LAS VANGUARDIAS
Introducción:
En el contexto de los desastres de la Gran Guerra (1914 – 1917) y la profunda crisis de
valores, que conduce al rechazo de la razón como vehículo para comprender la vida,
nacen las vanguardias.
Desarrollo:
Las vanguardias son movimientos de choque, de ruptura, que se rebelan contra los
prejuicios academicistas, las normas establecidas y contra la inercia del gusto con un
espíritu combativo.
El objetivo es la provocación contra lo antiguo, lo naturalista, el arte burgués y el
concepto tradicional de la belleza, ya no se busca la belleza, proponen el feísmo como
nueva categoría artística.
Además, heredan y exageran el espíritu innovador, inconformista y provocador del
simbolismo y el Modernismo.
El arte vanguardista es un reflejo del artista, rechaza lo sentimental y subjetivo, y el
arte deshumanizado no imita la naturaleza.
Con la estética y las formas vanguardistas se expone el fascismo-nazismo (grandes
movimientos del s.XIX) y el comunismo.
Los principales movimientos de vanguardia son:
El futurismo: exalta la modernidad (máquina, energía, movimiento, velocidad,
progreso…), llega a exaltar la guerra y a propugnar la destrucción de la sintaxis, quiere
libertad de palabras, y utilizan recursos de la simultaneidad. El fundador es Marinetti
(italiano cercano al fascismo).
El expresionismo: nace en Alemania en 1910. Destaca la importancia de la subjetividad
y la creatividad del artista para captar la esencia de la realidad. Usa recursos como el
humor negro, la exageración y la deformación del mundo visible para transmitir la
conciencia trágica de la vida. En España destaca el esperpento de Valle-Inclán.
El cubismo: Iniciado por Picasso en 1906. En pintura se descomponen los volúmenes en
formas geométricas, lo importante no es el objeto, sino cómo lo descompongo en mi
cabeza. Además, aporta conceptos básicos como la autonomía en la obra de arte, la
simultaneidad de ideas, el collage y el caligrama (destaca Apollinaire).
El abstraccionismo: crean un arte puro liberado de la realidad, tanto en pintura como en
poesía pura.
El dadaísmo: Creado por Tristán Tzara en 1916, parte de la inutilidad del arte (punto de
vista nihilista) y se enfrentaba al mundo mediante el irracionalismo, la protesta, la
negación absoluta y la anarquía. Además, el lenguaje es un fin en sí mismo, de modo
que se da importancia a la autonomía y la experimentación.
El surrealismo: Iniciado por André Bretón (y más dadaístas) en 1924. Abandona el
nihilismo dadaísta y sigue con la idea de que la razón impide el conocimiento.
Su creación es a través del subconsciente (Freud), el sueño, el símbolo y el mito.
Utilizan recursos como la escritura automática (espontánea, inconsciente, abandonando
lógica o razón) y la desorientación reflexiva (unen imágenes surgidas del subconsciente).
Hay que decir que España en los años 20 vive en un momento interesante en el ámbito
literario y artístico. Contrastando con el aislamiento que se vivirá después de la Guerra
Civil, la España de preguerra vive conectada con los movimientos artísticos y de
vanguardia europeos, y está en la vida artística de forma muy activa e interesante.
Ramón Gómez de la Serna divulga los manifiestos vanguardistas (1908-1812) en su
revista Prometeo y introduce el futurismo facilitando la entrada al resto.
Es un defensor del arte nuevo y escribe greguerías.
El ultraísmo y el creacionismo son dos movimientos vanguardistas españoles. Rechazan
lo sentimental, lo trágico, lo subjetivo y lo íntimo, se trata de un arte deshumanizado.
Por un lado, el ultraísmo, creado por Guillermo de la Torre en 1919, es un heredero del
futurismo y su objetivo es la modernidad, se ven influencias del cubismo, del
dadaísmo y del futurismo. Tiene rasgos característicos como la riqueza de imágenes y
metáforas sorprendentes (serán el eje de la poesía ultraísta), el sentido lúdico de la
creación estética, el lirismo, agudeza conceptual y el humor. Además, establecen una
disposición tipográfica nueva de las palabras (fusión de lo plástico y lo poético), la
eliminación de la rima y el uso de neologismos, tecnicismos y esdrújulas.
Por otro lado, el creacionismo, iniciado por Vicente Huidobro en 1914, pretende crear la
naturaleza en sus versos, pues el arte y la literatura son entes autónomos. Para ello se
propone eliminar lo descriptivo y lo anecdótico. Entre los rasgos del creacionismo
encontramos la supresión de los signos de puntuación y la unión de imágenes sin
referente claro (para sorprender).
Conclusión
Las vanguardias son un movimiento de ruptura que nacen de la crisis de valores y
decadencia de la Gran Guerra. Tenemos vanguardias europeas destacadas como el
futurismo, el expresionismo, el cubismo, el abstraccionismo, el dadaísmo y el surrealismo y
también vanguardias españolas como el ultraísmo y el creacionismo. El introductor de las
vanguardias en España es Ramón Gómez de la Serna.