7 Days - . Wattpad
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+Detalles
ALERTA SPOILER HS
»Sinopsis«
Luego de terminar por encariñarse de todos los alters del hijo de la dueña de su
Homestay, Jeon Jungkook, aquel universitario que hace poco más de un año viajó a
Seúl con la única finalidad de tener un buen estudio, toma la decisión de dar un regalo
especial a Woo Dak Ho, la arrogante pero cautivadora "personalidad" fragmentada de
Kim.
❝Todo lo que soy, todo lo que alguna vez fui, está aquí en tus ojos perfectos, son todo
                                 lo que puedo ver.❞
PROXIMAMENTE
。。。。。。。。。。。。。。 。。
                           。。。。。。。。。。。。。。 。。
                            Buenos días / tardes / noches
------------------❤-------------------
¡Sorpresa!
He aquí un mini fic Dakook para todas aquellas lectoras que amaron a la pareja en el
                                fanfic, Homestay.
------------------❤-------------------
-Advertencia +18
   -Esta es una pequeña segunda parte de "Homestay" una historia original que se
 encuentra en mi perfil y la cual es necesario leer para la mayor comprensión de este
                                        minific.
  -Si no te gustó la pareja Dakook en HS, abstente a leerla pues esta parte se centra
           solo y únicamente en ellos y su relación antes del viaje a Alemania.
- Vale la pena recordar que Woo DakHo es un alter ego que Kim Taehyung creó en la
               infancia especialmente para cuidar de él y cuidar de JK.
                                          Ua
  Ya se que falta mucho pero quería darles la noticia ya    Así que si en verdad están
dispuestos a esperar, agréguen la historia a su biblioteca y esperen pacientemente por
su actualización<3
Lxs ILY!!!!
DISFRUTEN
        ❤
                               1.1 Prologo
July 1st
Morning.
─Kookie ¿Cuántas veces me has preguntado eso ya?─Sonrió, dejando de empacar para
luego dirigirse a donde se encontraba su novio─Yo estoy bien con esto, amor. En serio.
─Pues porque es algo raro el hecho de que aceptes que tu novio se quiera ir de
vacaciones con una persona que no eres tú...─Informó, sus bonitos labios frunciéndose
ligeramente antes de agregar─Eso me hace pensar que dicha persona está manejando
tu mente solo para que aceptes... tal vez.
Otro par de risitas más, antes de que el más alto estampara sus labios en la frente de
aquel que lucía un poco preocupado.
─Primero que nada, no es nada raro bebé porque si lo piensas un poco, en realidad
iras conmigo, no siendo yo─Sonrió por lo confuso de sus propias palabras─Además ¿te
lo dije no? Dak no ha estado en co-conciencia desde la última vez que te dijo que
quería casarse contigo. No sé si sea la vergüenza o el hecho de que no quiere saber
cómo fue que reaccionaste, pero él no ha interceptado mi mente, así como no ha
intervenido en mis decisiones y acciones tampoco.
─No mi amor.
El castañito frunció sus labios en un lindo mohín en tanto analizaba las palabras
dichas por su hyung. Algo, un deje de inquietud no terminándolo por convencer. Y es
que, a pesar que él junto a su madre había planeado absolutamente todo para el viaje,
no podía creer que su novio se lo hubiese tomado así de bien, que incluso celebrara y
se había apuntado para arreglar el equipaje de Dakho él mismo.
Para Jungkook era algo muy confuso, y eso, Taehyung lo entendía a la perfección.
─H-hyung...
Jungkook bajó la mirada, no quería negar aquello pero tampoco quería decir más para
que las memorias de su mayor no se alteraran, así que simplemente sonrió.
─ Así que anda sin culpa o preocupación─Continuó─ Despídete de Dak como se debe y
haz que tenga los mejores días de toda su existencia, igual como lo hiciste con las
demás personalidades.
Al terminar de escuchar a su novio hablar, Jungkook extendió aún más su sonrisa, sus
ojitos brillando con una intensa admiración.
Ah, su novio era un completo ángel. Alguien simplemente perfecto que no solo veía
por su propia felicidad, sino también por el de aquellos seres de luz dentro de su
mente que le ayudaron a sobrellevar la peor parte de su vida.
─Gracias hyung...
Y sonriendo dulcemente, Taehyung se dio el placer de besar con dulzura los rojitos
labios de aquel que le miraba tiernamente.
─Sip.
─De acuerdo─Tae asintió─Ah por cierto... amor.
─¿Uhg?
─Antes de que cambie mi lugar con Dakho... tengo que darte algo─A pasos vacilantes
Taehyung se dirigió a su pequeño espacio y de su viejo esquinero tomó un sobrecito
hecho con de papel kraft─Esto uhm...─Titubeó, su derecha yendo inconscientemente a
frotar la parte trasera de su cuello─Esto es algo que te escribí y... quisiera que
supieras.
─Kookie, esa carta uhg... tiene información muy especial ¿Sabes? Me gustaría que la
leyeras a solas y con la mente en blanco.
─No mi amor, no es nada malo. Es todo lo contrario─Le tranquilizó con otra de sus
dulces sonrisas─Te lo prometo.
─¿Si?
─Sip, así que prométeme tu también que ya no harás más preguntas y simplemente no
verás el contenido hasta que llegues allá...
"Definitivamente se lo merecen"
(♡)
─Oh, m-mocoso...
─H-hola hyung.
"Sé mi esposo..."
Ese recuerdo se posó rápidamente en los pensamientos de ambos para luego tener
que desviar la mirada y despistar el color rojo que había aparecido en sus mejillas.
Dak aclarando su garganta en tanto fingía no darle importancia a lo rápido que
andaba su corazón.
Ante el arisco tono de las palabras escuchadas, el menor lo único que pudo hacer fue
bajar un poquito su mirada, y ocultarse en medio de sus hombros.
Jungkook apretó entre sus manos la cajita rectangular que estas sostenían. Su
respiración era errática y su corazón parecía que le estaba haciendo competencia,
pues andaba de una forma para nada controlada dentro de su pecho.
Se podía decir que luego de cierto tiempo, y de saber algunos detalles escritos en la
nueva carpeta de personalidades, Jungkook había estado sintiendo esa extraña
conexión que tenía junto a la tercera personalidad. Esa que de algún modo se vinculó
con su interior y se instaló en su corazón cuando él era apenas un pequeño.
 Esa bendita conexión que justo ahora se encargaba de de hacerse presente como
nunca mediante aquellos profundos ojos que se encargaban de perforar su alma y
alocar su corazón.
─Y bien...
─Ah sí...─Volvió en sí al darse cuenta que se había centrado en el sentir de sus latidosy
extendió la cajita al contrario, balbuceó─T-toma.
─ ¿Qué es?
Dak calló sus palabras una vez abrió la caja y quedó expuesto lo que yacía en el
interior. Su mirada brillando en tanto escaneaba el objeto antes de levantar la misma
y mirar al autor de dicho detalle.
─Bueno yo... ─El menor vaciló jugando con los dedos de sus manos mientras desviaba
inconscientemente su mirada─P-pensé que te gustaría olvidarte un poco de todo y
simplemente salir a... conocer el mar junto conmigo.
Dak no dijo nada. Enmudeció. Ante aquella "sorpresa" simplemente las cuerdas
vocales del de personalidad ruda, se vieron negadas a funcionar.
Por otra parte, al no escuchar respuesta alguna entrar por sus oidos, el menor se
obligó a levantar su cabeza y llevar nuevamente la mirada a aquel que se había
quedado sin palabras.
─ ¿H-hyung? ¿Es mala idea?─Habló sintiendo una ligera opresión, un poquito de temor
por ser rechazado. Al final al no ver ninguna reacción por parte de Dak, simplemente
rió y nerviosamente, señaló.
Pero cuando estuvo a nada de tomar los boletos de avión que sostenía Dak, este no
dudo en atraerlos hasta su pecho dando a entender a Jungkook que por nada del
mundo dejaría que se los quitara.
─Hyung...
─Vamos─Soltó.
•> ♡ <•
Hasta yo estoy emocionada con esto, tengo varias sorpresitas aquí <3
                                        ILYSM!!!
                              1.2 Isla Jeju
Afternoon.
En aquel tiempo, el chico rudo había descrito su viaje como tranquilo y para nada
novedoso. Él no era de los que les gustaba disfrutar mucho de nuevos sentimientos,
así que simplemente pasaba de todo lo que la gente consideraba "nuevo" cómo lo era
viajar por primera vez en un avión.
No obstante, hacerlo ahora, justo a un lado del precioso castañito de apellido Jeon, era
por mucho una experiencia totalmente diferente y ante todo, tan única para él.
Sentir la calidez del menor tan cerquita de su cuerpo y sobre todo, ver la emoción
bañando su carita siempre que la esencia de un arrebol pintaba las blancas nubes, era
algo que Dak jamás pensó poder experimentar. Algo realmente satisfactorio y difícil
de olvidar.
No obstante, estaba demás el poder decir que ni en sus peores sueños iba a sacar a la
luz aquel tremendo sentir
─Niño, ¿Será que te puedes callar para poder dormir en paz?─dijo en tono abrumador,
sus brazos cruzándose sobre su pecho─No eres el único que va en el avión. Hay más
pasajeros y apuesto a que no quieren escuchar tus chillantes gritos.
Por un momento pensó que sería diferente. No sabe por qué, pero llegó a pensar que
Dak se emocionaría tanto que incluso llegaría a actuar como Baek.
Pero no. Se equivocó. Woo DakHo no era Baek.
Jungkook suspiró, sus labios haciendo un pequeño mohín en tanto llevaba su vista al
precioso paisaje que se magnificaba a través de la ventana. Ese el cual destacaba la
hermosa isla Jeju y que quería que Dak viera junto a él.
Al cabo de unos cuantos minutos, justamente cuando el reloj marcó las 18 horas,
aterrizaron.
Jungkook, aún con la emoción andando por sus venas por estar en un lugar fuera de
Busan y Seúl, daba pequeños e inconscientes saltitos en tanto él y su adormilado
mayor se dirigían por el equipaje y después a buscar un taxi que los llevaría al lugar
donde se quedarían. Dak siempre andando detrás de él.
¿Por qué no trajeron su moto? pensó Dak, así no estarían corriendo detrás de los taxis
y tendría a Jungkook abrazándolo fuertemente de la cintura en el transcurso del viaje
al hotel.
─No pienso correr─Gruñó y quiso reír fuertemente cuando Jungkook frunció sus labios
y cruzó sus brazos, molestó, una vez que el taxi que pensaba tomar, fue ocupado por
alguien más.
Y si que lo era, para Dak, era inmensamente precioso aquello que se encontraban
viendo sus ojos... pero no exactamente el paisaje.
Poco después de pasar a recepción para validar su reservación, ambos chicos, junto
con uno más que se ofreció a llevar el equipaje, se dirigieron a una de esas magníficas
cabañas que yacían justo a la orilla del agua.
De su boca no salió otra palabra más, solo hizo extender su sonrisa mientras sus
brillantes ojitos e hipnotizada expresión se encargaban de decirlo absolutamente todo.
Y es que la perfecta vista frente a él, esa que consistía en cuanto paredes de madera
auténtica y techo de vidrio grueso que dejaba pasar todo resplandor del atardecer, no
merecía nada menos que una alabanza por parte del menor.
Dak, hechizado por tan hermosa escena, lo único que hizo fue sonreír lentamente,
completamente cautivado por como el resplandor del ocaso penetraba con suavidad
cada fibra de aquellas sedosas hebras castañas para luego terminar por bajar con
gloría y maquillar incesante cada poro de tan exquisita y lechosa piel perteneciente al
menor.
No obstante, se vio obligado a dejar de contemplar aquello que era tan magnífico para
sus ojos justo cuando recordó, porque sintió, aquella tercera presencia en la
habitación.
Elevando una de sus cejas y cruzando los brazos con un repentino inicio de cólera
invadiendo su estomago, Dak raspó su garganta para así obtener la atención de aquel
"botones" que yacía parado a su derecha y contemplaba embobado, de igual manera,
la imagen de un Jungkook relajado en medio del sillón.
─No seas grosero─Susurró al mismo tiempo en el que giraba a ver al trabajador, una
vez llegó hasta ellos─ Lo siento por eso... toma.
Sonrió, reverenció y extendió hacia él lo que al parecer era un billete que había
sacado segundos ates de su bolsillo. El chico, completamente enternecido, sonrió.
Con sus mejillas a punto de querer enrojecer, el menor bajó la mirada y agradeciendo
volvió a guardar el billete en su bolsillo delantero.
—Bueno, que disfrutes tu estadía. Cualquier cosa, estoy a tus órdenes en "servicio a la
habitación"... o bueno más bien, estoy a sus ordenes─Corrigió rápidamente al sentir
una mirada asesina sobre él y sonriendo por ultimo al bonito castaño, reverenció a
ambos huéspedes, giró hacia la puerta y salió de la habitación.
El castañito chilló poco después de que quedaran solos en la estancia y Dak tuvo que
poner todo de sí para evitar explotar por lo anteriormente ocurrido.
─Ajá.
La habitación... Ese par de palabras rondó un segundo por su cabeza, hasta que al fin
reparó en el significado y sonrió con notoria picardía.
─Si ¿no es asombroso? ¡Mira la vista de aquel ventanal! ¡Es preciosa! y apuesto a que
el amanecer se verá mejor ─Expresó dando pequeños e inconscientes saltitos de
alegría antes de casi gritar─ Ah, yo pido la cama de... ¡Hyung!
─Ni modo niño, te tardaste. Ahora te tocará dormir a un lado del cuarto de baño.
-
                                      •> ♡ <•
Empezamos con un día tranquilo, destacando las vagas actitudes de un Dak bipolar,
mostrando el lugar en donde se quedarán y metiendo a un nuevo personaje que hasta
                      el momento aún no sabemos su nombre .
  Pd. Para las que ya leyeron esto anteriormente, el cap que viene SI tiene escenas
                                       nuevas.
July 2nd
Morning.
7 am.
Los vidrios y espejos que yacían en el interior se encontraban maquillados con una
ligera capita nebulosa que imposibilitaba el hecho de poder ver en ellos o entre ellos,
mientras que sonidos de tenue satisfacción hacían eco por cada rincón del lugar.
─Ah...─Jungkook gimió, su dulce voz haciendo eco por las blancas paredes mientras se
ponía de pie para luego tomar esa blanca toalla y envolver con delicadeza su pequeña
cintura.
Ah... ese baño calientito por la mañana, si que se había sentido tan bien.
Ahora sí, estaba completamente listo para pasar su primer día en la isla al lado de
aquel especial alter con personalidad ruda.
Poco después de salir de la bañera y secar su cabello con una segunda toalla, el chico
de hebras castañas llevó sus pasos al espacioso lavamanos donde había dejado su
maleta de mano minutos antes de meterse a bañar. Abrió esta misma con lentitud y
comenzó a esculcar el interior con toda la intención de localizar su cepillo dental. No
obstante, fue otra cosa lo que rápidamente llamó su atención.
Con sus ojitos brillantes y sus nervios comenzando a subir por su cuerpo, el castañito
tomó entre sus manos aquel sobre de papel kraft que tenía como firma en la parte
inferior izquierda el nombre de su querido TaeTae.
"Prométeme que no lo leerás hasta que llegues y te instales allá" Recordó las palabras
de su novio, y le fue imposible no emocionarse ni sentirse curioso ante aquel
misterioso texto que había escrito para él su mayor.
Completamente ensimismado, observó el papel por unos cuantos segundos, las yemas
de sus pulgares acariciando la textura con vacilación, antes de soltar un gran suspiro
para animarse a abrirlo y poco después poder leer el contenido, esté siendo
completamente impredecible a lo que Jungkook esperaba encontrar...
                                           (♡)
─Mocoso ¿Te fuiste por la coladera de la taza del baño?──Cuestionó Dak al otro lado
de la puerta mientras daba pequeños golpecitos a esta─ ¡Llevas toda la mañana ahí
dentro!
Silencio.
Dak frunció ligeramente su ceño al mismo tiempo en que una de sus perfectas cejas se
elevaba pronunciadamente en su frente.
Va, probablemente se quedó dormido en la bañera o... tal vez se cayó, se resbaló y
ahora se encuentra inconsciente o incluso muerto en algún lugar.
Mierda.
Okey, listo, iba a romper la perilla o incluso a partir en dos la madera. Jungkook no
contestaba, estaba más que claro que algo le había pasado al menor, así que él estuvo
dispuesto a tirar esa puerta de un golpe. Claro, estuvo a nada de hacerlo hasta que
repentinamente esta misma se abrió con su propio pie.
─Mierda Jungkook ─Gruñó al que salía del cuarto de baño ya bañado y cambiado, con
una toalla en su espalda y su bolso de mano en uno de sus hombros─ ¡¿Por qué no
contestabas?! ¿Sabes que por un momento pensé que te habías muerto o algo?
Dak lo observó, cómo sus ojitos lucían ligeramente brillosos mientras estos se
desviaban inconscientes, y como sus bonitos labios formaban un casi visible mohín al
mismo tiempo en que un leve color rosita se inyectaba en sus dos mejillas.
Jungkook giró a mirarlo por un par de segundos que no duraron mucho, pues desvió
sus ojos una vez se topó con aquellos realmente intensos de su mayor.
Dak chistó, sabía que el contrario mentía, pues su rostro afligido, lo rojizo y brillantes
de sus orbes y la ligera humedad que yacía en ambas mejillas, le delataban una
respuesta negativa.
A Jungkook le pasaba algo, eso estaba más que seguro. Sin embargo, por algunas
razones que involucraban la falta de tacto, comprensión, y forma de cómo tratar a una
persona en aquella situación, incluso si se trataba del castañito, Dakho no quiso
divagar más.
─Okay─Fue lo único que dijo antes de, vacilante, dar la espalda y adentrarse al
húmedo cuarto─Tomaré un baño... estate listo para cuando salga. Muero de hambre.
(♡)
─Yo... n-no─El menor contestó refugiándose detrás de su jugo de naranja mientras Dak
comía su cóctel de frutas y lo miraba.
─ ¿Uhm?
Al soltar eso, las últimas palabras específicamente, el corazón de Dak casi explota al
apreciar como las bonitas mejillas de su acompañante se llenaban de un intenso color
escarlata mientras el brillo en sus ojitos destellaba en mil emociones diferentes.
Fue en ese momento, que DakHo lo sintió, la extraña energía que desde la mañana
había estado portando el menor.
Dak no entendía, el porqué la actitud del castañito había cambiado de ser segura y
eufórica un día antes, a una tan tímida, insegura, tierna pero jodidamente expresiva
desde esta mañana.
¿Será que había recibido noticias que le pusieron así de tímido y sensible? ¿O tal vez
la verdad era que también tenía trastorno de identidad y el que se encontraba frente a
él no era realmente Jungkook sino un introvertido pequeñito con inseguridad para
expresar sus sentimientos?
Ah, nadie lo sabía, pero lo que si podía estar en manos de Dak era cambiar o incluso
jugar con aquella cohibida y tierna actitud del menor.
─¿Si hyung?
Jungkook cuestionó en ojos grandes e inocentes y casi se le sale el alma cuando Dak,
de un segundo a otro, se acercó a él únicamente para comer ese pedacito de sandía
que yacía clavada en el tenedor que se encontraba tan malditamente cerca de su boca.
El castañito no lo vio venir, claro que no, es más pudo jurar que su ser se murió por un
instante y revivió al momento de ver a Dak separarse con una sonrisa triunfal y
arrogante decorando sus labios en tanto masticaba el trozo de la sandía anteriormente
robada.
─¡H-hyung!
Era lo que quería, era todo lo que le gustaba a Dak, ver a un Jungkook completamente
rojito y avergonzado luego de lidiar con una descarada acción por parte suya.
─Lo siento niño. Ese pedazo de sandía a un lado de tu boca lucía realmente delicioso.
No me iba a quedar con las ganas de probarlo...
Y lo siguiente que el mayor observó fue como ese mismo color instalado en las mejillas
de su menor, se extendía sin descaro hasta pintar cada milímetro de su rostro, orejas
e incluso cuello.
Sin pensarlo Dak carcajeó ante la imagen frente a él. Jungkook lucia meramente
adorable, tanto que el de personalidad ruda tuvo que suprimir las ganas que tenia por
ir y apretar con intensidad esos bonitos mofletes atestados en un bello rubor.
─ ¡Hyung!─Por otro lado estaba Jungkook quien no podía dejar de sentir toda parte de
su rostro sumamente caliente─¡N-no te rías!
─¿Por qué no, mocoso? ¡Si vieras la expresión de tu rostro, tú también lo harías!
Jungkook no lo entendía o bueno más bien, si, si lo entendió una vez que elevó su
mirada para ver a su divertido mayor y repentinamente, aquel mismo texto que lo
había estado atormentando desde la mañana, a su mente llegó.
Ah ¡No otra vez! ¿Cómo se suponía que disfrutaría aquel viaje si a cada instante las
benditas palabras de su novio hacían eco dentro de su cabeza? ¿Cómo podría siquiera
girar a mirar a su mayor y hacer de cuenta como si no hubiera leído nada? E ahí el
dilema.
De todas formas, apenas eran las 12 del medio día y el resto de este pintaba para ser
uno realmente largo, grandioso y divertido, o bueno... al menos de esa manera lo
pintaba Dak.
Cruzando los brazos en desacuerdo ante aquello que le había propuesto su mayor, el
de cabellos dorados aceleró su paso hundiendo sus piecitos en la arena mientras
dejaba a Dakho detrás.
─Jungkook─Le llamó, sus labios separándose con indignación al ver al mocoso ese
negar sin ni siquiera voltear─Oh vamos niño, no seas aguafiestas.
¿Quién dijo que el grandísimo Dakho podía aceptar una negativa como respuesta?
1, 2, 3...
Dak sonrió, lo hizo con esa característica sonrisa que delataba la próxima travesura
que estaba a nada de hacer.
Sin pensarlo un minuto más corrió y tomando por sorpresa al menor, Dakho cargó a
este mismo ágilmente cuando llegó hasta él, uno de sus brazos posicionándose detrás
de las rodillas del chico mientras que en el otro hacía descansar la cabeza de este.
Jungkook aferrado al cuello del azabache, solo pudo gritar cuando lo sintió correr y
adentrarse al mar con él entre sus brazos.
─No, no, espe...─Pero sus súplicas fueron interrumpidas justo cuando una ola se les
lanzó encima y les hizo caer.
Una ola más les atacó haciendo que de nueva cuenta que Jungkook volviera a callar y
de nueva cuenta ambos terminaran por caer.
Como pudo, Jungkook se soltó de los brazos de Dak, se puso de pie entre las aguas y
sonriendo como niño pequeño haciendo una inocente travesura, se echó a correr sin
parar dejando a su mayor atrás.
Dak por su parte, se puso de pie un par de segundos después y al darse cuenta del
infantil juego que le había propuesto indirectamente el castañito, sonrió con diversión
antes de echarse a correr justo detrás de él.
─ ¡Ah!
Jungkook pegó un gritito divertido justo cuando Dak lo alcanzó enrollando sus fuertes
brazos en su delgada cintura y elevándolo con toda la intención de que los pies del
menor se despegaran de la arena antes de entrar nuevamente al mar junto a él.
Suplicaba entre risas mientras sus manitas intentaban detener las acciones de su
mayor, quien se enterneció por lo rojito que el rostro del castañito se encontraba.
Chilló y al soltar las "palabras mágicas" por fin pudo respirar cuando Dak dejó de
provocarle carcajadas únicamente para tomarle ambas muñecas y posicionar estas
mismas en los costados de su cabeza.
Y después vino aquello, esa típica escena cliché en toda historia donde Dak le miraba
a los ojos para luego mirar a sus labios con descaro y viceversa. Dos cuestiones
sumamente importantes presentándose en la mente del menor.
¿Cómo podía resistirse ante aquello? y sobre todo ¿Cómo podía dejar simplemente las
palabras de su novio pasar? ¿Cómo podía siquiera no dejarse llevar?
Inconscientemente, el castañito lamió sus belfos, Dak sintiendo con esa simple acción
como su cuerpo vibraba y su corazón simplemente estallaba, mucho más al ver cómo
repentinamente el contrario cerró sus ojitos en espera a que sus labios se estamparan
con los de él.
Quería hacerlo, Dakho quería probar nuevamente el bendito y dulce sabor de los
labios de Jungkook tal y como lo hizo ya hace un tiempo. Quería hacerlo, quería
besarlo en ese momento, en ese instante, en ese lugar... Definitivamente, su corazón
rogaba para que se diera el placer de tomar sus labios ahí una vez más.
Sin embargo, luego de algunos segundos transcurridos no lo hizo, no por que no haya
querido sino porque no pudo hacerlo.
Sonriendo con un poco de decepción al verse a si mismo tan cobarde, Dakho acercó su
rostro al menor únicamente para plantar sus labios con dulzura, justo en el centro de
la frente de este.
─Gané...
Le susurró con lentitud una vez se separó, y sonrió suavemente al ver los
desorientados ojitos del castaño, abrirse con parsimonia frente a los de él.
─¿M-mh?..
Dejando de nueva cuenta un casto beso en la frente contraria, Dakho se puso de pie, y
extendiendo su brazo después en dirección a donde el castañito había quedado
acostado, añadió.
-
-
-
Afternoon.
Los ojitos del menor lucieron suplicantes una vez giró a mirar a Dak, este
deteniéndose de golpe para evitar estrellar su cuerpo contra el temeroso castañito.
Lo cierto es que, gracias a aquel folleto que vio en el aparador de una de las cabañas,
Dak había tenido la grandiosa idea de visitar la tan conocida extreme sport área de la
isla y probar aquella atracción principal que prometía dejarles con la adrenalina por
los siguientes días que les quedaran de vida.
─Hyung...
El castañito no pudo decir nada, no cuando todo en él se nubló al momento en que una
de sus manos fue dulcemente tomada y entrelazada por otra grande fuerte y de dedos
largos, perteneciente a su mayor.
─Somos dos─Avisó Dak al chico que se encontraba como encargado de las cuerdas y
arneses.
─Primero los niños─Dak comentó con burla, haciendo ademan para que Jungkook
avanzara primero. Sin embargo, este se encontraba demasiado sumergido en el sentir
de sus piernas temblorosas que no tomó el significado completo de aquel comentario,
por el contrario, avanzó sin rechistar.
Todo ocurría en cámara lenta para el menor, no sabía si era el miedo que ya lo había
consumido por completo, o si era el efecto de la adrenalina anticipada que ya se
encontraba corriendo por cada vena de su ser, pero realmente estaba viendo todo sin
prestar atención.
Ahora Jungkook, sin saberlo, estaba siendo preparado con otro tipo de arnés diferente
a los que usaban para el bungee, pero estaba tan sumido en el latido de su alterado
corazón que en ningún momento prestó atención a lo que le hacían, no hasta que una
mano volvió a aterrizar en la suya y una ronca voz comenzó a susurrarle por detrás.
De nueva cuenta caminaron, Jungkook siendo guiado dulcemente por el toque de Dak,
quien, a pesar de estar caminando, en ningún momento dejó de mirar hacia él.
─Hyung, tengo miedo...─Al fin se atrevió a decir una vez que se detuvieron. Dak
elevando una de sus cejas.
Al escucharlo, el mayor frunció sus labios antes de girarse por completo a él y poder
mirarlo fijamente.
─Pero hyung...
No quería hacerlo, pero algo, un halo de completa seguridad incrustado en los ojos de
Woo DakHo, le hicieron asentir.
─D-de acuerdo...
─Claro, ¿O qué? ¿Pensabas que no veía tu cara de niño miedoso siempre que
mencionaba la palabra bungee?
─ ¡Y-yha!
Jungkook vio el rostro de Dak por una fracción de segundo, antes de llevar su mirada
a la atracción que se encontraba detrás de este.
─ ¡Calla!─Dak expresó de repente fulminando con los ojos a aquel que iba a hablar
demás─Él solo te preguntó por los metros recorridos. ¿No ves que le tiene miedo a las
alturas?
Y la simple mención de aquello hizo a Jungkook pegar un pequeño saltito, a la vez que
sus ojitos se iluminaban por tal buena noticia.
─Claro.
─ ¡Ah! ¿Oíste eso hyung? Podemos...─Pero calló sus repentinas emociones al segundo
de girar a mirar a Dak.
─Pues ya que. No me dejas otra opción. Ni modo que nos regresemos al hotel cuando
ya llegamos hasta aquí.
Jungkook sonrió con ilusión, y Dak tuvo que poner todo de sí para ocultar la inmensa
felicidad que toda aquella situación producía en su interior.
El encargado hizo una señal a otros dos hombres para que guiaran a los chicos al
punto de salida, el cual consistía de una cuerda doble partiendo del lugar donde se
encontraban y terminando en otra montaña que se yacía al otro extremo de un gran
acantilado, justo a 580 metros de distancia.
─ ¿Quién va adelante?
─Él...
─ ¡Pero hyung!
─Ni modo niño. Si quieres mi compañía, tendrás que conformarte yendo adelante
─Pero...
─Adelante chico─Uno de los hombres tomó a Jungkook y sin esperar un segundo más,
pues realmente estaban deteniendo la fila, checó los arneses que colgaban de las
cuerdas del menor para luego enganchar estos mismos a otros exactamente iguales
que se encontraban en el cable que daba al otro extremo del acantilado.
─H-hyung...
─Ya voy, ya voy─Contestó el mencionado al ver a su menor con ojitos suplicantes para
que fuera a su lado. Ahora fue el turno para Dak de ser enganchado y asegurado en un
segundo arnés que yacía justo detrás del de Jungkook.
Sin dudarlo, y una vez ambos estuvieron sentados y a punto de ser empujados, Dak
elevó uno de sus brazos y lo envolvió en la cintura de aquel que se encontraba
enfrente, como dejando en claro con esa acción que no iba a dejar que nada malo le
pasará. Al instante, Jungkook solo pudo abrir sus ojitos a la par y recibiendo
tímidamente el contacto, de inmediato llevó una de sus manitas al fuerte antebrazo
del mayor para así poder aferrarse con toda seguridad en él.
E ahí la repuesta a su dilema. E ahí la respuesta de las dudas que había dejado en su
cabeza aquella carta.
Jungkook cerró los ojos con fuerza y sintiendo estos mismos picar gracias a tal
revelación, lo único que logró hacer fue apretar su mano en la piel del pelinegro justo
al sentir como ambos eran empujados y deslizados por aquel doble cable que daba al
vacío. Tanto él como el mayor soltando un eufórico grito tan atestado de adrenalina.
