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Modelo Educativo Marista 2024

El documento presenta el Modelo Educativo Marista 2024, que busca orientar la acción educativa de las instituciones maristas en respuesta a los desafíos sociales y educativos actuales. Se enfoca en la formación integral de la niñez y juventud, promoviendo valores y principios maristas en un contexto de cambio global y local. Además, aborda la importancia de la comunidad educativa y la necesidad de adaptarse a las realidades cambiantes del mundo contemporáneo.

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Modelo Educativo Marista 2024

El documento presenta el Modelo Educativo Marista 2024, que busca orientar la acción educativa de las instituciones maristas en respuesta a los desafíos sociales y educativos actuales. Se enfoca en la formación integral de la niñez y juventud, promoviendo valores y principios maristas en un contexto de cambio global y local. Además, aborda la importancia de la comunidad educativa y la necesidad de adaptarse a las realidades cambiantes del mundo contemporáneo.

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ÍNDICE

PRESENTACIÓN 4
CAPÍTULO 1: MARCO CONTEXTUAL 5
1.1 Un mundo en continuo cambio 5
1.2 La globalización de la indiferencia 6
1.3 México: entre la diversidad y el conflicto 7
1.4 La Iglesia y la familia en tiempos de cambio 7
1.5 El individualismo y nuestra propuesta de sentido de comunidad 8
1.6 Oportunidades de transformación de la educación en México 9

CAPÍTULO 2: COMUNIDAD EDUCATIVA MARISTA 11


2.1 Somos herederos de una rica tradición marista 11
2.1.1 Nuestros orígenes 11
2.1.2 Misión Educativa Marista 13
2.1.3 Evangelizar educando 15
Nuestra forma de educar es lo que evangeliza 15
Formamos para la Espiritualidad 15
Rasgos formativos para la Espiritualidad 16
Espiritualidad personal y comunitaria 17
2.2 Somos Comunidad Educativa Marista (CEM) 18
2.2.1 Finalidad de la Comunidad Educativa Marista 18
2.2.2 Principios dinamizadores de la CEM 19
2.2.3 Áreas de la CEM 21
Área evangelizadora 21
Área pedagógica 22
Pedagogía marista 22
Área de Organización y Gestión Institucional 23
El consejo de la Comunidad Educativa Marista 24

CAPÍTULO 3: MODELO EDUCATIVO MARISTA (ModEM) 26


3.1 Elementos del Modelo Educativo Marista 26
3.1.1 Fundamentos filosóficos 27
Nuestro concepto de persona y su dignidad 27
La persona en relación 28
La sociedad que queremos construir 29
Enfoques psicopedagógico y filosófico 29
3.1.2 Los valores maristas 31
3.1.3 Los actores educativos 32
El rol del educando marista 32
El rol del educador marista 33
El rol educativo de la familia 33
3.2 Principios pedagógicos maristas 35
3.2.1 Dar a conocer a Jesús y hacerlo amar 35
3.2.2 Para educar, hay que amar 36
3.2.3 Buenos cristianos y buenos ciudadanos 37
Educamos en y para los derechos 37
3.2.4 María, nuestro modelo 38
3.2.5 El espíritu de familia 39
3.2.6 Amor al trabajo 39
3.2.7 Presencia y acompañamiento 40
3.2.8 Sencillez 41
3.2.9 Liderazgo servicial y profético 42
3.3 Formación integral de la persona 43
3.3.1 ¿Qué entendemos por formación integral? 43
3.3.2 Dimensiones Formativas y Competencias para la vida 44
Dimensiones formativas 44
Competencias para la vida 45
Dimensión y Competencia corporal 46
Desarrollo de la Competencia corporal 47
Dimensión y Competencia cognitiva 47
Desarrollo de la Competencia cognitiva 48
Dimensión y Competencia socio-afectiva 48
Desarrollo de la Competencia socio-afectiva 49
Dimensión y Competencia ético-política 49
Desarrollo de la Competencia ético-política 50
Dimensión y Competencia filosófica 50
Desarrollo de la Competencia filosófica 51
Dimensión y Competencia espiritual 51
Desarrollo de la Competencia espiritual 52
Dimensión y Competencia estética 53
Desarrollo de la Competencia estética 53
Dimensión y Competencia ecológica 54
Desarrollo de la Competencia ecológica 55
Dimensión y Competencia tecnológica 56
Desarrollo de la Competencia tecnológica 56

CAPÍTULO 4: ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN INSTITUCIONAL MARISTA 58


4.1 Liderazgo marista 58
4.2 Organización Institucional 60
4.2.1 Organización y Animación Provincial 60
Organización Provincial 60
Animación Provincial 61
El Consejo de la Comunidad Educativa Marista (CCEM) 61
Planeación Provincial 62
4.2.2 La Matriz de Desarrollo 63
4.3 Gestión Institucional Marista 64
4.3.1 Gestión Educativa 64
4.3.2 Gestión Escolar y Pedagógica 65
4.3.3 Gestión Administrativa y Organizacional 69
Dimensión Administrativa 70
Dimensión Organizacional 70

CONCLUSIÓN 73
REFERENCIAS 74
Nota: Todas las notas al pie son numeradas mientras que todas la referencias están indicadas con un asterisco. Al pasar
el mouse sobre el asterisco (*) se podrá ver la cita a la que se hace referencia.
P R E S E N TAC I Ó N

Como maristas de Champagnat, nos sentimos invitados a dar a conocer lo que somos y lo
que hacemos, a compartir lo que nos apasiona: la educación al estilo del Padre Champagnat.
Como herederos del carisma de Marcelino, ponemos nuestro compromiso y esfuerzo en esta
desafiante tarea. En los tiempos de la Francia postrevolucionaria, Dios llamó a Marcelino
para llevar el mensaje de amor y esperanza a la niñez y juventud. De igual manera, hoy
somos llamados a responder a nuestras realidades sociales con la misma sensibilidad con la
que Marcelino respondió en su época.

El Modelo Educativo Marista 2024 (ModEM 2024) tiene la finalidad de orientar la


acción educativa de las instituciones maristas en nuestra provincia y ser un referente para
evangelizar a través de la educación. Y lo hacemos con la misma audacia y valentía de los
Hermanos Pedro Damián, Anselmo y Filogonio, que dejaron su patria para esparcir el carisma
marista en tierras mexicanas, hace ya 125 años. Como ellos, buscamos compartir el gran
don que hemos recibido y ofrecer una formación marista, humana, espiritual y profesional a
la niñez y juventud que se nos han encomendado.

La necesidad de actualizar el Modelo Educativo Marista surge del lanzamiento de la


segunda edición del documento Tras las huellas de Marcelino Champagnat: Misión Educativa
Marista (2023). A 25 años de la primera publicación de Misión Educativa Marista (1998),
esta segunda edición busca orientar nuestra Misión desde los grandes desafíos y cambios
que se han producido en el mundo, la Iglesia y en el Instituto Marista a nivel global. Fruto
de esta reflexión a nivel global, como provincia, nos hemos dado a la tarea de actualizar
y readaptar este documento inspirador y dinamizador de nuestra misión educativa, con la
finalidad de responder, con propuestas, orientaciones y una visión contemporánea y audaz,
a los desafíos y cambios educativos y sociales por los que atraviesan nuestros estudiantes
actualmente.

Esta actualización del Modelo Educativo Marista 2024 fue desarrollada por el Núcleo
de Educación, con la colaboración de los demás Núcleos de Desarrollo, así como por algunos
directivos de nuestras obras. Este documento está enfocado en los procesos pedagógicos
y formativos que inspiran y dinamizan la misión educativa de nuestra provincia. Incorpora
elementos de documentos referentes provinciales como son la Planeación Estratégica
Provincial, la Matriz de Desarrollo y la Competencia Espiritual que proveen los elementos
para ayudar a la niñez y juventud¹ a crecer y desarrollarse de manera armónica para la
construcción de una sociedad más justa y fraterna.

¹ La intención del texto es inclusiva. Al hablar de niñez, juventud, estudiantes, incluimos a niños, niñas, mujeres, hombres, laicos,
laicas, etc. Es por esto que para la redacción de este documento se aplican las reglas gramaticales vigentes del español.

4 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


CAPÍTULO 1: MARCO CONTEXTUAL

Este capítulo nos invita a tomar conciencia de lo que está sucediendo a nuestro alrededor,
en la sociedad, en nuestro país y en el mundo. Nos motiva a detenernos y a darnos cuenta
de que la realidad está superando a lo que sucede en los salones de clase. En este apartado
abordaremos algunos de los temas que sin lugar a duda nos desafían, vulneran a las familias y,
por lo tanto, vulneran a nuestra niñez y juventud.

Temas como el cambio en la forma de vivir o concebir incluso las diferentes realidades
sociales, así como la concepción de principios y estructuras (sociales, familiares y eclesiales); la
globalización, la tecnología, la diversidad; la riqueza de nuestro país y sus conflictos. Todo ello
son realidades que nos afectan, pero que también nos brindan oportunidades de transformación
para “reimaginar” nuevos modos de educar y de acompañar. En cada uno de los seis temas que
se presentan a continuación, se ofrecen algunas pistas de cómo podemos impulsar cada una
de estas realidades, en excelentes oportunidades de transformación desde nuestra forma de
educar desde la realidad particular de cada obra, pero vinculada a una Misión común que todos
los Maristas compartimos.

1.1 UN MUNDO EN CONTINUO CAMBIO


La realidad en que vivimos nos hace ser conscientes de que habitamos un mundo donde
“lo único permanente es el cambio”.2

“… en el mundo entero se experimentan innovaciones científicas y tecnológicas capitales, cambios


en los campos de la economía y la política y transformaciones de las estructuras demográficas y
sociales. Estas transformaciones radicales, que van a seguir produciéndose sin duda alguna en el
futuro a un ritmo acelerado, por fuerza habrán de crear tensiones considerables, en particular en
los medios de enseñanza, que tendrán que atender necesidades cada vez mayores y enfrentarse
con los nuevos desafíos de un mundo que cambia rápidamente”.*

Esta sensación de cambio y movimiento la advertimos incluso en las modificaciones que se


van dando en las estructuras sociales, culturales, económicas, políticas, científicas, educativas,
religiosas y tecnológicas a las que estábamos acostumbrados. Modificaciones que para algunos
son causa de miedo (resistencia al cambio) y para otros son una oportunidad de renovación e
inclusión.

Para responder a esta realidad tan cambiante, sentimos la urgencia de una preparación
constante para contar con habilidades, criterios y conocimientos válidos que nos permitan
tomar decisiones pertinentes para el bien de nuestra misión. Además de cultivar en nosotros
las capacidades de adaptación y creatividad.

² Frase atribuida a Heráclito de Éfeso, 535 – 475 a.C.

5 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


Cada uno de nosotros y cada una de nuestras obras deberá hacerse estas tres preguntas
para responder, con audacia y confianza, a las realidades cambiantes de este mundo turbulento:
¿Qué deberíamos seguir haciendo? ¿Qué deberíamos dejar de hacer? y ¿Qué deberíamos
reinventar de forma creativa? Pues “para forjar futuros pacíficos, justos y sostenibles, es
necesario transformar la educación misma”.*
1.2 LA GLOBALIZACIÓN DE LA INDIFERENCIA
Como resultado de este mundo cambiante, estamos participando, a veces inconscientemente,
en esta experiencia de habitar una aldea global.³ La tecnología nos hace más accesible
cualquier rincón del planeta, y esto nos permite ser más cercanos, pero no necesariamente
más hermanos.* Y como resultado, esta situación tiende a contribuir a la globalización de
la indiferencia, que se da cuando poco a poco nos habituamos al sufrimiento de los demás,
encerrándonos en nosotros mismos.*

Para contrarrestar esta actitud de indiferencia y aprovechar la riqueza de la globalidad,


el Papa Francisco en Fratelli Tutti (2020), nos señala que es importante estar atentos, tanto
a lo global, para no caer en una actitud egoísta, como a no perder de vista lo local, que
nos hace caminar con los pies en la tierra.* Así evitamos alguno de los extremos: vivir en un
universalismo abstracto; o convertirnos en solitarios localistas, repitiendo siempre lo mismo,
incapaces de dejarnos interpelar por lo diferente. Buscamos vivir lo global, que nos rescata del
encierro y simultáneamente asumimos lo local que nos permite ser concretos.

En este proceso de globalización, como maristas de Champagnat, necesitamos buscar


caminos de construcción de comunidad en los distintos niveles de la vida social, en orden
a equilibrar y reorientar dicha globalización y evitar sus efectos disgregantes. Es por ello,
que formamos parte de acciones que luchan por enriquecer la localidad con las experiencias
globales:
• El Pacto Educativo Global:
Invitados por el Papa Francisco a transitar por este nuevo camino educativo que nos lleve
a la constitución de una aldea de la educación, que cree una red de relaciones humanas
abiertas.*

• La Red Champagnat Global:


Como maristas, intentamos un estilo de familia carismática global, donde se promueva y
fortalezca a las instituciones educativas, en comunión y solidaridad. A finales del año 2022
se lanza esta red colaborativa que conecta e impulsa a la comunidad escolar Marista a
“caminar juntos como Familia Global”. La red incluye 600 escuelas maristas repartidas en
más de 80 países, a lo largo de los 5 continentes.⁴ Por nuestra parte, en México estamos
iniciando una red para los docentes de nuestras escuelas maristas, mediante el sitio
Maristas en RED,5 espacio de información e intercambio de experiencias organizadas en
diferentes temas o foros.

³ Término acuñado por Marshall McLuhan para describir una sociedad en la que todos están comunicados mediante las herramientas
tecnológicas y que, en consecuencia, nuestros actos y decisiones pueden tener impactos globales.
⁴ https://champagnat.global/es/
⁵ https://red.maristas.org.mx/

6 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Este tipo de experiencias nos recuerdan que estamos llamados a trabajar en sinodalidad,
contribuyendo a la vitalidad y viabilidad de la misión y vida marista, viviendo la interdependencia,
más que el aislamiento o la indiferencia y buscando ser testigos de unidad y esperanza. Finalmente,
como la globalización está motivada por el desarrollo de las tecnologías, nos sentimos urgidos
en conocer y gestionar estos mundos digitales, aprovechándolos en el campo pedagógico y
como conexión a la realidad, sobre todo a la de la niñez y juventud.

1.3 MÉXICO: ENTRE LA DIVERSIDAD Y EL CONFLICTO


Nuestro país está dotado de riquezas naturales y culturales, pero también enfrenta una
realidad inquietante que exige acciones para resolver diversos conflictos. México está inmerso
en una transformación social basada en la inclusión y la lucha contra la discriminación.* Con
un contexto económico pospandémico, de bajas esperanzas de crecimiento globales e internas.*
La situación política, en lugar de ser un espacio de encuentro y trabajo por el bien común,
a menudo genera tensiones y confrontaciones. Es un país que sigue expulsando migrantes
y es paso forzoso para miles de familias.* Además, en todo el territorio nacional seguimos
viviendo actos violentos perpetrados por grupos del crimen organizado, así como feminicidios
y desapariciones forzadas en diversas regiones.

La violencia también se hace presente en la escuela. La UNESCO menciona algunas


formas de violencia escolar: “castigos corporales, abusos y agresiones sexuales, acoso escolar
o ciberacoso, comentarios con connotación sexual, riñas físicas y violencia psicológica por parte
de compañeros o adultos, como burlas dañinas, insultos y exclusión o denegación de recursos”*
Los efectos de esta violencia afectan tanto en el aprendizaje como en la autoestima, lo que
subraya la necesidad de establecer medidas preventivas. En el Mensaje para la Jornada Mundial
por la Paz del año 2022, el Papa Francisco propuso tres caminos para construir la paz: el
diálogo intergeneracional, la educación y el trabajo por la paz.* Los maristas, abrazamos
estos caminos y los integramos a nuestra misión, nos comprometemos a generar los medios
para educar para la paz, de tal forma que el diálogo se haga presente en el aula, en los pasillos
y en las canchas. La educación es un medio esencial para la formación integral, fomentando el
aprender a convivir con el otro. El trabajo, lo consideramos como ejercicio de la colaboración y
compromiso con los demás, que hace eco al principio marista de amor al trabajo.
1 . 4 L A I G L E S I A Y L A FA M I L I A E N T I E M P O S D E C A M B I O
La Iglesia y la familia tienen como finalidad intrínseca el cuidado y la formación de
la persona, su educación y el sentido relacional que conforma las bases de la comunidad.
Generan un ambiente apto para que la niñez y juventud vivan de forma integrada y unitaria su
crecimiento humano, cultural, social y su apertura a la fe. Es gracias a nuestras familias que
formamos nuestra identidad y nos desarrollamos de manera emocional y social. Los lazos
familiares dan estabilidad a la comunidad humana y en esta época de pospandemia, el valor
de la familia se ha puesto de manifiesto, pues en medio de tantas dificultades psicológicas,
económicas y sanitarias, “los lazos familiares han sido probados, pero al mismo tiempo siguen
siendo el punto de referencia más firme, el apoyo más fuerte, el guardián insustituible para la
estabilidad de toda la comunidad humana y social”.* Sin embargo, la estructura familiar se ha ido
modificando. Ya no existe solamente la familia tradicional, sino que la niñez y la juventud viven
situaciones y realidades familiares diversas. Debido a esta pluralidad, ya no es posible hablar

7 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


de una sola realidad, o una sola infancia, o una sola adolescencia, o una sola juventud, sino
de “realidades” “infancias”, “adolescencias” y “juventudes”. En estos tiempos de incertidumbre,
soledad, diversidad y pluralismo, nos hemos visto impulsados a salir de nuestras seguridades
y de nuestras propias maneras de hacer las cosas y prepararnos para atender toda esta
diversidad y pluralismo.

El Papa Francisco nos recuerda que en un tiempo y una cultura profundamente cambiados,
es necesaria una nueva mirada a la familia por parte de la Iglesia: “No basta con reiterar
el valor y la importancia de la doctrina, si no nos convertimos en custodios de la belleza de
la familia y si no cuidamos con compasión su fragilidad y sus heridas”.* Es evidente también
que actualmente existe una crisis muy profunda de la religión. La relación de las personas con
las formas institucionales del fenómeno religioso, como la Iglesia, es diversa. Para muchos,
incluyendo un considerable número de jóvenes, no les es relevante y rechazan las estructuras
que han sido centradas en un cumplimiento de preceptos. Desde esta realidad, junto con
otros muchos aspectos sociales, para los jóvenes la vinculación con una religión, les lleva a no
sentirse identificados, pues lejos de brindarles un espacio de crecimiento espiritual y realización
personal que les impulse para darle un sentido a su vida, son sólo una serie de lineamientos de
observación y cumplimiento estricto. Lo que está en crisis, lo que mucha gente ya no acepta,
es la religión como institución ordenadora de la vida, como totalidad aglutinante.* Pero,
por otra parte, también aceptamos que se vive un fuerte despertar espiritual, un deseo y
anhelo de una experiencia con un Dios cercano, lejos de dogmas, preceptos y mandatos. Los
jóvenes han buscado y siguen buscando diferentes maneras de dar cauce a la espiritualidad
porque para muchas personas la religión es cosa del pasado.*

Es fundamental y por ello necesario y urgente transmitir el mensaje de Jesús con una
nueva narrativa, que sea significativa para los hombres y mujeres de hoy y que dé sentido a su
vida y respuesta a las necesidades actuales. Jesús nos invita a que, junto con Él, “atravesemos
Samaria”* y nos detengamos junto al pozo con una actitud de apertura a lo diverso, superando
temores y prejuicios.* La familia y la Iglesia deben formar parte del proyecto de construcción
de la cultura del encuentro,* atendiendo el desafío de tender puentes entre las generaciones
para la transmisión de los valores que son la base para la convivencia humana.

1.5 EL INDIVIDUALISMO Y NUESTRA PROPUESTA DE SENTIDO DE COMUNIDAD


El individualismo se ha convertido en una característica representativa de la sociedad
actual. Vivimos inmersos en nuestro propio mundo, aislados, despreocupados de los demás o
de lo que sucede a nuestro alrededor. Como anteriormente se mencionó, la facilidad que ofrece
la tecnología para conectar con las personas, sin importar el lugar donde nos encontremos,
irónicamente nos ha llevado a desconectarnos de nuestro entorno inmediato. Las nuevas
ideologías, caracterizadas por un difuso individualismo, egocentrismo y consumismo materialista,
mal aplicadas, están debilitando los lazos sociales.*

Como respuesta a este problema creciente, recurrimos al sentido de comunidad que


forma parte de nuestra esencia y carisma marista. Para nosotros, la comunidad incluye
la convivencia y la fraternidad, transformándose así en un lugar para vivir en diálogo y en
paz, para favorecer el crecimiento como personas mediante el afecto, la comprensión, la
acogida y la seguridad. Somos caminantes, hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos,

8 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


cada uno con la riqueza de su fe, de sus convicciones, cada uno con su propia voz, sin dejar de
lado la conciencia transpersonal que nos lleva a una profunda conexión con todo lo que existe.
El sentido de comunidad no anula la individualidad, sino que la reconoce integrada en una
totalidad mayor. Y eso tiene impacto en nuestro modo de concebir la salud, los derechos, la
cultura, la política y la espiritualidad. Nos invita a mirar más las “conexiones” que los “muros”
que separan.*

Necesitamos constituirnos en un “nosotros” que habita la casa común* para garantizar


que cada persona viva con dignidad y tenga oportunidades adecuadas a su desarrollo integral.
El éxito educativo se logra al formar personas comprometidas con su entorno y dispuestas a
salir al encuentro de los demás, de toda la comunidad, comenzando por los más vulnerables
con una mayor situación de fatiga y desafío, ya que el verdadero servicio de la educación es
la educación al servicio.*
1.6 OPORTUNIDADES DE TRANSFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO
Somos conscientes de que el período posterior a la pandemia nos está exigiendo
avanzar hacia nuevas maneras de educar. Reconocemos la necesidad de que la niñez y la
juventud cuenten con una educación de calidad que incorpore el uso de las Tecnologías de la
Información y de la Comunicación (TIC) y el acompañamiento de docentes y padres de familia.
Desgraciadamente, la educación en México ha sido utilizada como un instrumento político y de
campaña, obstaculizando la continuidad de un programa educativo que trascienda un sexenio y
permita el análisis de su implementación en beneficio de la sociedad. También ha sido utilizada
para favorecer intereses empresariales, a través de la formación de habilidades requeridas para
la producción, la eficiencia, la competitividad, la motivación del logro personal y la ganancia
económica. No pocas escuelas privadas han asumido estos valores de “éxito” como parte de su
propuesta de “excelencia educativa”.* Consideramos que no debe estar limitada por ideologías
o corrientes políticas y económicas, sino que debe fundamentarse en el desarrollo integral
de los ciudadanos y de la sociedad.

Estamos atentos al rezago educativo que la pandemia causó y a las múltiples consecuencias
que ha dejado en distintas dimensiones de tantas generaciones. Algunos desafíos son las
nuevas necesidades psicosociales, así como la deserción en los diversos niveles escolares.*
Entendemos que la formación y la actualización docente son necesarias para enfrentar los
retos por los que atraviesa la educación. Cuidar la implementación y el uso significativo de
las TIC y los nuevos ambientes de aprendizaje que buscan asegurar una formación integral.
Aunado a esto, revaloramos la necesidad de la educación socioemocional, la convivencia y
la cercanía, que facilitarán la inclusión y atención a los alumnos con más necesidades.

