ACTOR: ____________
ASUNTO: Se promueve juicio para la
protección de los derechos político-
electorales del ciudadano a fin de
impugnar la vulneración a mi derecho al
voto igualitario cuya materialización se
advierte a partir de la asignación de
curules por representación proporcional.
MAGISTRADAS Y MAGISTRADOS DE LA SALA
SUPERIOR DEL PODER JUDICIAL DE LA
FEDERACIÓN
PRESENTES
________________________, en mi calidad de ciudadano mexicano, por mi propio
derecho, señalando como medio para oír y recibir notificaciones los estrados
electrónicos del TEPJF, así como el correo electrónico ____________ y
autorizando para tales efectos a _________________, respetuosamente
comparezco para interponer juicio para la protección de los derechos político-
electorales del ciudadano a fin de impugnar la vulneración a mi derecho al
voto igualitario cuya materialización se advierte a partir de la asignación de
curules por representación proporcional, con fundamento en los artículos 1°, 41,
párrafo segundo, base VI y 99, párrafo cuarto, fracción V, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; 184; 186, fracción III, inciso c), y 189, fracción I,
inciso e), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; 3°, párrafo 2, inciso
c), 79, párrafo 1, 80, párrafos 1, inciso g) y 3, y 83, párrafo 1, inciso a), fracción II,
de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.
REQUISITOS DE PROCEDENCIA PREVISTOS EN LA LGSMIME
a. Nombre, domicilio, autorizados y firma autógrafa. El nombre, domicilio y
autorizados se señalan en el proemio del presente escrito y la firma autógrafa
consta al final de este.
b. Acto impugnado. El presente juicio se promueve para impugnar la
vulneración a mi derecho al voto igualitario a partir del fraude a la ley
orquestado por Morena cuya materialización se advierte en el acuerdo de
1
asignación de curules por el principio de representación proporcional,
identificado con la clave *****.
c. Oportunidad. La demanda del presente medio de impugnación se presentó
de manera oportuna, toda vez que el acuerdo señalado se emitió el 23 de
agosto del año en curso a las *** horas, tomando en consideración que se
trata de un medio de impugnación de carácter atípico, resulta aplicable el
plazo previsto en el artículo 66, inciso b), de la Ley General de Medios
de Impugnación en Materia Electoral, es decir, dentro de las cuarenta y
ocho horas siguientes, contadas a partir de la conclusión de la sesión en la
que el Consejo General del Instituto Federal Electoral haya realizado la
asignación de diputados o senadores por el principio de representación
proporcional.
d. Legitimación y personería. El presente juicio se promueve por parte
legítima, toda vez que acudo en mi calidad de ciudadano y por propio
derecho a alegar la violación a un derecho político-electoral reconocido
en la Constitución Federal, en específico, mi derecho al voto igualitario,
pues como se demostrará a lo largo del presente escrito, el fraude a la ley
realizado por Morena y sus aliados en el convenio de coalición cuya
materialización se advierte en la asignación de curules por el principio de
representación proporcional tuvo como efecto directo la desvalorización
de mi voto, lo que se traduce en una vulneración al voto igualitario,
otorgándole un valor diferenciado.
e. Interés de quien promueve. Cuento con interés para accionar válidamente
el presente medio de impugnación, toda vez que, de acuerdo con la línea
jurisprudencial de la SCJN y la Sala Superior, cuento con un interés legítimo
para impugnar la validez de la asignación de curules por el principio de
representación proporcional, en tanto el fraude a la ley realizado por
Morena, cuya materialización se advierte a partir de dicha asignación,
tuvo como efecto distorsionador directo la desvalorización de mi voto,
lo que se traduce en una afectación a mi derecho al voto igualitario.
En el caso concreto se cumple con los requisitos para la actualización del
interés legítimo requeridos por el sistema jurídico constitucional para el
ejercicio de las acciones procesales -cualquiera que sea la materia-, en
específico, los siguientes:
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i) La existencia de un vínculo entre ciertos derechos fundamentales y
una persona que comparece en el proceso. En el caso, existe un vínculo
directo entre el derecho humano al voto contenido en el artículo 35, fracción
I, de la Constitución Federal y quien promueve el presente juicio, pues soy
un ciudadano mexicano con pleno ejercicio y goce de mis derechos político-
electorales.
ii) El vínculo no requiere de una facultad otorgada expresamente por el
orden jurídico, es decir, la persona con interés se encuentra en aptitud
de expresar un agravio diferenciado, al tratarse de un interés
cualificado, actual, real y jurídicamente relevante. En el caso, la
materialización y efectos que se alegan actualizan el interés cualificado, pues
se trata de una afectación directa a la valía de mi derecho a votar, es decir,
la desvalorización de mi voto y, por ende, el valor diferenciado de mi derecho
al voto frente al de aquellos que ejercieron su derecho a favor de la coalición
Sigamos Haciendo Historia, por lo que la propia vulneración y materialización
me coloca en un estado de interés cualificado en el presente caso, lo cual
será ampliamente demostrado en el apartado de agravios.
iii) Consiste en una categoría diferenciada y más amplia que el interés
jurídico, pero tampoco se trata de un interés genérico de la sociedad
como ocurre con el interés simple. Es decir, implica el acceso a los
tribunales competentes ante posibles lesiones jurídicas a intereses
jurídicamente relevantes y, por ende, protegidos. En otras palabras,
debe existir un vínculo con una norma jurídica, pero basta que la misma
establezca un derecho objetivo, por lo que no se exige acreditar la
afectación a un derecho subjetivo, pero tampoco implica que cualquier
persona pueda promover la acción. En el caso se habla de un interés
legítimo y no jurídico pues si bien existe una vulneración directa a una
derecho subjetivo, la realidad es que dada la complejidad de actos cuya
realización concatenada y materialización subscuente, así como los
diferentes actores sobre los cuales recaen los efectos distorsionadores del
valor del voto a partir de circunstancias multifactoriales implican la
actualización de un interés legítimo y no jurídico, más no simple, pues se trata
de una verdadera afectación a un derecho humano de especial gravedad
cuya vulneración se traduce en un desestabilización del sistema jurídico
constitucional-electoral, al impactar en un cúmulo de principios
constitucionales, como se verá en el fondo del asunto.
