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Presentacion de Niñoz

Presentación de niños
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PRESENTACION O DEDICACIÓN DE NUESTROS HIJOS

¿Qué significa dedicarle su hijo a Dios?

“Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva,
será de Jehová. Y adoró allí a Jehová”. 1 Samuel 1:27-28

¿Cuántos niños nacen al año en el Ecuador?

En el 2022 se registraron 250.277 nacidos vivos y 1.438 defunciones fetales. El INEC es el encargado del
procesamiento. La periodicidad de la publicación es anual.

Aproximadamente seis millones de niños nacerán en los Estados Unidos de América este año. Muy pocos de ellos se
criarán en hogares cristianos, y solamente un porcentaje reducido de esos niños en los hogares cristianos serán
dedicados a Dios.

DEFINICIÓN DE NIÑO

Un niño es un ser humano que aún no ha alcanzado la pubertad. Por lo tanto, es una persona que está en la niñez y
que tiene pocos años de vida.

En su sentido más amplio, la niñez abarca todas las edades del niño: desde que es un lactante recién nacido hasta
la pre adolescencia, pasando por la etapa de infante o bebé y la niñez media.

Dedicar un niño es esencialmente:

1- reconocer la soberanía de Dios sobre la criatura humana. Agradeciendo. Salmos 127:1-3:

No son nuestra posesión.


2- Una búsqueda de la bendición de Dios sobre la vida del niño. Oración y Ruego. 1Samuel 1.26-28
3- Es un compromiso que contraen los padres para criar al pequeño para Dios y como Dios manda. Haciendo
voto. Deuteronomio 6:3-9

Los hijos deben aprender de Dios en el hogar.

I LA INSTRUCCIÓN COMIENZA EN EL CORAZÓN DE LOS PADRES. V3-5


I. Las palabras debían estar en su corazón.

LA INSTRUCCIÓN COMIENZA EN EL CORAZÓN DE LOS PADRES

La instrucción debe comenzar en el corazón del padre. La Biblia dice en el capítulo seis de Deuteronomio, versículos
cuatro al seis:

“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y
con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”.

II Y ESTAS PALABRAS V.6 ¿Qué palabras? Los mandamientos de Dios,


Estas palabras debían estar en su corazón, o “sobre” su corazón, como algo escrito y grabado en la memoria.

III. Y LAS REPETIRAS: V7 “Las enseñarás diligentemente a tus hijos.”


ENSEÑE A SU HIJO DILIGENTEMENTE

Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón" (Deu. 6:6). ¿Cómo mantener la Palabra de Dios "en
su corazón"? Usted lo hace meditando en ella. Cuando la conocemos y la aplicamos a nuestra vida personal
podemos enseñar a nuestras familias. La Palabra de Dios debe estar en nuestra propia mente y corazón entonces la
compartimos con diligencia en las mentes de nuestros hijos. "Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón." No hay otra manera de hacerlo. Tienen que convertirse en una parte de ti y tu estilo de vida.

Las palabras de Dios son el tema de la conversación.

LOS HIJOS DEBEN APRENDER DE DIOS EN EL HOGAR, La Biblia dice en Deuteronomio 6:7: “Y las repetirás a tus hijos”.
La palabra diligente significa “la entrega sincera y de todo corazón de nuestra atención a un asunto, tratándolo con
suprema importancia, y procurando con certeza que sea cumplido”. Más adelante en la lectura encontramos: “…y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes”.

El hogar es el lugar más natural para aprender acerca de Dios y de Sus caminos. Al preguntarle si tiene un hogar
cristiano, puede que usted responda: “Tengo una Biblia en mi hogar; tengo placas colgadas en las paredes con
versículos de la Biblia”. Pero estas cosas no hacen a un hogar cristiano.

Las palabras de Dios son el adorno de la vida. Los judíos adornaban sus personas con textos de las Escrituras

Las palabras de Dios son la ley del hogar y del hogar. Fragmentos de las Escrituras estaban suspendidos en el umbral
de la casa, seguramente para dar a entender que, en cierto sentido, el hogar de cada israelita era un templo sagrado
para el Señor.