La búsqueda de una mejor calidad de vida está relacionada con la educación. Sin
embargo, el bajo índice de movilidad social enfatiza el aumento en la brecha socioeconómica
de nuestro país,* ante lo cual, gran parte de la niñez y la juventud tienen la disyuntiva de
seguir estudiando o de buscar una fuente de ingreso inmediato. Nos comprometemos con la
sociedad, como Comunidad Educativa Marista (CEM), para ser colaboradores y artífices de la
transformación del país desde nuestro ser de educadores. Nuestro objetivo común es alcanzar
el desarrollo integral de los educandos a través de una formación holística, permitiéndoles
acceder a una educación inclusiva, equitativa y de calidad, donde se promuevan oportunidades

9 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


de aprendizaje durante toda la vida.* Nuestros modelos educativo y pedagógico son la manera
en que contribuimos con la sociedad mexicana y son una respuesta a tantos desafíos que
nuestros educandos están enfrentando en la actualidad (Figura 1).

Figura 1. Marco Teórico: Detenernos para ver, comprender y actuar.

Nuestras escuelas tienen la riqueza del carisma marista. Aceptamos el desafío de


promover y nutrir la vida marista en cada una de nuestras obras.* Por eso confiamos en
que el acompañamiento de nuestros estudiantes es la mejor estrategia para que logren un
desarrollo de acuerdo a su realidad, con la intención de promover la formación continua e
integral de todos los maristas de Champagnat. Desde estos desafíos y los que encontraremos
en el camino, nos comprometemos a educar para poner nuestro granito de arena a la gran
tarea que el Papa Francisco nos ha indicado en su encíclica Laudato Si: “la educación será
ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también “difundir un nuevo paradigma
acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza”.*

10 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


C A P Í T U L O 2 : CO M U N I DA D E D U C AT I VA M A R I STA

En el presente capítulo abordamos nuestra identidad. Recordar que todos los maristas
formamos parte de una tradición marista, una historia que nos respalda, sostiene, une y que
llena de sentido nuestra acción educativa y evangelizadora. Enfatizar que somos y trabajamos
como comunidad, donde cada uno de nosotros se descubre a sí mismo en la interacción con
los demás y en la misión apostólica a la que nos dedicamos: La educación. El propósito de este
apartado es identificar cuál es la Misión Educativa Marista y cómo esta nos conforma en una
familia carismática, enfatizando que nuestra misión se hace y se vive en comunidad.

Es importante señalar que este apartado es solo una síntesis y no agota todo el Carisma,
la Espiritualidad ni la misión maristas. Para fines de formación y profundización se recomienda
el documento “Agua de la Roca” (2007) para conocer la espiritualidad y el carisma marista;
y los documentos “Misión Educativa Marista” (2023) y “Evangelizadores entre los Jóvenes”
(2011) lo que permitirá profundizar más sobre nuestra manera de evangelizar educando.
2.1 SOMOS HEREDEROS DE UNA RICA TRADICIÓN MARISTA
Dios ha regalado, a la Iglesia y al mundo, gracias especiales a través de la persona de San
Marcelino Champagnat: el Carisma Marista. De este carisma, vivido y transmitido primeramente
por los hermanos maristas, heredamos la Espiritualidad y la Misión maristas. Al día de hoy, en
comunión con los hermanos, son muchas las personas que se sienten atraídas e inspiradas por
esta espiritualidad, encontrando en ella una forma específica de encarnar el Evangelio de Jesús
y de vida cristiana.

Desde nuestra manera particular de vivir nuestra vocación (laico o hermano), somos
maristas de Champagnat6 cuando nos sentimos impulsados a vivir y transmitir la espiritualidad y
a compartir la misión marista de “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”*. Evangelizamos
educando porque en nuestras obras educativas presentamos a Jesús de Nazaret, su propuesta
del Reino, sus valores y la invitación que nos hace a vivir según su ejemplo y sus enseñanzas.
Privilegiamos el conocimiento de Jesús en su persona y en su contexto histórico, para construir
respuestas a las necesidades de nuestro tiempo y ser capaces de transformar la realidad que
nos rodea.
2.1.1 NUESTROS ORÍGENES
Nuestro ser “marista” tiene su origen en la vida y obra de San Marcelino Champagnat
(1789–1840). Fue un sacerdote francés que, dejándose guiar por Dios y conmovido por la
realidad humana y cristiana de los niños y jóvenes de su época (tiempos de la Revolución
Francesa), decide fundar una congregación religiosa de hermanos que se dediquen a evangelizar
y educar a la niñez y juventud, en especial a los más necesitados y desatendidos.

6 Utilizamos el complemento “de Champagnat”, para diferenciarnos de las otras ramas maristas que tienen carismas y fundadores
diferentes.

11 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


Marcelino vive en carne propia la falta de una educación no solo de calidad, sino de una
que tenga a la persona al centro de su quehacer educativo; él mismo deja la escuela por no
sentirse en un ambiente seguro para su desarrollo personal.* Más tarde, siendo ya sacerdote,
se encuentra con niños y jóvenes dejados a su suerte, sin oportunidades de formación humana
ni cristiana. Su encuentro con el joven Juan Bautista Montagne fue determinante para
comenzar, el 2 de enero de 1817, a reunir jóvenes para formarlos como “maestros catequistas”.
Así da inicio el Instituto de los Hermanos Maristas, como respuesta de San Marcelino a las
necesidades educativas y evangelizadoras de la niñez y la juventud de su tiempo.* Impulsa a los
primeros hermanos a identificar una clara conciencia de la importancia de integrar educación
y evangelización desde una visión armónica y evolutiva. Por ello “educamos evangelizando y
evangelizamos educando”. Es así como la construcción del Reino se realiza día a día en cada
una de las aulas y espacios donde los Maristas impulsan la Misión, donde nuestra enseñanza es
integral e integradora y donde los valores del Evangelio ocupan un lugar central.

Heredamos de San Marcelino el carácter y la sensibilidad de nuestro estilo de educar


(pedagogía marista). Siendo un hombre audaz, visionario, práctico, emprendedor y de plena
confianza en Dios, su visión fue inspirada por una profunda espiritualidad apostólica y mariana,
es decir, que como María, salió al encuentro de quienes lo necesitaban.* Su amor a Jesús y
a María lo impulsaron a evangelizar y a ofrecer a la niñez y la juventud una formación del
corazón que les condujera a ser buenos, misericordiosos y solidarios: “Buenos Cristianos y buenos
Ciudadanos”.*

Desde nuestros orígenes, nos viene el nombre de maristas7 y manifiesta el gran amor que
Marcelino profesaba a la Virgen María, devoción y cariño que también heredamos de él. María es
para nosotros fuente de inspiración, modelo de fe, fidelidad y confianza en Dios. Las cualidades
de María, en la vida de la Iglesia y la evangelización, inspiran y modelan nuestro actuar, incluso
nuestra pedagogía. De María aprendemos la apertura al Espíritu: ora, escucha, medita, se
abandona a la acción de Dios y actúa en consecuencia. Como Ella, quien sale presurosa a
visitar a su prima Isabel,* salimos de prisa al encuentro de la niñez y juventud, haciéndoles
saber cuánto los ama Jesús y acompañándoles con paciencia y ternura, procurando que logren
autonomía en su propio proceso de formación.*

El 18 de abril de 1999, Marcelino Champagnat fue proclamado santo para la Iglesia


universal. El carisma que en los orígenes fundacionales se vinculó exclusivamente a los
hermanos consagrados* hoy es universal. Los maristas de Champagnat somos hermanos
consagrados y laicos, quienes adoptamos personalmente la espiritualidad apostólica marista
de fraternidad y servicio en favor de la niñez y juventud.* Al sabernos corresponsables de esta
gran misión, ponemos todas nuestras capacidades profesionales y personales para ofrecer una
educación y formación responsable, comprometida y audaz. Es entonces que los hermanos y
laicos asumimos, nos comprometemos y dedicamos tiempo al conocimiento, profundización
y vivencia del carisma y espiritualidad maristas, sabiendo que es allí donde encontramos la
fuente de nuestra vocación y misión como educadores que evangelizan (figura 2)

7 En varios documentos, Marcelino también nos llamaba cariñosamente “Hermanitos de María”.

12 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Figura 2. Relación entre carisma, misión, espiritualidad y pedagogía maristas.8

2.1.2 MISIÓN EDUCATIVA MARISTA


Herederos del carisma de Marcelino Champagnat, continuamos su obra y su misión, una
misión que es específicamente evangelizadora y educativa. El objetivo principal de esta misión
es “dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar”, y consideramos la educación como el medio de
llevar a los jóvenes a la experiencia de la fe y de hacer de ellos “buenos cristianos y buenos
ciudadanos”.*

Educar a un niño no se reduce a enseñarle a leer, escribir y darle las primeras nociones de las
materias de la enseñanza primaria. Tales conocimientos serían suficientes si el hombre hubiera
nacido sólo para este mundo. Pero el hombre tiene otro destino: el cielo, Dios. Y para el cielo y para
Dios hay que educarlo. Educar a un niño es, pues, hacerle consciente de ese destino maravilloso
y sublime y poner a su alcance los medios de conseguirlo.*

8 El Carisma marista (atención a niños y jóvenes vulnerables) es un don de Dios para Marcelino, ese carisma le impulsaba hacia
una misión: Dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar. A su vez, el carisma le modeló una manera de relación particular con Dios
(espiritualidad) cuyas características se sintetizan en su modelo pedagógico para Evangelizar Educando: espíritu de familia, amor
al trabajo, presencia, sencillez y al estilo de María.

13 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


Nosotros, como educadores maristas, compartimos y continuamos el sueño de Marcelino
de transformar las vidas y la situación de la niñez y la juventud, particularmente de los menos
favorecidos, ofreciéndoles una educación completa, humana y espiritual, basada en el amor
personal por cada uno de ellos.* Creemos que el ser humano es un ser en desarrollo, en búsqueda
de plenitud y trascendencia.* Conscientes de la trascendencia, acompañamos y orientamos la
búsqueda de respuestas a las interrogantes básicas de la existencia, con un punto de vista
ético y orientado por los valores del Evangelio. De este modo, buscamos que cada persona
responda a la llamada de Dios, a vivir según las enseñanzas de Jesús de Nazaret.*

La Misión Educativa Marista asume una perspectiva relacional para entender y atender
el desarrollo integral de nuestros educandos, buscando una articulación armónica de las
cuatro relaciones fundamentales: con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación.
Desde esta perspectiva asumimos el siguiente concepto de persona, fundamentado en la
antropología y el humanismo de inspiración cristiana:

Entendemos al hombre y a la mujer, como imagen y semejanza de Dios; sujetos libres e iguales
en dignidad que buscan su autorrealización; individuos promotores de la fraternidad, la justicia,
la paz y la solidaridad; personas capaces de poner en juego sus facultades afectivas, cognitivas,
espirituales y sociales para ser conscientes de su naturaleza y, al interactuar con el contexto, ser
responsables de orientar su vida proyectándose al futuro con esperanza.*

Además de la perspectiva relacional, también ponemos atención al desarrollo de las


diferentes áreas de la persona: lo afectivo, lo cognitivo y lo espiritual. Damos importancia
en conocer las características y necesidades del contexto y de los educandos (aprendizaje
situado). A través del desarrollo de proyectos impulsamos prácticas educativas que propicien
el desarrollo y la formación integral de todos y cada uno de nuestros estudiantes.

Para realizar nuestra Misión Educativa Marista, nuestras obras se convierten en


verdaderas comunidades educativas. En ellas, velamos para que la educación sea una acción
que humaniza, una oportunidad privilegiada para la construcción de sociedades más inclusivas
y justas; para lograrlo, hacemos uso de todos los medios a nuestro alcance y de forma creativa
y consciente proponemos una ruta formativa (Modelo Pedagógico Marista) que nos permita
armonizar fe, cultura y vida.*

Resumiendo, podemos afirmar que nuestra Misión Educativa Marista es formar personas
con un desarrollo integral, individuos que descubran sus capacidades para alcanzar el
equilibrio personal y descubrir su vocación de vida al servicio de su entorno. Al evangelizar
educando, impulsamos en nuestras obras un equilibrio entre lo académico, lo humano y lo
espiritual, comprometiéndonos con la educación cristiana de la niñez y juventud, inspirados en
San Marcelino Champagnat.

14 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


2.1.3 EVANGELIZAR EDUCANDO
Visualizamos nuestra labor educativa desde una perspectiva de trascendencia, que no se
limita a la sola acción de educar, sino que aporta cada uno de los siguientes rasgos:

NUESTRA FORMA DE EDUCAR ES LO QUE EVANGELIZA.


Como maristas aceptamos el llamado de ir a evangelizar a todos,* por eso vamos incluso
a lugares donde otros no van; a situaciones de riesgo y de límite, vamos al encuentro de la
niñez y juventud para estar con ellos y hacerles experimentar el amor de Dios en su realidad.
Considerar al jóven como un lugar teológico es acoger la voz de Dios que nos habla a través de
él y de sus diferentes formas de expresión.* Es por esto que aprendemos de ellos, nos dejamos
confrontar, favorecemos el diálogo y la participación para que se expresen y empoderen.

La evangelización a través de la educación es la modalidad propia de nuestro carisma.


Entendemos esta visión desde una propuesta pastoral de educación integral y de la visión
cristiana de la persona y su desarrollo que promueve los valores del Evangelio en todas nuestras
iniciativas educativas. Todos, como maristas, hermanos y laicos, participamos en la misión de
construcción del Reino. Como apóstoles maristas ayudamos a construir una sociedad orientada
hacia un futuro de esperanza fundamentado en el amor de Dios.

La evangelización es el corazón de la misión marista, porque la niñez y juventud son


nuestra prioridad. En esta visión educativa y evangelizadora, compartimos nuestra espiritualidad
y pedagogía con las familias, el alumnado, nuestros colaboradores maristas y toda la comunidad
educativa. Todos los proyectos que desarrollamos se sustentan en los valores del Evangelio que
presenta el mensaje de Jesús, cercano a la realidad de la niñez y juventud. Trabajamos desde
la interculturalidad y cultivamos la dimensión espiritual, el desarrollo personal y cristiano, así
como la identidad marista, despertando en ellos una visión cristiana y creyente de la vida y
del mundo. Promovemos una educación evangelizadora marista de calidad, transformadora y
formadora para el mundo, centrada en la niñez y la juventud, inclusiva, trascendente y educadora
para el cambio.*

Conscientes de que la búsqueda de la voluntad de Dios requiere concreciones históricas,


nuestro lugar privilegiado de encuentro con Dios es la atención a la niñez y la juventud,
especialmente de los más vulnerables.* Nos esforzamos por estar presentes en sus vidas, creando
entornos y experiencias educativas basados en el amor, el respeto y la verdad. Generando
actitudes de diálogo, aceptación y fraternidad, compartiendo así el Evangelio. Nuestra misión
y nuestras acciones no se limitan a un plan pastoral o catequético, sino que transforman
nuestra propuesta educativa, impregnándola de los valores evangélicos.* Colocamos en el
centro la atención a las personas, construyendo relaciones de comunión y fraternidad cada vez
más profundas. Promovemos la corresponsabilidad y la inclusión que generan esperanza y
oportunidades de una vida digna para todos. Así, ellos y ellas pueden experimentar el amor
de Dios a través de nuestro trato y de nuestra relación sincera con ellos.

FORMAMOS PARA LA ESPIRITUALIDAD.


Nuestros programas educativos y evangelizadores fomentan, principalmente, el desarrollo
de la espiritualidad, el cultivo de la interioridad, la búsqueda del sentido de la vida, el compromiso

15 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


por la solidaridad, la justicia, la paz y el cuidado de la creación.* La espiritualidad es ese fuego
inextinguible que arde dentro de nosotros y nos llena de pasión por la construcción del Reino
de Dios y se convierte en la fuerza impulsora de nuestras vidas, dejando que el Espíritu de
Cristo nos guíe.* Es por ello que nos comprometemos a despertar y acompañar el caminar
espiritual de nuestros estudiantes y colaboradores para que disfruten del encuentro con
Dios, consigo mismos, con la naturaleza y con los demás.* Nuestra función y compromiso no
se limita a la labor docente o enseñanza de una asignatura. Identificamos y tenemos claro que
nuestra labor formativa se sustenta, además de en los contenidos académicos, en acompañar
e impulsar la fe, la espiritualidad y su formación integral.

En nuestra vida diaria experimentamos la pasión de Dios y la compasión por el hermano,*


las cuales manifestamos en la defensa y promoción de los derechos humanos, especialmente
de los más necesitados. Escuchamos a María y hacemos lo que Él nos dice* para alcanzar
este fin. Buscamos el desarrollo de la vocación particular de cada persona en nuestras
instituciones, con un acompañamiento que permita su desarrollo.

RASGOS FORMATIVOS PARA LA ESPIRITUALIDAD.


Distinguimos rasgos específicos de la espiritualidad marista, que representan el fundamento
de nuestra propuesta formativa. Cada uno de ellos se relaciona con los otros y nos permiten
comprender la Espiritualidad desde una perspectiva Marista, para así, evangelizar educando.

Fomentamos la vivencia de la INTERIORIDAD como puerta de entrada a la espiritualidad,


pues me permite acercarme a mi misterio (¿Quién soy? ¿Para qué estoy en este mundo?) y al
Misterio con mayúscula (Dios, lo trascendente). Invitamos a las personas a descubrir la riqueza
que yace en su interior, reconocer sus emociones y descubrirlas como medio para encontrarse
con Dios que nos invita a la trascendencia. La interioridad nos permite desarrollar la conciencia
reflexiva para la toma de decisiones a favor de una mejor sociedad y una compasión con
nosotros mismos.*

JESÚS DE NAZARET es nuestro modelo de plenitud humana. Él nos muestra que entre
más humanos más divinos seremos.* Él nos da testimonio de un compromiso total con el
necesitado; denuncia el desorden social de su tiempo y es fiel al proyecto de su Padre. Nos
llama a salir al encuentro del otro, construir ambientes sociales inclusivos, fraternos y justos.
Como maristas, encontramos en María el camino para llegar a Jesús. Ella nos enseña a estar
atentos a la voluntad del Padre, para que nuestras acciones se dirijan a la construcción de la
paz, desde las relaciones justas y solidarias entre las personas.*

Formamos en la AFECTIVIDAD, como base para atender a la persona en comunidad,


partiendo de la experiencia de sentirse amado y así poder generar relaciones sanas en favor del
bien común.* Consideramos la fraternidad como una categoría social fundamental, reconocemos
que es una base antropológica, a partir de la cual, integramos la relación entre: el encuentro, la
solidaridad, la misericordia, el diálogo, la confrontación y las diversas formas de reciprocidad.*

Buscamos el desarrollo de la persona, acompañándolo en cada etapa de su vida, para


que descubra su VOCACIÓN y atienda el llamado que Dios le hace. Mediante procesos de
autovaloración y autodeterminación, ayudamos a la niñez y juventud a descubrir el sentido

16 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


de su vida y a desarrollar su proyecto vital. Seguimos creyendo que podemos generar,
promover y acompañar los nuevos brotes de vida marista (laicos y religiosos consagrados) que
van surgiendo, desde la realidad particular de cada uno.

Estamos llamados a vivir la SOLIDARIDAD, desde nuestro ser de profetas para anunciar y
transformar la sociedad. Nos comprometemos con ella y damos respuestas a sus necesidades.
Para lo cual, nos formamos como personas comprometidas con nuestra comunidad, capaces
de observar críticamente el entorno, denunciando las injusticias y cuidando nuestra casa
común.*

Estos elementos: interioridad y consciencia de sí, afectividad, amor y amistad, vocación


y sentido de vida, Jesús nuestro modelo y solidaridad y compromiso sintetizan los cinco
componentes de la competencia espiritual que buscamos formar en todos los miembros de la
CEM, mediante el documento formativo de la Competencia Espiritual (2024).

ESPIRITUALIDAD PERSONAL Y COMUNITARIA


Al evangelizar educando, formamos individuos abiertos a la espiritualidad, personas
que eligen vivir en plenitud cada instante de su existencia, con un estilo de vida en el
que Dios esté presente y le dé sentido.* Como maristas, proponemos una formación integral
mediante la cual, nuestros educandos y colaboradores se desarrollen de manera armónica
y coherente en todas sus dimensiones, de tal manera que puedan realizar plenamente su
proyecto de vida,* buscando la trascendencia y poniendo sus dones personales al servicio de
los demás.*

Desarrollamos nuestra identidad personal en comunidad; ya que sin los demás, estaría vacía
de memoria y perspectiva. Reconocemos que, solo en la relación entre identidad y alteridad,
nos es posible redescubrir que hay una mística en el rostro de los demás donde encontramos a
Dios, pues para nosotros, el encuentro con la niñez y juventud es nuestro lugar teológico.*

Construir comunidad es uno de los componentes esenciales de la forma marista de


educar, es decir, compartir la vida: espiritualidad, misión, formación y trabajo, experimentando
la fuerza de la ayuda mutua y sembrando esperanza entre todos los miembros. Llamamos
“Espíritu de Familia” al ambiente donde todos podemos participar, somos escuchados y
respetados, donde cada uno encontramos respuesta al deseo de amar y de ser amado, y donde
se acepta la diversidad como una riqueza a cultivar.*

Nos reconocemos como parte de la Iglesia. Trabajamos con la iglesia local y colaboramos
con otras congregaciones y organizaciones para lograr la Misión que se nos ha confiado.
Como profetas, estamos abiertos a descubrir las nuevas necesidades de nuestra sociedad, a
reflexionar la mejor manera de atenderlas y a gestionar lo necesario para solucionarlas. Es por
ello que buscamos formarnos en y para la solidaridad, así como en los valores cristianos de
nuestro tiempo: justicia, verdad, esperanza, amor y alegría. Estamos comprometidos con los
proyectos destinados a la niñez y juventud desfavorecidos, así como con el cuidado de nuestra
Casa Común, buscando formar y formarnos en la ciudadanía ecológica y en la responsabilidad
ambiental.*

17 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


2.2 SOMOS COMUNIDAD EDUCATIVA MARISTA (CEM)
Como escuela, formamos una verdadera comunidad educativa integrada por alumnos,
padres de familia, docentes, directivos, personal administrativo y de servicios, hermanos
consagrados y colaboradores laicos, juntos compartimos la Espiritualidad Marista. Portamos
el carisma heredado de San Marcelino Champagnat, que propone una forma particular de
vivir el Evangelio como respuesta concreta a las necesidades espirituales y sociales de las
personas inmersas en tiempos de crisis. Este carisma nos hace vivir el amor que Jesús y María
tienen por cada uno y nos lleva a sentirnos receptivos y sensibles ante las necesidades de
nuestro tiempo y a profesar un sincero amor a la niñez y juventud, especialmente a los menos
favorecidos.*

Nos inspiramos unos a otros para crecer en el carisma y en los rasgos propios de nuestra
espiritualidad: la presencia, la sencillez, el espíritu de familia, el amor al trabajo y todo
esto al estilo de María.* Es por ello que impulsamos a que cada obra Marista se convierta en
un lugar de formación que cree y desarrolle entornos y experiencias de evangelización y de
educación netamente maristas .

2.2.1 FINALIDAD DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA MARISTA


La finalidad principal de la CEM está en la presencia cercana con los estudiantes, en la
diversidad de situaciones donde se encuentran, para acompañarlos en su proyecto vital de
armonizar fe, cultura y vida.* Como comunidad, respondemos a esta finalidad cuando:

• Damos a conocer a Jesús y lo hacemos amar.