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iv) La resolución de fondo se traduciría en un beneficio jurídico en favor
del quejoso, es decir, un efecto positivo en su esfera jurídica ya sea
actual o futuro pero cierto, mismo que no puede ser lejanamente
derivado, sino resultado inmediato de la resolución que en su caso
llegue a dictarse. La resolución que se dicte en el caso concreto tendrá,
entre otros, la valuación real y auténtica del derecho al voto de quien
promueve, pues la pretensión consiste en eliminar el efecto distorsionador
ocasionado en el derecho al voto igualitario, en específico, el de otorgar el
valor 1-1 de mi voto.
v) Debe existir una afectación a la esfera jurídica del quejoso en un
sentido amplio, apreciada bajo un parámetro de razonabilidad y no sólo
como una simple posibilidad, esto es, una lógica que debe guardar el
vínculo entre la persona y la afectación aducida. Existe una afectación
real y directa a mi esfera jurídica, pues la desvalorización o valor diferenciado
de mi voto ya es observable y medible, es decir, no se trata de una posible
afectación, sino que la asignación de curules, a partir de los diversos factores
que la rodean, se realizó a partir de un valor devaluado de mi voto, al
considerarse un valor distinto a este frente al de aquellos que votaron por la
coalición Sigamos Haciendo Historia.
Es decir, los efectos jurídicos y materiales del acto impugnado (los cuales
devienen de diversas actualizaciones de suspuestos normativos y de hecho)
suponen una segregación del voto, lo que se traduce en un acción
discriminatoria ya que se tasa de manera diferenciada el voto de la
ciudadanía, es decir, existe un acto materialmente discriminatorio en
tanto se desvaloriza el voto a partir de preferencias electorales, de ahí
que existe un lógica entre el vínculo de la afectación y mi persona.
En ese sentido, es evidente que se cumple con el interés necesario para
la promoción del presente juicio, ya que, además, el interés debe
responder a la naturaleza del proceso del cual forma parte, es decir, el
interés legítimo requiere ser armónico con la dinámica y alcances del
juicio que nos ocupa, consistente en la protección de los derechos
político-electorales de las personas, vía cuya procedencia y justificación
en el presente caso se acredita en el apartado correspondiente.
Similar criterio fue sostenido por la SCJN en la contradicción de tesis
111/2013.
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f. Hechos y agravios. Los hechos en los que se basa la impugnación, así
como los agravios respectivos se señalan en los apartados correspondientes
del presente escrito.
g. Pruebas: Se ofrecerán en el apartado correspondiente.
h. Definitividad. Se colma el requisito, pues no existe otro medio de
impugnación que deba agotarse antes de acudir a la Sala Superior del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
PROCEDENCIA DE LA VÍA
En el caso concreto se justifica la procedencia de la vía a partir de la interpretación
en conjunto de la afectación producida a la esfera jurídica de quien suscribe
el presente escrito y el derecho a un recurso judicial efectivo para hacer valer
dicha afectación y reclamar su reparación.
Esto es, como se señaló al destacar la actualización del interés para promover el
presente juicio, en el caso existe una vulneración directa a mi derecho al voto
igualitario y a la vida democrática libre de discriminación alguna, mismos que
se ven materialmente afectados a partir de la asignación de curules por el
principio de representación, pues esta asignación deriva del fraude a la ley
orquestado por Morena a partir del cual se produce una diferenciación,
segregación o desvalorización del voto de quien promueve al haber ejercicio
mi derecho a votar por una opción diversa a la coalición Sigamos Haciendo
Historia (SHH).
Ello, ya que, como se demostrará en el apartado correspondiente, en la asignación
respectiva se advierte de manera evidente que el valor del voto de quienes
votamos por la coalición opositora es menor al de aquellos que votaron por la
coalición SHH, lo que no solo supone una desnaturalización del principio
democrático, sino también una acción discriminatoria que, de facto,
categoriza a los gobernados en ciudadanos de “primera” o de “segunda” a
partir de sus preferencias políticas.
Por lo tanto, dicha afectación directa a la esfera de los derechos político-
electorales de quien promueve el presente escrito debe ser impugnable a
través de un recurso judicial efectivo que permita la reparación de las
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violaciones señaladas, de lo contrario, además, se estaría vulnerando el
derecho de acceso a la justicia, en tanto que no existiría medio de defensa
alguno al alcance de la ciudadanía para hacer valer la distinción material
realizada y se estaría permitiendo la clasificación o segregación de los
ciudadanos que votaron a favor de la coalición Fuerza y Corazón por México.
En resumen, el Estado tiene un deber y obligación internacional de contemplar
recursos efectivos a los que puedan acceder los ciudadanos para exigir la
protección y garantía de los derechos humanos. Sobre todo, tomando en
consideración que la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso
Castañeda Gutman estableció claramente que el sentido de la protección del
artículo 25 de la Convención consiste en la posibilidad real de acceder a un recurso
judicial para que la autoridad competente y capaz de emitir una decisión vinculante
determine si ha habido o no una violación a algún derecho que la persona que
reclama estima tener y que, en caso de ser encontrada una violación, el recurso sea
útil para restituir al interesado en el goce de su derecho y repararlo,
independientemente de si la autoridad judicial declarare infundado el reclamo
de la persona que interpone el recurso por no estar cubierto por la norma que
invoca o no encontrare una violación del derecho que se alega vulnerado.
De ahí que el juicio que nos ocupa deba considerarse como procedente, en tanto
que la alegación que se reclama resulta compatible tanto con el objeto del juicio
como con el derecho de acceso a la justicia, pues el JDC procede en contra de
violaciones a derechos político electorales o aquellos derechos humanos que se
encuentren íntimamente relacionados con estos, como lo es el derecho al voto
igualitario y a la democracia libre de discriminaciones. Máxime que, como será
demostrado, el derecho al voto no se agota en su ejercicio en las urnas, sino
que este implica una seria de circunstancias y efectos de carácter continuo y
permanente.
Por lo tanto, al tratarse de una vulneración directa a un derecho político-
electoral, en conjunto con el derecho de acceso a la justicia en su vertiente
del derecho a un recurso efectivo, resulta que el juicio para la protección de
los derechos político-electorales es el medio idóneo y procedente en el caso,
en tanto se promueve de manera directa por un ciudadano por sí mismo y en
forma individual, en el que se hace valer una violación al derecho al voto,
previsto en la Constitución Federal.
HECHOS RELEVANTES
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1. Inicio del PEF 2023-2024. El siete de septiembre de dos mil veintitrés, el CGINE
celebró sesión extraordinaria por la que declaró formalmente el inicio del PEF.