El castañito por su parte seguía con su corazón a nada de explotar, sus mofletes
tiernamente rojos y sus ojitos iluminándose en exceso gracias a las ligeras capitas de
lágrimas que desde hace segundos se habían instalado en ellos.
                                      •> ♡ <•
                           ¿Cómo se encuentran hasta aquí?
Espero en verdad que bien por que viene la parte del "nudo" de la historia jeje
    Ya sé que es muy pronto para eso, pero como es una historia cortita me gustaría
       hacerlo aquí para que así los últimos capítulos se disfruten mucho más. :D
                                      ILYSMB<3
                            3.1 Pool Party
Quería llorar.
Su nariz picaba, sus labios temblaban y estaba seguro que la repentina fuerza de su
mano haría quebrar aquella copa de vidrio que entre sus dedos sostenía.
─Jungkook... ¿se encuentra bien?─ escuchó decir a aquel castaño que hace poco lo
acompañaba, pero lo único en lo que él se podía enfocar era en la irritante manera en
la que esa chica se pegaba mucho más a Dak.
Estaba temblando, todo su cuerpo temblaba de ansias por correr hacia la ajetreada
pista de baile y despegar a aquella morena que prácticamente se resbalaba en el
cuerpo de SU hyung.
Pero las palabras del chico castaño se fueron apagando de a poco, pues al llevar su
mirada nuevamente a aquella zona donde Jungkook miraba, le fue prácticamente
imposible seguir el hilo de conversación al presenciar la escena que frente a ellos se
plantó.
Con su mano derecha completamente aferrada a la bebida, elevó esta misma y sin
pensarlo más tomó su contenido de un solo trago antes de depositar la copa vacía en
la barra y soltar:
3rd July
Morning.
.
La suavidad de las sábanas blancas acariciando su piel.
En su sueños la bendita imagen de ese maravilloso día anterior, ese donde compartía
un inolvidable paseo en tirolesa con una de las personas más importantes de toda su
vida, repitiéndose sin cesar una y otra vez al mismo tiempo en que esa característica
emoción que le invadió desde que tomó la decisión de si dejarse llevar, aparecía sin
avisar y se colaba en cada gota de sangre que bombeaba su corazón.
Suspiró. Si, entre profundos y placenteros sueños, el menor dejó escapar un ligero y
audible suspiro lleno de afección.
No quería despertar, pues deseaba seguir sumido en aquel dulce momento donde Dak
lo rodeaba y protegía con sus brazos mientras ambos veían el hipnotizante panorama
del mar bajó sus cuerpos; No, no quería despertar, pues anhelaba con todo su ser
seguir sintiendo aquella perfecta calidez perteneciente al alter rudo estando tan
cerquita de su alma.
No obstante, todo deseo de seguir sumergido en aquel sueño se vio por completo
desvanecido, al igual que aquella magnífica sensación, al momento en el que
repentinamente algo o más bien, una almohada golpeó con ligera fuerza alguna parte
de su cuerpo.
Auch.
1, 2, 3... Jungkook necesitó ese tiempo para darse cuenta de lo que realmente estaba
ocurriendo.
Oh.
Y sonriendo un poco airoso debido a la tímida atención, tomó una toalla seca de una
de las blancas repisas para luego aventarla en dirección al sonrojado chico recién
levantado.
─Ya, mejor apúrate y deja de babear. Tenemos que desayunar antes de ir a la playa.
Así que no pierdas más tiempo y ve a tomar una ducha.
Jungkook asintió despacio y haciendo caso a dicha sugerencia, dirigió sus pasos al
cuarto de baño. Al otro lado de la habitación, un par de oscuros y profundos ojos en
ningún momento dejando de prestarle atención.
Dak miró cada movimiento del menor con una media sonrisa posada en su rostro y sus
manos secando con la toalla sus húmedos cabellos. No fue hasta que la puerta de
madera del baño se cerró que, sin poder evitarlo, la esquinita derecha de los labios del
mayor bajó ligeramente al mismo tiempo en el que aquella fastidiosa opresión en su
pecho se volvía a extender.
─Pff...─Bufó aprisionando su labio inferior entre sus dientes al mismo tiempo en el que
sentía su nariz picar.
Infantil... pensó poco después de releer el contenido del papel para luego, sin dudarlo,
arrugar esto mismo justo cuando su vista nublada terminó en aquella repetitiva frase
que en ese momento, tanto odio.
Sin querer pensar mucho en aquel malestar causado en su pecho por dicho contenido
escrito, el de personalidad ruda simplemente se limitó a cerrar sus ojos con fuerza,
tragar duro el nudo que se había formado en su garganta para posteriormente botar el
papel en el cesto que le quedaba más cercano. Su mente formando la pregunta más
importante de toda su existencia:
¿Ceder o no ceder?
(♡)
¿Qué había ocurrido? ¿Había hecho algo mal? De no ser así... ¿Por qué Jungkook
sentía un pequeñito desdén por parte de Dak hacía su persona?
─Uhg, no lo sé, yo... te noto algo distraído y d-distante─Señaló, sus ojitos luciendo
acuosos, sumamente brillosos─Hyung acaso ¿Hice algo malo? ¿Dije algo fuera de
lugar?
Con su mirada traspasando la de Jungkook, Dak dejó el folleto a un lado al igual que
su limonada y respondió poco después de suspirar.
─Es algo mío, niño─Fue lo único que susurró─ Tienes razón. Estoy un poco irritado y
distraído, pero no es por algo que tú hayas hecho mal.
─ ¿Seguro hyung?
─O-oh yo... sí─Habló sin saber muy bien que hacer─La comida es muy buena y la
cabaña es muy cómoda. Muchas gracias por preguntar.
En ese momento, Jungkook tuvo que bajar la mirada cuando el chico que les ayudó a
cargar el equipaje el primer día, sonrió. Este, al reparar en la notoria timidez del
contrario, se dispuso a soltar pequeñas y ligeras carcajadas antes de volver a llamar la
atención del de apellido Jeon.
─Si, ¡comienza en un par de horas! Se pone realmente divertida, así que... si decide ir,
realmente pasará un buen rato.
No lo creo, no me gustan mucho las fiestas, quiso informar Jungkook pero antes de
que pudiera imaginar esa respuesta siquiera, una tercera persona ya se encontraba
arribando a la pequeña conversación que había mantenido con el desconocido por un
par de minutos.
─ ¿A si? Pues que se vaya a ser amable a otro lado. Hay muchas mesas en este lugar.
Y encogiendo sus hombros sin apuro alguno, Dak, un tanto fastidiado, volvió a
sumergirse en la "lectura" de aquel folleto de actividades y lugares. Su actitud otra
vez irradiando ese ligero desdén hacía el menor.
En serio, ¿Qué es lo que había pasado? ¿Por qué Dak seguía comportándose de esa
manera? Jungkook trató de pensar, escarbar en su mente para poder encontrar algo
que haya puesto de aquella manera al mayor, sin embargo, no encontró nada.
¿Habrá sido porque se levantó tarde? O tal vez porque el día de ayer Dak le dio a
entender que quería dormir con él pero el menor, demasiado tímido ante aquella
propuesta indirecta, sólo se había limitado a fingir no haberlo escuchado.
Bien sea lo que sea que haya hecho, ahora Jungkook tenía que encontrar una manera
de subir los ánimos del mayor. Rápidamente, un foquito imaginario sobre su cabeza se
encendió.
─Oh, Hyung─Susurró vacilante al cabo de segundos─Habrá una fiesta por parte del
hotel en una de las albercas que está cerca de la playa.
─ ¿Una fiesta?
Quería irse, ¿Qué es lo que hacía ahí? ¿Por qué él mismo había propuesto ir? ¿Por qué
no pensó que esa noche sería completamente diferente a eso que él tenía en mente?
El ambiente era espectacular, sí; las luces neón andando por doquier, el agua de la
piscina maquillada de azul, la barra de bebidas atestada de alcohol, el Dj mezclando
distintas tonalidades de música electrónica que iban de lo tranquilo a lo "elevado" y
aquella multitud de gente que bailaba y se divertía dentro y fuera del agua mientras
jugaban y reían entre sí.
Tal y como lo habían dicho, esa fiesta era realmente algo "espectacular". Una noche
tan difícil de olvidar para todos los demás, salvo para él.
Jungkook suspiró, él no era mucho de fiestas y mucho menos de esas de tal magnitud
donde lo único que le importaba a todo el mundo era beber, bailar y volver a beber
hasta dejar la conciencia en manos del alcohol.
Jungkook no era así, ¡ni siquiera le gustaba tomar! y mucho menos bailar tan
"drogadamente" como lo hacían las personas de ahí. A él le gustaba bailar, si, pero no
de aquella manera tan descarada. La única razón por la que había propuesto ir a esa
"poolparty", había sido por Dak y por las, ahora nulas, esperanzas que tenía por qué
este pasara una tarde-noche en compañía de él. No obstante lo que menos se esperó
fue que pasara todo lo contrario a eso.
Una vez llegaron al lugar Dak, comletmamente maravillado, fue directo a la barra de
alcohol y de golpe tomó una de esas tantas bebidas que se exhibían. Poco después, el
alter rudo comenzó a "disfrutar" la tarde. Cada tanto le decía a Jungkook que debía
tomar también, que debía relajarse e incluso quitar su camisa al igual que él para
cuando llegara el momento de meterse al agua.
Sin embargo, aquella mala experiencia con el alcohol no había sido lo peor de la
noche, sino eso que ocurrió poco después:
Dos chicas, si, de esas típicas larguiruchas en mini bikini, habían llegado al aislado
lugar donde ambos se encontraban con toda la intención de iniciar una "amistosa"
conversación.
El inicio había consistido en un simple saludo de ambas hacia ellos, saludo que pasó a
un fastidioso "tomemos un trago" y que persistió hasta convertirse en un convivio
eterno y en un descarado intento de insinuaciones y coqueteos de una de ellas
dirigidos especialmente a Dak.
Ah, era tan irritante. Tanto que en verdad deseó haberse arrepentido de su decisión.
Joder.
Todo él se sentía realmente mal. Toda esa noche había terminado en un simple
fracaso, y no solo eso, sino que el día entero se había perdido. Cerrando los ojos con
un poco de frustración, lo único que el menor hizo fue girar su cuerpo y recargar sus
brazos en un barandal que se encontraba en el lugar.
─Y... usted ¿no se quita la camisa?─Otra vez y por segunda vez en el día, esa repentina
voz familiar─Hola.
─Oh, hola─Correspondió el saludo, irguiendo su cuerpo para quedar frente a aquel que
por poco no reconoce gracias a la falta de aquel distintivo uniforme rojo─Yo... no. No
me gusta tanto andar sin camisa por ahí...
Lo notó, sí, lo que notó el recién llegado más allá de esa respuesta, fue el semblante
tan afligido y apagado que decoraba el rostro del contrario.
─ ¿Qué pasa? ¿No se está divirtiendo?─Preguntó pero no tuvo que escuchar una
respuesta al ver cuando los ojos del chico cayeron en aquella dirección en donde
bailaba ese chico gruñón de cabellos oscuros, que sabía, era su acompañante en el
viaje.─Ah, ya veo.
Al escucharlo, Jungkook bajó su mirada, sus ojos queriendo escocer por un mínimo
segundo
─Algo así.
─Ah, pues tal vez le gusten los días sin mucho movimiento pero, ya que está de
vacaciones... ¿no cree que debería hacer una excepción? Digo, intentar divertirse
haciendo algo que normalmente no hace. Ya sabe "salir de la rutina" Siempre es algo
que se debe disfrutar.
─ ¿Uhm?
─Oh bueno, no recuerdo exactamente cuál era pero el sabor estaba...─Haciendo una
adorable muequita con su nariz, terminó─ Muy amargo.
─Bueno, eso es porque tal vez tomó un "Skylon". Esa es de las más fuertes que se
están sirviendo esta noche.
─ ¿E-en serio?
Jungkook escuchó al de nombre Yugyeom expresar, antes de verlo recibir una copa
alargada en forma de triángulo por parte de aquel de cabellos cenizos.
Y fue ahí cuando, por segunda vez en la noche, Jungkook escupió aquello que apenas y
había tocado el interior de su boca.
─ ¡Ah! P-perdona, yo no sabía que tú, digo que u-usted era ¡Ah! y a-ahora, está todo...
ugh, ¡perdone!
─No importa, no me llegó mucho. Aparte fácilmente se secará. Por favor, olvídelo.
Un tanto apenado y con sus mejillas invadidas de un bonito rubor, el menor bajó su
mirada y asintió. No obstante, es ligera calma que le había llegado desde que empezó
a hablar con el contrario, rápidamente se desvaneció al llevar sus ojos hacía la pista
de baile y presenciar aquella imagen donde la pelirroja que antes solamente bailaba
con Dak, ahora estaba frotando su cuerpo descaradamente contra el de este mismo.
Las pieles desnudas de sus torsos rozándose sin vergüenza.
Pero sus propias palabras se apagaron después de llevar sus ojos nuevamente a
aquella zona donde Jungkook miraba, y presenciar el momento exacto en el que la
chica resbalosa, aprovechando la situación, tomó del cuello al pelinegro y sin pensarlo
más, hizo estampar sus labios con los de él.
Oh no...
─Jungkook─Le volvió a llamar, pero a ese punto de la situación toda razón del
mencionado ya se había nublado. Y él lo sabía─Jungkook por favor, cálmese. Mire
mejor acompáñame, vamos a tomar un poco de aire.
Sugirió al pensar que el contrario podía desplomarse y echarse a llorar debido a tal
escena presenciada. Sin embargo, lo que nunca imaginó fue lo siguiente que ocurrió.
Con sus ojos abiertos de par en par, el dueño del lugar vio como su huésped, con su
mano derecha completamente aferrada a la bebida, elevaba esta misma para luego
tomar hasta la última gota del contenido en un solo trago.
Pero en lugar de contestar a la pregunta formulada por aquel chico que lo había
estado acompañando los últimos 10 minutos, lo que hizo Jungkook fue girar su cuerpo
por competo hasta que pudo quedar frente a la barra.
Así que, el calor del ambiente y el alcohol en ocasiones hacían a las personas ponerse
un poco cariñosas ¿eh? Bueno... ya lo veremos.
Jungkook no planeaba hacer una escena típica de celos donde lo único que haría era
perder su dignidad, no, él tenía un plan, un perfecto objetivo que era mucho mejor de
lo que todos imaginaban... o al menos eso fue lo que él mismo creyó.
-
 Guys, como mañana salgo de vacaciones al igual que estos chicos (sp emocionada) no
iba a poder actualizar, so lo dejé hoy. Espero lo disfruten xp y perdón x dejarlos con el
                               pendiente hasta el viernes.
Ojo: En este Minific, nuestro queridísimo Yugy es 4 años mayor que koo ❤
                                          ILY.
              3.2 Los efectos del alcohol
Early morning.
La fiesta se había salido de control para él poco después de que aquella ardiente
pelirroja lo besara y en su mente solo apareciera la imagen de esa bonita sonrisita de
niño pequeño perteneciente a Jeon. Definitivamente, se sentía del asco, el efecto del
alcohol estaba a nada de acorralarlo y esa irritación y culpabilidad por haber perdido
de vista al dueño de dicha sonrisa, le estaban atacando.
Tal vez se aburrió y regresó a la cabaña, por fin pensó y estuvo a nada de creerle a esa
idea y llevar sus pasos con dirección a su habitación, hasta que algo, o más bien un
alboroto que daba lugar a unos cuantos metros donde él se encontraba, llamó su
atención.
Se trataba de un montón de gente, una multitud de chicos y chicas que rodeaban gran
parte de la barra de bebidas, estos gritando eufóricamente mientras disfrutaban de la
competencia de alcohol que un chico de cabellos rubios estaba haciendo contra ese
loco que bailaba sobre la barra de bebidas y... que mierda.
─ ¿Ju-Jungkook?
En la barra libre yacían 15, si no es que más de 20 copas de bebidas ya vacías. Frente
a él, el desconocido rubio tomaba sin parar lo que al parecer era vino, ¿O un Skylon?
mientras que el castañito, sin camisa y con sus bonitos cabellos totalmente
alborotados, bailaba torpemente sobre un espacio vacío de la barra libre mientras que
con una mano alentaba a la multitud para que esta vociferara su nombre y con la otra
tomaba ese último sorbo que le quedaba de licor.
No puede ser...
La multitud comenzó a gritar y a festejar una vez Jungkook terminó su bebida para
luego tomar otra más y empezar a mover su cuerpo con más sensualidad. Si, los
movimientos del chico eran lentos, sexis, marcados y perfectamente coordinados al
ritmo de la música. Más de una persona que se encontraba admirando tremendo
espectáculo, extendía su brazo para tocar especialmente las pantorrillas e incluso un
poco más arriba de las piernas del menor.
─Mierda ¡escuincle!
El mencionado, quien mantenía la llama del alcohol más que encendida en su sistema,
llevó sus grandes ojos por todo alrededor del lugar para luego intentar localizar al
dueño de esa perfecta voz que le llamaba, sus pupilas inyectándose de un brillo
inigualable al encontrarlo.
─ ¡Hyung!
Chilló aventando prácticamente la copa de alcohol que había tomado hace segundos,
para después correr y lanzarse como koala a los brazos de aquel chico gruñón que
tanto adoraba. Dak completamente estupefacto, tomando fuertemente el cuerpecito
que había caído sobre él.
─Carajo, ¿Cuántas copas fue que tomaste para que terminaras de esta manera?
No era una pregunta para el castaño era una pregunta para él mismo, pues el
contrario, gracias a las carcajadas que comenzó a soltar, estaba lejos de prestarle
atención.
Rió aún más fuerte y Dakho, actuando rápidamente, tuvo que sostenerlo con fuerza
para no dejarlo caer. Fue ahí, al tocar su desnuda y suave piel, que no pudo evitar
posar sus ojos en el muy perfecto y formado torso que el castañito se cargaba.
Pero en lugar de decir en voz alta sus pensamientos Dak se golpeó mentalmente
cuando, al llevar sus ojos al lugar donde el castañito señalaba, vio dicha prenda
flotando gloriosa sobre el agua azul de la piscina.
Sin decir nada más, Dak rodó sus ojos al mismo tiempo que bufaba superado, y
tomando la mano de aquel que se había echado a reír una vez más, comenzó a llevar
sus pasos y los del contrario fuera del lugar.
─ ¿Qué?
—No hyung, la noche es joven ¡Al igual que yo!─Carcajeó─ ¡Nunca nada evitará que
me baje de aquí! Hip. Ni la fuerza más poderosa del planeta tierra podrá hacer que yo
me...
—Kookie...
Dak a unos cuantos metros, rechinando su mandíbula con fuerza y cruzando los brazos
sobre su pecho al darse cuenta en los brazos de quien había ido a parar el menor.
─Fui a traerte una camisa Kookie, ya que la tuya terminó en el agua...Ven aquí, deja te
ayudo a ponértela.
Sin embargo, antes de que el dueño del lugar pudiera siquiera ponerle una mano
encima al castañito, una profunda voz gruñendo a sus espaldas, le interrumpió
Yugyeom rápidamente se paralizó y quiso hablar para dar una explicación cuando vio
la fuerte y pálida mano del pelinegro tomar aquel antebrazo del castañito que rodeaba
su cuello.
Sin rechistar, el mencionado se dejó arrastrar por Dak y una vez estando fuera de la
pista de baile, y sobre todo, lejos del disperso gentío, Jungkook no dudó para nada en
abrazarlo pero esta vez aferrándose por completo en su cintura.
—¡Jungkook!
—No mocoso ¿Ya te diste cuenta como andas? No te dejaré volver en este estado, ya
te dije.
─ ¿Qué? claro que no. Son las tres de la mañana y tienes que dormir.
─Pero hyung...
Ajá.
Dak miró a Jungkook y como este corría descalzo sobre la arena. Su perfecta piel
destacando bajo la penumbra de la noche y su bonito rostro brillando ante el
resplandor del cielo lleno de estrellas.
─ ¿Pero qué?-
─Si, allá─Y Dak quiso carcajear cuando el menor señaló una gran y oscura roca
localizada en medio del océano en lugar de aquel animal acuático que el menor juraba
ver.
─ ¡Que no!
—Pero hyung, si estuviera mal no te estuviera viendo justo como te veo ahora.
Y Dak se atragantó con su propia saliva justo al escuchar las palabras del contrario.
—Y-yah...
—Es verdad hyung. ¡Estas ardiendo! Tanto que quisiera pegarme y calentarme en ti...
Si Jungkook estaba sonrojado debido al efecto del alcohol, el rostro de Dak le hizo
competencia, pues debido a esas repentinas palabras, su corazón comenzó a bombear
sangre de forma exagerada causando que a su vez esta misma viajara directo a sus
mejillas.
Los minutos pasaron. El menor aún carcajeando y alegando que las olas le querían
comer los pies, pues cada que se acercaba a ellas, estas repentinamente "corrían" y le
perseguían. Dak, observándolo de lejos reía cada tanto por las ocurrencias y modos
tan tiernos que el menor tenía al estar bajo los efectos del alcohol.
─No me quiero ir. La noche está muy bonita. Siempre he querido pasar todo una
noche frente a la playa ¿tú no?─Sin dejar a su hyung contestar, prosiguió─Aparte, no
quiero caminar. Estoy muy cansado.
─Ah ¿Ahora si estas cansado?─Dak, yendo hasta donde él, bufó y después de ver al
menor asentir, algo dudoso continuó─ ¿Si te cargo hasta la cabaña... te irás a dormir
ya?
─S-si hyung.
─Bueno, andando...
(♡)
Jungkook había salido del cuarto de baño al cabo de unos minutos, algo mareado, pues
a pesar de que el alcohol en su sistema había disminuido con el agua tibia, esta no
había hecho desaparecer sus efectos por completo.
En ese momento, en lo único que pensaba el mayor era en enredarse con las sabanas
blancas y dormir, sin embargo, todos sus pensamientos, junto con sus sentidos, se
habían ido directo al carajo cuando al salir del baño, se había encontrado a aquel
castañito de cabellos húmidos y torso descubierto sobre su cama mientras que en una
de sus manos descansaba aquella botella de tequila que les había sido obsequiada
como cortesía del hotel.
─J-Jungkook
─Hy-hip-hyung...
¿Cómo era posible? ¿Cómo carajo era normal que una sola imagen podía hacerle
sentir ternura y deseo a la vez?
Jungkook lo miró, sus ojos grandes resplandeciendo gracias al reflejo del lucero de la
noche y sus rojos labios completamente húmedos debido al líquido que recién se
encontraba tomando.
Dak, soltando un gran suspiró y desafiando a su acelerado corazón, acercó sus pasos
hasta él.
─ ¿Qué? no.
─Jungkook...
─ ¡Hyung!
─Bésame.
Deteniendo su reprendo con brusquedad al escuchar esa palabras, Dak tuvo que
recordar como respirar mientras sus ojos se abrían como plato y sus orejas ardían
como el mismísimo infierno.
Y lo que menos se espero el mayor fue que el castañito, dejando a un lado la botella de
alcohol, elevara su propio cuerpo y sin pensarlo, enredara su cuello con sus formados
brazos antes de estampar sus labios torpemente con los de él.
No hubo palabras suficientes para describir la tremenda sorpresa que se llevó Dak. Él,
una persona al que le volvía loco la iniciativa e insinuaciones, sobre todo en el sexo.
Un chico lleno de sexualidad, ganas de follar; alguien que no le temía en lo absoluto a
los impulsos previos de una noche de pasión, se encontraba totalmente paralizado
justo en aquel instante.
Jungkook por su parte, a pesar de que estaba pendejamente ebrio, se veía a sí mismo
tan decidido, tan jodidamente deseoso e incluso necesitado. Él se había propuesto un
objetivo, justo después de leer aquella carta y sobre todo justo después de ver a
aquella chica resbalosa besar a Dak, se había formado un plan y ese dichoso plan si o
si lo tenía que cumplir.
─H-yung-hip
─Pero hyung
Yo en verdad quiero que me mires como miras a esas chicas que se lanzan a ti.
─Jungkook...
─ ¡Te amo mucho, hyung!─Sus labios temblaban, sus manos ansiosas rogando para
que su mayor se acercara a él─Dak hyung... quiero que me toques, p-porfavor. Quiero
que me beses y me mires solo a mí.
─ ¡Hey...!
─Basta Jungkook, ¡No!─Al escucharlo, el castañito lo miró con ojos grandes, estos
completamente atestados de lágrimas que estaban deseando locamente por
salir─Escúchame niño, no podemos hacer esto... no debemos hacernos esto.
─Pero hyung yo quiero tocarte. Quiero besarte. Q-quiero que tú me beses y me toques
t-también hip.
─Da-hip-k...─Le llamó volviendo a hipar, sus afligidos ojitos por fin soltando una
pequeña lágrima que rodó por su sonrojada mejilla izquierda.
─L-lo lamento tanto escuincle─Susurró aún sin verlo, sus pasos caminando lentamente
hacia atrás antes de añadir.M—C-creo que lo mejor será que vaya a dormir al sillón, tú
deberías dormir también.
—H-yung...
—Descansa mocoso.
July 4 th
Morning.
❝...Espero que en verdad tomes con la mente abierta estas palabras y veas más allá de
su significado, así como espero que a partir de hoy, aquellos días que vengan sean de
entera felicidad.
Jungkook mordió su labio inferior al terminar de releer por enésima vez la carta que
descansaba entre sus manos. Todo su ser sintiéndose un poquitito endeble ante el
verdadero significado del contexto de las palabras que le había escrito su mayor, pero
sobre todo, ante ese mal sabor de boca y opresión en el pecho que le invadía siempre
que el recuerdo de la noche anterior le atacaba y le hacía ver que no iba a poder hacer
caso a aquellas palabras y mucho menos hacer realidad aquella petición.
Soltando un suspiro notablemente largo, cerró sus ojos, contó hasta cinco lentamente
y sin pensarlo más partió en dos y luego en tres dicho pliego de papel antes de botarlo
con pesar en el cesto de basura. El verdadero dolor esparciéndose en su corazón poco
después.
Los rayos solares que traspasaban el enorme cristal que se encontraba como techo
sobre él, fueron los que le hicieron despertar. Gruñendo para sí mismo, elevó su
cuerpo aún con los ojos cerrados y quiso maldecir en mil idiomas diferentes justo
cuando una punzada en su cabeza le atacó.
Resaca de mierda.
Con pesar abrió sus párpados, su vista borrosa debido al recién despertar andando
interrogante y adormilada alrededor del lugar. La estancia, ahí era donde se
encontraba. Fue entonces que lo recordó.
Joder.
Doble joder.
Apresurando sus movimientos, se puso de pie y con sus pies descalzos llevó sus pasos
con dirección a la única habitación que portaba la cabaña, su sorpresa siendo grande
al ver ambas camas perfectamente dobladas.
─ ¿Jungkook?
─Mocoso...
Volvió a vociferar, pero esta vez llevando sus pies hacia el cuarto de baño. Abrió la
puerta de este mismo y nada.
Joder, ¿Qué había hecho? ¿Cómo se le había ocurrido dejar solo al menor la noche
anterior? ¿En serio tenía que haber llegado a ese extremo?
A pasos vacilantes se acercó, inclinó su cuerpo y sin cuidado tomó aquellos retazos de
papel que yacían en la basura.
Como pudo juntó las partes separadas, estas quedando extendidas sobre el frío
mármol del lavamanos. Al cabo de un par de movimientos y unos minutos después, el
mayor mordió su labio inferior fuertemente, cuando el trabajo quedó hecho y al final
pudo terminar de leer el contenido.
Era una carta de Taehyung. Otra carta de Taehyung, pero esa, a diferencia de la que
encontró en su maleta el día de ayer no había sido escrita para él, sino para aquel
pequeño de hermosa cabellera color oro.
Joder Taehyung, ¿En serio? ¿Tanto era tu esmero por hacer sentir realmente
confundidos a aquellos chicos?
Luego de leer y releer las palabras plasmadas en aquella hoja de papel, el mayor de
hebras oscuras, con sus labios ligeramente apretados y sus sentimientos totalmente
endebles, guardó los retazos de esta misma en el fondo del bolsillo de su pantalón. Sus
ojos comenzando a cristalizar y su pecho a pesar al momento de, por fin, aceptar y
tomar aquellos ansiosos deseos y peticiones escritos por su host.
─De acuerdo, idiota─Susurró entre ligeros temblores llenos de frustración ─Si tanto lo
insistes, haré todo lo que mi corazón pida...Haré eso que había estando intentando
evitar por respeto a ti.
Posando sus ojos en el espejo frente a él, sonrió; Lo hizo sin gracia, con vacilación
pero sobre todo con total sinceridad, antes de hacer su expresión brillar al solo pensar
en esas próximas palabras que estaba por soltar.
—Pero eso si Kim, después del paso de estos días, no quiero que vayas a andar
llorando cuando me niegue a darte el rol principal solo porque decidí pasar el resto de
mi vida con el mocoso ese...
(♡)
9:38 am.
El sonido de las olas le hacían relajar; el olor del mar a agua salada, el sentir de la
arena bajo el tacto de su cuerpo, los delicados rayos del sol mañanero acariciando
suavemente su piel, Jungkook no podía pedir nada más.
Era cierto lo que decían: Estar sentado frente al mar realmente era la mejor sesión
terapéutica que pudiera existir.
Ah, todo estaba yendo bien para él. Todos sus pensamientos y sentidos visuales se
habían focalizado solamente en eso que le hacía bien como lo era el bonito color
turquesa del agua y el hecho de que se encontraba sentado frente al mar.
Todo bien, todo perfecto hasta que su sentido auditivo, ese que se había enfocado en
la relajante melodía de las olas chocando en la orilla de la arena, percibió el glorioso
sonido de esa hermosa voz, si, esa perfecta y profunda que hacía su corazón palpitar
perteneciente al culpable de que por la mañana hubiera tenido un torturante lio
mental.
Tuvo el impulso de irse. Los músculos de las piernas del castañito tuvieron ese
impulso de moverse para hacerlo levantar y caminar de regreso en la cabaña justo al
momento de sentir a Dakho sentarse junto a él. No obstante, la pálida mano de este
mismo, le hizo detener.
─ ¡Hey!─Expresó al ver su intención─ ¿Qué haces? ¿Me vas a evitar?─Pero lo único que
recibió fue silencio por su parte─Jungkook, te estoy hablando. Mírame.
─Niño.
