Tema 3.
Tema 3.
4ª Edición
            4 noviembre- 1 diciembre 2019
Temario
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  Terapia Auditiva Verbal.
para padres
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             3.1. Bases y fundamentos
             TERAPIA AUDITIVA VERBAL. ASPECTOS
                                 GENERALES
                                                                                  4
    PRINCIPIOS DE LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL
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desarrollo de lenguaje similar al de los niños con audición normal (Fulcher,
Purchell, Baker y Munro, 2012). A la vez, pueden alcanzar mejores destrezas para
la lectura, resultados educativos (Yoshinaga-Itano, 2013) y crecimiento social-
emocional cuando las conexiones neurales auditivas se desarrollan en la niñez
(Langereis y Vermeulen, 2015).
Por diversas razones, algunos niños que habrían pasado correctamente el tamiz
auditivo neonatal adquieren pérdida auditiva en los años preescolares (Chen, Fu,
Luo, Zhang y Yang, 2013). Por ello, es imperativo que las pruebas de audición se
realicen tan pronto como sea posible en esa edad temprana, seguidas de TAV
para asegurar el desarrollo continuo de la audición y el lenguaje hablado.
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    3.- Guiar y educar a los padres a ayudar a que sus niños
empleen la audición como modalidad sensorial primaria para el
desarrollo del lenguaje escuchado y hablado.
    La competencia en el lenguaje hablado, el desarrollo social-emocional y las
destrezas de alfabetización, dependen del acceso de la información auditiva a la
audición central (la vía y corteza auditiva); y el desarrollo subsecuente de
destrezas auditivas. Los padres que eligen la TAV se comprometen a proveer
oportunidades abundantes y significativas de aprendizaje del lenguaje auditivo y
hablado. En consecuencia, el niño aprende a escuchar durante todas sus horas
de vigilia y eventualmente escucha para aprender cómo su cerebro es activado
por la información auditiva. Los padres son la mejor oportunidad para que ayuden
a sus hijos a adquirir confianza en su escucha y, posteriormente, en convertirse
en los responsables de sus aparatos auditivos. Los niños aprenden a vivir y
moverse en ambientes que ofrecen dificultades auditivas y a reparar las
complicaciones comunicativas o malentendidos provocados por problemas de
audición.
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la audición y el lenguaje de sus hijos, a potenciar su interacción con todos los
intentos de comunicación de sus hijos y a evaluar sus progresos.
    6.- Guiar y educar a los padres para ayudar a que sus hijos
integren el lenguaje auditivo y verbal en todos los aspectos de su
vida.
    La corteza cerebral requiere de la funcionalidad de la corteza auditiva para
poder cimentar conexiones nerviosas adecuadas y desarrollar los “archivos de
información” que conforman el conocimiento. La habilidad de los padres para
ofrecer un ambiente que sea rico en experiencias significativas y complejas de
lenguaje verbal, se convierte en una clave de las competencias lingüísticas, socio-
emocionales, de alfabetización y académicas (Leffel y Suskind, 2013; Suskind,
2015). El terapeuta de TAV obtiene una impresión de las rutinas diarias de la
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familia, de modo que es fundamental que diseñe un plan en coordinación con la
familia para aprovechar todas las oportunidades que favorezcan el desarrollo del
lenguaje auditivo y verbal. Una vez que los padres aprendan a proveer y/o
aprovechar las experiencias auditivas que ocurren a lo largo de la vida diaria del
niño, llegan a ver a su pequeño como un niño que escucha y oye activamente.
Subsecuentemente el niño aprende a valorar la audición y su escucha y comienza
a percibirse de ese modo por lo que activamente escucha para aprender.
    8.- Guiar y educar a los padres para que ayuden a sus hijos a
auto evaluar el lenguaje verbal a través de la audición.
    Los niños hablan lo que escuchan. La retroalimentación auditiva del habla
propia tiene gran importancia para alcanzar las metas auditivas y la adquisición de
un lenguaje verbal fluido (Perkell, 2008). La audición efectiva y la modulación de
la voz preparan al niño para una comunicación verbal independiente con mínima
necesidad de aclaración o interpretación. En las etapas tempranas del desarrollo
los profesionales en TAV promueven que los padres imiten las vocalizaciones de
sus hijos. Estas imitaciones son el marco para una vocalización alternada.
Conforme el niño aprende a escuchar con su aparato auditivo, el lenguaje verbal y
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las destrezas de comunicación comienzan a desarrollarse. Conforme los niños
obtienen una audición y una competencia lingüística más sofisticadas, emplean la
audición para autoevaluar su habla y lenguaje, así como autocorregir cuando sea
necesario. La habilidad para autoevaluar el lenguaje verbal es una destreza de
vida sumamente valiosa para facilitar una comunicación clara con los otros,
resolver complicaciones comunicativas, aprender nuevos idiomas, e integrarse en
el círculo social de su elección.
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    Los niños con pérdida auditiva que son identificados en edad temprana y que
cuentan con aparatos tecnológicos y que han sido involucrados en programas de
intervención temprana, son aptos para alcanzar excelentes niveles de audición,
percepción, leguaje, desarrollo socio emocional y educación, toda vez que la
información auditiva consistente y significativa se ha hecho accesible a su cerebro
desde la infancia (Langereis y Vermeuelen, 2015; Yoshinaga-Itano, 2003). Los
terapeutas que practican TAV ayudan a los padres para a ayudar a sus hijos a
alcanzar las destrezas mínimas en competencia lingüística, cognición social y pre-
alfabetización requeridos para entrar a la escuela.
    La inscripción a la escuela puede requerir los servicios de apoyo de un
profesor especial, audiólogo educativo, logopeda, y/u otro personal escolar que se
necesite para trabajar en equipo. Esta colaboración genera una “red de
seguridad” que propicia el acceso completo del cerebro a oportunidades
educativas, a la vez que ayuda a propiciar destrezas de autodefensa, así como
facilitar la realización adecuada a la que todos y cada uno de los niños que nacen
tienen derecho.
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2015) en la cual la recomendación es de 1 o 2 sesiones semanales de 1 hora por
semana (Deettman, Wall Constantinescu y Dowell, 2013). Se puede extrapolar la
misma recomendación a niños que utilizan aparatos auditivos. En cada una de
estas sesiones de 50-100 horas al año, los padres aprenden a utilizar los
objetivos de corto plazo de cada sesión en contextos naturales del lenguaje
experiencial en la vida diaria del niño, de manera que promueven la curiosidad y
el pensamiento. Los padres entonces alcanzan la confianza para poner en
marcha estrategias dadas por el profesional de TAV para ayudar a su hijo a
alcanzar dichos objetivos, consistentes con los fundamentos del desarrollo típico
alcanzados por niños con audición normal.
    El profesional provee una evaluación del progreso del niño en cada una de las
sesiones. Así, en conjunto con los padres se enfocarán en la audición y el
desarrollo de destrezas auditivas, de manera que los centros cerebrales de la
audición y el lenguaje se convierten en la base arquitectónica de la comunicación
verbal. Se dirige a los padres a través de distintas estrategias que ayuden al niño
a maximizar su percepción del lenguaje hablado. Estas estrategias se presentan a
través de juegos, libros y actividades de juegos guiados. Con base en el modelo
indicado y seguido en las sesiones, los padres practican utilizando estrategias con
su hijo y posteriormente se involucran en discusiones con el profesional respecto
de la efectividad de dichas estrategias. Basados en los resultados, establecen en
conjunto, o revisan, metas a largo y corto plazo de audición, del lenguaje
expresivo y receptivo, cognición y desarrollo general de la comunicación.
Finalmente, mediante la guía del profesional TAV, los padres generan estrategias
y actividades que facilitan la incorporación de dicha metas dentro de la vida diaria
de la familia.
    El progreso de los niños y sus padres hacia los resultados deseados de la
TAV se apoya en diversas variables que incluyen:
     La edad de diagnóstico: la identificación a edad temprana está asociada a
       mejores resultados en el lenguaje. (JCIH, 2007; Kennedy et al., 2006;
       Yoshinaga-Itano, 2003);
     Causa de la pérdida auditiva: la manera en que se ven afectadas las
       estructuras auditivas y nerviosas, puede influir las decisiones sobre la
       amplificación o la implantación coclear. (JCIH, 2007).
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 Grado de pérdida auditiva: puede afectar la identificación de la pérdida
  auditiva y la decisión para aplicar de manera rápida la amplificación que
  tiene una correlación directa con los resultados positivos del lenguaje
  verbal. (Harrison, Roush y Wallas, 2003).
 Efectividad del (los) aparato (s) auditivo (s) o implante (s) coclear (es):
  ajustes    apropiados      de    los    aparatos     auditivos,    así     como
  programación/calibración del implante coclear, pueden ofrecer mayor
  acceso a todas las frecuencias del habla. (Nicholas y Gears, 2006;
  Waltzman y Rolland 2005).
