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Historia de La Filosofia

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_ HISTORIA * “DELA’ > 4a _FILOSOFIA “Lie, Lourdes Rensoli Laligas Ta confinuidad y las rupluras en el pensamiento filoséfico, Mido, sdemés, la virtud de producir un acercamiento enire los Wontenidos filoséficos-y los intereses y motivaciones de los distingui- Hos especialistas que-integraron su audilorio, creendo, con ello, un Lima recfprocamente beneficioso. Dejamos al lector la responsobili- Wed de una valoracién definitiva y concluyente, No obstante, no Jueremos abstenemos, al menos, de un criterio compertide por sus lumnos del curso, en cuanto a la brillantez, la coherencia, y la pro- fundidad de las conferencias de la profesora Rensoli. En nuestro caso, nor senlimos reconocides en los éxitos obtenidos por ella, en la medida en que continia el prestigio de uno de los valores j6- Ivenes més brillantes y prometedores del Departamento de Materia~ lismo Dialéctico de la Fecullad de Filosofia © Historia de la Univer- sidad de Le Habana. Lic. Felipe Sanchez Linares NOTA Queremos expresar nuestro profunde agradecimiento todos aque- fies que de una'u ofa manero, colsboraren en lt preperacién de iat cerforanainn, sfcCP = luen René Romin LObS; corganizador del ee eoiatie, Felipe Sanchez Linarea, por Ja cuidsdos revision del Ho sobre teido al compatiero Tous Antonio de Ie Ose, cys POT cupacton y constancia en la fanscipcién del materi hicieron po- sible su compilacién y edicién. Lie. Lourdes Rensoli Laliga- Z 5 nu (eo 6 Em bte HOSPITAL PSIQUIATRICO DE LA HABANA CURSO SOBRE HISTORIA DE LA FILOSOFIA PROFESORA: Lourdes Rensoli Laliga, 41 de septiembre de 1984 Clase No. 4 CP JUAN RENE ROMAN LOPEZ (Vicedirector). Compaferas compafieros: en la tarde de hoy vamos a comenzar un curso sobre Historia de la Filosofia que fiene , rogrrmado el Consejo de Direc- ‘ién.-del Hospital Psiquistrico de La Haban-, conforme a le progré- macién de actividades cientificas y docentes de 1961. Podemos comenzar nuestro curso con le presencia de la licen ciada Lourdes Rensoli Coliga, quien os la profesora que nos ha de- Signado la Feculted de Filosofia de la Universided de La Habana. Ei compafiero licenciado Felipe Sanchez Lineres, muy conocido uerido por nosotros, nos habia anunciado que, de ser posible, 'a hoy para hacer la presentacién de la compafiere Lourdes Rensoli. Pero producto de enconirarse en un Consejo de Direccién, no le ha sido posible estar hoy aqui con nosotros, Por ello, sin més dilacién, conferimos la palabre a la licenciada Lourdes Rensoli. LICENCIADA LOURDES RENSOLI LALIGA. Por causes ajenas 4 1a voluntad fanto de la Direccién del Hospital Psiquigtrico como de la Facultad de Filosofia e Historia de la Universidad de La Habana, ‘cl programe que inicialmente habia sidb establecido va a ser ajustedo, ‘en relacién con el tiempo disponible, ya que no vamos a fener todo fl tiempo que inicialmente se habia programado a nuestra dispost Gién, Es decir, de acuerdo con ese tiempo nosolros vamos a hacer tuna seleccién de temas y aspecios de los mismos, que tanto por suy importancia teérica y metodolégica en Ia ciencia histéricorilosstice, €omo por la relacién que pudieran tener con aspecios que pueden interesar a la profesién de la mayor de los compaiieros presentes, ¢reemos oporiuno priorizar en este tipo de curso. Es decir: nosotros dirigimos nuestra atenc Guestiones como el mito y su papel en la formacién de los problemas de le historia de a filosofia, como fuente teérica de la filosofia, » {os Puntos de contacto que ésle ha mantenido a lo largo de’ Is historia del pensamiento filoséfico une vex originade y llegedo » ierlo nivel de desarrollo. ién preferentemenle a Al mismo tiempo, cuando debamos referimos a pensadores de ciertas descollantes, tanto por sus aportes indi fadores o figuras culminantes de algiin movimiento de importancia fundamental en el desarrol Femos también priorizar en el iratamieni se refieren en lo esencial a la teoria alma, y a la ética, sin desdefar, desde gicas, cuestiones ontolégicas que formacién de los Ilo de ta filosofia, intenta- to de los mismos aspectos que del hombre, @ Ia teoria del ego, cuestiones gnoscold- sirven de punto de partida de la temas 3 Esto, en lineas generales, en cuanto a lo que seré la légica que nexotras vamos a seguir en nuestras conferencias. Es decir, tocore. mos momentos importantes a lo largo de la historia de le filoso significativos dentro de las formaciones econémico- han sucedido a lo largo de la histori curso, en Ia Gitima conferencia, de darles algunes conclusiones gene. rales del desarrollo de Ia filosofia premarxista, puesto que es a este stepa a la que nosotros vemos a referimos, a la filosofia premarxiste, Ye que el tiempo no nos permifiria abordar las corrientes burgueses contemporéneas, y junto con estas conclusiones intentariamos tembién develar criticamente la esencia no cientifice, y en muchos casos reac. | clonaria, de algunas concepcionés burguesas que presentan el desa. Frollo de la filosofia como forma de lo conciencia social de una forme fotalmente opuesta a como el marxismo concibe dicho proceso. sociales que se Y frataremos al final de este "5 decir: toceriamos a forms de conclusién la crifica a ciertas Posiciones de Ia filosofia burguesa conjemporénes, como el neopo. 