De nueva cuenta Dak no lo esperó, que su corazón se sintiera tan culpable y tan
tocado al escuchar la rota voz de su menor, no lo esperó. Dudando en como preguntar
lo siguiente, luego de unos segundos, habló.
Y el de personalidad ruda, ese que alguna vez en el pasado juró tener corazón de
acero y sentimientos inexistentes, se sintió realmente desmoronar al momento en que
el contrario elevó su mirada y vio sus ojitos tan bonitos y resplandecientes de brillo,
llenos de lágrimas y aflicción al igual que la noche anterior.
─ ¿Qué? no...
─Lo soy, Dakho hyung. Soy la persona más lamentable de todo el planeta tierra. ¡Lo
que hice no tiene palabras! fue algo realmente vergonzoso y tan...─Volvió a callar de
golpe, sus bonitos ojos destellando el halo de esa pena que Dak había estado evitando
querer mirar─ Lo siento. Por lanzarme a ti, por decirte que te amaba, p-por besarte,
por... por hacerte esa, uhg, esa propuesta... perdóname hyung.
─ ¡Pero hyung!
─ ¡A ver!─Expresó con unas enormes ganas por que el menor dejara de decir que lo
sentía. Posicionándose frente a él y tomándolo por ambas mejillas, le obligó a sus
brillantes ojos mirarlo─ ¿Te arrepientes?
─ ¿U-ugh?
El castañito solo le miró directamente, mientras sus labios como sus pupilas
temblaban de lo que al parecer era ligera frustración y sus pensamientos recordaban
todo lo que había sucedido la madrugada anterior.
─E-es humillante, hyung─Por fin habló─Que me pidas que responda a eso es tan
humillante.
Y ante el significado de sus propias palabras, Jungkook desvió la mirada para dejar de
ver al mayor, mientras este lo único que deseaba era ya no seguir viendo la expresión
del castañito tan afligida.
─ Me siento tan avergonzado─Continuó─Yo...Yo en verdad estoy tan apenado por el
cómo me comporté la madrugada de ayer. Debí de verme como un tonto ¿no? Un tonto
desesperado que anhelaba un... un solo toque tuyo─Suspiró, sus pulgares jugando
entre sí mientras sus brillantes ojos los veían.
─Jungkook...
─Pero si quieres escuchar la verdad─Volvió interrumpir y Dak cedió a que tenía que
dejarlo hablar─A pesar de que me siento como un verdadero tonto, yo... no puedo
decir que me arrepiento.
─De lanzarme a ti, de besarte, de d-decir que t-te amo e incluso de, d-de pedirte hacer
el amor... no me arrepiento de nada de eso, hyung. Sí, me sentí realmente patético
debido a tu rechazo y me estoy muriendo de vergüenza al decirte esto justo ahora,
pero no me arrepiento porque es justo lo que quería hacer. Quería que supieras que
eres tan especial para mí como lo es Taehyung. Quería que tuvieras en cuenta que
haría cualquier cosa si se trata de ti. Y sobre todo de lo único que quería que
estuvieras al tanto, es que te a-amo con toda mi alma...
Ninguna respuesta, ninguna tardía confesión y mucho menos un mínimo deseo por
parte de Dak para corresponder sus sentires.
Quiso llorar, justo en ese momento Jungkook en verdad ansió tanto nunca haber
soltado esa confesión y simplemente echarse a llorar al ver que la expresión que
mantenía Dak en su mirada era inexpresiva y sin alguna reacción.
¿Se había excedido con sus palabras? ¿Había rebasado el límite de honestidad al igual
que la madrugada anterior? Su mente se preguntó y el momento del verdadero
arrepentimiento llegó, justo al intente de ver a su mayor ponerse de pie.
─D-Dak...
Su voz tembló mientras sus ojitos se nublaban de a poco debido al temor de ser
rechazado cruelmente otra vez. No obstante, todo sentir de miedo y aflicción
disminuyo poco a poco al mismo tiempo en el que veía la mano derecha de su hyung
extenderse hacia él como invitación a que, de igual manera, se pusiera de pie.
─ ¿Dak?
─H-hyung...
─Uhjum, así que ve a la cabaña, toma un baño, ponte algo cómodo y sal─Y alejándose
de él lentamente, le miró a los ojos y con dulzura le sonrió─Nos vamos en 15 minutos.
Por cierto...
Afternoon.
Pov. WDH
─H-hyung...
Los ojitos del niño que se encontraba justo a un lado de mí, brillaron de entera
emoción al escanear el lugar a donde habíamos llegado.
─ ¿Qué mocoso? ¿No quieres subir? ¿Al niño también le dan miedo los botes?
─Cuestioné burlón, apreciando con diversión como la carita del chico se llenaba de
ligero rubor debido a mi comentario.
─Yh-yha... no.
Un bote de remos, uno mediano y con espacio suficiente para ambos era aquello que
se me había ocurrido rentar por la mañana poco después de leer la carta de Taehyung
escrita para Jungkook y minutos antes de encontrar a este mismo frente al mar. Mi
intención siendo pasar una tarde tranquila únicamente junto al dueño de esos bonitos
gestos de niño pequeño.
─Ven aquí...
El silencio vino poco después de su respuesta positiva. El sonido del movimiento de las
aguas cristalinas cada vez que movía los remos y el cantar de algunas aves
perdiéndose en los aires lejanos, era lo único que se escuchaba en aquel momento y
honestamente, lejos de sentir incomodidad, lo que llenaba mi alma era una perfecta
paz.
El chiquillo frente a mí, ese que se encargaba de hacer mi alma vibrar, se encontraba
perdiendo su brillante vista en el paisaje que llenaba nuestro alrededor, mientras sus
rosados belfos formaban de vez en cuando una marcada "o" al perderse en algo que
llamaba su atención.
No fue hasta que hizo voltear su mirada a mi dirección, que una inmensa chispa en
sus ojos resplandeciendo como nunca antes lo había hecho. Incluso más que cuando se
perdió hace segundos en el paisaje a nuestro alrededor. Incluso muchísimo más que
cuando hacía perder sus pupilas en lo infinito del mar.
─Hyung.
─ ¿Qué cosa?
Remé y remé, lo hice hasta que mis brazos se durmieron por completo pero sobre
todo, hasta que mi bendita insistencia nos hizo llegar frente a esa hermosa maravilla
la cual ahora estábamos observando.
Una cascada.
─ ¡Whoaaa!
Ese mocoso tenía algo, algo que hacía que mi corazón anduviera de una forma para
nada normal. Era algo que amaba pero que al mismo tiempo, por alguna estúpida
razón, me asustaba.
─ ¿Te gusta?
Con la emoción siendo visible en su carita, Jungkook comenzó a tomar fotografías con
su celular, mientras yo solo me encargaba de admirarlo a él.
Demonios, lucia tan hermoso. No era solamente su perfecto rostro ni el color de sus
delirantes cabellos con reflejos bronce. Tampoco era solo ese atuendo de camiseta
blanca con cuello v y esos bermudas color beige que le hacían resplandecer como un
perfecto ángel, sino que era algo más. Sus gestos, su aura, su emoción, su energía; Su
alma, su corazón, el resplandor de sus ojos, lo sensual de su cuerpo...
Todo él era perfecto. Todo él tenía algo que me hacía atraer. Al igual que un imán, él
hacía que alguien como yo, sin corazón y con el alma fría, se sintiera tan jodidamente
vulnerable con solo mirar el brillo en sus pupilas.
Los segundos pasaron, él insistiendo en admirar y señalar como niño pequeño todo lo
que se cruzaba por su campo de visión, y yo intentando controlar las benditas
cosquillas que aparecían dentro de mi cuerpo al encontrarlo a él sumamente
emocionado.
No fue hasta 5 minutos después, que el silencio de nueva cuenta se presentó entre los
dos, haciendo luego que ambos quedáramos sentados en el piso del bote, uno al lado
del otro en tanto nuestras miradas admiraban la gloriosa caída del agua cristalina
frente a nosotros.
─ ¿Mh?
─Bueno, yo...
Titubeé, ¿Por qué carajo lo hice? Joder. Raspando mi garganta con ligero disimulo y
regresando mi mirada hacía el frente, me limité a continuar.
─Pensé que sería buena idea estar juntos esta tarde. Ya que la de ayer no fue la mejor,
quise compensarla el día de hoy.
─Uhjum.
Un bloque más de silenció nos invadió. Fueron 2 minutos en los cuales no se escuchó
más que la caída del agua. Dos minutos en los cuales me debatí mentalmente en girar
y mirar la expresión del menor, hasta que repentinamente su vocecita de nueva
cuenta se escuchó.
─Shhh...─Lo callé. ¿Que no entendía que lo único que yo quería era disfrutar de ese
momento de silencio?─No hablemos de eso ahora, mocoso.
─ ¿P-pero por qué?─Insistió pero al ver ausencia de respuesta por mi parte, prosiguió─
Hyung ¡es verdad! Todo lo que dije... fue todo verdad─Enderezando su cuerpo, llegó
hasta mi─ Sé que puede ser ilógico porque... quiero decir, TaeTae es mi novio, sé que
él está en mi vida p-pero, lo que siento por ti es diferente. Todo es mucho más...
descomunal cuando se trata de ti. No sé como describirlo con exactitud hyung pero en
serio, yo te amo de verdad.
─Niño...
─Jungkook, yo no te estoy...
─ ¿Es porque no soy una chica?─Volvió a cortarme, insistiendo─ ¿Es porque no tengo
pechos o el perfecto cuerpo curvilíneo de esas mujeres que a ti tanto te gustan?
"¡No!" quise aclarar, pero como siempre, debido a su repentina adrenalina y ansiedad,
el fue más rápido en continuar mientras yo optaba por simplemente dejarlo
desahogar.
─ ¿Es por qué en serio no te atraigo, hyung? ¿Es por qué... lo único que sientes es
cariño por mí? ¿Es... es eso?
Sus ojos se atestaron de pánico al soltar eso ultimo, como si la simple pronunciación
de aquellas crueles suposiciones fueran para él algo realmente desgarrador.
"Rechazaste" fue esa palabra la que no se atrevió a soltar, por el contrarió, cortó su
cuestión para segundos después desviar sus ojos de los míos.
─ ¿P-por qué no puedes mirarme a mí?─Tembló─ ¿Por qué no puedes besarme como a
ellas? ¿Por qué no puedes ver que yo también puedo bailar sensual y que la ausencia
de mi camisa también puede tener el poder de hacer a tus pupilas dilatar?
Demonios no, no podía dejarlo seguir así. Simplemente no podía dejar que su dolor
interno debido a mi rechazo el día de ayer, lo afectara más.
Sin querer alargar más sus dudas, terrores y sufrimiento, lo que hice fue tomar su
rostro entre mis manos, para luego, con una suave elevación de su barbilla, hacer que
mirara nuevamente hacía mi.
Jungkook lucía como un niño pequeño cuando me miró. Asustado, tembloroso. Sus
labios se apretaban uno a otro fuertemente mientras sus orbes brillaban de terror
ante el solo pensamiento de que yo abriera la boca solo para confirmar aquello que él
tanto temía.
─Pero...
Y antes de dejar pasar más tiempo, antes de dejarlo a él volver a hablar, lo que hice a
continuación para nada se lo esperó.
Delicadamente, junté sus labios con los míos, mi tacto sintiendo de inmediato su
emoción y como esta se convertía en un suave temblor emanado por todo su pequeño
cuerpo.
Definitivamente, no lo esperó.
Sonreí, lo hice sobre sus labios, lo hice sin poder olvidar cuanto anhelaba volver a
besarlos. Sonreí y sin poder controlar más aquellas ansias que tanto me habían estado
asaltando, me lancé a él. Tomando su cintura por sobre el chaleco salvavidas y
pegándome con descaró a su cuerpo, intensifiqué mis movimientos al mismo tiempo
en que, en medio del besó, mi lengua se abrió paso en su cavidad bucal para poco
después atreverme a lamer y morder con fuerza su perfecto y delicioso labio inferior.
─ ¡Ah!
Jungkook pegó un gritito y a mí me fue imposible no carcajear ante el agudo timbre de
voz que su boquita soltó.
─ ¡H-hyung!
Lo escuché vociferar como niño pequeño y yo, manteniendo mis ojos cerrados y aún
carcajeando, escondí mi rostro en su cuello, mi intención siendo refugiarme en él para
luego depositar ahí, justamente en aquel precioso e hipnotizante lunar, un pequeño y
duradero besito tan atestado de entero cariño.
Ah... ¿Cuánto tiempo había estado deseando plantar mis labios ahí?
Al separarme de él para poder verlo a los ojos, me fue imposible no sonreí glorioso al
percatarme de lo increíblemente roja que su carita se encontraba.
¿Iras nuevamente al casting para ser el cuarto rojo de Christian Grey? Quise decir
pero preferí no hacerlo. No podía matar ese momento tan perfecto.
─H-hyung...
─ ¿Mh?
─ ¿No quedó claro?─No respondió, solo se quedó mirando y esperando por una
respuesta─Ah, tú sí que me complicas la existencia ¿eh?
─Hyung...
No quería hablar y quería que él tampoco lo hiciera, solo quería disfrutar del momento
mientras inhalaba su perfecto aroma tan embriagante. No obstante me fue inevitable
no separarme y soltar una carcajada cuando su vocecita me preguntó lo siguiente.
─ ¿En serio me estas preguntando eso, niño? ¿Después del bendito agasajo y tremendo
mordisco que te acabo de dar?─Alce una de mis cejas y él tímidamente solo me
miró─Ay escuincle, si que eres algo lento para muchas cosas ¿eh?
─Olvida ayer ¿sí? Fue un día de mierda─Tomé la punta de su barbilla y elevé su carita,
sus ojos cuestionantes posándose rápidamente en los míos─Solo hagamos de cuenta
que nada nunca pasó.
Pero no logré convencerlo, pues su mirada aún me miraba insistente, rogándome por
una explicación. Suspiré en rendición antes de sonreír.
─Mh ¿El niño aún tiene dudas de lo que siento por él?
─ ¿Qué?
─Es que ni siquiera m-me has dicho que es lo que sientes por mí.
─ ¡H-hyung!
Nuevamente carcajeé, adoraba tanto ver la expresión de Jungkook sintiéndose
molesto, nervioso e incluso avergonzado.
─ ¡Yha!
─Ujum, y tendré paciencia, pero por favor no tardes. No nos queda mucho tiempo...
Lo último lo dijo bajito mientras su mirada caía al igual que su brillo en ella.
Yo sabía que nos quedaba poco tiempo, sabía que cada maldito segundo que pasaba
era nuestro jodido enemigo. Lo sabía con claridad y él también. Fue por ello que al
verlo bajar su rostro, me apresure a tomarlo por ambas mejillas para luego obligarle a
que me mirara.
─No tardaré, te lo prometo─Le susurré─Te prometo que haré todo lo que esté a mi
alcance para demostrarte lo que aún no me atrevo a decir con palabras.
Reí por lo tonto que sonaba, antes de ponerme serio nuevamente y continuar.
─No vas a tener que esperar mucho mi niño, pues a partir de este momento muchas
cosas entre nosotros van a cambiar.
No logré reprimirme más y simplemente hice estampar por segunda vez mis labios
sobre los de él.
Su boca de inmediato me aceptó, y a comparación del beso anterior, este lo seguí con
rudeza, con un enorme deseo. En cada movimiento de mi boca me encargaba de
demostrarle al chico lo mucho que mi alma lo necesitaba, lo mucho que su sola
existencia significaba para mí.
Él no se quedó atrás, pues a diferencia de la primera vez, se limitó a dejar todo rastro
de timidez a un lado para luego anclar sus brazos en mi cuello y arrastrarme de lleno
hacía él.
Joder.
─Hyung...
Sus ojos, sus grandes y preciosos me miraban intensamente, mientras sus rojizos e
hinchados labios hiperventilaban a falta del aire que no tocó sus pulmones mientras
ambos nos comíamos la boca. No obstante, aquello que más me atrapó, eso que me
dejó a mí sin respiración, fue la excitante imagen de sus brillantes pupilas
jodidamente dilatadas.
Sin limitarme y por milésima vez en el día le sonreí, lo hice con cariño mientas una de
mis manos viajaba hasta poder tocar y acariciar su sonrojada mejilla derecha.
Posando nuevamente mis labios por un segundo en los de él, me separé y roncamente,
solté:
July 5th
Morning.
JJK
El sonido de las olas del mar entrando por mis oídos en forma de las más suaves de las
melodías. Mis ojos, cerrados, siendo repentinamente atrapados por esos leves rayos
solares mañaneros mientras que el ambiente a mi alrededor al parecer lucia en
completa serenidad.
Sonreí.
Inmediatamente, al entrar en contacto con esa bendita calidez y percibir con mis fosas
nasales ese delirante aroma que me volvía tan loco, me aferré adormilado a aquel que
me cubría en un bonito apapacho.
No quería despertar. No quería abrir los ojos. Quería simplemente seguir sintiendo la
esencia ajena penetrar cada fibra de mi piel por más tiempo. Quería que esas suaves
caricias en mis cabellos perduraran incluso por un par de horas más. Solamente
quería seguir sintiendo el aura de Dak tan cerquita de mí. No obstante, la presencia
de ligeros pero continuos cosquilleos en mi abdomen, inevitablemente me hicieron
carcajear y soltar:
─ ¡Hyuuung!─Chillé poco después de abrir los parpados y toparme con las profundas y
brillantes pupilas del dueño de aquel divertido acto.
Él se quedó viendo directamente a mis ojos, como si estos le dijeran de alguna manera
todo lo que estaba pensando, y sobre todo eso que me encontraba sintiendo.
─Hyung─Susurré y lo próximo que sentí fue como sus rojos y delgados labios se
plantaron directamente en mi frente, antes de sentirlos bajar a mis ojos, mejillas, nariz
hasta terminar en un toque sumamente delicado en una de las esquinitas de mi boca.
Morí.
¿Qué? ¡No!
─ ¡No! ¡Espera!─Y a como pude me volvía a meter entre la calidez de sus brazos para
luego anclarme como koala en su cintura─No quiero...─Murmuré escondiendo mi
rostro en su pecho descubierto.
─Oh vamos, niño, no seas empalagoso, se nos hará tarde. Aparte de que el sol está
entrando más por la ventana y va a empezar a sentirse el calor...
Pero al contrario con sus palabras, en lugar de aventarme lejos y saltar fuera de la
cama, lo que hizo Dak fue pegarse por completo a mi cuerpo y abrazarme todavía más.
Una de sus manos acariciando nuevamente mis cabellos en tanto sus bonitos labios
volvían a hablar
La actitud de Dak hacía mi había cambiado por completo. Si, seguía siendo él, un
tanto altanero y gruñón Dak, pero había un halo en su característica y ruda mirada
que se había tornado diferente desde lo ocurrido en la cascada.
─Hyu...
No terminé siquiera de darle un final a ese honorifico cuando sentí unos delgados
labios tomar los míos.
Dak me besó, lo hizo con lentitud, con dulzura. Lo hizo mientras tomaba con una de
sus manos mi cintura y con su pulgar hacía círculos imaginarios en mi piel.
Haciendo un berrinche, gruñí mientras llevaba ambas manos a mi cara para evitar que
mirara lo rojo que me encontraba. No obstante, él, tomando mis dos muñecas y a su
vez alejándolas, volvió a dejar a su vista mi completamente rojo y abochornado rostro.
─Ay niño, si así te pongo con unos simples besos en el cuello, no quiero imaginar
cuando te bese en...
─ ¡Y-Yha!─No tenía idea de lo que iba a decir, pero estaba seguro de que si escuchaba
más, mi rostro simplemente iba a explotar.
─H-hyung... uhgm
¿Cuántas veces ya había dicho ese honorifico de aquella manera tan temblorosa?
Por la madrugada, había sido mi palabra favorita, pues las sesiones de besos que
iniciaron poco después de acostarnos, de igual manera me habían hecho delirar.
Dak sabía perfectamente como derretirme; sabía el lugar correcto donde plantar un
beso o donde rozar. Él sabía perfectamente cómo hacerme llegar al cielo sin la
necesidad siquiera de desvestirme y eso, a pesar de que me frustraba por no poder
sentir más, me encantaba.
Él me miró esperando a que continuara con aquella queja que iba a soltar, pero no lo
hice, de haberlo hecho tal vez me ganaría una burla más por su parte la cual acabaría
con esa típica frase de "Niño goloso"
─No te preocupes bebé, definitivamente habrá tiempo de sobra para hacer este tipo de
cosas...─Y dejando una pequeña mordida en el sensible lóbulo de mi oreja, se separó y
finalizó─Por ahora desayunemos algo solido, el día de hoy tenemos mucho que hacer...
Por un momento, la falta de la calidez de su cuerpo tan cerquita del mío, me hizo
pucherear, a decir verdad quería seguir en la sesión de caricias de Dak (aun si ponía
en riesgo mi respiración y estabilidad emocional) No obstante, el deseo de ponerme
triste desvaneció, cuando mi hyung se paró y con su mirada me señaló aquello que
yacía prácticamente frente a mí.
─Ah, ¡Hyung!─Saltando fuera del colchón y llevando mis emocionados pasos hacia el
pie de la cama, chillé al ver aquel mini banquete repleto de panqueques, fruta,
waffles, miel y jugo de naranja que se lucía sobre un elegante carrito metálico─ ¡¿Tú
preparaste todo esto?!
─Ah...
Me le quede mirando con los labios fruncidos mientras analizaba sus palabras. La
mayoría de las cosas que Dak soltaba tenían doble sentido. Sin embargo, algo me
decía que esta vez no era el caso, por lo que, completamente seguro de mi mismo,
tomé ambos lados de su rostro, para luego arrastrarlo a mí y ser yo quien iniciara por
primera vez (sobrio) un largo y "mojado" beso apasionado.
1, 2, 3... 8, 10 segundos y finalice con su labio inferior aprisionado entre mis dientes y
un ruidoso y morboso chasquido de nuestras bocas al separarnos.
Ah, Tartamudeo.
Era demasiado tierno. Ver al "poderososisimo" Woo DakHo de aquella manera, era
demasiado dulce. De hecho yo me sentía realmente dichoso por causar la vacilación y
la falta de aire en él e incluso por hacer aparecer ese ligero sonrojo que normalmente
no se veía cuando él, el alter rudo, gruñón y de corazón frio, se encontraba en el
protagonismo.
Era tierno y realmente fascinante tener el placer de apreciarlo en aquel estado.
Poco después de suspirar profundamente y cerrar sus ojos por un par de segundos,
Dak asintió y volviendo a su característica personalidad burlona, sonrió y señaló.
(♡)
─P-pero...
Ya había escuchado antes de ese lugar. Jeju Loveland (tierra del amor) o mejor
conocido por Dak como "el museo del sexo", se trataba de un erótico recinto +18 que
contaba con más de 140 esculturas representando distintos actos sexuales, desde
simples besos, hasta posiciones algo comprometedoras que eran realizadas durante el
acto más famoso de amor sexual.
No quería pensar siquiera en el color que había tomado mi rostro en ese momento,
aunque pude imaginar, se encontraba totalmente rojo gracias a la expresión de Dak al
verme.
─ ¿Qué? ¿No es buena idea ir?─Cuestionó otra vez con ese típico tono de voz
burlon─Miralo por el lado bueno niño, podemos sacar buenas ideas para...
─ ¡Hyung!
Y terminando de reír con el típico ademan de haberse limpiado una lágrima ante la
fuerte risa, Dakho señaló
─Las intenciones de mis comentarios siempre son buenas e inocentes niño. El único
sucio y mal pensado aquí, eres tú...
Después de la enésima burla de su parte hacía mi, bajamos del autobús y nos
dedicamos a caminar un par de calles para poder llegar. Dak veía la dirección del
lugar de destino en google maps y arremedaba en voz aguda siempre que la aplicación
decía frases como "A 50 metros gire a la derecha"
Yo, vacilante y cabizbajo, lo seguía por detrás. Honestamente, no tenía idea de cómo
comportarme o que cara poner frente a él al entrar al lugar y estar "observando" las
posiciones de aquellas esculturas. Era algo que se me hacía sumamente vergonzoso,
aparte de incomodo.
Era algo "normal", lo sé, apreciar e incluso tomar de broma el desarrollo de aquel
acto, mucho más para Dakho quien estaba completamente acostumbrado a cualquier
tema relacionado con él sexo. Podía hasta decir que él tenía la suficiente experiencia,
e incluso la facilidad de decir "Ah, yo ya he probado esa posición" mientras dibujaba
en su rostro esa característica y altiva sonrisa arrogante.
Mi corazón latió fuerte y estuve seguro que mis mejillas se habían inundado del típico
potente color rojo que me invadía siempre que Dak terminaba saliéndose con la suya.
─Ya, en serio niño, ¿por qué estas así?─Dak insistió, tomando la punta de mi barbilla,
para intentar levantarla─Hey... mocoso.
Al ver que no tenía pensado elevar mi rostro, lo que hizo él fue agachar su cabeza un
poco para así poder encontrarse con mis ojos.
Él frunció su ceño, al igual que sus labios y poco después de pensar un poco, señaló.
¡¿Qué?! ¿Cómo por qué pensó eso? ¿Acaso se habrá quedado con la imagen del
Jungkook ebrio y lanzado que le rogó por sexo la noche de la fiesta? ¿O en ese
Jungkook que horas antes gemía su nombre al solo sentir sus toques? Uf, pensar en
aquello me hizo sentir todavía más calor.
─En serio, tú... bueno más bien tal vez yo te di a entender el día de la fiesta que soy
muy atrevido en el s-sexo, y t-tal vez con eso pienses que yo ya he tenido experiencias
sexuales, ¡pero en realidad no! Bueno, la verdad es que, ugh, nunca... nunca lo he
hecho con nadie─Desvié mis ojos de los de él al verlo elevar una de sus cejas y
después de eso, tontamente, comencé a hablar sin pensar─No es que no me guste el
sexo, quiero decir, si me gusta y quisiera tenerlo contigo pero... ¡digo! y-yo─ ¡¿Por qué
carajo había dicho eso?!─L-lo que quiero decir e-es que ¡ah!─Concéntrate Jeon─ ¡Y-yo
n-no! no sabría que h-hacer digo, ya sabes si veo a estatuas ugh haciéndolo...
¿Me había entendido? ¿Me había explicado bien? Me di cuenta que tal vez no cuando
él repentinamente rió.
─ ¡Dak!
─Demonios, eres tan jodidamente tierno─ Y después de soltar eso, Dakho irguió su
cuerpo para acercarse a mí y tomarme en un repentino abrazo.
¿Qué?
Mis ojos se abrieron como plato, mientras todo el calor posible se encargaba de volver
a acumularse en mi rostro al recordad todo lo que había soltado. Dak elevando las
esquinas de sus labios en una sonrisa y un tanto burlón, añadió.
─De todos modos, muchas gracias por esa información que me acabas de dar─Y
acercándose a mi oído por segunda vez en el día, roncamente susurró─Prometo usarla
correctamente en el futuro.
Miré con ojos bien abiertos el rostro de Dak, y como este, manteniendo su sonrisa
altiva, volvía a acercarse a mí únicamente para dejar un muy pequeñito beso en mis
labios.
─Sal de tus pensamientos, niño bonito, aún tenemos mucho que hacer fuera de ahí─Y
guiñándome un ojo, tomó mi mano dulcemente, para luego caminar y llevarme junto
con él.
Niño bonito
Santo dios, aparte de sentir pequeños cosquilleos en la mano que me sostenía Dak,
podía sentir claramente como mi corazón latía al final de mi garganta, y como el calor
de mis mejillas se volvía a intensificar ¿Cuánta veces ya me había sonrojado en esas
vacaciones? No tenía idea, aunque el crédito se lo debía a una sola persona: Dak.
Poco después de caminar y sentir como mis nervios y el bochorno disipaban fue que
pude contemplar con claridad el lugar a donde habíamos llegado "Marine Stage
Pacific Resom" o más bien, el mejor espectáculo de delfines y lobos marinos que había
en la ciudad.
Al girar a verme y ver mi emoción, Dak sonrió para luego acercarme a él con un
amable jalón y así poder enredar mi cintura con uno de sus brazos.
─ ¡Si hyung! ¡Demasiado!─Chillé, sin hacer nada para ocultar mi alegría. En verdad
estaba amando este día.
Con mi cintura aún siendo tomada por su antebrazo, Dak se acercó a las taquillas de
entrada y yo quise gritar al escucharlo pedir dos boletos de acceso y aparte otros dos
para interactuar con los delfines.
Sin embargo, al escuchar la voz de la señorita que estaba detrás del cristal, mi sonrisa
se borró.
Doble "oh por Dios" ¡El dinero! ¡Me había olvidado por completo del costo y de los
gastos!
A como pude, saque mi cartera. No tenía el dinero completo, de eso estaba seguro,
pero tal vez lo que traía alcanzaría solamente para la entrada al show.
¡¿Pero qué?!
─A-ah hyung...─Le llamé cuando se giró ya con los boletos en la mano─Tú... ¿Cómo fue
que pagaste?
─ ¿Cómo que como? Pues con la mano, niño, y con dinero obviamente.
─ ¡¿Qué?! ¡Hyung!
─ ¡Estoy jugando mocoso!─Carcajeó─En realidad es dinero que gané por ahí, así que
deja de preguntar y andando...
No quedé satisfecho, ¿dinero que ganó por ahí? ¿En qué lugar sacaría semejante
cantidad de dinero?
Al ver que no respondí, Dak tomó mi mano nuevamente, y me arrastró junto con él.
─No pienses mal, niño─ Comenzó a decir mientras caminábamos─ Es dinero limpio,
bueno casi. Lo que quiero decir es que no los robe o algo así, sino que lo gané.
─ ¿Los ganaste?
─Ujum, de la misma forma en la que me gané la motocicleta ¿Lo recuerdas?
─Ah, en apuestas...
─Así es. El dinero que ganaba en las apuestas que hice durante toda mi existencia, lo
fui guardando y pues bueno... esto es una parte del ahorro que junté.
─Eso quiere decir que... ¿estás gastando los ahorros de toda tu vida aquí, hyung?
─Así es mocoso, digo, dentro de un par de días ya no los podré usar─Rió sin gracia─
Así que ¿Qué mejor que gastarlos todos en ti...?
Sin embargo, él si sabía que era lo que me pasaba, solo que no lo quería señalar. No
quería señalar el hecho de que a mí me tocó el significado de sus palabras y mucho
menos quería señalar el hecho de que él mismo había dado a entender que en un par
de días, nosotros ya no... Nos veríamos más.
