Fortalecimiento de las relaciones entre padres e hijos de familias vulnerables utilizando
talleres de panadería
Eduardo Rodriguez-Sandoval1*; Gloria Cecilia Arroyave-Ochoa2; Natalia Perez-Gomez3
1
Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín. Facultad de Ciencias Agrarias. Departamento de Ingeniería Agrícola y
Alimentos. Grupo de Investigación de Alimentos Funcionales (GAF). Medellín. Antioquia. Colombia.
2
. Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín. Programa: Los niños científicos de la UNAL. Dirección de Investigación
y Extensión. Email: ninoscienti_med@unal.edu.co
3
Universidad Nacional de Colombia-Sede Medellín. Sección Seguridad y Salud en el Trabajo. Email:
nperezgo@unal.edu.co
Autor de correspondencia: *Autor de correspondencia: Eduardo Rodríguez-Sandoval. Email: edrodriguezs@unal.edu.co..
Dirección: Cra 65 #59ª-110 Bloque 52. Of. 108. Universidad Nacional de Colombia. Código Postal: 050034. Medellín.
Antioquia. Colombia
RESUMEN
Las intervenciones de crianza positiva son una estrategia prometedora de prevención del
maltrato infantil y desarrollar en los niños unas bases sólidas para afrontar las situaciones
difíciles de la vida. El objetivo de este estudio fue mostrar la intervención que se realizó
con familias vulnerables de Medellín utilizando la elaboración de un producto de
panificación como estrategia para fortalecer la relación de padres e hijos. El impacto del
taller se verificó utilizando preguntas abiertas y observando a los participantes tanto en las
sesiones de grupo como en las clases de panadería. Este taller se convirtió en una actividad
que involucró a varios miembros de la familia, fomentando el trabajo en equipo y la
cohesión familiar. Además, este proyecto fortaleció la relación y la comunicación entre
padres e hijos, y se dieron pautas para la crianza positiva. Es indispensable promover
talleres donde participen tanto padres como sus hijos al mismo tiempo para establecer
momentos de crecimiento juntos, y construir una mejor sociedad.
INTRODUCCIÓN
En el núcleo familiar es donde se gestan las bases para el desarrollo y la formación como
seres humanos. Cuando la familia le brinda al niño seguridad y permite que exprese todos
sus sentimientos, pensamientos y emociones, está contribuyendo a que ese ser que se
encuentra en desarrollo logre formarse como ser autónomo, libre e integral (Pino et al.,
2019). Existen tres variables para la comprensión del funcionamiento familiar: cohesión
familiar, adaptabilidad y comunicación. Además, ser hijo es lo más radical de una persona,
podríamos decir que la familia es una realidad que va más allá del simple dato de la
consanguinidad biológica y que supera también la dimensión histórico-cultural, para
ubicarse en la estructura constitutiva del ser del hombre (Martínez-Priego et al., 2014)
Las familias, al variar sus estilos de comunicación, contribuyen a modificar el tipo de
cohesión y adaptabilidad a la que pertenecen. La escucha atenta, la empatía y los
comentarios de apoyo, o, por el contrario, la crítica destructiva o los dobles mensajes, son
relevantes en el impacto que tienen en la conformación de la identidad personal. La emisión
contradictoria de mensajes incide notablemente en los niños y los hace sumamente
vulnerables pues no saben a qué atenerse en medio de un entorno familiar en donde
prevalecen estilos de comunicación ambivalentes, contradictorios e incongruentes, como
por ejemplo, la aseveración continua por parte de sus progenitores de que son amados,
acompañada de expresiones no verbales de absoluta frialdad que no se corresponden con el
supuesto cariño expresado con la palabras (Martínez-Priego et al., 2014).
La relación entre padres e hijos es la relación más fundamental y estrecha en el proceso de
socialización de los niños, y la comunicación como medio para construir y mantener esta
relación es un elemento importante al analizar la relación entre padres e hijos como una
interacción verbal (Kim et al., 2020; Taghizade et al., 2022). La comunicación es el medio
más importante que fortalece o debilita la relación entre padres e hijos dentro de la familia
y desempeña un papel clave en las relaciones humanas al transmitir actitudes,
pensamientos, afectos, ideas, etc (Kim et al., 2020; Deng et al., 2024). Sin embargo, a
medida que aumenta el porcentaje de parejas con doble ingreso en la sociedad moderna, las
horas de comunicación entre padres e hijos están disminuyendo gradualmente. Una de las
principales preocupaciones que tienen los padres de doble ingreso al educar y criar a sus
hijos es el problema de comunicación debido a la falta de tiempo dedicado a los niños, lo
que puede incluso resultar en problemas con su crianza. Es importante que los padres no
solo pasen más tiempo con sus hijos, sino que también tengan una interacción de alta
calidad con ellos dentro del tiempo asignado (Kim et al., 2020).
