Las Islas Canarias fueron habitadas hace unos
2.000-3.000 años por personas que llegaron desde
el norte de África, específicamente de lo que hoy
es Marruecos. Estas personas eran de origen
berberisco y los conocemos como los guanches
(aunque este término se usa para referirse a todos
los pueblos originales de las islas).
Los guanches vivían en tribus y cada una estaba
dirigida por un líder llamado mencey, que era
muy respetado y tenía poder. La sociedad estaba
dividida en diferentes clases: los nobles, los
sacerdotes, los guerreros y los campesinos.
Además, en algunas islas, el linaje se transmitía
por la madre, lo que le daba un papel importante
a las mujeres en la sociedad.
La economía de los guanches se basaba
principalmente en la ganadería (sobre todo
cabras) y la agricultura (cultivaban cereales,
frutas y hortalizas). También pescaban,
especialmente en las islas cercanas al mar.
Además, hacían intercambios de productos como
cerámica, ropa y comida entre las tribus.
Los guanches fabricaban herramientas con
piedra, madera, huesos y conchas. Vivían en casas
hechas de piedra o en cuevas, y usaban ropa hecha
de pieles y fibras vegetales. Sus tumbas y
estructuras funerarias son bastante conocidas, y
en algunas islas como Tenerife, se han encontrado
pirámides y otros restos de grandes
construcciones.
En las islas Canarias, la religión era variada, pero
tenían cosas en común. Creían en un dios poderoso que
controlaba el clima y los astros, y al que pedían lluvia
en épocas de sequía. Sus ceremonias se hacían en
montañas, que eran sagradas para ellos. También
creían en un espíritu maligno que causaba las
desgracias y en los espíritus de sus antepasados, a
quienes respetaban con ofrendas y sacrificios. Para los
entierros, usaban sobre todo cuevas, y en Gran
Canaria a veces hacían tumbas en montículos o fosas.
La conquista de las Islas Canarias empezó en
1402 cuando los normandos llegaron a Lanzarote
y luego a Fuerteventura en 1405. Más tarde, los
castellanos comenzaron a tomar las islas: La
Gomera en 1490, El Hierro y La Palma en 1493.
La conquista de Gran Canaria terminó en 1498 y
la de Tenerife en 1496, después de varias batallas
duras contra los guanches.