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TERAPIA AUDITIVO VERBAL I

4ª Edición
4 noviembre- 1 diciembre 2019

Temario

Tema 1: Fundamentos anatómicos y fisiológicos de la


audición
Tema 2: Audiología Protésica
Tema 3: Terapia Auditiva Verbal
Tema 4: Tratamiento con Terapia Auditiva Verbal

Profª: Clarisa Dehnam

1
Terapia Auditiva Verbal.

3.1. Bases y fundamentos

3.2. Importancia del coaching

para padres

Profa. Clarisa Denham

2
ÍNDICE

TERAPIA AUDITIVA VERBAL………………………………………………………………………4


PRINCIPIOS DE LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL ……………………………………………..5
DIEZ PRINCIPIOS DE LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL……………………………5
LAS SESIONES DE TERAPIA AUDITIVA VERBAL ………………………………………….…11
LINEAMIENTOS A SEGUIR ………………………………………………………………………..14
PARTICIPACIÓN DE PADRES…………………………………………………………………….15
EL PROGRESO DE LOS PADRES………………………………………………………………..17
COMPONENTES BÁSICOS …………………………………………………………………….…18
TÉCNICAS UTILIZADAS…………………………………………………………………………...19
REALCES ACÚSTICOS………………………………………………………….…….19
SABOTAJES……………………………………………………………………….…….22
MÁS TÉCNICAS…………………………………………………………………………23
CIERRE AUDITIVO……………………………………………………………………...24
RETROALIMENTACIÓN AUDITIVA…………………………………………………...24
OBSERVAR, ESPERAR Y ESCUCHAR………………………………………………25
LO QUE PODEMOS DECIR HOY EN DÍA DE LA TERAPIA AUDITIVA
VERBAL…………………………………………………………………………………..25
LA CULTURA Y LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL………………………………….26
LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL EN EL FUTURO…………………………………28
LA CAPACITACIÓN A PADRES……………………………………………………………….….30
LA PRIMERA ENTREVISTA……………………………………………………………30
AUDIOLOGÍA…………………………………………………………………………………………32
VAMOS A LO TÉCNICO ……………………………………………………………….32
LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL……………………………………………………….………..34
¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?.............................................................................35
¿CÓMO SEGUIMOS?.........................................................................................35
¿A QUÉ APUNTAMOS?......................................................................................35
¿Y AHORA? ¡MANOS A LA OBRA!.....................................................................38
LAS TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS QUE LOS PADRES APLICARÁN EN LA INTERACCIÓN
CON SUS HIJOS …………………………………………………………………………………….38
¿DÓNDE, CUÁNDO Y CÓMO LO HACEMOS? …………………………………….40
¿INPUT? ¿DE QUÉ LE HABLAMOS?…………………..…………………………….41
RUTINAS DIARIAS.……………………………………………………………………..41
RUTINAS DE JUEGO…………………………………………………………………...41
RUTINAS SOCIALES……………………………………………………………………41
SONIDOS PARA APRENDER A ESCUCHAR…………………………………...…..42
REQUERIMIENTOS PARA LA REALIZACIÓN DE LOS SONIDOS PARA
APRENDER A ESCUCHAR …………………………………………………………...43
UN EQUIPO EFECTIVO …………………………………………………………………………….45
¿QUÉ SIGNIFICA, Y CUÁL ES EL ROL DEL TERAPEUTA PARA
CONSTRUIR UN EQUIPO EFECTIVO?...............................................................46
HIPOACUSIA Y CONDUCTA……………………………………………………………………….46
EL DUELO…………………………………………………………………..……………47
PADRES E HIJOS…………………………………………………………….…………47
EMPEZAMOS A ORGANIZARNOS……………………………………………………47
¿CÓMO DEBERÍA SER LA ESTIMULACIÓN DIARIA?........................................48
LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL EN ACCIÓN………………………………………………….50
LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES EN LA SESIÓN DE TAV…………….......50
PLANIFICANDO LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES………………….………50
ALGUNOS EJEMPLOS DE PLANIFICACIONES…………………..………………..51
.. LOS MOMENTOS DENTRO DE LA SESIÓN…………………………..……………54
CIERRE DE LA SESIÓN………………………………………………………………..57
ANOTACIONES DE LOS PADRES……………………………………………………………..…58
PADRES COMPROMETIDOS………………………………………….………………58
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………………………..59

3
3.1. Bases y fundamentos
TERAPIA AUDITIVA VERBAL. ASPECTOS
GENERALES

Los niños nacidos con pérdida auditiva o que la adquieren muy


tempranamente, tienen hoy en día un potencial sin precedentes de desarrollar un
lenguaje hablado inteligible y de disfrutar de niveles académicos y sociales
equivalentes a los individuos normoyentes. Con el fin de alentar este potencial,
muchos padres hacen una elección razonada entre una gran variedad de
enfoques de comunicación, con el fin de ayudar a sus hijos a satisfacer las metas
familiares y de apreciar sus valores culturales.
La Terapia Auditiva-Verbal (TAV), se basa en potenciar la audición para la
posterior expresión del lenguaje oral. La TAV sigue principios específicos de
práctica y un estricto código de ética desarrollado por varios profesionales
certificados y pertenecientes a la Asociación Alexander Graham Bell, quien
certifica a aquellos involucrados en el área que desean pasar por el proceso de
certificación en TAV. Este enfoque emplea estrategias basadas en la evidencia
para ejercitar y desarrollar el sistema nervioso central del niño incluyendo el
desarrollo de su audición y de la expresión del lenguaje. A través de la TAV, los
niños aprenden a escuchar sus propias voces y las de otras personas, así como a
escuchar todos los sonidos de la vida. Al aprender a escuchar, aprenden a hablar,
aprenden a involucrarse en valiosas conversaciones habladas con sus padres,
sus hermanos y sus amigos. Mientras que los niños aprenden a escuchar y a
hablar, los centros auditivos y del habla en el encéfalo y en la corteza cerebral se
expanden para albergar la infraestructura de la lectura, la escritura y el uso de
medios electrónicos. En consecuencia, estos niños pueden ser escolarizados y
desarrollar un curriculum académico sin obstáculos en escuelas públicas o
privadas

4
PRINCIPIOS DE LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL

En la actualidad, la TAV es reconocida como un modelo de intervención


temprana en niños con pérdida auditiva que obviamente incluyen a la familia
como eje principal para facilitar las interacciones sociales, fundamentales para el
desarrollo del buen desempeño cognitivo y lingüístico. En esencia, la TAV es la
aplicación y manejo de un conjunto con estrategias específicas que potencian la
audición y las conversaciones habladas a través de un cuidadoso
acompañamiento y orientación a los padres de los niños. Los padres que eligen la
TAV se consideran como nuestros socios clave, como nuestros clientes primarios,
y se convierten en los agentes de cambio más importantes en la vida de sus hijos.
Con el tiempo, forman una sociedad de confianza y respeto, a través del trabajo
conjunto con los profesionales Auditivo-Verbales óptimamente calificados. Éstos
últimos, a su vez, emplean su conocimiento para integrar nueve dominios del
conocimiento que representan competencias fundamentales como: Audición y
Tecnología Auditiva; Mecánica Auditiva; Comunicación por Lenguaje Hablado;
Desarrollo Infantil; Orientación a Padres; Educación y Apoyo; Estrategias para
Escuchar y para el Desarrollo del Lenguaje Hablado; Historia, Filosofía y Temas
Profesionales de la TAV; Educación y Alfabetización Emergente.

DIEZ PRINCIPIOS DE LA TERAPIA AUDITIVA-VERBAL.

1.- Promover el diagnóstico temprano de pérdida auditiva en


neonatos, bebés y niños pequeños, seguido por el inmediato
manejo audiológico y TAV.
Escuchamos con la corteza auditiva; el oído es el umbral de entrada de la
información auditiva hacia la vía y la corteza auditiva. Por lo tanto, los practicantes
en TAV abanderan el diagnóstico de la pérdida auditiva tan temprano como sea
posible, seguido por el empleo consistente de tecnología auditiva adecuadamente
programada, y sesiones semanales de TAV, a efecto de desarrollar los centros
auditivos del encéfalo infantil. Los niños a quienes se les diagnostica la pérdida
auditiva a los 3 meses de edad y a los que se incluyen en programas de
intervención enfocados en la familia a los 6 meses de edad, pueden lograr un

5
desarrollo de lenguaje similar al de los niños con audición normal (Fulcher,
Purchell, Baker y Munro, 2012). A la vez, pueden alcanzar mejores destrezas para
la lectura, resultados educativos (Yoshinaga-Itano, 2013) y crecimiento social-
emocional cuando las conexiones neurales auditivas se desarrollan en la niñez
(Langereis y Vermeulen, 2015).
Por diversas razones, algunos niños que habrían pasado correctamente el tamiz
auditivo neonatal adquieren pérdida auditiva en los años preescolares (Chen, Fu,
Luo, Zhang y Yang, 2013). Por ello, es imperativo que las pruebas de audición se
realicen tan pronto como sea posible en esa edad temprana, seguidas de TAV
para asegurar el desarrollo continuo de la audición y el lenguaje hablado.

2.- Recomendar una evaluación inmediata, así como el uso de


tecnología auditiva apropiada para obtener los máximos
beneficios de la estimulación auditiva.
Una vez que la pérdida auditiva ha sido identificada, es fundamental la
realización de una evaluación y el uso cotidiano de tecnología auditiva
debidamente programada. El objetivo de la tecnología auditiva es el de favorecer
la información auditiva a través del oído (o el umbral de entrada) hacia la vía y
corteza auditiva. El uso habitual de esta tecnología auditiva provee
estimulación/información que propicia el desarrollo de nuevas conexiones
nerviosas en la audición central (la vía y corteza auditiva); dichas conexiones
proveen los cimientos para el lenguaje hablado, la lectura y el aprendizaje (Cole y
Flexer, 2015). Mediante el acceso temprano a la amplificación y a su uso habitual,
los niños con pérdida auditiva demuestran obtener calificaciones
significativamente mejores en vocabulario, gramática y percepción fonológica
(Walker et al., 2015). La estimulación/información como la que provee un implante
coclear, posibilita resultados favorables para la comunicación hablada (Geers y
Nicolas, 2013). Los niños con retraso al acceso a la tecnología auditiva,
especialmente durante periodos particularmente sensibles para el desarrollo,
provocará una reorganización cortical alterada (Sharma, Dorman y Kral, 2005).

6
3.- Guiar y educar a los padres a ayudar a que sus niños
empleen la audición como modalidad sensorial primaria para el
desarrollo del lenguaje escuchado y hablado.
La competencia en el lenguaje hablado, el desarrollo social-emocional y las
destrezas de alfabetización, dependen del acceso de la información auditiva a la
audición central (la vía y corteza auditiva); y el desarrollo subsecuente de
destrezas auditivas. Los padres que eligen la TAV se comprometen a proveer
oportunidades abundantes y significativas de aprendizaje del lenguaje auditivo y
hablado. En consecuencia, el niño aprende a escuchar durante todas sus horas
de vigilia y eventualmente escucha para aprender cómo su cerebro es activado
por la información auditiva. Los padres son la mejor oportunidad para que ayuden
a sus hijos a adquirir confianza en su escucha y, posteriormente, en convertirse
en los responsables de sus aparatos auditivos. Los niños aprenden a vivir y
moverse en ambientes que ofrecen dificultades auditivas y a reparar las
complicaciones comunicativas o malentendidos provocados por problemas de
audición.

4.- Guiar y educar a los padres para que se conviertan en los


facilitadores primarios del desarrollo del lenguaje auditivo y
hablado de sus niños, a través de una participación activa y
consistente en sesiones individuales de TAV.
Los padres son los primeros y más imperecederos maestros, así como los
agentes de cambio esenciales en el desarrollo del lenguaje auditivo y hablado de
sus hijos. La cantidad y la calidad del lenguaje verbal que proveen a los cerebros
de sus hijos mediante tecnologías como aparatos auditivos o implantes cocleares,
pueden tener un impacto profundo en el desarrollo lingüístico del niño, así como
en sus logros académicos y resultados cognitivos (Suskind, 2015).
Los profesionales en TAV ofrecen sesiones individualizadas en las que
demuestran estrategias que promueven el desarrollo en la audición, el habla, el
lenguaje, la cognición y la comunicación. Al practicar todo lo anterior en estas
sesiones y con ellos directamente, los padres aprenden a mejorar el desarrollo de

7
la audición y el lenguaje de sus hijos, a potenciar su interacción con todos los
intentos de comunicación de sus hijos y a evaluar sus progresos.

5.- Guiar y educar a los padres para que creen ambientes


propicios para que la audición sea el soporte de la adquisición
del lenguaje verbal a través de las actividades cotidianas del
niño.
Con objeto de llegar al cerebro del niño, la información auditiva debe pasar a
través de un entorno. El ambiente cotidiano de un niño es ruidoso y ofrece
desafíos auditivos. La maduración plena del sistema auditivo central se alcanza
en la adolescencia (Bellas, 2011). Por lo tanto, las destrezas inmaduras de
procesamiento auditivo, aparejadas a una pobre acústica en casa, en la guardería
y en la escuela, pueden provocar que los niños tengan dificultades para escuchar
las voces de sus padres o maestros. Los niños con pérdida auditiva deben
emplear más energía para comprender el lenguaje verbal, lo que incrementa la
posibilidad de que se pierda información en el proceso. Por lo tanto, muchos niños
con pérdida auditiva requerirán, en etapas tempranas de su desarrollo auditivo y
verbal, estrategias demostradas por los profesionales, y modificaciones como
sistemas de frecuencia modulada (FM) o micrófonos inalámbricos remotos
aparejados a sus aparatos auditivos o implantes cocleares, que contribuyan a
proveerles el entorno más favorable en términos acústicos.

6.- Guiar y educar a los padres para ayudar a que sus hijos
integren el lenguaje auditivo y verbal en todos los aspectos de su
vida.
La corteza cerebral requiere de la funcionalidad de la corteza auditiva para
poder cimentar conexiones nerviosas adecuadas y desarrollar los “archivos de
información” que conforman el conocimiento. La habilidad de los padres para
ofrecer un ambiente que sea rico en experiencias significativas y complejas de
lenguaje verbal, se convierte en una clave de las competencias lingüísticas, socio-
emocionales, de alfabetización y académicas (Leffel y Suskind, 2013; Suskind,
2015). El terapeuta de TAV obtiene una impresión de las rutinas diarias de la

8
familia, de modo que es fundamental que diseñe un plan en coordinación con la
familia para aprovechar todas las oportunidades que favorezcan el desarrollo del
lenguaje auditivo y verbal. Una vez que los padres aprendan a proveer y/o
aprovechar las experiencias auditivas que ocurren a lo largo de la vida diaria del
niño, llegan a ver a su pequeño como un niño que escucha y oye activamente.
Subsecuentemente el niño aprende a valorar la audición y su escucha y comienza
a percibirse de ese modo por lo que activamente escucha para aprender.