El término “crianza” se ha utilizado indistintamente con cuidado parental, funcionamiento
parental y relación entre padres e hijos. También se ha descrito como un sistema en el que
interactúan tres determinantes principales: personalidad/bienestar psicológico de los padres,
características del niño y fuentes contextuales de estrés/apoyo. Además, la crianza se ha
presentado como la relación entre un niño pequeño y el adulto más involucrado
emocionalmente y disponible para él. Con base en estas definiciones, se puede pensar en la
crianza de los hijos como la relación entre padres e hijos en contexto. Los padres que tienen
más conocimientos sobre (a) qué esperar, (b) formas efectivas de responder y (c) cuándo
preocuparse por sus hijos tienen más probabilidades de poder apoyar el desarrollo de sus
hijos (Benzies et al., 2023). La crianza de los hijos y la calidad de las relaciones entre
padres e hijos son factores cruciales que determinan el desarrollo social y de salud de niños
y jóvenes, incluido el desarrollo cognitivo y los resultados educativos de niños y jóvenes,
comportamientos de riesgo, salud mental, comportamiento nutricional, y la mortalidad en
todas las edades (Tørslev et al., 2021; Brito et al. 2023).
Los niños maltratados corren un mayor riesgo de sufrir consecuencias de salud, sociales y
económicas adversas durante toda su vida, incluidos problemas de salud mental,
enfermedades crónicas, discapacidad, delincuencia y criminalidad, y disminución de la
productividad económica (Rodríguez García y Ramírez López, 2014; Schilling et al., 2023)
. Dada la alta prevalencia y las importantes consecuencias del maltrato infantil (MI), los
costos sociales son enormes: la carga económica anual de la CM en Estados Unidos se
estima en 2 billones de dólares. El MI es el resultado de una interacción compleja entre el
niño, los padres y factores externos. El nivel socioeconómico (NSE) bajo es el predictor
ambiental más fuerte y consistente del MI. Los niños de hogares con un NSE bajo tienen 3
veces más probabilidades de sufrir abusos y 7 veces más probabilidades de ser
abandonados que los de hogares con un NSE más alto (Schilling et al., 2023).
Desafortunadamente, las familias de bajos ingresos y de minorías étnicas corren un mayor
riesgo de sufrir problemas de salud mental y MI dado que a menudo enfrentan niveles
elevados de factores estresantes, que pueden deberse a cargas financieras, estatus
migratorio, discriminación y prejuicios étnicos y raciales, así como a barreras sistémicas y
estructurales para el acceso y la participación en tratamientos de salud mental adecuados
(Vargas-Rubilar et al., 2018; Green Rosas et al, 2022). En los Estados Unidos, las personas
que viven en áreas de pobreza concentrada experimentan un acceso limitado a la educación
y peores resultados de salud que aquellos que no viven en pobreza concentrada. Es más
probable que las familias pobres estén segregadas de las familias no pobres porque las
viviendas asequibles están ubicadas en áreas geográficamente empobrecidas (Lechuga-Peña
et al., 2020)
La niñez juega un papel clave en el desarrollo integral del ser humano y en la formación de
su identidad y personalidad; las circunstancias en las que nacen los niños determinan su
exposición a entornos que promueven o comprometen un desarrollo saludable (Li et al.,
2020; Taghizade et al., 2022; Cao y Liu, 2023; Schäfer & Croy, 2023)). Varias experiencias
adversas directas pueden comprometer la salud, el desarrollo y el bienestar de los niños
durante los períodos prenatal y posnatal, incluida la pobreza persistente, el abuso y la
negligencia, el comportamiento negativo de los padres y la violencia familiar. Además, la
mayoría de los conflictos y trastornos de conducta en adolescentes y adultos resultan de
descuidar las dimensiones emocionales-conductuales y no orientar adecuadamente su
crecimiento y desarrollo en su infancia (Martínez-Priego et al., 2014; Gargallo & Alarcón,
2016; Taghizade et al., 2022).
