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+Detalles

ALERTA SPOILER HS

»Sinopsis«

Luego de terminar por encariñarse de todos los alters del hijo de la dueña de su
Homestay, Jeon Jungkook, aquel universitario que hace poco más de un año viajó a
Seúl con la única finalidad de tener un buen estudio, toma la decisión de dar un regalo
especial a Woo Dak Ho, la arrogante pero cautivadora "personalidad" fragmentada de
Kim.

❝Todo lo que soy, todo lo que alguna vez fui, está aquí en tus ojos perfectos, son todo
lo que puedo ver.❞

PROXIMAMENTE

。。。。。。。。。。。。。。 。。

。。。。。。。。。。。。。。 。。
Buenos días / tardes / noches

------------------❤-------------------

¡Sorpresa!

He aquí un mini fic Dakook para todas aquellas lectoras que amaron a la pareja en el
fanfic, Homestay.

------------------❤-------------------

OJO, Antes de empezar:

-Historia con 27 partes.

-Advertencia +18

-Esta es una pequeña segunda parte de "Homestay" una historia original que se
encuentra en mi perfil y la cual es necesario leer para la mayor comprensión de este
minific.

-Si no te gustó la pareja Dakook en HS, abstente a leerla pues esta parte se centra
solo y únicamente en ellos y su relación antes del viaje a Alemania.

- Vale la pena recordar que Woo DakHo es un alter ego que Kim Taehyung creó en la
infancia especialmente para cuidar de él y cuidar de JK.

-Actualizaciones todos los martes y jueves-

-El primer capitulo se subirá el 01/06/2021

¿Por qué? Bc Junio es mi mes favorito

Ua
Ya se que falta mucho pero quería darles la noticia ya Así que si en verdad están
dispuestos a esperar, agréguen la historia a su biblioteca y esperen pacientemente por
su actualización<3

Lxs ILY!!!!

DISFRUTEN


1.1 Prologo

˗ˏˋ Day oneˎˊ˗

July 1st

Morning.

─TeTe Hyung... ¿En serio estás de acuerdo?

El de cabellos fantasía dejó de hacer lo que hacía para posteriormente elevar la


mirada al dueño de aquella vocecita que había cuestionado.

─Kookie ¿Cuántas veces me has preguntado eso ya?─Sonrió, dejando de empacar para
luego dirigirse a donde se encontraba su novio─Yo estoy bien con esto, amor. En serio.

─Pero...─Sintió la mano del contrario acariciándole la mejilla─ ¿Seguro?

El de nombre Taehyung soltó varias risitas, estas escuchándose tan roncas y


delirantes a oídos del menor, quien no podía creer que su novio se encontrase tan
tranquilo con aquello que estaba a nada de suceder.

─A ver, según tú ¿por qué crees que yo no estaría de acuerdo?

─Pues porque es algo raro el hecho de que aceptes que tu novio se quiera ir de
vacaciones con una persona que no eres tú...─Informó, sus bonitos labios frunciéndose
ligeramente antes de agregar─Eso me hace pensar que dicha persona está manejando
tu mente solo para que aceptes... tal vez.

Otro par de risitas más, antes de que el más alto estampara sus labios en la frente de
aquel que lucía un poco preocupado.

─Primero que nada, no es nada raro bebé porque si lo piensas un poco, en realidad
iras conmigo, no siendo yo─Sonrió por lo confuso de sus propias palabras─Además ¿te
lo dije no? Dak no ha estado en co-conciencia desde la última vez que te dijo que
quería casarse contigo. No sé si sea la vergüenza o el hecho de que no quiere saber
cómo fue que reaccionaste, pero él no ha interceptado mi mente, así como no ha
intervenido en mis decisiones y acciones tampoco.

─Oh ¿En serio? ¿Él no ha estado cerca?

─No mi amor.
El castañito frunció sus labios en un lindo mohín en tanto analizaba las palabras
dichas por su hyung. Algo, un deje de inquietud no terminándolo por convencer. Y es
que, a pesar que él junto a su madre había planeado absolutamente todo para el viaje,
no podía creer que su novio se lo hubiese tomado así de bien, que incluso celebrara y
se había apuntado para arreglar el equipaje de Dakho él mismo.

Para Jungkook era algo muy confuso, y eso, Taehyung lo entendía a la perfección.

─A ver─Suspiró, sentándose en una esquinita de la cama, para después estirar


delicadamente al menor hasta hacerlo sentar sobre sus piernas. Jungkook haciendo su
rostro explotar por tal acción.

─H-hyung...

─Kookito─Prosiguió─Honestamente... yo le debo mucho a Dak. Él ha sido alguien que


me ha protegido todos estos años. Me ha salvado en muchas ocasiones y por lo que
doctor Park dice, he llegado a la conclusión de que también te ha salvado a ti.

Jungkook bajó la mirada, no quería negar aquello pero tampoco quería decir más para
que las memorias de su mayor no se alteraran, así que simplemente sonrió.

─A lo que quiero llegar es que me encanta la idea de lo que le quieres obsequiar. Me


emociona mucho porque sé que él te tiene un gran cariño y sé que le hará muy feliz
saber lo que quieres hacer por él...

Delicadamente, Taehyung acarició esos cabellos castaños que caían en forma de


bonitos mechones en la frente del menor, haciéndolos a un lado en el proceso para así
poder apreciar con mayor atención esos hermosos y grandes ojos.

─ Así que anda sin culpa o preocupación─Continuó─ Despídete de Dak como se debe y
haz que tenga los mejores días de toda su existencia, igual como lo hiciste con las
demás personalidades.

Al terminar de escuchar a su novio hablar, Jungkook extendió aún más su sonrisa, sus
ojitos brillando con una intensa admiración.

Ah, su novio era un completo ángel. Alguien simplemente perfecto que no solo veía
por su propia felicidad, sino también por el de aquellos seres de luz dentro de su
mente que le ayudaron a sobrellevar la peor parte de su vida.

─Eres increíble ¿sabes?

Y ahora fue el turno del mayor para sonrojar.

─Yo solo... Me gustaría que aquellos que me ayudaron a reprimir mi sufrimiento


tengan momentos felices y no solo de dolor.

Si, un verdadero ángel.

─Gracias hyung...

El contrario negó─Gracias a ti, por ayudarme con ello.

Y sonriendo dulcemente, Taehyung se dio el placer de besar con dulzura los rojitos
labios de aquel que le miraba tiernamente.

─Entonces...─Susurró aún sin despegarse demasiado, al cabo de un par de


segundos─¿Debería llamarle ya?

Jungkook asintió levantándose de donde se encontraba sentado y yendo hacia la


mesita de noche para agarrar aquella cajita rectangular que tenía un pequeño moño
encima.

─Sip.
─De acuerdo─Tae asintió─Ah por cierto... amor.

─¿Uhg?

─Antes de que cambie mi lugar con Dakho... tengo que darte algo─A pasos vacilantes
Taehyung se dirigió a su pequeño espacio y de su viejo esquinero tomó un sobrecito
hecho con de papel kraft─Esto uhm...─Titubeó, su derecha yendo inconscientemente a
frotar la parte trasera de su cuello─Esto es algo que te escribí y... quisiera que
supieras.

─ Oh ¿Cómo una carta? a ver...

─ ¡Espera!─Lo detuvo antes de que pudiera abrir el papel─Prometeme que no lo leerás


hasta que llegues y te instales allá...

─ ¿Qué? Pero Tete...

─Kookie, esa carta uhg... tiene información muy especial ¿Sabes? Me gustaría que la
leyeras a solas y con la mente en blanco.

Su novio le miró alarmado al escuchar esas palabras, su carita bañándose


rápidamente de incertidumbre, sorpresa e incluso un poquitito de miedo.

─¿N-no es nada malo verdad Tete?

─No mi amor, no es nada malo. Es todo lo contrario─Le tranquilizó con otra de sus
dulces sonrisas─Te lo prometo.

─¿Si?

─Sip, así que prométeme tu también que ya no harás más preguntas y simplemente no
verás el contenido hasta que llegues allá...

Algo dudoso e interrogante por semejante tarea misteriosa, el menor aceptó.

─D-de acuerdo hyung, pero... no lo entiendo.

─Ya lo harás, mi amor

Y dejando un duradero beso en la frente de su castañito, Taehyung sonrió acariciando


con suavidad el mentón del contrario, mientras se disponía a volver a hablar.

─Bueno... llegó la hora─Suspiró, sonriendo de la manera más tranquilizadora y suave a


su novio─Disfruta el tiempo con Dak, mi amor...

"Definitivamente se lo merecen"

(♡)

─Oh, m-mocoso...

─H-hola hyung.

El corazón de ambos se disparó.

Jungkook ya no se sentía con la misma seguridad de hace unos segundos cuando le


dijo a su novio que intercambiara lugar con Dak para darle su obsequio, y la
personalidad ruda... bueno, él realmente se sentía un poco avergonzado por aquello
que le dijo al menor la última vez que salió.

"Sé mi esposo..."

Ese recuerdo se posó rápidamente en los pensamientos de ambos para luego tener
que desviar la mirada y despistar el color rojo que había aparecido en sus mejillas.
Dak aclarando su garganta en tanto fingía no darle importancia a lo rápido que
andaba su corazón.

─M-me hiciste salir─dijo rápidamente, su despreocupada y habitual forma de ser,


haciendo aparición de inmediato─ ¿Qué es lo que quieres?

Ante el arisco tono de las palabras escuchadas, el menor lo único que pudo hacer fue
bajar un poquito su mirada, y ocultarse en medio de sus hombros.

─Uhm yo... bueno, quiero entregarte algo.

Jungkook apretó entre sus manos la cajita rectangular que estas sostenían. Su
respiración era errática y su corazón parecía que le estaba haciendo competencia,
pues andaba de una forma para nada controlada dentro de su pecho.

Era demasiado extraño, la manera en que Dak le hacía sentir.

Con Taehyung la convivencia había sido más constante. El menor ya estaba


acostumbrado a tener la compañía de su novio y que este lo mimara a cada instante.
Jungkook podía decir que se sentía completamente cómodo con Tae, incluso con
cualquier otra personalidad, él se sentía con esa estabilidad emocional de no sufrir un
ataque de latidos. Sin embargo, cuando se trataba de Dak, todo era completamente
diferente

Se podía decir que luego de cierto tiempo, y de saber algunos detalles escritos en la
nueva carpeta de personalidades, Jungkook había estado sintiendo esa extraña
conexión que tenía junto a la tercera personalidad. Esa que de algún modo se vinculó
con su interior y se instaló en su corazón cuando él era apenas un pequeño.

Esa bendita conexión que justo ahora se encargaba de de hacerse presente como
nunca mediante aquellos profundos ojos que se encargaban de perforar su alma y
alocar su corazón.

─Y bien...

─Ah sí...─Volvió en sí al darse cuenta que se había centrado en el sentir de sus latidosy
extendió la cajita al contrario, balbuceó─T-toma.

─ ¿Qué es?

─Uhm bueno, yo por fin encontré algo digno para obsequiarte.

─Msh, niño. Te dije que no era necesario que...

Dak calló sus palabras una vez abrió la caja y quedó expuesto lo que yacía en el
interior. Su mirada brillando en tanto escaneaba el objeto antes de levantar la misma
y mirar al autor de dicho detalle.

─Jungkook que... ¿Qué es esto?

─Bueno yo... ─El menor vaciló jugando con los dedos de sus manos mientras desviaba
inconscientemente su mirada─P-pensé que te gustaría olvidarte un poco de todo y
simplemente salir a... conocer el mar junto conmigo.

Dak no dijo nada. Enmudeció. Ante aquella "sorpresa" simplemente las cuerdas
vocales del de personalidad ruda, se vieron negadas a funcionar.

Por otra parte, al no escuchar respuesta alguna entrar por sus oidos, el menor se
obligó a levantar su cabeza y llevar nuevamente la mirada a aquel que se había
quedado sin palabras.

─ ¿H-hyung? ¿Es mala idea?─Habló sintiendo una ligera opresión, un poquito de temor
por ser rechazado. Al final al no ver ninguna reacción por parte de Dak, simplemente
rió y nerviosamente, señaló.

─Ah, s-sabes... si es mala idea. Solo olvidemos que...

Pero cuando estuvo a nada de tomar los boletos de avión que sostenía Dak, este no
dudo en atraerlos hasta su pecho dando a entender a Jungkook que por nada del
mundo dejaría que se los quitara.

─Hyung...

─Vamos─Soltó.

─¿E-en serio quieres?

─Claro, ya pagaste por ellos, sería un desperdicio no utilizarlos─Se encogió de


hombros, señalando algo obvio.

─ ¡D-de acuerdo!─Para el castañito fue imposible no sonreír cuan niño pequeño


recibiendo una buena noticia─ Hyung tenemos que ir saliendo. El avión sale en 5
horas y...

─Jungkook, espera...─Lo detuvo cuando estaba a punto de salir. El menor girando a


mirarlo con ojitos cuestionantes─Esto es solo para... ─Detuvo sus palabras mirando
fijamente al contrario─Iremos solo nosotros ¿cierto?

Sonriendo, Jungkook contestó.

─Si hyung. Serán unas vacaciones de 7 días solo tú y yo...

•> ♡ <•

Hasta yo estoy emocionada con esto, tengo varias sorpresitas aquí <3

Que tengan bonita semana.

ILYSM!!!
1.2 Isla Jeju

˗ˏˋ Day oneˎˊ˗

Afternoon.

Era gratificante, el sentimiento hospedado en su estómago era realmente inusual.

En el pasado, hace años, Dakho ya había tenido la oportunidad de viajar en un avión,


tuvo que hacerlo cuando doctor Park solicitó unos estudios que solamente podían
realizarse en una clínica de Alemania.

En aquel tiempo, el chico rudo había descrito su viaje como tranquilo y para nada
novedoso. Él no era de los que les gustaba disfrutar mucho de nuevos sentimientos,
así que simplemente pasaba de todo lo que la gente consideraba "nuevo" cómo lo era
viajar por primera vez en un avión.

No obstante, hacerlo ahora, justo a un lado del precioso castañito de apellido Jeon, era
por mucho una experiencia totalmente diferente y ante todo, tan única para él.

Sentir la calidez del menor tan cerquita de su cuerpo y sobre todo, ver la emoción
bañando su carita siempre que la esencia de un arrebol pintaba las blancas nubes, era
algo que Dak jamás pensó poder experimentar. Algo realmente satisfactorio y difícil
de olvidar.

No obstante, estaba demás el poder decir que ni en sus peores sueños iba a sacar a la
luz aquel tremendo sentir

─ ¡Dak mira aquella nube!

Fingiendo molestia, el mencionado bufó.

─Niño, ¿Será que te puedes callar para poder dormir en paz?─dijo en tono abrumador,
sus brazos cruzándose sobre su pecho─No eres el único que va en el avión. Hay más
pasajeros y apuesto a que no quieren escuchar tus chillantes gritos.

─Ah, o-okey de acuerdo. Perdón...

Jungkook susurró, recargándose por completo en el asiento para poder mirar en


silencio a través de la ventanilla. Su corazón sintiéndose un poquitito tocado.

Por un momento pensó que sería diferente. No sabe por qué, pero llegó a pensar que
Dak se emocionaría tanto que incluso llegaría a actuar como Baek.
Pero no. Se equivocó. Woo DakHo no era Baek.

La siguiente media hora de vuelo se vio aburrida, completamente silenciosa. Jungkook


miraba, y a la vez no, una película que pasaba en la pequeña pantallita frente a él,
mientras que Dak al parecer se había quedado profundamente dormido en su asiento
o al menos eso es lo que el castañito veía a simple vista.

─H-hyung...─Le llamó despacito, su manita dejando pequeños toques en el antebrazo


del contrario─Ya vamos a llegar.

─ ¿Mh?─ murmuró un Dak, "adormilado"— ¿Ya aterrizamos?─Cuestionó sin abrir los


ojos

─No, pero quería que vieras...

─Entonces déjame dormir hasta que lo hagamos.

Y dicho esto, giró su cabeza en sentido contrario al menor.

Jungkook suspiró, sus labios haciendo un pequeño mohín en tanto llevaba su vista al
precioso paisaje que se magnificaba a través de la ventana. Ese el cual destacaba la
hermosa isla Jeju y que quería que Dak viera junto a él.

Al cabo de unos cuantos minutos, justamente cuando el reloj marcó las 18 horas,
aterrizaron.

Jungkook, aún con la emoción andando por sus venas por estar en un lugar fuera de
Busan y Seúl, daba pequeños e inconscientes saltitos en tanto él y su adormilado
mayor se dirigían por el equipaje y después a buscar un taxi que los llevaría al lugar
donde se quedarían. Dak siempre andando detrás de él.

─Hyung corre, ¡allá hay un taxi!

¿Por qué no trajeron su moto? pensó Dak, así no estarían corriendo detrás de los taxis
y tendría a Jungkook abrazándolo fuertemente de la cintura en el transcurso del viaje
al hotel.

─No pienso correr─Gruñó y quiso reír fuertemente cuando Jungkook frunció sus labios
y cruzó sus brazos, molestó, una vez que el taxi que pensaba tomar, fue ocupado por
alguien más.

─Hyung así nunca conseguiremos transporte─Puchereó.

─Paciencia mocoso. Paciencia.

Si, debió haber traído su moto.

Cuando por fin pudieron conseguir un auto libre, subieron a él y en al menos 15


minutos llegaron al lugar donde se quedarían: Un hermoso recinto que consistía en un
grupo de hermosas cabañas frente al mar.

— ¡Woha! Mira hyung ¡Es realmente hermoso!

Y si que lo era, para Dak, era inmensamente precioso aquello que se encontraban
viendo sus ojos... pero no exactamente el paisaje.

Poco después de pasar a recepción para validar su reservación, ambos chicos, junto
con uno más que se ofreció a llevar el equipaje, se dirigieron a una de esas magníficas
cabañas que yacían justo a la orilla del agua.

─Aquí está. La cabaña número 7─Señaló el trabajador a los huéspedes antes de


insertar la llave a la perilla, abrir la puerta y dejar a la vista aquel pintoresco interior
perteneciente a la pequeña estancia de la habitación donde se quedarían.
Jungkook sonrió con ilusión y su mirada resplandeció a un grado inmenso de querer
explotar de felicidad.

─Ah ¡Hyung mira! Esto es realmente, realmente... ¡Ah!─Chilló.

De su boca no salió otra palabra más, solo hizo extender su sonrisa mientras sus
brillantes ojitos e hipnotizada expresión se encargaban de decirlo absolutamente todo.
Y es que la perfecta vista frente a él, esa que consistía en cuanto paredes de madera
auténtica y techo de vidrio grueso que dejaba pasar todo resplandor del atardecer, no
merecía nada menos que una alabanza por parte del menor.

Con su preciosa carita bañada en un brillo de inmensa alegría, el castañito no tardó en


adentrarse al lugar únicamente para dejar caer su cuerpo en el único sillón que yacía
en el centro de aquella estancia. Sus brazos extendiéndose a cada extremo del sillón,
sus ojitos cerrándose y su sonrisa agrandándose mientras los últimos rayos del
atardecer entraban por el enorme vidrio sobre él y acariciaba con delicadeza su
perfecta tez.

Dak, hechizado por tan hermosa escena, lo único que hizo fue sonreír lentamente,
completamente cautivado por como el resplandor del ocaso penetraba con suavidad
cada fibra de aquellas sedosas hebras castañas para luego terminar por bajar con
gloría y maquillar incesante cada poro de tan exquisita y lechosa piel perteneciente al
menor.

No obstante, se vio obligado a dejar de contemplar aquello que era tan magnífico para
sus ojos justo cuando recordó, porque sintió, aquella tercera presencia en la
habitación.

Elevando una de sus cejas y cruzando los brazos con un repentino inicio de cólera
invadiendo su estomago, Dak raspó su garganta para así obtener la atención de aquel
"botones" que yacía parado a su derecha y contemplaba embobado, de igual manera,
la imagen de un Jungkook relajado en medio del sillón.

─ ¿Qué carajo miras?─Soltó de repente, haciendo que el chico saliera de su trance y


que Jungkook abriera sus ojos para ver lo que repentinamente sucedió

─Y-yo lo siento, aquí están sus maletas.

─Si, si, ya. Ahora largo.

─ ¡Hyung...!─Expresó Jungkook levantando su cuerpo del lugar donde se encontraba y


desaprobando la actitud tan irreverente de su mayor hacia aquel que solo hacia su
trabajo.

─No seas grosero─Susurró al mismo tiempo en el que giraba a ver al trabajador, una
vez llegó hasta ellos─ Lo siento por eso... toma.

Sonrió, reverenció y extendió hacia él lo que al parecer era un billete que había
sacado segundos ates de su bolsillo. El chico, completamente enternecido, sonrió.

─Muchas gracias pero yo no recibo propinas...

─ ¡Oh! ¿En serio no?

─No, pero me cautiva que seas tan amable.

Con sus mejillas a punto de querer enrojecer, el menor bajó la mirada y agradeciendo
volvió a guardar el billete en su bolsillo delantero.

Dak susurrando para sí mismo, cosas inentendibles.

—Bueno, que disfrutes tu estadía. Cualquier cosa, estoy a tus órdenes en "servicio a la
habitación"... o bueno más bien, estoy a sus ordenes─Corrigió rápidamente al sentir
una mirada asesina sobre él y sonriendo por ultimo al bonito castaño, reverenció a
ambos huéspedes, giró hacia la puerta y salió de la habitación.

Pero que mierda...

─Hyung ¿No son hermosas estas cabañas?

El castañito chilló poco después de que quedaran solos en la estancia y Dak tuvo que
poner todo de sí para evitar explotar por lo anteriormente ocurrido.

─Ajá.

─ ¡Sí! Oh hyung... Ven ¡Vayamos a ver la habitación!

La habitación... Ese par de palabras rondó un segundo por su cabeza, hasta que al fin
reparó en el significado y sonrió con notoria picardía.

─ ¿"La habitación"?─Señaló elevando ambas cejas y haciendo énfasis en el término


"singular", mientras seguía el paso de un Jungkook que había salido corriendo en
dirección a aquel lugar ─Bueno mocoso, me agrada la idea ¿Sabes? Haber rentado una
cabaña con solo una habitación es lo mejor que pudiste haber...Ah, es una habitación
doble.

Un ligero halo de decepción acompañado de aquellas últimas palabras salió de los


labios del mayor al momento de entrar a dicho cuarto y reparar que, en efecto, este
consistía nada más ni nada menos que de dos camas matrimoniales y no solo de una.

─Si ¿no es asombroso? ¡Mira la vista de aquel ventanal! ¡Es preciosa! y apuesto a que
el amanecer se verá mejor ─Expresó dando pequeños e inconscientes saltitos de
alegría antes de casi gritar─ Ah, yo pido la cama de... ¡Hyung!

Cuando menos lo pensó, el mayor ya se encontraba tomando la cama justo a un lado


de la ventana, esa que al despertar por la mañana te regalaba una perfecta escena de
un colorido horizonte marítimo y esa misma en la que Jungkook tanto deseaba
descansar.

─Ni modo niño, te tardaste. Ahora te tocará dormir a un lado del cuarto de baño.

─Pero hyung... yo quería esa cama

No te preocupes mocoso, definitivamente dormirás en ella...Pero en lugar de decir sus


pensamientos en voz alta, el de cabellos azabaches simplemente encogió sus hombros
y sonrió burlón.

─Ni modo. Será para la próxima...

-
•> ♡ <•

Empezamos con un día tranquilo, destacando las vagas actitudes de un Dak bipolar,
mostrando el lugar en donde se quedarán y metiendo a un nuevo personaje que hasta
el momento aún no sabemos su nombre .

Pd. Para las que ya leyeron esto anteriormente, el cap que viene SI tiene escenas
nuevas.

Pd2: Adivinen quien cumple años la próxima actualización

Que tengan bonita semana. <3


2.1 ¿Cómo no dejarse llevar?

˗ˏˋ Day twoˎˊ˗

July 2nd

Morning.

7 am.

El ambiente del pequeño cuarto se sentía algo húmedo, caliente.

Los vidrios y espejos que yacían en el interior se encontraban maquillados con una
ligera capita nebulosa que imposibilitaba el hecho de poder ver en ellos o entre ellos,
mientras que sonidos de tenue satisfacción hacían eco por cada rincón del lugar.

─Ah...─Jungkook gimió, su dulce voz haciendo eco por las blancas paredes mientras se
ponía de pie para luego tomar esa blanca toalla y envolver con delicadeza su pequeña
cintura.

Ah... ese baño calientito por la mañana, si que se había sentido tan bien.

Ahora sí, estaba completamente listo para pasar su primer día en la isla al lado de
aquel especial alter con personalidad ruda.

Poco después de salir de la bañera y secar su cabello con una segunda toalla, el chico
de hebras castañas llevó sus pasos al espacioso lavamanos donde había dejado su
maleta de mano minutos antes de meterse a bañar. Abrió esta misma con lentitud y
comenzó a esculcar el interior con toda la intención de localizar su cepillo dental. No
obstante, fue otra cosa lo que rápidamente llamó su atención.

Con sus ojitos brillantes y sus nervios comenzando a subir por su cuerpo, el castañito
tomó entre sus manos aquel sobre de papel kraft que tenía como firma en la parte
inferior izquierda el nombre de su querido TaeTae.

"Prométeme que no lo leerás hasta que llegues y te instales allá" Recordó las palabras
de su novio, y le fue imposible no emocionarse ni sentirse curioso ante aquel
misterioso texto que había escrito para él su mayor.

Completamente ensimismado, observó el papel por unos cuantos segundos, las yemas
de sus pulgares acariciando la textura con vacilación, antes de soltar un gran suspiro
para animarse a abrirlo y poco después poder leer el contenido, esté siendo
completamente impredecible a lo que Jungkook esperaba encontrar...
(♡)

─Mocoso ¿Te fuiste por la coladera de la taza del baño?──Cuestionó Dak al otro lado
de la puerta mientras daba pequeños golpecitos a esta─ ¡Llevas toda la mañana ahí
dentro!

Silencio.

Dak frunció ligeramente su ceño al mismo tiempo en que una de sus perfectas cejas se
elevaba pronunciadamente en su frente.

Va, probablemente se quedó dormido en la bañera o... tal vez se cayó, se resbaló y
ahora se encuentra inconsciente o incluso muerto en algún lugar.

Mierda.

Pensar en eso ultimó hizo al de cabellos negros inquietar.

─ ¿Jungkook?─Vociferó nuevamente, esta vez su tono de voz sonando algo alborotado y


preocupado─ ¡Joder niño abre la puerta!─Nada─ ¡Jungkook por favor!

Okey, listo, iba a romper la perilla o incluso a partir en dos la madera. Jungkook no
contestaba, estaba más que claro que algo le había pasado al menor, así que él estuvo
dispuesto a tirar esa puerta de un golpe. Claro, estuvo a nada de hacerlo hasta que
repentinamente esta misma se abrió con su propio pie.

─Mierda Jungkook ─Gruñó al que salía del cuarto de baño ya bañado y cambiado, con
una toalla en su espalda y su bolso de mano en uno de sus hombros─ ¡¿Por qué no
contestabas?! ¿Sabes que por un momento pensé que te habías muerto o algo?

─Lo siento, hyung...─Habló con un tono algo abatido─Yo... no me di cuenta de todo el


tiempo que estuve dentro.

Dak lo observó, cómo sus ojitos lucían ligeramente brillosos mientras estos se
desviaban inconscientes, y como sus bonitos labios formaban un casi visible mohín al
mismo tiempo en que un leve color rosita se inyectaba en sus dos mejillas.

─Jungkook, ¿Te encuentras bien, mocoso?

Jungkook giró a mirarlo por un par de segundos que no duraron mucho, pues desvió
sus ojos una vez se topó con aquellos realmente intensos de su mayor.

─S-si hyung...─Mintió─Estoy bien.

Dak chistó, sabía que el contrario mentía, pues su rostro afligido, lo rojizo y brillantes
de sus orbes y la ligera humedad que yacía en ambas mejillas, le delataban una
respuesta negativa.

A Jungkook le pasaba algo, eso estaba más que seguro. Sin embargo, por algunas
razones que involucraban la falta de tacto, comprensión, y forma de cómo tratar a una
persona en aquella situación, incluso si se trataba del castañito, Dakho no quiso
divagar más.

─Okay─Fue lo único que dijo antes de, vacilante, dar la espalda y adentrarse al
húmedo cuarto─Tomaré un baño... estate listo para cuando salga. Muero de hambre.

(♡)

─Entonces ¿Me estás diciendo que no preparaste un itinerario o algo así?

─Yo... n-no─El menor contestó refugiándose detrás de su jugo de naranja mientras Dak
comía su cóctel de frutas y lo miraba.

─Ah, gracias a dios.

─ ¿Uhm?

─Que hubiera sido realmente patético que estuviéramos dependiendo de un horario,


niño. Lo bueno que no vamos a tener que hacerlo─Dak señaló elevando el tenedor─.
Honestamente, todo me gusta mucho más si sale improvisado. Así que me alegra que
no se te haya ocurrido hacer un "plan". Bien hecho mocoso.

Al soltar eso, las últimas palabras específicamente, el corazón de Dak casi explota al
apreciar como las bonitas mejillas de su acompañante se llenaban de un intenso color
escarlata mientras el brillo en sus ojitos destellaba en mil emociones diferentes.

Oh. Ahí estaba ese color rojito otra vez.

Se encontraban en la hora del "digestivo". Por la mañana poco después de salir de la


cabaña, ambos chicos habían llevado sus pasos directo al restaurant. Ahí habían
desayunado todo tipo de alimento, desde panques con miel, huevos revueltos y hasta
un poco de tocino dorado, todo bien al estilo americano.

Minutos después de terminar con aquello que de un momento a otro se volvió su


almuerzo, Dak propuso al castañito ir a "bajar la comida" frente a la playa, en tanto
miraban las olas del mar y comían un digestivo. Jungkook al escucharlo, con las
mejillas un poco rojas y con su mente pensando en sabe qué tanto, tímidamente
asintió.

Fue en ese momento, que DakHo lo sintió, la extraña energía que desde la mañana
había estado portando el menor.

Dak no entendía, el porqué la actitud del castañito había cambiado de ser segura y
eufórica un día antes, a una tan tímida, insegura, tierna pero jodidamente expresiva
desde esta mañana.

¿Será que había recibido noticias que le pusieron así de tímido y sensible? ¿O tal vez
la verdad era que también tenía trastorno de identidad y el que se encontraba frente a
él no era realmente Jungkook sino un introvertido pequeñito con inseguridad para
expresar sus sentimientos?
Ah, nadie lo sabía, pero lo que si podía estar en manos de Dak era cambiar o incluso
jugar con aquella cohibida y tierna actitud del menor.

─Mocoso...─Llamó la atención del mencionado nuevamente, su helado corazón


enterneciéndose de sobremanera al ver que ese color rojito aún no abandonaba los
pómulos de su rostro.

─¿Si hyung?

Jungkook cuestionó en ojos grandes e inocentes y casi se le sale el alma cuando Dak,
de un segundo a otro, se acercó a él únicamente para comer ese pedacito de sandía
que yacía clavada en el tenedor que se encontraba tan malditamente cerca de su boca.

El castañito no lo vio venir, claro que no, es más pudo jurar que su ser se murió por un
instante y revivió al momento de ver a Dak separarse con una sonrisa triunfal y
arrogante decorando sus labios en tanto masticaba el trozo de la sandía anteriormente
robada.

─¡H-hyung!

Era lo que quería, era todo lo que le gustaba a Dak, ver a un Jungkook completamente
rojito y avergonzado luego de lidiar con una descarada acción por parte suya.

─Lo siento niño. Ese pedazo de sandía a un lado de tu boca lucía realmente delicioso.
No me iba a quedar con las ganas de probarlo...

Y lo siguiente que el mayor observó fue como ese mismo color instalado en las mejillas
de su menor, se extendía sin descaro hasta pintar cada milímetro de su rostro, orejas
e incluso cuello.

Sin pensarlo Dak carcajeó ante la imagen frente a él. Jungkook lucia meramente
adorable, tanto que el de personalidad ruda tuvo que suprimir las ganas que tenia por
ir y apretar con intensidad esos bonitos mofletes atestados en un bello rubor.

─ ¡Hyung!─Por otro lado estaba Jungkook quien no podía dejar de sentir toda parte de
su rostro sumamente caliente─¡N-no te rías!

─¿Por qué no, mocoso? ¡Si vieras la expresión de tu rostro, tú también lo harías!

El castañito estaba muriendo de vergüenza en aquel instante y todo gracias a las


repentinas acciones involuntarias de su apariencia. Ah ¿Cómo es que su rostro se
había atrevido a sonrojar así de intenso?

Jungkook no lo entendía o bueno más bien, si, si lo entendió una vez que elevó su
mirada para ver a su divertido mayor y repentinamente, aquel mismo texto que lo
había estado atormentando desde la mañana, a su mente llegó.

Ah ¡No otra vez! ¿Cómo se suponía que disfrutaría aquel viaje si a cada instante las
benditas palabras de su novio hacían eco dentro de su cabeza? ¿Cómo podría siquiera
girar a mirar a su mayor y hacer de cuenta como si no hubiera leído nada? E ahí el
dilema.

Poco después de aquella penosa atención dirigida especialmente al menor y sobre


todo, luego de acabar de comer el aperitivo, ambos chicos optaron por levantarse y
recorrer la orilla de la playa para así poder hablar y ponerse de acuerdo en aquello
que iban a hacer lo que restaba del día.

De todas formas, apenas eran las 12 del medio día y el resto de este pintaba para ser
uno realmente largo, grandioso y divertido, o bueno... al menos de esa manera lo
pintaba Dak.

─ ¿Qué? ¡No, hyung! ¡No! Definitivamente no.

─Oh anda mocoso, ¿no me digas que tienes miedo?


─Pues sí, si lo tengo─Exclamó─Y ya te dije que ni muerto lo haré...

Cruzando los brazos en desacuerdo ante aquello que le había propuesto su mayor, el
de cabellos dorados aceleró su paso hundiendo sus piecitos en la arena mientras
dejaba a Dakho detrás.

─Jungkook─Le llamó, sus labios separándose con indignación al ver al mocoso ese
negar sin ni siquiera voltear─Oh vamos niño, no seas aguafiestas.

Sus palabras terminaron y su juguetona expresión resplandeció en toda facción de su


rostro al solo momento en que una grandiosa idea en su mente se presentó.

¿Quién dijo que el grandísimo Dakho podía aceptar una negativa como respuesta?

1, 2, 3...

Dak sonrió, lo hizo con esa característica sonrisa que delataba la próxima travesura
que estaba a nada de hacer.

Sin pensarlo un minuto más corrió y tomando por sorpresa al menor, Dakho cargó a
este mismo ágilmente cuando llegó hasta él, uno de sus brazos posicionándose detrás
de las rodillas del chico mientras que en el otro hacía descansar la cabeza de este.
Jungkook aferrado al cuello del azabache, solo pudo gritar cuando lo sintió correr y
adentrarse al mar con él entre sus brazos.

─ ¡Hyung! No ¡Espera! ¡Está fría! ¡Ahhh!

Era lo que Jungkook expresaba refiriéndose al agua y Dak, completamente divertido


con la situación, lo único que podía hacer era carcajear y adentrarse a las olas aún
más.

─Espero que sepas nadar niño...

─No, no, espe...─Pero sus súplicas fueron interrumpidas justo cuando una ola se les
lanzó encima y les hizo caer.

─ ¡Hyung!─Expresó el menor al verse a sí mismo por completo empapado. Dak


tomandolo fuertemente de la cintura mientras aún reía a carcajadas─ ¡No es gracioso!

─Claro que lo es, mocoso. ¡Deberías verte ahora mismo!

─Hyung en serio, no creo que...

Una ola más les atacó haciendo que de nueva cuenta que Jungkook volviera a callar y
de nueva cuenta ambos terminaran por caer.

Como pudo, Jungkook se soltó de los brazos de Dak, se puso de pie entre las aguas y
sonriendo como niño pequeño haciendo una inocente travesura, se echó a correr sin
parar dejando a su mayor atrás.

Dak por su parte, se puso de pie un par de segundos después y al darse cuenta del
infantil juego que le había propuesto indirectamente el castañito, sonrió con diversión
antes de echarse a correr justo detrás de él.

─ ¡Ah!

Jungkook pegó un gritito divertido justo cuando Dak lo alcanzó enrollando sus fuertes
brazos en su delgada cintura y elevándolo con toda la intención de que los pies del
menor se despegaran de la arena antes de entrar nuevamente al mar junto a él.

─ ¡Hyung no es justo! tú tienes piernas más largas─Expresó al mismo tiempo en el que


volvían a salir del agua.

─Solo por dos centímetros mocoso, no es tanto.


Al sentir que el de personalidad ruda otra vez se había distraído, Jungkook intentó
correr nuevamente lejos de él, sin embargo, Dak fue mucho más rápido en detenerlo
cuando vio su intención. Tomó su cintura de nueva cuenta y pegó su cuerpo al suyo
antes de dejarse caer en la arena junto a él.

Jungkook reía a carcajadas, pues de un momento a otro Dak se encontraba sobre él


haciéndole cosquillas para que ni se le ocurriera volver a escapar.

─ ¡Hyung p-para, p-para!

Suplicaba entre risas mientras sus manitas intentaban detener las acciones de su
mayor, quien se enterneció por lo rojito que el rostro del castañito se encontraba.

─ ¡Hyuuuuung! Por favor

Chilló y al soltar las "palabras mágicas" por fin pudo respirar cuando Dak dejó de
provocarle carcajadas únicamente para tomarle ambas muñecas y posicionar estas
mismas en los costados de su cabeza.

El momento que vino después hizo a ambos sumergirse en un gran silencio. La


profunda mirada de Dak profanaba con descaro aquella que le miraba tiernamente,
mientras Jungkook, con sus mejillas sonrojadas, sentía el latir de su corazón
desembocado al final de su garganta.

Y después vino aquello, esa típica escena cliché en toda historia donde Dak le miraba
a los ojos para luego mirar a sus labios con descaro y viceversa. Dos cuestiones
sumamente importantes presentándose en la mente del menor.

¿Cómo podía resistirse ante aquello? y sobre todo ¿Cómo podía dejar simplemente las
palabras de su novio pasar? ¿Cómo podía siquiera no dejarse llevar?

Inconscientemente, el castañito lamió sus belfos, Dak sintiendo con esa simple acción
como su cuerpo vibraba y su corazón simplemente estallaba, mucho más al ver cómo
repentinamente el contrario cerró sus ojitos en espera a que sus labios se estamparan
con los de él.

Quería hacerlo, Dakho quería probar nuevamente el bendito y dulce sabor de los
labios de Jungkook tal y como lo hizo ya hace un tiempo. Quería hacerlo, quería
besarlo en ese momento, en ese instante, en ese lugar... Definitivamente, su corazón
rogaba para que se diera el placer de tomar sus labios ahí una vez más.

Sin embargo, luego de algunos segundos transcurridos no lo hizo, no por que no haya
querido sino porque no pudo hacerlo.

Sonriendo con un poco de decepción al verse a si mismo tan cobarde, Dakho acercó su
rostro al menor únicamente para plantar sus labios con dulzura, justo en el centro de
la frente de este.

─Gané...

Le susurró con lentitud una vez se separó, y sonrió suavemente al ver los
desorientados ojitos del castaño, abrirse con parsimonia frente a los de él.

─¿M-mh?..

─Si mocoso, ya que no pudiste escapar de mi, yo gané.

Dejando de nueva cuenta un casto beso en la frente contraria, Dakho se puso de pie, y
extendiendo su brazo después en dirección a donde el castañito había quedado
acostado, añadió.

─Andando niño... Vayamos a que superes tus miedos.

-
-
-

Porque me gusta el misterio, no revelaré el contenido de la carta de Tae a Jk hasta el


final del fic ^^

Muchas gracias por estar aquí <3


2.2 Bungee jumping

Afternoon.

─N-no hyung mejor no...

Los ojitos del menor lucieron suplicantes una vez giró a mirar a Dak, este
deteniéndose de golpe para evitar estrellar su cuerpo contra el temeroso castañito.

─Pero mocoso, ya estamos a medio camino─Dijo, disfrutando ver a un Jungkook a


punto del colapso─ Ni creas que caminaré de vuelta sin antes lanzarme por ese
acantilado.

El menor bajó la mirada, su labio inferior abultándose inconscientemente, mientras


sus pasos volvían a avanzar sin muchos ánimos y su cuerpo se convertía en un
auténtico manojo de nervios.

Lo cierto es que, gracias a aquel folleto que vio en el aparador de una de las cabañas,
Dak había tenido la grandiosa idea de visitar la tan conocida extreme sport área de la
isla y probar aquella atracción principal que prometía dejarles con la adrenalina por
los siguientes días que les quedaran de vida.

Al momento de escuchar aquella lunática propuesta por parte de su hyung, Jungkook


rápidamente se negó, asegurando que ni en su tercera vida se lanzaría por un bungee
jumping ni aunque su bienestar mental, social y físico dependiera de ello. Sin
embargo, sus ideas se vieron forzosamente cambiadas, gracias a según Dak, aquel
juego que propuso indirectamente donde él ganaría si al final lograba atrapar al
menor y bueno... todos sabemos como terminó.

Un poco después de 10 minutos de caminata, llegaron a la cima de aquella montaña


justo donde se encontraba el extreme sport área. Este espacio consistía en un área al
tope de una montaña cerca de la isla Jeju la cual ofrecía diferentes juegos extremos
para aquellos deportistas que lanzaban su vida a la suerte o bien simples "atracciones
de altura" los cuales eran la escalada, la tirolesa o ese clásico por el cual ambos
chicos, o bueno, Dak principalmente había subido hasta ahí: el bungee jumping.

Los gritos de emoción y cargados de adrenalina no tardaron en escucharse una vez


caminaron más hacia aquel lugar. Jungkook sintiendo su corazón salirse siempre que
veía a una persona lanzarse hacía el vacío mientras Dak simplemente hacia aumentar
la adrenalina en su corazón cada vez más.

─Hyung...

─Ven mocoso, vayamos a que nos pongan el equipo de seguridad.

El castañito no pudo decir nada, no cuando todo en él se nubló al momento en que una
de sus manos fue dulcemente tomada y entrelazada por otra grande fuerte y de dedos
largos, perteneciente a su mayor.

─Somos dos─Avisó Dak al chico que se encontraba como encargado de las cuerdas y
arneses.

─ ¿Sería para el bungee jumping, escalada o tirolesa?

─Para el bungee, obviamente─Dak giró a mirar al de cabellos ligeramente dorados, y


quiso reír de ternura al verlo temblar.

─Pasen por aquí por favor...

─Primero los niños─Dak comentó con burla, haciendo ademan para que Jungkook
avanzara primero. Sin embargo, este se encontraba demasiado sumergido en el sentir
de sus piernas temblorosas que no tomó el significado completo de aquel comentario,
por el contrario, avanzó sin rechistar.

Todo ocurría en cámara lenta para el menor, no sabía si era el miedo que ya lo había
consumido por completo, o si era el efecto de la adrenalina anticipada que ya se
encontraba corriendo por cada vena de su ser, pero realmente estaba viendo todo sin
prestar atención.

Exactamente, ninguno de sus sentidos estaba funcionando correctamente y mucho


menos aquel con el que pudo haber visto a Dak acercándose al anterior chico
encargado para poder cambiar repentinamente el "rumbo de la jugada"

Ahora Jungkook, sin saberlo, estaba siendo preparado con otro tipo de arnés diferente
a los que usaban para el bungee, pero estaba tan sumido en el latido de su alterado
corazón que en ningún momento prestó atención a lo que le hacían, no hasta que una
mano volvió a aterrizar en la suya y una ronca voz comenzó a susurrarle por detrás.

─Ya está todo listo, mocoso... andando.

De nueva cuenta caminaron, Jungkook siendo guiado dulcemente por el toque de Dak,
quien, a pesar de estar caminando, en ningún momento dejó de mirar hacia él.

─Hyung, tengo miedo...─Al fin se atrevió a decir una vez que se detuvieron. Dak
elevando una de sus cejas.

─Uhm ¿en serio?

─S-si y-yo...No puedo─Sus palabras tropezaron, sus ojitos empezándose a nublar─Si


quieres hazlo tú anda... y-yo te espero, pero por favor no me hagas hacerlo.

Al escucharlo, el mayor frunció sus labios antes de girarse por completo a él y poder
mirarlo fijamente.

─No pienso divertirme sin ti, niño─Comentó y la frente de Jungkook se arrugó.

─Pero hyung...

─Así como tampoco pienso dejar que tú no te diviertas estando conmigo.

─Pero odio el bungee.

─Lo sé─Sonrió, esa simple acción hipnotizando y tranquilizando de sobremanera al


menor─ Pero te prometo que esta experiencia será realmente divertida. ¿De acuerdo?

No quería hacerlo, pero algo, un halo de completa seguridad incrustado en los ojos de
Woo DakHo, le hicieron asentir.

─D-de acuerdo...

─Entonces...─Sonrió extendiendo su mano para que el otro la tomara nuevamente,


antes de decir─Mueve tú trasero y deja de detener la fila. Muchas personas quieren
subirse a la tirolesa.

─ ¿Mh? ¿L-la tirolesa?

─Claro, ¿O qué? ¿Pensabas que no veía tu cara de niño miedoso siempre que
mencionaba la palabra bungee?

─ ¡Y-yha!

─ Bueno ya, ya mocoso, entonces... ¿te subes?

Jungkook vio el rostro de Dak por una fracción de segundo, antes de llevar su mirada
a la atracción que se encontraba detrás de este.

─D-de acuerdo pero... ¿Cuántos metros son de recorrido?─Cuestionó al chico que


esperaba a que uno subiera.

─580 de ida y 580 de venida, y de altura son...

─ ¡Calla!─Dak expresó de repente fulminando con los ojos a aquel que iba a hablar
demás─Él solo te preguntó por los metros recorridos. ¿No ves que le tiene miedo a las
alturas?

El chico de camisa verde llamativa, se encogió de hombros, restándole importancia a


aquello que en efecto, no era de su incumbencia. No obstante, como todo buen
trabajador que era, se encargó de hacerles saber el siguiente aviso.

─Se pueden subir juntos, si quieren.

Y la simple mención de aquello hizo a Jungkook pegar un pequeño saltito, a la vez que
sus ojitos se iluminaban por tal buena noticia.

─ ¡¿En serio?!─Chilló y algo en el quiso celebrar cuando el contrario le confirmo.

─Claro.

─ ¡Ah! ¿Oíste eso hyung? Podemos...─Pero calló sus repentinas emociones al segundo
de girar a mirar a Dak.

─ ¿Qué? ¿Quieres subirte conmigo?─Cuestionó el mayor con un aire un poco altivo en


tanto elevaba su ceja ligeramente por enésima vez en el día.

─Yo... uhg, s-si. Solo si tú quieres.

El mayor suspiró fingiendo "fastidio" y encogiendo sus hombros, expresó.

─Pues ya que. No me dejas otra opción. Ni modo que nos regresemos al hotel cuando
ya llegamos hasta aquí.

Jungkook sonrió con ilusión, y Dak tuvo que poner todo de sí para ocultar la inmensa
felicidad que toda aquella situación producía en su interior.

─De acuerdo entonces, prepárense.

El encargado hizo una señal a otros dos hombres para que guiaran a los chicos al
punto de salida, el cual consistía de una cuerda doble partiendo del lugar donde se
encontraban y terminando en otra montaña que se yacía al otro extremo de un gran
acantilado, justo a 580 metros de distancia.

─ ¿Quién va adelante?

─Él...

─ ¡Pero hyung!
─Ni modo niño. Si quieres mi compañía, tendrás que conformarte yendo adelante

─Pero...

─Adelante chico─Uno de los hombres tomó a Jungkook y sin esperar un segundo más,
pues realmente estaban deteniendo la fila, checó los arneses que colgaban de las
cuerdas del menor para luego enganchar estos mismos a otros exactamente iguales
que se encontraban en el cable que daba al otro extremo del acantilado.

─H-hyung...

─Ya voy, ya voy─Contestó el mencionado al ver a su menor con ojitos suplicantes para
que fuera a su lado. Ahora fue el turno para Dak de ser enganchado y asegurado en un
segundo arnés que yacía justo detrás del de Jungkook.

─Listo, ya están doblemente asegurados─Comenzó a decir y explicar uno de los


hombres encargados de la atracción─Solo les pediré que tomen con fuerza este
cordón. Una vez que estén en el recorrido pueden soltarlo y disfrutar de la vista. Sin
embargo, les agradecería que lo volvieran a tomar fuertemente cuando estén a un par
de metros de llegar.