• Vivimos una experiencia significativa del amor de Jesús y damos respuesta a ese amor.
• Anhelamos la pertinencia, la solidaridad y la oportunidad de compartir nuestras vidas
y la posibilidad de transformar nuestras circunstancias.
• Nos unimos para crear familia, para apoyarnos mutuamente en nuestros ideales y para
transformar nuestra sociedad.*
• Trabajamos juntos y creamos un ambiente seguro donde cada uno se sienta respetado
y corresponsable.
• Crecemos en la sensibilidad hacia los demás a través del diálogo y nos guiamos por
nuestro sentido de misión.
• Trabajamos en un proceso de reciprocidad para conocer y orientar de mejor manera
las necesidades educativas de nuestros alumnos.
• Compartimos un interés común y estamos comprometidos en la planificación, animación
y evaluación de nuestra labor.
• Fomentamos el crecimiento e identidad Marista a través de planes de formación
basados en la herencia educativa, el espíritu y carisma de Marcelino.
• Acompañamos los nuevos brotes de vida marista en nuestra CEM, brindando las
herramientas, estrategias y recursos necesarios para este fin.
• Favorecemos que la niñez y juventud sean protagonistas de su actuar, generando
espacios para que sean escuchadas y atendidas sus necesidades.
• Fomentamos el empoderamiento participativo de la niñez y juventud desde los
principios del carisma marista.
• Nos esforzamos para proporcionar a la niñez y juventud los medios necesarios para
que adquieran una vida plena, incluyendo el crecimiento en la fe y la participación
responsable en la sociedad.*

18 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Ser evangelizadores y educadores de la niñez y juventud nos exige equilibrio personal y
madurez. Esto requiere una constante preparación profesional, capacidad de escucha y de
discernimiento, creatividad, sentido del humor, paciencia y flexibilidad. Mediante nuestra
entrega, cercanía y confianza, animamos a los niños y jóvenes a ser protagonistas de sus
acciones dondequiera que estén.*

2.2.2 PRINCIPIOS DINAMIZADORES DE LA CEM


Para alcanzar la finalidad de la CEM y transmitir su sentido y propósito, proponemos los
siguientes principios dinamizadores que están enfocados en promover la participación activa
de cada uno de los miembros de la comunidad, además, nos dan un estilo propio de ser y formar
una comunidad educativa marista. Sin los siguientes principios dinamizadores, la comunidad no
es cooperativa ni creativa y se estanca. Es por esto que procuramos recuperarlos y hacerlos
presentes en las reuniones docentes, los retiros del personal, encuentros con padres y madres
de familia y/o tutores, las actividades realizadas con los estudiantes y en todo momento de
encuentro que nos acerque a la finalidad de la CEM.

1. Somos profesionales de la educación y de la evangelización: Como comunidad


marista estamos llamados a evangelizar. Ayudamos y acompañamos a nuestros
estudiantes en la adquisición de conocimientos, el desarrollo de sus capacidades y al
crecimiento y adquisición de valores a través del descubrimiento de la naturaleza, de
los demás, de sí mismos y de Dios, respetando su libertad personal y les ofrecemos una
formación en interioridad y espiritualidad.*
2. Somos corresponsables de la misión Marista y la comprensión y conocimiento del
carisma: Nos comprometemos a responder a los desafíos que enfrentan la niñez y
juventud. Salimos al encuentro de los más vulnerables.
3. Ayudamos a los integrantes de la comunidad a que encuentren su vocación y puedan
dar respuesta al llamado recibido: Propiciamos que los miembros de la comunidad
experimenten la búsqueda de identidad y de crecimiento humano,* en dinámicas de
discernimiento, para responder a su vocación personal y a la misión compartida
4. Privilegiamos la cultura del encuentro: La dinámica de salir al encuentro nos conduce
a crear comunidad. Reavivamos el compromiso por y con las generaciones jóvenes,
renovando la pasión por una educación más integral e incluyente, capaz de la escucha
paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión.*
5. Estamos en continua formación: Los miembros de nuestra comunidad están en
constante actualización en todos los ámbitos. Aprendemos ininterrumpidamente de
y en el contacto con las personas. Potenciamos la formación integral que valorice
todas las dimensiones de la persona, incluida la espiritual* muy al estilo del carisma
Marista.
6. Somos factor de cambio social y profético: A través de las enseñanzas y testimonio
de Marcelino, educamos para que los miembros de nuestra comunidad sean agentes
del cambio social y de su entorno, trabajando en favor de una mayor justicia para
todos.*
7. Favorecemos la participación activa de los padres de familia: Ellos son los principales
y primeros educadores de sus hijos. Son la primera escuela de las virtudes sociales,
de las que todas las sociedades necesitan.* Promovemos espacios y actividades
para la presencia e implicación de los padres de familia colaborando activa y

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comprometidamente en la formación de sus hijos e hijas ayudándoles a darle sentido
a sus vidas.
8. Impulsamos acciones que generen redes de colaboración: De manera local,
provincial, regional y global, promovemos el trabajo en red;* entre nuestras obras y con
instituciones externas. De esta manera buscamos cultivar la identidad y el sentido
de pertenencia. Además, compartimos experiencias para fomentar la solidaridad y
la transformación social.*
9. Desarrollamos el pensamiento crítico: Que impulse capacidades para identificar
o formular problemas y resolverlos, evaluar la información y usarla, reconocer sus
propios juicios y ponerlos a prueba para presentar nuevos argumentos.* Nuestra
misión educativa y evangelizadora nos lleva a movilizar el intelecto en busca de
verdades más hondas.* Buscamos que nuestra comunidad crezca en el ejercicio de
un pensamiento crítico, a partir de un sano ejercicio de su libertad, para lo cual es
necesario conocerse a sí mismo, manteniendo la apertura al Otro y al otro, sabiendo lo
que es bueno para su aquí y su ahora.*
10. Manifestamos un rostro Materno en la Iglesia:* Hacemos vida el lema de Marcelino
Champagnat haciendo Todo a Jesús por María y todo a María para Jesús. Así como
María, andamos en el camino con aquellos cuya vida es lucha diaria.* El espíritu de
servicio de María modela la manera en la que nos relacionamos y así ayudamos a los
miembros de la comunidad a descubrir el potencial transformador, de sí mismos y de
su entorno. Como ella, somos ternura y cuidamos la vida en todas sus formas.

Figura 3. Principios dinamizadores que nos fortalecen y caracterizan.

20 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


2.2.3 ÁREAS DE LA CEM
Las áreas que conforman a la Comunidad Educativa Marista son: Evangelizadora,
Pedagógica y Organización y Gestión Institucional. Están relacionadas entre sí, formando un
sistema, donde reconocen sus componentes, contenidos y trabajando en conjunto. Desde estas
tres áreas, se articula todo el quehacer educativo en favor de la finalidad de la escuela marista:
Acompañar a los estudiantes en su proyecto vital de armonizar fe, cultura y vida (figura 4).

Figura 4. Integración de la finalidad, los principios dinamizadores y las áreas de la CEM

A continuación, se describen cada una de las áreas de la CEM para comprender la


importancia que tiene la comunidad educativa en su proceso de acompañar la formación y el
desarrollo humano y cristiano de los estudiantes.

ÁREA EVANGELIZADORA
En el área evangelizadora buscamos generar espacios y momentos que favorezcan el
proceso de conocer y vivir como Jesús de Nazaret, desarrollando la bondad, la misericordia
y la solidaridad. Para nosotros, la educación es el medio privilegiado para evangelizar. De esta
forma, lo planeado y realizado en la CEM, está dirigido a este mismo objetivo: evangelizar.
Mediante el discernimiento personal y comunitario definimos las acciones, recordando que
deseamos manifestar el rostro materno de la Iglesia. Como María, llevamos a más personas a
conocer a Jesucristo y amarlo.*

El encuentro con Dios podemos vivirlo desde cada una de las personas, la comunidad y en
la casa común. De esta forma, la clase, la actividad deportiva, el concurso académico, el festival
artístico, el uso de la tecnología en un proyecto, la reunión con padres de familia, así como

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todas las actividades de cada uno de los miembros de la CEM, adquieren una trascendencia. En
resumen, todas las acciones de la institución son evangelizadoras.

ÁREA PEDAGÓGICA
Desde el área pedagógica respondemos a las necesidades de los estudiantes cuando les
ayudamos a crecer y desarrollarse armónicamente, llegando a ofrecer lo mejor de sí mismos
al servicio de la construcción de una sociedad más justa y fraterna. De acuerdo a nuestra
tradición educativa, el centro de nuestra pedagogía es la persona del educando. El sujeto
que educa y evangeliza, es la comunidad.

Nuestro mayor ejemplo es Jesús de Nazaret, el carpintero que enseñó con vivencias
de la vida diaria que refieren al Reino de Dios, haciendo que Dios irrumpiera en la vida de
las personas. Jesús es el maestro de vida, que enseña a vivir con Dios.* El área pedagógica
aborda el acompañamiento de todo el proceso formativo de la persona que va asumiendo
las dimensiones y los valores del Evangelio para llegar a ser como Jesús de Nazaret, para
que todos lleguemos a “tener los sentimientos propios de Cristo Jesús”.*

Nos comprometemos con una formación profundamente humana que integra lo


intelectual, lo espiritual, lo afectivo, lo cognitivo y lo relacional con la finalidad de formar
“buenos cristianos y buenos ciudadanos”, personas íntegras, capaces de asumir compromisos
activos consigo mismo, con los otros, con su entorno y con Dios.

PEDAGOGÍA MARISTA
Entendemos a la pedagogía Marista, más allá del aula, como un modo de estar y de
ser en la acción educativa de la CEM. Por eso, la pedagogía Marista se expresa en la frase
“para educar bien a los niños hay que amarlos, y amarlos a todos por igual”.* La misión de
educar y evangelizar al estilo Marista, nos sitúa en la labor educativa, de este modo se educa
evangelizando y se evangeliza educando.

Los principios de nuestra pedagogía tienen su fuente en la Espiritualidad Marista heredada


de San Marcelino Champagnat y de los primeros hermanos. Para nosotros, los siguientes
principios son una guía para vivir el Evangelio al estilo Marista:

• Presencia: Estamos entre la niñez y juventud y los aceptamos de forma incondicional.


Generamos la confianza necesaria para atender sus necesidades y escuchar sus
inquietudes.*
• Sencillez: Somos auténticos en nuestro trato y manifestamos lo mejor de nosotros en
el encuentro. Fomentamos un liderazgo activo basado en la dignidad de cada persona.*
• Espíritu de familia: Nos comprometemos a construir comunidad y buscamos un
modelo de relación que refleje al Evangelio: nos escuchamos, aceptamos la diversidad
y crecemos en el amor.*
• Amor al trabajo: Dignificamos el trabajo y promovemos el aprovechamiento cabal
del tiempo. Nuestra labor es realizada con diligencia, creatividad y gozo, porque es
asumida como ocasión de servicio y aporte a la construcción del Reino en y desde la
Comunidad.*
• Al estilo de María: Ella es nuestro modelo de fe, fidelidad, confianza en Dios y la
inspiración de los educadores Maristas.* Este aspecto mariano lo manifestamos al imitar

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sus actitudes hacia los demás y hacia Dios,* siendo sensibles ante las necesidades de
los otros, atentos al servicio solidario y capaces de maravillarnos de las obras de Dios.*
Ella es nuestro Recurso Ordinario.*

Los principios antes abordados fueron impulsados por Marcelino desde los orígenes de
la congregación. En el documento del Modelo Pedagógico Marista de la Provincia de México
Occidental, se desarrollan ampliamente.

La pedagogía Marista integra la educación tecnológica, pero generando en nuestros


educandos vínculos comunitarios en lugar del individualismo, propiciando criticidad para el uso
de las diferentes tecnologías.* Coincidimos con el Papa Francisco en que la tecnología debe
centrarse en el desarrollo de la persona y orientada en hacer el bien* por lo cual buscamos
que sea una herramienta que no aumente la desigualdad, sino que permita el acceso a la
información y desarrolle las competencias de todos nuestros educandos.*

Identificamos a la educación como el mejor medio para atender la crisis ambiental y


relacional que estamos viviendo.* Educando a las nuevas generaciones cuidamos el futuro,
pero también es necesario atender a las generaciones del presente con una perspectiva de
cuidado y búsqueda del bien común. Fomentamos el DEPORTE, que desarrolla la disciplina
personal, el reconocimiento de las propias limitaciones, la aceptación del fracaso y el deseo
de superarse.* Desde esta misma visión integramos la formación artística, como vía de acceso
y desarrollo de la dimensión estética, que permite la apreciación y construcción de la belleza.
Dicha formación permite el desarrollo de hábitos y actitudes capaces de vivir el equilibrio, la
proporcionalidad y la armonía. Desde este planteamiento, tanto las competencias y dimensiones
relacionadas con las áreas Deportiva y Artística, se impulsarán a través de documentos que
abordarán los propósitos de forma más específica e integrada a la visión de formación integral
desde nuestra Misión Evangelizadora.

En nuestras instituciones participan profesionales capacitados, elegidos desde


parámetros de selección establecidos. Los educadores, administrativos o miembros de los
distintos departamentos, cuentan con la formación profesional específica de las funciones
que han de desempeñar en su puesto. En el apartado 3.2 del tercer capítulo del presente
documento, se abordarán, de manera más específica, los elementos del ámbito educativo y de
la pedagogía marista aquí mencionados.

ÁREA DE ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN INSTITUCIONAL


La organización de la vida escolar tiene como centro a nuestros estudiantes, por tanto,
al llevar a cabo nuestra gestión prestamos especial atención a los más vulnerables, creamos
situaciones donde todos puedan sentirse seguros. Para esta área, preparamos a los líderes de
las obras por medio de una formación permanente en pedagogía, gestión y organización
de instituciones educativas.
Esta área tiene el propósito de:
• Definir la identidad de la escuela, explicitando sus valores.
• Precisar los objetivos en el plano educativo, cultural y didáctico.
• Establecer la organización, gestión y funcionamiento de la obra.
• Definir los instrumentos de control y evaluación de todas las áreas.*

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Al referirnos a la organización institucional, consideramos todos los procesos que permitan
el funcionamiento de la institución acorde a los principios y valores que impulsamos desde
el Carisma. La gestión institucional se ocupa de tres grandes aspectos de la organización de
una escuela, mismos que se presentan a continuación y que se profundizarán en el capítulo 4
de este documento:

• Gestión Educativa la cual se entiende como el conjunto de procesos, estrategias


y actividades que tienen el propósito de dirigir, coordinar y optimizar los recursos
disponibles en el ámbito educativo de la institución para lograr los objetivos formativos
y el desarrollo integral de los alumnos. La gestión educativa busca conducir acciones
para el logro de las metas y objetivos de la institución, lo que implica procesos todos
los generales de esta.*
• Gestión Escolar implica un conjunto de actividades, acciones y procesos que han de
realizarse en la escuela con el propósito de garantizar la eficacia del funcionamiento
de la obra; enmarcada dentro de la visión y planificación de la obra, vinculada a los
propósitos y objetivos de su misión educativa y formadora.
• Gestión Administrativa y organizacional en una institución educativa marista se
refiere a todos los procesos de organización y supervisión relacionada con todas las
actividades no vinculadas a procesos académicos y pedagógicos que son fundamentales
para el funcionamiento y cumplimiento de la misión de la institución.

Ninguna acción en esta área tiene sentido por sí sola, pues, aunque son fundamentales
para el desarrollo y crecimiento de la obra en su totalidad, están al servicio de las áreas
evangelizadora y pedagógica. Si bien cada una es independiente, todas se encuentran
relacionadas entre sí, porque sin una de ellas, las demás no podrían desarrollarse adecuadamente.
Todos los miembros de la CEM compartimos un interés común por el éxito de nuestro trabajo
y nos sentimos corresponsables para planificar, animar y evaluar nuestra labor. El área de
gestión institucional establece estructuras para coordinar nuestros esfuerzos y asegurar una
amplia participación en la toma de decisiones.*

EL CONSEJO DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA MARISTA


Dentro de la estructura general de animación y liderazgo provincial se visualiza el Consejo
de la Comunidad Educativa Marista (CCEM), organismo institucional que tiene la responsabilidad
de impulsar y acompañar todos los procesos para el cumplimiento de la Misión. Se encuentra
vinculado directamente con el Consejo para la Misión (CpMM) quien es el responsable de
acompañarle, desde la encomienda delegada del Consejo Provincial como función principal y
sustantiva.* La información específica de su conformación, organización, vinculación y funciones
desde el área de organización y gestión de la institución se especifican en el capítulo 4 de este
documento y principalmente en el documento “Corresponsables en la Misión Marista, Manual
conceptual y operativo de la Estructura de la Animación Provincial” (2024, capítulo 4).
Nos descubrimos como una comunidad educativa con un origen común en el carisma, la
espiritualidad y la misión maristas que nos vienen de San Marcelino Champagnat. Para cumplir
con esta misión, hacemos comunidad, nos formamos bajo unos principios dinamizadores y nos
organizamos en tres áreas para atender todos los aspectos de la escuela marista. Así, no solo
los directivos, si no todos los integrantes de la CEM nos hacemos responsables de nuestro
propio proceso formativo y de la misión conjunta (figura 5).

24 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Figura 5. Somos una comunidad, fiel a su herencia, que se organiza en favor de la misión.

25 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


C A P Í T U L O 3 : M O D E L O E D U C AT I VO M A R I STA ( M o d E M )

¿Por qué es necesario presentar nuestro Modelo Educativo? La educación marista se


nutre de una vasta tradición pedagógica que nos ha sido heredada y de las aportaciones de la
investigación y la práctica educativa de muchos educadores maristas que lo han enriquecido.
Todos estos conocimientos, saberes conceptuales, metodológicos y prácticos dan vida a
nuestras instituciones, pero es necesario organizarlos, sistematizarlos y documentarlos, este
ejercicio da origen a lo que hoy llamamos Modelo Educativo Marista, que define el “qué” y “para
qué” de nuestra misión educativa y el cual es indispensable para comprender nuestro Modelo
Pedagógico Marista, que se desarrolla en un documento aparte y que explicita el “cómo” de
nuestra práctica educativa.

La educación es algo esencial para la humanidad y no debe improvisarse. Por ello, es de


vital importancia que todas nuestras obras tengan clarificado nuestro modelo educativo, pues
les servirá de base, tanto para la planeación como para determinar los procesos de formación
que serán necesarios para que los estudiantes se desarrollen integralmente. Además, al llevar
a la práctica nuestro modelo educativo, logramos que la educación marista, en todas nuestras
obras, tenga un mismo punto de partida (el carisma y la misión maristas) y una misma
finalidad: acompañar a los estudiantes en su proyecto vital de armonizar fe, cultura y vida.*

3.1 ELEMENTOS DEL MODELO EDUCATIVO MARISTA


La educación -cualquiera que sea su enfoque o modelo- depende sustancialmente de la
visión de la naturaleza humana que se tenga y de los fines de la educación que se persigan.
Ambos aspectos son elementos filosóficos, enmarcados normalmente en una concepción
peculiar de la historia y en los paradigmas de una cultura. En consecuencia, un Modelo Educativo
orienta, desde la teoría, la instrumentación de acciones prácticas que se reflejan y desarrollarán
en el Modelo Pedagógico. Así, como afirma Kurt Lewin (1988), “la mejor práctica es una buena
teoría”, reforzando la idea de que nuestra práctica será coherente, efectiva y veraz si está bien
sustentada en unos principios filosóficos, antropológicos y axiológicos que le den sentido y
orientación.

La palabra “modelo” hace referencia a una representación ideal de la realidad o a una


versión aproximada de la misma. Así, al contar con esta representación de nuestra realidad,
facilitamos la tarea del estudio y análisis de la realidad educativa en nuestras obras, nos
permite debatir y reflexionar las expectativas del acto educativo, el diseño de rutas para
dar respuesta y finalmente, nos ayuda a establecer criterios para los procesos de evaluación
educativa. Entendemos por modelo educativo a la concreción de los paradigmas educativos
que profesamos y que sirven de referencia para todas las funciones que cumplimos (docencia,
investigación, extensión, vinculación y servicios), a fin de hacer realidad nuestro proyecto
educativo. El modelo educativo debe estar sustentado en la historia, valores profesados,

26 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


la visión, la misión, la filosofía, los objetivos y las finalidades de nuestra institución.* En
resumen, un modelo educativo debiera contener respuestas, idealmente inspiradoras, para las
siguientes preguntas: ¿para qué educar?, ¿qué enseñar para lograrlo? Y ¿cómo hacerlo de la
manera más efectiva?

Dando respuesta a estas preguntas, nuestro Modelo Educativo Marista nos permitirá no
solo saber cuáles son las bases filosóficas, antropológicas y axiológicas en las que se sustenta
nuestro ser y quehacer educativo, sino que dará sentido y valor a nuestra práctica cotidiana
de evangelizar educando. Además, a mayor conocimiento del modelo educativo por parte de
los miembros de la CEM, los resultados en nuestros alumnos y alumnas serán los esperados de
acuerdo a nuestra Espiritualidad Apostólica Marista (figura 6).

Figura 6. Integración del Modelo Educativo, el Modelo pedagógico y el Modelo Organizacional.

3.1.1 FUNDAMENTOS FILOSÓFICOS


NUESTRO CONCEPTO DE PERSONA Y SU DIGNIDAD
Nuestra misión está vinculada con las personas, todo nuestro proceso y esfuerzo se centra
en ellas. En fidelidad a la raíz cristológica de nuestra Espiritualidad Apostólica Marista, definimos
a la persona desde la antropología cristiana. Así, entendemos a las personas, hombres y mujeres,
como creaturas de Dios, creados a imagen y semejanza de Él y dotados con la misma
dignidad.* Reconocemos las facultades fundamentales en los seres humanos: inteligencia,
voluntad, libertad y amor, las cuales nos distinguen de cualquier otra creación y nos permiten
desarrollarnos, somos seres perfectibles que buscan la plenitud.* El ser humano no es un
átomo perdido en un universo casual, sino una creación de Dios, a quien Él ha querido dar un
alma inmortal y al que le ha permitido descubrirse amado por Él y con la capacidad de amar.*

27 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


La Declaración Universal de los Derechos Humanos define al ser humano como un ser
libre, con derechos y deberes, consciente y que debe comportarse con respeto y solidaridad
con sus semejantes.* Langford señala que el ser humano debe pasar del estado natural en
que nace a un estado social,* es decir, tiene que aprender a ser una persona después de su
nacimiento. Esto se logra a través de la educación. Como maristas, encontramos en la educación
el medio para potenciar a las personas, partiendo de una antropología y humanismo cristiano
que busca la plenitud de sus facultades, derechos humanos y comunidad.

LA PERSONA EN RELACIÓN
Educamos a las personas para tener un impacto positivo en su sociedad. Partiendo de sus
facultades y siguiendo la pedagogía Marista, buscamos desarrollar las relaciones fundamentales
del ser humano, antes mencionadas en el capítulo 2 y que se explican a continuación:

• Consigo mismo: Toma conciencia de quién es, sus facultades, limitaciones y aspiraciones.
• Con los demás: Descubre la maravilla del otro y la necesidad de respetar, comprender,
apoyar, ser incluyente y solidario.
• Con su entorno: Se identifica como parte de la Casa Común, descubriendo los recursos
y procesos naturales y su impacto en ella.
• Con Dios: Busca las respuestas a las preguntas trascendentales inherentes al ser
humano.

Las categorías de relación se potencian cuando existe vinculación con los cuatro pilares
de la educación propuesta por Jacques Delors. La relación consigo mismo se vincula con el
aprender a ser, la relación con los otros se vincula con aprender a convivir, la relación con
el entorno se vincula con el aprender a hacer y la relación con Dios con el aprender a conocer
porque del saber y el razonamiento se puede llegar al conocimiento y relación con Dios (figura 7).*

Figura 7: Las cuatro relaciones de la persona, vinculadas al proceso de aprendizaje.

28 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Desde una perspectiva ética y moral, nuestro enfoque no es imponer doctrinas ni formas
de pensamiento. Acompañamos a las personas a descubrir la importancia de relacionarse con
los valores cristianos que tienen su fundamento en el Evangelio encarnado, comprendiendo sus
implicaciones personales y sociales. Buscamos que la persona viva su conversión en libertad y
defina con honestidad lo que es bien o es mal, asumiendo la responsabilidad de sus decisiones.