7.-Guiar y educar a los padres para que usen patrones


naturales del desarrollo de la audición, el habla, el leguaje, la
cognición y la comunicación.
La escritura, entrega y evaluación de los planes de TAV individualizados que
son consistentes con las fases del desarrollo en niños con audición normal son
procedimientos habituales de los profesionales de la TAV. Durante las sesiones,
el profesional y los padres observan de manera conjunta y evalúan las destrezas
del niño e identifican también aquellas otras que el niño aún no ha desarrollado
pero que podría aprender con apoyo de un adulto (Vygotsky, 1978,”Zone of
proximal development”). Este proceso posibilita al profesional y a los padres a
seleccionar objetivos a corto plazo y metas a largo. El objetivo es acortar la
brecha del lenguaje auditivo y hablado entre la edad auditiva del niño y su edad
cronológica a la mayor brevedad posible, al desarrollar y reforzar conexiones
nerviosas a través de la provisión de información sonora.

8.- Guiar y educar a los padres para que ayuden a sus hijos a
auto evaluar el lenguaje verbal a través de la audición.
Los niños hablan lo que escuchan. La retroalimentación auditiva del habla
propia tiene gran importancia para alcanzar las metas auditivas y la adquisición de
un lenguaje verbal fluido (Perkell, 2008). La audición efectiva y la modulación de
la voz preparan al niño para una comunicación verbal independiente con mínima
necesidad de aclaración o interpretación. En las etapas tempranas del desarrollo
los profesionales en TAV promueven que los padres imiten las vocalizaciones de
sus hijos. Estas imitaciones son el marco para una vocalización alternada.
Conforme el niño aprende a escuchar con su aparato auditivo, el lenguaje verbal y

9
las destrezas de comunicación comienzan a desarrollarse. Conforme los niños
obtienen una audición y una competencia lingüística más sofisticadas, emplean la
audición para autoevaluar su habla y lenguaje, así como autocorregir cuando sea
necesario. La habilidad para autoevaluar el lenguaje verbal es una destreza de
vida sumamente valiosa para facilitar una comunicación clara con los otros,
resolver complicaciones comunicativas, aprender nuevos idiomas, e integrarse en
el círculo social de su elección.

9.- Administrar valoraciones diagnosticas formales e


informales para desarrollar planes de tratamiento individualizado
auditivo-verbal, para evaluar el progreso, así como la efectividad
de los planes diseñados para el niño y la familia.
Los padres y los profesionales TAV desarrollan una infraestructura nerviosa
auditiva en el cerebro del niño a través del cual crean el entramado de las
destrezas de mayor nivel lingüístico para leer y escribir; por lo tanto, cada sesión
de terapia es una “sesión diagnóstica” con el fin de monitorear el desarrollo de la
infraestructura.
El funcionamiento auditivo del niño, así como el uso de la comunicación en
contextos significativos son registrados para apoyar al profesional en el encuentro
de las zonas de desarrollo próximo y planear los siguientes pasos a seguir, la
siguiente sesión. Aunado a las observaciones informales cada 2 o 3 meses, el
profesional administra una batería de pruebas estandarizadas en niños con
audición normal. Comparativamente a evaluaciones audiológicas, las pruebas son
utilizadas para valorar la articulación, el vocabulario receptivo y expresivo, el
lenguaje receptivo y expresivo y las destrezas auditivas. Dichas evaluaciones
ayudan al profesional y a los padres para estar seguros que la TAV cumple las
necesidades del niño y de la familia al evaluar el progreso.

10.- Promover la educación en escuelas regulares con


compañeros que cuentan con audición normal y con servicios
apropiados desde la infancia temprana.

10
Los niños con pérdida auditiva que son identificados en edad temprana y que
cuentan con aparatos tecnológicos y que han sido involucrados en programas de
intervención temprana, son aptos para alcanzar excelentes niveles de audición,
percepción, leguaje, desarrollo socio emocional y educación, toda vez que la
información auditiva consistente y significativa se ha hecho accesible a su cerebro
desde la infancia (Langereis y Vermeuelen, 2015; Yoshinaga-Itano, 2003). Los
terapeutas que practican TAV ayudan a los padres para a ayudar a sus hijos a
alcanzar las destrezas mínimas en competencia lingüística, cognición social y pre-
alfabetización requeridos para entrar a la escuela.
La inscripción a la escuela puede requerir los servicios de apoyo de un
profesor especial, audiólogo educativo, logopeda, y/u otro personal escolar que se
necesite para trabajar en equipo. Esta colaboración genera una “red de
seguridad” que propicia el acceso completo del cerebro a oportunidades
educativas, a la vez que ayuda a propiciar destrezas de autodefensa, así como
facilitar la realización adecuada a la que todos y cada uno de los niños que nacen
tienen derecho.

LAS SESIONES DE TERAPIA AUDITIVA VERBAL

Las sesiones TAV son individualizadas, diseñadas de acuerdo a las


necesidades específicas del niño y de la familia y potenciadas por la cultura
familiar. La TAV integra el desarrollo de la audición y el habla en todos los
aspectos de las experiencias sociales, emocionales, cognitivas y culturales del
niño, de modo que escuchar se convierte en una parte integral de su vida. Las
actividades de TAV son diseñadas para ayudar a cada niño a alcanzar las metas
generales a largo plazo del lenguaje auditivo y hablado. Esto significa que las
metas mensuales y trimestrales son flexibles, influenciadas por las necesidades
del niño y la familia. La TAV no es una receta de ejercicios y no se lleva a cabo
con un grupo de niños o padres.
En términos generales los profesionales en TAV ofrecen sesiones de terapia
semanales, de 1 hora o 1 hora y media, con el objetivo de mantener a línea
dictada por la habilitación pediátrica realizada tras la implantación coclear (ACIA,

11
2015) en la cual la recomendación es de 1 o 2 sesiones semanales de 1 hora por
semana (Deettman, Wall Constantinescu y Dowell, 2013). Se puede extrapolar la
misma recomendación a niños que utilizan aparatos auditivos. En cada una de
estas sesiones de 50-100 horas al año, los padres aprenden a utilizar los
objetivos de corto plazo de cada sesión en contextos naturales del lenguaje
experiencial en la vida diaria del niño, de manera que promueven la curiosidad y
el pensamiento. Los padres entonces alcanzan la confianza para poner en
marcha estrategias dadas por el profesional de TAV para ayudar a su hijo a
alcanzar dichos objetivos, consistentes con los fundamentos del desarrollo típico
alcanzados por niños con audición normal.
El profesional provee una evaluación del progreso del niño en cada una de las
sesiones. Así, en conjunto con los padres se enfocarán en la audición y el
desarrollo de destrezas auditivas, de manera que los centros cerebrales de la
audición y el lenguaje se convierten en la base arquitectónica de la comunicación
verbal. Se dirige a los padres a través de distintas estrategias que ayuden al niño
a maximizar su percepción del lenguaje hablado. Estas estrategias se presentan a
través de juegos, libros y actividades de juegos guiados. Con base en el modelo
indicado y seguido en las sesiones, los padres practican utilizando estrategias con
su hijo y posteriormente se involucran en discusiones con el profesional respecto
de la efectividad de dichas estrategias. Basados en los resultados, establecen en
conjunto, o revisan, metas a largo y corto plazo de audición, del lenguaje
expresivo y receptivo, cognición y desarrollo general de la comunicación.
Finalmente, mediante la guía del profesional TAV, los padres generan estrategias
y actividades que facilitan la incorporación de dicha metas dentro de la vida diaria
de la familia.
El progreso de los niños y sus padres hacia los resultados deseados de la
TAV se apoya en diversas variables que incluyen:
 La edad de diagnóstico: la identificación a edad temprana está asociada a
mejores resultados en el lenguaje. (JCIH, 2007; Kennedy et al., 2006;
Yoshinaga-Itano, 2003);
 Causa de la pérdida auditiva: la manera en que se ven afectadas las
estructuras auditivas y nerviosas, puede influir las decisiones sobre la
amplificación o la implantación coclear. (JCIH, 2007).

12
 Grado de pérdida auditiva: puede afectar la identificación de la pérdida
auditiva y la decisión para aplicar de manera rápida la amplificación que
tiene una correlación directa con los resultados positivos del lenguaje
verbal. (Harrison, Roush y Wallas, 2003).
 Efectividad del (los) aparato (s) auditivo (s) o implante (s) coclear (es):
ajustes apropiados de los aparatos auditivos, así como
programación/calibración del implante coclear, pueden ofrecer mayor
acceso a todas las frecuencias del habla. (Nicholas y Gears, 2006;
Waltzman y Rolland 2005).
 Efectividad de todo el proceso audiológico y del sistema audiológico:
estudios audiológicos oportunos, ajustes, etc., con monitoreo regular del
progreso auditivo. (JCIH, 2007).
 Potencial auditivo del niño: provisto por la plasticidad nerviosa del cerebro
(Sharma et al., 2005).
 Salud del niño: una salud pobre puede afectar negativamente los
resultados educativos (Fransoo et al., 2008).
 Estado emocional de la familia: cuando la familia se lamenta por la
situación, se afecta su habilidad para incidir en el desarrollo auditivo-verbal
del niño. (Yoshinaga-Itano, 2003; Young y Tattersall, 2007).
 Nivel de participación de la familia: a mayor participación, más positiva es
la influencia en el crecimiento lingüístico y social del niño. (Leffel y Suskind,
2015).
 Habilidades del profesional en TAV: fundamental en la orientación a los
padres para que se conviertan en los facilitadores primarios a través de
práctica y conocimiento basados en la evidencia. (Graham, Rodger y
Ziviani, 2009; Kaiser y Hancock, 2003; Rush, M’Lisa y Hanft,2003).
 Habilidades de los padres o cuidador: la intervención implementada por los
padres conduce a mejores resultados. (Roberts y Kaiser, 2011).
 El estilo de aprendizaje del niño: todas las sesiones pueden requerir la
creación o la modificación del plan establecido para ajustarse mejor al
aprendizaje del niño. (Tomlinson et al., 2003).

13
 La inteligencia del niño: los niños con retrasos cognitivos importantes,
pueden desarrollar un lenguaje auditivo y verbal lento y/o requerir un
enfoque alternativo. (Yoshinaga-Itano, 2003).
La TAV puede llevarse a cabo en un hospital, en una clínica, en un despacho
privado y/o en casa, en el parque, en el zoológico, en el supermercado o en la
zona de juegos. Invariablemente siempre es un trabajo de equipo, ya que la
familia y el terapeuta TAV trabajan en conjunto con el audiólogo, educadores y
personal escolar, así como profesionales de la salud. La comunicación abierta,
confiable y consistentemente cooperativa entre los miembros del equipo,
garantiza que el desarrollo general del niño se maximice tan eficientemente como
sea posible. Esta comunicación colaborativa contribuye a asegurar que la TAV es
adecuada para el niño y para su familia. Esta comunicación también ayuda a
determinar los diversos estudios diagnósticos que se requieren para identificar las
fortalezas y necesidades de aprendizaje específicas de cada niño. Al mismo
tiempo, puede proveer al profesional con la información necesaria para remitir a la
familia a otro modelo de intervención, en caso de ser necesario. Tomando en
cuenta todos los aspectos del progreso, el profesional pueden seguir proveyendo
servicios en TAV o bien, iniciar un plan de transición, contribuyendo a que su
implementación sea lo más suave posible.

LINEAMIENTOS A SEGUIR

En las sesiones, es importante procurar un ambiente favorable para el


aprendizaje con un lugar que permita al niño una buena recepción acústica del
lenguaje, pocos distractores y el modelamiento adecuado de patrones lingüísticos
y auditivos por parte de padres y terapeutas. Asimismo, se utilizarán juguetes que
permitan recrear y representar situaciones de la vida real. Una vez que los padres
y los niños regresan a su hogar y a su vida diaria, cuentan con una gran cantidad
de oportunidades para practicar todas las habilidades y actividades que
aprendieron en la sesión de terapia, pero esta vez en un ambiente natural. Se
considera muy benéfico que el terapeuta pueda en alguna ocasión visitar la casa
de los niños en rehabilitación. Esto le permitirá conocer el estilo de vida de cada

14
familia, que se tomará muy en cuenta a la hora de planificar cada sesión de
trabajo.
Todas aquellas actividades que reproduzcan una rutina familiar específica de
su hogar o de su comunidad, fomentarán el uso de lenguaje incidental en sus
vivencias diarias. Los niños aprenden más y mejor con tareas en las que los
padres están integrados a éstas, como parte de su vida diaria, sin que sepa que
en ese momento están trabajando o ejercitando alguna actividad con fines
específicos. Por ejemplo: -ir al mercado, comprar fruta, picarla y hacer una
ensalada que se compartirá con otros miembros de la familia, lavar y colgar la
ropa de la muñeca.
En algunas ocasiones los padres se preocupan por integrar a los niños en
actividades dentro de la cocina. No es necesario que realicen tareas difíciles y
peligrosas. Podrán dibujar una receta, ayudarnos con algunos utensilios, colocar
cosas en el refrigerador, amasar, poner mantequilla a un pan, etc. Muchas de
estas actividades pueden fácilmente recrearse y llevarse a cabo en cualquier
salón de terapia.

PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES

Es justamente a través de la participación de los padres en la terapia que


podrán practicar e integrar las tareas a su vida diaria. Por otro lado, obtienen todo
el apoyo educativo, asesoría y guía que les permitirá estar envueltos en la
rehabilitación de sus hijos de manera activa. Esto les ayudará a desarrollar un
gran sentido de auto-confianza y control de la situación. Los padres colaboran con
los terapeutas adaptando las actividades a juegos que sean del interés de sus
hijos. Ellos, mejor que nadie, saben qué les gusta y cuáles son sus juguetes o
actividades favoritas. También, hacen el papel de intérpretes (como todos los
padres), ayudando al terapeuta a entender las emisiones e intenciones
comunicativas de sus niños. Los padres son compañeros en la comunicación de
sus hijos respondiendo a una gran cantidad de detalles y rasgos lingüísticos,
como responder a algunas preguntas o usar los pronombres adecuadamente,
entre muchos otros. Por otro lado, ayudan modelando técnicas de comunicación
como: rutinas y aprendizaje en la toma de turnos, actitudes que promuevan el

15
pensamiento y la descodificación del lenguaje, así como la pausa que conlleve a
una respuesta.
A través de la participación de los padres, se logra la obtención de varios
aspectos muy importantes dentro de la TAV como la auto-confianza y
conocimientos acerca de las etapas de desarrollo de sus hijos, habilidades críticas
e importantes para promover constantemente un ambiente auditivo con base en
tareas nuevas e interesantes que aprenden a crear en el momento oportuno.
Asimismo, los padres se convierten en expertos para integrar: audición, habla,
lenguaje, cognición y comunicación en las actividades, rutinas y tareas de la vida
diaria. Es de esta manera y con base en todo lo anterior que sus hijos obtienen
las mejores oportunidades para desarrollar la mejor audición y por ende, el mejor
lenguaje. Los padres se convierten en los mejores aliados de los terapeutas.
Tener como profesionales una actitud contraria e ignorar la importancia de su
participación, es comprometer seriamente de manera negativa el futuro desarrollo
del niño.
Ocasionalmente los profesionales de TAV desmotivan y prefieren que los
padres no participen de manera activa en las sesiones de rehabilitación. A veces
es por comodidad y por pretender desarrollar el rol de la figura autoritaria durante
la terapia. Por mantener al 100% el control del niño sin los padres dentro del
salón. Sin embargo, no es el número de horas que el terapeuta esté en contacto
con el niño lo que desarrollará su lenguaje. Tampoco el número de horas que el
niño esté sentado frente a una mesa recibiendo terapia, ni la cantidad o calidad de
los juguetes. Las bases y los fundamentos del lenguaje se desarrollan a través de
interacciones naturales que sean significativas e interesantes para el niño. Todo el
trabajo y dedicación de los padres, deberá de convertirse en juego para los niños.
Deberemos instruir y proveer de técnicas a los padres para que sean los
facilitadores primarios del lenguaje de sus hijos. Su participación activa dentro de
la terapia podrá ser reforzada por el terapeuta de la siguiente manera:
 Indicando el o los objetivos de la actividad antes de realizarla
 Modelando las estrategias muy claramente
 Comenzando la actividad para que sean los padres quienes la continúen
inmediatamente después
 Motivando constantemente su participación y mencionando sus aciertos

16
 Comentando cómo es que ellos podrían implementar los objetivos
trabajados e introducir algunos nuevos en su medio ambiente

El PROGRESO DE LOS PADRES

Sugerimos la filmación de varias de las sesiones de terapia para realizar un


análisis cuidadoso del desarrollo de las mismas. Es importante comprobar si se
dio la guía, el apoyo y la asesoría necesarios durante la terapia. Por otro lado,
podremos auto-evaluarnos como profesionales y determinar los errores
cometidos: no realizar las pausas necesarias, desaprovechar determinadas
situaciones u oportunidades, repetición innecesaria de un estímulo, etc. para de
ésta manera, mejorar la calidad y el desempeño con todos los demás niños. Aun
cuando se tengan muchos años de desarrollo y trabajo profesional, debemos
reconocer que es necesario el análisis de nuestras actividades de manera
constante y cotidiana. Esta es la única manera de crecer y tratar de dar lo mejor
de nosotros mismos para que pueda incorporarse a lo mejor que los padres
brindan a sus hijos.
En algunas ocasiones la terapia se podrá ver beneficiada si les pedimos a los
padres que traigan a la sesión algunos materiales o actividades del hogar. De
esta manera, los padres podrán trabajar con sus hijos mientras son observados
por el terapeuta. Algunos padres prefieren ser observados a través de una
cámara de Gessel (si es que se dispone de ésta en el salón), o bien, que se
analice un video en donde están trabajando en el hogar, para ser discutido más
tarde. Para que se construyan las fortalezas de los padres, es muy importante que
el terapeuta enfatice los contenidos y las técnicas adecuadas o positivas que los
padres realizan. Posteriormente, a través de la guía y modelado de actividades,
se podrá ayudar a que crezcan sus habilidades y confianza.
En ocasiones algunos padres ansiosos caen en la tentación de estar
continuamente probando y examinando los logros de sus hijos. Esto puede
ocasionar un conflicto en sus relaciones. Sugerimos que todo tipo de evaluación
sea realizada por el terapeuta, de manera que los padres tomen más en cuenta
los intereses y el liderazgo de sus hijos, que les permita desarrollar una confianza
mutua en el juego.

17
COMPONENTES BÁSICOS

Al inicio de la terapia y cuando comenzamos el trabajo con niños muy


pequeños, el énfasis de las sesiones deberá de ser el de proveer al niño con una
enorme cantidad de oportunidades de escucha con pocas demandas de lenguaje
expresivo. En algunos niños muy pequeños (uno a dos años) con sorderas
congénitas severas o profundas, el beneficio recibido a través de un implante
coclear es altamente positivo, ya que es más fácil y rápido que aprendan a través
de la audición. Existe además, muy buena plasticidad cerebral durante esta etapa
crítica para la adquisición del lenguaje. Estos niños desarrollan muchas
habilidades a través de la TAV. Aquellos niños que son implantados más
tardíamente (cinco años), seguramente han desarrollado técnicas muy visuales de
lectura labio-facial. En estos casos, terapeutas y padres deberán ayudar al niño a
realizar una transición gradual del modo de descodificación visual al auditivo.
Un niño puede comenzar a comprender el lenguaje a través de la audición, si
se siguen las etapas iniciales en el desarrollo de las habilidades auditivas dentro
de contextos naturales. Así como preceder y confirmar constantemente la
motivación de los estímulos auditivos a través de determinadas conductas o
situaciones. Podremos lograr que la auto-confianza para escuchar en el niño
aumente a través de la construcción semanal de tareas auditivas, de habla y
lenguaje, así como con la expansión del lenguaje que ya ha adquirido a través de
la audición.
La terapia deberá ser diagnóstica; es decir, que después de cada sesión se
analizaran resultados y componentes de la misma. Esto deberá tomarse en
cuenta y será la pauta para el planeamiento de lo que se realizará en la siguiente
sesión de trabajo. Por otro lado, cada niño tiene una manera de aprender,
intereses, cultura, familia y situación muy particular. De ahí la terapia individual.
Se sugiere una sesión de una hora a hora y media semanalmente.
Existen algunos componentes y factores que son esenciales y que deberán
de tomarse en consideración en la planificación de la terapia. Estos deberán de
ser integrados de manera natural, útil y significativa para el niño dentro de
diferentes actividades lúdicas:

18
 Revisión del buen funcionamiento de auxiliares auditivos y/o implante
coclear
 Desarrollo de habilidades auditivas
 Percepción y expresión del lenguaje
 Desarrollo del lenguaje
 Competencia lingüística
 Desarrollo cognitivo
 Participación de los padres y del niño
 Materiales y uso de herramientas complementarias
 Interacción entre padres-niño-terapeuta
 Motivación

Por otro lado, es importante llevar un registro después de cada sesión de:

 Análisis de las respuestas auditivas y lingüísticas emitidas por el niño


 Comentarios realizados por los padres
 Tareas y actividades sugeridas para ser realizadas por los padres
 Con base en lo anterior, evaluar la terapia diagnóstica para saber lo que se
 Planeará en la siguiente sesión

TÉCNICAS UTILIZADAS

Todas las estrategias y técnicas que a continuación describimos, se sugieren


y se utilizan dentro de las sesiones de terapia para incrementar las habilidades
auditivas, de habla y lenguaje.

REALCES ACÚSTICOS
Los realces acústicos son pequeñas alteraciones que hacemos en la
conversación, modificando algún rasgo segmental, suprasegmental, o ambos, con
la finalidad de facilitarle al niño la percepción del mensaje. Desde muy temprana
edad, los padres se comunican con sus hijos utilizando una enorme cantidad de
rasgos suprasegmentales, al hablarles y dirigirse a ellos con gran cariño y
utilizando una voz “cantada”. Este es uno de los primeros realces acústicos que
19
les permiten escuchar mejor el lenguaje y desarrollarlo, a los niños con problemas
de audición. Está comprobado que esta forma de hablarles a los niños es
universal y que les facilita hacer un análisis del habla. El uso de esta técnica se
prolonga con los niños que comienzan a utilizar auxiliares auditivos o implante
coclear, facilitándoles escuchar el lenguaje.
Es importante tener en cuenta que cuando comenzamos con el trabajo formal,
el ambiente y lugar en donde se realice esta actividad, deberá de ser adecuado
en cuanto a espacio, luminosidad y sobre todo, que sea lo menos ruidoso posible.
Cuando se van desarrollando habilidades auditivas, podrán incorporarse ruidos
ambientales, como ya se mencionó con anterioridad. Es importante que el niño
aprenda a escuchar en todos los ambientes normales.
Asimismo, el lenguaje que se utiliza al principio, deberá de ser simple y
compuesto básicamente de frases cortas, para poco a poco ir aumentando el nivel
de complejidad, hasta lograr la percepción lingüística de su entorno y de todas
sus vivencias en un contexto abierto.
Cuando se esté realizando algún trabajo “formal”, o bien, cuando se desee
facilitar la audición de algún mensaje, se sugiere también colocarse a una
distancia de 15 cms. aproximadamente del auxiliar con el que tenga mayor
ganancia, o bien del implante coclear. Podremos también susurrar el estímulo que
no esté expresando oralmente de manera adecuada, debido a que lo está
escuchando mal, y veremos cómo facilitamos la audición y comprensión de éstos
en su habla. Cuando estemos cerca del micrófono del auxiliar o implante coclear,
se susurrará el mensaje. Siendo esto también un realce acústico, facilitará la
comprensión de la emisión. Algo que debemos de tener muy claro y hacérselo
saber a todos aquellos que rodean al niño, es no gritar nunca para comunicarnos,
pensando que con esto hacemos más comprensible el estímulo auditivo. Lo único
que podemos incrementar cuando elevamos la intensidad de la voz, son las
vocales y no las consonantes. Esto hace que se eleven los decibeles de las
primeras, y se enmascare el nivel auditivo de las últimas, distorsionando por
completo el mensaje.
Los padres también podrán sentar al niño en sus piernas y platicar sobre un
cuento, una lámina o un juguete, facilitando de esta manera que se encuentren
cerca de las prótesis de sus hijos. La distancia deberá de incrementarse e ir

20
monitoreando a qué distancias escucha o a cuáles ya se le dificulta percibir el
estímulo dado.
Cuando iniciamos el trabajo con los más pequeñitos, se hace mayor énfasis
en la o las palabras clave que queremos que el niño escuche. Esto, para que
interprete con mayor facilidad la tarea encomendada, así como con el mensaje
que pretendemos que exprese oralmente. También, se sugiere enfatizar
preposiciones, artículos, pronombres y nexos, que son partes mínimas del
lenguaje conectado, y que al principio es más común que no sean percibidas.
Esto podemos constatarlo claramente cuando analizamos su lenguaje expresivo y
observamos distorsiones o bien, cundo estas partes mínimas del lenguaje son
omitidas.
Hay que tomar en cuenta que al principio, la palabra clave deberá de
encontrarse al final de la oración, pues es lo último que el niño escuchará del
mensaje emitido y le facilitará la comprensión del estímulo auditivo. Más adelante,
se colocará en medio, para finalmente, hacerlo al inicio de la oración. Esto se irá
haciendo poco a poco, a medida que el niño va demostrando la facilidad y la
comprensión del lenguaje.
Para lograr mayor y mejor desarrollo, tendremos que irle complicando las
tareas que vamos desarrollando dentro de la terapia así como dentro del hogar y
en su vida diaria, labor que realizarán los padres.
Todas las tareas que comenzamos a practicar con el niño, se realizan en un
contexto cerrado. Es decir, el niño sabe qué estímulos le estamos pidiendo, pues
los está viendo, ya sea porque tiene los objetos enfrente, las láminas, o bien, los
textos sobre los que estamos trabajando. Sabe que la representación del estímulo
auditivo que le damos, la tiene enfrente. Si tiene cinco objetos sobre la mesa, uno
o varios de esos objetos serán los que le pidamos oralmente.
En cuanto el niño comience a demostrar capacidad de responder a los
estímulos en contexto cerrado, se iniciará el trabajo en contexto puente, es decir
se conocerá el campo semántico o tema del que hablaremos o preguntaremos, lo
que amplía el número de estímulos con los que podemos trabajar. Por ejemplo,
podemos decirle que tendrá que escuchar y decirnos qué partes del cuerpo
mencionaremos oralmente.
Más adelante se iniciará el trabajo en contexto abierto del vocabulario
conocido por el niño, sin saber qué se le pedirá o preguntará específicamente.

21
Sugerimos que comencemos lo más pronto posible a introducirlo en este
contexto, y no esperar a que perciba una gran cantidad de estímulos en contexto
cerrado o puente. Si en un momento dado estamos haciendo alguna ejercitación
en contexto abierto y el niño no es capaz de realizarla adecuadamente, una
manera de facilitarle la tarea y de llevar a cabo un realce acústico, es cambiar la
actividad a contexto cerrado.
Cuando se trabaja en contexto cerrado, el niño puede caer en actitudes de
automatismo, que lo llevan en muchísimas ocasiones a responder
impulsivamente, sin realmente hacer un análisis auditivo de lo que se pregunta. A
veces ya sólo pone atención al inicio de la emisión, pues sabe que la respuesta la
tiene enfrente. Para evitar esta situación, aconsejamos “sabotear” al niño para
evitar el fenómeno de “invernadero” como describe Robbins (2000). El niño está
“adiestrado” para señalar la respuesta adecuada y lo hace a la perfección dentro
del contexto terapéutico. Sin embargo, y a pesar de las destrezas demostradas
dentro de la sesión, muchos de estos niños no son capaces ni de percibir su
nombre auditivamente, una vez que salen del trabajo formal, porque solo están
“adiestrados” para responder a la tareas específicas encomendadas, no a
realmente a escuchar. Por otro lado, su lenguaje expresivo y su voz, no van en
relación y en proporción a los “detalles mínimos y tan finos” del lenguaje que se
supone están escuchando. Esto sucede con todos los programas con la
nomenclatura de “adiestramiento auditivo”, en donde el objetivo es justamente
“adiestrar” al niño para que responda a tareas fuera de contexto y separadas de
un conjunto de actividades, creyendo erróneamente que es así como se enseña a
escuchar al niño. Con base en nuestra experiencia, estos niños llegan a nuestro
programa siendo además, grandes lectores de labios, no habiendo desarrollado
las verdaderas habilidades que les permiten aprender a escuchar. Con base en lo
anterior deberemos trabajar en un contexto lo más natural posible, globalizado e
integrado y sabotear, principalmente cuando estamos trabajando en contexto
cerrado.

SABOTAJE
Una vez que el niño comprende que debe escoger o señalar el estímulo que
se le pide entre dos objetos o láminas, deberemos de agregar su nombre, que

22
evidentemente no es parte de los estímulos que se encuentran en contexto
cerrado. Cuando entiende que podrá preguntársele cualquiera de los dos o su
nombre, agregaremos el silencio, para que también sepa discriminar entre sonido
y silencio, y sea capaz de decirnos “no escuché”, porque no dijimos nada.
Agregaremos más adelante las palabras “mamá” o “papá”, o bien, el nombre de
alguno de sus hermanos. Es decir, el niño sabe que tiene realmente que
concentrarse, poner atención y escuchar, porque podemos preguntarle lo que
está sobre la mesa de trabajo o bien, otros estímulos auditivos.
Más adelante, podremos a la hora de describir una lámina, un cuento o algún
objeto, nombrarlo con una palabra equivocada, y darnos cuenta si el niño está o
no escuchando lo que le decimos. Llegará un momento en que sabrá que tendrá
que estar atento a lo que le decimos, pues podremos estar “saboteándolo” para
saber si está o no atento. Esto hace que haga un análisis real de los estímulos
auditivos y no que responda de manera automática.