 Efectividad de todo el proceso audiológico y del sistema audiológico:
  estudios audiológicos oportunos, ajustes, etc., con monitoreo regular del
  progreso auditivo. (JCIH, 2007).
 Potencial auditivo del niño: provisto por la plasticidad nerviosa del cerebro
  (Sharma et al., 2005).
 Salud del niño: una salud pobre puede afectar negativamente los
  resultados educativos (Fransoo et al., 2008).
 Estado emocional de la familia: cuando la familia se lamenta por la
  situación, se afecta su habilidad para incidir en el desarrollo auditivo-verbal
  del niño. (Yoshinaga-Itano, 2003; Young y Tattersall, 2007).
 Nivel de participación de la familia: a mayor participación, más positiva es
  la influencia en el crecimiento lingüístico y social del niño. (Leffel y Suskind,
  2015).
 Habilidades del profesional en TAV: fundamental en la orientación a los
  padres para que se conviertan en los facilitadores primarios a través de
  práctica y conocimiento basados en la evidencia. (Graham, Rodger y
  Ziviani, 2009; Kaiser y Hancock, 2003; Rush, M’Lisa y Hanft,2003).
 Habilidades de los padres o cuidador: la intervención implementada por los
  padres conduce a mejores resultados. (Roberts y Kaiser, 2011).
 El estilo de aprendizaje del niño: todas las sesiones pueden requerir la
  creación o la modificación del plan establecido para ajustarse mejor al
  aprendizaje del niño. (Tomlinson et al., 2003).
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     La inteligencia del niño: los niños con retrasos cognitivos importantes,
      pueden desarrollar un lenguaje auditivo y verbal lento y/o requerir un
      enfoque alternativo. (Yoshinaga-Itano, 2003).
    La TAV puede llevarse a cabo en un hospital, en una clínica, en un despacho
privado y/o en casa, en el parque, en el zoológico, en el supermercado o en la
zona de juegos. Invariablemente siempre es un trabajo de equipo, ya que la
familia y el terapeuta TAV trabajan en conjunto con el audiólogo, educadores y
personal escolar, así como profesionales de la salud. La comunicación abierta,
confiable y consistentemente cooperativa entre los miembros del equipo,
garantiza que el desarrollo general del niño se maximice tan eficientemente como
sea posible. Esta comunicación colaborativa contribuye a asegurar que la TAV es
adecuada para el niño y para su familia. Esta comunicación también ayuda a
determinar los diversos estudios diagnósticos que se requieren para identificar las
fortalezas y necesidades de aprendizaje específicas de cada niño. Al mismo
tiempo, puede proveer al profesional con la información necesaria para remitir a la
familia a otro modelo de intervención, en caso de ser necesario. Tomando en
cuenta todos los aspectos del progreso, el profesional pueden seguir proveyendo
servicios en TAV o bien, iniciar un plan de transición, contribuyendo a que su
implementación sea lo más suave posible.
LINEAMIENTOS A SEGUIR
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familia, que se tomará muy en cuenta a la hora de planificar cada sesión de
trabajo.
    Todas aquellas actividades que reproduzcan una rutina familiar específica de
su hogar o de su comunidad, fomentarán el uso de lenguaje incidental en sus
vivencias diarias. Los niños aprenden más y mejor con tareas en las que los
padres están integrados a éstas, como parte de su vida diaria, sin que sepa que
en ese momento están trabajando o ejercitando alguna actividad con fines
específicos. Por ejemplo: -ir al mercado, comprar fruta, picarla y hacer una
ensalada que se compartirá con otros miembros de la familia, lavar y colgar la
ropa de la muñeca.
    En algunas ocasiones los padres se preocupan por integrar a los niños en
actividades dentro de la cocina. No es necesario que realicen tareas difíciles y
peligrosas. Podrán dibujar una receta, ayudarnos con algunos utensilios, colocar
cosas en el refrigerador, amasar, poner mantequilla a un pan, etc. Muchas de
estas actividades pueden fácilmente recrearse y llevarse a cabo en cualquier
salón de terapia.
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pensamiento y la descodificación del lenguaje, así como la pausa que conlleve a
una respuesta.
    A través de la participación de los padres, se logra la obtención de varios
aspectos muy importantes dentro de la TAV como la auto-confianza y
conocimientos acerca de las etapas de desarrollo de sus hijos, habilidades críticas
e importantes para promover constantemente un ambiente auditivo con base en
tareas nuevas e interesantes que aprenden a crear en el momento oportuno.
Asimismo, los padres se convierten en expertos para integrar: audición, habla,
lenguaje, cognición y comunicación en las actividades, rutinas y tareas de la vida
diaria. Es de esta manera y con base en todo lo anterior que sus hijos obtienen
las mejores oportunidades para desarrollar la mejor audición y por ende, el mejor
lenguaje. Los padres se convierten en los mejores aliados de los terapeutas.
Tener como profesionales una actitud contraria e ignorar la importancia de su
participación, es comprometer seriamente de manera negativa el futuro desarrollo
del niño.
    Ocasionalmente los profesionales de TAV desmotivan y prefieren que los
padres no participen de manera activa en las sesiones de rehabilitación. A veces
es por comodidad y por pretender desarrollar el rol de la figura autoritaria durante
la terapia. Por mantener al 100% el control del niño sin los padres dentro del
salón. Sin embargo, no es el número de horas que el terapeuta esté en contacto
con el niño lo que desarrollará su lenguaje. Tampoco el número de horas que el
niño esté sentado frente a una mesa recibiendo terapia, ni la cantidad o calidad de
los juguetes. Las bases y los fundamentos del lenguaje se desarrollan a través de
interacciones naturales que sean significativas e interesantes para el niño. Todo el
trabajo y dedicación de los padres, deberá de convertirse en juego para los niños.
    Deberemos instruir y proveer de técnicas a los padres para que sean los
facilitadores primarios del lenguaje de sus hijos. Su participación activa dentro de
la terapia podrá ser reforzada por el terapeuta de la siguiente manera:
    Indicando el o los objetivos de la actividad antes de realizarla
    Modelando las estrategias muy claramente
    Comenzando la actividad para que sean los padres quienes la continúen
       inmediatamente después
    Motivando constantemente su participación y mencionando sus aciertos
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    Comentando cómo es que ellos podrían implementar los objetivos
      trabajados e introducir algunos nuevos en su medio ambiente
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    COMPONENTES BÁSICOS
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     Revisión del buen funcionamiento de auxiliares auditivos y/o implante
      coclear
     Desarrollo de habilidades auditivas
     Percepción y expresión del lenguaje
     Desarrollo del lenguaje
     Competencia lingüística
     Desarrollo cognitivo
     Participación de los padres y del niño
     Materiales y uso de herramientas complementarias
     Interacción entre padres-niño-terapeuta
     Motivación
Por otro lado, es importante llevar un registro después de cada sesión de:
TÉCNICAS UTILIZADAS
    REALCES ACÚSTICOS
    Los realces acústicos son pequeñas alteraciones que hacemos en la
conversación, modificando algún rasgo segmental, suprasegmental, o ambos, con
la finalidad de facilitarle al niño la percepción del mensaje. Desde muy temprana
edad, los padres se comunican con sus hijos utilizando una enorme cantidad de
rasgos suprasegmentales, al hablarles y dirigirse a ellos con gran cariño y
utilizando una voz “cantada”. Este es uno de los primeros realces acústicos que
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les permiten escuchar mejor el lenguaje y desarrollarlo, a los niños con problemas
de audición. Está comprobado que esta forma de hablarles a los niños es
universal y que les facilita hacer un análisis del habla. El uso de esta técnica se
prolonga con los niños que comienzan a utilizar auxiliares auditivos o implante
coclear, facilitándoles escuchar el lenguaje.
    Es importante tener en cuenta que cuando comenzamos con el trabajo formal,
el ambiente y lugar en donde se realice esta actividad, deberá de ser adecuado
en cuanto a espacio, luminosidad y sobre todo, que sea lo menos ruidoso posible.
Cuando se van desarrollando habilidades auditivas, podrán incorporarse ruidos
ambientales, como ya se mencionó con anterioridad. Es importante que el niño
aprenda a escuchar en todos los ambientes normales.
    Asimismo, el lenguaje que se utiliza al principio, deberá de ser simple y
compuesto básicamente de frases cortas, para poco a poco ir aumentando el nivel
de complejidad, hasta lograr la percepción lingüística de su entorno y de todas
sus vivencias en un contexto abierto.