LA SOCIEDAD QUE QUEREMOS CONSTRUIR


Como maristas, nos unimos a todos aquellos comprometidos con la creación de una
sociedad más justa y equitativa, donde prevalezca la justicia, la paz y una vida digna para
todos. Reconocemos que en nuestro país persisten serias violaciones a los derechos humanos:
el aumento de la violencia evidenciado en robos, asaltos, secuestros y desprecio por la vida,
son indicadores claros de esta situación. También constatamos que ciertos grupos han sido
excluidos históricamente y siguen sufriendo marginación.*

Esta realidad nos impulsa a educar para una sociedad libre, solidaria, justa e inclusiva.
Aspiramos a una mejor sociedad, construyendo el Reino de Dios en el aquí y ahora. Esto
demanda una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que nos ayudemos, unos
a otros, a mirar hacia delante.* Es por ello que necesitamos una educación que:

• Fomente el autoconocimiento y la autoestima de cada individuo, desde un humanismo


cristiano.
• Analice la historia de los errores y aciertos cometidos por la humanidad, para enseñar
a vivir en la interculturalidad y la inclusión.
• Examine el impacto positivo y negativo de nuestro paso por la naturaleza y las posibles
soluciones para mejorarla.
• Inspire a buscar algo más, con miras de eternidad y trascendencia.

Estamos atentos a la invitación de organismos internacionales como las Naciones Unidas,


con un mensaje a toda la humanidad, ubicando la dignidad y la igualdad de las personas
como centro y referente principal, buscando siempre una visión transformadora hacia la
sostenibilidad social, ambiental y de igualdad económica.

ENFOQUES PSICOPEDAGÓGICO Y FILOSÓFICO


El estilo educativo marista es el fruto de la herencia de Marcelino Champagnat, quien
innovó en el desarrollo de estrategias de enseñanza de su época para dar respuesta a las
necesidades educativas que enfrentaba. Sin embargo, hemos enriquecido nuestra pedagogía
marista al incorporar los aportes psicopedagógicos de distintas corrientes, como el cognitivismo
y el socio-constructivismo. Desde esta perspectiva, asumimos que el educando es un activo
constructor de aprendizajes, que genera conocimientos a partir de la experiencia, para resolver
problemas que la vida cotidiana le presenta, poniendo en juego sus propios conocimientos y
experiencias previas, mediado por la interacción y colaboración con sus pares. Además, determina
que el aprendizaje es situado, producto del contexto y la cultura en que se desarrolla y utiliza.*

29 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


Desde este Modelo Educativo provincial queremos motivar e impulsar el uso de “pedagogías
activas” que propicien este aprendizaje situado y significativo, construido en comunidad.
A continuación mencionamos algunas9 de estas metodologías activas que deseamos vayan
siendo empleadas cada vez más en las obras educativas de la provincia:

1. Aprendizaje y Servicio Solidario (AySS): Propuesta socioeducativa con componentes


como el servicio voluntario a la comunidad y el aprendizaje de conocimientos, habilidades
y valores que se desarrollan en las instituciones educativas. La novedad reside en
vincular estrechamente servicio y aprendizaje en una sola actividad socioeducativa
bien articulada y coherente.*
2. Design for Change: Metodología que se centra en el alumno y lo educa desde dentro. Da
a los estudiantes la oportunidad de poner en práctica sus propias ideas para cambiar el
mundo. Se lleva a cabo por medio de los principios del design thinking y ofrece un marco
de cuatro pasos llamado FIDS, (por sus siglas en inglés: feel, imagine, do and share) que
alienta a los alumnos a identificar problemas, imaginar una idea para mejorarlo, trabajar
en equipo para implementar la solución y, por último, compartirla al mundo.*
3. Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP): Metodología activa en la que los estudiantes
son protagonistas de su aprendizaje: investigan, crean, aprenden, aplican lo aprendido
en una situación real, comparten sus experiencias y analizan los resultados. A través de
estas etapas, los estudiantes responden a una problemática o resuelven una situación.
Permite ir más allá del aprendizaje tradicional gracias a su interdisciplinariedad y ayuda
a los estudiantes a adquirir competencias del siglo XXI.*
4. Aprendizaje Basado en Retos (ABR): Enfoque pedagógico que involucra a los
estudiantes en una situación problemática, real, significativa y vinculada al entorno
que implique la definición de un reto y la implementación de una solución. Además,
favorece el desarrollo de competencias como la autonomía, integración de las TIC,
aprendizaje colaborativo, pensamiento crítico, interdisciplinariedad, emprendimiento y
toma de decisiones.*
5. Aprendizaje STEAM: La metodología STEAM (por sus siglas en inglés: Science,
Technology, Engineering, Arts and Math) se enfoca en la resolución de problemas a través
de un enfoque interdisciplinario que, en lugar de enseñar por separado cada disciplina,
integra la ciencia, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas. Esta metodología les
ayuda a alcanzar las competencias necesarias y aplicarlas en el mundo real.*

En cuanto a los fundamentos filosóficos de este Modelo Educativo, asumimos la postura


filosófica del humanismo cristiano. Desde el “humanismo” buscamos reencontrar y recuperar
tanto la dignidad, los derechos y las libertades del ser humano, como su desarrollo y progreso
en el mundo en que vive. Esta corriente filosófica tiene su origen en la cultura grecolatina y
en el renacimiento, y puede presentarse bajo varias facetas. En nuestro caso, optamos por el

9 Dentro de las metodologías activas, además de las cinco que presentamos, pueden emplearse otras, tales como el Aprendizaje
basado en casos, la gamificación, el aula invertida, entre otras.

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humanismo cristiano, que entiende que la búsqueda y reencuentro de los fundamentos de la
grandeza del ser humano, arriba mencionados, solo pueden efectuarse con el Dios que se
ha revelado plenamente en Jesucristo para salvar a la humanidad integralmente.*

Tanto el humanismo de inspiración cristiana, como los paradigmas que desde la psicología
asumen a la persona como un ser que tiende naturalmente hacia su autorrealización y busca
trascender, proponen que la persona debe ser formada en y para la libertad y la responsabilidad.
Frente a esquemas tradicionales, rígidos, autoritarios y con curriculas inflexibles, la escuela
marista propone a los educandos oportunidades de autoconocimiento, de crecimiento y decisión
personal. Formamos personas con iniciativa y autodeterminación, que sean solidarios y
compasivos con sus semejantes, como camino para el desarrollo de su individualidad.

3.1.2 LOS VALORES MARISTAS


Desde el carisma heredado de Marcelino Champagnat y la multiculturalidad de nuestra
provincia, identificamos los siguientes valores propios de nuestras instituciones:*

• Presencia: comprendida como la búsqueda de un ambiente de armonía, cuidado y


respeto, gracias a nuestra cercanía atenta y disponible en los ambientes donde se
desarrolla nuestra misión. También se comprende como la proximidad con las personas
y el cultivo de una relación de confianza.
• Sencillez: es definida como un estilo de vida en la esfera personal e institucional. Se
traduce en la búsqueda de autenticidad, permitiéndole al sujeto reconocer las propias
potencialidades y limitaciones. Tiene como una de sus formas de manifestación el
respeto por el otro y del entorno.
• Espíritu de familia: entendido como el sentido de pertenencia a una familia de la cual
emana el amor, la ayuda mutua, la alegría y la acogida, respetando el pluralismo y la
diversidad, aceptando a todos como diferentes y complementarios.
• Amor al trabajo: traducido como disposición y espíritu cooperativo en la realización del
trabajo, desarrollando talentos y colocándolos al servicio del bien común. Entendemos
que por medio del trabajo, se cumple la misión y se participa de la obra de la creación,
colocando al sujeto como protagonista en la construcción de una sociedad justa y
fraterna.
• Audacia: entendida como una acción emprendedora que nos impulsa hacia adelante.
Nos mantiene atentos a las señales de los tiempos, para la toma de decisiones inéditas
y valientes, en la exploración de nuevas posibilidades y en la promoción de cambios.
• Espiritualidad: definida como la expresión de nuestra búsqueda de identidad y de
sentido, a la luz del Evangelio, teniendo a María y a San Marcelino Champagnat como
inspiradores de nuestra forma de ser y actuar. La espiritualidad es la fuerza motora
que le da sentido y armonía a la vida, ilumina la comprensión del mundo y orienta a la
persona en su relación con Dios, consigo misma, con las personas y con la naturaleza.
• Solidaridad: es el valor a través del cual, el carisma marista se hace historia y despliega
la fuerza transformadora de la justicia que brota de la compasión evangélica,*
experiencia de la cual “hemos nacido”.* En nuestra provincia identificamos tres niveles
de solidaridad: asistencial, promocional y transformacional* a través de los cuales
generamos líneas de acción para la formación y apropiación de este valor, en todos y
cada uno de los integrantes de la CEM.

31 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


3.1.3 LOS ACTORES EDUCATIVOS
Como se mencionó anteriormente, todos los miembros de la CEM hacemos nuestro el
carisma de Marcelino y tenemos una misión compartida como educadores maristas. Somos
conscientes de que el docente juega un papel de suma importancia en la formación de nuestros
estudiantes. Sin embargo, entendemos por educador no solo al docente en el aula, sino que
todos los miembros de la CEM, de manera distinta, asumimos el papel de educadores y
formadores. Algunos miembros de la CEM podrán no estar capacitados para participar en
asuntos estrictamente curriculares, pero su implicación en el proceso educativo escolar y en
otros ámbitos no escolarizados es imprescindible para los procesos formativos y la mejora del
aprendizaje.* Todos formamos a los alumnos para su inserción en la sociedad, preparándolos
para asumir un compromiso social ordenado a mejorar sus estructuras, conformándolas a los
principios evangélicos y para hacer de la convivencia entre las personas una relación pacífica,
fraterna y comunitaria.*

EL ROL DEL EDUCANDO MARISTA


Nuestros alumnos son el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje y de todo lo
que concierne a la vida escolar y su organización. Les ayudamos a adquirir conocimientos, a
desarrollar sus competencias y a crecer en valores a través del descubrimiento de la creación,
de los demás, de sí mismos y de Dios.* En la propuesta educativa Marista, ellos y ellas integran en
su desarrollo los conocimientos, habilidades, actitudes y valores, que los convierte en seres
humanos con las herramientas y destrezas con las cuales podrán enfrentarse a las distintas
situaciones de la vida. En ese sentido, de acuerdo con la visión socio-constructivista en la
cual basamos nuestro modelo educativo, reconocemos que los estudiantes son constructores
activos de su propio aprendizaje al poner en juego sus experiencias previas para la generación
de conocimiento nuevo y siendo protagonista en el proceso.

Los alumnos maristas responden de forma responsable, con base en el autoconocimiento


de sus capacidades, a las exigencias actuales en los ámbitos en los que se desenvuelven.
De esta manera, consolidan una formación integral profundamente humana que integra
las dimensiones y competencias atendiendo de esta forma los aspectos espiritual, afectivo,
cognitivo cognoscitivo y práctico. La escuela marista es un lugar de aprendizaje, de vida y de
evangelización. Es aquí donde los alumnos toman una actitud activa y crítica para aprender a
conocer, a hacer, a vivir juntos y a ser.*

Los estudiantes reconocen la riqueza de su formación integral y contribuyen a ella


promoviendo su fe personal en un compromiso social, a través de la sensibilidad, solidaridad,
el diálogo y la tolerancia. Participan en la construcción de la comunidad, del espíritu de
familia, involucrándose en actividades solidarias; manifiestan el amor al trabajo, realizando
su tarea con esfuerzo, tenacidad y esperanza en Dios; muestra actitudes al estilo de María,
centrando sus acciones en la unidad de la comunidad y siendo capaces de comprometerse y
de amar.

Al término de su formación, los alumnos serán capaces de desenvolverse en diferentes


dimensiones (explicadas más adelante en este capítulo) como la espiritual, corporal, socio-
afectiva, ético-política, cognitiva, estética, ecológica, filosófica y tecnológica, y serán capaces
de responder al llamado que Dios les ha hecho, mediante su opción vocacional y estilo de
vida.

32 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


EL ROL DEL EDUCADOR MARISTA
El educador marista está llamado a evangelizar y desempeñar funciones desde su
responsabilidad profesional. Busca los métodos y estrategias más adecuados para educar a
la niñez y juventud y profundizar en el conocimiento del carácter específico de la educación
y la espiritualidad marista.* La misión educativa del docente consiste en contribuir, desde los
espacios estructurados para la enseñanza sistemática, al desarrollo integral de las personas,
incorporando todas sus dimensiones, favoreciendo así el crecimiento de sus alumnos. Como
mencionó el Padre Champagnat, la vida entera de los estudiantes será el eco de lo que el
educador haya enseñado.*

Como educadores evangelizadores, estamos convencidos de que el mejor servicio que


ofrecemos es el testimonio de alegría en nuestras vidas como ejemplo de cristianos
comprometidos con el mundo de hoy. Alimentamos nuestra propia espiritualidad a través de
nuestra relación personal con Jesucristo, con el planeta que habitamos y con los demás, para
poder así compartir mejor nuestra fe con los jóvenes.* Para lograr dicho objetivo, debe cumplir
con la REGLA DE ORO del educador Marista: Para educar a los niños, hay que amarlos. Y
amarlos a todos por igual. Esto significa entregarse totalmente a su educación y formación.*
Todos estamos llamados a ejercer un liderazgo profesional y pastoral en nuestra misión de
educadores católicos. Participamos en programas orientados a mejorar nuestra competencia
personal, a buscar juntos los métodos y estrategias más adecuados.

La educación no consiste solamente en la disciplina ni en la enseñanza; no se da mediante


cursos, ni siquiera de religión; la educación se transmite a través de las relaciones cotidianas,
continuas, entre profesores y estudiantes.* El educador marista debe estar presente entre
los alumnos, ser cercano a ellos y a su mundo. Es un facilitador que los guía a ser capaces de
afrontar los diversos desafíos académicos, culturales y a adoptar una actitud de autoformación
y aprovechamiento de los recursos. El educador marista crea las condiciones necesarias
para que emerja el protagonismo de los estudiantes. A ejemplo de Marcelino, el educador
ayuda al alumno a desarrollarse humana y espiritualmente, manifestando un interés personal
por cada uno de ellos, está en formación permanente e incorpora a la enseñanza los métodos
pedagógicos más efectivos.* El educador marista se compromete a vigilar que el educando
reciba el acompañamiento adecuado desde el carisma marista.

EL ROL EDUCATIVO DE LA FAMILIA


Hoy en día, nuestro sentido de misión compartida se extiende de manera particular a los
padres de familia, a los adultos responsables y a las familias, respetando su deber primordial
de educar a sus hijos.* Los maristas promovemos la participación activa de los padres en la
toma de decisiones y en el apoyo educativo de sus hijos y buscamos erradicar el modelo
vertical tradicional que excluía a los padres de las decisiones escolares. Aunque quizás no
participen directamente en temas curriculares, trabajamos junto a ellos y nos ayudamos unos
a otros para conocer y orientar mejor la situación concreta y las necesidades educativas de
sus hijos.*

Las familias pueden contribuir en la educación de sus hijos estableciendo, desde casa, una
relación que favorezca el aprendizaje y ayude a las escuelas a entender mejor a las familias,
manteniendo una comunicación efectiva con la escuela sobre el progreso académico de sus

33 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


hijos, participando en actividades escolares, proporcionando orientación y recursos para el
aprendizaje en casa, tomando decisiones con los órganos de gobierno escolares y colaborando
con la comunidad para integrar recursos que beneficien a las escuelas, estudiantes y familias.
Hay que dejar siempre entrever a los padres que sus hijos anhelan su interés en su formación
y que con un poco de esfuerzo e interés pueden hacer mucho para formarlos bien y mejor.*

Figura 8: Roles del Educando, el Educador y la Familia, dentro de la escuela Marista.

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3.2 PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS MARISTAS
En 1853, a poco más de diez años de la muerte de San Marcelino, los hermanos recogieron
sus enseñanzas en un libro titulado “Guide des écoles” (guía de las escuelas), que en español fue
traducido como “Guía del Maestro”.* Dicho libro contiene consejos prácticos para la conducción
de la clase y para la organización escolar. Con el paso del tiempo y conforme a las nuevas
fundaciones, la Guía del Maestro se fue adaptando a los diferentes contextos y latitudes de
las obras del Instituto, llegando hoy a más de 80 países. Así, a lo largo de los años, hermanos
y laicos maristas han desarrollado e impulsado distintas adaptaciones y publicaciones de este
importante documento.

Nuestros principios pedagógicos tienen su origen en el carisma y la espiritualidad de


San Marcelino, el cual se enriquece del saber acumulado por generaciones de hermanos
y laicos que la han hecho vida. Principios que orientan y caracterizan nuestro quehacer
educativo, la gestión de nuestras comunidades educativas, la creación de distintos ambientes
de aprendizaje, la convivencia escolar, la formación de jóvenes y adultos y las obras sociales,
entre muchos otros. A continuación, se presentan nueve¹⁰ principios pedagógicos maristas,
indicando de cada uno su definición y unas orientaciones prácticas para su implementación en
cada obra marista. Estos principios son el fundamento del documento “Modelo Pedagógico
Marista” que complementa a este modelo educativo.
3.2.1 DAR A CONOCER A JESÚS Y HACERLO AMAR
Jesús es el centro de la misión educativa marista.* Es por eso que, decidida y abiertamente,
anunciamos a Jesús de Nazaret, su persona, su propuesta del Reino y sus valores. Elementos
que nos sirven para identificar su proyecto de vida como una invitación a asumirlo también
como nuestro; experimentar el Espíritu en, con y para el cual vivió, de tal manera que los
miembros de la CEM puedan vivir la experiencia de sentirse destinatarios del mensaje y de
esta manera amados y con deseos de responder con amor. Este principio es la base de nuestra
misión marista y por el cual consideramos a la educación como nuestro medio principal de
evangelización.*

Orientaciones:
• Privilegiamos el conocimiento de Jesús en su contexto histórico, principalmente a
través del acompañamiento en la fe y buscando dar respuesta a las necesidades de
nuestro tiempo.
• Empleamos nuevos medios para dar a conocer el mensaje de Jesús dentro y fuera de
la comunidad educativa.
• Propiciamos experiencias para facilitar la vida interior, el discernimiento, el
fortalecimiento de la fe, el servicio a los demás y el cuidado de nuestro entorno
(elementos de la Competencia Espiritual).
• Nos capacitamos en cultura vocacional para brindar un encuentro cercano y personal
con Jesús.

¹⁰ Cabe aclarar que en el documento Misión Educativa Marista 2023 (#118 a 141), sólo se mencionan los cinco principios
pedagógicos originarios: Al estilo de María, Espíritu de familia, Presencia, Sencillez y Amor al trabajo. Los otros que aquí se
desarrollan forman parte de la tradición educativa marista que queremos impulsar y enfatizar en nuestras obras de la provincia.

35 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


• Ayudamos a las personas a descubrir aquellas oportunidades donde mejor puedan
desarrollarse en el servicio y contribuir a la construcción de un mundo mejor para
todos, tales como el voluntariado y otras formas de servicio.
• Generamos experiencias de contacto y sensibilización con realidades diferentes,
marcadas especialmente por la necesidad, el límite, los márgenes, el rechazo y la
exclusión en la sociedad.
• Aseguramos la implementación de grupos juveniles como espacios de desarrollo
vocacional, desde el ambiente personal y comunitario
• Como Jesús a los peregrinos de Emaús,* nos acercamos a los jóvenes y nos esmeramos
en conocer y comprender las culturas juveniles.
• Valoramos el encuentro con la niñez y juventud como un lugar teológico donde
descubrimos a Dios, que nos habla.
• Facilitamos la iniciación sacramental en aquellos que lo piden y celebramos nuestra fe.
• Les presentamos a María y a Marcelino Champagnat como modelos de nuestro camino
hacia Jesús.
3.2.2 PARA EDUCAR, HAY QUE AMAR
Educar amando es acoger a los niños y jóvenes tal como son y con su realidad, respetando
y defendiendo sus derechos por encima de todo. Los niños y jóvenes descubren cuánto los
ama Dios a través del amor respetuoso que les ofrecemos. El amor es la clave de nuestra
propuesta educativa y evangelizadora, es la regla de oro de la pedagogía marista que promovió
Champagnat, porque la educación es una obra del corazón y no hay pedagogía sin ternura.
Amar a los niños y jóvenes es entregarse totalmente a su educación para formarlos en la virtud
y la piedad.*

Orientaciones:
• Amamos a Dios amando a todos, especialmente a los más vulnerados, compartiendo
nuestro tiempo y capacidades con ellos.
• Elegimos atender preferencialmente a aquellos que tienen menos recursos y
defendemos abierta y claramente los derechos de los más pobres.
• Alentamos a la persona en su propio proceso de formación, ofreciéndole apoyo,
aceptación y amor incondicional.
• Proporcionamos una educación de calidad para el desarrollo del cuerpo, la mente, el
espíritu y el corazón, adecuada a la edad, a las necesidades y al contexto social.
• Somos creativos para desarrollar en los demás, la autoestima y la capacidad para
orientar la propia vida.
• Reconocemos la dignidad de toda persona y atendemos a todos con cariño y afecto,
cuidando que este sentimiento prevalezca en nuestra forma de ejercer la disciplina.
• Evitamos el autoritarismo, el castigo y la permisividad, optando por el diálogo para
tomar acuerdos.
• Atendemos especialmente a los más débiles y vulnerables. Mostramos un especial
cuidado por aquellos estudiantes que enfrentan barreras para el aprendizaje, la
movilidad y la comunicación y hacemos las adecuaciones curriculares y estructurales
correspondientes.
• Reconocemos y celebramos la diversidad social, cultural, lingüística y étnica, e
impulsamos las relaciones interculturales que favorecen la equidad.

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• Incluimos la reflexión y la práctica de los derechos humanos.
• Fomentamos el respeto de todos por todos. No toleramos las burlas, acoso, maltrato,
ni violencia escolar (bullying).
• Reconocemos en los otros a un hermano o hermana. Somos pacientes, esperamos y
confiamos en los procesos personales de cada uno.
• Todos nuestros estudiantes deben sentirse protegidos, seguros y amados en cada una
de nuestras obras.
3.2.3 BUENOS CRISTIANOS Y BUENOS CIUDADANOS
Es acompañar a la persona para que cada vez se sienta más íntegra y esperanzada, con
un profundo sentido de responsabilidad, orientado a la transformación del mundo que le
rodea, independientemente de la fe que profese, o la etapa de búsqueda espiritual en la que
se encuentre.* Para formar buenos cristianos y buenos ciudadanos, nuestras escuelas siguen
un modelo educativo integral que acompaña al estudiante en su proceso de maduración para
ayudarle a consolidar su proyecto vital en el cual armonice su fe, su cultura y su propia vida. Así,
aportamos a nuestra sociedad personas con valores, que se convierten en faros de esperanza
en este mundo difícil y en crisis; personas capaces, fraternas, humanas y espirituales.

EDUCAMOS EN Y PARA LOS DERECHOS


Las personas necesitan conocer sus derechos para vivirlos, hacerlos valer y, de la misma
manera, respetar los derechos de los demás. Todas las personas son portadoras de derechos
inherentes y, como Maristas, nuestra labor es proteger a la niñez y juventud contra cualquier
vulneración o violación de éstos.* Es por esto que nos aseguramos de crear lugares donde todos
se sientan seguros, estableciendo políticas y protocolos de protección al menor,* promovemos,
vigilamos y defendemos sus derechos.