La personalidad se ha definido como el sistema abierto de rasgos suficientemente estables
que caracterizan el perfil operativo de cada persona; es decir, el conjunto de cualidades de
su dinámica cognitiva y tendencial, así como los estados emocionales. Algunas definiciones
de la personalidad destacan el hecho de que se trata de un conjunto de cualidades inherentes
al ser humano concreto, heredadas y adquiridas, otras observan el modo de integrar y
asimilar la información que se recibe, mientras que algunas ponen especial énfasis en la
capacidad adaptativa del hombre a un determinado medio (Martínez-Priego et al., 2014). La
conformación de la personalidad requiere el apoyo de la identidad familiar, y que, a su vez,
la identidad familiar requiere el apoyo de una comunidad más amplia. El tejido social está
conformado por familias, con dinámicas diversas, que influyen en el plano social y a la vez
se nutren de este. El vínculo del niño con sus padres desde el nacimiento y durante los
primeros años de la infancia es determinante en la conformación de la personalidad y marca
en gran medida el estilo de convivencia de la persona con sus semejantes (Martínez-Priego
et al., 2014).
Las intervenciones de crianza positiva son una estrategia prometedora de prevención del
MI. Tanto el abuso físico como la negligencia representan formas extremas de crianza
problemática. Los padres que maltratan a sus hijos tienen más probabilidades de utilizar
una disciplina ineficaz y confiar excesivamente en el castigo. La crianza dura y reactiva
puede contribuir al desarrollo de problemas de conducta infantil, lo que puede aumentar el
estrés de los padres e intensificar las conductas parentales negativas, incluida la crianza
abusiva y negligente. Las intervenciones parentales que fortalecen la relación entre padres e
hijos, enseñan técnicas de disciplina positiva que se han identificado como estrategias clave
de prevención del MI. Los programas para padres tienen como objetivo (1) mejorar las
interacciones entre padres e hijos, (2) aumentar la comprensión del desarrollo infantil
normal, (3) promover la comprensión del impacto negativo de la atención al
comportamiento problemático y la falta de atención al comportamiento positivo, y (4)
enseñar prácticas de disciplina. Al promover el uso de habilidades de crianza positivas y
disminuir la crianza dura, los programas para padres son efectivos para reducir los
problemas de conducta infantil, que son un factor de riesgo para el MI (Schilling et al.,
2023).
Algunos programas o proyectos donde se han realizado intervenciones de crianza con
padres y se ha fortalecido la relación de padres e hijos se puede mencionar programas de
agricultura asistencial (Kim et al., 2020), de literatura (Traga Philippakos et al., 2023),
programa de educación para padres centrados en la prevención (P-FPEP) (Benzies et al.,
2023), Tu Familia, Tu Vecindario (YFYN) es una intervención orientada a la familia de 10
semanas que presta servicios a comunidades de bajos ingresos en Arizona, y se alinea con
una estrategia de dos generaciones (2Gen) para construir el bienestar familiar trabajando
juntos con niños y adultos en sus vidas (Lechuga-Peña et al., 2020). Sin embargo, hasta el
momento se tienen pocos reportes sobre intervenciones o programas en donde trabajan por
el fortalecimiento de la familia por medio de la elaboración de un producto de panificación.
Se realizó un programa con padres e hijos en Dinamarca utilizando un taller de cocina para
diferentes familias (Tørslev et al., 2021), y también en Estados Unidos enfocándose más
que todo a verificar la nutrición saludable (Miller et al., 2017). El objetivo de este trabajo
fue mostrar la intervención que se realizó con familias vulnerables de Medellín utilizando
la elaboración de un producto de panificación como estrategia para fortalecer la relación de
padres e hijos, tanto en la crianza como en su comunicación.
