Si bien el sol es beneficioso para la salud, también es el principal causante de las
distintas enfermedades cutáneas. Existen estudios que demuestran la incidencia
negativa de la radiación solar sobre la piel.
Por ello, la protección contra los efectos del sol es importante durante todo el año
(no solamente en verano) pues los rayos ultravioletas también nos afectan en los
días nublados y en aquellos de poca luminosidad.
La radiación ultravioleta está formada por rayos invisibles que penetran la piel y
pueden provocar quemaduras solares, envejecimiento prematuro de la piel, daños
en los ojos e incluso hasta cáncer de piel.
Existen tres tipos de rayos UV:
: causan envejecimiento cutáneo y pueden provocar cáncer de piel.
: generan enrojecimiento, quemaduras solares y predisposición al
cáncer de piel.
: son filtrados por la capa de ozono de la atmósfera.
Los protectores solares son productos de uso externo que contienen sustancias
que por mecanismos físicos y/o químicos actúan como barrera protectora de la
piel a las radiaciones solares. Constituyen una defensa de primera línea, siempre
que reúnan condiciones necesarias de eficacia, seguridad y calidad.
Estos productos son clasificados según el Factor de Protección Solar (FPS), que
identifica la protección que ofrece contra los rayos UV, acorde al tipo de piel. A
mayor número de FPS, mayor protección.
.
Es importante la elección del factor de protección a utilizar para el rostro y el
cuerpo teniendo en cuenta el tiempo de exposición. Además, el hecho de conocer
el tipo de piel ayuda a escoger el producto adecuado.
Dentro de los protectores solares, hay productos con fórmulas resistentes al agua,
adecuados para realizar deportes acuáticos o simplemente para nadar. La
resistencia al agua consiste en la propiedad de conservar la fotoprotección
después de una inmersión de 40 minutos.
También es importante tener en cuenta que los rótulos de los protectores solares
deben tener las siguientes características:
1- En el rotulado principal (primario y secundado) de un producto para la
protección solar es obligatorio indicar de forma destacada el número entero de
protección solar precedido de la sigla “FPS” o de las palabras “Factor de
Protección Solar”.
2- Contener las siguientes advertencias e instrucciones de uso:
“Es necesaria la reaplicación del producto para mantener su efectividad”.
“Ayuda a prevenir las quemaduras solares”.
“Para niños menores de 6 (seis) meses, consultar al médico”.
“Este producto no ofrece ninguna protección contra la insolación”.
“Evite la exposición prolongada de los niños al sol”.
“Aplique abundantemente antes de la exposición al sol”. Cuando haya un
tiempo determinado por el fabricante o un período de espera (antes de la
exposición), también deberá constar en el rotulado.
“Reaplicar siempre, luego de sudoración intensa, nadar o bañarse, secarse
con toalla y durante la exposición al sol”. Cuando haya un tiempo
determinado por el fabricante para la reaplicación, también deberá constar
en el rotulado.
“Si la cantidad aplicada no es adecuada, el nivel de protección será
significativamente reducido”.
3- Deben mencionar marca, contenido neto, domicilio del titular o elaborador o
importador, lote y fecha de vencimiento del producto.
4- Deben indicar la composición cualitativa de los filtros solares. Los productos
importados deben poseer los datos del responsable en el país, en idioma español.
Los protectores solares que bloquean tanto la radiación UVA como la UVB son los
productos que contengan ya sea óxido de cinc u óxido de titanio.
Los niños mayores y los adultos (incluso aquellos con la piel más oscura) se
benefician del uso del FPS de 15 y más.
Algunos expertos recomiendan que la mayoría de las personas usen FPS
de 30 o superior en la cara y de 15 o más alto en el cuerpo.
Los adultos que se queman fácilmente y cualquier persona con factores de
riesgo para cáncer de piel deben usar FPS de 50+.
Cuándo usar el protector solar:
Los adultos deben usar el protector solar todos los días, incluso si salen al
aire libre sólo por corto tiempo.
Aplique 30 minutos antes de salir al aire libre para obtener los mejores
resultados. Esto da tiempo para que el protector solar se absorba.
Recuerde usar el protector solar durante el invierno cuando tanto la nieve
como el sol están presentes.
Vuélvalo a aplicar al menos cada dos horas mientras esté afuera en la luz
solar.
Vuélvalo a aplicar después de nadar o sudar. Las fórmulas a prueba de
agua duran aproximadamente 40 minutos en el agua, mientras que las
fórmulas resistentes al agua duran la mitad de ese tiempo.