Orientaciones:
• Presentamos a Jesús como modelo de plenitud humana. Por encima de todo, buscamos
que se garanticen todos los derechos humanos fundamentales de la niñez y juventud.
• Suscitamos, con tacto y delicadeza, el diálogo sobre sus preocupaciones personales y
familiares y ofrecemos programas para contribuir a su desarrollo personal.*
• Empoderamos a la niñez y juventud para ejercer sus derechos y ser agentes de
transformación, como principio rector de la educación Marista.*
• Aseguramos la dignidad y derechos de las niñas y mujeres y evitamos que se les niegue
la igualdad de derechos, poder de decisión, acceso a la justicia, educación, salud y
recursos económicos.*
• Promovemos la responsabilidad del cuidado y preservación del medio ambiente, como
casa común.
• Abordamos temas de relevancia social (la solidaridad, el bien común, la justicia,
el cuidado ecológico, la paz, etc.), que incorporados al currículum contribuyen a la
formación crítica y corresponsable.
• Implementamos estrategias para el trabajo comunitario, como: aprendizaje basado en
proyectos, aprendizaje centrado en la solución de problemas y el análisis de casos.
• Aprendemos sirviendo y alentamos el trabajo solidario.
• Seguimos políticas provinciales a favor de la protección infantil.
• Fomentamos el espíritu crítico ante la realidad social y la participación de la niñez y
juventud en espacios escolares y sociales como titulares de derechos.

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• Desarrollamos estrategias educativas y de participación que empoderen a la niñez y
juventud, propiciando espacios para expresarse y dialogar.
• Nuestras instituciones son lugares de aprendizaje, vida y evangelización.*
3.2.4 MARÍA, NUESTRO MODELO
Llevamos el nombre de María, madre y educadora. Es nuestro modelo de fe y confianza en
Dios. Sus actitudes modelan nuestra peculiar manera de evangelizar por medio de la educación
y es quien nos inspira a ser sensibles a las necesidades de los otros y ser solidarios en el
servicio, siendo capaces de maravillarnos ante la intervención de Dios en nuestras vidas. Como
Marcelino, vemos en ella a nuestra Buena Madre y Recurso Ordinario, es nuestro camino para
llegar a Jesús, por eso le expresamos nuestro amor y devoción de manera personal, familiar
y sencilla.* Resuena en nuestro corazón la recomendación de Marcelino: “de tal modo deben
esforzarse en parecerse a ella; que todo, en sus actos y persona, recuerde a María y reproduzca
su espíritu y sus virtudes”.*

Orientaciones:
• Nos sentimos invitados a renovar y construir una Iglesia al estilo de María, que sea
recinto de amor, libertad, justicia y paz, donde todos encuentren en ella motivos para
seguir esperando.
• Orientamos el corazón de los jóvenes hacia María, como camino para llegar a Jesús.
• Vivimos confiados en Dios a pesar de la adversidad y las tribulaciones que eventualmente
podemos enfrentar.
• Damos un sí generoso como María, enseñamos a los jóvenes la audacia, la rectitud y la
coherencia de vida.
• Imitamos a la Buena Madre en sus actitudes de escucha a los demás, de solidaridad con
los más pobres y excluidos.
• Nos esforzamos por encarnar sus virtudes de humildad, sencillez y modestia, las tres
violetas maristas.
• Fomentamos en la comunidad educativa un ambiente de sencillez y cordialidad, tanto
en el modo de relacionarnos, como en nuestras estructuras organizativas.
• Destacamos y celebramos los acontecimientos marianos del año escolar dándoles un
ambiente de fiesta y alegría.
• Como María, discernimos la voluntad de Dios a través de los acontecimientos de la vida
cotidiana.
• Como Marcelino, ofrecemos y confiamos todos los proyectos y tareas a María.
• Como María en la Anunciación,* salimos al encuentro de la niñez y juventud.
• Como María de Nazaret, atendemos, orientamos y cuidamos de la comunidad y somos
sensibles a las necesidades de los demás.
• Como María en el Cenáculo,* construimos comunidad en donde nos encontremos.*

38 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


3.2.5 EL ESPÍRITU DE FAMILIA
Es el compromiso de construir una comunidad, inspirada en la familia de Jesús de Nazaret,
que se caracteriza por un espíritu de acogida, aceptación y pertenencia, en donde todos se
sienten valorados y apreciados, cualquiera que sea su función, o posición social. Es la forma en
la que nos relacionamos los unos con los otros y con los jóvenes como miembros de una familia
que se reúne en torno a una misma mesa, donde todos tienen un lugar.*

Orientaciones:
• Generamos un ambiente comunitario en el que prevalece una actitud de acogida,
aceptación y pertenencia, un clima cálido en el que todos nos sentimos, escuchados,
valorados y apreciados.
• Participamos en una convivencia basada en el diálogo, la comprensión, la tolerancia, la
confianza y el respeto a los derechos de todos.
• Aprendemos unos de otros y todos participamos activamente en la vida y el desarrollo
de la comunidad educativa.
• Nos sentimos corresponsables del trabajo de todos, valoramos los carismas individuales
y con gusto ponemos nuestros talentos en favor del bien común.
• Fomentamos un espíritu de responsabilidad compartida y de autonomía.
• Propiciamos el empoderamiento de los jóvenes, a fin de que se conviertan en
protagonistas de su propio aprendizaje.
• Buscamos conocer a nuestros alumnos personalmente para atender sus necesidades
y ofrecer estrategias para el desarrollo de sus capacidades.
• Colaboramos con los padres de familia en favor de la formación de sus hijos, les damos
su lugar y les recordamos su responsabilidad en este proceso.
• Otorgamos un trato humano a los alumnos, que favorezca el respeto mutuo y permita
el diálogo.
• Respetamos las diferencias y acogemos especialmente a quienes se encuentran en
condición de vulnerabilidad. Somos respetuosos de la dignidad y las necesidades de
cada persona.
• Oramos unos por otros, compartimos la vida, los éxitos y los fracasos. Aprendemos a
perdonarnos y a reconciliarnos.
• Formamos y nos formamos en la cultura de paz y en la cultura del encuentro.
• Generamos espacios para la vivencia de la fraternidad universal, la democracia, la
justicia y la inclusión.
• Alentamos la participación activa de asociaciones de padres de familia, sociedad de
alumnos y grupos juveniles.
3.2.6 AMOR AL TRABAJO
Champagnat presenta el amor al trabajo como una dedicación continua y generosa en
la misión de educar: nos muestra la importancia que tiene el estar dispuesto a “arremangarse”,
a hacer todo lo necesario para el bien de nuestra misión.* Fomenta la generosidad, constancia y
perseverancia en el trabajo cotidiano. El amor al trabajo, en nuestro estilo educativo, supone
iniciativa y decisión para encontrar respuestas creativas a las necesidades de nuestro
entorno mediante la pedagogía del esfuerzo.* Por medio del trabajo se cumple la misión y se
participa en la obra de la creación, colocando al sujeto como coprotagonista de una sociedad
justa y fraterna.* Como educadores maristas:

39 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Ayudamos también a los jóvenes a descubrir la dignidad del trabajo. Ellos, con nuestro ejemplo,
aprenden que el trabajo es un poderoso medio de realización personal, que da sentido a la vida
y contribuye al bienestar económico, social y cultural de nuestra sociedad y del mundo. De
este modo, todos nos convertimos en “copartícipes de la creación”, y continuamos con gozo y
esperanza la obra del Creador”.*

Orientaciones:
• Rechazamos la facilidad excesiva y el darlo todo por hecho. Promovemos el esfuerzo,
la constancia, la perseverancia y la disciplina, igual que hacer bien las cosas.
• Somos generosos de corazón, constantes y perseverantes en el trabajo de cada día.
• Preparamos cuidadosamente nuestras clases y actividades educativas y encontramos
respuestas creativas para ayudar a aquellos que presentan cualquier tipo de dificultad.
• Nos responsabilizamos de nuestra propia formación como educadores para continuar
adquiriendo competencias que enriquezcan nuestra labor educativa.
• Enseñamos a los estudiantes a descubrir la dignidad del trabajo como medio de
realización personal que da significado a la vida.
• Ayudamos a los estudiantes a adquirir un carácter y voluntad firmes, una conciencia
moral equilibrada y valores sólidos en los que se fundamentan sus vidas.
• Aprovechamos el tiempo y promovemos el buen uso de los talentos y la iniciativa.
• Trabajamos en equipo, con ello adquirimos un espíritu de cooperación y sensibilidad
social para atender a los más necesitados.

3.2.7 PRESENCIA Y ACOMPAÑAMIENTO


Con nuestra presencia y acompañamiento hacemos vida y damos vida a la comunidad.
A través de nuestra presencia y acompañamiento, atentos y acogedores, caracterizados por la
escucha y el diálogo, promovemos una actitud abierta. Nos preocupamos por los miembros de
la comunidad personalmente, tratando de conocer a cada uno individualmente.* La presencia al
estilo marista no es vigilar a los alumnos, es estar junto con ellos para guiarlos, acompañarlos,
demostrándoles que son importantes para nosotros. Es caminar junto a las personas y mirar
en ellas a Dios, e imitar a María en su cercanía, amor y sencillez. Elegimos estar presentes en
la CEM, de la misma manera que Jesús estaba con sus discípulos de Emaús;* con una presencia
esperanzadora. Reconocemos que esta cercanía nos enriquece mutuamente y nos compromete
a transformarnos a nosotros mismos y al mundo en el que habitamos.

Orientaciones:
• Nos preocupamos por la integridad e integralidad personal de cada estudiante y le
brindamos una atención personal y profesional.
• Establecemos, promovemos y aseguramos una sana y madura relación interpersonal,
que propicia un clima favorable al aprendizaje, la educación en valores y la madurez
personal de cada estudiante.
• Salimos al encuentro de la niñez y juventud ahí donde están, siempre considerando su
contexto personal, familiar y social.*
• Somos verdaderamente humanos, cercanos y asequibles. Nuestra presencia no debe
atemorizar ni molestar, es cercanía, atención y prevención.
• Nos mostramos optimistas e interesados en el crecimiento humano de los estudiantes.
• Acompañamos y damos seguimiento a los procesos vocacionales, académicos, sociales
y espirituales.

40 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


• Acompañamos a los estudiantes en su proceso de crecimiento, atendiendo sus
inquietudes, alegrías, dolores y deseos, a través de un acompañamiento integral.
• Acogemos a nuestros semejantes con ternura y respeto, estamos atentos a sus
necesidades y circunstancias.
• Desarrollamos habilidades de escucha, comunicación asertiva y empatía.*
3.2.8 SENCILLEZ
Marcelino Champagnat soñaba con que los maristas tuviéramos a la sencillez como
nuestro distintivo: “constituyan siempre la humildad y la sencillez, el carácter distintivo de los
Hermanitos de María”.* A la sencillez añadimos la humildad y la modestia, componiendo así el
símbolo de las tres violetas de la tradición marista, cuyo significado es dejar pacientemente que Dios
actúe a través de nosotros, buscando “hacer el bien sin ruido”.* Al ser conscientes de nuestras
propias limitaciones, comprendemos mejor a los demás y respetamos su dignidad y libertad”.*
La sencillez es el fruto de una unidad de mente y corazón, de carácter y acción, que se
deriva del hecho de ser honestos con nosotros mismos, con los demás y con Dios, es evitar
aparentar algo que no somos, por tanto, reviste de autenticidad y de bondad nuestro trato con
todas las personas.*

Orientaciones:
• Tratamos a todos con cortesía, respeto y buenos modales.
• Evitamos toda clase de pretensión, apariencias falsas o exhibiciones personales que
buscan la fama o la adulación.
• Somos honestos, francos y auténticos: decimos lo que creemos y demostramos que
creemos lo que decimos.
• En nuestras instalaciones buscamos la practicidad y evitamos la ostentación,
procurando que en todo esté patente la sencillez marista.*
• Aceptamos nuestras fortalezas y debilidades sabiendo que somos personas en proceso,
lo que nos invita a aceptar a todos como son.*
• Además de las virtudes marianas de humildad, sencillez y modestia, practicamos las
demás pequeñas virtudes que recomendaba Marcelino: la paciencia, la amabilidad, la
tolerancia, la cortesía, la honestidad, la escucha atenta, la disponibilidad, el mutuo
apoyo, el servicio y la hospitalidad.*
• Como los primeros maristas, manifestamos nuestra sencillez viviendo de manera
laboriosa, práctica, servicial y con dedicación.
• Estamos disponibles para el servicio y la atención de los más pobres o necesitados, por
quienes tenemos una predilección especial y cuidado.
• Atendemos las faltas o errores de los estudiantes con respeto, como oportunidades
de aprendizaje. Les enseñamos que son signo de su proceso de maduración y no de
fracaso o vergüenza.
• Fomentamos la franqueza y buscamos irradiar confianza, en vez de temor o lejanía.
• La sencillez facilita la creación de un verdadero espíritu de familia, de presencia, cercanía
y de comunidad. Impulsamos políticas para cuidarnos unos a otros, creando ambientes
seguros, inclusivos y fraternos para todos.
• Manifestamos con todos, (colegas, estudiantes y padres de familia) una cierta facilidad
de trato a través de relaciones auténticas y cercanas.
• Con nuestra manera de ser, sencilla, abierta y honesta, nos procuramos un lugar entre

41 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


los alumnos, siendo para ellos personas íntegras, sinceras y transparentes en nuestras
relaciones.*
• Apreciamos las cosas pequeñas de la vida y nos sentimos solidarios con todos. Nos
comprometemos activamente en el cuidado del planeta, nuestra casa común.*
• Evitamos el consumismo y practicamos el uso responsable de los recursos naturales.
• Los puestos de dirección son considerados puestos de animación y de servicio, las
personas que los ocupan, inspiran confianza y dan muestras de sencillez y facilidad de
trato, poniendo a las personas al centro de su quehacer directivo.

3.2.9 LIDERAZGO SERVICIAL Y PROFÉTICO¹¹


Entendemos el liderazgo profético y de servicio como un proceso continuo, marcado por
una opción consciente por “servir y servir primero”. Debemos acudir primero al lugar donde
la gente está, antes de pretender llevarla a donde queremos que vaya. El líder más admirado
a través de los tiempos es Jesús de Nazaret. Su estilo de liderazgo se refleja cuando dice: “El
Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate
por muchos”.* Para el liderazgo sólo hay un camino: el servicio. Si tienes muchas cualidades,
como la capacidad de comunicar, pero no eres un servidor, tu liderazgo fracasará. El liderazgo
debe ir por la senda del servicio, pero con un amor personal por la gente.* Marcelino fue un
líder servidor: “se arremangó la sotana y, con determinación, cortó la roca y edificó la casa del
Hermitage”.* Su estilo, caracterizado por su cercanía, presencia y cuidado de “padre” y hermano,
inspira a los demás en el servicio y liderazgo de la misión marista. En gran medida, la clave de
su liderazgo fue empoderar a sus hermanos.*

Orientaciones:
• Como Marcelino, mostramos un liderazgo con una fuerte identidad Marista que
comparta y aprenda de las buenas prácticas; que viva nuestros valores organizacionales
y religiosos comunes.
• Nos adaptamos para responder al reto de un mundo en constante cambio y
transformación, que es al mismo tiempo global y fracturado.
• Impulsamos acciones que nos permitan mirar al futuro y proyectar cómo podría ser.
• Buscamos empoderar a todas las personas involucradas para que contribuyan a la
identificación, planificación y resolución de problemas.
• Generamos ambientes de comunicación sana y honesta, fomentamos la cultura del
encuentro y la cultura de la evaluación como medio para mejorar nuestro servicio y
animación.
• Desarrollamos una autoridad moral en confianza, cuidado y compasión.
• Mostramos una conexión humana emocional para ayudar al otro.
• Nos centramos en el crecimiento y bienestar de las personas y comunidades.
• Ejercemos nuestro liderazgo en comunidad. Desde el Consejo para la Comunidad
Educativa Marista (CCEM) creamos una comunidad de vida, servicio y profecía.
• A ejemplo de Jesús, nos ceñimos la toalla y lavamos los pies de los demás.*

¹¹ Video: Pistas para ejercer el liderazgo Marista en la actualidad

42 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


Figura 9: Los nueve Principios de la Pedagogía Marista impulsados por la Provincia.

3.3 FORMACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONA


En este apartado abordaremos el “qué” de nuestra propuesta formativa, no de una manera
detallada o curricular, sino más bien de una manera global. Presentamos las dimensiones que
integran a la persona, para que sean consideradas como nuestras áreas de formación. De esta
manera, al atenderlas todas, en lo general y en lo particular, nos permitirán formar integralmente
a nuestros estudiantes. Junto a cada dimensión presentamos también la competencia que
se desea desarrollar desde cada una de ellas, con la intención de enfatizar que para formar
integralmente a la niñez y juventud, no sólo debemos atender el aspecto cognitivo (el saber),
sino también el saber hacer (hábitos, destrezas, capacidades y habilidades) y el saber ser
(valores y actitudes).
3.3.1 ¿QUÉ ENTENDEMOS POR FORMACIÓN INTEGRAL?
Como seres humanos, estamos formados por un conjunto de sistemas complejos, aunque
más o menos integrados. Nuestro desarrollo y madurez están determinados por el grado de
armonía e integración entre esos sistemas. Este delicado proceso de armonizarnos e integrarnos
ha impuesto, hoy más que nunca, tareas y misiones exigentes para la educación.

“…llevar a un ser humano a su pleno desarrollo y madurez, en su realidad integral, constituye la


empresa más difícil y ambiciosa que pueda proponerse una persona, una institución e, incluso, una
sociedad completa. Sin embargo, caminar en esa dirección, abriendo horizontes e iluminando
caminos, es la meta que se propone, en general, toda verdadera educación y desarrollo pleno
del ser humano”.*

Nos queda claro que intentar formar integralmente a nuestros estudiantes no es una
tarea fácil y tampoco es un trabajo solo de los docentes, también es trabajo de la persona
misma, de su familia, de su entorno, de toda la CEM y de la sociedad en general.

43 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Como maristas, optamos por una formación integral llevada a cabo mediante un proceso
dinámico que se extiende a lo largo de toda la vida, de manera individual y al mismo tiempo
social y participativo. En este proceso, buscamos que nuestros estudiantes se desarrollen de
manera armónica y coherente en todas sus dimensiones, de tal manera que puedan realizarse
plenamente.* Al hablar de formación integral debemos recordar la perspectiva relacional que
mencionamos en capítulos anteriores, es decir, que la formación, para ser integral, deberá
ayudar a la persona en su relación consigo misma, con su entorno, con los demás y con Dios.
Para lograrlo, la educación marista es multidimensional al considerar atender, mediante las
actividades curriculares y extracurriculares, todas estas dimensiones¹² de la persona: corporal,
cognitiva, socio-afectiva, filosófica, espiritual, estética, ético-política, ecológica y tecnológica.

Nuestros estudiantes se enfrentan a un mundo complejo y en permanente cambio. Hoy


en día, no basta con solo atender su dimensión cognitiva, como en el paradigma tradicional.
Al asumir la Formación Integral como nuestro proyecto educativo, nuestras instituciones se
comprometen a que la niñez y juventud desarrollen al máximo todas sus dimensiones para que
vivan más plenos como personas y aporten al desarrollo y transformación de la sociedad, lo
que en lenguaje marista decimos: Buenos cristianos y buenos ciudadanos.
3.3.2 DIMENSIONES FORMATIVAS Y COMPETENCIAS PARA LA VIDA
Afirmamos, nuevamente, que la formación integral multidimensional que proponemos,
tiene como objetivo el orientar nuestros procesos educativos para promover el desarrollo
pleno de nuestros estudiantes. Pero no solo eso, además, buscamos contribuir al mejoramiento
de la calidad de vida del entorno social en el que nos insertamos. La formación integral se
hace realidad en la práctica cotidiana de nuestras obras, cuando esta visión multidimensional
permea e inspira los criterios y principios con los cuales se planean y programan todas las
acciones escolares y extraescolares.

Las dimensiones se encuentran interrelacionadas entre sí y no pueden ser separadas, esto


significa que, aunque se presenten separadas en este documento con la finalidad de darlas a
conocer y comprender, todos ellas están interconectadas. Por ello queremos insistir que, al
formar particularmente en una dimensión, estamos formando en todas en su conjunto (esto se
conoce como transversalidad y se utiliza mucho en el aprendizaje por competencias). Ellas se
conectan e interactúan las unas con las otras, formando un todo indisoluble que da lugar a
la personalidad del ser humano. Si bien haremos énfasis en el desarrollo de las dimensiones y
competencias en nuestros estudiantes, también es necesario que los docentes las desarrollen.
No será posible acompañar a los estudiantes en su formación integral si, primero, los docentes
no las han trabajado y adquirido.
DIMENSIONES FORMATIVAS
Para insistir en que nuestro modelo de formación es integral, llamaremos a las dimensiones
de la persona como “dimensiones formativas”, para dotarlas de una intención explícitamente
educativa. Las dimensiones formativas que deben ser consideradas como base de todos

¹² Entendemos por “dimensión” al conjunto de potencialidades fundamentales del ser humano con las cuales se articula su
desarrollo integral. Cuando hablamos de dimensiones estamos haciendo una abstracción mental para separar lo que es inseparable
en el ser humano, pero lo hacemos para comprenderlo mejor y de la misma manera estudiarlo; y así mismo, no dejar por fuera nada
de lo que le es propio.*

44 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


nuestros proyectos educativos son las siguientes nueve: corporal, cognitiva, socio-afectiva,
filosófica, espiritual, estética, ético-política, ecológica y tecnológica.

COMPETENCIAS PARA LA VIDA


En los tiempos actuales experimentamos, con gran evidencia, que vivimos ya en “la sociedad
de la información y del conocimiento”.* Esta nueva sociedad exige a la educación demandas
distintas a las de la educación tradicional, más relacionadas con el desarrollo de la capacidad
de aprender a lo largo de toda la vida, de aprender a aprender y demás competencias que
lleven a un aprendizaje flexible y situado. Es por ello que impulsamos una educación que nos
permita responder a las nuevas demandas de los tiempos actuales, más relacionadas con la vida
cotidiana y con el desarrollo de destrezas y habilidades realmente útiles para desenvolverse de
forma autónoma y crítica para desarrollar un proyecto de vida.*

El aprendizaje o enfoque basado en competencias (ABC), que tuvo su origen en Europa


hacia fines de los años 80 y comienzos de los 90, buscaba responder a las demandas del mercado
laboral de su época. Actualmente, el ABC ha dejado de lado estos orígenes economicistas y ha
demostrado su importancia y vigencia en la educación porque, de acuerdo con Maluenda y
Varas:*

• Es un enfoque educativo más orientado a quien aprende y al logro de resultados


educativos.
• Se esfuerza por la contextualización del aprendizaje y su flexibilidad.
• Está en permanente análisis y mejora de las acciones y decisiones educativas, basada
en resultados.
• Adapta e integra la enseñanza a la realidad local y global, y a las nuevas tecnologías.
• Cuestiona e investiga qué debe aprender el alumno y qué debe enseñar el profesorado.
• Enfatiza la integralidad de la formación mediante las competencias llamadas
transversales o genéricas.
• Deja de lado lo cognitivo curricular y empuja la práctica educativa hacia el saber hacer
y el aprendizaje situado.
• Diversifica los modos de evaluar, dando mayor relevancia a la evaluación diagnóstica y
a la formativa.
• Permite igualdad de oportunidades al enfatizar el logro de unas competencias básicas
para la totalidad de la población.

El concepto de competencia está relacionado con cualidades humanas que integran


funcionalmente el saber (diferentes tipos de conocimientos), el saber hacer (hábitos, destrezas,
capacidades y habilidades) y el saber ser (valores y actitudes) que permite a las personas
desempeñarse de una forma idónea en diferentes entornos, sean estos personales, educativos o
laborales.* Se trata, por tanto, de un saber intencionado y útil, un saber que se aplica y
es susceptible de adecuarse a una diversidad de situaciones y contextos, y que tiene un
carácter integrador, abarcando conocimientos, procedimientos y actitudes.