Ambos chicos asintieron, uno con más confianza que el otro.

─Bueno, ya se pueden sentar.

─¿Nervioso niño?─Susurró Dak al que se encontraba de espaldas frente a él, para


después soltar una ligera carcajada al sentir como el cuerpo del castañito soltaba un
pequeño espasmo como respuesta.

Sin dudarlo, y una vez ambos estuvieron sentados y a punto de ser empujados, Dak
elevó uno de sus brazos y lo envolvió en la cintura de aquel que se encontraba
enfrente, como dejando en claro con esa acción que no iba a dejar que nada malo le
pasará. Al instante, Jungkook solo pudo abrir sus ojitos a la par y recibiendo
tímidamente el contacto, de inmediato llevó una de sus manitas al fuerte antebrazo
del mayor para así poder aferrarse con toda seguridad en él.

─Siempre voy a protegerte mocoso... Aún si estamos en una tirolesa o no Lo sabes


¿cierto?─Susurró, su ronca voz escuchándose tan bendita a oídos del contrario─ Lo
unco que tienes que hacer es aferrarte completamente a mi. Sí lo haces, no habrá
accion negativa que no se pueda discutir.

E ahí la repuesta a su dilema. E ahí la respuesta de las dudas que había dejado en su
cabeza aquella carta.

Jungkook cerró los ojos con fuerza y sintiendo estos mismos picar gracias a tal
revelación, lo único que logró hacer fue apretar su mano en la piel del pelinegro justo
al sentir como ambos eran empujados y deslizados por aquel doble cable que daba al
vacío. Tanto él como el mayor soltando un eufórico grito tan atestado de adrenalina.

Su estomago cosquilleaba, su alma se sentía tan libre y su acelerado corazón tan


jodidamente dichoso, Dak simplemente no tenía palabras para describir toda la
emoción que en ese instante se encontraba recorriendo cada milímetro de su ser, por
lo que estaba experimentando y sobre todo, con quien.

El castañito por su parte seguía con su corazón a nada de explotar, sus mofletes
tiernamente rojos y sus ojitos iluminándose en exceso gracias a las ligeras capitas de
lágrimas que desde hace segundos se habían instalado en ellos.

Estaba disfrutando ese momento, ese recorrido inigualable; Jungkook estaba


disfrutando en demasía esas increíbles vacaciones y ante todo, estaba gozando con
locura la perfecta cercanía de aquel que sabía, porque la carta de su Tete se lo había
recordado, se despediría al cabo de 5 simples días y él no iba a poder hacer
absolutamente nada para evitarlo.
No, no iba a poder evitarlo, lo sabía perfectamente así como ahora sabía que tenía que
hacer caso a las palabras escritas de su novio en aquel texto y dejarse llevar por
cualquier afecto que despertara en el transcurso de esas vacaciones. Si, dejarse llevar
y ante todo aceptar toda clase de sentimientos que en el pasar de esos últimos días,
inevitablemente, estaban destinados a revivir.

•> ♡ <•
¿Cómo se encuentran hasta aquí?

Espero en verdad que bien por que viene la parte del "nudo" de la historia jeje

Ya sé que es muy pronto para eso, pero como es una historia cortita me gustaría
hacerlo aquí para que así los últimos capítulos se disfruten mucho más. :D

Después de todo, no drama no laif ¿cierto?

jajaja nos vamos a estar riendo después de eso, ya verán.

ILYSMB<3
3.1 Pool Party

˗ˏˋ Day threeˎˊ˗

Quería llorar.

Su nariz picaba, sus labios temblaban y estaba seguro que la repentina fuerza de su
mano haría quebrar aquella copa de vidrio que entre sus dedos sostenía.

─Jungkook... ¿se encuentra bien?─ escuchó decir a aquel castaño que hace poco lo
acompañaba, pero lo único en lo que él se podía enfocar era en la irritante manera en
la que esa chica se pegaba mucho más a Dak.

Estaba temblando, todo su cuerpo temblaba de ansias por correr hacia la ajetreada
pista de baile y despegar a aquella morena que prácticamente se resbalaba en el
cuerpo de SU hyung.

─Jungkook, cálmese ¿sí?─Su acompañante por minutos le susurró─El calor del


ambiente y el alcohol en ocasiones hace a las personas ponerse un poco cariñosas y...

Pero las palabras del chico castaño se fueron apagando de a poco, pues al llevar su
mirada nuevamente a aquella zona donde Jungkook miraba, le fue prácticamente
imposible seguir el hilo de conversación al presenciar la escena que frente a ellos se
plantó.

De repentina aflicción, los sentimientos de Jungkook cambiaron drásticamente y se


convirtieron en un original manojo de coraje, ira, ansiedad y sobre todo celos. Ya no
era él quien controlaba sus movimientos, sino ese impulso de coraje lo que le orilló a
tomar valor y hacer aquello que tanto había estado evitando solo para llamar la
atención de su mayor.

Con su mano derecha completamente aferrada a la bebida, elevó esta misma y sin
pensarlo más tomó su contenido de un solo trago antes de depositar la copa vacía en
la barra y soltar:

─Bambam. Un Skylon bien cargado por favor...


Flashback (muchas horas antes.)

3rd July

Morning.

.
La suavidad de las sábanas blancas acariciando su piel.

El blando colchón de la cama amoldando perfectamente la silueta de su cuerpo


recostado, mientras la habitación se mantenía en completa serenidad.

En su sueños la bendita imagen de ese maravilloso día anterior, ese donde compartía
un inolvidable paseo en tirolesa con una de las personas más importantes de toda su
vida, repitiéndose sin cesar una y otra vez al mismo tiempo en que esa característica
emoción que le invadió desde que tomó la decisión de si dejarse llevar, aparecía sin
avisar y se colaba en cada gota de sangre que bombeaba su corazón.

Suspiró. Si, entre profundos y placenteros sueños, el menor dejó escapar un ligero y
audible suspiro lleno de afección.

No quería despertar, pues deseaba seguir sumido en aquel dulce momento donde Dak
lo rodeaba y protegía con sus brazos mientras ambos veían el hipnotizante panorama
del mar bajó sus cuerpos; No, no quería despertar, pues anhelaba con todo su ser
seguir sintiendo aquella perfecta calidez perteneciente al alter rudo estando tan
cerquita de su alma.

No obstante, todo deseo de seguir sumergido en aquel sueño se vio por completo
desvanecido, al igual que aquella magnífica sensación, al momento en el que
repentinamente algo o más bien, una almohada golpeó con ligera fuerza alguna parte
de su cuerpo.

Auch.

─Despierta...─Otro almohadazo directo en su rostro─Vamos niño, casi son las 12 del


medio día, ¡se hizo tarde!

1, 2, 3... Jungkook necesitó ese tiempo para darse cuenta de lo que realmente estaba
ocurriendo.

Oh.

Abriendo sus ojitos a la par y levantándose prácticamente de un salto del colchón, el


chico de cabellos castaños observó completamente abochornado a aquel pelinegro de
torso desnudo y cabello escurriendo que lo miraba al otro lado de la cama con una
ceja completamente alzada.

─H-hyung...─ Murmuró, sus mejillas maquillándose rápidamente y sus labios


empezando a balbucear debido al recuerdo del sueño que había tenido y sobre todo,
debido a aquella bendita imagen de un Dak recién bañado frente a él.

─ ¿Qué?─Cuestionó el contrario un tanto divertido mientras secaba sus cabellos


negros con la toalla entre sus manos─No es la primera vez que me ves sin camisa...

Y sonriendo un poco airoso debido a la tímida atención, tomó una toalla seca de una
de las blancas repisas para luego aventarla en dirección al sonrojado chico recién
levantado.

─Ya, mejor apúrate y deja de babear. Tenemos que desayunar antes de ir a la playa.
Así que no pierdas más tiempo y ve a tomar una ducha.

Jungkook asintió despacio y haciendo caso a dicha sugerencia, dirigió sus pasos al
cuarto de baño. Al otro lado de la habitación, un par de oscuros y profundos ojos en
ningún momento dejando de prestarle atención.

Dak miró cada movimiento del menor con una media sonrisa posada en su rostro y sus
manos secando con la toalla sus húmedos cabellos. No fue hasta que la puerta de
madera del baño se cerró que, sin poder evitarlo, la esquinita derecha de los labios del
mayor bajó ligeramente al mismo tiempo en el que aquella fastidiosa opresión en su
pecho se volvía a extender.

Con su semblante convirtiéndose en uno realmente serio e inexpresivo, el mayor llevó


su mano derecha hacia la parte delantera de sus pantalones para así poder sacar
nuevamente aquella hoja de papel que yacía enterrada en uno de los bolsillos de estos.

─Pff...─Bufó aprisionando su labio inferior entre sus dientes al mismo tiempo en el que
sentía su nariz picar.

Infantil... pensó poco después de releer el contenido del papel para luego, sin dudarlo,
arrugar esto mismo justo cuando su vista nublada terminó en aquella repetitiva frase
que en ese momento, tanto odio.

"Con cariño, atentamente: Kim Taehyung"

Sin querer pensar mucho en aquel malestar causado en su pecho por dicho contenido
escrito, el de personalidad ruda simplemente se limitó a cerrar sus ojos con fuerza,
tragar duro el nudo que se había formado en su garganta para posteriormente botar el
papel en el cesto que le quedaba más cercano. Su mente formando la pregunta más
importante de toda su existencia:

¿Ceder o no ceder?

(♡)

¿Qué había ocurrido? ¿Había hecho algo mal? De no ser así... ¿Por qué Jungkook
sentía un pequeñito desdén por parte de Dak hacía su persona?

─Hyung, ocurre... ¿ocurre algo?


El pelinegro, quien se limitaba a mirar un folleto de las atracciones turísticas en Jeju
mientras se mantenía sentado frente a Jungkook con un vaso de limonada en una de
sus manos, elevó sus orbes para poder cuestionar al menor.

── ¿De qué hablas niño?

─Uhg, no lo sé, yo... te noto algo distraído y d-distante─Señaló, sus ojitos luciendo
acuosos, sumamente brillosos─Hyung acaso ¿Hice algo malo? ¿Dije algo fuera de
lugar?

─ ¿Qué? Claro que no mocoso, no hiciste nada malo.

─Entonces ¿Por qué tú... estas de esa manera?

Con su mirada traspasando la de Jungkook, Dak dejó el folleto a un lado al igual que
su limonada y respondió poco después de suspirar.

─Es algo mío, niño─Fue lo único que susurró─ Tienes razón. Estoy un poco irritado y
distraído, pero no es por algo que tú hayas hecho mal.

─ ¿Seguro hyung?

─Seguro escuincle...─Señaló dedicándole la más tranquilizadoras de las sonrisas, para


luego levantarse de la mesa y decir─Iré al baño ¿sí? No tardó...

Jungkook asintió y poco después de ver al mayor alejarse, se dispuso a terminar su


cóctel de frutas en tanto se sumía en sus propios pensamientos. Fue al cabo de unos
segundos que el castañito, un poco tímido, tuvo que levantar la mirada para atrapar
aquella perteneciente a ese familiar chico de uniforme rojo que repentinamente le
llamó.

─ ¿Está disfrutando su estadía?─Cuestionó el botones con amabilidad.

─O-oh yo... sí─Habló sin saber muy bien que hacer─La comida es muy buena y la
cabaña es muy cómoda. Muchas gracias por preguntar.

─No, muchas gracias a usted por ser sincero.

En ese momento, Jungkook tuvo que bajar la mirada cuando el chico que les ayudó a
cargar el equipaje el primer día, sonrió. Este, al reparar en la notoria timidez del
contrario, se dispuso a soltar pequeñas y ligeras carcajadas antes de volver a llamar la
atención del de apellido Jeon.

─A propósito, ¿Sabe de la fiesta?

─ ¿Uhm? ¿La fiesta?

─Si, todos los miércoles de verano el hotel prepara una─Informó el empleado


uniformado sin dejar de ver los ojos del contrario─ Se hace en la alberca que se
encuentra justo a lado de la cabaña donde usted se está quedando, esa que está más
cerca a la playa.

─Oh ¿En serio?

─Si, ¡comienza en un par de horas! Se pone realmente divertida, así que... si decide ir,
realmente pasará un buen rato.

No lo creo, no me gustan mucho las fiestas, quiso informar Jungkook pero antes de
que pudiera imaginar esa respuesta siquiera, una tercera persona ya se encontraba
arribando a la pequeña conversación que había mantenido con el desconocido por un
par de minutos.

─ ¿Otra vez tú?


Dak miró al de uniforme rojo y este, con su sonrisa aún avivada, y la amabilidad que
tanto le caracterizaba, reverenció en su dirección en forma de saludo.

─Buenos días señor. ¿Cómo se encuentra? ¿Está disfrutando su estadía?

─Justo ahora no me encuentro nada bien─Respondió el aludido en tono áspero e


irritado en tanto pasaba a lado del empleado para poder dirigirse a donde se
encontraba Jeon─ Y con respecto a mi estadía, ni que fuera de tu incumbencia.

Al escuchar dicha respuesta y sobre todo, sin perder la tranquilidad, el empleado


asintió.

─Entiendo, yo en realidad vine para...

─Honestamente no me interesa mucho a que viniste tampoco─Interrumpió─No veo


equipaje por ningún lado así que supongo que ya te vas ¿no?

Ante la cruda actitud del pelinegro, el desconocido de uniforme rojo y amabilidad


excesiva, volvió a sonreír y dándole por su lado al huésped, asintió sin rechistar.

─Claro que sí señor, me retiro. Que pasen bonita tarde.

Dándole una última mirada al menor, reverenció y salió.

─Hyung él solo quería ser amable. No tenías porque tratarlo así.

─ ¿A si? Pues que se vaya a ser amable a otro lado. Hay muchas mesas en este lugar.

Y encogiendo sus hombros sin apuro alguno, Dak, un tanto fastidiado, volvió a
sumergirse en la "lectura" de aquel folleto de actividades y lugares. Su actitud otra
vez irradiando ese ligero desdén hacía el menor.

En serio, ¿Qué es lo que había pasado? ¿Por qué Dak seguía comportándose de esa
manera? Jungkook trató de pensar, escarbar en su mente para poder encontrar algo
que haya puesto de aquella manera al mayor, sin embargo, no encontró nada.

¿Habrá sido porque se levantó tarde? O tal vez porque el día de ayer Dak le dio a
entender que quería dormir con él pero el menor, demasiado tímido ante aquella
propuesta indirecta, sólo se había limitado a fingir no haberlo escuchado.

Bien sea lo que sea que haya hecho, ahora Jungkook tenía que encontrar una manera
de subir los ánimos del mayor. Rápidamente, un foquito imaginario sobre su cabeza se
encendió.

─Oh, Hyung─Susurró vacilante al cabo de segundos─Habrá una fiesta por parte del
hotel en una de las albercas que está cerca de la playa.

─ ¿Una fiesta?

─Si, yo me preguntaba... ¿quieres ir?─Y aunque a Jungkook no le agradaba su propia


idea, pues prefería estar solo con su mayor en algún lugar sin mucha gente, esperó a
que este mismo analizara la propuesta para después añadir─Dicen que será algo
grande. Ya sabes música, alcohol, luces...g-gente─Terminó y sonrió con poco
entusiasmo cuando Dak, levantándose del lugar energéticamente, asintió.

─De acuerdo mocoso, me convenciste. Vayamos a esa fiesta.


(♡)

Quería irse, ¿Qué es lo que hacía ahí? ¿Por qué él mismo había propuesto ir? ¿Por qué
no pensó que esa noche sería completamente diferente a eso que él tenía en mente?

El ambiente era espectacular, sí; las luces neón andando por doquier, el agua de la
piscina maquillada de azul, la barra de bebidas atestada de alcohol, el Dj mezclando
distintas tonalidades de música electrónica que iban de lo tranquilo a lo "elevado" y
aquella multitud de gente que bailaba y se divertía dentro y fuera del agua mientras
jugaban y reían entre sí.

Tal y como lo habían dicho, esa fiesta era realmente algo "espectacular". Una noche
tan difícil de olvidar para todos los demás, salvo para él.

Jungkook suspiró, él no era mucho de fiestas y mucho menos de esas de tal magnitud
donde lo único que le importaba a todo el mundo era beber, bailar y volver a beber
hasta dejar la conciencia en manos del alcohol.

Jungkook no era así, ¡ni siquiera le gustaba tomar! y mucho menos bailar tan
"drogadamente" como lo hacían las personas de ahí. A él le gustaba bailar, si, pero no
de aquella manera tan descarada. La única razón por la que había propuesto ir a esa
"poolparty", había sido por Dak y por las, ahora nulas, esperanzas que tenía por qué
este pasara una tarde-noche en compañía de él. No obstante lo que menos se esperó
fue que pasara todo lo contrario a eso.

Una vez llegaron al lugar Dak, comletmamente maravillado, fue directo a la barra de
alcohol y de golpe tomó una de esas tantas bebidas que se exhibían. Poco después, el
alter rudo comenzó a "disfrutar" la tarde. Cada tanto le decía a Jungkook que debía
tomar también, que debía relajarse e incluso quitar su camisa al igual que él para
cuando llegara el momento de meterse al agua.

Jungkook lo intentó, claro que trató. Él en algún punto de la tarde-noche tomó un


sorbo de aquella copa que Dak le ofrecía, sin embargo, se vio obligado a escupirla
rápidamente cuando sintió el líquido quemar en el interior de su cavidad bucal. "Oh
vamos mocoso, no sabe tan mal" fue lo que le dijo Dak riendo a carcajadas debido a lo
poco tolerante que era el menor cuando de sabores fuertes se trataba.

Sin embargo, aquella mala experiencia con el alcohol no había sido lo peor de la
noche, sino eso que ocurrió poco después:

Dos chicas, si, de esas típicas larguiruchas en mini bikini, habían llegado al aislado
lugar donde ambos se encontraban con toda la intención de iniciar una "amistosa"
conversación.

El inicio había consistido en un simple saludo de ambas hacia ellos, saludo que pasó a
un fastidioso "tomemos un trago" y que persistió hasta convertirse en un convivio
eterno y en un descarado intento de insinuaciones y coqueteos de una de ellas
dirigidos especialmente a Dak.

Ah, era tan irritante. Tanto que en verdad deseó haberse arrepentido de su decisión.

─Venga mocoso, divirtámonos─Escuchó a un ebrio Dak vociferar, antes de ser


arrastrado por aquella chica hacia la pista de baile.

Joder.

Todo él se sentía realmente mal. Toda esa noche había terminado en un simple
fracaso, y no solo eso, sino que el día entero se había perdido. Cerrando los ojos con
un poco de frustración, lo único que el menor hizo fue girar su cuerpo y recargar sus
brazos en un barandal que se encontraba en el lugar.

─Y... usted ¿no se quita la camisa?─Otra vez y por segunda vez en el día, esa repentina
voz familiar─Hola.

─Oh, hola─Correspondió el saludo, irguiendo su cuerpo para quedar frente a aquel que
por poco no reconoce gracias a la falta de aquel distintivo uniforme rojo─Yo... no. No
me gusta tanto andar sin camisa por ahí...

─ ¿Ni si quiera en una alberca?

─Uhm, es que no creo que me meta.

Lo notó, sí, lo que notó el recién llegado más allá de esa respuesta, fue el semblante
tan afligido y apagado que decoraba el rostro del contrario.

─ ¿Qué pasa? ¿No se está divirtiendo?─Preguntó pero no tuvo que escuchar una
respuesta al ver cuando los ojos del chico cayeron en aquella dirección en donde
bailaba ese chico gruñón de cabellos oscuros, que sabía, era su acompañante en el
viaje.─Ah, ya veo.

Al escucharlo, Jungkook bajó su mirada, sus ojos queriendo escocer por un mínimo
segundo

─¿Sabe? no debería hacer eso─El desconocido señaló y sonriendo con empatía al


obtener la atención del contrario, prosiguió─ Debería estarse divirtiendo. Si su
acompañante lo hace ¿por qué usted no?

El castañito, mínimamente sonrió.

─No me gusta este tipo de ambiente... Prefiero las reuniones tranquilas.

─ ¿Cómo paseos en bote y un ocaso tranquilo frente al mar?─Adivinó y Jungkook en


acuerdo, sonrió aún más.

─Algo así.

─Ah, pues tal vez le gusten los días sin mucho movimiento pero, ya que está de
vacaciones... ¿no cree que debería hacer una excepción? Digo, intentar divertirse
haciendo algo que normalmente no hace. Ya sabe "salir de la rutina" Siempre es algo
que se debe disfrutar.

─Lo intenté─Confesó─Pero este ambiente no me da. A parte el alcohol es muy fuerte


y...

─ ¿Fuerte? ¿De cuál tomó?

─ ¿Uhm?

─Si, ¿de cuál bebida tomó?

─Oh bueno, no recuerdo exactamente cuál era pero el sabor estaba...─Haciendo una
adorable muequita con su nariz, terminó─ Muy amargo.

─Bueno, eso es porque tal vez tomó un "Skylon". Esa es de las más fuertes que se
están sirviendo esta noche.

─ ¿E-en serio?

─Si, pero mire...venga.

Y tomando al castañito de la mano, lo llevó hasta el lugar que anteriormente estaba


repleto de bebidas pero que ahora se encontraba más que vacío.

─Bambam─Le llamó al chico detrás de la barra─Dame una margarita de cereza por


favor.

─Claro Yug, un segundo.

─ ¿Yug?─cuestionó Jungkook girando a ver al mencionado─ ¿Ese es tu nombre?

─Si o bueno, así me dicen. Mi nombre completo es Kim Yugyeom.

─Ah, mucho gusto, yo soy Jeon Jungkook.

─Lo sé─Soltó rápidamente y sin pensar, para después balbucear─D-digo, uhm, lo sé


porque a ese nombre está la reserva de la cabaña y... supuse que la había hecho
usted.

Jungkook movió su cabeza adelante y hacia atrás, su boquita formando un pequeño


circulito el cual expresaba claramente que concordaba con la información obtenida.

─ ¡Muchas gracias Bam!

Jungkook escuchó al de nombre Yugyeom expresar, antes de verlo recibir una copa
alargada en forma de triángulo por parte de aquel de cabellos cenizos.

─No hay de que, ¡estoy para servirle jefe!

─ ¿Jefe?─Enfocándose en la última palabra y viendo como la copa le era entregada a


él, cuestionó─ ¿Eres el gerente del hotel?

Yugyeom negó ligeramente en tanto se encargaba de que las manos contrarias


sostuvieran fuertemente el recipiente de vidrio. Sus labios sonriendo al ver como el
menor daba un sorbo al contenido.

─No soy gerente─Confesó─Soy el dueño del hotel.

Y fue ahí cuando, por segunda vez en la noche, Jungkook escupió aquello que apenas y
había tocado el interior de su boca.

─ ¡¿El dueño dice?!

─ ¡Sí, pero no tenía porque escupirme!─Carcajeó.

─ ¡Ah! P-perdona, yo no sabía que tú, digo que u-usted era ¡Ah! y a-ahora, está todo...
ugh, ¡perdone!

─No se preocupe, no es su culpa─Yungyoem tranquilizó mirando con ternura como los


ojitos del contrario se atestaban de vergüenza─En serio Jungkook, no se sienta mal.
Esto no es nada.

─P-pero, le acabo de escupir al dueño del hotel.

─No importa, no me llegó mucho. Aparte fácilmente se secará. Por favor, olvídelo.

Un tanto apenado y con sus mejillas invadidas de un bonito rubor, el menor bajó su
mirada y asintió. No obstante, es ligera calma que le había llegado desde que empezó
a hablar con el contrario, rápidamente se desvaneció al llevar sus ojos hacía la pista
de baile y presenciar aquella imagen donde la pelirroja que antes solamente bailaba
con Dak, ahora estaba frotando su cuerpo descaradamente contra el de este mismo.
Las pieles desnudas de sus torsos rozándose sin vergüenza.

─Ah... Jungkook ¿se encuentra bien?

Yugyeom le llamó al percatarse de aquello que el contrario se encontraba observando


y sobre todo al ver cómo el cuerpo de este comenzaba a temblar de lo que al parecer
era aflicción.

─Jungkook, cálmese ¿sí?─Le susurró, acercándose a él mientras ponía una de sus


manos en su tembloroso hombro izquierdo─El calor del ambiente y el alcohol en
ocasiones hace a las personas ponerse un poco cariñosas y...

Pero sus propias palabras se apagaron después de llevar sus ojos nuevamente a
aquella zona donde Jungkook miraba, y presenciar el momento exacto en el que la
chica resbalosa, aprovechando la situación, tomó del cuello al pelinegro y sin pensarlo
más, hizo estampar sus labios con los de él.

Oh no...

─Jungkook─Le volvió a llamar, pero a ese punto de la situación toda razón del
mencionado ya se había nublado. Y él lo sabía─Jungkook por favor, cálmese. Mire
mejor acompáñame, vamos a tomar un poco de aire.

Sugirió al pensar que el contrario podía desplomarse y echarse a llorar debido a tal
escena presenciada. Sin embargo, lo que nunca imaginó fue lo siguiente que ocurrió.

Con sus ojos abiertos de par en par, el dueño del lugar vio como su huésped, con su
mano derecha completamente aferrada a la bebida, elevaba esta misma para luego
tomar hasta la última gota del contenido en un solo trago.

─ ¡Aghh!─Gruñó el menor, depositando con fuerza moderada la copa vacía sobre la


barra en tanto bufaba al ver como Dak alejaba a aquella chica con un empujón.

─Jungkook ¿Se encuentra bien?

Pero en lugar de contestar a la pregunta formulada por aquel chico que lo había
estado acompañando los últimos 10 minutos, lo que hizo Jungkook fue girar su cuerpo
por competo hasta que pudo quedar frente a la barra.

Así que, el calor del ambiente y el alcohol en ocasiones hacían a las personas ponerse
un poco cariñosas ¿eh? Bueno... ya lo veremos.

─Bambam...─Vociferó a aquel que se encontraba al otro lado de la división. ─ Un


"Skylon" bien cargado por favor.

Jungkook no planeaba hacer una escena típica de celos donde lo único que haría era
perder su dignidad, no, él tenía un plan, un perfecto objetivo que era mucho mejor de
lo que todos imaginaban... o al menos eso fue lo que él mismo creyó.

-
Guys, como mañana salgo de vacaciones al igual que estos chicos (sp emocionada) no
iba a poder actualizar, so lo dejé hoy. Espero lo disfruten xp y perdón x dejarlos con el
pendiente hasta el viernes.

Ojo: En este Minific, nuestro queridísimo Yugy es 4 años mayor que koo ❤

ILY.
3.2 Los efectos del alcohol

˗ˏˋ Early morning ˎˊ˗

Early morning.

2:30 am. Si eran las 2 de la madrugada y su cabeza no daba para más.

La fiesta se había salido de control para él poco después de que aquella ardiente
pelirroja lo besara y en su mente solo apareciera la imagen de esa bonita sonrisita de
niño pequeño perteneciente a Jeon. Definitivamente, se sentía del asco, el efecto del
alcohol estaba a nada de acorralarlo y esa irritación y culpabilidad por haber perdido
de vista al dueño de dicha sonrisa, le estaban atacando.

─ ¿Dónde demonios te metiste, escuincle...?─Susurró para sí mismo mientras su vista


daba todo de sí para buscar esa brillante cabellera castaña por encima de ese mar de
personas ebrias y enfiestadas.

Las ondas sonoras provenientes de la fuerte música le hacían a su cabeza dejar de


pensar con claridad. Los gritos de euforia y carcajadas provenientes de las personas le
hacían simplemente querer largarse de ahí ya.

Maldito alcohol de mierda... Joder mocoso ¡¿Dónde demonios estas?!

Tal vez se aburrió y regresó a la cabaña, por fin pensó y estuvo a nada de creerle a esa
idea y llevar sus pasos con dirección a su habitación, hasta que algo, o más bien un
alboroto que daba lugar a unos cuantos metros donde él se encontraba, llamó su
atención.

Se trataba de un montón de gente, una multitud de chicos y chicas que rodeaban gran
parte de la barra de bebidas, estos gritando eufóricamente mientras disfrutaban de la
competencia de alcohol que un chico de cabellos rubios estaba haciendo contra ese
loco que bailaba sobre la barra de bebidas y... que mierda.

─ ¿Ju-Jungkook?

Su ceño se frunció por completo, sino es que desmesuradamente, e incluso el mayor


pudo sentir como de un momento a otro toda gota de alcohol abandonaba su cuerpo
para luego dejarlo completamente sobrio al solo caer en cuenta de aquello que sus
ojos estaban presenciando.

─ ¡Jungkook!─Gruñó, sus pasos yendo directamente hacía donde el espectáculo se


llevaba a cabo─ ¡¿Qué demonios...?!

En la barra libre yacían 15, si no es que más de 20 copas de bebidas ya vacías. Frente
a él, el desconocido rubio tomaba sin parar lo que al parecer era vino, ¿O un Skylon?
mientras que el castañito, sin camisa y con sus bonitos cabellos totalmente
alborotados, bailaba torpemente sobre un espacio vacío de la barra libre mientras que
con una mano alentaba a la multitud para que esta vociferara su nombre y con la otra
tomaba ese último sorbo que le quedaba de licor.

No puede ser...

La multitud comenzó a gritar y a festejar una vez Jungkook terminó su bebida para
luego tomar otra más y empezar a mover su cuerpo con más sensualidad. Si, los
movimientos del chico eran lentos, sexis, marcados y perfectamente coordinados al
ritmo de la música. Más de una persona que se encontraba admirando tremendo
espectáculo, extendía su brazo para tocar especialmente las pantorrillas e incluso un
poco más arriba de las piernas del menor.

─Mierda ¡escuincle!

Volvió a gritar Dak, la cólera subiendo de inmediato a su cuerpo en tanto adentraba


sus pasos furiosos hacia el eufórico gentío.

─ ¡Joder Jungkook, bájate de ahí en este instante!

El mencionado, quien mantenía la llama del alcohol más que encendida en su sistema,
llevó sus grandes ojos por todo alrededor del lugar para luego intentar localizar al
dueño de esa perfecta voz que le llamaba, sus pupilas inyectándose de un brillo
inigualable al encontrarlo.

─ ¡Hyung!

Chilló aventando prácticamente la copa de alcohol que había tomado hace segundos,
para después correr y lanzarse como koala a los brazos de aquel chico gruñón que
tanto adoraba. Dak completamente estupefacto, tomando fuertemente el cuerpecito
que había caído sobre él.

─Hyung, ¿Dónde estabas? ¡Te extrañé taaaaaaaaaaan-hip-to!─Hipó.

─Carajo, ¿Cuántas copas fue que tomaste para que terminaras de esta manera?

No era una pregunta para el castaño era una pregunta para él mismo, pues el
contrario, gracias a las carcajadas que comenzó a soltar, estaba lejos de prestarle
atención.

─Hyung, hyung, ¡mira! todo da vueeeel-hip-taaaaas!

Rió aún más fuerte y Dakho, actuando rápidamente, tuvo que sostenerlo con fuerza
para no dejarlo caer. Fue ahí, al tocar su desnuda y suave piel, que no pudo evitar
posar sus ojos en el muy perfecto y formado torso que el castañito se cargaba.

─ ¡Y-yha!─Expresó─ ¿Dónde jodidos dejaste tu camisa?

¿No ves que todo el mundo te está saboreando?

Pero en lugar de decir en voz alta sus pensamientos Dak se golpeó mentalmente
cuando, al llevar sus ojos al lugar donde el castañito señalaba, vio dicha prenda
flotando gloriosa sobre el agua azul de la piscina.

─ ¡¿Cómo mierda fue que llegó hasta allá?!

─Todo es un misterio hyung...

Sin decir nada más, Dak rodó sus ojos al mismo tiempo que bufaba superado, y
tomando la mano de aquel que se había echado a reír una vez más, comenzó a llevar
sus pasos y los del contrario fuera del lugar.

─Basta, es todo por hoy, mocoso. Nos vamos.


─ ¿Qué? ¡No hyung! ¡Aún falta que el alcohol me ponga cariñosoooo!

─ ¿Qué?

Pero cuando menos se dio cuenta, el castañito ya se encontraba fuera de su amarre y


andando nuevamente hacia la barra del lugar.

─Jeon Jungkook basta, ¡bájate de ahí!

Era inaudito, completamente inadmisible, la manera en la que Jungkook se


comportaba ebrio, tan jodidamente tierno y hermoso delante de todos, era algo que
Dak no podía aceptar.

Apresurando su paso a donde él menor se encontraba a punto de dar otro espectáculo


de baile, el de personalidad ruda extendió uno de sus brazos con toda la intensión de
tomar la pantorrilla derecha del contrario y así poder agarrarlo y llevarlo a casa, no
obstante, terminó por rechistar irritado, cuando Jungkook al notarlo se alejó.

─Ya Jungkook, ven aquí.

El mencionado negó y con expresiones de niño pequeño soltó.

—No hyung, la noche es joven ¡Al igual que yo!─Carcajeó─ ¡Nunca nada evitará que
me baje de aquí! Hip. Ni la fuerza más poderosa del planeta tierra podrá hacer que yo
me...

—Kookie...

—Oh ¡Yugy hyung!

De un momento a otro, el menor ya no se encontraba más sobre la barra, sino que


había saltado fuera de ésta solo y únicamente para ir y abrazar con fuerza a aquel
segundo castaño que le había estado haciendo compañía durante la mayor parte de la
noche.

─ ¡Yugy hyung, regresas-hip-teeee!─Vociferó con un tono de voz notoriamente infantil.

Dak a unos cuantos metros, rechinando su mandíbula con fuerza y cruzando los brazos
sobre su pecho al darse cuenta en los brazos de quien había ido a parar el menor.

─Fui a traerte una camisa Kookie, ya que la tuya terminó en el agua...Ven aquí, deja te
ayudo a ponértela.

Sin embargo, antes de que el dueño del lugar pudiera siquiera ponerle una mano
encima al castañito, una profunda voz gruñendo a sus espaldas, le interrumpió

─Tú que te atreves a tocarlo y yo que te rompo la cara...

Yugyeom rápidamente se paralizó y quiso hablar para dar una explicación cuando vio
la fuerte y pálida mano del pelinegro tomar aquel antebrazo del castañito que rodeaba
su cuello.

─ ¿Quién mierda te crees para seguir apareciéndote frente a él?─Dakho continuó


tomando sin pedir permiso la camisa que el fastidioso chico tenía en sus manos, y
poniéndosela él mismo al menor─ Al menos que sea para recoger su equipaje, no
quiero volver a verte a un lado de él ¿Oíste?─Y entrelazando sus dedos con el menor,
terminó─ Vámonos escuincle...

Sin rechistar, el mencionado se dejó arrastrar por Dak y una vez estando fuera de la
pista de baile, y sobre todo, lejos del disperso gentío, Jungkook no dudó para nada en
abrazarlo pero esta vez aferrándose por completo en su cintura.

─ ¡Hyung!─Alargó mientras caminaba junto con él y hacía más intenso el abrazo en la


cintura contraria─ ¡Yo quiero seguir divirtiéndome! ¡Me gustan las fiestas! Hip ¡Me
gusta el alcohol! ¡Me gusta bailar y que las personas me miren y me toquen!

—¡Jungkook!

—Hyung regresemos—puchereó—Quiero seguir bailando hyuuuuu-hip-uung.

—No mocoso ¿Ya te diste cuenta como andas? No te dejaré volver en este estado, ya
te dije.

—Pero hyuuung... oh ya sé. Se separó de él y plantándose en frente, junto ambas


manitas y suplicó a su mayor—¡Hyung, hyung, hyung! vayamos a la playa...

─ ¿Qué? claro que no. Son las tres de la mañana y tienes que dormir.

─Pero hyung...

─Pero nada mocoso, nos vamos para la cabaña...

Ajá.

─ ¡Ah hyung el mar se ve muy bonito de noche!

Dak miró a Jungkook y como este corría descalzo sobre la arena. Su perfecta piel
destacando bajo la penumbra de la noche y su bonito rostro brillando ante el
resplandor del cielo lleno de estrellas.

─Así es─Fue todo lo que dijo Dak antes de sentarse en la arena.

─ ¡Hyung mira una ballena!

─ ¿Pero qué?-

─Si, allá─Y Dak quiso carcajear cuando el menor señaló una gran y oscura roca
localizada en medio del océano en lugar de aquel animal acuático que el menor juraba
ver.

─Eso no es ballena, niño.

─Claro que si hyung, ¡la estoy viendo!

─ ¡Que no!

─Hyung ¿acaso dudas de mí?

─No dudo de ti escuincle, sino de tu percepción visual estando ebrio.

─¡Hyung! Mi perfección visual no está nada mal.

—Claro que si niño, y no es perfección es percepción.

—Pero hyung, si estuviera mal no te estuviera viendo justo como te veo ahora.

—¿Mh? De que hablas.

—Hyung, luces muy sexy y hermoso para mi.

Y Dak se atragantó con su propia saliva justo al escuchar las palabras del contrario.

—Y-yah...

—Es verdad hyung. ¡Estas ardiendo! Tanto que quisiera pegarme y calentarme en ti...

—¡Oye mocoso pervertido!

Si Jungkook estaba sonrojado debido al efecto del alcohol, el rostro de Dak le hizo
competencia, pues debido a esas repentinas palabras, su corazón comenzó a bombear
sangre de forma exagerada causando que a su vez esta misma viajara directo a sus
mejillas.

Después de eso Jungkook comenzó a reír, separándose de Dak y yendo directo a la


orilla del mar.

Los minutos pasaron. El menor aún carcajeando y alegando que las olas le querían
comer los pies, pues cada que se acercaba a ellas, estas repentinamente "corrían" y le
perseguían. Dak, observándolo de lejos reía cada tanto por las ocurrencias y modos
tan tiernos que el menor tenía al estar bajo los efectos del alcohol.

─Bueno, es hora de irnos─Vociferó el alter al cabo de quince minutos.

─ ¿Qué? No hyung, no.

─Niño, ya son las cuatro de la mañana. Ya corriste lo suficiente, vámonos.

─ ¡Hyung! no, si nos vamos ahora ¿Quién le va a hacer compañía a petra?

─ ¿Petra? ¿Quién jodidos es esa?

─Petra, hyung─Elevando su mano con dirección al océano, señaló─La ballena...

Y esta vez, Dak si carcajeó.

─Joder niño, ¿Cómo puedes ser tan adorable estando ebrio?

Pero Jungkook no contestó, solo se tiró al piso y alegó.

─No me quiero ir. La noche está muy bonita. Siempre he querido pasar todo una
noche frente a la playa ¿tú no?─Sin dejar a su hyung contestar, prosiguió─Aparte, no
quiero caminar. Estoy muy cansado.

─Ah ¿Ahora si estas cansado?─Dak, yendo hasta donde él, bufó y después de ver al
menor asentir, algo dudoso continuó─ ¿Si te cargo hasta la cabaña... te irás a dormir
ya?

En menos de un segundo, luego de tal propuesta específicamente, el de cabellos


espolvoreados de arena se puso de pie en un salto; sonrió en grande hacia el mayor y
con sus mejillas llenas de rubor, asintió.

─S-si hyung.

─Bueno, andando...

(♡)

─Y-yha... ¿Qué haces?


Dak no se lo esperó. Que su voz balbuceara de esa manera, que su corazón temblara
de esa manera pero sobre todo, que su cuerpo se sintiera realmente caliente ante
aquello que sus orbes se encontraban observando.

Habían llegado a la cabaña hace unos minutos.

Dak, quien mantuvo cargado en su espalda al menor durante el recorrido al hogar,


había hecho a este bajar y lo había obligado prácticamente a que quitara la arena de
su cuerpo tomando una ducha.

Jungkook había salido del cuarto de baño al cabo de unos minutos, algo mareado, pues
a pesar de que el alcohol en su sistema había disminuido con el agua tibia, esta no
había hecho desaparecer sus efectos por completo.

Después de asegurarse que el menor se pusiera su pijama y se metiera a la cama, Dak


había optado también por tomar un baño; Había quitado su ropa, enjuagado su cuerpo
luego de enjabonarlo y había puesto su pijama poco después de que la ducha terminó.

En ese momento, en lo único que pensaba el mayor era en enredarse con las sabanas
blancas y dormir, sin embargo, todos sus pensamientos, junto con sus sentidos, se
habían ido directo al carajo cuando al salir del baño, se había encontrado a aquel
castañito de cabellos húmidos y torso descubierto sobre su cama mientras que en una
de sus manos descansaba aquella botella de tequila que les había sido obsequiada
como cortesía del hotel.

─J-Jungkook

─Hy-hip-hyung...

¿Cómo era posible? ¿Cómo carajo era normal que una sola imagen podía hacerle
sentir ternura y deseo a la vez?

─Mocoso, por favor... vuelve a ponerte la camisa.

─No hyung. No-hip-quiero. Estoy muy caliente. Hace mucho calor.

Jungkook lo miró, sus ojos grandes resplandeciendo gracias al reflejo del lucero de la
noche y sus rojos labios completamente húmedos debido al líquido que recién se
encontraba tomando.

Dak, soltando un gran suspiró y desafiando a su acelerado corazón, acercó sus pasos
hasta él.

─ ¿Dame eso?─dijo, refiriéndose a la botella de alcohol.

─ ¿Qué? no.

─Jungkook...

─ ¡Hyung!

─Escuincle por favor, te dije que durmieras, si no lo haces mañana tendrás un


insoportable dolor de cabeza y...

─Bésame.

Deteniendo su reprendo con brusquedad al escuchar esa palabras, Dak tuvo que
recordar como respirar mientras sus ojos se abrían como plato y sus orejas ardían
como el mismísimo infierno.

Definitivamente, eso no se lo esperaba.

Y lo que menos se espero el mayor fue que el castañito, dejando a un lado la botella de
alcohol, elevara su propio cuerpo y sin pensarlo, enredara su cuello con sus formados
brazos antes de estampar sus labios torpemente con los de él.

No hubo palabras suficientes para describir la tremenda sorpresa que se llevó Dak. Él,
una persona al que le volvía loco la iniciativa e insinuaciones, sobre todo en el sexo.
Un chico lleno de sexualidad, ganas de follar; alguien que no le temía en lo absoluto a
los impulsos previos de una noche de pasión, se encontraba totalmente paralizado
justo en aquel instante.

Jungkook por su parte, a pesar de que estaba pendejamente ebrio, se veía a sí mismo
tan decidido, tan jodidamente deseoso e incluso necesitado. Él se había propuesto un
objetivo, justo después de leer aquella carta y sobre todo justo después de ver a
aquella chica resbalosa besar a Dak, se había formado un plan y ese dichoso plan si o
si lo tenía que cumplir.

No obstante, algo en su pequeño corazón se apretujó cuando, después de más de diez


segundos de estar besando a su mayor sin obtener respuesta por su parte, este
delicadamente le apartó.

─H-yung-hip

─Niño... no hagas esto.

─Pero hyung

Yo en verdad quiero que me mires como miras a esas chicas que se lanzan a ti.

─No Jungkook, entiéndelo.

─Pero hyung. Yo -hip- en verdad q-quiero hacerlo─Murmuró─Como aquellas chicas a


las que besas, yo quiero besarte también─Acercando su rostro nuevamente al de él y
rozando sus labios ligeramente con los del contrario, terminó─Quiero estar contigo.
Tal como me lo pidió Tete Hyung, quiero dejarme llevar...

─ ¿Qué?─Dak se volvió a alejar─ ¿Qué fue lo que dijiste?

─H-hyung... me gustas. ¡Estoy enamorado de ti -hip- hyung!

─Mocoso, no sabes lo que dices...

─ ¡Claro que se lo que di-hip-go!─Insistió─ ¡Hyung te amo!

─Jungkook...

─ ¡Te amo mucho, hyung!─Sus labios temblaban, sus manos ansiosas rogando para
que su mayor se acercara a él─Dak hyung... quiero que me toques, p-porfavor. Quiero
que me beses y me mires solo a mí.

─ ¡Hey...!

─ ¡Hyung quiero hacer el amor contigo!

─Basta Jungkook, ¡No!─Al escucharlo, el castañito lo miró con ojos grandes, estos
completamente atestados de lágrimas que estaban deseando locamente por
salir─Escúchame niño, no podemos hacer esto... no debemos hacernos esto.

─Pero hyung yo quiero tocarte. Quiero besarte. Q-quiero que tú me beses y me toques
t-también hip.

─Lo sé. Pero ya te lo dije, no podemos.

─Da-hip-k...─Le llamó volviendo a hipar, sus afligidos ojitos por fin soltando una
pequeña lágrima que rodó por su sonrojada mejilla izquierda.

Al notarlo, al ver el estado tan lamentable en el que se encontraba su menor, Dak no


hizo más que cerrar los ojos, apretar su mandíbula y suspirar.

─L-lo lamento tanto escuincle─Susurró aún sin verlo, sus pasos caminando lentamente
hacia atrás antes de añadir.M—C-creo que lo mejor será que vaya a dormir al sillón, tú
deberías dormir también.

—H-yung...

—Descansa mocoso.

Me quema, me duele, me arde me lastima!

Prometo ya no hacer sufrir más a sus corazoncito bellos.✋

Lo que viene será mil veces mejor.

Bonito día / tarde / noche


4.1 El día siguiente.

˗ˏˋ Day four ˎˊ˗

July 4 th

Morning.

❝...Espero que en verdad tomes con la mente abierta estas palabras y veas más allá de
su significado, así como espero que a partir de hoy, aquellos días que vengan sean de
entera felicidad.

Con amor, atentamente el chico de las personalidades al que salvaste, tu novio, tu


mejor amigo, Kim Taehyung.❞

Jungkook mordió su labio inferior al terminar de releer por enésima vez la carta que
descansaba entre sus manos. Todo su ser sintiéndose un poquitito endeble ante el
verdadero significado del contexto de las palabras que le había escrito su mayor, pero
sobre todo, ante ese mal sabor de boca y opresión en el pecho que le invadía siempre
que el recuerdo de la noche anterior le atacaba y le hacía ver que no iba a poder hacer
caso a aquellas palabras y mucho menos hacer realidad aquella petición.

Soltando un suspiro notablemente largo, cerró sus ojos, contó hasta cinco lentamente
y sin pensarlo más partió en dos y luego en tres dicho pliego de papel antes de botarlo
con pesar en el cesto de basura. El verdadero dolor esparciéndose en su corazón poco
después.

Los rayos solares que traspasaban el enorme cristal que se encontraba como techo
sobre él, fueron los que le hicieron despertar. Gruñendo para sí mismo, elevó su
cuerpo aún con los ojos cerrados y quiso maldecir en mil idiomas diferentes justo
cuando una punzada en su cabeza le atacó.

Resaca de mierda.
Con pesar abrió sus párpados, su vista borrosa debido al recién despertar andando
interrogante y adormilada alrededor del lugar. La estancia, ahí era donde se
encontraba. Fue entonces que lo recordó.

Joder.

Había dormido en la estancia, había dormido ahí en lugar de la habitación y lo había


hecho debido a la alucinada y ansiosa actitud que cierta personita de cabellos
castaños había tenido con él la noche anterior.

Doble joder.

Apresurando sus movimientos, se puso de pie y con sus pies descalzos llevó sus pasos
con dirección a la única habitación que portaba la cabaña, su sorpresa siendo grande
al ver ambas camas perfectamente dobladas.

─ ¿Jungkook?

Llamó y su corazón comenzó a pesar al no obtener respuesta.

─Mocoso...

Volvió a vociferar, pero esta vez llevando sus pies hacia el cuarto de baño. Abrió la
puerta de este mismo y nada.

Joder, ¿Qué había hecho? ¿Cómo se le había ocurrido dejar solo al menor la noche
anterior? ¿En serio tenía que haber llegado a ese extremo?

Con el corazón prácticamente palpitando en su garganta, Dak estuvo a nada de cerrar


la puerta del baño con la intención de seguir buscando al castañito, no obstante, se
detuvo cuando algo dentro del cesto de basura hizo llamar su atención.

¿Qué no había tirado eso en el portapapeles de la habitación?

A pasos vacilantes se acercó, inclinó su cuerpo y sin cuidado tomó aquellos retazos de
papel que yacían en la basura.

Era una carta... Otra carta escrita a mano.

Como pudo juntó las partes separadas, estas quedando extendidas sobre el frío
mármol del lavamanos. Al cabo de un par de movimientos y unos minutos después, el
mayor mordió su labio inferior fuertemente, cuando el trabajo quedó hecho y al final
pudo terminar de leer el contenido.

Era una carta de Taehyung. Otra carta de Taehyung, pero esa, a diferencia de la que
encontró en su maleta el día de ayer no había sido escrita para él, sino para aquel
pequeño de hermosa cabellera color oro.