10, eke it | existencialismo, | estructuralismo, el eae ee Se eae ‘i enfocan el proceso de! des: oie si con algunos puntos ete oe ee camier lidad— con la filosofia del “ veremos que no lo son en real lor aan “ees Ste rise te mest ait artes filosofias burguesas y Ia filosofia Feninist ia, = ia ae oe stituye una de las tendencias que ues temporanea intenta desarrollar con tstedes sa mentos la filosofia burguesa Wis damova le eos de a converges en el pane Herts Ot pra dls iso con sn frdamanto comin, ol rollado de nuesto siglo, de la s eat Tee ctpetieaente, por fo ane, de rrr su verdadero valor ae eee ttonoie meristelniista como parte dal leninismo. jo es este can fora, pues necesario ese: Esta primera conferencia introduct ee técter, ve a trator sobre el objeto de esludio de la leninisia como parte del marxisme-leninismo. 2 .cesario os este ca- 9 infroducor, pues necesrio oes co rte, ve a Haar bre el cbelo de exude de ‘lola come jendo, el objeto de estusio de la Historia de le filosoa dentro de eee helices, algunas layer 9 Princ parser ay ee fea del montimefeiname, y el ideologie pero en el sentido més general,“en el sentido més univer- sal de la categoria ideologia. Como nosotros sabemos, los clisicos del marxismo definen el término “ideologia"” en tres sentidos esenciales, Uno de ellos, el mas amplio, concibe la ideologia como el conjunto de todes las formas de la conciencia social. Esto es ya conocido por ustedes, y no es mds que a modo de recordar los conocimientos que en otras -ocasiones han manejado exhaustivamente. Maarid Por lo tanto, desde este punto de vista la filosofia queda como una de la: formas de la conciencia social, formando parle de le ideologia. En un sentido restringido sabemos que también se de- lel_pensamiento, de nomina ideologia a equel conjunto de formas dé ‘ore la realidad, que si bien forman parte desde luego de eens oe s diferenciadas toda la integralidad del sistema completo de relaciones ja conciencia social en un momento histérico conere- lase de- que constituye | jo, se refiere exclusivamente @ aquella generada por una cl terminada. Como ustedes conocen, toda época histérica es equel conjunto de formas de la ideotogia generadas y desarrolladas por la clase en el poder, © en muchos casos por Ia clase que esté en vies de tomar el poder, puesto que nunca podemos absolufizer en lo que a la his- totia de la filosofia se refiere. Todo depende, como Marx bien afirmé, del anélisis conereto de situaciones concretas, por lo que no siempre podemos absolutizar el término de clase dominante o de clase en Vias de converlirse en clase dominante para referimos a la ideologia predominante en una época o de la ideologia de, vanguardia en una época. Pero bien: es en este segundo sentido, un poco més estrecho, como ideologia de una clase social determinada, esté esa clase en el poder, esté osa clase en vias de tomar el poder o incluso una de las clases desplazadas del poder, como por ejemplo podriamos referimos a la ideotogia propie de la nobleza, lena de rezagos feudales, que después de la Revolucién Francesa se vio desplazada del poder politico, imponiéndose en cambio la ideologia burguesa ‘en todos sus matices, y, sin embargo, dicha ideologia quedé como tun rezago en la conciencia social de la época, mientras que la lucha ideolégica que después de toda toma del poder politico se men- fiene, fue desplazando poco @ poco y ccnvirtiendo en cada vez més caduco los gérmenes de la antigua ideologia ya convertida en una ideologla relrégada. Es decir: una ideologia que dejé de jugar su peopel histérico hast convertirse en un factor de retroceso en buena medida. : ; Poe En el tercer sentido, también los clésicos del marxismo-leninismo, en este caso la obra ya conocida por ustedes do Marx y Engels, “La ideologia alemana”, se refiere también al férmino idéologia es tune fercera acepcidn, y es a la ideologia como falsa conciencia, © como rellojo tergiversado de! verdadero proceso que