MÁS TÉCNICAS
Por otro lado tendremos que tomar en cuenta el contraste acústico de los
estímulos que presentamos. En un principio se sugiere que éste sea muy
contrastado para facilitar de discriminación y la identificación auditiva. Que las
palabras tengan variedad de vocales, rasgos suprasegmentales y número de
sílabas. En sesiones posteriores podremos trabajar con palabras muy parecidas y
con pares mínimos.
Dentro del trabajo inicial, es común que hagamos varias repeticiones de lo
que estamos ejercitando y trabajando. En algunas ocasiones el niño no pone
atención “a la primera” porque de alguna manera sabe que con preguntar ¿qué? o
¿cómo?, se le repetirá lo que estamos trabajando. Poco a poco el niño deberá de
acostumbrarse a escuchar en la primera emisión, y a que no se le va a estar
repitiendo constantemente, ya que ésta es la misma situación a la que se
enfrentará en la escuela, con sus amigos y en la vida diaria.
También podemos facilitarle la comprensión de nuestra emisión, cuando le
damos opciones y alternativas; es decir, si notamos que no percibió en su
totalidad el mensaje, o bien, que entendió sólo una parte, podemos agregarle

23
información que le facilite, a través de más lenguaje y vocabulario, comprender
específicamente el contenido del mensaje que pretendemos perciba.
Cuando el niño comprenda el mensaje, pero lo veamos dudoso, ya que solo
nos repite una palabra o parte de la emisión, como para asegurarse si está o no
en lo correcto, es importante reforzar lo que dijimos, aumentando palabras o
frases, que le confirmen que lo que escuchó es o no lo correcto.

CIERRE AUDITIVO
Otra técnica que ayuda al niño a escuchar y a expresarse es el cierre auditivo.
Que él complete parte de la emisión por lógica. Si el terapeuta está contando, que
permanezca en silencio y con actitud de que el niño continúe, para que sea él
quien complete los números que faltan, la letra de una canción o una frase
conocida o algo que ya haya sido previamente trabajado y que sea conocido por
el niño.
Cuando después de varias repeticiones, el niño no sea capaz de escuchar o de
expresar adecuadamente el estímulo auditivo, se le podrá dar éste por lectura
labio-facial, y enseguida, se dará nuevamente de manera auditiva. Siempre que
haya necesidad de hacer alguna aclaración a través de lectura labio-facial, tendrá
que colocarse el estímulo y de manera inmediata en forma auditiva. Autores como
Robbins et al., (1991), Estabrooks (1994) y Robbins 2000 denominan a este
realce acústico el sandwich auditivo es decir audición-vista-audición.
Cuantas más habilidades auditivas vaya desarrollando el niño, menos realces
acústicos requerirá para escuchar o para mejorar sus emisiones orales. Sin
embargo, no debemos de olvidar que en muchas ocasiones podremos y
deberemos de echar mano de estos realces en ambientes más ruidosos y con
mayores dificultades de percepción, como lo hacemos también de manera natural
con los oyentes. Asimismo, habrá momentos del día en que por diferentes
circunstancias, el niño no estará utilizando sus prótesis, lo que requerirá del
manejo de claves visuales y de la lectura labio-facial.

RETROALIMENTACIÓN AUDITIVA
Cuando el niño imita o utiliza de manera espontánea el habla, generalmente
comienza a comparar sus producciones vocales con los patrones lingüísticos de

24
los demás, monitorizando de esta manera sus producciones. Además de la
retroalimentación auditiva directa, también recibe retroalimentación auditiva
indirecta a través de las reacciones de quienes lo escuchan, que en muchas
ocasiones permite reforzar de manera positiva la calidad de sus producciones
orales.
Se sugiere que en algunas ocasiones se le pregunte al niño: “¿qué oíste? o
¿qué escuchaste?” y que imite exactamente lo que percibió. Esto nos permite
conocer con mayor precisión los niveles de su percepción, los fallos y sus
adelantos. Por otro lado, es una manera de desmotivar al niño a estar
“adivinando” la actividad o tarea que se le pide.

OBSERVAR, ESPERAR Y ESCUCHAR


Seguramente los niños con problemas auditivos requerirán de mayor tiempo
para procesar, analizar y comprender la información auditiva. Por lo que la técnica
de observar y esperar o dar pausas, motiva al niño a poner atención y
concentrarse en lo que se le está diciendo, en vez de esperar a que se le repitan
sistemáticamente las emisiones.
Cuando el niño ha desarrollado algo de lenguaje a través de su audición y no
está poniendo mucha atención al “input” auditivo, seguramente responderá a éste
con un: “¿mande?, ¿cómo? o ¿qué?” Para enfatizar e incrementar su desarrollo
auditivo, en vez de repetirle siempre el mensaje, sugerimos hacer una pausa y
preguntarle: “¿qué escuchaste? o ¿qué oíste?” Esta técnica ayuda al niño
además, a desarrollar habilidades de clarificación. Probablemente nos demos
cuenta de que en realidad sí escuchó lo que dijimos y responda adecuadamente o
bien, entenderán y se aclararán a sí mismos, explicando lo que escucharon.

LO QUE PODEMOS DECIR HOY EN DÍA DE LA TERAPIA


AUDITIVA-VERBAL
En esta última década podemos decir que se ha dado un cambio importante
en la evolución de la TAV, así como en los conocimientos respecto a la pérdida
auditiva, la tecnología auditiva, y las mejores prácticas profesionales en
audiología y TAV. Mencionaremos algunos aspectos importantes:

25
 Los niños en TAV llegan a las sesiones formales cada vez más pequeños y
son dados de alta más pronto.
 La sociedad en general parece tener mucha mayor conciencia de la TAV y
además a menudo es percibida como una “primera opción” educativa.
 Actualmente hay un dramático incremento en el uso de implantes cocleares
en niños pequeños.
 Cada vez más niños con otros problemas agregados están llevando a cabo
un programa en TAV.
 La TAV ha acogido el bilingüismo cuando esto es necesario.
 Hoy en día los padres están mucho mejor informados gracias al internet y a
las redes sociales y están más involucrados de manera activa.
 Las expectativas de los padres parecen haber aumentado.
 Más niños parecen estar transitando de otros modelos de intervención a la
TAV.
 Cada vez más profesionales desean obtener la certificación en TAV y cada
vez hay más instituciones y centros educativos que los solicitan para
formar parte de su plantilla de personal.
 Cada vez hay más solicitud y capacitación en TAV.
 La TAV está enfocada en los padres.
 La colaboración y el trabajo en conjunto entre los especialistas parece ir en
aumento.
 Cada vez es más común la inclusión plena en escuelas regulares de niños
con problemas de audición en TAV.
 Actualmente los niños AV aprenden el lenguaje de manera más natural que
nunca antes.
 Cada vez mayor número de niños en TAV son inscritos en programas
preescolares regulares antes del primer grado.
 La accesibilidad acústica al lenguaje inteligible parece ser más
ampliamente comprendida como factor esencial del crecimiento cerebral.
 Los avances en la tecnología (auditiva) han hecho que el lenguaje verbal
resulte más sencillo de aprender.
 Considerando el conocimiento adquirido respecto a los beneficios de la
identificación temprana de la pérdida auditiva y su intervención temprana

26
(JCIH, 2007), no es de sorprender que se haya registrado un cambio
tremendo en el conocimiento y en los resultados de la TAV. Los avances
tan rápidos en la tecnología auditiva han dado a los niños con pérdida
auditiva más acceso que nunca a una cantidad y calidad mayor de lenguaje
verbal. La colaboración existente hoy en día entre los profesionales, es
esencial para la TAV, así como la participación activa de los padres, se
encuentran en el núcleo de la TAV. Hoy en día el rol del profesional en TAV
ha registrado una evolución asombrosa.

LA CULTURA Y LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL


La cultura, como concepto amplio, involucra factor étnico, religioso, de
lenguaje, de raza, condición socio-económica, edad, género y estado de
capacidad/discapacidad, así como de estructura familiar y su dinámica. En todas
las naciones, las familias están cambiando y a veces la diversidad se convierte en
la norma. Los profesionales en TAV deben demostrar competencia multicultural y
entender esas tendencias (Rhoades, 2013). En la actualidad se requiere que los
profesionales demuestren interés, entendimiento y respeto por la cultura de cada
familia, incluido su comportamiento y estilos de interacción. Antes de iniciar
formalmente el trabajo, el profesional deberá de investigar con los integrantes de
la familia para conocer sus hábitos, costumbres, religión, etc.
Las sesiones en TAV deberán de reflejar actividades culturalmente sensibles,
de manera que faciliten una mejor participación de la familia (Paul y Roth, 2011) y
promuevan oportunidades de aprendizaje y resultados óptimos para el niño (Han
y Thomas, 2010). En general, los temas culturales más desafiantes que enfrentan
los profesionales son la raza, el idioma y la pobreza.
Es muy importante que los profesionales también se sensibilicen a los temas
de las familias que enfrentan dificultades económicas. Los niños de familias en
situación vulnerable generalmente cuentan con menos crecimiento en su
lenguaje, en relación con niños que cuentan con una mejor condición
socioeconómica (Hart y Risley, 1995; Leffler y Suskind, 2013). A través de todos
los orígenes étnicos, las familias uni-parentales parecen encontrarse entre las
más desfavorecidas y, por lo tanto, los niños tienden a enfrentarse a factores
cotidianos de tensión que afectan negativamente su desarrollo (Evans y Kim,

27
2013; Hirschl y Rank, 2015). Sin embargo, a través de la orientación de
profesionales, los padres económicamente desfavorecidos pueden desarrollar las
habilidades y técnicas que les posibiliten favorecer el crecimiento lingüístico en
sus hijos (Leffel y Suskind, 2013; Suskind, 2015). Para estas familias, los
profesionales en TAV a menudo requieren ofrecer una orientación parental más
intensiva, así como enrolar a una red social más amplia y comprometida de
amigos y otros integrantes de proveedores de servicios en la comunidad familiar.
Es un requisito esencial para cada profesional demostrar empatía y un
respeto incondicional para cada familia. Los profesionales más eficientes se
convierten en agentes culturales que valoran las diferencias de las familias con
las que trabajan.

LA TERAPIA AUDITIVA-VERBAL EN EL FUTURO


El día de hoy los profesionales aprovechamos el uso de la tecnología y de las
telecomunicaciones (telepráctica). Nos encontramos en la posición única de
aprovechar esta sinergia para mejorar la salud, el bienestar y las oportunidades
para todos los niños con pérdida auditiva y sus familias. Conforme la tecnología y
la neurociencia continúen colaborando para proveer accesibilidad con sonido de
gran calidad para niños con aparatos auditivos, implantes cocleares u otros
aparatos implantables, estaremos enfocando nuestras energías en llevar la tan
necesitada TAV a todos los niños y familias que así lo requieran. A lo largo y
ancho del mundo, audiólogos, patólogos del lenguaje oral y maestros de niños
con pérdida auditiva procuran su certificación como practicantes auditivo-verbales,
de modo que puedan atender las necesidades de muchas familias.
Estamos comprometidos con la unión de agencias, empresas, profesionales
de la salud auditiva, científicos, investigadores y familias, para optimizar la
audición, el pensamiento y el lenguaje verbal de niños con pérdida auditiva en
todos los países y en todas las culturas. Trabajamos a favor de un compromiso
global que asegure la provisión de TAV de gran calidad, a través de una
comunidad excepcional de éxito que fomente la alfabetización y los estándares
educativos que requieren todos los niños con pérdida auditiva. Conforme la TAV
continúe transformando las vidas de niños cuyos padres se comprometen a

28
atender las demandas de ser los primeros agentes de cambio, se irá requiriendo
más información de este enfoque, basándonos en evidencias y más acceso
directo e inmediato a programas basados en mejores prácticas.

29
3.2. Importancia del coaching

para padres
LA CAPACITACIÓN A PADRES

Uno de los mayores desafíos del terapeuta auditivo verbal es lograr transmitir a los
padres, que ellos son la pieza primordial en el proceso de habilitación auditiva y
desarrollo del lenguaje de su hijo. El trabajo en equipo con los padres, se realiza desde el
inicio del tratamiento, y su capacitación es uno de los excelentes resultados de la Terapia
Auditiva Verbal. El integrar y hacerles partícipes a los padres -y si se puede a toda la
familia- al tratamiento, es quizás el mayor desafío del terapeuta.
El momento de recibir el diagnóstico de hipoacusia de un hijo, los padres
normalmente se sienten devastados. Y es ese mismo momento, cuando ellos necesitan
comprender la importancia de su rol dentro de la terapia. La noticia les impide en ese
momento poseer la permeabilidad necesaria para asumir su nuevo rol -que les exigirá
adquirir nuevos conocimientos-, y adquirir una estabilidad emocional básica para afrontar
esta gran responsabilidad. Si se trata de padres que recibieron la noticia hace tiempo, y
han pasado por algún fracaso terapéutico, igualmente estamos frente a un desafío. Es
probable que estos padres estén buscando un nuevo terapeuta u otro tipo de abordaje
terapeútico. El tipo de terapia que les proponemos, les implica asumir un rol como
protagonistas en el proceso de aprendizaje; situación que puede resultarles inquietante y
es conveniente asegurarles una pronta recompensa. Cuando los padres sienten que son
ellos los forjadores del progreso de sus hijos hipoacúsicos, y los ven alcanzar su mayor
potencial en el desarrollo de habilidades auditivas y lingüísticas, interactuando en el
mundo de los oyentes, es cuando sienten que la hipoacusia de su hijo no es un grave
problema y pueden disfrutar de él. Así como para el terapeuta el compromiso y
dedicación a los padres, es una meta de la terapia.

