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Motivo: Soy el autor del documento
Fecha: 12/08/2020 18:47:30-0500
“DECENIO DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA MUJERES Y HOMBRES”
“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”
INFORME N° 0063-2020-MTPE/2/14.1
PARA : JUAN CARLOS GUTIÉRREZ AZABACHE
Director General de Trabajo
DE : VÍCTOR RENATO SARZO TAMAYO
Director de la Dirección de Normativa de Trabajo (e)
REFERENCIA : H.R. E-50836-2020.
FECHA : 12 de agosto de 2020
I. ASUNTO
Opinión técnica sobre el Proyecto de Ley N° 5192/2020-CR, Proyecto de Ley que regula el trabajo
de reparto de productos a domicilio a través de vehículos menores motorizados y no
motorizados (en adelante, el proyecto de ley).
II. BASE LEGAL
- Constitución Política del Perú.
- Texto Único Ordenado del Decreto Legislativo N° 728, Ley de Productividad y
Competitividad Laboral, aprobado por Decreto Supremo N° 003-97-TR (en adelante, TUO
de la LPCL).
- Resolución Ministerial N° 308-2019-TR, Texto Integrado del Reglamento de Organización
y Funciones del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
III. ANTECEDENTES
Mediante el documento de la referencia, la Comisión de Transportes y Comunicaciones del
Congreso de la República solicita opinión al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo
respecto del proyecto de ley.
Conforme a lo previsto en el literal c) del artículo 64 del Texto Integrado del Reglamento de
Organización y Funciones del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, aprobado
mediante Resolución Ministerial N° 308-2019-TR, la Dirección de Normativa de Trabajo cuenta
con la función de emitir opinión técnica en materia de trabajo.
En atención a lo expuesto, esta Dirección procede a pronunciarse sobre el proyecto de ley en el
marco de nuestras competencias.
IV. ANÁLISIS
1. El proyecto de ley tiene por objeto regular el servicio de reparto de productos a domicilio
a través de vehículos menores motorizados y no motorizados, así como el régimen laboral
de las personas que realizan dicha actividad.
Esta es una copia autentica imprimible de un documento electrónico archivado el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, aplicando lo dispuesto
por el Art. 25 de D.S. 070-2013-PCM y la Tercera Disposición Complementaria Final del D.S. 026-2016-PCM. Su autenticidad e integridad pueden ser
contrastadas a través de la siguiente dirección web: “https://app.trabajo.gob.pe/sigdoc-ext/” e ingresando la siguiente clave: M7K3Z35
“DECENIO DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA MUJERES Y HOMBRES”
“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”
La exposición de motivos sostiene que el proyecto de ley procura generar un marco
regulatorio que incorpore a la formalidad el servicio de reparto de productos a domicilio,
así como otorgar protección a los trabajadores y consumidores.
2. En relación al ámbito de aplicación del proyecto de ley, el artículo 3 sostiene que el mismo
se aplica a todos los proveedores de servicio, cualquiera sea la forma de constitución, que
realizan reparto habitual de productos a domicilio a través de repartidores en vehículos
menores motorizados y no motorizados, independientemente si los pedidos se realizan
por medios físicos, plataformas digitales o sistemas análogos.
Por su parte, el artículo 2 de la propuesta normativa define al proveedor del servicio como
la persona jurídica o persona natural con negocio, que sea titular o intermediaria de
productos que se reparten a domicilio.
De la lectura conjunta de ambas disposiciones, advertimos que el proyecto de ley abarca
a todo tipo de repartos a domicilio, tanto el realizado por empresas intermediarias a
través de plataformas digitales, como el realizado por empresas titulares de los productos
a repartir. En el primer caso, se trataría de empresas intermediarias entre los negocios
que comercializan productos y los consumidores, mientras que, en el segundo caso, sería
el titular del negocio quien realiza el reparto a través de su propio personal, lo que
identificamos como reparto clásico o tradicional.
3. Ahora bien, en relación al primer caso que hemos mencionado, el proyecto de ley no
realiza una caracterización suficiente sobre la prestación de servicios de reparto de
productos mediante plataformas digitales; y en lugar de ello, concluye, sin más, que el
vínculo entre los repartidores y las empresas intermediarias (que por lo general tienen la
administración de la plataforma digital) es uno de índole laboral (artículos 9 y 10).