ocurre en la realided, El idedlogo en estos casos creeria dar una visién totalmente objeliva de los fenémenos estudiados, en cada Smbilo determinedo, en cada ci ideterminada,. Yj Seint embargo) (poreeiicondicions. mmiento hisiérico clasista y porteneciente ademés a jas dlstintas traci- cones necionales que, como en los less del Congreso del Paitide rma, juegan también un papel importante, y en alguna meside, fen ocasiones, determinante en la formacién de los problemas filos6- ficos, se trasmite a lo largo de las épocas. Condicionado por sstos aspectos, pensondo brindar una interpretecién objetive y a menudo “entice de cos problema, les nteptte de ura foe comple fomente invertida, encontrando les causes donde realmente exislen slectos 6 consecuencias de segundo orden. Elidealismo filosético fue fruto de este fenémeno que la te:cera acepcién del termine ideologia nos denote. ¥ yo veremos céro le lucha entre el materialismo y el idealismo tampoco su-gié plenamen- fe definida con los propios origenes de Ia historia de la filosofia, sine tuvo su formacién, Aunque es un principio rector de le milsina ya de 0:0 hablaremos—, aunque juega un papel doterminante en la misma, ustedes versn que la filosofia surge como une con- cepcién materialista muy primitive, muy ingenua-del mundo, y que los gérmenes del idealismo se van gestando deniro de determinadas razones dentro de la misma hasta que on el mundo europeo al mo- nos, en el siglo V antes de nuestra ere, se. puede hablar, segtin ‘muchos especialistas, de una precisién del problema fundamental de la filosofia, de una bifurcacién de los filésofes en dos partidos, a la luz del tratamiento de dicho problema fundamental de lo filosoia on los sistemas de Platén y Demécrito. Eslos son los ejemplos tipicos con los que se suele argumontar que la formacién plena de un sistema idealista como tal, de un tema materialista como tal, y la polémica entre ellos, que como contradiccién ha sido fuente del desarrollo filoséfico, surge partir a F 3 ica de un cierlo periodo de maduracién de los problemas y que los gérmenes de falsa conciencia también tienen un proceso de madura~ Gién por lo tanto y engendran fenémenos muy especificos dentro del dmbito de los problemas filoséficos. Es decir’ que ia riqueze del contenido de esta tesis del Con- greso de nuestro Partido nos permite establecer, de una forma con secuentc, de una forma adecuada, las perspectivas del marxismo- Ieninismo al estudio de la historia de la filosofta.. Pero, bueno, no hemos hablado atin de un problema muy im- portante: qué es la historia de la filosofiat sCémo podemos definir le historia de la filosofia? La historia de Ia filosofia forma parte de un sistema muy com- plejo de cuerpos técnicos estrechamente relacionados entre si que forman el sistema de la filosofie marxiste-leninista, puesto que esta mot enfocando Ia historia de la filosofia desde le perspectiva del marxismo-leninismo. Conocemos cémo en una época existieron y se propagaron el gunai concopciones ya rebasadas que ustedes sin duda en sus cursos de materialismo dialéctico e histérico ya han abordado con la sufi- cionle profundidad, Estar tosis ya rebasaces se referian al materialise mo dialéctico como la teoria filoséfica general, 0 el nicleo de la feoria filoséfica general del marxismo, mientras el materialismo his~ férico era exclusivamente una aplicacién de los principios del mate- jalismo dialéctico al estudio de la sociedad y la historia. Estudios contemporéneos, como les decia, han rebasado esta posicién com- pletamente. Y asi afirma la unidad teérica y metedolégica entre el Tnalerialismo ‘dialéctico e histérico, puesto que cada categoria del materialismo dialéctico encuentra su corroboracién a partir de | leyes y fenémenos abordados por ol materialismo hislorico y rec procamente las leyes y categorias del materialismo histérico encuen- fran su fundamentacién tedrica y metodolégica en el cuerpo general jialismo dialéctico. que es el mate Asi que observen que estamos dando por presupuesta una intima unidad enire estos dos elementos. No uno por separado sino ambos constituyen el niicleo’de la filosofia marxista. jPor qué? Porque son Precisamente el materialismo dialéctico e histérico quienes ebo'den exe, conjunio de leyes mas generales de! desarrollo de la natureieze, la sociedad y el pensamiento, que sirven por lo tanto de hase, pro- Porcionan la base general para ut estudio de. otras ciencias fiiosdlicas que si bien buscan también en sus resultados —como ciencias teé- ricas— un alto nivel de generalidad, ro abercan todas las zones 0 regiones de la realidad, como el materialismo dialéctico histérico, iA qué