Joder Taehyung, ¿En serio? ¿Tanto era tu esmero por hacer sentir realmente
confundidos a aquellos chicos?

Luego de leer y releer las palabras plasmadas en aquella hoja de papel, el mayor de
hebras oscuras, con sus labios ligeramente apretados y sus sentimientos totalmente
endebles, guardó los retazos de esta misma en el fondo del bolsillo de su pantalón. Sus
ojos comenzando a cristalizar y su pecho a pesar al momento de, por fin, aceptar y
tomar aquellos ansiosos deseos y peticiones escritos por su host.

─De acuerdo, idiota─Susurró entre ligeros temblores llenos de frustración ─Si tanto lo
insistes, haré todo lo que mi corazón pida...Haré eso que había estando intentando
evitar por respeto a ti.

Posando sus ojos en el espejo frente a él, sonrió; Lo hizo sin gracia, con vacilación
pero sobre todo con total sinceridad, antes de hacer su expresión brillar al solo pensar
en esas próximas palabras que estaba por soltar.
—Pero eso si Kim, después del paso de estos días, no quiero que vayas a andar
llorando cuando me niegue a darte el rol principal solo porque decidí pasar el resto de
mi vida con el mocoso ese...

(♡)

9:38 am.

Solitaria, la playa aquella mañana del jueves lucía tan solitaria.

El sonido de las olas le hacían relajar; el olor del mar a agua salada, el sentir de la
arena bajo el tacto de su cuerpo, los delicados rayos del sol mañanero acariciando
suavemente su piel, Jungkook no podía pedir nada más.

Era cierto lo que decían: Estar sentado frente al mar realmente era la mejor sesión
terapéutica que pudiera existir.

A él le estaba funcionando. Luego de semejante noche, su mente se había calmado


después de decidir salir de su habitación e ir a esa relajante sesión.

Ahora justamente se sentía un poco más tranquilo. Su mente se encontraba en


completa serenidad y esa molesta opresión que había persistido en su pecho desde
que despertó, había optado por dejarlo en paz justo en el momento que se sentó frente
al mar.

Ah, todo estaba yendo bien para él. Todos sus pensamientos y sentidos visuales se
habían focalizado solamente en eso que le hacía bien como lo era el bonito color
turquesa del agua y el hecho de que se encontraba sentado frente al mar.

Todo bien, todo perfecto hasta que su sentido auditivo, ese que se había enfocado en
la relajante melodía de las olas chocando en la orilla de la arena, percibió el glorioso
sonido de esa hermosa voz, si, esa perfecta y profunda que hacía su corazón palpitar
perteneciente al culpable de que por la mañana hubiera tenido un torturante lio
mental.

─Mocoso, aquí estas...─Jungkook cerró los ojos al escucharlo susurrar.

Tuvo el impulso de irse. Los músculos de las piernas del castañito tuvieron ese
impulso de moverse para hacerlo levantar y caminar de regreso en la cabaña justo al
momento de sentir a Dakho sentarse junto a él. No obstante, la pálida mano de este
mismo, le hizo detener.

─ ¡Hey!─Expresó al ver su intención─ ¿Qué haces? ¿Me vas a evitar?─Pero lo único que
recibió fue silencio por su parte─Jungkook, te estoy hablando. Mírame.

Jungkook no obedeció, por el contrario, la mirada que le había estado dedicando al


mar desde que llegó, bajó hasta hacerla posar el los ansiosos movimientos de sus
manos.

─Niño.

─Quiero estar solo.


─Pero...

─Hyung yo en verdad quiero... quiero estar s-solo.

De nueva cuenta Dak no lo esperó, que su corazón se sintiera tan culpable y tan
tocado al escuchar la rota voz de su menor, no lo esperó. Dudando en como preguntar
lo siguiente, luego de unos segundos, habló.

─Hey ¿Estuviste... estuviste llorando?

Una risita nasal, sin gracia, por parte de Jungkook se escuchó.

─Vamos mocoso, háblame.

Y el de personalidad ruda, ese que alguna vez en el pasado juró tener corazón de
acero y sentimientos inexistentes, se sintió realmente desmoronar al momento en que
el contrario elevó su mirada y vio sus ojitos tan bonitos y resplandecientes de brillo,
llenos de lágrimas y aflicción al igual que la noche anterior.

─ ¿Qué quieres que te diga h-hyung?─Cuestionó Jungkook juntando sus labios


fuertemente para no dejar estos temblar─ ¿Quieres que te diga que si? ¿Quieres que
incinere la poca dignidad que me queda y te confirme que, efectivamente, estuve
llorando por que ayer tú no...?

Calló, su mirada desviándose rápidamente al percatarse de lo que estaba a nada de


decir.

─Jungkook─Susurró Dak al cabo de unos segundos transcurridos en total silencio─ Lo


que sucedió por la noche...

─Soy realmente patético ¿no?

─ ¿Qué? no...

─Lo soy, Dakho hyung. Soy la persona más lamentable de todo el planeta tierra. ¡Lo
que hice no tiene palabras! fue algo realmente vergonzoso y tan...─Volvió a callar de
golpe, sus bonitos ojos destellando el halo de esa pena que Dak había estado evitando
querer mirar─ Lo siento. Por lanzarme a ti, por decirte que te amaba, p-por besarte,
por... por hacerte esa, uhg, esa propuesta... perdóname hyung.

─No, no, no te disculpes.

─ ¡Pero hyung!

─ ¡A ver!─Expresó con unas enormes ganas por que el menor dejara de decir que lo
sentía. Posicionándose frente a él y tomándolo por ambas mejillas, le obligó a sus
brillantes ojos mirarlo─ ¿Te arrepientes?

─ ¿U-ugh?

─De haber hecho todo eso estando ebrio... ¿Te arrepientes?

El castañito solo le miró directamente, mientras sus labios como sus pupilas
temblaban de lo que al parecer era ligera frustración y sus pensamientos recordaban
todo lo que había sucedido la madrugada anterior.

─Niño te estoy haciendo una pregunta. Contesta.

─E-es humillante, hyung─Por fin habló─Que me pidas que responda a eso es tan
humillante.

Y ante el significado de sus propias palabras, Jungkook desvió la mirada para dejar de
ver al mayor, mientras este lo único que deseaba era ya no seguir viendo la expresión
del castañito tan afligida.
─ Me siento tan avergonzado─Continuó─Yo...Yo en verdad estoy tan apenado por el
cómo me comporté la madrugada de ayer. Debí de verme como un tonto ¿no? Un tonto
desesperado que anhelaba un... un solo toque tuyo─Suspiró, sus pulgares jugando
entre sí mientras sus brillantes ojos los veían.

─Jungkook...

─Pero si quieres escuchar la verdad─Volvió interrumpir y Dak cedió a que tenía que
dejarlo hablar─A pesar de que me siento como un verdadero tonto, yo... no puedo
decir que me arrepiento.

Su carita se elevó y sus grandes ojitos volvieron a caer en aquel de distintas


personalidades que lo miraba incluso sin pestañear.

─De lanzarme a ti, de besarte, de d-decir que t-te amo e incluso de, d-de pedirte hacer
el amor... no me arrepiento de nada de eso, hyung. Sí, me sentí realmente patético
debido a tu rechazo y me estoy muriendo de vergüenza al decirte esto justo ahora,
pero no me arrepiento porque es justo lo que quería hacer. Quería que supieras que
eres tan especial para mí como lo es Taehyung. Quería que tuvieras en cuenta que
haría cualquier cosa si se trata de ti. Y sobre todo de lo único que quería que
estuvieras al tanto, es que te a-amo con toda mi alma...

Al dejar de hablar, el corazoncito de Jungkook comenzó a palpitar con repentina


inquietud, pues los ojos de su mayor solo le miraban fijamente sin decir absolutamente
nada. Exacto, en sus pupilas no había nada, solo ese característico y desconocido
enigma que el de personalidad ruda siempre reflejaba.

Ninguna respuesta, ninguna tardía confesión y mucho menos un mínimo deseo por
parte de Dak para corresponder sus sentires.

10, 13, 20, 30 segundos y seguía sin haber absolutamente nada.

Quiso llorar, justo en ese momento Jungkook en verdad ansió tanto nunca haber
soltado esa confesión y simplemente echarse a llorar al ver que la expresión que
mantenía Dak en su mirada era inexpresiva y sin alguna reacción.

¿Se había excedido con sus palabras? ¿Había rebasado el límite de honestidad al igual
que la madrugada anterior? Su mente se preguntó y el momento del verdadero
arrepentimiento llegó, justo al intente de ver a su mayor ponerse de pie.

─D-Dak...

Su voz tembló mientras sus ojitos se nublaban de a poco debido al temor de ser
rechazado cruelmente otra vez. No obstante, todo sentir de miedo y aflicción
disminuyo poco a poco al mismo tiempo en el que veía la mano derecha de su hyung
extenderse hacia él como invitación a que, de igual manera, se pusiera de pie.

Sus ojitos brillaron, su interrogante expresión rebosante de confusión.

─ ¿Dak?

─Venga mocoso, toma mi mano...

Sintiendo un ligero cosquilleo en su estómago, el castañito sostuvo con su izquierda el


toque que le era extendido para luego tener que retener su respiración cuando Dak lo
levantó de un tirón y lo hizo quedar tan cerquita, si no es que pegado completamente,
a él.

─H-hyung...

─Voy a llevarte a un lado, mocoso─Señaló, su voz escuchándose sumamente ronca y


delirante a oídos de aquel que se derretía con el mínimo toque de su aliento tan
cerquita de él
─ ¿E-en serio?

─Uhjum, así que ve a la cabaña, toma un baño, ponte algo cómodo y sal─Y alejándose
de él lentamente, le miró a los ojos y con dulzura le sonrió─Nos vamos en 15 minutos.

Ya ahora si, los caps que vienen son los buenos xp

Por cierto...

¿Quieren saber como se ve Jungkook a los ojos de Dak?

Por favor denle mucho amor a la siguiente redacción.


4.2. Yo, él, un bote y una cascada.

˗ˏˋ Day four ˎˊ˗

Afternoon.

Pov. WDH

─H-hyung...

Los ojitos del niño que se encontraba justo a un lado de mí, brillaron de entera
emoción al escanear el lugar a donde habíamos llegado.

─ ¿Qué mocoso? ¿No quieres subir? ¿Al niño también le dan miedo los botes?
─Cuestioné burlón, apreciando con diversión como la carita del chico se llenaba de
ligero rubor debido a mi comentario.

─Yh-yha... no.

─Entonces ¿Qué esperas?─Extendí mi brazo en su dirección y le entregué ese chaleco


salvavidas que había tomado del interior del bote hace algunos minutos, antes de
decir─Pontelo, no tenemos todo él día─Él asintió y rápidamente me obedeció.

Un bote de remos, uno mediano y con espacio suficiente para ambos era aquello que
se me había ocurrido rentar por la mañana poco después de leer la carta de Taehyung
escrita para Jungkook y minutos antes de encontrar a este mismo frente al mar. Mi
intención siendo pasar una tarde tranquila únicamente junto al dueño de esos bonitos
gestos de niño pequeño.

─Espera niño. Hay que tener cuidado al subir.

Con suma precaución me adentré primero al bote e intenté equilibrarme al sentir


como este se movía sobre las aguas al obtener el peso extra de mi cuerpo. Cuando vi
que el movimiento había disminuido un poco, extendí mi mano a aquel que
atentamente me miraba y murmure.

─Ven aquí...

Sin dudarlo, el chico de inmediato asintió. Tomó mi mano fuertemente, como si en su


mente ya estuviera escrito que yo era su escudo personal, colocó su pie izquierdo en
la madera del bote y al cabo de un par de segundos transcurridos ya nos
encontrábamos sentados uno frente al otro dentro del objeto flotante.

─ ¿Estás listo? empezaré a remar...

─Sip, estoy listo, hyung.

El silencio vino poco después de su respuesta positiva. El sonido del movimiento de las
aguas cristalinas cada vez que movía los remos y el cantar de algunas aves
perdiéndose en los aires lejanos, era lo único que se escuchaba en aquel momento y
honestamente, lejos de sentir incomodidad, lo que llenaba mi alma era una perfecta
paz.

El chiquillo frente a mí, ese que se encargaba de hacer mi alma vibrar, se encontraba
perdiendo su brillante vista en el paisaje que llenaba nuestro alrededor, mientras sus
rosados belfos formaban de vez en cuando una marcada "o" al perderse en algo que
llamaba su atención.

No fue hasta que hizo voltear su mirada a mi dirección, que una inmensa chispa en
sus ojos resplandeciendo como nunca antes lo había hecho. Incluso más que cuando se
perdió hace segundos en el paisaje a nuestro alrededor. Incluso muchísimo más que
cuando hacía perder sus pupilas en lo infinito del mar.

─Hyung.

─Shhh─Chisté callándolo, él haciendo una ligera muequita con sus labios.

─Dakho hyung...─Llamó y de nueva cuenta yo lo callé.

─Shhh ¿Escuchas eso?─Cuestioné agudizando mi oído y él frunciendo tiernamente su


ceño.

─ ¿Qué cosa?

─Shhh, escucha mocoso─Insistí y tomando de nueva cuenta ambos remos, me apresuré


a llevarnos al origen de aquel sonido.

Remé y remé, lo hice hasta que mis brazos se durmieron por completo pero sobre
todo, hasta que mi bendita insistencia nos hizo llegar frente a esa hermosa maravilla
la cual ahora estábamos observando.

Una cascada.

─ ¡Whoaaa!

Jungkook chilló y a mí me fue imposible no sonreír.

Ese mocoso tenía algo, algo que hacía que mi corazón anduviera de una forma para
nada normal. Era algo que amaba pero que al mismo tiempo, por alguna estúpida
razón, me asustaba.

─ ¿Te gusta?

─ ¡Si hyung! se ve hermoso

Con la emoción siendo visible en su carita, Jungkook comenzó a tomar fotografías con
su celular, mientras yo solo me encargaba de admirarlo a él.

Demonios, lucia tan hermoso. No era solamente su perfecto rostro ni el color de sus
delirantes cabellos con reflejos bronce. Tampoco era solo ese atuendo de camiseta
blanca con cuello v y esos bermudas color beige que le hacían resplandecer como un
perfecto ángel, sino que era algo más. Sus gestos, su aura, su emoción, su energía; Su
alma, su corazón, el resplandor de sus ojos, lo sensual de su cuerpo...

Todo él era perfecto. Todo él tenía algo que me hacía atraer. Al igual que un imán, él
hacía que alguien como yo, sin corazón y con el alma fría, se sintiera tan jodidamente
vulnerable con solo mirar el brillo en sus pupilas.

Si, simplemente un perfecto y precioso imán.

Los segundos pasaron, él insistiendo en admirar y señalar como niño pequeño todo lo
que se cruzaba por su campo de visión, y yo intentando controlar las benditas
cosquillas que aparecían dentro de mi cuerpo al encontrarlo a él sumamente
emocionado.

No fue hasta 5 minutos después, que el silencio de nueva cuenta se presentó entre los
dos, haciendo luego que ambos quedáramos sentados en el piso del bote, uno al lado
del otro en tanto nuestras miradas admiraban la gloriosa caída del agua cristalina
frente a nosotros.

─Hyung─Fue él quien repentinamente me susurró.

─ ¿Mh?

─Tú... ¿P-porqué? ¿Por qué me has traído aquí?

Giré a mirarlo y por un segundo me vi a mi mismo aguantado la respiración al


toparme con esos grandes y característicos ojos suyos mirándome fijamente con
entera ilusión.

─Bueno, yo...

Titubeé, ¿Por qué carajo lo hice? Joder. Raspando mi garganta con ligero disimulo y
regresando mi mirada hacía el frente, me limité a continuar.

─Pensé que sería buena idea estar juntos esta tarde. Ya que la de ayer no fue la mejor,
quise compensarla el día de hoy.

─A-ah, ¿en serio?

─Uhjum.

Un bloque más de silenció nos invadió. Fueron 2 minutos en los cuales no se escuchó
más que la caída del agua. Dos minutos en los cuales me debatí mentalmente en girar
y mirar la expresión del menor, hasta que repentinamente su vocecita de nueva
cuenta se escuchó.

─Hyung... lo que dije por la mañana.

─Shhh...─Lo callé. ¿Que no entendía que lo único que yo quería era disfrutar de ese
momento de silencio?─No hablemos de eso ahora, mocoso.

─ ¿P-pero por qué?─Insistió pero al ver ausencia de respuesta por mi parte, prosiguió─
Hyung ¡es verdad! Todo lo que dije... fue todo verdad─Enderezando su cuerpo, llegó
hasta mi─ Sé que puede ser ilógico porque... quiero decir, TaeTae es mi novio, sé que
él está en mi vida p-pero, lo que siento por ti es diferente. Todo es mucho más...
descomunal cuando se trata de ti. No sé como describirlo con exactitud hyung pero en
serio, yo te amo de verdad.

─Niño...

─¿Hyung porque no me crees?─Su cuerpo se acercó aún más al mío, de un segundo a


otro ya tenía esos preciosos ojos atestados de ligeras capitas de ilusión tan
malditamente cerca de mí, y de nueva cuenta esa emoción, esas benditas ansias
desesperadas por lanzarme a él, me llegaron─¿P-por qué sigues alejándome?

─Jungkook, yo no te estoy...

─ ¿Es porque no soy una chica?─Volvió a cortarme, insistiendo─ ¿Es porque no tengo
pechos o el perfecto cuerpo curvilíneo de esas mujeres que a ti tanto te gustan?

"¡No!" quise aclarar, pero como siempre, debido a su repentina adrenalina y ansiedad,
el fue más rápido en continuar mientras yo optaba por simplemente dejarlo
desahogar.

─ ¿Es por qué en serio no te atraigo, hyung? ¿Es por qué... lo único que sientes es
cariño por mí? ¿Es... es eso?

Sus ojos se atestaron de pánico al soltar eso ultimo, como si la simple pronunciación
de aquellas crueles suposiciones fueran para él algo realmente desgarrador.

─H-hyung, contéstame. Para ti es demasiado fácil "enredarte" con todo el mundo,


entonces ¿Porqué ayer por la noche tú me...?

"Rechazaste" fue esa palabra la que no se atrevió a soltar, por el contrarió, cortó su
cuestión para segundos después desviar sus ojos de los míos.

─ ¿P-por qué no puedes mirarme a mí?─Tembló─ ¿Por qué no puedes besarme como a
ellas? ¿Por qué no puedes ver que yo también puedo bailar sensual y que la ausencia
de mi camisa también puede tener el poder de hacer a tus pupilas dilatar?

─Niño...─Susurré y el verdadero dolor en mi apareció al ver como llevaba ambas


manos a su rostro para probablemente limpiar las lagrimitas que ya habían salido.

Demonios no, no podía dejarlo seguir así. Simplemente no podía dejar que su dolor
interno debido a mi rechazo el día de ayer, lo afectara más.

Sin querer alargar más sus dudas, terrores y sufrimiento, lo que hice fue tomar su
rostro entre mis manos, para luego, con una suave elevación de su barbilla, hacer que
mirara nuevamente hacía mi.

Jungkook lucía como un niño pequeño cuando me miró. Asustado, tembloroso. Sus
labios se apretaban uno a otro fuertemente mientras sus orbes brillaban de terror
ante el solo pensamiento de que yo abriera la boca solo para confirmar aquello que él
tanto temía.

─D-Dak h-hyung yo...

─Shhh, deja de hablar...

─Pero...

─ ¡Carajo que dejes de hablar ya! mocoso tonto.

Y antes de dejar pasar más tiempo, antes de dejarlo a él volver a hablar, lo que hice a
continuación para nada se lo esperó.

Delicadamente, junté sus labios con los míos, mi tacto sintiendo de inmediato su
emoción y como esta se convertía en un suave temblor emanado por todo su pequeño
cuerpo.

Definitivamente, no lo esperó.

Poco a poco, luego de mantener por un par de segundos aquel contacto, me di a la


tarea de mover mis labios lentamente, esperando pacientemente por alguna respuesta
por parte de los suyos, cosa que pasó luego de unos segundos más.

A movimientos temblorosos, Jungkook aceptó y profundizó el contacto con mis labios.


Elevó sus bracitos hasta mí y sin pedir permiso, aunque algo tímido, rodeo mi cuello
con ellos. Yo sonreí, pues la ternura que emanaba cada movimiento proveniente de su
cuerpo era realmente maravillosa.

Sonreí, lo hice sobre sus labios, lo hice sin poder olvidar cuanto anhelaba volver a
besarlos. Sonreí y sin poder controlar más aquellas ansias que tanto me habían estado
asaltando, me lancé a él. Tomando su cintura por sobre el chaleco salvavidas y
pegándome con descaró a su cuerpo, intensifiqué mis movimientos al mismo tiempo
en que, en medio del besó, mi lengua se abrió paso en su cavidad bucal para poco
después atreverme a lamer y morder con fuerza su perfecto y delicioso labio inferior.

─ ¡Ah!
Jungkook pegó un gritito y a mí me fue imposible no carcajear ante el agudo timbre de
voz que su boquita soltó.

─ ¡H-hyung!

Lo escuché vociferar como niño pequeño y yo, manteniendo mis ojos cerrados y aún
carcajeando, escondí mi rostro en su cuello, mi intención siendo refugiarme en él para
luego depositar ahí, justamente en aquel precioso e hipnotizante lunar, un pequeño y
duradero besito tan atestado de entero cariño.

Ah... ¿Cuánto tiempo había estado deseando plantar mis labios ahí?

Al separarme de él para poder verlo a los ojos, me fue imposible no sonreí glorioso al
percatarme de lo increíblemente roja que su carita se encontraba.

¿Iras nuevamente al casting para ser el cuarto rojo de Christian Grey? Quise decir
pero preferí no hacerlo. No podía matar ese momento tan perfecto.

─H-hyung...

─ ¿Mh?

─ ¿Qué...? ¿Qué fue eso?

─ ¿No quedó claro?─No respondió, solo se quedó mirando y esperando por una
respuesta─Ah, tú sí que me complicas la existencia ¿eh?

─Hyung...

─Hyuuuung─Lo imité en voz aguda al mismo tiempo en que alargaba la palabra y lo


tomaba de la cintura para poder nuevamente pegarme a él. Mi cuello de nueva cuenta
enterrándose en la curvatura de su cuello.

No quería hablar y quería que él tampoco lo hiciera, solo quería disfrutar del momento
mientras inhalaba su perfecto aroma tan embriagante. No obstante me fue inevitable
no separarme y soltar una carcajada cuando su vocecita me preguntó lo siguiente.

─Hyung, en verdad... ¿En verdad te gusto?

─ ¿En serio me estas preguntando eso, niño? ¿Después del bendito agasajo y tremendo
mordisco que te acabo de dar?─Alce una de mis cejas y él tímidamente solo me
miró─Ay escuincle, si que eres algo lento para muchas cosas ¿eh?

─Hyung, es que tú ayer...─Bajo su mirada─Si en verdad te gustara ¿Por qué...?

─Olvida ayer ¿sí? Fue un día de mierda─Tomé la punta de su barbilla y elevé su carita,
sus ojos cuestionantes posándose rápidamente en los míos─Solo hagamos de cuenta
que nada nunca pasó.

Pero no logré convencerlo, pues su mirada aún me miraba insistente, rogándome por
una explicación. Suspiré en rendición antes de sonreír.

─Mh ¿El niño aún tiene dudas de lo que siento por él?

Su respuesta fue un pequeño gesto jodidamente tierno y una mirada incriminatoria


por parte de sus grandes ojos.

─ ¿Qué?

─Es que ni siquiera m-me has dicho que es lo que sientes por mí.

─Uhg ¿y qué hay con la violación a tu boca? ¿No cuenta?

─ ¡H-hyung!
Nuevamente carcajeé, adoraba tanto ver la expresión de Jungkook sintiéndose
molesto, nervioso e incluso avergonzado.

─ ¡Yha!

─Mocoso, espera un poco ¿sí?─Le pedí poniéndome serio y él confundido me miró─


Para mí todo es tan jodidamente nuevo que...─Cerré los ojos y suspiré─Este
sentimiento, ¡Yo nunca me había...ah!─Callé y ahora fue su turno para reír.

─Te entiendo hyung, creo...

─ ¿En serio?─ ¡¿Cuándo jodidos fue que se cambiaron los papeles?!

─Ujum, y tendré paciencia, pero por favor no tardes. No nos queda mucho tiempo...

Lo último lo dijo bajito mientras su mirada caía al igual que su brillo en ella.

Yo sabía que nos quedaba poco tiempo, sabía que cada maldito segundo que pasaba
era nuestro jodido enemigo. Lo sabía con claridad y él también. Fue por ello que al
verlo bajar su rostro, me apresure a tomarlo por ambas mejillas para luego obligarle a
que me mirara.

─No tardaré, te lo prometo─Le susurré─Te prometo que haré todo lo que esté a mi
alcance para demostrarte lo que aún no me atrevo a decir con palabras.

Reí por lo tonto que sonaba, antes de ponerme serio nuevamente y continuar.

─No vas a tener que esperar mucho mi niño, pues a partir de este momento muchas
cosas entre nosotros van a cambiar.

Al terminar de hablar, pude ver el momento exacto en el que su mirada recuperaba el


brillo de antes. Sus enormes ojos destellando de entera ilusión y su bonita expresión
resplandeciendo a lo grande su enorme emoción.

No logré reprimirme más y simplemente hice estampar por segunda vez mis labios
sobre los de él.

Su boca de inmediato me aceptó, y a comparación del beso anterior, este lo seguí con
rudeza, con un enorme deseo. En cada movimiento de mi boca me encargaba de
demostrarle al chico lo mucho que mi alma lo necesitaba, lo mucho que su sola
existencia significaba para mí.

Él no se quedó atrás, pues a diferencia de la primera vez, se limitó a dejar todo rastro
de timidez a un lado para luego anclar sus brazos en mi cuello y arrastrarme de lleno
hacía él.

Ya no estábamos sentados, sino que ese movimiento brusco de parte de él había


causado que mi cuerpo quedara completamente sobre el suyo, mientras su espalda
descansaba dichosa sobre la madera del bote.

Aprovechando la posición de nuestros cuerpos, me limité a bajar mis manos a su torso


con toda la intención de tocar un poco más. No obstante, me vi obligado a reprimir
una maldición y soltar un gruñido justo al momento de sentir el molesto chaleco
salvavidas en lugar de la fina tela de su camisa.

Joder.

─Hyung...

─Shh─Por enésima vez lo interrumpí no quería que dijera nada, no cuando el


panorama que me atrapó al separarme lentamente de él me hipnotizó.

Sus ojos, sus grandes y preciosos me miraban intensamente, mientras sus rojizos e
hinchados labios hiperventilaban a falta del aire que no tocó sus pulmones mientras
ambos nos comíamos la boca. No obstante, aquello que más me atrapó, eso que me
dejó a mí sin respiración, fue la excitante imagen de sus brillantes pupilas
jodidamente dilatadas.

Sin limitarme y por milésima vez en el día le sonreí, lo hice con cariño mientas una de
mis manos viajaba hasta poder tocar y acariciar su sonrojada mejilla derecha.

Posando nuevamente mis labios por un segundo en los de él, me separé y roncamente,
solté:

─Escuincle, duerme en mi cama esta noche...

Pido perdón por la demora de esta actualización :c

Espero la hayan disfrutado mucho <3

By the way, Esto no es un soborno, pero si veo suficiente interacción de votos y


comentarios, subiré el siguiente cap el día de mañana. Hasta ahorita me traen un
50% convencida
.
.
.
Gracias x leer
5. 1 Dejemos de huir del amor.

Ahora, dejemos de huir del amor,


huir del amor.
Detengámonos, mi amor.
Dejemos de huir de nosotros,
huir de nosotros.
Detengámonos, mi amor.

Troye Sivan - "My, my, my"

˗ˏˋ Day fiveˎˊ˗

July 5th

Morning.

JJK

El sonido de las olas del mar entrando por mis oídos en forma de las más suaves de las
melodías. Mis ojos, cerrados, siendo repentinamente atrapados por esos leves rayos
solares mañaneros mientras que el ambiente a mi alrededor al parecer lucia en
completa serenidad.

─Mgh...─Murmuré bajito, completamente satisfecho por la relajante sensación de las


sabanas blancas rozando la piel de mi torso desnudo, antes de optar por removerme
ligeramente sobre lo blando del colchón.

Sonreí.

Pequeños movimientos se percibieron a un lado de la cama donde yacía acostado, y


me fue imposible no sonreír aún más al sentir como mi cabeza era elevada por un
fuerte brazo que se colaba debajo de ella al mismo tiempo en que mi cintura era
enredada por otro más.

Inmediatamente, al entrar en contacto con esa bendita calidez y percibir con mis fosas
nasales ese delirante aroma que me volvía tan loco, me aferré adormilado a aquel que
me cubría en un bonito apapacho.

No quería despertar. No quería abrir los ojos. Quería simplemente seguir sintiendo la
esencia ajena penetrar cada fibra de mi piel por más tiempo. Quería que esas suaves
caricias en mis cabellos perduraran incluso por un par de horas más. Solamente
quería seguir sintiendo el aura de Dak tan cerquita de mí. No obstante, la presencia
de ligeros pero continuos cosquilleos en mi abdomen, inevitablemente me hicieron
carcajear y soltar:

─ ¡Hyuuung!─Chillé poco después de abrir los parpados y toparme con las profundas y
brillantes pupilas del dueño de aquel divertido acto.

─Buenos días mocoso

Lo escuché decir y mi corazón vibró al simple hecho de escuchar su voz. Esa


característica y delirante voz.

─Buenos días, hyung...

Él se quedó viendo directamente a mis ojos, como si estos le dijeran de alguna manera
todo lo que estaba pensando, y sobre todo eso que me encontraba sintiendo.

─Hyung─Susurré y lo próximo que sentí fue como sus rojos y delgados labios se
plantaron directamente en mi frente, antes de sentirlos bajar a mis ojos, mejillas, nariz
hasta terminar en un toque sumamente delicado en una de las esquinitas de mi boca.

Morí.

─H-hyung...─Él me sonrió cuando se separó y para mí fue imposible no quedarme


eternamente embobado es su perfecta apariencia.

─Arriba mocoso─Repentinamente soltó─Tienes que desayunar.

¿Qué? ¡No!

─ ¡No! ¡Espera!─Y a como pude me volvía a meter entre la calidez de sus brazos para
luego anclarme como koala en su cintura─No quiero...─Murmuré escondiendo mi
rostro en su pecho descubierto.

─Oh vamos, niño, no seas empalagoso, se nos hará tarde. Aparte de que el sol está
entrando más por la ventana y va a empezar a sentirse el calor...

Pero al contrario con sus palabras, en lugar de aventarme lejos y saltar fuera de la
cama, lo que hizo Dak fue pegarse por completo a mi cuerpo y abrazarme todavía más.
Una de sus manos acariciando nuevamente mis cabellos en tanto sus bonitos labios
volvían a hablar

─Ah mocoso insistente. ¡Tú ganas! 5 minutos más.

Sonriendo triunfante, planté como señal de agradecimiento un casto besito en una de


sus pálidas mejillas antes de volver a pegar rápidamente, mi rostro contra su pecho.

Tal como me lo pidió el día anterior, habíamos dormido juntos.

Poco después de llegar a la cabaña tomados de la mano, (acción que me di cuenta,


Dak amaba a pesar de decir que nos veíamos sencillamente ridículos) ambos nos
sentamos en el balcón y nos pusimos a ver el mar.

La actitud de Dak hacía mi había cambiado por completo. Si, seguía siendo él, un
tanto altanero y gruñón Dak, pero había un halo en su característica y ruda mirada
que se había tornado diferente desde lo ocurrido en la cascada.

Sus profundos ojos ya no me miraban igual, no, me miraban diferente. Me


contemplaban con dulzura e incluso, me atrevo a decir, con amor. Sus acciones hacía
mi ya no se detenían y mucho menos se limitaban. Ahora cada tanto me besaba y
tomaba mis mejillas mientras me miraba con esas pupilas atestadas en miel que me
hacían simplemente derretir.
Nuestra relación ahora era diferente, ambos juntos en si éramos diferentes y eso era
algo que a mí me fascinaba por completo.

Los movimientos en forma de suaves caricias que se encontraba recibiendo mis


cabellos repentinamente cesaron y yo, a falta de esa bonita sensación renegué.
Separándome de la protección del torso contrario, abrí los ojos y fruncí mi ceño
únicamente para atrapar la intensa mirada que me estaba contemplando.

─Hyu...

No terminé siquiera de darle un final a ese honorifico cuando sentí unos delgados
labios tomar los míos.

Dak me besó, lo hizo con lentitud, con dulzura. Lo hizo mientras tomaba con una de
sus manos mi cintura y con su pulgar hacía círculos imaginarios en mi piel.

Yo, completamente hipnotizado por el sabor y característica esencia de sus besos,


enredé mis brazos en su cuello y me aferre a cada movimiento que sus labios le daban
a mi boca, barbilla, nariz y mejillas, fue poco después de sentir esos mismos
movimientos descender a mis clavículas, que él soltó una sonora carcajada al
momento de escuchar un bochornoso gemido proveniente de lo más profundo de mi
garganta.

─ ¡H-hyung!─Chillé poco después de sentir el calor subir a mi rostro como si de


espuma se tratara─B-basta... no te rías.

Haciendo un berrinche, gruñí mientras llevaba ambas manos a mi cara para evitar que
mirara lo rojo que me encontraba. No obstante, él, tomando mis dos muñecas y a su
vez alejándolas, volvió a dejar a su vista mi completamente rojo y abochornado rostro.

─Ay niño, si así te pongo con unos simples besos en el cuello, no quiero imaginar
cuando te bese en...

─ ¡Y-Yha!─No tenía idea de lo que iba a decir, pero estaba seguro de que si escuchaba
más, mi rostro simplemente iba a explotar.

─ ¿Qué? ¿Te da vergüenza hablar de eso?─Preguntó mirándome fijamente en tanto


elevaba una de sus perfectas cejas─La noche de la fiesta me rogabas que te tocara y te
hiciera el amor y ahora te altera escuchar un inocente comentario de mi parte.

No dije nada, solo arrugué mi frente y mi barbilla en señal de molestia.

A Dak le encantaba burlarse de mi poca estabilidad emocional, yo lo sabía y lo


confirme cuando sonrió con diversión al rozar ligeramente con sus caderas aquella
parte baja de mi cuerpo que para ese momento ya se encontraba más que despierta.
Cerrando los ojos con fuerza, contuve otro gemido antes de sentir nuevamente aquel
ligero y delicioso roce, acompañado del toque de sus húmedos labios sobre un área
específica de mi cuello.

─H-hyung... uhgm

¿Cuántas veces ya había dicho ese honorifico de aquella manera tan temblorosa?

Por la madrugada, había sido mi palabra favorita, pues las sesiones de besos que
iniciaron poco después de acostarnos, de igual manera me habían hecho delirar.

Dak sabía perfectamente como derretirme; sabía el lugar correcto donde plantar un
beso o donde rozar. Él sabía perfectamente cómo hacerme llegar al cielo sin la
necesidad siquiera de desvestirme y eso, a pesar de que me frustraba por no poder
sentir más, me encantaba.

─Bueno, ya, ya─Habló poco después de dejar un grupo más de besitos en mi


lunar─Dejemos esto para otra ocasión y mejor levantémonos ya.
─ ¿Qué? ¡Pero...!

Él me miró esperando a que continuara con aquella queja que iba a soltar, pero no lo
hice, de haberlo hecho tal vez me ganaría una burla más por su parte la cual acabaría
con esa típica frase de "Niño goloso"

Al no ver señal en mi mirada de que fuera a continuar, Dak sonrió y acercándose


lentamente a mi oído, susurró.

─No te preocupes bebé, definitivamente habrá tiempo de sobra para hacer este tipo de
cosas...─Y dejando una pequeña mordida en el sensible lóbulo de mi oreja, se separó y
finalizó─Por ahora desayunemos algo solido, el día de hoy tenemos mucho que hacer...

Por un momento, la falta de la calidez de su cuerpo tan cerquita del mío, me hizo
pucherear, a decir verdad quería seguir en la sesión de caricias de Dak (aun si ponía
en riesgo mi respiración y estabilidad emocional) No obstante, el deseo de ponerme
triste desvaneció, cuando mi hyung se paró y con su mirada me señaló aquello que
yacía prácticamente frente a mí.

¿Eso había permanecido ahí todo este tiempo?

─Ah, ¡Hyung!─Saltando fuera del colchón y llevando mis emocionados pasos hacia el
pie de la cama, chillé al ver aquel mini banquete repleto de panqueques, fruta,
waffles, miel y jugo de naranja que se lucía sobre un elegante carrito metálico─ ¡¿Tú
preparaste todo esto?!

─ ¿Qué?─Rió─Claro que no mocoso. Nunca en mi vida me he plantado frente a una


estufa a preparar algo y no me gustaría saber cuál será el resultado si es que alguna
vez lo llego a hacer.

─Ah...

─Pero lo que si es que me tomé la molestia de levantarme temprano, pedir el carrito


prestado al hotel e ir por tu desayuno favorito al bufet. Así que ni se te ocurra
decepcionarte.

─ ¡No, claro que no hyung! ¡Me encanta!

Y saltando hacía él me colgué de su cuello y planté un gran besó en su mejilla.

─Agh, tan fastidioso─Él gruñó─Si estuvieras realmente agradecido me hubieras dado


el beso en otro lugar.

Me le quede mirando con los labios fruncidos mientras analizaba sus palabras. La
mayoría de las cosas que Dak soltaba tenían doble sentido. Sin embargo, algo me
decía que esta vez no era el caso, por lo que, completamente seguro de mi mismo,
tomé ambos lados de su rostro, para luego arrastrarlo a mí y ser yo quien iniciara por
primera vez (sobrio) un largo y "mojado" beso apasionado.

1, 2, 3... 8, 10 segundos y finalice con su labio inferior aprisionado entre mis dientes y
un ruidoso y morboso chasquido de nuestras bocas al separarnos.

─ ¿Mejor?─Le susurré con el alma prácticamente en la boca y él, completamente ido,


después de un par de segundos asintió.

─S-si... mucho mejor.

Ah, Tartamudeo.

Era demasiado tierno. Ver al "poderososisimo" Woo DakHo de aquella manera, era
demasiado dulce. De hecho yo me sentía realmente dichoso por causar la vacilación y
la falta de aire en él e incluso por hacer aparecer ese ligero sonrojo que normalmente
no se veía cuando él, el alter rudo, gruñón y de corazón frio, se encontraba en el
protagonismo.
Era tierno y realmente fascinante tener el placer de apreciarlo en aquel estado.

─ ¿Y entonces? ¿Desayunamos, hyung?

Poco después de suspirar profundamente y cerrar sus ojos por un par de segundos,
Dak asintió y volviendo a su característica personalidad burlona, sonrió y señaló.

─Claro que sí, desayunemos, niño goloso.

(♡)

Un viaje fuera de la playa de 50 minutos en autobús nos llevó al centro turístico de la


isla donde normalmente se encontraban tiendas de recuerditos, restaurantes con
comida típica, auditorios de espectáculos e incluso museos de cultura general para
entrar y apreciar.

─ ¿El museo d-del que...?─Cuestioné ruborizándome mientras nos preparábamos para


bajar del bus. Tal vez había escuchado mal aquello que dijo Dak.

─El museo del sexo mocoso. Iremos ahí.

No, no escuché mal.

─P-pero...

Ya había escuchado antes de ese lugar. Jeju Loveland (tierra del amor) o mejor
conocido por Dak como "el museo del sexo", se trataba de un erótico recinto +18 que
contaba con más de 140 esculturas representando distintos actos sexuales, desde
simples besos, hasta posiciones algo comprometedoras que eran realizadas durante el
acto más famoso de amor sexual.

No quería pensar siquiera en el color que había tomado mi rostro en ese momento,
aunque pude imaginar, se encontraba totalmente rojo gracias a la expresión de Dak al
verme.

─ ¿Qué? ¿No es buena idea ir?─Cuestionó otra vez con ese típico tono de voz
burlon─Miralo por el lado bueno niño, podemos sacar buenas ideas para...

─ ¡Hyung!

─ ¡Besarnos!─Carcajeó ante mi alterada y avergonzada expresión─ ¿Que pensabas que


iba a decir?

─A-ah, y-yo no... ugh.

Y terminando de reír con el típico ademan de haberse limpiado una lágrima ante la
fuerte risa, Dakho señaló

─Las intenciones de mis comentarios siempre son buenas e inocentes niño. El único
sucio y mal pensado aquí, eres tú...
Después de la enésima burla de su parte hacía mi, bajamos del autobús y nos
dedicamos a caminar un par de calles para poder llegar. Dak veía la dirección del
lugar de destino en google maps y arremedaba en voz aguda siempre que la aplicación
decía frases como "A 50 metros gire a la derecha"

Yo, vacilante y cabizbajo, lo seguía por detrás. Honestamente, no tenía idea de cómo
comportarme o que cara poner frente a él al entrar al lugar y estar "observando" las
posiciones de aquellas esculturas. Era algo que se me hacía sumamente vergonzoso,
aparte de incomodo.

Era algo "normal", lo sé, apreciar e incluso tomar de broma el desarrollo de aquel
acto, mucho más para Dakho quien estaba completamente acostumbrado a cualquier
tema relacionado con él sexo. Podía hasta decir que él tenía la suficiente experiencia,
e incluso la facilidad de decir "Ah, yo ya he probado esa posición" mientras dibujaba
en su rostro esa característica y altiva sonrisa arrogante.

No obstante, no podía decir lo mismo de mi, no. Yo no estaba familiarizado con el


sexo, es más ¡jamás lo había hecho! Él único conocimiento que tenía era que... no,
olvídenlo, no tenía ningún conocimiento.

>>En 30 metros, su lugar de destino se encontrará a la derecha<<

Escuché la voz de la aplicación decir, antes de escuchar aquella perteneciente a Dak.

─Niño, casi llegamos.

Mi corazón latió fuerte y estuve seguro que mis mejillas se habían inundado del típico
potente color rojo que me invadía siempre que Dak terminaba saliéndose con la suya.

─Whoaaa─Lo escuché vociferar, como siempre, burlón mientras lo veía de reojo


caminar hacía mi─ ¿Y ese color tan rojo? ¿En qué cosas sucias estas pensando para
que tu cara se ponga así?

─H-hyung, b-basta.─Yo aún no podía levantar mi mirada, ¡todo mi cuerpo se sentía


realmente acalorado! Es más, ¡Sentía que no podía siquiera respirar!

─Ya, en serio niño, ¿por qué estas así?─Dak insistió, tomando la punta de mi barbilla,
para intentar levantarla─Hey... mocoso.

Al ver que no tenía pensado elevar mi rostro, lo que hizo él fue agachar su cabeza un
poco para así poder encontrarse con mis ojos.

─H-hyung...─Susurré mirándolo─ ¿P-podemos... podemos ir a otro lado?

Él frunció su ceño, al igual que sus labios y poco después de pensar un poco, señaló.

─Uhm, pensé que te gustaría este lugar.

¡¿Qué?! ¿Cómo por qué pensó eso? ¿Acaso se habrá quedado con la imagen del
Jungkook ebrio y lanzado que le rogó por sexo la noche de la fiesta? ¿O en ese
Jungkook que horas antes gemía su nombre al solo sentir sus toques? Uf, pensar en
aquello me hizo sentir todavía más calor.

─Hyung...─Decidí responder antes de empezar a pensar demás─ Honestamente, no me


sentiría cómodo si entro a este lugar.

─ ¿Qué? Pero mocoso...

─Hyung...─Lo interrumpí y él, cruzándose de brazos mientras me miraba atentamente,


me dejó hablar.

─En serio, tú... bueno más bien tal vez yo te di a entender el día de la fiesta que soy
muy atrevido en el s-sexo, y t-tal vez con eso pienses que yo ya he tenido experiencias
sexuales, ¡pero en realidad no! Bueno, la verdad es que, ugh, nunca... nunca lo he
hecho con nadie─Desvié mis ojos de los de él al verlo elevar una de sus cejas y
después de eso, tontamente, comencé a hablar sin pensar─No es que no me guste el
sexo, quiero decir, si me gusta y quisiera tenerlo contigo pero... ¡digo! y-yo─ ¡¿Por qué
carajo había dicho eso?!─L-lo que quiero decir e-es que ¡ah!─Concéntrate Jeon─ ¡Y-yo
n-no! no sabría que h-hacer digo, ya sabes si veo a estatuas ugh haciéndolo...

¿Me había entendido? ¿Me había explicado bien? Me di cuenta que tal vez no cuando
él repentinamente rió.

─ ¡Dak!

─Demonios, eres tan jodidamente tierno─ Y después de soltar eso, Dakho irguió su
cuerpo para acercarse a mí y tomarme en un repentino abrazo.

─Sabes niño...A la otra deberías de dejarme hablar primero─Señaló y yo frunciendo el


ceño, me separé un poquito para poder mirarlo. Al toparse con mis ojos, él volvió a
sonreir─Tranquilo mocoso impulsivo, el lugar a donde llegamos no es el museo del
sexo.

¿Qué?

─ ¿U-uhg? ¿D-de que hablas?

─Si, en realidad entraremos a un show de delfines, es lo que estaba a punto de decirte,


pero me interrumpiste.

Oh no... Ya llévame diosito.

─P-pero hyung, tú en el autobús dijiste...

─Estaba bromeando Kookie, ya deberías conocerme.

Mis ojos se abrieron como plato, mientras todo el calor posible se encargaba de volver
a acumularse en mi rostro al recordad todo lo que había soltado. Dak elevando las
esquinas de sus labios en una sonrisa y un tanto burlón, añadió.

─De todos modos, muchas gracias por esa información que me acabas de dar─Y
acercándose a mi oído por segunda vez en el día, roncamente susurró─Prometo usarla
correctamente en el futuro.

Me quedé sin aire, de hecho, mi alma se esfumó y mi rostro prácticamente explotó


¿Qué es lo que había hecho en mi vida pasada para merecer vivir esta situación?
¿Había sido soldado de Hitler? ¿O el padre del "líder supremo" Kim Jong-il? O peor
aún, había sido un simple tomate que vivió rojo toda su vida hasta que...

─Jungkook...─Fue al escuchar esa ronca voz que mi mente regresó al presente─


¿Donde andabas, niño?

Miré con ojos bien abiertos el rostro de Dak, y como este, manteniendo su sonrisa
altiva, volvía a acercarse a mí únicamente para dejar un muy pequeñito beso en mis
labios.

─Sal de tus pensamientos, niño bonito, aún tenemos mucho que hacer fuera de ahí─Y
guiñándome un ojo, tomó mi mano dulcemente, para luego caminar y llevarme junto
con él.

Niño bonito

Santo dios, aparte de sentir pequeños cosquilleos en la mano que me sostenía Dak,
podía sentir claramente como mi corazón latía al final de mi garganta, y como el calor
de mis mejillas se volvía a intensificar ¿Cuánta veces ya me había sonrojado en esas
vacaciones? No tenía idea, aunque el crédito se lo debía a una sola persona: Dak.
Poco después de caminar y sentir como mis nervios y el bochorno disipaban fue que
pude contemplar con claridad el lugar a donde habíamos llegado "Marine Stage
Pacific Resom" o más bien, el mejor espectáculo de delfines y lobos marinos que había
en la ciudad.

No pude evitar emocionarme, es más, no pude evitar siquiera pegar un pequeño


chillido. ¡Amaba los delfines! jamás en mi vida había visto uno en persona ¡Pero los
amaba!

Al girar a verme y ver mi emoción, Dak sonrió para luego acercarme a él con un
amable jalón y así poder enredar mi cintura con uno de sus brazos.

─ ¿Estas emocionado, escuincle?

─ ¡Si hyung! ¡Demasiado!─Chillé, sin hacer nada para ocultar mi alegría. En verdad
estaba amando este día.

Con mi cintura aún siendo tomada por su antebrazo, Dak se acercó a las taquillas de
entrada y yo quise gritar al escucharlo pedir dos boletos de acceso y aparte otros dos
para interactuar con los delfines.

¡OH POR DIOS!

Sin embargo, al escuchar la voz de la señorita que estaba detrás del cristal, mi sonrisa
se borró.

─Serían $172, 813.79 W (150 USD aprox)

Doble "oh por Dios" ¡El dinero! ¡Me había olvidado por completo del costo y de los
gastos!

A como pude, saque mi cartera. No tenía el dinero completo, de eso estaba seguro,
pero tal vez lo que traía alcanzaría solamente para la entrada al show.

$80138 W (70USD aprox) estaba a nada de extenderlos cuando vi que Dak ya se


encontraba pagando todo.

¡¿Pero qué?!