El desarrollo que nuestros estudiantes logren en cada una de las dimensiones formativas,
antes mencionadas, se hará visible en su “saber hacer” y “saber ser” cotidianos y no solo en
sus conocimientos (saber). A esta visualización de su actuar y su forma de ser, la llamamos

45 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


“competencia”. Es por ello que en las instituciones maristas promovemos el desarrollo de las
competencias como parte de un proyecto educativo multidisciplinar y multidimensional,
integrándose de forma transversal al currículo, siendo adoptadas no sólo por los estudiantes,
sino también por todas las personas que forman la CEM, de tal manera que puedan expresarse
en comportamientos que se visualicen en la vida y favorezcan la construcción del tejido social
y desarrollo de la misma sociedad.

Cada una de las dimensiones formativas mencionadas en el apartado anterior serán


trabajadas, desde su operatividad, como competencias. Entonces, de cada una de las nueve
dimensiones de la persona, desarrollaremos, mediante nuestros proyectos educativos locales,
sus correspondientes nueve competencias: corporal, cognitiva, socio-afectiva, ético-política,
filosófica, espiritual, estética, ecológica y tecnológica. Cada dimensión y los elementos de su
competencia serán abordados a continuación.

Figura 10: Integración de las 9 dimensiones formativas de la persona y las cuatro relaciones.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA CORPORAL


La dimensión corporal es la facultad que tiene el ser humano de manifestarse a sí
mismo desde su cuerpo y con su cuerpo, de reconocer al otro y ser presencia material para
éste. Esta dimensión incluye aspectos del desarrollo físico y motriz, el cuidado del cuerpo
y la interacción armoniosa con su entorno social y natural. “El cuerpo es un don estupendo
de Dios, destinado, en unión con el alma, a expresar en plenitud la imagen y la semejanza con
Él. Por tanto, estamos llamados a tener un gran respeto y cuidado de nuestro cuerpo y
del ajeno”.* La formación de esta dimensión contribuye al desarrollo integral de la persona y
dignifica su vida.*

46 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


La dimensión corporal se relaciona con el conocimiento, la atención, el cuidado y el cultivo
del cuerpo. Esto implica que los estudiantes sean conscientes de los procesos de aprendizaje y
manejo del espacio corporal y del concepto de tiempo y espacio asociado al desarrollo motor. De
esta manera, podrán apropiarse del mundo mediante experiencias sensoriales y perceptuales
y crear un vínculo con los demás al preocuparse por el otro.*

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA CORPORAL


Se entiende por competencia corporal a la capacidad de los estudiantes de conocer,
desarrollar y cuidar su cuerpo. De buscar su desarrollo para lograr una relación equilibrada
con los demás y con su entorno. Algunas orientaciones para el desarrollo de la competencia
corporal son:

• Conocer y apropiarse del mundo mediante experiencias sensoriales y perceptuales.


• Desarrollar el ámbito sensorial, a través del equilibrio, coordinación, conciencia corporal,
atención, memoria, procesamiento auditivo, visual, olfativo y gustativo.
• Vincularse con los demás y preocuparse por el otro.*
• Proponer, comprender y aplicar reglas para la convivencia en el juego y en el deporte;
tanto en el contexto de la escuela como fuera de ella.
• Participar en juegos motores: tradicionales, autóctonos y cooperativos.
• Desarrollar el sentido cooperativo para valorar la importancia de los demás en la
construcción de objetivos comunes.
• Cuidar su salud a través de la adquisición de información, el fomento de hábitos,
alimentación balanceada, higiene, horas de sueño y saber delimitar y rechazar aquello
que no le beneficie en su bienestar integral.*

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA COGNITIVA


La dimensión cognitiva es un conjunto de potencialidades del ser humano que le
permiten entender, aprehender, construir y hacer uso de las comprensiones que, sobre la
realidad de los objetos y la realidad social, ha generado el ser humano en su interacción
consigo mismo y con su entorno y que le posibilitan transformaciones constantes.* A través
de la dimensión cognitiva, los estudiantes desarrollan procesos de transformación, organización,
retención, recuperación y uso de la información.

Para que los estudiantes sean capaces de desarrollarse en contextos complejos y


auténticos, con base en la activación e integración de conocimientos, habilidades, actitudes
y valores, es necesario desarrollar la competencia cognitiva. Una parte fundamental para el
desarrollo de la competencia cognitiva es la metacognición; es decir, aprender a aprender.

A través de la metacognición, buscamos que nuestros estudiantes se conviertan en


aprendices autónomos al ser capaces de planificar, supervisar y evaluar la ejecución de sus
aprendizajes, así como sus capacidades y limitaciones de los procesos de pensamiento. Este
proceso favorece el uso espontáneo y autónomo de diferentes estrategias y facilita su
generalización a nuevos problemas.*

La dimensión cognitiva se relaciona con el conocer, que se enfoca en la relación con el


entorno, lo que le permite generar estructuras mentales del mismo, para seleccionar, transformar

47 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


y generar información y comportamientos. Así, el proceso de generar conocimiento se entiende
como la construcción y representación mental de la realidad a partir de estructuras teóricas,
conceptuales y prácticas. A esto lo conocemos como aprendizaje.*

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA COGNITIVA


La competencia cognitiva es la capacidad de reconocer e interpretar el proceso de
aprendizaje para resolver problemas a través de la retención, generación y transformación
del conocimiento. Según Aldaba,* algunas orientaciones para el desarrollo de la competencia
cognitiva son:

• Desarrollar el pensamiento analítico a través de la comprensión de diferentes


situaciones y la resolución de problemas que lleven a reflexionar de manera lógica y
sistemática.
• Identificar conexiones entre situaciones que no están relacionadas de manera obvia.
• Identificar aspectos claves o subyacentes en asuntos complejos.
• Analizar, valorar y trabajar con datos y variables cuantitativas y cualitativas.
• Desenvolverse en la vida práctica, para construir un horizonte sociocultural que le
permita vivir en comunidad.
• Construir conocimiento formal mediante la abstracción y el pensamiento científico.
• Manejar información pertinente y utilizar diferentes fuentes de información, “creando
e innovando a partir de ella”.
• Tomar decisiones adecuadas en un ámbito definido.
• Continuar autónomamente el desarrollo personal mediante el aprendizaje a lo largo
de toda la vida.
• Tener habilidades metacognitivas que posibilitan el control de la propia cognición, la
capacidad de valorar sus propias aptitudes y limitaciones.
• Evaluar y controlar su propio desempeño en tareas determinadas.
• Desarrollar habilidades en lectura, escritura, matemáticas y competencias digitales y
tecnológicas.
• Aprender una lengua extranjera y utilizarla para expresarse de manera fluida y flexible,
oralmente y de forma escrita, en contextos sociales, académicos y profesionales
• Transferir los aprendizajes adquiridos a otros escenarios y a la vida práctica.
• Argumentar y sistematizar las soluciones que obtiene.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA SOCIO-AFECTIVA


La dimensión socio-afectiva comprende todos los procesos o cambios graduales que
ocurren en la construcción de la personalidad, respecto a las emociones, los sentimientos y
el desarrollo de cada persona.* Abarca sentimientos, expresión y vivencia de las emociones
y la sexualidad La formación de la dimensión socio-afectiva es importante, puesto que es la
base del comportamiento emocional en la vida escolar, en el ámbito familiar y en cualquier
contexto.* La dimensión socio-afectiva ayuda a nuestros estudiantes a establecer su manera
personal de vivir, de sentir y expresar emociones y sentimientos.

Para lograr los procesos formativos que pretendemos, es crucial que los estudiantes
adquieran bases sociales y afectivas que se derivan de la formación adecuada de la autoestima,
la autonomía y la relación respetuosa hacia los demás. Es por esto que la dimensión socio-

48 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


afectiva va de la mano con las dimensiones cognitiva, espiritual y corporal.* El desarrollo
óptimo de esta dimensión es la base para que nuestros estudiantes se desenvuelvan de
manera plena y puedan potenciar el resto de las competencias que forman parte de la vida. La
dimensión socio-afectiva se relaciona con la socialización, el reconocimiento del autoconcepto,
la autoestima y la vivencia de la sexualidad.

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA SOCIO-AFECTIVA


La competencia socio-afectiva es la capacidad de los estudiantes de conocer, gestionar
y expresar sus emociones de manera adecuada para lograr una relación plena con ellos
mismos y con los demás. Algunas orientaciones para el desarrollo de la competencia socio-
afectiva son:

• Desarrollar un ambiente de amor, confianza, seguridad, respeto, socialización y en un


clima de paz.
• Tener un profundo sentido de confianza y saber relacionarse con otros
• Desarrollar el aprendizaje de la autocomprensión y el autoconocimiento.
• Desarrollar la sexualidad de manera gozosa y constructiva.
• Manejar las emociones y expresarlas de manera adecuada, controlando los impulsos
y lograr la automotivación.
• Empatizar con los demás, reconociendo, tolerando y respetando las diferencias
individuales y grupales.
• Formarnos y formar en interioridad, en el manejo de las emociones y en la resolución
de conflictos.
• Establecer y cultivar relaciones socio-afectivas, positivas, solidarias, gratificantes y
saludables.
• Comunicarse de manera asertiva, dialogar de manera sincera y oportuna, resolviendo
las diferencias a través de consensos.*

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA ÉTICO-POLÍTICA


Esta dimensión se refiere a la movilización de capacidades para pensar, sentir y actuar
en coherencia con un sistema de valores que se desarrolla y se vive de acuerdo con la
edad y el contexto. La ética es la relación consigo mismo y la política es la vinculación con sus
relaciones sociales.* Ambas están entrelazadas en la vivencia de la persona y la búsqueda del
bien, partiendo de la vivencia de los valores en la familia, su convivencia en la CEM y su relación
en la sociedad.

Desde una convicción personal, el estudiante se identifica como ciudadano responsable,


política y éticamente, de sus acciones.* Desde nuestra misión, como escuela marista, motivamos
a las personas a reconocer los valores del Evangelio y a decidir vivirlos libremente para
promover una cultura justa, solidaria, pacífica e incluyente, desde la promoción de los
Derechos Humanos. Es necesario reconocer que la formación en valores, desde la primera
infancia, favorece mejor el desarrollo ético y moral.
Existen diferentes retos, como la crisis ético-política que vive nuestro país, donde los
valores democráticos se ponen en duda por falta de una verdadera representatividad y Estado
de derecho.* Es por esto que la escuela marista deberá ser coherente con los principios éticos

49 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


y sociales que busca formar. También en la convivencia dentro del aula y en las actividades
escolares, evitando el acoso escolar y buscando la inclusión.

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA ÉTICO-POLÍTICA


Nuestros estudiantes desarrollarán sus capacidades para fomentar una ciudadanía
crítica y comprometida en la construcción de una sociedad justa, solidaria, en búsqueda
del bien común, participando en los procesos de negociación, toma de decisiones y en el
ejercicio del poder como una forma de servicio.

Con ellos se analizarán diferentes concepciones y proyectos ético-políticos, con el fin de


que establezcan posturas y elaboren críticas de los mismos. Será fundamental partir de la
defensa y promoción de los Derechos Humanos, conociendo su origen, desarrollo y situación
actual de los mismos. Algunas orientaciones para que nuestra niñez y juventud desarrollen la
competencia ético-política son:

• Acompañar en el desarrollo y maduración de la conciencia, del juicio, la autonomía y de


la acción moral* para posicionarse éticamente.
• Descubrir la posibilidad y exigencia de ser responsable.*
• Desarrollar una comunicación creativa en oratoria, debate y autocrítica para expresar
sus ideas frente a un público.
• Respetar tanto la identidad y diferencias de los demás como la propia.
• Analizar los principios y valores que subyacen a las normas que regulan la convivencia
en un contexto determinado.
• Salir al encuentro del otro, de la realidad y de otras realidades.
• Buscar alternativas y soluciones compartidas, en la resolución de conflictos.
• Favorecer encuentros con personas de otras organizaciones, culturas y religiones, con
el propósito de dialogar y colaborar en la reconstrucción del tejido social y de la misma
sociedad.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA FILOSÓFICA


La dimensión filosófica de la persona contempla el desarrollo de la racionalidad
crítica y de los valores. Hace énfasis en el ser más que en el hacer y se enfoca en saber
discernir, comprender, relacionar y valorar la realidad. Es aquí donde buscamos que nuestros
estudiantes sean capaces de aprender a pensar para vivir en libertad. Esta dimensión no
trata únicamente de adquirir conocimientos o actuar de una manera específica porque así
nos lo han enseñado o por costumbre. Por el contrario, se enfoca en cuestionar para adquirir
un bagaje de conocimientos racionales, razonables y compartibles. La dimensión filosófica
es, pues, una parte insustituible en la formación integral de la persona, donde se reflexiona
sobre los problemas, para madurar el pensamiento y de esta manera facilitar la adquisición de
competencias. A través de esta dimensión, pretendemos ayudar a los estudiantes a conciliar,
sintetizar, unificar y moralizar los valores sociales en un mundo globalizado. Buscamos
formar buenos cristianos y buenos ciudadanos que sean libres, responsables, determinados,
razonables, socializados y autónomos.

Nuestros estudiantes necesitan crecer como personas en todos los ámbitos de sus vidas,
no solo en el entorno escolar. Para lograrlo, deben aprender a fundamentar racionalmente

50 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


el respeto hacia todas las personas sin importar cómo sean, a defender sus derechos
como ciudadanos y a cuestionar sus ideas preconcebidas. La dimensión filosófica lleva a la
persona a desarrollar un pensamiento interrogativo al examinar lo aprendido. Este tipo de
pensamiento se relaciona con el pensamiento interrogativo divergente, del cual se desprenden
la comunicación, la argumentación, la crítica, la dialógica y la creatividad para darle sentido y
comprender, por ellos mismos, sus acciones y el entorno.

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA FILOSÓFICA


La competencia filosófica es la capacidad de reflexión y de pensamiento para la
búsqueda de sentido de las cosas y de la vida, en vistas de una vivencia en libertad a través
del discernimiento, la racionalidad y la ética. Algunas orientaciones para el desarrollo de la
competencia filosófica, de acuerdo a Sanlés,* y Swartz, Costa, Beyer, Reagan y Kallick,* son:

• Comprender diversos contextos, ya sean sociales, científicos o artísticos.


• Actuar con sensatez.
• Propiciar el diálogo entre saberes, conocimiento de otras perspectivas de vida y de
impulso del pensamiento crítico.
• Emplear procedimientos reflexivos específicos y apropiados para un ejercicio de
pensamiento determinado.
• Dar lugar a conductas de reflexión amplias y productivas relacionadas con el hecho de
pensar.
• Planear de manera correcta y coherente los procedimientos para alguna tarea.
• Entender el sentido de algo, el contexto en el que se produce y la razón que tiene.
• Sustentar o justificar diferentes interpretaciones realizadas.
• Fomentar la autonomía y la dignidad de la persona.
• Poner en entredicho nuestras propias creencias, opiniones y razones y las de los demás.
• Cuestionarse sobre la propia vida y el para qué estoy en este mundo.
• Argumentar desde el respeto, la honestidad, lo verdadero y lo razonable.
• Crear nuevas soluciones a través del pensamiento divergente e ir más allá de la realidad
dada para poder transformarla. Dejar el individualismo y buscar siempre el bien común,
desde la libertad y de manera ética.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA ESPIRITUAL


Es la dimensión del ser humano que, partiendo del conocimiento interno y de la reflexión
profunda, desde su intimidad, busca la trascendencia y el amor, dándole un sentido a su vida,
desde la confianza en lo trascendente. No es solo una creencia religiosa o ritos, es algo más
que parte de la trascendencia de la cotidianidad. Al descubrir su capacidad de confiar y amar
al otro, se abre a valores universales que le dan un sentido global y le permiten experimentar
el servicio comprometido a los demás* al estilo de Jesús de Nazaret y guiado por el Espíritu.

La dimensión espiritual parte del conocimiento interno y de la reflexión profunda hacia


la relación con lo trascendente, dando a la persona una orientación o motivación existencial
tan necesaria en su búsqueda de verdad. Es una dimensión que busca dar sentido a la vida,
encontrar un propósito y desde la fe, experimentar una conexión con lo sagrado o lo esencial.

51 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Conforme a la edad y a las circunstancias de nuestros estudiantes, existe un “despertar
espiritual” donde, mediante situaciones “límite”, se les invita a salir de su zona de confort: puede
ser el silencio interior, la conexión honda con personas necesitadas (misiones, experiencias
solidarias…) o la vivencia del amor fraterno.* Este despertar es un momento que no debemos
forzar, sino acompañar para permitir el desarrollo de esta dimensión.

La dimensión espiritual se relaciona con la interacción de la persona y con su comunidad,


con sus historias y anhelos, también con las habilidades para conocer su interior, la capacidad
de discernimiento, la oración y el desarrollo de un proyecto de vida. Ayudamos a nuestros
estudiantes a descubrir la dimensión espiritual de sus vidas, brindándoles oportunidades para
cultivar su interioridad, experimentar el Espíritu que los inspira y ahondar sus intuiciones
sobre lo trascendente y el destino último de estar con Dios.*

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA ESPIRITUAL


Entendemos la competencia espiritual como la capacidad de construir la propia
identidad y descubrir el sentido de la vida desde una postura abierta a la trascendencia
y a la experiencia del amor como lo vivió Jesús de Nazaret, e ir descubriendo nuestra
conexión con los otros y con todo para la transformación social.

Los componentes de la competencia espiritual son: interioridad y consciencia de sí;


afectividad, amor y amistad; vocación y sentido de vida; Jesús nuestro modelo; solidaridad
y compromiso. Los cuales están desarrollados más profundamente en el documento formativo
de la Competencia Espiritual.

Establecer y cultivar la relación personal y comunitaria con Dios, al estilo de Jesús de


Nazaret, nos mueve a interpretar el mundo y los acontecimientos desde una mirada de fe.
Él nos incita a descubrir la presencia del Padre en los acontecimientos de la vida diaria y
dejarnos interpelar por el Espíritu Santo. Comprender la discrepancia que muchas veces se
genera de la cultura actual con el mensaje del Reino de Dios y trabajar para que éste se haga
realidad.

Es necesario cultivar prácticas que fomenten la interioridad, con momentos y lugares


establecidos para que los estudiantes descubran la riqueza que yace en ellos. Al explorar su vida
interior, descubrirán emociones y sentimientos que son necesarios acoger porque les ayudarán
a comprender y dirigir su vida.

La niñez y juventud construirán su propia identidad, desde una afectividad sana que
permita relaciones más humanas que promuevan una sociedad justa, solidaria e inclusiva.
Al momento de descubrirse amados, salen al encuentro del otro y descubrirán el espíritu de
familia,* donde podrán encontrar buen trato, cariño, confianza, amistad y paz.

Este movimiento y conocimiento interno de los estudiantes, partirá de procesos de


autovaloración y autodeterminación, para reconocer y amar el para qué de su propia vida. Es
el momento donde se descubre la experiencia de María y Marcelino Champagnat, quienes
desde su vivencia interior descubren su vocación que le da un sentido a su vida, desde un
profundo compromiso, atendiendo al llamado que Dios les hizo.

52 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


Esta competencia tiene un carácter social, que se manifiesta al identificar los grandes
retos de la humanidad y descubre en el servicio desinteresado el camino a la alegría, el respeto
a la dignidad humana y el compromiso con la defensa de los Derechos Humanos.

Algunas orientaciones para el desarrollo de la competencia espiritual son:


• Identificar claramente a Jesús como nuestro modelo de vida.
• Vivir nuestra humanidad con amor y de manera unificada en todas sus dimensiones,
como lo hizo Jesús.
• Ponemos a María y Marcelino Champagnat como modelos de espiritualidad que nos
llevan a Jesús.
• Cultivar prácticas, habilidades y actitudes que permitan una relación más profunda
con lo espiritual y trascendente, favoreciendo la interioridad y el descubrimiento del
sentido de vida.
• Desarrollar la consciencia reflexiva y vivir el presente como un don.
• Vivir en consciencia para ser alegres, libres y compasivos.
• Celebrar los acontecimientos significativos de la vida personal y comunitaria.
• Permitir un diálogo entre lo que viven nuestros estudiantes y los valores propuestos
en el Evangelio.
• Permanecer fieles a sus principios y valores, especialmente en momentos de adversidad.
• Practicar los valores éticos, la capacidad de reflexión profunda, el cultivo de virtudes y
la búsqueda activa de un propósito en la vida.
• Valorar la diversidad religiosa y espiritual.
• Aplicar las creencias y valores espirituales a la vida cotidiana de una manera significativa.
• Trabajar la unidad con los otros y con todo para la transformación social.
• Propiciar experiencias solidarias que motiven el servicio y el despertar espiritual
encarnado.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA ESTÉTICA


La dimensión estética se refiere a la capacidad que poseen los estudiantes para
relacionarse consigo mismos y con el mundo que los rodea desde su propia percepción
y sensibilidad particular, lo cual les permite reconocer la belleza y poder expresarla
de diversas formas. Requiere una experiencia personal, en la que advierten sensaciones,
admiración y complacencia ante la belleza de la vida, por las cuales podemos llegar a Dios.
Todo esto se refleja en lo cotidiano, lo equilibrado, lo armónico y en el arte. De esta forma, los
estudiantes pueden ir más allá de lo tangible y sensibilizarse ante el entorno que les rodea,*
buscando el cuidado del espacio y el ambiente. Esta dimensión se relaciona con la promoción
de la autonomía, el trabajo en grupo, el pensamiento divergente y creativo, fomentando la
interacción entre culturas.*

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA ESTÉTICA.


Comprendemos la competencia estética como el desarrollo de la sensibilidad y el
gusto, para la percepción de valores estéticos tanto en la cotidianeidad (ciencia, técnica,
sociedad, relaciones humanas, vida cotidiana, entre otras), como en las artes, al fomentar la
imaginación y la actitud creadora, así como la capacidad de comprender, valorar y disfrutar
del arte en sus variadas manifestaciones.* Con esta competencia nuestros estudiantes

53 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


expresan ideas y sentimientos sobre la realidad, involucrando acciones creativas, artísticas y
culturales con un fin formativo y recreativo. A través de las artes plásticas (pintura, escultura
y arquitectura); fonéticas (música, elocuencia y poesía); de movimiento (danza, cine y teatro);*
y digitales.

La competencia estética se relaciona con temas de percepción apreciativa, abstracción


interpretativa y pensamiento integral, comunicación creativa y revisión crítica de actitudes
y valores humanos.* Los estudiantes desarrollarán la capacidad de observar y apreciar en la
naturaleza y los seres humanos, la bondad y belleza de la presencia de Dios. Esta capacidad
de percibir lo estético implica una formación en la sensibilidad humana y cultural, la cual se
desarrollará en diferentes momentos del proceso educativo.

Mediante esta dimensión, comunican sus emociones y descubrimientos de forma creativa,


en espacios que permitan la libre expresión, en un ambiente de respeto y tolerancia. Será
necesario acompañar a la niñez y juventud para convivir en estos encuentros interpersonales,
donde la exploración y experimentación de distintas formas de expresión artística permitirán
el conocimiento del otro y del mundo. En estos momentos, es fundamental practicar los valores
de la comprensión, el respeto y la inclusión, porque al vivir el proceso de construcción de sus
propias producciones artísticas, reconocerán el esfuerzo, el desafío y el logro de presentarlas.