2. Acuerdo INE/CG645/2023. En la misma fecha, el CGINE aprobó el acuerdo por
el que se determina el mecanismo para la aplicación de la fórmula de curúles y los
escaños por el principio de representación proporcional en el Congreso de la Unión,
que corresponden a los partidos políticos nacionales con base en los resultados que
obtengan en la jornada electoral a celebrarse el dos de junio.
3. Criterios para el registro de candidaturas (INE/CG527/2023). El ocho de
septiembre, el CGINE aprobó el acuerdo por el que se emitieron los criterios
aplicables para el registro de candidaturas a los distintos cargos de elección popular
por los partidos políticos nacionales y, en su caso, las coaliciones ante los consejos
del Instituto en el PEF 2023-2024.
4. Acuerdo INE/CG536/2023. El veinte de septiembre de dos mil veintitrés, en
sesión ordinaria, el CGINE aprobó el acuerdo por el que se emitieron los
Lineamientos sobre elección consecutiva para senadurías y diputaciones federales
por ambos principios, para el PEF 2023-2024.
5. Sentencia SUP-JDC-427/2023 y acumulados. El trece de octubre de dos mil
veintitrés, esta Sala Superior modificó el acuerdo anterior y dejó sin efectos el tercer
párrafo del artículo 15 de los Lineamientos sobre elección consecutiva para
senadurías y diputaciones federales por ambos principios.
6. Sentencia SUP-JDC-338/2023 y acumulados. En sesión celebrada el quince de
noviembre de dos mil veintitrés, la Sala Superior dictó sentencia en los expedientes
SUP-JDC-338/2023 y acumulados, en las cuales determinó revocar el acuerdo
INE/CG527/2023, ordenando la reviviscencia de las acciones afirmativas aprobadas
por el INE para el PEF 2020-2021.
7. Aprobación del Acuerdo INE/CG625/2023. El veinticinco de noviembre de dos
mil veintitrés, en acatamiento a la sentencia SUP-JDC-338/2023 y acumulados, el
CGINE, en sesión extraordinaria, aprobó el acuerdo por el que se emitieron los
criterios aplicables para el registro de candidaturas a los distintos cargos de elección
popular que solicitaran los partidos políticos nacionales y, en su caso, las
coaliciones ante los consejos del Instituto en el PEF 2023-2024.
7
8. Convenios de coalición. En sesión ordinaria celebrada el quince de diciembre
de dos mil veintitrés, el CGINE aprobó las resoluciones INE/CG679/2023 e
INE/CG680/2023 por las que se registraron los convenios de las coaliciones
denominadas “Sigamos Haciendo Historia” y “Fuerza y Corazón por México”,
respectivamente.
9. Modificación del convenio de la coalición Sigamos Haciendo Historia. En
sesión extraordinaria celebrada el once de enero de dos mil veinticuatro, el CGINE
aprobó la resolución INE/CG04/2024 por la que se modificó el convenio de la
coalición “Sigamos Haciendo Historia” para postular candidatura a la Presidencia de
los Estados Unidos Mexicanos y se determinó la postulación de 52 fórmulas a
senadurías y 255 fórmulas a diputaciones por el principio de MR.
10. Segunda modificación del convenio de la coalición Sigamos Haciendo
Historia. En sesión extraordinaria celebrada el veintiuno de febrero, el CGINE
aprobó la resolución INE/CG164/2024 por la que se modificó por segunda ocasión
el convenio de la coalición denominada “Sigamos Haciendo Historia”.
11. Registro de candidaturas al Senado de la República. El veintinueve de
febrero, el CGINE aprobó el acuerdo INE/CG232/2024 por el que, en ejercicio de la
facultad supletoria, registraron candidaturas a senadurías al Congreso de la Unión
para el proceso electoral.
12. Sentencia SUP-RAP-103/2024. El diez de abril del año en curso la Sala
Superior resolvió la sentencia señalada en el sentido de confirmar el acuerdo
INE/CG232/2024, al determinar, entre otras cosas, que no era posible la verificación
de la distorsión del principio de representación proporcional de manera anticipada.
13. Jornada electoral. El dos de junio se llevó a cabo la jornada electoral en la que
se eligieron, entre otros, a los integrantes del Congreso de la Unión.
14. Asignación de diputados por el principio de representación proporcional
(acto impugnado). El veintitrés de agosto siguiente el Consejo General del INE
realizó la asignación de curules por el principio de representación proporcional, el
cual quedó de la siguiente forma:
AGRAVIOS
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I. Interpretación sistemática, funcional, histórica y teleológica del
principio de representación proporcional. Alcance del artículo 54
constitucional en la asignación impugnada.
El principio de representación proporcional debe ser interpretado de manera
sistemática, funcional, histórica y teleológica, tomando en cuenta el entramado
jurídico que regula el principio democrático, es decir, el principio de
representación proporcional supone la interpretación constitucional armónica
de todos los principios y derechos que conforman la representación de las
minorías parlamentarias y, no así, la aplicación directa de reglas, pues este
principio constitucional se sustenta en todo el sistema electoral mexicana y
los diversos valores y bienes jurídicos que se busca proteger, por lo que no
se agota en la fórmula de asignación.
Lo anterior implica que el principio de representación proporcional debe entenderse
como un sistema, es decir, el artículo 54 de la Constitución Federal debe leerse
e interpretarse como parte de un sistema constitucional de representación
política a partir de su historia y propósito y no de manera literal y aislada, por
lo que su aplicación debe ser en conjunto con los principios y derechos que
subyacen y no como meras reglas formales de aplicación directa.
Ello, pues el pretender aplicar las fracciones de dicho artículo de manera
individual sin interpretación y/o lectura completa del sistema en conjunto
supone el desconocimiento de la Constitución y normas generales como un
cuerpo legal dinámico y vigente.
El sistema o principio de representación proporcional es, en su conjunto, una
correspondencia armónica y sistémica de los distintos objetivos y finalidades
que importan la conformación del representación política mexicana, por lo que
entender sus bases de manera aislada y en lo individual implicaría el
desconocimiento del proceso de evolución histórico y la desnaturalización del
principio, al tratarse de un principio constitucional que permea en todo el
sistema jurídico, por lo que aislarlo en su interpretación tiene como
consecuencia despojarlo de su naturaleza de principio constitucional y
convertirlo en simples reglas de aplicación directa sin contenido vigente.