METODOLOGÍA
El desarrollo del taller se llevo a cabo en el Laboratorio de Control de Calidad de
Alimentos-Area de Farinologia de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad
Nacional de Colombia-Sede Medellín dentro del proyecto con cógido Hermes 44677 entre
octubre y noviembre de 2023. El taller se realizó a la Institución Educativa Dinamarca
(IED), un colegio público de la ciudad de Medellín ubicado en el barrio Castilla, y la
Fundación Viento Fresco (FVF), fundación con vocación cristiana que trabaja en pro de
fortalecer la parte social y humana de niños, jóvenes y adultos del barrio Niquitao de
Medellín. Los talleres de la IED se llevaron a cabo el 20 y 27 de octubre de 8:00 am a
12:00 m y de 2:00 pm a 4:00 pm, respectivamente, mientras que con la FVF se efectuó el
10 y 17 de noviembre de 8 am a 12 pm. El grupo de trabajo de la Universidad estuvo
compuesto por un profesor, una psicóloga, una pedagoga, un auxiliar de laboratorio, dos
estudiantes de pregrado, y un fotógrafo para dejar registro del taller.
Las familias de estas instituciones son de bajos recursos, con un NSE bajo y cumplen con
lo requerido en el taller, que es precisamente enfocarse en la relación de padres e hijos
vulnerables. Las familias participantes (se considera familia como un padre o madre o
cuidador con un niño) de la IED fueron 10 y de la FVF fueron 8, para un total de 18
familias. Primero se contactó a las psicólogas de ambas instituciones para establecer las
familias que estarían dispuestas a recibir los talleres. Los niños del IED estudian en dicha
institución, se encuentran en edades entre 6 y 13 años, 10 niños en total (60% niñas y 40%
niños), asimismo, asistieron solo las madres y la psicóloga de la institución. En cuanto al
FVF, los niños que participaron pertenecían a un programa de escuela de fútbol, en edades
entre 8 a 12 años, 8 niños en total (100 % niños), además, asistió el profesor de la escuela
de futbol y los padres de familia, 50% hombres y 50% mujeres.
Los talleres se basaron primordialmente en el “aprender haciendo” (en inglés “Learning by
Doing”), metodología que aporta valor al conocimiento, fomenta la experimentación y la
práctica para generar un aprendizaje profundo. La metodología de aprendizaje “aprender
haciendo” proviene de la corriente constructivista que tiene su fondo en el aprendizaje en
contra de los enfoques fundamentados en la enseñanza. Así, esta metodología pedagógica
se aleja de las técnicas didácticas basada en la recordación o memorización y se acerca a las
técnicas del saber haciendo (García & Lopez, 2014). Esta metodología incentiva el trabajo
creativo y autónomo y la sensibilidad para solucionar problemas de la propia realidad a
nivel local y en su relación con lo global. Además, propone una interacción dinámica entre
docente y estudiante, como también entre estudiantes. Esta metodología se aplicó en la
elaboraciones de productos de panadería (pan, pizza y galleta de la fortuna) dentro de los
talleres que se ejecutaron con las familias vulnerables.
En la Tabla 1 se muestran las actividades realizadas durante las sesiones. Con el fin de
hacer sentir bien a los participantes, se les dio inicialmente una galleta de la fortuna a cada
participante con una frase en su interior que decía: Cocinar en familia es bueno para la
salud física y mental, las familias se diferencian unas de otras como los ingredientes de un
buen pan, la cocina es un lugar de encuentro, conviértanlo en una excusa para fortalecer los
lazos familiares. Después se formaron grupos entre niños y adultos para discutir la
importancia de dichas frases. Posteriormente se aplicó un instrumento a cada participante
para saber su percepción inicial de familia con preguntas abiertas (Figura 1). Después,
todos se reunieron en grupo y expusieron las conclusiones a las que llegaron, guiados por la
psicóloga de la Universidad. Luego, los participantes se colocaron la indumentaria
adecuada (gorro y bata de laboratorio), se lavaron las manos, y se les explicó como
deberían hacer la masa de pan en el laboratorio, los ingredientes se habían pesado
previamente, se elaboró una masa y en el momento de la fermentación se aprovecho para el
siguiente momento del taller que consistió en verificar los roles que desempeñan cada uno
de los miembros de la familia y su importancia a través de una mesa redonda donde la
psicóloga les hacia una preguntas a cada participante para verificar su percepción.
Tabla 1. Actividades del taller en cada sesión de trabajo
Sesión # Tiempo (h) Actividad
1 1 Bienvenida y saludo. Se presentan tanto las familias como los
encargados de impartir el taller. Se aplica el primer
instrumento de preguntas.
1 La galleta de fortuna: una dinámica emotiva y mágica en la
cual cada galleta encierra un papel con un mensaje que permite
promover la manifestación de expectativas y deseos mutuos.