Cómo aplicarlo:
Aplique una cantidad grande a todas las áreas expuestas.
Use un bálsamo para labios con el protector solar.
Aplique cantidades generosas de protector solar con un FPS de al menos
30. Cuanto más alto es el FPS, mayor es la protección.
Qué tener en cuenta al momento de elegir un protector solar:
Escoja una fórmula a prueba de agua o resistente al agua, incluso si sus
actividades no incluyen la natación.
Evite productos que combinen protector solar y repelente de insectos, ya
que pueden no funcionar igual de bien. Además, el protector solar debe
aplicarse de nuevo con frecuencia, mientras que el repelente de insectos
aplicado con demasiada frecuencia podría ser tóxico.
La protección de un protector solar en particular depende de factores tales como:
El tipo de piel de la persona.
La cantidad aplicada de protector solar y la frecuencia de aplicación.
Actividades realizadas durante la exposición al sol (por ejemplo, nadar lleva
a la perdida del protector solar de la piel en menor tiempo).
Cantidad de protector solar que la piel ha absorbido.
Nivel de filtrado Índice de protección
Bajo de 2 a 6
Medio de 8 a 12
Alto de 15 a 25
Muy alto de 30 a 50
Ultra más de 50
Hay que tener en cuenta que los índices de protección solar son siempre
orientativos. Un fotoprotector con un FPS 12, bloqueará aproximadamente el 92%
de los rayos solares indicados, con un índice FPS 20 el bloqueo será del 95%, con
uno de FPS 25 un 96%, mientras que con uno de FPS 60 tendremos un 98,3% de
protección promedio ante los rayos solares nocivos.
El índice de protección solar para un niño tiene que ser de un 15 como mínimo.
¿QUÉ ES EL FPS (FACTOR DE PROTECCIÓN SOLAR)?
Éste es un elemento que se asocia indefectiblemente con los productos de
cosmética solar y que a menudo no se interpreta correctamente.
Físicamente el FPS es un número que indica cuál es el múltiplo de tiempo
al que se puede exponer la piel protegida para conseguir el mismo efecto
eritematoso que se obtendría si no se hubiese aplicado ninguna protección.
De esta manera se evita el eritema, en comparación con el mismo tiempo
de exposición pero sin la protección del filtro solar.
Por ejemplo: si una persona puede exponerse al sol el primer día 10
minutos sin tener enrojecimiento ni quemaduras, un FPS 15 utilizado
adecuadamente la protegerá del sol durante 150 minutos (10x15), aunque
no es tan correlativo.
Este factor se calcula dividiendo la dosis eritematógena mínima (DEM)
con la aplicación del filtro solar, entre la DEM sin filtro solar.
CÁLCULO DEL FPS
El FPS es pues un índice que nos indica el tiempo que podemos
exponernos al sol sin riesgo de quemaduras. Cuanto más alto es el FPS,
más alta es la protección de los rayos solares. Si una persona es capaz de
estar 20 minutos expuesta al sol sin quemarse, la elección de un
fotoprotector 8 le supondrá una protección 8 veces superior.
La fórmula del cálculo es:
DEM zona protegida
FPS= ----------------------------------------------
DEM zona sin protección
TIEMPO DE EXPOSICIÓN SIN RIESGO
FPS (en relación a los filtros UVB) Tiempo de exposición sin riesgo
Sin protección 20 minutos
Factor 8 40 minutos
Factor 11 40 minutos
Factor 15 5 horas
Extremo Más de 6 horas
CONSECUENCIAS INVISIBLES
Aunque el color de la piel bronceada se asimila a la buena salud, el sol puede
provocar trastornos, dos tipos de trastornos: los visibles y los invisibles.
Después de una exposición solar, las quemaduras son los efectos más evidentes,
pero hay otros.
Los rayos infrarrojos dan sensación de calor pero no queman.
Los rayos UVA ocasionan el fenómeno de la pigmentación inmediata. Horas más
tarde, los rayos UVB causan un eritema actínico. Días más tarde, la capa córnea se
agranda y la pigmentación melanítica se intensifica.
Personas que han abusado del sol pueden experimentar, con el tiempo, manchas en
la piel, arrugas y cataratas, y a la larga cáncer cutáneo o tumoraciones superficiales.