Sobre el particular, consideramos que la determinación de la naturaleza laboral o
autónoma de la prestación de servicios de reparto a través de plataformas digitales debe
partir necesariamente por una adecuada caracterización de la realidad que se pretende
regular, cuestión que no ha sido desarrollada con suficiencia en el proyecto de ley ni en la
exposición de motivos. En efecto, el legislador debiera tener en cuenta que la realidad
que busca regular puede tener varias aristas, de manera que pueden darse casos en los
que se configure una relación laboral entre las empresas que administran plataformas
digitales en el país y las personas que prestan servicios de reparto a través de dichas
plataformas, así como es posible también que algunas relaciones entre aquellos no
califiquen como laborales, al tratarse de una prestación de servicios independiente.
4. Por ello, en nuestra opinión, en lugar de afirmar sin atisbos la naturaleza laboral de esta
prestación de servicios, el legislador debiera enfocarse en establecer criterios que
permitan identificar como laboral una prestación de servicios en el marco de las
plataformas digitales. Esto, a fin de que los operadores jurídicos puedan definir en cada
caso concreto si estamos o no ante un trabajo subordinado, al que le sería de aplicación
la normativa laboral.
A tal efecto, conviene tener presente como punto de partida los indicios de laboralidad
desarrollados por la jurisprudencia constitucional:
Esta es una copia autentica imprimible de un documento electrónico archivado el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, aplicando lo dispuesto
por el Art. 25 de D.S. 070-2013-PCM y la Tercera Disposición Complementaria Final del D.S. 026-2016-PCM. Su autenticidad e integridad pueden ser
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“DECENIO DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA MUJERES Y HOMBRES”
“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”
"Pues bien, para determinar si existió una relación de trabajo encubierta entre las partes mediante un
contrato civil, este Tribunal debe evaluar si en los hechos se presentó, en forma alternativa y no
concurrente, alguno de los siguientes rasgos de laboralidad: a) control sobre la prestación o la forma
en que esta se ejecuta; b) integración de la demandante en la estructura organizacional de la
emplazada; c) prestación ejecutada dentro de un horario determinado; d) prestación de cierta
duración y continuidad; e) suministro de herramientas y materiales a la demandante para la
prestación del servicio; f) pago de remuneración a la demandante; y, g) reconocimiento de derechos
laborales, tales como las vacaciones anuales, las gratificaciones y los descuentos para los sistemas de
pensiones de salud"1.
A partir de estos indicios, el legislador debería analizar la práctica del trabajo de reparto
a domicilio a través de las plataformas digitales en el Perú (caracterización de la realidad),
para determinar si de ella se deducen o no las notas de dependencia y ajenidad que son
características de un vínculo laboral. En tal sentido, por ejemplo, podría evaluar lo
siguiente:
• ¿Quién decide los días y horarios de trabajo, así como las zonas de trabajo del
repartidor? ¿La forma y el tiempo en que se ejecuta el servicio son organizados
libremente por el repartidor o estos aspectos son controlados por la empresa
administradora de la plataforma digital, llegando a establecer rutas o tiempos
máximos?
• ¿Quién selecciona los clientes o personas a quienes se va a prestar el servicio?,
¿quién determina los precios o tarifas que se cobran por el servicio?, ¿puede el
repartidor decidir si presta o no el servicio?, ¿esta decisión es libre, está sujeta a
límites o importa algún riesgo para el repartidor (para futuras asignaciones de
clientes, por ejemplo)?
• ¿Existe una evaluación del trabajo del repartidor mediante medios tecnológicos?,
¿ésta evaluación o “reputación online” tiene efectos para futuras asignaciones de
clientes?, asimismo, ¿puede la empresa administradora de la plataforma,
basándose en esta “reputación online”, desconectar o desvincular al repartidor?
• ¿Qué tan relevante es la plataforma digital para la prestación del servicio?
Desvinculado el repartidor de la plataforma digital, pero conservando otras
herramientas de su propiedad – como el teléfono móvil, el vehículo u otros medios
materiales –, ¿puede seguir prestando el servicio?
• ¿Quién es el propietario de la información respecto a los datos de los clientes, sus
intereses o preferencias de consumo y las tarifas que se cobran en la plataforma
virtual?
• ¿El repartidor puede usar marcas o distintivos propios o diferentes de los de la
plataforma digital?, asimismo ¿las condiciones de los repartidores (referidas, por
ejemplo, a profesionalismo o seguridad) son parte de la publicidad de la
plataforma?2.