Se forman grupos por medio de las frases que contiene cada
galleta y se discute la importancia de dicha frase.
2 Roles que desempeña cada uno de los miembros de la familia
y su importancia: En el momento de elaboración del pan se
hace reflexión, inferencia y comparación con las frases de la
galleta, y los componentes del pan vs los integrantes de la
familia.
2 3 Importancia de las relaciones familiares: Se realizó una pizza y
se les mostró la elaboración de la galleta de la fortuna, a la par
se tocan los siguientes temas:
Los hábitos en la familia, la dinámica familiar, la armonía,
aprovechar el tiempo libre, y formas de corrección.
1 Se aplica el segundo instrumento de preguntas, se compartió la
pizza elaborada y se finaliza el taller con unas palabras de
todos.
En la segunda sesión se elaboró una pizza para compartir al final de la sesión y se tocaron
los temas de hábitos en la familia, la dinámica familiar, la armonía, aprovechar el tiempo
libre, y formas de corrección en el hogar. Todos estos temas fueron guiados por la
psicóloga de la Universidad en una forma amena, sin que los participantes se sintieran
intimidados y con la participación al tiempo tanto de niños como de padres. Después se
aplico el segundo instrumente de preguntas abiertas sobre hábitos familiares, estrategias
aprendidas y evaluación del taller (Figura 2).
LA FAMILIA
Para ti ¿Qué es la familia?
_______________________________________________________________________
_____________________
¿Te consideras importante en tu familia? _______
¿Por qué?
_________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
____________________________________________
¿Qué tipo de actividades realizan en tu familia?
_______________________________________________________________________
________
¿Cuáles son los valores que tiene tu familia?
_______________________________________________________________________
___
_______________________________________________________________________
____________________________________________
¿Cómo se solucionan los problemas en tu familia?
______________________________________________________________________
________________________________________________________________________
__________________________________
Figura 1. Instrumento de la primera sesión de trabajo sobre la percepción inicial de familia
que tenía cada participante.
La intervención se realizó porque los infantes no cuentan con acceso a diferentes espacios
relacionados con el fortalecimiento del tejido familiar, y más un curso con su figura
paterna/materna o cuidador. Se debe tener en cuenta el reglamentado por el Ministerio de
Educación de Colombia, en el caso de la Jornada Única (Decreto 2105 de 2017) y jornada
escolar complementaria (establecidas en el sistema General de Educación, Ley 508 de
1999, dentro del Plan Nacional de Desarrollo 1999-2002: “Cambio para construir la paz”).
Se garantizó en diferentes niveles el consentimiento informado de las familias que
participaron en el proyecto. Los padres dieron su consentimiento por escrito en nombre de
ellos mismos y de sus hijos. Además, con el fin de establecer el efecto del taller en los
participantes se utilizaron los instrumentos de preguntas mencionados, las observaciones de
los participantes tanto en los foros de preguntas como en las clases de panadería, de tal
manera, que se obtuvieron unas conclusiones generales de la intervención realizada a las
familias.
HÁBITOS
¿por qué crees que eres importante en tu familia?
_____________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
__________________________________________
¿Qué actividades aprendiste que puedes hacer con tu familia?
__________________________________________________________
_______________________________________________________________________
__________________________________________
¿Cuáles son los valores que aprendiste para que tu familia
mejore todos los días? ________________________________________
_______________________________________________________________________
__________________________________________
¿Qué estrategias aprendiste para solucionar los problemas en
tu familia? _______________________________________________
_______________________________________________________________________
__________________________________________
¿Consideras que las actividades desarrolladas fueron importantes para
ti
Marca de 1 a 5 siendo 1 el menor puntaje y 5 el puntaje más alto.
¿Consideras que las actividades desarrolladas fueron importantes en
tu familia?
Marca de 1 a 5 siendo 1 el menor puntaje y 5 el puntaje más alto.
3
4
Figura 2. Instrumento de preguntas sobre hábitos familiares, estrategias aprendidas en el
taller y evaluación del taller.