    Cuando se esté realizando algún trabajo “formal”, o bien, cuando se desee
facilitar la audición de algún mensaje, se sugiere también colocarse a una
distancia de 15 cms. aproximadamente del auxiliar con el que tenga mayor
ganancia, o bien del implante coclear. Podremos también susurrar el estímulo que
no esté expresando oralmente de manera adecuada, debido a que lo está
escuchando mal, y veremos cómo facilitamos la audición y comprensión de éstos
en su habla. Cuando estemos cerca del micrófono del auxiliar o implante coclear,
se susurrará el mensaje. Siendo esto también un realce acústico, facilitará la
comprensión de la emisión. Algo que debemos de tener muy claro y hacérselo
saber a todos aquellos que rodean al niño, es no gritar nunca para comunicarnos,
pensando que con esto hacemos más comprensible el estímulo auditivo. Lo único
que podemos incrementar cuando elevamos la intensidad de la voz, son las
vocales y no las consonantes. Esto hace que se eleven los decibeles de las
primeras, y se enmascare el nivel auditivo de las últimas, distorsionando por
completo el mensaje.
    Los padres también podrán sentar al niño en sus piernas y platicar sobre un
cuento, una lámina o un juguete, facilitando de esta manera que se encuentren
cerca de las prótesis de sus hijos. La distancia deberá de incrementarse e ir
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monitoreando a qué distancias escucha o a cuáles ya se le dificulta percibir el
estímulo dado.
    Cuando iniciamos el trabajo con los más pequeñitos, se hace mayor énfasis
en la o las palabras clave que queremos que el niño escuche. Esto, para que
interprete con mayor facilidad la tarea encomendada, así como con el mensaje
que pretendemos que exprese oralmente. También, se sugiere enfatizar
preposiciones, artículos, pronombres y nexos, que son partes mínimas del
lenguaje conectado, y que al principio es más común que no sean percibidas.
Esto podemos constatarlo claramente cuando analizamos su lenguaje expresivo y
observamos distorsiones o bien, cundo estas partes mínimas del lenguaje son
omitidas.
    Hay que tomar en cuenta que al principio, la palabra clave deberá de
encontrarse al final de la oración, pues es lo último que el niño escuchará del
mensaje emitido y le facilitará la comprensión del estímulo auditivo. Más adelante,
se colocará en medio, para finalmente, hacerlo al inicio de la oración. Esto se irá
haciendo poco a poco, a medida que el niño va demostrando la facilidad y la
comprensión del lenguaje.
    Para lograr mayor y mejor desarrollo, tendremos que irle complicando las
tareas que vamos desarrollando dentro de la terapia así como dentro del hogar y
en su vida diaria, labor que realizarán los padres.
    Todas las tareas que comenzamos a practicar con el niño, se realizan en un
contexto cerrado. Es decir, el niño sabe qué estímulos le estamos pidiendo, pues
los está viendo, ya sea porque tiene los objetos enfrente, las láminas, o bien, los
textos sobre los que estamos trabajando. Sabe que la representación del estímulo
auditivo que le damos, la tiene enfrente. Si tiene cinco objetos sobre la mesa, uno
o varios de esos objetos serán los que le pidamos oralmente.
    En cuanto el niño comience a demostrar capacidad de responder a los
estímulos en contexto cerrado, se iniciará el trabajo en contexto puente, es decir
se conocerá el campo semántico o tema del que hablaremos o preguntaremos, lo
que amplía el número de estímulos con los que podemos trabajar. Por ejemplo,
podemos decirle que tendrá que escuchar y decirnos qué partes del cuerpo
mencionaremos oralmente.
    Más adelante se iniciará el trabajo en contexto abierto del vocabulario
conocido por el niño, sin saber qué se le pedirá o preguntará específicamente.
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Sugerimos que comencemos lo más pronto posible a introducirlo en este
contexto, y no esperar a que perciba una gran cantidad de estímulos en contexto
cerrado o puente. Si en un momento dado estamos haciendo alguna ejercitación
en contexto abierto y el niño no es capaz de realizarla adecuadamente, una
manera de facilitarle la tarea y de llevar a cabo un realce acústico, es cambiar la
actividad a contexto cerrado.
    Cuando se trabaja en contexto cerrado, el niño puede caer en actitudes de
automatismo,    que   lo   llevan   en   muchísimas    ocasiones    a   responder
impulsivamente, sin realmente hacer un análisis auditivo de lo que se pregunta. A
veces ya sólo pone atención al inicio de la emisión, pues sabe que la respuesta la
tiene enfrente. Para evitar esta situación, aconsejamos “sabotear” al niño para
evitar el fenómeno de “invernadero” como describe Robbins (2000). El niño está
“adiestrado” para señalar la respuesta adecuada y lo hace a la perfección dentro
del contexto terapéutico. Sin embargo, y a pesar de las destrezas demostradas
dentro de la sesión, muchos de estos niños no son capaces ni de percibir su
nombre auditivamente, una vez que salen del trabajo formal, porque solo están
“adiestrados” para responder a la tareas específicas encomendadas, no a
realmente a escuchar. Por otro lado, su lenguaje expresivo y su voz, no van en
relación y en proporción a los “detalles mínimos y tan finos” del lenguaje que se
supone están escuchando. Esto sucede con todos los programas con la
nomenclatura de “adiestramiento auditivo”, en donde el objetivo es justamente
“adiestrar” al niño para que responda a tareas fuera de contexto y separadas de
un conjunto de actividades, creyendo erróneamente que es así como se enseña a
escuchar al niño. Con base en nuestra experiencia, estos niños llegan a nuestro
programa siendo además, grandes lectores de labios, no habiendo desarrollado
las verdaderas habilidades que les permiten aprender a escuchar. Con base en lo
anterior deberemos trabajar en un contexto lo más natural posible, globalizado e
integrado y sabotear, principalmente cuando estamos trabajando en contexto
cerrado.
    SABOTAJE
    Una vez que el niño comprende que debe escoger o señalar el estímulo que
se le pide entre dos objetos o láminas, deberemos de agregar su nombre, que
                                                                                22
evidentemente no es parte de los estímulos que se encuentran en contexto
cerrado. Cuando entiende que podrá preguntársele cualquiera de los dos o su
nombre, agregaremos el silencio, para que también sepa discriminar entre sonido
y silencio, y sea capaz de decirnos “no escuché”, porque no dijimos nada.
Agregaremos más adelante las palabras “mamá” o “papá”, o bien, el nombre de
alguno de sus hermanos. Es decir, el niño sabe que tiene realmente que
concentrarse, poner atención y escuchar, porque podemos preguntarle lo que
está sobre la mesa de trabajo o bien, otros estímulos auditivos.
    Más adelante, podremos a la hora de describir una lámina, un cuento o algún
objeto, nombrarlo con una palabra equivocada, y darnos cuenta si el niño está o
no escuchando lo que le decimos. Llegará un momento en que sabrá que tendrá
que estar atento a lo que le decimos, pues podremos estar “saboteándolo” para
saber si está o no atento. Esto hace que haga un análisis real de los estímulos
auditivos y no que responda de manera automática.
    MÁS TÉCNICAS
    Por otro lado tendremos que tomar en cuenta el contraste acústico de los
estímulos que presentamos. En un principio se sugiere que éste sea muy
contrastado para facilitar de discriminación y la identificación auditiva. Que las
palabras tengan variedad de vocales, rasgos suprasegmentales y número de
sílabas. En sesiones posteriores podremos trabajar con palabras muy parecidas y
con pares mínimos.
    Dentro del trabajo inicial, es común que hagamos varias repeticiones de lo
que estamos ejercitando y trabajando. En algunas ocasiones el niño no pone
atención “a la primera” porque de alguna manera sabe que con preguntar ¿qué? o
¿cómo?, se le repetirá lo que estamos trabajando. Poco a poco el niño deberá de
acostumbrarse a escuchar en la primera emisión, y a que no se le va a estar
repitiendo constantemente, ya que ésta es la misma situación a la que se
enfrentará en la escuela, con sus amigos y en la vida diaria.
    También podemos facilitarle la comprensión de nuestra emisión, cuando le
damos opciones y alternativas; es decir, si notamos que no percibió en su
totalidad el mensaje, o bien, que entendió sólo una parte, podemos agregarle
                                                                               23
información que le facilite, a través de más lenguaje y vocabulario, comprender
específicamente el contenido del mensaje que pretendemos perciba.
    Cuando el niño comprenda el mensaje, pero lo veamos dudoso, ya que solo
nos repite una palabra o parte de la emisión, como para asegurarse si está o no
en lo correcto, es importante reforzar lo que dijimos, aumentando palabras o
frases, que le confirmen que lo que escuchó es o no lo correcto.
    CIERRE AUDITIVO
  Otra técnica que ayuda al niño a escuchar y a expresarse es el cierre auditivo.
Que él complete parte de la emisión por lógica. Si el terapeuta está contando, que
permanezca en silencio y con actitud de que el niño continúe, para que sea él
quien complete los números que faltan, la letra de una canción o una frase
conocida o algo que ya haya sido previamente trabajado y que sea conocido por
el niño.