me refiero concretamente? Me refiero, por ejemplo, la tice, a la teoria del hombre, que son ciencias filoséficas que forman Parle del sistema de la filosofia marxista-leninista; a la estélica, a los problemas filosdficos de las ciencias naturales, temas que sin duda Para ustedes resulta de enorme interés; @ la historia de la filosoffa Y @ muchos otros elementos integrantes del sistema que el propio desarrollo clentifico explosive ‘en nuestros dias de la revolucién cien- ico-técnica —la segunda revolucién cientifica global que los te6- -05 de la historia de la ciencia admiten en el desarrollo histdrico—, de la humanidad van engendrando. Es decir, las problemiticas que dan lugar a nuevas ciencias filoséficas ustedes saben que son cons- jantemente generadas por el desarrollo de la ciencia y por el desa- rrollo, ademas constante, de los conocimientos en general y de la Préctice hisiérica social, y desde luego de la préctica politica en particular. De esta forma podemos ubicar entonces la historia de Ia filozofia come una de las ciencias filoscficas que forman parte del sistema de la filosofia marxista-leninista, Durante un tiempo se circunscribié la categoria filosofia merxisia-eninista al materialismo dialéctico e his- férico. También esa posicién ha sido rebasada, puesto que como us- fedes ven el materialismo dial istérico seria el nicieo del sistema que componen las ciencias filoséficas. Vamos entonces a ver qué significa, ‘cusi es la importancia, cuél es el significado, porque no basta con afirmar, sino hay que demos- frar por qué cada una de estas relaciones es posible, por qué es necesaria, por qué se produce; vamos entonces a tratar de esclarecer la importancia, qué significado tiene el hecho de que la historia de la filosofta dependa de este niicleo central. in primer lugar que la historia de la filosofia, ex decir, el ané- Ihis htdrce Caos a lsmarla 93) 4 groned Thode — do lar di tae manifestaciones filoséficas en momentos determinatios del deso:soilo de la sociedad tiene que estar presidid por una serie de prin-tn fedricos y melodolégicos de partida que hacen que dicho estudio (es decir: el estudio de esas manifesiaciones filoséficas) no se con vierfen en un problema descriptive y un problema descriptive no fendria el carécter cienfifico que exige una disciplina como ésta, y ademés el carécter cientifico que ‘a filosofia marxista-teninista posee y exige a todos sus elementos integrantes. Por lo tanto, los principios de paride para el anélisis eritico, la correcta ubicacién y valoracién de las manifestaciones filoséficas que a lo largo del proceso del desarrollo histérico se producen, y, ademés, la posibilidad de develar fas causes por las cuales se producen precisamente estas manifesta- ciones y no otras, vienen dadas porque la historia de la filosofia cuen- fo con un instrumental para obrar, para trabajar, para realizar esa diseccién en cada uno de los momentos histéricos asi como el proce- 50 en general que le suministran los principios del materialismo dia- léctico e histérico. Estos principios, a los cuales también nos vamos a referir, son presidices por el principio del partidismo, es decir, la perlenencia 2 Uno de les de: grandes partidor 0 tendencias a lo largo de la h torla de [a fllosotia, que nos da la posicién idealisia o materialiste de los filésofos segtin la solucién que brinden al problema funda- mental de la fHosofe, problema que, como veremos, no a side cons: iente por parte de los filésofos, no ha sido conscigntemente abo: da- do, y esa es une de las prucbas de su caricter objetivo. Es decir que haye sido fratado independientemente de la voluniad y de la anagnétisis 0 ‘reconocimiento que el filésofo pueda haber realizado ‘acerca de los mismos. Y significa, ademas, que la historia de la filo sofia tiene también una estrecha relacién con la posibilidad de com- prensién del porqué la filosoffa, con la apericién del marxismo-leni- hismo, y su filosofia en particular, alcanza un nivel feérico. Es decir que no sélo tiene un carécter univoco esta relacién, sino un carécter biunivoce, como ustedes ven. No solamente el materia lismo dialéctico ¢ histérico tiene como punto de partida el estudio de Ia historia de Ia filosofia, sino que la historia de ta filosofia, eon sus conclusiones generales, corrobora la cientificidad del material ‘mo dialéetico e histérico al presentarnos de forma viva por qué Ia filosofia a lo largo de su desarrollo llegé a un momento tal en que pudo convertirse en una ciencia, Que es algo que, por cierto, toca brillantemente en la obra recién publicada “Filosofie, ciencia © ideo~ legia", el doctor Gaspar Jorge Garcia Gallé, obra