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Espacio Femenino y Espacio Masculino: Oposición y Cumplementariedad en La Historia Oficial de La Urbe

Falcone, Rita; Pitencel, Marcela Patricia, Universidad Nacional de Mar del Plata, Facultad de Humanidades, Departamento de Historia

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Falcone, Rita; Pitencel, Marcela Patricia, Universidad Nacional de Mar del Plata, Facultad de Humanidades, Departamento de Historia

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Falcone, Rita N.; Pitencel, Marcela P.

Espacio femenino y espacio


masculino: oposición y
cumplementariedad en la historia
oficial de la Urbe

XIII Simposio Nacional de Estudios Clásicos

19 al 23 de septiembre de 1994

Falcone, R.; Pitencel, M. (1996). Espacio femenino y espacio masculino: oposición y cumplementariedad
en la historia oficial de la Urbe. XIII Simposio Nacional de Estudios Clásicos, 19 al 23 de septiembre de
1994, La Plata. EN: Actas del XIII Simposio Nacional de Estudios Clásicos. a Plata : Universidad Nacional
de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Centro de Estudios Latinos. En
Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.7070/ev.7070.pdf

Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons


Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
ESPACIO ,FEMENINO YESPACIO
MASCULINO: OPOSICIÓN Y
CUMPLEMENTARIEDAD EN LA
HISTORIA OFICIAL DE Li\ URBE
..
Rita N. FALCONE, Marcela P. PITENCEL.
Nova Lectio Antiquitatis - Universidad Nacional de Mar del Plata

Desde la aparición de la Historia de la Vida Privada' y la Historia de las mu-


jeres' se han abierto otras perspectivas de análisis sobre la antigüedad; una bús-
queda de la vida cotidiana, de los comportamientos conscientes e incol1scientes,
de un imaginario que cada sociedad tiene de sí misma.
En la presente ponencia no realizaremos un estado actual de la cuestión so-
bre la temática sino que intentamos realizar un análisis de la interrelación de los
espacios femenino y masculino en la ciudad antigua (Roma), según la obra de
Tito Livio Ab urbe condita.
¿Por qué hemos elegido aLivio?: 1ero.- Porque es historiador consubstancia-
do con el programa augusteo. Es un historiador oficial.
2do.- Porque el eje de su obra es la ciudad. La macro-ciudad no en extensión
sino en poder: Roma.
3ero.- Porque referido al tema a tratar es una Fuente poco utilizada yen algu-
nos casos desechada por ser una historia oficial que no refleja la realidad sino un
ideal político.
Intentamos "descontruir" como plantea Poucault' para "reconstruir" una
imagen social a través de un discurso oficial enmarcado en una política de "cons-
trucción sociar'; ver COlDO se entrelazan y articulan jos poderes de los honlbres y
las mujeres; que roles y esferas abarcan en el contexto de la obra de Livio una
"construcción ideológica' para una "reconstrucción social".
En un trabajo anterior hemos realizado un anMisis de la Primera Década de
Ab urbe condita donde aparecen dlVersasfiguras femeninas en diferentes roles
con un claro objetivo histórico-político. Corno consecuencia nos abocamos a in-
dagar en el texto como aparece "mostrado" en el resto de la obra el espacio feme-
nino, masculino y su interrelación. Nos interesa fundamentalmente lo último.
¿Cuál es el espacio más importante para Livio? Sin lugar a dudas elmasculi-
no, a pesar de que en la primera Década la historia gira alrededor de figuras fe-
meninas y de acontecimientos que tienen que ver con los diferentes espacios fe-
meninos y categorías de mujeres (Leyenda de la fundación de Roma: vestales y
1- Duby, G. (dir.); Historia de la vida privada. Madrid, Taurus, 1990, Tomo 1: Imperio romano y antigüedad
tardía.
2- Schmitt Pantel, P. (dir.): Historia de las mujeres. Madrid, Taurus, 1991, Tomo 1: La Antigüedad.
3- Foucoult, Michel; Historia de la sexualidad, siglo XXI. Bs. As., 1990, T. 1.

