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Que Es Un Discipulo

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1. ¿Qué es un discípulo?

a) Escrituras clave

Mateo 28:18-20;
Marcos 4:33-34
Lucas 6:40;
2 Timoteo 2:2
1 Pedro 2:20-21;
Juan 8:31-32
1 Juan 2:26;
Colosenses 3:17

Mateo 28:18-20

“Jesús se acercó y les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada


en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he
mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén.”

b) Definición

La palabra discípulo en griego es "mathetes" que significa "uno que aprende


instrucción de otro". Se usaba en el mundo secular griego para el aprendizaje de un
artesano. Un discípulo no era solamente un alumno sino un adherido, por eso se
hablaba de ellos como imitadores de sus maestros.
Todo cristiano es llamado a ser discípulo de Jesús y esto significa que seguirá a
Jesús y pondrá las declaraciones de Jesús primero en su vida, no importa lo que le
cueste a sí mismo. De modo que un discípulo cristiano es una persona que está
determinada a seguir a Jesucristo, con el deseo de aprender de El y vivir
según su ejemplo.
Diccionario: Que tiene buena disposición o suficiencia para una cosa.

c) Cinco principios básicos

1. Un discípulo es una persona que vive continuamente según la Palabra de


Jesús. No son personas que siguen sólo ocasionalmente las palabras del Maestro,
sino personas que se comprometen a llevar hasta el fin sus enseñanzas de una
manera disciplinada y confiada.
Jesús es nuestro Maestro.
Él nos hablará palabras vivas diariamente a través del Espíritu Santo. Lo que
necesitamos hacer nosotros es vivir en nuestra vida diaria los mandamientos,
enseñanzas y ejemplos que ya nos ha dado.

El pensamiento principal detrás del discipulado no es uno de inspiración sino de


instrucción. Debemos poner en práctica lo que nos ha sido revelado hacer por la
Palabra de Dios. Necesitamos los fundamentos estables de la obediencia a la
Palabra de Dios como la base de nuestro discipulado, si no estaremos a merced de
toda noción o sentimiento subjetivo
que venga.

2. Un discípulo es una persona qué confía su vida completamente al Señor.


Esta confianza debería ser total, mas no es sólo un compromiso con cualquiera,
sino con un Maestro amoroso que no tiene interés en sí mismo, sino que se
preocupa por nuestro bienestar y crecimiento total en Dios.

Jesús tiene el derecho de exigir este cometido porque entregó su vida por nosotros.
Jesús está totalmente comprometido con nosotros y quiere el mismo compromiso
como respuesta. Quiere que confiemos en El a cada paso, mientras El lleva nuestra
vida y la moldea según su voluntad (Mateo 6:24; Juan 10:1-18)

3. Un discípulo es uno que vive una relación fructífera con Jesús (Juan 15:4-5).
"Nuestra unión con Cristo hace posible una vida a través de la cual otros pueden ser
salvos. Cuando un árbol está tan lleno de savia que ya no la puede aguantar, ¡el
resultado es el fruto! Cuando un cristiano está lleno de Cristo, otros lo ven y
oyen sobre El y su ejemplo llevará entonces a que otros sean renacidos
espiritualmente en el Reino de
Dios. Así los nuevos creyentes son uno de los frutos del discipulado".
Sin esta clase de productividad en nuestra vida, el Reino de Dios no se expandirá y
el cuerpo de Cristo no crecerá.

4. Un discípulo es uno que está comprometido con un amor incondicional y de


sacrificio por otros (Juan 13:34-35).

Este no es ningún amor humano ordinario sino el amor que Dios ha demostrado
hacia nosotros. Es un amor desinteresado que no busca ganancia para estimular su
acción. La palabra griega para este amor es "ágape" que significa "amor
desinteresado", donde Dios y los demás son más importantes para nosotros que
nuestros propios deseos egoístas.

5. Un discípulo es uno que está dedicado al cumplimiento de la comisión de


Cristo (Mateo 28:18-20). La meta de nuestro discipulado debería ser la de ganar
otros discípulos, no sólo convertidos. Los convertidos pueden cambiar sus mentes,
pero los discípulos siguen a su Maestro.

d) Un discípulo es una persona muy privilegiada

- Es llamado y escogido por Dios (Efesios 1:4-5).