que les recomiendo Porque les puede resultar de mucha utilidad tanto para este curso como para profundizar en sus conec fen general. jientos de filosofia marxiste Y, por otra parte, también el materialismo dialéctico © histérico pueden enriquecerse constentemente —no sélo corroborar su cienti~ ficidad—, enriquecer su radio de problemas y la amplitud y la pro- fundidad de la solucién a dichos problemes por las conclusiones ge- nerales que la historia de Ia filosofia como ciencia filoséfica genere constantemente, puesto que foda ciencia genere vas conclusiones, nuevas perspectivas de anélisi metedolégicos y teéricos. constantemente y nuevos princ! Un segundo principio que a nosotros nos regird en el estudio cientifico de la historia de Ia filosofia seré el de la lucha enire dia- léctica y metaftsica, Ustedes ya pudieron ver en sus estudios de ma- terialismo dialéctico cémo el materialismo claléclico, cémo el mele- rialismo se ford consecueniemente dialéctico con la revolucién teérica llevada a cabo por Marx y Engels, y culminada por Lenin Posteriormente. Ya ustedes han podido ver esto. Sin embargo, a lo largo de la historia nunca se dio ni una con- secuentemente dieléctica dentro de los marcos del materialismo ni dentro de los marcos del idealismo. Hubo aproximaciones geniales, como el caso de Spinoza en el siglo XVII, desde las perspectives del materialismo; el caso de Hegel a principios del siglo XIX, desde la Perspectiva del idealismo. Sin embargo, los elementos metafisicos tu- vieron también una gran primacia en muchos sistemas filosdficos y fen muchos momentos importantes del desarrollo de la filosofia, y la contradiccién entre estas dos formas va a ser uno de los principias que a nosotros nos va a ayudar. —10— Jeremos en el estudio de la misma cémo ni la dialéctica pl le metafisce so han dado como enfoques metodolégicas puree — Het tei decirlo— en ninguna docirina fileséfica, sino que une de eH100 Cafoques sobre la realidad, su estructura y funcionamiento prin £0 Cade caso histérico concreto, y eso es lo que nos lleva 2 e tn filésofo como dialéctico © como metafisfo, noes porque S62 S% Clusivemente dialéctico ni exclusivamente metafsico, sino Per Pre: dominio de uno de esos dos enfoques sobre ef afro, Asi hablaros Se filésofos metafisicos con aspectos dialécticos importantes: [Use fos dlalécticos con aspestos metefisicos: sspectos mts ee jes pevfectamente a [a luz de [os condcimientos ciefilicos ce eal nau Mivel de desarrollo de la conciencia social en general Y de la practica histérica. Es decir, todo aqui seré corroborado « la'luz de estas cuestiones, iro principio que a nosotros nos guiaré en el estudio 3s, 3 Historia de la flosofia seré ta relacién entre lo iistérica y, 18 oS an el desarrollo de la filosofia, jPor que relacion entre lo TALC! & fo legico? El enfoque historicista, que es una ce les c cis feeahetes de este relaci6n enire lo histérico y lo légico, oxize pe lresiablecimionto do las leyes y valoreciones de las caraclorisicts Ge cada sistema filosdfico, que preside la aparicion, del, mismo, ave dan lugar « su ceducidad, que condicionan la aparicién de sus Over” sor confenides y quizés su transformacién, poraue, no Sle"ere flésofo genera un sislema que permanece inmuiable; on cossotts al pensamiento del filésofo sufre une evolucion desde sy MNStNE asta su _madurez, 0 ‘incluso hey une etapa en ocasiones E hae Nalez, como es el caso de Platén, ef fldsofo cambla compl famente las’ caracterstces que representaban el sistema madre, Y pasa a una {ese completamente opuesta, Para explicamos toce, eH Petelros siempre tenemos que remiimos al principio al cual hacia etia hace un rato: el andlsis concroto de situaciones conette: Yenc & pata nosotros la cate- ‘ayuda Imprescindible en este caso seré para n ie somo se aeostumbra denominarla) que el materialismo bistérico este, tiece para poder caracterizar las relaciones determinanies que ene! conjunto de toda le complejidad_que cada_époce—represents Not plica la aparicién de cada uno de los fenémenos particulares, de los fenémenos especificos deniro de ese ambito o sistema de rela ciones diferenciadas. ‘Segiin esta categoria de formacién econémico-social nosotros po- dremos distinguir qué es lo esencial, que diferencia a una época de otra, cudles son los vinculos ademés entre los distintos momentos histéricos, por qué se produce la fransicién entre una formacién eco- némico-social y otra, y, desde luego, como parte infegrante de la formacion econémico-social una de las formas de la ideologia en- tendida como conjunto de formas de la conciencia social que seré la filosofia, sera explicada también a la luz del cambio, de