LA PLANTACIÓN DE IGLESIAS EN LA VOLUNTAD DE DIOS:
¿Cómo puede el plantador de iglesias asegurar que está en la voluntad De
Dios?
Si queremos la bendición De Dios, debemos permitir que él sea el que guíe
nuestro ministerio. La voluntad De Dios tiene por lo menos estos elementos:
Un llamado
Un tiempo
Un lugar
Una “persona de paz” (Lucas 10:5-12)
Un equipo
Para mantenernos en la voluntad De Dios, debemos tener paciencia para
esperar que estos elementos estén presentes. Dios los dará cuando y donde
se necesiten. Hay algunos requisitos para poder tener la seguridad de que
somos guiados por Dios en su voluntad:
1. Ser “lleno” del Espíritu: es el mandamiento y el requisito (Efesios 5:18).
Ser lleno significa ser dominado, controlado por el Espíritu De Dios
como el que está lleno de vino es controlado por ese licor. El Espíritu
Santo es el gran protagonista en el libro de Hechos y es el que llama,
envía y frena el ministerio de los plantadores de iglesias (Hechos 13:1-
4; 16:6-9).
2. Estar consagrado a Dios sin reserva para hacer su voluntad: Romanos
12:1-2 explica lo que involucra esta consagración. Puedes imaginar un
papel en blanco con tu firma ya puesta y se lo entregas a Dios para
que el lo llene de sus instrucciones para tu vida. Es posible que no
entendamos su voluntad porque nuestra mente está cerrada ya a esa
posibilidad.
3. Estar empapado de la Palabra De Dios: las instrucciones generales son
las que Dios puede traer a nuestra mente por su Espíritu para
confirmar o guiar nuestros pasos. No necesitamos una señal cuando
tenemos instrucciones claras y el Espíritu como guía (Jueces 6:37).
4. Interpretar circunstancias con sabiduría: si necesitamos la sabiduría
para tomar buenas decisiones y deseamos con ellas mantenernos en la
voluntad De Dios, podemos estar seguros de que cuando le pedimos a
Dios, él la dará (Santiago 1:5-8). No todas las circunstancias son
dirección clara De Dios. Pueden ser ataques del enemigo que debemos
superar. Pero Cristo dio instrucciones claras a sus discípulos que
podemos aplicar (Mateo 10:14 y 23; Hechos 8:1; 13:50-51; 14:5-7;
20:1).
5. Oración y ayuno: el apartar un tiempo para escuchar a Dios y ser
sensible a su voz es tiempo bien invertido. Jesús oró toda una noche
antes de elegir los discípulos. Los líderes en la iglesia estaban
ayunando cuando confirmaron el llamado de Pablo y Bernabé. El valor
de la oración con ayuno no es una fórmula, los religiosos lo practicaban
y sus corazones estaban lejos De Dios. Es importante en este tiempo
que el corazón esté enfocado en Dios y en profundizar la relación con
él.
6. Evalúa lo que crees que podría ser la voluntad De Dios con la ayuda de
otros que conocen a Dios y te conocen a ti. El pedir el consejo de otros
no es el primer paso, pero puede ser una ayuda, especialmente si esa
persona se ve afectada por tu decisión.
7. Evalúa lo que crees que podría ser la voluntad De Dios al recordar:
Tu experiencia pasada (el llamado De Dios, tu “hoja de vida”)
Tus dones espirituales
Tus habilidades naturales
Tu temperamento (personalidad)
Tu preparación académica
En conclusión: recuerda que estamos buscando unirnos a lo que Dios ya está
haciendo. El desea revelar su voluntad. No lo hagas más difícil de lo que es.
Es probable que te revele solo el próximo paso, no todo el mapa hasta el
final. Por eso caminamos por fe y no por vista. No siempre tendrás una
seguridad 100% sin duda alguna que el próximo paso es el paso correcto.
Toma el paso y pide que Dios te corrija cuando necesario. Son pocos los
pasos de fe que no se pueden retroceder si nos equivocamos. Si nos
equivocamos cuando sinceramente estamos buscando la voluntad De Dios,
no es tan terrible. Es una oportunidad más de aprender cómo Dios obra y
como guía a sus siervos.
Efesios 5:15-17
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis
insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.”