RESULTADOS
Percepción de los participantes
Con base en las observaciones y los instrumentos aplicados, en general fue evidente que los
participantes (tanto adultos como niños) tuvieron una muy buena percepción del taller
ejecutado. Además, muchos adultos y niños participantes expresaron que la participación
en este taller les había brindado una oportunidad especial para pasar tiempo juntos. Estas
son algunas afirmaciones de una madre en el primer momento de la sesión: “La familia es
la base de la sociedad, es la unión compuesta por una serie de valores y responsabilidades,
es el lugar donde nos encanta llegar siempre, es el vínculo más importante de la sociedad
para un mejor futuro en unión, es un vínculo entre personas, trabajo en equipo, respeto,
nuestro sostén, apoyo mutuo, es un grupo de ayuda, lugar seguro”. Asimismo un niño
expreso lo siguiente: “Te consideras importante en tu familia: Si porque cumplo con mis
deberes, soy buen hermano, buen hijo, hago deporte, y me gusta estar atento en lo que debo
hacer en casa”.
No todas las respuestas fueron positivas, por ejemplo, antes de iniciar con el taller una niña
afirmo lo siguiente: “Que es la familia: Grosera, humilladora, odio, golpes, dolor, enojo. Te
consideras importante en tu familia: No, porque no siempre me lo dicen. Los valores que
ponemos en práctica en mi familia son: Nunca estamos juntas”. Ella tenía un caso especial,
discutía mucho con su madre, cabeza de hogar, y tenían un conflicto en ese momento.
Aunque al final del taller, esa misma niña expreso lo siguiente: “Porque crees que eres
importante en tu familia: Porque es un apoyo que fortalece a cualquier ser humano al
sentirse amado. Cuáles son los valores que aprendiste para que tu familia mejore todos los
días: El valor de la escucha, respeto a la diferencia, la amistad, tolerancia y respeto. Que
estrategias aprendiste para solucionar los problemas de tu familia: La escucha, la charla, el
diálogo, los límites, las normas, la calidad de tiempo en familia.”
Al analizar un poco más el caso de la niña y la madre en conflicto, se presentaba un
problema de comunicación entre las dos, además, no se tenía la suficiente empatía para
entender la situación de cada una. La madre cabeza de hogar expresó que trabajaba todo el
día cerca a la casa para estar más pendiente de su hija, aunque ganaba menos de un salario
mínimo. Por otro lado, la niña también manifestó su inconformidad por el trato verbal y
físico de su madre. Se aprovechó este espacio para hablar sobre el perdón. Si el objetivo es
definir quién tiene la razón, el conflicto nunca se resuelve. Es mejor tener buenas relaciones
y no tener la razón. En este último aspecto es esencial el amor: perdonar y reparar para
llegar a la reconciliación (Wood y Wood, 2018).
La participación en las sesiones del taller de panadería influyó en las prácticas parentales y
en el conocimiento que tuvieron todos con respecto a la panificación. Además, las familias
participantes expresaron que asistir juntos al taller había creado una oportunidad para que
padres e hijos se entendieran de diferentes maneras. Además, este taller puede convertirse
en una actividad que involucre a varios miembros de la familia, fomentando el trabajo en
equipo y la cohesión familiar. Asimismo, trabajar juntos en un proyecto común puede
mejorar la comunicación y las relaciones interpersonales dentro de la familia, aprendiendo
nuevas habilidades y ver los resultados tangibles de su trabajo puede aumentar la
autoestima y la confianza de los participantes.
Discusión
Las actividades prácticas de cocina se utilizan como estrategia para aumentar la
participación y el interés de las personas. Además, los estudios que investigan la
participación de los niños en la preparación de comidas en casa sugieren que la actividad
social de cocinar ofrece una gran oportunidad para establecer vínculos positivos entre
padres e hijos (Tørslev et al., 2021). Los estudios han demostrado que la hora de comer en
familia ayuda a promover resultados saludables para los niños y promueve la
alfabetización, el aprendizaje y los comportamientos saludables (Lechuga-Peña et al., 2020)
Los resultados mostraron que las técnicas utilizadas en el taller inducían prácticas
parentales positivas cuando se aplicaban en un entorno de aprendizaje propicio que
proporcionaba orientación, seguridad y una atmósfera social amigable. Además, las
familias participantes expresaron que asistir al taller juntos había creado una oportunidad
para que padres e hijos se entendieran y se vieran en un contexto distinto. La observación
de que padres e hijos se conectaran positivamente de diferentes maneras es un hallazgo
importante en sí mismo. Las clases de cocina para padres e hijos no sólo aumentan el
conocimiento y la confianza en la cocina, sino que también apoyan a las conexiones y
ambientes alimentarios familiares (Tørslev et al., 2021). Una mejor comprensión de la
perspectiva del niño, para llegar a su nivel y ver las cosas desde su punto de vista, es un
hallazgo que se reporta con menos frecuencia (Benzies et al., 2023); sin embargo, muchos
padres en este taller percibieron que esto era clave. Ofrecer una intervención a familias con
niños mayores brinda a los padres la oportunidad de fortalecer el vínculo con sus hijos,
específicamente cuando no tienen tanto tiempo para dedicarles debido a horarios de trabajo
de tiempo completo o a las actividades de sus hijos que consumen tiempo (Lechuga-Peña et
al., 2020).