la trans- formacién y de la organizacién de todo este sistema complejo de relaciones. Como ustedes ven, el analisis en sistema se hace imprescindible poder abarcer con la verdadera profundidad que exigen los estudios histéricos filoséficos. Otro principio del que nosotros tendremos que haceer uso seré de aquel que brillantemente caracieriza Lenin en los Cuadernos Filos6- ficos, en el etficulo llamado “Sobre la dialéctica” referente a las raices sociales y ralces gnoseclégicas de toda filosofie, tanto del idealismo como del materialismo. La filosofia, como muchas ofras formas de la conciencia social, es generada, condicionade, determinada en muchos casos —no sola- mente las condiciones de una época sino también las fradiciones in- fluyen en la formacién de la filosofia, como reza en las Tesis del “Congreso— por las relaciones sociales de una época imperante. A esto ya nos hemos referido. Pero, ademés, un conjunto de problemas que son objeto primor- dial de esiudio de todas las formas del conocimiento en una époce, y del conocimiente cientifico en particular, condiciona también la apa- ticién y transformacién de algunos problemas en la filosofia y de su solucién. En el caso del materialismo se hace muy claro cémo el mismo, a lo largo de su desarrollo, se ha nutrido del fruto del pen- samiento politico y de las conquistas revolucionari s de las clases de —12— nds svanzadas. Es conocido cémo Marx nos plantea que él dererre, To del oreteratigmo en general ha coincidido con las grandes 650ci5 yo cincionaraa|y qpie. nidcfiasyde teas vayras- ques Denia DSi aa ve tos grandes movimientos revolucionarios de la bistone han esta figedes de una manera u olfa al desarrollo del materialismo. Un ejemplo que podriamos poner en la lusiracién, |e lustracion come vorguardia del pensamiento burgués en visperas de [a conse Tidacién del capitalizmo, de le toma del poder po aiea ete ca is burguesia en los distintos patses europeos. Le lustracith a Eamie pars eh despues do 12 oma del poder poltico por parte de la burguesia después de le Revolucié® de 1640 y del pro- pate i generls que ocurre en Inglaterra del aburguesamient® £® De ahi la diversidad de escuelas que se han preocupado por elaborar una feoria del mito. . Nosotros vamos a comenzar a lecrles algunas definiciones, de las més descollantes, desde el siglo XIX hasta el siglo XX, @ comen- forles, para que ustedes puedan apreciar diferentes enfoques por parte de estas escuelas. Sin duda alguna muchos de ustedes conocerdn perfectamente las premisas de las que parten estos pensadores. Asi que sdlo nosotros nos dirigiremos a este aspecto especifico de sus doctrinas. Tenemos el caso de la escuela psicoanalitica, muy conocida por todos ustedes. En su obra “Totem y Tabs, el fundador de la misma, Sigmundo Freud, plantea: Esta cila que yo les voy a leer procede de ias Obras Completas, Editorial Biblioteca Nueva, Madrid 1948, Volumen Il, pégina 466. "'Si aceptamos la evolucién antes descrita de las concepciones humanas de mundo, segtin las cual la fase animista fue sustituida por la religiosa, y esta a sw vez por la cientifica” —observen que desde ‘este momento se nos esté dando una periodizacién de la historia del pensamiento, Vamos a anotarlas con el fin de facilitar el anélisis (La profesora se acerca al pizarrén): fase animista, fase religiosa y fase cientifice—, “nos seré también facil seguir la evolucién de la omnipo- tencla de las ideas” a través de estas fases. En la fase animista, el hombre se alribuye a si mismo la omnipotencia; en la religiosa, la cede a lot dioses, sin renunciar de todos modos seriamente ell pues se reserva el poder de influir sobre los dioses, de manera de hhacerles actuar conforme a sus deseos, En la concepcién cientifica del mundo no existe ya lugar para la omnipotencia del hombre, el ‘cual ha reconocido su pequefiez y se ha resignado a la muerle y ear ee v mo > é ie naturales. En nuestra con~ sometide a todas las demds necesidades natu Fone el poder de la inieligencia humana, que cuenta ye con les Jeyes de la realidad, hollamo: fodavie huellas de Ie anfigue fe on Ja omnipotencia igi i janto influy6 sobre muchas e5- {Qué significa esla dociina que tanto influy6 sobre ucts Me cuelas sociolégicas que frataron de interpretar este fips nos presenta una concepcién evolutiva de la hiss del pensamiento, en la cual estas tres fasos lugar, que el criterio de periodizacién visne Ante todo, toria y de la historia nos indican, en primer d ado en illima instencia por los factores teéricos. Es deci os is Guolucion de las ideas humanas la que determina el desarrollo de historia, El pensamiento se autodetermina en su evolucién