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El Conejito Soñador

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El conejito soñador

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El conejito soñador
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Me gusta 1162

Autor: Eva María Rodríguez


Edades: Todas las edades
Valores: amistad, autoconfianza

Había una vez un conejito


soñador que vivía en una
casita en medio del
bosque, rodeado de libros
y fantasía, pero no tenía
amigos. Todos le habían
dado de lado porque se
pasaba el día contando
historias imaginarias sobre
hazañas caballerescas, aventuras submarinas
y expediciones extraterrestres. Siempre
estaba inventando aventuras como si las
hubiera vivido de verdad, hasta que sus
amigos se cansaron de escucharle y acabó
quedándose solo.

Al principio el conejito se sintió muy triste y


empezó a pensar que sus historias eran muy
aburridas y por eso nadie las quería escuchar.
Pero pese a eso continuó escribiendo.

Las historias del conejito eran increíbles y le


permitían vivir todo tipo de aventuras. Se
imaginaba vestido de caballero salvando a
inocentes princesas o sintiendo el frío del mar
sobre su traje de buzo mientras exploraba las
profundidades del océano.

Se pasaba el día escribiendo historias y


dibujando los lugares que imaginaba. De vez
en cuando, salía al bosque a leer en voz alta,
por si alguien estaba interesado en compartir
sus relatos.

Un día, mientras el conejito soñador leía


entusiasmado su último relato, apareció por
allí una hermosa conejita que parecía perdida.
Pero nuestro amigo estaba tan entregado a la
interpretación de sus propios cuentos que ni
se enteró de que alguien lo escuchaba.
Cuando acabó, la conejita le aplaudió con
entusiasmo.

-Vaya, no sabía que tenía público- dijo el


conejito soñador a la recién llegada -. ¿Te ha
gustado mi historia?
-Ha sido muy emocionante -respondió ella-.
¿Sabes más historias?
-¡Claro!- dijo emocionado el conejito -. Yo
mismo las escribo.
- ¿De verdad? ¿Y son todas tan apasionantes?
- ¿Tu crees que son apasionantes? Todo el
mundo dice que son aburridísimas…
- Pues eso no es cierto, a mi me ha gustado
mucho. Ojalá yo supiera saber escribir
historias como la tuya pero no se...

l conejito se dio cuenta de que la conejita se


había puesto de repente muy triste así que se
acercó y, pasándole la patita por encima del
hombro, le dijo con dulzura:
- Yo puedo enseñarte si quieres a escribirlas.
Seguro que aprendes muy rápido
- ¿Sí? ¿Me lo dices en serio?
- ¡Claro que sí! ¡Hasta podríamos escribirlas
juntos!
- ¡Genial! Estoy deseando explorar esos
lugares, viajar a esos mundos y conocer a
todos esos villanos y malandrines -dijo la
conejita-

Los conejitos se hicieron muy amigos y


compartieron juegos y escribieron cientos de
libros que leyeron a niños de todo el mundo.

Sus historias jamás contadas y peripecias se


hicieron muy famosas y el conejito no volvió
jamás a sentirse solo ni tampoco a dudar de
sus historias.

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Análisis de sus valores


Este cuento nos habla de la amistad. De lo
importantes que son los amigos en la vida de
cualquiera porque te ofrecen su afecto,
comparten contigo tus aficiones… y en
definitiva, te hacen ser más feliz.
También nos habla el cuento de otra cuestión
importante: la autoconfianza. No debemos
dejarnos llevar por las opiniones de los demás
acerca de nosotros o nuestro trabajo, ya que
pueden estar equivocados. Debemos confiar
en nosotros mismos y en lo que hagamos
esforzándonos por mejorar día a día.

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