LA PRIMERA ENTREVISTA

En la primera entrevista el terapeuta debe iniciar el camino para formar un equipo


efectivo con los padres. Terminada la anamnesis, explico en qué consiste la TAV. Les
hablo sobre sus orígenes en la díada madre hijo. Les adelanto que por un periodo de dos
meses deberán asistir a dos sesiones semanales a la consulta. Esto, da pie a explicarles,

30
la diferencia entre “sesión” -es decir cuando asisten con su hijo-, y los encuentros de
“capacitación a padres”, la parte que considero fundamental en esta terapia. Les comento
que pasado ese período de capacitación inicial, la frecuencia se reducirá a una “sesión”
semanal. Considero esencial hablar con los padres respecto de cuáles son sus
expectativas. Es común escuchar cosas como: “Quiero que mi hijo hable, que me diga
mamá” a lo que respondo: “¿Nada más?” “Bueno, me gustaría que pueda ir a un colegio
común”. Vuelvo a preguntarles: “¿Nada más?” Luego de escuchar dos o tres veces mi
insistente: ¿Nada más? Y a medida que se van relajando, confiesan que quieren que sus
hijos hablen muy bien, conversen, vayan a la escuela, tengan amigos; en definitiva que
sean felices, y puedan llevar una vida plena como un niño normooyente. El anhelo
máximo que se animan a verbalizar es el de que sus hijos accedan a tener una
trayectoria curricular sin problemas de integración. Ahí es cuando aprovecho para
incentivar a los padres, diciéndoles que es necesario mantener altas las expectativas, sin
olvidar las pequeñas metas a corto plazo.
Siempre escribo tal como lo hace Walker( 1995) las expectativas que tienen los
padres para su hijo, son una especie de pacto que guardaremos asentado en papel”. Las
metas y objetivos de la TAV y la importancia de los padres dentro de este proceso se
enumeraran a continuación. La capacitación requiere que sin dejar de ser padres, puedan
hacer de su entorno un lugar favorable, donde su hijo necesite escuchar, hablar y
comprender el poder de la comunicación
“Los verdaderos pacientes/ clientes de la Terapia Auditiva-Verbal son los
padres”
Los padres deben comprender que el hogar y el entorno familiar es el mejor lugar
para que un niño aprenda a escuchar y hablar. Y que es por ello que sus padres
necesitan aprender las técnicas y estrategias, para que la vida cotidiana sea realidad. Los
padres deben llegar a la conclusión de que no es en la consulta donde su hijo va a
aprender a escuchar y hablar. El niño debe interactuar e integrarse con su entorno. Para
afianzar su esperanza, les muestro videos; casos exitosos similares en edad y
características a las de su hijo. No tiene sentido mostrar un video con los excelentes
resultados de un niño que fue implantado a temprana edad, cuando ellos están
consultando por un niño que tiene 3 años y medio, que no está adaptado auditivamente y
que todavía no inició ningún tratamiento. Es necesario escuchar con atención a los
padres, no subestimarlos, hablarles en términos concretos que se ajusten a su realidad,
pero teniendo presente qué es lo que les va a dar la fuerza para seguir o para creer.
Al final de esta primera entrevista, los padres sabrán si quieren continuar con los
pasos necesarios para de iniciar el tratamiento. No es necesario que lo confirmen ese
día; pueden tomarse un tiempo para pensar y decidir. Y si se deciden ¡empezamos!

31
AUDIOLOGÍA

El término “capacitación a padres” lo utilizo para nombrar un espacio donde


buscaremos establecer ese equipo efectivo (padres, familia, niño hipoacúsico y
terapeuta) indispensable para llevar adelante una importante misión. Es un tiempo
ineludible para conocernos, plantear el rol que cada uno va a ocupar dentro de la terapia.
El terapeuta debe tener la flexibilidad suficiente para captar las necesidades del ánimo
del equipo día a día, reunión tras reunión. En no pocas ocasiones, los padres van a llegar
a la sesión tristes, desanimados (están haciendo un duelo). Lo más probable es que en
esos momentos, por más esfuerzo que hagan, no estén en condiciones para adquirir
información nueva, quizás sólo necesiten hablar de sus sentimientos, preocupaciones y
como terapeuta me comprometo a acompañarles y escucharles ya que les va a llevar
tiempo adaptarse al dolor de tener un niño que no es tan “perfecto” como lo soñaron.

VAMOS A LO TÉCNICO

Para la capacitación a padres utilizo una presentación que me ayuda a recordar,


cada uno de los temas que considero relevantes. En términos generales los temas que
desarrollamos son los siguientes:
1. Audición: explico con imágenes la anatomía y funcionamiento del sistema auditivo
periférico, dividiéndolo en oído externo, medio e interno.
2. Les explico con imágenes que escuchamos con la corteza auditiva o “audición
consciente”. Los oídos son sólo el vehículo de entrada del sonido. Los audífonos
y/o los implantes cocleares sustituyen a los oídos, son una importante herramienta
de acceso, pero cuando hay problemas de audición lo que se debe trabajar es el
proceso de información que le llega a la vía y/o la corteza auditiva.
3. Los tipos y causas de hipoacusia:
Conductivas (otitis, tapones de cera, objetos extraños, otras)
Neurosensoriales (genéticas, congénitas, enfermedades)
4. Los grados de hipoacusia: leve, moderada, severa, profunda. Muestro una
audiometría tonal con audición normal, que permite compararla con la audiometría
de su hijo y así conocer el grado de severidad de la pérdida auditiva. El
audiograma de sonidos familiares es muy útil para facilitar la comprensión y
visualizar qué niveles de audición debería tener su hijo, para que pueda acceder a

32
escuchar todos los sonidos. Es indispensable que los padres tengan presente que
para que un niño aprenda a hablar debe escuchar –siempre- en forma completa y
constante, para que un niño hipoacúsico aprenda a hablar, necesita y tiene que
aprender a escuchar de forma completa y constante. Ni muy fuerte ni muy suave,
debe escuchar claro, todo el rango de frecuencias, y debe poder escuchar en
ruido. Cuando surjan dudas respecto a sus respuestas, es decir confusiones
auditivas, omisiones, o faltas de respuestas, es conveniente recurrir a este tipo de
gráficos para que los padres comprendan los motivos.
5. Les explico las diferencias entre equipamientos auditivos
Audífonos: Amplificadores.
Implante Coclear: Estimula a través de impulsos eléctricos el nervio auditivo
El audífono amplifica el sonido, hace que los sonidos ingresen en la cóclea más
fuertes. En las hipoacusias severas y profundas, hay muerte de las células
ciliadas que reciben estos sonidos, por lo tanto, por más que amplifiquemos, si no
hay células receptoras no se pueden captar estos sonidos. En estos casos, el
equipamiento más adecuado es el implante coclear.
6. A continuación les explico el impacto de la hipoacusia y las limitaciones sonoras:
 Limitaciones para acceder al medio ambiente:
Seguridad (alarmas, sirenas, tráfico).
Sociabilización: teléfono, anuncios, altoparlante.
Recreativas: música, TV, películas, deportes, conciertos, etc.
 Limitaciones para acceder al lenguaje
Aprendizaje: lenguaje, conocimientos, lectura, escritura, tomar apuntes.
Comunicación: comprender, expresarse, vocabulario, inteligibilidad.
Social: expresiones, atención, lenguaje cotidiano, modismos.
7. Explico cuáles son las variables significativas que incidirán en los resultados:
 Edad del diagnóstico.
 Edad de inicio del programa educativo.
 Causa y grado de la pérdida auditiva.
 Seguimiento audiológico.
 Equipamiento adecuado.
 Capacidad auditiva.
 Salud del niño.
 Estado emocional de la familia.
 Participación activa de la familia.
 Habilidades y capacitación de los profesionales.

33
 Trastornos agregados.
 Capacidad de aprendizaje.
 Nivel intelectual.
8. El paso siguiente, es hablar del aula durante el periodo de escolaridad. La
posibilidad de utilizar en el aula sistemas de frecuencia modulada (FM) para
mejorar la relación “señal-ruido”: En general las aulas son ruidosas, activas y
congestionadas. La voz del docente es de 65 dB, y el ruido en una clase es de 60
dB. Para que el niño pudiera oír al profesor este debería “gritar” superando
continuamente los 75-80 dB, pero esta situación es imposible. Cuando el profesor
habla a los alumnos a 65 dB, su voz es sólo 5 dB más alta que el ruido y para el
niño no es suficiente. Estos inconvenientes en el aula conllevan a:
 Esta situación se mantiene el 45% del día en actividades de escucha.
 El niño en el colegio, debe recibir la voz del profesor en forma clara y
continua.
 La buena audición es básica en su aprendizaje.
 La mayoría de las aulas no tiene una buena acústica.
Para eso es imprescindible el uso de un sistema de FM
9. Terminadas las explicaciones básicas, se establecen pautas y términos de lo qué
es la Terapia Auditiva Verbal.

LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL

“Los niños hipoacúsicos pueden aprender a escuchar y a hablar”. Siguiendo esta


premisa, en las siguientes reuniones explico en qué consiste la TAV. Partiendo de que
escuchamos con “el cerebro” corteza auditiva o audición consciente, les explico por qué y
cómo tienen que estimular a sus hijos en sus hogares. Como con el bloque anterior,
trabajo con imágenes que desarrollo en sesiones individuales:

 La privación auditiva afecta el desarrollo normal de la vía auditiva y la corteza


auditiva.
 El adecuado uso del equipamiento protésico ayuda al desarrollo cerebral.
 El sistema auditivo central requiere input acústico para su desarrollo
completo.
Lograremos hacer realidad nuestro lema a través de un diagnostico precoz,
intervención temprana, tecnología adecuada, dedicación de padres y profesionales. Aquí

34
vale aclarar a los padres que existe un tiempo crítico para lograr los mejores resultados, y
ese tiempo se ubica entre los 0 a 3 años. Esa es la etapa de mayor neuroplasticidad, en
la que aumentan las conexiones neuronales por las experiencias, y el cerebro madura a
través de la interacción con el mundo externo. La intervención temprana estimulará el
desarrollo del sistema nervioso central. A esa edad, los padres son “el mundo” del niño.
Por lo tanto ellos son el engranaje principal que hará funcionar este proceso. Junto a
ellos, la familia inmediata (hermanos) y la más amplia (primos, tíos, abuelos) deberían
cooperar para que el niño esté continuamente bien estimulado. No está de más
programar sesiones con hermanos y abuelos, para que ellos participen y cooperen con la
terapia.
El objetivo de nuestro equipo es hacer realidad el lema: Los niños hipoacúsicos
pueden aprender a escuchar y a hablar, para ello debemos mantener expectativas altas y
continua motivación. Los padres no pueden conformarse con resultados pobres que
dejen a su hijo a medio camino. Y como terapeutas es nuestro deber mantenerlos
motivados. Toda una familia motivada, ayudará a sostener este objetivo de manera más
eficaz, que si trabajamos sobre individualidades.

¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?


Logrando que el niño tenga acceso a todos los sonidos del habla con sus dispositivos
de ayuda auditiva, para que tenga la posibilidad de desarrollar su lenguaje a través de la
audición.

¿CÓMO SEGUIMOS?
Padres y terapeuta trabajando como un equipo efectivo, al que iremos incorporando
a otros miembros de la familia.

¿A QUÉ APUNTAMOS?
A que nuestro niño aprenda a escuchar y a hablar siguiendo el desarrollo normal sin
importar la edad que tenga.

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Escuchar Hablar

N acimiento
D etección

Alerta Auditiva Llanto


Atención Auditiva Sollozo
Localización Sonreír
Reír
D iscriminación V ocalizar
Balbucear
Feedback Auditivo
M onitoreo de V oz I mitación
Secuenciación Jerga
Patrones de Proces.
Primeras Palabras

1er año
Comprensión Combinación de dos
palabras, frasear,
oraciones y
conversación

Comprensión de Gramática perfecta


alto nivel
6 años
D oreen Pollack (1985)

Desarrollo fonético en niños con audición normal

36
Desarrollo del vocabulario en niños con audición normal. Vocabulario Comprensivo

Edad años Nº palabras

1.5 300

2 500

2.5 900

3 1.500

4 2.000

5 2.500

6 2.800

7 13.000

Gard, et al (2000)

Vocabulario Expresivo. Ritmo de Adquisición.

12 meses Primera palabra

18 meses 20-100 palabras

2 años 300 palabras

3 años 900 palabras

4 años 1500 palabras

5 años 2500 palabras

Para acceder a un nivel alto educativo, el niño necesita usar expresivamente 10.000
palabras. Hart y Risley (1995) calcularon que para los 4 años, un niño con audición
normal escuchó más de 46 millones de palabras. Howard (2000) estimó que un niño con
audición normal aprende aproximadamente diez nuevas palabras cada día, o
minimamente una palabra nueva cada hora y media. El niño de audición normal de entre
5 y 6 años aprende 28 palabras por día.

37
¿Y AHORA? ¡MANOS A LA OBRA!
Los padres tienen un rol primordial en la TAV, requiere que ellos interactúen con el
niño utilizando lenguaje hablado, no gesticular. Para eso necesitan crear un ambiente
auditivo que facilite al niño el aprendizaje.
Los factores que deberán tener en cuenta para crear un ambiente auditivo adecuado:
 Reducir el ruido ambiental.
 Sentarse al lado del niño, cerca del mejor oído.
 Hablar cerca del micrófono del dispositivo.
 Hablar con voz tranquila y natural a una intensidad normal.
 Usar lenguaje repetitivo y rico en melodía, expresión y ritmo.
 Utilizar la técnica de realce acústico para incrementar la audibilidad del mensaje.
Los padres siguen aprendiendo…
 La habilidad de escuchar se debe enseñar.
 La TAV se enfoca en la educación, guía, defensa, apoyo familiar y la rigurosa
aplicación de técnicas y estrategias, condiciones y procedimientos que promuevan
la adquisición óptima del lenguaje a través de la audición.

LAS TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS QUE LOS PADRES


APLICARÁN EN LA INTERACCIÓN CON SUS HIJOS

Para que escuche todo el tiempo


 “Escuché”: Se relaciona con la técnica que sigue a continuación. Por ejemplo:
Cuando un ruido ya pasó, el papá le llama la atención al chico y se señala la oreja
diciendo: “¡Escuché un perro! ¡Escucha!”
 “Escucha”: “La mamá se señala la oreja y le dice ¡escucha! ¡escucha!, “ch ch
uuuuuuuu” escuché un tren. (Sin que el niño vea el juguete). Escucha es un tren
ch ch uuuuuu. Hasta que, con sus gestos; seguramente con una sonrisa, el chico
le va a mostrar que si, que lo está escuchando. Entonces le muestra el tren y
vuelve a decirle: ¡Es un tren! ch ch uuuuuuuu para que asocie el sonido que
escuchó con el objeto.
 Sabotaje: La TAV enseña inicialmente a hablarle al niño en frases repetitivas. Por
ejemplo: “¡Uno, dos y… treees!”, cuando el chico ya repite de manera automática
esa frase debemos sabotearla. Y observar cómo reacciona si la mamá le hace
una trampa y le dice “¡Uno, dos y… ocho!”. ¿Le responde con un “nooo”?¿Se

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ríe?¿Detecta la variación en la frase? Si no lo hace, no está prestando atención o
no está escuchando, y nuestro objetivo es que escuche todo.
 Modelar con otro: Como terapeuta, en sesión quiero enseñarle a que complete la
frase: “uno, dos y…” y el niño me mira, pero se queda callado. No me detengo en
él sino que continúo con su mamá “uno, dos y…”, seguramente ella pondrá el
“¡tres!”. Sigo con su papá, quien nuevamente completará mi frase. Así vuelvo a él,
que espera su turno para imitar lo que hicieron los adultos.
 Madrecía: Hablarle con distintos tonos de voz, como jugando llamará más la
atención del niño, que si los adultos se dirigen a él de manera monocorde.
Hablarle como una mamá le habla a su bebe recién nacido.