Los padres que se comunican con sus hijos de una manera crítica, los juzgamientos hacen
que los niños enfrenten muchos conflictos internos al expresar sus emociones. La
comunicación disfuncional ejerce un efecto negativo en los niños, como la depresión y el
comportamiento problemático. Sin embargo, al igual que en las actividades de panadería o
de cocina, las actividades de jardinería tienen un efecto muy positivo en el desarrollo
emocional de los niños. Como tal, los programas agrícolas crean conciencia sobre la
creación de intimidad dentro de la familia y facilitan las conversaciones familiares, al
mismo tiempo que sanan el cuerpo y la mente y promueven la comunicación, que es la
función clave de la agricultura asistencial (Kim et al., 2020). Se podría decir, que en el
taller de panificación realizado también se tuvo como eje fundamental para resolver
conflictos en la familia la comunicación entre padres e hijos en un ambiente sano, libre de
juzgamientos y críticas. Las habilidades parentales y la familiaridad de los padres con los
métodos de formación y la comunicación eficiente con los niños ejercen el efecto más
significativo sobre la aparición o persistencia de problemas de conducta en los niños. Las
interacciones positivas entre padres e hijos pueden modificar esta mala relación y ayudar a
mejorar los problemas de conducta en los niños (Taghizade et al., 2022).
La relación entre padres e hijos es un factor fundamental en el desarrollo de la gratitud
individual que puede predecir significativamente la gratitud de un individuo. Además, la
relación entre padres e hijos es una variable antecedente del capital psicológico e impacta
significativa y positivamente el capital psicológico individual. Las relaciones sanas entre
padres e hijos tienen una función irreemplazable a la hora de percibir, expresar y cultivar
emociones positivas (Li et al., 2020). Las relaciones saludables entre padres e hijos
desarrollan el capital psicológico de un individuo, como el optimismo y la confianza en sí
mismo, que sustentan la motivación de los individuos para aprender. Las personas con
niveles más altos de conciencia de la gratitud son más optimistas y seguras, y tienen niveles
más altos de resiliencia psicológica y responsabilidad que las personas con niveles más
bajos de conciencia de la gratitud. La gratitud es un predictor del capital psicológico; los
estudiantes universitarios con niveles más altos de gratitud tienen correspondientemente
niveles más altos de capital psicológico que aquellos que no lo tienen (Li et al., 2020).
La participación de los padres (PI) se define como la demostración de interés, cariño y
calidez de los padres en sus hijos, que es un constructo amplio y multifacético. Se ha
demostrado que la PI fortalece la relación entre padres y adolescentes y promueve la
comunicación de los padres (Deng et al., 2024). Los padres muy involucrados reaccionan
de manera diferente a los padres poco involucrados cuando sus hijos experimentan
diferentes eventos emocionales durante la adolescencia. Para padres altamente
involucrados, es común que ofrezcan suficiente apoyo cuando sus hijos pasan por
momentos difíciles. Por el contrario, los padres poco involucrados tienen dificultades para
identificar y satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos. Incluso cuando están con
los niños, pueden dar respuestas equivocadas para identificar las necesidades emocionales
de sus hijos (Lechuga-Peña et al., 2020; Taghizade et al., 2022; Deng et al., 2024). Otro
estudio realizado entre estudiantes de secundaria pública de Nueva York reveló que la falta
de intimidad con los padres se asociaba con un mayor grado de estado de ánimo depresivo
(Kandel & Davies, 1982). Mejorar las relaciones entre padres e hijos e implementar
estrategias efectivas de educación familiar tienen el potencial de guiar a los niños a lo largo
de una trayectoria positiva de crecimiento personal (Cao y Liu, 2023).