  Cuando después de varias repeticiones, el niño no sea capaz de escuchar o de
expresar adecuadamente el estímulo auditivo, se le podrá dar éste por lectura
labio-facial, y enseguida, se dará nuevamente de manera auditiva. Siempre que
haya necesidad de hacer alguna aclaración a través de lectura labio-facial, tendrá
que colocarse el estímulo y de manera inmediata en forma auditiva. Autores como
Robbins et al., (1991), Estabrooks (1994) y Robbins 2000 denominan a este
realce acústico el sandwich auditivo es decir audición-vista-audición.
Cuantas más habilidades auditivas vaya desarrollando el niño, menos realces
acústicos requerirá para escuchar o para mejorar sus emisiones orales. Sin
embargo, no debemos de olvidar que en muchas ocasiones podremos y
deberemos de echar mano de estos realces en ambientes más ruidosos y con
mayores dificultades de percepción, como lo hacemos también de manera natural
con los oyentes. Asimismo, habrá momentos del día en que por diferentes
circunstancias, el niño no estará utilizando sus prótesis, lo que requerirá del
manejo de claves visuales y de la lectura labio-facial.
    RETROALIMENTACIÓN AUDITIVA
    Cuando el niño imita o utiliza de manera espontánea el habla, generalmente
comienza a comparar sus producciones vocales con los patrones lingüísticos de
                                                                               24
los demás, monitorizando de esta manera sus producciones. Además de la
retroalimentación auditiva directa, también recibe retroalimentación auditiva
indirecta a través de las reacciones de quienes lo escuchan, que en muchas
ocasiones permite reforzar de manera positiva la calidad de sus producciones
orales.
    Se sugiere que en algunas ocasiones se le pregunte al niño: “¿qué oíste? o
¿qué escuchaste?” y que imite exactamente lo que percibió. Esto nos permite
conocer con mayor precisión los niveles de su percepción, los fallos y sus
adelantos. Por otro lado, es una manera de desmotivar al niño a estar
“adivinando” la actividad o tarea que se le pide.
                                                                                25
 Los niños en TAV llegan a las sesiones formales cada vez más pequeños y
  son dados de alta más pronto.
 La sociedad en general parece tener mucha mayor conciencia de la TAV y
  además a menudo es percibida como una “primera opción” educativa.
 Actualmente hay un dramático incremento en el uso de implantes cocleares
  en niños pequeños.
 Cada vez más niños con otros problemas agregados están llevando a cabo
  un programa en TAV.
 La TAV ha acogido el bilingüismo cuando esto es necesario.
 Hoy en día los padres están mucho mejor informados gracias al internet y a
  las redes sociales y están más involucrados de manera activa.
 Las expectativas de los padres parecen haber aumentado.
 Más niños parecen estar transitando de otros modelos de intervención a la
  TAV.
 Cada vez más profesionales desean obtener la certificación en TAV y cada
  vez hay más instituciones y centros educativos que los solicitan para
  formar parte de su plantilla de personal.
 Cada vez hay más solicitud y capacitación en TAV.
 La TAV está enfocada en los padres.
 La colaboración y el trabajo en conjunto entre los especialistas parece ir en
  aumento.
 Cada vez es más común la inclusión plena en escuelas regulares de niños
  con problemas de audición en TAV.
 Actualmente los niños AV aprenden el lenguaje de manera más natural que
  nunca antes.
 Cada vez mayor número de niños en TAV son inscritos en programas
  preescolares regulares antes del primer grado.
 La   accesibilidad   acústica   al   lenguaje   inteligible   parece   ser   más
  ampliamente comprendida como factor esencial del crecimiento cerebral.
 Los avances en la tecnología (auditiva) han hecho que el lenguaje verbal
  resulte más sencillo de aprender.
 Considerando el conocimiento adquirido respecto a los beneficios de la
  identificación temprana de la pérdida auditiva y su intervención temprana
                                                                                26
      (JCIH, 2007), no es de sorprender que se haya registrado un cambio
      tremendo en el conocimiento y en los resultados de la TAV. Los avances
      tan rápidos en la tecnología auditiva han dado a los niños con pérdida
      auditiva más acceso que nunca a una cantidad y calidad mayor de lenguaje
      verbal. La colaboración existente hoy en día entre los profesionales, es
      esencial para la TAV, así como la participación activa de los padres, se
      encuentran en el núcleo de la TAV. Hoy en día el rol del profesional en TAV
      ha registrado una evolución asombrosa.
                                                                                27
2013; Hirschl y Rank, 2015). Sin embargo, a través de la orientación de
profesionales, los padres económicamente desfavorecidos pueden desarrollar las
habilidades y técnicas que les posibiliten favorecer el crecimiento lingüístico en
sus hijos (Leffel y Suskind, 2013; Suskind, 2015). Para estas familias, los
profesionales en TAV a menudo requieren ofrecer una orientación parental más
intensiva, así como enrolar a una red social más amplia y comprometida de
amigos y otros integrantes de proveedores de servicios en la comunidad familiar.
    Es un requisito esencial para cada profesional demostrar empatía y un
respeto incondicional para cada familia. Los profesionales más eficientes se
convierten en agentes culturales que valoran las diferencias de las familias con
las que trabajan.
                                                                                28
atender las demandas de ser los primeros agentes de cambio, se irá requiriendo
más información de este enfoque, basándonos en evidencias y más acceso
directo e inmediato a programas basados en mejores prácticas.
                                                                           29
          3.2. Importancia del coaching
                                 para padres
    LA CAPACITACIÓN A PADRES
    Uno de los mayores desafíos del terapeuta auditivo verbal es lograr transmitir a los
padres, que ellos son la pieza primordial en el proceso de habilitación auditiva y
desarrollo del lenguaje de su hijo. El trabajo en equipo con los padres, se realiza desde el
inicio del tratamiento, y su capacitación es uno de los excelentes resultados de la Terapia
Auditiva Verbal. El integrar y hacerles partícipes a los padres -y si se puede a toda la
familia- al tratamiento, es quizás el mayor desafío del terapeuta.
    El momento de recibir el diagnóstico de hipoacusia de un hijo, los padres
normalmente se sienten devastados. Y es ese mismo momento, cuando ellos necesitan
comprender la importancia de su rol dentro de la terapia. La noticia les impide en ese
momento poseer la permeabilidad necesaria para asumir su nuevo rol -que les exigirá
adquirir nuevos conocimientos-, y adquirir una estabilidad emocional básica para afrontar
esta gran responsabilidad. Si se trata de padres que recibieron la noticia hace tiempo, y
han pasado por algún fracaso terapéutico, igualmente estamos frente a un desafío. Es
probable que estos padres estén buscando un nuevo terapeuta u otro tipo de abordaje
terapeútico. El tipo de terapia que les proponemos, les implica asumir un rol como
protagonistas en el proceso de aprendizaje; situación que puede resultarles inquietante y
es conveniente asegurarles una pronta recompensa. Cuando los padres sienten que son
ellos los forjadores del progreso de sus hijos hipoacúsicos, y los ven alcanzar su mayor
potencial en el desarrollo de habilidades auditivas y lingüísticas, interactuando en el
mundo de los oyentes, es cuando sienten que la hipoacusia de su hijo no es un grave
problema y pueden disfrutar de él. Así como para el terapeuta el compromiso y
dedicación a los padres, es una meta de la terapia.
LA PRIMERA ENTREVISTA
                                                                                         30
la diferencia entre “sesión” -es decir cuando asisten con su hijo-, y los encuentros de
“capacitación a padres”, la parte que considero fundamental en esta terapia. Les comento
que pasado ese período de capacitación inicial, la frecuencia se reducirá a una “sesión”
semanal. Considero esencial hablar con los padres respecto de cuáles son sus
expectativas. Es común escuchar cosas como: “Quiero que mi hijo hable, que me diga
mamá” a lo que respondo: “¿Nada más?” “Bueno, me gustaría que pueda ir a un colegio
común”. Vuelvo a preguntarles: “¿Nada más?” Luego de escuchar dos o tres veces mi
insistente: ¿Nada más? Y a medida que se van relajando, confiesan que quieren que sus
hijos hablen muy bien, conversen, vayan a la escuela, tengan amigos; en definitiva que
sean felices, y puedan llevar una vida plena como un niño normooyente. El anhelo
máximo que se animan a verbalizar es el de que sus hijos accedan a tener una
trayectoria curricular sin problemas de integración. Ahí es cuando aprovecho para
incentivar a los padres, diciéndoles que es necesario mantener altas las expectativas, sin
olvidar las pequeñas metas a corto plazo.
