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incluso a los enemigos (Lc 6, 27-35), un mensaje WWW.CIUDADNUEVA.COM.AR
Luego continúa exhortando a sus discípulos a amar WWW.FOCOLARE.ORG/CONOSUR
oprimidos.
nueva, la liberación a los cautivos y la libertad a los PUBLICACIÓN MENSUAL DEL MOVIMIENTO DE LOS FOCOLARES
Espíritu del Señor y que trae a los pobres la buena
de Nazaret (Lc 4, 16-21), afirma que está lleno del formatos.
los últimos en su misión cuando, en la sinagoga
de Vida en distintos
26). Jesús convierte esta predilección de Dios por
Descargá la Palabra
los ricos, los satisfechos y los arrogantes (Lc 6, 20-
dos, con el añadido de otras tantas advertencias a
los que tienen hambre, los que sufren y los afligi-
Mateo, son solo cuatro y se refieren a los pobres, Aires 2013, pp. 111-112.
Castel Gandolfo 1-11-2002. Cf. El amor recíproco, Ciudad Nueva, Buenos
En el texto de Lucas, a diferencia del Evangelio de 1. C. LUBICH, “El amor al prójimo”, Charla con un grupo de musulmanes,
Bienaventuranzas.
que comienza con la proclamación de las
gar a una llanura les dirige un largo discurso Augusto Parody y equipo de Palabra de Vida
PA L A B R A D E VI DA
che de oración y elige a sus discípulos. Al lle-
esús desciende de la montaña tras una no- cual perdona y olvida”1.
primeras en amar, a imitación de Dios misericordioso, el
J
mos todas juntas y que nos ayudaba a ser siempre las
(Lc 6, 41) con el amor. […] Era un compromiso fuerte, que asumi-
no recordar en absoluto sus defectos, sino cubrirlo todo
el tuyo?” encontrásemos –en casa, en clase, en el trabajo, etc.– y
MARZO 2025
de tu hermano y no ves la viga que está en mos, cada mañana, ver nuevo al prójimo con el que nos
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo nosotras, y lo llamamos «pacto de misericordia». Decidi-
esta situación se nos ocurrió un día sellar un pacto entre
que encuentra su motivación última en el comporta- den mutuamente a avanzar por el camino de una vida
miento del Padre celestial: “Sean misericordiosos, como nueva. También el apóstol Pablo pide con insistencia
el Padre de ustedes es misericordioso” (Lc 6, 36). que nos preocupemos de los demás: de corregir a los
Esta afirmación es también el punto de partida de lo que indisciplinados, confortar a los pusilánimes, sostener a
sigue: “No juzguen y no serán juzgados; no condenen y los débiles y ser pacientes con todos (cf. 1 Ts 5, 14). Solo
no serán condenados; perdonen y serán perdonados” el amor es capaz de un servicio semejante.
(Lc 6, 37). Luego, Jesús amonesta mediante una imagen
intencionadamente disparatada: “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu
hermano y no ves la viga que está en el tuyo?”.
“¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu
hermano y no ves la viga que está en el tuyo?”. ¿Cómo poner en práctica esta Palabra de Vida?
Además de lo que ya hemos dicho, empezando por
Jesús conoce nuestro corazón de verdad. ¡Cuántas veces este tiempo de Cuaresma, podemos pedirle a Jesús
en la vida de todos los días hacemos esta triste experien- que nos enseñe a ver a los demás como Él los ve,
cia! Es fácil criticar –y con rigor– errores y debilidades en como Dios los ve. Y Dios ve con los ojos del corazón,
un hermano o en una hermana, sin tener en cuenta que porque su mirada es una mirada de amor. Luego, para
de ese modo nos atribuimos una prerrogativa que co- ayudarnos mutuamente, podríamos restablecer una
rresponde solo a Dios. La cuestión es que para «sacarnos práctica que fue determinante para el primer grupo
la paja» del ojo nos hace falta esa humildad que nace de de chicas de los Focolares en Trento.
ser conscientes de que somos pecadores que necesitan “En los inicios –cuenta Chiara Lubich a un grupo de ami-
continuamente del perdón de Dios. Solo quien tiene la gos musulmanes– no siempre era fácil vivir la radicali-
valentía de darse cuenta de su propia «paja», de aquello dad del amor. […] También entre nosotras y en nuestras
de lo que tiene que convertirse, podrá entender sin juz- relaciones podía depositarse algo de polvo, y la unidad
gar y sin exagerar las fragilidades y flaquezas propias y podía languidecer. Esto ocurría, por ejemplo, cuando
de los demás. nos dábamos cuenta de los defectos e imperfecciones
Sin embargo, Jesús no invita a cerrar los ojos y dejar de los demás y los juzgábamos, de modo que la corrien-
correr las cosas. Él quiere que sus seguidores se ayu- te de amor recíproco se enfriaba. Para reaccionar ante
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