Una vez establecido todo lo anterior, es evidente que el acuerdo impugnado es
contrario a dicha interpretación, pues para efectos del artículo 54 constitucional, se
debe tomar en cuenta el sistema de partidos políticos, es decir, la participación a
9
través de las coaliciones en las elecciones, pues es a partir de esta que, en el caso,
se accedió a la representación proporcional.
Esto es, en el caso concreto, debe partirse de dos puntos: i) la existencia de un
fraude a la ley a partir de la manipulación de las disposiciones aplicables a los
convenios de coalición para generar una transferencia de votos ilegal y una
subrepresentación consentida, y ii) una interpretación aislada e insuficiente
del artículo 54 de la Constitución Federal sin considerar la aplicación de las
coaliciones y sus finalidades dentro del sistema de representación
proporcional.
i. El fraude a la ley de Morena y sus aliados. En cuanto al primer punto, como se
ha venido destacando, existe un fraude a la ley orquestado por Morena a partir
de la manipulación de la convergencia entre la figura de las coaliciones y el
principio de representación proporcional, y la falta de regulación de las
primeras.
Desde 2018 las fuerzas políticas opositoras hemos alegado la realización de un
fraude a la ley por parte de Morena y sus aliados para eludir el límite constitucional
de sobrerrepresentación en el Congreso, que si bien no ha sido objeto de análisis
en el fondo por diversas reglas formales procesales, la realidad es que esto no quita
su existencia en el caso concreto.
Desde entonces y nuevamente en la elección que nos ocupa, Morena y sus aliados
utilizaron de manera abusiva la figura de las coaliciones para evitar el límite de
sobrerrepresentación en el Congreso, al generar, de facto, una transferencia de
votos y una simulación de triunfos, todo esto tuvo diversas consecuencias y efectos
violatorios del orden constitucional.
Para establecer lo anterior, resulta conveniente destacar en qué o cómo se realizó
el fraude a la ley con datos objetivos. El escenario de integración de la Cámara de
Diputados con los resultados del acuerdo impugnado es el siguiente:
10
El fraude a la ley consistió en que Morena y sus aliados pactaron una transferencia
de votos, pues a partir del convenio, Morena cedió distritos ganadores a sus aliados
con la finalidad de asegurar el mayor número de diputaciones de mayoría relativa
sin colocarse, de manera inmediata, en el umbral de sobrerrepresentación.
Efectivamente, en el convenio de coalición se repartieron el siguiente número de
distritos:
PT PVEM MORENA TOTAL
46 71 146 263
El número de distritos ganados por cada partido en la elección fue el siguiente:
PT PVEM MORENA TOTAL
38 57 1611 256
En principio, podría decirse que el siglado de lo distritos se encuentra amparado en
la legislación a partir del principio de autodeterminación de los partidos y su derecho
a celebrar convenios en los términos que mejor les parezca, sin embargo, debe
regresarse a lo expuesto con anterioriedad en el sentido de que el análisis del caso
debe realizarse a partir de la interpretación del desarrollo histórico y teleológico del
1
Se consideran los triunfos que Morena obtuvo de forma individual.
11
sistema normativa, pues recordemos que con la reforma de 2007 se implementaron
medidas que prohibieron la simulación de la obtención de representación, y que la
propia SCJN señaló de manera expresa la inconstitucionalidad de la transferencia
de votos.
Es decir, el desarrollo e interpretación descrito anteriormente nos señala y acredita
que el sistema de representación proporcional junto con la participación de
los partidos políticos a través de convenios de coalición tiene como objetivo
ampliar la representación política de las minorías para garantizar el pluralismo
político con la finalidad de atender a la realidad política del país, por ello, a
partir de diversas reformas, interpretación y desarrollo jurídico, se
establecieron mecanismos para evitar la simulación o distorsión de la
representación política, como lo fue la regla de separación de emblemas en
las boletas en 2007 y la declaración de inconstitucionalidad de la transferencia
de votos.
Ahora bien, si bien es cierto que los partidos políticos tienen derecho a celebrar
convenios de coalición, lo cierto es que estos deben realizarse de conformidad con
los principios constitucionales, en el entendido de sus finalidades y objetivos, por lo
que, en el caso, la cesión de distritos pactada en el convenio no fue acorde con las
finalidades y objetivos señalados, pues a partir de la materialización de los efectos
del siglado, es posible observar que este tuvo como objetivo la transferencia de
votos, así como la generación de una representación política distorsionada, pues
los distritos ganados por el PVEM y el PT no corresponden en realidad a su
porcentaje de votación, como se advierte a continuación.
PARTIDO DISTRITOS PORCENTAJE DE PORCENTAJE CURULES DIFERENCIA
GANADOS VOTACIÓN DE VOTACIÓN CORRESPONDIENTES ENTRE
EQUIVALENTE AL OBTENIDO A LA VOTACIÓN DISTRITOS
NO. DE OBTENIDA GANADOS Y LOS
DISTRITOS QUE
GANADOS CORRESPONDEN
CON LA
VOTACIÓN
PT 38 7.4% 5.4% 27 10
PVEM 57 11.4% 8.3% 41 16
TOTAL 94 18.8% 13.7% 68 26
Como se observa, de la votación obtenida por el PT y el PVEM no es posible la
obtención de 38 y 57 triunfos de MR, respectivamente, pues con ese porcentaje
de votación, el máximo de escaños a que tendrían derecho por ambos principios
es de 27 y 41, respectivamente.
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Lo anterior se debe a que, utilizando el convenio de coalición, Morena pactó
cederles los distritos ganados por ese partido a sus aliados, de tal forma que
se trata de distritos ganados con votos que la ciudadanía le dio a Morena, pero
que en el convenio de coalición se cedieron a PT y PVEM.
Esto evidencia que, derivado del convenio de colación, dichos partidos obtuvieron
27 diputaciones en total que no corresponden a sus porcentajes de votación.
Este esquema no puede más que entenderse como una transferencia de votos a
favor del PT y del PVEM, como se observa a continuación.
Como se observa, existe una distorsión evidente entre los porcentajes de
votación que obtuvieron las coaliciones y el porcentaje de representación que
se obtuvo en la integración del órgano legislativo, de conformidad con lo
siguiente:
• La coalición oficialista obtuvo el 58% de la votación de mayoría relativa y
se pretende que obtenga el 74% de representación en la integración de la
Cámara de Diputados, lo implica una sobrerrepresentación de más del
16%.
13
• La coalición de la oposición obtuvo el 29% de la votación y se pretende
que quede con un 20% de representación en la integración del órgano
legislativo, es decir, con una subrepresentación de -9%.