a fra de la concepcién de Freud. Por qué ocurte estot Observen que se habla de une omnipe: fence del hombre que ustedes habrén fratado desde offor. punins te visto, pero que hoy vernos a analizer desde este perspectives Oe hombre que pretende hacerse duefio do la naluraleze, ce! Horie Gue pretend eludir aquellos fenémencs naturales que Je fe seclamente: las catéstrofes, las enfermedades, la muerte ‘en la que se desenvuelve, tendencias que pueden hacerse. (2 no, ef cientes en su choque con la realidad, que pueden o no llegar a monizar can el medio circundante. i el hombre que los este sentido hay un impulso innafo en el i Seared Pero a través do que procedi- mnipotencia 0 esta apro- ‘niento infenta el hombre manifestar esta omnipoten Re piscion del universo? En la fase animista por afribulr, como su ane conmina @ apropiarse del universo. ica, un espiriiu idéntico al suyo, © por to menos de indole Br nce ih es ner nn fentes y, por lo tanto, a partir de sus propias eae oc ce ‘a dominar sobre los mismos por medios magicos frecuentemente. Soe La magia, entonces, en la fase animista jugaria un papel funda- mental en la manifestacién de ese omnipotenci En la fase religiose, que contiene y supera a la animista, puesio que podriamos represeritar esta evolucién en forma de circulos con- céniricos —no de espiral, desde luego—. En la fase religiosa, que confiene y supera a la anterior, como les decia, esta omnipotencie no se manifiesia a través de fuerzas. magicas, @ través de impulsos ma gicos 0 a través de los procedimientos especificos de la fase a mista. Sse smisarcier fda Untaxerinre aide tavectreciat itr eane dadiasle experiencia de cada una de les rezes —puesio que puede hablarse, segin la escuela psicoanalitica de razas, identificéndola aproximada- mente con civizacién—, toda eso experiencia estaria recogide, per- maneceré recogide, permaneceria como substrato o base de las nuevas concepciones, con un grado mayor de elaboracién, con un grado “mayor de feorizacién, que corresponderian a la misme..Esta seria la clapa en la que surgirian y se desarrollarén las. grandes religiones que han florecido a lo largo de la historia de la humanidad: ol islam, el budismo, el crisianismo, un poco més enfigvamente el hin- duismo, la religién griega en sus distintas variantes, la rei mane, y nos remontamos a époces ain més pretéritas que colinden casi con la fase aimista, los origenes de la religién egipcia. Observen cémo, en la etapa religiosa, el hombre fo necesaria- ‘mente intentaré dominar el mundo a través de medios mégicos. Esto sobrevive, puesto que existe un substrato como resultado de la fase animista que se conserva, aunque ya no ocupe el papel: primordial ‘en esta segunda fase. - En la fase religiosa existe una forma mucho més elaborada en la cual se concentra Ia atencién del hombre en el conjunto de fené- menos naturales que infenta dominar, y el deseo de omnipotencia, de dominio sobre los mismos, y son las divinidades y las formas de cultura las divinidades mediante las cuales el hombre pretende en- jonces utilizerlas como medio para lograr sus fines. Es decir: la divi- nnidad constituiria en este caso un eslabén intermedio entre el fend- ‘meno natural y el hombre; mieniras que en la fase animista el hom- ane ¢ Bibficteee, Univerattesian LA Fernender de Madrid bre intentaria actuar difcctamente--sobre~tos~tenemenos naurales, puesto que el hechicero y el sacerdote on este ceso ocuparia | lugar de un individuo adiestrado que podria enirar en contacto di- reelo con la divinidad. Esta forma sobrevive on Ia fase o ‘embargo, el secerdote 0 hechicero deja de ser un mage para co soiinse. gn un infermediario formado con ese conjunto de divinidades. igiosa. Sin ‘Observen cémo esta concepcién’ plentea la conquista de la na turaleza y su fuerza por parte del hombre y el progreso del conoct mmiento. por factores completamente. irracionales, por instinlos ue hombre necesita safsfacer, por insintos, ave el ieee eee mar, por temores ocultos que el hombre necesita compensar. Este airy tor enonces que pare Sigmund Fraud ie lo storia y en patlcular el desarrollo del conocimiento. Observen que ne hay nin- Gin fipo de referencia a relaciones objetives determinantes del desa- rrollo social ni determinante de ninguna produccién ideolégica. Sim plemente existen senfimientos, impulsos que desplerla en el hombre In observactén directa de cierlos fenémenos que conciernen a su vida, fanto @ la vida de la especie como a la vide individual, ¥ por lo tanto, esta periodizecién sé justfica en esle sentido. Opuesto @ las ismo filoséfico. posiciones de! mat En la fase clenlifica —como si la clencia, comentariames nosotros, no fuera tan antigua como el hombre mismo—, que corresponderia.