- Jesús es su Salvador; murió en la cruz para que sus pecados pudieran ser
perdonados, haciéndole aceptable a Dios (Romanos 5:8).
- Dios es su Padre, con el que tiene una relación personal, por tanto es un hijo de
Dios y es del Reino de Dios (Gálatas 4:6-7).
- Le ha sido dada vida eterna (Juan 3:16).
- El Espíritu Santo vive en él, dándole poder para testificar de su vida nueva en
Cristo (Hechos 1:8). Tiene paz con Dios (Romanos 5:1).
- Nada puede separarle del amor de Dios (Romanos 8:39).

e) Un discípulo tiene responsabilidad

"¿Qué haría Jesús?" Aquellos que quieran tomar su discipulado seriamente se


harán esta pregunta, y otras similares, en toda situación que se presente ante ellos.
Esto es un pacto o acuerdo que todo cristiano necesita hacer entre él y Jesús (1
Juan 2:6).
Cuando estés perplejo pide a Dios que el Espíritu Santo te enseñe lo que haría
Jesús en tu lugar. Te contestará, si genuinamente quieres saber lo que a El le
agrada. Tal
como tu conocimiento de la enseñanza y acciones de Jesús aumenta mientras lees
la Palabra de Dios, también aumentará tu habilidad de saber lo que haría Jesús en
cualquier situación.

(I) Toma una decisión firme


- Un discípulo necesita tomar una decisión firme de hacer lo que haría Jesús, de
otra forma se conformará con menos de lo mejor de Dios para él y
continuará entristeciendo a su Señor.

- Nuestra decisión de seguir a Jesús no es una respuesta emocional al evangelio


sino un acto categórico de la voluntad. Las decisiones no realizadas
en la vida real son de poco valor.

- Habrá momentos en los que necesitarás someter algunas decisiones importantes a


los que están en autoridad espiritual sobre ti. Si genuinamente quieres la voluntad
de Dios en tu vida no necesitas temer el hacerlo. Los discípulos no han de actuar en
independencia, sino que han de ser personalmente responsables ante el Señor por
sus acciones.

(II) Algunos de los beneficios


Habrá cambios para bien en tu actitud hacia la gente, el dinero, los negocios y la
responsabilidad social.

- Experimentarás la refinación o purificación de tu vida, para que muchos


pensamientos, actitudes y acciones negativas, que sean inconsecuentes con la vida
de Jesús sean quitados.

- Jesús no actuaría en incredulidad. Cuando deseas actuar como El, te dará la fe


para hacerlo. Cuando sea necesario puedes confesar tus dudas y
pedir su perdón y fe.

- El amor gobernará tus acciones, palabras y actitudes. Te volverás más dispuesto a


perdonar; tendrás mayor compasión por los necesitados y te
preocuparás más por los perdidos.

- Heredamos todo lo que Cristo hereda de Dios. Si estamos dispuestos a compartir


sus padecimientos, también compartiremos su Gloria (Romanos 8:17). Incluso
cuando la obediencia resulta costosa, no serás el perdedor, porque Dios siempre
devolverá muchísimo más que lo que le es dado; tanto en esta vida como
eternamente en el cielo (Lucas 6:38; Juan 10:10).

- Se realizarán cambios en algunos de tus hábitos viejos porque el Señor quiere ver
estos cambios en ti. Sométete voluntariamente a esos cambios, y resiste la
tentación de volver a los hábitos viejos y así comprometer tu discipulado
(Colosenses 3:17).

- Si tomas tu discipulado en serio estarás buscando primero el reino de Dios y su


justicia. Puedes tener confianza en que Dios guardará su promesa
y proveerá para toda necesidad, como lo hizo con Jesús (Mateo 6:33).

f) Preguntas y puntos de meditación.


1. ¿Deberíamos vivir como nosotros queremos, o como Dios quiere en cada
situación? (2 Corintios 5:15).
2. ¿Quién es nuestro guía en las cosas de Cristo Jesús? (Juan 16-13-14).
3. ¿Qué clase de cosas hará cualquiera que tiene fe en Jesús? (Juan 14:12-14).
4. ¿Podemos aprender algo sobre el amor, de la entrega por Dios de su hijo Jesús
(1 Juan 4:10-11), y cómo nosotros como discípulos permanecemos
en su amor? (Juan 15:9-14).
5. ¿Cuáles son los dos mandamientos principales de Dios? (Mateo 22:37-39).
6. ¿Cómo podemos nosotros, como discípulos, vivir nuestra vida cotidiana
manifestando el amor "ágape" hacia Dios y los demás como Dios lo
requiere? (Romanos 5:5).
7. Cuando las cosas se ponen difíciles, ¿podemos relajarnos un poco hasta que
podamos hacer frente a la vida otra vez? (Lucas 9:62). Si no, ¿por qué tantos
cristianos lo hacen?

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