Para que le resulte más fácil


 Crear un ambiente auditivo adecuado sin ruido.
 Acercarse.
 Cambiar de formato abierto a formato cerrado.
 Madrecía.
 Realce Acústico: Susurro al oído. Enfatizar una palabra. Cambio de
frecuencia/pitch. Hablar cantando.

Para el momento de juego y en rutinas diarias


Las dos estrategias funcionan muy bien:
1. Usar frases familiares, por ejemplo: “¡Pum! ¡Se cayó!”. A medida que pasa el
tiempo complejizar, y utilizando esa misma frase, hacerla más compleja, agregarle
términos: “¡Pum! ¡Se cayó al piso! ¿Se rompió? ¿A ver? ¡Nooo! ¡Está sano!”.
2. Comentarista de radio: mientras un adulto interactúa con el niño, comenta en voz
alta y clara, y en lo posible utilizando madrecía en todos sus movimientos. Por
ejemplo: “¡Vamos a hacer fideos! Agarramos una olla, le ponemos agua ¡sólo
hasta la mitad!, encendemos una cocina y ponemos la olla al fuego. ¡No tocamos
la olla porque quema! ¡Ay! Quema.

Algunas técnicas para que responda a los estímulos que le


planteamos

39
 Pausa y mirada expectante. Darle tiempo para que procese la información que le
brindamos. Quedarse mirándolo y decirle con la mirada; te estoy esperando,
contestame.
 Disimuladamente taparse la boca con la mano o con un juguete. Los niños
hipoacúsicos pueden generar una habilidad especial para leer los labios. Tenemos
que asegurarnos de que escuchan, no que nos estén leyendo los labios.
 Cierre auditivo. Jugando, decimos una primera parte de una frase conocida, de
una palabra y nos quedamos mirándolo para que él la complete.
 Modelado con otro.
 Ayudarlo, pero sin decirle la palabra que espera. Cuando es más mayor podemos
utilizar otras técnicas para que él solo se exprese. Para eso le hablamos y le
damos pistas:
 Darle la categoría. Por ejemplo “es un lugar”.
 Describirlo, como si se tratara de una adivinanza: “Usa sombrero negro, hace
magia con una varita, y vuela en una escoba”.
 Darle el opuesto: “no se come caliente”.
 Darle 2/3 opciones: “Puede ser un caballo, un perro o un gato ¿Cuál es?”
 Para mostrarle y acompañarlo al siguiente nivel
 Modelar completando lo que dijo: Si, es un auto grande, azul.
 Expandir sus producciones: El chico se cayó de la bicicleta.
 Estimularlo a que repita el modelo.
 Para que no pregunte qué todo el tiempo y preste atención, no hay que repetirle lo
que uno acaba decirle. Hay que pararse y preguntarle “¿Qué escuchaste?”.

¿DÓNDE, CUÁNDO Y CÓMO LO HACEMOS?


No hay mejor lugar en el mundo para que un niño hipoacúsico aprenda a escuchar y
a hablar que su casa. Con algunas técnicas correctamente aplicadas el tiempo en casa
dará los mejores frutos.

Los cuatro puntos que siempre debemos tener presentes son:


1. Input. Proveerle lenguaje apropiado, o input. Por ejemplo si queremos que
comprenda: “¡Chau!” Debemos decirlo cada vez que se de la posibilidad.
2. Comprensión. Hemos dado y repetido infinitas veces como input una palabra
(seguimos con el ejemplo de “chau”). Vamos a estar atentos hasta percibir algún

40
signo de comprensión. Cuando este se de, en este caso será que diga “chau”
con la mano. Instantáneamente, pasaremos al siguiente nivel:
3. Expresión. En el mismo momento en que confirmamos que está comprendiendo
esa palabra vamos a estimularlo para que además intente expresarse.
4. Que se exprese más completo y más claro. Una vez que ya balbucea por si solo
su aproximación a la palabra “chau” podemos mostrarle el nivel siguiente. Por
ejemplo: “Chau mamá”, “chau tren”… etc.

¿INPUT? ¿DE QUÉ LE HABLAMOS?


De lo que hacemos todos los días. El chico necesita tener temas sobre los que
hablar. A ese material, o input, se lo van a proporcionar los padres. ¿De dónde vamos a
sacar esos inputs? De las cosas básicas con las que aprende un bebé; de sus rutinas.
Las rutinas son muy valiosas para el desarrollo del lenguaje, se deben aprovechar para
desarrollar objetivos y estrategias auditivas. Inmersos en sus rutinas los chicos pueden
predecir lo que pasará después. Por lo tanto son ideales para utilizar la técnica de
sabotaje.

RUTINAS DIARIAS
Las rutinas diarias son situaciones de la vida y de su cuidado que se repiten sin
importar cómo sea el día por ejemplo: cambiarle los pañales, darle de comer, bañarlo,
vestirlo. hacerle dormir, ordenar su cuarto

RUTINAS DE JUEGO
Además de las rutinas básicas que se desarrrollarán en torno al comer, higienizarse,
ir a dormir, se deben adoptar y diseñar rutinas de juego apropiadas a cada edad, con
objetos y frases apropiadas que apoyen las interacciones padres–hijo. Utilizar las
estrategias auditivas apropiadas. Utilizar frases claves y agregar lenguaje, utilizar
juguetes como bebé con biberón, una mantita y una cama, autobús o camión con
personas, animales y bloques, granja con animales, personas y un tractor, juego de té
con platos, tazas, servilletas y comida.

RUTINAS SOCIALES
En estas rutinas se deben aprovechar las interacciones y acontecimientos que
ocurren en la vida familiar, en reuniones familiares, cumpleaños, saludos, paseos, ver

41
fotos de eventos de familia para enriquecer el vocabulario, hablar de experiencias
pasadas, incrementar la memoria auditiva, relatar sucesión de hechos etc. Con las fotos,
es recommendable armar el libro del niño, a manera de diario íntimo, como un registro
con el que él puede jugar, relatar sus experiencias y actividades.

SONIDOS PARA APRENDER A ESCUCHAR


Los sonidos para aprender a escuchar (SPAE) y las frases familiares, se utilizan para
maximizar la habilidad del niño para aprender a través de la audición.
 Ayudan en la percepción de sonidos.
 Son precursores del habla.
 Destacan rasgos suprasegmentales y segmentales.
 Facilitan la comprensión del lenguaje.
 Favorecen la imitación.
 Ayudan en la producción de las primeras palabras.
 Enseñan los turnos del habla, y algunos aspectos pragmáticos del lenguaje

Los SPAE se eligen a partir de las propiedades acústicas específicas de las vocales,
fácilmente audibles para la mayoría de niños con audición en frecuencias graves. Los
sonidos iniciales del desarrollo normal (a, u, i, b, m) son utilizados en terapia como los
sonidos para aprender a escuchar.
Otros sonidos para aprender a escuchar son consonantes con picos de energía
agrupados en los rangos de frecuencias medias agudas. Si se cuenta con óptima
tecnología de ayuda auditiva, estos sonidos son muy fáciles de escuchar por la mayoría
de los niños. Además son agradables de escuchar y fáciles de decir y cantar.

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Sonido Objeto Canción Rutina/Lenguaje

Aaaaaaa Avión Había una vez Sube, sube, baja, bajaaaaaaa


un avión ¡Está volando!!!!
1, 2 y… 3!
Da vuelta y vueltas (hélice)

J Serrucho Con mi serrucho Corta corta corta


¡Ay me duele!
¡No! ¡no, me cortes, serrucho!

Mmmuuu Vaca Una vaca se Camina, camina, camina


compró una flor ¡Salta! ¡Salta!l a vaca
¡Shhh! Está durmiendo
¡Despertáte vaca! ¡Hola vaca!
Dale un beso
¿Querés comer? ¿Querés más?
¡Está comiendo la vaca!

Es importante que los padres utilicen madrecía cuando se comunican con su hijo
para que el sonido sea más audible, claro e interesante. Que implementen todas las
estrategias auditivas. Que respeten los intereses y liderazgo del niño y le describan la
vida (comentarista de radio). Que agreguen información a frases familiares claves. Que
utilicen palabras reales, y pronto incrementen los niveles de vocabulario. Por ejemplo:
 ¡Chau! ¡Adiós! ¡Hasta luego! ¡Nos vemos!
 ¡No hay más! ¡Se acabó! ¡El frasco está vacío!
 ¡Uy! es grande…es enorme, es gigante ¡es inmensa!

REQUERIMIENTOS PARA LA REALIZACIÓN DE LOS SONIDOS


PARA APRENDER A ESCUCHAR
Para la realización de SPAE se deben seguir las siguientes pautas:
1. Seguir la Rutina de las 5 Ex (Caleffe-Schenk, 2005) Expose (exponer). Expect
(expectante). Experience (experimentar). Expand (expandir). Expressive
(expresar).
Lo hacemos con frases simples, los niños necesitan escuchar cómo se usan en
conjunto los sonidos del habla. Los patrones de entonación y los suprasegmentos
son fundamentales para entender los significados. A continuación ponemos
algunos ejemplos: ¡Uy! Se rompió ¡No! no se toca Shhh… A dormir ¡Brrrr!
Qué frío!
¿Dónde está? ¡Dame un beso! ¡Pum! ¡Se cayó! ¡No hay más!
¡Puf! ¡Que olor! ¡A guardar! ¿Me lo das? ¡Abrí la puerta!

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Hay que prestar especial atención, porque comprender órdenes y frases
cotidianas a través de la audición ofrece información diagnóstica acerca del
desarrollo auditivo del niño.
2. Creando una experiencia auditiva con frases como: ¡Arriba!... ¡Ven Arriba!...
¡Estás andando a caballo!.. Chasquido (SPAE) ¿Quieres más? Uyyy!... 1,2 y 3…
Canción del caballito… El caballito camina, camina…… El caballito corre, corre,
corre…..¡Abajo, vamos abajo!
De la sesión en la que desarrollamos el tema de los SPAE y las frases familiares,
los padres se llevan anotadas listas, como guías de todos los sonidos y frases que
su hijo debe escuchar, para luego comprender y así poder expresarse mejor.
3. Las primeras palabras. El vocabulario inicial es más selectivo y está relacionado
con personas importantes y ciertos objetos. Hay que tener en cuenta las
necesidades y utilizar la técnica de expansión
4. Vocabulario. Es importante hablarle al niño en un nivel superior al nivel de
vocabulario que posee para el desarrollo de sus habilidades de lenguaje. El niño
de audición normal entre 5 y 6 años aprende 28 palabras por día.
5. Combinar palabras a través de las técnicas de modelado y expansión, desde los
comienzos, el niño escucha los niveles sintácticos y semánticos del lenguaje
hablado. Así aprende a combinar dos, tres, cuatro palabras en frases simples y
oraciones.
6. Aprender a conversar. Una meta importante de la TAV es desarrollar la
competencia conversacional. Los niños y sus familias, aprenden técnicas y
estrategias para desarrollar habilidades conversacionales que involucran
conocimiento social y habilidades de lenguaje, razonamiento y pensamiento de
niveles superiores. El niño estará altamente influenciado por las interacciones
conversacionales que mantiene con los adultos. Para poder interactuar con
facilidad, deberán cumplirse los siguientes requisitos:
 Establecer el contacto visual adecuado.
 Contar con los recursos extralingüísticos necesarios.
 Saber respetar turnos de habla.
 Compartir la conversación con otros participantes.
 Realizar comentarios relevantes.
 Respetar y comprender las transiciones adecuadas a otros temas.
 Iniciar conversaciones o introducir nuevos temas a la conversación.
 Preguntar y responder preguntas.
 Replicar o formular ideas.

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 Reparar una conversación o pedir aclaraciones.
 Adecuarse a diferentes audiencias y situaciones.

Iniciadores de conversaciones, pueden ser:


 Fotos.
 Figuritas.
 Cuentos.
 Sorpresas en la mochila, debajo de la almohada, o de su plato.
 Ropa con dibujos o personajes, peinados/gorras, que llamen la atención de
los adultos, para que le hagan un comentario cariñoso sobre su aspecto.
 Sabotaje.
 Libro del niño.

Los cuentos y libros, son un recurso fabuloso.


 Condicionan al niño a asociar la lectura con el placer.
 Contribuyen al conocimiento de fondo.
 Mejoran su vocabulario y gramática.
 Ofrecen información.
 Mejoran el tiempo de atención.
 Estimulan la imaginación.
 Mejoran las posibilidades de una buena integración escolar y de su futuro
laboral.

UN EQUIPO EFECTIVO
¿QUÉ SIGNIFICA, Y CUÁL ES EL ROL DEL TERAPEUTA PARA
CONSTRUIR UN EQUIPO EFECTIVO?
El terapeuta debe generar un ambiente donde los padres se sientan cómodos, para
poder comunicar sus necesidades específicas y expresar sus preocupaciones. Debe
alentarlos a formular las preguntas que sean necesarias hasta que hayan comprendido
completamente lo que están tratando. Padres y terapeuta pueden estar de acuerdo o no
en algunos puntos y todos los componentes del grupo deben contar con la libertad
suficiente como para hacer sugerencias que modifiquen alguna actividad de la terapia en
beneficio del equipo. Deben sentirse cómodos tanto en liderar como en seguir reglas
durante la terapia. Algunas sesiones pueden no incluir un trabajo directo con el niño,

45
cuando hay asuntos para discutir. Ambos reconocen el valor del tiempo empleado para
hablar. Las pausas largas no tienen que ser silencios incómodos.
El terapeuta debe hacer respetar su trabajo, sus horarios y la asistencia a terapia
refleja el compromiso de la familia. El terapeuta debe poder confiar en que los padres han
seguido las ideas propuestas en la terapia sin preguntarles o chequearlos. Ellos reportan
las observaciones del niño fuera del contexto de la terapia. Deben negociar y establecer
estrategias para el manejo de la conducta del niño. Presentarse como un “frente unido” al
niño en función de los límites en la conducta y las expectativas para el habla y el
lenguaje.
Un buen equipo conlleva que un observador podría no saber cuál de los adultos es el
terapeuta y cuál es el padre en varios momentos de la sesión porque ambos están
jugando un rol activo. Los padres deben irse de cada sesión con objetivos para la
semana, ideas, información nueva y apoyo.

Sugerencias para el día a día


 No anticipar las necesidades del niño, dejarlo que él pida.
 Utilizar pausas con frecuencia y hacerlas muy largas.
 No hacer “preguntas de prueba”. No cansar al niño con pruebas inútiles.
 Cantar mucho.
 Contarle diez cuentos por día.
 Incrementar sus expectativas.
 Alentar al niño para que pida repeticiones.
 Ser muy expresivo con la voz.
 Utilizar palabras específicas.
 Evitar que el niño sienta que es el centro de atención.
 Evitar la rutina.
 Establecer límites firmes y pautas de conducta.
Todo esto tiene como objetivo primordial el capacitar y guiar a la familia para que
disfrute jugando y divirtiéndose con su hijo.

