[go: up one dir, main page]

0% encontró este documento útil (0 votos)
7 vistas4 páginas

Problemas en El Mercado de Trabajo

Cargado por

Abygail García
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
7 vistas4 páginas

Problemas en El Mercado de Trabajo

Cargado por

Abygail García
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 4

Problema en el mercado de

trabajo
PROBLEMAS EN EL MERCADO DE TRABAJO

En el capítulo 1 afirmamos que el trabajo digno es un factor fundamental para el ejer- cicio de la
ciudadanía plena. El concepto de ciudadanía alude a la igualdad de trato, de derechos y deberes
de las personas. El trabajo genera inclusión, promueve el ejercicio de derechos, satisface las
necesidades tanto del trabajador, como de su familia. Cuando surgen problemas en el mercado
laboral, acontecen simultáneamente dificultades en la salud de los trabajadores (pensándola
como bienestar fisico, psíquico y social del individuo), en sus familias y en la comunidad toda.

En este capítulo abordaremos algunos de estos problemas: la precariedad laboral, la


desocupación, el trabajo forzoso, la discriminación laboral y el trabajo infantil. También
destacaremos la importancia del trabajo doméstico.

Precariedad laboral

Como mencionamos en el capítulo 1 el concepto de precariedad laboral abarca a todos los


trabajadores en condiciones de trabajo insatisfactorias. El Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social de la Nación presenta los siguientes indicadores para medir la precariedad
laboral en la población:

Subempleo: están subempleados aquellos trabajadores que, involuntariamente, trabajan menos


horas de lo que se define como jornada laboral legal.
Sobreempleo: están sobreempleados quienes trabajan más de 48 horas semanales.

Asalariados no registrados: son aquellos a los que no se les hacen descuentos jubilatorios

o contribuciones a la seguridad social. Estos trabajadores cuentan con menos recursos legales a
la hora de la interrupción del contrato de manera unilateral por parte del

empleador.

Además, los sectores de la población donde crece la cantidad de desempleados entre los jefes
de hogar, muestran mayor precariedad laboral que otros aglomerados de la población.

Cabe destacar que en el mundo existe una marcada precarización del empleo femenino: gran
parte de las mujeres se insertan en ocupaciones de baja productividad, inestables y con escasa
o nula protección social.

Desocupación

El universo de habitantes que no cuentan con ningún tipo de empleo ni sueldo constituye la
desocupación abierta. Forman parte de él las personas que, deseando

trabajar y teniendo edad para hacerlo, no consiguen un puesto de trabajo. La causa de este
fenómeno es que el mercado laboral ofrece una cantidad de empleos menor a la suma de las
personas que se encuentran en condiciones aptas para el trabajo.
Sin embargo, también suele ocurrir que exista una oferta de empleos que requieren cierta
calificación dada por conocimientos o experiencia, y no hay mano de obra pre- parada para
cubrirlos.

Cuando las posibilidades de acceso a un empleo son muy reducidas, ocurre lo que se ha dado
en llamar desocupación oculta, que afecta a quienes ya no buscan empleo por no tener
expectativas de encontrar una oportunidad.

Cuando la oferta de empleo es reducida y la demanda de empleo es excesiva-gran cantidad de


personas buscan trabajo, los salarios bajan, porque hay más personas dispuestas a trabajar por
menos dinero. De esta manera empeoran las condiciones de trabajo y de vida de los
asalariados. Como vimos en el capítulo 1, en el marco del mo- delo neoliberal de los años
noventa, se flexibilizaron las leyes laborales y, por ende, las condiciones de trabajo, todo lo cual
generó altas tasas de desocupación y una mayor can- tidad de empleos precarios y
desprotegidos; la producción nacional fue desalentada; se privatizaron empresas públicas; el
Estado se vio debilitado, y gran parte de la población quedó en situación de pobreza y
vulnerabilidad (fragilidad o debilidad) laboral. Esto signi- fica que muchos trabajadores, para
mantenerse insertos en el mercado laboral, debían tomar trabajos no registrados, precarios,
aceptar los llamados "contratos basura" (por corto tiempo, con salarios bajos, sin

protección social).

Las personas que no cuentan con un empleo, ven limitado el ejercicio de sus derechos; no sólo
el derecho al trabajo, sino también a la alimentación, a mantener su vivienda, a atender
adecuadamente su salud, a brindar los elementos necesarios a sus hijos para que se eduquen.
En nuestro país existe una prestación por desempleo. La cobertura está conformada por una
presta- ción básica que se calcula tomando la mitad de la mejor remuneración neta mensual,
normal y habitual de los últimos seis meses trabajados y cuyo importe no puede su- perar los $
300, ni ser inferior a $ 150. Si el beneficiario tiene cargas de familia, percibe además de la cuota
básica, las asignaciones familiares ordinarias y extraordinarias que le correspondan durante la
vigencia de la prestación.

La duración de esta prestación se relaciona con el tiempo efectivamente trabajado y aportado a


la Seguridad Social-Fondo Nacional de Empleo- durante los últimos tres años anteriores a la
finalización de la relación laboral que dio origen a la situación legal de desempleo.
El trabajador desempleado o desocupado pierde los vínculos sociales que se logran en el ámbito
laboral. Si la desocupación se extiende en el tiempo, va generando un impacto negativo en su
estado anímico. El trabajo está asociado a la identidad y a la pertenencia social, por lo tanto, la
persona que está "sin trabajo" siente menoscabada su autoestima y confianza en las propias
posibilidades.

Además, cuando se despiden personas de una empresa, los trabajadores empleados viven en
una continua sensación de incertidumbre ante la posibilidad de ser ellos mismos quienes pasen
a convertirse en desocupados.

Fragmento del articulo "Trabajadores de otra clase" Revista MU. Año 5. Nro. 48. Septiembre
2011

Sin medias tintas, Argentina pasó de ser un pais con una legislación laboral modelo a un modelo
de precarización laboral y desocupación sin precedentes. El punto de inflexión entre uno y otro
fue la dic tadura militar. En treinta años, la ocupación industrial declinó cerca de un 50 por
ciento, lo cual repre- sento, entre otras cosas, la pérdida de más de 600.000 puestos de trabajo.
Para fines de 2000, según un trabajo realizado por el Ministerio de Economia, entre los diez
mayores empleadores del pais habla cuatro supermercados, una cadena de comida basura y
una empresa de seguridad privada. Es decir, empleos de baja calidad y poca estabilidad. El
sector industrial, a excepción de los casos del ingenio Ledesma y la alimenticia Arcor, no
figuraba en el grupo de las primeras treinta empresas generadoras de empleo. Un ejemplo:
McDonald's contrataba el doble de empleados que la petrolera Repsol-YPF. Asi, la clase media
comenzó a caer masivamente bajo la linea de pobreza. Y los pobres, bajo la linea de indigencia.
Luego llegó Fernando de la Rúa para caricaturizar lo peor de Alfonsin y lo peor de Menem.
Terminó decretando el estado de sitio y escuchó el trueno de cacerolas. En sintesis: Argentina
tenia en 1974 una distribución de la riqueza similar a la de muchos paises desarrollados. La
diferencia entre el escalón más pobre y el más alto era de 12 veces. Las cifras de 2003 indican
que la distancia entre el sector más rico y el más pobre es ahora cincuenta veces mayor. Esto
representa, según la explicación del especialista Artemio López, que "el grueso de la población
transfirió a la cima el equivalente anual a 15 mil millones de dólares".

También podría gustarte