Los niños seguros se caracterizan por una expresión abierta y activa de emociones a sus
padres. También suelen intercambiar expresiones de felicidad durante episodios
emocionales positivos que sirven para mantener el interés en la relación entre padres e
hijos. En este caso, la alta frecuencia de expresión e intercambio emocional en la familia
con alta participación de los padres puede facilitar la calidad de la interacción y la
comunicación entre los miembros de la familia (por ejemplo, padres y adolescentes), lo que
lleva a una mayor sincronía cerebro a cerebro al compartir momentos felices. Un mayor
nivel de participación de los padres en la vida familiar parece proporcionar una base de
apego segura y oportunidades de interacción para que los miembros de la familia formen
una mejor coordinación interpersonal y un patrón interactivo (Lechuga-Peña et al., 2020;
Deng et al., 2024).
La familia es el primer espacio de interacción social en el que el individuo se relaciona con
la autoridad, determinada por un ámbito generacional y de respeto en el que se
circunscriben los hijos a la voluntad de los padres, en la que estos ejercen el poder. Los
padres, entonces, son quienes marcan los ritmos del entorno familiar a partir de una
relación recíproca de respeto en la cual los hijos aprenden a relacionarse con la norma y con
quienes tienen la posibilidad de hacerla valer. La autoridad es fundamental en los procesos
de formación que se den dentro del hogar y posibilita el proceso de adaptación de los hijos
a la vida cívica (Pino et al., 2019). El apoyo y la motivación adecuados son esenciales para
ayudar a los niños a desarrollar la autodisciplina, la responsabilidad y las habilidades de
gestión eficaz del tiempo (Cao y Liu, 2023). Si bien la madre en el inicio de la vida del
niño, a través del contacto afectivo, es la que hace posible que este cimiente su
personalidad, es necesario que dé cabida al padre para que con su presencia fortalezca los
procesos de identificación que el hijo requiere para completar su desarrollo personal. El
padre contribuye a fomentar una adecuada adhesión al sistema de valores para la
estructuración coherente y progresiva del grupo familiar del que es responsable. El hijo se
reafirma en sus valores, en gran medida, por un vínculo cercano con el padre (Martínez-
Priego et al., 2014). Es importante evitar estereotipar a los padres hombres y, en cambio,
fomentar su participación activa en las interacciones íntimas y la comunicación con sus
hijos (Cao y Liu, 2023).
Limitaciones
El presente estudio identificó sólo los resultados a corto plazo del taller de panadería.
Aunque el estudio mostró que las prácticas entre padres e hijos se vieron afectadas
positivamente por el taller, no es posible concluir que el estilo de crianza de los padres
involucrados se vio afectado. Sin embargo, el estilo de crianza puede considerarse la suma
de prácticas de crianza; por lo tanto, incluso un pequeño cambio en la interacción entre
padres e hijos y en las prácticas de crianza tiene el potencial de afectar el estilo de crianza
con el tiempo. Como principal limitación, el tamaño de la muestra del presente estudio es
relativamente pequeño. Es necesario que el estudio futuro participe más familias para
aumentar la generalización de nuestros hallazgos. Además, se evidenció que este taller es
relevante para niños mayores a 6 años, ya que al realizar las preguntas en grupo deben
participar activamente, y en muchas ocasiones los niños menores a esa edad no están muy
atentos o los temas que se abordan no son del todo de su conocimiento.
CONCLUSIONES
Este proyecto tuvo un impacto profundo y multifacético en comunidades vulnerables, no
solo fortaleciendo el tejido familiar, sino también mejorando la relación y la comunicación
entre padres e hijos, y la crianza positiva, promoviendo la cohesión social y mejorando la
calidad de vida en general. El estudio aporta conocimientos sobre cómo facilitar prácticas
parentales positivas en un taller de panificación para las familias vulnerables y, por lo tanto,
los resultados del estudio aportan información sobre cómo situar el apoyo a la crianza en el
contexto local de la vida cotidiana no sólo de los padres, sino de la familia en su conjunto,
incluidos los niños. Sin embargo, se necesitan la participación de más familias y el apoyo
financiero de instituciones gubernamentales para tener conclusiones más generales de
nuestros resultados.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece a la Universidad Nacional de Colombia proyecto Hermes código: 44677.
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