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prostitutas; el rapto de las sabinas: esposas; Tanaquil, Tarquina el Viejo y Servio
Tulio: extranjeras integradas; Lucrecia: matrona).
En el resto de las décadas el espacio dedicado a las mujeres es mínimo. La his-
toria de Livio es una historia de los hombres y la guerra.
En el marco de la competencia masculina por el poder el eje, de acuerdo a lo
que Livio trasmite al lector, es la familia, la gens, un "micropoder". El Estado es
el depositario del "macropoder", que cambia y se transforma permanentemente
a través de la sutiles "redes de poder". Así la gens es un núcleo del micropoder
que tiene caBlO marco de acción espacial y social a la ciudad a 13 CU;i 1 pertene-
cen como ciudadanos (hombres) y no-ciudadanos (mujeres).
En la obra podemos delimitar el espacio público y el privado. El espacio fe-
menino esta delimitado por la muralla de la ciudad muy pocas veces aparecen las
mujeres extramuros; el espacio masculino sobrepasa los límites geográficos de la
ciudad y se extiende a las zonas conquistadas.
El espacio privado, doméstico, cuyo centro es la casa (domus), hombres y mu-
jeres se relacionan en espacios que se superponen. No analizaremos aquí los es-
pacios en función de su distribución arquitectónica sino en relación con roles es-
tablecidos en el marco de la República Restituta de Augusto que intentó afirmar
la tradición utilizando como núcleo de control social a la familia. Así Livio no se
aparta de la tradición convalidando a través del saber: la historia, las leyes socia-
les y el rol de la gens en la comunidad cívica.
¿Cuál es el lugar de la ciudad donde se manifiesta la interrelación? El foro es
el eje en Livio. Allí aparecen las mujeres irrumpiendo en el espacio público. Las
ocasiones y funciones dependen de las circunstancias históricas. Cuando la ciu-
dad es atacada por los pueblos vecinos, las familias (hombres, mujeres y niños)
---;';onvocadasfJOrct Senado <:>el COllsulrealizan roganvaspúbhcas a 10s dioses
donde las matronas piden por la comunidad (lII, 7; 23; xxv, 12).
La guerra y sus consecuencias es de interés de toda la comunidad: los hombres
luchan e integran el ejército, las mujeres contribuyen económicamente. Así, cuan-
do los galos atacaron Roma obtuvieron como recompensa por su ayuda el reco-
nocimiento social después de su muerte, el derecho al elogio fúnebre (Y, 49). La
irrupción de las mujeres en las calles cuando el ejército era derrotado, su espera
de noticias en las puertas de la ciudad (XXII, 7) obligó al Senado a dar la orden
de recluirlas en su; casas (XXII, 55 y 60). El luto por los muertos en la guerra era
el distintivo de dolor vestido públicamente por las matronas (XXII, 56).
El heroísmo no es prerrogativa de los hombres, las mujeres también pueden
realizar acciones heroicas en beneficio de la República como Clelia que salvó a
las doncellas tomadas prisioneras por los etruscos, recibiendo como recompensa
una estatua ecuestre en lo alto de la Vía Sacra (II, 13). En el contexto de la gue-
rra contra los volscos la madre de CorioIano y su esposa salen de la ciudad para
trasladarse al campamento enemigo para solicitarle a su hijo y esposo respectiva-
mente que abandone la lucha contra Roma (H, 40). Aquí lograron las mujeres
lo que ejército y magistrados romanos no habían logrado. Recompensa: se les
permitió erigir un santuario a la Fortuna de la Mujer (Fortuna Mullierís).