─A-ah hyung...─Le llamé cuando se giró ya con los boletos en la mano─Tú... ¿Cómo fue
que pagaste?

─ ¿Cómo que como? Pues con la mano, niño, y con dinero obviamente.

─Ósea si pero ¿De dónde...?

─ ¿Lo saque?─Terminó mi pregunta y yo asentí─Bueno, si quieres saber la verdad, los


robé de la cartera de la señora Kim.

─ ¡¿Qué?! ¡Hyung!

─ ¡Estoy jugando mocoso!─Carcajeó─En realidad es dinero que gané por ahí, así que
deja de preguntar y andando...

No quedé satisfecho, ¿dinero que ganó por ahí? ¿En qué lugar sacaría semejante
cantidad de dinero?

Al ver que no respondí, Dak tomó mi mano nuevamente, y me arrastró junto con él.

─No pienses mal, niño─ Comenzó a decir mientras caminábamos─ Es dinero limpio,
bueno casi. Lo que quiero decir es que no los robe o algo así, sino que lo gané.

─ ¿Los ganaste?
─Ujum, de la misma forma en la que me gané la motocicleta ¿Lo recuerdas?

─Ah, en apuestas...

─Así es. El dinero que ganaba en las apuestas que hice durante toda mi existencia, lo
fui guardando y pues bueno... esto es una parte del ahorro que junté.

Asentí de acuerdo y sobre todo, sonreí aceptándolo. Confiaba en Dak, y si él me decía


que no era dinero malo, entonces yo le creería.

─Eso quiere decir que... ¿estás gastando los ahorros de toda tu vida aquí, hyung?

─Así es mocoso, digo, dentro de un par de días ya no los podré usar─Rió sin gracia─
Así que ¿Qué mejor que gastarlos todos en ti...?

Al escucharlo, todo lo anteriormente dicho en general, me fue prácticamente


imposible no detener, mi garganta formando un molesto nudo justo en medio de ella.
Dakho giró a mirarme, y yo solo pude ver su semblante alarmado por sobre mi vista
borrosa. Acercándose a mí, tomó mi rostro entre sus manos y cuestionó.

─ ¿Qué es lo que pasa? Se nos hará tarde para ver él show...

Sin embargo, él si sabía que era lo que me pasaba, solo que no lo quería señalar. No
quería señalar el hecho de que a mí me tocó el significado de sus palabras y mucho
menos quería señalar el hecho de que él mismo había dado a entender que en un par
de días, nosotros ya no... Nos veríamos más.

─Hey─Lo escuché susurrar al mismo tiempo en que deslizaba su pulgar derecho por
mi mejilla─ ¿Por qué estas llorando mi niño?

La dulce manera en la que me habló solo me hizo empeorar. Mordí mi labio


fuertemente, antes de acercarme a él para poder abrazarlo.

Él me dejaría... él se iría para siempre y yo lo tenía que aceptar.

─Jungkook...

Limpiando discretamente mis lágrimas fingí una sonrisa cuando me separé de él y lo


volvía a mirar.

─Se nos está haciendo tarde hyung...─En todos los aspectos─El tiempo... él tiempo nos
está alcanzando. Así que... ¿Deberíamos entrar ya al show?

Él se quedó mirándome con esos profundos ojos suyos atestados de dolor. No


obstante, en lugar de decir algo más relacionado con él inevitable futuro que nos
esperaba, lo único que hizo fue sonreír y lentamente asentir. Sus labios yendo directo
a mi frente para dejar ahí, justo en medio de ella, un duradero y dulce besito.

─Tienes razón mocoso. Él maldito tiempo nos esta alcanzando─Una risita sin gracia
salió de lo más profundo de su garganta─Disfrutemos todo lo que se pueda él show, y
sobre todo disfrutemos todo lo que se pueda de nuestra compañía...

-
Cap prometido por su gran interacción en el anterior

Perdonen x dejar ese final tan amargo :c

What ever, pleaaaasee! comenten mucho y denle corazoncito a los caps :c Se los voy a
agradecer so much <3

Gracias x leer.
ILY
5.2 - 150 Km x hora lejos del mundo

Lo haremos todo,
todo, por nuestra cuenta.
No necesitamos nada, ni a nadie.
Si me acuesto aquí... Si simplemente me acuesto aquí,
¿Te acostarías conmigo y te olvidarías del mundo?

"Chasing Cars" - Snow Patrol

(Advertencia ⚠ Escena + 18)

˗ˏˋ Day fiveˎˊ˗

WDH

Night.

La tarde se esfumó.

En un abrir y cerrar de ojos la luz del sol había acabado, la luna había salido y la hora
de cierre de aquel lugar había llegado, confirmándonos que, en efecto, un día más de
aquellas preciadas vacaciones estaba a nada de terminar.

El espectáculo había ido bien, todo el ambiente había estado muy colorido y
entretenido. La euforia y aplausos de la gente se hacían presente siempre que los
delfines hacían alguna acrobacia, y eso era lo que hacía ver todavía más divertido el
show.

La convivencia con esas criaturas tampoco había estado mal, quiero decir, el pase de
acceso incluía tocar, jugar e incluso nadar en su compañía, cosa que (a pesar de que
yo no accedí a hacer nada de eso) agradecí enormemente cuando Jungkook rentó un
"traje de buceo" y de un clavado se lanzó al agua para posteriormente, comenzar a
divertirse con los ellos.

Verlo feliz a él, entretenido dentro del agua y sonriendo en grande siempre que un
delfín se le acercaba, era lo que a mí me complementaba. Sus dulces expresiones, sus
gestos tan jodidamente tiernos, la luminosidad de su rostro y lo radiante de sus ojos.
Verlo de aquel modo me hacía sentir simplemente vivo y completamente lleno de...
adoración.

Eso, Jeon Jungkook era mi jodida adoración.

Salimos del recinto y en completo silencio, llevamos nuestros pasos a la parada del
bus. Ninguno de los dos diciendo nada durante ese trayecto.

Los mojados cabellos del chico frente a mi escurrían de a poco y yo me tragué esas
inmensas ganas que tenía por quitarme la camisa únicamente para acercarme a él y
secar con ella esas preciosas hebras color bronce tan distintivas en él.

Quería protegerlo, ansiaba tanto pegarlo a mi pecho y eliminar delicadamente todo


rastro de humedad adherido a su cabellera mientras que, con voz baja, le susurraba
que no se preocupara más, que ya no pensara en nada, que si ambos nos aferrábamos
a la idea de solamente pensar en nosotros, estos días no iban a terminar.

Exacto, él no se encontraba bien, no al menos del todo.

Aunque no lo dijera, aunque fingiera que en su mente no había nada más que el
disfrute de ese día, la afligida expresión que en ocasiones me obsequiaba sus ojitos sin
pensar, me hacían ver todo lo contrarió.

Él lo estaba intentando, estaba tratando con todo su ser sonreírme "brillantemente"


siempre que lo giraba a ver. Él intentaba hacerme creer que todo estaba bien, que ese
sentimiento postrado en su corazón debido al tema que solté antes del espectáculo, no
era nada más que algo del momento.

Él lo estaba intentando demasiado, sin embargo, yo le quería hacer saber que no era
solo el intentar, sino disfrutar al máximo y con sinceridad.

Eso, eso era exactamente lo que yo le iba a mostrar.

─¿H-hyung?─Cuestionó nervioso una vez sintió mis brazos en su cintura, y como estos
lo abrazaban fuertemente por la espalda─¿Qué suce...?

─No tomemos el autobús.

─ ¿Q-que? p-pero hyung...

─No regresemos al hotel esta noche. Solo... solo perdámonos fuera y hagamos todo lo
que queramos hacer.

Él, aún entre mis brazos, giró su cuerpo por completo hacía mi para poder mirarme a
los ojos. Sus pupilas destellaban asombro, perplejidad al mismo tiempo que una
enorme emoción se colaba en forma de un mínimo halo entre ellas. Se había quedado
sin palabras, me di cuenta de eso cuando empezó a parpadear e incluso a balbucear.

Yo completamente enternecido por su reacción, le sonreí para luego depositar mis


labios con ternura en el centro de su frente, antes de volver a susurrar.

─Huyamos mocoso, vayámonos todavía más lejos y olvidémonos del mundo.


Olvidémonos de todos y... de absolutamente todo.

─ ¿E-en serio, hyung?── ¿T-tú en verdad quieres hacer eso?

─Claro que quiero mocoso tonto. Caminar, divertirnos, 'pasar el rato, romper las
reglas e incluso vandalizar todo Jeju de noche... Siempre y cuando sea contigo, lo
quiero hacer absolutamente todo.

Él suspiró y yo de inmediato tuve que llevar mis manos a su rostro para limpiar esas
rebeldes lagrimitas que habían salido rodando por sus ojos justo cuando asintió

─S-si quiero hyung...─Susurró en voz llorosa─ Si tú estás de acuerdo, vayámonos lejos


y olvidémonos de todo...

Le sonreí, pero esta vez con una expresión más grande, antes de volver a acercar mi
rostro al suyo y así plantar otro beso pero ahora en sus bonitos labios.

─Así se habla mi niño.

(*)

─H-hyung ¿Qué estás...? ¡Hyung!

─ ¡Shhh, corre!

El obedeció, lo hizo justo cuando escuchó el motor arrancar. Apresurando sus pasos,
Jungkook llegó junto a mí y subió a aquella motocicleta que, en contra de su voluntad,
yo acababa de robar.

─ ¡Hyung nos meteremos en problemas!

Lo escuché gritar una vez arrancamos y lo único que yo alcance a soltar, fue una
ruidosa carcajada.

─ ¡No nos meteremos en problemas, mocoso!─Hablé alzando la voz por encima del
ruido del motor.

─ ¡Hyung! ¡Nos acabamos de robar una moto!

─ ¡Claro que no! No la robamos, solo la tomamos prestada.

Y al terminar de decir aquello, me limité a experimentar con la capacidad de la moto y


llevarla a su máxima velocidad.

Ah, amaba la adrenalina. Amaba ese sentimiento que aparecía en mi cuerpo cuando
mis sentidos se daban cuenta que "me había metido en problemas" Amaba romper las
reglas, amaba que no me importara en lo absoluto las consecuencias de mis actos.
Pero sobre todo, amaba mucho más el saber que, por primera vez, todo lo que a mí me
encantaba hacer, lo estaba haciendo junto a Jungkook.

El menor no tardo mucho en afianzar con más fuerza el amarre que segundos antes
había hecho en mi cintura. Su carita enterrándose en mi espalda alta y su boquita
soltando un repentino chillido al sentir que la moto prácticamente volaba.

En aquel momento, mi reloj de mano marcó las 12 de la madrugada y yo agradecí


enormemente el hecho de que no hubiera tráfico en las calles pues de lo contrario, no
iba a poder darme el lujo de ir a aquella velocidad.

Al cabo de unos minutos de recorrido di vuelta en esa carretera que se encontraba a la


orilla del mar, para luego conducir a toda velocidad.

¿A dónde íbamos? Ni siquiera yo lo sabía. Lo único que tenía en mente era que quería
perderme junto a Jungkook. Quería tomar una ruta desconocida en medio de la noche
y llegar ningún lugar en específico en tanto los dos nos encargábamos únicamente en
disfrutar de nuestra cercanía.
1:30 de la mañana. Una hora y media más tarde y nuestro improvisado viaje nos llevó
a un lugar llamado Pyoseon el cual mirando google maps, nos dimos cuenta que se
encontraba casi al otro lado de donde estábamos hospedados.

─Hyung, tengo hambre.

─ ¿Qué? Pensé que el salvaje viaje en moto te había hecho tener ganas de querer
vomitar─Señalé, utilizando exactamente los mismos conceptos con los que él describió
nuestro viaje, minutos antes.

─Ugh, si pero...

Jungkook me miró con ojos grandes y de un momento a otro yo quise morir de ternura
al escuchar un ruidoso sonido proveniente del interior de su pequeño estomago.

─A-ah...

La sonrojada mirada del castañito bajó al mismo tiempo en que sus ojitos se cerraban
con vergüenza, todo su ser expectante a algún comentario burlón por mi parte. No
obstante, en lugar de yo reír y decir algo que lo pudiera avergonzar más, lo que hice
fue acercarme a él, tomar su barbilla para elevar su rostro, y plantar en esa preciosa y
rojita nariz el beso más delicado que en el mundo pudiera existir.

─Está bien mi niño. Vayamos a buscar algo de comer.

Sonriéndole con tranquilidad mientras el solo me miraba con los ojitos abiertos a la
par, deslice mi mano por todo el contorno de su cuello, hombro, brazo hasta que mi
toque se detuvo en su mano. Mis dedos entrelazándose lentamente con los suyos.

─Vamos. Vi un súper de 24 horas no muy lejos de aquí, así que podemos ir caminando.

Jungkook asintió una y otra vez a mi dirección para después, sin pensarlo siquiera,
dejarse llevar por mi agarre.

Fue ahí, justo en ese momento cuando empezamos a caminar, que me di cuenta de
algo de entero valor: Jungkook, ese precioso niño de delirantes ojos brillantes y
sedosas hebras color oro, me seguiría hasta el fin del mundo si pudiera. Exacto, aún
sabiendo cual sería nuestro inevitable final él era capaz de, con los ojos vendados,
seguir mis pasos sin importarle siquiera el camino que fuéramos a tomar y eso a mí
me hacía sentir sumamente valioso y especial.

Tal como lo dije, entramos a un mini súper que marcaba abierto las 24 horas. Yo
sonriendo con ternura y discreción cada que escuchaba otro ruidito proveniente del
estomago del menor, mientras este, muriéndose de hambre, luchaba por tener la
mínima fuerza de siquiera caminar.

─ ¿Estas cansado? ¿Debería cargarte?

─Uhg, estoy bien...

Sabía que estaba aguantando el hambre, así que apresurando mis movimientos llevé
mis pasos a cada pasillo y me dedique a buscar algo fácil de preparar.

Tomé en mis manos una barra de pan, un frasco de mayonesa, un paquete de jamón y
otro más de queso, para luego pedirle a Jungkook que me ayudara con la mitad para
así yo poder agarrar aquel par de sacos para dormir que se estaban exhibiendo en la
entrada.

─ ¿Hyung... eso?

─No querrás comer directo en el piso ¿o sí?

Un poco después de pagar por todo, salimos del establecimiento. En Google maps
había visto que estábamos a pocos metros del mar así que rogando para que Jungkook
aguantara un poco más, hice que siquiera mis pasos hasta ahí. No me arrepentí y por
lo que pude ver, el tampoco.

─ ¡Whoaa!─ Soltó─ ¡Es demasiado hermoso!

No habíamos llegado a ninguna playa, más bien era una especie de desnivel rocoso,
más parecido a un enorme acantilado, el cual nos mostraba el mar pero en altura.
Estaba oscuro, si, pero el horizonte que yacía frente a nosotros se veía eternamente
infinito.

─ ¿H-hyung? ¿A dónde vas?

Lo escuché decir poco después de empezar a llevar mis pasos casi a la orilla.

─A preparar nuestra cena.

─Pero... ¿ahí?

─Claro ¿Qué? ¿Nunca antes habías estado en un picnic nocturno justo sobre un
acantilado?─Sonreí al verlo pucherear─Ven acá bebé, yo te cuidaré para que no
caigas.

Algo dudoso, aunque notablemente emocionado, Jungkook me obedeció y para el


momento que estuvo a mi lado, yo ya había extendido los dos sacos para dormir sobre
el rocoso suelo.

─ ¿Ves? Y tú que decías que sería un desperdicio de dinero.

─ ¿Qué? ¡Yo nunca dije eso hyung!

─Aun así, quiero el crédito...

Y al terminar de decir esas palabras, tuve que contener mi respiración al momento en


el que lo sentí lanzarse sobre mí. Sus bonitos y suaves labios plantándose son dulzura
en una de mis mejillas.

─Gracias hyung. Muchas gracias por todo...

─Agh este niño...─Apenas y pude expresar, intentando con toda mi alma disimular los
nervios que de pronto me estaban asaltado─ ¿N-no que tenías mucha hambre? ¡Anda a
comer!

─ ¡Sip!

Ambos nos sentamos, uno frente al otro. Jungkook de inmediato tomó una rebanada de
pan y la devoró casi a la mitad, cosa que me hizo carcajear.

Ah ¿Cómo era que incluso comiendo desesperadamente ese mocoso se veía tan lindo?

No lo entendía. No, no podía entender como era que a mis ojos Jungkook lucía como
una perfecta obra de arte, de esas preciosas que te hacían hipnotizar a tal punto de
hacerte incluso desmayar.

No lo entendía, y menos lo entendí cuando al terminar de masticar su rebanada de


pan, el castañito hizo voltear su mirada y esta cayó directamente en mí, una inmensa
chispa en sus ojos resplandeciendo como nunca antes lo había hecho. Incluso más que
cuando se perdía en la vista del mar. Incluso muchísimo más que cuando se sumergía
en paisajes indescriptibles.

─Hyung...

─Shhh─Lo callé, pues me hubiera sido imposible prestarle atención a sus palabras
cuando sus ojos me miraban de esa manera.
"No digas nada, mocoso, no digas nada..." dije para mis adentros, rogándole con mis
pupilas aquello que mi mente gritaba.

No digas nada, no digas nada...

Él sonrió tímidamente y fue ahí que me di cuenta que incluso el propio movimiento de
mis manos que untaban la mayonesa en las piezas de pan, se habían detenido.
Entonces me percaté que sus ojos me habían hipnotizado tanto a tal grado de hacer
mis acciones involuntarias, inclusive aquella que involucraba la elevación de ambas
esquinas de mis labios.

También le estaba sonriendo, me di cuenta de eso.

Aclarando mi garganta mientras sentía mi rostro, y mi cuerpo en general, algo


acalorado, me dedique a desviar la mirada y seguir en mi tarea de preparar
correctamente los emparedados.

Los minutos pasaron, minutos los cuales fueron ocupados únicamente para comer.
Jungkook saboreando alegremente los alimentos y yo... yo observándolo a él y a su
tierna forma de comer.

─Deja algo para el postre, mocoso...

─ ¿Uhm? pero... no compramos postre.

─Ah... cierto.

Pero yo no me refería a esa clase de postre.

El reloj marcó las 3 de la mañana cuando ambos terminamos de cenar. Jungkook,


alegando que se sentía demasiado lleno, se puso de pie por un par de minutos para
luego hacer algunos movimientos con su cuerpo mientras caminaba unos pasos hacia
el frente y regresaba hacía mí. Necesitaba "bajar la comida" según él.

Cuando por fin el mocoso ese se sentó, yo me limité a levantar las envolturas de
basura para luego depositarlas en el interior de una bolsa, eso para tener un poco más
de espacio y sobre todo, estar un poco más cómodos. Fue poco después de unos
minutos que decidí hacer todo a un lado y deslizarme sutilmente hasta sentarme muy
cerquita del que miraba el oscuro mar.

─Gracias...

Al cabo de un par de minutos en silencio, lo escuché susurrar.

─ ¿Uhg? Pero si ya me diste las gracias niño.

─No hyung, no por la comida, y menos por las bolsas para dormir, sino por la razón
por la que hiciste esto.

Yo solo lo miré, y él me sonrió con esa pizca de dulzura que inundaba su rostro cada
vez que me miraba.

─Yo... no había ninguna razón por la cual lo hiciera─Mentí pero él inteligentemente


insistió.

─Claro que si hyung, la hay. Y yo la sé muy bien─Girando su mirada hacía el horizonte,


con melancolía adornando su voz, continuó─ Sé muy bien el porqué se te vino esa loca
idea de escaparte conmigo. Sé porque me propusiste huir y "olvidarnos de todo" La sé
muy bien.

─ ¿Ah sí?

─Sip y te quiero decir que es lo más maravilloso que alguien ha podido hacer por mí
en la vida.
─Niño...

─Hyung─Su rostro giró a mirarme nuevamente. Sus ojos quedando a escasos


centímetros de los míos mientras estos me miraban derramando entera adoración─
Aunque tú no te sientas con la confianza de decirlo aún. Aunque pienses que soy muy
impulsivo o poco sincero yo... quisiera recordarte una cosa...

Lo miré fijamente. Algo me decía que es lo que me iba a decir. Sus pupilas me lo
gritaban, ¡todo su ser lo hacía! Todo él me lo confirmaba, sin embargo, aún así, le
contesté.

─Te escucho...

─DakHo hyung, te amo.

Lo dijo. Lo volvió a soltar. Tal y como lo había hecho la primera vez, Jungkook volvió a
decir esas palabras con sus ojitos atestados de sinceridad, eso me hizo sonreír, mucho
más al escucharlo continuar.

─Te amo hyung. Te amo con toda mi alma y jamás dejaré de hacerlo. Te amo tanto que
sé que cuando llegue el momento de d-despedirte lloraré, y lo haré con una enorme
intensidad porque sabré que alguien como tu será muy difícil... muy difícil de o-
olvidar─Él tomó ambos lados de mi rostro y yo solo pude morder con fuerza mi labio
inferior al ver lo frágil que repentinamente se volvió su mirada. Estaba ansiando tanto
el poder llorar.

─No... no llores─Le pedí susurrando, y regresando con mis propias manos el toque en
sus mejillas.

─ Descuida hyung... no voy a llorar, no hoy. No cuando huimos en una moto a 150
kilómetros por hora lejos del mundo para olvidarnos de todo─Volvío a sonreír
poniendo todo de sí, para luego, un tanto orgulloso, anunciar─Hoy aguantaré mis
ganas de llorar. Por ti. Únicamente para disfrutar cada segundo a tu lado. Yo detendré
mis...

Pero no soporte más, no, no quise dejar más tiempo pasar y simplemente me lancé a él
con toda la intención de atacar sus labios.

Jungkook abrió los ojos a la par y yo sonreí sobre sus labios al sentirlo retener la
respiración debido al repentino contacto que yo había formado entre ambos.

La manera en la que lo besé fue lenta, realmente dulce. Lo besé con esa parsimonia
con la que anhelaba hacerle sentir todo lo que mi corazón sentía, aún si no había
encontrado la manera de decirlo con palabras, deseaba demostrárselo en todo
contacto que mi ser tuviera con su cuerpo.

─H-hyung...

Aquel honorifico salió en forma de un jadeante susurró por parte de mi niño, al


momento de yo abandonar sus labios para deslizar los propios hasta llegar a su cuello.

Ah, como amaba refugiarme en ese lugar.

Lo escuché suspirar y no tarde en sacar mi húmeda lengua para, con la punta de esta,
lamer delicadamente su precioso lunar.

Después de aquello continúe repartiendo besos en su cuello mientras me deleitaba


con los suaves y delicados jadeos que soltaba con su boquita.

Descendí a sus clavículas y sin permiso me atreví a llevar una de mis manos a esa
parte de su cuerpo que se había despertado por culpa de mis besos.

Jungkook jadeó al sentirme sobre sus ropas, y yo no pude quedar más embelesado
ante el precioso sonido de su dulce voz.
─H-hyung...ah~

Suavemente, me encargue de mover mi mano de un lado a otro, rozando su zona


sensible y haciendo a su vez que en cada movimiento Jungkook se deshiciera en
deliciosos jadeos mientras sus manitas se apretaban en forma de puños sobre mi
blanca camisa.

─ ¿Te gusta, mocoso?

Cuestioné, pero no le di tiempo para contestar con palabras claras, cuando mi mano
paso de estar sobre sus ropas a entrar descaradamente en el interior de sus bóxers.

Sus suaves jadeos convirtiéndose en pronunciados gemidos y su cuerpo retorciéndose


de encanto al sentir el sincronizado vaivén que le estaba haciendo con mi mano.

─Oh hy-hyung...~

Los movimientos a su íntima extensión iban cada vez en aumento, y él no tardó en


chillar cuando yo lleve mis labios a su pecho y, por encima de su camiseta, tomé con
mis dientes uno de sus erectos pezones para luego, pasar mi lengua sobre él.

┴¡Ah hyung!

Chilló y gimió repetidas veces, sus caderas moviéndose hacía mi y sus manitas
estirando mis cabellos antes de explotar de placer contra mi mano y sobre su propio
abdomen.

Jungkook gritó y yo rápidamente lleve mis labios a los suyos para devorarlos con
ansias mientras, frotándome yo mismo en su parte intima, me encargaba de alcanzar
mi propio éxtasis.

─¡Oh joder!

Estuve a punto de terminar dentro de mis ropas, sin embargo antes de que pudiera
ocurrir aquello, él fue más rápido en tomarme y sacarme, mi esencia saliendo en
forma de deliciosos espasmos para luego caer sin descaro sobre su cuerpo.

─Ah~

─Joder...

Ambos gemimos exhaustos, y yo sonriendo jadeante en su dirección, me lance a él


para darle un último y apasionado beso antes de dejarme caer a su lado.

─H-hyung...

─Shhh

Le susurré dulcemente, al mismo tiempo en que pasaba uno de mis brazos debajo de
su cuello para posteriormente arrastrar su cuerpo hacía mi.

─No digas nada...

─Dakho hyung pero esta- esta p-pegajoso.

Yo solté una estruendosa carcajada justo al caer en cuenta en el significado de sus


palabras. Cierto, nuestro desastre había terminado en todo su abdomen.

─Mi niño...

Elevé mi cuerpo y tomando de las cosas que habíamos comprado en el súper un


montón de servilletas de papel, me dedique a limpiarlo. Él mirando atento cada
movimiento de mi parte.
Una vez finalice, deposité los papeles dentro de la bolsa de basura, para luego
apresurarme a llegar hasta él.

─Listo...

Suspiré y él de inmediato se acercó a mi para que lo volviera a abrazar.

─Gracias hyung...

─¿Gracias?─Giré a mirarlo con una ceja completamente alzada y sacando mi


caracteriztico tono burlon, cuestioné─¿Por qué? ¿Por masturbarte?

─¡H-hyung!

Al escucharlo y sobre todo al ver lo rojo que se habia tornado su rostro, carcajé.

—¡Ay mi vida! No te avergüences, es normal. Es más, a partir de este momento se


convertirá en mi actividad favorita...

Sus ojitos me miraron perplejos, realmente sorprendidos, sin embargo, cuando pensé
que alegaría o soltaría un nuevo gritito hacia mí, lo que hizo el fue lentamente,
balbucear.

—¿M-mi vida?—Cuestionó con gran ilusión—¿Hyung, tú en serio me llamaste "mi


vida"?

Jungkook se quedó esperando una respuesta, y fue ahí que me di cuenta la manera en
que le había llamado. Sonriendo de vuelta a su dirección, lo miré directo a los ojos,
deposité un rápido besito en su frente, y confirmé.

—Así es bebé, así te llamé.

Su mirada no tardó en explotar al mismo tiempo en que sus preciosos dientecitos de


resplandecer. Yo, completamente enternecido ante su encantó, añadí.

—Tu eres mi vida Jeon Jungkook, creo que no habrá otra descripción que te quede
más.

—Hyuuung...

—Ah, soné muy cursi ¿no?

—Nop—Rió con su característica risita de niño pequeño—Sonaste perfecto.

—Uhg, tan empalagoso—Bromeando, continúe—Mejor durmámonos ya, la falta de


sueño me está haciendo decir tonterías.

—¡Pero hyung!

Pero en lugar de comenzar a alegar, lo que hizo él fue pegarse a mi cuerpo y


acurrucarse en mi pecho.

—Buenas noches hyung. Que tengas dulces sueños.

—Buenas noches mi vida.

Definitivamente los tendré.


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(Gente, amo escribir DAKOOK ❤)

IIIIIIIGGHH

Y ustedes? Tendrán dulces sueños después de eso?

¿Lo mejor? Se viene mas intenso recuerden que estamos hablando de Dak

Apóyenme votando y comentando!! Por favor!!!


.

Bonito fin de semana descansen


6.1 - Tan cerquita del amanecer

˗ˏˋ Day six ˎˊ˗

July 6th

Morning.

Era temprano, sino es que súper temprano.

A esa hora de la "casi mañana" el esplendor de la luna todavía era el protagonista del
paisaje marítimo que se mostraba sobre ellos y Dakho no podía estar menos
agradecido con ello al poder tener la bendita libertad de contemplar a un precioso
Jungkook dormido en completa serenidad.

Ah, era tan jodidamente bonito, ver al pequeño castañito descansar entre sus brazos
de aquella profunda manera; sus ojitos cerrados, sus rosados labios ligeramente entre
abiertos, esos cabellitos traviesos jugueteando en su bonita frente debido al ligero aire
de la madrugada, y sobre todo ese glorioso y casi visible movimiento de su pecho
ascendiendo y descendiendo cada 3 segundos; era la mejor imagen que el de
personalidad ruda alguna vez había podido apreciar.

Elevando su mano libre lentamente, esa que no estaba haciendo la función de


almohada para la cabecita del menor, el de personalidad ruda llevó la yema de sus
largos dedos hasta poder acariciar con delicadeza la sonrojada piel del castañito.
Suspiró, lo hizo al entrar en contacto con la perfecta tez blanca, y sonrió con notable
dulzura cuando debido a su toque, el cuerpecito aferrado a él se removió ligeramente
para poder acomodarse mejor. La barbilla de este arrugándose pronunciadamente y
su labio inferior abultándose con prodigiosa ternura.

Ah, ¿Cómo era que incluso estando dormido Jungkook podía lucir simplemente
adorable?

Sin querer dejar ir aquella oportunidad de un Jungkook adormilado, Dakho aprovechó


para llevar sus labios de inmediato a una de las clavículas descubiertas del menor
quien, poco después de sentir ese toque se limitó a soltar un sonidito similar a un
tierno ronroneo proveniente de lo más profundo de su pecho. Dak sonrió.

Con su juguetona sonrisita decorando sus labios, el de cabellos azabaches se dedicó a


continuar presionando sus belfos por una segunda, tercera e incluso cuarta vez en
aquel radiante tono de piel, para luego de unos cuantos segundos dar inicio a una
dulce sesión de besitos que caían en el cuello, mandíbula, nariz, mejillas e incluso
parpados del contrario.

─Mmmh─Volvió a soltar el castañito aún entre sueños, mientras su frentecita se


arrugaba por la "molestia" de ser despertado y sus bonitos labios se limitaban a
pronunciar todavía más su bonito puchero. Dak en ningún momento deteniendo su
labor.

─Hyung...

─Despierta dormilón.

Aún con los ojos cerrados, Jungkook negó.

─Es demasiado temprano—Balbuceó.

─Claro que no niño, anda levántate. Tenemos que ver el amanecer, juntos.

Fue entonces que el menor abrió sus ojitos a la par, estos viéndose notoriamente
adormilados mientras se llenaban de una bonita ilusión y adoración al encontrarse
rápidamente con la sonrisa de Dak.

─Eso...─Expresó el mayor a la vez que reía con dulzura y dejaba un fugaz besito en los
labios contrarios, antes de elevar su cuerpo para quedar sentado frente al aún oscuro
panorama que mostraba el mar.

Jungkook a como pudo lo imitó.

Irguiendo su espalda con flojera, el castañito bostezo exageradamente en tanto


estiraba sus brazos de un lado a otro, antes de dejar caer su cabecita en el hombro de
su mayor.

─Aún está muy oscuro, hyung—Señaló─ ¿Cuánto falta para que salga el sol?

─Mgh, ¿Cómo media hora? son las 5...

─ ¿Qué?─Jungkook giró a verlo rápidamente, su carita bañada de cansancio—


Hyuuung, el sol sale hasta las 6 y media—Lloriqueó ─ ¡Debimos dormir un poco más!

Y dicho esto, volvió a dejar caer su cuerpo sobre la bolsa de dormir.

─Yha, ¿Qué haces?

─Volveré a dormir. Me despiertas cuando falten 5 minutos para la hora.

Dak carcajeó negando múltiple veces para sí mismo antes de ir y colocar su cuerpo
encima del contrario.

─ ¡Hyung!

─No te duermas, mocoso.

─ ¿Por qué no? Estoy demasiado cansado ─Puchereó─ ¡Solo dormimos como una hora!

─En realidad, fueron casi dos.

─Una o dos, es lo mismo cuando hablamos de sueño, hyung.

─ ¿Si? Bueno ¿Quién te manda dormir tan tarde?

─ ¡Pues tú!

─ ¿Yo?
─Si ¡Tú que me empezaste a...!

Más calló sus palabras al percatarse de lo que estaba a punto de decir, Dak mirando
atentamente como su rostro se bañaba de un bonito color rojo.

─ ¿Qué pasa niño? ¿Ahora te arrepientes de haber hecho lo que hicimos hace un par
de horas?

Y el recuerdo exacto de esa imagen penetrando su mente con descaro, hizo al rostro
del menor simplemente explotar. El bochornoso y tortuoso sentimiento expandiéndose
con gran velocidad a otras aéreas de su cuerpo.

─No, y-yo, n-no...

─Mh ¿deberíamos de dejar de hacerlo y simplemente dormir más?

─ ¿Qué? ¡No! ¡Claro que no! digo...

─Esa es la actitud, bonito. Quedémonos con sueño pero jamás con las ganas de...

─ ¡Hyung!

El mencionado carcajeó. ¿Ya había dicho que amaba demasiado molestar al menor?
Bueno, pues se había convertido en su hobbies favorito.

─Bueno ya, ya. Prometo que guardaré mis descarados comentarios para evitar que te
sonrojes aún más, pero por favor no te duermas.

La oscuridad de los ojos de Dak lo penetraron, estos destellando un halo de


imploración y a su vez ese peculiar enigma tan distintivo de él.

─ ¿Por qué, hyung?─Preguntó─ ¿Hay alguna razón especifica por la cual no quieres
que duerma?

─A-ah si... la hay.

Cuando Jungkook pensó que el mayor continuaría hablando, este repentinamente se


alejó y quitándose de encima de él regresó a sentarse y acomodarse para volver a ver
el panorama frente a él.

─Yo─Continuó al cabo de un par de segundos─ En realidad quise despertarte temprano


porque me gustaría hablar contigo.

─ ¿Mh? ¿Hablar?

─Ajá. Antes de que salga el sol y empiece un nuevo día yo, uhm me gustaría hablarte
acerca de un par de cosas.

Para cuando Dak dirigió su mirada con la intención de ver la reacción de Jungkook,
este ya se encontraba levantando su cuerpo una vez más, sus grandes ojitos
cuestionantes mirando con entera atención, e incluso un poquito de pánico hacía él.

─ ¿E-es... es algo malo, hyung?

—No, bebé. No es nada malo—Le tranquilizó de inmediato—Es solo que es un poco


complejo, confuso e inclusive...c-cursi.

─ ¿Cursi?

─Ujum. A parte de que es algo que nunca he hablado antes con nadie.

Oh.

─ ¿C-con nadie, hyung?


─No, con nadie.

─ ¿Ni siquiera con doctor Park?

Dak volvió a elevar las esquinitas de sus labios con ternura al ver la bonita insistencia
del de apellido Jeon.

─No bebé, ni siquiera con doctor Park.

Doble oh.

─Hyung, eso quiere decir que... ¿es algo personal? Tú ¿Ha-hablaras algo acerca de tu
personalidad?

─Eres listo.

Y la confirmación de eso último en específico hizo a Jungkook terminar de explotar de


ilusión y felicidad.

¡Dakho le abriría su corazón!

Si, el alter "rudo" ese fragmento de personalidad fría, gruñona e inaccesible; ese alter
que todo el mundo pensaba al principio que no era de fiar, pues su actitud era tan
"mierda" a tal grado de ahuyentar y dar miedo a todos los que le rodeaban, confesaría
cosas muy personales frente a él y eso era algo que hacía al menor prácticamente
llorar.

No, claro Jungkook no dejaría ir semejante oportunidad de hablar con Dak solo por el
hecho de que el sueño le estaba ganando, así que, con la repentina emoción corriendo
por cada rincón de sus venas, y sobre todo ahuyentando el cansancio anteriormente
mostrado, el castañito se sentó frente a frente del contrario y cuando estuvo listo miró
directo a los ojos de este para luego, sumamente ilusionado, anunciar.

─Bien hyung, te escucho...

Al ver a "su niño bonito" muy quietecito frente a él, Woo Dakho suspiró, sus labios
curveándose lentamente ante la bonita imagen de un Jungkook expectante, mientras
su mente pensaba muy bien en cómo podía comenzar.

Okey, tenía que ser claro y sobre todo, sincero. Si, por primera vez en toda su bendita
existencia, Woo Dak Ho tenía que hablar con sinceridad. Él tenía que abrir si o si su
corazón.

—Bueno, primero que nada mocoso, quisiera decir... lo lamento—Comenzó—. Lamento


si en el pasado, justamente cuando llegaste al homestay yo... te traté mal. Lamento si
alguna vez llegué a portarme como una mierda contigo. Y sobre todo, lamento si al
principio yo me limité a fingir ser indiferente ante ti.

─Está bien hyung, no tienes porque disculparte, después de todo...oh, espera—Se


retractó al caer en cuenta de las últimas palabras─ ¿Dijiste fingir?

DakHo sonrió, lo hizo con dulzura al ver el repentino asombro derramado en los ojitos
del contrario.

─Si bebé, yo... fingí.

─ ¿Qué? pero ¿a qué te refieres exactamente con eso?

El mencionado elevó ambas manos al rostro contrario, estas posándose delicadamente


en aquellas sonrojadas mejillas pertenecientes a su niño, antes de decir.

─Jungkook tú... recuerdas el pasado ¿cierto?─Cuestionó y cuando vio al castañito


asentir, prosiguió—Y me imagino que también sabes que Taehyung no lo recuerda,
sino que todas sus memorias las tenemos sus alters.
─Si, eso me lo intentó explicar doctor Park. No lo entendí muy bien pero, ugh, algo se
me quedó.

─Bueno niño, luego del accidente Tae desarrolló amnesia disociativa al igual que tú,
así que todas las memorias que él vivió, tanto buenas como malas, pasaron a ser
directamente de los alters que en ese momento se encontraban.

─Ujum...

─El punto al que quiero llegar es que yo... yo fui quien se quedó con todas las
memorias que Taehyung creó contigo.

─ ¿Q-qué? ¿ha-hablas en serio, hyung?

─Si.

─E-entonces eso quiere decir qué t-tú...

─Que yo te conozco desde el inicio de todo, si mocoso.

El resplandor de estupefacción que destelló en la expresión del castañito fue


realmente único, sublime y jodidamente tierno, tanto que Dak tuvo que suprimir las
inmensas ganas que le llegaron por reír e ir directamente a tomar entre sus brazos la
delgada anatomía del menor.

─A-ah.

─Jungkook, desde la primera vez que te vi en la casa, justo cuando te tumbé fuera de
la cocina al ver que estabas escuchando la discusión que tenía con la señora Kim, al
mirarte a los ojos, al ver tus facciones y tu cabello castaño yo... de inmediato te
reconocí.

El castañito se quedó sin palabras, no pudo hablar, no pudo decir absolutamente nada,
por el contrario, solo se dedicó a observar a Dak, su mirada estando tan asombrada
como para reflejar toda la conmoción que se encontraba sintiendo con solo escuchar
la confesión del mayor.

─"El pequeñito niño valiente que en la infancia me salvaba" ─Dakho continuó—


Jungkook, en ese instante supe que se trataba de ti y aún así me limité a continuar mi
camino y simplemente a serte indiferente los siguientes días.

— ¿P-por qué, hyung? ¿Por qué tú...?

— ¿Por qué fingí no conocerte todo el tiempo?─Adelantó la cuestión del menor─ Pues
porque justamente ese fue el problema, niño. Conocerte tan bien. Conocerte y saber
que debía evitar encariñarme de ti. Conocerte y tener más que claro que NO podía
acercarme, NO podía dejarme llevar por los recuerdos que tenía contigo y
simplemente... evitarte.

— ¡¿Pero por qué?!

─Jungkook, soy un alter y para colmo en ese momento era el mayor protector.
¿Recuerdas cuando en el psiquiátrico me preguntaste porque protegía a Taehyung si
yo justamente era quien no lo dejaba salir? Bueno, no lo soltaba porque lo estaba
protegiendo de Vante y de todo aquello que él le podía hacer estando en co-
conciencia.

"─Por esa razón fui creado con esta mierda de personalidad, porque el hecho de que
fuera antipático e insoportable hacía que aquellos que quisieran lastimar a Tae no se
acercaran a él para nada. Mocoso, mi tarea todo el tiempo era cuidar de Taehyung.
Proteger y no lastimar, pero ¡nada más!

"─Bebé, yo no podía pensar en nada más, o más bien, no debía pensar en nadie más y
mucho menos en aquel que se suponía había nacido únicamente para pasar su
eternidad a lado de Kim Taehyung y no de...

Un alter como yo.

Se detuvo y poco después de tomar un poco de aire, continuó.

─Lo que quiero decir es que, yo tuve que limitarme, niño. Tuve que pintar una línea
entre tú y yo para evitar que esas ganas de dejarme llevar me ganaran. Tuve que
poner en primer plano el bienestar de Taehyung antes de pensar en lo que yo quería
porque justamente para eso es que fui creado. Para enfocarme en mi rol y no para... p-
pensar en ti.

Para ese momento, los grandes ojitos del menor ya se encontraban atestados de un
intenso brillo mientras estos retenían las enormes ganas que tenía por llorar. Su
corazón doliendo de una forma punzante a la vez que bonita, y su alma sintiendo como
mariposas le hacía flotar.

En ese instante Jungkook lo entendió. Luego de reflexionar a profundidad las palabras


escuchadas, Jungkook pudo descifrar con claridad aquel enigma que Dakho todo este
tiempo le había estado gritando:

Desde el principio Dakho ya lo adoraba. A pesar de su indiferente actitud, el alter rudo


ya sentía todo un mega universo por él.

Desde su primer encuentro, desde su primer contacto visual, desde su primer


intercambio de palabras e inclusive desde sus primeros desplantes, la mente de Dak
ya lo pensaba a cada instante y eso, el menor apenas lo estaba entendiendo.

— ¿Ahora comprendes porque me limité a tratarte como a "uno más" también a ti?—
cuestiono —Para mi hubiera sido todo un desastre si tú en aquel tiempo te fijabas
primero en mi antes que en Taehyung...

─P-pero... yo si me enamoré de ti, hyung.

─Lo sé, pero fue después de enamorarte de Taehyung.

Jungkook quiso replicar y eso Dak lo sabía, por eso mismo se apresuró a tomar el
pequeño rostro entre sus manos para luego depositar en sus labios un pequeño besito.
No podía dejar que el menor se dejara llevar por los sentimientos que se encontraba
sintiendo en ese momento.

—Por esa razón lo siento bebé—El azabache continuó con el tema principal de su
conversación─ Perdóname si en algún momento te hice sentir mal con mi actitud o si
mis acciones te hicieron dudar e incluso llorar. No solo en el pasado sino también...
cuando te fui indiferente el día de la fiesta aquí en la playa.

Jungkook hizo un puchero al recordarlo y Dak sonrió con tristeza al verlo así.

─Debiste sentirte realmente mal ¿no?─Le cuestionó, acariciando con dulzura su


arrugada barbilla—Un día antes todo había ido de maravilla en la tirolesa y al día
siguiente yo... pasé de ti. Debiste estar muy lastimado.

─S-si lo estuve hyung. Más cuando te vi con esa chica de... de aquella forma.

─Lo siento mucho, bebé—Se disculpó con un tono de voz realmente arrepentido─
Honestamente aquel momento fue uno de entera confusión para mí. No solo porque
mi etiqueta del rol se reactivó al leer las palabras de Taehyung en aquella carta, sino
porque...

─ ¡Espera!─De inmediato le interrumpió─ ¿La carta de Taehyung, dijiste?

Dak tragó duró al escuchar esa cuestión. Va se lo iba a decir, claro que sí le iba a decir
a Jungkook que también había recibido una carta de su host, al igual que él, pero no
de aquella manera.
Cerrando los parpados e inhalando lentamente por un instante, el mayor enterró su
mano derecha en aquel bolsillo delantero donde guardaba los retazos de una blanca
hoja de papel unidos con cinta transparente. Tomó el objeto poco después y abriendo
sus ojos, suspiró. Su vista yendo nuevamente hacía Jungkook.

─Mocoso...

─ ¿H-hyung eso es...?

─ ¿La carta que te dio Taehyung? Si.

─ ¡¿Cómo la encontraste?!─Cuestionó alarmado en tanto arrebataba el intento de hoja


de papel de las manos del contrario, cosa que hizo reír a Dak

─Descuida mocoso, lo que decía ahí no fue nada nuevo para mí cuando lo leí.

─ ¿Q-que quieres decir?

─Quiero decir que Tae escribió una carta similar para mí.

─ ¡¿Q-qué?! ¿En serio? ¿Entonces también te pide que...?─Calló de golpe, Dak


completamente enternecido, respondió.

─Ujum. También me pide eso.

La mayor sorpresa por parte de Jungkook vino al obtener esa respuesta. Si, por
milésima vez en lo que llevaba de inicio ese día, el castañito se limitó a quedarse sin
aliento por culpa de aquello que Dak le acababa de confesaba. Y es que ¡joder! ¿Quién
no entraría en shock de aquella manera al recibir semejante combo de información en
menos de una hora?

─Entonces...─Fue Dak quien volvió a tomar la palabra—Imagínate mi reacción al leer


las palabras de esa carta la mañana siguiente del día en la tirolesa. Quiero decir, yo
tenía planeado disfrutar a mi manera las vacaciones contigo, limitándome y
mostrándote la misma actitud que había traído desde el inicio aunque no ignorándote
por completo. Pero, mierda, leí esa jodida carta escrita especialmente para mí y todos
mis malditas intenciones se fueron al carajo, porque ¿En que puñetada estaba
pensando Taehyung? Ni siquiera yo podía creer lo que me estaba diciendo. Solo podía
pensar en que no era lo correcto ¡No! No debía dejarme llevar y...

Ahora fue el turno de Jungkook para interrumpir con un inesperado beso. Había
escuchado lo suficiente, es más había quedado por completo convencido.

─Entonces, fue por eso—Sonrió, juntando su frente con la de su mayor—Por eso mismo
fue que no quisiste tocarme esa noche.

─Por eso y porque estaba terriblemente ebrio, niño—Oh—No me iba a atrever a


ponerte una mano encima si existía la posibilidad de que no recordaras nada al día
siguiente. No soy tan cabrón.

Jungkook mordió su labio mínimamente, evitando sonreír ante lo bonito que se veía
Woo Dakho sincerándose. Queriendo hacer perdurar más aquella situación, aprovechó
para cuestionar lo siguiente.

─ Hyung, entonces... si todo lo que dices es verdad ¿Qué fue lo que te hizo cambiar de
opinión y simplemente dejarte llevar?

─Uhg, fue el mismo Taehyung, con tu ayuda claro.

─ ¿Qué? ¿Con mi ayuda?

─Así es, si no hubieras tirado esa carta en el bote del baño, jamás me hubiera dado
cuenta que Taehyung estaba dispuesto a todo con tal de que nosotros no nos
limitáramos.
─O-oh...

─Así que, después de leer la carta y caer en cuenta de que la insistencia de Taehyung
era grande a tal punto de incluso hacerte esas peticiones a ti... yo, simplemente tomé
una decisión y bueno, salí corriendo a buscarte.

─ ¡Hyung!─El menor alargó, su vocecita sonando un tanto infantil mientras se


dedicaba a acercar su cuerpo al contrario para posteriormente refugiarse entre sus
brazos. El mayor recibiéndolo de inmediato.

─ ¿Mh?

─Gracias por confesarme esto—Susurró—Por alguna razón me siento mucho más


emocionado y, ugh, conmovido. A parte de que pude confirmar una cosa...

─ ¿Ah? ¿Qué cosa, bebé?

Jungkook se despegó un poquitito de él para poder mirarlo directamente a los ojos y


con una preciosa sonrisita siendo dibujada en sus labios, señalar.

─Tu corazón es mucho más hermoso de lo que me imaginaba—Y sonrió más al notar el
ligero halo de asombro llenar los profundos y oscuros ojos de su mayor—Hyung, me
siento muy feliz porque no me equivoque contigo. Me siento muy feliz porque desde
un inicio, sin conocerte, yo deposité toda mi confianza en ti.

─Lo sé mocoso bonito, y por esa razón te adoró todavía más. Por qué a pesar de que
todo el mundo me señalaba y me etiquetaba como "el villano" tú... tú confiaste en mí.
Tú no huiste al darte cuenta de mi actitud y de todo "lo malo" que yo podía hacer
según esa maldita carpeta de personalidades, sino que insististe y lo hiciste de una
forma tan hermosa que te clavaste aún más profundo en mi corazón y... joder, ¿Qué
carajo me estás haciendo decir?

Cuestionó, suspirando y fingiendo estar completamente superado por todo lo que se


encontraba confesando.