    Siempre escribo tal como lo hace Walker( 1995) las expectativas que tienen los
padres para su hijo, son una especie de pacto que guardaremos asentado en papel”. Las
metas y objetivos de la TAV y la importancia de los padres dentro de este proceso se
enumeraran a continuación. La capacitación requiere que sin dejar de ser padres, puedan
hacer de su entorno un lugar favorable, donde su hijo necesite escuchar, hablar y
comprender el poder de la comunicación
    “Los verdaderos pacientes/ clientes de la Terapia Auditiva-Verbal son los
padres”
    Los padres deben comprender que el hogar y el entorno familiar es el mejor lugar
para que un niño aprenda a escuchar y hablar. Y que es por ello que sus padres
necesitan aprender las técnicas y estrategias, para que la vida cotidiana sea realidad. Los
padres deben llegar a la conclusión de que no es en la consulta donde su hijo va a
aprender a escuchar y hablar. El niño debe interactuar e integrarse con su entorno. Para
afianzar su esperanza, les muestro videos; casos exitosos similares en edad y
características a las de su hijo. No tiene sentido mostrar un video con los excelentes
resultados de un niño que fue implantado a temprana edad, cuando ellos están
consultando por un niño que tiene 3 años y medio, que no está adaptado auditivamente y
que todavía no inició ningún tratamiento. Es necesario escuchar con atención a los
padres, no subestimarlos, hablarles en términos concretos que se ajusten a su realidad,
pero teniendo presente qué es lo que les va a dar la fuerza para seguir o para creer.
    Al final de esta primera entrevista, los padres sabrán si quieren continuar con los
pasos necesarios para de iniciar el tratamiento. No es necesario que lo confirmen ese
día; pueden tomarse un tiempo para pensar y decidir. Y si se deciden ¡empezamos!
                                                                                        31
    AUDIOLOGÍA
VAMOS A LO TÉCNICO
                                                                                       32
   escuchar todos los sonidos. Es indispensable que los padres tengan presente que
   para que un niño aprenda a hablar debe escuchar –siempre- en forma completa y
   constante, para que un niño hipoacúsico aprenda a hablar, necesita y tiene que
   aprender a escuchar de forma completa y constante. Ni muy fuerte ni muy suave,
   debe escuchar claro, todo el rango de frecuencias, y debe poder escuchar en
   ruido. Cuando surjan dudas respecto a sus respuestas, es decir confusiones
   auditivas, omisiones, o faltas de respuestas, es conveniente recurrir a este tipo de
   gráficos para que los padres comprendan los motivos.
5. Les explico las diferencias entre equipamientos auditivos
   Audífonos: Amplificadores.
   Implante Coclear: Estimula a través de impulsos eléctricos el nervio auditivo
El audífono amplifica el sonido, hace que los sonidos ingresen en la cóclea más
   fuertes. En las hipoacusias severas y profundas, hay muerte de las células
   ciliadas que reciben estos sonidos, por lo tanto, por más que amplifiquemos, si no
   hay células receptoras no se pueden captar estos sonidos. En estos casos, el
   equipamiento más adecuado es el implante coclear.
6. A continuación les explico el impacto de la hipoacusia y las limitaciones sonoras:
     Limitaciones para acceder al medio ambiente:
         Seguridad (alarmas, sirenas, tráfico).
         Sociabilización: teléfono, anuncios, altoparlante.
         Recreativas: música, TV, películas, deportes, conciertos, etc.
     Limitaciones para acceder al lenguaje
         Aprendizaje: lenguaje, conocimientos, lectura, escritura, tomar apuntes.
         Comunicación: comprender, expresarse, vocabulario, inteligibilidad.
         Social: expresiones, atención, lenguaje cotidiano, modismos.
7. Explico cuáles son las variables significativas que incidirán en los resultados:
     Edad del diagnóstico.
     Edad de inicio del programa educativo.
     Causa y grado de la pérdida auditiva.
     Seguimiento audiológico.
     Equipamiento adecuado.
     Capacidad auditiva.
     Salud del niño.
     Estado emocional de la familia.
     Participación activa de la familia.
     Habilidades y capacitación de los profesionales.
                                                                                      33
         Trastornos agregados.
         Capacidad de aprendizaje.
         Nivel intelectual.
    8. El paso siguiente, es hablar del aula durante el periodo de escolaridad. La
       posibilidad de utilizar en el aula sistemas de frecuencia modulada (FM) para
       mejorar la relación “señal-ruido”: En general las aulas son ruidosas, activas y
       congestionadas. La voz del docente es de 65 dB, y el ruido en una clase es de 60
       dB. Para que el niño pudiera oír al profesor este debería “gritar” superando
       continuamente los 75-80 dB, pero esta situación es imposible. Cuando el profesor
       habla a los alumnos a 65 dB, su voz es sólo 5 dB más alta que el ruido y para el
       niño no es suficiente. Estos inconvenientes en el aula conllevan a:
             Esta situación se mantiene el 45% del día en actividades de escucha.
             El niño en el colegio, debe recibir la voz del profesor en forma clara y
               continua.
             La buena audición es básica en su aprendizaje.
             La mayoría de las aulas no tiene una buena acústica.
       Para eso es imprescindible el uso de un sistema de FM
    9. Terminadas las explicaciones básicas, se establecen pautas y términos de lo qué
       es la Terapia Auditiva Verbal.
                                                                                        34
vale aclarar a los padres que existe un tiempo crítico para lograr los mejores resultados, y
ese tiempo se ubica entre los 0 a 3 años. Esa es la etapa de mayor neuroplasticidad, en
la que aumentan las conexiones neuronales por las experiencias, y el cerebro madura a
través de la interacción con el mundo externo. La intervención temprana estimulará el
desarrollo del sistema nervioso central. A esa edad, los padres son “el mundo” del niño.
Por lo tanto ellos son el engranaje principal que hará funcionar este proceso. Junto a
ellos, la familia inmediata (hermanos) y la más amplia (primos, tíos, abuelos) deberían
cooperar para que el niño esté continuamente bien estimulado. No está de más
programar sesiones con hermanos y abuelos, para que ellos participen y cooperen con la
terapia.
    El objetivo de nuestro equipo es hacer realidad el lema: Los niños hipoacúsicos
pueden aprender a escuchar y a hablar, para ello debemos mantener expectativas altas y
continua motivación. Los padres no pueden conformarse con resultados pobres que
dejen a su hijo a medio camino. Y como terapeutas es nuestro deber mantenerlos
motivados. Toda una familia motivada, ayudará a sostener este objetivo de manera más
eficaz, que si trabajamos sobre individualidades.
    ¿CÓMO SEGUIMOS?
    Padres y terapeuta trabajando como un equipo efectivo, al que iremos incorporando
a otros miembros de la familia.
    ¿A QUÉ APUNTAMOS?
    A que nuestro niño aprenda a escuchar y a hablar siguiendo el desarrollo normal sin
importar la edad que tenga.
                                                                                         35
                                 Escuchar                          Hablar
                                                N acimiento
                                   D etección
                                                  1er año
                               Comprensión                    Combinación de dos
                                                              palabras, frasear,
                                                              oraciones y
                                                              conversación
                                                                                        36
    Desarrollo del vocabulario en niños con audición normal. Vocabulario Comprensivo
1.5 300
2 500
2.5 900
3 1.500
4 2.000
5 2.500
6 2.800
7 13.000
Gard, et al (2000)
    Para acceder a un nivel alto educativo, el niño necesita usar expresivamente 10.000
palabras. Hart y Risley (1995) calcularon que para los 4 años, un niño con audición
normal escuchó más de 46 millones de palabras. Howard (2000) estimó que un niño con
audición normal aprende aproximadamente diez nuevas palabras cada día, o
minimamente una palabra nueva cada hora y media. El niño de audición normal de entre
5 y 6 años aprende 28 palabras por día.
                                                                                    37
    ¿Y AHORA? ¡MANOS A LA OBRA!
    Los padres tienen un rol primordial en la TAV, requiere que ellos interactúen con el
niño utilizando lenguaje hablado, no gesticular. Para eso necesitan crear un ambiente
auditivo que facilite al niño el aprendizaje.
    Los factores que deberán tener en cuenta para crear un ambiente auditivo adecuado:
        Reducir el ruido ambiental.
        Sentarse al lado del niño, cerca del mejor oído.
        Hablar cerca del micrófono del dispositivo.
        Hablar con voz tranquila y natural a una intensidad normal.
        Usar lenguaje repetitivo y rico en melodía, expresión y ritmo.
        Utilizar la técnica de realce acústico para incrementar la audibilidad del mensaje.
    Los padres siguen aprendiendo…
        La habilidad de escuchar se debe enseñar.
     La TAV se enfoca en la educación, guía, defensa, apoyo familiar y la rigurosa
        aplicación de técnicas y estrategias, condiciones y procedimientos que promuevan
        la adquisición óptima del lenguaje a través de la audición.