1 Sentencia recaída en el expediente N° 3917-2012-PA/TC, fundamento 24.
2 Siguiendo esta línea de caracterización de la realidad, cabe señalar que, de acuerdo con un reciente trabajo de
investigación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), existen dos tipos de plataformas: las plataformas
digitales de trabajo en línea, comúnmente conocidas como crowdwork, en las que el trabajo se terceriza mediante
convocatorias abiertas a una audiencia geográficamente dispersa; y las plataformas basadas en aplicaciones (apps)
móviles con geolocalización, en las que el trabajo se asigna a individuos situados en zonas geográficas específicas.
Berg, J., Furrer, M., Harmon, E., Rani, U., Silberman, M. (2019). “Las plataformas digitales y el trabajo del futuro. Cómo
fomentar el trabajo decente en el mundo digital”. Ginebra. Organización Internacional del Trabajo. p. IV. Disponible
en: https://www.ilo.org/global/publications/books/WCMS_684183/lang–es/index.htm
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“DECENIO DE LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA MUJERES Y HOMBRES”
“AÑO DE LA UNIVERSALIZACIÓN DE LA SALUD”
5. Repárese que la noción de subordinación prevista en el artículo 9 del TUO de la LPCL3 es
lo suficientemente amplia como para entender la eventual existencia de una relación
laboral entre la empresa que proporciona la plataforma digital y la persona que presta
servicios de reparto a través de ella, por lo que no encontramos alguna incompatibilidad
entre el artículo 9 antes señalado y el hecho de que se emplee las tecnologías de la
información y comunicaciones para realizar una determinada prestación de servicios. Si
existe un poder de dirección canalizado a través de estas nuevas tecnologías, que rija
alguna prestación personal de servicios, estaremos entonces ante una relación laboral en
aplicación de la citada norma legal.
6. En resumen, se requiere conocer todos los detalles de un hecho (prestación de servicios
de reparto vía plataformas digitales) para regularlo adecuadamente; y si el hecho, en
virtud a su complejidad, arroja distintas configuraciones (trabajo subordinado / trabajo
autónomo) lo recomendable, en nuestra opinión, es enfocarse en una regulación flexible
que, teniendo en cuenta la amplitud de la noción legal de subordinación contenida en el
TUO de la LPCL, establezca criterios que permitan definir en cada caso la existencia o no
de una relación laboral. Dicha regulación, qué duda cabe, tampoco debería desatender la
prestación autónoma de servicios; en este caso, el legislador debiera analizar si tal
prestación autónoma requiere de determinadas garantías, como por ejemplo en materia
de seguridad y salud de las personas, seguridad social en salud y pensiones, derecho a la
información4, seguro de daños patrimoniales5, entre otros.
7. Ahora bien, retomando lo antes señalado en cuanto al ámbito de aplicación de la
propuesta normativa, cabe indicar que una cuestión distinta es el reparto de productos
por parte de los titulares directos de los negocios (reparto clásico o tradicional), esto es,
aquellas personas naturales o jurídicas que, de manera habitual, fabrican, elaboran,
manipulan, acondicionan, mezclan, envasan, almacenan, preparan, expenden o
suministran productos y se encargan del reparto a domicilio de los mismos, por ejemplo,
restaurantes, tiendas de ropa, supermercados, entre otros, para lo cual cuentan con
personal propio dedicado a tales labores.
En esta situación, queda claro que no se trata de una prestación de servicios
independiente, por el contrario, los trabajadores repartidores se encuentran en una
relación de subordinación ante el empleador, el cual es titular de los productos a ser
3 LPCL. Artículo 9.- Por la subordinación, el trabajador presta sus servicios bajo dirección de su empleador, el cual
tiene facultades para normar reglamentariamente las labores, dictar las órdenes necesarias para la ejecución de las
mismas, y sancionar disciplinariamente, dentro de los límites de la razonabilidad, cualquier infracción o
incumplimiento de las obligaciones a cargo del trabajador. / El empleador está facultado para introducir cambios o
modificar turnos, días u horas de trabajo, así como la forma y modalidad de la prestación de las labores, dentro de
criterios de razonabilidad y teniendo en cuenta las necesidades del centro de trabajo.
4Podría contemplarse el derecho de los repartidores de acceder a la información sobre la forma de cálculo de la tarifa
aplicable a cada servicio, así como sobre las calificaciones o puntuaciones recibidas de los usuarios, incluyendo los
criterios que se emplean para la asignación de posteriores pedidos o viajes.