─Se supone que yo más que nadie odio sobrepasar los límites de lo cursi y ahora
¡mírame!—Gruñó— ¿En qué demonios me has convertido, pequeño gusano?

El mencionado sonrió, lo hizo mientras sus mejillas se maquillaban de un tenue color


rojito y sus labios soltaban pequeñas risitas tan atestadas de ternura.

─Whoaaa ¿Y todavía tienes la desfachatez de reír?─Dak se atrevió a decir─ Después de


descubrir que yo, el poderosísimo Woo Dak Ho, por tu culpa se ha convertido en un
hombre enamorado, ¿Aún así te atreves a reírte de mí? ¡Aggh tan descarado!

─ ¡Hyung!

Ambos rieron al unísono. Jungkook, completamente sonrojado volviendo a refugiarse


en los brazos de su hyung, mientras este lo envolvía con su cálido tacto y se encargaba
de pegarlo aún más su pecho.

─Te amo tanto, hyung....

─Ah, y tú me tienes tan jodidamente enamorado, mi niño—Confirmó Dak, a ese punto


valiéndole una mierda no encajar con las etiquetas de su personalidad —Estoy tan loco
por ti. No solo por tus bonitas facciones o tu perfecta figura, sino por tu dulce valentía
al decidir entrar, confiar y sobre todo quedarte con "todos nosotros..."─claramente se
refería al sistema—Especialmente, gracias por eso mi vida.

Al escucharlo, Jungkook se aferró a su tacto. Abrazándolo con fuerza mientras


intentaba fusionarse prácticamente en él, el castañito enterró su rostro en el pecho de
su mayor, sus deseos anhelando no romper con la bendita calidez de ese contacto,
sino perdurarlo, hacerlo simplemente sempiterno.
Después de aquello, ninguno de los dos dijo algo, solo se quedaron así, aferrados el
uno al otro sintiendo los minutos pasar con notoria velocidad mientras sus miradas
contemplaban atentas el infinito panorama que se aclaraba poco a poco frente a ellos.

─Oh mira ¡hyung!─Jungkook, quien para ese momento ya se encontraba sentado entre
las piernas de su mayor y recargando su espalda en el pecho de este, señaló
sumamente emocionado el punto exacto en el que un rayo de sol salía a lo lejos de
entre las aguas─Se ve como si el sol estuviera saliendo del fondo del mar.

Y justamente, eso parecía.

El glorioso amanecer se limitó a hacer su aparición de a poco en poco, causando a su


vez que ambos chicos se deleitaran con la belleza que les regalaba esa magnífica
escena casi-casi irreal.

En un punto del momento, Dakho giró su mirada hacía a aquel castañito que admiraba
embelesado el panorama, y le fue imposible no sonreír ante aquello con lo que sus ojos
se toparon.

Si hace unas horas la luna le había obsequiado al mayor el placer de contemplar la


hipnotizante belleza de Jungkook dormido, los rayos del recién amanecer hacían ver a
este simplemente perfecto... indescriptiblemente magistral.

No quería dejar de verlo, no podía dejar de hacerlo.

─ ¿Hyung?

Jungkook llamo al sentir los ojos del mencionado sobre él y le fue imposible no
sonrojarse al darse cuenta que Dak no dejaba de mirarlo.

─Hyung—Alargó, y tímidamente sonrió. Dak imitándolo de inmediato antes de,


tristemente, susurrar.

─Ya amaneció, mi vida. Oficialmente, un nuevo día ha comienzo.

Jungkook solo le miró, ese malestar de vacío en su estomago sintiéndose de repente al


caer en cuenta en el significado de esas palabras. Sin embargo, antes de que su
corazón pudiera siquiera deprimirse, Dakho fue más rápido en levantarse para luego
extender hacía él su pálida mano derecha.

─Andando...

─ ¿Mh?

─No debemos de desaprovechar ni siquiera un segundo ¿lo recuerdas? Vayamos a


pasear.

Los ojitos del menor brillaron y de inmediato alzó su mano para tomar aquella que le
llamaba.

─ ¿A dónde iremos tan temprano, hyung?

─Primero a buscar algo para desayunar, y después, Mhh no sé—Rodeando con su


brazo los hombros del menor una vez que este se levanto, Dakho terminó— Tal vez a
perdernos y a hacer más desastres por ahí. Nuestras vacaciones no han terminado del
todo mocoso, así que... hagamos todo lo que queramos hacer.

-
¡Pido perdón por desaparecer x mucho! mi inspiración se fugó y no encontraba la
manera correcta para que este capitulo (la confesión de Dak en general) sonara
especial

So, ahí quedó. Espero en verdad les haya gustado.

¡Gracias por la espera!

Lxs IPY
6.2 - Menos limites y más amor.

Advertencia:

Capitulo atestado de miel.

˗ˏˋ Day six ˎˊ˗

Morning - Afternoon.

7:30 de la mañana y la miel que ambos chicos derramaban entre ellos era realmente
superior.

─ ¡Hyung!

─No me digas hyung—Gruñó el mencionado—Dime "esposo mío"

Jungkook soltó carcajadas y dejó de tomar su cafecito de minisúper justo cuando el de


"personalidad ruda" lo tomó de la cintura únicamente para arrastrarlo y hacerlo
sentar sobre él.

Hace un poco más de 5 minutos habían salido del establecimiento donde habían
comprado un par de donas y dos cafés, ese lugar donde Dak tomaba de la mano a
Jungkook y le daba pequeños besitos en el cuello cada dos segundos y ese mismo
lugar donde la encargada de cobrar les había preguntado directamente si acaso eran
esposos y se encontraban en una luna de miel.

─Nunca pensé que a los ojos de la gente luciríamos como esposos...

Señaló Jungkook, derritiéndose ante las caricias que repentinamente Dak comenzó a
dar en sus muslos.

─Me imagino que así lucimos, mi amor.

>>Mi amor<< Jungkook aún no se acostumbraba. No, el menor aún no podía


acostumbrarse a todo lo nuevo que era Dak: Sus miradas, sus sonrisas, sus cuidados,
sus caricias y esos tiernos apodos con los que, desde la mañana, le había empezado a
llamar.

Era demasiado para él, el castañito ya ni siquiera sabía cómo respirar siempre que su
mayor le miraba con esos profundos ojos atestados en dulzura y le hablaba con esas
melosas palabras saturadas en azúcar. Era algo nuevo y a la vez tan familiar, pero
sobre todo, era algo realmente fascinante y encantador.

─Hyung ¿Qué haces?

El menor sonrió y quiso morirse de la vergüenza cuando Dakho acercó hacía su boca
una de las donas de chocolate que tomaba con una de sus manos.

─ ¿Cómo que qué hago? Te estoy alimentando. Así que, copera que es mi primera vez
dándole de comer a alguien en la boca.

De inmediato, y al escuchar eso ultimo, Jungkook obedeció y abriendo su boquita,


aceptó gustoso aquello que le era ofrecido por su mayor.

─ ¡Gracias hyung!

─Ahora un poco de café, ten...

Era demasiado tierna, por no decir empalagosa la actitud de Dak, no obstante a


Jungkook le gustaba ¡le encantaba! Tener de aquella manera la atención del alter
"rudo" del sistema, era lo mejor que alguna vez en toda su existencia, le había podido
pasar.

Poco después de tener ese rápido y para nada saludable desayuno mañanero,
acompañado de infantiles mismos y bonitas caricias, ambos chicos se dispusieron a
caminar y a recorrer el lugar.

Jungkook adelante y Dakho abrazándolo por detrás, sus pasos avanzando por la orilla
de esa solitaria carretera.

De vez en cuando el castañito soltaba pequeñas carcajadas mientras señalaba y


"reclamaba" la invasión a su espacio personal. Dak por su parte, ignoraba sus
"quejidos" y solo se dedicaba a abrazar su cintura aún más fuerte mientras sumergía
su rostro en las hebras de sus castaños cabellos, o aterrizaba sus dientes en el lóbulo
de alguna de sus orejas.

─ ¡A-ah hyung!

Jungkook chilló cuando sintió la cautivante humedad de la lengua del de cabellos


azabaches atacar gran parte de su cuello, y este se echó a reír por lo tierno e inocente
que podía llegar a verse su menor.

─ ¿Qué pasa amor? ¿No te gusta?

No respondió, por el contrario, Jungkook solo se dedicó a hacer saber su respuesta


mediante la imagen de su rostro completamente empapado de rojo.

─Uhm...Ven aquí, bebé.

Tiernamente, Dakho tomó su barbilla acariciándola con su pulgar y haciéndola apoyar


en su dedo índice, antes de dejar caer sus labios en los del contrario, formando así un
solo y duradero besito inmóvil.

─Estas muy bonito, mocoso ¿Ya te lo había dicho?

Y sin esperar respuesta, por segunda vez en el día, el mayor volvió a pasear sus labios
por todo alrededor del rostro del contrario.

─Tus ojos, tu nariz, tus mejillas, tu boquita, todo en ti es realmente bonito, mi amor...

─Hyuuung.

Ah, en serio ¿Cuándo se iba a acostumbrar? ¿Acaso había una receta secreta para
familiarizarse con ese nuevo Dak?

Al cabo de unos minutos más de caminar y caminar, llegaron al centro de una pequeña
comunidad.

Se trataba de un pueblito, o bueno, una muy pequeña ciudad, donde la mayoría de sus
habitantes habían madrugado y despertado muy temprano para cumplir un día más de
vendimia local al turista.

(*)

10 am, a pesar de la hora, las calles del pequeño centro lucían abarrotadas de gente
yendo y viniendo a un lado a otro. Muchas de ellas divirtiéndose y deteniéndose en
cada puestecito que les causaba interés, mientras otras tantas entraban a los locales
de comida para poder almorzar.

Jungkook y Dakho por su parte, caminaban lentamente agarrados de la mano. El


primer mencionado emocionándose siempre que veía algo que le llamaba la atención,
y el segundo deleitándose por sus expresiones de niño pequeño.

─ ¡Mira hyung...!─Señaló un muy emocionado el castañito mientras acercaba sus


pasos a un pequeño puestecito de artesanías bohemias.

─ ¿Te gustan?

—Están muy bonitos—Confesó, acariciando con las yemas de sus dedos los accesorios
que se encontraban mostrándose en una mesita.

Sin perder más tiempo, Dakho sacó la cartera donde yacían los pocos billetes que
quedaban de sus ahorros, y tomando uno de estos, lo extendió a aquella mujer mayor
de edad que se encontraba tejiendo con sus manos un bonito brazalete.

─Me da dos, por favor.

Fue lo que dijo una vez que la mujer lo miró, y Jungkook no pudo hacer nada más que
estallar su mirada de entera felicidad.

─Con gusto joven. Serían 1500W (1.25 dólares) ─Anunció la mujer, tomando el billete
para luego contar sus moneditas y así alcanzar a juntar la feria que le tocaba regresar.

─Está bien. Quédese con el cambio. Su trabajo está muy bien hecho, merece que su
costo sea un poco más.

Y después de decir aquello, Dakho giró su mirada a aquel chiquillo que lo veía con sus
ojitos completamente llenos de admiración.

─Ow, hyung.

Esté solo le sonrió, y al cabo de un par de segundos, señaló—Venga mocoso. Escoge


dos...

Sin dudarlo, Jungkook accedió y tomando un par de aquellos hermosos collares estilo
bohemio hechos a mano, chilló.

─ ¡Estos!

─Buena elección.

Después de dar las gracias a la mujer, y que esta se deshiciera en reverencias hacía
ellos, los chicos se alejaron del lugar, el menor de ambos girando a ver con una bonita
ilusión a su mayor.

─ ¡Dakho hyung! ¿Deberíamos usarlos justo ahora?─cuestionó, refiriéndose a los


collares.
─Claro que si, amor. Si tú usas un brazalete de pareja junto a Taehyung, usaras uno de
estos conmigo.

El menor sonrió de acuerdo, y sin tardar mucho extendió uno de los collares en
dirección hacia Dak. Este, invadiendo el espacio personal del contrario, se acercó a él
para rodear su cuello y ponerle el accesorio que unos segundos antes había recibido.
Jungkook quedando totalmente paralizado, al tenerlo tan cerquitita de él.

─D-Dak...

─ ¿Qué pasa, bebé?

─E-estas muy cerca.

─ ¿Y?

─P-pues que estamos en publicó.

─Ah—Ambos susurraban, y Dak se limitó a separarse mínimamente, solo para poder


ver a los ojos del menor—Entonces porque estamos en público, ¿no tengo permitido
hacer esto...?

Importándole poco eso que el castañito había señalado, Dakho tomó con ambas manos
el rostro de este y rompió esa poca distancia que tenía con él únicamente para
sumergirse en un húmedo contacto con sus labios.

Dakho lo besó, lo hizo despacio. Lo hizo justo en medio del callejón lleno de gente y de
una manera tan dulce que se encargaba de hacer saber a todos los que pasaban por
ahí y los veían, que le importaba un carajo lo que fueran a pensar. Lo hizo, y después
de unos cuantos segundos se separó del menor para luego darse el lujo de pegar su
frente en la de él. Sus penetrantes ojos abriéndose y atrapando aquellos bonitos y
asombrados del contrario.

─Te quiero mucho, mocoso, te lo dije ¿no? Me tienes completamente loco—Le susurró
sintiéndose realmente enternecido al ver el rostro del menor enrojecer─ Así que, que
te quede bien claro, estando en público o no, no me cansaré de mencionarlo y mucho
menos voy a parar de demostrarlo. No después de todo lo que pasó. No después de
todo lo que ya perdimos...

La mirada de Jungkook flanqueó, sin embargó, no permitió que su expresión se


apagara por completo, al contrario, hizo que su perfecta sonrisa de niño pequeño
reluciera sobre sus rojizos labios al mismo tiempo en el que ordenaba a sus brazos
enredarse fuertemente en el cuello de su mayor antes de estampar sus belfos de
nueva cuenta sobre los de él.

Ahora quien besó al de personalidad ruda fue Jungkook, y lo hizo completamente


dichoso de tenerlo justo frente a él. En ese momento, en ese segundo, en ese lugar.

Cierto, Dakho tenía razón, ellos no podían darse el lujo de limitarse y menos de
tomarle importancia a lo que dijeran los demás. No, no podían hacer eso. No en ese
instante, no cuando los segundos avanzaban en cada suspiró, no cuando el tiempo era
tan poco, y mucho menos sabiendo que pronto todo, ese bonito e insuperable sueño,
estaba a nada de terminar.

***

─Ven acá, mi amor.

─Hyung no... No creo que sea buena idea. Puede haber cocodrilos.

Obviamente, aquella no era zona de cocodrilos.

9 pm, si, el día había volado. El sol en sí, ya se había metido. Otro día más, (el sexto
para ser más concretos) ya había culminado.
Poco después de terminar de recorrer el pequeño centro de puestos, los chicos se
introdujeron a un local de comida para almorzar. Era la una de la tarde cuando
terminaron, Jungkook confesando que la comida de esa zona de la isla era realmente
deliciosa, tanto que había comido de más hasta casi estallar.

De nueva cuenta, se habían limitado solo a caminar. Dakho refunfuñando de vez en


cuando por haber decidido pasear sin la moto, aunque a su vez agradeciendo, pues
recordaba que de haber sido de esa manera, no podría estar abrazando ni tomando de
la mano al menor.

Dándose besitos cada que podían, los chicos habían llegado a esa zona poco transitada
donde nuevamente se habían encontrado a sí mismos en completa soledad. Fue
entonces que llegaron a ese lugar.

Un lago solitario, rodeado de hermosas áreas verdes. Un sitio donde no se escuchaba


nada más que el cantar de las aves y el sereno movimiento del agua cristalina. Uno
donde, para su buena suerte, podían estar solamente ellos dos.

─No hay cocodrilos, bebé. Anda.

Un poco dudoso, Jungkook asintió para luego retener la respiración al ver como Dak
quitaba su camisa de inmediato.

─A-ah ¿hyung?

─ ¿Qué? No esperabas que me metiera al agua con todo y ropa o ¿Sí?

Fue justo cuando vio desaparecer el short de Dak, que Jungkook casi se ahogó con el
movimiento de su propia saliva dentro de su garganta. Okey tenía que relajarse, no
era la primera vez que veía a un chico en ropa interior, es más él claramente era un
chico y se veía a sí mismo todos los días incluso desnudo. Ah, pero sabía que no era
igual.

No, su cuerpo no se comparaba en nada con aquel perfecto del pálido y mucho menos
su ropa interior era tan ajustada como aquella que hacía resaltar los muy buenos
atributos que poseía Dak.

Va, pero en serio, tenía que relajarse, a parte, no era la primera vez que se encontraba
en una situación similar con el mayor ¿verdad?

─ ¿No vienes, bonito?

Luego de salir de su pequeño trance, Jungkook movió sus piecitos vacilante hacia el
lugar donde Dak había dejado su ropa antes de echarse un clavado al agua. Titubeante
tomó los bordes de su camiseta para luego quitar esta misma de su cuerpo de un solo
tirón.

Al contacto con el airecito nocturno, su torso tembló y casi juró perder la respiración
cuando al voltear hacía en frente, una oscura mirada le atrapó.

Dak lo observaba de lejos prestando suma atención a cada movimiento de su cuerpo,


mientras el suyo propio se mantenía cubierto con el agua cristalina del lago.

─Mi amor...─La ronca y deseosa voz de Dak se escuchó al segundo en que un tímido
Jungkook hizo desaparecer su short─Ven acá.

Y así hizo. A pasitos pequeños, el castañito se acercó a la orilla del lago para después
empezar a meter su cuerpo lentamente. Por obvias razones el agua estaba fría si, sin
embargo, eso fue lo último en lo que pudo pensar Jungkook, pues tener las dilatadas y
oscuras pupilas del mayor clavadas en él, le hacían sentir de todo menos frio.

─Eso es...

Escuchó a Dak decir, antes de sentir sus manos tomar su delgada cintura bajó el agua.
—Ya estoy aquí, Dakho h-hyung.

El mencionado sonrió ante el tonó de voz que empleó el castañito al pronunciar su


nombre de aquella manera y mucho más al reparar en su tímida, dulce e inocente
expresión.

En ese instante, ambos se miraron fijamente a los ojos, el tiempo corriendo sin prisa y
sus labios pronunciando nada en tanto sus miradas se hacían responsables por decir
todo lo que sus mentes querían decir y sobre todo, aquello que sus cuerpos anhelaban
por sentir.

Y la sonrisa de Dak se pronunció aún más, lo hizo al percatarse de cómo los ojitos
contrarios viajaban hasta posarse en sus labios, mientras el color rojito en las blancas
mejillas se intensificaba sin algún descaro.

Cuando Jungkook llevó su mirada de nueva cuenta a aquella contraria, esa corriente
eléctrica volvió a vibrar en su interior al toparse con esos profundos ojos tan brillantes
y a la vez tan oscuros de deseo pertenecientes a su mayor. Por un momento su propia
boca reaccionando ante la intensa mirada y haciéndolo soltar a su vez un pequeñito
jadeo.

Solamente Woo Dak Ho sabía cómo prenderlo sin tocarlo. Solo él sabía cómo excitarlo
con solo mirarlo.

Entonces, sin pensarlo, Dakho hizo que el toque que había hecho en la cintura del
contrario, se convirtiera en un abrazo completo, uno donde pegó descaradamente la
anatomía del menor a la de él mientras rozaba su nariz con la contraria ante de decir.

─Mantén el aire todo lo que puedas, mi vida.

Y lo que sintió Jungkook después de obedecer al mayor tomando una bocanada de


aire, fue como este los hacía sumergir a ambos totalmente bajó el agua. El castañito
aferrándose al cuerpo de Dak y esté sosteniéndolo con fuerza antes de pegar sus
labios inmóviles a los de él.

1, 2, 4, 5... Salieron a la superficie, y con sus labios aún juntos, Dak comienzo a besar
a movimientos lentos, los belfos contrarios en tanto sus manos traviesas acariciaban
superficialmente la cintura de Jungkook y bajaban un poco más abajo de sus caderas.

El menor por su parte, lo que hizo fue relajarse y dejarse llevar mientras enredaba sus
brazos en el cuello de Dak y sentía como las caricias de este le hacían volar al estar
rebasando los límites de su propia conciencia.

─Mhj, h-hyung.

─Mi amor. Nademos toda la noche aquí...

-
No vayan a empezar a pedir detalles

lasjkdlk Por cierto, este día lo partí en 3 partes en lugar de solo 2

La tercera la subo en el transcurso de la semana ¿sale?

Que tengan bonito inicio de semana. Gracias por todo ILY<3 ❤


6.3- Verdadera alma gemela

Quiero dormir a tu lado


Y quiero volver a casa contigo
Quiero tomarte de la mano
Quiero estar cerca de ti.

Y eso es todo lo que quiero hacer en este momento


Así que ven ahora y háblame despacio.

Troye Sivan - "Talk me down"

(Advertencia ⚠ Escena + 18)

˗ˏˋ Day five - sixˎˊ˗

Midnight.

3:00 am

A orillas del lago, con su espalda desnuda tocando el húmedo césped, sus piernas por
completo abiertas, sus manitas enterradas en las negras hebras de su mayor y su
columna vertebral vibrando debido a todas las emociones que segundos antes habían
explotado en su interior, Jungkook gimió al "terminar" dentro de la boca de aquel que
yacía entre sus piernas, su alma saliendo de su cuerpo y su ser tocando las estrellas al
sentir como Dak terminaba de saborear su miembro antes de pasar sus besos hasta
uno de los muslos de sus piernas, vientre bajo, abdomen y terminar en uno de sus
pezones.

─Hyung-ah~

Jadeó, y el mencionado no dudó en llevar sus ardientes besos hasta sus labios.

Y la escena del día anterior se volvió a repetir, esa donde Dak mordía, lamia y besaba
como si su vida dependiera de ello los bonitos labios de su Jungkook, mientras este,
completamente ansioso, tomaba el prominente miembro de su mayor para poder dejar
en él pequeños deslices en forma de vaivén que le hacían a su vez deleitarse con los
insuperables gemidos que Dakho hacía escapar en cada choque de sus bocas.

El de personalidad ruda, por su parte, no veía el momento para terminar de nueva


cuenta sobre el formado abdomen del menor, y es que los movimientos que este le
hacía en su entrepierna, a pesar de que eran torpes, se sentían tan jodidamente bien.
Bueno, en realidad la calidez en las manitas de Jungkook, era lo que le hacía sentir tan
bien.

─Así es bebé... más r-rápido, mhg~

Y el de hebras castañas no tardó mucho en obedecer las suplicas del contrarió, quien,
luego de soltar un ronco sonido proveniente de lo más profundo de su pecho, terminó
en el torso de aquel que yacía acostado debajo de él.

Jungkook jadeó, sus manitas dando los últimos vaivenes y su labio inferior siendo
aprisionado por sus dientes al ver la escancia de su mayor caer sin descaro sobre su
cuerpo.

Lo que vino después de aquello fue una larga e intensa sesión de besos controlada por
DakHo, quien se encargaba de que Jungkook supiera lo endiosado que estaba con él,
por medio de las mordidas que daba en sus labios y las pequeñitas succiones que
dejaba en su cuello.

─Estas tan jodidamente delicioso, mi vida—Sonrió sobre su piel y Jungkook no pudo


hacer su rostro sonrojar más.

¡Que vergüenza!

¿Qué se supone que el castañito tenía que responder a eso? ¿Cómo es que debía
incluso actuar después de ver a Dak haciéndole sexo oral? Joder, el solo pensamiento
y recuerdo hacía a su rostro simplemente explotar.

─H-hyung.

Espetó, sus bonitas mejillas bañándose de un visible color escarlata y sus labios
balbuceando torpemente algo inentendible. Dak, sonriendo aún más al quedar
completamente maravillado con su reacción.

─Demonios, deberías verte en este instante. Estas jodidamente ardiente y precioso...

El cuerpo de Jungkook vibró al escucharlo, y por enésima vez en la noche, sintió su ser
desfallecer cuando Dak paseó sus labios por todo el contorno de su mandíbula para
después terminar con pequeños besitos y lamidas en su cuello.

─Realmente, realmente hermoso...

¿Ah, que era lo que había hecho Jungkook para merecer aquello? Tener a Dak, el alter
más "rudo" del sistema de su novio, refugiado de aquella manera en su cuello, era algo
simplemente tan difícil de creer.

DakHo por su parte, solo podía estar embriagándose del aroma del más pequeño, de la
calidez de su cuerpo, y de lo relajante que era sentir tenerlo tan cerca.

Y es que todo de Jungkook le encantaba, ¡Le fascinaba! Toda acción por su parte se le
hacía sorprendente viniendo de él, ¡por más mínima que fuera! Jungkook tenía el
poder de hipnotizarlo incluso con el delicado movimiento de su torso en cada
respiración, con el glorioso sonido de los latidos de su corazoncito andando dentro de
su pecho, con la maravillosa sensación de su piel erizándose bajo su tacto siempre que
se sentía una ráfaga de aire fresco...

Y fue ahí, al sentir justamente esa sensación acompañada de un ligero temblor por
parte de Jungkook, que DakHo no tardo mucho en salir de su "refugio" únicamente
para acaparar el pequeño cuerpo contrario con la calidez de sus brazos.
─Ven aquí, hace frío...

No mentía. De hecho, Dak estaba cien por ciento seguro que en ese lado de la isla el
aire estaba un poco más helado de lo normal, sin mencionar que, como estaban casi
recién salidos del lago, la temperatura de su cuerpo no era específicamente caliente, a
pesar de lo que ya habían hecho.

Una vez sintió el cuerpecito de Jungkook acurrucarse sobre su pecho, el de


personalidad ruda se limitó en comenzar a acariciar las húmedas hebras castañas del
menor. Sus movimientos siendo suaves, amables, algo que hizo sentir a Jungkook en el
mismísimo cielo.

─Estas temblando...─Continuó Dak al no sentir los temblores cesar─¿Deberíamos


buscar un lugar cálido para dormir?

Pero cuando estuvo a punto de separarse del menor para elevar su cuerpo, este se
aferró a su contacto, rogándole con ese insignificante movimiento que no se atreviera
a alejarse de él.

─¿Mocoso?

─Hyung abrázame—Susurró manteniendo sus ojitos cerrados y su rostro enterrado en


el pecho contrario.

─Amor, tenemos que...

—No, está bien hyung. No te separes solo... solo quédate aquí y abrázame f-fuerte.

Y el duro corazón del arrogante alter, volvió a flanquear después de escuchar el


quiebre de voz en la ultima palabra pronunciada por el castañito. Fue por ello que sin
dudar, hizo caso a su ruego. Por ello DakHo volvió a acomodarse en el húmedo césped
y, tal como Jungkook se lo pidió, abrazó con fuerza su pequeña anatomía,
traspasándole a su vez todo el amor, absolutamente todo el cariño y su calidez, para
que de esa manera su pequeño mocoso no sintiera frio y mucho menos temor.

─Te amo escuincle...─Susurró al cabo de unos segundos y Jungkook lo único que pudo
hacer fue aferrarse más a su contacto—Te amo con mi vida entera. Te amo tanto que
incluso llega a doler. Eres mi universo Jungkook, mi más bonito complemento. Nunca
lo olvides ¿de acuerdo?

Como respuesta Jungkook depositó sus labios en el desnudo torso de su mayor, para
luego dejar en esa área un muy largo y dulce besito, lo cual le aseguró a Dak que, en
definitiva, jamás olvidaría esas palabras.

Y es que ¿Cómo podría hacer eso? ¿Cómo Jungkook se iba a atrever a borrar de sus
recuerdos el magnifico amor que Dak se encontraba entregándole? ¿Cómo el menor
iba a ser capaz de olvidar algo tan glorioso como lo que se encontraba viviendo ahí, en
esa isla solitaria con la "personalidad" más increíble que en su vida pudo conocer?

No, Jungkook no iba a hacerlo, jamás en lo que quedaba de su existencia iba a olvidar
aquello. Por el contrario el menor se iba a encargar de alabar y glorificar día con día
esos puros y auténticos sentimientos pertenecientes a Woo DakHo, el poderosísimo y
eterno alter dueño de sus suspiros. El primer amor de su vida, el único ser al que se
atrevería a llamar, su verdadera alma gemela.
.
.
.
Ya tenía este cap escrito desde hace como 3 días y no había querido subirlo bc... hay

Whatever espero entiendan el significado de "alma gemela" en esta situación. Quien lo


haya hecho, le doy una rosa virtual si lo explica correctamente en comentarios ☺
.
.
Lxs TKM ❤
7.1-1 Un amargo despertar.

˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

1er perspectiva.

July 7th- 4:00 AM.

51, 52, 53... El beso que se encargaron de mantener ambos chicos por los siguientes
segundos convertidos en minutos, fue simplemente magistral.

Jungkook aferrando sus brazos al rededor del torso de su alter favorito en tanto
acariciaba su espalda con eterna suavidad, mientras DakHo se deleitaba y saboreaba
con parsimonia los deliciosos labios de aquel castañito que consideraba su "todo".

Dulzura, amor, pasión y es que en ese momento justamente no podía existir nada más,
no, solamente ellos dos regalándose cariño debajo de la luna llena y en medio de la
oscuridad de la naturaleza mientras el aire fresco chocaba con el tacto de sus cuerpos
mojados. Solamente ellos dos y sus respiraciones, sus caricias y esos corazones
acelerados que les rogaban por no parar jamás.

─Hyung...

Por primera vez en la noche, después de escuchar a Dak decirle "te amo" y sobre todo,
después de terminar con ese largo beso que había comenzado luego de dichas
palabras, Jungkook miró fijamente al contrario, su sonrisita llenándose de amor en
tanto su carita resplandecía brillante ante aquel que se había convertido en su entera
adoración.

─ ¿Mh?

─Dakho hyung... hagámoslo ahora.

El contrarío frunciendo el ceño al escuchar dichas palabras, solo le miró, Jungkook de


inmediato prosiguiendo con aquello que anhelaba pedir.

─Hyung, en lugar de solo tocarnos y besarnos quiero... que tengamos sexo.

─ ¿Mh? K-ko...

─Dakho hyung...—Lo interrumpió al verlo dudar─ Te necesito. Necesito sentirte ya


dentro de mí. Quiero que me beses con locura intensa mientras me... ugh—Se detuvo
a la vez que desviaba su mirada con un ligero rubor instalándose en sus mejillas─
Dakho... yo solo quiero que lo hagamos de una vez. Quiero que me des todavía más
amor de aquel que me ya has obsequiado. Por favor solo...
─K-Kookito...─El chico sobre él, con su rostro completamente bañado en rojo, lo
interrumpió─ ¿D-de que hablas...?

Ahora fue el turno de Jungkook para abrir los ojos a la par, su ceño frunciéndose
inmensurablemente al escucharlo.

─¿D-Dak?─Con voz temblorosa y tono perplejo cuestionó, no obstante, lo que obtuvo


como respuesta inmediata de parte del contrario fue una expresión atestada de pena
seguida de unas palabras que lograron romper por completo su corazón.

─Lo siento Kookito, pero yo no...

Oh. Al escucharlo, todo el ser del menor palideció, su cuerpo empezando a temblar de
ansiedad en tanto sus bonitos ojos comenzaban a llenarse de lágrimas.

─ ¿T-Tae?

Y no supo que fue lo que sintió cuando el mencionado lentamente asintió. No,
Jungkook no supo si fue alegría lo que le invadió por volver a ver a su novio después
de días de no hacerlo o dolor por percatarse de que, en efecto... la característica
mirada de Dakho en aquellos intensos ojos ya no estaba más. No supo tampoco el
porqué ese inmenso dolor en su corazón, y mucho menos entendió porque de un
momento a otro la desilusión invadió cada milímetro de su cuerpo.

─ ¿K-Kookito?─Lo llamo el mayor, sin embargo lo único que pudo hacer el castañito fue
mirar por sobre sus ojos nublados como la expresión de su novio se angustiaba─
¿Estás bien, bebé?

Pero no respondió, no pudo hacerlo, no cuando la cascada de lagrimas salida por sus
bonitos orbes cayó cuesta abajo por sus sonrojadas mejillas al mismo tiempo en que
por su boquita salía un repentino sollozo lleno de... dolor.

─ ¡Kookie!—La voz de su novio expresó y él lo único que pudo hacer fue mirarlo a
través de sus mojadas pestañas.

Dolía, claro que dolía. Algo dentro de él ardía ¡Algo dentro le estaba quemando con
intensidad! Y a pesar de que su Tae estaba haciendo de todo para intentarlo auxiliar,
él no podía dejar de llorar.

─Kookito, amor...

Algo estaba sucediendo, algo lo quería matar, Jungkook se dio cuenta de eso cuando
de un momento a otro, el mismo paraíso a su alrededor se comenzó a nublar.

─ ¿H-Hyung?─Sollozó, pues la llegada de esa repentina neblina le había quitado la


capacidad a su vista de ver aquel rostro de su novio completamente angustiado─ ¡H-
Hyung!

─Bebé...

─H-Hyung, ¿D-donde estas? ¡H-Hyung por favor!

─Bebé no llores, por favor.

─ ¡Hyung!

─Mocoso...

─ ¿D-Dakho? ¿T-Tae? ¿D-dónde...? ¿Dónde están?

Fue justamente cuando hasta la luz de la luna llena se apagó, que Jungkook sintió el
verdadero temor. Ya no había nada a su alrededor, el lago, el pasto, los arboles, la
luna, todo, absolutamente todo había desaparecido.
Todo se había ido. El lugar, los momentos, los recuerdos, ellos... Woo Dak Ho e incluso
Kim TaeHyung, ya no estaban más. Percatarse de eso último justamente fue lo que le
hizo volver a gritar.

─ ¡Oh por Dios! ¡D-DakHo hyung! ¡T-tete hyung!─Sollozó, lo hizo mientras llevaba su
nebulosa mirada a todo a su alrededor y gritaba como si su vida dependiera de ello los
nombres de esas últimas dos personas que lo habían llamado. Esas únicas dos
personas que tanto lo habían amado.

─ ¿D-dónde están? Por favor ¡Regresen!─Se encontraba desesperado rogando al


silencio y a la oscuridad volver a verlos una vez más─P-Por f-favor no me dejen, se los
suplico ¡Por favor! N-no se vayan... ¡No! D-Dakho, TaeTae... P-por favor.

Fue lo último que alcanzó a soltar, antes de dejar caer sus rodillas al piso con
brutalidad y... despertar.

Sus ojos estaban nublados cuando los abrió, su corazoncito andando con rapidez y
señales de pequeñas lagrimitas postradas en el área de sus ojeras.

El castañito puchereó, su rostro siendo cubierto por sus manos antes de dejarse llevar
por el llanto que momentos antes, en aquella espantosa pesadilla, lo había atacado.

¿Por qué había soñado eso? ¿A caso su mente lo quería destrozar? ¿O lo quería
preparar para aquello que, en un poco más de 24 horas, estaba a punto de pasar?

─ ¿Mocoso?

Esa voz le llamó. Esa, su favorita entonación.

─Oh joder mocoso ¿Qué es lo que...?

Pero Dakho no alcanzó a completar su pregunta, al contrario, se detuvo con


brusquedad al sentir la anatomía del castañito aferrarse por completo a la de él.

Dejando a un lado el par de sándwiches y refrescos que sostenía dentro de una bolsa
con sus manos, el de tercera personalidad abrazó de vuelta a aquel que temblaba
débilmente mientras se agarraba a llorar pegado completamente a su pecho.

Jungkook por su parte, lo único que podía hacer era sollozar cada tanto y suspirar con
intensa sensibilidad acumulada en su cuerpo.

La expresión de Dakho era perpleja, jodidamente sacada de orbita, no obstante en


ningún momento dejó de acariciar los cabellitos contrarios al mismo tiempo en que
susurraba cosas solo para él.

Luego de un par de minutos, justo cuando Jungkook se calmó, susurró.

─Hey... escuincle ¿Qué pasa mi vida?

Con suma ternura y delicadeza, DakHo tomó el tembloroso cuerpecito del contrario y
lo alejó un poquito, solo a un punto de poder ver directamente a esos rojos ojitos tan
atestados de lágrimas y temor

─Amor...

Pero lo que DakHo nunca espero fue escuchar eso que vino después. Esa petición que
tanto había estado evitando, ere ruego por parte del menor que tanto estaba temiendo
escuchar.

──Hyung... N-no te vayas.

-
-

Jellooowiiin slkahlkdjlk capitulo super cortito por que en realidad subiré dos!

Así que encárguense de leer en orden los capítulos y.. pues que? prepárense por que
si no me equivoco... dolerá el siguiente </3
7.1 - 2 Un amargo despertar.

˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

2da perspectiva.

[WDH]

4:00 AM.

Jungkook se quedó dormido entre mis brazos, me di cuenta de ello cuando el


movimiento de su pecho al respirar se volvió más lento, suave, jodidamente
hipnotizador.

Quería refugiarme en el, quería fundirme en sus brazos, pegar mi oído contra su
pecho y hacer que sonido de los latidos de su corazón me arrullarán, no obstante,
decidí cambiar de planes cuando él, entre sueños e , estornudó antes de pegarse
todavía más a mi cuerpo inconscientemente.

Joder, hacía frio.

No nos podíamos quedar ahí, teníamos que encontrar un lugar, uno donde nos
pudiéramos refugiar, uno que nos asegurara que el día de mañana no íbamos a
despertar con una pulmonía.

─Mi amor...─Susurré en su dirección haciendo a su vez que mi mano libre acariciara


con delicadeza su rostro─Mocoso bonito, despierta, tenemos que ir a otro lugar.

Pero lo único que recibí como respuesta de su parte fue un inentendible balbuceo
seguido de un apapacho todavía más intenso.

─Ah escuincle, eres un bebé...

Sonreí dejando mis labios sobre su frente por un par de segundos antes de separarme
de él lentamente.

Una vez quedé libre de sus brazos, me puse de pie, las ganas de querer volver hacía él
y abrazarlo ganándome al verlo temblar. Sin embargo, me limité a no dejarme llevar y
simplemente recorrer con rapidez el lugar para buscar nuestras ropas.

Ambos portábamos solo nuestra ropa interior por lo que tuve que me dispuse a buscar
entre la oscuridad las 4 prendas faltantes.

2 shorts y una camisa, era lo que ya había encontrado cuando bufé al ver aquello que
se encontraba en el lago.

─Joder

¡¿Cómo era posible que las camisas de Jungkook siempre terminaban en el agua?!
Rodando los ojos, dirigí mis pasos hacía dicha prenda, esa la cual flotaba gloriosa a
orillas del lago.

─¿Cómo carajo llegó hasta acá?

La tomé y con fuerza la exprimí, como si con dicha acción fuera a lograr que se secara
por completo. Algo que por obvias razones no sucedió.

Llevando mis pasos hasta donde se encontraba descansando Jungkook, tomé su short
color beige y metiendo sus pies en el, lo deslice hacía arriba por sus bonitas piernas.

Hice lo mismo con mi propio short.

Luego de aquello, tomé la blanca y mojada camisa de Jungkook junto con la mía. Miré
ambas por un momento y luego de tomar una decisión deje a un lado la de Jungkook
antes de dirigirme a él.

Con sumo cuidado, me dedique a elevar el torso de Jungkook para poder hacer
descansar su cabecita en mí y de aquella manera poder poner en él, mi oscura camisa.

Lo mismo hice yo, poco después de acostarlo en mis piernas, cubrí mi torso con su
mojada prenda.

Listo, ahora sí podíamos irnos.

Al no obtener respuesta clara por su parte luego de llamarlo por segunda vez, en un
solo movimiento cargué a mi escuincle, lo afiance con mis brazos y poco después de
asegurarme de no dejarlo caer, me eche a andar con él a las afueras del boque.

4 de la mañana y agradecí enormemente al encontrar un motel con luces neón al


exterior con su recepción abierta las 24 horas.

Okey, tal vez no era el mejor lugar que alguna vez imaginé llevar a Jungkook, sin
embargo, el interior era mucho más cálido que la sensación del aire fresco de afuera.

─Woha ¿Vas a follarte a alguien inconsciente? Si que tienes huevos.

─Y por lo visto tu quieres que rompa los tuyos─ Gruñí arrebatándole con brusquedad
los billetes que me extendía como cambio─ Vuelve a decir una palabra y no dudaré en
hacerlo.

El chico en recepción calló, su semblante volviéndose pálido y sumiso antes de hacer


una reverencia hacía mi en forma de disculpa.

Poco después de aquello, caminé con Jungkook aún dormido sobre mis brazos hacía
aquella habitación donde nos quedaríamos. Entré y con extrema suavidad para no
hacerlo despertar, deposité su cuerpecito sobre el colchón. Estaba a punto de
alejarme para ir al baño y prepararme para dormir, pero un amarre en una de las
esquinas de la húmeda playera que yo portaba me hizo detener.

─Ah, ¿tan desesperado estas por aferrarte a mi?─Susurré, burlándome a la vez de sus
inconscientes y tiernas acciones─De acuerdo mocoso bonito, no me alejaré de ti.

Me metí a la cama, quitándome la camisa antes para poder acomodarlo a él entre mis
brazos. Al sentirme, mi escuincle de inmediato se acurrucó en mí. Por un momento
pensé que se encontraba despierto, pues las ansias con las que se aferró a mi pecho
fueron realmente deseosas, como si en verdad hubiera estado esperando a sentir de
nueva cuenta mi calidez.

─Definitivamente eres un bebé...─Volví a susurrar, dejando fugazmente un beso en su


nariz antes de decir─Durmamos un rato mocoso. Mañana será... un muy largo día.
***

─Serían 2883.89 W

Extendí mi último billete a la mujer y ella, con una sonrisa coqueta, me devolvió la
feria.

─Gracias─Y salí del local antes de darle tiempo de hablar.

Una vez afuera aseguré la bolsa donde cargaba los dos emparedados junto con las
aguas antes de sacar mi billetera para poder guardar el cambio en ella, fue entonces
que lo vi... ese pequeño sobre de no más de 5 cm acomodado en una de las apartados
del interior.

Suspiré, lo tomé y tal como lo hice hace un par de días al sacarlo junto con aquella
cajita, lo abrí para leer su contenido una vez más.

A diferencia de la carta, este pequeño pedazo de papel solo tenía 34 palabras, 34


palabras que decían absolutamente todo; 3 oraciones y una expresión que reflejaba a
la perfección los deseos de Kim.

Hola otra vez Dak hyung...

Espero de corazón que todo vaya bien por allá,

Y pues bueno, e aquí el "regalo compartido" del cual te hablé en la carta pasada:

¡Sorprendamos a nuestro Jungkook!

A simple vista, aquel texto podía tener un millón de significados, sin embargo, para mí
todo estaba muy claro. Más después de leer la larga carta y todavía más al ver lo que
había dentro de aquella pequeña caja.

Estaba listo. Lo haría, claro que lo haría. De aquello estaba perfectamente seguro. El
día de hoy sorprendería a Jungkook.

***

Entré a la habitación de motel. En mi rostro podía sentir como mi sonrisa de idiota


aún no desvanecía, y pude jurar que por primera vez en la vida, había tenido un dulce
amanecer completamente espectacular. No obstante, mi sonrisa desvaneció con lo
siguiente que apareció en mi campo de visión.

─ ¿Mocoso?─Y todo mi ser palideció al darme cuenta de que, en efecto, mi pequeño


escuincle se encontraba llorando—Oh joder mocoso ¿Qué es lo que...?

No tuve tiempo de continuar, no cuando él fue más rápido en tomar mi camisa (que en
realidad era la suya ya seca) antes de abrazar mi cuerpo como si su vida entera
dependiera de ello.
Luego de dejar la bolsa a un lado, le devolví el abrazo al instante, acariciando su
espalda y cabellos al mismo tiempo en que le susurraba que todo estaba bien. Él
temblaba y yo no pude sentirme más miserable al no haber estado ahí para él cuando
despertó.

Tal vez había tenido una pesadilla.

Al cabo de un par de minutos de mantenernos en aquella posición, decidí suspirar


para limitarme a preguntar.

─Hey, escuincle ¿Qué pasa mi vida?—Con ternura tomé sus brazos y con extrema
delicadeza lo alejé poquito de mi. Su rota mirada perforando mi corazón al
mirarme─Amor...

─Hyung...─Pero callé al escucharlo, mi pecho oprimiéndose al percatarme de aquello


que salía de sus labios, eso que tanto temí alguna vez escuchar─N-no te vayas. N-no
me dejes hyung. ¡Te necesito! Si te vas no podré seguir... Hyung n-no podre vivir sin
ti.

Y fue en ese momento que realmente se me partió el corazón.

Dejé de tomar sus brazos, él al darse cuenta me tomó ambas manos con las suyas,
como gritándome que no lo soltara.

─H-hyung...

Expresó temblorosamente, pero yo lo único que podía hacer era mirarlo.

─Hyung por favor contéstame. Por favor dime que no te irás. D-dime que... que te
quedaras aquí, en esta vida, con-conmigo.

─Jungkook... lo siento mi amor.

Y definitivamente eso fue lo más doloroso que alguna vez en mi vida me atreví a
soltar.

El labio inferior de Jungkook tembló y por un segundo quise retractarme de mis


palabras al ver el dolor que apareció en sus ojos.

─ ¡P-pero hyung! ¿Por qué? ¿Por qué no puedes quedarte? ¿P-por qué me quieres
dejar? ¿En verdad me amas?

─Claro que te amo, niño.

─Entonces quédate a mi lado, hyung. Q-quédate y hagamos un futuro juntos... tú,


Taehyung y yo.

─No es tan fácil mi amor.

─ ¡Lo es, hyung! Si se ponen de acuerdo, TaeTae y tú podrían tener un buen rol. Podrá
salir cada uno por 5 horas o...

─Jungkook.

─Hyung...por favor—Susurró, su mirada suplicante acercándose a la mía mientras


apretaba aún más sus manitas en las mías—Te lo ruego. Te ruego que te quedes junto
a mi hyung, de lo contrario yo... no podré.

─Claro que podrás, amor. Con Tae a tu lado claro que podrás continuar.

Insistente, mi mocoso negó

─Necesitaré de ti también.
─No, no lo harás─Señalé─ Te puedo asegurar que después de mañana no me
necesitarás más.

─H-hyung p-por favor. ¿Q-que es lo que te detiene? ¿Por qué no puedes simplemente
acceder y... quedarte aquí?

Al escuchar sus cuestiones, una sola persona vino a mi mente, y con ella todo el dolor
que esta misma había experimentado─ Por Taehyung─ Respondí y él, con ojos
temblorosos, me miró.

─No puedo hacerle esto a Taehyung, amor. No puedo dejar que mis decisiones afecten
su vida, no cuando yo más que nadie sé todas las ganas que él tiene para vivirla.

─P-pero...

─Mocoso... yo te amo sí, pero también amo a Taehyung. Lo amo con todo mi corazón y
de una manera tan fraternal. Como si fuera un gran amigo del alma o ese hermano
que jamás tuve. Te lo he dicho ¿no? en esta vida me tocó protegerlo y lo haré hasta el
final.

Al escucharme, Jungkook sollozó, su mirada bajando lentamente al mismo tiempo en


que sus manitas dejaban de sostener las mías. Lo escuché de nueva cuenta suspirar.

─Bebé...

Intenté tomar su rostro y elevarlo, no obstante el fue más rápido en desviar mi toque
para mirarme y decir.

─Q-quiero irme de aquí. R-regresemos al hotel por favor.

─Pero amor...

No dejó que continuara hablando, por el contrario, se puso de pie y salió de la


habitación. Yo siguiéndolo automáticamente.

Estaba enojado, lo sabía, y si no era así, se encontraba sentido, dolido. Fue por esa
razón que no insistí en que hablara conmigo. Solo seguí sus desganados pasos hasta
que estos nos llevaron al lugar en donde habíamos dejado la moto.

Lo vi tomar uno de los cascos antes de subirse en ella, justo en la parte de atrás.
Quería que nos fuéramos, eso estaba quedando más que claro.

Sin decir ni una sola palabra me acerque, colgué la bolsa de esos alimentos que no
comimos en una de las manijas, tomé mi casco y poco después de ponérmelo también
hice subir mi cuerpo a la motocicleta.

Ninguno de los dos dijo algo, mucho menos cuando se escuchó el sonido del motor.

Un par de manitas tomaron los costados de mi blanca camisa con la intención de


aferrase y no caer durante el trayecto, no obstante no fueron más allá. En lugar de
abrazar completamente mi cintura y poner su rostro contra mi espalda, el castañito
detrás solo se mantuvo así, inmóvil y guardando su distancia.