La distorsión señalada radica esencialmente en lo siguiente:
• El PAN obtuvo el 18% de la votación de mayoría relativa, más del doble que
el PVEM quien obtuvo 8%, y el PT que obtuvo 5%, sin embargo, quedaría
casi con los mismos escaños que el PVEM (75), PAN (68) y tan sólo 18
más que el PT.
• El PRI que obtuvo 11% de la votación de MR, obtendría 33 diputaciones,
mientras que el PVEM quedaría con más del doble de espacios (75) a
pesar de haber obtenido una votación menor. Asimismo, el PT que obtuvo
el 5% de la votación quedaría con más diputaciones que el PRI que
obtuvo más del doble de votación (11%), 50 para el PT y 33 para el PRI.
Además de la transferencia de votos, el esquema fraudulento de Morena, en el
entendido de que la transferencia de votos es inconstitucional de acuerdo con lo
establecido por la SCJN y la propia legislación electoral, permite una
subrepresentación simulada para dicho partido, pues la transferencia de votos
permite que Morena acceda a la representación proporcional evadiendo los límites
de sobrerrepresentación.
Una forma muy sencilla de explicar el fraude a la ley de Morena en los límites
de sobre y sub es planteando una analogía de evasión de impuestos:
Supongamos que Morena es una persona que recibe un gran número de ingresos
por distintas fuentes, de acuerdo con la ley, esta persona tendría que acumular
todos estos ingresos y pagar impuestos sobre el total, es decir, sobre la suma
acumulada. Sin embargo, esta persona no quiere pagar los impuestos que le tocan
¿Qué hace entonces? en lugar de registrar todos sus ingresos a su nombre, los
pone a nombre de sus hijos, esto hace que ahora sus ingresos se fraccionen en tres
montos, lo que quiere decir que el monto de impuestos a pagar será menor, pues el
porcentaje que se va a aplicar para sacer el total a pagar, en lugar de aplicarse a un
solo monto importante, se aplica a tres montos pequeños, por lo que el importe a
pagar es menor.
14
Esto es lo que en el fraude a la ley del caso concreto podemos denominar
subrepresentación consentida, en el sentido de que, Morena distribuye sus
triunfos de mayoría relativa entre dos hijos (PT y PVEM), para que, en el momento
de aplicar el porcentaje del pago de impuestos (límite de sobrerrepresentación 8%)
el monto al que se aplica sea menor y no se sobrepase el límite, es decir, erosiona
la base de triunfos sobre la cual se va a aplicar el límite constitucional, con la
finalidad de generar una sobrerrepresentación simulada en la Cámara.
Ahora bien, esta estrategia fraudulenta únicamente funciona si las normas de
representación proporcional y las de los convenios de coalición se interpretan en lo
individual y de manera aislada, pues si se lee correctamente el sistema en su
conjunto, se debe tomar a la coalición como un todo en la asignación, lo que impide
la erosión de los triunfos de mayoría relativa y, por ende, la subrepresentación
consentida.
ii. Interpretación aislada e insuficiente del artículo 54 de la Constitución
Federal sin considerar la aplicación de las coaliciones y sus finalidades dentro
del sistema de representación proporcional. En ese sentido, con base en el
esquema destacado y los principios y finalidades descritos, debe, entonces, para
efectos de la asignación considerarse a las coaliciones como un solo partido, a partir
de la interpretación histórica, armónica y teleológica descrita. Ello, pues considerar
a los partidos políticos en lo individual supone la interpretación aislada y errónea del
sistema de representación proporcional, el cual debe ser visto en su totalidad,
incluyendo en los efectos materiales de la asignación correspondiente.
En efecto, el artículo 54 constitucional, como se señaló, dispone diversas
reglas concatenadas que observadas en los individual -según incluso la titular
de la SEGOB- llevarían al absurdo de interpretar, como se hizo, que si la
asignación se debe realizar por partido político y sin considerar a la coalición
como un todo, cada partido debió haber postulado candidatos en 200 distritos
uninominales para poder tener acceso a la asignación, lo cual ni Morena, ni el
PVEM, ni el PT acreditan en lo individual por lo que, en todo caso, ni siquiera
deberían de habérseles asignado curules por dicho principio, al no cumplir
con el primer requisito del artículo 54.
Por tanto, la interpretación sistemática y correcta es que a la coalición
oficialista se le tiene que considerar como una unidad, es decir, como un
partido.
15
II. Efecto distorsionador multifactorial del fraude a la ley. Devaluación
o desvalorización diferenciada del sufragio de los ciudadanos que
votaron por la coalición opositora.
1. Universalidad e igualdad del sufragio. Desde 2018 ha sido un hecho público y
notorio que Morena y sus aliados han manipulado el sistema de representación
proporcional y han generado un escenario fraudulento de sobrerrepresentación, sin
embargo, debe destacarse que, además de la distorsión del propio sistema, el
fraude a la ley generó diversos efectos que vulneran y manipulan los derechos y
principios que conforman el marco constitucional.
Entre los efectos distorsionadores generados es posible observar la devaluación
o desvalorización del voto de los ciudadanos que votaron por la coalición
opositora, lo que se traduce en una violación al derecho humano al voto
igualitario, pues, en resumen, como efecto material multifactorial del fraude a
la ley, se termina otorgando un valor diferenciado al voto de los ciudadanos,
ya que si bien cada elector recibió un voto o ejerció un voto el día de la jornada
electoral, en la asignación de curules por representación proporcional, el voto
de aquellos que votaron por la coalición SHH tuvo un valor mayor que el de
aquellos que votaron por la coalición Fuerza y Corazón.
Esto es, esta distorsión, devaluación, desvalorización o simplemente asignación
diferenciada en el valor del voto es completamente medible y demostrable de
manera empírica, en tanto que, observando los resultados electorales y la
asignación impugnada, es posible determinar que, por ejemplo, el voto de los
ciudadanos que votaron por Morena vale 1.14, mientras que aquellos que
votaron por el PAN vale 0.75. Esto es, un solo voto, diferente valor.
Sin embargo, a pesar de que efectivamente se entrega un solo voto a cada
ciudadano, la distorsión radica en que, en realidad, aquellos que votaron, en
dicho ejemplo, por Morena, recibieron en realidad 1.14 votos, es decir, 0.39
más votos que el ciudadano que votó por el PAN, lo que no tiene cavidad en
nuestro sistema democrático, pues en este se prevé, reconoce y regula, el
derecho al voto igualitario.