A largo plazo, los rayos UVB son absorbidos por el ADN y causan alteraciones en el
genoma . Los rayos UVA también se absorben y se transforman en radicales libres,
que alteran el material genético y saturan los sistemas defensivos de la piel. Por tanto,
cuando las exposiciones solares son excesivas y los protectores están desbordados,
las células anormales proliferan y acostumbran a formar carcinomas o melanoma .
Según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente
(PNUMA), cada año se producen en todo el mundo más de 2 millones de cánceres de
piel distintos del melanoma y 200.000 melanomas malignos.
Las personas de piel clara tienen más riesgo de sufrir cáncer de piel por la ausencia
relativa de pigmentación de la piel. Según distintos estudios clínicos, utilizar un
fotoprotector 15 durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78% el
riesgo de cáncer cutáneo.
RESPUESTA A UNA MISMA RADIACIÓN SERÁ DIFERENTE SEGÚN EL INDIVIDUO
QUE LA RECIBA.
Fototipo Tipo de piel Reacción solar
Fototipo Piel muy clara. Ojos azules. Pecas. Eritema intenso. Gran descamación.
1 Casi albinos. No se pigmentan.
Fototipo Piel clara. Ojos azules o claros. Pelo Reacción eritematosa. Descamación.
2 rubio o pelirrojo. Ligera pigmentación.
Fototipo Piel blanca (caucasiana). Ojos y Eritema moderado. Pigmentación
3 pelo castaño. suave.
Fototipo Piel mediterránea. Pelo y ojos
Ligero eritema. Pigmentación fácil.
4 oscuros.
Fototipo Morena. Tipo India, Sudamérica, Eritema imperceptible. Pigmentación
5 indostánicos, gitanos. fácil e intensa.
Fototipo
Piel negra.
6 No hay eritema, pero sí bronceado.
PROTECTORES RESISTENTES AL AGUA
Uno de los aspectos de los fotoprotectores que se debe considerar es la
capacidad de quedarse en la piel cuando ésta entra en contacto con un medio
húmedo (el agua del mar, de las piscinas, o el sudor), y esto es consecuencia
directa de su excipiente.
Esta característica se obtiene incluyendo determinados derivados acrílicos en la
formulación del producto, como por ejemplo, las siliconas.
Hay dos clasificaciones posibles para los productos resistentes al agua:
Water-resistant: cuando el fotoprotector no ha perdido la capacidad protectora
(su FPS) después de 40 minutos de natación o permanencia continuada dentro del
agua.
Waterproof: cuando el fotoprotector actúa durante más de 80 minutos después de
entrar en contacto con el agua.
Muchas veces la radiación solar que llega a la piel es superior a la que ésta puede
resistir, por lo que es necesaria una protección adicional. Ésta es la función de los
filtros solares, que previenen las quemaduras y los cambios degenerativos de la
piel que causan los rayos ultravioleta.
Según cómo actúen, se clasifican en físicos, químicos y biológicos.
Filtros físicos: son impermeables a la radiación solar y actúan sobre la radiación
por reflexión, es decir, que reflejan la luz. Además de los rayos ultravioleta
controlan los visibles y el infrarrojo. Podríamos decir que actúan a modo de
pantalla, y los más utilizados son: el óxido de zinc, el dióxido de titanio y la mica.
Filtros químicos: actúan por absorción de la radiación solar ultravioleta. Captan
la energía y la transforman en una longitud de onda distinta, inocua para la piel.
Los más conocidos son el PABA (ácido para-amino benzoico), el ácido cinámico,
el ácido sulfónico, el alcanfor, la benzofenona y el dibenzoilmetano.
Además sería necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Evitar las pulverizaciones de agua durante las exposiciones.
2. Evitar los perfumes y las colonias alcohólicas que contienen esencias
vegetales, porque son fotosensibilizantes.
3. Elegir el fotoprotector más indicado atendiendo al fototipo.
4. Utilizarlo, aunque esté nublado.
5. No exponerse al sol entre las 11 y las 15 horas.
6. Protegerse la cabeza con un sombrero o gorra con visera; los ojos con gafas
adecuadas, y los labios con protector labial.
7. Estar en movimiento. No es nada aconsejable tumbarse al sol y mantenerse
inmóvil durante horas.
8. Beber agua o líquidos para evitar la deshidratación.
9. Determinados medicamentos pueden provocar reacciones a la exposición
solar.
Siempre es conveniente empezar por un FPS alto, sobre todo la primera semana
de exposición solar, e ir rebajándolo en los días posteriores.