Arranqué el vehículo de dos ruedas y el viaje de regreso al centro de Jeju comenzó. Un


viaje silencioso, doloroso. Ausente de expresiones y palabras, ausente de
demostraciones de amor. E incluso un trayecto ausente de nosotros mismos, y de esos
espíritus dichosos que habían arribado a aquel lugar con sus almas completamente
llenas de emoción.

*
It hurts. It hurts so much.

Se dice que si no lloraste ni suplicaste junto a Jungkook es por que realmente no amas
con todo tu corazón a Dak.

¿Ustedes que opinan de esa situación? poniéndose en los zapatos de Dak, Jungkook y
TaeTae obviamente...

Los leo
7.2 - Egoísta

˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

Midday

─ ¿D-DakHo hyung?─Lo llamó pero no obtuvo respuesta del mencionado─ ¡Dak!

Volvió a llamar, su corazoncito empezando a latir con un poco más de angustia al


darse cuenta que efectivamente, su mayor no se encontraba dentro de la cabaña.

Habían llegado al centro de Jeju hace ya un poco más de dos horas. El reloj de mano
de Jungkook marcó las 11:40 am justo cuando se bajó de la moto y le pidió a Dak que
no lo siguiera, pues quería estar solo.

El mayor, sintiendo una gran presión en su pecho aceptó respondiendo con un


movimiento de cabeza antes de decir que "lo entendía" a pesar de que su interior
estaba doliendo como el mismísimo infierno.

Jungkook había bajado su cabeza al escucharlo y había hecho llevar sus pasos a la
cabaña poco después, su vista borrosa impidiéndole ver con claridad el camino. Había
escuchado a Yugyeom saludarle en el trayecto, sin embargo, el castañito estaba tan
sumido en el sentir de su propio dolor que se había encargado de ignorar,
inconscientemente, al dueño del hotel.

No fue hasta que se vio a si mismo completamente solo en el interior de la única


habitación de la cabaña que, sin poder soportarlo más, dejó caer aquel mar de
lagrimas que todo ese tiempo había estado reteniendo.

Sollozó, lo hizo con infinito dolor mientras se deshacía en lágrimas llenas de tristeza y
coraje al recordar una y otra vez la respuesta negativa que le dio Dak.

Estaba dolido, el castañito realmente se encontraba sentido y es que ¿Cómo no lo


estaría? Después de casi rogar de rodillas a Dak para que se quedara a su lado y
escuchar a este decir que no... Jungkook en verdad tenía el derecho de sentirse y
llorar, gritar hasta no poder más.

Él amaba a DakHo, lo amaba con toda la fuerza de su ser. Lo amaba tanto que hasta el
mismísimo sentimiento llegaba a quemar, pues, por primera vez en toda su vida, el
mayor había logrado hacerlo sentir realmente amado, realmente enamorado. Si,
definitivamente Jungkook se había "enamorado", era por eso mismo que aquel
momento dolía, por que se estaba dando cuenta que había caído rendido a los pies de
un alter que en menos de 24 horas lo iba a abandonar.

5, 10, 20... Los minutos pasaron, y con ello las largas horas.
El reloj ya no marcaba más las 11, sino que el minutero había corrido sin dudar hasta
alcanzar el numero 2.

Fue entonces que Jungkook elevó la mirada y lo vio. Ese papel arrugado, ese único
que se encontraba en el interior del cesto de la habitación.

No supo cómo, pero algo lo obligó a pararse e ir hasta él; algo más bien parecido a sus
instintos diciéndole que tenía que leer el contenido de ese papel. No se equivocó.

La carta de TaeHyung a Dak, era lo que había encontrado.

El labio de Jungkook empezó nuevamente a temblar al leer las primeras palabras, esos
primeros "deseos" de aquel que hace poco más de 6 meses se había convertido en su
novio. Por un segundo, su mente sintiéndose tan tonta al solo recordar que pensó en
querer "dañar" la libertad de su Tae, ese magnífico ser que tanto lo amaba con el
alma. Ese que le había demostrado en cada sonrisa e incluso en cada acción, lo mucho
que estaría dispuesto a sacrificar con tal de verlo feliz... aún si eso incluía dejar ir su
propia libertad para dársela a alguien más.

El castañito apretó sus labios fuertemente mientras sentía su alma caer en pedazos.
¿Qué es lo que había hecho? ¿En qué carajo había pensando al decirle a Dak que le
arrebatara 5 horas del día a aquel que no había vivido ni siquiera un año?

Era un egoísta. Por pensar solo en él, por pensar solo en sus sentimientos, por pensar
solo en su felicidad y dejar a un lado la de aquel que no dudaría en entregar su alma
entera a cambio de verlo sonreír. Definitivamente Jeon Jungkook era un maldito
egoísta, y un completo idiota también, pues de no haber sido por su infantil actitud, de
no haberse puesto en aquel plan de "niño dolido" por la mañana, aquellas 3 horas en
las cuales había estado llorando por una tontería, las hubiera aprovechado para pasar
junto a Dak.

Eso ¿Cuántos minutos habían pasado ya sin estar cerca de su Dak?

Ansiaba tanto estar cerca de él, eso fue lo que repentinamente sintió, fue por eso
mismo que no lo esperó y simplemente se echó a correr fuera de la habitación.

─ ¿D-DakHo hyung?─Gritó, su vocecita retumbando por todo el pequeño lugar─ ¡Dak!

Nada, Dakho no se encontraba ahí.

Algo angustiado, el castañito optó por salir fuera de la cabaña y así dedicarse a buscar
en los alrededores del hotel.

─ ¡Dak!─Vociferaba una y otra vez, corriendo por los extensos pasillos e importándole
poco que la gente lo mirase─ ¡DakHo hyung!

Estaba desesperado, claro que se encontraba completamente desesperado, pues el


tiempo estaba corriendo, la tarde estaba acabando y su suerte no estaba muy de
acuerdo en querer encontrar simples señales de Dak.

─Él tiene piel pálida—Notoriamente ansioso, señaló─Tiene ojos profundos, labios


delgados, cabello oscuro, ugh mide un par de centímetros más que yo. Tiene bonitos
brazos, bonitas piernas y una espalda que...

─Jungkook, honestamente no creo que tu compañero este en el apartamento de


"objetos perdidos"

Una voz detrás de él señaló antes de sentir como una mano se posaba en su espalda
para luego hacerlo voltear.

─ ¡Ah Yugy hyung! Tú... por favor dime que viste a Dak.

El dueño del hotel fingió pensar, haciendo con sus labios una extraña mueca a la vez
que juntaba ambas cejas al centro de su frente.
─ ¿Quieres que te diga la verdad o una mentira?

─ ¡H-hyung!

El mayor rió y no dudo en dejar un suave pellizco en una de las mejillas de aquel
castañito que lucía tan adorable.

─De acuerdo, de acuerdo. La verdad no, Kook, no lo he visto. Pero, si me ayudas con
algo te prometo que yo te ayudaré a buscarlo por las cámaras de seguridad.

El castañito lo pensó, claro que lo pensó. Tenía dos opciones, rechazar la oferta que le
ofrecía el dueño del hotel y simplemente seguir buscando por su cuenta a Dak o
aceptarla y tener más probabilidades de encontrar a su mayor por las cámaras de
seguridad.

─Ugh, ¿Qué clase de ayuda es la que ocupas?

─Ya te la diré, pero primero tenemos que ir a tu habitación.

─ ¿Qué? ¿A la habitación? Pero Dak...

─Kook, andando.

Y poco después de decir aquello, el de nombre Yugyeom tomó una de las delgadas
muñecas del menor para de aquel modo arrastrarlo al lugar mencionado.

─Yugy hyung, no puedo perder tanto tiempo. Necesito encontrar a Dak...

─ ¿Si? ¿Me dirías cual es la prisa?

─Bueno yo... quiero decirle que lo siento.

─ ¿Lo sientes? ¿Por qué?

─Ugh, porque me enojé con él—Confesó deteniendo sus pasos justo frente a su cabaña
—Le dije que quería estar solo y... al parecer se lo tomó muy enserio.

─Ah, ¿y se puede saber por qué te enojaste con él?

─Oh, bueno, eso—Vaciló— Fue... fue una tontería.

─ ¿Una tontería?─Yugy lo miró en tanto extendía la mano hasta él para que le


entregara la tarjeta de entrada. Una vez la recibió por parte de Jungkook, continuó─
Entonces... molestarse y llorar por estar a unas horas de dejar de ver a Dak para
siempre ¿Es una tontería?

Con los ojitos abiertos a la par y un repentino escalofrió recorriendo su cuerpo,


Jungkook miró perplejo a aquel que había dejado de mirarlo.

─Hyung tú ¿Cómo es que tú sabes eso? ¿Cómo sabes qué Dak...?

─Listo—Expresó el contrario abriendo la puerta e irrumpiendo su cuestion—Ahora


entra.

─Pero...

─Anda Jungkookie.

Y por segunda vez en el día, el mayor tomó la mano del chico para arrastrarlo al
interior y después hasta su habitación.

─Hyung, contéstame.

─Claro, lo haré cuando entres al baño y tomes una ducha.


─ ¿Una ducha? Pero... ¿Eso que tiene que ver con la ayuda que me pediste?

─Créeme, tiene mucho que ver.

Y poco después de prácticamente empujar al menor al interior del cuarto de baño,


Yugyeom cerró la puerta de este mismo antes de que lo volviera a cuestionar.

Jungkook por su parte, solo pudo quedarse inmóvil, viendo la puerta de madera
cerrada en tanto su mente analizaba las palabras que el dueño del hotel soltó.

¿Cómo era posible que Yugyeom pudiera saber eso? ¿Dak le había contado todo?
¿Yugy en verdad se había encontrado con él y le había mentido al decirle que no? Pero
cuando Jungkook quiso abrir la puerta de madera para preguntarle el mismo a
Yugyeom, esta se encontraba cerrada por fuera.

─ ¿Ah? ¡Hyung!

─No te dejaré salir hasta que te acabes de bañar Kook. Así que más vale que te
apresures.

¿Qué? ¿Quién era él para hacer eso? Vale Jungkook sabía que era el dueño del hotel,
pero ¿En verdad se le permitía encerrar a los huéspedes en el baño?

Resignado por la extraña situación, el de cabellos claritos se limitó a obedecer. Bufó


completamente irritado y sacando las prendas de su cuerpo, fue que se limitó a...
espera, esa camisa negra no era de él ¡¿Cómo carajo era posible que apenas se
estuviera dando cuenta de eso?!

Con el ceño completamente fruncido, tomó la prenda y la observó, su estomago


sintiendo un ligero hormigueo y sus mejillas bañándose de rojo al darse cuenta a
quien pertenecía.

DakHo, todo el día había estado usando una camiseta del poderosísimo Woo DakHo.
Sonrió aunque de inmediato puchereó, si no hubiera sido por su estúpido berrinche y
sensibilidad que lo atacó por la mañana, Jeon Jungkook se hubiera dado cuenta de
tremendo detalle, y no solo eso, sino que hubiera pasado una dulce mañana en
compañía de la tercera personalidad.

Ah, realmente había exagerado con su actitud, pues no solo había perdido más de 3
horas sin Dak, sino que había hecho que este se fuera. Solo rogaba poder encontrarlo
antes de que la tarde se durmiera y la noche llegara.

Solo rogaba porque resultara así...

Capítulo sin Dak aunque créanme, los siguientes valdrán por completo la pena.
Por la tarde subo la siguiente parte. Manténgase al pendiente ❤
Y por favor denle mucho amor con votos y comentarios Son los últimos capítulos lo
merecen

Los amo, ¿ya se los dije?


7.3 - Velada nocturna

˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

Afternoon

"El hotel hará una cena de gala en la playa esta noche, quiero que me ayudes
asistiendo. No preguntes más y solo póntelo" Eso fue lo que me dijo Yugyeom hace
unos minutos antes de dejarme solo en la habitación con un montón de líos mentales
andando por mi cabeza.

Y es que, aún no podía terminar de entender por qué la insistencia del chico en que yo
acudiera a esa "elegante cena"

¿Qué carajo le estaba pasando? me preguntaba mi propia mente una y otra vez al
mismo tiempo en que decidía en si vestir o no aquel elegante traje blanco que el
dueño del hotel me había entregado, y casi obligado a ponérmelo, poco después de
salirme de bañar.

Suspiré, mi cabeza dolía, bueno, todo mi cuerpo se sentía exhausto, y el hecho de no


saber donde se encontraba Dak era lo que me hacia preocupar todavía más. Tenía que
encontrarlo, necesitaba encontrarlo ya.

Después de minutos de pensar, opté por ponerme el traje y me di cuenta que no había
sido mala elección.

El smoking era perfecto, extravagante. Era un grupo de prendas que hacían resaltar
mi figura al amoldarse a mi cuerpo con delicadeza, mientras que el color blanco hacía
resaltar mi apariencia a tal punto de hacerla ver más que magistral.

Mirándome al espejo sonreí.

Me gustaba, claro que me gustaba, no nada más porque hacía resaltar mi belleza, sino
porque Yugyeom me había elegido a mí para usarlo. Sin embargo todo rastro de ánimo
que por un segundo me invadió al mirarme, desvaneció de inmediato al darme cuenta
que solo quería que una persona me viera usándolo. Woo Dak Ho.

Apreté mis labios con fuerza al mismo tiempo en el que cerraba mis ojos. Quería que
Dak me viera usándolo. Quería que se hipnotizara con mi apariencia, quería que se
enamorara más de mí. Quería que mi hyung me dijera una y otra vez lo perfecto que
me veía mientras sus orbes me observaban con ese brillo de lujuria y amor con el que
últimamente tanto me había estado mirando.

Quería verlo, quería encontrarlo, rogaba para que entrara a la habitación ya...

Y no supe si fue mi suplica mental o simple coincidencia, que mi corazón comenzó a


temblar y mis manos a sudar al escuchar un par de golpes en la puerta.
Tragué duro al articular un "adelante" y sentí mi ser desfallecer al ver la madera
abrirse lentamente. No obstante, todo rastro de ilusión que inundó mi corazón se
esfumó al darme cuenta que el que llamó a la habitación seguía siendo Yugyeom y no
mi tan anhelado Woo DakHo.

─Woha Kook─ Vociferó el mayor, yo cruzándome de brazos al escucharlo chiflar.

─ ¿Ahora si me dirás que pasa?

─Pasa que luces realmente guapo.

─Hyung en serio, ¡necesito respuestas!

─ ¡Y las tendrás!

─Pero ¡¿Cuándo?!

─Pronto.

─Ajá.

─ ¡Te lo prometo! solo por ultimo... acompáñame a la gala.

Lo miré con cansancio, mis ganas de hacerle saber lo desesperado que me encontraba
por encontrar a Dak y lo poco animoso que me sentía al escuchar la palabra "gala",
reflejándose de inmediato en mi mirada.

─Kook, te prometo que después de esto ya no habrá misterios. Te diré porque sé eso
de Dak y aparte te ayudaré a encontrarlo. Solo acompáñame a la cena por favor.

De acuerdo, ahora el preocupado era él. Lo vi en sus ojos y como estos me suplicaban
para que fuera.

Accedí, después de todo, ya hasta me encontraba cambiado.

─Genial, entonces ¡andando!

***

─ ¿Yugy, en serio la fiesta es por acá?

Habíamos salido de la cabaña por la parte de atrás, esa donde había un gran ventanal
que daba al mar. Solo una vez en los siete días había utilizado esa salida, y fue la
mañana en el que escapé para poder llorar al día siguiente de ser "rechazado" por
Dak.

Yugy iba delante de mí, y yo iba detrás, siguiéndolo. Sin embargo, comencé a dudar al
darme cuenta que ya habíamos caminado mucho cuando volteé hacía atrás y vi la
ultima cabaña los suficientemente alejada de nosotros.

─Sip, ya casi llegamos Kook, no te detengas.

Y me di cuenta que no mentía cuando mis ojos percibieron a lo lejos un espacio


decorado frente al mar. Cuanto más nos acercábamos, más podía apreciarlo.
El espacio se veía realmente bonito. Acogedor. Era un lugar pintoresco, lleno de
adornos florales en tonos blanco, dorado y beige. La decoración estaba compuesta de
tonos similares, estas siendo simples e incluso con acabado de madera mientras hojas
tipo enredadera las cubrían de forma perfectamente acomodada.

Definitivamente, todo estaba precioso y listo para la velada. No obstante, hubo algo
que me llamó la atención, algo que se me hizo sumamente extraño y era que el
fastuoso espacio no contaba con varias mesas, en su lugar, había solamente una de
tamaño no muy grande con dos sillas en cada lado y un trío de velas encendidas como
centro de mesa.

Fruncí el ceño.

─Oh, Yugy hyung ¿Por qué solo hay...?

Pero corté mi cuestión cuando, al girar a mirar a la dirección donde se suponía que
estaba, me di cuenta que en realidad ya se encontraba alejando de mi y por ende, del
lugar.

─ ¡Hyung!─Vociferé, sin poder creer que me estuviera dejando solo─ ¡Yha!

Intenté seguirlo, no obstante, me detuve de golpe cuando una cosa más acaparó
nuevamente mi atención.

Me quedé sin respirar.

Un camino de pétalos rojos y velas intercaladas, uno que al seguirlo con la mirada
llevaba a aquel objeto, ese fastuoso y elegante con detalles de madera que se
encontraba a unos cuantos metros de ahí, postrado justo a un lado de una gran
palmera.

Oh.

Se trataba de una cama. Una preciosa y lujosa cama de playa tipo balinesa de madera
la cual destacaba por las blancas cortinas que servían como decoración y por las
sabanas del mismo color que cubrían el suave colchón.

¿Qué... qué era lo que estaba ocurriendo?

Mi corazón comenzó a latir fuerte, mi respiración se empezó a acelerar y mis manos a


sudar. Pero eso no fue todo, no, sino que todo mi ser logró casi desfallecer y mis ojos a
nublar justo cuando un delicado toque tomo mi cintura por detrás al mismo tiempo en
el que una voz, esa delirante y profunda, susurró roncamente una peculiar palabra en
mi oído.

─"Ikigai"

Al escucharlo, mordí mi labio inferior y dejé que las lagrimas que rebosaban mis ojos
salieran sin descaro, en tanto sentía como el mínimo toque en mi cintura se convertía
en un abrazó completo por la espalda.

─En esta vida, eso es lo que tú eres para mi... mocoso bonito.

Sollocé, lo hice mientras hacía mi labio inferior temblar y el soltaba pequeñas risitas
por, probablemente, lo infantil que me veía.

─T-te estuve buscando─Sin girar a mirarlo aún, cerré mis ojos y solté un delicado
suspiro cuando el enterró su rostro en la parte trasera de mi cuello, sus manos
aferrándose a mi abdomen mientras juntaba todavía más su cuerpo a mi espalda─ ¿P-
porque te fuiste?

─Tu me dijiste que querías estar solo.

─S-si pero, p-pero...


─Pero nada—Lo escuché susurrar aún sobre mi piel─ Tú lo pediste, yo lo cumplí.

─Hyung...─Puchereé, mis ojos abriéndose y mirando al horizonte ─Me equivoque,


jamás debí hacerlo. Jamás debí comportarme de aquel modo tan...

Pero mis palabras callaron abruptamente, cuando, al girar mi cuerpo y mirarlo, mi


vista atrapó la imagen más hipnotizante de todas.

─Bonito, está bien—Habló refiriéndose a mis palabras e ignorando por completo mi


embelesada reacción—Creo que este día estaba destinado a ser así. De todas formas,
tú tenías que tomarte tu tiempo para aclarar tu mente y yo tenía que ocuparlo para
preparar... un par de cosas.

─Hyung...─Logré articular—Tú-tú cabello.

Él sonrió, y lo hizo de una manera tan seductora que por un momento dudé en si la
mismísima imagen era real.

Un esmoquin color dorado beige era lo que mi hyung, el inigualable Woo Dak Ho,
portaba. Un traje extravagante, fascinante, uno que le hacía resaltar su hermosa piel
pálida y sobre todo, uno que hacía juego con aquella delirante, sedosa y jodidamente
hipnotizante cabellera también dorada.

─ ¿Te gusta?

─Luces realmente... perfecto.

Él, con esa reacción tan egocéntrica y altanera que lo caracterizaba, amplió su sonrisa
todavía más. Una parte de su labio inferior siendo aprisionado por sus dientes
mientras elevaba ambas manos hacía mi rostro y lo tomaba.

─Pues tú no te quedas atrás, escuincle. Luces como un perfecto Dios.

Y poco después de escucharlo soltar aquello, yo tuve que retener un suspiro justo
cuando sentí sus suaves labios posarse con delicadeza en los míos.

Dak me besó, lo hizo despacito. Lo hizo como si en nuestros labios existiera una pieza
de arte que en cualquier momento se podía quebrar. Yo, completamente hipnotizado
por tan delicado movimiento, solo pude enredar mis manos en su cintura mientras me
encargaba de pegar mi cuerpo lentamente al de él.

El beso duró lo que tuvo que durar, ni un segundo más ni uno menos, sino que el
suficiente. Al separarnos ambos nos miramos a los ojos y por un largo minuto, que se
asemejó a toda una eternidad, estuvimos sonriendo el uno al otro en tanto nuestras
pupilas gritaban cosas tan difíciles de describir.

─ ¿Estás listo para nuestra velada, bonito?

Oh. ¡Cierto! al escucharlo recordé en donde y alrededor de que nos encontrábamos.

─Hyung ¿Tú preparaste todo esto?

─Si, o bueno... lo cierto es que recibí un poco de ayuda.

─Ah... ¿Yugyeom?

Dak, arrugando su nariz tiernamente, hizo un pequeñito gesto de desagrado.

─Debo aceptar que es bueno decorando.

—No puedo creer que hayas pedido su ayuda—Sonreí y él volvió a formar ese bonito
gesto que lo hacía ver tan adorable.

─En realidad fue él quien me la ofreció a mi—Explicó─ Cuando llegamos al hotel,


después de que me dijiste que querías estar solo y te fuiste a la cabaña, él se acercó a
mi diciéndome que definitivamente necesitaría de su ayuda. De hecho es una larga y
extraña historia que honestamente, ahora no importa mucho.

Yo asentí, entendiendo que, en efecto, no podíamos perder más tiempo hablando de


cosas triviales cuando en realidad teníamos una perfecta velada por disfrutar.

Con mi pecho sintiéndose sumamente entusiasmado, tomé ambas manos de mi hyung


y exprese.

─ ¡¿Y bien?! ¿Qué sorpresas me tienes, hyung?

Al ver mi reacción sonrió y después de dar un pequeñito beso en mi frente, contestó—


En realidad, esta noche tengo un montón de sorpresas para ti bebé. ¿Estás listo?

─Siempre estaré listo para ti, hyung. Así que... sorpréndeme.

.
.
.

DakHo rubio es todo lo que esta bien

¿Quién más pensó que el Yugy se iba a aprovechar de Jeon y porque tan desconfiadxs?
lkjdlajsdlj

Por cierto, estaba viendo la "Linea del tiempo de la historia" y se me ocurrió preguntar
¿alguien aquí tiene la remota idea de cuando fue la fecha exacta de la aparición de
Dak? (día y mes) A quien adivine, se acerque o de perdido le intente le dedico el
siguiente capitulo akjsdlkj

Se que es sp dificil x eso ahí van 3 pistas!:

1. La aparición de V fue un 30 de diciembre (cumple de Tae)

2. Jk chiquito conoce a su amiguito del parque en las vacaciones de verano*

3. Es mas probable encontrar la fecha en el cap 74- o 75- de HS

Si pusiste atención a las fechas del pasado definitivamente te acercarás ;)

Gracias por su apoyo, lxs adoro <3


7.4 Una cena sofisticada

˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

1/2

[WDH]

Afternoon - Night

Su sonrisa resplandeció. Su expresión viéndose sumamente cautivada ante aquello


que se encontraban observando sus bonitos ojos.

─ ¿Te gusta?

Cuestioné y por un segundo esa jodida inseguridad que en los últimos días me había
estado atacando cuando se trataba de la aprobación de Jungkook, me atacó al
momento en el que él quitó su mirada del platillo únicamente para dirigirla hacía mi.
Sin dejarlo contestar, me apresuré a señalar.

─Niño, la verdad es que después de todo lo que gasté en el transcurso de las


vacaciones, no me alcanzó dinero para comprar una cena más sofisticada y por eso es
que...

─Hyung, me gusta—Me cortó—En serio, ¡el ramen es mi favorito!─ Y acercando su


rostro al platillo que yo anteriormente había destapado, inhaló el exquisito olor y con
encanto chilló──Mhh ¡huele delicioso!

Me fue imposible no enternecerme por su bonita expresión, sus ojitos brillantes y su


sonrisita tan infantil. Mierda, Jeon Jungkook era tan jodidamente tierno y encantador.
Sonreí y dejando la tapa encima de la mesa, llevé mis pasos directo hasta él.

─Entonces ¿deberíamos cenar ya?

Jungkook asintió y poco después de dejar un fugaz toque en su frente con mis labios,
tomé su mano y lo guíe hasta hacerlo sentar en una de las dos sillas que se
encontraban a centímetros de nosotros.

─Gracias hyung....

Él dijo y yo solo me limité a giñar un ojo a su dirección antes de ir y sentarme en mi


propio asiento y comenzar a, estúpidamente, hablar.

─De acuerdo, Sr. Jeon, permítame decirle que la combinación del menú para la noche
de hoy será realmente exquisita.

Mi niño soltó pequeñas carcajadas al escucharme, sin embargo, no dijo nada más, solo
sonrió y me dejó continuar con aquello que señalaba.

─Primero que nada, la especialidad del continente asiático, "ramyeon "─Tomé uno de
los platos y con el cucharón que yacía dentro del platillo del centro comencé a servirle
una cantidad considerable de fideos, antes de ponerlo justo frente a él─Por favor,
disfrútelo mucho.
─Muchísimas gracias Sr. Woo, definitivamente lo haré—Ahora fue su turno de
guiñarme un ojo.

─Excelente.

Raspando mi garganta, me limité a tomar una de las finas copas para posteriormente
abrir la pequeña hielera que teníamos a un lado y sacar de ella una peculiar botella
cuadrada de cartón. Jungkook, nuevamente rió.

─Esta bebida—Continué—Esta bebida es tan exótica y tan difícil de conseguir—Quité


la taparrosca y comencé a servir—En serio Sr. Jeon, no le miento cuando le digo que la
combinación del ramyeon con esta bebida, será un sabor muy difícil de olvidar para su
paladar...

─¿Si? no lo dudo...─Con su sonrisa resplandeciente, mi niño tomó la copa que yo


mismo le extendía y como si esta contuviera el más caro de los vinos, movió el
recipiente en pequeños cirulos, antes de acercar ligeramente su nariz para oler su
contenido y posteriormente llevarlo a su boca y disfrutar su sabor─Mmh... delicioso.

Yo no pude decir nada, no cuando el cerró los ojos y "saboreó" el liquido que tocaba su
boca.

─Me alegra que este disfrutando del jugo de manzana, señor Jeon.

Él abrió sus parpados y sonrió, su torso irguiéndose y su manita deslizándose sobre la


mesa para poder tomar la mía con extrema dulzura y decir.

─Claro que si Sr. Woo y la verdad es que no importaría siquiera que estuviéramos
tomando agua en un ambiente tan lujoso como este. Mientras que este con usted, y
usted me este mirando con esos ojos, créame que yo me encargaré de disfrutar la más
pequeñita cosa y hasta el más mínimo detalle que usted me vaya a dar esta noche...

Okey, no cabía duda, mi niño era especial.

─Mierda, ¿Por que eres tan... perfecto, escuincle?

No dijo nada, solo me miró mientras yo me deleitaba con la bonita imagen de sus
mejillas maquillándose de un precioso color rosado.

6 pm. El atardecer estaba cesando, el sol cayendo con lentitud justo frente a nuestros
ojos mientras la música "instrumental" en la pequeña bocina llenaba de romanticismo
y dulzura, nuestro silencioso espacio.

De vez en cuando, los dos mirábamos a los ojos del otro, regalándonos pequeñas e
incluso nerviosas sonrisas en el acto; como si aquel día y aquel momento fuera nuestra
verdadera primera cita. Como si ambos fuéramos dos adolescentes enamorados que se
acababan de conocer y tímidamente nos estuviéramos coqueteando mientras
escondíamos nuestros sentires detrás de los cubiertos y platillos propios.

Ah, todo era tan infantil y jodidamente patético que en cualquier otro momento me
hubieran dado ganas de vomitar, sin embargo en ese instante y siendo Jungkook la
otra persona, me encantaba.

La comida se terminó, junto con el jugo de manzana y el silencio perduró mientras mi


castañito miraba alrededor y yo lo contemplaba a él.

─ ¿En qué tanto piensas, mocoso?

Me decidí a romper el silencio, pues el reloj corría mientras la noche llegaba, y yo


tenía que apresurarme si quería que las cosas planeadas salieran bien.

Él mirándome con ojitos brillosos mientras terminaba de sorber su bebida. Titubeó.

—Ugh yo... pensaba en que... bueno, realmente estoy sorprendido.


─ ¿Ah sí?

─Ujum.

─ ¿Por qué? Solo es ramen y jugo de manzana ¿Tan rico está?

Él, con una sonrisita infantil decorando sus labios, negó.

─No me refiero solo al ramen hyung sino a... todo esto.

Oh, qué alivio.

─Entonces... ¿Si te gustó?

─ ¿Bromeas? es mucho más de lo que alguna vez pude imaginar.

─Me alegra—Susurré mirándolo sinceramente—En verdad, mocoso bonito, me alegra


bastante que todo esto te haya gustado...

Y era verdad, pues a pesar de que su primera impresión me dejó en claro que todo le
había fascinado, sus palabras me hicieron sentir tranquilo de alguna manera. Él lo
notó.

─ ¿Qué pasa Sr. Woo? ¿Acaso usted dudó que me fuera a gustar?—Cuestionó, su
sonrisita juguetona apareciendo al mismo tiempo en que alzaba una de sus bonitas
cejas— ¿El poderosísimo e inigualable Woo Dak Ho pensó que iba a rechazar todo
esto?

Carcajeé, y es que la forma en que pronunciaba cada palabra me había hecho sentir
como si ambos hubiéramos cambiado los papeles.

─Aunque no lo creas... por un momento si lo dudé.

─ ¿En serio? ¿Pero por qué?

─Uhm, bueno ¿tal vez porque esta mañana no fue la mejor de todas?

Él solo me miró, sus ojitos llenándose rápidamente de arrepentimiento, antes de llevar


estos mismos hacía otro lado.

─Lo siento hyung. Mi reacción fue algo exagerada ¿cierto?

─La verdad no, escuincle, tu reacción fue normal.

─Pero me comporte como un niño. Uno que hace berrinche cuando no obtiene lo que
quiere.

─No es que hayas hecho un berrinche, bebé, sino que... dolió—Señalé su corazón─ Y
cuando algo duele lo que más quieres es alejarte y evitar cualquier tema referente a
eso. Créeme mocoso, lo entiendo así que no tienes porque sentirte mal.

Sus ojitos me miraron, estos viéndose sumamente arrepentidos mientras su labio


inferior se abultaba y su barbilla se arrugaba. Al verlo, de inmediato me puse de pie y
me planté a su lado. Extendí mi mano hacia él y sonreí, invitándolo con esa simple
acción a que se pusiera de pie.

Él ni siquiera lo pensó, sino que al segundo ya se encontraba aceptando mi toque y


elevando su cuerpo. Una vez que lo vi quedar a centímetros de mí, lo abracé.

Lo abrace fuertemente, lo hice mientras sonreía por tenerlo entre mis brazos y en
tanto una de mis manos se deslizaba con suavidad en su espalda hasta llegar a sus
cabellos y acariciarlos.

Él me correspondió. Enredando sus bracitos con fuerza en mi cintura, pegó su


cuerpecito de lleno al mío. Como queriendo sentir todo de mi. Como queriendo
fundirse por completo en mi alma.

1, 2, 3, al separarnos, me miró y lo que hice yo fue simplemente contemplarlo de


vuelta y perderme en todo rasgo de su rostro que atrapaba mi mirada.

La belleza de Jungkook era excepcional, su actuar de niño pequeño, sus bonitas y


tímidas expresiones, sus ojos grandes explotando en brillo cada vez que me miraba,
sus mejillas esas preciosas que parecían no conocer otro color más que el rojo...

Era como una adicción, su belleza hacían a mis ojos tener ese tipo de dependencia de
estar contemplándolo todo el tiempo, a cada segundo y en todo momento.

No fue hasta que escuché su voz y vi sus labios llamándome, que me di cuenta que
había pasado el tiempo hipnotizado por completo en cada uno de los movimientos de
su actuar.

─ ¿Te-tengo algo en la cara?

Cuestionó, su manita yendo directo a su rostro y palpando este mismo con un poco de
vergüenza.

Aprovechando la situación y queriendo enterrar el momento de antes donde ambos


nos sentimos descolocados por lo sucedido en la mañana, sonreí, lo señalé a él y
contesté.

─De hecho sí.

—Oh, ¿E-en serio? ¿Dónde?

—Aquí...—Di un toquecito en su nariz y proseguí—Y es pura hermosura.

─Ah- ¡hyung!

Como ya era costumbre cada vez que decía alguna ocurrencia que lo hacía sonrojar,
carcajeé a más no poder mientras su rostro se llenaba de ese hermoso color escarlata
que a mi tanto me gustaba.

Ah, era mi ritual favorito, aquel que consistía en poner tímido a mi bebé, era lo mejor
que en este mundo podía hacer.

—Hyung b-basta...

─ ¡¿Qué!? No estoy diciendo nada más que la pura verdad. Te cargas una hermosura
que... ¡mierda! ¿No te duele la cara de ser tan guapo?

El comenzó a toser debido a que probablemente se ahogó con el agua que estaba
tomando de aquel vaso que había agarrado de la mesa al sentirse abochornado, yo,
aún riendo fuertemente empecé a golpear con toquecitos suaves su espalda.

─Ya escuincle, solo te dije que eras guapo, no entiendo cual es la vergüenza aquí.

Cuando se calmó, giró a mirarme, sus ojitos luciendo llorosos y su naricita roja debido
al ataque a su garganta, anteriormente dado.

─ ¿Estas mejor?─Como respuesta solo asintió—Ugh eres tan escandaloso mocoso, mira
que ahogarte con un traguito de agua es tan, ah patético. No, no, eso déjalo para más
tarde, cuando tu boquita me esté haciendo un o...

─ ¡¡Hyung!!

En serio, no podía evitarlo. Hacerlo exaltar era mi pasión.

Cuando lo vi girarse completamente acalorado, huyendo de mi burlona mirada y


fuertes carcajadas, lo imité y lo seguí. Atrapé su cintura y la envolví por detrás, mi
cuerpo pegándose completamente al de él y mi barbilla apoyándose en su hombro.

─E-eres muy directo y descarado, hyung.

─Claro, escuincle, la vida es para eso. Imagínate, sería completamente aburrido que la
gente anduviera por ahí sin decir o hacer las cosas que en verdad piensan o desean.
Va, existe la prudencia, cautela o en este caso, la discreción, ¡pero vamos! ¿Crees que
voy a ser discreto y me voy a limitar con todo lo que quiero decir o hacer en este
momento, este último día y contigo estando junto a mí?

Por un segundo, sentí su cuerpo temblar y yo aprovechando, me apresure a abrazarlo


aún más fuerte al mismo tiempo en el que enterraba mi rostro en ese huequito que
formaba su cuello y su hombro.

─No, amor—Me contesté a mí mismo, en tanto inhalaba su dulce y cautivante aroma—


No me voy a limitar. No voy a dejar que este día sea uno "ordinario" solo por las
etiquetas que pone el mundo. Así que por en definitiva, por ti, seguiré siendo directo,
imprudente y descarado hasta el final.

Jungkook tomo mis brazos y yo tuve que desenterrar mi rostro de su cuello cuando
sentí como su cuerpo pedía permiso para girarse.

Al hacerlo, al quedar frente a mí, sus brillantes y expresivos orbes me miraron, estos
mismos rogando por un toque que él mismo formó poco después de unos segundos de
contemplarme.

Acunando mi rostro con sus manitas, mi escuincle me besó, lo hizo de una forma tan
dulce y repentina que logró dejarme completamente estático, sin aire y lo peor, sin
alguna reacción.

─Tienes razón, hyung—Susurró aún sobre mis labios—Es más divertido cuando la
gente hace aquello que desea y ya...

Y de nueva cuenta, sin aviso alguno, atacó mi boca, mi labio inferior siendo
aprisionado por sus dientes mientras sentía su necesitad de abalanzarse a mi cuerpo.
Yo dándole total libertad para hacer aquello.

Frente al mar, y con la noche cayendo justo sobre nosotros, Jungkook dio un pequeño
saltito y enredando sus piernitas en mi cintura, volvió a mi boca para besarme. Yo
sosteniéndolo fuertemente en tanto sentía el celular en mi bolsillo delantero vibrar.

Oh joder. La alarma.

3 minutos para el anochecer. 3 minutos para que el sol se escondiera. 3 minutos para
que la tenue luz del atardecer se esfumara y trajera consigo la noche y con ello, aquel
momento que yo tanto había estado esperando.

1, 2, 3...

Jungkook dejó de besarme. Su rostro separándose del mío y su resplandeciente


mirada cayendo perpleja en aquel pequeño espacio que se había encendido en
automático al percibir la llegada del anochecer.

─H-hyung, que es... ¿Qué es eso?

Jungkook bajó de mis brazos, y como si se encontrara completamente hipnotizado,


llevó sus pasos hacía aquel lugar de la playa que parecía insignificante durante el día
pero que ahora, justo de noche, se encontraba resplandeciendo entre pequeños
reflectores de luz blanca y bombillas tipo vintage.

─Hyung...
Volvimoooooooooossssss!

XDE

Me encuentro escribiendo la 2da parte (7.5) y estoy...

Sino la subo hoy, lo hago mañana sin falta


Gracias por esperar las actus, gente bonita
7.5 Detalle sorpresa

˗ˏˋ Day sevenˎˊ˗

2/2

─Hyung...

Murmuró su nombre, su mirada dirigiéndose fugazmente hacía él para luego volver a


posarla sobre aquella extraña decoración rectangular de dos metros formada con
palos de madera y decorada con un montón de flores blancas y pequeños foquitos de
luz cálida.

La contempló, con suma seguridad y asombro, Jungkook se acercó aún más y tocó con
la yema de los dedos una de las decoraciones, como asegurándose que aquella
peculiar decoración fuera 100% real. Como cerciorándose que, en efecto, aquello era
una especie de... altar.

Se quedó sin aliento, su corazoncito latiendo fugazmente cuando su propia mente


relacionó esa ultima palabra con la estructura que yacía gloriosa frente a él.

No, no era posible que fuera eso. No podía ser eso y de serlo, ¿Porqué estaría ahí?
¿Porqué de repente se había encendido ahí justamente al caer la noche? ¿Porqué? Si
alrededor no se veía alguna pareja que fuera a casarse o a pedir matrimonio siquiera...

Sin embargo, todos sus pensamientos, todos sus sentires, e incluso todo el mundo
alrededor del menor, se esfumó por completo al momento de girar su cuerpo hacia
Dakho y ver a este ahí, hincado sobre una sola rodilla frente a él.

─¿Hyung?

─Escuincle...

─¿Q-qué haces?

—Bueno yo...─Comenzó a hablar, su rostro, como nunca, viéndose un poco nervioso,


mientras el castañito sentía su agitado corazón desembocar—Mocoso, no soy de
muchas palabras, ¿sabes? Incluso, junto a Yugyeom, prepare un jodido e infantil
discurso por la mañana, sin embargo justo en este instante no recuerdo nada de lo que
decía en él—Bufó— Así que, simplemente hablaré... Como te lo dije antes, hablaré
siendo directo y descarado.

—D-Dak...

—Jungkook, yo jamás pensé en hacer algo como esto. Joder, jamás pensé estar de
rodillas frente a alguien que amo con mi alma entera. Y mucho menos pensé que algún
día iba a estar jodidamente nervioso por decir lo que estoy a punto de decir...

Silencio, uno expectante donde los ojos del ahora rubio miraban aquellos del menor
tan intensamente mientras una de sus manos, temblorosas, se dirigía a uno de sus
bolsillos delanteros y sacaba algo, aquella cajita negra que hizo al corazón e incluso al
alma entera de Jungkook, vibrar.

Sus grandes orbes se nublaron. Sus manitas, también temblorosas, yendo directo a su
boca justo cuando vio a Dak abrir dicha cajita frente a él. Un par de bonitos aros color
negros metálico, dejándose ver justo ante sus ojos.

Oh dios...

—Niño sé que esto es tan malditamente precipitado. Joder, yo más que nadie sé que
justo ahora me estoy viendo como todo un idiota impulsivo y desesperado... lo sé. Sin
embargo, también sé que después de todo lo que hemos pasado mi corazón, no... toda
mi alma entera no anhela otra cosa más que no sea ser parte de ti aunque sea por
un... mínimo instante—Con una expresión tan distinta en él, y sin dejar de mirar al
castañito a los ojos, Dakho continuó— Así que aprovechemos que estoy hincado frente
a ti, mocoso. Aprovechemos que tengo dos anillos en la mano, uno para ti y otro para
mí, y por favor Jeon Jungkook... acepta casarte conmigo.

Sollozó, claro que lo hizo, claro que esas lagrimitas que se habían asomado hace
segundos en los ojos del castañito, salieron sin descaro al mismo tiempo en el que sus
propios sentidos terminaban de comprender aquello que le pedía Dak.

Ah, claro que lloró... pues la simple mención de aquellas palabras habían desatado un
millón de distintas emociones dentro de su pequeño ser, entre ellas, el miedo, la
nostalgia, la felicidad, pero sobre todo, la emoción.

Fue por ello, gracias a ese último sentir, que, con su corazón en la mano y sin querer
dejar más tiempo pasar, el niño de ojos grandes y bonitos le hizo saber a su alter
favorito que definitivamente se convertiría en su esposo. En su eterno y fiel
compañero de "vida", aunque fuera por una sola noche.

─Claro que acepto, hyung—Expresó —Por favor, conviérteme en tu esposo.

El rubio sonrió y levantándose de un salto, tomó el cuerpecito contrario entre sus


brazos antes de comenzar a besar sus labios como un completo loco. Jungkook
siguiendo sus demandantes movimientos a como pudo, suspiró y sonrió.

Se separaron, una mirada profunda e infinita atrapando aquella brillante


perteneciente a Jeon, esa mirada que en los últimos días había estado mirando a este
mismo con adoración y esa misma que justo ahora, y por primera vez, lucía un
pequeño y bonito halo de ilusión.

─Entonces ¿Deberíamos hacerlo ya?

─¿Ugh?

─Casarnos, digo... niño mal pensado.

─Ah, claro que si hyung, pero... ¿así? ¿sin alguien que escuche nuestros votos?

─Bebé, no necesitamos a nadie alrededor para poder jurarnos amor.

Giñando un ojo en dirección a su pequeño, Dakho tomó la mano de este para luego
arrastrarlo con delicadeza hasta ambos quedar completamente frente a aquel altar

─¿Estas listo?

─Como nunca antes...

Dak, con su oscura y profunda mirada penetrando con intensidad la de su pequeño,


asintió y raspando su garganta, comenzó.

—Jeon Jungkook... mi lindo mocoso bonito, esta noche, con la playa y las estrellas
siendo nuestros únicos testigos, yo Woo Dak Ho, tomaré este pequeño anillo y
poniéndolo en tu dedo, tendré el gran honor de convertirte en mi fugaz esposo—
Sonrió en tanto hacía hincapié en el ultimo adjetivo—Fugaz porque la vida así lo quiso,
y porque no importa lo que sea que hagamos, lamentablemente el mundo jamás
conspirará a nuestro favor para mantenernos juntos en esta vida sin la necesidad de
tener que lastimar a personas que amamos. Sin embargo...
Haciendo una pequeña pausa y tomando la temblorosa mano izquierda de Jungkook, el
alter rudo colocó con extrema delicadeza el anillo en el anular de este mismo, antes de
continuar.

—Con esto, quisiera prometerte a ti y prometerle al cielo que, así como te amé desde
el principio, voy a amarte hasta el inevitable final. Con toda la intensidad de mi alma,
voy a adorarte hasta mi último día y sobre todo, hasta el último suspiro que vaya a
dar...

Tembló, al momento de escucharlo decir eso ultimo especialmente, el cuerpecito del


menor vibró, lo hizo porque sabía que el significado de las palabras de Dakho era
literal, y que en menos de 24 horas, este estaría dejando su ultimo aliento en esa vida
junto a él. No obstante, y a pesar de que por un segundo el castañito pensó en no
poder continuar, lo hizo. Armándose de fortaleza y agarrando el segundo arito que
yacía en la pequeña cajita, se limitó a tomar una de las manos de aquel que aún le
miraba, y con voz firme y sincera, hablar.

─Woo Dak Ho, mi hermosa personalidad secundaría, mi eterno alter "rudo y


malhumorado"... esta noche y con las suaves olas del mar y la oscuridad del cielo
nocturno siendo nuestros únicos testigos, yo Jeon Jungkook, tú "mocoso bonito",
quisiera tomarte como mi esposo eterno; Eterno porque a pesar de que la vida quiso
que nuestro encuentro fuera pasajero, aún así nos permitió vivir estos momentos
fugaces, conocernos y coincidir hasta él final... hasta el eterno, inevitable y doloroso
final...─Colocando el arito en el anular de su hyung, y sin dejar de ver su brillante
mirada, terminó─ Con esto quiero agradecerte hyung, agradecerte por todo lo que en
su momento hiciste por mi. Por cuidarme, protegerme y ver siempre por mi bienestar.
Quiero incluso darte las gracias por enamorarme y por amarme, pues sé que un amor
como el que nosotros formamos no se podrá comparar con nada más. No lo habrá y
jamás existirá. Así que en lugar de prometerte que te amaré hasta el "inevitable final",
déjame hacerlo ahorita, en este momento y por el resto de mi vida...

Dakho sonrió, lo hizo mostrando esa característica y hermosa sonrisa suya en tanto
sus ojos miraban con suficiente encanto a su bonito mocoso.

─Te amo tanto, mi niño.

Fue lo único que susurró antes de envolver con ternura su cintura para poder tomarlo
en un fuerte abrazo. La fragancia del menor embelesando su sentido del olfato al
momento de refugiar su rostro en la curvatura de su cuello.

Jungkook por su parte, solo podía sentir ese gran terremoto de emociones ahogar su
pecho en tanto se deleitaba con las caricias que las grandes manos de Dak se
encargaban de dejar a lo largo de su espalda. Los latidos de su corazón haciéndole
saber a cada segundo que se encontraba enteramente conmovido.

─Entonces... ¿Ya somos oficialmente esposos?

─Mmhh no, aún no...

Saliendo del cuello contrario y tomando la puntita de la barbilla de su niño, Dakho


sonrió, sus labios acercándose lo suficiente a los de este a tal punto de anclarse con
los mismos y, mínimamente, besarlos.

─Ahora sí bebé, somos oficialmente esposos.

Después de dicha confirmación, no tuvo que pasar un segundo más para que Jungkook
volviera a percibir el majestuoso toque de Dak atrapando su boca. Esa segunda
vez sintiéndose demandante, mucho más salvaje. Ya no había ternura ni delicadeza en
la acción, sino que ahora la lujuria y la rudeza era lo que se encontraba liderando cada
uno de los movimientos de los labios de aquella nueva pareja de esposos.

Por segunda vez en la noche, la temperatura del castañito subió, las ganas de querer
sentir más y más a Dak marcando territorio en cada centímetro de su cuerpo,
ganándole por completo.

Ya no había vuelta atrás y tanto el menor como el alter rudo tampoco querían que la
hubiera, sino que ambos deseaban con toda el alma que la esencia de toda "noche de
bodas" continuara.

Fue por eso mismo que, aprovechando la ardiente situación, Jungkook dio un pequeño
saltito para de nueva cuenta enredar la cintura del mayor con sus piernas, sus manitas
aferrándose a los rubios cabellos de su hyung mientras este soltaba pequeñas risitas
al sentirlo a él tan ansioso.

─Ah niño goloso, solo mírate, no llevamos ni 5 minutos de esposos y ya te quieres


comer el postre.

─Uhm...

El castañito soltó, esa simple expresión saliendo de sus labios en forma de un precioso
jadeo que hizo a la oscura mirada de Dak dilatar y a su arrogante aunque excitada
sonrisa, destallar.

─Está bien amor, ya que oficialmente nos proclamamos esposos, procedamos a comer
el pastel...

Holaaa bubuuuus. <3

Jajlkjdskl "el postre" Gsajdlñjd se que muchxs de ustedes esperan esa interracion
entre Dak y Jungkook, so...