IV LAS PALABRAS DE DIOS SON LA HERENCIA DE NUESTROS HIJOS. V8


Su vida es un libro abierto para ser leído por todos

"Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos." Rabinos judíos durante los días de
Jesús tomaban literalmente el versículo ocho y lo ataban como amuleto en su ropa. Estas eran pequeñas cajas de
cuero en que se colocaron los versículos de las Escrituras escritas en pergamino. Moisés no está hablando de
adornarnos nosotros mismos con joyería religiosa. Una vez más, se está haciendo hincapié en la necesidad de
enseñar continuamente la Palabra de Dios. Deje que la Palabra de Dios sea ligada a todo lo que hacemos y
pensamos. Su vida es un libro abierto que es leído diariamente por su familia.

Guíelos para que conozcan a Cristo como su Salvador personal. Sea sensitivo a las oportunidades que el Señor
provee para hablar a sus hijos específicamente acerca de conocer a Cristo como Salvador personal. Manténgalos
fielmente asistiendo a una iglesia que enseñe y predique la Biblia. Lea la Palabra de Dios con ellos diariamente.
Ayúdeles a memorizar la Palabra de Dios. Enséñeles las grandes historias de la Biblia. Ore con ellos, y por ellos.
Arrodíllese junto a ellos y permita que ellos mismos dirijan en oración. Escúcheles hablar con Dios. Como padres,
viva la verdad de Dios frente a ellos cada día.

Niño, niños

 Entre los pueblos del AT y NT, como en la mayoría de otras culturas, los niños, especialmente los varones,
eran muy deseados (Gen 15:2),( Gen 30:1),( 1 S 1:11)(, 1 S 1:20),(Sal 127:3),( Sal 128:3),( Lc 1:7)(, Lc 1:28).
 Entre los hebreos, todos los primogénitos pertenecían a Dios y tenían que ser redimidos (Nm 3:40-51).
 A veces los niños eran dedicados a Dios para un servicio especial (Jue 13:2-7),( 1 S 1:11),( Lc 1:13-17),( Lc
1:76-79).
 Los descendientes varones de Abraham eran circuncidados al octavo día (Gn 17:12),( Gn 21:4),( Lc 1:59),( Lc
2:21), cuando se les daba el nombre.
 El destete con frecuencia se demoraba y luego se celebraba (Gn 21:8) con una fiesta.
 La educación se daba principalmente en el hogar y era el deber de los padres (Ex 12:26-27),( Dt 6:7),( Jos
4:21-24),( Pr 22:6),( Ef 6:4),( Col 3:21),( 2 Ti 3:15).
 La disciplina debía ser firme, con castigo corporal (Pr 22:15),( Pr 23:13),( Pr 29:15). Se esperaba mucho de los
niños (Pr 20:11).
 Se ordenaba obediencia y respeto a los padres (Ex 21:17),( Ef 6:1-3),( Col 3:20),( 1 Ti 3:4),( 1Ti 3:12),( Tit 1:6).
 A veces se mostraba favoritismo (Gn 25:28; Gen 37:3).
 El afecto por los niños se retrata en forma sorprendente en muchos casos, como en el amor de David por un
niño que murió (2 Sa 12:15-23) y el volver a la vida de niños por Elías (1Ki 17:17-24), por Eliseo (2 R 4:18-37)
y por Jesús (Mt 9:23-26),( Mr 5:35-43),( Lc 8:49-56).
 El amor y el interés de Jesús por los niños lo vemos en (Mt 18:1-14),( Mt 19:13-15),( Mr 9:35-37),( Mr 10:13-
16),( Lc 9:46-48),( Lc 18:15-17). Jesús reconoció el juego de los niños (Mt 11:16). Hay muchos informes de
niños atrayentes: p. ej., Moisés (Ex 2:1-10), Samuel ( 1 S 1:20),(1 S 3:19), Jesús (Lc 2:7-40), Timoteo (2 Ti 1:5),
( 2 Ti 3:14-15).
 Niños, o hijitos, es una forma afectuosa de dirigirse, como en 1 Juan, de un anciano a adultos, de quienes se
espera no obstante que actúen conforme a su edad (1 Co 13:11),( 1 Co 14:20). La atención que se da a la
niñez del Mesías en la profecía (Is 7:14),( Is 9:6) nos prepara para las narraciones de la infancia en Mateo 2 y
Lucas 2. El Salvador vino como un bebé indefenso y aparentemente tuvo una niñez normal. Se requiere
volver a la receptividad y confianza de niños a quienes desean entrar al reino de los cielos (Mt 18:1-14),( at
19:13-15),( Mr 9:35-37),( Mr 10:13-16),( Lc 9:46-48),( Lc 18:15-17).