                                                                                         38
    ríe?¿Detecta la variación en la frase? Si no lo hace, no está prestando atención o
    no está escuchando, y nuestro objetivo es que escuche todo.
   Modelar con otro: Como terapeuta, en sesión quiero enseñarle a que complete la
    frase: “uno, dos y…” y el niño me mira, pero se queda callado. No me detengo en
    él sino que continúo con su mamá “uno, dos y…”, seguramente ella pondrá el
    “¡tres!”. Sigo con su papá, quien nuevamente completará mi frase. Así vuelvo a él,
    que espera su turno para imitar lo que hicieron los adultos.
   Madrecía: Hablarle con distintos tonos de voz, como jugando llamará más la
    atención del niño, que si los adultos se dirigen a él de manera monocorde.
    Hablarle como una mamá le habla a su bebe recién nacido.
                                                                                       39
     Pausa y mirada expectante. Darle tiempo para que procese la información que le
         brindamos. Quedarse mirándolo y decirle con la mirada; te estoy esperando,
         contestame.
     Disimuladamente taparse la boca con la mano o con un juguete. Los niños
         hipoacúsicos pueden generar una habilidad especial para leer los labios. Tenemos
         que asegurarnos de que escuchan, no que nos estén leyendo los labios.
     Cierre auditivo. Jugando, decimos una primera parte de una frase conocida, de
         una palabra y nos quedamos mirándolo para que él la complete.
     Modelado con otro.
     Ayudarlo, pero sin decirle la palabra que espera. Cuando es más mayor podemos
         utilizar otras técnicas para que él solo se exprese. Para eso le hablamos y le
         damos pistas:
     Darle la categoría. Por ejemplo “es un lugar”.
     Describirlo, como si se tratara de una adivinanza: “Usa sombrero negro, hace
         magia con una varita, y vuela en una escoba”.
     Darle el opuesto: “no se come caliente”.
     Darle 2/3 opciones: “Puede ser un caballo, un perro o un gato ¿Cuál es?”
     Para mostrarle y acompañarlo al siguiente nivel
     Modelar completando lo que dijo: Si, es un auto grande, azul.
     Expandir sus producciones: El chico se cayó de la bicicleta.
     Estimularlo a que repita el modelo.
     Para que no pregunte qué todo el tiempo y preste atención, no hay que repetirle lo
          que uno acaba decirle. Hay que pararse y preguntarle “¿Qué escuchaste?”.
                                                                                      40
         signo de comprensión. Cuando este se de, en este caso será que diga “chau”
         con la mano. Instantáneamente, pasaremos al siguiente nivel:
    3.   Expresión. En el mismo momento en que confirmamos que está comprendiendo
         esa palabra vamos a estimularlo para que además intente expresarse.
    4.   Que se exprese más completo y más claro. Una vez que ya balbucea por si solo
         su aproximación a la palabra “chau” podemos mostrarle el nivel siguiente. Por
         ejemplo: “Chau mamá”, “chau tren”… etc.
    RUTINAS DIARIAS
    Las rutinas diarias son situaciones de la vida y de su cuidado que se repiten sin
importar cómo sea el día por ejemplo: cambiarle los pañales, darle de comer, bañarlo,
vestirlo. hacerle dormir, ordenar su cuarto
    RUTINAS DE JUEGO
    Además de las rutinas básicas que se desarrrollarán en torno al comer, higienizarse,
ir a dormir, se deben adoptar y diseñar rutinas de juego apropiadas a cada edad, con
objetos y frases apropiadas que apoyen las interacciones padres–hijo. Utilizar las
estrategias auditivas apropiadas. Utilizar frases claves y agregar lenguaje, utilizar
juguetes como bebé con biberón, una mantita y una cama, autobús          o camión con
personas, animales y bloques, granja con animales, personas y un tractor, juego de té
con platos, tazas, servilletas y comida.
    RUTINAS SOCIALES
    En estas rutinas se deben aprovechar las interacciones y acontecimientos que
ocurren en la vida familiar, en reuniones familiares, cumpleaños, saludos, paseos, ver
                                                                                     41
fotos de eventos de familia para enriquecer el vocabulario, hablar de experiencias
pasadas, incrementar la memoria auditiva, relatar sucesión de hechos etc. Con las fotos,
es recommendable armar el libro del niño, a manera de diario íntimo, como un registro
con el que él puede jugar, relatar sus experiencias y actividades.
    Los SPAE se eligen a partir de las propiedades acústicas específicas de las vocales,
fácilmente audibles para la mayoría de niños con audición en frecuencias graves. Los
sonidos iniciales del desarrollo normal (a, u, i, b, m) son utilizados en terapia como los
sonidos para aprender a escuchar.
    Otros sonidos para aprender a escuchar son consonantes con picos de energía
agrupados en los rangos de frecuencias medias agudas. Si se cuenta con óptima
tecnología de ayuda auditiva, estos sonidos son muy fáciles de escuchar por la mayoría
de los niños. Además son agradables de escuchar y fáciles de decir y cantar.
                                                                                       42
                   Sonido             Objeto          Canción             Rutina/Lenguaje
    Es importante que los padres utilicen madrecía cuando se comunican con su hijo
para que el sonido sea más audible, claro e interesante. Que implementen todas las
estrategias auditivas. Que respeten los intereses y liderazgo del niño y le describan la
vida (comentarista de radio). Que agreguen información a frases familiares claves. Que
utilicen palabras reales, y pronto incrementen los niveles de vocabulario. Por ejemplo:
     ¡Chau! ¡Adiós! ¡Hasta luego! ¡Nos vemos!
     ¡No hay más! ¡Se acabó! ¡El frasco está vacío!
     ¡Uy! es grande…es enorme, es gigante ¡es inmensa!
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  Hay que prestar especial atención, porque comprender órdenes y frases
  cotidianas a través de la audición ofrece información diagnóstica acerca del
  desarrollo auditivo del niño.
2. Creando una experiencia auditiva con frases como: ¡Arriba!... ¡Ven Arriba!...
  ¡Estás andando a caballo!.. Chasquido (SPAE) ¿Quieres más? Uyyy!... 1,2 y 3…
  Canción del caballito… El caballito camina, camina…… El caballito corre, corre,
  corre…..¡Abajo, vamos abajo!
  De la sesión en la que desarrollamos el tema de los SPAE y las frases familiares,
  los padres se llevan anotadas listas, como guías de todos los sonidos y frases que
  su hijo debe escuchar, para luego comprender y así poder expresarse mejor.
3. Las primeras palabras. El vocabulario inicial es más selectivo y está relacionado
  con personas importantes y ciertos objetos. Hay que tener en cuenta las
  necesidades y utilizar la técnica de expansión
4. Vocabulario. Es importante hablarle al niño en un nivel superior al nivel de
  vocabulario que posee para el desarrollo de sus habilidades de lenguaje. El niño
  de audición normal entre 5 y 6 años aprende 28 palabras por día.
5. Combinar palabras a través de las técnicas de modelado y expansión, desde los
  comienzos, el niño escucha los niveles sintácticos y semánticos del lenguaje
  hablado. Así aprende a combinar dos, tres, cuatro palabras en frases simples y
  oraciones.
6. Aprender a conversar. Una meta importante de la TAV es desarrollar la
  competencia conversacional. Los niños y sus familias, aprenden técnicas y
  estrategias   para   desarrollar   habilidades   conversacionales   que    involucran
  conocimiento social y habilidades de lenguaje, razonamiento y pensamiento de
  niveles superiores. El niño estará altamente influenciado por las interacciones
  conversacionales que mantiene con los adultos. Para poder interactuar con
  facilidad, deberán cumplirse los siguientes requisitos:
      Establecer el contacto visual adecuado.
      Contar con los recursos extralingüísticos necesarios.
      Saber respetar turnos de habla.
      Compartir la conversación con otros participantes.
      Realizar comentarios relevantes.
      Respetar y comprender las transiciones adecuadas a otros temas.
      Iniciar conversaciones o introducir nuevos temas a la conversación.
      Preguntar y responder preguntas.
      Replicar o formular ideas.
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            Reparar una conversación o pedir aclaraciones.
            Adecuarse a diferentes audiencias y situaciones.
    UN EQUIPO EFECTIVO
    ¿QUÉ SIGNIFICA, Y CUÁL ES EL ROL DEL TERAPEUTA PARA
CONSTRUIR UN EQUIPO EFECTIVO?