Algunas orientaciones para el desarrollo de la competencia estética son:


• Valorar la belleza como bien humano que comparte con la creación divina.
• Desarrollar la creatividad y el aprecio por las artes.
• Contextualizar históricamente las manifestaciones artísticas.
• Vivir la catarsis como liberación y expresión interna.
• Generar espacios bellos y armónicos, reflejo de la propia vida interior.
• Expresar su interior de manera creativa con actividades artísticas y culturales.
• Desarrollar habilidades psicomotoras.
• Favorecer el cuidado de la casa común mediante el reciclaje de diversos materiales al
servicio de la expresión artística.
• Generar espacios para la convivencia, expresión y construcción de la comunidad.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA ECOLÓGICA


La dimensión ecológica es la consideración y comprensión de la relación entre los
seres humanos y la Tierra,* analizando la conexión desde los derechos de la persona y del
planeta, cuestionando el estilo de desarrollo personal y social, en favor de un desarrollo
más sustentable.*

El contacto con la naturaleza es fundamental para el ser humano, desde ahí brota
el respeto por los recursos naturales y su debida protección para futuras generaciones, la
experiencia ambiental infantil tiene un impacto en las actitudes ambientales y el estilo de vida
en la etapa del adulto.* Por lo tanto, será necesario buscar los espacios y momentos adecuados
para favorecer este tipo de experiencias.

Esta dimensión tiene una relación directa con el entorno de los estudiantes, la salud
personal y comunitaria, las actividades diarias de cada familia y el análisis de los hábitos propios.

54 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


También invita a conocer las implicaciones sociales y políticas, que tienen un impacto directo
en su comunidad.

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA ECOLÓGICA


Fomentamos en los estudiantes la capacidad para proteger, restaurar y conservar los
recursos naturales de su ambiente, contribuyendo al desarrollo sostenible y cuidado de
nuestra casa común. Involucra el desarrollo de hábitos y la realización de acciones cotidianas
para conformar un estilo de vida* que valore, respete y transforme la naturaleza.
Reconocemos la influencia e impacto de la ciencia y el desarrollo tecnológico, sobre el medio
ambiente, por eso buscamos desarrollar alternativas en nuestro mundo cotidiano, a nivel local
y global, realizando acciones solidarias e inmediatas.

La competencia ecológica incluye la idea de un pensamiento sistémico, la sostenibilidad y


la colaboración para el cuidado del medio ambiente.* Es necesario desarrollar un pensamiento
sistémico en nuestros estudiantes, que les permita analizar los sistemas complejos y problemas
en diferentes escalas, estableciendo compromisos para la sostenibilidad. Además del aspecto
teórico, es fundamental el contacto directo con la naturaleza y su admiración para suscitar una
conciencia crítica frente al uso inadecuado y desmedido de los recursos naturales.

Buscamos promover los principios éticos del bien común, los Derechos Humanos
y la justicia intergeneracional. La colaboración es clave para trabajar desde la diversidad y
multiculturalidad de cada lugar, con respeto, comunicación y responsabilidad. Desde la CEM
se podrán establecer conexiones con grupos dedicados a la conservación de la biodiversidad,*
para aprender a utilizar, conservar y administrar los recursos naturales.

Algunas orientaciones para que nuestros estudiantes desarrollen la competencia ecológica


son:
• Construir una “ciudadanía ecológica” mediante el desarrollo de hábitos y acciones
cotidianas para conformar un estilo de vida.*
• Luchar por una mejor distribución de los recursos y promover estilos de vida más
comunitarios, participativos e inclusivos.
• Comprender la ecología con relación a ecosistemas locales y mundiales.
• Argumentar en contra de las prácticas ambientales destructivas.
• Formar la conciencia para valorar y respetar la naturaleza, construyendo un mundo
más humano y más digno.
• Interactuar armónicamente, desarrollando una cultura de comprensión, conservación
y sustentabilidad.
• Fomentar una ética ecológica y el crecimiento en la solidaridad, la responsabilidad y el
cuidado basado en la compasión.*
• Asumir el compromiso y la responsabilidad con el futuro de la humanidad y la protección
de la creación de Dios.
• Conocer y promover proyectos de desarrollo sustentable.

DIMENSIÓN Y COMPETENCIA TECNOLÓGICA


Definimos la dimensión tecnológica como la utilización de los saberes científicos y tecnológicos
para resolver problemas y satisfacer necesidades individuales y sociales, transformando

55 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


el entorno y la naturaleza mediante la utilización racional, crítica y creativa de recursos y
conocimientos. Esta definición difiere de la concepción más común y restringida, en la cual la
tecnología está asociada casi por completo con computadoras y otros dispositivos electrónicos.
En cambio, la dimensión tecnológica involucra: los artefactos (dispositivos, herramientas,
aparatos, instrumentos y máquinas que potencian la acción humana); los procesos (fases
sucesivas de operaciones para la transformación de recursos y situaciones) y los sistemas
(estructuras proveedoras de servicios y funcionalidad).*

Las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), forman parte de esta


dimensión tecnológica y hacen referencia a una amplia variedad de recursos desarrollados a
partir de la informática (conjunto de conocimientos científicos y tecnológicos que posibilitan el
acceso, la búsqueda y el manejo de la información por medio de procesadores). La informática
constituye uno de los sistemas tecnológicos de mayor incidencia en la transformación de la
cultura contemporánea, debido a que atraviesa la mayor parte de las actividades humanas.* Al
conjunto de competencias derivadas de las TIC se les conoce con el nombre de Competencia
Digital.

Para favorecer mejor el desarrollo de esta competencia, recomendamos ampliamente la


lectura del documento orientador “B-learning Marista (2024)”, que busca acompañar a cada
escuela marista en el diseño de su proyecto tecnológico local que integre correctamente la
tecnología en sus procesos de enseñanza y aprendizaje.

DESARROLLO DE LA COMPETENCIA TECNOLÓGICA


Entendemos por competencia tecnológica al conjunto de capacidades que nos permiten
utilizar con criterio, productos o sistemas tecnológicos para comprender y resolver
situaciones específicas (individuales o sociales), analizando los resultados (evaluación) a
fin de continuar con procesos de mejora o de toma responsable de decisiones.

La alfabetización tecnológica es un propósito inaplazable de la educación, porque con


ella se busca que individuos y grupos estén en capacidad de comprender, evaluar, usar y
transformar objetos, procesos y sistemas tecnológicos, como requisito para su desempeño
personal y social. En otras palabras, el desarrollar actitudes científicas y tecnológicas, tiene
que ver con las habilidades que son necesarias para enfrentarse a un ambiente que cambia
rápidamente y que son útiles para resolver problemas, proponer soluciones y tomar decisiones
sobre la vida diaria.*

Algunas orientaciones para el desarrollo de la competencia tecnológica son:


• Detectar y definir problemas o situaciones mejorables con tecnología y diseñar una
solución que los atienda, valorando su repercusión medioambiental y social.
• Elaborar planes de mejora y su ejecución de manera eficaz, creativa y colaborativa.
• Utilizar los medios del entorno tecnológico, en diversos contextos (interdisciplinar).
• Emplear responsablemente la tecnología aplicando principios éticos, normas de
seguridad y cuidado al medio ambiente.*
• Aprender a usar los recursos de manera eficiente: el tiempo, los materiales y los
recursos a su alcance.

56 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


• Saber seleccionar las herramientas tecnológicas adecuadas para la tarea que se realiza.
• Promover el uso crítico, ético y responsable de la inteligencia artificial y asegurarnos
de que sea una herramienta para potenciar el aprendizaje mientras se respetan los
valores fundamentales.
• Adaptarse al cambio y a los avances tecnológicos, a medida que el mundo evoluciona.
• Valorar la importancia de la investigación científica como base de los avances
tecnológicos.
• Desarrollar actitudes positivas hacia la tecnología, como la sensibilización social y
ambiental, curiosidad, creatividad, cooperación, trabajo en equipo, apertura intelectual,
búsqueda, manejo de información y deseo de informarse.
• Además, las propias de la competencia digital:*
• Investigar, filtrar, comprobar y gestionar la información (contenido digital).
• Interactuar, compartir y colaborar en medios digitales, con etiqueta, siendo
consciente de la huella digital que se va creando.
• Crear, desarrollar, programar, integrar o reestructurar contenido digital, respetando
los derechos de autor y licencias.
• Desarrollar una seguridad del entorno digital protegiendo dispositivos, datos
personales, salud e impacto al medio ambiente.
• Utilizar la tecnología digital para mejorar y responder a las necesidades cotidianas
del entorno.

Formamos para la competencia tecnológica de manera transversal y desde las diferentes


asignaturas cuando implementamos herramientas y sistemas que, mediante el uso de la
tecnología, propician espacios de aprendizaje y desarrollo de competencias en nuestros
estudiantes.*

57 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


C A P Í T U L O 4 : O R G A N I Z AC I Ó N Y G E ST I Ó N
I N ST I T U C I O N A L M A R I STA

Como nuestra principal misión es evangelizar a través de la educación, toda nuestra


estructura institucional ha de centrarse en el principio de “dar a conocer a Jesucristo y
hacerlo amar”. Es por ello que nos comprometemos con la vitalidad y la sostenibilidad de
la misión marista en cada una de nuestras obras educativas. Laicos y hermanos, maristas de
Champagnat, sin importar el puesto que desempeñemos, asumimos una mirada común que
nos permita educar y acompañar el crecimiento humano y espiritual de la niñez y juventud,
promoviendo su desarrollo integral, para hacer de ellos buenos cristianos y buenos ciudadanos.
Para lograrlo, necesitamos contar con criterios e indicadores que permitan orientar las acciones
de los equipos directivos de las obras, a fin de asegurar la calidad de la educación integral de
las mismas. Estos criterios e indicadores se formalizan en este apartado y se complementan
con los diferentes documentos normativos que buscan orientar la organización, administración
y gestión de las obras maristas de la PMMO. Nuestra visión tiene el propósito de estructurar y
organizar la vida de nuestras obras educativas, imprimiéndoles el sello marista de liderazgo
servicial y profético, proveyendo, tanto a los directivos, como a todo miembro de la comunidad
educativa, de un conjunto de orientaciones que coadyuven a la tarea de permear del espíritu
evangélico y marista, todas sus dimensiones, actores y procesos. Juntos nos constituimos
como co-creadores y responsables de la toma de decisiones que posibiliten un mejor futuro
para la vida y la misión marista.
4.1 LIDERAZGO MARISTA
Nuestra visión de organización y gestión institucional busca impulsar un liderazgo servicial
y profético que acompañe de cerca la vida y la misión marista, según los lineamientos del
XXII Capítulo General del Instituto Marista (2017). Un liderazgo desde una visión transversal
y participativa que se encuentre presente, implícita o explícitamente, en todas las áreas de
la CEM (Evangelizadora, Pedagógica y de Organización y Gestión), y que es un componente
fundacional del carisma de san Marcelino Champagnat.*

Un liderazgo de servicio que favorezca un crecimiento en la corresponsabilidad dentro


de cada comunidad educativa, favoreciendo la sinergia para evolucionar en coproducir, co-crear
y generar juntos conocimiento y práctica con un estilo solidario y socialmente consciente,
adaptando y actualizando los valores maristas, donde la espiritualidad sea la base para la
generosidad.

“Para el liderazgo solo hay un camino: el servicio. No hay otro camino. Si tienes muchas
cualidades, capacidad de comunicar, etc., pero no eres un servidor, tu liderazgo fracasará, es
ineficaz, no tiene poder de convocatoria... El liderazgo debe ir por la senda del servicio, pero
con un amor personal por la gente”.*

Como líderes maristas, buscamos vivir hoy las actitudes de Jesús, inspirados en María.
Además, corresponde a cada uno de nosotros adaptar y actualizar los valores recibidos al

58 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


contexto actual, buscando vivir y ejercer el liderazgo profético y servidor al que hemos sido
invitados.*

Al ser un liderazgo de servicio, se centra en favorecer el crecimiento y el bienestar de


las personas y de la comunidad, es flexible, horizontal y democrático, comparte el poder y
pone en primer lugar las necesidades de los demás. Un liderazgo con una presencia de calidad
que anima y motiva, que suscita lo mejor de cada persona y reconoce con agradecimiento sus
esfuerzos y acciones. Con una presencia atenta y sensible a las maneras de ser y a las culturas,
mostrando acogida, respeto y valoración. El liderazgo marista pone siempre a la persona al
centro, integrando los fundamentos espirituales, morales y éticos a los escenarios educativos
y evangelizadores de nuestras obras, para dar pasos más valientes y liderar con un sentido
trascendente, en un ejercicio continuo de interioridad y en la toma de conciencia del momento
presente.

Reconocemos que, la única autoridad real que existe es la autoridad moral, como
manera de evangelizar, donde se manifiesta confianza, cuidado y compasión. El derecho a
liderar hay que ganárselo, no se puede adjudicar.* Un liderazgo eficaz considera al grupo como
una fuente de sabiduría. Un liderazgo donde se evita asumir la responsabilidad de generar
toda idea nueva y más bien se busca sacar lo mejor de los demás. Con el espíritu de servicio, los
auténticos líderes nunca olvidan que su papel es mantener viva la visión que guía al grupo.

En un liderazgo con estilo marista, la “sencillez” es empatía capaz de abajarse, de ponerse


junto al otro y de ser más servidores que protagonistas. El “espíritu de familia” es la dimensión
relacional que nos motiva a interesarnos unos por otros y el rasgo marista de la “presencia”,
explicita un modo de ejercer el liderazgo, privilegiando el estar cerca, acompañando. El “amor
al trabajo” nos recuerda que, aunque surja el fracaso, seguimos aprendiendo, con esfuerzo, en
este camino de la vida.

Nuestro estilo de liderazgo tiene una doble perspectiva: es pedagógico y transformador.

• Con la perspectiva pedagógica damos a las actuaciones, funciones y tareas una


orientación prioritaria y explícita hacia la construcción de ambientes de aprendizaje;
promovemos en todos los responsables de la educación una participación activa y el
sentido de corresponsabilidad; el trabajo en equipo y la colaboración para planificar
el desarrollo curricular contextualizando, los programas de estudio y los métodos e
instrumentos de evaluación de los aprendizajes.

• La perspectiva transformacional nos impulsa a desarrollar las competencias y


capacidades de todos los miembros de la comunidad educativa que participan de
los procesos educativos; fomentamos la formación de líderes, distribuyendo la
participación, la autoridad y la corresponsabilidad. Los líderes formales desarrollan
su capacidad y habilidad para motivar e inspirar a otros miembros; en el ejercicio de
sus funciones, promueven permanentemente que los equipos de trabajo miren más
allá de los intereses propios y se centren en las metas comunes y el desarrollo de la
comunidad educativa.

59 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


Finalmente, debemos aclarar que liderazgo no es lo mismo que gestión. “Los gestores
hacen las cosas correctamente; los líderes hacen lo correcto. Los gestores no suelen ser una
fuente de nuevas ideas; los líderes sí. Los líderes, al tener una mente curiosa, miran al futuro
y prevén cómo podría ser”.* Así que, aunque en la mayoría de las veces realicemos actividades
de gestión, no debemos olvidar nuestra misión de líderes, capaces de soñar y hacer soñar futuros
nuevos y retadores.

4.2 ORGANIZACIÓN INSTITUCIONAL


Nuestras obras educativas son diversas y ello nos permite abrirnos a la riqueza que
nos ofrecen sus múltiples proyectos educativos implicados en una misma misión. En todas
ellas se hace presente la intención fundante: el anuncio evangélico del Reino; por lo tanto,
Hermanos y Laicos, evangelizamos desde la educación y la presencia significativa entre la
niñez y juventud y sus familias. Solo a partir de ellos y con ellos tiene sentido nuestra tarea
y organización. Para lograr nuestra misión en todos los contextos, establecemos principios y
directrices de gobierno, gestión y animación aplicables a las distintas realidades. Con estos
principios cuidamos que se aseguren en nuestras obras: la educación, la evangelización, la
solidaridad y la vivencia de los derechos humanos.

4.2.1 ORGANIZACIÓN Y ANIMACIÓN PROVINCIAL


La misión de todas nuestras comunidades educativas es la formación integral de la niñez
y juventud especialmente de aquellos que se encuentran en condición de vulnerabilidad,
acompañándoles en el desarrollo de su fe en Jesús, para el compromiso con la transformación
de la sociedad, como cristianos solidarios y participativos y como ciudadanos políticamente
responsables en la construcción de un México justo, fraterno e incluyente.*

ORGANIZACIÓN PROVINCIAL
La Provincia Marista de México Occidental (PMMO) incluye las obras educativas de
10 estados de la República Mexicana: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Jalisco,
Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas y Yucatán. Aparte de las obras educativas
propias, existen obras educativas afiliadas a la provincia (Figura 11). La Provincia impulsa la Misión
Marista en cada uno de estos estados, desde la definición de una estructura de organización
que responda a las necesidades locales, propiciando el acompañamiento y la animación de las
obras. Establece y asegura los mecanismos para el conocimiento, la comprensión y la puesta
en obra de dicha misión, desde una visión institucional provincial.

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Figura 11: Estados pertenecientes a la PMMO y sus obras locales. (Mapa interactivo)

ANIMACIÓN PROVINCIAL
La provincia de México Occidental impulsa la animación de las obras que la componen
mediante la conformación de una estructura compuesta por instancias y núcleos de desarrollo
que, desde una visión integrada, busca responder a los desafíos tanto del Instituto como de la
realidad de nuestro país. Las funciones y estructura organizada se encuentran establecidas en
diferentes documentos que desarrollan y responden a nuestra Misión.

EL CONSEJO DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA MARISTA (CCEM)


En todas las obras maristas existe el Consejo de la Comunidad Educativa Marista, órgano
colegiado de toma de decisiones, donde se manifiesta el trabajo en equipo, el espíritu de
comunión y desde donde se ejerce un liderazgo compartido e incluyente. Todos adoptan un
enfoque organizativo que refleje nuestros valores y nuestra espiritualidad. La configuración,
estructura y funciones del CCEM se encuentran establecidas en el Manual conceptual y
operativo para la estructura de animación Provincial (2024). El acompañamiento y seguimiento
de este organismo compete directamente al Consejo para la Misión Marista (CpMM).

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Figura 12: Organización de las Instancias responsables de la Animación Provincial.

PLANEACIÓN PROVINCIAL
La Planeación Estratégica Provincial es nuestro deseo compartido de hacer actual, en
estos tiempos de cambio, búsqueda y esperanza, el sueño de construir un Reino de Dios al
modo de los maristas de hoy, en nuestra Provincia. Esta planeación es elaborada por el hermano
Provincial y su consejo y tiene una duración de al menos 5 años. Todas las obras de la provincia
alinean sus planeaciones locales con esta planeación provincial.

Evangelizamos desde nuestra dimensión organizacional, cuando todos los elementos


de la institución se encuentran alineados y estructurados para el logro de la Misión Marista,
propiciando relaciones con las Instancias de las oficinas provinciales y con todo el Sistema de
Gestión Provincial generando dinámicas de crecimiento e impulso institucional y de la Misión.

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Nuestra organización enfatiza los siguientes elementos:
• El liderazgo compartido, transversal y efectivo en todos los niveles.
• La corresponsabilidad de todos los miembros de la CEM.
• Un clima de confianza sano y adecuado.
• La toma de decisiones compartidas.
• El impulso de la planeación institucional.
• El ejercicio constante de autoevaluación.
• La creación y sostenimiento de redes escolares y educativas.
• El cumplimiento de los requisitos de las autoridades educativas y otras instituciones
de autoridad para la obra.
• La cultura organizacional con sentido de pertenencia.
• Una comunicación eficaz, fluida y asertiva.
• La gestión del capital humano.

En este último aspecto en particular, reconocemos que la Misión Marista es posible,


además de por la Gracia de Dios, por el esfuerzo de cada una de las personas que forman
parte de la obra. El capital humano representa el valor que aporta cada persona para la
realización de nuestra Misión Marista; conocimientos, habilidades, destrezas, talentos, actitudes
y experiencias, que enriquecen el trabajo conjunto y contribuyen a la calidad de la organización
y al logro de los resultados propuestos. Todos y cada uno tenemos claridad del trabajo que nos
corresponde realizar y ponemos los medios para hacerlo bien.
4.2.2 LA MATRIZ DE DESARROLLO
Para que la Planeación Estratégica local (PLES) sea un elemento fundamental que
impulse proyectos que respondan a los diferentes desafíos a los que se enfrenta cada obra
en su contexto particular, los organismos de la Animación Provincial generan instrumentos
que coadyuven y faciliten la configuración de la PLES desde una dinámica de participación y
reflexión de toda la CEM.

Desde esta óptica se propone el uso de la Matriz de Desarrollo (MD), una herramienta
metodológica de participación, análisis, planeación, monitoreo, evaluación y proyección
para cada una de nuestras obras educativas. Este valioso instrumento permite a las obras,
desde una participación y reflexión de los miembros de la CEM, la identificación de elementos
sustantivos que orienten su visión y desarrollo, ubicando los grandes desafíos y “soñando” el
desarrollo de su obra hacia el cumplimiento de ese gran sueño.

La MD está fundamentada en el Pacto Educativo Global, impulsado por el Papa Francisco


desde el año de 2019 y se encuentra alineada con este Modelo Educativo Marista y con los
elementos orientadores de la Planeación Estratégica Provincial, elementos fundamentales
que permiten a nuestras obras vincularse con estos mismos principios y lineamientos de
gestión provincial para sustentar y orientar sus decisiones en el desarrollo de sus proyectos,
respondiendo así a nuestra Misión Marista en cada localidad.

Como instrumento con carácter referencial y dinámico, la MD permitirá a las instituciones


la revisión y valoración de su gestión, identificando su nivel de desarrollo, lo que le permitirá
impulsar acciones de acuerdo a la dirección que desea en cada uno de los componentes de la
MD, y de esta forma priorizar aquellos con mayor necesidad de atención local.

63 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


La MD se presenta detalladamente en el documento “Matriz de desarrollo: Herramienta
para el acompañamiento”.* Propone un tipo de actuación o desarrollo deseable, de los siguientes
componentes relevantes y estratégicos: Ecología integral, Sentido de vida, Persona al centro,
Cultura de Paz, Inclusión, Transformación social y Gestión sostenible. Sirve como guía para
identificar el nivel de desarrollo de las Instituciones, mediante criterios claros, específicos y
graduales, visualizar el camino recorrido para vislumbrar nuevos horizontes.

Descubrimos que al utilizar este instrumento, se pueden obtener, entre otros, los siguientes
beneficios:
• Obtener una valoración del estado de desarrollo actual de la Institución.
• Orientar la toma de decisiones al identificar las acciones a implementar.
• Ayudar a monitorear el desarrollo institucional mediante elementos y criterios
concretos.
• Identificar procesos y proyectos comunes a las instituciones que promueven la
colaboración y comunicación entre ellas.
• Generar una visión comunitaria y organizacional que trasciende a cada institución,
propiciando la colaboración en red.
• Favorecer un acompañamiento diferenciado en las instituciones.
• Promover un proceso de madurez y participación activa de todos los colaboradores.
4.3 GESTIÓN INSTITUCIONAL MARISTA
En las instituciones maristas fomentamos la integración y coordinación entre las distintas
áreas y departamentos enfocados en la tarea formativa y educativa que favorecen el trabajo
colaborativo y la participación activa entre ellos. De esta manera, garantizamos una educación
de calidad que dé respuesta a las realidades actuales y a las necesidades de la CEM. Para
lograrlo, analizamos y reflexionamos permanentemente sobre nuestro desempeño buscando
lograr los objetivos de nuestra misión educativa.

La gestión en una institución es entendida como el conjunto de estrategias empleadas


para llevar a cabo la planificación, organización y establecimiento de objetivos para
alcanzar determinadas metas de manera eficaz. Este proceso implica la coordinación de
todos los recursos disponibles en una organización (humanos, físicos, tecnológicos, etc.)
para que por medio de: planificación, organización, dirección y control se logren los objetivos
establecidos.* Considerando el alcance y significado de la gestión, identificamos en la Gestión
de las instituciones maristas tres áreas de gestión: Gestión Educativa, Gestión Escolar y
Pedagógica, Gestión Administrativa y Organizacional.
4.3.1 GESTIÓN EDUCATIVA
La gestión educativa se entiende como el conjunto de procesos, estrategias y actividades
que tienen el propósito de dirigir, coordinar y optimizar los recursos disponibles en el
ámbito educativo de la institución para lograr los objetivos formativos y el desarrollo de los
estudiantes. La gestión educativa busca conducir acciones para el logro de las metas y objetivos
de la institución, lo que implica procesos generales de la misma.* A continuación, presentamos
algunos elementos clave de la gestión educativa:
• Proyección institucional: Definición de la visión, misión y metas que la institución
educativa establece, así como los indicadores para el desarrollo de proyectos para
lograr la PLES.

