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Impacto Ambiental de la Moda Rápida

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

Enrique Guzmán y Valle


Alma Máter del Magisterio Nacional
FACULTAD DE
“Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia, y de la conmemoración de las
heroicas batallas de Junín y Ayacucho”

TEMA:

Contaminación generada por la ropa

CURSO:

ESPECIALIDAD:

DOCENTE:

PRESENTADO POR:

Lima - Perú

2024
Introducción

Cada que estudiamos cuales son las causas de la contaminación ambiental, nuestra

mirada está dirigida hacia las grandes empresas, los materiales no biodegradables, etc; sin

embargo pocas son las veces en la que nos ponemos a pensar que uno de los mayores

contaminantes que perjudica radicalmente al medio ambiente valga la redundancia, es la

industria textil con su conocida fast fashion o “moda rápida”.

Puesto que, con cada temporada, sumado al fenómeno social conocido como

globalización, llegan a nosotros diversas tendencias en moda, lo cual dentro de una sociedad

no solo digital sino también consumista, cae como anillo al dedo al dejar atrás los terribles

procesos con los cuales se llevan a cabo, pues, nadie se ha puesto a pensar, que materiales

requiere tal accesorio para la elaboración de una prenda de vestir, por más pequeña que sea

como en el caso de la ropa interior, el material con lo cual son fabricadas dependen de

enormes cantidades de agua, como se verá más adelante en el ensayo, por otro lado, el

fenómeno mejor conocido como fast fashion o “moda rápida”, es la principal responsable del

abandono de prendas de vestir al considerarlas fuera de moda, o dicho de otra manera, el

conservar las prendas que no están alineadas con los nuevos estándares de belleza, equivale a

un rechazo total y marginación, por lo que deshacerse de las prendas actuales por unas a la

moda, es una de las mejores formas de encajar en la sociedad.

El problema acabaría si tan solo, aquellas prendas tuvieron un destinatario o un

segundo uso, como es el caso de donaciones para poblaciones vulnerables, sin embargo, la

mayoría de casos no es así debido a que son desechados sin tomar en cuenta, la realidad de

otros o la del medio ambiente, puesto que al ser elaborados con materiales no biodegradables,
el proceso de degradación puede durar años hasta que no sea un problema para el medio

ambiente.

Desarrollo

Según Pastrana y Almanza (2021), la industria textil a través del fast fashion o “moda

rápida”, se ha convertido en una de las industrias más contaminantes y dañinas para el medio

ambiente, debido a que emplea y por sobretodo malgasta enormes cantidades de agua, sumado

a las toneladas de desperdicios que arrojan al mar sus residuos textiles, ni que hablar de la

exuberante cantidad de gases de efecto invernadero que emiten sus fábricas para cumplir la

demanda de prendas de vestir, porque la moda al igual que el tiempo, nadie lo para.

Parece que la solución es tan simple como práctica, tan solo debemos hacernos la

pregunta, ¿adquirimos o compramos ropa, por placer o necesidad?, está cuestión se plantea

debido a que eliminar o suprimir el uso de ropa en nuestras vidas es difícil tanto por motivos

éticos como morales, pero no imposible; sin embargo, la solución no está en dejar de usar

prendas de vestir, sino saber que usar, cuanto tiempo usarlo, y encontrar un digno lugar de

descanso para la misma, y con esto no me refiero a tirarlo por ahí, y que el viento se haga

cargo, sino pensar un poco más en el daño que puede ocasionar.

Y si no tenemos conocimiento de ello, tan solo hay que revisar las cifras para poder

comprender el daño que a causado la misma, según la Organización de Naciones Unidas o

mejor conocida como ONU (2019), refiere que, para la elaboración de tan solo una prenda de

vestir inferior, se necesita alrededor de 7500 litros de agua, si esto lo comparamos con la

cantidad de agua que requiere un ser humano para vivir, equivaldría a el consumo diario de 75

personas, si eso parece poco, la misma organización sostiene que, anualmente el sector de la
industria textil, requiere de 93.000 millones de metros cúbicos de agua, una cantidad más que

suficiente para la subsistencia de 5 000000 de personas, además agrega que el 8% de gases de

efecto invernadero es producido por la producción de calzado como de ropa. Asimismo, se

estima que para el 2050, la industria textil superará el presupuesto total global de carbono, el

cual está estimado en 26%, y esto, por nada más y nada menos que la famosa Fast Fashion,

que ahora que lo pienso mejor, parece la moda descartable, o dicho de otra manera, el estilo de

ropa descartable, o de un solo uso, puesto que, como ya se pudo observar, para la elaboración

de un solo jean, se requiere de enormes cantidades de agua, lo que equivale a muchas bocas

sedientas las cuales se preguntan porque el agua no llega a sus hogares.

Es más probable que si tuviéramos una máquina del tiempo y viajamos al futuro,

encontraríamos un mar de desechos de las diferentes industrias y de la cual encontraríamos

más sería de la textil, dado que después del plástico, es lo que más el ser humano desecha en

cantidades, de tener un mundo poblado por animales y plantas a tener uno cubierto de botellas

de plástico como árboles y prendas de vestir en los mares , es ese el futuro que estamos

construyendo, sinceramente desearía que fuese diferente, y al igual que mi persona, por lo que

empresas de dicho rubro intentan enmendar dichos errores, realizando cambios para volver la

industria textil sostenible, poniendo en práctica la famosa moda sostenible, la cual a sido una

estrategia crucial para combatir el fast fashion, al emplear materiales que primeramente no

simbolizan un daño ni peligro para el medio ambiente y segundo, pensando siempre en el

aspecto comercial, llegar a esas pequeñas comunidades eco amigables las cuales brindaran su

total apoyo.