    El terapeuta debe generar un ambiente donde los padres se sientan cómodos, para
poder comunicar sus necesidades específicas y expresar sus preocupaciones. Debe
alentarlos a formular las preguntas que sean necesarias hasta que hayan comprendido
completamente lo que están tratando. Padres y terapeuta pueden estar de acuerdo o no
en algunos puntos y todos los componentes del grupo deben contar con la libertad
suficiente como para hacer sugerencias que modifiquen alguna actividad de la terapia en
beneficio del equipo. Deben sentirse cómodos tanto en liderar como en seguir reglas
durante la terapia. Algunas sesiones pueden no incluir un trabajo directo con el niño,
                                                                                       45
cuando hay asuntos para discutir. Ambos reconocen el valor del tiempo empleado para
hablar. Las pausas largas no tienen que ser silencios incómodos.
    El terapeuta debe hacer respetar su trabajo, sus horarios y la asistencia a terapia
refleja el compromiso de la familia. El terapeuta debe poder confiar en que los padres han
seguido las ideas propuestas en la terapia sin preguntarles o chequearlos. Ellos reportan
las observaciones del niño fuera del contexto de la terapia. Deben negociar y establecer
estrategias para el manejo de la conducta del niño. Presentarse como un “frente unido” al
niño en función de los límites en la conducta y las expectativas para el habla y el
lenguaje.
    Un buen equipo conlleva que un observador podría no saber cuál de los adultos es el
terapeuta y cuál es el padre en varios momentos de la sesión porque ambos están
jugando un rol activo. Los padres deben irse de cada sesión con objetivos para la
semana, ideas, información nueva y apoyo.
HIPOACUSIA Y CONDUCTA
    EL DUELO
    El duelo no tiene un espacio ni un momento en especial dentro de la terapia, pero
mientras se va realizando la capacitación, los padres están realizando su duelo y van
atravesando diferentes etapas. Sólo es necesario ejercitar la empatía, para saber cuándo
necesitan hablar y de qué, cualquier momento puede ser beneficioso para ayudarles en
esa situación.
    PADRES E HIJOS
    Es esencial, para el éxito de la terapia, trabajar desde el principio en restablecer el
vínculo entre padres e hijos. Si hay dificultades a nivel de vínculo se complejiza la
comunicación. Como terapeutas sabemos que cuando unos padres escuchan el
diagnóstico de hipoacusia, automáticamente dejan de tratar a su hijo naturalmente.
Algunos dejan de hablarle, de cantarle, de jugar con él. Lo miran de otra manera,
necesitan testearlo permanentemente, etc. Todo ese gran cambio afecta el vínculo. Es
necesario prestarle atención y trabajar en este aspecto. Si el terapeuta lo considera
necesario, no hay que demorar una consulta con un especialista.
    Hasta aquí llegan las dos presentaciones básicas que les brindo a los padres. Una
vez que comprenden por qué y cómo deben estimular en sus hogares a sus hijos,
planeamos una guía para organizarse. Esta guía se planifica, conociendo las
características, costumbres y modalidades de cada familia, desarrollamos juntos lo que
sería “un día común” en la vida de su hijo.
    EMPEZAMOS A ORGANIZARNOS
    Comenzamos repasando juntos sus rutinas para que tengan la libertad de cuestionar
y revisar mis sugerencias. Evaluamos en qué momento podemos desarrollar actividades
sin dejar de ser personas, profesionales, mamá, papá y hermanos sin dejar de vivir.
Estimamos el tiempo que le deben dedicar a cada actividad, teniendo en cuenta las
                                                                                        47
características individuales de su hijo. Aprovechamos esta instancia, para brindarles a los
padres otra posibilidad de comprender, y reafirmar cómo aplicar objetivos y las
estrategias semanales. Las sugerencias concretas los ayudarán a manejarse con más
naturalidad, sin culpa, en relación a la estimulación de sus hijos. Para algunos, planificar
será una hoja de ruta en el inicio de la terapia, que ayudará a incorporar unas “maneras
de hacer las cosas” a la forma de vida familiar. Otros no necesitarán de este paso, y
debemos respetar sus decisiones; no olvidemos que tratamos con adultos. Con la TAV
apuntamos a que todo sea cotidiano y natural.
    Cada semana se hará hincapié en alguna rutina nueva, practicada y elegida durante
la sesión de terapia con el niño.
                                                                                         48
     A las actividades puramente rutinarias se le deben sumar rutinas de juego. Elegir
       una por día y dedicarle unos 20 minutos. Para los bebés la rutina será jugar con
       los SPAE.
     Las rutinas sociales, cuando se den, se pueden cambiar por una de las rutinas
       diarias.
     Tres veces por semana, aunque lo ideal sería hacerlo todos los días, dedicarle
       unos quince minutos al Libro del Niño.
     Los cuentos son una herramienta fundamental, cada familia escribe cuántos
       piensa que puede contarle a su hijo por día.
     Las canciones deben estar presentes todo el tiempo. Se pueden, y deben cantar
       muchas por día, en cualquier momento.
     Estimulación fonética dedicándole no más de 7 minutos diarios. Hacerlo dentro de
       una de las dos rutinas diarias.
     Fonema de la semana tenerlo presente además en todo momento de estimulación
       a conciencia.
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    LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL EN ACCIÓN
                                                                                       50
    En una sesión de TAV debemos abarcar los siguientes temas: audición/manejo
audiológico, lenguaje, habla, comunicación y cognición. Para planificar correctamente
seleccionamos objetivos de cada área y diseñamos actividades a través de las cuales
vamos a poner en práctica esos objetivos. Estas elecciones, siempre deben tener en
cuenta la edad auditiva y cronológica del niño, los intereses y estilos de aprendizaje.
Puede ocurrir que comencemos a planificar basándonos en la actividad y luego
pensemos los objetivos adecuados para ese niño y sus características para cada una de
las áreas. En otras ocasiones se puede planificar basándose en las habilidades a
desarrollar, en una unidad o tema como puede ser: la playa, las mascotas, halloween, la
familia, el supermercado, etc.
    Personalmente utilizo todas las variantes que me permitan adaptar el tratamiento a
diferentes características momentos y circunstancias no solo del niño, sino de sus
padres. Elijo actividades juegos o cuentos que sé que esos padres van a llevar a cabo
divirtiéndose con sus hijos. Otras veces elijo habilidades auditivas o lingüísticas que
percibo que los padres quieren practicar con sus hijos. Definitivamente también a veces
según las épocas del año me baso en unidades temáticas; navidad, playa, otoño, etc.
Esta variedad de posibilidades me brindan la flexibilidad necesaria para adaptarme a
cada familia.
    A la hora de planificar es importante detallar las estrategias a las que se les van a dar
prioridad en esa sesión, y sugerencias que voy a dar a los padres. Para planificar utilizo
una planilla que contiene un espacio donde se detallan las estrategias a practicar, las
sugerencias para el hogar y los disparadores para que los padres piensen de qué otra
manera pueden llegar al objetivo. La planilla cuenta con un espacio para el objetivo
posterior y las observaciones.
                                                                                          51
Estrategias: Escuché. Escucha. Modelado
Ideas para la casa
          Hacer el test de Ling todos los días. No más de 5 minutos.
          En el momento de preparar el baño. Cuando la bañera esté llena tirar los
           juguetes de a uno al escuchar cada sonido.
          En el momento de poner la ropa en la lavadora. Meter cada prenda al escuchar
           cada sonido.
          ¿Qué se les ocurre que pueden hacer para practicar este objetivo en el
           momento de tomar el te o en la rutina vestirse?
    Objetivos próximos
          Aumentar la distancia.
          Intentar que antes de arrojarlo, al escuchar el sonido, trate de imitarlo.
    Observaciones: (esto se completa durante o después de la sesión) No tiene tiempo
    de espera. La mamá le da pistas visuales. Cuando es el turno de la mamá evidencia
    detectar muy bien todos los sonidos ya que me mira a mi o le indica a la mamá que
    sí escuchó. ¡Escuchó la s!
                                                                                        52
el tubo. Para la próxima ronda de juego, la mamá será quien dirija, respetando las
reglas, objetivos y estrategias con las que estuvimos jugando.
La información diagnostica que obtenga de observar este juego, será la que le
comunique a la audióloga.
Estrategias: Escucha. Taparse la boca con la mano. Modelado. Pausa y mirada
expectante
Ideas para la casa
   En el momento de preparar el baño. Cuando la bañera esté llena tirar los
    juguetes de a uno, imitando diferentes sonidos.
   En el momento de poner la ropa en la lavadora. Meter cada prenda una vez que
    el niño imite un sonido.
   ¿Qué se les ocurre que pueden hacer para practicar este objetivo en el momento
    de tomar el te o en la rutina vestirse?
Objetivos próximos
   Agregar sonidos que aparezcan en sus balbuceos. Y agregar otros teniendo en
    cuenta su desarrollo fonético normal.
   Incorporar diptongos.
   Aumentar la distancia.
Observaciones: Produce /m/ por /u/. Respeta los patrones suprasegmentales. Su
    mamá no utiliza bien la estrategia de pausa. Produjo /k/.