A decir verdad, ya me encontraba escribiendo esa escena incluso estuve a nada de


incluirla aqui (en esta parte) Sin embargo, al ver que estaba un poco "especifica" algo
dentro de mi me dijo que tenía que ponerla aparte, ya saben una en donde ustedes
puedan decidir si leerla o no (ya que no es una escena meramente necesaria)

Así que, wait for it pacientemente, que volveré con ese "bonus" para cuando menos
se lo esperen jasjj

ILY


Bonus: The night of the last day*

Ningún ángel podría llamarme de vuelta

Esto es más caliente que el infierno donde estoy yo. Soy un animal contigo

Una oda para el chico que amo


Niño, voy a morir para cuidar de ti.Tu eres mío, mío, mío, dime ¿A quién le debo eso?

Troye Sivan - Animal

⚠Advertencia: Capitulo +18 Explicito - Se lee bajo su propia responsabilidad.⚠

The night of the last day.


.

10:00 pm

La respiración del menor se disparó, sus ojos cerrándose de forma automática, su


corazoncito andando de manera descomunal y las sensaciones a flor de piel que
emanaba su cuerpo haciéndole sentir realmente vulnerable.

Ah sí, todo él se encontraba enteramente endeble, sobre todo con esos deliciosos
besos atacando salvajemente gran parte de su cuello.

─Mh~

Gimoteó y tuvo que aferrar más sus piernas a la delgada cintura de su mayor cuando
sintió a este empezar a caminar mientras aún lo besaba.

─ ¿Excitado, bonito?

Pero Jungkook no vio la manera de responder, al contrario, tuvo que tragarse su


respuesta para en su lugar soltar un delicado gemido cuando la húmeda lengua de su
mayor lamió ahí, justo en la parte más sensible de su oreja.

─A-ah~

─Así es precioso, gime más para mí...

Una vez depositó a su escuincle en una de las esquinas de la mesa donde minutos
antes se encontraban cenando, DakHo no tardó para nada en separarse (solo un poco)
para luego, con sus fuertes y venosas manos, comenzar a quitar el saco blanco y el
moño negro que aún yacía flojamente anclado en el cuello de su menor, antes de
empezar a desabrochar, uno a uno los botones de la camisa que este mismo portaba.
Sus labios regresando ansiosos para atacar la boca, mejillas, mandíbula y clavículas
contrarias.
La piel de Jungkook se erizó cuando su torso quedó al descubierto y se vio a si mismo
reteniendo la respiración e inconscientemente mordiendo su labio inferior al abrir los
ojos y atrapar aquellos oscuros que escaneaban su piel sin tener la más mínima piedad
por su estabilidad emocional.

Joder, necesitaba tanto que su mayor comenzara a tocarlo ya.

─Hyung...─Sin decir más, su propia vista viajó hacía la fastuosa cama, sus mejillas
recibiendo el hit de la vergüenza al verse tiernamente atestadas de un bonito color
escarlata.

──Mh ¿Qué pasa bebé? ¿Quieres ir allá? ─Un pequeño, aunque húmedo beso siendo
depositado tiernamente en sus labios ─ ¿Mi mocoso está ansioso por empezar a jugar
ya? ─Otro besito más acompañado de una delirante carcajada antes de escuchar al
dueño susurrar:

─Uhgm está bien, mi vida... Vayámonos para allá.

Y no tuvo que pasar más de un segundo para sentir como, en un ágil movimiento, su
ahora esposo cargaba su cuerpo, uno de sus brazos pasando por detrás de sus rodillas
y el otro sosteniendo su espalda media alta, en tanto él mismo se veía obligado a
enredar sus propios brazos en el cuello de DakHo al sentir como este fácilmente lo
elevaba.

El castañito sonrió, sin embargo, fue cuestión de tiempo para que su cuerpo entero
comenzara a temblar al concentrarse en lo terriblemente inquieto y deseoso que este
se encontraba.

─T-te encargaste de cada detalle─Señaló en un desesperado intento de calmar su


mente una vez llegaron frente a la cama. Dak depositándolo con delicadeza sobre ella.

─Así es, escuincle. No podía dejar que nuestra noche de bodas pasara desapercibida
¿o sí?

Y la hipnotizaste sonrisa que vino después por parte de su hyung, junto con la acción
de este mismo subiendo a horcadas sobre sus caderas, fue lo que le terminó por
destruir su casi nula estabilidad emocional. No pudo hablar, no logro hacerlo y menos
cuando el portador de esa preciosa sonrisa se acercó lo suficiente a sus belfos al punto
de hacer chocar su cálida respiración contra la de él.

Jungkook tragó duro y no quiso dejar pasar mucho tiempo más para, completamente
encendido, posar su mano en la parte trasera del cuello de Dak, atraerlo de lleno hacia
él y posteriormente, devorar sus labios.

Si, el castañito comenzó el beso de una manera sumamente caliente, una en donde sus
manitas se enredaban con ansias en los rubios cabellos de su esposo y sus caderas se
elevaban inconscientes para poder frotar sus pelvis mientras su torpe lengua se abría
paso descaradamente a la húmeda cavidad bucal del mayor.

DakHo por su parte, recibió el hambriento beso con una sonrisa en sus labios, su
mente enamorándose cada vez más y más de aquello en lo que había convertido al
chico debajo de él; Ah, tan descarado, tan atrevido, pero le encantaba. La faceta de un
Jungkook completamente excitado y necesitado de sus besos, era lo único que en ese
mundo le fascinaba.

Segundos después de ese ansioso acto el alter rudo se separó, sus lujuriosos ojos
permitiéndose un segundo admirar el glorioso desastre que era Jeon Jungkook.

Sin poder evitarlo, sonrió.

DakHo había tenido el "agrado" de ver un montón de semblantes cargados de


excitación en lo que llevaba transcurrida su larga existencia.
Desde el comienzo de su vida sexual hasta ese momento, el alter rudo ya había
memorizado todas las expresiones de sus parejas de noche a tal punto de convertirse
en un experto para identificar con rapidez el significado de las gesticulaciones que
estas mismas hacían en la cama, entre ellos estando la lujuria, la excitación, las
frívolas ansias, el candente, aunque vacío deseo...todas y cada una de ellas
repitiéndose constantemente, pero sin la intención de llegar a expresar algo más.

Sin embargo, en ese momento, el alter rudo pudo jurar sentirse como un fraude al
jamás haber sido testigo de semejante y gloriosa expresión, esa bendita que se
plantaba justo ante sus ojos. Esa que era tan desconocida para él y esa misma que se
encargó de aumentar en cada facción del bonito rostro de su menor poco después de
que, con una sonrisita socarrona, se atreviera a posar ambas manos en la suave
superficie del formado pecho de aquel cuyo semblante lucía tan alborotado.

Joder, ¿Qué carajo era lo distinto que tenía esa hipnotizaste expresión? DakHo sabía
que había un deseo extremo si, e incluso un centenar de ansias y excitación, no
obstante, había algo más; un brillito peculiar, un precioso halo que hacía al rostro de
su escuincle destellar, algo que destacaba su semblante de niño inocente, pero al
mismo tiempo le decía a Dak lo apasionado y vehemente que podía llegar a lucir de un
segundo a otro. Era algo personal, algo que únicamente le pertenecía a Jungkook. Un
semblante perfecto y endemoniadamente celestial.

Por otro lado, la boquita del menor jadeó en tanto sentía su piel derretir y todos sus
sentidos delirar cuando el toque de las palmas de Dak se comenzó a deslizar. La
calidez de sus fuertes manos acaparando la totalidad de su pecho, abdomen y vientre
bajo una y otra vez mientras le miraba, no, lo profanaba con esos ojos llenos de lujuria
y sensualidad.

Al sentir las caricias en su piel terminar, el menor exhaló, su respiración


tranquilizándose por un pequeño segundo hasta que se volvió a disparar al solo al
reparar en como esas manos que momentos antes se encontraban en su abdomen, se
elevaban únicamente para viajar hasta el borde del saco dorado de Dak y comenzarlo
a retirar.

Jadeó, con la temperatura de su cuerpo aumentando considerablemente, el castañito


jadeó con ansias y emoción cuando su esposo continuó a desenredar la corbata dorada
que aún se anclaba en su cuello y posteriormente a desabrochar botón por botón de la
blanca camisa que aún mantenía oculto su pecho.

Ah, era tan sexy. Para Jungkook ver a Woo DakHo deshacerse de algunas prendas
adheridas a su cuerpo mientras él permanecía debajo, entre sus piernas, y con su
erección rozando descaradamente la de su mayor, era una imagen tan jodidamente
difícil de superar.

Volvió a tragar duro y cuando el blanco torso del rubio quedó expuesto Jungkook
gimoteó, lo hizo demostrando que la escena frente a él lo tenía encendido, realmente
provocado. Lo hizo en tanto dejaba a sus brillantes pupilas dilatar y a sus rojizos
labios balbucear antes de volver a jadear al sentir a su mayor lanzarse sin cuidado
sobre él.

Los labios de ambos se estamparon nuevamente, la temperatura de sus cuerpos


ansiando el de una vez explotar mientras la batalla de sus húmedas lenguas no
tardaba un segundo más en volver a comenzar.

El chico de ojos grandes gimió y fue cuestión de tiempo para que, completamente
animoso, decidiera posar sus traviesas manitas en los hombros desnudos del
contrario, su intención siendo imitar la acción anterior de este, la cual era deslizar su
afanoso toque por el pecho, abdomen, vientre, y terminar en las sexis y pronunciadas
marcas de la ingle de su esposo. Lamió sus labios y juguetón, sonrió, lo hizo porque
bajo su toque tenía la orilla del pantalón de su mayor, lo hizo porque tenía el glorioso
poder de retirarle la prenda inferior a este mismo.
─Hazlo bebé...

Dak lo incitó, su boca rosando la contraria y sonriendo en medio de un beso una vez el
castañito tomó su pantalón y se atrevió, no obstante, toda la vergüenza que podía
existir en el planeta tierra invadió el rostro del menor al momento de llevar su
desesperado toque al seguro del pantalón y terminar por romper el botón junto con la
cremallera que tenía cosido este mismo.

─A-ah, lo siento yo...

DakHo, sin poder evitarlo, carcajeó.

─Uhgm mírate, estas realmente impaciente ¿eh? ─Un besito más sobre sus labios─Con
calma niño goloso. Hagámoslo despacio. Tenemos toda la noche.

Después de eso, y para evitar otra tragedia que les pudieran cobrar como extra en la
boutique de smokings, Dak se encargó del retiro de las ropas él mismo, su pantalón
siendo sacado de un solo tirón mientras daba pequeños besitos en el rostro de su niño,
antes de llevar sus manos al cuerpo de este mismo y despojar una de las últimas dos
prendas que aún yacía anclada en él.

Jungkook tembló al quedar solo en ropa interior, sin embargo, dicho temblor cesó
cuando sintió la cálida piel del mayor abrazar con extrema ternura la suya.

Poco después de aquello vino una larga sesión de besitos y pequeños suspiros, una
donde el castañito juraba estar flotando entre las nubes gracias a las suaves caricias
que Dak le obsequiaba a su piel. Ardientes y abrasadores roces que iban desde su
torso, abdomen, muslos piernas y esos mismos que se detuvieron y palparon ahí, justo
en el bultito hinchado debajo de su ropa interior.

─O-Ohu~

─Ohu...

DakHo lo imitó en tono tierno pero burlón, y sonriendo con picardía, besó por última
vez los labios de aquel que se derretía debajo, antes de deslizar los propios y dejarlos
caer en el perfecto contorno de su mandíbula. El menor suspiró al sentirlo y su
corazón se aceleró todavía más al percibir esos delirantes belfos descender.

Su bonito cuello, sus preciosas clavículas, su formado pecho, sus rozados pezones, su
perfecto abdomen... Dak se limitó a abarcar con sus húmedos besos todo el torso de su
niño en tanto sus grades manos manipulaban juguetonas el elástico del bóxer de este.

─A-ah...

Ah, se estaba volviendo loco, el menor estaba desvariando, completamente fuera de sí.
Toda acción perteneciente a Dak hacía que todo él se encontrara alucinado,
jodidamente drogado y a nada de deshacerse gracias a la sensación que provocaba la
lengua de su mayor paseándose por todo el ancho de su sensible vientre bajo. No fue
hasta dos segundos después, que el castañito se vio en la gran necesidad de gimotear
y retorcer su cuerpo con afán al sentir su ropa interior ser arrancada repentinamente
antes de que la cálida y húmeda cavidad bucal de su mayor tomara su erecto miembro
por completo.

─ ¡O-oh, s-santisi...ah!

Las palabras no salieron, todo lo contrario, quedaron atrapadas en medio de su


garganta cuando DakHo comenzó a bombear su extensión con su boca en tanto, con
sus manos, acariciaba los alrededores de dicha zona antes hacerlo abrir las piernas y
detenerse a palpar sin vacilación debajo de su miembro.

─ ¡Oh joder!

Jungkook gritó y completamente hipnotizado se aferró a los cabellos de su esposo; Sus


ojitos cerrándose con entero placer, los deditos de sus manos aferrándose a las rubias
hebras mientras inconscientemente elevaba sus caderas en busca de más.

Y es que, ah, la sensación era maravillosa, indescriptible, simplemente innombrable,


Jungkook incluso intentó comparar ese momento con lo ocurrido la noche anterior
donde a orillas del lago DakHo jugueteó de igual manera con su miembro, sin
embargo, nada se le pareció. No, ese momento era diferente, era mucho más ardiente,
el cosquilleo en su estómago muchísimo más intenso y la excitación en su cuerpo algo
que para nada se podía explicar. Era esa apreciación de pequeños espasmos dando
electrizantes toques alrededor de todo su cuerpo y juntándose a su vez para poder
hacerlo llegar al... oh.

─H-hyung, e-espera. ¡D-detente! C-creo que estoy a punto de... ¡Ah, detente por fav-!

─Lo sé, mi vida... lo sé.

Claro que lo sabía, claro que DakHo sabía que la inexperiencia de su niño en cuanto a
esas nuevas sensaciones le hacía a este querer venirse rápidamente. Fue por eso que,
haciendo caso a las suplicas de su pequeño, detuvo su tarea para luego llevar de
nueva cuenta sus labios y plantarlos fugazmente, en la bonita frente del menor.

─Ya está.

─G-gracias─Jadeó cuando por fin pudo respirar─Hubiera sido un desastre que


terminara antes de poder tenerte dentro de mí...

DakHo sonrió al escucharlo, su ceja elevándose y su arrogante sonrisa apareciendo


antes de comenzar a dejar varios besitos en los labios, mandíbula y en el bonito cuello
de su niño. El castañito suspiró limitándose a disfrutar y perderse en las caricias que
de nueva cuenta le obsequiaba su esposo, no obstante, se vio a si mismo frunciendo su
ceño y queriendo protestar al momento de sentir como este salía de la calidez de su
cuello para luego separarse y alejarse por completo de él.

─Hyung...

─Espera un segundo ¿sí?

Jungkook sintió frío, su cuerpo volvió a temblar; quiso decir algo, en verdad quiso
protestar, tomar del brazo a Dak y hacerlo regresar, sin embargo, su expresión
confundida y alarmada cambió a una realmente curiosa al ver a su mayor tomar una
bolsa que aparentemente todo ese tiempo había estado bajo la cama.

─Mh ¿Qué es eso? ─Con sus mejillas completamente rojitas peguntó, su torso
elevándose y codos apoyándose sobre el colchón.

─Es todo lo que necesitamos para poder continuar, bonito.

Mirando a su niño con ternura, Dak hizo sacar aquellos preservativos y ese bote
grande de lubricante, junto con esa caja de pastillas que había comprado en la
farmacia por la mañana.

Oh.

─Ven aquí.

Jungkook obedeció y deslizándose sobre las sábanas blancas llegó hasta la orilla
donde yacía su mayor. El rubio, al verlo junto a él, se limitó a plantar sus labios
dócilmente sobre la puntita de su nariz antes de extender hacía él una de las pastillas
que había sacado de la bolsa, junto con una mini botellita de agua.

─ ¿Esto es necesario?

─Definitivamente sí, mocoso─ Confirmó─Hace unos momentos dijiste "Hubiera sido un


desastre que terminara antes de poder tenerte dentro de mi" lo que me hace pensar
que ya has investigado y que ya has decidido que rol tomar...

─Ah s-si yo...─Balbuceó, su rostro viéndose en demasía apenado─Siento que me


sentiría más cómodo si tú me... Uhgm, ya sabes.

─Está bien bebé─Volteó hacía él y le dedicó una de las sonrisas más tranquilizadoras
para así lograr que no se avergonzara demasiado─ Honestamente no hubiera sabido
cómo reaccionar si optabas, por lo contrario. No me imagino yo debajo...

Eso extrañamente hizo a Jungkook carcajear. Dak siguiendo sus risitas poco después,
antes de volver a hablar.

─Entonces... tienes que saber que, a partir de ahora, iremos más allá. No será nada
comparado con lo de ayer o lo de hace unos minutos, sino que tu posición implica
que... dolerá y lo que menos quiero es que quedes con la molestia toda la semana.

Ya había leído algo de eso. Poco después de aceptar que estaba completamente
enamorado de un hombre, tal como lo señaló Dak, Jungkook se había visto en la grata
necesidad de investigar acerca de lo que aquello conllevaba, incluso en el acto sexual.
Y si, al menos de lo que recordaba, el dolor en la primera experiencia, si decidía estar
debajo, era algo que no iba a poder evitar. Fue por ello que sin preguntar más u hacer
otro comentario, el castañito se limitó a tomar aquello que le fue entregado para luego
ponerlo detrás de su lengua y hacerlo pasar con un solo trago de agua.

─ ¿Listo, bebé?

El mencionado miró a su mayor y con sus mejillas completamente atestadas de rubor,


asintió.

─Excelente, ven acá.

Cargando el cuerpo de su chico en un ágil movimiento para luego hacerlo quedar


nuevamente recostado en el centro de la cama, DakHo tomó la botella de lubricante
antes de pedir en un dulce y gentil susurro a Jungkook que abriera las piernas. El de
ojos bonitos obedeció y su cuerpo se estremeció al sentir el frio liquido caer sobre su
piel, sus rojizos labios soltando un delicado suspiro y su corazoncito, como su
desatendida erección, volviendo a palpitar.

─ ¡E-espera hyung...!

Vociferó, Dak interrumpiendo su labor de comenzar a prepararlo.

─ ¿Qué pasa escuincle? ¿Te arrepentiste?

─No, es solo que tú aún estas... yo soy el único completamente desnudo y bueno... No
es justo ¿sabes?

El mayor sonrió, percatándose de que aquello que decía su niño era verdad. Había
estado tan metido en su tarea de complacer a como dé lugar al menor, que se había
olvidado por completo de acabar de desnudarse a sí mismo.

En un solo movimiento, bajó su ropa interior, su prominente atributo quedando a la


vista de aquellos ojitos brillantes que destellaron todavía más al verle. Jungkook por
su parte, jadeó, lo hizo en tanto su lengua lamia inconscientemente sus labios y su
garganta tragaba duro a causa del nuevo panorama que tenia de su esposo.

─ ¿Esta mejor?

─Mucho... mucho mejor.

El beso que vino después por parte de Dak fue uno sumamente lento y profundo. Uno
que buscaba revivir el calor por segunda ocasión aquella noche y uno en el cual el
alter quería aprovechar para preparar a su menor.
Con sus dedos recibiendo de nueva cuenta una gran cantidad de gel lubricante,
DakHo ayudó con ternura a abrir las piernas de su esposo mientras el corazoncito de
este empezaba a latir todavía con más intensidad.

─Siempre que moleste, dime─Señaló Dak─Si duele o sientes incomodidad, por favor
mocoso... no te calles y dime

Mirándolo ansiosamente, Jungkook asintió, sus ojitos cerrándose luego de un par de


segundos, cuando el toque de Dak se acercó lo suficiente a su entrada y la rozó.

Suspiró, con los parpados aún cerrados y sus labios apretándose uno con el otro
fuertemente, el castañito suspiró antes de retener de lleno su respiración cuando
sintió uno de los dedos de Dak entrar en su interior.

─A-ah~

Va, si era molesto, pero nada que no pudiera soportar.

─ ¿Todo bien, amor?

La profunda voz de Dak se escuchó y el menor se encargó de hacerle saber con un


simple movimiento de cabeza, que todo iba bien.

Okey...

Se dijo mentalmente el alter rudo, antes de comenzar a mover su dedo índice en el


interior de su niño bonito, quien no tardó mucho en morder con fuerza su labio
inferior al centrarse en las sensaciones que causaba el bendito movimiento en esa
parte de su cuerpo que nunca antes había sido manipulada.

Una vez lo vio conveniente, o más bien, cuando creyó que el menor estaba listo,
DakHo añadió otro dedo más. El castañito gimoteó quejosamente, su boca entre
abriéndose y su anatomía retorciéndose mientras su respiración, junto con sus
nublados sentidos, parecía no querer cooperar. Dolía, ahora si dolía, más cuando
sintió ambos dedos separarse y estirar su interior. Jungkook jadeó y no tuvo que pasar
mucho rato para sentir sus ojos escocer debido al ardor y al placer.

Por otra parte, al apreciar la imagen debajo de él, la de Jungkook perdido en sus
movimientos, el alter rudo frunció su ceño, sus dientes apretándose con fuerza
mientras luchaba contra el deseo de dejar a medias esa tarea únicamente para
lanzarse al contrario y dar el siguiente paso.

Provocado, desesperado, era justamente como el alter repentinamente se sintió y es


que, todo sentido dentro de él se lo exigió, todo su ser le suplicó que se dejara de
cosas y tomara de una vez por todas la virginidad de ese niño; ese precioso escuincle
que susurraba su nombre entre gemidos al mismo tiempo en el que le hacía saber con
sus hermosos gestos plasmados en su rostro repleto de sudor, que aquello le estaba
fascinando, que toda acción por su parte le estaba bañado de entero placer.

─O-oh hyung~ m-más, más...

O si... claro que le daría más.

Con su juicio completamente nublado, DakHo gruñó, un tercer dedo clavándose


mientras su boca regresaba a morder aquella que chillaba.

Ah, Jungkook en verdad se iba a volver demente. Su corazón latía con fervor, su
respiración acelerada a tal punto de no poder controlarla más. Sus sentidos propios
nublados, extasiados, completamente hipnotizados debido a aquella deliciosa
sensación de los dedos de su mayor moviéndose de una manera casi gloriosa dentro
de él.

─Oh, hyung─Al cabo de unos segundos, entre jadeos habló─Y-yo... estoy listo, entra
ahora p-por favor.
El cuerpo del alter vibró, su labio inferior siendo mordido fuertemente por sus dientes
justo cuando sintió su miembro palpitar de dolor debido a tales palabras. Necesitaba
descargar sus ansias ya...

Sin pensarlo más, obedeció a las suplicas contrarias, buscando con su mirada el bote
de lubricante que anteriormente había soltado. No obstante, dicha búsqueda se
interrumpió, cuando al detener la mirada en su menor, vio como este ya se encontraba
abriendo el objeto que anteriormente buscaba, sus ansiosas manitas empapándose con
una gran cantidad del líquido transparente, después.

De un segundo a otro, el alter rudo se paralizó, su boca gimiendo en respuesta ante


aquella acción que repentinamente hizo el menor; Su toque, su cálido y principiante
toque lubricando su miembro con una dulzura extrema, ¡con una bendita sutileza
extraordinaria!

─ ¡Oh joder, Jungkook!

El chico rubio gruñó al tiempo en el que se acercaba lo suficiente a su pequeño esposo


para poder morder con entero goce el labio inferior de este mismo, ese rudo
movimiento, junto con las siguientes palabras pronunciadas, siendo la señal perfecta
que le hizo saber al castañito que el contrario estaba más que listo para enterrarse en
él.

─Abre las piernas, mocoso...

Deteniendo su labor, Jungkook obedeció con una enorme sonrisita de satisfacción


decorando su rostro en tanto se abría completamente para recibir a su esposo.

─Ohu mi vida... ¿porque estas tan jodidamente precioso? ─Susurró acomodándose


mejor entre las piernas del mencionado, antes de otra vez, decir─Si duele mucho, por
favor dímelo bebé, yo.... me detendré.

Titubeó, rogando a que su egoísmo sexual estuviera de acuerdo con esas palabras.

No obstante, en lugar de señalar su vacilación, el de cabellos castañitos sonrió, sus


brazos rodeando el cuello de aquel que yacía arriba de él, mientras sus labios se
limitaban a atrapar aquellos que tanto le hacían delirar antes de, en ellos, susurrar.

─Confío en ti mi amor...

"Su amor" era raro, escuchar a Jungkook llamarlo de esa manera, o decirle cualquier
otro sobre nombre que no fuera "hyung" era raro, algo demasiado tierno, algo
jodidamente bonito. Fue gracias a aquello que todo él se mentalizó, se controló. Los
ojitos dulces de su escuincle profanándolo, ansiándolo, esperando por él mientras que
el simple significado de dicha mirada le hacía saber que, en efecto, confiaba
ciegamente en él.

DakHo sonrió, y es que la manera en que el cuerpo de Jungkook tembló mientras


cerraba sus ojitos al sentirle tan cerca, le enterneció. Okey, ahora necesitaba ser
cuidadoso. Si, el alter necesitaba concentrarse, y poner todo de sí para no perder el
control y no lastimar a su menor. Fue por eso que, antes de entrar, lo que hizo fue
acercar sus labios a los del contrario, su lengua asomándose para lamer estos mismos
antes de volver a atraparlos y besarlos. Mataría dos pájaros de un tiró, mientras él
mismo se distraía con el exquisito sabor de los besos de su Jungkook, este se
concentraría en él para poder sentir un poco menos el dolor en la acción.

Un par de segundos después, cuando la anatomía del castaño se relajó, DakHo entró,
la puntita de su extensión deslizándose con extrema lentitud mientras su corazón se
disparaba y a la vez se angustiaba cuando, entre el beso, un jadeo de dolor
perteneciente a Jeon, se escuchó.

Quiso detenerse, e incluso por un segundo pensó en salir, no obstante, antes de que se
dispusiera a hacer esa acción siquiera, unas piernitas ya se encontraban rodeando su
cintura y presionando con desespero hacia abajo.

─M-más, más...

Jungkook susurró y fue imposible para Dak negarse cuando las caderas del menor se
elevaron y se pegaron todavía más hacia él.

─Bebé...─Gruñó

─Más hyung, ¡p-por favor, entra más!

Pero el alter rudo no lo escuchó, sino que se visualizó a si mismo luchando contra su
propio deseo. ¡El interior de Jungkook estaba deliciosamente cálido y apretado!
¿Cómo se suponía que tomaría el valor de terminar de entrar lentamente cuando lo
único que sus anhelos le gritaban era que comenzara a penetrarlo con fuerza brutal
ya?

Poniendo en blanco su mente, respiró profundo, lo hizo mientras retornaba sus besos
para plantarlos en las clavículas del contrario y así poder continuar. Jungkook, por
otro lado, contuvo el aliento al sentir a su esposo avanzar, otro doloroso gemido
saliendo sin más, aunque perdiéndose en los sonidos que se desarrollaban en cada
choque de sus bocas.

No fue hasta que sintió el repentino toque de la mano de su mayor empezar a


masturbarle, seguido de esa nueva sensación parecida a un pequeño choque eléctrico
recorriendo cada vena de su ser, que Jungkook jadeo y se retorció cuando su alter
preferido al fin tocó algún punto en el fondo de su interior.

Oh joder, eso se sentía realmente bien...

DakHo celebró mentalmente, sus acciones quedándose quietas por un par de


segundos antes de retroceder un poco para seguidamente volver a avanzar. Su propio
cuerpo vibrando debido al glorioso resultado de la anterior embestida, mucho más al
reparar en la excitante manera en la que Jungkook se removía mientras
desesperadamente, su quebrada vocecita suplicaba por más.

Obedeció, ante los deseosos lloriqueos del menor, el alter rudo cedió, y se dispuso a
entrar y salir lentamente, dichos movimientos repitiéndose una y otra y otra vez, hasta
que al cabo de un momento fueron aumentando su velocidad.

Lo siguiente que vino fue un poco más sencillo y placentero para Jungkook gracias a
las caricias y lamidas que Dak repartía en la parte superior de su cuerpo. Bien,
continuaba doliendo, sí, claro que dolía, pero era más intenso el electrizante placer
que le invadía en cada envestida, que el molesto ardor que sentía.

El alter, por su parte, continuaba dedicado y completamente enfrascado en su labor,


su miembro saliendo y entrando del interior del menor en forma de un glorioso vaivén
que hacían a ambos gemir de placer, mientras su boca se paseaba desde los labios,
mandíbula y cuello hasta los pezones de su escuincle y de regreso. No fue hasta que
sintió unas uñitas clavándose y rasgando sin cuidado gran parte de su espalda, que
DakHo reparó en los pequeños estragos que el cuerpo contrario daba al querer
anunciar la aproximación del siguiente orgasmo.

─Ah~ h-hyung, estoy, e-estoy...

Pero en lugar de terminar su oración y terminar por venirse, Jungkook reclamó y


protestó cuando DakHo salió y se distanció.

─ ¡Y-ya!

─En cuatro, mocoso. Ahora.

Obedeciendo las demandantes palabras de su mayor, Jungkook hizo lo que se le


ordenó, sus piernas y manos temblando de placer y su piel erizándose por completo al
sentir las manos de su hyung tomando con posesión sus caderas.

DakHo sonrió, la acción viéndose tan llena de lascivia debido a la imagen que apareció
en su campo de visión: Esa imagen de la parte trasera de su menor, enteramente para
él. Completamente a su merced.

De nueva cuenta el castañito gimió con fuerza al sentir a su esposo enterrarse


nuevamente con rudeza en su interior, lagrimitas de placer abandonando sus ojos
conforme Dak lo penetraba y esa maravillosa electricidad en su cuerpo aumentaba.

Lo estaba matando, perforando, prácticamente lo estaba partiendo en dos, en cada


estocada DakH lo llevaba al más allá, tocando la luna e incluso el calor del sol gracias
a cada sensación que lo hacía delirar y ansiar colapsar.

Uno, dos, tres, el sonido obsceno de sus pieles chocando entre si una y otra vez no
ayudaba a calmar el desastre en su interior y mucho menos la acción de las manos de
su mayor acariciando y masajeando sus glúteos mientras lamía con gran descaro su
espalda alta.

Fue cuestión de tiempo, unos segundos para ser exactos, que una sonrisa llena de
satisfacción relució en los labios del rubio, justo al momento de sentir las piernas de
su niño temblar y a este terminar por explotar.

─ ¡A-ah cielos, hyung!

La reacción del cuerpo de Jungkook al correrse fue esplendida, realmente maravillosa;


DakHo se fascinó con la manera en que su pequeña anatomía vibró y se retorció, su
cabecita echándose hacia atrás y sus manitas aferrándose con fuerza a la delicadeza
de las sabanas mientras su miembro eyaculaba sobre la cama y las paredes de su
interior lo apretaban.

Hermoso, delicioso, el alter rudo no encontró otra descripción, menos cuando su


propio ser tembló y su boca gruñó al alcanzar el mismo su propio clímax.

¡Santísima mierda!

El mayor se corrió, lo hizo gimiendo profundamente mientras su mente viajaba al


paraíso y lo hacía volar, Jungkook junto con él.

─ ¡Oh Joder!

Dando las últimas estocadas, gimió, los espasmos del cuerpo de Jungkook terminando
de abrazarlo, mientras que la nubosidad de su propia mente iba esclareciendo.

Segundos después, cuando vio los bracitos del menor perder fuerza de a poco, DakHo
salió, poniendo especial cuidado en el acto. Jungkook, ante el extraño sentimiento de
tener su interior vacío, suspiró, dejándose llevar despues por el cansancio que lo
envolvió antes de hacerlo caer boca abajo sobre el colchón. Su alma sintiéndose plena
al sentir la calidez de su mayor pegarse inmediatamente a su espalda.

Se mantuvieron así por un par de minutos, Jungkook postrado boca abajo con el
cuerpo de su mayor acostado arriba pero sin dejarle caer todo su peso encima.

Poco después Dak se distanció, su intención siendo hacer voltear al menor para
atrapar sus ojos y poder besar sus labios. Una vez se miraron, una vez sus miradas se
encontraron, Jungkook sonrió, y el corazón de Dak se apretujó al apreciar una
pequeña lagrimita cayendo sin vergüenza por una de sus mejillas.

─Mi amor...

─Hyung, te amo─Le interrumpió, susurrando en contra de su propio cansancio─Te


amo, mucho, mucho, mucho...
─Bebé...

─Y sabes lo que quiero ahora─Volvió a hablar, evitando a toda costa que su mayor
tocara el tema de su estúpida y repentina sensibilidad. Al verlo seguir, Dak no tuvo
más remedio que dejar de insistir.

─¿Qué es lo que quieres, mi vida?

─Quiero que beses mis labios y vuelvas a hacerme el amor...

El mayor, sin poder evitarlo, sonrió.

─¿Mh? Pero luces cansado...

─No lo estoy. En serio, hyung. Tal vez parezca de esa manera, pero en serio quiero
volver a hacer el amor─Haciendo un bonito gesto con sus labios, mientras se
enfrentaba a la mirada analítica de su mayor, tímidamente cuestionó ─Nosotros ¿P-
podemos?

─Ah, claro que podemos, cariño─Al final aceptó─Siempre y cuando aguantes despierto,
podemos hacerlo las veces que quieras.

Y eso bastó para volver a hacer explotar la mirada de su menor, quien, intentando con
su alma entera olvidar aquello que ocurriría en unas horas, se limitó a disfrutar ese
momento y ese bendito segundo en que la boca del alter rudo lo volvió a encontrar.

Esa, noche, la mágica noche de su boda Dak Ho y Jungkook volvieron a hacerse el


amor. Volvieron a fundirse en la calidez del otro y volvieron a amarse como sólo ellos
dos sabían hacerlo. Y estaba bien, mientras estuvieran juntos, hacer todo aquello
estaba bien...
.
.
.

Mi emociones al escribir este capítulo, representadas con emojis:

Déjeme ver los suyos al leerlo :

Gracias por la espera por cierto. Me niego a escribir el final.


8.1 Un dulce despertar

˗ˏˋ Last ˎˊ˗

⚠Advertencia: Capitulo +18 ⚠

3:00 am

Sexo, la palabra continuaba repitiéndose en su mente una y otra vez mientras su


mirada, esta viéndose extremadamente dulce ante los rayos lunares, admiraban la
exquisita suavidad de la piel del bonito rostro que hace algunos minutos se había
quedado profundamente dormido frente a él.

Sexo.

¿Qué era el sexo? ¿Acaso se asemejaba siquiera un poco a eso que, hace momentos,
acababa de vivir con Jungkook? ¿O era aquel acto en donde, fría y egoístamente,
sometía a su cuerpo en busca de algún mínimo placer, de algún mínimo deseo de
saciar repugnantemente sus necesidades?

Su cabeza se meneó de un lado a otro, su nariz soltando una ligera risita nasal, como
golpeándose mentalmente a sí mismo, mientras su cuerpo se deslizaba y se pegaba
todavía más al del castañito que vestía solamente su blanca camisa y bóxer y
descansaba plácidamente a su lado.

DakHo había tenido muchos placeres en su vida. Desde el inicio de su existencia,


hasta días previos a ese momento, el alter rudo había dependido día, tarde y noche, de
todo aquello que le provocaba satisfacción, entre todo estando sus vicios favoritos; El
exceso de alcohol y el abuso del sexo. Ah, sí, DakHo se había vuelto fan de aquello,
mucho más por las sensaciones de entero goce que esto causaba a su mente y el como
esos mismos placeres lo mareaban y enfrascaban a tal punto de obligarlo a sobrellevar
los recuerdos que repentinamente le atacaban.

Era aquello, DakHo era un alter protector, si, sin embargo, también era un alter
sexual; uno que buscaba los placeres, la excitación, los deseos en cualquier rincón u
hotel de mala muerte, uno que se dejaba llevar por alguna lujuriosa situación e
incluso, muchísimas veces, por los ardientes y delirantes efectos del alcohol.

No obstante, en ese momento la palabra sexo junto con las vacías sensaciones
experimentadas en el pasado, no cabían. Por más que el mayor la intentara hacer
encajar, ¡era imposible! algo completamente distinto, el bendito sentimiento posterior
a la acción creada junto con su menor esa noche, también.

DakHo sabía que lo que habían hecho no solo era sexo, lo sabía tan bien, tanto que se
vio a si mismo preguntándose segundos después como jodidos había estado viviendo
sin haber experimentado antes aquella bendita sensación.

Sonrió, y por primera vez es su larga existencia su rostro se inundó de una muy boba y
patética, según él, enamorada expresión.

─Ay Kookito...─Susurró, su tono perdiéndose entre los relajantes sonidos de las olas
provenientes del mar─ ¿Dime qué carajo me has hecho?

Poco después de esto, se limitó a dejar un muy pequeñito beso sobre las hebras
castañas del contrario antes de sentir su corazón apretujar cuando este mismo, entre
sueños, se acurrucó en su pecho, su bonita boquita arrastrando tiernos y suaves
balbuceos muy difíciles de entender.

DakHo rió en silencio y se dejó llevar por esa cálida sensación que nuevamente lo
invadió, esa que se había convertido en su favorita desde el inicio de la noche. Cerró
los ojos y manteniendo entre sus brazos aquello que más amaba en el mundo, decidió
por entregarse al cansancio antes de que la luna muriera y con ello llegara el
inevitable amanecer.

Durmió inalando elaroma de su esposo y con una sonrisita adornando su boca. Ya no


le importaba nada, después de tremendos momentos que estaba pasando junto al
castañito en aquel alejado lugar, a Dakho ya no le importaba desaparecer mañana,
pues sabía que si lo haría, lo haría tan dichosa y jodidamente feliz.

Jungkook sintió unos fuertes brazos tomar su cuerpo antes de percibir como de un
momento a otro lo elevaban. Quiso despertar, abrir los ojos y cuestionar que ocurría,
no obstante, el sonido de un dulce arrullo perteneciente a ese tono de voz que amaba
tanto, le hizo optar por no indagar.

Con sus ojitos aún manteniéndose cerrados, se aferró al soporte de aquel que lo
cargaba, sus bracitos enredándose en el cuello contrario mientras su carita buscaba
automáticamente la calidez del huequito de ese cuello que tanto le hipnotizaba.

─Shh, shh, shh...

Los arrullos continuaban y él quiso llorar por todo el amor que su pecho sintió al
percibir los labios de su esposo caer en el centro de su sien, antes de sentir sus pasos
avanzar.

Dormitó, lo hizo por algunos minutos mientras se dejaba llevar en brazos de Dak.

Cuando entre abrió sus ojitos, su cuerpo se encontraba siendo depositado sobre una
cama, esa misma que estaba situada a un lado de ese gran ventanal que daba vista al
solitario y poco alumbrado mar. Habían regresado a la cabaña.

Sin poder evitarlo volvió a cerrar los ojos y sonrió cuando de inmediato sintió como el
colchón se hundía a su lado, para luego disfrutar de las caricias de unas fuertes manos
llegar a su cintura hasta abrazarlo.

Su cuerpo se encontraba de lado, con su vista en dirección al ventanal, por lo que


podía sentir perfectamente como Dak, detrás de él, moldeaba su cuerpo al suyo para
luego dejar pequeños besitos en su nuca y en la parte trasera de su cuello, mientras
permitía a sus manos acariciar esa parte de su muslo derecho que se encontraba al
descubierto.

Gracias a la bendita sensación de caricias, el castañito suspiró mientras dejaba a su


boquita soltar pequeños soniditos de satisfacción.

Escuchó luego a DakHo susurrar, sin embargo, había sido un murmuro sumamente
bajo que le fue imposible el poder recibir el mensaje con claridad. Quiso voltear, quiso
girar su cuerpo y cuestionar al mayor que era lo que había dicho, sin embargo, toda
intención se vio interrumpida cuando al querer girar hacía él dueño de los pequeños
mimos, una parte de su espalda baja dolió, quemó tanto como si en ella estuviera
situado el mismísimo infierno.

─A-ahg...

¡¿Pero que...?!

─ ¿Mocoso, estas bien?

─D-duele─ Lloriqueó y Dak de inmediato supo a lo que se refería.

Oh.

─Ah ya... Te duele tu traserito.

─ ¡Y-yah! ─Cuando al fin pudo mirarle, tiró un ligero manotazo hacia él y puchereó,
DakHo rió.

─Lo siento bebé, ¿Fui muy rudo contigo anoche?

A decir verdad no.... a Jungkook le había encantado todo, sobretodo aquella ruda y
sumamente caliente posición experimentada en la tercera ronda, sin embargo,
claramente no iba a decir eso, no mientras por su cara se expresara una enorme
mueca de dolor cubierta de sonrojo.

Al no verlo con la intensión de contestar, DakHo se acercó a él, presionó sus labios por
un momento para luego separarse, estirar su brazo y tomar esa bolsa blanca que
había dejado en el buró.

─Toma otra─Saco una pastilla y se la extendió ─ Ya pasaron 8 horas desde que te la


tomaste así que no debería haber problema.

Ya pasaron 8 horas ... eso quería decir que ¿Ya eran las 6 am?

Una presión oprimió su pecho, y ese molesto nudo se ancló en su garganta al recordar
que día era, que maldito día había llegado...

Tragó duró, y se vio a si mismo con la vista nublada mientras elevaba su cuerpo,
tomaba la pastilla y temblorosamente llevaba esta misma a su boca para poder
tragarla.

─ ¿Listo, precioso?

Al escucharlo, ese ronco tono de voz sumamente dulce, la mirada de Jungkook cayó,
sus labios presionándose uno al otro fuertemente para no dejarlos temblar. Y es que
no debía hacerlo, no podía permitirse llorar, no durante ese dulce despertar que Dak
le había estado obsequiado.

Al retornar la mirada a su niño poco después de dejar la bolsa nuevamente a lado de


la lámpara, el corazón de DakHo se oprimió, la imagen frente, esa de su pequeño
mocoso con la miraba baja mientras su cuerpecito soltaba ligeros espasmos, siendo la
cruel causante.

─ ¿Bebé?

─Amor... es hoy.

Y Dak simplemente quiso morir en el instante en el que esos grandes ojos atestados de
lágrimas le atraparon. Dolió, joder claro que quemó al ver a su escuincle de ese modo,
no obstante, en lugar de tocar ese tema que los ponía tan jodidamente sensibles a
ambos, lo que hizo el rubio fue ignorar todo y con una sonrisa atestada de amor
apareciendo en sus labios, tomar las manitas de su niño para luego dulcemente
susurrar:
─Mocoso, ¿Qué te parece un baño de burbujas para calmar el dolor...?

─ ¿Te gusta? ─Escuchó su profunda voz, viéndolo entrar al baño con una botella
mediana de vidrio entre sus manos─ ¿Te estas sintiendo mejor?

Jungkook asintió, sus labios curveándose en una media sonrisa al sentir el inmenso
amor de Dak cobijar su corazón cuando este le sonrió y acarició sus húmedos cabellos
antes de dejar un pequeño besito en la puntita de su nariz.

Hace 10 minutos su mayor había preparado la tina, había puesto agua calientita en
ella, sales relajantes, pétalos de rosas flotantes, y en el cuarto de baño había prendido
una que otra vela aromática. Hace 5 minutos su tierno y "rudo" esposo lo había
cargado, le había quitado con dulzura las dos prendas que cubrían su cuerpo y lo
había metido lentamente a la bañera, encargándose después que el agua calientita
cubriera su cuerpo hasta el límite de sus hombros, antes de besar sus labios y salir del
cuarto de baño susurrando un "Ahora vuelvo".

─ ¿No entrarás a la bañera conmigo? ─Cuestionó, viendo cómo el contrario se


encontraba arremangando los extremos de su camisa y bermudas, en lugar de solo
quitarlos.

─No.

─Pero, hyung...

─Estas adolorido, bebé y mantenernos los dos desnudos dentro de una bañera...
créeme, no es para nada una buena idea.

Jungkook quiso protestar, quejarse debido a lo que Dak estaba diciendo, no obstante,
se vio obligado a callar cuando el otro continuó.

─En su lugar...─Mostró la botellita con la que había entrado─ Solo meteré la mitad de
mis pies a la bañera, te acomodaré entre mis piernas y daré un masaje en tus hombros
con este aceite de almendras antes de enjabonar tu cabello y tallar tu espalda...─El
menor enmudeció─Claro solo si estás de acuerdo.

¿Cómo Jungkook podía no estar de acuerdo con eso? Su corazón se apretujó, sus ojitos
llenándose de inmensa adoración en tanto dejaba a su cabecita asentir. DakHo sonrió,
y a movimientos lentos, se propuso a hacer aquello que dijo.

Cuando estuvo sentado al borde de la bañera y con Jungkook entre sus piernas
mirando hacia el frente, el alter rudo no tardó en colocar una generosa cantidad de
aceite en sus manos, antes de posar delicadamente su toque en los hombros de su
niño y masajear los mismos lentamente.

La boquita de Jungkook soltó pequeños suspiros al sentirlo, más cuando los pulgares
de su esposo comenzaron a hacer algún movimiento de presión circular que iba desde
la parte trasera de su cuello hasta su espalda alta. Los movimientos repitiéndose una y
otra vez y mezclándose después con pequeñas palmaditas en la húmeda piel y
acompañados de pequeños besitos que llegaban repentinamente a esta misma por
parte de los delgados labios de Dak.

El silencio perduró en la habitación, los ligeros soniditos del agua en cada pequeño
movimiento junto con el sonido del segundero del reloj, siendo lo único que se
escuchaba alrededor.

Afuera ya había esclarecido, la playa lucia tranquila, y la luz mañanera del sol no
siendo para nada intensa, al contrario, los rayos solares manteniéndose suaves como
cualquier día en que las 7 de la mañana llegaba.

Poco después de terminar con los masajes en la parte alta de su pequeño esposo,
DakHo prosiguió a colocar champú en su cabello, manteniendo delicadeza extrema
para evitar que la espuma se fuera a derramar.

Jungkook por otra parte, solo podía mantener su mirada baja en tanto sentía su
corazón doler, doler por lo realmente hermoso que su alter rubio estaba siendo con él,
pero sobretodo doler porque sabía que todo lo ocurrido en aquel momento, en unas
cuantas horas, se iba a convertir en nada más y nada menos que en un simple
recuerdo.

─Listo─Escuchó la voz de Dak luego de sentir como cuidadosamente derramó agua


sobre su cabeza─Ahora la espuma en tu espalda... ven acá, mi cielo.

Pero en lugar de hacer caso al mayor Jungkook se quedó quieto, completamente


inmóvil, su mente analizando los posibles resultados de aquello que estaba a nada de
hacer.

─ ¿Bebé? ¿Qué pasa? ¿Aún te due...?

Las palabras del mayor callaron, lo hicieron poco después de un repentino y


hambriento ataque a sus labios al mismo tiempo en el que un empapado bracito lo
tomaba del cuello para tirar de él y hacerlo caer de lleno a la bañera.

─Hey... escuincle─El rubio intentaba decir, pero Jungkook era más rápido en atrapar
su boca cada vez que esta se atrevía a soltar una sola palabra─Espe-, ¡mocoso!

A Jungkook, no le importó, que el tono de voz de su mayor estuviera enfureciendo y


mucho menos que sus manos intentaran detenerlo, no le importó, al contrario, el
castañito se aferró más a su cuerpo, sus manitas descendiendo y encargándose de
desabrochar botón por botón de la camisa del contrario, mientras sus besitos y tímida
lengua abarcaban cada milímetro de piel que iba quedando al descubierto.

─Jungk...mh~

Para cuando se dio cuenta el mayor, su camisa ya había desaparecido, su castañito


separándose y las manitas de este acariciando tiernamente su torso desnudo mientras
sus oscuros y llorosos ojitos le miraban con enorme suplica a la vez que con total
adoración.

─Hyung... p-por favor.

─N-no, Jungkook─Recuperando su cordura, espetó─Te duele, si continuamos será un...

─ ¡No duele! ya no duele, en serio.

─Si no duele es por el efecto de la pastilla y el agua caliente, pero una vez eso se pase,
tu cuerpo...

─No pasará, hyung... tomaré la pastilla cada 6 horas y cuando llegue a Seúl
descansaré, pero ahora... por favor.

─Bebé, es algo muy arriesgado, no solo porque ahora estas "tocado" sino también por
mi... maldita personalidad. Sabes que soy un alter sexual.

─Lo sé, lo leí en la nueva carpeta de personalidades...

─ ¿Y también leíste que cuando estoy realmente encendido o a punto de tocar la cima,
puedo llegar a actuar fuera de lo normal? Puedo incluso llegar a ser un completo
desconsiderado igual que...