Es decir, en nuestro caso, la desigualdad del voto o desvalorización
diferenciada del sufragio surge con motivo de la aplicación manipulada de los
límites legales, a pesar de ello, en tanto que dicha desigualdad material se
encuentra íntimamente ligada con el derecho al voto, en el sentido de que, la
16
desigualdad supone que este no esté siendo garantizado o ejercido de forma
plena, sino que existe una vulneración directa a un derecho humano que
subsiste y que, por ende, hace, incluso, deslegitima la integración de las
Cámaras.
Visto desde el punto de vista cualitativo, que el voto de los ciudadanos que
votaron por la coalición Fuerza y Corazón fuera intrínsecamente menos
valioso, lo que, a su vez, se traduce en una desvalorización intrínseca de la
persona, en tanto que, como se vio, el derecho al voto igualitario es un
derecho humano, es decir, se reconoce y existe en tanto la persona en sí
misma es naturalmente valiosa, por lo que, establecer un menor valor a un
derecho se traduce en el establecimiento de un menor valor de la persona que
lo tiene.
No debe confundirse el tipo de igualdad que se impugna, que nada tiene que
ver con la aproximación legal a la representación pura en estricto sentido, sino
al estado en el que se coloca a los ciudadanos frente a sus conciudadanos en
el sentido de que, el voto de aquellos que votaron por la coalición SHH,
cuando pasa por el filtro de la asignación de representación proporcional,
considerando que el filtro se encuentra manipulado y distorsionado por el
fraude a la ley, supone una desigualdad del valor del sufragio, en tanto supone
un valor privilegiado para aquellos, en términos de capacidad de influir en el
resultado electoral en mayor medida, que los que votaron por la coalición
Fuerza y Corazón.
2. Privilegio del voto a favor de la coalición oficialista. Devaluación del voto y
violación al sufragio igualitario. En el proceso electoral federal 2024, en el caso
de la elección de diputados es posible adevertir que existe una variación desigual
en la proporción de votos obtenidos vs la proporción de curules, pues en el
caso de la coalición SHH se advierte una inflación en el valor del voto, mientras
que en el caso de la coalición Fuerza y Corazón se advierte una devaluación del
voto de los ciudadanos, como se observa en el siguiente esquema.
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Del esquema que antecede se puede observar claramente que, a partir del fraude
descrito, la coalición SHH tiene un aumento considerable en el valor del voto
de la ciudadanía de la siguiente forma:
• Morena obtuvo un porcentaje de votos de 43.60% que se traduce en un
porcentaje de curules de 49.60%, esto quiere decir que el voto de los
ciudadanos que votaron por Morena tuvo una apreciación de .14, es
decir, que en lugar de que el voto de los ciudadanos que votaron por
este partido tuviera un valor de resultado de 1, en realidad, tuvo un valor
de resultado de 1.14.
• En el caso del PT, se advierte que obtuvo un porcentaje de votos de 5.84%,
lo que se tradujo en un porcentaje de curules de 10.0%, es decir, el voto
de los ciudadanos que votaron por el PT tuvo una apreciación de .71, ya
que en lugar de que el voto de los ciudadanos que votaron por este
partido tuviera un valor de resultado de 1, en realidad, tuvo un valor de
resultado de 1.71.
• Por último, en el caso del PVEM se advierte que obtuvo un porcentaje de
votos de 8.96%, lo que se tradujo en un porcentaje de curules de 15.0%,
es decir, el voto de los ciudadanos que votaron por el PVEM tuvo una
apreciación de .67, ya que en lugar de que el voto de los ciudadanos que
votaron por este partido tuviera un valor de resultado de 1, en realidad,
tuvo un valor de resultado de 1.67.
18
Así, en el caso de la coalición SHH, los votos de los ciudadanos tuvieron un
valor mayor a la correspondencia de 1 a 1 entre ciudadanos y valor del voto
en términos de igualdad proporcional o de resultado; lo que, en términos
metafóricos, podría traducirse en que a los ciudadanos que votaron por
dichos partidos y/o coalición se les “otorgó” 1 boleta y fracción, es decir,
estos ciudadanos valen .14, .71 y .67 más que el resto de los ciudadanos.
Por cuanto hace a la coalición Fuerza y Corazón se advierte claramente una
devaluación grave del valor del voto de la ciudadanía de la siguiente forma:
• El PAN obtuvo un porcentaje de votación de 18.04%, lo que se tradujo en
un porcentaje de curules de 13.06%, lo que quiere decir que el voto de la
ciudadanía tuvo una devaluación de 0.25, en tanto que el valor del voto
de los ciudadanos en lugar de valer 1, tuvo un valor de 0.75.
• En el caso del PRI se advierte que obtuvo un porcentaje de votación de
11.89%, lo que se tradujo en un porcentaje de curules de 6.60%, lo que
quiere decir que el voto de la ciudadanía tuvo una devaluación de 0.44,
en tanto que el valor del voto de los ciudadanos en lugar de valer 1, tuvo
un valor de 0.56.
Debe señalarse que en el caso del partido Movimiento Ciudadano también se
advirtió una devaluación grave, pues se observa que obtuvo un porcentaje de
votación de 11.66%, lo que se tradujo en un porcentaje de curules de 4.80%, lo
que quiere decir que el voto de la ciudadanía tuvo una devaluación de 0.59, en
tanto que el valor del voto de los ciudadanos en lugar de valer 1, tuvo un valor
de 0.41.
Esto implica que, en el caso de los ciudadanos que votaron por los partidos de
oposición el valor de su voto fue menor al de sus conciudadanos que votaron
por la coalición SHH, lo que claramente se traduce en una vulneración a la
igualdad del sufragio en los términos precisados en el apartado anterior,
considerando que, de acuerdo con el esquema, es posible señalar que el valor
de los ciudadanos es menor a 1, es decir, ni siquiera se considera el valor
inherente y natural del voto-ciudadano.
Lo anterior se advierte con mayor claridad en el siguiente esquema, el cual
demuestra la variación en el valor voto-ciudadano y la proporción de
crecimiento y devaluación del valor de cada voto.
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Incluso, tal y como se puede observar, esta desigualdad en el valor del voto de
los ciudadanos tuvo como consecuencia-efecto el traspaso de 9,188,246
votos a favor de la coalición SHH, es decir, si bien se podría decir que la
variación, en términos numéricos y a simple vista, no es de especial gravedad,
la realidad es que sí tiene un impacto trascendental en los resultados, pues
implica el traspaso de 9 millones de votos, como se observa a continuación.