                                                                                 53
     Pedirle: Trae el teléfono de mamá.
     Dale un beso al bebé.
     En el momento de poner la mesa, colocar los platos, vasos, cubiertos, servilletas a
        la vista. Darle directrices como: “Pon el plato de tu hermana”. “Lleva el tenedor de
        papá”. Es importante cambiar roles.
     ¿Qué se te ocurre que podés hacer para practicar este objetivo por ejemplo en el
        momento de guardar la ropa o de colgar la ropa?
     ¿Qué otras directivas podrías decirle en otras situaciones?
    Próximo objetivo: conseguir que Sofía pueda responder a directrices con tres
        elementos claves.
    Observaciones: Aún le cuesta retener los dos elementos. La mamá le repite
        constantemente. No hace pausa. Desvía bien la mirada al objeto.
                                                                                           54
    Con los chicos más grandes, directamente realizamos una rutina de ronda de
novedades. Cada uno de los participantes de la sesión cuenta sus novedades de la
semana y los demás hacemos comentarios o preguntas pertinentes. Este es uno de los
momentos más interesantes de la sesión; se puede realizar una terapia diagnóstica
respecto   del   nivel   del   niño,   analizar   sus   habilidades   auditivas,   lingüísticas,
comunicacionales y cognitivas. Los niños disfrutan de este momento y les gusta volver a
sus casas y compartir las novedades con los otros integrantes de la familia.
                                                                                             55
que deben pautarse de manera clara desde el inicio, porque ayudan a los mayores a
comprender la dinámica de la terapia. Los pasos de esta rutina son los siguientes:
    1. Establecer claramente él, o los objetivos, a desarrollar.
    2. Antes de empezar la actividad, el lenguaje debe ser familiar, acotado, decirles el
       objetivo a los padres. Por ejemplo decirle: Hoy queremos que el niño pueda …. No
       está de más mostrarles la fuente de donde obtenemos o elegimos esos objetivos.
       Ese mismo material es el que les muestro en las sesiones individuales de
       capacitación a padres. También es conveniente explicarles por qué vamos a
       trabajar o a desarrollar dicho objetivo con su hijo.
    En estas rutinas el terapeuta debe valorar los progresos de padres e hijos y si es
necesario abandonar unas rutinas, para sorprender a los niños con algo nuevo, o para
romper con la monotonía y algunas estructuras.
    Práctica individual
    Retirarme del juego me permite tener otra perspectiva para poder guiar, alentar,
aconsejar a los padres. Siempre trato de rescatar lo positivo, y buscar la manera más
adecuada para corregir o dar indicaciones a los padres. Muchas veces no hace falta
                                                                                        56
intervenir, porque ellos mismos se dan cuenta y se ríen. Lo mejor que puede ocurrir es
que todo lo podamos hacer a través de la diversión.
    Mensajes positivos
    “Dímelo, y me olvidaré. Muéstramelo y a lo mejor lo recuerdo. Intégrame y lo voy a
entender” Con los años aprendí que los padres se esfuerzan por aceptar y aprovechar
toda experiencia, guía o consejo que uno les pueda brindar. Pero sólo incorporan de
forma instantánea aquello que les ha salido bien, y se les ha hecho notar. Es por eso que
trato -sobre todo con aquellos padres que recién inician el tratamiento- de rescatar lo
bueno, porque estoy segura de que van a repetir esa actitud en sus casas.
    CIERRE DE LA SESIÓN
    Los últimos cinco minutos de la sesión son de una importancia esencial, para
comprobar si fui clara transmitiendo los objetivos de la semana y las estrategias que
vamos a practicar. Es importante que los padres no se sientan evaluados, por lo que es
necesario usar frases como: “Veamos los objetivos que vamos a desarrollar en la
semana”. “No sé si pudiste anotar los objetivos que te fui diciendo, si querés los vemos
juntos nuevamente”. Cuando los padres son capaces de sintetizar todo lo que deben
practicar hasta la siguiente sesión, sabemos que tenemos un alto porcentaje a favor para
la estimulación en la casa. Ya tienen en mente los objetivos o, por lo menos, los
comprendieron.   Cuando     no   logran   hacerlo     por   sí   solos,   podemos   guiarlos
preguntándoles: “¿Te acuerdas de la actividad que hicimos con la granja y los animales?
¿Te acuerdas que el objetivo era que Tomi …? y en el juego Rompe hielo practicamos la
negación, ¿qué se te ocurre que puedes hacer para seguir con ese objetivo?”. “Cuando le
hacíamos una pregunta a Oli y no contestaba en forma específica ¿te parece que le sirvió
la estrategia que practicamos hoy?”. “¿Pudiste anotar el vocabulario/lenguaje nuevo que
surgió hoy?”. “¿Tienes presente el fonema que reforzamos hoy? porque sería bueno que
lo estimularas en la semana. ¿En qué momento del día te parece que podrías hacerlo?”
    “En cuanto a memoria secuencial auditiva ¿recuerdan cuántos elementos
necesitamos seguir practicando?”. De esta manera quedan registrados unos cuatro o
cinco objetivos y dos estrategias para la semana. Les recordamos ideas en cuanto a los
momentos, formas o lugares para hacerlo.
    Los padres en este momento, muchas veces me sorprenden porque registraron
respuestas incorrectas a preguntas o directivas mías, expresiones acertadas que los
sorprendieron, errores en los cuales consideran que sus hijos continúan persistiendo,
registros de lenguaje espontáneo.
                                                                                         57
    ANOTACIONES DE LOS PADRES
    Para la primera sesión de capacitación a padres sugiero que lleven un cuaderno para
registrar lo que consideremos conveniente. Hago hincapié en que debe ser de un tamaño
cómodo para que entre en la cartera y no se lo olviden. Debo reconocer que por lo
general la mayoría lo lleva tanto a las sesiones de TAV como a las de capacitación a
padres. Con los que son olvidadizos uso fichas medianas, siempre tengo alguna en la
mesa. Ahí yo anoto el primer objetivo y luego se las doy para que continúen ellos solos.
Si noto que no siguen registrando, a veces les sugiero: “Si quieres puedes escribirlo
mientras preparo el material de la actividad”. Estas fichas son prácticas porque pueden
ponerlas en un lugar visible de la casa, para tener presente lo que deben hacer toda la
semana. Algunos las pegan en la nevera o en el lugar de la casa donde la familia pasa la
mayor parte del tiempo. De esta manera por ejemplo si alguno de los papás no asiste a
terapia puede estar al tanto de lo que hay que hacer. Abuelos, hermanos mayores y
hasta niñeras tienen están familiarizadas con el uso de las fichas de terapia. Esta es una
buena manera de que todos tengan presentes los objetivos.
    Muchos padres prefieren no escribir durante la sesión, lo cual es necesario respetar.
Al cierre de la sesión, recapitulamos los objetivos, las estrategias y otras cuestiones
importantes de la sesión. Otros padres se inclinan por registrar todas las sesiones en sus
teléfonos.
    PADRES COMPROMETIDOS
    Llegando al final de este capítulo espero haber podido transmitir la importancia de la
participación, compromiso y dedicación de los padres dentro del proceso de adquisición
del lenguaje de sus hijos hipoacúsicos. Los que tenemos el privilegio de acompañar a
familias en este camino tan especial comprendemos que los lazos que se establecen
entre los padres y el terapeuta son tan fuertes como difíciles de explicar. Nos une su hijo.
Y   en   el   camino   compartimos      momentos     importantes,   excitantes,   dolorosos,
emocionantes, de incertidumbre, de orgullo, de impotencia, de alegría, de satisfacción.
    Cuando hablamos de los padres, son enormes los beneficios para un niño de contar
con ambos padres comprometidos con la terapia. Los mejores resultados coinciden con
casos en que ambos padres se comprometieron por igual en el tratamiento. Los
obstáculos que pueden incidir en la participación efectiva de ambos padres en las
sesiones pueden estar relacionados con:
        Falta de eficacia en la planificación y organización.
                                                                                          58
       No se les brinda suficientes oportunidades de práctica en sesión. Encuentran
        difícil integrar los nuevos objetivos y estrategias durante las rutinas diarias.
       Falta de confianza.
       Incompatibilidad de caracteres.
       Falta de claridad por parte del terapeuta respecto de qué es lo que los padres
        necesitan realizar.
       Las actividades y los materiales no son apropiados para la edad o el nivel del
        niño.
       Énfasis en evaluar en detrimento de enseñar.
       Demasiado tiempo dedicado a guiar y conversar con los padres. No suficiente
        tiempo dedicado a los objetivos semanales.
       Interrupciones: teléfonos, familiares, asistencia, puntualidad.
       Materiales para distraer al niño mientras abordamos los objetivos, o cerramos la
        sesión.
       Manejo de la conducta y la actitud del niño.
                  A           L                   A
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