El intervalo post mortem (IPM)
El intervalo post-mortem (IPM) se refiere al tiempo entre muerte y descubrimiento
de un cadáver. Cuando se desconoce el momento exacto de la muerte, esto
puede estimarse y de dicha manera, establecer una hora aproximada de la
muerte. Existen técnicas médicas y científicas habituales que respaldan dicha
estimación.
Inspección del cuerpo y de la escena
Los cambios ocurridos en un cuerpo después de la muerte o post mortem son:
Algor mortis, Livor mortis y Rigor mortis.
Algor mortis:
Es el enfriamiento del cuerpo.
Se produce porque el corazón deja de bombear sangre y el cuerpo se
enfría.
La temperatura corporal disminuye hasta adaptarse al ambiente.
Livor mortis:
Es la coagulación de sangre en las partes más bajas del cuerpo.
Se manifiesta como manchas de color rojo o morado en la piel.
Las livideces móviles se vuelven fijas después de unas 12 horas.
Rigor mortis:
Es la rigidez muscular.
Se produce cuando las reservas de energía de los músculos se agotan.
Se manifiesta como la dificultad para manipular el cadáver.
Las condiciones en la escena de la muerte influyen en la estimación del momento
en el que ocurrió.
Además de tener en cuenta el algor mortis, livor mortis, rigor mortis y el
contenido gástrico, también es necesario examinar las condiciones ambientales en
la escena de la muerte. La constitución física y la indumentaria también influyen en
la rapidez de enfriamiento del cuerpo y, por tanto, en la velocidad de su
descomposición.
Existen técnicas analíticas que se pueden usar para determinar el intervalo post
mortem:
La entomología forense: la actividad de insectos en el cadáver (sobre todo
moscas);
Los cambios en el humor vítreo: química ocular;
El estado de descomposición: autolisis (proceso de autodigestión) y putrefacción
(proceso causado por las bacterias que se encuentran en el cuerpo).
Los métodos más avanzados son la cuantificación del ADN y la espectroscopia de
infrarrojos. Para los individuos enterrados también existen diversos cambios
registrados en los suelos, como los niveles de metano, fosfatos y nitratos, el
nitrógeno reactivo a la ninhidrina, los compuestos orgánicos volátiles y la
conductividad del agua.
Los cambios ocurridos en un cuerpo después de la muerte son considerados
tempranos y ocurren entre 3 y 72 horas después de la muerte. Sin embargo,
durante esas 72 horas y más allá, los insectos pueden ser una herramienta muy
poderosa para estimar el tiempo mínimo desde la muerte.
Potasio en humor vítreo.
La concentración de potasio en el humor vítreo puede ser útil para estimar el
intervalo post mortem (IPM). Esto es importante en medicina legal, ya que la hora
del fallecimiento es un dato crucial. El humor vítreo es un fluido que no se altera o
contamina tan rápido como la sangre después de la muerte. La concentración de
potasio en el humor vítreo de ambos ojos es similar y su variación ocurre en un
intervalo de tiempo determinado. En un estudio se observó que el potasio en el
humor vítreo aumentaba considerablemente con el transcurso del tiempo
postmortem. El método bioquímico que analiza el potasio en el humor vítreo es
una herramienta confiable para estimar el IPM.
Importancia del contenido temático Gástrico.
Antes de hablar de la importancia del contenido temático gástrico hay que conocer
la definición del Jugo gástrico.
El jugo Gástrico es un líquido producido en el estómago que desempeña un papel
fundamental en el proceso de digestión. Compuesto por enzimas digestivas, ácido
clorhídrico y otros elementos, su principal función es descomponer los alimentos y
prepararlos para la absorción en el intestino delgado.
Introducción a la Entomología Forense.
La entomología forense es una ciencia que estudia los insectos que se encuentran
en un cadáver para determinar la causa, fecha y lugar de la muerte. Es una
herramienta útil para esclarecer casos de homicidios o muertes naturales.
La entomología forense es el análisis de la evidencia de insectos para fines
forenses y legales. Lo más importante y la tarea más solicitada es la estimación de
tiempo mínimo desde la muerte. Técnicas diseñadas recientemente permiten a los
expertos en el campo recolectar datos entomológicos como evidencia que puede
proporcionar información vital en una muerte en investigación, para responder
preguntas sobre movimiento o almacenamiento de los restos después del
fallecimiento, intervalo de inmersión, tiempo de decapitación y/o
desmembramiento, identificación de sitios específicos de trauma, artefactos post-
mortem en el cuerpo, uso de drogas (entomotoxicología), que vincula a un
sospechoso con la escena de un crimen, los abusos sexuales y la identificación de
posibles perpetradores. También es viable demostrar el período de abandono de
los seres humanos y animales vivos al examinar los insectos recuperados de las
heridas infestadas. La entomología forense implica el uso de insectos,
principalmente larvas de moscas, para estimar el intervalo post-mortem (IPM) en
función de las tasas de desarrollo y la ecología de sucesión de insectos
específicos que se alimentan de cadáveres. Como los insectos son
poiquilotérmicos; su desarrollo depende en gran medida de la temperatura
ambiente. Los investigadores utilizan dos términos para observar el desarrollo de
los insectos, los cuales son “tasa de desarrollo” y “tasa de crecimiento”. Otros
definieron la “tasa de desarrollo” como el tiempo requerido para completar las
etapas de huevo, larva o pupa, mientras que la “tasa de crecimiento” se trata del
aumento relativo de peso del gusano. El vínculo entre el desarrollo de insectos y la
temperatura fue reportado por primera vez por un científico francés llamado
Reaumur en el siglo XVIII. Sin embargo, los métodos para usar esta comprensión
y poder predecir el desarrollo de insectos datan principalmente de la década de
1950 hasta el presente.