─Dong... si, también lo leí. Pero ¿Eso que tiene que ver...? Ayer también lo sabía y aún
así confié en ti. Aparte, ¡ya lo hicimos 4 veces! y en ninguna me lastimaste.

─Es porque no lo sentiste en ese momento. Tu mente se enfrasca tanto en el placer


que inconscientemente hace que todo signo de molestia desaparezca, y mucho más si
tenías en tu sistema el efecto de una pastilla para el dolor.

─Pero hyung...─El menor se acercó lo suficiente, sus brazos rodeándolo por el cuello
mientras sus labios dejaban un fugaz besito en los contrarios.

─Bebé, no quiero lastimarte más. Mi egoísmo sexual puede actuar tan rudo a veces
y.... puede ser un desastre.

─ ¿Rudo dices? Hyung, eso es lo que más me gusta de ti. Tu personalidad m-me
gusta─Confesó con un tono un poco más tímido de voz.

La ternura en los ojos de Jungkook relució, y por primera vez previo a un acto sexual,
Dak quiso llorar al temer aceptar.

Joder, porque se sentía así, ¡Él no era así! Si hubiera sido alguien más quien estuviera
frente a él, al alter rudo no le hubiera importado aceptar dicha acción, eso
simplemente con la única finalidad de satisfacer su erección. Sin embargo, siendo
Jungkook la persona quien en ese momento se encontraba casi suplicándole que
continuaran, Dak se veía obligado a dudar, más cuando el temor le volvía a azotar al
recordar el semblante de entero dolor que por un momento al despertar, invadió el
bonito rostro de su castaño.

─Hyung...

Volvió a escuchar y se vio a sí mismo a punto de balbucear cuando el cuerpecito de


Jungkook se sentó a horcadas sobre su regazo. Sus rostros quedando a centímetros,
mientras los brazos del menor aún continuaban enredados en su cuello.

─Eres un tramposo, niño.

─ ¿Lo soy? ─Cuestionó con "inocencia" a la vez que se atrevía a frotar su parte baja
con la de su mayor y a dejar pequeños besitos en la mandíbula de este.

─E-estás... estas jugando con fuego.

─Me gusta tu fuego, hyung. Adoro tanto quemarme en ti. Así que, por favor, ayúdame
a arder contigo dentro de mí...

DakHo gruñó, y Jungkook soltó un glorioso sonido repleto de satisfacción al sentir


como su mayor tomaba sus labios en señal de aceptación.

─Ah niño goloso, ¿que no puedes simplemente dejar de insistir?

─ ¿Contigo adentro de una tina y tan cerquita de mí?... jamás hyung.

El alter sonrió, la simple acción viéndose tan maliciosa y excitante a ojitos del
contrario, quien no tardó mucho en gemir al sentir la boca de su mayor, atacar con
deseo su cuello.

No supo en que momento, pues sus ojos se habían mantenidos cerrados por ese
pequeño lapso de tiempo, pero Jungkook sí que se deleitó cuando sintió debajo de él
como la erección de su mayor rozó tan cerquita de su entrepierna. Gimió, lo hizo si
vergüenza, lo hizo en tanto sus ojitos se abran lentamente y su lengua lamia
inconsciente su labio inferior al mirar hacia abajo y ver por sobre la claridad de las
aguas la desnudez de su mayor.

Quería tocar... necesitaba tanto hacerlo. Quería besarlo, quería ser ahora él quien
deshiciera de placer el cuerpo de DakHo.

─Hyung ¿P-puedo... puedo to-tocarte?

Cuestionó vacilante en tanto sus inocentes e iluminadas pupilas miraban con una
bonita ilusión, al contrario.

─Uhgm, no tienes que preguntar eso, mi amor. Soy completamente tuyo.

Y tras la pronunciación de aquella respuesta, el castañito sonrió, sus manitas


posándose con seguridad a la vez que con extrema delicadeza, en sus húmedos
hombros descubiertos. Luego de aquello, Jungkook repitió lo de hace un momento,
acercó su rostro a su mayor y lo besó para luego hacer un descendiente camino de
besitos que empezó en su mandíbula y llegó hasta la mitad de su pecho, justo donde
empezaba el borde de agua. Se quedó ahí, besando y lamiendo sus pectorales
mientras sus manitas, debajo del agua, se deslizaban por su abdomen, ingle, entre
pierna hasta tomar y comenzar a estimular su prominente extensión.

Ohu.

El rubio jadeó y Jungkook no tardó mucho en, con sus labios aun pegados en su pecho,
dibujar una bonita e infantil sonrisa al escucharlo. Era bueno, que él también tuviera
la habilidad de causar estragos en el interior del cuerpo de su esposo, era totalmente
bueno.

DakHo por su parte, solo pudo cerrar los ojos, cada uno de sus sentidos centrándose
en aquellos tiernos movimientos que su castañito se encargaba de obsequiar en su
parte baja.

Demonios, los besos, los movimientos, las caricias, las miradas, jamás había recibido
tal atención. En el pasado, siempre que Dak terminaba en una de esas citas de una
sola noche, en un hotel de tercera o simplemente en un prostíbulo, el jamás se había
detenido a exigir esa clase de atención. No, al contrario, todo era jodidamente rápido.
Era de ese tipo de situaciones donde todo ocurría en mucho menos de una hora. No
existían caricias o besos que le hicieran explotar, y mucho menos alguna mínima pizca
de interés por parte de la otra persona para encargarse de hacerlo delirar.

En cambio, ahora, justo en ese momento, su niño bonito, su pequeño mocoso, se


encontraba rompiendo todos los esquemas, todas y cada una de las creencias que él
tenía en cuanto al sexo o bueno más bien, en cuanto "hacer el amor"

Era eso, "hacer el amor" DakHo ahora lo sabía, sabía que ese era el concepto
adecuado, ese que su mente había estado buscando con tanta insistencia por la
mañana.

Y fue entonces cuando lo confirmó, eso a lo que el estúpido de Jimin se refería en


aquella platica con Tae cuando él se encontraba en co-conciencìa; Confirmó que en la
vida había algo más allá que el simple y frio acto sexual. Que no era el simple deseo de
querer "follar" y bye, sino que existía el bendito anhelo e ilusión de sentirse querido,
completamente amado.

Joder, ahora DakHo lo sabía, y podía decir, que definitivamente, acariciar a su niño y
qué él lo acariciara de vuelta; besarlo, disfrutarlo, amarlo, adorarlo, fundir sus
cuerpos en calor, ¡va! Simplemente hacerle el amor y viceversa, era un millón de
veces mejor que esas malditas ganas de ahogarse en esas vacías adicciones de las
cuales tanto había estado dependiendo en el pasado.

Todo lo que se encontraba viviendo con el menor era muchísimo mejor, y eso apenas
lo entendió.

—Ugh bebé...

Una vez lo vio conveniente, o más bien, cuando creyó que estaba por venirse gracias
al cálido toque, con un gentil gesto DakHo hizo que el castañito se detuviera. Sus
grandes manos posándose sobre las de su niño y deteniendo todo movimiento que este
le obsequiaba a su miembro.

─Gracias por eso mi amor, pero ahora es tu turno.

El cálido aliento de Dak chocando contra su rostro, hizo a la columna vertebral del
menor vibrar. De inmediato, asintió, su cuerpo separándose y elevándose para
acomodarse al otro extremo de la tina con toda la intención de que fuera decisión de
Dak manejar la posición, no obstante, deteniéndose de golpe cuando las fuerte manos
del alter lo tomaron y le obligaron a quedarse donde estaba.

─Hyung ¿Qué...?

─Tu tomarás el control, mocoso.

Y el aire repentinamente se detuvo en medio de sus pulmones, sus ojitos abriéndose al


tope y el rojo en sus mejillas intensificándose con extrema claridad.

─ ¿Q-qué dices?

─Estas lastimado, lo mejor será que tu tomes el control para que sepas como moverte
o cuando parar.

─ ¿Pero... p-pero y si no sé como hacerlo?

Estaba nervioso y temblando, a Dak le dio extrema ternura eso.

─Claro que sabrás como hacerlo mi vida, yo te guiaré Acarició gentilmente parte de su
rostro─Solo tendrás que moverte en pequeños ochos arriba de mí.

─Pero yo... mis movimientos no serán para nada rudos. Al contrario, serán torpes e
inexpertos, y si no... ¿Y si no te gusta?

Ahora sí, el mayor carcajeó. Acercando el cuerpo de su niño para empezar a


acomodarlo, besó sus labios y señaló.

─Cualquier cosa que hagas tú me gustará, amor. Así sean solo inocentes movimientos,
te aseguró que me encantará.

─Hyung...

─Anda lindo, tu puedes.

Con sus mejillas atestadas de rubor, el castañito obedeció. Esa posición era nueva
para él y se sentía sumamente inseguro al realizarla, no obstante, lo intentó y cuando
al fin pudo estar sobre su mayor y con este completamente dentro de él, soltó un largo
y pesado gemido al percibir como de aquella manera su punto era tocado tan
descaradamente.

─A-ah~ ¡cielos!

Cerró los ojos, su cabecita cayendo hacia adelante y su frente pegándose y


apoyándose en el hombro derecho de aquel que segundos después lo alentó a
continuar.

─Comienza a moverte, precioso.

Así lo hizo. Tal y como Dak se lo dijo antes, comenzó a mover sus caderas lentamente
en pequeños, aunque un poco deformados "infinitos", su cuerpo dándose cuenta
después que era lo mejor que había podido haber hecho en aquel momento.

Estaba tocando el cielo, su mente estaba destellando en cientos de fuegos artificiales,


todo él, todo su interior era como un perfecto universo lleno de estrellas, esas mismas
que provocaban tan hipnotizan tés sensaciones que cosquilleaban cada milímetro de
su encendido e iluminado ser. Estaba en el bendito paraíso y la profunda voz de Dak
susurrándole cosas bonitas a su oído le hacía elevar y destellar todavía más.

─Así es, bonito, sigue moviéndote así.

El cálido aliento de Dak chocando contra su piel, hizo a cada facción de las venas de
su cuerpo bombear.

Gimió y despegó su frente del hombro únicamente para pegarla en la frente de su


esposo, sus ojitos perforando aquellos profundos e hipnotizan tés de su mayor.

No fue hasta que incrementaron sus jadeos y sintió la mano de su hyung masturbarle,
que Jungkook gritó su nombre al explotar.

─Oh carajo...─Dak no se quedó atrás, sino que poco después de sentir las paredes de
su chico apretándole, fue que gruñó mientras alcanzaba su propio éxtasis. Y de nueva
cuenta esa gloriosa sensación. Esa que lo hacía volar, alucinar e incluso ahogar en
cientos de gemidos. ¡Joder! Claro que por nada del mundo se atrevería a cambiar esa
bendita sensación.

Un par de minutos después, cuando las respiraciones de ambos se controlaron, se


separaron un poco y se miraron a los ojos, Jungkook aún sentado sobre su hyung,
disfrutando de las caricias que este dejaba en su de rostro.

Se besaron. Lo hicieron sin medir el tiempo, lo hicieron con lentitud y de una manera
tan dulce, como gritándole al mundo lo mucho que se amaban, que se idolatraban.

Fue hasta que Dak se separó, que con sus ojos algo vidriosos y con su dulce mirada un
tanto apagada, con todo el dolor de su corazón, miró a Jungkook y susurró:

─Llegó la hora de irnos, mocoso.

.
.
.

Notita previa al desenlace (agradecimiento) :

Va, el que sigue es el final


Les digo, será doloroso, así que entenderé si no lo quieren leer. Después de todo, ya
saben cómo termina...

Créeme que mientras escribía esta historia y me enamoraba más del personaje de Dak
(Mucho más que en HS) pensé un montón de veces en cambiar el final original.

Pensé en hacer caso a algunos comentarios e ideas que decían que dejara a Dak y a
Tae y que ambos fueran la pareja de Jk. ¡Lo pensé y por un momento lo intenté! Fue
por eso mismo que me tardaba milenios con las actualizaciones, porque el dilema de
"integrar" o no a Dak, siguió rondando por mi cabeza hasta que esta terminaba por
explotar, je.

No obstante, al final decidí por no hacerlo. Si, con todo el dolor de mi corazón, opte
por avanzar con la idea original. Esa que desde un inicio (antes de empezar a escribir
HS) ya estaba anclada en mi mente:

"Tae es una persona, un ser humano increíble, inocente, humilde, que merece vivir y
ser feliz"

"JK se enamorará de un alter, de uno que realmente es parte de Tae, así que no habrá
problema en ello cuando llegue el momento de despedirse"

"Va, se extrañará, sin embargo, Dak seguirá manifestándose inconscientemente en


Tae luego de la integración, pues ambos en realidad serán ¡uno solo!"

No obstante, a pesar de seguir firme con mi decisión, comprenderé si ustedes quieren


quedarse aquí y formar su propio "final feliz"

So... a los que decidan eso, mil, mil, mil, gracias por leerme hasta aquí. Aquí me
despido de ustedes ❤ ojalá la lectura haya sido de su total agrado. Idk, pero espero
haberles sacado, risas, suspiros y alguna que otra lágrima de felicidad, espero incluso,
en algunas partes, haberlas hecho reflexionar (aquí y en HS)

Gracias nuevamente, por sus comentarios y sus votos. Es algo que jamás olvidaré.

¡Gracias, gracias, gracias!

Lxs adoro. ❤

Pd: Para las que continúan, pondré gran parte de este texto en copy page en el
siguiente cap JAAJA. Nos leemos ~
8.2 - Last Goodbye.

Estoy seguro de que nos encontraremos en la primavera

Y pondremos al día de todo


Diré que estoy orgulloso de todo lo que has hecho
Me enseñaste las cuerdas y me enseñaste a amar

Pero simpatizo
Y reconozco
Y baby, me disculpo
Que tengo el lado bueno
El lado bueno de las cosas

Troye Sivan - The good side

˗ˏˋ Last ˎˊ˗

Last Goodbye.

Pasajeros del vuelo 77 con destino a Seúl, favor de comenzar a abordar

El sonido de la bocina hizo eco dentro de su cabeza una y otra y otra vez. Frente a él
personas riendo, hablando, con prisa, en el móvil, corriendo, etc. pasaban en cámara
lenta, sumamente pausada, como si el cuadro que acaparaba el panorama de su vista
fuera una película, o su mente le estuviera haciendo una mala jugada.

Hace apenas 5 minutos habían llegado al aeropuerto y desde que entraron al recinto,
el corazón de Jungkook no había dejado de temblar.

—Bebé.

Esa perfecta, profunda y dulce voz se escuchó, lejana, distorsionada, como un altavoz
descompuesto al otro lado de la habitación, como un doble eco en su tímpano derecho
que lo quería volver loco.

—Mocoso...

Un cálido toque se adueñó de una de sus manos, y solo así se atrevió a plantar sus
grandes ojos en esos de su esposo.

El rostro de Dak apareció frente a él y él no supo qué hacer cuando su mayor, con la
más hermosa de las expresiones, le sonrió, la mano que no tomaba la suya acariciando
su mejilla, antes de escucharlo decir:

─Tenemos que abordar, ya mi niño...

Y esa frase contribuyó a hacer quebrar un poquitito más su ya mallugado corazón.

Había llegado la hora, tenían que abordar, tenían que dejar atrás aquella isla y con
ello tenían que dejar atrás aquellos hermosos recuerdos que habían formado en su
estadía en ella.

El castañito tragó duro bajando su mirada en tanto asentía lentamente. Al verlo, el


alter rudo no tardó mucho en tomar su barbilla con dulzura para posteriormente
elevarla, atrapar sus ojos y, con la intención de aligerar el ambiente, preguntar.

─ ¿Puedes caminar o debería cargarte en mi espalda? ─Susurrando juguetón, terminó


─Con las cuatro rondas de anoche y la de esta mañana... me sorprende que justo ahora
no estés pidiendo una silla de ruedas.

Otra vez, lo estaba haciendo otra vez. Dak de nueva cuenta lo estaba tratando de
animar, o siquiera molestar, Jungkook lo sabía por el tono burlón e incluso bromista
en su voz. Sin embargo ¿Cómo podría hacerle saber a Dak que aquel tipo de
comentarios en ese momento solo estaban haciendo que lo extrañara desde ya?

El castañito con los ojitos apagados suspiró y mínimamente sonrió, yendo a un lado de
su mayor con toda la intención de tomar su mano y recargarse en uno de sus hombros,
ambos caminando con dirección al primer filtro de entrada al avión.

—Escáner por favor...

Todo seguía en cámara lenta para Jungkook, todo se reproducía como una película en
un inevitable final dentro de su cabeza.

—Andando bonito.

Jungkook se dio cuenta que, si la mano de Dak no hubiera estado tirando de la suya,
probablemente él no hubiera movido siquiera un pequeño milímetro su cuerpo, al
contrario, se hubiera quedado enraizado en ese lugar, indispuesto a caminar.

Volvieron a avanzar, y el de cabellos castaños sintió su respiración ahogar una vez


entraron al pasillo que los conduciría al interior del avión. Se detuvo. En medio del
camino paró, su mirada luciendo realmente perdida a ojos del contrario.

─Amor...

Pero el castañito no logró pronunciar respuesta alguna. Solo lo miró, sus pupilas
luciendo más brillantes de lo normal a causa de las tontas ganas que tenía de tirarse
al piso y simplemente llorar.

DakHo se acercó a él, tomó su mano, sonrió y señaló:

─Tenemos que ser fuertes, cariño. Tenemos que avanzar y entrar.

─N-no sé si pueda hacerlo, hyung...

Porque una vez que entren y avancen no habrá manera de volver atrás.

─Bebé, tenemos que hacerlo. No por nosotros, sino por...

─TeTe... losé.

Y es por eso que dolía mucho más, porque Jungkook amaba con el alma entera a su
novio, ese hermoso ser que le había hecho sentir realmente enamorado por primera
vez, pero también a ese pequeño fragmento del hombre que se encontraba justo frente
a él.

Y es que no lo entendía, como en una situación así su corazón quería ser tan egoísta.

Él había tenido muchos goces tanto como satisfacciones en su vida. Era hijo único, por
lo que en su infancia e incluso adolescencia las complacencias hacía su persona eran
rebosantes por parte de su madre. Esa mujer se había encargado de consentirlo,
mimarlo, amarlo y darle absolutamente todo lo que él en algún momento deseó. Aún
así, el castañito jamás se atrevió a abusar, no, nunca lo hizo, pues estaba consciente
de que en la vida habría momentos en los que esta misma no le daría todo lo que
quisiera y eso para él, estaba bien.
Entonces, si incluso siendo un pequeño sabía muy bien que no siempre obtendría lo
que quisiese, porque en ese momento las ganas de hacer berrinche y reclamarle a la
vida por obligarle a elegir, le asaltaban como unas malditas ansias que lo querían
volver loco.

Quizá era eso, ya se había vuelto loco.

─Mocoso...

La gente dejó de pasar a su alrededor e inclusive una sobrecargo se acercó a ellos


diciéndoles que ya tenían que abordar y Jungkook sintió su alma casi explotar cuando
Dak lo tomó de la mano para ayudarle a avanzar.

Sin pensarlo él mismo comenzó a caminar, su vista tornándose borrosa al momento de


al fin entrar al avión, aunque esta misma volviéndose cuestionarte al ver el panorama
que acaparó.

─Ugh, hyung ¿Por qué...?

─Ah cierto, no te lo dije...─Soltando un par de risitas, Dak señaló─ Cambié los asientos
de clase turista a clase VIP. Ya sabes, por eso de que te encanta ver las nubes en el
trayecto y hablar como si tu fueras el único en el avion─Se burló─Ahora estaremos en
un lugar con menos gente, así que puedes hablar todo lo que tú quieras, prometo qué
ahora si te pondré atención.

¿Por qué hacía eso? ¿Porque su mayor se empeñaba en hacerle doler el corazón?

Se adentraron aún más al espacio y en efecto, Jungkook corroboró que habían entrado
a esa zona donde en las películas y programas de tv los protagonistas millonarios se
sentaban en sillones de primera clase, aparte de que en ese vuelo justamente y para
su buena suerte, había solo 2 personas más, a parte de ellos y las azafatas.

—Ven mocoso, estos son nuestros asientos.

DakHo le cedió el lugar que daba a la ventana mientras él tomaba el que se


encontraba justo a su lado.

Por un momento, por un microsegundo el castañito sonrió, su corazoncito olvidándose


del dolor y sintiéndose tan cálido cuando al sentarse, Dak lo rodeó por los hombros e
ignorando la barrera divisoria, lo atrajo a su cuerpo para poder recargarlo en su
pecho.

Lo que vino después fue el momento de arrancar, la azafata dio las indicaciones de
vuelo mientras el avión andaba y se preparaba para despegar.

─Si gustan algo de comer o tomar, solo presionen el botón de su derecha y vendré...

Fue la observación que una de las señoritas les hizo una vez que se encontraron
estables en el aire. DakHo agradeció y una vez vio a la mujer desaparecer en la cabina
de enfrente, giró su mirada hacia su niño y cuestión.

─ ¿Seguro que no quieres nada para desayunar? No has comido nada en toda la
mañana.

¿Cómo podría hacerlo? ¿Cómo podría probar bocado alguno? ¿Cómo? si ni su


estómago ni su cuerpo querían cooperar para recibir, aunque fuera una pizca de
alimento.

Negó. Su cabeza yendo de un lado a otro antes de que esta volviera a recargarse en el
pecho de aquel que adoraba tanto.

El silencio que vino luego fue por parte de ambos, las luces del avión se habían
apagado, dejando encendidas solo aquellas tenues que les ayudaban a descansar. La
pareja que se encontraba al frente, a tres asientos de ellos, al parecer se encontraban
viendo una película con los audífonos puestos, mientras que las azafatas habían
dejado de pasar.

DakHo suspiró y Jungkook sonrió con melancolía al sentir el pecho de este elevarse al
realizar esa pequeña acción. Una duda, una realmente cruel y dolorosa invadiendo su
cabeza unos pocos segundos después.

─Hyung...

─ ¿Mande amor?

─T-tú...─Titubeó, sus grandes y brillantes ojos manteniéndose fuera de los del


contrario mientras permanecía con su cabecita aún pegada en el pecho de este─
¿Cuando... cuando ocurra la integración, t-tú...ugh? ¿Q-qué pasara c-contigo?

1, 2, 3, silencio.

─ ¿Bebé, en verdad quieres hablar eso?

Pero el castañito no contestó, por el contrario, sus labios temblaron mientras elevaba
hacia él una de sus manitas solo para poder cubrir su boquita y así evitar que esta se
soltara a sollozar.

DakHo lo vio, a pesar de que su pequeño se encontraba prácticamente dándole la


espalda, DakHo sabía que estaba llorando en silencio. A pesar de que sabía que estaba
intentando con toda su alma ser fuerte, DakHo sabía que su pequeño escuincle se
estaba quebrando y eso dolió como el infierno en su corazón.

Fue por eso que, a pesar de que sabía que estaría haciendo un mal que les haría doler
su alma todavía más, firmemente, señaló:

─No me iré.

Las palabras salieron en un susurró, sin embargo, fue un susurro lo suficientemente


alto y esperanzador, lo suficiente para que el castañito, lo escuchara.

─No me iré mi vida, al contrario, me quedaré aquí─Y fue ahí que elevando y girando su
cabecita, Jungkook miró a Dak, su vidriosa mirada quedando a ojos de aquel que
volvió a recalcar─Me quedaré aquí y será muy difícil para ti deshacerte de mí.

─P-pero...

─Me quedaré aquí cariño y.... viviré contigo─DakHo acarició las mejillas contrarias,
para luego plantar sus labios en aquellos de su niño antes de, pausadamente,
continuar─ Saldremos de esta isla, llegaremos a Seúl y lo primero que haré será
buscar a un cura para que pueda casarnos formalmente.

Jungkook lo miró, sus ojitos volviendo a llenarse de lágrimas al percibir como la


mirada de su esposo, esa ruda, fuerte e intimidante y esa misma que muy pocas veces
demostraba dolor, se cristalizaba de poco en poco gracias a cada palabra que su
propia boca soltaba.

─H-hyung...

─Nos casaremos otra vez─Continuó, su respiración tornándose pesada mientras que


intentaba convencer a su mente de que todo aquello que decía, era verdad─ Nos
casaremos frente a nuestras familias y yo le prometeré a tu madre que te cuidaré y
amaré por toda la siguiente eternidad. Luego de eso... luego de eso nos iremos a vivir
a una cabaña, una similar a esa en la que nos hospedamos, pero en lugar del mar,
optaré por buscar una en medio del bosque, donde no haya ruido ni gente alrededor
para así poder hacerte el amor miles de veces todas las noches, mientras que cada
mañana te despertaré con un beso y te diré lo hermoso que eres para mí...

Por fin, una tonta lagrima rodó por una de sus pálidas mejillas y se vio a si mismo
bufando exasperado al reparar en la repentina aparición su estúpida sensibilidad. Con
dulzura, Jungkook le sonrió y elevando sus manitas hacía él, limpio esa lagrima
rebelde que aún se visualizaba al final de su barbilla.

─ ¿Viviremos juntos, dices?

─Ujum, solo tú y yo. Y después, cuando nos sintamos listos, haremos... haremos crecer
nuestra familia.

Al soltar eso, los ojitos de Jungkook se iluminaron mientras sus pequeños labios se
entreabrían y cuestionaban.

─ ¿E-en serio?

─Así es, bonito... adoptaremos dos mocosos como mínimo.

DakHo señaló y sonrió con eterno amor, solo cuando vio a su castañito carcajear.

─ ¿Cómo mínimo d-dices? No pensé que te gustaran tanto los niños, hyung.

─Claro que me gustan, mi amor. Siempre y cuando sea para formar una familia junto a
ti... siempre me van a gustar.

Un beso por parte del alter llegó a los labios del menor, y este, sintiéndose tan
plenamente dichoso por lo que se encontraba escuchando, suspiró y lo recibió.

─Dos niños...─Otro beso más─Dos pequeños que nos digan a ambos "papá" mientras
corren por la casa y juegan con nosotros en nuestro inmenso jardín. ¿Te gusta la idea?

─Me encanta, pero... Duele.

DakHo lo besó un poco más al escucharlo y cuando se separó, lo miró a los ojos,
acarició su mejilla y señaló.

─ Se que duele mi vida, pero es mejor que duela imaginando a que simplemente duela
y ya ¿no? Siempre hay que ver el lado bueno de las cosas...

La mirada de Jungkook volvió a cristalizar, su frente yendo a pegarse en la contraria


mientras cerraba los ojos y suspiraba el bendito aliento de su esposo.

─G-gracias por todo hyung.

Le costó, soltar aquella frase que el mismo sabía, era indispensable en cualquier
despedida, le costó demasiado. Se separó mínimamente, abrió los ojos y con voz
temblorosa, continuó.

─Gracias por permitirme acercarme a ti y.... ser parte de tu vida. Gracias por
cuidarme y salvarme las veces que estuve en peligro. Gracias por abrir mis ojos y
hacerme saber que de quienes en verdad estaba enamorado era de ustedes y no
de...─Se detuvo y melancólicamente, sonrió─Gracias por amarme tan bonito. Gracias
por permitirme vivir contigo el sueño de estas perfectas vacaciones. Pero
sobretodo...─Acarició con ternura su rostro y completamente sincerado,
terminó─Muchisimas gracias por proteger a TeTe y cuidar al sistema del cual me
enamoré...

Al verlo terminar, DakHo lo imitó y melancólicamente, sonrió. Una de sus manos


viajando a la parte trasera de la cabecita de su niño para presionar esta misma hacia
él y poder besarlo.

─Para mí fue todo un placer haber hecho todo aquello, mi cielo─Susurró sobre sus
labios y sin evitarlo, Jungkook suspiró─En cambió, yo quiero agradecerte a ti por lo
tierno y dulce que fuiste con cada uno de nosotros. Gracias por quedarte a nuestro
lado y no salir huyendo... Pero, sobre todo, gracias por amarme a mí. Gracias por
confiar en mi hasta el final y no rendirte con mi estúpida y molesta personalidad.
Gracias por aceptar ser mi esposo, mi vida. Gracias por permitirme amar cada parte
de tu cuerpo y deleitarme con cada uno de tus suspiros. Muchísimas gracias por todo,
mi amor.

Se besaron nuevamente, el tiempo transcurriendo sin prisa, aunque a la vez los


segundos andando tan malditamente rápido, a tal punto de hacerlos escuchar al
capitán decir por a través de la bocina, que estaban a 20 minutos de aterrizar.

La mirada de Jungkook volvió a temblar, y DakHo besó la puntita de su nariz para


poder calmarlo.

─Hey, no llores mocoso─Y el labio inferior que segundos antes se encontraba


temblando se abultó, formando un leve pucherito─Mirate...─Susurró el mayor─tan
sencible de nuevo─Y cuando vio una lagrimita escapar de uno de aquellos hermosos
ojos, se apresuró a limpiarla con su dedo pulgar─Ugh... llorón.

─D-Dak...

El mencionado sonrió y Jungkook se vio obligado a fruncir el ceño al escuchar la


siguiente petición.

─No me olvides, bonito.

─No hyung, jamás─Sin pensarlo un microsegundo, rápidamente negó. Su cabecita


andando con insistencia de un lado a otro─Es más, cada año yo... respetaré nuestro
día. Todos los sietes de julio será nuestra fecha y yo... te recordaré siempre de una
manera tan especial. T-te lo prometo.

DakHo sonrió con ternura y sinceridad al escucharlo, más que nada porque su corazón
se llenó de un repentino alivio y paz. En verdad hubiera odiado el saber que su niño lo
olvidaría al pasar ese día, que los años siguientes él dormiría en los brazos de
Taehyung sin acordarse siquiera que él, el grandioso Woo Dak Ho alter terciario de un
sistema, alguna vez existió y, sobre todo, sin acordarse de todo el amor que alguna vez
le entregó.

─Es un alivio mocoso. Saber que en tus días siguientes me recordarás... me tranquiliza
mucho.

─Ni siquiera permitiría a mi mente olvidar siquiera la primera palabra que


intercambiamos, amor.

─ ¿Lo dices en serio? ─Y cuando lo vio asentir, sonrió.

─Claro que lo digo en serio, hyung. No solo por todo lo que vivimos sino porque... eres
-tú.

─ ¿Soy yo?

─Ujum. Mi alma gemela─Confesó y estuvo a nada de agarrarse a llorar cuando los


profundos ojos de Dak brillaron al escucharlo─Yo sé que Tete, es mi amor en esta vida,
hyung. Sé que yo nací para amarlo y estar junto a él hasta la vejez. Lo sé. Pero lo que
también sé es que, como ya lo dije, tú eres mi alma gemela, eres la persona que en un
muy bello momento de mi vida hizo a todo mi ser vibrar. Eres la persona que en estas
vacaciones me hechizó demasiado bonito y aquel que me enseñó que no se necesitan
palabras para describir el verdadero amor e incluso... el dolor, s-sino que bastaban
solamente simples miradas para demostrarlo t-todo. Tú tienes un pedacito de mi alma
en la tuya hyung y yo cometería un pecado si en algún futuro realmente te llegó a
olvidar...

La sinceridad en sus ojos era realmente visible, jodidamente clara y al visualizarla, lo


único que logró hacer Dak fue bajar su mirada.

"Tripulación, preparar cabina para el aterrizaje"


En ese momento, la señal del cinturón frente a ellos se encendió y Jungkook tuvo que
morder su labio inferior fuertemente mientras que, con la vista nublada, se separaba
de su hyung únicamente para abrochar el cinturón alrededor de su cintura. Dak
imitándolo antes de volver a poner su brazo alrededor de los hombros de su esposo y
arrastrarlo nuevamente hacia su pecho.

─Y-yo...─Susurró Dak una vez que el avión comenzó a desender─Estoy seguro de que
nos encontraremos en la siguiente vida...

Jungkook cerró los ojos, estos derramando las ultimas lagrimas que se habían
acumulado mientras que sus labios temblaban sin parar.

─Incluso... incluso en un mundo alterno a este yo te buscaré, te encontraré y pasaré


cada día de mi vida junto a ti.─Continuó el mayor, sintiendo como su garganta se
cerraba y sus parpados pesaban─Y si hay una persona en tu vida, pelearé por ti.
Pelearé por tu amor. Haré todo para que estés conmigo, mi amor...

—H-hyung

—Por lo pronto, al bajar de este avión, asegúrate de... hacer una vida con Tae.
Asegúrense de amarse con todo el corazón, de casarse y de formar... formar una
familia. Asegúrate de eso, mocoso. Asegúrate de siempre ser feliz y jamás, jamás
olvides lo mucho que te amé. Lo tanto que te amo.

─Tambien te amo tanto, amor─Sollozó con su rostro pegado en el pecho del dueño de
esas caricias en su cabello que de un momento a otro se dejaron de sentir─T-Te amo
demasiado.

Te amo de una manera tan fuerte que d-duele. Te amo incluso sabiendo que en esta
vida tú no fuiste hecho para permanecer junto a mi... Te amo con cada fibra de mi
corazón.

Te amo tanto, mi amado alter favorito, Woo Dak Ho.

Hoy mi corazon se rompió.

Por cierto, esperen en unas horas les traigo un epilogo pequeñito que les aliviará un
poco el corazón.

Muchas gracias por leer.


Woo Dak Ho

Epilogo

Mi amado alter favorito, Woo Dak Ho.

La dulce y llorosa voz de su pequeño esposo fue lo último que su mente escuchó. La
ensoñación ganándole a su conciencia junto con el dolor de cabeza que sintió luego de
la nubosidad en sus ojos, siendo aquello que lo arrastraron a la entera oscuridad. Esa
en la cual en ocasiones acostumbraba estar. Ese espacio grisáceo que no le
desagradaba, pero tampoco le gustaba del todo, pues el silencio y el ambiente solitario
le envolvían cada tortuoso segundo que se encontraba ahí.

No obstante, lo que DakHo jamás pensó fue que, en lugar de la soledad, sus profundos
ojos se encontrarían con aquello...

Su mundo interno, ese que era un íngrimo cuarto color negro con paredes rayadas en
tinta blanca, ahora lucía completamente diferente; Ya no había oscuridad y mucho
menos apariencia descuidada y abandonada, en su lugar el alumbrado panorama de
un hermoso parque lleno de juegos, apareció.

Su corazón comenzó a bombear, su respiración a acelerar e incluso sus ojos a nublar,


y es que el hermoso paisaje era tan conocido, tan benditamente familiar... era ese
lugar especial en donde de pequeño él, siendo Taehyung, escapaba para poder llorar.

Ese mismo, lleno de árboles, columpios, resbaladillas y pasamanos donde, gracias al


cielo, lo encontró a él por primera vez.

Sonrió, lo hizo pensando en el hermoso gesto del que sea quien hubiera hecho aquello:
Cambiar su mundo interno.

DakHo sonrió, sin embargo, rápidamente sollozó mientras sus ojos se seguían
llenando de lágrimas y es que, al girar su mirada hacia aquel espacio, su panorama
acaparó a un hermoso ser esperándolo ahí, sentado al final de la resbaladillas, con una
enorme sonrisa en sus bonitos labios y sus preciosos cabellos castaños alborotados
debido al ligero aire de verano.

No podía ser... todo aquello lucia tan perfectamente irreal.

La personita o bueno, el fragmento frente a él se levantó y sin dejar de mirarlo y


sonreírle, elevó y extendió una de sus blancas manitas a su dirección, esta de
inmediato pidiéndole que fuera hacia él, que siguiera caminando y llegara a donde él
se encontraba.

Así lo hizo. Sin pensarlo, a pasos lentos, aunque deseosos, DakHo se concentró en
avanzar en tanto sus lágrimas de felicidad no se apiadaban por darle tregua a su vista
borrosa.

En cada paso, el alter rudo sentía su alma salir, su corazón desembocar en tanto
percibía como el airecito de verano desordenaba ese flequillo sin cortar y lo hacía
comenzar una interminable lucha contra sus pestañas y el percing de su ceja,
mientras que, en su piel llena de tatuajes, porque si, en su mundo interno él tenía el
flequillo largo, percings en varios lados y sus pálidos brazos atestados en tatuajes, los
rayos del sol golpeaban, bailaban y acariciaban con delicadeza cada poro, cada fibra
de todo lo que era él. Ese su auténtico y original ser.
Sonrió con emoción, y es que por primera vez en su mundo interno se sintió pleno, tan
jodidamente dichoso.

Cuando llegó al fin, cuando terminó el camino y se detuvo frente a aquel que tenía los
ojos más hermosos del planeta, ninguno de los dos habló, nadie dijo una sola palabra,
solo se miraron, se contemplaron, lo hicieron de una manera tan bonita mientras que
una ligera sonrisita atestada de adoración se encargaba de cubrir los labios de ambos.

Se contemplaron y reconocieron, al ver las pupilas del otro, supieron que sus almas se
encontraban compartidas incluso desde el inicio del universo mismo... y a pesar de
que ninguno de los dos dijo algo con palabras, ambos se gritaron con la mirada
cuando se amaban antes de romper esa pequeña distancia que los separaba y
abrazarse como si no hubiera un jodido mañana.

Dejando escapar sus lágrimas, DakHo enterró su rostro en ese espacio que más
amaba en el mundo, para luego aspirar el dulce e hipnotizaste aroma que su bonito
niño desprendía. Y lloró, sin importarle lo cursi, lloró de agradecimiento por volver a
sentir al castañito entre sus brazos, porque tenerlo ahí, junto a él, en su mundo
interno era más de lo que él en alguna ocasión había podido desear.

─DakHo hyung...

El fragmento de cabellitos castaños susurró y se separó y el mencionado solo pudo


sentir su alma volar al momento en el que, con una pequeña sonrisa en sus bonitos
labios, su mocoso acercó estos mismos a los suyos para, dulcemente, poder besarlos.

Y en ese momento, el alter rudo Woo Dak Ho de cabellos largos percings y tatuajes,
supo que a partir de ese instante toda oscuridad, toda maldita soledad, abandonarían
su mundo interno y correrían muy, muy, muy lejos de él, para luego darle paso a ese
precioso mundo que en algún momento de la vida misma creó junto a su chico, ese su
pequeño y eterno esposo, Jeon Jungkook.

The end

Miiil graaciaaaas @tatastiny por darme la idea e inspirarme para que este mini
epilogo se hiciera realidad <3

Entre mañana o pasado subo las cartas y la parte del agradecimiento para, ahora si,
cerrar el ciclo de esta historia y dar vuelta a la pagina.
Muchisimas gracias x estar

ILY


Carta 1

Carta a Jungkook

¡Hola mi amor!

¿Te estas divirtiendo? ¿Dakho esta siendo amable contigo?

Si no me equivoco, o si hiciste caso a mis palabras, debes estar leyendo esta carta
justo el primer día de tu estadía en la isla Jeju. Están por comenzar oficialmente tus
vacaciones junto a mi personalidad protectora y la razón por la que he decidido
escribirte esto es porque me gustaría decirte unas cosas y hacerte un par de
peticiones.

Si, peticiones...

Bueno, primero que nada, quiero recordarte que te amo demasiado. Estoy
completamente enamorado de ti Jungkook, lo sabes ¿no? Ya te lo he dicho en el
pasado, y me he encargado de repetírtelo todos los días desde que comenzamos a
salir; Mi definición de amor puro eres solo tú.

Últimamente nos hemos estado conociendo mejor, y eso es algo que me encanta pues
puedo presumir libremente que estoy hechizado con cada fragmento de ti. Conozco lo
que te gusta, lo que te disgusta... Conozco aquello que te pone triste, las películas con
las que lloras y aquellas con las que tu carita se transforma en la de todo un bebito
pequeño al emocionarte de sobremanera con alguna escena. Lo estoy conociendo todo
de ti y te juro que me pongo a llorar de felicidad al darme cuenta que aquellos
momentos no serán los últimos en los que yo pueda llenarme de tu presencia, sino que
aún tenemos muchísimo tiempo, un larguísimo futuro, para estar juntos solo tú y yo...

¿Por qué te estoy recordando esto? Bueno, lo hago para que no vayas a malinterpretar
aquello próximo que te voy a decir...

Mi amor... yo sé que tú también me amas, lo veo en tus ojitos, como estos brillan igual
a 2 perfectos y hermosos luceros al verme, o como tus bonitas mejillas se llenan de un
tierno color rosita siempre que nos tomamos de la mano. Yo lo sé, sé que me amas
mucho Kookito. Sin embargo, también sé que desde hace tanto tiempo, tu corazoncito
formó un pequeño rinconcito para que ahí se instalara la presencia de alguien más...

Si mi amor. Aparte de mi, tú estas enamorado de otra persona, eso lo sabes muy bien.
Y yo también lo sé.

Siempre que se menciona su nombre en cualquier situación, ese bonito rubor que
aparece cuando tú y yo estamos juntos vuelve a aparecer, libre ¡sin descaro! En
ocasiones puedo incluso percibir tu nerviosismo. Minutos antes de saber que lo verás,
tus ojitos comienzan a destellar al mismo en el que tus traviesas manitas comienzan a
jugar entre sí. Tal vez tú no lo notas, pero yo sí lo hago, amor. Te conozco muy bien, o
bueno, al menos esa parte de ti.

Y déjame decirte que, aunque no lo creas o se te haga extraño, estoy completamente


de acuerdo con todo eso. Lo estoy porque sé que esa persona, la cual también es
dueña de tu corazón, es una parte fragmentada de mi mente; su personalidad es un
poco ruda, tosca, desinteresada, pero también muy cálida e incluso en ocasiones muy
sensible, aunque eso tú ya lo debes de saber. Woo Dak Ho es un maravilloso e
impredecible alter de mi sistema.

¿Ahora, después de todo esto, sabes la verdadera razón del porque estuve totalmente
de acuerdo en que hicieras este viaje?

Te lo dije antes, honestamente, yo estoy en completa deuda con él y en verdad me


gustaría que tuviera una perfecta despedida o más bien, que ustedes dos la tuvieran.

Cariño, pase lo que pase en estos siete días, tú solo... déjate llevar.

Si, así como lo lees. Esta semana, durante este viaje, olvídate por completo de mi y
solo céntrate en aquel que llena el otro rincón de tu corazón. Diviértete junto con él;
rían juntos, caminen juntos, tómense de la mano, mírense a los ojos, llenense del
cariño del otro y encárguense de pasar momentos totalmente inolvidables.

Déjate sorprender mi amor. Deja que él lo haga también y si puedes y quieres, lucha
para que este viaje sea realmente increíble para Dakho... se lo merece, después de
todo, él es una parte muy importante de mi.

Kookie, no tengas miedo de mostrarte a él tal y como eres. Y mucho menos tengas
miedo de los sentimientos y deseos que vayan a surgir estos siguientes días. Al
contrario, como ya te lo dije, déjate llevar, embriágate de su presencia, ¡llénate de él!
y atesora cada segundo a su lado, pues, cuando estos 7 días acaben, recuerda que tú...
ya no lo verás más.

Espero que en verdad tomes con la mente abierta estas palabras y veas más allá de su
significado, así como espero que a partir de hoy, aquellos días que vengan sean de
entera felicidad.

Te amo, mi amor.

Con amor, atentamente, el chico de las personalidades al que salvaste,

Kim Taehyung.

P.D: Solo como dato... yo estaré dormido en mi mente. Todo lo que ocurra estos siete
días no lo sabré hasta que Dakho fusione sus recuerdos conmigo en terapia, así que...
hagan lo que deseen.

P.D 2: En serio, te amo tanto.


Carta 2

Carta a Woo DakHo

Hola Dakho hyung...

Bueno, honestamente, no sé como empezar a redactar esto.

Hemos hablado poco en la mente y cuando tenemos la oportunidad de hacerlo por más
tiempo, tú simplemente me callas sin quier escuchar, así que espero poder decir todo
lo que quiero que sepas por medio de este pedazo de papel.

Antes que todo gracias por abrir esta carta, no tengo forma de saber cuando la estas
leyendo, pero me alegra mucho que te hayas atrevido a abrirla siquiera...

Yo, ughm, puede que lo siguiente que diré no sea en absoluto algo de tu agrado.
Puede incluso que no estés para nada de acuerdo conmigo ni en mis ideas, después de
todo, tu eres mi protector y sé que lo menos que quieres hacer es algo que pudiera
lastimarme. Pero créeme hyung, pase lo que pase, no me lastimarás.

Lo que quiero decir con todo lo anterior es que... tengo una petición para ti, o bueno,
varías.

Primero que nada, me gustaría que disfrutaras a lo máximo estos 7 días junto a
Jungkook, que te diviertas a lo grande y no dejes de hacer aquello que más te haga
feliz: Supe que tenías algunos ahorros así que me atreví a tomarlos y ponerlos en tu
maleta para que con ello llevaras a nuestro Kookie a algún lugar... cosa que me lleva a
la siguiente petición.

Yo... me gustaría que formaras hermosos recuerdos con él; que se diviertan como
nunca y atesoren el tiempo como si fuera el ultimo segundo.

¿Sabes? Me gustaría en verdad que a lo largo de este viaje abrieran su corazón el uno
al otro. Que platicaran hasta altas horas de la madrugada, que rieran, que lloraran,
que vieran el amanecer juntos e inclusive que... durmieran juntos.

Lo sé, lo sé, sé lo que debes estar pensando, e incluso puedo imaginar la cara de
terror que, con nuestra cara, debes estar haciendo en este momento. Lo sé todo
hyung y sé que no debería estarte pidiendo esto porque bueno, Junkook es mi novio, y
podria verse como una falta de respeto lo que le hagas a mis espaldas. No obstante,
en este caso... en verdad quisiera que no te limitaras.

Sí, lo que lees... justo eso: No te limites.

DakHo, yo sé acerca del inmenso amor que tienes por él. Yo conozco tus sentimientos
(los cuales son los míos también) y puedo asegurar que lo amas con todo tu corazón,
¡con toda tu alma entera! e incluso si nunca antes lo dijiste en voz alta, sé que la
simple existencia de ese niño lo es todo para ti...

Hyung, el amor que sientes hacía él es tan puro y yo más que nadie lo entiendo puesto
que he podido experimentar la forma en el que nuestro corazón vibra y nuestro
estomago se llena de mariposas siempre que él sonríe, habla, nos mira, o respira
siquiera.

Así que por favor, toma estas palabras. No las ignores.

Solo sigue todo instinto de tu (nuestro) corazón y déjate llevar por cualquier acción y
en cualquier situación. Sí, EN CUALQUIERA.

Sorprende a Jungkook, sorpréndeme a mi (quien recobrará todas tus memorias en


alguna parte del futuro) y simplemente dispónganse a ser los amantes más felices y
apasionados del mundo entero en el transcurso de estos 7 días.

Por favor DakHo Hyung, haz caso a mis palabras... no te limites.

PD: Por si ya lo notaste, tengo un obsequio para ti, uno que deseo que compartas con
Jungkook. Es una pequeña cajita que puse en tu maleta, pero esa a diferencia de esta
carta... me gustaría que la abrieras justo un día antes del séptimo día. El ultimo.

¡Fighting hyung! Te deseo lo mejor de tus últimos momentos. Te estaré esperando en


nuestra mente o en nuestras futuras sesiones de terapia para que podamos
conversar.

Gracias por cuidar de mi, gracias por cuidar de él. Gracias por todo en general, Woo
DakHo hyung.

Te... quiero.

Con cariño, atentamente: El chico parte de tu sistema, Kim Taehyung.


Buenos días/tardes/noches, personas bonitas!

Bueno... Oficialmente acabó 7 days y por ende, todo tema relacionado con HS.

¿Qué puedo decir? Sino un simple y enorme gracias por acompañarme en este camino.
Creo que es algo que nunca me cansaré de recalcar, pues jamás pensé que una
hisotria como HS o bueno, un escrito mio en general, se fuera a hacer popular

Por eso gracias. Gracias por seguirme y apoyarme en uno de mis tantos sueños y
ayudarme a vivir la experiencia del +1Mvews (HS). Gracias por votar, comentar,
meterse en la historia y amar y odiar a mis personajes tanto como yo jljlsajk. Gracias.
Gracias. Gracias :')

Espero de corazón volvernos a leer en algun futuro proyecto, sea cual sea (The truth
untold... cof cof:)

Por favor, cuidense, tomen mucha aguita y atrevanse a hacer cualquier cosa que haga
feliz a sus pequeños corazoncitos. Vivan su vida sin filtros pero haganlo con muchas
precausiones. Lxs adoró.

Un beso a la distancía
AU'

Universo Alterno

❝ Estoy seguro de que nos encontraremos en la siguiente vida. Incluso en un mundo


alterno a este, yo te buscaré, te encontraré y lucharé por ti...❞
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