HIPOACUSIA Y CONDUCTA

En 2002 Talbot, concluye que la hipoacusia por sí misma no causa problemas de


conducta. Sin embargo cómo reaccionan las “autoridades” frente a la hipoacusia pueden
causar problemas que desencadenan en mala conducta del niño. La culpa o lástima en
los padres tienen hace que sean permisivos o reduzcan las expectativas de una conducta
46
apropiada. Por lo tanto, deben fijarse límites y consecuencias consistentes para
conductas inaceptables. En toda conducta negativa, los patrones negativos tienden a
empeorar y tornarse incontrolables.
En el caso de niños con hipoacusia, hay que ser especialmente cuidadosos porque
los problemas de conducta pueden convertirse en factores que inciden negativamente en
el desarrollo del lenguaje, o hasta impiden y detienen el mismo. Los padres deben tener
la seguridad de que su niño comprende su imposición de límites a pesar de su lenguaje
limitado.

EL DUELO
El duelo no tiene un espacio ni un momento en especial dentro de la terapia, pero
mientras se va realizando la capacitación, los padres están realizando su duelo y van
atravesando diferentes etapas. Sólo es necesario ejercitar la empatía, para saber cuándo
necesitan hablar y de qué, cualquier momento puede ser beneficioso para ayudarles en
esa situación.

PADRES E HIJOS
Es esencial, para el éxito de la terapia, trabajar desde el principio en restablecer el
vínculo entre padres e hijos. Si hay dificultades a nivel de vínculo se complejiza la
comunicación. Como terapeutas sabemos que cuando unos padres escuchan el
diagnóstico de hipoacusia, automáticamente dejan de tratar a su hijo naturalmente.
Algunos dejan de hablarle, de cantarle, de jugar con él. Lo miran de otra manera,
necesitan testearlo permanentemente, etc. Todo ese gran cambio afecta el vínculo. Es
necesario prestarle atención y trabajar en este aspecto. Si el terapeuta lo considera
necesario, no hay que demorar una consulta con un especialista.
Hasta aquí llegan las dos presentaciones básicas que les brindo a los padres. Una
vez que comprenden por qué y cómo deben estimular en sus hogares a sus hijos,
planeamos una guía para organizarse. Esta guía se planifica, conociendo las
características, costumbres y modalidades de cada familia, desarrollamos juntos lo que
sería “un día común” en la vida de su hijo.

EMPEZAMOS A ORGANIZARNOS
Comenzamos repasando juntos sus rutinas para que tengan la libertad de cuestionar
y revisar mis sugerencias. Evaluamos en qué momento podemos desarrollar actividades
sin dejar de ser personas, profesionales, mamá, papá y hermanos sin dejar de vivir.
Estimamos el tiempo que le deben dedicar a cada actividad, teniendo en cuenta las

47
características individuales de su hijo. Aprovechamos esta instancia, para brindarles a los
padres otra posibilidad de comprender, y reafirmar cómo aplicar objetivos y las
estrategias semanales. Las sugerencias concretas los ayudarán a manejarse con más
naturalidad, sin culpa, en relación a la estimulación de sus hijos. Para algunos, planificar
será una hoja de ruta en el inicio de la terapia, que ayudará a incorporar unas “maneras
de hacer las cosas” a la forma de vida familiar. Otros no necesitarán de este paso, y
debemos respetar sus decisiones; no olvidemos que tratamos con adultos. Con la TAV
apuntamos a que todo sea cotidiano y natural.

¿CÓMO DEBERÍA SER LA ESTIMULACIÓN DIARIA?


Los padres que percibo desorientados por las nuevas responsabilidades,
bosquejamos cómo podría ser la estimulación diaria. Una vez al día y sin demorar más de
tres minutos se hará un Test de Ling. Cuando los padres confirman que su hijo está
escuchando bien pueden empezar con las rutinas diarias. Rutinas diarias: elegir dos por
día -una a la mañana y otra a la tarde- para desarrollar a conciencia. No deben tomar
más de 25 minutos cada una. Por ejemplo, a la hora de acostarse, se pueden usar los
siguientes términos:cama, mesa de luz, pantuflas, lámpara, almohada, cansado, sueño,
pijama, cuento/libro, acuéstate, tapate, sed, ordena, oso, muñeco, elegir, implantes,
ventana, luna.

Cada semana se hará hincapié en alguna rutina nueva, practicada y elegida durante
la sesión de terapia con el niño.

LAS EXPRESIONES Y ÓRDENES QUE VAN A NECESITAR


Vamos a la cama. Es hora de ir a la cama. Ponte el pijama. Ponte las pantuflas.
Guarda tus zapatos en el cajón. Ordena tus juguetes. Asómate a la ventana a ver si está
la luna. Hay estrellas en el cielo. ¡Es de noche!!! ¡Hay que ir a dormir! ¿Estás cansado?
¿Tenés sueño? Metete en la cama. ¿Tienes sed? Vamos a buscar algo para tomar.
¿Querés un vaso de leche o de agua? ¿Con quién quieres dormir? Elige un muñeco.
Acuéstalo en la cama. Apóyalo en la almohada. ¿Quieres elegir un libro? Sácalo de la
biblioteca. Pon las zapatillas al lado de la cama. Acuéstate y tapate. Te cuento el cuento y
después te duermes. Hasta mañana. Que sueñes con los angelitos. Mañana te despierto
para ir al cole. Quítate tus implantes. Ponlos en la mesilla.
 Las rutinas diarias pueden abarcar el bañarse, cocinar, prepararse para ir al
colegio utilizando la técnica “comentarista de radio”, se irá aplicando y sumando el
vocabulario, de cada una de esas rutinas.

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 A las actividades puramente rutinarias se le deben sumar rutinas de juego. Elegir
una por día y dedicarle unos 20 minutos. Para los bebés la rutina será jugar con
los SPAE.
 Las rutinas sociales, cuando se den, se pueden cambiar por una de las rutinas
diarias.
 Tres veces por semana, aunque lo ideal sería hacerlo todos los días, dedicarle
unos quince minutos al Libro del Niño.
 Los cuentos son una herramienta fundamental, cada familia escribe cuántos
piensa que puede contarle a su hijo por día.
 Las canciones deben estar presentes todo el tiempo. Se pueden, y deben cantar
muchas por día, en cualquier momento.
 Estimulación fonética dedicándole no más de 7 minutos diarios. Hacerlo dentro de
una de las dos rutinas diarias.
 Fonema de la semana tenerlo presente además en todo momento de estimulación
a conciencia.

Es muy importante tener en cuenta


 Todo se debe realizar sobre la base de la conversación.
 Tener en mente los objetivos semanales.
 Pensar en el vocabulario, y hacer la lista de palabras.
 Incorporar continuamente frases ,expresiones y órdenes nuevas
 Usar las estrategias.
 Seguir la iniciativa e interés del niño.
 Jugar en un ambiente auditivo ideal.

No olvidarse de que el objetivo es aprender de forma amena


Para eso se puede conversar, usar distintas estrategias, jugar a cambiar roles,
favorecer la producción del niño. Pero sobre todo es importante hablar siempre con
oraciones, no con palabras sueltas. Toda pregunta que haga cualquier miembro de la
familia debe ser contestada con una respuesta larga. Esta es la forma de brindarle un
modelo adecuado para cuando él necesite iniciar conversaciones. No es necesario que el
niño conteste en forma de oración, sólo deben hacerlo los adultos.

49
LA TERAPIA AUDITIVA VERBAL EN ACCIÓN

LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES EN LA SESIÓN DE TAV


Los padres pueden contratar al mejor terapeuta, pero si ellos no ponen en práctica lo
que se les transmite y aprenden en sesión, los resultados variarán. La capacidad de
dialogo que llegue a desarrollar un niño, está íntimamente relacionada a la intervención
de sus padres en la terapia. Tal como lo señalan Anderson Y Smaldino (2000); son los
padres, con su participación, los que generan la magia de los resultados. Su presencia,
su correcta y constante transmisión de lo aprendido en la terapia es clave para obtener
resultados eficaces.
En consulta es habitual escuchar a los padres decir “sin usted no podríamos” o “no
hubiéramos podido”, la respuesta que tengo es “si ustedes no hubieran confiado en mí, y
no hubieran hecho lo que les transmití, su hijo hoy no sería el que es”. Partiendo de esta
base, y de las metas que dejamos escritas en la primera entrevista, los padres
comprenden la necesidad de involucrarse y comprometerse en el tratamiento. Esto es
solo un comienzo, y no es tarea sencilla. Se deben controlar variables que permitan la
continuidad de esta premisa y sobre todo hay que observar las diferencias de
personalidad, estados de ánimo, sentimientos relacionados a las distintas etapas del
duelo, situaciones económicas de la familia, situaciones matrimoniales, situaciones
inesperadas de manejo de conducta del niño y su actitud. Todo puede influir
negativamente en el compromiso y participación de los padres en el tratamiento, en el
pacto establecido en el equipo efectivo que intentamos formar.
Basada en mi experiencia, considero crucial contar con un día fijo a la semana,
durante los dos primeros meses de tratamiento, donde tener un espacio para abordar y
comprender las cuestiones que pueden estar interfiriendo en la terapia. Es por esto que la
empatía debe ser una de las cualidades esenciales de un terapeuta dedicado a la TAV.
Este espacio específico, nos da más posibilidades de dedicarnos en sesión con el niño a
lo estrictamente práctico para implementar en el hogar. Los terapeutas necesitan saber
cómo manejar los procedimientos y técnicas necesarias que deben ser enseñados a los
padres.

PLANIFICANDO LA PARTICIPACIÓN DE LOS PADRES


Si bien el tiempo y la práctica nos permiten improvisar indicaciones, sugerencias y
respuestas que debemos darles a los padres, hay que seguir planificando estrategias
para cada sesión, para cada familia. Me adelanto a pensar sugerencias que les permitan
alcanzar nuestras metas u objetivos en sus hogares.

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En una sesión de TAV debemos abarcar los siguientes temas: audición/manejo
audiológico, lenguaje, habla, comunicación y cognición. Para planificar correctamente
seleccionamos objetivos de cada área y diseñamos actividades a través de las cuales
vamos a poner en práctica esos objetivos. Estas elecciones, siempre deben tener en
cuenta la edad auditiva y cronológica del niño, los intereses y estilos de aprendizaje.
Puede ocurrir que comencemos a planificar basándonos en la actividad y luego
pensemos los objetivos adecuados para ese niño y sus características para cada una de
las áreas. En otras ocasiones se puede planificar basándose en las habilidades a
desarrollar, en una unidad o tema como puede ser: la playa, las mascotas, halloween, la
familia, el supermercado, etc.
Personalmente utilizo todas las variantes que me permitan adaptar el tratamiento a
diferentes características momentos y circunstancias no solo del niño, sino de sus
padres. Elijo actividades juegos o cuentos que sé que esos padres van a llevar a cabo
divirtiéndose con sus hijos. Otras veces elijo habilidades auditivas o lingüísticas que
percibo que los padres quieren practicar con sus hijos. Definitivamente también a veces
según las épocas del año me baso en unidades temáticas; navidad, playa, otoño, etc.
Esta variedad de posibilidades me brindan la flexibilidad necesaria para adaptarme a
cada familia.
A la hora de planificar es importante detallar las estrategias a las que se les van a dar
prioridad en esa sesión, y sugerencias que voy a dar a los padres. Para planificar utilizo
una planilla que contiene un espacio donde se detallan las estrategias a practicar, las
sugerencias para el hogar y los disparadores para que los padres piensen de qué otra
manera pueden llegar al objetivo. La planilla cuenta con un espacio para el objetivo
posterior y las observaciones.

ALGUNOS EJEMPLOS DE PLANIFICACIONES


Niño: Tomás 1 año 8 meses
Audición
Objetivo: que aprenda a dar una respuesta condicionada cuando escucha un sonido (del
test de Ling).
Materiales: recipiente con agua y 10 animalitos de colores de plástico
Actividad: La mamá se pondrá un animalito en su oreja con una adecuada posición de
espera. Cuando escuche se sacará el animalito de la oreja con expresión de sorpresa y
diciendo “¡Escuché!” y arrojará el animalito al recipiente con agua. Luego será el turno de
Tomás, quien será estimulado para realizar el mismo procedimiento que su mamá.
Respetando los turnos se realizará la actividad hasta usar todos los elementos.

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Estrategias: Escuché. Escucha. Modelado
Ideas para la casa
 Hacer el test de Ling todos los días. No más de 5 minutos.
 En el momento de preparar el baño. Cuando la bañera esté llena tirar los
juguetes de a uno al escuchar cada sonido.
 En el momento de poner la ropa en la lavadora. Meter cada prenda al escuchar
cada sonido.
 ¿Qué se les ocurre que pueden hacer para practicar este objetivo en el
momento de tomar el te o en la rutina vestirse?
Objetivos próximos
 Aumentar la distancia.
 Intentar que antes de arrojarlo, al escuchar el sonido, trate de imitarlo.
Observaciones: (esto se completa durante o después de la sesión) No tiene tiempo
de espera. La mamá le da pistas visuales. Cuando es el turno de la mamá evidencia
detectar muy bien todos los sonidos ya que me mira a mi o le indica a la mamá que
sí escuchó. ¡Escuchó la s!

Niño: Marcos 1 año 10 meses.


Habla
Objetivo: que pueda imitar sonidos con diferentes rasgos suprasegmentales.
Feedback
Materiales: Un tubo largo vacío y pelotas de colores
Actividad: Yo tendré el tubo y cada uno de los participantes, me tendrá que pedir
una pelota. Diré: “¿Quién quiere una pelota?” Luego de la pausa, si Marcos no me
pide, modelaré con la mamá: “¿Quieres?” Y la mamá me dirá extendiendo la mano:
“Dame, o más”. Entonces le daré una. Luego volveré a preguntarle a Marcos:
“¿Quieres? ”.Esperaré y si no produce ningún sonido, la mamá le modelará para que
balbucee: Más o Dame””. Luego me pondré una pelota cerca de mi boca y diré un
sonido como “u-u-u”, y la tiraré al tubo. Luego será el turno de la mamá, que repetirá
lo que hice. Con una pausa, y nuestra mirada expectante le comunicaremos a
Marcos que es su turno. Esperamos que produzca algo parecido al procedimiento
que le mostramos con su mamá. Respetando los turnos se realizará la actividad
hasta usar todos los elementos. Una vez que Marcos participó imitándonos,
repetimos el juego cambiándole el sonido a imitar. Esta vez, tomando la pelota, lo
haré planear como un avión produciendo el sonido “aaaAAAAaaaa”, y ocultando mi
boca con mi brazo en movimiento. Tal como lo hicimos antes, la pelota terminará en

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el tubo. Para la próxima ronda de juego, la mamá será quien dirija, respetando las
reglas, objetivos y estrategias con las que estuvimos jugando.
La información diagnostica que obtenga de observar este juego, será la que le
comunique a la audióloga.
Estrategias: Escucha. Taparse la boca con la mano. Modelado. Pausa y mirada
expectante
Ideas para la casa
 En el momento de preparar el baño. Cuando la bañera esté llena tirar los
juguetes de a uno, imitando diferentes sonidos.
 En el momento de poner la ropa en la lavadora. Meter cada prenda una vez que
el niño imite un sonido.
 ¿Qué se les ocurre que pueden hacer para practicar este objetivo en el momento
de tomar el te o en la rutina vestirse?
Objetivos próximos
 Agregar sonidos que aparezcan en sus balbuceos. Y agregar otros teniendo en
cuenta su desarrollo fonético normal.
 Incorporar diptongos.
 Aumentar la distancia.
Observaciones: Produce /m/ por /u/. Respeta los patrones suprasegmentales. Su
mamá no utiliza bien la estrategia de pausa. Produjo /k/.