5 Debería considerarse la contratación, a cuenta del proveedor del servicio, de un seguro de daños patrimoniales que
garantice al repartidor contra las consecuencias desfavorables de un evento que pueda dañar su vehículo (por
ejemplo, robos, daños, inutilización o destrucción del vehículo a consecuencia de accidentes, entre otros riesgos),
limitando razonablemente dicha cobertura a lo que ocurra durante o con ocasión de la prestación de servicios.
Esta es una copia autentica imprimible de un documento electrónico archivado el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, aplicando lo dispuesto
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distribuidos y ejerce poder de dirección sobre el personal a su cargo, otorgándole a su
vez, las condiciones de trabajo necesarias para la labor de reparto.6
8. Por todo lo señalado, no consideramos viable el proyecto de ley, dado que su ámbito de
aplicación conlleva a la laboralización absoluta del servicio de reparto de productos a
domicilio, sin tener en cuenta las distintas particularidades que podría existir en la
prestación de servicios que se pretende regular.
9. Sin perjuicio de las consideraciones antes expuestas, a continuación, presentamos
algunas observaciones puntuales al proyecto de ley en materia laboral.
En primer lugar, advertimos que el artículo 1 de la propuesta normativa dispone que su
objeto es regular un régimen laboral de repartidores (régimen especial, entendemos), sin
embargo, en el artículo 10 se dispone que el vínculo laboral se produce “a través de
cualquiera de las modalidades de trabajo reguladas por ley, con los derechos y
obligaciones que les corresponda según sea la naturaliza de cada contrato laboral”. Esta
última disposición deja entrever que, en tanto no se precisa un régimen especial para
repartidores, resultan aplicables las reglas del régimen general de la actividad privada, lo
cual, claramente, entra en contradicción con lo señalado en el objeto de la norma.
De otro lado, también en el artículo 10 del proyecto de ley se menciona que el empleador
remite a la Autoridad de Trabajo un ejemplar original del contrato de trabajo celebrado
con el repartidor. Al respecto, si bien entendemos la preocupación del legislador para que
se facilite -mediante el registro de los contratos- la labor de fiscalización, es pertinente
señalar que el Decreto Legislativo N° 1246 establece medidas de simplificación
administrativa con la finalidad de que los procedimientos administrativos se rijan por
criterios de eficiencia, simplicidad, eficacia, celeridad y equidad.
Así, en virtud del referido decreto legislativo, se eliminó la obligación del registro de
contratos temporales, sin perjuicio de que los datos de dichos contratos se encuentren
en la planilla electrónica. En tal sentido, de configurarse una relación laboral,
consideramos que esta misma lógica debería seguirse para la fiscalización de los contratos
de los repartidores, por lo que, bajo dichas consideraciones, sería suficiente la declaración
por parte del empleador en la planilla electrónica, de la condición de “trabajador” de su
personal. De igual manera, repárese que en la mencionada planilla electrónica también
se registra información de los trabajadores tales como el régimen laboral, las
remuneraciones, la periodicidad de la remuneración, el régimen pensionario, entre otras
variables.
10. Finalmente, los artículos 12 y 13 del proyecto de ley regulan aspectos de inspección
laboral, por lo cual recomendamos solicitar la opinión de la Dirección General de Políticas
para la Promoción de la Formalización Laboral e Inspección del Trabajo.
6 Asimismo, estas empresas podrían tercerizar el servicio de reparto, con lo cual, la empresa tercerizadora vendría a
ser empleadora del personal dedicado a las labores de reparto. En este caso, también nos encontraríamos frente a
trabajadores y no ante personal autónomo.
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V. CONCLUSIÓN
El proyecto de ley es inviable porque plantea la laboralización absoluta del servicio de reparto
de productos a domicilio, sin tener en cuenta las distintas particularidades que podrían existir
en la prestación de servicios que se pretende regular. Específicamente, la prestación de servicios
de reparto a través de plataformas digitales proporcionadas por una tercera empresa merece
un especial análisis, a partir de una caracterización de la realidad, para establecer si se trata de
trabajo subordinado o autónomo.
VI. RECOMENDACIÓN
Recomendamos someter el proyecto de ley a consideración de la Dirección General de Políticas
para la Promoción de la Formalización Laboral e Inspección del Trabajo, para que emita opinión
técnica en el marco de sus competencias.
Atentamente,
Renato Sarzo Tamayo
Director de Normativa de Trabajo (e)
H.R E-050836-2020
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por el Art. 25 de D.S. 070-2013-PCM y la Tercera Disposición Complementaria Final del D.S. 026-2016-PCM. Su autenticidad e integridad pueden ser
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