Entre las empresas más destacadas tenemos a Sara y H&M que usan actualmente

materiales más respetuosos con el medio ambiente para la fabricación de sus prendas y
realizar procesos más respetuosos con el consumo del agua, por otro lado tenemos a Attire

The Studio, la cual fue de reciente creación, donde su creadora la influencer Xenia Adonts, al

presenciar el daño ocasionado por la moda rápida, decidió hacer algo al respecto, apostando

por la honestidad al mostrar los materiales con los que laboran su fábrica, del mismo modo

Sidikai, donde sus creadoras Carlota y Mariana Gramunt, revolucionaron la industria textil al

emplear los residuos dejados por la ropa ya usada, facilitando el proceso de reciclaje de la

prenda, al ser usada para la creación de nuevos productos, que no solo están a la moda sino

también que ayude a la preservación del medio ambiente; por otra parte tenemos a la marca

Sonia Carrasco, la cual prioriza la calidad por la cantidad, asimismo su estrategia es la línea

atemporal de moda, para evitar el desgaste de las prendas, así como estás empresas y marcas,

existen más las cuales necesitan de voz y escucha, para poder hacerse presentes.

Cabe mencionar, que “atrás quedó la época cuando había entre cuatro y seis

colecciones de moda por año” (Maqueda, 2024, p. 19), puesto que andes elaborar una prenda

de vestir, era considerado un arte en sí, pero ahora nos ponemos a observar y analizar las

pasarelas actuales, donde desfilan orgullosamente indumentarias que según sus diseñadores

son la identidad misma de una persona, pero la realidad es que cada vez, el arte está

decayendo debido a que se dejó de lado el principal objetivo del arte y moda, emular la

belleza de la naturaleza en las prendas, pero por priorizar la cantidad por encima de calidad y

autenticidad, solo tenemos productos hechos con materiales sintéticos los cuales no emulan ni

la mano con la fue creada; según la revista Ambienta N140, la fast fashion “tiene sed de agua,

pero también sed de sudor, de lágrimas y, a veces, también de sangre” (Maqueda, 2024, p. 20),

esto hace referencia al incidente ocurrido en Daca la capital de Bangladesh, con el

hundimiento de una fábrica lo que dejó un saldo de muerte de 1.234 personas e hirió a otras
2.500, el alto coste de vidas humanas sumado a la contaminación ambiental, a creado que

tanto la industria textil como el mal uso de las prendas de vestir, sean elementos dañinos para

la humanidad como para nuestro medio ambiente.

Es por ello que en vez de cuestionarnos qué línea de ropa está a la moda, o productos

textiles nos harán llegar a un estatus social más alto, debemos de cuestionarnos, ¿lo

necesitamos o solo lo deseamos?, una pregunta que se se repite, y a pesar de ser corta, guarda

dentro de sí un gran significado, puesto que, el empleo de ropa nació como una necesidad la

cual supimos aplacar mediante el uso de la misma, conforme pasaban los años la misma fue

símbolo de identidad para los pueblos y naciones, sin embargo, cuando la malicia y codicia se

apoderaron de las prendas de vestir, el empleo de la misma tomó un rumbo distinto,

empleandose para diferenciar los estatus sociales de los individuos, llegando a nuestros días

donde estar a la moda es pertenecer a un selecto grupo de individuos superiores, sin embargo

la realidad es distinta a la que ellos creen, dado que el daño que causan, no solo atenta contra

otros seres humanos sino también contra nuestro planeta.

Conclusión

La fast fashion es la principal responsable de la contaminación ambiental, de está se

deriba muchas consecuencias, la primera es las grandes cantidades de residuos textiles que

deja año tras año, las enormes cantidades de agua que requiere para tan solo la elaboración de

un simple jean, esto supone a su vez, el desperdicio de agua el cual requieren muchas personas

para su subsistencia, como se pudo ver las cifras no engañan, y el costo es muy caro para ser

pagado, la solución no es dejar de usar ropa sino saber como usarla y que adquirir, si lo
hacemos por necesidad o por deseo, dependiendo de ello, el medio ambiente podrá seguir

cuidándonos y brindándonos un lugar seguro donde vivir.

Referencias

Maqueda, M. (2024). Los trapos sucios de la moda rápida. Revistaambienta.es.


https://www.revistaambienta.es/content/dam/revistaambienta/ambienta-140-moda-sost
enible/AMBIENTA%20N140%20Moda%20Sostenible%20descarga.pdf
Pastrana, M. & Almanza, M. (2021). Fast Fashion: ¿moda o contaminación?. JÓVENES EN
LA CIENCIA, 12, 1–8.
https://www.jovenesenlaciencia.ugto.mx/index.php/jovenesenlaciencia/article/view/32
72
Slow Fashion Next. (2020, agosto 5). 10 marcas de ropa sostenible alternativas al Fast
Fashion. Slowfashionnext.
https://slowfashionnext.com/blog/10-marcas-de-ropa-sostenible/
Villemain, P. (2019, abril 12). El costo ambiental de estar a la moda. Noticias ONU.
https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161

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