20
Así, como se puede advertir de manera objetiva y empírica, sí existe una
desigualdad proporcional en el valor del voto de los ciudadanos, el cual es
consecuencia directa o efecto distorsionador del esquema de fraude a la ley
señalado.
Esta transferencia de votos, además de suponer el establecimiento de un valor
diferenciado entre el voto de los ciudadanos, implica una simulación en la
fuerza numérica de los distintos partidos, ya que, en conjunto, la coalición
oficialista tiene una fuerza numérica de 9, 188,246 votos que en realidad no le
corresponden pues el aumento del valor del voto que les favorece y la
devaluación del voto contrario, suponen esta simulación o realidad alterada
que claramente no es acorde al principio democrático, pues, en realidad, la
coalición oficialista recibió un total de 32,535,023, sin embargo, con el valor
diferenciado, recibe 41,723,269 votos, representación democrática que no es
real.
Su convalidación supondría un retroceso en la interpretación constitucional
del alcance al derecho al voto, ya que, además de aceptar la realización de un
fraude a la ley, se aprobarían los efectos desiguales señalados, en el sentido de
amparar un valor diferenciado del voto de la ciudadanía, lo que en términos
constitucionales implica y supone una regresión en la interpretación y alcance
de un derecho humano.
Maximización del derecho a votar y ser votado. Retroceso en la interpretación
constitucional del alcance del derecho al voto y la naturaleza progresiva de
los derechos humanos. La jurisprudencia de la Sala Superior ha sido
congruente en establecer que de la interpretación de los artículos 30; 34; 35,
fracción I; 36, fracción III; 115, primer párrafo, fracción I; 116, segundo párrafo,
fracción I, párrafo segundo y fracción IV inciso a, y 122, párrafos cuarto y sexto,
apartado C, base primera, fracción I, de la Constitución Federal, se infiere que el
derecho de sufragio constituye la piedra angular del sistema democrático, en tanto
que, con su ejercicio, se permite la necesaria conexión entre los ciudadanos y el
poder público, legitimando a éste; de ahí que, si se considera que en una elección
no se respetó el principio de universalidad del sufragio, ello conduce a
establecer que se han infringido los preceptos que lo tutelan y que, además,
se ha atentado contra la esencia misma del sistema democrático. Así,
convalidar o aceptar la desigualdad material y objetiva del valor del voto, tal y como
ha sido demostrada, supondría una vulneración al principio de progresividad de los
derechos humanos, en tanto que la propia interpretación constitucional de la Sala
21
Superior ha sido en el sentido de ensanchar y maximizar el alcance del principio de
universalidad del derecho al voto, por lo que, otorgar un valor diferenciado al voto
de la ciudadanía implicaría una lesión a dicho derecho en sí mismo y sus valor y
característica inherente como derecho humano.
Además de la interpretación regresiva, la falta de reparación o restauración del valor
del voto tendría como consecuencia el desincentivo de la participación ciudadana
en elecciones subsecuentes, lo que pondría en riesgo el principio democrático, en
tanto que este, obviamente, tiene como sustento la participación del voto de la
ciudadanía.
Distorsión y desincentivo de la participación ciudadana. Lo anterior es así, pues
de manera evidente la participación ciudadana se encuentra ligada a la confianza
que tiene la ciudadanía en que su voto sea contabilizado, es decir, que tenga un
efecto real en los resultados electorales.
Las elecciones no son un fin por sí solas. Su propósito, como lo indica la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, es el de establecer la voluntad del pueblo con
respecto a su gobierno. Son procesos para conferir legitimidad para gobernar, y
para resolver pacíficamente la competencia política. Una elección genuina es
ultimadamente aquella en la que el resultado refleja las preferencias del pueblo
expresadas libremente.2
El que una elección y sus resultados gocen de credibilidad dependerá del grado en
que se respeten los principios democráticos, entre ellos, el de la universalidad del
sufragio, sobre todo si asumimos que el acto de votar tiene sentido porque cuenta
con un valor intrínseco.
En ese sentido, en nuestro país hemos visto un aumento de la participación
ciudadana, las autoridades electorales, en cada proceso electoral, realizan grandes
esfuerzos por incentivar a los ciudadanos a ejercer su voto, resultan destacables las
campañas del INE para demostrar a los ciudadanos el valor de su voto, por ejemplo,
en 2021 la campaña “el voto sale y vale” invitaba a ciudadanos, académicos, ONGs,
partidos políticos, periodistas, etc. a participar en la promoción de la participación
democrática3 y una de sus características consistía, precisamente, en señalar el
2
https://www.kofiannanfoundation.org/wp-content/uploads/2017/08/EII_Confidence-in-
Elections_ESPANOL.pdf
3
https://ine.mx/sale-y-vale/
22
valor del voto. En esta elección la campaña “Tú voto cuenta” promovió el valor del
voto y exaltó la importancia de la participación democrática en las elecciones.
El valor material del voto de la ciudadanía es evidentemente relevante en tanto
puede convertirse en un desincentivo para la participación en elecciones
subsecuentes, es decir, si los ciudadanos observan que su voto no tiene un valor
igualitario sobre los resultados, probablemente se observará una tendencia en la
que consideren mejor no salir a votar, al no tener una finalidad real.
Por ello, es de especial importancia el restablecimiento del valor del voto, más si se
toma en consideración que, aceptar la distorsión en este valor provocada por un
fraude a la ley -en su sentido netamente jurídico-, se traduciría en establecer que
los partidos políticos se encuentran por encima de la ciudadanía, es decir, que
jurídicamente tienen un valor superior, jerárquicamente hablando, que los derechos
político-electorales de los ciudadanos, lo que sería incompatible con el principio de
supremacía constitucional y el bloque de regularidad constitucional, pues un
convenio de coalición no puede valer más que el voto o, en otras palabras, el
derecho de autoorganización no puede ser más valioso que el derecho de los
ciudadanos o, incluso, un pacto no puede valer más que un ciudadano.
Así, con base en todo lo expuesto, es evidente la importancia que tiene el caso que
nos ocupa, sobre todo, la necesidad de que la Sala Superior como tribunal
constitucional en materia electoral realice una interpretación progresiva y de
maximización del derecho al voto de los ciudadanos, frente a la manipulación legal
de las reglas de los convenios de coalición y asignación de curules.