─Hey─Lo escuché susurrar al mismo tiempo en que deslizaba su pulgar derecho por
mi mejilla─ ¿Por qué estas llorando mi niño?
─Jungkook...
─Se nos está haciendo tarde hyung...─En todos los aspectos─El tiempo... él tiempo nos
está alcanzando. Así que... ¿Deberíamos entrar ya al show?
─Tienes razón mocoso. Él maldito tiempo nos esta alcanzando─Una risita sin gracia
salió de lo más profundo de su garganta─Disfrutemos todo lo que se pueda él show, y
sobre todo disfrutemos todo lo que se pueda de nuestra compañía...
-
               Cap prometido por su gran interacción en el anterior
What ever, pleaaaasee! comenten mucho y denle corazoncito a los caps :c Se los voy a
                             agradecer so much <3
                                  Gracias x leer.
                                       ILY
    5.2 - 150 Km x hora lejos del mundo
                                  Lo haremos todo,
                              todo, por nuestra cuenta.
                          No necesitamos nada, ni a nadie.
                Si me acuesto aquí... Si simplemente me acuesto aquí,
                  ¿Te acostarías conmigo y te olvidarías del mundo?
WDH
Night.
La tarde se esfumó.
En un abrir y cerrar de ojos la luz del sol había acabado, la luna había salido y la hora
de cierre de aquel lugar había llegado, confirmándonos que, en efecto, un día más de
aquellas preciadas vacaciones estaba a nada de terminar.
El espectáculo había ido bien, todo el ambiente había estado muy colorido y
entretenido. La euforia y aplausos de la gente se hacían presente siempre que los
delfines hacían alguna acrobacia, y eso era lo que hacía ver todavía más divertido el
show.
La convivencia con esas criaturas tampoco había estado mal, quiero decir, el pase de
acceso incluía tocar, jugar e incluso nadar en su compañía, cosa que (a pesar de que
yo no accedí a hacer nada de eso) agradecí enormemente cuando Jungkook rentó un
"traje de buceo" y de un clavado se lanzó al agua para posteriormente, comenzar a
divertirse con los ellos.
Verlo feliz a él, entretenido dentro del agua y sonriendo en grande siempre que un
delfín se le acercaba, era lo que a mí me complementaba. Sus dulces expresiones, sus
gestos tan jodidamente tiernos, la luminosidad de su rostro y lo radiante de sus ojos.
Verlo de aquel modo me hacía sentir simplemente vivo y completamente lleno de...
adoración.
Salimos del recinto y en completo silencio, llevamos nuestros pasos a la parada del
bus. Ninguno de los dos diciendo nada durante ese trayecto.
Los mojados cabellos del chico frente a mi escurrían de a poco y yo me tragué esas
inmensas ganas que tenía por quitarme la camisa únicamente para acercarme a él y
secar con ella esas preciosas hebras color bronce tan distintivas en él.
Aunque no lo dijera, aunque fingiera que en su mente no había nada más que el
disfrute de ese día, la afligida expresión que en ocasiones me obsequiaba sus ojitos sin
pensar, me hacían ver todo lo contrarió.
Él lo estaba intentando demasiado, sin embargo, yo le quería hacer saber que no era
solo el intentar, sino disfrutar al máximo y con sinceridad.
─¿H-hyung?─Cuestionó nervioso una vez sintió mis brazos en su cintura, y como estos
lo abrazaban fuertemente por la espalda─¿Qué suce...?
─No regresemos al hotel esta noche. Solo... solo perdámonos fuera y hagamos todo lo
que queramos hacer.
Él, aún entre mis brazos, giró su cuerpo por completo hacía mi para poder mirarme a
los ojos. Sus pupilas destellaban asombro, perplejidad al mismo tiempo que una
enorme emoción se colaba en forma de un mínimo halo entre ellas. Se había quedado
sin palabras, me di cuenta de eso cuando empezó a parpadear e incluso a balbucear.
─Claro que quiero mocoso tonto. Caminar, divertirnos, 'pasar el rato, romper las
reglas e incluso vandalizar todo Jeju de noche... Siempre y cuando sea contigo, lo
quiero hacer absolutamente todo.
Él suspiró y yo de inmediato tuve que llevar mis manos a su rostro para limpiar esas
rebeldes lagrimitas que habían salido rodando por sus ojos justo cuando asintió
Le sonreí, pero esta vez con una expresión más grande, antes de volver a acercar mi
rostro al suyo y así plantar otro beso pero ahora en sus bonitos labios.
(*)
─ ¡Shhh, corre!
El obedeció, lo hizo justo cuando escuchó el motor arrancar. Apresurando sus pasos,
Jungkook llegó junto a mí y subió a aquella motocicleta que, en contra de su voluntad,
yo acababa de robar.
Lo escuché gritar una vez arrancamos y lo único que yo alcance a soltar, fue una
ruidosa carcajada.
─ ¡No nos meteremos en problemas, mocoso!─Hablé alzando la voz por encima del
ruido del motor.
Ah, amaba la adrenalina. Amaba ese sentimiento que aparecía en mi cuerpo cuando
mis sentidos se daban cuenta que "me había metido en problemas" Amaba romper las
reglas, amaba que no me importara en lo absoluto las consecuencias de mis actos.
Pero sobre todo, amaba mucho más el saber que, por primera vez, todo lo que a mí me
encantaba hacer, lo estaba haciendo junto a Jungkook.
El menor no tardo mucho en afianzar con más fuerza el amarre que segundos antes
había hecho en mi cintura. Su carita enterrándose en mi espalda alta y su boquita
soltando un repentino chillido al sentir que la moto prácticamente volaba.
¿A dónde íbamos? Ni siquiera yo lo sabía. Lo único que tenía en mente era que quería
perderme junto a Jungkook. Quería tomar una ruta desconocida en medio de la noche
y llegar ningún lugar en específico en tanto los dos nos encargábamos únicamente en
disfrutar de nuestra cercanía.
1:30 de la mañana. Una hora y media más tarde y nuestro improvisado viaje nos llevó
a un lugar llamado Pyoseon el cual mirando google maps, nos dimos cuenta que se
encontraba casi al otro lado de donde estábamos hospedados.
─ ¿Qué? Pensé que el salvaje viaje en moto te había hecho tener ganas de querer
vomitar─Señalé, utilizando exactamente los mismos conceptos con los que él describió
nuestro viaje, minutos antes.
─Ugh, si pero...
Jungkook me miró con ojos grandes y de un momento a otro yo quise morir de ternura
al escuchar un ruidoso sonido proveniente del interior de su pequeño estomago.
─A-ah...
La sonrojada mirada del castañito bajó al mismo tiempo en que sus ojitos se cerraban
con vergüenza, todo su ser expectante a algún comentario burlón por mi parte. No
obstante, en lugar de yo reír y decir algo que lo pudiera avergonzar más, lo que hice
fue acercarme a él, tomar su barbilla para elevar su rostro, y plantar en esa preciosa y
rojita nariz el beso más delicado que en el mundo pudiera existir.
Sonriéndole con tranquilidad mientras el solo me miraba con los ojitos abiertos a la
par, deslice mi mano por todo el contorno de su cuello, hombro, brazo hasta que mi
toque se detuvo en su mano. Mis dedos entrelazándose lentamente con los suyos.
─Vamos. Vi un súper de 24 horas no muy lejos de aquí, así que podemos ir caminando.
Jungkook asintió una y otra vez a mi dirección para después, sin pensarlo siquiera,
dejarse llevar por mi agarre.
Fue ahí, justo en ese momento cuando empezamos a caminar, que me di cuenta de
algo de entero valor: Jungkook, ese precioso niño de delirantes ojos brillantes y
sedosas hebras color oro, me seguiría hasta el fin del mundo si pudiera. Exacto, aún
sabiendo cual sería nuestro inevitable final él era capaz de, con los ojos vendados,
seguir mis pasos sin importarle siquiera el camino que fuéramos a tomar y eso a mí
me hacía sentir sumamente valioso y especial.
Tal como lo dije, entramos a un mini súper que marcaba abierto las 24 horas. Yo
sonriendo con ternura y discreción cada que escuchaba otro ruidito proveniente del
estomago del menor, mientras este, muriéndose de hambre, luchaba por tener la
mínima fuerza de siquiera caminar.
Sabía que estaba aguantando el hambre, así que apresurando mis movimientos llevé
mis pasos a cada pasillo y me dedique a buscar algo fácil de preparar.
Tomé en mis manos una barra de pan, un frasco de mayonesa, un paquete de jamón y
otro más de queso, para luego pedirle a Jungkook que me ayudara con la mitad para
así yo poder agarrar aquel par de sacos para dormir que se estaban exhibiendo en la
entrada.
─ ¿Hyung... eso?
Un poco después de pagar por todo, salimos del establecimiento. En Google maps
había visto que estábamos a pocos metros del mar así que rogando para que Jungkook
aguantara un poco más, hice que siquiera mis pasos hasta ahí. No me arrepentí y por
lo que pude ver, el tampoco.
No habíamos llegado a ninguna playa, más bien era una especie de desnivel rocoso,
más parecido a un enorme acantilado, el cual nos mostraba el mar pero en altura.
Estaba oscuro, si, pero el horizonte que yacía frente a nosotros se veía eternamente
infinito.
Lo escuché decir poco después de empezar a llevar mis pasos casi a la orilla.
─Pero... ¿ahí?
─Claro ¿Qué? ¿Nunca antes habías estado en un picnic nocturno justo sobre un
acantilado?─Sonreí al verlo pucherear─Ven acá bebé, yo te cuidaré para que no
caigas.
─Agh este niño...─Apenas y pude expresar, intentando con toda mi alma disimular los
nervios que de pronto me estaban asaltado─ ¿N-no que tenías mucha hambre? ¡Anda a
comer!
─ ¡Sip!
Ambos nos sentamos, uno frente al otro. Jungkook de inmediato tomó una rebanada de
pan y la devoró casi a la mitad, cosa que me hizo carcajear.
Ah ¿Cómo era que incluso comiendo desesperadamente ese mocoso se veía tan lindo?
No lo entendía. No, no podía entender como era que a mis ojos Jungkook lucía como
una perfecta obra de arte, de esas preciosas que te hacían hipnotizar a tal punto de
hacerte incluso desmayar.
─Hyung...
─Shhh─Lo callé, pues me hubiera sido imposible prestarle atención a sus palabras
cuando sus ojos me miraban de esa manera.
"No digas nada, mocoso, no digas nada..." dije para mis adentros, rogándole con mis
pupilas aquello que mi mente gritaba.
Él sonrió tímidamente y fue ahí que me di cuenta que incluso el propio movimiento de
mis manos que untaban la mayonesa en las piezas de pan, se habían detenido.
Entonces me percaté que sus ojos me habían hipnotizado tanto a tal grado de hacer
mis acciones involuntarias, inclusive aquella que involucraba la elevación de ambas
esquinas de mis labios.
Los minutos pasaron, minutos los cuales fueron ocupados únicamente para comer.
Jungkook saboreando alegremente los alimentos y yo... yo observándolo a él y a su
tierna forma de comer.
─Ah... cierto.
Cuando por fin el mocoso ese se sentó, yo me limité a levantar las envolturas de
basura para luego depositarlas en el interior de una bolsa, eso para tener un poco más
de espacio y sobre todo, estar un poco más cómodos. Fue poco después de unos
minutos que decidí hacer todo a un lado y deslizarme sutilmente hasta sentarme muy
cerquita del que miraba el oscuro mar.
─Gracias...
─No hyung, no por la comida, y menos por las bolsas para dormir, sino por la razón
por la que hiciste esto.
Yo solo lo miré, y él me sonrió con esa pizca de dulzura que inundaba su rostro cada
vez que me miraba.
─ ¿Ah sí?
─Sip y te quiero decir que es lo más maravilloso que alguien ha podido hacer por mí
en la vida.
─Niño...
Lo miré fijamente. Algo me decía que es lo que me iba a decir. Sus pupilas me lo
gritaban, ¡todo su ser lo hacía! Todo él me lo confirmaba, sin embargo, aún así, le
contesté.
─Te escucho...
Lo dijo. Lo volvió a soltar. Tal y como lo había hecho la primera vez, Jungkook volvió a
decir esas palabras con sus ojitos atestados de sinceridad, eso me hizo sonreír, mucho
más al escucharlo continuar.
─Te amo hyung. Te amo con toda mi alma y jamás dejaré de hacerlo. Te amo tanto que
sé que cuando llegue el momento de d-despedirte lloraré, y lo haré con una enorme
intensidad porque sabré que alguien como tu será muy difícil... muy difícil de o-
olvidar─Él tomó ambos lados de mi rostro y yo solo pude morder con fuerza mi labio
inferior al ver lo frágil que repentinamente se volvió su mirada. Estaba ansiando tanto
el poder llorar.
─No... no llores─Le pedí susurrando, y regresando con mis propias manos el toque en
sus mejillas.
─ Descuida hyung... no voy a llorar, no hoy. No cuando huimos en una moto a 150
kilómetros por hora lejos del mundo para olvidarnos de todo─Volvío a sonreír
poniendo todo de sí, para luego, un tanto orgulloso, anunciar─Hoy aguantaré mis
ganas de llorar. Por ti. Únicamente para disfrutar cada segundo a tu lado. Yo detendré
mis...
Pero no soporte más, no, no quise dejar más tiempo pasar y simplemente me lancé a él
con toda la intención de atacar sus labios.
Jungkook abrió los ojos a la par y yo sonreí sobre sus labios al sentirlo retener la
respiración debido al repentino contacto que yo había formado entre ambos.
La manera en la que lo besé fue lenta, realmente dulce. Lo besé con esa parsimonia
con la que anhelaba hacerle sentir todo lo que mi corazón sentía, aún si no había
encontrado la manera de decirlo con palabras, deseaba demostrárselo en todo
contacto que mi ser tuviera con su cuerpo.
─H-hyung...
Lo escuché suspirar y no tarde en sacar mi húmeda lengua para, con la punta de esta,
lamer delicadamente su precioso lunar.
Descendí a sus clavículas y sin permiso me atreví a llevar una de mis manos a esa
parte de su cuerpo que se había despertado por culpa de mis besos.
Jungkook jadeó al sentirme sobre sus ropas, y yo no pude quedar más embelesado
ante el precioso sonido de su dulce voz.
─H-hyung...ah~
Cuestioné, pero no le di tiempo para contestar con palabras claras, cuando mi mano
paso de estar sobre sus ropas a entrar descaradamente en el interior de sus bóxers.
─Oh hy-hyung...~
┴¡Ah hyung!
Chilló y gimió repetidas veces, sus caderas moviéndose hacía mi y sus manitas
estirando mis cabellos antes de explotar de placer contra mi mano y sobre su propio
abdomen.
Jungkook gritó y yo rápidamente lleve mis labios a los suyos para devorarlos con
ansias mientras, frotándome yo mismo en su parte intima, me encargaba de alcanzar
mi propio éxtasis.
─¡Oh joder!
Estuve a punto de terminar dentro de mis ropas, sin embargo antes de que pudiera
ocurrir aquello, él fue más rápido en tomarme y sacarme, mi esencia saliendo en
forma de deliciosos espasmos para luego caer sin descaro sobre su cuerpo.
─Ah~
─Joder...
─H-hyung...
─Shhh
Le susurré dulcemente, al mismo tiempo en que pasaba uno de mis brazos debajo de
su cuello para posteriormente arrastrar su cuerpo hacía mi.
─Mi niño...
─Listo...
─Gracias hyung...
─¡H-hyung!
Al escucharlo y sobre todo al ver lo rojo que se habia tornado su rostro, carcajé.
Sus ojitos me miraron perplejos, realmente sorprendidos, sin embargo, cuando pensé
que alegaría o soltaría un nuevo gritito hacia mí, lo que hizo el fue lentamente,
balbucear.
Jungkook se quedó esperando una respuesta, y fue ahí que me di cuenta la manera en
que le había llamado. Sonriendo de vuelta a su dirección, lo miré directo a los ojos,
deposité un rápido besito en su frente, y confirmé.
—Tu eres mi vida Jeon Jungkook, creo que no habrá otra descripción que te quede
más.
—Hyuuung...
—¡Pero hyung!
IIIIIIIGGHH
¿Lo mejor? Se viene mas intenso recuerden que estamos hablando de Dak
July 6th
Morning.
A esa hora de la "casi mañana" el esplendor de la luna todavía era el protagonista del
paisaje marítimo que se mostraba sobre ellos y Dakho no podía estar menos
agradecido con ello al poder tener la bendita libertad de contemplar a un precioso
Jungkook dormido en completa serenidad.
Ah, era tan jodidamente bonito, ver al pequeño castañito descansar entre sus brazos
de aquella profunda manera; sus ojitos cerrados, sus rosados labios ligeramente entre
abiertos, esos cabellitos traviesos jugueteando en su bonita frente debido al ligero aire
de la madrugada, y sobre todo ese glorioso y casi visible movimiento de su pecho
ascendiendo y descendiendo cada 3 segundos; era la mejor imagen que el de
personalidad ruda alguna vez había podido apreciar.
Ah, ¿Cómo era que incluso estando dormido Jungkook podía lucir simplemente
adorable?
─Hyung...
─Despierta dormilón.
─Claro que no niño, anda levántate. Tenemos que ver el amanecer, juntos.
Fue entonces que el menor abrió sus ojitos a la par, estos viéndose notoriamente
adormilados mientras se llenaban de una bonita ilusión y adoración al encontrarse
rápidamente con la sonrisa de Dak.
─Eso...─Expresó el mayor a la vez que reía con dulzura y dejaba un fugaz besito en los
labios contrarios, antes de elevar su cuerpo para quedar sentado frente al aún oscuro
panorama que mostraba el mar.
─Aún está muy oscuro, hyung—Señaló─ ¿Cuánto falta para que salga el sol?
Dak carcajeó negando múltiple veces para sí mismo antes de ir y colocar su cuerpo
encima del contrario.
─ ¡Hyung!
─ ¿Por qué no? Estoy demasiado cansado ─Puchereó─ ¡Solo dormimos como una hora!
─ ¡Pues tú!
─ ¿Yo?
─Si ¡Tú que me empezaste a...!
Más calló sus palabras al percatarse de lo que estaba a punto de decir, Dak mirando
atentamente como su rostro se bañaba de un bonito color rojo.
─ ¿Qué pasa niño? ¿Ahora te arrepientes de haber hecho lo que hicimos hace un par
de horas?
Y el recuerdo exacto de esa imagen penetrando su mente con descaro, hizo al rostro
del menor simplemente explotar. El bochornoso y tortuoso sentimiento expandiéndose
con gran velocidad a otras aéreas de su cuerpo.
─Esa es la actitud, bonito. Quedémonos con sueño pero jamás con las ganas de...
─ ¡Hyung!
El mencionado carcajeó. ¿Ya había dicho que amaba demasiado molestar al menor?
Bueno, pues se había convertido en su hobbies favorito.
─Bueno ya, ya. Prometo que guardaré mis descarados comentarios para evitar que te
sonrojes aún más, pero por favor no te duermas.
─ ¿Por qué, hyung?─Preguntó─ ¿Hay alguna razón especifica por la cual no quieres
que duerma?
─ ¿Mh? ¿Hablar?
─Ajá. Antes de que salga el sol y empiece un nuevo día yo, uhm me gustaría hablarte
acerca de un par de cosas.
Para cuando Dak dirigió su mirada con la intención de ver la reacción de Jungkook,
este ya se encontraba levantando su cuerpo una vez más, sus grandes ojitos
cuestionantes mirando con entera atención, e incluso un poquito de pánico hacía él.
─ ¿Cursi?
─Ujum. A parte de que es algo que nunca he hablado antes con nadie.
Oh.
Dak volvió a elevar las esquinitas de sus labios con ternura al ver la bonita insistencia
del de apellido Jeon.
Doble oh.
─Hyung, eso quiere decir que... ¿es algo personal? Tú ¿Ha-hablaras algo acerca de tu
personalidad?
─Eres listo.
Si, el alter "rudo" ese fragmento de personalidad fría, gruñona e inaccesible; ese alter
que todo el mundo pensaba al principio que no era de fiar, pues su actitud era tan
"mierda" a tal grado de ahuyentar y dar miedo a todos los que le rodeaban, confesaría
cosas muy personales frente a él y eso era algo que hacía al menor prácticamente
llorar.
No, claro Jungkook no dejaría ir semejante oportunidad de hablar con Dak solo por el
hecho de que el sueño le estaba ganando, así que, con la repentina emoción corriendo
por cada rincón de sus venas, y sobre todo ahuyentando el cansancio anteriormente
mostrado, el castañito se sentó frente a frente del contrario y cuando estuvo listo miró
directo a los ojos de este para luego, sumamente ilusionado, anunciar.
Al ver a "su niño bonito" muy quietecito frente a él, Woo Dakho suspiró, sus labios
curveándose lentamente ante la bonita imagen de un Jungkook expectante, mientras
su mente pensaba muy bien en cómo podía comenzar.
Okey, tenía que ser claro y sobre todo, sincero. Si, por primera vez en toda su bendita
existencia, Woo Dak Ho tenía que hablar con sinceridad. Él tenía que abrir si o si su
corazón.
DakHo sonrió, lo hizo con dulzura al ver el repentino asombro derramado en los ojitos
del contrario.
─Bueno niño, luego del accidente Tae desarrolló amnesia disociativa al igual que tú,
así que todas las memorias que él vivió, tanto buenas como malas, pasaron a ser
directamente de los alters que en ese momento se encontraban.
─Ujum...
─El punto al que quiero llegar es que yo... yo fui quien se quedó con todas las
memorias que Taehyung creó contigo.
─Si.
─A-ah.
─Jungkook, desde la primera vez que te vi en la casa, justo cuando te tumbé fuera de
la cocina al ver que estabas escuchando la discusión que tenía con la señora Kim, al
mirarte a los ojos, al ver tus facciones y tu cabello castaño yo... de inmediato te
reconocí.
El castañito se quedó sin palabras, no pudo hablar, no pudo decir absolutamente nada,
por el contrario, solo se dedicó a observar a Dak, su mirada estando tan asombrada
como para reflejar toda la conmoción que se encontraba sintiendo con solo escuchar
la confesión del mayor.
— ¿Por qué fingí no conocerte todo el tiempo?─Adelantó la cuestión del menor─ Pues
porque justamente ese fue el problema, niño. Conocerte tan bien. Conocerte y saber
que debía evitar encariñarme de ti. Conocerte y tener más que claro que NO podía
acercarme, NO podía dejarme llevar por los recuerdos que tenía contigo y
simplemente... evitarte.
─Jungkook, soy un alter y para colmo en ese momento era el mayor protector.
¿Recuerdas cuando en el psiquiátrico me preguntaste porque protegía a Taehyung si
yo justamente era quien no lo dejaba salir? Bueno, no lo soltaba porque lo estaba
protegiendo de Vante y de todo aquello que él le podía hacer estando en co-
conciencia.
"─Por esa razón fui creado con esta mierda de personalidad, porque el hecho de que
fuera antipático e insoportable hacía que aquellos que quisieran lastimar a Tae no se
acercaran a él para nada. Mocoso, mi tarea todo el tiempo era cuidar de Taehyung.
Proteger y no lastimar, pero ¡nada más!
"─Bebé, yo no podía pensar en nada más, o más bien, no debía pensar en nadie más y
mucho menos en aquel que se suponía había nacido únicamente para pasar su
eternidad a lado de Kim Taehyung y no de...
─Lo que quiero decir es que, yo tuve que limitarme, niño. Tuve que pintar una línea
entre tú y yo para evitar que esas ganas de dejarme llevar me ganaran. Tuve que
poner en primer plano el bienestar de Taehyung antes de pensar en lo que yo quería
porque justamente para eso es que fui creado. Para enfocarme en mi rol y no para... p-
pensar en ti.
Para ese momento, los grandes ojitos del menor ya se encontraban atestados de un
intenso brillo mientras estos retenían las enormes ganas que tenía por llorar. Su
corazón doliendo de una forma punzante a la vez que bonita, y su alma sintiendo como
mariposas le hacía flotar.
— ¿Ahora comprendes porque me limité a tratarte como a "uno más" también a ti?—
cuestiono —Para mi hubiera sido todo un desastre si tú en aquel tiempo te fijabas
primero en mi antes que en Taehyung...
Jungkook quiso replicar y eso Dak lo sabía, por eso mismo se apresuró a tomar el
pequeño rostro entre sus manos para luego depositar en sus labios un pequeño besito.
No podía dejar que el menor se dejara llevar por los sentimientos que se encontraba
sintiendo en ese momento.
—Por esa razón lo siento bebé—El azabache continuó con el tema principal de su
conversación─ Perdóname si en algún momento te hice sentir mal con mi actitud o si
mis acciones te hicieron dudar e incluso llorar. No solo en el pasado sino también...
cuando te fui indiferente el día de la fiesta aquí en la playa.
Jungkook hizo un puchero al recordarlo y Dak sonrió con tristeza al verlo así.
─S-si lo estuve hyung. Más cuando te vi con esa chica de... de aquella forma.
─Lo siento mucho, bebé—Se disculpó con un tono de voz realmente arrepentido─
Honestamente aquel momento fue uno de entera confusión para mí. No solo porque
mi etiqueta del rol se reactivó al leer las palabras de Taehyung en aquella carta, sino
porque...
Dak tragó duró al escuchar esa cuestión. Va se lo iba a decir, claro que sí le iba a decir
a Jungkook que también había recibido una carta de su host, al igual que él, pero no
de aquella manera.
Cerrando los parpados e inhalando lentamente por un instante, el mayor enterró su
mano derecha en aquel bolsillo delantero donde guardaba los retazos de una blanca
hoja de papel unidos con cinta transparente. Tomó el objeto poco después y abriendo
sus ojos, suspiró. Su vista yendo nuevamente hacía Jungkook.
─Mocoso...
─Descuida mocoso, lo que decía ahí no fue nada nuevo para mí cuando lo leí.
─Quiero decir que Tae escribió una carta similar para mí.
La mayor sorpresa por parte de Jungkook vino al obtener esa respuesta. Si, por
milésima vez en lo que llevaba de inicio ese día, el castañito se limitó a quedarse sin
aliento por culpa de aquello que Dak le acababa de confesaba. Y es que ¡joder! ¿Quién
no entraría en shock de aquella manera al recibir semejante combo de información en
menos de una hora?
Ahora fue el turno de Jungkook para interrumpir con un inesperado beso. Había
escuchado lo suficiente, es más había quedado por completo convencido.
─Entonces, fue por eso—Sonrió, juntando su frente con la de su mayor—Por eso mismo
fue que no quisiste tocarme esa noche.
Jungkook mordió su labio mínimamente, evitando sonreír ante lo bonito que se veía
Woo Dakho sincerándose. Queriendo hacer perdurar más aquella situación, aprovechó
para cuestionar lo siguiente.
─ Hyung, entonces... si todo lo que dices es verdad ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de
opinión y simplemente dejarte llevar?
─Así es, si no hubieras tirado esa carta en el bote del baño, jamás me hubiera dado
cuenta que Taehyung estaba dispuesto a todo con tal de que nosotros no nos
limitáramos.
─O-oh...
─Así que, después de leer la carta y caer en cuenta de que la insistencia de Taehyung
era grande a tal punto de incluso hacerte esas peticiones a ti... yo, simplemente tomé
una decisión y bueno, salí corriendo a buscarte.
─ ¿Mh?
─Tu corazón es mucho más hermoso de lo que me imaginaba—Y sonrió más al notar el
ligero halo de asombro llenar los profundos y oscuros ojos de su mayor—Hyung, me
siento muy feliz porque no me equivoque contigo. Me siento muy feliz porque desde
un inicio, sin conocerte, yo deposité toda mi confianza en ti.
─Lo sé mocoso bonito, y por esa razón te adoró todavía más. Por qué a pesar de que
todo el mundo me señalaba y me etiquetaba como "el villano" tú... tú confiaste en mí.
Tú no huiste al darte cuenta de mi actitud y de todo "lo malo" que yo podía hacer
según esa maldita carpeta de personalidades, sino que insististe y lo hiciste de una
forma tan hermosa que te clavaste aún más profundo en mi corazón y... joder, ¿Qué
carajo me estás haciendo decir?
─Se supone que yo más que nadie odio sobrepasar los límites de lo cursi y ahora
¡mírame!—Gruñó— ¿En qué demonios me has convertido, pequeño gusano?
─ ¡Hyung!
─Oh mira ¡hyung!─Jungkook, quien para ese momento ya se encontraba sentado entre
las piernas de su mayor y recargando su espalda en el pecho de este, señaló
sumamente emocionado el punto exacto en el que un rayo de sol salía a lo lejos de
entre las aguas─Se ve como si el sol estuviera saliendo del fondo del mar.
En un punto del momento, Dakho giró su mirada hacía a aquel castañito que admiraba
embelesado el panorama, y le fue imposible no sonreír ante aquello con lo que sus ojos
se toparon.
─ ¿Hyung?
Jungkook llamo al sentir los ojos del mencionado sobre él y le fue imposible no
sonrojarse al darse cuenta que Dak no dejaba de mirarlo.
─Andando...
─ ¿Mh?
Los ojitos del menor brillaron y de inmediato alzó su mano para tomar aquella que le
llamaba.
-
¡Pido perdón por desaparecer x mucho! mi inspiración se fugó y no encontraba la
 manera correcta para que este capitulo (la confesión de Dak en general) sonara
                                   especial
                                   Lxs IPY
        6.2 - Menos limites y más amor.
Advertencia:
Morning - Afternoon.
7:30 de la mañana y la miel que ambos chicos derramaban entre ellos era realmente
superior.
─ ¡Hyung!
Hace un poco más de 5 minutos habían salido del establecimiento donde habían
comprado un par de donas y dos cafés, ese lugar donde Dak tomaba de la mano a
Jungkook y le daba pequeños besitos en el cuello cada dos segundos y ese mismo
lugar donde la encargada de cobrar les había preguntado directamente si acaso eran
esposos y se encontraban en una luna de miel.
Señaló Jungkook, derritiéndose ante las caricias que repentinamente Dak comenzó a
dar en sus muslos.
Era demasiado para él, el castañito ya ni siquiera sabía cómo respirar siempre que su
mayor le miraba con esos profundos ojos atestados en dulzura y le hablaba con esas
melosas palabras saturadas en azúcar. Era algo nuevo y a la vez tan familiar, pero
sobre todo, era algo realmente fascinante y encantador.