Dedicarle un hijo a Dios significa desear lo que el Señor desea para ese niño. Soltar a los hijos es una cosa muy difícil,
pero para poder entregarle a Dios nuestros hijos, debemos de remover nuestras manos y soltarlos a la voluntad y el
propósito de Dios. Esto debe continuar por el resto de sus vidas, si confiamos sinceramente que la voluntad de Dios
es lo mejor para sus vidas. En el capítulo primero de 1 Samuel, encontramos la historia de Elcana y Ana, el padre y la
madre de Samuel. Muchos cristianos saben la historia de Samuel y como Dios lo usó de una manera maravillosa y de
un modo incomparable con otros hombres de su generación. Dios lo usó en una época crítica en la historia de la
nación de Israel. Todo esto fue resultado de la oración de una mujer. Ella le pidió a Dios que le diera un hijo, y ella
hizo un voto a Dios de dedicarle su hijo a Él. Mientras pensamos en todo lo malo de nuestra nación y la necesidad de
un avivamiento espiritual que honre a Cristo, tenemos que recordar cómo Dios usó al niño que le fue dedicado a Él, y
como la nación de Israel fue bendecida por la vida de Samuel. Que Dios nos ayude a dedicar nuestros hijos e hijas al
Señor para Su servicio.

LOS HIJOS SON UN REGAL0 DE DIOS

Tenemos que reconocer que los hijos son un regalo de Dios. La Biblia dice en Salmos 127:1-3:

“Si Jehová no edifìcare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la
guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues
que a su amado dará Dios el sueño. He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”.

En esta generación, hay niños a quienes se les han dado el título de “niños rechazados”. Esta frase representa las
ideas ateas que actualmente han sido institucionalizadas en nuestro mundo. Una y otra vez, tenemos que ser
recordados que los niños son un regalo de Dios. La Biblia dice: “Herencia de Jehová son los hijos”. Cuando la
concepción toma lugar y la vida comienza, es una obra milagrosa de Dios. Los niños son un regalo de Dios.

LOS HIJOS NO SON NUESTRA POSESIÓN PERSONAL

Por supuesto, nosotros nos sentimos muy posesivos con nuestros hijos. Esto en un instinto natural que Dios pone en
el corazón de un padre. Los padres tienen un sentimiento afectuoso y amoroso que es muy natural y necesario, pero
debemos recordar que no estamos criándolos para nosotros. Estamos criándolos para Cristo, y para los
compañeros(as) que ellos(as) conocerán más tarde y algún día se casarán. Nuestros hijos son nuestros, pero solo son
nuestros para criarlos. Ellos son puestos bajo nuestro cuidado y seguridad por sólo un tiempo, aunque continuamos
la relación de padre e hijo a través de los años.