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En el espacio religioso lo femenino y masculino se interrelaciona y comple-
mentan. Sólo los hombres pueden sacrificar a los dioses, pero sólo las mujeres
pueden cuidar el sagrado fuego de Vesta que representa el hogar de todos: La ciu-
dad como comunidad de familias. La vestal simboliza a la matrona y a la virgen,
es la esposa de. todos los ciudadanos y como tal participa de los cultos al dios de
la Virilidad y en los ritos domésticos aBona Dea. Como ha interpretado Eva Can-
tarella4 es una mujer "emancipada", "diversa" y muy libre que contribuyó a abrir
el camino de la emancipación femenina; Era el "privilegio de la virginidad" '.
Las matronas romanas intervienen activamente en las situaciones críticas du-
rante la guerra contra los cartagineses así consagran una estatua de bronce a Ju-
no en el Aventino y contribuyen canoro (XXI, 62), también libertas participan
y contribuyen para lograr el favor de los dioses (XXII, 1) (XL, 37).
La educación elemental también es otorgada a las mujeres, y nuevamente en
el Foro se interrelacionan lo dos espacios, allí funciona la escuela que da la pri-
mera instrucción (en <=1 episodio de Virginia, III, 43).
Los conflictos también interrelacionan y superponen ambos espacios públi-
cos. Si bien el matrimonio es una cuestión doméstica puede afectar a la comu-
nidad y es allí donde se manifiestan las relaciones conflictivas: matrimonios en-
tre patricios y plebeyos con intervención de magistrados, y en uno de los casos
(IV, 9) la acción directa de la madre en la toma de decisiones y no de un parien-
te masculino: En estos conflictos matdmnniare,s las mujeres casaderas tienen .un
rol pasivo y los hombres son lasque se enfrentan como en el episodio de Virgi-
nia (III, 45) que termina sacrificada por su padre.
El tema del envenenamiento de los maridos es también una cuestión pública
(VIII, 18). La denuncia realizada por una esclava que recibió la libertad y otras
recompensas del Senado.
En el espacio religioso también se manifiesta el conflicto. Las guerras púnicas
afectaron toda la estructura de la sociedad romana que LiviO intenta reordenar.
Las mujeres aceptan cultos extranjeros no permitidos por el Estado romano y no
participan en Jas ceremonias públicas en el Foro (xxv, 1). Consecuencia: los
hombres delimitan el espacio: represión a los cultos aBaco (XXXIX, 8 Y 19); la
denuncia en este caso la realiza una liberta cortesana. Así los "guardianes del sis-
tema" (del mos maiorum) obligan a cumplir los roles y a cubrir los espacios fija-
dos por la tradición. Es un no decisivo a la transgresión.
El castigo por las desgracias de la comunidad cívica recae sobre las vestales
que han roto el voto de castidad, esto ocurre siempre en momentos críticos pa-
ra Roma (H, 42; HI, 15; XIV 9 (índice);:XX (índice); XXII, 57; XLI, 2).
La creciente riqueza y el poder que eso otorga, como consecuencia de la
muerte de los hombres en la guerra, motivó acciones públicas como la Ley Op-
pia (aprobada en el215 a.d.C.), la discusión sobre su abrogación permitió la ex-
presión de las mujeres en el Foro y la interpelación a los magistrados. Algunos
ciudadanos apoyaron la acción y para justificarla hicieron un raconto de las ac-
4- Canlarella, Eva; "L.' ambiguo ma/ano, condizioni e imagine della donna nell'antichitá greca e romana". Ro-
ma, Edillorl Rlunill, 1985, pág 226.
5- Pomeroy, Sarah; "Donne in Afene e Roma". Torlno, Glulio Elnadi Editare, 1978, pág. 226.

