada
estudiante tiene sus propias fortalezas, debilidades y estilos de aprendizaje. Con la ayuda de
herramientas tecnológicas, los profesores pueden adaptar la enseñanza para satisfacer las
necesidades individuales de cada estudiante. Esto puede incluir la entrega de contenido en
diferentes formatos, la implementación de evaluaciones interactivas y la retroalimentación
inmediata, lo que fomenta un aprendizaje más autónomo y significativo.
Otra contribución importante de las nuevas tecnologías en la educación es la capacidad de
fomentar la colaboración y la comunicación. Los estudiantes pueden conectarse entre sí, lo que les
permite trabajar juntos en proyectos, intercambiar ideas y recibir retroalimentación de una
manera más rápida y efectiva. Esto fomenta habilidades como el trabajo en equipo, la resolución
de problemas y la comunicación efectiva, que son fundamentales para el éxito en el mundo actual.
Pero, es importante, como dice Maggio (2022) basada en el concepto de “esclerotización”,
romper el molde hacia adelante en las prácticas de la enseñanza, revisar los propósitos y la
sustancia de las mismas, a fin de no reproducir las mismas condiciones que hacen adolecer al
sistema educativo tradicional.
Desde este punto de vista consideramos que la TE como campo de investigación educativa
puede realizar sus aportes para pensar prácticas diferentes. Tal como señala Mariana Maggio
(1995), no se trata de una cuestión semántica sino de analizar una serie de rupturas, y
sustituciones de fundamentos teóricos, que han marcado modificaciones esenciales en el proyecto
académico de la TE (Maggio, 1995). Para lo cual es necesario pensar propuestas didácticas
innovadoras, diseñadas en tiempo presente, con ejes que apunten a generar una intervención en
la realidad. (Maggio, 2018, p. 11).
La utilización de la TE en los procesos didácticos se da lentamente, y cuando lo hace no garantiza
por sí misma la transformación de las prácticas pedagógicas. El abordaje de los elementos
comunicativos y/o discursivos es esencial para lograr comprender el proceso de construcción
conjunta del conocimiento. (Pablos Pons 2009, pág. 159)
La educación que se viene
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Teniendo en cuenta el contexto de la pandemia y la necesidad de rediseñar las prácticas de
enseñanza y; post pandemia donde hubo un retorno a lo presencial con formato híbrido, Maggio
(2022) propone, -reconociendo que aparecieron nuevos escenarios, perspectivas metodológicas y
pedagógicas, nuevas tendencias culturales, tramas vinculares y condiciones institucionales-,
estudiar en clave histórica el papel de la tecnología para entender su propia evolución y sentido; y
por el otro, revisar las propias prácticas docentes en relación con su uso y sentido en la propuesta
educativa.
En este contexto, propone las inclusiones genuinas, donde los/as docentes consideren utilizar
las TIC de manera pertinente y con diversos sentidos: epistemológico, histórico; cultural, para
lograr una inclusión social plena y un sentido didáctico para recrear la clase, así como el tiempo y
espacio de la misma, al reconocer la complejidad de incluir las TIC en las prácticas de la enseñanza
(Maggio, 2018, p. 70).
Considero este momento, para profundizar el concepto de enseñanza poderosa que es aquella
que podemos reconocer cuando el tiempo pasa, recordando a docentes que nos marcaron y cuyas
prácticas nos ayudaron a ser quienes somos. (Maggio 2012 en Maggio 2018). Es importante tener
en cuenta que las nuevas tecnologías no reemplazan ni invalidan el papel del profesor. El rol del
profesor sigue siendo crucial para guiar y facilitar el proceso de aprendizaje, motivar a los
estudiantes y brindarles orientación. Las tecnologías educativas son herramientas poderosas, pero
es la combinación de la pedagogía efectiva y el uso adecuado de estas herramientas lo que puede
generar un impacto real en la educación.
Considerar la incorporación de la tecnología en la enseñanza desde un enfoque de inclusión
genuina es reconocer que las TIC atraviesan los modos en que el conocimiento se produce,
difunde y transforma (Maggio, 2012), comprendiendo que dichas tecnologías son espacios donde
sucede la enseñanza y el aprendizaje dentro de un contexto social y cultural.
Si pensamos en un futuro próximo, para incorporar las nuevas tecnologías, como modelos de
educación híbrida, además de la costosa inversión en equipamiento tecnológico para las aulas, es
necesario, tal como plantea Maggio (2022) adaptar las propuestas educativas y preparar a los
equipos docentes con capacitaciones concretas. Los modos virtuales, las dinámicas y los tiempos,
no se parecen en nada a la presencialidad. Considero que la mirada a futuro conlleva un gran
cambio de paradigma en los roles dentro de las instituciones, como así también del binomio
enseñanza- aprendizaje.
En conclusión, las nuevas tecnologías han revolucionado el ámbito educativo, abriendo un
mundo de posibilidades y oportunidades. Sin embargo, su implementación efectiva requiere una
planificación cuidadosa, una formación adecuada para los profesores y una consideración
constante de cómo estas tecnologías pueden complementar y mejorar la experiencia de
aprendizaje.
Con un enfoque equilibrado, las nuevas tecnologías pueden convertirse en un aliado
valioso en la búsqueda de una educación más inclusiva, personalizada y de calidad.
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Bibliografía
Baricco, A. (2021) Lo que estábamos buscando. Barcelona: Anagrama.
Scolari, C. (2022) La guerra de las plataformas. Barcelona: Anagrama.
De Pablos Pons, J. (2009) Coord. Tecnología Educativa. La formación del profesorado en la
era de Internet. Málaga: Aljibe.
Maggio, M. (2012) “Entre la inclusión digital y la recreación de la enseñanza: el modelo 1 a
1 en Argentina”. En: Revista Campus Virtuales. Monográfico sobre Las políticas
iberoamericanas TIC para la Escuela. Miradas desde las dos orillas.
http://uajournals.com/ojs/index.php/campusvirtuales/article/view/19
Maggio, M. (2018) Reinventar la clase en la universidad. Buenos Aires: Paidós.
Maggio, M. (2022) Esclerotización o salto hacia adelante. Prácticas de la enseñanza en la
universidad emergente de la pandemia. DIDAC, (80 JUL-DIC), 62-69.
https://didac.ibero.mx/index.php/didac/article/view/103
Maggio, M y otros. (2023) “¡Allá vamos!”. En. M. Maggio. Híbrida. Enseñar en la
universidad que no vimos venir. Buenos Aires: Tilde Editora. 2° edición. Capítulo 11.
https://digital.tilde-editora.com.ar/reader/alla-vamos-nuevo-capitulo-dehibrida?
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Prof. Rodríguez Soledad