El menor sonrió y quiso morirse de la vergüenza cuando Dakho acercó hacía su boca
una de las donas de chocolate que tomaba con una de sus manos.
─ ¿Cómo que qué hago? Te estoy alimentando. Así que, copera que es mi primera vez
dándole de comer a alguien en la boca.
─ ¡Gracias hyung!
Poco después de tener ese rápido y para nada saludable desayuno mañanero,
acompañado de infantiles mismos y bonitas caricias, ambos chicos se dispusieron a
caminar y a recorrer el lugar.
Jungkook adelante y Dakho abrazándolo por detrás, sus pasos avanzando por la orilla
de esa solitaria carretera.
─ ¡A-ah hyung!
Y sin esperar respuesta, por segunda vez en el día, el mayor volvió a pasear sus labios
por todo alrededor del rostro del contrario.
─Tus ojos, tu nariz, tus mejillas, tu boquita, todo en ti es realmente bonito, mi amor...
─Hyuuung.
Ah, en serio ¿Cuándo se iba a acostumbrar? ¿Acaso había una receta secreta para
familiarizarse con ese nuevo Dak?
Al cabo de unos minutos más de caminar y caminar, llegaron al centro de una pequeña
comunidad.
Se trataba de un pueblito, o bueno, una muy pequeña ciudad, donde la mayoría de sus
habitantes habían madrugado y despertado muy temprano para cumplir un día más de
vendimia local al turista.
(*)
10 am, a pesar de la hora, las calles del pequeño centro lucían abarrotadas de gente
yendo y viniendo a un lado a otro. Muchas de ellas divirtiéndose y deteniéndose en
cada puestecito que les causaba interés, mientras otras tantas entraban a los locales
de comida para poder almorzar.
─ ¿Te gustan?
—Están muy bonitos—Confesó, acariciando con las yemas de sus dedos los accesorios
que se encontraban mostrándose en una mesita.
Sin perder más tiempo, Dakho sacó la cartera donde yacían los pocos billetes que
quedaban de sus ahorros, y tomando uno de estos, lo extendió a aquella mujer mayor
de edad que se encontraba tejiendo con sus manos un bonito brazalete.
Fue lo que dijo una vez que la mujer lo miró, y Jungkook no pudo hacer nada más que
estallar su mirada de entera felicidad.
─Con gusto joven. Serían 1500W (1.25 dólares) ─Anunció la mujer, tomando el billete
para luego contar sus moneditas y así alcanzar a juntar la feria que le tocaba regresar.
─Está bien. Quédese con el cambio. Su trabajo está muy bien hecho, merece que su
costo sea un poco más.
Y después de decir aquello, Dakho giró su mirada a aquel chiquillo que lo veía con sus
ojitos completamente llenos de admiración.
─Ow, hyung.
Sin dudarlo, Jungkook accedió y tomando un par de aquellos hermosos collares estilo
bohemio hechos a mano, chilló.
─ ¡Estos!
─Buena elección.
Después de dar las gracias a la mujer, y que esta se deshiciera en reverencias hacía
ellos, los chicos se alejaron del lugar, el menor de ambos girando a ver con una bonita
ilusión a su mayor.
El menor sonrió de acuerdo, y sin tardar mucho extendió uno de los collares en
dirección hacia Dak. Este, invadiendo el espacio personal del contrario, se acercó a él
para rodear su cuello y ponerle el accesorio que unos segundos antes había recibido.
Jungkook quedando totalmente paralizado, al tenerlo tan cerquitita de él.
─D-Dak...
─ ¿Y?
Importándole poco eso que el castañito había señalado, Dakho tomó con ambas manos
el rostro de este y rompió esa poca distancia que tenía con él únicamente para
sumergirse en un húmedo contacto con sus labios.
Dakho lo besó, lo hizo despacio. Lo hizo justo en medio del callejón lleno de gente y de
una manera tan dulce que se encargaba de hacer saber a todos los que pasaban por
ahí y los veían, que le importaba un carajo lo que fueran a pensar. Lo hizo, y después
de unos cuantos segundos se separó del menor para luego darse el lujo de pegar su
frente en la de él. Sus penetrantes ojos abriéndose y atrapando aquellos bonitos y
asombrados del contrario.
─Te quiero mucho, mocoso, te lo dije ¿no? Me tienes completamente loco—Le susurró
sintiéndose realmente enternecido al ver el rostro del menor enrojecer─ Así que, que
te quede bien claro, estando en público o no, no me cansaré de mencionarlo y mucho
menos voy a parar de demostrarlo. No después de todo lo que pasó. No después de
todo lo que ya perdimos...
Cierto, Dakho tenía razón, ellos no podían darse el lujo de limitarse y menos de
tomarle importancia a lo que dijeran los demás. No, no podían hacer eso. No en ese
instante, no cuando los segundos avanzaban en cada suspiró, no cuando el tiempo era
tan poco, y mucho menos sabiendo que pronto todo, ese bonito e insuperable sueño,
estaba a nada de terminar.
***
─Hyung no... No creo que sea buena idea. Puede haber cocodrilos.
9 pm, si, el día había volado. El sol en sí, ya se había metido. Otro día más, (el sexto
para ser más concretos) ya había culminado.
Poco después de terminar de recorrer el pequeño centro de puestos, los chicos se
introdujeron a un local de comida para almorzar. Era la una de la tarde cuando
terminaron, Jungkook confesando que la comida de esa zona de la isla era realmente
deliciosa, tanto que había comido de más hasta casi estallar.
Dándose besitos cada que podían, los chicos habían llegado a esa zona poco transitada
donde nuevamente se habían encontrado a sí mismos en completa soledad. Fue
entonces que llegaron a ese lugar.
Un poco dudoso, Jungkook asintió para luego retener la respiración al ver como Dak
quitaba su camisa de inmediato.
─A-ah ¿hyung?
Fue justo cuando vio desaparecer el short de Dak, que Jungkook casi se ahogó con el
movimiento de su propia saliva dentro de su garganta. Okey tenía que relajarse, no
era la primera vez que veía a un chico en ropa interior, es más él claramente era un
chico y se veía a sí mismo todos los días incluso desnudo. Ah, pero sabía que no era
igual.
No, su cuerpo no se comparaba en nada con aquel perfecto del pálido y mucho menos
su ropa interior era tan ajustada como aquella que hacía resaltar los muy buenos
atributos que poseía Dak.
Va, pero en serio, tenía que relajarse, a parte, no era la primera vez que se encontraba
en una situación similar con el mayor ¿verdad?
Luego de salir de su pequeño trance, Jungkook movió sus piecitos vacilante hacia el
lugar donde Dak había dejado su ropa antes de echarse un clavado al agua. Titubeante
tomó los bordes de su camiseta para luego quitar esta misma de su cuerpo de un solo
tirón.
Al contacto con el airecito nocturno, su torso tembló y casi juró perder la respiración
cuando al voltear hacía en frente, una oscura mirada le atrapó.
─Mi amor...─La ronca y deseosa voz de Dak se escuchó al segundo en que un tímido
Jungkook hizo desaparecer su short─Ven acá.
Y así hizo. A pasitos pequeños, el castañito se acercó a la orilla del lago para después
empezar a meter su cuerpo lentamente. Por obvias razones el agua estaba fría si, sin
embargo, eso fue lo último en lo que pudo pensar Jungkook, pues tener las dilatadas y
oscuras pupilas del mayor clavadas en él, le hacían sentir de todo menos frio.
─Eso es...
Escuchó a Dak decir, antes de sentir sus manos tomar su delgada cintura bajó el agua.
—Ya estoy aquí, Dakho h-hyung.
En ese instante, ambos se miraron fijamente a los ojos, el tiempo corriendo sin prisa y
sus labios pronunciando nada en tanto sus miradas se hacían responsables por decir
todo lo que sus mentes querían decir y sobre todo, aquello que sus cuerpos anhelaban
por sentir.
Y la sonrisa de Dak se pronunció aún más, lo hizo al percatarse de cómo los ojitos
contrarios viajaban hasta posarse en sus labios, mientras el color rojito en las blancas
mejillas se intensificaba sin algún descaro.
Cuando Jungkook llevó su mirada de nueva cuenta a aquella contraria, esa corriente
eléctrica volvió a vibrar en su interior al toparse con esos profundos ojos tan brillantes
y a la vez tan oscuros de deseo pertenecientes a su mayor. Por un momento su propia
boca reaccionando ante la intensa mirada y haciéndolo soltar a su vez un pequeñito
jadeo.
Solamente Woo Dak Ho sabía cómo prenderlo sin tocarlo. Solo él sabía cómo excitarlo
con solo mirarlo.
Entonces, sin pensarlo, Dakho hizo que el toque que había hecho en la cintura del
contrario, se convirtiera en un abrazo completo, uno donde pegó descaradamente la
anatomía del menor a la de él mientras rozaba su nariz con la contraria ante de decir.
1, 2, 4, 5... Salieron a la superficie, y con sus labios aún juntos, Dak comienzo a besar
a movimientos lentos, los belfos contrarios en tanto sus manos traviesas acariciaban
superficialmente la cintura de Jungkook y bajaban un poco más abajo de sus caderas.
El menor por su parte, lo que hizo fue relajarse y dejarse llevar mientras enredaba sus
brazos en el cuello de Dak y sentía como las caricias de este le hacían volar al estar
rebasando los límites de su propia conciencia.
─Mhj, h-hyung.
-
              No vayan a empezar a pedir detalles
Midnight.
3:00 am
A orillas del lago, con su espalda desnuda tocando el húmedo césped, sus piernas por
completo abiertas, sus manitas enterradas en las negras hebras de su mayor y su
columna vertebral vibrando debido a todas las emociones que segundos antes habían
explotado en su interior, Jungkook gimió al "terminar" dentro de la boca de aquel que
yacía entre sus piernas, su alma saliendo de su cuerpo y su ser tocando las estrellas al
sentir como Dak terminaba de saborear su miembro antes de pasar sus besos hasta
uno de los muslos de sus piernas, vientre bajo, abdomen y terminar en uno de sus
pezones.
─Hyung-ah~
Jadeó, y el mencionado no dudó en llevar sus ardientes besos hasta sus labios.
Y la escena del día anterior se volvió a repetir, esa donde Dak mordía, lamia y besaba
como si su vida dependiera de ello los bonitos labios de su Jungkook, mientras este,
completamente ansioso, tomaba el prominente miembro de su mayor para poder dejar
en él pequeños deslices en forma de vaivén que le hacían a su vez deleitarse con los
insuperables gemidos que Dakho hacía escapar en cada choque de sus bocas.
Y el de hebras castañas no tardó mucho en obedecer las suplicas del contrarió, quien,
luego de soltar un ronco sonido proveniente de lo más profundo de su pecho, terminó
en el torso de aquel que yacía acostado debajo de él.
Jungkook jadeó, sus manitas dando los últimos vaivenes y su labio inferior siendo
aprisionado por sus dientes al ver la escancia de su mayor caer sin descaro sobre su
cuerpo.
Lo que vino después de aquello fue una larga e intensa sesión de besos controlada por
DakHo, quien se encargaba de que Jungkook supiera lo endiosado que estaba con él,
por medio de las mordidas que daba en sus labios y las pequeñitas succiones que
dejaba en su cuello.
¡Que vergüenza!
¿Qué se supone que el castañito tenía que responder a eso? ¿Cómo es que debía
incluso actuar después de ver a Dak haciéndole sexo oral? Joder, el solo pensamiento
y recuerdo hacía a su rostro simplemente explotar.
─H-hyung.
Espetó, sus bonitas mejillas bañándose de un visible color escarlata y sus labios
balbuceando torpemente algo inentendible. Dak, sonriendo aún más al quedar
completamente maravillado con su reacción.
El cuerpo de Jungkook vibró al escucharlo, y por enésima vez en la noche, sintió su ser
desfallecer cuando Dak paseó sus labios por todo el contorno de su mandíbula para
después terminar con pequeños besitos y lamidas en su cuello.
¿Ah, que era lo que había hecho Jungkook para merecer aquello? Tener a Dak, el alter
más "rudo" del sistema de su novio, refugiado de aquella manera en su cuello, era algo
simplemente tan difícil de creer.
DakHo por su parte, solo podía estar embriagándose del aroma del más pequeño, de la
calidez de su cuerpo, y de lo relajante que era sentir tenerlo tan cerca.
Y es que todo de Jungkook le encantaba, ¡Le fascinaba! Toda acción por su parte se le
hacía sorprendente viniendo de él, ¡por más mínima que fuera! Jungkook tenía el
poder de hipnotizarlo incluso con el delicado movimiento de su torso en cada
respiración, con el glorioso sonido de los latidos de su corazoncito andando dentro de
su pecho, con la maravillosa sensación de su piel erizándose bajo su tacto siempre que
se sentía una ráfaga de aire fresco...
Y fue ahí, al sentir justamente esa sensación acompañada de un ligero temblor por
parte de Jungkook, que DakHo no tardo mucho en salir de su "refugio" únicamente
para acaparar el pequeño cuerpo contrario con la calidez de sus brazos.
─Ven aquí, hace frío...
No mentía. De hecho, Dak estaba cien por ciento seguro que en ese lado de la isla el
aire estaba un poco más helado de lo normal, sin mencionar que, como estaban casi
recién salidos del lago, la temperatura de su cuerpo no era específicamente caliente, a
pesar de lo que ya habían hecho.
Pero cuando estuvo a punto de separarse del menor para elevar su cuerpo, este se
aferró a su contacto, rogándole con ese insignificante movimiento que no se atreviera
a alejarse de él.
─¿Mocoso?
—No, está bien hyung. No te separes solo... solo quédate aquí y abrázame f-fuerte.
─Te amo escuincle...─Susurró al cabo de unos segundos y Jungkook lo único que pudo
hacer fue aferrarse más a su contacto—Te amo con mi vida entera. Te amo tanto que
incluso llega a doler. Eres mi universo Jungkook, mi más bonito complemento. Nunca
lo olvides ¿de acuerdo?
Como respuesta Jungkook depositó sus labios en el desnudo torso de su mayor, para
luego dejar en esa área un muy largo y dulce besito, lo cual le aseguró a Dak que, en
definitiva, jamás olvidaría esas palabras.
Y es que ¿Cómo podría hacer eso? ¿Cómo Jungkook se iba a atrever a borrar de sus
recuerdos el magnifico amor que Dak se encontraba entregándole? ¿Cómo el menor
iba a ser capaz de olvidar algo tan glorioso como lo que se encontraba viviendo ahí, en
esa isla solitaria con la "personalidad" más increíble que en su vida pudo conocer?
No, Jungkook no iba a hacerlo, jamás en lo que quedaba de su existencia iba a olvidar
aquello. Por el contrario el menor se iba a encargar de alabar y glorificar día con día
esos puros y auténticos sentimientos pertenecientes a Woo DakHo, el poderosísimo y
eterno alter dueño de sus suspiros. El primer amor de su vida, el único ser al que se
atrevería a llamar, su verdadera alma gemela.
.
.
.
 Ya tenía este cap escrito desde hace como 3 días y no había querido subirlo bc... hay
1er perspectiva.
51, 52, 53... El beso que se encargaron de mantener ambos chicos por los siguientes
segundos convertidos en minutos, fue simplemente magistral.
Jungkook aferrando sus brazos al rededor del torso de su alter favorito en tanto
acariciaba su espalda con eterna suavidad, mientras DakHo se deleitaba y saboreaba
con parsimonia los deliciosos labios de aquel castañito que consideraba su "todo".
Dulzura, amor, pasión y es que en ese momento justamente no podía existir nada más,
no, solamente ellos dos regalándose cariño debajo de la luna llena y en medio de la
oscuridad de la naturaleza mientras el aire fresco chocaba con el tacto de sus cuerpos
mojados. Solamente ellos dos y sus respiraciones, sus caricias y esos corazones
acelerados que les rogaban por no parar jamás.
─Hyung...
Por primera vez en la noche, después de escuchar a Dak decirle "te amo" y sobre todo,
después de terminar con ese largo beso que había comenzado luego de dichas
palabras, Jungkook miró fijamente al contrario, su sonrisita llenándose de amor en
tanto su carita resplandecía brillante ante aquel que se había convertido en su entera
adoración.
─ ¿Mh?
─ ¿Mh? K-ko...
Ahora fue el turno de Jungkook para abrir los ojos a la par, su ceño frunciéndose
inmensurablemente al escucharlo.
Oh. Al escucharlo, todo el ser del menor palideció, su cuerpo empezando a temblar de
ansiedad en tanto sus bonitos ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.
─ ¿T-Tae?
Y no supo que fue lo que sintió cuando el mencionado lentamente asintió. No,
Jungkook no supo si fue alegría lo que le invadió por volver a ver a su novio después
de días de no hacerlo o dolor por percatarse de que, en efecto... la característica
mirada de Dakho en aquellos intensos ojos ya no estaba más. No supo tampoco el
porqué ese inmenso dolor en su corazón, y mucho menos entendió porque de un
momento a otro la desilusión invadió cada milímetro de su cuerpo.
─ ¿K-Kookito?─Lo llamo el mayor, sin embargo lo único que pudo hacer el castañito fue
mirar por sobre sus ojos nublados como la expresión de su novio se angustiaba─
¿Estás bien, bebé?
Pero no respondió, no pudo hacerlo, no cuando la cascada de lagrimas salida por sus
bonitos orbes cayó cuesta abajo por sus sonrojadas mejillas al mismo tiempo en que
por su boquita salía un repentino sollozo lleno de... dolor.
─ ¡Kookie!—La voz de su novio expresó y él lo único que pudo hacer fue mirarlo a
través de sus mojadas pestañas.
Dolía, claro que dolía. Algo dentro de él ardía ¡Algo dentro le estaba quemando con
intensidad! Y a pesar de que su Tae estaba haciendo de todo para intentarlo auxiliar,
él no podía dejar de llorar.
─Kookito, amor...
Algo estaba sucediendo, algo lo quería matar, Jungkook se dio cuenta de eso cuando
de un momento a otro, el mismo paraíso a su alrededor se comenzó a nublar.
─Bebé...
─ ¡Hyung!
─Mocoso...
Fue justamente cuando hasta la luz de la luna llena se apagó, que Jungkook sintió el
verdadero temor. Ya no había nada a su alrededor, el lago, el pasto, los arboles, la
luna, todo, absolutamente todo había desaparecido.
Todo se había ido. El lugar, los momentos, los recuerdos, ellos... Woo Dak Ho e incluso
Kim TaeHyung, ya no estaban más. Percatarse de eso último justamente fue lo que le
hizo volver a gritar.
─ ¡Oh por Dios! ¡D-DakHo hyung! ¡T-tete hyung!─Sollozó, lo hizo mientras llevaba su
nebulosa mirada a todo a su alrededor y gritaba como si su vida dependiera de ello los
nombres de esas últimas dos personas que lo habían llamado. Esas únicas dos
personas que tanto lo habían amado.
Fue lo último que alcanzó a soltar, antes de dejar caer sus rodillas al piso con
brutalidad y... despertar.
Sus ojos estaban nublados cuando los abrió, su corazoncito andando con rapidez y
señales de pequeñas lagrimitas postradas en el área de sus ojeras.
El castañito puchereó, su rostro siendo cubierto por sus manos antes de dejarse llevar
por el llanto que momentos antes, en aquella espantosa pesadilla, lo había atacado.
¿Por qué había soñado eso? ¿A caso su mente lo quería destrozar? ¿O lo quería
preparar para aquello que, en un poco más de 24 horas, estaba a punto de pasar?
─ ¿Mocoso?
Dejando a un lado el par de sándwiches y refrescos que sostenía dentro de una bolsa
con sus manos, el de tercera personalidad abrazó de vuelta a aquel que temblaba
débilmente mientras se agarraba a llorar pegado completamente a su pecho.
Jungkook por su parte, lo único que podía hacer era sollozar cada tanto y suspirar con
intensa sensibilidad acumulada en su cuerpo.
Con suma ternura y delicadeza, DakHo tomó el tembloroso cuerpecito del contrario y
lo alejó un poquito, solo a un punto de poder ver directamente a esos rojos ojitos tan
atestados de lágrimas y temor
─Amor...
Pero lo que DakHo nunca espero fue escuchar eso que vino después. Esa petición que
tanto había estado evitando, ere ruego por parte del menor que tanto estaba temiendo
escuchar.
-
-
Jellooowiiin slkahlkdjlk capitulo super cortito por que en realidad subiré dos!
    Así que encárguense de leer en orden los capítulos y.. pues que? prepárense por que
                       si no me equivoco... dolerá el siguiente </3
            7.1 - 2 Un amargo despertar.
2da perspectiva.
[WDH]
4:00 AM.
Quería refugiarme en el, quería fundirme en sus brazos, pegar mi oído contra su
pecho y hacer que sonido de los latidos de su corazón me arrullarán, no obstante,
decidí cambiar de planes cuando él, entre sueños e , estornudó antes de pegarse
todavía más a mi cuerpo inconscientemente.
No nos podíamos quedar ahí, teníamos que encontrar un lugar, uno donde nos
pudiéramos refugiar, uno que nos asegurara que el día de mañana no íbamos a
despertar con una pulmonía.
Pero lo único que recibí como respuesta de su parte fue un inentendible balbuceo
seguido de un apapacho todavía más intenso.
Sonreí dejando mis labios sobre su frente por un par de segundos antes de separarme
de él lentamente.
Una vez quedé libre de sus brazos, me puse de pie, las ganas de querer volver hacía él
y abrazarlo ganándome al verlo temblar. Sin embargo, me limité a no dejarme llevar y
simplemente recorrer con rapidez el lugar para buscar nuestras ropas.
Ambos portábamos solo nuestra ropa interior por lo que tuve que me dispuse a buscar
entre la oscuridad las 4 prendas faltantes.
2 shorts y una camisa, era lo que ya había encontrado cuando bufé al ver aquello que
se encontraba en el lago.
─Joder
¡¿Cómo era posible que las camisas de Jungkook siempre terminaban en el agua?!
Rodando los ojos, dirigí mis pasos hacía dicha prenda, esa la cual flotaba gloriosa a
orillas del lago.
La tomé y con fuerza la exprimí, como si con dicha acción fuera a lograr que se secara
por completo. Algo que por obvias razones no sucedió.
Llevando mis pasos hasta donde se encontraba descansando Jungkook, tomé su short
color beige y metiendo sus pies en el, lo deslice hacía arriba por sus bonitas piernas.
Luego de aquello, tomé la blanca y mojada camisa de Jungkook junto con la mía. Miré
ambas por un momento y luego de tomar una decisión deje a un lado la de Jungkook
antes de dirigirme a él.
Con sumo cuidado, me dedique a elevar el torso de Jungkook para poder hacer
descansar su cabecita en mí y de aquella manera poder poner en él, mi oscura camisa.
Lo mismo hice yo, poco después de acostarlo en mis piernas, cubrí mi torso con su
mojada prenda.
Al no obtener respuesta clara por su parte luego de llamarlo por segunda vez, en un
solo movimiento cargué a mi escuincle, lo afiance con mis brazos y poco después de
asegurarme de no dejarlo caer, me eche a andar con él a las afueras del boque.
Okey, tal vez no era el mejor lugar que alguna vez imaginé llevar a Jungkook, sin
embargo, el interior era mucho más cálido que la sensación del aire fresco de afuera.
─Y por lo visto tu quieres que rompa los tuyos─ Gruñí arrebatándole con brusquedad
los billetes que me extendía como cambio─ Vuelve a decir una palabra y no dudaré en
hacerlo.
Poco después de aquello, caminé con Jungkook aún dormido sobre mis brazos hacía
aquella habitación donde nos quedaríamos. Entré y con extrema suavidad para no
hacerlo despertar, deposité su cuerpecito sobre el colchón. Estaba a punto de
alejarme para ir al baño y prepararme para dormir, pero un amarre en una de las
esquinas de la húmeda playera que yo portaba me hizo detener.
─Ah, ¿tan desesperado estas por aferrarte a mi?─Susurré, burlándome a la vez de sus
inconscientes y tiernas acciones─De acuerdo mocoso bonito, no me alejaré de ti.
Me metí a la cama, quitándome la camisa antes para poder acomodarlo a él entre mis
brazos. Al sentirme, mi escuincle de inmediato se acurrucó en mí. Por un momento
pensé que se encontraba despierto, pues las ansias con las que se aferró a mi pecho
fueron realmente deseosas, como si en verdad hubiera estado esperando a sentir de
nueva cuenta mi calidez.
─Serían 2883.89 W
Extendí mi último billete a la mujer y ella, con una sonrisa coqueta, me devolvió la
feria.
Una vez afuera aseguré la bolsa donde cargaba los dos emparedados junto con las
aguas antes de sacar mi billetera para poder guardar el cambio en ella, fue entonces
que lo vi... ese pequeño sobre de no más de 5 cm acomodado en una de las apartados
del interior.
Suspiré, lo tomé y tal como lo hice hace un par de días al sacarlo junto con aquella
cajita, lo abrí para leer su contenido una vez más.
Y pues bueno, e aquí el "regalo compartido" del cual te hablé en la carta pasada:
A simple vista, aquel texto podía tener un millón de significados, sin embargo, para mí
todo estaba muy claro. Más después de leer la larga carta y todavía más al ver lo que
había dentro de aquella pequeña caja.
Estaba listo. Lo haría, claro que lo haría. De aquello estaba perfectamente seguro. El
día de hoy sorprendería a Jungkook.
***
No tuve tiempo de continuar, no cuando él fue más rápido en tomar mi camisa (que en
realidad era la suya ya seca) antes de abrazar mi cuerpo como si su vida entera
dependiera de ello.
Luego de dejar la bolsa a un lado, le devolví el abrazo al instante, acariciando su
espalda y cabellos al mismo tiempo en que le susurraba que todo estaba bien. Él
temblaba y yo no pude sentirme más miserable al no haber estado ahí para él cuando
despertó.
─Hey, escuincle ¿Qué pasa mi vida?—Con ternura tomé sus brazos y con extrema
delicadeza lo alejé poquito de mi. Su rota mirada perforando mi corazón al
mirarme─Amor...
Dejé de tomar sus brazos, él al darse cuenta me tomó ambas manos con las suyas,
como gritándome que no lo soltara.
─H-hyung...
─Hyung por favor contéstame. Por favor dime que no te irás. D-dime que... que te
quedaras aquí, en esta vida, con-conmigo.
Y definitivamente eso fue lo más doloroso que alguna vez en mi vida me atreví a
soltar.
─ ¡P-pero hyung! ¿Por qué? ¿Por qué no puedes quedarte? ¿P-por qué me quieres
dejar? ¿En verdad me amas?
─ ¡Lo es, hyung! Si se ponen de acuerdo, TaeTae y tú podrían tener un buen rol. Podrá
salir cada uno por 5 horas o...
─Jungkook.
─Claro que podrás, amor. Con Tae a tu lado claro que podrás continuar.
─Necesitaré de ti también.
─No, no lo harás─Señalé─ Te puedo asegurar que después de mañana no me
necesitarás más.
─H-hyung p-por favor. ¿Q-que es lo que te detiene? ¿Por qué no puedes simplemente
acceder y... quedarte aquí?
Al escuchar sus cuestiones, una sola persona vino a mi mente, y con ella todo el dolor
que esta misma había experimentado─ Por Taehyung─ Respondí y él, con ojos
temblorosos, me miró.
─No puedo hacerle esto a Taehyung, amor. No puedo dejar que mis decisiones afecten
su vida, no cuando yo más que nadie sé todas las ganas que él tiene para vivirla.
─P-pero...
─Mocoso... yo te amo sí, pero también amo a Taehyung. Lo amo con todo mi corazón y
de una manera tan fraternal. Como si fuera un gran amigo del alma o ese hermano
que jamás tuve. Te lo he dicho ¿no? en esta vida me tocó protegerlo y lo haré hasta el
final.
─Bebé...
Intenté tomar su rostro y elevarlo, no obstante el fue más rápido en desviar mi toque
para mirarme y decir.
─Pero amor...
Estaba enojado, lo sabía, y si no era así, se encontraba sentido, dolido. Fue por esa
razón que no insistí en que hablara conmigo. Solo seguí sus desganados pasos hasta
que estos nos llevaron al lugar en donde habíamos dejado la moto.
Lo vi tomar uno de los cascos antes de subirse en ella, justo en la parte de atrás.
Quería que nos fuéramos, eso estaba quedando más que claro.
Sin decir ni una sola palabra me acerque, colgué la bolsa de esos alimentos que no
comimos en una de las manijas, tomé mi casco y poco después de ponérmelo también
hice subir mi cuerpo a la motocicleta.
Ninguno de los dos dijo algo, mucho menos cuando se escuchó el sonido del motor.
*
                             It hurts. It hurts so much.
Se dice que si no lloraste ni suplicaste junto a Jungkook es por que realmente no amas
                                con todo tu corazón a Dak.
¿Ustedes que opinan de esa situación? poniéndose en los zapatos de Dak, Jungkook y
                               TaeTae obviamente...
                                       Los leo
                              7.2 - Egoísta
Midday
Habían llegado al centro de Jeju hace ya un poco más de dos horas. El reloj de mano
de Jungkook marcó las 11:40 am justo cuando se bajó de la moto y le pidió a Dak que
no lo siguiera, pues quería estar solo.
Jungkook había bajado su cabeza al escucharlo y había hecho llevar sus pasos a la
cabaña poco después, su vista borrosa impidiéndole ver con claridad el camino. Había
escuchado a Yugyeom saludarle en el trayecto, sin embargo, el castañito estaba tan
sumido en el sentir de su propio dolor que se había encargado de ignorar,
inconscientemente, al dueño del hotel.
Sollozó, lo hizo con infinito dolor mientras se deshacía en lágrimas llenas de tristeza y
coraje al recordar una y otra vez la respuesta negativa que le dio Dak.
Él amaba a DakHo, lo amaba con toda la fuerza de su ser. Lo amaba tanto que hasta el
mismísimo sentimiento llegaba a quemar, pues, por primera vez en toda su vida, el
mayor había logrado hacerlo sentir realmente amado, realmente enamorado. Si,
definitivamente Jungkook se había "enamorado", era por eso mismo que aquel
momento dolía, por que se estaba dando cuenta que había caído rendido a los pies de
un alter que en menos de 24 horas lo iba a abandonar.
5, 10, 20... Los minutos pasaron, y con ello las largas horas.
El reloj ya no marcaba más las 11, sino que el minutero había corrido sin dudar hasta
alcanzar el numero 2.