64 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


• Gestión y organización curricular: Diseño, implementación y evaluación del currículo
escolar, asegurando su relevancia, coherencia y alineación con la visión e impulso
educativo actual.
• Administración de Recursos Humanos: Contratación, capacitación, supervisión y
evaluación del personal docente y no docente, buscando un equipo comprometido y
calificado. Este aspecto también se identifica dentro del área de gestión administrativa,
pues comparten procesos vinculados y relacionados dentro de la institución.
• Gestión de recursos materiales y financieros: Administración de los recursos físicos,
financieros y tecnológicos de la escuela de forma eficiente y transparente. Este aspecto
también se identifica dentro del área de gestión escolar debido a su vinculación con la
administración de recursos como tal.
• Evaluación y retroalimentación: Evaluar los procesos académicos y el desarrollo de
los estudiantes, así como el desempeño de los docentes y la eficacia de los programas
educativos.
• Comunicación: Asegurar una comunicación efectiva y asertiva con estudiantes, padres
de familia, personal escolar y la comunidad en general, promoviendo la participación y
la colaboración. Este aspecto también se vincula con la gestión escolar, en los procesos
para favorecer relaciones comunitarias y armónicas.
• Resolución de problemas y toma de decisiones: Identificación de desafíos y
problemas, impulsando decisiones informadas y oportunas para mejorar la calidad y
atención educativa en la institución. Este aspecto también forma parte del área de
gestión escolar y se vincula por sus funciones integradas desde ambas áreas.

Los que ejercen funciones directivas adoptan un enfoque organizativo que refleja
nuestros valores. Trabajamos con una responsabilidad compartida y, al mismo tiempo, de
autonomía responsable por parte de todos los implicados en el proceso educativo. La gestión
educativa en la institución implica impulsar la conducción de la institución escolar hacia
determinadas metas, a partir de una planificación educativa. En esencia, la gestión educativa
engloba los siguientes procesos:

• Planificación: Definir metas, trazar objetivos, establecer recursos y las actividades que
se desarrollarán.
• Organización: Armar la estructura para distribuir los recursos materiales, financieros,
humanos, tecnológicos y de información para alcanzar los objetivos determinados.
• Dirección: Consiste en la ejecución de las estrategias trazadas, orientándolas a alcanzar
los objetivos a través del liderazgo, motivación y comunicación.
• Control: Verificar que las actividades estén alineadas a las estrategias para así poder
evaluar los resultados y mejorar la toma de decisiones.*

4.3.2 GESTIÓN ESCOLAR Y PEDAGÓGICA


La gestión escolar se define como el conjunto de labores realizadas por la CEM, vinculadas
con la tarea fundamental de la escuela que es generar las condiciones, los ambientes,
recursos y procesos necesarios para que los estudiantes aprendan conforme a los fines,
objetivos y propósitos educativos propuestos.* Para que la gestión escolar se enriquezca,
debe estar encaminada a transformar y mejorar el funcionamiento de las instituciones a
través de la toma de decisiones fundamentadas en la planeación y el conocimiento. En este

65 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


proceso se involucran la generación de diagnósticos, el establecimiento de objetivos y metas,
la definición de estrategias y la organización de los recursos técnicos y humanos para alcanzar
las metas propuestas.*

En la gestión escolar se involucran diferentes procesos de aprendizaje, pedagógicos


y formativos. Éstos están enfocados en desarrollar una cultura de calidad y de mejora
continua en el trabajo en equipo y participación en todos los proyectos. Esto se logra a través
del uso de herramientas e instrumentos adecuados en la toma de decisiones, organización
y seguimiento de los procesos y la sistematización y documentación de éstos para poder
evaluarlos y consolidar la sostenibilidad.* Todos somos corresponsables de la Misión Marista y
debemos poner nuestras capacidades, habilidades y actitudes para que la gestión escolar se
adecúe a la filosofía, valores y objetivos de la misión. De esta manera, la gestión escolar será
capaz de proyectar a la institución a largo plazo.*

La gestión escolar se puede dividir en cinco dimensiones: directiva, pedagógica,


comunitaria, administrativa y organizacional. A continuación, se describirán cada una de
estas dimensiones:

• Directiva: orientada hacia la planeación estratégica, los sistemas de comunicación y el


desarrollo del clima organizacional.
• Pedagógica: abarca las actividades, los modelos didácticos, las modalidades y teorías
de enseñanza-aprendizaje que están detrás de las prácticas docentes.
• Comunitaria: promueve la participación de los diferentes actores en la toma de
decisiones e identifica las demandas, exigencias y problemas, organización y reglas de
convivencia.
• Administrativa: abarca las estrategias de manejo de recursos humanos, materiales y
financieros y de la información significativa que contribuyen a la toma de decisiones.
• Organizacional: abarca la estructura formal que marca el estilo de funcionamiento de
cada institución.*

Las acciones basadas en la gestión educativa buscan mejorar las condiciones en las
que nuestros estudiantes se desenvuelven a través de avances tecnológicos, pedagógicos
y pastorales. De igual manera, garantiza la sustentabilidad y vitalidad de la institución en
su misión educativo-evangelizadora. El autoanálisis y la reflexión crítica sobre la educación
que brindamos, nos permiten reconocer las circunstancias significativas del contexto interno y
externo, tener certeza de lo que acontece y conocer las necesidades de las personas. De este
modo contamos con evidencias para tomar las mejores decisiones. Recordemos que la escuela
marista es de los estudiantes y no de los gestores. La gestión escolar es un pasaje para que
los estudiantes sean protagonistas de su proyecto de vida.* Por lo que, cada obra educativa, ha
de generar procesos para promover acciones que permitan desarrollar las cinco dimensiones
de la gestión escolar, antes mencionadas.

Desde esta misma perspectiva, la gestión escolar integra la gestión pedagógica, entendida
como la organización y uso significativo de una serie de estrategias, acciones y recursos
destinados a mejorar los procesos pedagógicos y didácticos. Son un conjunto de estrategias
que el docente, desde el propósito curricular, traduce en una planeación didáctica y una

66 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


evaluación para garantizar los aprendizajes esperados. Implica el diseño curricular, las prácticas
pedagógicas institucionales, la gestión de clases y el seguimiento académico. Es así como el
aspecto de la gestión pedagógica se vincula al desarrollo del Modelo Pedagógico Marista de la
PMMO, documento que recoge la riqueza de la tradición heredada de nuestro fundador y que
se fundamenta en la “Guía del Educador Marista” que recoge el estilo pedagógico de Marcelino
Champagnat y sistematizado por los primeros hermanos. Desde la gestión pedagógica se
favorece la enseñanza y el aprendizaje de calidad, integrando equipos y personas con autonomía
responsable, siguiendo los principios, áreas y competencias establecidas en nuestro modelo
educativo.

En cuanto a las personas y equipos que favorecen la gestión escolar, está el Consejo de
la Comunidad Educativa Marista (CCEM), cuyos miembros ejercen un liderazgo compartido
desde su autonomía personal, responsabilidad social y corresponsabilidad institucional.*
Se trata de un órgano que brinda soporte al Director en la toma de decisiones; es visionario
y, con base en los objetivos educativos y pedagógicos trazados en la institución, gestiona los
recursos necesarios para que se logren. Lidera y coordina el desarrollo de la misión, mediante
los procesos pedagógicos.

El director, en su rol individual, también juegan un papel fundamental en la gestión


escolar y pedagógica. Él es el primer responsable del legado de San Marcelino Champagnat
y de garantizar la calidad en la educación evangelizadora.* Desde su liderazgo acompaña,
anima y orienta a los responsables de dirigir y liderar las diferentes áreas de la obra, así como
a todos los miembros de la CEM hacia el logro de los objetivos, alineando el desempeño, la
continua actualización profesional y las relaciones interpersonales de todos los involucrados.
Reconocemos que su labor es compleja, ya que supone conocer, impulsar y coordinar
con eficacia el funcionamiento de todas y cada una de las áreas enfocadas a las tareas
formativas y educativas. Con la asistencia del CCEM socializan, analizan y reflexionan los
elementos de la gestión pedagógica para tomar acuerdos encaminados a la mejora continua e
innovación educativa.

Destacamos la vocación de los docentes y valoramos su labor en la CEM, porque


son los responsables de lo que ocurre en el aula,* partiendo de su planeación didáctica
conforme al contexto de sus estudiantes, generan un ambiente adecuado para el desarrollo de
las competencias a través de diversas estrategias didácticas. Los Coordinadores, el personal
administrativo y no académico, son miembros copartícipes y corresponsables en la misión
educativa y evangelizadora.* Todos, sabiéndose parte de la comunidad educativa, reconocen
que su buen desempeño contribuye significativamente al logro de los objetivos educativos.
Nuestros estudiantes son los principales destinatarios de la misión marista y el centro
de todo lo que concierne a la tarea educativa y formativa* por eso su voz es escuchada,
dan sus ideas y comparten experiencias, dando empoderamiento a la niñez y juventud en
grupos y actividades creadas para este fin. Los tutores y padres de familia, son los primeros
y principales responsables de la educación de la niñez y juventud. Es importante que las
familias acepten nuestras políticas y propuesta educativa* y colaboren en su formación. Nos
acercamos a las familias para conocerlas, procuramos una acción educativa colaborativa con la
Sociedad de Padres de Familia y otros organismos.* Diseñamos y realizamos formas efectivas de

67 P ROV I NC I A MA R ISTA M É X ICO O CCID E N TA L


comunicación sobre la actividad formativa, el aprendizaje y progreso de nuestros estudiantes.
Por lo tanto, la gestión pedagógica en la CEM debe estar orientada por características
afines a nuestro carisma y apegadas a los Derechos Humanos conforme a lo establecido por la
UNESCO.* Estas son las características que nos impulsan a la calidad educativa:

• Relevancia: Construimos aprendizajes significativos que abordan las necesidades


y aspiraciones de nuestros estudiantes,* con una perspectiva social orientada a la
transformación del mundo en una escala local y global.
• Pertinencia: Nos adaptamos a los contextos sociales y las características de los
estudiantes; además, buscamos que los contenidos educativos sean significativos
y que los procesos y recursos para la enseñanza y el aprendizaje respondan a sus
necesidades.
• Equidad: Aplicamos los principios de igualdad de acuerdo a sus necesidades, porque
“para educar hay que amar y amar a todos por igual”.* Procuramos que todas las
personas tengan las mismas oportunidades de crecimiento para hacer efectivo su
derecho a la educación.
• Eficacia: Ponemos especial cuidado en el desarrollo integral de todos nuestros
estudiantes, así como de su egreso oportuno, con resultados pertinentes en lo formativo
y académico, conforme a cada nivel.
• Eficiencia: Verificamos la relación entre los objetivos educativos y la utilización óptima
de los recursos destinados para ellos, a través de un proceso sistemático en cada CEM
y el análisis de la PMMO.
• Rendición de cuentas: Sustentado en la transparencia, responsabilidad y confianza,*
establecemos estrategias de comunicación efectivas para dar a conocer, a quien
corresponde, las actividades y los resultados de la gestión pedagógica.
• Aprendizaje permanente e innovación: Buscamos que el personal cuente con la
capacidad de implementar nuevas ideas para el logro de los objetivos educativos. Además,
fomentamos la investigación y la ruptura de inercias, buscando la transformación
integral y el aprendizaje continuo.
• Autonomía responsable: fomentamos la corresponsabilidad y el trabajo colaborativo,
para la toma de decisiones sobre el quehacer educativo. Nuestra orientación es mejorar
los servicios que brindamos y crear condiciones que permitan a todos los estudiantes
ejercer su derecho a la educación e incorporarse a la sociedad como ciudadanos.

Algunas de las actividades propias de la gestión pedagógica, tomando en cuenta las


características anteriores, será establecer, en conjunto con los docentes, los criterios para la
planeación, la evaluación y el seguimiento de los alumnos. Favoreciendo el uso de espacios
y tiempos acordes a la planeación didáctica.

La organización de eventos y proyectos escolares, deben tener un objetivo claro y alineado


a la educación evangelizadora. Será necesario establecer una cultura de la evaluación para
generar estrategias que favorezcan la mejora continua y el desempeño docente, que ha de
generarse mediante el acompañamiento, la retroalimentación y el apoyo técnico. Para lo que
se propiciarán espacios específicos de reflexión con los docentes para establecer acciones
pertinentes conforme al análisis de los resultados de las evaluaciones. La gestión escolar
implica un conjunto de actividades, acciones y procesos que han de realizarse en la escuela

68 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


con el propósito de garantizar la eficacia del funcionamiento de la obra, enmarcada dentro de
su visión y planificación, vinculado al cumplimiento de los propósitos y objetivos de su misión
educativa y formadora. Esto Implica los siguientes aspectos:
• Planeación y organización: Implica la planificación curricular, horarios de clases,
actividades extraescolares y extracurriculares, eventos, etc.
• Administración de recursos: Gestión de los recursos financieros, humanos y materiales
de la escuela, presupuestos, personal en general, equipos y materiales educativos. Este
aspecto se relaciona con el área de gestión educativa por compartir funciones en lo
que se refiere a la gestión y administración de recursos como tal.
• Supervisión y Evaluación: seguimiento del desempeño docente, el progreso académico
de los estudiantes y la calidad de enseñanza y aprendizaje. Realización de evaluaciones
estandarizadas y la retroalimentación continua.
• Relaciones comunitarias: Establecer y mantener las relaciones en la CEM, así como con
otras instituciones. Incluye la comunicación con padres, la participación en actividades
comunitarias y la colaboración con otras organizaciones. Está relacionado también con
el área de gestión escolar desde la importancia de los procesos de comunicación.
• Resolución de problemas y toma de decisiones: Abordar problemas y desafíos
que surjan en la escuela, buscando la toma de decisiones sobre políticas escolares,
programas educativos, etc. Está relacionado con el área de gestión educativa por la
importancia de la identificación de problemas y la toma de decisiones conjuntas e
integradas.
• Desarrollo profesional: Proporcionar oportunidades de desarrollo profesional para
el personal docente y no docente, con el propósito de mejorar sus habilidades y
conocimientos.

En síntesis, el proceso sistemático de la gestión escolar, nos permite conocer la realidad


de las CEM, atender las necesidades que se identifiquen y contribuir al logro de la calidad de la
educación que pretendemos brindar.

4.3.3 GESTIÓN ADMINISTRATIVA Y ORGANIZACIONAL


La gestión administrativa y organizacional en una institución educativa marista se
centra en la organización y supervisión de todas las actividades no académicas que son
fundamentales para el funcionamiento de la institución como tal. Es responsable del manejo
de los recursos materiales, financieros y humanos para asegurar la operación efectiva de la obra
y proporcionar un entorno propicio para el aprendizaje y el cumplimiento de la Misión. La gestión
administrativa se refiere a la gestión eficaz y eficiente de los recursos disponibles para el
desarrollo de la Misión Marista. Las instituciones educativas maristas se responsabilizan del
resguardo, utilización y administración del patrimonio institucional, a fin de dar garantías
de viabilidad y sustentabilidad a la obra con el fin de potenciar las actividades de enseñanza,
los aprendizajes para todos los estudiantes y los resultados institucionales. La gestión
administrativa es un proceso que contempla la planificación, organización, dirección y control.
Con base en la Matriz de Desarrollo, los procesos de gestión administrativa, coherentes con las
políticas provinciales, permiten lograr los objetivos primordiales; garantizando la sostenibilidad
de la institución y generando bienestar en los colaboradores, convirtiendo a la institución
en uno de los mejores lugares para trabajar.*

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Desde la visión administrativa de la obra, nos identificamos como una organización
corporativa estrechando lazos de comunicación y colaboración, con la finalidad de apoyarnos
solidariamente, especialmente a aquellas de nuestras instituciones que no son autosuficientes
financieramente. Cada institución tiene una realidad diferente y su labor es adaptar lo establecido
en las políticas generales de acuerdo a las particularidades de cada una; es decir, gestionar los
recursos de manera responsable y conforme a sus necesidades. De esta manera se garantiza
que la conducción de los proyectos y acciones emprendidas sean en pro de la acción educativa
y del cumplimiento de la misión.* En el área de Gestión Administrativa y Organizacional se
identifican dos dimensiones: la Dimensión Administrativa y la Dimensión Organizacional.

DIMENSIÓN ADMINISTRATIVA
La dimensión administrativa se enfoca en obtener o generar, gestionar y organizar los
recursos humanos, materiales y financieros en forma tal que las demás áreas funcionen
adecuadamente. Las actitudes en temas administrativos influyen notablemente en todos
los procesos educativos-evangelizadores. La finalidad de los procesos administrativos es dar
soporte a la vida educativa-evangelizadora de las obras. Esto se logra cuando:
• Trabajamos de acuerdo al carisma Marista.
• Buscamos atender a los más vulnerables.
• Somos solidarios al interior y entre las obras.
• Ejercemos nuestra responsabilidad social.
• Contribuimos, a través de los procesos educativos, a mejorar el bienestar de la
comunidad.
• Facilitamos las condiciones para que mejore constantemente la calidad de los servicios
educativos-evangelizadores.
• Fomentamos la corresponsabilidad de los integrantes de la comunidad educativa.

DIMENSIÓN ORGANIZACIONAL
La dimensión organizacional tiene como principal objetivo que todos los elementos de la
institución estén alineados y estructurados para el logro de la Misión Marista. Esta se rige
por distintos elementos que son:
• El liderazgo efectivo en todos los niveles.
• Identificación clara de procesos, puestos y tareas.
• Sano clima de confianza.
• Toma de decisiones compartidas.
• Planeación institucional.
• Autoevaluación
• Creación y sostenimiento de redes escolares educativas.
• Gestión del desarrollo de talento humano.

A la dimensión organizacional pertenecen elementos de la estructura formal institucional,


como los organigramas, la distribución de tareas, la división del trabajo, el uso del tiempo y
de los espacios, así como los roles que asume cada integrante. De esta manera, será posible
valorar el desarrollo de las capacidades individuales y colectivas que facilitan las condiciones
estructurales y organizativas sin perder de vista las finalidades educativas.* Algunas de las
funciones y responsabilidades de la Gestión Administrativa y Organizacional son:

70 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


• Gestión de recursos humanos: Contratar, supervisar, evaluar y coordinar al personal no
docente (limpieza, administrativo, mantenimiento, etc.). Este aspecto está relacionado
también con la gestión educativa y la gestión escolar, en lo que se refiere a los procesos
vinculados a la relación contractual que se tiene con todo el personal y los miembros
que se incorporan a la institución.
• Administración del presupuesto: Elaboración y gestión del presupuesto, distribuyendo
eficientemente los recursos para cubrir los gastos operativos, salarios, adquisición de
materiales, etc.
• Gestión de instalaciones: Supervisión del mantenimiento y seguridad de las
instalaciones escolares: edificios, aulas, áreas de recreo, laboratorios, etc.
• Gestión de suministros y recursos materiales: Adquisición, distribución y administración
de suministros materiales educativos necesarios para el funcionamiento diario de la
escuela. Libros, material de oficina, equipo tecnológico, etc.
• Gestión de servicios de apoyo: Coordinación de servicios de apoyo como transporte
escolar, alimentación, servicios médicos, asesoría psicológica, etc. (necesidades de
alumnos).
• Cumplimiento de normativas: Asegurar el cumplimiento de las regulaciones y
normativas escolares, así como las leyes y políticas establecidas por las autoridades
locales (compliance, organización, normatividad interna, etc), provinciales, educativas,
fiscales y gubernamentales.
• Gestión de sistemas de información: Gestión y mantenimiento de sistemas de
información escolar: registros de estudiantes, sistemas de gestión académica,
plataformas de comunicación, gestión de riesgos, etc.

Para garantizar que la gestión administrativa de la obra sea de calidad, será necesario
velar por la sustentabilidad de la misión y la viabilidad del proyecto educativo y para
esto debemos observar las normas y procedimientos Provinciales detallados en diferentes
documentos emanados desde el Economato Provincial. Además, atender los elementos de
la Matriz de Desarrollo que tienen qué ver con el uso sostenible de los recursos, como lo
presentado en el componente 1, sobre ecología integral y el componente 7, sobre la gestión
sostenible.

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Figura 13: Elementos de la Gestión Institucional Marista.

72 M O D ELO ED U C AT IVO M A R ISTA 2 02 4


CO N C L U S I Ó N

En la actualidad, enfrentamos desafíos educativos que requieren soluciones innovadoras y


efectivas. La rápida evolución de la tecnología, el cambio en las dinámicas sociales y la creciente
globalización han transformado nuestro panorama educativo. Como maristas, y a ejemplo del
Padre Champagnat, estamos llamados a dar un nuevo enfoque educativo que no solo transmita
conocimientos, sino que desarrolle competencias esenciales que respondan a las exigencias del
mundo actual. La tarea de evangelizar a través de la educación es más compleja que nunca.
Es por esto que, con este documento, pretendemos guiar a las instituciones maristas para que
puedan implementar estrategias que provean oportunidades de reimaginar nuevos modos de
educar y acompañar, y que ayuden a los estudiantes a no solo sobresalir académicamente, sino
a contrarrestar la indiferencia, construir comunidad y transformar positivamente su entorno
social.

Las propuestas educativas del ModEM 2024 están respaldadas por nuestra historia,
valores, visión, misión y filosofía Maristas que llenan de sentido nuestra acción educativa
y evangelizadora. Somos herederos de este carisma que nos impulsa a vivir y transmitir la
finalidad de nuestra institución que es dar a conocer Jesucristo y hacerlo amar. Esto quiere
decir que nuestra manera de educar es lo que evangeliza y que, además de las dimensiones,
competencias y contenidos, trabajamos para acompañar el caminar espiritual y personal de
cada uno de los miembros de la Comunidad Educativa. Buscamos el desarrollo multidimensional
de nuestros estudiantes, a través de las nueve dimensiones y competencias, y es por esto que
estamos comprometidos con una formación profundamente humana que integre lo intelectual,
lo espiritual, lo afectivo y lo cognitivo.

Buscamos que todas nuestras obras tengan el mismo punto de partida para que a partir
de nuestras bases filosóficas, antropológicas y axiológicas, puedan dar sustento a su ser y
quehacer educativo, ahí donde la obra marista se encuentre. Formamos a nuestros estudiantes
para que puedan aprender a ser, a hacer, a conocer y a convivir. Es decir, a relacionarse con
ellos mismos, con el entorno, con otros y con Dios. Al mencionar estas relaciones vinculadas al
proceso de aprendizaje, enfatizamos que nuestro enfoque no es imponer doctrinas ni formas
de pensar, sino acompañar a las personas a descubrir la importancia de relacionarse con los
valores del Evangelio y así comprender sus implicaciones personales y sociales.

Queremos que, mediante un proceso dinámico, que se extiende a lo largo de toda la


vida, nuestros estudiantes se desarrollen de manera armónica y coherente para ser capaces
de enfrentar un mundo complejo y en constante cambio. Reconocemos que los elementos
abordados en este Modelo Educativo no están agotados y que pueden ser una pauta para
seguir enriqueciéndolos con características de nuestros contextos más cercanos. Esperamos
que este documento sea de mucha ayuda y que pueda guiar, a cada una de nuestras obras, a
trazar el camino hacia una educación verdaderamente humana y de calidad.

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