CONCLUSIONES
I. El presente caso no reviste el carácter de cosa juzgada, como erróneamente
se ha asumido en diversas declaraciones públicas, ya que en la etapa de
precampañas, el Partido Acción Nacional impugnó los lineamientos de
asignación y el convenio de coalición de Morena y sus aliados, en donde se
alegó el fraude a la ley y la manipulación de la figura de las coaliciones para
generar una subrepresentación ficticia con la finalidad de eludir los límites de
sobrerrepresentación, a lo cual la Sala Superior señaló expresamente que el
momento procesal oportuno por alegar dichas consideraciones era
precisamente en este momento, pues la materialización del fraude se observa
hasta la asignación correspondiente.
23
II. El principio de representación proporcional debe ser interpretado de manera
sistemática, funcional, histórica y teleológica, tomando en cuenta el entramado
jurídico que regula el principio democrático, es decir, el principio de
representación proporcional supone la interpretación constitucional armónica
de todos los principios y derechos que conforman la representación de las
minorías parlamentarias y, no así, la aplicación directa de reglas, pues este
principio constitucional se sustenta en todo el sistema electoral mexicana y
los diversos valores y bienes jurídicos que se busca proteger, por lo que no
se agota en la fórmula de asignación.
III. Lo anterior implica que el principio de representación proporcional debe
entenderse como un sistema, es decir, el artículo 54 de la Constitución Federal
debe leerse e interpretarse como parte de un sistema constitucional de
representación política a partir de su historia y propósito y no de manera literal
y aislada, por lo que su aplicación debe ser en conjunto con los principios y
derechos que subyacen y no como meras reglas formales de aplicación
directa.
IV. Considerar a los partidos políticos en lo individual supone la interpretación
aislada y errónea del sistema de representación proporcional, el cual debe ser
visto en su totalidad, incluyendo los efectos materiales de la asignación
correspondiente.
V. Considerar lo contrario llevaría al absurdo de leer las disposiciones
establecidas en el artículo 54 constitucional en lo individual y de manera
descontextualizada lo que, incluso, se traduciría en que, en el caso concreto,
ninguno de los partidos que compitieron en esta elección tendrían derecho a
la asignación de curules por el principio de representación proporcional, pues
ni Morena, el PT o el PVEM cumplirían con el requisito de postular candidatos
en 200 distritos uninominales.
En el caso de Morena sólo se postuló de manera independiente en 40 distritos
y en 260 fue en coalición (de estos 146 estuvieron siglados a Morena; 71 al
PVEM, y 41 al PT).
VI. Entre los efectos distorsionadores generados es posible observar la
devaluación o desvalorización del voto de los ciudadanos que votaron por la
coalición opositora, lo que se traduce en una violación al derecho humano al
voto igualitario, pues, en resumen, como efecto material multifactorial del
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fraude a la ley, se termina otorgando un valor diferenciado al voto de los
ciudadanos, ya que si bien cada elector recibió un voto o ejerció un voto el día
de la jornada electoral, en la asignación de curules por representación
proporcional, el voto de aquellos que votaron por la coalición SHH tuvo un
valor mayor que el de aquellos que votaron por la coalición Fuerza y Corazón.
VII. En el caso de la coalición SHH, los votos de los ciudadanos tuvieron un
valor mayor a la correspondencia de 1 a 1 entre ciudadanos y valor del voto
en términos de igualdad proporcional o de resultado; lo que, en términos
metafóricos, podría traducirse en que a los ciudadanos que votaron por
dichos partidos y/o coalición se les “otorgó” 1 boleta y fracción, es decir,
estos ciudadanos valen .14, .71 y .67 más que el resto de los ciudadanos.
VII. En el caso de los ciudadanos que votaron por los partidos de oposición el
valor de su voto fue menor al de sus conciudadanos que votaron por la
coalición SHH, lo que claramente se traduce en una vulneración a la igualdad
del sufragio en los términos precisados en el apartado anterior, considerando
que, de acuerdo con el esquema, es posible señalar que el valor de los
ciudadanos es menor a 1, es decir, ni siquiera se considera el valor inherente
y natural del voto-ciudadano
VIII. Esta desigualdad en el valor del voto de los ciudadanos tuvo como
consecuencia-efecto el traspaso de 9,188,246 votos a favor de la coalición
SHH, es decir, si bien se podría decir que la variación, en términos numéricos
y a simple vista, no es de especial gravedad, la realidad es que sí tiene un
impacto trascendental en los resultados, pues implica el traspaso de 9
millones de votos.
IX. Esta simulación o realidad alterada que claramente no es acorde al
principio democrático, pues, en realidad, la coalición oficialista recibió un total
de 32,535,023, sin embargo, con el valor diferenciado, recibe 41,723,269 votos,
representación democrática que no es real.
X. Es de especial importancia el restablecimiento del valor del voto, más si se
toma en consideración que, aceptar la distorsión en este valor provocada por un
fraude a la ley -en su sentido netamente jurídico-, se traduciría en establecer que
los partidos políticos se encuentran por encima de la ciudadanía, es decir, que
jurídicamente tienen un valor superior que los derechos político-electorales de los
ciudadanos, lo que sería incompatible con el principio de supremacía constitucional
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y el bloque de regularidad constitucional, pues un convenio de coalición no puede
valer más que el voto o, en otras palabras, el derecho de autoorganización no
puede ser más valioso que el derecho de los ciudadanos o, incluso, un pacto
no puede valer más que un ciudadano.
PRUEBAS
1. La instrumental de actuaciones, consistente en todas las constancias que
obran en autos.
2. La presuncional, en su doble aspecto, legal y humana, en todo lo que
favorezca los intereses de la suscrita.
PETITORIOS
1. Tener por presentado en tiempo y forma el presente escrito en contra de la
asignación de escaños por el principio de representación proporcional a partir de
sus efectos de distorsión en el derecho al voto igualitario y la desnaturalización del
sistema de representación política.
2. Domicilio y notificaciones. Tener como domicilio para oír y recibir notificaciones
el señalado en el proemio del presente escrito y por autorizados para tales efectos
a las personas que se señalan en el apartado correspondiente.
3. Resolución de fondo. Revocar el acuerdo impugnado y, en plenitud de
jurisdicción, reestablecer el valor del voto de la ciudadanía anulando el fraude a la
ley realizado por Morena y sus aliados, considerándo la coalición como partido para
efectos de la asignación, y valorando el voto de la ciudadanía en términos
igualitarios -una persona un voto-.
PROTESTO LO NECESARIO
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