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Semántica y Lexicología. Trabajo Final

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Nombre:

Francisca Antonia Castillo Vásquez

Matricula:
100478005

Asignatura:
Int. A la Lingüística General

Tema:
Semántica y lexicología
Trabajo final

Fecha de entrega:
06 de mayo del 2022
Semántica y lexicología

La lingüística, como ya sabemos, tiene un amplio campo de estudio que, a su merced, se


encarga de abarcar diferentes aspectos del lenguaje y sus manifestaciones en la lengua. Los
enunciados, frases, palabras, etc. tienen uno o varios significados que le dan sentido a una
oración o idea, dentro del ámbito lingüístico, entonces, por su parte, esta ciencia de análisis
del lenguaje y la lengua cuenta con dos disciplinas que se encargan de estudiar los
diferentes aspectos del significado, sentido o interpretación de signos lingüísticos como
símbolos, palabras, expresiones o representaciones formales. Las disciplinas mencionadas
son la semántica y la lexicología.

La semántica es aquella rama de la lingüística que estudia el significado de las unidades de


la lengua, desde las unidades mínimas de valor gramatical (morfemas y lexemas), hasta las
unidades superiores (oraciones o discursos de textos). De ahí se derivan términos como
semántica del léxico (o lexicología), semántica de la oración y semántica del discurso.

La lexicología, como ya se dio indicios, está íntimamente relacionada con la semántica. La


lexicología se encarga de estudiar el léxico de las lenguas. la misma analiza el
funcionamiento del léxico como parte de una lengua y describe su vocabulario en conjunto
señalando su estructura y relaciones. La lexicología es el estudio científico del léxico,
puramente autónomo de cualquier explicación teórica. Para los estructuralistas, la
lexicología de la expresión analiza las distintas formas de las palabras y la lexicología del
contenido estudia las relaciones en el plano del contenido lingüístico, esta es, para ellos, la
lexicología pura y, para nosotros, la semántica léxica.

En el presente ensayo trataremos diferentes aspectos de estas dos disciplinas lingüísticas; la


relación que hay entre ambas, evolución, características en nuestra lengua, enfoques, etc.

La lexicología, en el siglo XIX, que fue su etapa inicial como disciplina, seguía un enfoque
primordialmente de naturaleza diacrónica y analizaba el cambio lingüístico y semántico; la
aparición de palabras, dentro y fuera de un marco lingüístico determinado. Luego, a
principios del siglo XX se preocupaba por la relación sintagmática y paradigmática que
existen entre las palabras de un sistema lingüístico. Desde entonces el estudio lexicológico
son principalmente sincrónico.
La lexicología se relaciona con la semántica en el sentido de que también se ocupa de los
problemas del contenido, es decir, se ocupa del significado de las palabras. La lexicología
aborda los problemas entre la interdependencia que se establece entre la lengua y la
sociedad que la utiliza.

La semántica, además de estar estrechamente relacionada con la lexicología, también lo


está con la lexicografía, que es el arte o la técnica de confeccionar diccionarios, y cuya
finalidad es organizar las palabras en un orden establecido. Además, la semántica se
relaciona con la lexicología y la lexicografía, en el sentido de que todo problema
lexicológico es semántico, pero no al contrario.

Se necesitan conceptos para poder tener o acumular experiencias e incorporarlas


vitalmente. Los conceptos son necesarios para integrar las experiencias pasadas en nuestro
lenguaje y en nuestro comportamiento. La historia conceptual puede tematizarse como la
transformación de los significados y de la pragmática, en la medida en que se tiene en
cuenta que un gran número de otros elementos permanecen iguales (son repetitivos). Los
conceptos captan experiencias (Koselleck, 2012: 30). Cuando las experiencias se integran,
lingüísticamente, a los conceptos, comienzan los cambios. El cambio sólo es comprensible
cuando las condiciones estructurales se repiten (larga duración de Fernand Braudel).

El significado de una palabra cambia, pero la realidad que antes captaba permanece igual.
La semántica existe como método científico porque toda palabra puede tener una
multiplicidad de significados que deben ajustarse a una realidad modificable. La clave de la
historia conceptual está en cómo se articula la relación temporal entre conceptos y estados
de cosas. Hablamos de la onomasiología como método científico. Los cambios se perciben
a través de nuevos conceptos (Koselleck, 2012: 23).