La Palabra de Dios nos enseña que cuando dedicamos a nuestros hijos a Dios, esto no se termina en el altar de la
iglesia. Debemos enseñarles e inculcarles repetida y diligentemente. Hay dos detalles muy importantes que debemos
saber acerca de la enseñanza de nuestros hijos. Primeramente, debemos de siempre mantenernos contentos con la
oportunidad de enseñarles a ellos. A veces no es fácil hacer esto. He oído a padres decir: “Me doy por vencido. Mis
hijos nunca ponen atención. Estoy cansado de tratar de enseñarles”. Dios no bendecirá esta clase de espíritu y esta
manera de sentir. Hay cosas que cada padre piensa que sus hijos deben y pueden hacer, pero solo hay una cosa que
debe ser nuestro mayor gozo. No importa dónde ellos estén o lo que estén haciendo en lo que concierne al mundo,
una cosa debe de entusiasmar el corazón del padre cristiano más que cualquier otra cosa, y es el ver a sus hijos
verdaderamente vivir en la verdad de Dios. “No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la
verdad”.

¿Qué quiere usted para sus hijos? Cuando los dedicamos a Dios estamos diciendo: “Quiero para ellos lo que Dios
quiere para ellos”. Su deseo es que ellos caminen en la verdad.

Dedicación de Niños

Deu 6.4-9

La dedicación o presentación de niños al Señor se remota en los tiempos del Antiguo Testamento, ejemplo de ello
tenemos la dedicación de Samuel realizada por su madre Ana registrado en el libro de 1 Samuel 1:27, 28.

Otro ejemplo de dedicación es Jesús mismo, a pesar de ser el Hijo de Dios, María y José como sus padres terrenales
creyeron necesario dedicar a Jesús en el templo según Lucas 2:22.

Además de los ejemplos anteriores, Jesús durante su ministerio bendijo a los niños. El relato muestra que las madres
apresuradamente llevaban a sus hijos ante Jesús y él en ningún momento se opuso, es más se indignó al ver a sus
discípulos separar a los niños de él.

¿Qué significa la ceremonia de dedicación?

El acto de dedicación o presentación de un niño al Señor es considerado un acto hermoso e importante ya que
representa el reconocimiento de Dios como Creador de una nueva criatura.

Además significa que los padres adquieren un compromiso ante Dios para criar a sus hijos a los pies del Señor. Este
acto no solamente involucra a los padres, el tal es realizado ante la iglesia lo cual significa que la congregación se
compromete a proporcionar el apoyo que los padres de familia necesiten. Y lo más importante, dedicar los hijos al
Señor significa consagración.

En el sermón basado en Deuteronomio 6:4-9 previo a la presentación compartimos lo siguiente:

1. Los hijos son un regalo de Dios a los cuales debemos instruir en la palabra de Dios.

2. Los padres deben ser responsables en su fidelidad al Señor.

3. Los padres deben ser responsables con su ejemplo. Las palabras convencen pero los hechos arrastran. Los
padres deben tener un tiempo devocional privado y un tiempo junto a la familia.

4. Los padres deben educar a sus hijos y guiarlos hacia el mañana, debe hacerse todo el tiempo, cuando están
sentados, caminando, en el camino hacia la escuela, antes de acostarse, etc.

5. Se les debe enseñar con la palabra de Dios, y tener esta ante sus ojos. No enseñarles conforme a los modelos
de auto motivación del sistema secular mundano.

6. Siempre se les debe enseñar a los hijos para qué que conozcan y entiendan mejor la palabra de Dios y por lo
tanto al Señor mismo.

7. Más que una ceremonia la dedicación de un niño es hacer un compromiso delante de Dios a trabajar para
que en los hijos se cumplan los grandes propósitos de Dios para ellos.

8. Hay una gran bendición en tener padres cristianos, nacidos de nuevo y comprometidos con el Señor y Su
obra.
Es una tarea difícil encaminar a buen puerto a los hijos, pero no imposible si hacemos de la palabra de Dios nuestra
guía y modelo de conducta, todo empieza creyendo y confesando que Jesús es el Señor, el Salvador del mundo (Juan
3:16).

LOS MEJORES RECUERODS DE MIS PADRES HASTA EL MOMENTO HAN SIDO LO QUE SON, LO QUE HAN HECHO.

QUE PRIVILEGIO PODER SER PADRES CREYENTES.

QUE PODR QUE TENEMOS AL SEMBRAR SEMILLAS DE FE PODEROSAS EN EL CORAZON DE NUESTROS HIJOS.

Números 6. 22-27

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