.161
ciones públicas y religiosas de las matronas (XXXIV, 1). Para Livio las mujeres
no actUaron por propia decisión sino impulsadas por las facciones políticas (Y~­
XlV, 2). A pesar de las discusiones, las mujeres marcharon por las calles y logra-
ron la abrogación de la ley (XXXIV, 8) pero el conflicto permaneció y el espacio
económico y el poder del mismo quedó limitado por la ley Voconia (196 a.d.C.).
A pesar de esto las mujeres a través de la ampliación de la tutela a un no-parien-
te, a su elección, tiene acceso a las redes de poder pero no a las magistraturas.
En cuanto al espacio doméstico, la influencia femenina debería estar limita-
da al ulisD10 y a Ías actividades adn1inistrac"ión y prodllcción áunqüe algunos
fragmentos demuestran relaciones de conf1icto como en el caso del envenena-
miento de los rnaridos(IlI, 18), pócimas preparadas en las cocinas ámbito de las
mujeres; o por el contrario casamientos desiguales cuestionado por tma de las hi-
jas a su padre como en la historia del patricio Fabio Ambusto y sus Hijas (VI,
34), o el problema de la entrada de cultos extranjeros como el culto a Baca don-
de las mujeres participantes debieron ser castigadas por sus familias no por la
justicia pública.
Concluyendo, la historia de Livio se enmarca en la ideología oficial agustea
que perseguía reafirmar la ética matrimonial a través de las leyes sociales: Lex Ju-
Lia de maritandis ordinibus (18 a,d,C.) que incluía la Lex de adulteriís coercendis
y la Lex Papia Popper' nuptialis (9 d.C.).
Como bienIo analiza Eva Cantarella (5), la fidelidad femenina era el centro
de la ideología conyugal. Así comprobamos que los espacios femeninos y mascu-
linos aparecen interrelacionados en la obra de Livio pero centró su atención más
en el espacio público que en el privado. Y esto es entendible porque para un ro-
mano no hay una nítida separación entre lo público y privado, teniendo en cuen-
ta que se trata ctet, historia delas gens patricias y fanrtlias plebe-yas imcgradasc,:n
la comunidad política. Quizá por esto es entendible la crítica que realiza Betti-
ni" a la obra de Livio cuando dice que "Vela todas las estructuras de parentesco"
ya que sólo podemos analizar el funcionamiento de la gens relacionado con el es-
pacio público (Lucrecia, Virginia, Horacios y Curaceos, proceso por envenena-
miento, matrimonios cuestionados pühliGlmenre entre patricios y plebeyos),
Así comprobamos que el Estado intenta apropiarse de la vida familiar y con-
trolarla por medio de la tradición (mos maiorum) rescatada. Poder y saber se
unen. Buena parte de los intelectuales de la época contribuyeron a defender y
exaltar la ética tradicional frente a una nueva ética que permiría más libertad a la
mujer y un avance del espacio femenino sobre el espacio público masculino. Fue-
ron los círculos provinciales más conservadores a los cuales pertenecía Livio los
que reconstruyeron una "ideología familiar" a través de sus obras históricas y no-
históricas. Son hombres que no pertenecen a la ciudad, son de "eXmll11Uros", de
fuera de la ciudad los que intentan rescatar sus valores apoyados en el poder. No
se crea un cuerpo especial de control como había sido el Senado durante la Re-
pública, ahora todos los ciudadanos son el control del sistema. Los "guardianes
del sistema" delatando todo comportamiento que atente contra la ética familiar
en consecuencia contra el estado romano. Este es el poder del conocimiento de
6- Cantarella, Eva; Ob. ciL

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la tradición y lo que intenta reafirmar Livio, delimitando espacios de acuerdo a
h~ costumbre y a la reconstrucción social de la república.
Lo que Se desprende del texto de Livio es que para los romanos los espacios
se complementan, que las mujeres son el complemento indispensable del hom-
bre, pero aunque en. teoría los espacios estén bien delimitados, en la realidad de
la época se confunden y hasta se superponen, por eso la transgresión debe ser cas-
tigada y los espacios reubicados. El espacio es el de la matrona o la doncella vir-
gen, el de la vestal y la univira, no el de la mujer de la plebe pobre. S610 dos ca-
sos en donde se cita a una liberta y una esclava. Los valores son los de la gens
aunque sean plebeyas. Deben ser castas, obedientes, valerosas y cuidadosas de los
ritos a los dioses.
Para demostrar esto Livio juega con dos tiempos el ficticio (leyendas) yel real
(histórico), así como ambos espacios se superponen y relacionan así la historia y
mito se cOl~plementanpara reconstruir la ciudad y su tradición. Hay que reafir-
mar la tradición y el poder que esta tiene sólo por el conocimiento de su pasado
el saber se convierte en poder. Por eso la historia de la ciudad determina los ro-
les y espacios tradicionales que no pueden ni deben ser cambiados.
La necesidad de Augusto de crear o recrear un "mito social", una sociedad no-
transgresora hizo de. la historia un pilar de esa sociedad ideal a que en la realidad
no se podía regresar a la época anterior a las guerras púnicas ya que las mujeres
de la época imperial actUaton attivamente eh las tedes de poder.

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