Y ya que estamos hablando de los significados en una determinada lengua, es oportuno


situar estos aspectos en la nuestra. La etimología, la morfología y la lexicología históricas
se encargan, respectivamente, del origen y de los cambios formales y semánticos de las
unidades léxicas. Con respecto a nuestra lengua, la mayor parte de nuestro léxico es latino,
ya que la lengua española es la continuación del latín hablado en la península ibérica; el
resto lo constituyen préstamos, que la historia justifica o explica, y creaciones endóge- La
semántica 23 nas a partir de materiales ya existentes. El léxico histórico del castellano,
como el de todas las lenguas, está compuesto por dos tipos de unidades léxicas bien
diferenciados: el léxico nuclear y el léxico incorporado.
El léxico nuclear, representado por el léxico patrimonial, heredado del latín y documentado
(o, en su caso, reconstruido) en las primeras etapas del español, caracterizado por haber
sufrido todos los procesos evolutivos de la lengua en los diferentes niveles, que se ha ido
incrementando por el léxico forjado mediante procesos de formación de palabras
(composición mediante la unión de unidades léxicas existentes y derivación con prefijos o
sufijos). Además, forma también parte del léxico nuclear el contingente de voces
procedentes del latín y transmitidas por vía oral, que no se ajustan a las evoluciones
regulares esperables (cultismos de origen latino y semicultismos), así como los
préstamostomados del latín por vía escrita (los llamados latinismos o cultismos en sentido
estricto). Dentro de este grupo se integrarían los americanismos patrimoniales, entendidos
como aquellas voces castellanas que han desarrollado una acepción o uso diferente en
América. Por otra parte, está el léxico incorporado, constituido por el acervo de voces que
la lengua ha ido tomando en préstamo, ya sea por vía oral o escrita, de lasrestantes lenguas
(esto es, excluyendo el latín) con las que ha entrado en contacto a lo largo del tiempo:
anglicismos, arabismos, catalanismos, galicismos, italianismos, occitanismos, etc. Estarían
incluidos en este grupo los americanismos incorporados, que son aquellas palabras que el
español ha ido tomando de las diferentes lenguas americanas e integrando en su léxico en
mayor o menor medida, que unas veces han pasado a la lengua general mientras en otras
tienen un uso geográfico o socialmente más restringido. En el léxico incorporado se
incluyen, asimismo, los neologismos o voces de nuevo cuño que la lengua ha ido
asimilando a través de los siglos por necesidades técnicas o de otra índole.

La semántica en la ciencia del lenguaje es entendida como el estudio de la significación se


extiende a la gramática, donde se analizan las significaciones generales y abstractas que se
manifiestan de un modo formal y sistemático, además de incluir la lexicología, entendida
como el estudio de la significación particular de las unidades léxicas, que hemos
denominado semántica léxica. Durante varios estudios desarrollados a lo largo del siglo
XX, que se integraron la fonología, la morfología, la sintaxis y la semántica como niveles o
facetas del análisis lingüístico, al que se fueron añadiendo distintas disciplinas –como la
sociolingüística, la etnolingüística, la psicolingüística y la lingüística del texto– y fuera de
cual se situaban otras disciplinas, consideradas filosóficas, como la pragmática y la
semiótica. En ese sentido, La semántica se beneficiará de la labor de todas estas disciplinas
novedosas, cuyos descubrimientos habían sido intuidos, en gran medida, por la lexicografía
en su desarrollo histórico. El mensaje se estudiaba en la lingüística estructuralista solo
desde el punto de vista del código, sin tener en cuenta el acto comunicativo. La pragmática
filosófica añadió al análisis del mensaje todos los hechos que participan en el acto
comunicativo, considerando tanto el significado como el sentido y el referente, que vienen
determinados por el conjunto de circunstancias que forman parte de la comunicación.
Fuera de los enunciados, las palabras entablan relaciones entre sí en el sistema o estructura
de cada lengua concreta, a las cuales se le califica como «relaciones semánticas más
tradicionales» (ibidem).