@ ig etapa moderne, al poseer el hombre medios teéricos y experimen: fales de explicecion de esa realidad y de dominio parcial al menos robre la misma, podria enfonces por uns parle ejercer este pode hasta donde sebe ya conscientemente que le es dado, y por olra parte —como el mismo autor nos explica— resignarse frente a aque- ilo que le es inevitable. mor a la muerte, ef Por lo tanto, el temor a la naturaleza, el fe femor @ un conjunto de fenémenos que provocé desde los albores de la humanidad —seaiin esta doctrina— le evolucién de las ideas, Confintafoncionando en ! hombre contemporénee, que, exis sin- emente el mecanismo ya sea de sublimecién de esos temores, ra Fronslmente, por via te6rico-cognoscitiva o de dominio del mismo hasia donde el hombre le es dado. é cers Este es uno de los enfoques que causaron més influencia, y que como ustedes conocen repercutieron més {uertemente on casi todas | las doctrinas posteriores sobre el mito. (Malinowski, Casi Campbell | y otros). Sin embargo, a pesar del carécter idealista y racionalisla y no verdaderamente cientifico de este enfoque del mito, se subrayé en 41 algo que debemos tomar en consideracién, y es cémo, sobre todo ‘en el hombre primitivo, en el hombre de civilizaciones muy tempra- nas, clertamente que actian ciertos impulsos emotivos, y, por lo fan- fo, que no podemos reducir la creacién de mitos y la creacién do religiones a las cuales estos mitos acomp: sivamente tedrico-cognoscitivo, iM, a uN proceso exclu- lun proceso exclusivamente racional. Desde luego, no queremos decir con esto que puedan existir _ fuerzas irracionales como plantea esta doclrina que sean &l-motor del desarrollo histérico, sino que el racionalismo, cldsico habia moldeado demasiado el pensamiento cientifico y el pensamiento filosdfico, de _ acuerdo con sus absolutizacions, cosa que ustedes pudieron ver ex- J Presada en la docirina do Juan Bautista Vico, r | Vico, que fue uno de los pensadores més sobresalientes del si- |, glo XVIII, fue formaclo en la escuela del racionalismo clisico del siglo XVIL, Segtin este racionalismo clésico, en el hombre todo esté subor- dinado. a la razén, todo esté subordinado al pensamiento, y, por lo tanto, las pasiones, los impulsos, las reacciones del hombre, pueden plenamente dominarse de una forma conscienie, en cualquier hom- ‘bre, en cualquier época © independientemente de la circunstancia en © que esle se desevuelva, enfoque que es igualmente abstracto, com- Plefamente unilateral y abstracto, a pesar de sus mérifos innegables Puesto que el hombre no es un conjunio de elementos racionales y ‘elementos irracionales. ‘Marx en sus tesis sobre Feuerbach nos plantea que el hombre es ‘el conjunto de todas las relaciones sociales. Y como conjunto de re- laciones sociales no podemos admitir ni un enfoque absolutamente raclonalista ni mucho menos un enfoque irracionalista del desarrollo dela historia y de la historia del pensamiento en particular, puesto que cada sociedad, con sus caracteristicas concretas, complejidad de relaciones que determinan la produc J tuno de sus fenémenos, intervienen en la creacién de este fenémeno que es el mito y todas les formas de la conciencia social con las cuales se ha ligado. Vemos entonces cémo a pesar de haber subrayado este enfoque, algunos elementos que se hace necesario tomar en consideracién, es decir, c6mo también las emociones jugaron un papel en la creacion de esles formas ideolégicas, no puede de ninguna manera satistacer- nos este enfoque. Esta docirina fue desarrollada por algunos de los discipulos de Freud. Este pasaje que vamos a citar es parte del apéndice del doctor Olio Rank a ls obra de Freud “La interpretacién de los suefio (La podemos encontrar en la misma edicién, pero en el volumen 1, pagina 530). tos volvemos a hallar aquellos meca "En la formacién de los nismos que el estudio del suefio nos ha revelacio.. ‘a aqui estamos aclarando un elemento que si bien se encontra- explicito. Es decir: que la humanidad puede ser tomada en conjunto, de ser concebida en el sentido que tradicionalmente se concebid ‘esto da lugar a la famosa docirina del inconsciente colectivo. Continda Otto Rank: “ lar aquellos mecanismos que el estudio del suefio nos ha io ae fsa ona epletaepune cols sate acién de impulses psiquicos y su disociacién o mulfiplica- cién (...) Pero ademés, nos es dado descubrir les tendencias que ponen en movimiento tales mecanismos. Si basados en este conoci- Iiento deshacemos todos los disfraces y deformaciones, tropezare- ei

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