Fue entonces que Jungkook elevó la mirada y lo vio. Ese papel arrugado, ese único
que se encontraba en el interior del cesto de la habitación.
No supo cómo, pero algo lo obligó a pararse e ir hasta él; algo más bien parecido a sus
instintos diciéndole que tenía que leer el contenido de ese papel. No se equivocó.
El labio de Jungkook empezó nuevamente a temblar al leer las primeras palabras, esos
primeros "deseos" de aquel que hace poco más de 6 meses se había convertido en su
novio. Por un segundo, su mente sintiéndose tan tonta al solo recordar que pensó en
querer "dañar" la libertad de su Tae, ese magnífico ser que tanto lo amaba con el
alma. Ese que le había demostrado en cada sonrisa e incluso en cada acción, lo mucho
que estaría dispuesto a sacrificar con tal de verlo feliz... aún si eso incluía dejar ir su
propia libertad para dársela a alguien más.
El castañito apretó sus labios fuertemente mientras sentía su alma caer en pedazos.
¿Qué es lo que había hecho? ¿En qué carajo había pensando al decirle a Dak que le
arrebatara 5 horas del día a aquel que no había vivido ni siquiera un año?
Era un egoísta. Por pensar solo en él, por pensar solo en sus sentimientos, por pensar
solo en su felicidad y dejar a un lado la de aquel que no dudaría en entregar su alma
entera a cambio de verlo sonreír. Definitivamente Jeon Jungkook era un maldito
egoísta, y un completo idiota también, pues de no haber sido por su infantil actitud, de
no haberse puesto en aquel plan de "niño dolido" por la mañana, aquellas 3 horas en
las cuales había estado llorando por una tontería, las hubiera aprovechado para pasar
junto a Dak.
Ansiaba tanto estar cerca de él, eso fue lo que repentinamente sintió, fue por eso
mismo que no lo esperó y simplemente se echó a correr fuera de la habitación.
Algo angustiado, el castañito optó por salir fuera de la cabaña y así dedicarse a buscar
en los alrededores del hotel.
─ ¡Dak!─Vociferaba una y otra vez, corriendo por los extensos pasillos e importándole
poco que la gente lo mirase─ ¡DakHo hyung!
Una voz detrás de él señaló antes de sentir como una mano se posaba en su espalda
para luego hacerlo voltear.
─ ¡Ah Yugy hyung! Tú... por favor dime que viste a Dak.
El dueño del hotel fingió pensar, haciendo con sus labios una extraña mueca a la vez
que juntaba ambas cejas al centro de su frente.
─ ¿Quieres que te diga la verdad o una mentira?
─ ¡H-hyung!
El mayor rió y no dudo en dejar un suave pellizco en una de las mejillas de aquel
castañito que lucía tan adorable.
─De acuerdo, de acuerdo. La verdad no, Kook, no lo he visto. Pero, si me ayudas con
algo te prometo que yo te ayudaré a buscarlo por las cámaras de seguridad.
El castañito lo pensó, claro que lo pensó. Tenía dos opciones, rechazar la oferta que le
ofrecía el dueño del hotel y simplemente seguir buscando por su cuenta a Dak o
aceptarla y tener más probabilidades de encontrar a su mayor por las cámaras de
seguridad.
─Kook, andando.
Y poco después de decir aquello, el de nombre Yugyeom tomó una de las delgadas
muñecas del menor para de aquel modo arrastrarlo al lugar mencionado.
─Ugh, porque me enojé con él—Confesó deteniendo sus pasos justo frente a su cabaña
—Le dije que quería estar solo y... al parecer se lo tomó muy enserio.
─Pero...
─Anda Jungkookie.
Y por segunda vez en el día, el mayor tomó la mano del chico para arrastrarlo al
interior y después hasta su habitación.
─Hyung, contéstame.
Jungkook por su parte, solo pudo quedarse inmóvil, viendo la puerta de madera
cerrada en tanto su mente analizaba las palabras que el dueño del hotel soltó.
¿Cómo era posible que Yugyeom pudiera saber eso? ¿Dak le había contado todo?
¿Yugy en verdad se había encontrado con él y le había mentido al decirle que no? Pero
cuando Jungkook quiso abrir la puerta de madera para preguntarle el mismo a
Yugyeom, esta se encontraba cerrada por fuera.
─ ¿Ah? ¡Hyung!
─No te dejaré salir hasta que te acabes de bañar Kook. Así que más vale que te
apresures.
¿Qué? ¿Quién era él para hacer eso? Vale Jungkook sabía que era el dueño del hotel,
pero ¿En verdad se le permitía encerrar a los huéspedes en el baño?
DakHo, todo el día había estado usando una camiseta del poderosísimo Woo DakHo.
Sonrió aunque de inmediato puchereó, si no hubiera sido por su estúpido berrinche y
sensibilidad que lo atacó por la mañana, Jeon Jungkook se hubiera dado cuenta de
tremendo detalle, y no solo eso, sino que hubiera pasado una dulce mañana en
compañía de la tercera personalidad.
Ah, realmente había exagerado con su actitud, pues no solo había perdido más de 3
horas sin Dak, sino que había hecho que este se fuera. Solo rogaba poder encontrarlo
antes de que la tarde se durmiera y la noche llegara.
    Capítulo sin Dak aunque créanme, los siguientes valdrán por completo la pena.
          Por la tarde subo la siguiente parte. Manténgase al pendiente ❤
Y por favor denle mucho amor con votos y comentarios     Son los últimos capítulos lo
                                     merecen
Afternoon
"El hotel hará una cena de gala en la playa esta noche, quiero que me ayudes
asistiendo. No preguntes más y solo póntelo" Eso fue lo que me dijo Yugyeom hace
unos minutos antes de dejarme solo en la habitación con un montón de líos mentales
andando por mi cabeza.
Y es que, aún no podía terminar de entender por qué la insistencia del chico en que yo
acudiera a esa "elegante cena"
¿Qué carajo le estaba pasando? me preguntaba mi propia mente una y otra vez al
mismo tiempo en que decidía en si vestir o no aquel elegante traje blanco que el
dueño del hotel me había entregado, y casi obligado a ponérmelo, poco después de
salirme de bañar.
Después de minutos de pensar, opté por ponerme el traje y me di cuenta que no había
sido mala elección.
El smoking era perfecto, extravagante. Era un grupo de prendas que hacían resaltar
mi figura al amoldarse a mi cuerpo con delicadeza, mientras que el color blanco hacía
resaltar mi apariencia a tal punto de hacerla ver más que magistral.
Me gustaba, claro que me gustaba, no nada más porque hacía resaltar mi belleza, sino
porque Yugyeom me había elegido a mí para usarlo. Sin embargo todo rastro de ánimo
que por un segundo me invadió al mirarme, desvaneció de inmediato al darme cuenta
que solo quería que una persona me viera usándolo. Woo Dak Ho.
Apreté mis labios con fuerza al mismo tiempo en el que cerraba mis ojos. Quería que
Dak me viera usándolo. Quería que se hipnotizara con mi apariencia, quería que se
enamorara más de mí. Quería que mi hyung me dijera una y otra vez lo perfecto que
me veía mientras sus orbes me observaban con ese brillo de lujuria y amor con el que
últimamente tanto me había estado mirando.
Quería verlo, quería encontrarlo, rogaba para que entrara a la habitación ya...
─ ¡Y las tendrás!
─Pero ¡¿Cuándo?!
─Pronto.
─Ajá.
Lo miré con cansancio, mis ganas de hacerle saber lo desesperado que me encontraba
por encontrar a Dak y lo poco animoso que me sentía al escuchar la palabra "gala",
reflejándose de inmediato en mi mirada.
─Kook, te prometo que después de esto ya no habrá misterios. Te diré porque sé eso
de Dak y aparte te ayudaré a encontrarlo. Solo acompáñame a la cena por favor.
De acuerdo, ahora el preocupado era él. Lo vi en sus ojos y como estos me suplicaban
para que fuera.
***
Habíamos salido de la cabaña por la parte de atrás, esa donde había un gran ventanal
que daba al mar. Solo una vez en los siete días había utilizado esa salida, y fue la
mañana en el que escapé para poder llorar al día siguiente de ser "rechazado" por
Dak.
Yugy iba delante de mí, y yo iba detrás, siguiéndolo. Sin embargo, comencé a dudar al
darme cuenta que ya habíamos caminado mucho cuando volteé hacía atrás y vi la
ultima cabaña los suficientemente alejada de nosotros.
Definitivamente, todo estaba precioso y listo para la velada. No obstante, hubo algo
que me llamó la atención, algo que se me hizo sumamente extraño y era que el
fastuoso espacio no contaba con varias mesas, en su lugar, había solamente una de
tamaño no muy grande con dos sillas en cada lado y un trío de velas encendidas como
centro de mesa.
Fruncí el ceño.
Pero corté mi cuestión cuando, al girar a mirar a la dirección donde se suponía que
estaba, me di cuenta que en realidad ya se encontraba alejando de mi y por ende, del
lugar.
Intenté seguirlo, no obstante, me detuve de golpe cuando una cosa más acaparó
nuevamente mi atención.
Un camino de pétalos rojos y velas intercaladas, uno que al seguirlo con la mirada
llevaba a aquel objeto, ese fastuoso y elegante con detalles de madera que se
encontraba a unos cuantos metros de ahí, postrado justo a un lado de una gran
palmera.
Oh.
Se trataba de una cama. Una preciosa y lujosa cama de playa tipo balinesa de madera
la cual destacaba por las blancas cortinas que servían como decoración y por las
sabanas del mismo color que cubrían el suave colchón.
─"Ikigai"
Al escucharlo, mordí mi labio inferior y dejé que las lagrimas que rebosaban mis ojos
salieran sin descaro, en tanto sentía como el mínimo toque en mi cintura se convertía
en un abrazó completo por la espalda.
─En esta vida, eso es lo que tú eres para mi... mocoso bonito.
Sollocé, lo hice mientras hacía mi labio inferior temblar y el soltaba pequeñas risitas
por, probablemente, lo infantil que me veía.
─T-te estuve buscando─Sin girar a mirarlo aún, cerré mis ojos y solté un delicado
suspiro cuando el enterró su rostro en la parte trasera de mi cuello, sus manos
aferrándose a mi abdomen mientras juntaba todavía más su cuerpo a mi espalda─ ¿P-
porque te fuiste?
Él sonrió, y lo hizo de una manera tan seductora que por un momento dudé en si la
mismísima imagen era real.
Un esmoquin color dorado beige era lo que mi hyung, el inigualable Woo Dak Ho,
portaba. Un traje extravagante, fascinante, uno que le hacía resaltar su hermosa piel
pálida y sobre todo, uno que hacía juego con aquella delirante, sedosa y jodidamente
hipnotizante cabellera también dorada.
─ ¿Te gusta?
Él, con esa reacción tan egocéntrica y altanera que lo caracterizaba, amplió su sonrisa
todavía más. Una parte de su labio inferior siendo aprisionado por sus dientes
mientras elevaba ambas manos hacía mi rostro y lo tomaba.
Y poco después de escucharlo soltar aquello, yo tuve que retener un suspiro justo
cuando sentí sus suaves labios posarse con delicadeza en los míos.
Dak me besó, lo hizo despacito. Lo hizo como si en nuestros labios existiera una pieza
de arte que en cualquier momento se podía quebrar. Yo, completamente hipnotizado
por tan delicado movimiento, solo pude enredar mis manos en su cintura mientras me
encargaba de pegar mi cuerpo lentamente al de él.
El beso duró lo que tuvo que durar, ni un segundo más ni uno menos, sino que el
suficiente. Al separarnos ambos nos miramos a los ojos y por un largo minuto, que se
asemejó a toda una eternidad, estuvimos sonriendo el uno al otro en tanto nuestras
pupilas gritaban cosas tan difíciles de describir.
─Ah... ¿Yugyeom?
—No puedo creer que hayas pedido su ayuda—Sonreí y él volvió a formar ese bonito
gesto que lo hacía ver tan adorable.
.
.
.
¿Quién más pensó que el Yugy se iba a aprovechar de Jeon y porque tan desconfiadxs?
                                     lkjdlajsdlj
Por cierto, estaba viendo la "Linea del tiempo de la historia" y se me ocurrió preguntar
  ¿alguien aquí tiene la remota idea de cuando fue la fecha exacta de la aparición de
   Dak? (día y mes) A quien adivine, se acerque o de perdido le intente le dedico el
                               siguiente capitulo akjsdlkj
1/2
[WDH]
Afternoon - Night
─ ¿Te gusta?
Cuestioné y por un segundo esa jodida inseguridad que en los últimos días me había
estado atacando cuando se trataba de la aprobación de Jungkook, me atacó al
momento en el que él quitó su mirada del platillo únicamente para dirigirla hacía mi.
Sin dejarlo contestar, me apresuré a señalar.
Jungkook asintió y poco después de dejar un fugaz toque en su frente con mis labios,
tomé su mano y lo guíe hasta hacerlo sentar en una de las dos sillas que se
encontraban a centímetros de nosotros.
─Gracias hyung....
─De acuerdo, Sr. Jeon, permítame decirle que la combinación del menú para la noche
de hoy será realmente exquisita.
Mi niño soltó pequeñas carcajadas al escucharme, sin embargo, no dijo nada más, solo
sonrió y me dejó continuar con aquello que señalaba.
─Primero que nada, la especialidad del continente asiático, "ramyeon "─Tomé uno de
los platos y con el cucharón que yacía dentro del platillo del centro comencé a servirle
una cantidad considerable de fideos, antes de ponerlo justo frente a él─Por favor,
disfrútelo mucho.
─Muchísimas gracias Sr. Woo, definitivamente lo haré—Ahora fue su turno de
guiñarme un ojo.
─Excelente.
Raspando mi garganta, me limité a tomar una de las finas copas para posteriormente
abrir la pequeña hielera que teníamos a un lado y sacar de ella una peculiar botella
cuadrada de cartón. Jungkook, nuevamente rió.
Yo no pude decir nada, no cuando el cerró los ojos y "saboreó" el liquido que tocaba su
boca.
─Me alegra que este disfrutando del jugo de manzana, señor Jeon.
─Claro que si Sr. Woo y la verdad es que no importaría siquiera que estuviéramos
tomando agua en un ambiente tan lujoso como este. Mientras que este con usted, y
usted me este mirando con esos ojos, créame que yo me encargaré de disfrutar la más
pequeñita cosa y hasta el más mínimo detalle que usted me vaya a dar esta noche...
No dijo nada, solo me miró mientras yo me deleitaba con la bonita imagen de sus
mejillas maquillándose de un precioso color rosado.
6 pm. El atardecer estaba cesando, el sol cayendo con lentitud justo frente a nuestros
ojos mientras la música "instrumental" en la pequeña bocina llenaba de romanticismo
y dulzura, nuestro silencioso espacio.
De vez en cuando, los dos mirábamos a los ojos del otro, regalándonos pequeñas e
incluso nerviosas sonrisas en el acto; como si aquel día y aquel momento fuera nuestra
verdadera primera cita. Como si ambos fuéramos dos adolescentes enamorados que se
acababan de conocer y tímidamente nos estuviéramos coqueteando mientras
escondíamos nuestros sentires detrás de los cubiertos y platillos propios.
Ah, todo era tan infantil y jodidamente patético que en cualquier otro momento me
hubieran dado ganas de vomitar, sin embargo en ese instante y siendo Jungkook la
otra persona, me encantaba.
─Ujum.
Y era verdad, pues a pesar de que su primera impresión me dejó en claro que todo le
había fascinado, sus palabras me hicieron sentir tranquilo de alguna manera. Él lo
notó.
─ ¿Qué pasa Sr. Woo? ¿Acaso usted dudó que me fuera a gustar?—Cuestionó, su
sonrisita juguetona apareciendo al mismo tiempo en que alzaba una de sus bonitas
cejas— ¿El poderosísimo e inigualable Woo Dak Ho pensó que iba a rechazar todo
esto?
Carcajeé, y es que la forma en que pronunciaba cada palabra me había hecho sentir
como si ambos hubiéramos cambiado los papeles.
─Uhm, bueno ¿tal vez porque esta mañana no fue la mejor de todas?
─Pero me comporte como un niño. Uno que hace berrinche cuando no obtiene lo que
quiere.
─No es que hayas hecho un berrinche, bebé, sino que... dolió—Señalé su corazón─ Y
cuando algo duele lo que más quieres es alejarte y evitar cualquier tema referente a
eso. Créeme mocoso, lo entiendo así que no tienes porque sentirte mal.
Lo abrace fuertemente, lo hice mientras sonreía por tenerlo entre mis brazos y en
tanto una de mis manos se deslizaba con suavidad en su espalda hasta llegar a sus
cabellos y acariciarlos.
Era como una adicción, su belleza hacían a mis ojos tener ese tipo de dependencia de
estar contemplándolo todo el tiempo, a cada segundo y en todo momento.
No fue hasta que escuché su voz y vi sus labios llamándome, que me di cuenta que
había pasado el tiempo hipnotizado por completo en cada uno de los movimientos de
su actuar.
Cuestionó, su manita yendo directo a su rostro y palpando este mismo con un poco de
vergüenza.
─Ah- ¡hyung!
Como ya era costumbre cada vez que decía alguna ocurrencia que lo hacía sonrojar,
carcajeé a más no poder mientras su rostro se llenaba de ese hermoso color escarlata
que a mi tanto me gustaba.
Ah, era mi ritual favorito, aquel que consistía en poner tímido a mi bebé, era lo mejor
que en este mundo podía hacer.
—Hyung b-basta...
─ ¡¿Qué!? No estoy diciendo nada más que la pura verdad. Te cargas una hermosura
que... ¡mierda! ¿No te duele la cara de ser tan guapo?
El comenzó a toser debido a que probablemente se ahogó con el agua que estaba
tomando de aquel vaso que había agarrado de la mesa al sentirse abochornado, yo,
aún riendo fuertemente empecé a golpear con toquecitos suaves su espalda.
─Ya escuincle, solo te dije que eras guapo, no entiendo cual es la vergüenza aquí.
Cuando se calmó, giró a mirarme, sus ojitos luciendo llorosos y su naricita roja debido
al ataque a su garganta, anteriormente dado.
─ ¿Estas mejor?─Como respuesta solo asintió—Ugh eres tan escandaloso mocoso, mira
que ahogarte con un traguito de agua es tan, ah patético. No, no, eso déjalo para más
tarde, cuando tu boquita me esté haciendo un o...
─ ¡¡Hyung!!
─Claro, escuincle, la vida es para eso. Imagínate, sería completamente aburrido que la
gente anduviera por ahí sin decir o hacer las cosas que en verdad piensan o desean.
Va, existe la prudencia, cautela o en este caso, la discreción, ¡pero vamos! ¿Crees que
voy a ser discreto y me voy a limitar con todo lo que quiero decir o hacer en este
momento, este último día y contigo estando junto a mí?
Jungkook tomo mis brazos y yo tuve que desenterrar mi rostro de su cuello cuando
sentí como su cuerpo pedía permiso para girarse.
Al hacerlo, al quedar frente a mí, sus brillantes y expresivos orbes me miraron, estos
mismos rogando por un toque que él mismo formó poco después de unos segundos de
contemplarme.
Acunando mi rostro con sus manitas, mi escuincle me besó, lo hizo de una forma tan
dulce y repentina que logró dejarme completamente estático, sin aire y lo peor, sin
alguna reacción.
─Tienes razón, hyung—Susurró aún sobre mis labios—Es más divertido cuando la
gente hace aquello que desea y ya...
Y de nueva cuenta, sin aviso alguno, atacó mi boca, mi labio inferior siendo
aprisionado por sus dientes mientras sentía su necesitad de abalanzarse a mi cuerpo.
Yo dándole total libertad para hacer aquello.
Frente al mar, y con la noche cayendo justo sobre nosotros, Jungkook dio un pequeño
saltito y enredando sus piernitas en mi cintura, volvió a mi boca para besarme. Yo
sosteniéndolo fuertemente en tanto sentía el celular en mi bolsillo delantero vibrar.
Oh joder. La alarma.
3 minutos para el anochecer. 3 minutos para que el sol se escondiera. 3 minutos para
que la tenue luz del atardecer se esfumara y trajera consigo la noche y con ello, aquel
momento que yo tanto había estado esperando.
1, 2, 3...
─Hyung...
              Volvimoooooooooossssss!
XDE
2/2
─Hyung...
La contempló, con suma seguridad y asombro, Jungkook se acercó aún más y tocó con
la yema de los dedos una de las decoraciones, como asegurándose que aquella
peculiar decoración fuera 100% real. Como cerciorándose que, en efecto, aquello era
una especie de... altar.
No, no era posible que fuera eso. No podía ser eso y de serlo, ¿Porqué estaría ahí?
¿Porqué de repente se había encendido ahí justamente al caer la noche? ¿Porqué? Si
alrededor no se veía alguna pareja que fuera a casarse o a pedir matrimonio siquiera...
Sin embargo, todos sus pensamientos, todos sus sentires, e incluso todo el mundo
alrededor del menor, se esfumó por completo al momento de girar su cuerpo hacia
Dakho y ver a este ahí, hincado sobre una sola rodilla frente a él.
─¿Hyung?
─Escuincle...
─¿Q-qué haces?
—D-Dak...
—Jungkook, yo jamás pensé en hacer algo como esto. Joder, jamás pensé estar de
rodillas frente a alguien que amo con mi alma entera. Y mucho menos pensé que algún
día iba a estar jodidamente nervioso por decir lo que estoy a punto de decir...
Silencio, uno expectante donde los ojos del ahora rubio miraban aquellos del menor
tan intensamente mientras una de sus manos, temblorosas, se dirigía a uno de sus
bolsillos delanteros y sacaba algo, aquella cajita negra que hizo al corazón e incluso al
alma entera de Jungkook, vibrar.
Sus grandes orbes se nublaron. Sus manitas, también temblorosas, yendo directo a su
boca justo cuando vio a Dak abrir dicha cajita frente a él. Un par de bonitos aros color
negros metálico, dejándose ver justo ante sus ojos.
Oh dios...
—Niño sé que esto es tan malditamente precipitado. Joder, yo más que nadie sé que
justo ahora me estoy viendo como todo un idiota impulsivo y desesperado... lo sé. Sin
embargo, también sé que después de todo lo que hemos pasado mi corazón, no... toda
mi alma entera no anhela otra cosa más que no sea ser parte de ti aunque sea por
un... mínimo instante—Con una expresión tan distinta en él, y sin dejar de mirar al
castañito a los ojos, Dakho continuó— Así que aprovechemos que estoy hincado frente
a ti, mocoso. Aprovechemos que tengo dos anillos en la mano, uno para ti y otro para
mí, y por favor Jeon Jungkook... acepta casarte conmigo.
Sollozó, claro que lo hizo, claro que esas lagrimitas que se habían asomado hace
segundos en los ojos del castañito, salieron sin descaro al mismo tiempo en el que sus
propios sentidos terminaban de comprender aquello que le pedía Dak.
Ah, claro que lloró... pues la simple mención de aquellas palabras habían desatado un
millón de distintas emociones dentro de su pequeño ser, entre ellas, el miedo, la
nostalgia, la felicidad, pero sobre todo, la emoción.
Fue por ello, gracias a ese último sentir, que, con su corazón en la mano y sin querer
dejar más tiempo pasar, el niño de ojos grandes y bonitos le hizo saber a su alter
favorito que definitivamente se convertiría en su esposo. En su eterno y fiel
compañero de "vida", aunque fuera por una sola noche.
─¿Ugh?
─Ah, claro que si hyung, pero... ¿así? ¿sin alguien que escuche nuestros votos?
Giñando un ojo en dirección a su pequeño, Dakho tomó la mano de este para luego
arrastrarlo con delicadeza hasta ambos quedar completamente frente a aquel altar
─¿Estas listo?
—Jeon Jungkook... mi lindo mocoso bonito, esta noche, con la playa y las estrellas
siendo nuestros únicos testigos, yo Woo Dak Ho, tomaré este pequeño anillo y
poniéndolo en tu dedo, tendré el gran honor de convertirte en mi fugaz esposo—
Sonrió en tanto hacía hincapié en el ultimo adjetivo—Fugaz porque la vida así lo quiso,
y porque no importa lo que sea que hagamos, lamentablemente el mundo jamás
conspirará a nuestro favor para mantenernos juntos en esta vida sin la necesidad de
tener que lastimar a personas que amamos. Sin embargo...
Haciendo una pequeña pausa y tomando la temblorosa mano izquierda de Jungkook, el
alter rudo colocó con extrema delicadeza el anillo en el anular de este mismo, antes de
continuar.
—Con esto, quisiera prometerte a ti y prometerle al cielo que, así como te amé desde
el principio, voy a amarte hasta el inevitable final. Con toda la intensidad de mi alma,
voy a adorarte hasta mi último día y sobre todo, hasta el último suspiro que vaya a
dar...
Dakho sonrió, lo hizo mostrando esa característica y hermosa sonrisa suya en tanto
sus ojos miraban con suficiente encanto a su bonito mocoso.
Fue lo único que susurró antes de envolver con ternura su cintura para poder tomarlo
en un fuerte abrazo. La fragancia del menor embelesando su sentido del olfato al
momento de refugiar su rostro en la curvatura de su cuello.
Jungkook por su parte, solo podía sentir ese gran terremoto de emociones ahogar su
pecho en tanto se deleitaba con las caricias que las grandes manos de Dak se
encargaban de dejar a lo largo de su espalda. Los latidos de su corazón haciéndole
saber a cada segundo que se encontraba enteramente conmovido.
Después de dicha confirmación, no tuvo que pasar un segundo más para que Jungkook
volviera a percibir el majestuoso toque de Dak atrapando su boca. Esa segunda
vez sintiéndose demandante, mucho más salvaje. Ya no había ternura ni delicadeza en
la acción, sino que ahora la lujuria y la rudeza era lo que se encontraba liderando cada
uno de los movimientos de los labios de aquella nueva pareja de esposos.
Por segunda vez en la noche, la temperatura del castañito subió, las ganas de querer
sentir más y más a Dak marcando territorio en cada centímetro de su cuerpo,
ganándole por completo.
Ya no había vuelta atrás y tanto el menor como el alter rudo tampoco querían que la
hubiera, sino que ambos deseaban con toda el alma que la esencia de toda "noche de
bodas" continuara.
Fue por eso mismo que, aprovechando la ardiente situación, Jungkook dio un pequeño
saltito para de nueva cuenta enredar la cintura del mayor con sus piernas, sus manitas
aferrándose a los rubios cabellos de su hyung mientras este soltaba pequeñas risitas
al sentirlo a él tan ansioso.
─Uhm...
El castañito soltó, esa simple expresión saliendo de sus labios en forma de un precioso
jadeo que hizo a la oscura mirada de Dak dilatar y a su arrogante aunque excitada
sonrisa, destallar.
─Está bien amor, ya que oficialmente nos proclamamos esposos, procedamos a comer
el pastel...
    Jajlkjdskl "el postre" Gsajdlñjd se que muchxs de ustedes esperan esa interracion
                               entre Dak y Jungkook, so...
    Así que, wait for it pacientemente, que volveré con ese "bonus" para cuando menos
                                    se lo esperen jasjj
ILY
                                           ♥
       Bonus: The night of the last day*
Esto es más caliente que el infierno donde estoy yo. Soy un animal contigo
10:00 pm
Ah sí, todo él se encontraba enteramente endeble, sobre todo con esos deliciosos
besos atacando salvajemente gran parte de su cuello.
─Mh~
Gimoteó y tuvo que aferrar más sus piernas a la delgada cintura de su mayor cuando
sintió a este empezar a caminar mientras aún lo besaba.
─ ¿Excitado, bonito?
─A-ah~
Una vez depositó a su escuincle en una de las esquinas de la mesa donde minutos
antes se encontraban cenando, DakHo no tardó para nada en separarse (solo un poco)
para luego, con sus fuertes y venosas manos, comenzar a quitar el saco blanco y el
moño negro que aún yacía flojamente anclado en el cuello de su menor, antes de
empezar a desabrochar, uno a uno los botones de la camisa que este mismo portaba.
Sus labios regresando ansiosos para atacar la boca, mejillas, mandíbula y clavículas
contrarias.
La piel de Jungkook se erizó cuando su torso quedó al descubierto y se vio a si mismo
reteniendo la respiración e inconscientemente mordiendo su labio inferior al abrir los
ojos y atrapar aquellos oscuros que escaneaban su piel sin tener la más mínima piedad
por su estabilidad emocional.
─Hyung...─Sin decir más, su propia vista viajó hacía la fastuosa cama, sus mejillas
recibiendo el hit de la vergüenza al verse tiernamente atestadas de un bonito color
escarlata.
──Mh ¿Qué pasa bebé? ¿Quieres ir allá? ─Un pequeño, aunque húmedo beso siendo
depositado tiernamente en sus labios ─ ¿Mi mocoso está ansioso por empezar a jugar
ya? ─Otro besito más acompañado de una delirante carcajada antes de escuchar al
dueño susurrar:
Y no tuvo que pasar más de un segundo para sentir como, en un ágil movimiento, su
ahora esposo cargaba su cuerpo, uno de sus brazos pasando por detrás de sus rodillas
y el otro sosteniendo su espalda media alta, en tanto él mismo se veía obligado a
enredar sus propios brazos en el cuello de DakHo al sentir como este fácilmente lo
elevaba.
El castañito sonrió, sin embargo, fue cuestión de tiempo para que su cuerpo entero
comenzara a temblar al concentrarse en lo terriblemente inquieto y deseoso que este
se encontraba.
─Así es, escuincle. No podía dejar que nuestra noche de bodas pasara desapercibida
¿o sí?
Y la hipnotizaste sonrisa que vino después por parte de su hyung, junto con la acción
de este mismo subiendo a horcadas sobre sus caderas, fue lo que le terminó por
destruir su casi nula estabilidad emocional. No pudo hablar, no logro hacerlo y menos
cuando el portador de esa preciosa sonrisa se acercó lo suficiente a sus belfos al punto
de hacer chocar su cálida respiración contra la de él.
Jungkook tragó duro y no quiso dejar pasar mucho tiempo más para, completamente
encendido, posar su mano en la parte trasera del cuello de Dak, atraerlo de lleno hacia
él y posteriormente, devorar sus labios.
Si, el castañito comenzó el beso de una manera sumamente caliente, una en donde sus
manitas se enredaban con ansias en los rubios cabellos de su esposo y sus caderas se
elevaban inconscientes para poder frotar sus pelvis mientras su torpe lengua se abría
paso descaradamente a la húmeda cavidad bucal del mayor.