Niña: Sofía 2 años


Audición
Objetivo: que escuche dos elementos claves dentro de una orden o directiva.
Material: Una familia de muñecos, una casita y algunas comidas.
Actividad: Le daré unos minutos a Sofía para que juegue con los personajes y la
casita. Luego, mientras jugamos todos por turnos, seguiremos directivas como: Pon
a la mamá a dormir. El papá se está lavando las manos. El perro salta. Sofía mira la
tele. El bebé toma la leche. ¡Uy! La silla se cayó. El gato está en la cama.
Estrategias:
 Acercarse.
 Pausa, mirada expectante.
 Modelado.
 Desviar la atención al objeto.
 Realce acústico.
Ideas para la casa:

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 Pedirle: Trae el teléfono de mamá.
 Dale un beso al bebé.
 En el momento de poner la mesa, colocar los platos, vasos, cubiertos, servilletas a
la vista. Darle directrices como: “Pon el plato de tu hermana”. “Lleva el tenedor de
papá”. Es importante cambiar roles.
 ¿Qué se te ocurre que podés hacer para practicar este objetivo por ejemplo en el
momento de guardar la ropa o de colgar la ropa?
 ¿Qué otras directivas podrías decirle en otras situaciones?
Próximo objetivo: conseguir que Sofía pueda responder a directrices con tres
elementos claves.
Observaciones: Aún le cuesta retener los dos elementos. La mamá le repite
constantemente. No hace pausa. Desvía bien la mirada al objeto.

LOS MOMENTOS DENTRO DE LA SESIÓN


Una sesión de TAV consta de los siguientes apartados:
 Saludo y revisión de la semana.
 Chequeo de los dispositivos.
 Presentación de objetivos y las estrategias a usar, e inicio de cada actividad.
 Modelar la o las estrategias que queremos que practiquen los padres
 Cierre de sesión.

Saludo y revisión de la semana


El saludo es un buen momento para practicar las habilidades conversacionales. Lo
divido en dos partes. Primero, antes de empezar hablo con los padres, les pregunto
acerca de cómo les fue con respecto a los objetivos que llevaron. Segundo, siguiendo
con los ejemplos citados, con respecto al Test de Ling, pregunto: ¿Cómo les fue con el
Test de Ling? ¿Pudieron hacerlo todos los días? ¿En qué momentos lo hicieron?
¿Respondió bien a todos los sonidos? ¿Qué respuestas les daba? Esa misma línea de
preguntas la aplico al resto de los objetivos de la semana. Hago las anotaciones
correspondientes en el espacio de las planillas para ese fin.
La revisión, si se trata de niños de 0 a 3 años, cantamos la canción del saludo o la
que elijan. Conversamos acerca de las actividades que han realizado en la semana, o del
tiempo, o de la ropa que el niño trae puesta. Es decir; de lo que surja en ese momento.
Los niños que están desarrollando su libro de experiencias aprovechan ese momento
para compartirlo conmigo.

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Con los chicos más grandes, directamente realizamos una rutina de ronda de
novedades. Cada uno de los participantes de la sesión cuenta sus novedades de la
semana y los demás hacemos comentarios o preguntas pertinentes. Este es uno de los
momentos más interesantes de la sesión; se puede realizar una terapia diagnóstica
respecto del nivel del niño, analizar sus habilidades auditivas, lingüísticas,
comunicacionales y cognitivas. Los niños disfrutan de este momento y les gusta volver a
sus casas y compartir las novedades con los otros integrantes de la familia.

Chequeo de los dispositivos


El chequeo lo hacen siempre los padres con el Test de Ling. Si los niños son
pequeños, utilizo material para hacerlo más lúdico. Hay niños que les gusta variar, otros
prefieren hacerlo con el material que ya conocen. Con los que son más apegados a sus
rutinas utilizo un ábaco con forma de pato al que aprenden a querer. Empezamos
llamándolo o despertándolo, si está durmiendo. Cada sesión trato de sorprenderlos con
algo distinto, por ejemplo le pongo ropa teniendo en cuenta la estación del año, o le
pongo gafas, o una curita, etc. El pato tiene 8 fichas de colores que sirven para hacer
todos los sonidos del Test de Ling, agregando el séptimo (silencio) y otros sonidos como
/f, / o /j./. Con ese pato y dentro de la misma rutina los chicos aprenden, los colores, a
contar y otras cuestiones de lenguaje natural. El chequeo no debe llevar más de 5
minutos en total. Lo hacemos respetando el nivel en el que se encuentra cada niño de
acuerdo a su edad auditiva o de terapia. El objetivo final es que el Test de Ling sea
realizado por los padres a una distancia de 10 m y que los chicos puedan identificar cada
uno de los sonidos dichos en orden y frecuencia distintos. Con los chicos mayores de 3
años no es necesario utilizar ningún material y el chequeo no debe durar más de 2
minutos.

Presentación de objetivos y estrategias a usar e inicio de cada


actividad
Una vez realizados el saludo, la revisión y el chequeo, es el momento de las
actividades planificadas para la sesión. De acuerdo a la edad de los niños serán entre 3 y
5 actividades. Cuantos más mayores son los niños, menos actividades se planifican.
La palabra “rutina” es muy utilizada en TAV. Los padres entienden que a través de
las rutinas sus bebes aprenden a escuchar y a hablar. Que cuanto más rutinarios sean en
un primer momento más van a ayudar a su hijo a predecir, y entender, lo que va a
suceder. Un terapeuta auditivo verbal por tanto también debe ser rutinario. Hay rutinas

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que deben pautarse de manera clara desde el inicio, porque ayudan a los mayores a
comprender la dinámica de la terapia. Los pasos de esta rutina son los siguientes:
1. Establecer claramente él, o los objetivos, a desarrollar.
2. Antes de empezar la actividad, el lenguaje debe ser familiar, acotado, decirles el
objetivo a los padres. Por ejemplo decirle: Hoy queremos que el niño pueda …. No
está de más mostrarles la fuente de donde obtenemos o elegimos esos objetivos.
Ese mismo material es el que les muestro en las sesiones individuales de
capacitación a padres. También es conveniente explicarles por qué vamos a
trabajar o a desarrollar dicho objetivo con su hijo.
En estas rutinas el terapeuta debe valorar los progresos de padres e hijos y si es
necesario abandonar unas rutinas, para sorprender a los niños con algo nuevo, o para
romper con la monotonía y algunas estructuras.

Modelar la o las estrategias que queremos que practiquen los


padres
Una vez que los objetivos están comprendidos, mencionamos las estrategias que
podemos utilizar para alcanzar esos objetivos. Las nombro, y si quieren las anotan en sus
cuadernos. Y les explico que esas son las que vamos a practicar durante la sesión y en la
semana. Para poder desarrollar este apartado es fundamental guiar a los padres

Guía para padres


Esta guía consiste en explicarles a los padres y al niño en forma breve y clara la
actividad o el juego. Si el niño lo conoce, y quiere explicarlo, es una buena oportunidad
para brindarle que lo haga. Por lo general el primer turno lo tomo yo, modelo la actividad
y las estrategias. En general, juego en primer lugar con la mamá o el papá. Luego, uno
de los dos toma el turno y juega con su hijo. En ese momento trato de darle aliento y
mensajes positivos a los padres para que se animen a jugar y practicar. En el supuesto
caso que vea que pueden mejorar algo, trato de utilizar frases como, “por qué no pruebas
diciéndole…..”, “a lo mejor sería bueno que no le repitieras hasta que él no te pida…” etc.
Si lo considero conveniente tomo otro turno yo para terminar de modelar lo que
observé necesario. De lo contrario dejo a los padres jugando con su hijo.

Práctica individual
Retirarme del juego me permite tener otra perspectiva para poder guiar, alentar,
aconsejar a los padres. Siempre trato de rescatar lo positivo, y buscar la manera más
adecuada para corregir o dar indicaciones a los padres. Muchas veces no hace falta

56
intervenir, porque ellos mismos se dan cuenta y se ríen. Lo mejor que puede ocurrir es
que todo lo podamos hacer a través de la diversión.

Mensajes positivos
“Dímelo, y me olvidaré. Muéstramelo y a lo mejor lo recuerdo. Intégrame y lo voy a
entender” Con los años aprendí que los padres se esfuerzan por aceptar y aprovechar
toda experiencia, guía o consejo que uno les pueda brindar. Pero sólo incorporan de
forma instantánea aquello que les ha salido bien, y se les ha hecho notar. Es por eso que
trato -sobre todo con aquellos padres que recién inician el tratamiento- de rescatar lo
bueno, porque estoy segura de que van a repetir esa actitud en sus casas.

CIERRE DE LA SESIÓN
Los últimos cinco minutos de la sesión son de una importancia esencial, para
comprobar si fui clara transmitiendo los objetivos de la semana y las estrategias que
vamos a practicar. Es importante que los padres no se sientan evaluados, por lo que es
necesario usar frases como: “Veamos los objetivos que vamos a desarrollar en la
semana”. “No sé si pudiste anotar los objetivos que te fui diciendo, si querés los vemos
juntos nuevamente”. Cuando los padres son capaces de sintetizar todo lo que deben
practicar hasta la siguiente sesión, sabemos que tenemos un alto porcentaje a favor para
la estimulación en la casa. Ya tienen en mente los objetivos o, por lo menos, los
comprendieron. Cuando no logran hacerlo por sí solos, podemos guiarlos
preguntándoles: “¿Te acuerdas de la actividad que hicimos con la granja y los animales?
¿Te acuerdas que el objetivo era que Tomi …? y en el juego Rompe hielo practicamos la
negación, ¿qué se te ocurre que puedes hacer para seguir con ese objetivo?”. “Cuando le
hacíamos una pregunta a Oli y no contestaba en forma específica ¿te parece que le sirvió
la estrategia que practicamos hoy?”. “¿Pudiste anotar el vocabulario/lenguaje nuevo que
surgió hoy?”. “¿Tienes presente el fonema que reforzamos hoy? porque sería bueno que
lo estimularas en la semana. ¿En qué momento del día te parece que podrías hacerlo?”
“En cuanto a memoria secuencial auditiva ¿recuerdan cuántos elementos
necesitamos seguir practicando?”. De esta manera quedan registrados unos cuatro o
cinco objetivos y dos estrategias para la semana. Les recordamos ideas en cuanto a los
momentos, formas o lugares para hacerlo.
Los padres en este momento, muchas veces me sorprenden porque registraron
respuestas incorrectas a preguntas o directivas mías, expresiones acertadas que los
sorprendieron, errores en los cuales consideran que sus hijos continúan persistiendo,
registros de lenguaje espontáneo.

57
ANOTACIONES DE LOS PADRES

Para la primera sesión de capacitación a padres sugiero que lleven un cuaderno para
registrar lo que consideremos conveniente. Hago hincapié en que debe ser de un tamaño
cómodo para que entre en la cartera y no se lo olviden. Debo reconocer que por lo
general la mayoría lo lleva tanto a las sesiones de TAV como a las de capacitación a
padres. Con los que son olvidadizos uso fichas medianas, siempre tengo alguna en la
mesa. Ahí yo anoto el primer objetivo y luego se las doy para que continúen ellos solos.
Si noto que no siguen registrando, a veces les sugiero: “Si quieres puedes escribirlo
mientras preparo el material de la actividad”. Estas fichas son prácticas porque pueden
ponerlas en un lugar visible de la casa, para tener presente lo que deben hacer toda la
semana. Algunos las pegan en la nevera o en el lugar de la casa donde la familia pasa la
mayor parte del tiempo. De esta manera por ejemplo si alguno de los papás no asiste a
terapia puede estar al tanto de lo que hay que hacer. Abuelos, hermanos mayores y
hasta niñeras tienen están familiarizadas con el uso de las fichas de terapia. Esta es una
buena manera de que todos tengan presentes los objetivos.
Muchos padres prefieren no escribir durante la sesión, lo cual es necesario respetar.
Al cierre de la sesión, recapitulamos los objetivos, las estrategias y otras cuestiones
importantes de la sesión. Otros padres se inclinan por registrar todas las sesiones en sus
teléfonos.

PADRES COMPROMETIDOS
Llegando al final de este capítulo espero haber podido transmitir la importancia de la
participación, compromiso y dedicación de los padres dentro del proceso de adquisición
del lenguaje de sus hijos hipoacúsicos. Los que tenemos el privilegio de acompañar a
familias en este camino tan especial comprendemos que los lazos que se establecen
entre los padres y el terapeuta son tan fuertes como difíciles de explicar. Nos une su hijo.
Y en el camino compartimos momentos importantes, excitantes, dolorosos,
emocionantes, de incertidumbre, de orgullo, de impotencia, de alegría, de satisfacción.
Cuando hablamos de los padres, son enormes los beneficios para un niño de contar
con ambos padres comprometidos con la terapia. Los mejores resultados coinciden con
casos en que ambos padres se comprometieron por igual en el tratamiento. Los
obstáculos que pueden incidir en la participación efectiva de ambos padres en las
sesiones pueden estar relacionados con:
 Falta de eficacia en la planificación y organización.
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 No se les brinda suficientes oportunidades de práctica en sesión. Encuentran
difícil integrar los nuevos objetivos y estrategias durante las rutinas diarias.
 Falta de confianza.
 Incompatibilidad de caracteres.
 Falta de claridad por parte del terapeuta respecto de qué es lo que los padres
necesitan realizar.
 Las actividades y los materiales no son apropiados para la edad o el nivel del
niño.
 Énfasis en evaluar en detrimento de enseñar.
 Demasiado tiempo dedicado a guiar y conversar con los padres. No suficiente
tiempo dedicado a los objetivos semanales.
 Interrupciones: teléfonos, familiares, asistencia, puntualidad.
 Materiales para distraer al niño mientras abordamos los objetivos, o cerramos la
sesión.
 Manejo de la conducta y la actitud del niño.

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