a) La homofonía «ocurre cuando dos palabrasse pronuncian igual, se escriben de forma


diferente y se refieren a conceptos distintos» (2017: 234). Si las palabras se escriben igual,
entonces los autores hablan de términos homógrafos.

b) La homonimia identifica palabras homónimas: «términos que poseen la misma forma, es


decir, se escriben exactamente de la misma manera, pero que tienen dos o más significados
sin ninguna relación entre sí» (ibidem). En estos casos, la explicación de la confluencia de
formas o significantes se encuentra en la etimología o historia de las palabras y
generalmente aparecen en entradas distintas en algunos diccionarios, que emplean el
criterio etimológico para distinguir lemas o palabras entrada diferentes en su lemario o
macro estructura.

c) «La polisemia denota un mismo término que posee varios significados relacionados
entre sí» (2017: 235).

d) «La sinonimia pone de manifiesto la semejanza de significado entre dos o más palabras»
(ibidem). Distinguen los autores entre sinónimos absolutos, las palabras prácticamente
equivalentes en términos de significado, y aquellos términos que tienen un significado
denotativo parecido pero que no son intercambiables, en la práctica, en casi ningún
contexto, que denominan sinónimos relativos. Entre los sinónimos relacionados con los
rasgos estilísticos de la lengua mencionan los eufemismos, o sinónimos «que se utilizan
para evitar que una palabra pueda resultar malsonante en un contexto determinado»
(ibidem).

e) La antonimia, según los autores, «hace referencia a las palabras cuyos significados se
consideran opuestos». Distinguen antónimos graduales, complementarios y recíprocos.

f) «La hiponimia se da entre palabras cuando el significado de un término [hipónimo] está


incluido en el de otro», que se llama hiperónimo. Al definir un hipónimo, debe hacerse
referencia al significado de su hiperónimo. Estas relaciones dan lugar a estructuras
jerárquicas de inclusión (el significado del hiperónimo está incluido en el significado del
hipónimo) y son transitivas (todo representante de un hipónimo pertenece a la clase de los
hiperónimos y, en caso de que haya otro nivel superior de hiperónimos, los del estrato
intermedio e inferior estarán incluidos entre los representantes del hiperónimo superior).
Estas jerarquías léxicas se llaman taxonomías.
Así como cuando se habla de semántica hay que mencionar la lexicología, también se debe
relacionar la gramática con estas. Entenderlas como ciencias de distinto orden implica una
suposición falsa: la que de gramática y lexicología se refieren a formas de contenido,
entendidas en tanto formalizaciones en el plano de la expresión, mientras que semántica
solo implica significado (sustancia). No hay, pues, una semántica distinta de una
lexicología, porque una de dos: o la lexicología adopta el punto de vista de la expresión y
entonces no deslinda claramente su dominio fonológico, creyendo, por ejemplo, que árbol
es un forma de contenido en tanto que forma de expresión formalizadora de un contenido, o
adopta el punto de vista del contenido, con lo que se desliga de la expresión en cuanto tal y
considera el signo como forma de contenido únicamente, donde la expresión es sólo un
hecho de forma, susceptible de conformación diferente sin que se altere el nivel del sistema.

En definitiva, entendida la lexicología como ciencia de la forma del contenido léxico, tanto
en el aspecto paradigmático como en el aspecto sintagmático, no habría que separarla de la
semántica que solo estudie el contenido, ya que, según autores, el contenido no puede o no
debería estudiarse aisladamente, sino en función de diferencias establecidas en el plano
significante.
En este ámbito del lenguaje caben, entonces, diversas modalidades de estudio: desde el
punto de vista de la expresión; morfonología, lexicofonología y desde el punto del
contenido; gramática y lexicología.
Referencia bibliográfica

Espinal, M. T., Macia, J., Mateu, J., & Quer, J. (2020). Semántica. Ediciones Akal.
Frege, G., Mosterín, J., & Moulines, C. U. (1984). Estudios sobre semántica (Vol. 60).
Ariel.
Bustos Tovar, J. J. D. (1972). Notas sobre lexicología y semántica. Vida escolar.
Moraga, A. G. (1985). SALVADOR, G., Semántica y Lexicología del español (Book
Review). Analecta Malacitana, 8, 209-210.

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