DakHo por su parte, recibió el hambriento beso con una sonrisa en sus labios, su
mente enamorándose cada vez más y más de aquello en lo que había convertido al
chico debajo de él; Ah, tan descarado, tan atrevido, pero le encantaba. La faceta de un
Jungkook completamente excitado y necesitado de sus besos, era lo único que en ese
mundo le fascinaba.
Segundos después de ese ansioso acto el alter rudo se separó, sus lujuriosos ojos
permitiéndose un segundo admirar el glorioso desastre que era Jeon Jungkook.
Sin embargo, en ese momento, el alter rudo pudo jurar sentirse como un fraude al
jamás haber sido testigo de semejante y gloriosa expresión, esa bendita que se
plantaba justo ante sus ojos. Esa que era tan desconocida para él y esa misma que se
encargó de aumentar en cada facción del bonito rostro de su menor poco después de
que, con una sonrisita socarrona, se atreviera a posar ambas manos en la suave
superficie del formado pecho de aquel cuyo semblante lucía tan alborotado.
Joder, ¿Qué carajo era lo distinto que tenía esa hipnotizaste expresión? DakHo sabía
que había un deseo extremo si, e incluso un centenar de ansias y excitación, no
obstante, había algo más; un brillito peculiar, un precioso halo que hacía al rostro de
su escuincle destellar, algo que destacaba su semblante de niño inocente, pero al
mismo tiempo le decía a Dak lo apasionado y vehemente que podía llegar a lucir de un
segundo a otro. Era algo personal, algo que únicamente le pertenecía a Jungkook. Un
semblante perfecto y endemoniadamente celestial.
Por otro lado, la boquita del menor jadeó en tanto sentía su piel derretir y todos sus
sentidos delirar cuando el toque de las palmas de Dak se comenzó a deslizar. La
calidez de sus fuertes manos acaparando la totalidad de su pecho, abdomen y vientre
bajo una y otra vez mientras le miraba, no, lo profanaba con esos ojos llenos de lujuria
y sensualidad.
Ah, era tan sexy. Para Jungkook ver a Woo DakHo deshacerse de algunas prendas
adheridas a su cuerpo mientras él permanecía debajo, entre sus piernas, y con su
erección rozando descaradamente la de su mayor, era una imagen tan jodidamente
difícil de superar.
Volvió a tragar duro y cuando el blanco torso del rubio quedó expuesto Jungkook
gimoteó, lo hizo demostrando que la escena frente a él lo tenía encendido, realmente
provocado. Lo hizo en tanto dejaba a sus brillantes pupilas dilatar y a sus rojizos
labios balbucear antes de volver a jadear al sentir a su mayor lanzarse sin cuidado
sobre él.
El chico de ojos grandes gimió y fue cuestión de tiempo para que, completamente
animoso, decidiera posar sus traviesas manitas en los hombros desnudos del
contrario, su intención siendo imitar la acción anterior de este, la cual era deslizar su
afanoso toque por el pecho, abdomen, vientre, y terminar en las sexis y pronunciadas
marcas de la ingle de su esposo. Lamió sus labios y juguetón, sonrió, lo hizo porque
bajo su toque tenía la orilla del pantalón de su mayor, lo hizo porque tenía el glorioso
poder de retirarle la prenda inferior a este mismo.
─Hazlo bebé...
Dak lo incitó, su boca rosando la contraria y sonriendo en medio de un beso una vez el
castañito tomó su pantalón y se atrevió, no obstante, toda la vergüenza que podía
existir en el planeta tierra invadió el rostro del menor al momento de llevar su
desesperado toque al seguro del pantalón y terminar por romper el botón junto con la
cremallera que tenía cosido este mismo.
─Uhgm mírate, estas realmente impaciente ¿eh? ─Un besito más sobre sus labios─Con
calma niño goloso. Hagámoslo despacio. Tenemos toda la noche.
Después de eso, y para evitar otra tragedia que les pudieran cobrar como extra en la
boutique de smokings, Dak se encargó del retiro de las ropas él mismo, su pantalón
siendo sacado de un solo tirón mientras daba pequeños besitos en el rostro de su niño,
antes de llevar sus manos al cuerpo de este mismo y despojar una de las últimas dos
prendas que aún yacía anclada en él.
Jungkook tembló al quedar solo en ropa interior, sin embargo, dicho temblor cesó
cuando sintió la cálida piel del mayor abrazar con extrema ternura la suya.
Poco después de aquello vino una larga sesión de besitos y pequeños suspiros, una
donde el castañito juraba estar flotando entre las nubes gracias a las suaves caricias
que Dak le obsequiaba a su piel. Ardientes y abrasadores roces que iban desde su
torso, abdomen, muslos piernas y esos mismos que se detuvieron y palparon ahí, justo
en el bultito hinchado debajo de su ropa interior.
─O-Ohu~
─Ohu...
DakHo lo imitó en tono tierno pero burlón, y sonriendo con picardía, besó por última
vez los labios de aquel que se derretía debajo, antes de deslizar los propios y dejarlos
caer en el perfecto contorno de su mandíbula. El menor suspiró al sentirlo y su
corazón se aceleró todavía más al percibir esos delirantes belfos descender.
Su bonito cuello, sus preciosas clavículas, su formado pecho, sus rozados pezones, su
perfecto abdomen... Dak se limitó a abarcar con sus húmedos besos todo el torso de su
niño en tanto sus grades manos manipulaban juguetonas el elástico del bóxer de este.
─A-ah...
Ah, se estaba volviendo loco, el menor estaba desvariando, completamente fuera de sí.
Toda acción perteneciente a Dak hacía que todo él se encontrara alucinado,
jodidamente drogado y a nada de deshacerse gracias a la sensación que provocaba la
lengua de su mayor paseándose por todo el ancho de su sensible vientre bajo. No fue
hasta dos segundos después, que el castañito se vio en la gran necesidad de gimotear
y retorcer su cuerpo con afán al sentir su ropa interior ser arrancada repentinamente
antes de que la cálida y húmeda cavidad bucal de su mayor tomara su erecto miembro
por completo.
─ ¡O-oh, s-santisi...ah!
─ ¡Oh joder!
─H-hyung, e-espera. ¡D-detente! C-creo que estoy a punto de... ¡Ah, detente por fav-!
Claro que lo sabía, claro que DakHo sabía que la inexperiencia de su niño en cuanto a
esas nuevas sensaciones le hacía a este querer venirse rápidamente. Fue por eso que,
haciendo caso a las suplicas de su pequeño, detuvo su tarea para luego llevar de
nueva cuenta sus labios y plantarlos fugazmente, en la bonita frente del menor.
─Ya está.
─Hyung...
Jungkook sintió frío, su cuerpo volvió a temblar; quiso decir algo, en verdad quiso
protestar, tomar del brazo a Dak y hacerlo regresar, sin embargo, su expresión
confundida y alarmada cambió a una realmente curiosa al ver a su mayor tomar una
bolsa que aparentemente todo ese tiempo había estado bajo la cama.
─Mh ¿Qué es eso? ─Con sus mejillas completamente rojitas peguntó, su torso
elevándose y codos apoyándose sobre el colchón.
Mirando a su niño con ternura, Dak hizo sacar aquellos preservativos y ese bote
grande de lubricante, junto con esa caja de pastillas que había comprado en la
farmacia por la mañana.
Oh.
─Ven aquí.
Jungkook obedeció y deslizándose sobre las sábanas blancas llegó hasta la orilla
donde yacía su mayor. El rubio, al verlo junto a él, se limitó a plantar sus labios
dócilmente sobre la puntita de su nariz antes de extender hacía él una de las pastillas
que había sacado de la bolsa, junto con una mini botellita de agua.
─ ¿Esto es necesario?
─Está bien bebé─Volteó hacía él y le dedicó una de las sonrisas más tranquilizadoras
para así lograr que no se avergonzara demasiado─ Honestamente no hubiera sabido
cómo reaccionar si optabas, por lo contrario. No me imagino yo debajo...
Eso extrañamente hizo a Jungkook carcajear. Dak siguiendo sus risitas poco después,
antes de volver a hablar.
─Entonces... tienes que saber que, a partir de ahora, iremos más allá. No será nada
comparado con lo de ayer o lo de hace unos minutos, sino que tu posición implica
que... dolerá y lo que menos quiero es que quedes con la molestia toda la semana.
Ya había leído algo de eso. Poco después de aceptar que estaba completamente
enamorado de un hombre, tal como lo señaló Dak, Jungkook se había visto en la grata
necesidad de investigar acerca de lo que aquello conllevaba, incluso en el acto sexual.
Y si, al menos de lo que recordaba, el dolor en la primera experiencia, si decidía estar
debajo, era algo que no iba a poder evitar. Fue por ello que sin preguntar más u hacer
otro comentario, el castañito se limitó a tomar aquello que le fue entregado para luego
ponerlo detrás de su lengua y hacerlo pasar con un solo trago de agua.
─ ¿Listo, bebé?
─ ¡E-espera hyung...!
─No, es solo que tú aún estas... yo soy el único completamente desnudo y bueno... No
es justo ¿sabes?
El mayor sonrió, percatándose de que aquello que decía su niño era verdad. Había
estado tan metido en su tarea de complacer a como dé lugar al menor, que se había
olvidado por completo de acabar de desnudarse a sí mismo.
─ ¿Esta mejor?
El beso que vino después por parte de Dak fue uno sumamente lento y profundo. Uno
que buscaba revivir el calor por segunda ocasión aquella noche y uno en el cual el
alter quería aprovechar para preparar a su menor.
Con sus dedos recibiendo de nueva cuenta una gran cantidad de gel lubricante,
DakHo ayudó con ternura a abrir las piernas de su esposo mientras el corazoncito de
este empezaba a latir todavía con más intensidad.
─Siempre que moleste, dime─Señaló Dak─Si duele o sientes incomodidad, por favor
mocoso... no te calles y dime
Suspiró, con los parpados aún cerrados y sus labios apretándose uno con el otro
fuertemente, el castañito suspiró antes de retener de lleno su respiración cuando
sintió uno de los dedos de Dak entrar en su interior.
─A-ah~
Okey...
Una vez lo vio conveniente, o más bien, cuando creyó que el menor estaba listo,
DakHo añadió otro dedo más. El castañito gimoteó quejosamente, su boca entre
abriéndose y su anatomía retorciéndose mientras su respiración, junto con sus
nublados sentidos, parecía no querer cooperar. Dolía, ahora si dolía, más cuando
sintió ambos dedos separarse y estirar su interior. Jungkook jadeó y no tuvo que pasar
mucho rato para sentir sus ojos escocer debido al ardor y al placer.
Por otra parte, al apreciar la imagen debajo de él, la de Jungkook perdido en sus
movimientos, el alter rudo frunció su ceño, sus dientes apretándose con fuerza
mientras luchaba contra el deseo de dejar a medias esa tarea únicamente para
lanzarse al contrario y dar el siguiente paso.
Ah, Jungkook en verdad se iba a volver demente. Su corazón latía con fervor, su
respiración acelerada a tal punto de no poder controlarla más. Sus sentidos propios
nublados, extasiados, completamente hipnotizados debido a aquella deliciosa
sensación de los dedos de su mayor moviéndose de una manera casi gloriosa dentro
de él.
─Oh, hyung─Al cabo de unos segundos, entre jadeos habló─Y-yo... estoy listo, entra
ahora p-por favor.
El cuerpo del alter vibró, su labio inferior siendo mordido fuertemente por sus dientes
justo cuando sintió su miembro palpitar de dolor debido a tales palabras. Necesitaba
descargar sus ansias ya...
Sin pensarlo más, obedeció a las suplicas contrarias, buscando con su mirada el bote
de lubricante que anteriormente había soltado. No obstante, dicha búsqueda se
interrumpió, cuando al detener la mirada en su menor, vio como este ya se encontraba
abriendo el objeto que anteriormente buscaba, sus ansiosas manitas empapándose con
una gran cantidad del líquido transparente, después.
Titubeó, rogando a que su egoísmo sexual estuviera de acuerdo con esas palabras.
─Confío en ti mi amor...
"Su amor" era raro, escuchar a Jungkook llamarlo de esa manera, o decirle cualquier
otro sobre nombre que no fuera "hyung" era raro, algo demasiado tierno, algo
jodidamente bonito. Fue gracias a aquello que todo él se mentalizó, se controló. Los
ojitos dulces de su escuincle profanándolo, ansiándolo, esperando por él mientras que
el simple significado de dicha mirada le hacía saber que, en efecto, confiaba
ciegamente en él.
Un par de segundos después, cuando la anatomía del castaño se relajó, DakHo entró,
la puntita de su extensión deslizándose con extrema lentitud mientras su corazón se
disparaba y a la vez se angustiaba cuando, entre el beso, un jadeo de dolor
perteneciente a Jeon, se escuchó.
Quiso detenerse, e incluso por un segundo pensó en salir, no obstante, antes de que se
dispusiera a hacer esa acción siquiera, unas piernitas ya se encontraban rodeando su
cintura y presionando con desespero hacia abajo.
─M-más, más...
Jungkook susurró y fue imposible para Dak negarse cuando las caderas del menor se
elevaron y se pegaron todavía más hacia él.
─Bebé...─Gruñó
Pero el alter rudo no lo escuchó, sino que se visualizó a si mismo luchando contra su
propio deseo. ¡El interior de Jungkook estaba deliciosamente cálido y apretado!
¿Cómo se suponía que tomaría el valor de terminar de entrar lentamente cuando lo
único que sus anhelos le gritaban era que comenzara a penetrarlo con fuerza brutal
ya?
Poniendo en blanco su mente, respiró profundo, lo hizo mientras retornaba sus besos
para plantarlos en las clavículas del contrario y así poder continuar. Jungkook, por
otro lado, contuvo el aliento al sentir a su esposo avanzar, otro doloroso gemido
saliendo sin más, aunque perdiéndose en los sonidos que se desarrollaban en cada
choque de sus bocas.
Obedeció, ante los deseosos lloriqueos del menor, el alter rudo cedió, y se dispuso a
entrar y salir lentamente, dichos movimientos repitiéndose una y otra y otra vez, hasta
que al cabo de un momento fueron aumentando su velocidad.
Lo siguiente que vino fue un poco más sencillo y placentero para Jungkook gracias a
las caricias y lamidas que Dak repartía en la parte superior de su cuerpo. Bien,
continuaba doliendo, sí, claro que dolía, pero era más intenso el electrizante placer
que le invadía en cada envestida, que el molesto ardor que sentía.
─ ¡Y-ya!
DakHo sonrió, la acción viéndose tan llena de lascivia debido a la imagen que apareció
en su campo de visión: Esa imagen de la parte trasera de su menor, enteramente para
él. Completamente a su merced.
Uno, dos, tres, el sonido obsceno de sus pieles chocando entre si una y otra vez no
ayudaba a calmar el desastre en su interior y mucho menos la acción de las manos de
su mayor acariciando y masajeando sus glúteos mientras lamía con gran descaro su
espalda alta.
Fue cuestión de tiempo, unos segundos para ser exactos, que una sonrisa llena de
satisfacción relució en los labios del rubio, justo al momento de sentir las piernas de
su niño temblar y a este terminar por explotar.
¡Santísima mierda!
─ ¡Oh Joder!
Dando las últimas estocadas, gimió, los espasmos del cuerpo de Jungkook terminando
de abrazarlo, mientras que la nubosidad de su propia mente iba esclareciendo.
Segundos después, cuando vio los bracitos del menor perder fuerza de a poco, DakHo
salió, poniendo especial cuidado en el acto. Jungkook, ante el extraño sentimiento de
tener su interior vacío, suspiró, dejándose llevar despues por el cansancio que lo
envolvió antes de hacerlo caer boca abajo sobre el colchón. Su alma sintiéndose plena
al sentir la calidez de su mayor pegarse inmediatamente a su espalda.
Se mantuvieron así por un par de minutos, Jungkook postrado boca abajo con el
cuerpo de su mayor acostado arriba pero sin dejarle caer todo su peso encima.
Poco después Dak se distanció, su intención siendo hacer voltear al menor para
atrapar sus ojos y poder besar sus labios. Una vez se miraron, una vez sus miradas se
encontraron, Jungkook sonrió, y el corazón de Dak se apretujó al apreciar una
pequeña lagrimita cayendo sin vergüenza por una de sus mejillas.
─Mi amor...
─Y sabes lo que quiero ahora─Volvió a hablar, evitando a toda costa que su mayor
tocara el tema de su estúpida y repentina sensibilidad. Al verlo seguir, Dak no tuvo
más remedio que dejar de insistir.
─No lo estoy. En serio, hyung. Tal vez parezca de esa manera, pero en serio quiero
volver a hacer el amor─Haciendo un bonito gesto con sus labios, mientras se
enfrentaba a la mirada analítica de su mayor, tímidamente cuestionó ─Nosotros ¿P-
podemos?
─Ah, claro que podemos, cariño─Al final aceptó─Siempre y cuando aguantes despierto,
podemos hacerlo las veces que quieras.
Y eso bastó para volver a hacer explotar la mirada de su menor, quien, intentando con
su alma entera olvidar aquello que ocurriría en unas horas, se limitó a disfrutar ese
momento y ese bendito segundo en que la boca del alter rudo lo volvió a encontrar.
3:00 am
Sexo.
¿Qué era el sexo? ¿Acaso se asemejaba siquiera un poco a eso que, hace momentos,
acababa de vivir con Jungkook? ¿O era aquel acto en donde, fría y egoístamente,
sometía a su cuerpo en busca de algún mínimo placer, de algún mínimo deseo de
saciar repugnantemente sus necesidades?
Su cabeza se meneó de un lado a otro, su nariz soltando una ligera risita nasal, como
golpeándose mentalmente a sí mismo, mientras su cuerpo se deslizaba y se pegaba
todavía más al del castañito que vestía solamente su blanca camisa y bóxer y
descansaba plácidamente a su lado.
Era aquello, DakHo era un alter protector, si, sin embargo, también era un alter
sexual; uno que buscaba los placeres, la excitación, los deseos en cualquier rincón u
hotel de mala muerte, uno que se dejaba llevar por alguna lujuriosa situación e
incluso, muchísimas veces, por los ardientes y delirantes efectos del alcohol.
No obstante, en ese momento la palabra sexo junto con las vacías sensaciones
experimentadas en el pasado, no cabían. Por más que el mayor la intentara hacer
encajar, ¡era imposible! algo completamente distinto, el bendito sentimiento posterior
a la acción creada junto con su menor esa noche, también.
DakHo sabía que lo que habían hecho no solo era sexo, lo sabía tan bien, tanto que se
vio a si mismo preguntándose segundos después como jodidos había estado viviendo
sin haber experimentado antes aquella bendita sensación.
Sonrió, y por primera vez es su larga existencia su rostro se inundó de una muy boba y
patética, según él, enamorada expresión.
─Ay Kookito...─Susurró, su tono perdiéndose entre los relajantes sonidos de las olas
provenientes del mar─ ¿Dime qué carajo me has hecho?
Poco después de esto, se limitó a dejar un muy pequeñito beso sobre las hebras
castañas del contrario antes de sentir su corazón apretujar cuando este mismo, entre
sueños, se acurrucó en su pecho, su bonita boquita arrastrando tiernos y suaves
balbuceos muy difíciles de entender.
DakHo rió en silencio y se dejó llevar por esa cálida sensación que nuevamente lo
invadió, esa que se había convertido en su favorita desde el inicio de la noche. Cerró
los ojos y manteniendo entre sus brazos aquello que más amaba en el mundo, decidió
por entregarse al cansancio antes de que la luna muriera y con ello llegara el
inevitable amanecer.
Jungkook sintió unos fuertes brazos tomar su cuerpo antes de percibir como de un
momento a otro lo elevaban. Quiso despertar, abrir los ojos y cuestionar que ocurría,
no obstante, el sonido de un dulce arrullo perteneciente a ese tono de voz que amaba
tanto, le hizo optar por no indagar.
Con sus ojitos aún manteniéndose cerrados, se aferró al soporte de aquel que lo
cargaba, sus bracitos enredándose en el cuello contrario mientras su carita buscaba
automáticamente la calidez del huequito de ese cuello que tanto le hipnotizaba.
Los arrullos continuaban y él quiso llorar por todo el amor que su pecho sintió al
percibir los labios de su esposo caer en el centro de su sien, antes de sentir sus pasos
avanzar.
Dormitó, lo hizo por algunos minutos mientras se dejaba llevar en brazos de Dak.
Cuando entre abrió sus ojitos, su cuerpo se encontraba siendo depositado sobre una
cama, esa misma que estaba situada a un lado de ese gran ventanal que daba vista al
solitario y poco alumbrado mar. Habían regresado a la cabaña.
Sin poder evitarlo volvió a cerrar los ojos y sonrió cuando de inmediato sintió como el
colchón se hundía a su lado, para luego disfrutar de las caricias de unas fuertes manos
llegar a su cintura hasta abrazarlo.
Escuchó luego a DakHo susurrar, sin embargo, había sido un murmuro sumamente
bajo que le fue imposible el poder recibir el mensaje con claridad. Quiso voltear, quiso
girar su cuerpo y cuestionar al mayor que era lo que había dicho, sin embargo, toda
intención se vio interrumpida cuando al querer girar hacía él dueño de los pequeños
mimos, una parte de su espalda baja dolió, quemó tanto como si en ella estuviera
situado el mismísimo infierno.
─A-ahg...
¡¿Pero que...?!
Oh.
─ ¡Y-yah! ─Cuando al fin pudo mirarle, tiró un ligero manotazo hacia él y puchereó,
DakHo rió.
A decir verdad no.... a Jungkook le había encantado todo, sobretodo aquella ruda y
sumamente caliente posición experimentada en la tercera ronda, sin embargo,
claramente no iba a decir eso, no mientras por su cara se expresara una enorme
mueca de dolor cubierta de sonrojo.
Al no verlo con la intensión de contestar, DakHo se acercó a él, presionó sus labios por
un momento para luego separarse, estirar su brazo y tomar esa bolsa blanca que
había dejado en el buró.
Ya pasaron 8 horas ... eso quería decir que ¿Ya eran las 6 am?
Una presión oprimió su pecho, y ese molesto nudo se ancló en su garganta al recordar
que día era, que maldito día había llegado...
Tragó duró, y se vio a si mismo con la vista nublada mientras elevaba su cuerpo,
tomaba la pastilla y temblorosamente llevaba esta misma a su boca para poder
tragarla.
─ ¿Listo, precioso?
Al escucharlo, ese ronco tono de voz sumamente dulce, la mirada de Jungkook cayó,
sus labios presionándose uno al otro fuertemente para no dejarlos temblar. Y es que
no debía hacerlo, no podía permitirse llorar, no durante ese dulce despertar que Dak
le había estado obsequiado.
─ ¿Bebé?
─Amor... es hoy.
Y Dak simplemente quiso morir en el instante en el que esos grandes ojos atestados de
lágrimas le atraparon. Dolió, joder claro que quemó al ver a su escuincle de ese modo,
no obstante, en lugar de tocar ese tema que los ponía tan jodidamente sensibles a
ambos, lo que hizo el rubio fue ignorar todo y con una sonrisa atestada de amor
apareciendo en sus labios, tomar las manitas de su niño para luego dulcemente
susurrar:
─Mocoso, ¿Qué te parece un baño de burbujas para calmar el dolor...?
─ ¿Te gusta? ─Escuchó su profunda voz, viéndolo entrar al baño con una botella
mediana de vidrio entre sus manos─ ¿Te estas sintiendo mejor?
Jungkook asintió, sus labios curveándose en una media sonrisa al sentir el inmenso
amor de Dak cobijar su corazón cuando este le sonrió y acarició sus húmedos cabellos
antes de dejar un pequeño besito en la puntita de su nariz.
Hace 10 minutos su mayor había preparado la tina, había puesto agua calientita en
ella, sales relajantes, pétalos de rosas flotantes, y en el cuarto de baño había prendido
una que otra vela aromática. Hace 5 minutos su tierno y "rudo" esposo lo había
cargado, le había quitado con dulzura las dos prendas que cubrían su cuerpo y lo
había metido lentamente a la bañera, encargándose después que el agua calientita
cubriera su cuerpo hasta el límite de sus hombros, antes de besar sus labios y salir del
cuarto de baño susurrando un "Ahora vuelvo".
─No.
─Pero, hyung...
─Estas adolorido, bebé y mantenernos los dos desnudos dentro de una bañera...
créeme, no es para nada una buena idea.
Jungkook quiso protestar, quejarse debido a lo que Dak estaba diciendo, no obstante,
se vio obligado a callar cuando el otro continuó.
─En su lugar...─Mostró la botellita con la que había entrado─ Solo meteré la mitad de
mis pies a la bañera, te acomodaré entre mis piernas y daré un masaje en tus hombros
con este aceite de almendras antes de enjabonar tu cabello y tallar tu espalda...─El
menor enmudeció─Claro solo si estás de acuerdo.
¿Cómo Jungkook podía no estar de acuerdo con eso? Su corazón se apretujó, sus ojitos
llenándose de inmensa adoración en tanto dejaba a su cabecita asentir. DakHo sonrió,
y a movimientos lentos, se propuso a hacer aquello que dijo.
Cuando estuvo sentado al borde de la bañera y con Jungkook entre sus piernas
mirando hacia el frente, el alter rudo no tardó en colocar una generosa cantidad de
aceite en sus manos, antes de posar delicadamente su toque en los hombros de su
niño y masajear los mismos lentamente.
La boquita de Jungkook soltó pequeños suspiros al sentirlo, más cuando los pulgares
de su esposo comenzaron a hacer algún movimiento de presión circular que iba desde
la parte trasera de su cuello hasta su espalda alta. Los movimientos repitiéndose una y
otra vez y mezclándose después con pequeñas palmaditas en la húmeda piel y
acompañados de pequeños besitos que llegaban repentinamente a esta misma por
parte de los delgados labios de Dak.
El silencio perduró en la habitación, los ligeros soniditos del agua en cada pequeño
movimiento junto con el sonido del segundero del reloj, siendo lo único que se
escuchaba alrededor.
Afuera ya había esclarecido, la playa lucia tranquila, y la luz mañanera del sol no
siendo para nada intensa, al contrario, los rayos solares manteniéndose suaves como
cualquier día en que las 7 de la mañana llegaba.
Poco después de terminar con los masajes en la parte alta de su pequeño esposo,
DakHo prosiguió a colocar champú en su cabello, manteniendo delicadeza extrema
para evitar que la espuma se fuera a derramar.
Jungkook por otra parte, solo podía mantener su mirada baja en tanto sentía su
corazón doler, doler por lo realmente hermoso que su alter rubio estaba siendo con él,
pero sobretodo doler porque sabía que todo lo ocurrido en aquel momento, en unas
cuantas horas, se iba a convertir en nada más y nada menos que en un simple
recuerdo.
─Hey... escuincle─El rubio intentaba decir, pero Jungkook era más rápido en atrapar
su boca cada vez que esta se atrevía a soltar una sola palabra─Espe-, ¡mocoso!
─Jungk...mh~
─Si no duele es por el efecto de la pastilla y el agua caliente, pero una vez eso se pase,
tu cuerpo...
─No pasará, hyung... tomaré la pastilla cada 6 horas y cuando llegue a Seúl
descansaré, pero ahora... por favor.
─Bebé, es algo muy arriesgado, no solo porque ahora estas "tocado" sino también por
mi... maldita personalidad. Sabes que soy un alter sexual.
─ ¿Y también leíste que cuando estoy realmente encendido o a punto de tocar la cima,
puedo llegar a actuar fuera de lo normal? Puedo incluso llegar a ser un completo
desconsiderado igual que...
─Dong... si, también lo leí. Pero ¿Eso que tiene que ver...? Ayer también lo sabía y aún
así confié en ti. Aparte, ¡ya lo hicimos 4 veces! y en ninguna me lastimaste.
─Pero hyung...─El menor se acercó lo suficiente, sus brazos rodeándolo por el cuello
mientras sus labios dejaban un fugaz besito en los contrarios.
─Bebé, no quiero lastimarte más. Mi egoísmo sexual puede actuar tan rudo a veces
y.... puede ser un desastre.
─ ¿Rudo dices? Hyung, eso es lo que más me gusta de ti. Tu personalidad m-me
gusta─Confesó con un tono un poco más tímido de voz.
La ternura en los ojos de Jungkook relució, y por primera vez previo a un acto sexual,
Dak quiso llorar al temer aceptar.
Joder, porque se sentía así, ¡Él no era así! Si hubiera sido alguien más quien estuviera
frente a él, al alter rudo no le hubiera importado aceptar dicha acción, eso
simplemente con la única finalidad de satisfacer su erección. Sin embargo, siendo
Jungkook la persona quien en ese momento se encontraba casi suplicándole que
continuaran, Dak se veía obligado a dudar, más cuando el temor le volvía a azotar al
recordar el semblante de entero dolor que por un momento al despertar, invadió el
bonito rostro de su castaño.
─Hyung...
─ ¿Lo soy? ─Cuestionó con "inocencia" a la vez que se atrevía a frotar su parte baja
con la de su mayor y a dejar pequeños besitos en la mandíbula de este.
─Me gusta tu fuego, hyung. Adoro tanto quemarme en ti. Así que, por favor, ayúdame
a arder contigo dentro de mí...
El alter sonrió, la simple acción viéndose tan maliciosa y excitante a ojitos del
contrario, quien no tardó mucho en gemir al sentir la boca de su mayor, atacar con
deseo su cuello.
No supo en que momento, pues sus ojos se habían mantenidos cerrados por ese
pequeño lapso de tiempo, pero Jungkook sí que se deleitó cuando sintió debajo de él
como la erección de su mayor rozó tan cerquita de su entrepierna. Gimió, lo hizo si
vergüenza, lo hizo en tanto sus ojitos se abran lentamente y su lengua lamia
inconsciente su labio inferior al mirar hacia abajo y ver por sobre la claridad de las
aguas la desnudez de su mayor.
Quería tocar... necesitaba tanto hacerlo. Quería besarlo, quería ser ahora él quien
deshiciera de placer el cuerpo de DakHo.
Cuestionó vacilante en tanto sus inocentes e iluminadas pupilas miraban con una
bonita ilusión, al contrario.
Ohu.
El rubio jadeó y Jungkook no tardó mucho en, con sus labios aun pegados en su pecho,
dibujar una bonita e infantil sonrisa al escucharlo. Era bueno, que él también tuviera
la habilidad de causar estragos en el interior del cuerpo de su esposo, era totalmente
bueno.
