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Tema 5 Res HISTORIA

El reinado de Isabel II (1843-1868) fue crucial en la construcción del Estado liberal en España, marcado por tensiones políticas y conflictos internos. La Década Moderada consolidó un Estado centralizado y autoritario, mientras que el Bienio Progresista buscó reformas significativas, aunque sin éxito duradero. La crisis del Estado liberal culminó en la Revolución Gloriosa de 1868, que derrocó a Isabel II y evidenció las limitaciones del sistema político de la época.

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El reinado de Isabel II (1843-1868) fue crucial en la construcción del Estado liberal en España, marcado por tensiones políticas y conflictos internos. La Década Moderada consolidó un Estado centralizado y autoritario, mientras que el Bienio Progresista buscó reformas significativas, aunque sin éxito duradero. La crisis del Estado liberal culminó en la Revolución Gloriosa de 1868, que derrocó a Isabel II y evidenció las limitaciones del sistema político de la época.

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Construcción y Evolución del Estado Liberal Durante el Reinado Efectivo de Isabel II

(1843-1868)
Introducción
El reinado efectivo de Isabel II (1843-1868) fue un período clave en la construcción del Estado
liberal en España. Tras la Regencia de Espartero, se forzó la mayoría de edad de Isabel II a los trece
años para evitar nuevos conflictos por la regencia. Sin embargo, el poder real lo ejerció la corte,
liderada por María Cristina de Borbón, quien favoreció a los liberales moderados, cercanos a la
corona y afines al mantenimiento de sus privilegios. Este período estuvo marcado por la lucha entre
facciones políticas y los conflictos internos, que moldearon el Estado liberal pero también
evidenciaron sus limitaciones.
La Década Moderada (1844-1854)
Este período, liderado por el general Ramón María Narváez, consolidó un Estado centralizado y
autoritario bajo el dominio de los moderados. Algunas de las reformas más importantes fueron:
1.Creación de la Guardia Civil (1844): Este cuerpo armado se estableció para mantener el orden
público en zonas rurales y controlar los levantamientos y el bandolerismo.
2.Ley de Ayuntamientos (1845): Esta ley limitó la autonomía de los ayuntamientos,
centralizando el poder en el gobierno y controlando políticamente a nivel local.
3.Segunda Guerra Carlista (1846-1849): Este conflicto, que enfrentó a los carlistas con el
gobierno, evidenció las divisiones ideológicas y territoriales en España.
4.Constitución de 1845: Esta constitución, de carácter conservador, limitó los derechos
individuales y aumentó el poder de la monarquía y del gobierno central, eliminando el sufragio
universal masculino.
La Década Moderada fue el período más estable del siglo XIX en España, aunque su carácter
conservador y centralista generó tensiones que llevarían a su fin.
El Bienio Progresista (1854-1856)
En 1854, el gobierno moderado de Narváez fue derrocado por un pronunciamiento liderado
por Leopoldo O'Donnell y la insurrección conocida como la Vicalvarada. Este movimiento fue
acompañado por el Manifiesto de Manzanares, redactado por Antonio Cánovas del Castillo, que
pedía reformas como la desamortización y la ampliación de los derechos individuales. El nuevo
gobierno de Baldomero Espartero implementó reformas clave:
1.Desamortización de Madoz (1855): Esta reforma permitió la venta de bienes eclesiásticos y
comunales para fomentar una clase media rural y financiar el Estado, aunque generó oposición de
la Iglesia y problemas sociales.
2.Ley de Ferrocarriles (1855): Esta ley fomentó el desarrollo de la infraestructura ferroviaria,
crucial para la modernización económica.
3.Constitución Non-Nata de 1856: Aunque se redactó una nueva constitución progresista, nunca
entró en vigor debido al abrupto fin del Bienio Progresista.
Alternancia Moderada y Unión Liberal
Tras el Bienio Progresista, Narváez retomó el poder, restaurando las políticas moderadas y la
Constitución de 1845. En 1858, O'Donnell fundó la Unión Liberal, un partido que buscaba un
consenso entre moderados y progresistas. Bajo su liderazgo, se llevaron a cabo políticas de
"glorificación nacional", como la Guerra de África (1859-1860), las expediciones a Chile y Perú
(1864), y la reincorporación de Santo Domingo (1861-1865). Sin embargo, estas políticas no
lograron ocultar los problemas internos de España.
La Crisis del Estado Liberal y el Final del Reinado de Isabel II
La alternancia entre moderados y unionistas, junto con la corrupción y la falta de reformas
estructurales, debilitó el Estado liberal. En 1866, progresistas y demócratas firmaron el Pacto de
Ostende, acordando terminar con el régimen isabelino. En 1868, estalló la Revolución Gloriosa, que
derrocó a Isabel II y la obligó a exiliarse en Francia.
Conclusión
El reinado de Isabel II fue un período de profundas contradicciones en la construcción del Estado
liberal en España. Aunque se avanzó en la centralización administrativa y la creación de
instituciones, las tensiones entre conservadores y progresistas, junto con una política exterior
cuestionable, socavaron el sistema. El Pacto de Ostende y la Revolución Gloriosa marcaron el fin
del reinado de Isabel II y abrieron una nueva etapa de inestabilidad en la historia española. Este
período también vio el surgimiento de un movimiento obrero radical que empujó a progresistas y
demócratas hacia posturas cada vez más republicanas, evidenciando las limitaciones del sistema
isabelino.

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