Es aquel que vive en nosotros, el gran yo soy Yahweh
En la casa de mi padre, aun hay lugar, hay un lugar reservado para ti
Introducción –
¿Qué es el amor?
¿Cuál es el mayor acto de amor, que alguien ha hecho por mi?
El acto más grande de amor que ha sucedido en toda la historia de la
humanidad sucedió en una cruz, un lugar donde padecían ladrones,
asesinos, violadores, estafadores, lo más vil de la sociedad moria, sin
embargo, ese lugar, que era el lugar para lo peor de la sociedad en esos
tiempos, lo ocupo alguien con un corazón limpio, alguien inocente,
alguien coronado con espinos, estamos hablando de nuestro Dios el
cual:
Filipenses 2:7-11
“Se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo
cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla
de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Oración
Si reconocemos este acto de amor tan grande donde podemos entender
lo glorioso que esto es, es nuestro deber llevar este mensaje.
Mateo 5:13-16
La sal de la tierra
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué
será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y
hollada por los hombres.”
La luz del mundo
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no
se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un
almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Vivir la verdad practicándola día a día podría convertirse en un reto
desde el momento que decidimos seguir al Señor, ya que en nuestra
intimidad tal vez demostremos lo contrario. Puede que el mundo exterior
conozca una faceta tuya, mientras que en tu interior, familia o personas
cercanas conozcan tus verdaderos gustos, comportamiento y verdaderas
intenciones. Esto me pasa muy seguido, a pesar de que soy una persona
muy transparente con mis actitudes o comportamiento, mi espocita no
me dejará mentir, muchas veces se asombra de las burradas que hago.
El reto de vivir la verdad es únicamente con nuestro Señor, con su
palabra, con amigos en la fe, con líderes con los que podamos confiar y
dejarnos guiar; ¡solos no lo lograremos! En el cristianismo no hay opción
de caminar solos y muchos menos hacerlo con nuestras propias fuerzas;
la carne es débil y en ese momento de caída, debilidad o aflicción, el
Señor es fiel y su poder se perfecciona ante las situaciones en las que
únicamente con humildad y sinceridad, rindiéndonos y entregándonos a
Él, venceremos. (Dinámica 4 personas)
Vivir la verdad implica conocer la verdad y practicar la verdad; en otras
palabras, lo que nuestro Dios ya nos entregó, su palabra.
Nuestra comunión con El Señor debe ser real, ese es el primer paso para
vivir una vida de verdad.
Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la
buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
1 Juan 1:5-10
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz,
y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión
con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si
decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y
la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel
y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si
decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra
no está en nosotros.
Chicos, vivir una verdad no siempre es fácil, por ejemplo se rompe algo
en casa, se roban el gancito del congelador, y dicen no fui yo. Algo que
debemos entender es que por amor a Dios y a las almas que ama Dios,
debemos hacer algo por ellas, no podemos quedarnos sentados y
cómodos todos los días, no podemos ser siempre esa oveja perdida, que
se descarría y se pierde. Un verdadero Cristiano padece, pero no por
deudas, no por enfermedad, no por la escuela, padece por Cristo, si
realmente el Espíritu Santo no te esta sacando de tu zona de confort, no
te esta moviendo a hacer cosas que nunca en tu vida, pensabas hacer,
creme estas viviendo todo, menos una vida cristiana, la vida cristiana,
esta fuera de estas 4 paredes, de una célula, de una reunión, incluso de
tu misma casa, esto es para todos, primeramente para mi, pero es para
cada líder y cada discípulo, si realmente no estamos llevando a la cruz a
las personas, no se que estamos haciendo, un club más. Chicos no
seamos como los hijos de Eli, que no escucharon la voz de Dios ni de su
padre. Si no estas escuchando la voz de Dios, te voy a pedir algo,
acércate al altar, eres solo tu y Dios, lideres, solo acompáñenlos,
abrásenlos, dejen que la oración de cada uno fluya, nosotros no
podemos vaciar un vaso que ya esta lleno, es responsabilidad de cada
uno.