DakHo por su parte, solo pudo cerrar los ojos, cada uno de sus sentidos centrándose
en aquellos tiernos movimientos que su castañito se encargaba de obsequiar en su
parte baja.
Demonios, los besos, los movimientos, las caricias, las miradas, jamás había recibido
tal atención. En el pasado, siempre que Dak terminaba en una de esas citas de una
sola noche, en un hotel de tercera o simplemente en un prostíbulo, el jamás se había
detenido a exigir esa clase de atención. No, al contrario, todo era jodidamente rápido.
Era de ese tipo de situaciones donde todo ocurría en mucho menos de una hora. No
existían caricias o besos que le hicieran explotar, y mucho menos alguna mínima pizca
de interés por parte de la otra persona para encargarse de hacerlo delirar.
Era eso, "hacer el amor" DakHo ahora lo sabía, sabía que ese era el concepto
adecuado, ese que su mente había estado buscando con tanta insistencia por la
mañana.
Joder, ahora DakHo lo sabía, y podía decir, que definitivamente, acariciar a su niño y
qué él lo acariciara de vuelta; besarlo, disfrutarlo, amarlo, adorarlo, fundir sus
cuerpos en calor, ¡va! Simplemente hacerle el amor y viceversa, era un millón de
veces mejor que esas malditas ganas de ahogarse en esas vacías adicciones de las
cuales tanto había estado dependiendo en el pasado.
Todo lo que se encontraba viviendo con el menor era muchísimo mejor, y eso apenas
lo entendió.
—Ugh bebé...
Una vez lo vio conveniente, o más bien, cuando creyó que estaba por venirse gracias
al cálido toque, con un gentil gesto DakHo hizo que el castañito se detuviera. Sus
grandes manos posándose sobre las de su niño y deteniendo todo movimiento que este
le obsequiaba a su miembro.
El cálido aliento de Dak chocando contra su rostro, hizo a la columna vertebral del
menor vibrar. De inmediato, asintió, su cuerpo separándose y elevándose para
acomodarse al otro extremo de la tina con toda la intención de que fuera decisión de
Dak manejar la posición, no obstante, deteniéndose de golpe cuando las fuerte manos
del alter lo tomaron y le obligaron a quedarse donde estaba.
─Hyung ¿Qué...?
─ ¿Q-qué dices?
─Estas lastimado, lo mejor será que tu tomes el control para que sepas como moverte
o cuando parar.
─Claro que sabrás como hacerlo mi vida, yo te guiaré Acarició gentilmente parte de su
rostro─Solo tendrás que moverte en pequeños ochos arriba de mí.
─Pero yo... mis movimientos no serán para nada rudos. Al contrario, serán torpes e
inexpertos, y si no... ¿Y si no te gusta?
─Cualquier cosa que hagas tú me gustará, amor. Así sean solo inocentes movimientos,
te aseguró que me encantará.
─Hyung...
Con sus mejillas atestadas de rubor, el castañito obedeció. Esa posición era nueva
para él y se sentía sumamente inseguro al realizarla, no obstante, lo intentó y cuando
al fin pudo estar sobre su mayor y con este completamente dentro de él, soltó un largo
y pesado gemido al percibir como de aquella manera su punto era tocado tan
descaradamente.
─A-ah~ ¡cielos!
Así lo hizo. Tal y como Dak se lo dijo antes, comenzó a mover sus caderas lentamente
en pequeños, aunque un poco deformados "infinitos", su cuerpo dándose cuenta
después que era lo mejor que había podido haber hecho en aquel momento.
El cálido aliento de Dak chocando contra su piel, hizo a cada facción de las venas de
su cuerpo bombear.
No fue hasta que incrementaron sus jadeos y sintió la mano de su hyung masturbarle,
que Jungkook gritó su nombre al explotar.
─Oh carajo...─Dak no se quedó atrás, sino que poco después de sentir las paredes de
su chico apretándole, fue que gruñó mientras alcanzaba su propio éxtasis. Y de nueva
cuenta esa gloriosa sensación. Esa que lo hacía volar, alucinar e incluso ahogar en
cientos de gemidos. ¡Joder! Claro que por nada del mundo se atrevería a cambiar esa
bendita sensación.
Se besaron. Lo hicieron sin medir el tiempo, lo hicieron con lentitud y de una manera
tan dulce, como gritándole al mundo lo mucho que se amaban, que se idolatraban.
Fue hasta que Dak se separó, que con sus ojos algo vidriosos y con su dulce mirada un
tanto apagada, con todo el dolor de su corazón, miró a Jungkook y susurró:
.
.
.
Créeme que mientras escribía esta historia y me enamoraba más del personaje de Dak
(Mucho más que en HS) pensé un montón de veces en cambiar el final original.
Pensé en hacer caso a algunos comentarios e ideas que decían que dejara a Dak y a
Tae y que ambos fueran la pareja de Jk. ¡Lo pensé y por un momento lo intenté! Fue
por eso mismo que me tardaba milenios con las actualizaciones, porque el dilema de
"integrar" o no a Dak, siguió rondando por mi cabeza hasta que esta terminaba por
explotar, je.
No obstante, al final decidí por no hacerlo. Si, con todo el dolor de mi corazón, opte
por avanzar con la idea original. Esa que desde un inicio (antes de empezar a escribir
HS) ya estaba anclada en mi mente:
"Tae es una persona, un ser humano increíble, inocente, humilde, que merece vivir y
ser feliz"
"JK se enamorará de un alter, de uno que realmente es parte de Tae, así que no habrá
problema en ello cuando llegue el momento de despedirse"
So... a los que decidan eso, mil, mil, mil, gracias por leerme hasta aquí. Aquí me
despido de ustedes ❤ ojalá la lectura haya sido de su total agrado. Idk, pero espero
haberles sacado, risas, suspiros y alguna que otra lágrima de felicidad, espero incluso,
en algunas partes, haberlas hecho reflexionar (aquí y en HS)
Gracias nuevamente, por sus comentarios y sus votos. Es algo que jamás olvidaré.
Lxs adoro. ❤
Pd: Para las que continúan, pondré gran parte de este texto en copy page en el
siguiente cap JAAJA. Nos leemos ~
                      8.2 - Last Goodbye.
                                     Pero simpatizo
                                      Y reconozco
                                  Y baby, me disculpo
                               Que tengo el lado bueno
                              El lado bueno de las cosas
Last Goodbye.
El sonido de la bocina hizo eco dentro de su cabeza una y otra y otra vez. Frente a él
personas riendo, hablando, con prisa, en el móvil, corriendo, etc. pasaban en cámara
lenta, sumamente pausada, como si el cuadro que acaparaba el panorama de su vista
fuera una película, o su mente le estuviera haciendo una mala jugada.
Hace apenas 5 minutos habían llegado al aeropuerto y desde que entraron al recinto,
el corazón de Jungkook no había dejado de temblar.
—Bebé.
Esa perfecta, profunda y dulce voz se escuchó, lejana, distorsionada, como un altavoz
descompuesto al otro lado de la habitación, como un doble eco en su tímpano derecho
que lo quería volver loco.
—Mocoso...
Un cálido toque se adueñó de una de sus manos, y solo así se atrevió a plantar sus
grandes ojos en esos de su esposo.
El rostro de Dak apareció frente a él y él no supo qué hacer cuando su mayor, con la
más hermosa de las expresiones, le sonrió, la mano que no tomaba la suya acariciando
su mejilla, antes de escucharlo decir:
Había llegado la hora, tenían que abordar, tenían que dejar atrás aquella isla y con
ello tenían que dejar atrás aquellos hermosos recuerdos que habían formado en su
estadía en ella.
Otra vez, lo estaba haciendo otra vez. Dak de nueva cuenta lo estaba tratando de
animar, o siquiera molestar, Jungkook lo sabía por el tono burlón e incluso bromista
en su voz. Sin embargo ¿Cómo podría hacerle saber a Dak que aquel tipo de
comentarios en ese momento solo estaban haciendo que lo extrañara desde ya?
El castañito con los ojitos apagados suspiró y mínimamente sonrió, yendo a un lado de
su mayor con toda la intención de tomar su mano y recargarse en uno de sus hombros,
ambos caminando con dirección al primer filtro de entrada al avión.
Todo seguía en cámara lenta para Jungkook, todo se reproducía como una película en
un inevitable final dentro de su cabeza.
—Andando bonito.
Jungkook se dio cuenta que, si la mano de Dak no hubiera estado tirando de la suya,
probablemente él no hubiera movido siquiera un pequeño milímetro su cuerpo, al
contrario, se hubiera quedado enraizado en ese lugar, indispuesto a caminar.
─Amor...
Pero el castañito no logró pronunciar respuesta alguna. Solo lo miró, sus pupilas
luciendo más brillantes de lo normal a causa de las tontas ganas que tenía de tirarse
al piso y simplemente llorar.
Porque una vez que entren y avancen no habrá manera de volver atrás.
─TeTe... losé.
Y es por eso que dolía mucho más, porque Jungkook amaba con el alma entera a su
novio, ese hermoso ser que le había hecho sentir realmente enamorado por primera
vez, pero también a ese pequeño fragmento del hombre que se encontraba justo frente
a él.
Y es que no lo entendía, como en una situación así su corazón quería ser tan egoísta.
Él había tenido muchos goces tanto como satisfacciones en su vida. Era hijo único, por
lo que en su infancia e incluso adolescencia las complacencias hacía su persona eran
rebosantes por parte de su madre. Esa mujer se había encargado de consentirlo,
mimarlo, amarlo y darle absolutamente todo lo que él en algún momento deseó. Aún
así, el castañito jamás se atrevió a abusar, no, nunca lo hizo, pues estaba consciente
de que en la vida habría momentos en los que esta misma no le daría todo lo que
quisiera y eso para él, estaba bien.
Entonces, si incluso siendo un pequeño sabía muy bien que no siempre obtendría lo
que quisiese, porque en ese momento las ganas de hacer berrinche y reclamarle a la
vida por obligarle a elegir, le asaltaban como unas malditas ansias que lo querían
volver loco.
─Mocoso...
─Ah cierto, no te lo dije...─Soltando un par de risitas, Dak señaló─ Cambié los asientos
de clase turista a clase VIP. Ya sabes, por eso de que te encanta ver las nubes en el
trayecto y hablar como si tu fueras el único en el avion─Se burló─Ahora estaremos en
un lugar con menos gente, así que puedes hablar todo lo que tú quieras, prometo qué
ahora si te pondré atención.
¿Por qué hacía eso? ¿Porque su mayor se empeñaba en hacerle doler el corazón?
Se adentraron aún más al espacio y en efecto, Jungkook corroboró que habían entrado
a esa zona donde en las películas y programas de tv los protagonistas millonarios se
sentaban en sillones de primera clase, aparte de que en ese vuelo justamente y para
su buena suerte, había solo 2 personas más, a parte de ellos y las azafatas.
Lo que vino después fue el momento de arrancar, la azafata dio las indicaciones de
vuelo mientras el avión andaba y se preparaba para despegar.
─Si gustan algo de comer o tomar, solo presionen el botón de su derecha y vendré...
Fue la observación que una de las señoritas les hizo una vez que se encontraron
estables en el aire. DakHo agradeció y una vez vio a la mujer desaparecer en la cabina
de enfrente, giró su mirada hacia su niño y cuestión.
─ ¿Seguro que no quieres nada para desayunar? No has comido nada en toda la
mañana.
Negó. Su cabeza yendo de un lado a otro antes de que esta volviera a recargarse en el
pecho de aquel que adoraba tanto.
El silencio que vino luego fue por parte de ambos, las luces del avión se habían
apagado, dejando encendidas solo aquellas tenues que les ayudaban a descansar. La
pareja que se encontraba al frente, a tres asientos de ellos, al parecer se encontraban
viendo una película con los audífonos puestos, mientras que las azafatas habían
dejado de pasar.
DakHo suspiró y Jungkook sonrió con melancolía al sentir el pecho de este elevarse al
realizar esa pequeña acción. Una duda, una realmente cruel y dolorosa invadiendo su
cabeza unos pocos segundos después.
─Hyung...
─ ¿Mande amor?
1, 2, 3, silencio.
Pero el castañito no contestó, por el contrario, sus labios temblaron mientras elevaba
hacia él una de sus manitas solo para poder cubrir su boquita y así evitar que esta se
soltara a sollozar.
Fue por eso que, a pesar de que sabía que estaría haciendo un mal que les haría doler
su alma todavía más, firmemente, señaló:
─No me iré.
─No me iré mi vida, al contrario, me quedaré aquí─Y fue ahí que elevando y girando su
cabecita, Jungkook miró a Dak, su vidriosa mirada quedando a ojos de aquel que
volvió a recalcar─Me quedaré aquí y será muy difícil para ti deshacerte de mí.
─P-pero...
─Me quedaré aquí cariño y.... viviré contigo─DakHo acarició las mejillas contrarias,
para luego plantar sus labios en aquellos de su niño antes de, pausadamente,
continuar─ Saldremos de esta isla, llegaremos a Seúl y lo primero que haré será
buscar a un cura para que pueda casarnos formalmente.
─H-hyung...
Por fin, una tonta lagrima rodó por una de sus pálidas mejillas y se vio a si mismo
bufando exasperado al reparar en la repentina aparición su estúpida sensibilidad. Con
dulzura, Jungkook le sonrió y elevando sus manitas hacía él, limpio esa lagrima
rebelde que aún se visualizaba al final de su barbilla.
─Ujum, solo tú y yo. Y después, cuando nos sintamos listos, haremos... haremos crecer
nuestra familia.
Al soltar eso, los ojitos de Jungkook se iluminaron mientras sus pequeños labios se
entreabrían y cuestionaban.
─ ¿E-en serio?
DakHo señaló y sonrió con eterno amor, solo cuando vio a su castañito carcajear.
─ ¿Cómo mínimo d-dices? No pensé que te gustaran tanto los niños, hyung.
─Claro que me gustan, mi amor. Siempre y cuando sea para formar una familia junto a
ti... siempre me van a gustar.
Un beso por parte del alter llegó a los labios del menor, y este, sintiéndose tan
plenamente dichoso por lo que se encontraba escuchando, suspiró y lo recibió.
─Dos niños...─Otro beso más─Dos pequeños que nos digan a ambos "papá" mientras
corren por la casa y juegan con nosotros en nuestro inmenso jardín. ¿Te gusta la idea?
DakHo lo besó un poco más al escucharlo y cuando se separó, lo miró a los ojos,
acarició su mejilla y señaló.
─ Se que duele mi vida, pero es mejor que duela imaginando a que simplemente duela
y ya ¿no? Siempre hay que ver el lado bueno de las cosas...
Le costó, soltar aquella frase que el mismo sabía, era indispensable en cualquier
despedida, le costó demasiado. Se separó mínimamente, abrió los ojos y con voz
temblorosa, continuó.
─Gracias por permitirme acercarme a ti y.... ser parte de tu vida. Gracias por
cuidarme y salvarme las veces que estuve en peligro. Gracias por abrir mis ojos y
hacerme saber que de quienes en verdad estaba enamorado era de ustedes y no
de...─Se detuvo y melancólicamente, sonrió─Gracias por amarme tan bonito. Gracias
por permitirme vivir contigo el sueño de estas perfectas vacaciones. Pero
sobretodo...─Acarició con ternura su rostro y completamente sincerado,
terminó─Muchisimas gracias por proteger a TeTe y cuidar al sistema del cual me
enamoré...
─Para mí fue todo un placer haber hecho todo aquello, mi cielo─Susurró sobre sus
labios y sin evitarlo, Jungkook suspiró─En cambió, yo quiero agradecerte a ti por lo
tierno y dulce que fuiste con cada uno de nosotros. Gracias por quedarte a nuestro
lado y no salir huyendo... Pero, sobre todo, gracias por amarme a mí. Gracias por
confiar en mi hasta el final y no rendirte con mi estúpida y molesta personalidad.
Gracias por aceptar ser mi esposo, mi vida. Gracias por permitirme amar cada parte
de tu cuerpo y deleitarme con cada uno de tus suspiros. Muchísimas gracias por todo,
mi amor.
─D-Dak...
DakHo sonrió con ternura y sinceridad al escucharlo, más que nada porque su corazón
se llenó de un repentino alivio y paz. En verdad hubiera odiado el saber que su niño lo
olvidaría al pasar ese día, que los años siguientes él dormiría en los brazos de
Taehyung sin acordarse siquiera que él, el grandioso Woo Dak Ho alter terciario de un
sistema, alguna vez existió y, sobre todo, sin acordarse de todo el amor que alguna vez
le entregó.
─Es un alivio mocoso. Saber que en tus días siguientes me recordarás... me tranquiliza
mucho.
─Claro que lo digo en serio, hyung. No solo por todo lo que vivimos sino porque... eres
-tú.
─ ¿Soy yo?
─Y-yo...─Susurró Dak una vez que el avión comenzó a desender─Estoy seguro de que
nos encontraremos en la siguiente vida...
Jungkook cerró los ojos, estos derramando las ultimas lagrimas que se habían
acumulado mientras que sus labios temblaban sin parar.
—H-hyung
—Por lo pronto, al bajar de este avión, asegúrate de... hacer una vida con Tae.
Asegúrense de amarse con todo el corazón, de casarse y de formar... formar una
familia. Asegúrate de eso, mocoso. Asegúrate de siempre ser feliz y jamás, jamás
olvides lo mucho que te amé. Lo tanto que te amo.
─Tambien te amo tanto, amor─Sollozó con su rostro pegado en el pecho del dueño de
esas caricias en su cabello que de un momento a otro se dejaron de sentir─T-Te amo
demasiado.
Te amo de una manera tan fuerte que d-duele. Te amo incluso sabiendo que en esta
vida tú no fuiste hecho para permanecer junto a mi... Te amo con cada fibra de mi
corazón.
    Por cierto, esperen en unas horas les traigo un epilogo pequeñito que les aliviará un
                                      poco el corazón.
Epilogo
La dulce y llorosa voz de su pequeño esposo fue lo último que su mente escuchó. La
ensoñación ganándole a su conciencia junto con el dolor de cabeza que sintió luego de
la nubosidad en sus ojos, siendo aquello que lo arrastraron a la entera oscuridad. Esa
en la cual en ocasiones acostumbraba estar. Ese espacio grisáceo que no le
desagradaba, pero tampoco le gustaba del todo, pues el silencio y el ambiente solitario
le envolvían cada tortuoso segundo que se encontraba ahí.
No obstante, lo que DakHo jamás pensó fue que, en lugar de la soledad, sus profundos
ojos se encontrarían con aquello...
Su mundo interno, ese que era un íngrimo cuarto color negro con paredes rayadas en
tinta blanca, ahora lucía completamente diferente; Ya no había oscuridad y mucho
menos apariencia descuidada y abandonada, en su lugar el alumbrado panorama de
un hermoso parque lleno de juegos, apareció.
Sonrió, lo hizo pensando en el hermoso gesto del que sea quien hubiera hecho aquello:
Cambiar su mundo interno.
DakHo sonrió, sin embargo, rápidamente sollozó mientras sus ojos se seguían
llenando de lágrimas y es que, al girar su mirada hacia aquel espacio, su panorama
acaparó a un hermoso ser esperándolo ahí, sentado al final de la resbaladillas, con una
enorme sonrisa en sus bonitos labios y sus preciosos cabellos castaños alborotados
debido al ligero aire de verano.
Así lo hizo. Sin pensarlo, a pasos lentos, aunque deseosos, DakHo se concentró en
avanzar en tanto sus lágrimas de felicidad no se apiadaban por darle tregua a su vista
borrosa.
En cada paso, el alter rudo sentía su alma salir, su corazón desembocar en tanto
percibía como el airecito de verano desordenaba ese flequillo sin cortar y lo hacía
comenzar una interminable lucha contra sus pestañas y el percing de su ceja,
mientras que, en su piel llena de tatuajes, porque si, en su mundo interno él tenía el
flequillo largo, percings en varios lados y sus pálidos brazos atestados en tatuajes, los
rayos del sol golpeaban, bailaban y acariciaban con delicadeza cada poro, cada fibra
de todo lo que era él. Ese su auténtico y original ser.
Sonrió con emoción, y es que por primera vez en su mundo interno se sintió pleno, tan
jodidamente dichoso.
Cuando llegó al fin, cuando terminó el camino y se detuvo frente a aquel que tenía los
ojos más hermosos del planeta, ninguno de los dos habló, nadie dijo una sola palabra,
solo se miraron, se contemplaron, lo hicieron de una manera tan bonita mientras que
una ligera sonrisita atestada de adoración se encargaba de cubrir los labios de ambos.
Se contemplaron y reconocieron, al ver las pupilas del otro, supieron que sus almas se
encontraban compartidas incluso desde el inicio del universo mismo... y a pesar de
que ninguno de los dos dijo algo con palabras, ambos se gritaron con la mirada
cuando se amaban antes de romper esa pequeña distancia que los separaba y
abrazarse como si no hubiera un jodido mañana.
Dejando escapar sus lágrimas, DakHo enterró su rostro en ese espacio que más
amaba en el mundo, para luego aspirar el dulce e hipnotizaste aroma que su bonito
niño desprendía. Y lloró, sin importarle lo cursi, lloró de agradecimiento por volver a
sentir al castañito entre sus brazos, porque tenerlo ahí, junto a él, en su mundo
interno era más de lo que él en alguna ocasión había podido desear.
─DakHo hyung...
Y en ese momento, el alter rudo Woo Dak Ho de cabellos largos percings y tatuajes,
supo que a partir de ese instante toda oscuridad, toda maldita soledad, abandonarían
su mundo interno y correrían muy, muy, muy lejos de él, para luego darle paso a ese
precioso mundo que en algún momento de la vida misma creó junto a su chico, ese su
pequeño y eterno esposo, Jeon Jungkook.
The end
     Miiil graaciaaaas @tatastiny    por darme la idea e inspirarme para que este mini
                               epilogo se hiciera realidad <3
    Entre mañana o pasado subo las cartas y la parte del agradecimiento para, ahora si,
                 cerrar el ciclo de esta historia y dar vuelta a la pagina.
Muchisimas gracias x estar
ILY
            ❤
                                    Carta 1
Carta a Jungkook
¡Hola mi amor!
Si no me equivoco, o si hiciste caso a mis palabras, debes estar leyendo esta carta
justo el primer día de tu estadía en la isla Jeju. Están por comenzar oficialmente tus
vacaciones junto a mi personalidad protectora y la razón por la que he decidido
escribirte esto es porque me gustaría decirte unas cosas y hacerte un par de
peticiones.
Si, peticiones...
Bueno, primero que nada, quiero recordarte que te amo demasiado. Estoy
completamente enamorado de ti Jungkook, lo sabes ¿no? Ya te lo he dicho en el
pasado, y me he encargado de repetírtelo todos los días desde que comenzamos a
salir; Mi definición de amor puro eres solo tú.
Últimamente nos hemos estado conociendo mejor, y eso es algo que me encanta pues
puedo presumir libremente que estoy hechizado con cada fragmento de ti. Conozco lo
que te gusta, lo que te disgusta... Conozco aquello que te pone triste, las películas con
las que lloras y aquellas con las que tu carita se transforma en la de todo un bebito
pequeño al emocionarte de sobremanera con alguna escena. Lo estoy conociendo todo
de ti y te juro que me pongo a llorar de felicidad al darme cuenta que aquellos
momentos no serán los últimos en los que yo pueda llenarme de tu presencia, sino que
aún tenemos muchísimo tiempo, un larguísimo futuro, para estar juntos solo tú y yo...
¿Por qué te estoy recordando esto? Bueno, lo hago para que no vayas a malinterpretar
aquello próximo que te voy a decir...
Mi amor... yo sé que tú también me amas, lo veo en tus ojitos, como estos brillan igual
a 2 perfectos y hermosos luceros al verme, o como tus bonitas mejillas se llenan de un
tierno color rosita siempre que nos tomamos de la mano. Yo lo sé, sé que me amas
mucho Kookito. Sin embargo, también sé que desde hace tanto tiempo, tu corazoncito
formó un pequeño rinconcito para que ahí se instalara la presencia de alguien más...
Si mi amor. Aparte de mi, tú estas enamorado de otra persona, eso lo sabes muy bien.
Y yo también lo sé.
Siempre que se menciona su nombre en cualquier situación, ese bonito rubor que
aparece cuando tú y yo estamos juntos vuelve a aparecer, libre ¡sin descaro! En
ocasiones puedo incluso percibir tu nerviosismo. Minutos antes de saber que lo verás,
tus ojitos comienzan a destellar al mismo en el que tus traviesas manitas comienzan a
jugar entre sí. Tal vez tú no lo notas, pero yo sí lo hago, amor. Te conozco muy bien, o
bueno, al menos esa parte de ti.
¿Ahora, después de todo esto, sabes la verdadera razón del porque estuve totalmente
de acuerdo en que hicieras este viaje?
Cariño, pase lo que pase en estos siete días, tú solo... déjate llevar.
Si, así como lo lees. Esta semana, durante este viaje, olvídate por completo de mi y
solo céntrate en aquel que llena el otro rincón de tu corazón. Diviértete junto con él;
rían juntos, caminen juntos, tómense de la mano, mírense a los ojos, llenense del
cariño del otro y encárguense de pasar momentos totalmente inolvidables.
Déjate sorprender mi amor. Deja que él lo haga también y si puedes y quieres, lucha
para que este viaje sea realmente increíble para Dakho... se lo merece, después de
todo, él es una parte muy importante de mi.
Kookie, no tengas miedo de mostrarte a él tal y como eres. Y mucho menos tengas
miedo de los sentimientos y deseos que vayan a surgir estos siguientes días. Al
contrario, como ya te lo dije, déjate llevar, embriágate de su presencia, ¡llénate de él!
y atesora cada segundo a su lado, pues, cuando estos 7 días acaben, recuerda que tú...
ya no lo verás más.
Espero que en verdad tomes con la mente abierta estas palabras y veas más allá de su
significado, así como espero que a partir de hoy, aquellos días que vengan sean de
entera felicidad.
Te amo, mi amor.
Kim Taehyung.
P.D: Solo como dato... yo estaré dormido en mi mente. Todo lo que ocurra estos siete
días no lo sabré hasta que Dakho fusione sus recuerdos conmigo en terapia, así que...
hagan lo que deseen.
Hemos hablado poco en la mente y cuando tenemos la oportunidad de hacerlo por más
tiempo, tú simplemente me callas sin quier escuchar, así que espero poder decir todo
lo que quiero que sepas por medio de este pedazo de papel.
Antes que todo gracias por abrir esta carta, no tengo forma de saber cuando la estas
leyendo, pero me alegra mucho que te hayas atrevido a abrirla siquiera...
Yo, ughm, puede que lo siguiente que diré no sea en absoluto algo de tu agrado.
Puede incluso que no estés para nada de acuerdo conmigo ni en mis ideas, después de
todo, tu eres mi protector y sé que lo menos que quieres hacer es algo que pudiera
lastimarme. Pero créeme hyung, pase lo que pase, no me lastimarás.
Lo que quiero decir con todo lo anterior es que... tengo una petición para ti, o bueno,
varías.
Primero que nada, me gustaría que disfrutaras a lo máximo estos 7 días junto a
Jungkook, que te diviertas a lo grande y no dejes de hacer aquello que más te haga
feliz: Supe que tenías algunos ahorros así que me atreví a tomarlos y ponerlos en tu
maleta para que con ello llevaras a nuestro Kookie a algún lugar... cosa que me lleva a
la siguiente petición.
Yo... me gustaría que formaras hermosos recuerdos con él; que se diviertan como
nunca y atesoren el tiempo como si fuera el ultimo segundo.
¿Sabes? Me gustaría en verdad que a lo largo de este viaje abrieran su corazón el uno
al otro. Que platicaran hasta altas horas de la madrugada, que rieran, que lloraran,
que vieran el amanecer juntos e inclusive que... durmieran juntos.
Lo sé, lo sé, sé lo que debes estar pensando, e incluso puedo imaginar la cara de
terror que, con nuestra cara, debes estar haciendo en este momento. Lo sé todo
hyung y sé que no debería estarte pidiendo esto porque bueno, Junkook es mi novio, y
podria verse como una falta de respeto lo que le hagas a mis espaldas. No obstante,
en este caso... en verdad quisiera que no te limitaras.
DakHo, yo sé acerca del inmenso amor que tienes por él. Yo conozco tus sentimientos
(los cuales son los míos también) y puedo asegurar que lo amas con todo tu corazón,
¡con toda tu alma entera! e incluso si nunca antes lo dijiste en voz alta, sé que la
simple existencia de ese niño lo es todo para ti...
Hyung, el amor que sientes hacía él es tan puro y yo más que nadie lo entiendo puesto
que he podido experimentar la forma en el que nuestro corazón vibra y nuestro
estomago se llena de mariposas siempre que él sonríe, habla, nos mira, o respira
siquiera.
Solo sigue todo instinto de tu (nuestro) corazón y déjate llevar por cualquier acción y
en cualquier situación. Sí, EN CUALQUIERA.
PD: Por si ya lo notaste, tengo un obsequio para ti, uno que deseo que compartas con
Jungkook. Es una pequeña cajita que puse en tu maleta, pero esa a diferencia de esta
carta... me gustaría que la abrieras justo un día antes del séptimo día. El ultimo.
Gracias por cuidar de mi, gracias por cuidar de él. Gracias por todo en general, Woo
DakHo hyung.
Te... quiero.
Bueno... Oficialmente acabó 7 days y por ende, todo tema relacionado con HS.
¿Qué puedo decir? Sino un simple y enorme gracias por acompañarme en este camino.
Creo que es algo que nunca me cansaré de recalcar, pues jamás pensé que una
hisotria como HS o bueno, un escrito mio en general, se fuera a hacer popular
Por eso gracias. Gracias por seguirme y apoyarme en uno de mis tantos sueños y
ayudarme a vivir la experiencia del +1Mvews (HS). Gracias por votar, comentar,
meterse en la historia y amar y odiar a mis personajes tanto como yo jljlsajk. Gracias.
Gracias. Gracias :')
Espero de corazón volvernos a leer en algun futuro proyecto, sea cual sea (The truth
untold... cof cof:)
Por favor, cuidense, tomen mucha aguita y atrevanse a hacer cualquier cosa que haga
feliz a sus pequeños corazoncitos. Vivan su vida sin filtros pero haganlo con muchas
precausiones. Lxs adoró.
Un beso a la distancía
                                    AU'
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